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Feudalismo y sociedad de los reinos cristianos peninsulares (I) _ Sistema basado en la jerarquía y la desigualdad
_ I.
El feudalismo
Con el término feudalismo nos referimos al régimen político y social que predominó en los siglos centrales de la Edad Media. Aunque sus orígenes se encuentran en la decadencia del Imperio Romano y sus consecuencias se extienden hasta la Edad Moderna, los siglos típicamente feudales fueron el X, XI, XII y XIII. Se caracterizó el feudalismo en lo político por la decadencia del poder real y el aumento de la autoridad de los señores; en lo económico, por la debilitación del sentido de la propiedad y por la escasez de moneda, que obligó a cambiar unas mercancías por otras y a pagar los servicios con concesiones de tierras.
II.
El nacimiento del feudalismo en la Península Ibérica
La complejidad política y territorial de la España cristiana medieval nos obliga a diferenciar dos ámbitos en cuanto a la aparición del feudalismo. La desaparición de la monarquía visigoda hizo que apareciese entre la resistencia cristiana del norte el reino de Asturias, posterior reino de León, que reclamaría para sí la legalidad de la monarquía visigoda. En su avance conquistador repuebla las despobladas tierras del valle del Duero con gentes libres. El sistema llevado a cabo, la presura, permitió a las gentes que hasta allí acudieron, convertirse en propietarios de las tierras que cultivasen. Esta población libre a partir del siglo XI irá transformándose en una estructura social con rasgos feudales y muchos hombres perderán su libertad.
En la parte oriental del reino asturleonés, lo que dará lugar a Castilla, sus propias características, como la mayor exposición a los ataques musulmanes, llevará consigo una particular independencia de los condes respecto de los reyes de León.
Al noreste de la Península, en los estados pirenaicos (Navarra, Aragón y Condados Catalanes), el feudalismo se enmarca en un proceso de descomposición de la autoridad real del imperio franco. Carlomagno, que en origen controló toda la zona, convertida en marca (frontera), para defenderse del avance islámico cedió la administración y defensa del territorio a condes. Tras la descomposición del imperio franco lograrán convertirse en dueños del territorio y cederlos en herencia a sus hijos, convirtiéndose en señores totalmente independientes. El rey en una posición de debilidad tendrá que aceptarlo y compartirá el poder político con los distintos señores, es lo que se denomina, descomposición del poder político. A partir del siglo XIII el gran avance que experimenta la reconquista, donde intervienen activamente la nobleza y el clero (órdenes militares) hace incorporar extensísimos territorios, lo que son hoy las comunidades autónomas de Extremadura, Castilla la Mancha, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Baleares. Los monarcas de ambos reinos concederán grandes privilegios y territorios a los colaboradores, sentando las bases de un poder señorial que se extenderá durante la Baja Edad Media hasta la reorganización administrativa y territorial de los Reyes Católicos. Nobleza e Iglesia, dueños de grandes extensiones de tierra, cederán éstas a campesinos a cambio de una renta y protección. La sociedad se irá estratificando dando lugar a una sociedad estamental cuya cúspide será una clase dirigente de nobles-guerreros y clérigos frente a la inmensa mayoría de campesinos.
III.
El feudo
Como hemos visto, el poder monárquico durante los siglos XI a XIII fue muy débil y fragmentario. Para gobernar y ofrecer protección a la población, el rey tuvo que pactar con los nobles un sistema de relaciones personales que se denomina relación de vasallaje. En esta relación encontramos siempre dos partes, el señor y el vasallo.
El vasallo, sea éste el duque para con el rey, el conde para con el duque, el vizconde para con el conde, y a su vez, todos para con el rey, en una relación perfectamente jerarquizada, jurarán fidelidad a su señor a cambio de tierras (los denominados feudos) en una doble ceremonia que se compone de homenaje e investidura.
Mediante el homenaje, el vasallo arrodillado con sus manos entre las de su señor, juraba fidelidad al rey, al duque o conde. Será mediante la investidura que el rey otorgaba el feudo a su vasallo. El feudo no se entregaba en propiedad, sino en usufructo. El contrato de vasallaje re rompía cuando una de las partes faltaba a lo estipulado. Por eso los señores feudales combatieron a veces contra sus reyes sin creer que cometían con esto una traición. En los feudos se distinguía el dominio, o reserva señorial. Eran las mejores tierras que el señor explotaba directamente y donde estaba el castillo, su residencia personal y la de su guarnición militar. Allí estaban sus prados y bosques. Y los mansos, que eran lotes de tierras cedidos por el noble a siervos o campesinos libres para su mantenimiento. A cambio debían pagar rentas o servicios personales en la reserva.
Las rentas señoriales que los campesinos estaban obligados a pagar a sus siervos eran, una parte de la cosecha o animales, unos días de trabajo obligatorios en las tierras del señor, y el pago por utilizar el horno, el molino, la herrería, los puentes y otros servicios. Algunos señores vivían en las ciudades, pero la mayoría habitaban en sus castillos, sólidas construcciones de piedra, sin ninguna clase de comodidades. La administración de sus territorios, guerra, la caza y los torneos eran las ocupaciones de los nobles. No pocos de ellos fueron justos y benéficos, pero la mayoría dejaron mal recuerdo por sus violencias y arbitrariedades. Las clases inferiores y los habitantes de las ciudades vieron con gusto el restablecimiento del poder real, que desde el siglo XIII empezó a limitar el despotismo feudal; pero, aunque de forma más moderada, el régimen señorial continuó pesando sobre los campesinos mucho después de haber desaparecido el régimen feudal. Durante estos siglos la industria fue casi inexistente; sólo había pequeños talleres artesanos donde se fabricaban los objetos más necesarios para la vida. El comercio era escasísimo, porque los caminos eran muy malos y llenos de peligros. Las ciudades eran pocas y pequeñas. Como la tierra era casi la única fuente de riqueza, la inmensa mayoría de la población estaba formada por campesinos. Estos podían ser libres o siervos de la gleba, es decir, obligados a permanecer en la tierra que cultivaban, porque en aquellos tiempos en que la población era muy escasa una tierra no tenía valor si faltaban brazos que la cultivasen. El señor tenía derecho a exigir de sus siervos toda clase de servicios, pero no a expulsarlos de la tierra que cultivaban.
Test 1. El régimen político y social que predominó en los siglos centrales de la Edad Media se denomina… a) Zarismo b) Feudalismo c) Absolutismo d) Socialismo 2. a) b) c) d)
¿Cuál de los siguientes siglos no puede considerarse típicamente feudal? XVI XIII X XII
a) b) c) d)
Desde un punto de vista político el feudalismo se caracterizó por… El poder absoluto del rey La decadencia del poder señorial La debilitación del poder real La centralización del poder político
a) b) c) d)
¿Cómo se denomina el acto por el que un señor entrega una tierra a su vasallo? Vasallaje Coronación Homenaje Investidura
3.
4.
5. En el feudo, ¿qué nombre recibe el lote de tierras cedidas por el noble a siervos y campesinos? a) Manso b) Usura c) Dominio d) Extensión
6. El sistema mediante el cual se llevó a cabo la repoblación de las tierras del valle del Duero se denominó… a) Presura b) Repartimiento c) Alodio d) Concejil 7. En los estados pirenaicos el feudalismo se enmarca dentro del proceso de descomposición de la autoridad del imperio… a) Musulmán b) Franco c) Visigodo d) Germánico 8. a) b) c) d)
¿A partir de qué siglo experimenta un gran avance la reconquista? VIII X XV XIII
9. ¿Quiénes serán los protagonistas del impulso que experimenta la reconquista a partir del siglo XIII? a) Los comerciantes b) El campesinado c) El clero y la nobleza d) Los moriscos 10. a) b) c) d)
La sociedad estratificada típicamente feudal de los siglos X al XIII se denominó… De castas Estamental De clases Igualitaria
Respuestas: 1b/2a/3c/4d/5a/6a/7b/8d/9c/10b