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Estudio sobre el efecto desánimo en la economía
28 de marzo de 2013
Los datos de cierre del año 2012 publicados en la Encuesta de Población Activa pusieron de manifiesto un hecho que, más que puntual, parece confirmarse como una tendencia futura del mercado de trabajo español. Si en periodos anteriores de la crisis económica por la que atravesamos predominó el efecto del trabajador incorporado o adicional, durante el último año se percibe un efecto desánimo entre la población trabajadora, que acompaña al efecto desánimo del sector productivo. • El efecto del trabajador adicional explica cómo el mercado laboral “llama” a potenciales trabajadores que, desde su posición de inactivos, en un momento dado desean incorporarse a un trabajo. Las causas de esta decisión varían en función de la fase del ciclo económico. En España, desde 2009 el efecto se ha relacionado con la transición de la tradicional inactividad -de mujeres de más edad- hacia la actividad, debido a la pérdida de empleo o de ingresos entre los hombres de la familia, y la necesidad de cubrir estas pérdidas para mantener los gastos de la familia. • El efecto del trabajador desanimado, en cambio, refleja el desaliento de las personas que desean trabajar y no encuentran un empleo en periodos de crisis. Este efecto se agudiza a medida que avanza el tiempo y las posibilidades de empleo se reducen. En realidad, este efecto representa un buen indicador del dinamismo de la economía de un país y de sus perspectivas futuras. Ambos efectos se han podido observar durante el periodo que atravesamos de recesión. Inicialmente, se mantiene la tasa de actividad (porcentaje de personas que desean trabajar sobre el total de personas en edad de hacerlo), pero a medida que avanza la crisis, entra en juego el efecto del trabador adicional entre las mujeres (más perceptible en mujeres mayores de 50 años) y el del efecto desánimo entre los hombres (al final de la vida laboral a partir de los 60 años y muy acusado entre los jóvenes hasta 25 años). EL resultado entre fin de 2008 y fin de 2012 es un descenso de la tasa total debido a la caída de 2,7 puntos porcentuales en la masculina. En el caso de las mujeres, la tasa aumenta 2 puntos en el periodo.
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Tasas de actividad
Fuente: Gabinete Técnico CEC a partir de EPA, INE.
Así, el mercado de trabajo muestra la tendencia señalada desde el inicio de la crisis: se produce una ralentización en el ritmo de crecimiento de la población activa, especialmente diferenciada por sexos. En el caso de los hombres se aprecia una tendencia claramente descendente, es decir, de abandono del mercado de trabajo (efecto desánimo), mientras en el caso de las mujeres, no han cesado de incorporarse al mercado de trabajo (efecto del trabajador adicional), aunque a menor ritmo en el último año. También se observa un cambio en la evolución de la población activa extranjera, que ha pasado de crecer paulatinamente, a descender bruscamente. Mientras la población activa nacional sólo se reduce un 0,1% entre el cuarto trimestre de 2008 y el de 2012, el número de activos extranjeros lo hace un 8,8%. Distinguiendo también por sexos y nacionalidad, son las mujeres nacionales quienes están manteniendo la evolución creciente de la población activa (aumentan un 4,9%, frente a la caída de las mujeres activas extranjeras, del 2%). En cuanto al número de jóvenes activos, su evolución indica un descenso progresivo. La pérdida de actividad entre los jóvenes durante la recesión está relacionada con el efecto desánimo y la vuelta o continuación de los estudios. Por el contrario, la población de más edad, en especial las mujeres, sigue incorporándose (o manteniéndose activa) en el mercado de trabajo. En definitiva, en el último año, desde fin de 2011 hasta fin de 2012, hay un predominio del efecto desánimo entre la población, que refleja, el estancamiento de la actividad económica del país. Únicamente las mujeres de más edad españolas siguen incorporándose al mercado laboral, aunque cada vez a un ritmo menor. Estudio sobre el efecto desánimo en la economía
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Número de activos por género, edad y nacionalidad, 2008 - 2012 Media
ACTIVOS (miles)
% var. 4T08-4T12
% var. 4T11-4T12
2008
2009
2010
2011
2012
Hombres
13.032
12.939
12.819
12.681
12.531
-4,7
-1,9
Mujeres
9.817
10.099
10.270
10.423
10.520
4,7
0,7
Menores de 25 años
2.408
2.223
2.048
1.914
1.778
-28,2
-7,3
Mayores de 55 años
2.554
2.641
2.707
2.823
2.935
13,0
2,6
19.059
19.075
19.104
19.164
19.204
-0,1
-0,1
Hombres
10.947
10.774
10.693
10.638
10.541
-3,9
-1,2
Mujeres
8.112
8.301
8.411
8.527
8.663
4,9
1,2
1.979
2.034
1.968
1.867
1.790
-8,8
-5,0
Hombres
1.979
2.034
1.968
1.867
1.790
-14,2
-7,0
Mujeres
1.573
1.645
1.684
1.683
1.632
-2,0
-2,6
Españoles
Extranjeros
Fuente: Gabinete Técnico CEC – UGT a partir de EPA, INE.
Los datos del Registro de Empleo Estatal corroboran esta tendencia. En febrero de 2013, casi la mitad de las bajas de los Servicios Públicos de Empleo se explica por no haberse producido una colocación, es decir, al efecto desánimo; un porcentaje similar al del mismo mes de 2012, y superior al encontrado en años previos. Bajas SPEE, febrero, 2008 - 2013 Total Bajas
Bajas colocación
Bajas no colocación
% bajas no colocación sobre bajas totales
Febrero 2008
567.316
349.453
217.863
38,4
Febrero 2009
542.663
301.037
241.626
44,5
Febrero 2010
597.414
318.844
278.570
46,6
Febrero 2011
617.550
331.315
286.235
46,4
Febrero 2012
614.278
311.656
302.622
49,3
Febrero 2013
622.260
315.320
306.940
49,3
Fuente: Gabinete Técnico CEC – UGT a partir de SPEE, MEYSS.
El efecto desánimo de la población guarda una estrecha relación con el estancamiento de la actividad económica. El pasado 22 de febrero, la Comisión
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Europea confirmaba, en sus previsiones de invierno de 2013, la débil situación económica que sigue viviendo España. Los datos referentes a las previsiones de la tasa de variación del Producto Interior Bruto (PIB) en Europa para 2012, 2013 y 2014, señalan una evolución económica inestable. Parecía que superado el nefasto año 2009, se retomaría la senda del crecimiento; un hecho que no ha llegado a materializarse debido a la extensión de la crisis. En España se espera para 2013 un -1,4% de tasa de variación del PIB y sólo un tímido 0,8% para 2014. A diferencia de Estados Unidos, que finalizará 2012 creciendo un 2,2%, a lo largo del continente europeo se observa un estancamiento de la actividad económica, que refleja claramente la debilidad de las políticas europeas en la lucha contra la recesión. Más allá de las consecuencias de las políticas restrictivas sobre la evolución del PIB, en España el comportamiento más preocupante se encuentra en el mercado de trabajo. Una tasa de paro que sigue ascendiendo y finaliza el cuarto trimestre de 2012 en un 26,02% (según la EPA, INE); y con una presentación de las previsiones de la Comisión Europea aún más pesimistas (del 26,9% para 2013). Para UGT es necesario aplicar políticas orientadas a estimular el crecimiento y el empleo, tanto en el corto como en el largo plazo, y que logren arrinconar el efecto desánimo que a día de hoy tienen la población y el sector productivo. Como medidas inmediatas de choque, la Unión Europea debería considerar: • En materia de política fiscal, la ampliación del periodo de ajuste del déficit, con el fin de no empeorar la situación económica y del empleo, así como la puesta en marcha de medidas expansivas acordes con la consolidación fiscal. • En materia de política monetaria y financiera, el desbloqueo definitivo del crédito hacia empresas y familias, y una mejora en la financiación de la deuda soberana y en el Mecanismo de Estabilidad Europeo.
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Además, en España, el Gobierno debería contemplar de manera inmediata: • En materia de política fiscal, aumentar la capacidad de recaudación, mejorar la eficiencia del gasto público y de su articulación territorial y garantizar los servicios públicos y la protección social. • En materia de política monetaria y financiera, recomponer el flujo del crédito en el sistema financiero. • En política laboral, de empleo y formación, el establecimiento de medidas de fomento del empleo y de la formación para el empleo, buscando nuevos yacimientos de empleo, de mayor calidad. • En política social, la dotación de cobertura económica para las personas sin recursos (Plan Prepara, Renta de inserción,…). • Y en política institucional, recuperar el valor del Diálogo Social. A más largo plazo, además, se debería impulsar un modelo productivo más competitivo, a través de una política industrial que desarrolle medidas de I+D+i, educación y energía y articulando planes sectoriales e industriales que busquen aumentar el tamaño empresarial y la presencia en el exterior. Todo ello sin olvidar el fortalecimiento del Estado de Bienestar, con un mejor sistema educativo global y una estabilidad normativa para su desarrollo; racionalizando el gasto y mejorando la financiación de la sanidad pública con el fin de preservar su naturaleza y calidad; luchando por el sistema público de pensiones; y desarrollando los servicios sociales necesarios (atención a las personas dependientes, en riesgo de pobreza,…).
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