Hay sin embrago, dos ceremonias que son esenciales, puesto que son divinamente ordenadas, es decir:

1 TEMA: "LA CENA DEL SEÑOR" INTRODUCCION El cristianismo del N. T. No es una religión ritualista. Es esencialmente el contacto directo del Hombre c

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TEMA: "LA CENA DEL SEÑOR"

INTRODUCCION

El cristianismo del N. T. No es una religión ritualista. Es esencialmente el contacto directo del Hombre con Dios por medio del Espíritu, por lo tanto, no impone una ley rígida de adoración, sino que deja a la iglesia de toda edad y tierra para que se ajuste al método mejor adoptado para la expresión de su vida. Hay sin embrago, dos ceremonias que son esenciales, puesto que son divinamente ordenadas, es decir: ?? El Bautismo en agua ?? La Cena del Señor En virtud de carácter sacro, se las describe con el nombre de "sacramentos" [lit. "cosas sagradas" o "juramentos consagrados por un rito sagrado"]. Se las refiere como Ordenanzas, puesto que son ceremonias "ordenadas" por el Señor mismo.

INTRODUCCION TEMATICA La Cena del Señor o Santa Comunión puede ser definida como: "Un rito distintivo de la adoración cristiana, instituida por el Señor Jesús en la víspera de su muerte expiatoria" Por: Alejandro González M. [email protected]

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Algunos aspectos(6) que podemos apreciar en: 1° Cor. 11:23-24-32 Observamos primeramente que la Santa Cena debe ser: 1. Una "Acción de gracias" [vs. 24] Cristo cuando tomó la Cena dio ¿Qué? R: Gracias (ver texto Vs. 24)

Cuando ËL inició la Cena ¿Qué estaba recordando en ese momento? R: La Pascua (La salida de Israel de Egipto). Ahí está el Señor dando gracias a Dios, no solamente por la comida, sino seguramente por lo que Dios hizo en aquel entonces en La Pascua.2. También debe ser un "tiempo cuando Conmemoramos algo" [Vs. 24-25] Estamos recordando, conmemorando 2 cosas: (a) El Señor dijo: "Haced esto en memoria de" para que recordemos en primer lugar a Jesús, y en segundo lugar, (b) Para que recordemos lo que Él hizo en la cruz, pero estamos realizando el evento el tiempo alrededor de la mesa para recordar a Él y todo lo que Él significa - (Hijo de Dios, es decir. El Salvador). Por: Alejandro González M. [email protected]

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Ilustración: "En memoria de mí" Todo país tiene su fiesta patriótica en la que conmemora su independencia. Toda vez que un grupo de creyentes se congrega a celebrar la Cena del Señor, recuerdan en forma especial la muerte expiatoria de Cristo que nos liberó del pecado. ¿Por qué celebrar su muerte por sobre todo otro acontecimiento en su vida? R: Porque era el acontecimiento cumbre de su ministerio, y porque somos salvos no meramente por su vida y enseñanzas, aunque es innegable que son divinas, sino por su sacrificio expiatorio en la calvario de la cruz.=

3. También reconocemos que en la Santa Cena "SIMBOLISMO" [Vs. 25] asociado con el PAN y el VINO.

hay

?? El PAN simboliza ¿Qué? = El cuerpo de Cristo. ?? El VINO simboliza ¿Qué? = La sangre de Cristo. Algunos también ven en estos 2 símbolos el hecho de que el PAN nos habla de la ENCARNACIÓN DE CRISTO (El "Pan" que bajó del cielo, que Dios nos ha dado a nosotros en Cristo) (Jn. 6:33). Ahora si el PAN simboliza la Encarnación; el VINO podría simbolizar ¿Qué? R: La EXPIACIÓN que Cristo realizó en beneficio nuestro (Expiación y sacrificio para pagar el precio por el pecado nuestro). NOTA: La Cena del Señor enuncia o expresa las 2 verdades esenciales o cardinales del evangelio: 1.

La Encarnación: Al tomar el PAN, oímos que el apóstol Juan dice: (Jn. 1:14); Oímos al Señor mismo que declara: (Jn. 6:33).

2.

La Expiación: El Pan y el Vino constituyen un cuadro de la muerte, la separación del cuerpo y la vida, la separación de la carne y la sangre. El Pan nos dice que el PAN de vida Por: debe Alejandro ser partidoGonzález o quebrado M. en la muerte con el objeto de ser distribuido entre los que tienen hambre espiritual; [email protected] VINO vertido simboliza que su sangre, que es la vida, debe de ser derramada en la muerte con el objeto de que su poder que limpia y vivifica sea proporcionado a las almas necesitadas. ? ? INSPIRACION

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4. También Santa Cena es un tiempo cuando logramos "COMUNIÓN" [1° Cor. 10:16,21], porque el Señor se hace presente con nosotros cuando participamos, cuando recordamos, Él no está alejando de nosotros cuando le recordamos a Él, a su obra; está participando con nosotros en el evento. ?? Yo creo, pues, firmemente de que el tiempo cuando celebramos la Santa Cena es el tiempo cuando Cristo administra su gracia, su poder (Enfermos reciben sanidad en el momento). 5. También aprovechamos la Santa Cena "PROCLAMAR" [Vs. 26], ¿Qué es lo que Pablo señala que proclamemos cuando participamos de la Santa? R: La muerte del Señor (Hasta que Él venga). (Podemos aprovechar para proclamar el significado de la muerte). 6. En cada Santa Cena, también debe "INVESTIGACION" [Vs. 27-32].

haber un tiempo de

¿Qué es lo que se debe investigar? (según Pablo) (¿De qué se trata esto de la investigación?) [1° Cor. 11:2332] R: De sí mismo, un autoexamen. ¿Con qué fin, con qué propósito?

Por: Alejandro González M. [email protected]

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R: Con el propósito de discernir el cuerpo de Cristo a fin de que no traiga división. ?? Vemos que los corintios estaban tomando la Santa Cena indignamente, refiriendo a su modo (forma) de tomar la Cena. ?? No se refiere al hecho de que fueran indignos los corintios, pero estaban tomando la cena en forma indigna: 1° Estaban EBRIOS 2° También estaban haciendo mucha acepción de personas y menospreciando mucho a los pobres y esclavos en la congregación. No queriendo tener contacto con ellos, No queriendo compartir su comida con ellos. ?? Entonces en ese hecho estaban tomando la Santa cena en forma indigna, no estaban discerniendo el cuerpo del Señor, tal vez, por el hecho de estar ebrios, que lo veían como una tremenda farra, una fiesta y no estaban participando con la debida reverencia. ?? Es importante, entonces, realizar ese tiempo de investigación propia. ?? Si hay algo que estorbe la comunión entre nosotros y el Señor o entre nosotros y otro hermano; debemos arreglar eso para que podamos participar bien en la Santa Cena. ?? Debemos realizar un examen de nosotros mismos y arreglar la cuenta y así estamos en condiciones de tomar la Cena.

¿Puede un recién bautizado recibir la Santa Cena sin previa instrucción de lo que esta es y significa? Por: Alejandro González M. [email protected]

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R: Yo no veo ningún problema en que participe, más bien lo veo como algo bueno y Positivo para que disfrute de la comunión con el Señor. Es un tiempo tan precioso para nosotros, que no quisiéramos robarle la bendición.

¿Quién será admitido o excluido de la mesa del Señor? Pablo trata el asunto de quien es digno de participar de la Cena [1° Cor. 11:20-34] al decir: "Porque el que come y bebe indignamente, será culpado (DE OFENSA O PECADO) del cuerpo y de la sangre del Señor" ¿Significa esto que sólo aquellos que son dignos pueden acercarse a la mesa del Señor? R: Luego todos nosotros somos excluidos, puesto que, ¿Cuál de los hijos del hombre es digno de la más pequeña de las misericordias de Dios? ?? NO, el apóstol no habla de la indignidad de las PERSONAS, sino de la indignidad de las ACCIONES. ?? Y así, aunque parezca extraño, es posible que una persona indigna participe dignamente. ?? En cierto sentido, sólo aquellos que sienten sinceramente su indignidad se hallan en el estado correcto de acercarse a la mesa del Señor. ?? Los que se creen justos así mismos No son aptos nunca. Por: Alejandro González M. [email protected]

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?? Además se ha notado que es la gente profundamente espiritual la que siente su indignidad en mayor grado. Pablo se describe así mismo como el primero de los pecadores.

?? El apóstol nos advierte en el sentido de no cometer acciones indignas o mantener una conducta también indigna al participar de la Cena del Señor. ¿Cómo puede una persona participar indignamente? R: Al hacer cualquier cosa que le impida apreciar claramente el significado de los elementos, y acercarse de manera solemne en actitud reflexiva y reverente. En el caso de los corintios, el obstáculo era grave, es decir, LA EBRIEDAD.

INDIGNAMENTE

1.

EBRIOS

En cuanto a Forma:

Eran irreverentes e irrespetuosos. GULA

2.

El no discernir el cuerpo de Cristo.

3.

Una condición espiritual

CARNAL.

??La única regla es pedir perdón al Señor ??Nos ama y quiere tener comunión con nosotros.

(a) Acción de gracias

Vs. 24

(b) Conmemoración

Vs. 24-25

(c) Simbolismo

Vs. 25 = Pan = Encarnación Vino = Expiación

(d) Comunión

Por: Alejandro González M. 1° Cor. 10:16,21 [email protected]

(e) Proclamación

Vs. 26

(f) Investigación

Vs. 27-32

De sí mismo. ¿Con qué propósito?

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Diferencia entre la SANTA CENA y el BAUTISMO

SANTA CENA

BAUTISMO

?? Es un rito, algo que ?? Es el rito que realizamos para hacemos para lograr ingresar a la iglesia. Es el rito comunión entre nosotros y de inicio. Cristo (Una vez adentro de la ig.). ?? Reconocemos que nuestra ?? Es el rito que simboliza el inicio vida espiritual continúa, a de la vida espiritual. través, de la comunión con Cristo. ?? Participamos en ella una vez ?? Se realiza una vez que somos que estamos dentro de la ig. salvos. ?? Administrada frecuencia.

con ?? Administrado una sola vez [Porque una persona no puede iniciarse más de una vez en la vida cristiana].

?? Significa que disfrutamos, ?? Significa que nosotros nos nos gozamos con una identificamos con el Señor en comunión plena en Cristo. su experiencia [La Muerte, Sepultura y Resurrección].

Por: Alejandro González M. [email protected]

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NOTA TOMADA DEL DICCIONARIO BIBLICO CERTEZA CENA DEL SEÑOR, LA Lo más conveniente es analizar las pruebas neotestamentarias de la ordenanza cristiana bajo los siguientes subtítulos: “La última cena”; “El partimiento del pan”; “La eucaristía paulina”, y “Otros materiales del NT”. I. La última cena a. ¿Era la pascua? La naturaleza precisa de la comida que nuestro Señor compartió con sus discípulos la noche en que fue traicionado es uno de los temas que más acaloradamente se han analizado en la historia y la interpretación del NT. Se han formulado diversas sugerencias. 1. La explicación tradicional es que la comida era la acostumbrada fiesta de la pascua, explicación que recibe el apoyo de las narraciones de los evangelios, tanto los sinópticos (p. ej. Mr. 14.1–2, 12–16) como el de Juan (p. ej. 13.21–30). Hay características de la comida de Jesús con sus discípulos que algunos entendidos en cuestiones relativas al Judaísmo (esp. P. Billerbeck y G. H. Dalman) han hecho notar como distintivas de la comida pascual, p. ej. el estar reclinados a la mesa (véase * ABRAHAM , SENO DE), la distribución de limosnas (cf. Jn. 13.29), y la costumbre de mojar el pan en la salsa especial, ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? , que se sirve para rememorar la amargura de la esclavitud en Egipto. Véanse detalles completos en G. H. Dalman, Jesús-Jeshua, trad. ing. 1929, pp. 106ss, y J. Jeremias, The Eucharistic Words of Jesus, trad. ing., ²1966, pp. 41ss; trad. cast. La última cena, palabras de Jesús, 1980. Pero las pruebas no son tan concluyentes como para que descartemos otras interpretaciones, aunque actualmente hay una tendencia, especialmente desde la primera publicación del libro de Jeremias en 1949, a considerar más seriamente que antes el criterio que se inclina por la pascua. La opinión anterior era similar a de Hans Lietzmann, que descartó la teoría de la pascua porque apenas contenía “un mínimo de vestigios de probabilidad” (Mass and Lord’s Supper, trad. ing. 1953, pp. 173). Se ha producido una reacción en contra de este negativismo extremo. Por: Alejandro González M. [email protected]

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2. Los elementos que hicieron que se pusiera en tela de juicio el punto de vista tradicional derivan principalmente del cuarto evangelio, que aparentemente coloca la noche de la cena y la pasión un día antes que los sinópticos. Según Jn. 13.1; 18.28; 19.14, 31, 42, la crucifixión se produjo un día antes del 15 de Nisán, que es el día que establecen los sinópticos, y en consecuencia la última cena había tenido lugar la noche anterior. De ser así no podría haber sido la comida regular de la pascua, porque el Señor murió a la misma hora en que los corderos estaban siendo inmolados en el ritual del templo para la comida pascual. De este modo se llega a un aparente callejón sin salida, que se ve complicado aun más por la aseveración de que el relato sinóptico no es consecuente consigo mismo; p. ej., podemos interpretar que Lc. 22.15 representa un deseo no satisfecho. Los eruditos que prefieren apoyar la fecha joanina (p. ej. J. H. Bernard en el ICC sobre Juan) y creen que, en consecuencia, la última cena no podría haber sido la comida de la pascua, tienen que contestar la siguiente pregunta: ¿Qué tipo de comida fue entonces? Su respuesta es que se trataba de un ? ? ? ? ? ? ? ? sabático, e. d., que de acuerdo con este punto de vista, Jesús y sus seguidores constituían un grupo religioso que se reunía la víspera del día de reposo y de la pascua, y realizaban un culto simple en el que se decía una oración de santificación (? ? ? ? ? ? ? ? ) ante una copa de vino. 3. Como modificación de esta sugerencia Lietzmann sugirió la idea de que se trataba de una comida ordinaria, y que el Señor y los discípulos que la compartieron formaban una asociación religiosa denominada ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? , similar a los grupos en los que se reunían los fariseos. Todas estas ideas han merecido severas críticas, y aparentemente el debate ha llegado a un punto muerto; aunque ahora se ha vuelto a abrir como consecuencia de la investigación de los nuevos elementos aportados por los rollos de Qumrán. 4. A la luz de las recientes investigaciones sobre la influencia de los calendarios separados utilizados para el cálculo de las festividades, es posible ahora considerar nuevamente las antiguas teorías de P. Billerbeck y J. Pickl de que los dos estratos de pruebas que proporcionan los evangelios pueden armonizarse suponiendo que ambos son comprensibles, y que reflejan Por: Alejandro González M. [email protected]

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tradiciones diferentes. Billerbeck y Pickl hicieron una distinción entre la fecha de la pascua de los fariseos que utilizó Jesús y la de los saduceos, que la colocaban un día antes, que es el que sigue el cuarto evangelio. Los críticos descartaron este parecer por no contar con pruebas a su favor, pero los ms(s). del mar Muerto muestran que se usaban calendarios divergentes en el judaísmo heterodoxo, y es posible que en realidad hubiera tradiciones separadas en boga en la época de la pasión. A. Jaubert reconstruyó recientemente los hechos sobre esta base a fin de armonizar los datos de los evangelios y de los primitivos testigos litúrgicos (en su libro The Date of the Last Supper, trad. ing. 1965. Para una aceptación de su tesis véase E. E. Ellis, The Gospel of Loke², NCB, 1974, pp. 249s, y la contribución posterior de Jaubert en NTS 14, 1967–68, pp. 145–164). No es posible saber a ciencia cierta si alguna vez se podrá determinar concluyentemente la fecha de la última cena, pero por cierto que podemos aceptar que cualquiera haya sido el carácter exacto de la comida, la pascua estaba en el pensamiento del Señor cuando se sentó a comer con sus discípulos. La pascua judía, basada en Ex. 12 e interpretada en la ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? para la pascua y el tratado misnaico ? ? ? ? ? ? ? ? , proporciona la clave indispensable para comprender aquella cena y también el significado de la Cena del Señor en la iglesia primitiva. Esta conclusión se ha visto reforzada por estudios recientes en tipología que muestran la importancia de los acontecimientos del AT en su significación “tipológica” para los escritores del NT; y ningún conjunto de acontecimientos salvíficos se destaca más decisivamente en el pensamiento de la cristiandad primitiva que el éxodo y la redención de Egipto (cf. H. Sahlin, “The New Exodus of Salvation according to St Paul”, en The Root of the Vine, eds. A. Fridrichsen, 1953, pp. 81–95; J. Daniélou, Sacramentum Futuri, 1950, libro IV, pp. 131ss). También podemos hacer referencia a la importante contribución de T. Preiss, Life in Christ, trad. ing. 1954, p, 90, quien muestra el lugar de “la totalidad de los acontecimientos del éxodo centrados en la pascua”, tanto en la tradición judía como en la cristiana. b. Las palabras de institución Pasemos ahora a examinar más de cerca la última cena en el aposento alto. Surgen inmediatamente dos preguntas. ¿Qué forma Por: Alejandro González M. [email protected]

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adquirieron las palabras de institución pronunciadas sobre el pan y el vino?, y, ¿qué significan? 1. No es fácil descubrir la forma original de las palabras, debido a que hay varios grupos de variantes representados principalmente en la tradición de Marcos y en la de Pablo, respectivamente. Lc. 22.15–20 contiene sus propias peculiaridades, tanto textuales como hermenéuticas. Hay una tendencia reciente a aceptar la recensión más larga del texto de Lucas por oposición a los pasajes más cortos del ms(s). occidental D y ciertos antiguos ms(s). lat. y sir. que omiten los vv. 19b y 20. El valor del perícope lucano radica en el lugar que ocupa como prueba independiente de la misma tradición que emplea Pablo, con el inesperado orden “copa … pan” en Lc. 22.17–19 y 1 Co. 10.16, 21 (cf. ? ? ? ? ? ? ? 9); y la preservación en ambos relatos del mandato a repetir el rito (Lc. 22.19b; 1 Co. 11.25). H. Schürmann prácticamente estableció la originalidad del “texto más largo” en Bib 32, 1951, pp. 364–392, 522–541. Cf. E. E. Ellis, Luke, pp. 254–256 (bibliogr.).

Con respecto a las formas que presentan Marcos y Pablo, los argumentos de ninguna de las partes resultan concluyentes. Algunos entendidos piensan que Jesús nunca podría haber sugerido que los discípulos tenían que beber su sangre, ni siquiera simbólicamente, y la versión paulina, “esta copa es el nuevo pacto en mi sangre” (1 Co. 11.25), tiene mayores probabilidades de ser la forma original, especialmente desde el momento en que la fórmula de Marcos es litúrgicamente simétrica con la del pan, y sigue la línea de Ex. 24.8 (LXX). En contra de esta posición A. J. B. Higgins ha argumentado que la forma de Marcos es más primitiva debido a sus semitismos duros en el gr. y la obvia dependencia de los pasajes sobre el Siervo en Isaías, aunque Higgins preferiría eliminar algunas de las frases de Marcos. De todas maneras, podemos considerar que el original reflejaba algún parecido a lo que sigue: “Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió y dijo: Este es mi cuerpo. Y tomó una copa, y la bendijo, y dijo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre (Pablo), o, Esta es mi sangre del pacto (Marcos)”. A esto siguió la declaración escatológica, cf. Mr. 14.25; 1 Co. 11.26. Sobre el “voto de abstinencia”, véase J. Jeremias, New

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Testament Theology, 1, trad. ing. 1971, pp. 298s; trad. cast. Teología del Nuevo Testamento, 1973. 2. Si comenzamos con la declaración escatológica, esta se explica como la esperanza de los primitivos creyentes, según las instrucciones recibidas del Señor, de que su comunión con él se cumplirá en el reino perfeccionado de Dios; y esto pone un ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? para la eucaristía paulina, porque cuando el Señor vuelva en gloria para unir a su pueblo en comunión, cesará el acto de rememoración de la cena (cf. M. Dibelius, From Tradition to Gospel, trad. ing. 1934, pp. 208). Las palabras interpretativas relativas a los elementos han sido estimadas de diferentes maneras. No hay fundamento para una equivalencia literal como en la doctrina de la transustanciación. La cópula “es” es el ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? exegético como en Gn. 41.26; Dn. 7.17; Lc. 8.11; Gá. 4.24; Ap. 1.20; y en el arm. oral faltaría seguramente la cópula, como en Gn. 40.12; Dn. 2.36; 4.22. La connotación no literal, figurada, “nunca debería haberse cuestionado” (Lietzmann). Las palabras “cuerpo, sangre”, se toman a veces en el sentido de que Jesús se está refiriendo a su inminente muerte en la cruz cuando su cuerpo había de ser quebrantado (pero cf. Jn. 19.31– 37) y su sangre vertida en muerte violenta. La principal objeción a este punto de vista simbólico es que las palabras sobre el pan no fueron pronunciadas cuando fue partido, sino al distribuirlo, y el vino ya había sido servido anteriormente en el curso de la cena pascual. Tampoco hay nada particular o inusual en el hecho de partir pan. “Partir pan” era una expresión hebrea común para la participación en una comida. Otra perspectiva considera que el gr. ? ? ? ? ? (cuerpo) es equivalente al arm. ? ? ? ? , que significa no solamente “cuerpo” sino “persona”, como si Jesús hubiera dicho, “esta es mi persona, mi ser real”; y hace notar su ininterrumpida comunión, como Señor resucitado, con su pueblo, cuando este repite la fórmula de la comunión en la cena. Jeremias, sin embargo, ha objetado esta sugerencia de Dalman (op. cit., pp. 143), al aclarar que la verdadera contrapartida de “sangre” no es “cuerpo”, ? ? ? ? ? , sino “carne”, ? ? ? ? , cuyo equivalente en arm. es ? ? ? ? ? , “mi carne”. Pero véase E. Schweizer, The Lord’s Supper according to the New Testament, trad. ing. 1967, pp. 14–17.

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El indicio más valioso sobre el significado de las palabras de institución del Señor lo encontramos en el papel que representan el alimento y la bebida en el ritual de la pascua judía. Según la interpretación de Higgins, podemos tomar las palabras de institución como agregados del Señor mismo a las disposiciones sobre la liturgia pascual en dos puntos vitales, antes y después de la comida principal. Jesús les dice a sus discípulos, con sus palabras y su simbolismo profético, que el significado original del rito pascual ha sido sobrepasado ahora, puesto que él mismo es el Cordero pascual que cumple la prefiguración del AT (1 Co. 5.7). Sus palabras y su acción al tomar el pan y la copa son parábolas que anuncian una nueva significación. Bajo su palabra soberana el pan se convierte en la parábola de su cuerpo entregado al servicio del propósito redentor de Dios (cf. He. 10.5–10); y su sangre vertida en la muerte, lo que recuerda los ritos de los sacrificios del AT, está representada en la copa de bendición en la mesa. A partir de entonces la copa adquiere un nuevo significado como elemento conmemorativo del nuevo éxodo, cumplido en Jerusalén (Lc. 9.31). La función de los elementos es paralela, entonces, a la de las comidas de la pascua. En la fiesta anual el israelita se une, de manera realista y dinámica, con sus antepasados, a los cuales el Señor redimió de Egipto. El pan de la mesa de la comunión se ha de considerar como si fuera el “pan de aflicción” que comieron los judíos de antaño (Dt. 16.3 en la forma en que se interpreta en la ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? de la pascua); el judío debe considerarse como alguien que ha sido liberado personalmente de la tiranía de los egipcios en esa primera generación de la nación mucho tiempo atrás (Misná, ? ? ? ? ? ? ? ? 10. 5). En la mesa del Señor, que genéticamente se relaciona con el aposento alto, se reúne la iglesia de la nueva Israel como pueblo del nuevo pacto (Jer. 31.31ss); se ve nuevamente frente a los símbolos de ese sacrificio, que fue ofrecido una sola vez; y vuelve a vivir la experiencia por la cual salió del Egipto del pecado y fue redimida para Dios por medio de la preciosa muerte de su propio Hijo como víctima pascual. Mayores detalles de esta significación “dinámica” de los elementos de la Cena del Señor aparecen en R. P. Martin, Worship in the Early Church, eds. 1974, pp. 114ss. II. El partimiento del pan Por: Alejandro González M. [email protected]

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En la iglesia primitiva del libro de Hechos hay referencias aisladas a la comunión en la mesa, p. ej. Hch. 2.42, 46, pasaje en el que la frase es “partimiento del pan”. En Hch. 20.7 (pero no en 27.35, que describe una comida ordinaria, no relacionada con el culto) hay una referencia a una comida de comunión en la que se emplea idéntica frase. El hecho de que en todo el libro de Hechos no haya referencia alguna a la copa ha llevado a H. Lietzmann (véase Exp T 65, 1953–54, pp. 333ss para una exposición clara pero crítica de su teoría) a formular la compleja tesis de que esta comunión de Jerusalén con uno solo de los elementos es la forma más primitiva y original del sacramento [sobre este término véase la nota aclaratoria al pie del artículo correspondiente], aunque apenas merece este nombre. Se trataba, ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? , de una comida de camaradería que comenzaba con la conocida costumbre judía de partir el pan, que era continuación, en realidad, de las comidas en común del ministerio galileo, cuando el Señor alimentó a las multitudes, y en el que él y sus discípulos formaron una ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? . El tema del rito de Jerusalén no era la muerte de Jesús, sino la presencia invisible del Señor exaltado en medio de ellos. La Cena del Señor en 1 Co. 11, donde se pone el acento en el significado redentor de la muerte de Cristo, era la propia contribución de Pablo recibida por revelación especial del Señor glorificado. Así piensa Lietzmann. Pero esta teoría es innecesaria. Hay pocos elementos para suponer que Pablo estaba innovando de esta manera. Como apunta A. M. Hunter, “pone a prueba la fe el que hubiese podido imponer exitosamente esta innovación … a toda la iglesia” (Paul and His Predecessors², 1961, pp. 75). La falta de mención de la copa quizás no sea significativa; “partimiento del pan” puede ser una expresión casi técnica para hacer referencia a toda la comida. Lo que es significativo acerca de la forma primitiva de la eucaristía es la nota de gozo que emana directamente, no tanto de las comidas galileas, como de las apariciones posteriores a la resurrección, muchas de las cuales están asociadas con una comida entre el victorioso Señor y los suyos (Lc. 24.30–35, 36–48; Jn. 21.9ss; Hch. 1.4 (°BA mg); 10.41; Ap. 3.20). III. La eucaristía paulina Es más probable que las comidas en común del ministerio galileo hallen su cumplimiento en el ? ? ? ? ? ? o fiesta de amor de la iglesia corintia (1 Co. 11.20–34). En Corinto había dos partes en la Por: Alejandro González M. [email protected]

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observancia del culto: una comida en común que se tomaba con el propósito de alimentarse (cf. ? ? ? ? ? ? ? 10.1: “una vez que estéis saciados”), seguida por un solemne rito de la eucaristía (* AGAPE). Hubo serios excesos dentro de la asamblea corintia, tales como avaricia, egoísmo, borrachera, y glotonería. Pablo les envió una seria advertencia, y la impresión que recibimos es que el apóstol deseaba que ambas partes se mantuvieran separadas, como ocurrió en la iglesia posterior. La advertencia del apóstol es que los que tenían hambre comieran en su casa, y vinieran con reverencia y con examen de conciencia a la mesa (11.22, 30–34). La enseñanza eucarística distintiva de Pablo sirve para hacer resaltar el significado de la cena, al unirla firmemente al propósito redentor de Dios; de modo que ella proclama la muerte del Señor (1 Co. 11.26), así como el ritual de la pascua (de donde proviene el título ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? , e. d. declaración, cuyo equivalente gr. sería el término paulino ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? de 1 Co. 11.26) proclamaba la misericordia redentora de Dios bajo el pacto antiguo. También explica Pablo el significado interior de la mesa como una comunión (? ? ? ? ? ? ? ? ? ) con el Señor en su muerte y en su vida de resurrección, cuya simbolización es el pan y el vino (1 Co. 10.16). Allí descubre la unidad de la iglesia, porque mientras los miembros comparten el único pan, se sientan a comer juntos como un solo cuerpo de Cristo (cf. el ensayo de A. E. J. Rawlinson en Mysterium Christi , eds. Bell y Deissmann, 1930, pp. 225ss). También hay alusiones escatológicas, como en la tradición evangélica, con la mirada hacia el futuro, al advenimiento en gloria. El ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? de 1 Co. 16.22 bien puede colocarse dentro de un marco eucarístico, de modo que la epístola termina con una invocación, “¡Señor nuestro, ven!”, y prepara la escena para la celebración de la cena después de haberse leído la epístola a la congregación (cf. Lietzmann, op. cit., pp. 229; J. A. T. Robinson, “The Earliest Christian Liturgical sequence?”, JTS s.n. 4, 1953, pp. 38–41; pero véase C. F. D. Moule, NTS 6, 1959–60, pp. 307ss). Véase tamb. G. Wainwright, Eucharist and Eschatology, 1971. Exposición adicional de la enseñanza de Pablo sobre la cena puede verse en R. P. Martin, op. cit., cap(s). 11. IV. Otros materiales del Nuevo Testamento Es significativo, por cierto, que haya pocos testimonios adicionales directos del sacramento u ordenanza en el NT, aparte de las Por: Alejandro González M. [email protected]

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referencias que acabamos de dar. Este hecho asume especial importancia al estimar el llamado “sacramentalismo” de Pablo. El escritor de 1 Co. 1.16–17 nunca podría haber sido una persona que considerase los sacramentos como la última palabra en lo que hace a la fe y la práctica cristianas; sin embargo, debemos , admitir también que, según las palabras de C. T. Craig, “Pablo no hubiera comprendido una expresión de fe cristiana fuera de una comunidad en la que se celebrara la Cena del Señor” (citadas por A. M, Hunter, Interpreting Paul’s Gospel, 1954, pp. 105). Creemos que Adolf Schlatter ofrece la estimación más fiel en su observación sobre la teología sacramental del apóstol: Pablo “puede expresar la palabra de Jesús, no a medias sino completamente, sin mencionar para nada los sacramentos. Pero si vienen al caso, los relaciona con la totalidad de las riquezas de la gracia de Cristo, porque ve en ellos la voluntad de Jesús, expresada en forma total y efectiva, y no parcial” (Die Briefe and die Thessalonicher, Philipper, Timotheus and Titus, 1950, pp. 262). Lo que es cierto en Pablo es cierto también en lo que respecta a los demás escritores del NT. Puede haber alusiones a la Cena del Señor en lugares como He. 6.4; 13.10; y el Evangelio de Juan contiene el memorable discurso de la sinagoga, que muchos entendidos relacionan con la tradición eucarística de la iglesia posterior (Jn. 6.22–59); pero no debemos forzar demasiado estas referencias, como parecería haber hecho O. Cullmann al encontrar numerosas referencias sutiles al culto sacramental en el cuarto evangelio (véase su Early Christian Worship, 1953, pp. 37ss, esp. pp. 106). Tenemos el testimonio de 2 P. 2.13 y Jud. 12 sobre el ? ? ? ? ? ? . Aparte de estos datos más bien exiguos, y de estos detalles un tanto escasos, el NT no dice nada acerca del mandamiento de realizar cultos eucarísticos, ni sobre su observancia en las comunidades primitivas, debido principalmente al hecho de que lo que se acepta y practica generalmente no es objeto de extensos comentarios. Para la formulación del rito, y, debemos confesarlo, una fructífera fuente de herejía y doctrina confusa, debemos esperar la correspondencia, las epístolas, y las liturgias del ss. II y subsiguientes, desde 1 Clem. 40. 2–4; Ignacio, Esmirnenses 8. 1; y ? ? ? ? ? ? ? 9–10, 14 en adelante. BIBLIOGRAFÍA. E. Schweizer, A. Díez Macho, La iglesia primitiva, 1974; J. A. Selle, La eucaristía, sacramento de la iglesia indivisa, Por: Alejandro González M. [email protected]

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1972; J. M. Castillo, Símbolos de libertad, 1981; F. Durrwell, La eucaristía, sacramento pascual, 1982; B. Klappert, L. Coenen, “Cena del Señor”, °DTNT, t(t). I, pp. 247–261; J. Betz, “Fundamentos bíblicos teológicos de la eucaristía”, Mysterium salutis, vol. IV, t(t). II, pp. 186–207; F. Stagg, Teología del Nuevo Testamento, 1976. En el artículo se han mencionado las obras más importantes. De especial valor son A. J. B. Higgins, The Lord’s Supper in the New Testament, 1952; y para la evolución posterior, J. H. Srawley, The Early History of the Liturgy, 1947. Véase tamb. A. M. Stibbs, Sucrifice, Sacrament and Eucharist, 1961. Revisiones úítiles de recientes comentarios de las pruebas documentales neotestamentarias se encuentran en los libros de E. Schweizer, The Lord’s Supper according to the New Testament, trad. ing. 1967 (bibliografía), y W. Marxsen, The Lord’s, Supper as a Christological Problem, trad. ing, 1970; para un análisis más popular, véase R. P. Martin, Worship in the Early Church, 1974. R.P.M.1

1Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Biblico Certeza, (Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Quito: Ediciones Certeza) 2000, c1982. Por: Alejandro González M. [email protected]

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