Estudio de Romanos 3:21-31

Estudio de Romanos 3:21-31 J.L. Guedes Título: Pero Ahora Enseñanza central: La justificación es mediante la fe en Jesucristo y no por obras. Propósit

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Estudio de Romanos 3:21-31 J.L. Guedes Título: Pero Ahora Enseñanza central: La justificación es mediante la fe en Jesucristo y no por obras. Propósito: Enseñar el fundamento de la fe cristiana: que la salvación es por gracia y no por obras Introducción: El apóstol Pablo viene construyendo el argumento de que todos los seres humanos son pecadores, que ninguno tiene excusa y que todos, sin excepción serán juzgados por el Señor Jesucristo. En la clase anterior (Rom.3:9-20), el apóstol Pablo dibuja de manera magistral una selección de citas del AT (Salmos e Isaías), perfecta y lógicamente enlazadas, que como un espejo reflejan el alma de los seres humanos. La imagen de dicho espejo es aterradora porque muestra la miseria y total estado de descomposición del pecador ante su Santo Creador. En Rom.3:11 dice “No hay quien entienda”, sin embargo, el apóstol viene llamando la atención del lector, haciéndole entender su absoluta e irremediable depravación espiritual y moral, pero a partir del verso 21 comienza a hacerle entender que hay una única esperanza para él o ella. Para Martin Lutero, este es el punto más importante de toda la Biblia (Rom.3:21-31). Texto: NTV

NVI

RVC

RVR-1960

Cristo sufrió nuestro castigo

La justicia mediante la fe

La justicia viene por medio de la fe

La justicia es por medio de la fe

21 Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. 22 Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.

21 Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. 22 Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, 23 pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, 24 pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. 25 Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su justicia.

21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, y de ello dan testimonio la ley y los profetas. 22 La justicia de Dios, por medio de la fe en Jesucristo, es para todos los que creen en él. Pues no hay diferencia alguna, 23 por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios; 24 pero son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que proveyó Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como sacrificio de expiación por medio de la fe en su sangre. Esto

21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;

23 Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. 24 Sin embargo, con una bondad que no merecemos, Dios nos

22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como

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declara justos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados. 25 Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado, 26 porque miraba hacia el futuro y de ese modo los incluiría en lo que llevaría a cabo en el tiempo presente. Dios hizo todo eso para demostrar su justicia, porque él mismo es justo e imparcial, y declara a los pecadores justos a sus ojos cuando ellos creen en Jesús. 27 ¿Podemos, entonces, jactarnos de haber hecho algo para que Dios nos acepte? No, porque nuestra libertad de culpa y cargo no se basa en la obediencia a la ley. Está basada en la fe. 28 Así que somos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe y no por obedecer la ley.

Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados; 26 pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús. 27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál principio? ¿Por el de la observancia de la ley? No, sino por el de la fe. 28 Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige. 29 ¿Es acaso Dios sólo Dios de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? Sí, también es Dios de los gentiles, 30 pues no hay más que un solo Dios. Él justificará por la fe a los que están circuncidados y, mediante esa misma fe, a los que no lo están. 31 ¿Quiere decir que anulamos la ley con la fe? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos la ley.

lo hizo Dios para manifestar su justicia, pues en su paciencia ha pasado por alto los pecados pasados, 26 para manifestar su justicia en este tiempo, a fin de que él sea el justo y, al mismo tiempo, el que justifica al que tiene fe en Jesús. 27 Entonces, ¿dónde está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28 Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley. 29 ¿Acaso Dios es solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los no judíos? Ciertamente, también es Dios de los no judíos. 30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los que están circuncidados, y por medio de la fe a los que no lo están. 31 Entonces, ¿por la fe invalidamos la ley? ¡De ninguna manera! Más bien confirmamos la ley.

propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. 27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. 29 ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. 30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. 31 ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.

29 Después de todo, ¿acaso Dios es sólo el Dios de los judíos? ¿No es también el Dios de los gentiles? Claro que sí. 30 Hay sólo un Dios, y él declara justos a judíos y gentiles únicamente por medio de la fe. 31 Entonces, si hacemos énfasis en la fe, ¿eso

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significa que podemos olvidarnos de la ley? ¡Por supuesto que no! De hecho, sólo cuando tenemos fe cumplimos verdaderamente la ley. NTV: Nueva Traducción Viviente, NVI: Nueva Versión Internacional, RVC: Reina-Valera Contemporánea y RVR-1960: Reina-Valera 1960

Análisis de Texto 1. Pero ahora…(v.21a) a. En Rom.1:16-17 el apóstol Pablo introduce el evangelio de Cristo (la Buena Noticia) con una potente declaración de que la justicia de Dios ser revela por fe y para fe. b. A partir del verso 18 del capítulo 1, el apóstol comienza a elaborar el argumento de que la ira de Dios se revela contra toda impiedad e injusticia de los hombres, y que todos, sin excepción alguna, sean judíos o gentiles, están bajo la justa ira de Dios, y que la paga de su pecado es la muerte. c. Sin embargo, en el versículo 21 de Romanos 3, el apóstol comienza con la conjunción adversativa pero combinada con el adverbio de tiempo ahora, para indicar que comienza una nueva idea, un nuevo argumento que contrasta lo dicho anteriormente, que no es más que las pruebas (con citas del AT) de que todos los seres humanos han pecado, que todos están bajo condenación, y bajo la justa ira de Dios, incluso los judíos como pueblo escogido de Dios y a quien Él les confió su Santa Palabra. d. Esta expresión pero ahora va más allá de ser un mero punto de inflexión gramatical en la construcción de un argumento. Esta expresión implica, como lo dice el verso 26 (…en este tiempo…), que comenzó una nueva era en la historia de la humanidad con la encarnación, muerte y resurrección de Jesucristo. Que ya no hace falta borrar de la faz de la tierra a toda la humanidad por causa de su pecado como cuando Noé y que tampoco hace falta todo el sistema sacrificial de animales que establece el AT para apaciguar la justa ira de Dios por los pecados de los hombres. Este es el tiempo de la gracia de Dios. e. Según el Dr. Martin Lloyd-Jones no hay una descripción en la Biblia más importante que la de estas dos pequeñas palabras, pero ahora. Ellas marcan el comienzo de una esperanza para la raza humana y un hito histórico sin precedentes y sin repetición. Cada creyente que ha sido redimido por la preciosa sangre de Cristo tiene su pero ahora sellado en el corazón. Satanás y la gente lo pueden acusar de todas sus depravaciones, pecados y bajas pasiones anteriores, y aun presentes, pero su respuesta a dichas acusaciones es…pero ahora…soy una nueva criatura en Cristo, no por lo que yo he hecho, sino por lo que El hizo por mí. f. En este punto es importante enfatizar cual es el método bíblico y apostólico de declarar el verdadero evangelio de Cristo, el cual comienza haciéndole entender al oyente que es un pecador y que su pecado lo hace acreedor de la justa ira de Dios, y que tendrá que rendir cuentas a Jesucristo el día del juicio final, cuyo veredicto será la condenación eterna en el infierno. Una vez entendido esto, entonces se le presenta al lector que hay 3

una Buena Noticia, y es que el Juez, se hizo hombre y murió en la cruz, derramando su precisa sangre, para limpiar, perdonar y justificar al pecador. Un evangelio que no predica el pecado y las consecuencias de este, y que solo se centra en el amor de Dios, es una herejía. No hay perdón, sin arrepentimiento y no hay arrepentimiento sin convencimiento de pecado. No obstante, todo esto es obra del Espíritu Santo, no del predicador o evangelista, este es solo un instrumento de Dios para la salvación de otras almas. 2. Aparte de la ley…(v.21b) a. Con esta expresión, de ninguna manera el apóstol quiere decir que la ley ha sido abolida o abrogada. De hecho, ante la posibilidad de que alguien piense lo contrario, el apóstol responde en el verso 31, “En ninguna manera”. b. La expresión entonces se refiere, que para efectos de la salvación, la ley es inútil. Nadie puede alcanzar la salvación mediante la obediencia de la ley porque nadie puede cumplir con ella en su totalidad. De hecho, la ley tiene un efecto en el ser humano que lo insta a desobedecerla (al pecado), pero a la vez, lo hace más responsable ante Dios al tener conciencia de su voluntad (y de lo que es pecado) y aun así desobedecerlo. Esto lo explica Pablo más adelante en el capítulo 7 de la epístola (la ley que mora en mí). c. Por lo tanto, la ley no fue abolida sino cumplida en su totalidad en Cristo Jesús. Para efectos de la salvación, la ley es inútil, solo sirve para mostrar y sacar el pecado que ya mora en el pecador, pero ahora, la salvación es mediante la ley de la fe en Cristo. d. Todos los aspectos litúrgicos y sacrificiales de la ley quedan sin efecto, y solo quedan vigentes los aspectos morales de dicha ley. 3. …se ha manifestado la justicia de Dios (v.21c) a. El verbo manifestar, utilizado en su forma de pretérito perfecto, para indicar que este evento sucedió en el pasado, pero perdura en el tiempo. b. La justicia de Dios entonces, se manifestó con la encarnación del Verbo de Dios, su muerte en la cruz y su resurrección, pero los efectos de esta maravillosa manifestación continúan vigentes en el presente para todo aquel pecador que se arrepiente de sus pecados y se humilla ante este Dios y Juez Soberano. c. Aquí cabe preguntarnos, ¿qué es Justicia? Palabra clave: Justicia (sedek, sedaka o saddik en hebreo): No existe una palabra en castellano equivalente a justicia en hebreo desde el punto de vista del AT. Aunque esta palabra tiene múltiples y ricas implicaciones, se refiere a aquello que es derecho, recto y de acuerdo con una norma moral. En la Biblia se habla de justicia en tres aristas: 1) en relación entre Dios y los hombres, 2) entre Dios y su pueblo, y 3) entre los hombres entre sí. El carácter justo de Dios le hace incompatible con el pecado, por lo cual tiene que hacer juicio sobre éste. d. La justicia viene de Dios. Él es el único justo y el único Juez, y por lo tanto el único que puede impartir verdadera justicia. 4. …testificada por la ley y por los profetas…

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a. La justicia de Dios que ha sido manifestada, fue testificada por la ley y los profetas. Es decir, fue profetizada a lo largo de todo el AT. b. Ya desde la misma caída del hombre que se describe en el libro de Génesis (el pecado original de Adán y Eva) Dios tenía un plan de justificación y salvación para el hombre. i. Gén. 3:15 “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Señalando al Mesías como la simiente de la mujer. ii. Isaías 9:6-7 cuando dice “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.” iii. Isaías 53:5-6 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.” c. Así que, este único camino de Salvación, no es nuevo. No lo creó el hombre sino que salió de la mente de Dios, fue El quien tomo la iniciativa. Todas las religiones del mundo predican diferentes formas de ganar el favor de un dios, pero solo el cristianismo se basa en lo que Dios hizo por una raza muerta en delitos y pecados para reconciliarla con El, quien es un Dios puro y santo. El hombre moderno y sofisticado de hoy, al igual que los epicúreos y estoicos de la antiguo Areópago ateniense, siempre está interesado en adquirir nuevos conceptos, ideas y tecnología, pero este plan de salvación es muy antiguo, y entre otras cosas, es una de los argumentos que el hombre usa para rechazarlo. Por eso Jeremías 6:16 (NTV) dice “Esto dice el Señor: «Deténganse en el cruce y miren a su alrededor; pregunten por el camino antiguo, el camino justo, y anden en él. Vayan por esa senda y encontrarán descanso para el alma. Pero ustedes responden: “¡No, ese no es el camino que queremos!”. 5. …la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo…(v.22a) a. La buena noticia de que se puede alcanzar la justicia de Dios y calmar su justa ira es por medio de la fe en Jesucristo. b. En este punto, el aposto se refiere a la fe que salva y no a la fe que se describe en Heb.11 “la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” c. Aquí cabe preguntarnos, ¿qué es Fe? Palabra clave: Fe salvadora (pisteuo): Va más allá de simplemente creer, implica una confianza absoluta en Dios y su Palabra, así como una entrega de todo el ser a ese Dios en quien se cree y confía (rendición absoluta = obediencia). Esta fe se compone de tres (3) elementos: Conocimiento, Comprensión o Aceptación y Confianza. Las 3Cs de la fe. Conocimiento de una verdad, lo cual solo implica estar enterado de cierta información (Ej. Estar informado acerca del pronóstico de lluvia para mañana), Comprensión/Aceptación de esa verdad (Ej. Estar al tanto de que la lluvia traerá consecuencias como un fuerte tráfico), lo cual implica aceptar la información como cierta o veraz, y el tercer y más importante 5

elemento, la Confianza, implica la transformación del pensamiento, palabra y acción ante esa verdad (total rendición) (Ej. Se ajusta la alarma del reloj para salir con 2 horas de anticipación a lo normal y se deja el paraguas e impermeable listo para usarlos al día siguiente porque se tiene la absoluta confianza de que mañana lloverá y el tráfico será terrible, pero estas medidas impedirán que lleguemos tarde a nuestro destino). Los dos primeros elementos no generan acción ante una verdad, sino solo el tercer elemento. d. Es importante resaltar que la fe por sí sola no justifica ni salva. Es solo un medio, un vehículo, para acercarnos de manera correcta a quien verdaderamente salva, a Jesucristo. Hebreos 11:6 dice “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” e. Esta fe es un regalo de Dios, de su Espíritu Santo. Solo Dios puede escalar nuestra fe hasta ese tercer nivel de confianza para creer, más allá de nuestro entendimiento, acerca de la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo. 6. …para todos los que creen en el (Jesucristo) (v.22b,c) a. Cuando el apóstol utiliza aquí en plural el adverbio de cantidad todos, está pensando en todos sus argumentos anteriores de que, tanto para condenación como para justificación y salvación, no hay exclusión alguna y que tanto judíos como gentiles están sujetos a ambas sentencias (condenación o justificación) según el caso. b. En este caso, se refiere a los que están sujetos a la justificación y salvación de Dios ya que especifica que es a los que cree en Jesucristo. c. De hecho, al final del verso 22 el apóstol sentencia con la aseveración…Porque no hay diferencia... 7. …por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios…(v.23) a. Con este verso, el apóstol concluye el argumento que comenzó a elaborar desde Rom.1:18 en cuanto a que todos los hombres están bajo la justa ira de Dios a causa de sus pecados, y que no hay ni siquiera uno que sea la excepción y que no necesite la justicia y salvación que Dios ofrece y que solo Él puede dar. b. Además usa el verbo pecar en su forma pretérita, asiendo franca alusión que el solo hecho de ser descendientes de Adán, el pecado de éste ha sido imputado a todos sus descendientes. c. Aquí cabe preguntarnos, ¿qué es Pecado? Palabra clave: Pecado (amartia): Significa fallar, perder la marca, apartarse de la norma, no alcanzar el estándar. También implica desobediencia o rebeldía a la ley moral de Dios, falta de justicia (injusticia) o de hacer lo correcto, rebeldía ante una autoridad superior, iniquidad, maldad, injusticia, incumplimiento de una norma. En resumen, es la no conformidad a la ley moral de Dios en acciones, pensamientos, actitudes o naturaleza. d. El pecador está destituido de la gloria de Dios. Este término destituido que usa la RVR1960 lo traduce mejor la NTV como “nadie puede alcanzar la meta gloriosa”. Es decir, el

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pecador, en su condición pecaminosa, no puede acercarse a un Dios que es puro y santo, y mucho menos parecerse a Él aunque fue creado a Su imagen y semejanza. e. El pecado deformó y distorsionó completamente el fin con el cual Dios creó al hombre. El Catecismo Mayor de Westminster resume que el fin principal y más noble del hombre es “glorificar a Dios y gozar de él para siempre.” (Rom. 11:36, I Cor. 10:31; Sal. 73:24-26; Juan 17:22, 24). f. Aquí cabe preguntarnos, ¿qué es La Gloria de Dios? Palabra clave: Gloria de Dios (doxa): Perfección y majestad de Dios. El sentido de la palabra griega incluye riqueza, esplendor, honor, belleza, grandeza, santidad, etc. Jesucristo es el resplandor de la gloria de Dios Padre y la imagen misma de su sustancia (Heb.1:3). g. El pecado es como las bacterias que descomponen la leche al punto que ya no sirve ni como yogurt ni como queso, solo sirve para echarla por el drenaje. De igual forma, el pecado descompuso al hombre de tal forma y a tal punto, que no le permite alcanzar la meta gloriosa de acercarse a su Creador y ser semejante a Él. Sin embargo, como dijo el Señor Jesucristo en Lucas 18:27 “Lo que es imposible para las personas es posible para Dios”. 8. …Siendo justificados gratuitamente por su gracia…(v.24a) a. Pero ahora…el pecador es justificado por Dios. ¿qué es la Justificación? Palabra clave: Justificación (dikaioo): Es un acto legal instantáneo de parte de Dios mediante el cual 1) declara que nuestros pecados están perdonados y que la justicia de Cristo nos pertenece, y 2) nos declara justos ante sus ojos. b. La justificación no hace justo al pecador, esto es la santificación. El pecador es simplemente declarado justificado por Dios antes sus ojos basado en que alguien más (Jesucristo) pagó por sus pecados (redención). Mediante este acto, la justicia de Jesucristo es imputada al pecador que merecía la muerte y condenación por sus pecados, así como en el AT el pecador colocaba sus manos sobre la cabeza del cordero que sería degollado y sacrificado, como un acto simbólico de que el pecado del convicto y confeso era transferido al animal y este moría en su lugar. Es la misma sustitución que se dio entre el carnero enredado en las ramas e Isaac. c. La justificación se alcanza porque hay un sustituto que paga por los delitos y pecados de otro. El perdón sin que alguien pague, sería un acto de impunidad e injusticia en sí mismo, y como el juez es Dios, quien es justo por naturaleza, Él no puede negarse a sí mismo. d. El texto dice que esta justificación es gratuita. Esto no significa que no tuvo precio. De hecho, costó el precio más alto que Dios mismo pudo haber pagado, que fue enviar a su Hijo unigénito a un mundo caído, oscuro y lleno de maldad, y contemplar desde su santo trono como era insultado, escupido, humillado, torturado y crucificado. Al Hijo por su parte, le costó dejar su gloria atrás, y siendo Dios, humillarse haciéndose hombre, y sin haber conocido pecado, murió crucificado, que era la muerte reservada para los 7

peores criminales, y allí derramó su preciosa sangre, tomando el lugar de miserables pecadores. e. Al final, el apóstol muestra la razón por la cual Dios hizo este acto de sustitución. Fue por su gracia. Palabra clave: Gracia (caris): Encierra varios significados relacionados con las ideas de favor, benevolencia, agradecimiento y beneficio. Un don otorgado por pura benevolencia. f.

Así que la justificación es un regalo de Dios otorgado al pecador, sin éste merecerlo en lo más mínimo, por el contrario, siendo merecedor de su justo castigo a causa de su pecado, por la pura y maravillosa gracia de Dios es justificado. 9. …mediante la redención que es en Cristo Jesús…(v.24b) a. Esto nos indica que la justificación se obtuvo a través de un habilitador, la redención. Palabra clave: Redención (apolutrosis): Es el acto de liberar o rescatar a una persona o cosa de una situación gravosa a cambio del pago de un precio. b. Esta redención es solo en Cristo Jesús. A diferencia de Rut la moabita, quien tenía un pariente más cercano que Booz que también la podía redimir, el pecador solo puede ser rescatado de su miseria mediante la redención de Cristo Jesús y nadie más. Como dice 1 Timoteo 2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” 10. …a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre…(v.25a) a. La sangre derramada de los hombres y animales antes de Cristo, apaciguaban momentáneamente la justa ira de Dios, pero solo la sangre preciosa de Jesucristo fue la propiciación perfecta para satisfacer y calmar por completo y para siempre, la justa ira de Dios. Finees hijo del sacerdote Eleazar, logró apartar el furor de Dios de los hijos de Israel en un momento dado, cuando atravesó con una lanza a Zimri hijo de Salu y a la mujer madianita con quien éste fornicaba en su tienda (Núm.25). Palabra clave: Propiciación (ilastírion): Es el acto mediante el cual se apacigua o se elimina la ira de Dios o se obtiene su favor. b. En este verso, el apóstol Pablo va más al detalle, indicando que el pecador es declarado justo cuando tiene fe (cree con las 3Cs) en el poder redentor de la sangre preciosa de Jesucristo el día de su muerte. Por eso el propio Señor Jesucristo dijo durante la última cena con sus discípulos en Lucas 22:20 “De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.” 11. …para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados…(v.25b) a. Aquí el apóstol Pablo nos explica que antes de que Dios manifestara su justicia mediante el sacrificio de su Hijo en la cruz, Dios había pasado por alto los pecados de los hombres. Esto no quiere decir que Dios los había perdonado, sino que había retrasado la 8

aplicación de su justicia hasta este tiempo de gracia, marcado por la primera venida de Cristo a la tierra, su muerte y su resurrección. b. El texto indica que esto fue gracias a uno de los atributos de Dios, su paciencia. Ex.34 dice que cuando Moisés subió al monte Sinaí a recibir la ley de Dios, Dios pasó por delante de Moisés y éste “proclamó: !!Jehová! !!Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.” 12. …con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. (v.26) a. Dios ya tenía en mente el tiempo indicado para manifestar su justicia. Mat.1:17 dice que pasaron 42 generaciones entre Abraham y Jesucristo. b. Aquí el apóstol Pablo declara entonces que Dios Padre es justo y por ende el único que puede justificar. En este punto, es importante destacar que la iglesia cristiana moderna tiende a olvidar a Dios Padre y concentrar toda su atención y adoración en su Hijo Jesucristo. i. Si bien es cierto que Jesucristo es el Salvador y Señor de la iglesia, las tres personas de la Santísima Trinidad participan en la salvación del pecador. Dios Padre entregó a su Hijo unigénito y lo abandonó por un instante en manos de pecadores como el sacrificio perfecto para la salvación del pecador, Dios Hijo dejó su gloria pasada, se humilló haciéndose hombre y muriendo en una cruz por el pecador, y Dios Espíritu Santo, convence de pecado al pecador y le da el regalo del arrepentimiento y la fe necesaria para confiar en la sangre de Cristo para redención de su alma. ii. Es importante recordar que mediante la muerte de Cristo, el hombre rebelde es reconciliado con su Creador y Padre. iii. Además, Cristo vino a la tierra y murió en la Cruz haciendo la voluntad del Padre, y todo lo que hacía era para darle la gloria al Padre. c. Al final del verso 26, sin embargo, el apóstol recuerda y aclara que esta justificación no es para todos, sino solamente para los que ponen su fe en Jesús. i. Muchas religiones predican que Dios es uno solo y que se puede llegar a Él por distintos caminos, pero el Señor dijo “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6 ii. La iglesia católica enseña que la justificación del pecador es mediante las obras de piedad que hace durante su tiempo en la tierra, y si estas no fueron muchas, aun después de muerto, los familiares pueden rezar e interceder por su alma para que esta vaya al cielo. 13. ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley (v.27 y 28)

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a. Los fariseos y el judaísmo enseñaban y exigían el estricto cumplimiento de la ley (aunque ellos mismos no la cumplían) pensando que esto les otorgaba la salvación. En tal sentido, ellos no necesitaban un Mesías porque se creían autosuficientes, capaz de obtener su propia salvación mediante el cumplimiento de la ley mosaica. b. Por eso el Señor Jesucristo relató la parábola del fariseo y el publicano en Luc.18:11-12 “El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.” Fíjense que dice que oraba consigo mismo. Se consideraba tan justo que no le hacía falta orar a Dios, solo lo mencionaba en voz alta para que los demás creyeran, pero en realidad era una exaltación de sí mismo ante los demás que escuchaban. c. El apóstol Pablo no dice en el verso 27, que tal jactancia, como la del fariseo que confía en la ley y sus obras, queda completamente excluida. Por el contrario, la única ley que vale para la salvación es la ley de la fe, la cual es un regalo de Dios. d. Por eso el publicano de la parábola, “estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.” 14. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. (v.29 y 30) a. Con esta declaración, el apóstol Pablo le recuerda al lector (que si por casualidad es judío) que Dios es uno solo, que es el único y verdadero Dios para todos los hombres. b. En tal sentido, es Dios el que justifica a todos los seres humanos que reconocen su pecado, se arrepienten de él, y ponen su fe en Jesucristo como único redentor. 15. ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley. a. Finalmente, el apóstol Pablo deja muy claro que la obra redentora de Cristo en la cruz no invalida la ley, sino más bien esta fue cumplida a cabalidad, por eso Jesucristo dijo “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.” Juan 19:30. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, todos los aspectos morales de la ley de Dios continúan vigentes y se espera que cada creyente obedezca estos aspectos e imite a Cristo en su pensar, hablar y proceder, esto es la santificación. Padre Santo, gracias por el regalo de la salvación. Ayúdanos a apreciarlo y a vivir conforme a tu voluntad. Te lo pedimos en el nombre de Cristo Jesús tu Hijo amado. Amén.

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Bibliografía • • • • •

Nuevo Diccionario de la Biblia 1992, Alfonso Lockward, Editorial Unilit Teología Sistemática, Wayne Grudem, Edición revisada 2009, Editorial Vida Biblia de Estudio MacArthur – Reina-Valera 1960 Serie de Sermones de la Epístola de Apóstol Pablo a los Romanos del Dr. Martyn Lloyd-Jones Serie de Sermones de la Epístola de Apóstol Pablo a los Romanos del Rev. P.G. Mathew

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