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IV PARTE
JEHOVÁ JEHOVÁ DICE AL MESÍAS: “YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA” TE ENVIÓ A TI, EN REPRESENTACIÓN DE MÍ NOMBRE. A QUE DES PALABRA DE VIDA A LOS HOMBRES. Y ENTREGUES A ELLOS, EL PACTO LIGADO A LA VIDA ETERNA. ENTRÉGALES MI PROMESA DE ELLO, Y DILES QUE YO LOS ESPERO EN ESTA NUEVA VIDA. ¡YA ESTA LA MESA SERVIDA! ¡VENID QUE YO ESTOY, EN VUESTRO ESPERAR!
1
VIDA DE DIOS ¡No recorro Yo, todos mis montes! ¡No recorro Yo, todos mis ríos! Que voy. Que vuelvo. Y salgo a ratos. He creado nuevos tiempos. Nuevos universos. Nuevos panoramas.
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He creado Yo. Nuevos abismos. Nuevos escenarios. En el lugar. Lugar de lugares. Que no acaban por vencerme, en mi creación. Una acción, de mi prioridad. De hacer ejercer proyecto, y acción en la vida.
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Divise un monte Que no era hecho por mí. Un monte seco. Un monte áspero. Lleno de selva. Lleno de ansiedad. ¡Y me dirigí a él! Y lo observe. Y vi en él, línea de vida. ¡Y me extrañe!
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Porque de mí no era. Y me actué. ¡Y no era mío! Y lo envolví. Y en el instante que lo hice, el monte despertó. Y de un golpe, sacó línea de voz. Diciéndome así: ¡Vete tú Jehová, el de la vida! Y Yo le miré y dije: ¿Quién te hizo?
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¿Quién te creo? Y dijo el monte: ¿No eres tú Jehová, aquel que todo lo sabe y conoce? Y Yo le dije: ¡Yo Soy él Jehová creador! ¿Dime tú, quién te creo? Y el monte altivo me dijo: ¿Así que ignoras, mi procedencia? Y agregó: ¡Qué bien! Hablare a todos de ti Jehová; y que no sabes de mi nada. ¡Y que tú sabiduría, no es tal!
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Y Jehová dijo así: ¡Que tiempos los tuyos! Que estas aquí. Qué estás. ¡No me dirás, de ello nada! Y él monte, se sentía grande. Se sentía imponente, de saber que aquel Dios, no sabía, quien era. Y que nada sabía. De pronto, la gloria de Jehová, comenzó al molestar al monte.
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Y le dijo: ¡Vete de aquí Jehová! Y Jehová dio giro. De A-Reyena. Ello quiere decir, que dio un giro en dirección opuesta, a la que entró, y Jehová bordeo al monte. Y el giro que hizo fue tan violento; que bramo. Y el mar de esas latitudes, se desbordó. Y al girar Dios. Hizo luz de luz. Y entró en el monte.
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Entró, en lleno en su dirección. Y una vez dentro. Todo el monte temblaba. Y Jehová vio de ello, su estado. El lugar era distinto. A lo que él, vio por fuera. Era extraño. Era vigilado. Era tosco.
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Pero había luz en él. Y Jehová recorrió dicho monte. Y salió, luego de él. Y dijo al monte: ¡Que de ti, monte de monte! Que te escondes de mí Y tienes de mí. ¡Qué creías! ¡Qué pretendías! Que Yo de ti, no me iba a enterar.
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¿Qué quieres de mí? Y de mi estar. El monte dijo a Jehová así: Yo Jehová paseaba por el lineal de la bahía, de la cruzada ancestral. Y vi allí luces de vida. Que atraían mi pasear. Y las invité, a entrar en mí. ¡Y ellas entraron! Pero, no las dejé salir. Entonces tú aquí.
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Y yo aquí. Y dijo Jehová así: ¿Qué quieres de mí? Y el monte dijo: ¡Nada! Y de ello el monte, comenzó a temblar. Y se abrió. Y la luz de él, salió en el momento. Y el monte, se llenó de un polvo extraño. Que lo envolvió. Y las luces, se acercaron a Jehová. Y dijeron: ¡Cerca de ti Jehová!
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Y dijo Jehová a ellas: Ocultas estaban. Dirigidas. ¡No! Volver al lugar de origen. Volver a su estación. Y las luces, así hicieron. Y Jehová, se quedó con el monte. ¡Que no le habló! Pues esté, estaba molesto con Dios. Y Dios dijo así: ¡De mí, no eres! Ni tampoco; lo serás.
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¡Aunque quieras! Sólo puedes, atrapar y ocultar lo mío. Por eso. Por ello. ¡Que Yo de ti, doy a otros titular! Para que no se acerquen a ti. Porque tú; no eres de lidiar. Y Dios puso de ello. Estrabos.
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(Significado de Estrabos: Los Estrabos son voces de Dios. Las cuales Dios, ubica en las entradas de aquello que no es de Dios. Para que nadie entre, en dicha causa) Y dijo Dios a Los Estrabos así: He aquí, que vosotros desde hoy, desde ahora. Anunciaréis, la no entrada a todo lugar, ajeno a Dios. Y todo aquello, que no sea mío. Y vosotros iréis. A los lugares ajenos.
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Y pondréis la alerta, de no entrar. Y expulsión, de ello. Y mientras Jehová hablaba y dialogaba, con Los Estrabos. Llegó un ángel, ajeno a él. Y dirigiéndose a Jehová le dijo así: ¿Y tú, por qué ordenas, en lugar que no te pertenece? Y Jehová giró, y la gloria lo iluminó.
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Tanto así, que el ángel ajeno a Dios, tapó su rostro y dobló rodillas al estar. Y Dios lo miró y dijo así: ¿Tú, quién eres? Que de mí, no. Y él dijo así, sin levantar rostro: ¡Soy Anímeses! Ángel explorador. Ángel encubridor. ¿Qué haces aquí, tú Jehová? Y lo miró Jehová, largo rato.
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Y luego dijo así: ¡Tú eres el ángel, que toma de lo mío y lo oculta! ¿Por qué? Y el ángel dijo: ¡Lo encontré! Y Dios avanzó hacia él, y el ángel le pidió que retrocediera. Porque su poder, lo estaba atormentando. Y preguntó Dios nuevamente. ¿Por qué tomas, de lo mío y lo escondes? ¿Para qué? Entonces, dijo el ángel: ¡Para ello, fui creado!
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Y sucedió, que el ángel desapareció. Y Dios dijo: ¡Este ángel, es encubridor de lo mío! Ocultador, de lo mío. ¿Qué es esto, que hoy es? ¡Y que estoy! Y Dios miró a su alrededor. Y envió a todo lugar. A todos, los lugares. Donde hubiese de lo suyo oculto. Y atrapado.
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Y vio Jehová, que de ello era mucho. Y se enojó Jehová, de sobremanera. Y fue entonces, que tomó de los suyos, y pidió armadura de ellos. Y se dirigió fuera del lugar. Afuera de toda la latitud. Afuera de toda frontera. Y miró su rostro, su reino El dividido. El divisado.
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Y giró, y siguió de ello a lo suyo. Y se esparció Jehová. De tal manera, que Las Mónidas, se apagaron, de repente. Con su resplandor. Y sucedió que Jehová llegó, a un espacio extraño. No para él. Sí, para los suyos. Y dijo así: ¡Oh Yo dentro! ¡Oh tú sales! Y se sintió en el momento un ruido ensordecedor.
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Que hasta los ángeles que con él andaban, se estremecieron. Y apareció ante ellos. Una silueta alta con vestiduras y brillo. Un ser que estaba, en otro tiempo. En otra época. Y dijo a Jehová así: ¡Tú Jehová! ¿Qué quieres, en mi reino? Y Jehová lo vio y observó y dijo: ¡Que reinó el tuyo, tan precario! ¡Que toma, de lo mío!
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Y este ser, lo miró y dijo: ¡Lo tuyo vino a mí! ¡Yo; no le llame! ¡Y habita lo tuyo, con lo mío! Y Dios, se enojó con él ser y dijo: ¡Mientes, lo mío fue de captura! ¡Y a presión! Y sin salida de ello. ¡Te digo que Yo Jehová! Te ordeno, que des a los míos, libertad y que expulse de ellos, hoy.
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Y la voz, le dijo así: ¡Tus órdenes, dalas en tú reino! ¡Y a los tuyos! Y Dios, desaparecido en ese mismo momento. Y se escuchó un ruido extraño. Un ruido, de terminar. Y los ángeles que allí estaban, apresaron a este ser. Y Jehová, salió como de un espacio. Y dijo: ¡Reino, ya no tienes! Y él ser dijo: ¡Tú estás, en mis estancias!
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Y no puedes, venir aquí. Y Dios dijo así: ¡Tú, ya no tienes estancias! ¡Y he, Yo que aquí, te sujeto por siglos, a la expulsión en mí! Y te llevo a ligar tú ser, de cadenas y aldabas. Para que tú, no expongas a los míos. Ni los ligues a ti. En tu afán, por encubrir. Y ocultar. ¡Desde hoy tú!
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A celdas vas. A celdas estas. Y los ángeles, con él desaparecieron. Y Jehová, fue a los otros estados. Y dio orden y lugar a sus Estrabos. De dar voz de precaución, a todo aquello, que Jehová tuviera voz. Y poner delante de ellos, expulsión inmediata, a su voz. Y desde ese momento, en los confines de Dios.
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Y los que no lo son. Dios puso en ello, voz de alerta A no entrar. A no acudir. A no aceptar. A ello. Con la función, de ello. Con la función de la voz. Y las voces se cubrieron. Se linearon. A la participación de Dios.
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A la línea de Dios. Y Dios volvió a su reino. Y los reunió a todos y dijo: Heme aquí, junto a vosotros, para decirles que estando Yo en mis idas y venidas. (Esto ocurrió en los tiempos, en cuando Dios salía de su reino) Vi a un monte, que de ello no era de mí. Y entre en él y vi de ello de lo mío. Y el monte que de ello tenía, expulsó de ello luces.
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Que de mí, eran. Las devolví a su estancia. Y un ángel de lo ajeno se presentó ante mí, para desafiarme. Y lo hice expulsar a través de mí. Luego de ello. Tomé de mis soldados y me dirigí a lugar ajeno. Y llegué a una estancia. Donde salió Cruizet, que es un ser que toma de lo ajeno.
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Y que oculta de ello. Entre, luego de hablar con él en su reino. Y de él, hice espacio en los espacios. Y ya reino, no había. Y aprese del ser. Que de lo mío había tomado, y que había hecho presa de ello. Y he aquí que Yo envié a Estrabos en cada lugar ajeno. Para hacer expulsión del lugar.
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Y que de lo mío, no entrase nada de ello, a lo ajeno. Y Jehová les pregunto mirándolos a todos, y cada uno de ellos, en la inmensidad de su reino. ¿Por qué lo mío, ingresa a lugar ajeno? Siendo que Yo le crie, y luego dije, ¡salid y creced! ¿Por qué, lo mío va a ello? ¡Si ajeno a ello, no es! Y uno de los miles.
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En millares dijo: Yo Señor sé de ti. Yo Señor, aprendo de ti. ¡Pero lo ajeno, también aprende de ti! Y Dios dijo: ¡Ciertamente, que así es! Pero, no has dado a mi pregunta, respuesta. Y dijo el ángel así: Ciertamente Padre que lo tuyo, es engañado por lo ajeno en su apresar. Y lo ocupan, lo aíslan, y lo apresan en su estar. Y Jehová pregunto nuevamente: ¿Y por qué lo mío, va a lo ajeno?
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¿Y se deja apresar? ¡Que no les he dicho, que caminen y crezcan! Y ellos dijeron a la vez: ¡Sí Padre! Y uno de ellos dijo: ¡Pero Padre, es lo ajeno de engañar, y no crecer! ¡Y por qué, si lo mío que sabe de lo ajeno! ¿No sale de las amarras? Pregunto Dios. ¿Y no sale, de ello de dicho celdar? ¿Por qué, lo mío, no se aleja de lo ajeno? Y uno de ellos dijo: ¡No lo sé Señor! ¡No lo sé!
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Ciertamente, que lo tuyo que es lo nuestro, cadenas tiene. Yugo tiene. Y dijo Dios a ellos así: De cierto que les digo, que habrán tiempos, en que habrán muchos, habrán miles. Que estarán en lo ajeno a mí y lo sabrán Y lo sentirán. Y no lo expulsaran. Y no le darán, alejar. Y sentirán melancolía y soledad.
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Sentirán angustia y desahogo. Sentirán que están atrapados y aislados. Sin poder salir, de ello. Y sucederá también, que de ellos no sacarán cadenas. No sacarán yugos. No sacarán nada. Por qué sus yugos, lo sentirán parte de ellos. Porque sus cadenas, serán de atar.
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Y no querrán, libertad. Sucederá, que ellos vivirán sin vivir. Estarán, sin estar. Sentirán de ello, atar. Más, no sacarán. Más, no harán de ello alejar. Más Yo les digo que: ¡Yo Soy la Resurrección y la vida! ¡Y la vida, Soy Yo! Y todos se miraron y dijeron a la vez: ¿Resurrección?
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Y Dios dijo: ¡Sí, Resurrección! Y un ángel le dijo: ¡Dinos Padre, que es ello! Y Dios les dijo así: He aquí, que Yo enviaré un embajador de la palabra. Un emisor de la verdad. Ha hablar, a dialogar con las entidades del lugar. Y ellos, lo expulsarán. Y ellos, lo apresaran. Y ellos, se asombrarán. Y los ángeles, no entendían de ello.
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Y dijo Jehová: ¡Tranquilos! Ellos son ajenos, a este tiempo. Ajenos a este juicio. Ajenos a este cielo. Ajenos a todo, de ahora y aquí. Pero, no ajenos a mí. Y dijo un ángel: ¿Y porque de ello entonces? Y dijo Jehová: La mentira, es engañosa. ¡Y la ignorancia, también! Y sucederá, que ellos le harán guerra.
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Le harán expulsión. Y luego, dañarán su estirpe. Y su condición. Más, no su alma. Más, no su espíritu. Y uno de ellos preguntó. ¿Qué es alma? ¿Qué es espíritu? Pues, nosotros somos ángeles. Y de ello no entendemos.
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Y Dios dijo: ¡Escuchad atentos! En tiempos, de otros tiempos. En tiempos, de nuevos tiempos. Creare Yo, otro lugar. Otro estar. En donde haiga seres Símiles. Que serán cubiertos De otra capa. De otra tela. La cual Yo haré.
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¡Y en soplo, daré vida! Más de ello, antes será alma. Más de ello, antes será espíritu. Más de ello, antes Resurrección. Porque he aquí que Yo tomaré. Sustancia de ello y formaré alma. Y llevará, un cubrir. Y llevará, un calor. Y de ella, Yo daré voz en el camino. Daré guía, en otro camino.
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Daré luz, en otro camino. Y luego cubriré, pasado mucho tiempo. Y uno de ellos dijo: ¿Para qué cubrir, dicha alma? Y Dios dijo: ¡Aquí, nace el alma! Vive, y luego de cubrirla y envolverla de calor. Vive de otra forma. De otra manera. Más cada una de ellas, tiene su función. Más cada una de ellas, tiene su acción.
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Y ocupará lugar, en otro estado. ¡Que no es, el de aquí! Y se multiplicarán ellos, por miles de millares. ¡Más no por infinitos! Y un ángel dijo: ¿Lo enviarás, a otro lugar de tu reino? Y Dios contestó: Tomaré de ellos, una vez dado su tiempo. Y el alma, que siempre vive. Y el alma, que siempre fue. Se irá, y será cubierta.
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Y tendrá, otro lugar. Que aún, no creo. Que aún, no formo. Y ellos quedaron extrañados. No entendían nada. Y Dios les dijo: Haré de ellos, un cubrir frágil y fuerte a la vez. Haré de ellos, otro mirar. Pero, que a su vez tengan de ello, el mirar de aquí. A través, de su alma.
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Haré de ellos, otro escuchar. En él escuchar, de su alma. Y haré a ellos más, mucho más. Y uno de ellos dijo: ¿Más, que nosotros Señor? Y Dios contestó: ¡Ninguno de vosotros, es mayor o menor! ¡Y allá será igual! ¡Pero algunos creerán, que así será! Y pregunto un ángel: ¿Y por qué Padre de ello, si aquel que escucha la voz que guía, tiene de ello guiar?
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Aquel que sabe, conoce, que Yo Soy de línea de guiar. Pero aquel que no la escucha, tiene otro sonar. Y sucederá que le guiare, a través de su alma, alma certera. Alma clara. Alma viva. Que estuvo primero aquí. Antes que allá.
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Y a cada una, de esas almas, que Yo cree, tendrá un fin. Tendrá un estar. Tendrá un camino. Y ninguna de esas almas. Estará demás. Y ninguna de ellas. Estará por estar. Y será camino, en su caminar. Pero primero, será su alma camino de aquí.
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Camino de estar, aquí. Y algunos de ellos. Les enviaré espíritus, que den fortaleza. Que den fe. Que den palabra, a mi palabra. Que den guía, del guiar. Y algunos de ellos, serán mis enviados. Serán mis precursores, de dichos tiempos. Y tendrán ellos en el espíritu, guía de mi voz. Guía de mi estar.
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Y uno de los ángeles dijo: ¿Pero Padre, no está ya el alma en el guiar? ¿Para qué enviar, un guía más? Y dijo Dios: ¡El alma guía el vivir, del que la posee! ¡Y el espíritu, guía el vivir de otros! Y en otros, guía. Y en otros, esta. Mientras, que el alma es de ello un solo camino. ¡Y en él, su camino!
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El espíritu con su estar, guía a otros en sus caminos. Y en ellos, hace estar. Y uno de ellos, que era el que más preguntaba dijo: ¿Y que tendrá el espíritu? Y dijo Dios: ¡Tendrá la voz de mi palabra! ¡Tendrá vida, en la palabra! ¡Tendrá acción! ¡Y función de ello! El espíritu, moverá montañas de entidades. Moverá multitudes, de entidades.
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Y de ello, traspasará la voz a otros lugares. A otros tiempos. Y permanecerá esta, hasta la línea de término, de este estar. Y será mi voz en el tiempo, de ello el pasar. En el tiempo, de ello en vivir. Y sucederá, que el espíritu irá y vendrá. De tiempo en tiempo. A una entidad con alma. Y en otros, permanecerá.
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Por qué, así fue hecha dicha función. Dicha acción. Y dijo un ángel: ¿Y el alma de los otros? ¿Estará sola, si no tiene espíritu? Y dijo Dios: De cierto que muchos, que miles, se sentirán solos. ¡Y Yo estaré allí! Se sentirán perdidos. ¡Y Yo estaré allí! Se sentirán tristes. ¡Y Yo estaré allí!
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Y todos los ángeles se alborotaron. Y Dios dijo: ¿Qué les pasa? Y dijo uno: ¿Por qué, si tú estarás allí? Como, estás aquí con nosotros. ¿Por qué, sentirán tristeza, soledad, abandono? Y es que, ese cubrir Señor que tú les darás. ¿Hará, de ellos sentir así? Y Dios dijo: ¿Acaso, vuestro cubrir os hace sentir así? Y ellos dijeron a la vez.
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¡No Señor! Y dijo Dios: ¿Y por qué creen, que Yo haré de ellos así? Y ellos se miraron, y dijeron. ¡No lo sabemos Señor! Y Dios los miró con ternura y dijo: No, no será así. ¡Queridos míos! ¡Es que ellos, no estarán en mí! Aunque, Yo estoy en ellos.
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Ellos no me escucharán. Aunque Yo les hable. Ellos no me miraran. Aunque Yo les mire. Y dijo un ángel de allí: ¡Entonces, no los crees Señor! ¡No, les des vida! Y Dios le dijo: ¿Por qué, no he de darle vida? Si Yo Soy, la vida en evolución. Y dijo el ángel: ¡Porque ellos Padre, no te verán!
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No te escucharán. No te sentirán. ¡Para qué crear entidades, que no escuchan ni ven! Al creador. A su asesor. Para qué Padre, crear de ellos, que sin duda, te darán tristeza. Te darán amarguras. Y aisladas palabras.
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Y Dios les dijo a todos ellos, mirándolos. Yo su Padre de creaciones. Soy vida de vida. Soy estar de estares. ¡O acaso, os olvidaste! Del el tiempo en que Luzbel, abandonó estado. Y con otros hizo lugar. Y que muchos de vosotros que salió de aquí. Y luego volvió.
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Para quedarse. ¡Y que hoy están aquí en vivir! Y de los que ellos fueron, bajaron cabeza y dijeron: Sí Padre lo recordamos. Y dijo Jehová: Escuchadme, se de vosotros, de cada uno de vosotros. Porque los guie. Porque los forme. Por qué los críe. Y de los que están hoy. Y los que vendrán
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Y lo que está, por venir también. Se desde el primer día de nacido. Hasta el último en su peregrinar. Se de vosotros. Como se, de los que no están. Y de ellos, sé y conozco. Y tengo de ellos, como tengo de ustedes. ¡Conozco de vosotros! ¡Como conozco de ellos! Y se de cada uno de vosotros.
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Su debilidad. Su estar. Y de ellos también. ¡Vamos, que aquellos que hoy no están! Que de hoy, no hay. Estarán aquí, con vosotros también. Y dijo uno de ellos: ¿Ellos vendrán aquí? ¿Vivirán aquí, con nosotros Padre? Y Dios dijo: ¡Sí, así será! Pero primero formaré de ellos en ser, y de vivir aquí.
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Y luego enviaré, como envío a otros de aquí. Pero primero, preparar de aquí. Luego, su enviar. Y al volver, al lugar nuevamente. Tendrán de aquí caminar. En vivir, con vosotros. Y un ángel preguntó: ¿Y de que es, su enseñar en alma Padre? Y Dios dijo: De su camino, de aquí. De su camino, de allá.
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Y tendrán ellos historias de aquí. Y de allá. ¿Y el espíritu, también va unida al alma y nacida de ella Padre? Y Dios dijo: No, alma nace del nacer de aquí. Y luego, lugar allá. Y el espíritu tiene de ello guiar y acompañar. Guiar y estar. El espíritu, es de ello sabiduría en la voz. De entregar y enseñar.
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¿Tú Padre, vas a crear de ello en un reino? Dijo un ángel. Y Dios le dijo: No, de ello no será un reino. Y un ángel preguntó: ¿Y qué será entonces Padre? Y Dios dijo: ¡Será un lugar, de estar y pasar! ¡De llegar he irse! ¡No, de quedarse! ¿Y adonde irán, una vez que se vayan de allí? Y Dios dijo: ¡A otro lugar, de mi reino!
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Aquí, en estas extensiones. Aquí, en este lugar. Y en las estancias, de aquí. Y haré de ellos, también peregrinar. Y estará, desde el primero hasta el último. Y estarán, todos ellos aquí. Como ustedes, lo están hoy conmigo. ¿Y Padre, ellos sabrán más que nosotros? Y dijo Dios: ¡Tendrán de ello, lo que deban tener!
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¿Y Padre, como es ese lugar? ¿Es como acá? Y dijo Dios: ¡No, no lo es! ¡Ni lo será! De cierto les digo, que ese lugar tendrá lo que ningún otro lugar. Tendrá, lo que ningún otro lugar en su estar. Y otro ángel preguntó: ¡Háblanos Padre, de aquello que tú llamas alma! Y Dios dijo: ¡Puro Mensaje de luz y tibieza! Que solicita atención al guiar.
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Que toma y se alimenta de la palabra. Y un ángel dijo: ¡Nosotros nos alimentamos Padre de la palabra! Y Dios dijo: ¡Ciertamente que sí! Y Dios prosiguió con su relato. Cuando, cree al alma, le daré un camino. Le daré un destino. Le daré una historia. Y al poseedor, de esa alma. Tendrá camino. Tendrá historial.
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Qué contar, pero no aquí. Si no, en otro lugar. Daré al alma, luz , tibieza. Lazos, con el aquí. Unires, con el aquí. Y alimento del aquí. Daré al alma, línea guiada al amor. A la luz. A la función de la función, en la vida. Daré a ella dirección. Daré a ella función.
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Y he aquí, que esa alma. Tendrá voz de voz. Guía de guía. Función de función. Y he aquí, que esa alma. Que tendrá camino, en la función de la voluntad. Y libertad de elegir, qué camino tomar. Porque de cierto te digo. Habrán almas, que no serán de escuchar. Habrán almas, que no serán de alimentar.
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Habrán almas, que no serán beber. ¡Y se desnutrirán ellas! ¡Y se secarán ellas! Más, no morirán. Pero si sufrirán, por su desnutrir. Y falta de ello. Sufrirán y caminarán en el camino, sintiéndose solos tristes. Caminarán, sin tener razón de caminar. Y otros se alejarán del camino. Y otro tramo, caminarán.
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Porqué, de cierto es. Que tramo será. Aunque él o ellos crean. Que camino, caminaban. ¡No será así! ¡De cierto, que no! Y sucederá, que se perderán. Y no sabrán de donde son. Y adonde ir. Y su alma, les hablara. Y ellos la escucharán.
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¡De cierto, que así será! Pero ellos, harán contrario a su voz. Harán contrario a su camino. Y un ángel dijo: ¿Y que otro camino habrá Padre? Y Dios dijo: De cierto te digo, que ese camino, es de perder. Es de desnutrir. Es de llorar. Es de soledad. Es de oídos tapar.
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Y ojos, cerrar. Es un camino, sin duda alguna. Que debilita y ahoga el ser. ¿Y por qué, ellos irán en él Padre? ¡Si no, les da nada! Y Dios dijo: ¡Entidades con voluntad! Entidades pobres. Entidades en rebelión. En desobediencia. En soberbia. En altanería.
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Y un ángel dijo: ¿Que es ello, que tú nombras Padre? ¡Que no lo entendemos! Y Jehová dijo: Son calidades nefastas, que hacen, que agregan a estas entidades. ¡El creer, de lo que no es! El vivir. ¡En lo que no es! Son sitiales, que no tienen tal. Son oratorias, que no entregan. Son fraseo, sin raíz.
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Son promulgar la letra. En línea de letra muerta. ¡Eso, de ello son! ¿Y se guiarán, ellos de eso? Dijo un ángel. Y Dios dijo: Sí, de cierto que así será. ¿Pero por qué, si de ello nada da Padre? Y Dios dijo: Porque, estas entidades, serán sin lugar alguna, superiores en su altar. Y ellos, se someterán a su propio escrutinio. A su propio batallar.
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Y acabarán, siempre sin nada. Siempre desnudos, de alma y del ser. Por eso de ello. Y un ángel dijo: ¡Que extraño de ello! ¿Por qué seguir un camino, que nada da, que nada entrega? ¿Cuál es el fin de ello? Y Dios dijo: Superioridad de ellos. ¡Que no es tal! Bravura de ello. ¡Que no es tal!
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La elección, no siempre será la mejor. Que de ello se tome. Y un ángel le dijo a Dios: ¿Entonces, para qué le pones voz, al alma en guiar? ¡Si ellos, no la escuchan! ¡No obedecen! Y Dios dijo: Yo Soy Dios, que guio. Que enseño. Que amo. A todos, mis creados.
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Y que de ello, quiero lo mejor. Quiero el bien. Y he de poner voz al alma, para su guiar. Y ellos, escucharan la voz y siempre la escucharán. No importa las circunstancias. No importa la situación. No importa la entidad. Que les toque habitar. ¡Siempre, siempre, siempre! La escucharán.
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Aunque, se hagan los sordos. Aunque, estén ciegos. Siempre en la voz Yo estaré presente. En su caminar. ¡Siempre, siempre, siempre! Y cuando, vuelvan de ello a mí A través de la Resurrección. Ellos, en voz mayor me escucharán. Ellos, en camino mejor me escucharán. Y un ángel dijo: ¿Y los castigarás tú Padre?
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Y Dios lo miró con atención y le dijo: ¿Por qué de dicha pregunta? ¿Alguna vez, he hecho de ello función? ¿Alguna vez, Yo de ello actúe? ¿En contra de los míos? Y él dijo: ¡No Padre, de cierto que no! Y Dios dijo: Ellos elegirán y será la acción de su función, que ellos realizarán. Que les dará resultado. Resultado final. ¡Qué extraño de ello Padre, no entendemos!
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Y Dios dijo: Aquel que pasa hambre ¡sufre y llora! Aquel que pasa frío. ¡Sufre y llora! Aquel que pasa sed. ¡Sufre y llora! Y se desnutre y debilita el alma. Y en precariedad cae. Y en carencias cae. Por eso por ello.
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Que su acción será producto, en su función. Lo que hagan. Lo que actúe. De ello, su función. Y a lo mismo, el resultado. De dicho actuar. A la función. Y un ángel dijo: ¡Por qué mejor Padre, tú no eliminas el otro camino! Y de ello, un solo caminar.
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Y dijo Dios: ¡No! ¡Mi voluntad, no es! ¡Que ellos, tomen voluntad! Y que actúe según, su propia decisión. Para que vean. Para que aprendan. De qué camino tomar. Y al final, de sus pasos en el camino caminar.
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Y se den cuenta, de lo aprendido. En dicho caminar. Y un ángel dijo: ¿Y si no aprendieron, todo de ello Padre? Y Dios dijo: De cierto te digo, que aquel que no aprendió. O no comprendió todo. Cuando vuelva de nuevo aquí. ¡Lo aprenderá! Y un ángel le preguntó a Dios: ¿Y ellos Padre, volverán aquí completos?
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Y Dios dijo: ¡No, cascarón vacío! Que queda anclado, a lugar allegado. Más, no él alma. Que vendrá, de donde nunca se fue. Pero Padre dijo un ángel: ¿Si dices, que llegara al lugar, de donde nunca salió? Y Dios dice: De cierto te digo. Que mi voz está. Que mi voz va. Y de aquí anclado.
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A luz y lugar. Y en proyección del lugar. Interpretación de dicha frase. El alma está, en constante vivencias, con el lugar salido. Y que su función va a ello. Pero al camino, de otro camino; caminado. Y al ser ajeno, a la voz del guiar de Dios. Es no guiado. Es no crecido. Es no otorgado.
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Porque está, en otra función. Porque está en otra voz. Y un ángel le dijo a Dios: ¿Y el otro camino Padre, tiene voz? Y Dios dice: ¡Tiene voz! Pero no tiene, guía. No tiene dirección. No tiene enseñanzas. ¡Ni ligación alguna a mí! Por tanto, ajeno a mí es. Ajeno al amor es.
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Y el ángel dijo: ¿Y de quien, es dicho actuar, en la voz Padre? Y Dios dijo: Todo aquello, que no tiene guiar. No es de mí. Aquello, que no tiene sentir. No es de mí. Aquello, que no tiene línea de la palabra. No es de mí. ¡Y si de mí no es! No tiene vida.
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No tiene crecer, en ella. Ni, evolucionar en ella. Por ser ello, ajeno a mí. Por tanto, de otro lugar vendrá. De otro estar será. Y un ángel dijo: ¿Y cómo llega allí? Y Dios dijo: Cuando la entrada, apaga su voz a mí. ¡Inclina, su oído a otra voz! Y de cierto, te digo.
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Que busca otra voz. Que le dé a él, lo que cree que es. Lo que presume, que es. Lo que argumenta. Que es. ¡Pero, no es! Porque de cierto te digo, que aquel que quiere creer, en lo que no es. ¡Como lo que es! ¡Se engaña a sí mismo! ¡Se pierde, en sí mismo!
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Y en su propio lugar. Se pierde, y se debilita. En su propio estar. ¡De cierto; que así es! ¡De cierto, que así será! Y todos se miraron y dijeron: Es, tu gloria en ti Señor. Es, tu gloria en ello Señor. Y Dios los miró y dijo: ¡Les gustaría, a uno de vosotros! ¿Ir, ha dicho lugar?
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Y todos se miraron. Y todos, silencio guardaron. Y nadie contestaba. Y Dios dijo: ¡Serán, hijo! ¡Serán, padres! Serán, raíz de un árbol. De una rama. ¡Serán herencia! Y frutos de esa herencia. ¿Alguien, quiere ir allí?
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Y un ángel dijo: ¡No podemos ir allí Padre! Porque ya descendencia de ello tenemos. ¡Y formados estamos! Mientras que tú, al alma aún no has formado. Y entidad, no has soplado. Y Dios lo ve y dice: ¡Bien dices! ¡Bien hablas! Y he aquí, que Yo a ti te enviaré. A conocer el lugar.
92
A estar en el lugar. Pero no, como una entidad con alma. Si no, como la luz del sol brillar. Para que des de ello, calor y vida. Ha dicho lugar. Antes, que este se forme. I veas a los de allí caminar. Y andar. Y mientras hablaba Dios de ello. Él ángel, comenzó a despedir un calor sofocante.
93
Y todos se alejaron poco a poco. Y sucedió, que este en fuego se convirtió. En lenguas de fuego. Que comenzaron a girar. Y a girar. Y las lenguas, un círculo formaron. Y comenzó este a emerger. Y Dios lo dejó, en una tarima. Y dijo Dios: Aún, no es tu función. Y los demás, se asustaron.
94
Y Dios los miró y dijo: ¿Qué os pasa? ¿Qué os sucede? Y uno de ellos, dijo asustado: ¿A nosotros, también nos convertirás en algo? Y Dios los miró, y sonrió suavemente. Y dijo: ¡No mis queridos! ¡No! Vosotros, no temáis. Que Elheff, no fue convertido en nada. Él, está allí adentro. De dicha esfera.
95
No he alterado su esencia. Y ellos, asustados aún. No entendieron. Y dijo Dios a la esfera así: ¡Tú, gran bola de fuego! De gran girar. ¿Hay voz en ti? Y la esfera contestó y dijo: ¡Sí Padre! ¡Si hay! Y sucedió que Elheff, salió de ella.
96
Y la espera como fuego en él, como una antorcha en él. Y cubrió este sus ojos, antes los suyos y dijo: ¡No teman, porque yo sólo cambié! Y en luz y calor, de ello inicie. Y se cubrió los ojos, porque de él salían rayos. Y uno de ellos dijo: ¡Es verdad, sólo es luz y calor! Y dijo uno de ellos: ¿Podemos acercarnos? Y él dijo: Sí.
97
Y se acercaron, a él. Y lo sintieron, más no lo abrazaron. Porque el calor de él, era mayor. Y entonces él sonrió y dijo: ¡Yo también sentí temor! Pero luego, la voz de la esfera me explicó que sólo era, una transformación. Y que no era yo, dicho astro. ¡Pero, presencia en él yo tenía! Y todos se calmaron, al momento.
98
Y Dios dijo: ¡Por qué, no celebramos, lo aprendido! Y levantó Dios sus manos. Y la mesa, que era mayor que al comienzo apareció. Pero esta vez, tenía más tallados. Y era, de más peso. Puesto que la presencia de Dios, era mayor. El sitial de Dios. También era diferente, de mayor reforzamiento. De mayor grosor.
99
Y los utensilios, eran los mismos. Y el telar, era el mismo. Y todos comieron a la mesa. Y Dios dijo, a uno de los que estaba allí. ¿Qué es el alma, sin entidad? Y él dijo: ¡Sólo alma Padre! Y luego Dios dijo: ¿Qué es, la entidad sin alma? Y él dijo: ¡Nada Padre, nada! Y luego Dios dijo: ¿Quién da camino, al alma?
100
Y uno dijo: ¡Tú Padre! Y pregunto Dios: ¿Y quién da camino, a la entidad? Y ellos respondieron, todos de una vez. ¡Su voluntad Padre! Y Dios dijo:¡ Bien dicen! Cada cual, a lo suyo. Cada cual, a lo que tenga que elegir. Y luego, a la acción de su función. ¡Prevalecer, o desfallecer!
101
Y un ángel dijo: ¿Y esa alma Padre, se parecerá a nosotros en algo? Y Dios dijo: ¡Se cierto te digo, que todo aquello que creo, tiene de mí! Por tanto. Todo de ello. ¡En uno solo! Y un ángel del estado dijo: Padre, háblanos de la Resurrección. Y Dios dijo: Enviaré a un representante, aún no hecho.
102
Aún no creado. Con línea, en la palabra. Con vida, en la palabra. A testificar. A comunicar. Que él Redentor, está aquí. Enviaré a él, al diálogo de la vida. Vida eterna. Echa eternidad. Echa vida.
103
Que gozará de ello, a perpetuidad y en Escándos. (Significado de Escándos: Son tiempos, sin línea ni espacio) En otro lugar. Que Yo aún, no he creado. Y que de él. Seré voz en la palabra. Y que él, será pieza clave. En el dialogar, con Dios Padre.
104
En hablar a él, en forma directa. Y Yo de ello, escucharé. Y Yo de ello, mi oído inclinare. Que Yo llevaré a él, la palabra que da vida. La palabra, que es vida eterna. La palabra que es peregrinar, en sitios de sitios. En toda era y lugar. Porque dicha frase se extenderá y traspasará tiempos de tiempo.
105
Por ser de ello vida. Y la vida en ello. Y otro ángel, de la mesa dijo: ¡Entonces Padre, habrá luz allí! ¡Habrá alegría allí! Y a tú enviado, lo recibirán con alegría y amor. Y será el lugar, de gran fortaleza y función. Y Dios lo vio y dijo: De cierto te digo, que a mi enviado despojarán sus ropas.
106
Golpearán, con látigos. Golpearán, con puños y pies. ¡Y en miseria lo tendrán! Lo cierto es que él, padecerá en manos de muchos. En pasos de otros. Y los qué allí estaban, dejaron de comer. Y pena, se sintió en el lugar. Como nunca antes. Y todos estaban tristes y apesadumbrados.
107
Con su esencia, en dolor. Y Dios los miró y dijo: ¿Que os pasa? Nunca en mi reino, hubo dicho dolor. Ni aún, cuando Luzbel se marchó. Y dijo un ángel de allí: ¡Entonces Señor, no envíes a tu enviado allí! ¡A sufrir tal dolor! Y se levantó Dios de su asiento, y todos se asombraron. Y Dios les dijo: ¡Dejad de comer y venid!
108
Y ellos lo siguieron. Y Dios, los llevó lejos muy lejos, a todos ellos. Y subieron a un monte muy grande. Y Dios en la cima dijo a ellos: ¿Qué es? Y todos, lo miraron y no entendieron. ¿Qué es? Dijo Dios, nuevamente. Y ellos dijeron al unísono: ¡No entendemos Padre! Y dijo nuevamente Dios: ¿Qué es?
109
Y nadie entendía. Y pasaron allí, tiempo de tiempo. Y Dios preguntaba, una y otra vez. Y uno de ellos dijo: ¡Ya entendí Padre! Y Dios dijo: Habla. Y él dijo: ¡Que es! Y Dios dijo: ¡Bien dices! Y todos lo miraron y no entendieron. Y Dios los miró, y le dijo al ángel que respondió, que les enseñara.
110
Y el ángel dijo: ¡Él que es! Si Dios, no envía a su enviado, entonces las entidades, no conocerán del Que es. Y así ellas, de los tiempos en los tiempos contados, no conocerán de ello. Más el enviado, que es vida en la palabra. Dará, testimoniar de dicha frase. Y entregará a ellos, el mensaje. De Dios Divino, en su testimoniar. Además, el enviado será, ser de guía, de otros.
111
Y esos otros, llevarán la palabra, a los tiempos contados del lugar. Y más aún, su palabra será de enseñar. Será, de iluminar a otros. Y entregara, a las entidades Presencia viva de Dios. Presencia latente de Dios. Existencia misma de Dios. Por tanto, por ende. Luz en el camino ¡Y proclamación de la Resurrección!
112
En la vida eterna. En el aquí. Y el enviado, será ligado a Dios. Y por tanto subirá su alma, al alero de su espíritu, a vivir la nueva vida. La nueva etapa, del vivir. Volverá, al igual que los demás, al lugar en donde salió. Y tendrá historia, aquí y allá. Y el ángel, calló de inmediato, y dijo luego:
113
La palabra en lenguas de fuego, vendrá a ellos, las entidades. A llevar testimonio, del palabrar. ¡Y voz viva, de Dios! Y ellos tomaran, a dichas entidades. Y las apresaran. Y las torturaran. Para callar su voz. Y sucederá, que Dios les hablará a ellos y les dirá.
114
Ir, cada uno de ellos al lugar donde los envíe. Y ellos irán. Y el mensaje escrito, traspasará a perfiles lísos, de la letra natural. Y ellos, una vez que nombre, de ello. Frase de Dios dada. De Dios entregada. Dios, les dirá que hacer. Y una vez hecho.
115
Ellos se irán, cada uno a su espacio en habitar. Y luego el ángel de allí dijo: Y tendrá este enviado, una entidad en Padre y otra entidad en madre. Y de ello, uno en el enviado. Pero de alma, sólo Dios Padre. Sólo él. En; uno solo. Y tendrá el enviado, hermanos.
116
Y en ellos también tendrá, detractores de su palabra. De su hablar. Porque no gustará a muchos. El hablar, de dicho enviado. Y se molestarán con él. Pero otros, lo escucharan maravillados. Al igual, cuando escuchamos a nuestro Padre aquí. Y les harán preguntas. Del reino de Dios.
117
De la vida eterna, en la frase de Resurrección. Le preguntarán y el contestara cual fraseo. Qué entrega de ello, algo más. Y esta frase, entrará en su alma. Y hará lugar allí. Y vivirá allí. Y estará allí. Y los de allí, irán por más. Y el enviado, irá de lugar en lugar. De sede en sede.
118
A hablar, de la palabra escrita. De la palabra enviada. Y cuando haya entregado todo de ello, volverá. ¡Porque así, tiene que ser! Y un ángel, le preguntó al relator, del Que es. ¿Y dónde, habitará ese enviado? Y él dijo: En la casa de Dios. Y Dios, lo miraba y todos le preguntaba, sobre el enviado. Y él contestaba, sobre él.
119
Y todos quedaron al tanto, de lo que de ello era. Gracias al ángel relator. Y luego de ello, Dios lo miró y dijo: Bien dices. Y levantó Dios su mano, y giró en ella. La desplazó, por todo el monte. Y los ángeles de allí, ya no estaban. Sólo quedó, el ángel relator. Y miró él, a su alrededor. Y vio, que no había nadie con él.
120
Solo Dios. Y Dios lo vio y le dijo: ¡Ven conmigo! Y él, lo siguió. Y caminó con él. Y el ángel, escuchaba atento la voz de Dios. Y entraba en tristeza. En llanto. En alegría. En molestia.
121
Sintió, lo que todo ser humano siente. Ante diferentes situaciones de la vida, incluso soledad. Pero, al lado de Dios Una vez, acabado de hablar Dios en su trecho dijo: ¡Tú que sentiste de ello! Tú, que hablaste de ello te digo. Tú serás de él, compañía en el camino. Lo fortalecerás, en los momentos difíciles. Lo llevarás, por la historia contada. Le hablarás a él, como le hablaste a los tuyos aquí.
122
Para que sepa él qué hacer. Y qué decir. ¡No serás de él su camino! Porque el camino de él, Soy Yo. Pero si serás, la voz que lo levanta cuando se quiebre. Cuando llore. Serás, sin duda alguna. Consolador de las historias de él. Y lo llevarás, al umbral de su historia.
123
Al pelegrinar de ella. Y te prepararé a ti. Para qué hagas, tu trabajo en él. Y cuando Yo lo cree. Y cuando Yo dé soplo de vida. Tú irás con él, y lo acompañarás. Y le dirás, en la palabra de la vida. La claridad de ellas. Y la función de ellas. Tú serás, el que lo levante.
124
En los pasos, más tristes. Más precarios. Te preparare, de hoy en adelante. ¡Para que cuando él esté! Camines con él. Desde, su nacer en el allá. Y así hizo Jehová, desde ese momento. Preparó al ángel. Para qué le hiciera compañía. A ese, que un día bajaría.
125
A llevar la palabra de Dios. Y al que aún, no estaba formado. No estaba creado. A ese que Dios enviaría al aquí. Aquel llamado Cristo. El enviado de Dios. Cristo, que elevado a los cielos en luz se convirtió. Aquel, que la nube traería de vuelta. Y que de una escalera bajaría, en una Segunda Venida.
126
La venida de la eternidad. Y que llegaría, de improviso. Y los suyos, lo conocerían. Y los que no eran suyos. ¡No! Y de cierto les digo que: ¡Los de ayer, son los mismo que los de hoy! Y Dios lo enviará de nuevo, a poner pies y talón. A este lugar. Para qué le entregué al hombre. Al vivido aquí.
127
En esta Segunda Venida. La Patria Potestad. Es decir, una segunda línea de vida. Bien llamada también. “La Nueva Heredad” Y caminará, de nuevo. Y pondrá el pie de nuevo aquí. Y ese Cristo vivo. Que vino una vez. Y que está, en su Segunda Venida, de ello en preparar.
128
Necesita, la casa ordenada. Para poder bajar. Para poder llegar. Necesita más tiempo de reloj de aquí. Pero mientras tanto, el en su preparar En su trabajo estar. Y mientras tanto, los suyos. De él esperar. Por qué, de venir él viene. De llegar, él llega.
129
Y esta vez, este Cristo. No vendrá sólo. Traerá con él, más de un allegado. Más, de un tripulante. Esta vez, el no vendrá sólo. Si no, que vendrá con acompañante. ¿Y quién será este acompañante? ¡Que vendrá! Que traerá mensaje celestial. ¿Quién será?
130
Lo cierto, es que el Cristo. Que un día dijo, que volvería ¡volverá! Y he aquí, que traerá Testado. Para todo un pueblo. Para todo un historial. Para que conozca, esta época. Y todas las demás épocas. Que Dios está. Que Dios vive. Y he aquí, que Dios en su faena.
131
Con el ángel, que habló a los demás de la Resurrección. En aprender de ello estaba. En espacio de ello estaba. Y el ángel aprendía. Y Dios en su enseñar estaba. Y ocurrió que Dios al hablarle le dijo: Y he aquí, que este Cristo llevará mi voz. Llevará palabra. Y que aquí, que Yo te mostraré ahora de él. Y sucedió, que los pies de Jehová y del ángel.
132
Tomaron piso. Algo extraño, le pareció al ángel. Más, no a Dios. Y pasó, que se sentía un ruido. Como de fuerza mayor, alrededor. Sonidos extraños. Golpes distintos. Muchas aguas. Muchas hablas.
133
Y Dios le dijo al ángel: ¡No temas, es sólo que estamos yendo al tiempo del Cristo, que aún no nace, ni en alma, ni entidad! Y prosiguió en ello. Y de pronto, no se escuchó nada más. Y comenzó el ángel. A visualizar el lugar. Qué le pareció extraño. Qué le pareció distinto. Y Dios le dijo al ángel: ¡Mira allí!
134
Y he aquí, que el ángel vio a un ser de a pie, parecido a él en imagen. Parecido a él, en piedad. Y este ser, sintió la presencia de él allí. Y dijo: ¿Eres enviado de mi Padre? Y el ángel contestó: ¡No lo sé! Y el Cristo le dijo: Sí, lo eres. Tienes, esencia de él. La siento. Y luego el ángel, apareció en otro lugar donde estaba el Cristo.
135
Y le vio el ángel; más el Cristo no le sintió esta vez. Y he aquí, lo que vio el ángel. Estaba el Cristo, alegre bailando cantando en alegorías. No tenía mayor privación en la frase hecha. En el canto dado. Y estaba alegre. Sin duda alegre. De repente, se abre la puerta. Y unos hombres, lo apresan y se lo llevan.
136
Lo someten, a toda clase de humillaciones, y luego lo sueltan. Este Cristo, molesto, irritado ya. Colmado de paciencia. Dice a Dios así: ¿Por qué tengo yo que pasar por esto? ¡Porque no me privas, de estas situaciones! ¡Que no es la primera vez! ¡Y sé, que no será la última! ¿Dime, cuanto más, tengo yo que tolerar, estos momentos?
137
Que me amargan el alma. Que me ahogan, el pecho. Y Dios le contesta: ¡Humillaciones! Intolerancia, molestia, veo Yo en ti! Que la alegría, que tenías de tu canto alegre. ¡Se fue! Con la misma rapidez, que llegó. ¡Vengo a ti! ¡Como vengo, a otros! ¡Que dolor y humillaciones pasan!
138
¡Temes, como ellos! Y el Cristo le dice: ¡No Padre, no temo! ¡Porque en ti, estoy! Y Dios le dice: ¡Estás en desnutrir! Y el Cristo le dice: ¡No Padre! Y Dios le dice: ¡Tienes de ello, falto al amor y estás en pobreza! Y el Cristo dice: ¡No Padre, no lo estoy! Y Dios le dice: Entonces dime tú, que si ellos tienen ajeno a ti.
139
En podredumbre, están. En carencia, están. ¿Por qué eres tú, el de la molestia, tú el de la rabia? No son ellos, los que deberían estar en ello. ¡Y no tú! Qué de ello, lo tuyo, ya de mañana pasará. ¡Y lo de ellos, no terminará! Porque se irán de aquí, pobres y desnutridos. Y tú, tienes riqueza total de ello.
140
¡Preocúpate, que tú alma, no cobre de ello carencias! Que es ella, y nada más que ella. Que debe, de ello nutrir. Y el Cristo, se levantó. Por qué, al golpe de los hombres, en el suelo estaba. Y se encaminó, a la casa de un amigo. El cual, le dio de comer y beber a su cuerpo. Luego de ello; descanso. Se levantó temprano y cambió rumbo al lugar.
141
Caminaba mucho. Pues, no en todas las aldeas, tenía él entrada. Ya sea, porque los del pueblo, se lo prohibían. O porque Dios le indicaba, que pueblo de él, no era. Así que estaba, de caminar. En caminar. Llegó a un río, donde había una mujer, lavando ropa. Y él, se acercó a ella. Y la miró.
142
Le impresionó, su rostro. Y ella lo notó. Y le dijo ella: ¿Eres paseante? Y el Cristo contestó: ¡Sí, lo soy! Y el Cristo, no dejaba de mirarla. Y ella, lo miraba y reía. Y le pregunta, ella a él: ¿Quién eres? ¿Y de dónde vienes? Y él dice: Vengo, del otro lado de la montaña. Y me llamo….
143
Pero antes de hablar y dar su nombre. Un hombre, se acercó a la mujer. Y la tomó fuertemente por el brazo. Y se la llevó. El, no entendió mucho. Y quedó allí. Mirando la ropa tirada, que la mujer estaba lavando. Se dirigió, al camino de deambular. Y tomó leche, que un paseante de cabras le dio.
144
Y luego se alejó. No llevaba nada, sólo un bolso. Echo con cuero cebado, que utilizaba para guardar algo de comida y ropa. Lo mínimo. Entró en una hacienda. Donde había mucha gente trabajando. Le preguntaron, si venía por trabajo. Él dijo, que no. Y un hombre, que allí estaba le dijo: ¡Yo te conozco!
145
Tú eres el hombre, que sacaron de Tiberías. Y el Cristo dijo: ¡Sí, yo soy! No es la primera vez, que me toman de algún lugar, y expulsan. Y el hombre, le ofreció algo de comer. Y le dijo el hombre: ¡Háblame, de lo que es, la vida eterna! Y él Cristo le dijo: ¿Qué me darás? Y el hombre se extrañó, al escuchar de ello. Y él Cristo dijo: Del hablar de Dios, yo hablo.
146
Pero, la interpretación de ello yo no doy, si tú no me das de ello algo. Y el hombre le miró y dijo: ¡Te doy, cinco monedas de plata! Y el Cristo lo miró y dijo: ¡No te he pedido dinero! Y luego el hombre, lo miró y dijo: ¡Te doy, dos monedas de oro! Y luego el Cristo le dijo: ¡Ya te dije, no te he pedido dinero! ¡Que la palabra de Dios, no se paga con dinero!
147
Y el hombre lo miró y dijo: ¿Qué quieres? Y el Cristo dijo: Escucha, el fraseo de mi Padre. Cuando llegué la noche. Todos llorarán. Incluso, los que no conocieron la noche. Todos escaparán, incluso los que no huyen. Todos irán, de un lado para otro. Sin querer ir. La noche, se cubre los ojos. Porque, no quiere ver.
148
Porque no quiere tener, de ello presencia. Y tú y tu prole, no llorarán. No huirán. No se taparan los ojos. Porque, testigos son. Porque, línea son. Y él hombre lo miró y no entendió de ello. Y le dijo el hombre así: ¿Yo no huiré? ¿Ni lloraré?
149
¿Ni me tapare los ojos? Escucha le dijo el Cristo: ¡Aquel, que huye de la verdad! Huye, de sí mismo. Concluye con su propia existencia, y se rehúsa a vivir. Lo que le toca, vivir. Pero, aquel que vive en la verdad, sabe bien, qué camino seguir. Qué pasos llevar.
150
Porque va, de mano de la verdad. Aquel que llora, llora porque ve. Que los suyos se van. Que los otros, se van. Lloran, porque creen, que no los verán más. Que están muertos. Y no es así. ¡Porque ellos viven! ¡Porque ellos existe! Y mi Padre, es vida.
151
Y nada, nada, nada, de ello acaba, en la vida. Porque la vida, es mi Padre. Y ella, en él va. Que la vida, está en su estar. Y en su girar. Que nadie, compra terreno en su reino. Que nadie, designa terreno en su reino. Y que la línea de vida, no es de cortar. No es determinar.
152
Sólo, se acaba el camino de acá. ¡Más no el del reino de Dios! Porque ese camino, no tiene terminar. El vendar de los ojos. Aquellos, que no creen en mí. No creen, en Dios. Y que las palabras, sino tienen vida, son línea de la letra muerta. Que los estatutos patrimoniales. Sólo son, función de su función.
153
Hasta que viene de ello, error y persecución. Que aquel, que vive aquí. No siempre vive. En cambio, el que vive en el reino de Dios. ¡Siempre vive! ¡Siempre caminan! Y tú vives y caminas aquí. Tú eres un fiel testigo. De la luz, de Dios. Y su testimoniar.
154
Y el hombre le miró. Y dijo: ¡Yo creo en ti! ¡Y creo en Dios también! Y en las palabras, que dices. ¡Creo! Y entiendo, de ella en su palabra de letra viva. Que entra al cuerpo. Y vive, en ella la palabra. Entiendo, tu frase.
155
Entiendo, tu frasear. Y el Cristo le dice: ¡Con ello, ya me has pagado! Y el hombre le dijo: ¡Quédate, aquí conmigo! Y él Cristo le dijo: ¡No puedo! Mi Padre, me tiene largo y extenso en faena. Pero tú sigue en aprender. Y el hombre dijo: ¿Y cómo? Y el Cristo le dijo: Pídele a mi Padre. Que mi Padre, a nadie niega.
156
Y el Cristo salió. Caminó mucho. Y unos hombres, de a caballo. Lo vieron. Lo divisaron. Y lo siguieron. Más ellos, no sabían quién era él. Y lo rodearon. Y los hombres le dijeron: ¡Arrodíllate! Y él Cristo dijo: ¿Quiénes son?
157
Y uno de los hombres le dijo: ¡Te hemos dicho, que te arrodilles! ¡Somos, superiores a ti! Y el Cristo dijo: No hay, nadie superior aquí. Y uno de ellos, bajó del caballo. Y lo miró y dijo: ¿Eres un hombre pobre? Y el Cristo dijo: ¡Yo no! Y el hombre le contestó: ¿No? ¡Mírame, y mírate a ti! No tienes dinero para comprar, ni un mendrugo de pan.
158
Y el Cristo dijo: La pobreza, no se ve por fuera. La pobreza, es siempre interna. Y yo tengo riquezas. Que tú, no puedes llegar a imaginar. Y el hombre, lo miró y rio. Se subió al caballo. Y todos comenzaron a lazarlo, Hasta dejarlo, inmóvil. Lo arrastraron un trecho. Y en el caminar, también rompió sus sandalias.
159
Y cogió, golpes en los pies. Y cortes, en ellos al caminar. Lo llevaron al pueblo. Y lo metieron, en un bebedero de caballos. Y allí, lo mantuvieron por horas. Los sacaron. Y lo metieron a una pieza. Oscura, sin nada. Vacía y oscura. Atado totalmente.
160
Abrieron fuertemente, la puerta y lo sacaron de allí. ¿Y dijo uno, de los que a caballo iban: ¡Este hombre! apuntando al Cristo. ¡Dice que tiene riquezas! ¡Mírenlo! Y todos rieron. Y otro dijo: ¡A lo mejor, es hijo de un hombre rico! Y todos, callaron a la vez. Y uno de ellos, se acercó al Cristo.
161
Y le dijo, con temor: ¿Tu padre es poderoso? Y el Cristo le contestó: Mi Padre, es poderoso de sobremanera. Y ellos, se asustaron aún más. Y el mismo hombre le dijo: ¿Hijo de quién eres? Y el Cristo le respondió: ¡Hijo de Dios! Y ellos le miraron y dijeron: ¿De cuál Dios? Y el Cristo le dijo: Del Dios, que posee un infinito amor.
162
Y en su sabiduría, está la verdad de la vida misma. Y ellos, no entendieron. Y otro hombre dijo: ¡Este es el hombre, que habla de la Resurrección! Y ellos se miraron. Y uno de ellos dijo: ¡El loco! Y otro, lo hizo callar. Y entonces, uno de ellos dijo: ¡Desátenlo! Y entre todos, lo desamarraron.
163
Y le ordenaron, la ropa y el cabello. En señal de atención. Otro dijo: ¡Tráiganle comida! Y le pusieron carne, y licor en la mesa. Y él miró y dijo: ¡Yo no como, de esta raza! Y todos lo miraron. Y uno de ellos dijo: Parece, que es verdad que está loco. Y otro le dijo: ¡Es sólo, un animal! ¡Come! Y lo empujó.
164
Y el Cristo le dijo: No, ya comí. Y el hombre le dijo: ¿Qué comes tú? Y el Cristo le dijo: Alimento, que nutre el alma. Y miel, que nutre el alma. Sació mi sed, con el néctar de la verdad. Y todos allí, se miraron y rieron. Lo tomaron del pelo. Y lo sacaron fuera. Y el Cristo les dijo: ¡Gente pobre, en desnutrición!
165
Y lo echaron a gritos. Y le dolían los pies, pues ya no tenía zapatos. Miró, y todo estaba oscuro. Se dirigió, a un río cercano. Y atrapó un pez. Del cual, se alimentó. Miró al cielo, las nubes y estrellas, y decía: Padre, como esta gente puede estar viva. Sin parecerlo. Se le apareció un ángel y le dijo: ¡Tú, el conquistador del alma!
166
El perdonador, de todos los pecados de este espacio. Cumple tu función. Cumple tú acción. Y él Cristo, le dijo al ángel: Pesado camino, el mío. El de estar. Y vivir aquí. Y el ángel le dijo: Es tu ruta, ¡camínala! Y el Cristo le dijo: ¿Tú eres el ángel, que acompañó a mi Padre antes?
167
Y el ángel, que estaba con Jehová, se asombró y extraño. Porque se vio parado, delante del Cristo. Y no se había reconocido. Y Jehová le dijo:!Ciertamente, eres tú ya aprendido! Y el ángel, lloró delante de Dios. Y Dios lo miró y dijo: ¿Qué pasa, por qué lloras? ¿Por qué tu dolor? Y el ángel dijo: Es una pena, que siento.
168
Y que no logro entender. Y Dios le dijo: ¡No llores, que el camino de caminar, es largo! Y lo que mi hijo necesita, es fortaleza. Es esta gente, burda y tosca. Ajena a la vida. Y al amor. ¡Y Yo a él, no lo tengo acostumbrado a ello! Pero él está, en aprender y en conocer. Y que al estar el alma en desnutrir, entra en abandono.
169
Entra en auxilio. Entra en soledad. Por eso. Por ello, que él debe estar acá. Para entregar a otros; que no están. ¡Palabra de línea viva! Que da, al alma alimentar. Por eso. Por ello. Él está aquí.
170
Para entregar de ello. El conocimiento, a los de aquí. Y así ellos tengan, nutrir y vivir. Y que no lleguen a mí, almas atormentadas. Almas abandonadas. Almas en desnutrir. Quiero de ello, viveza en la palabra viviente. En la palabra nutrida. Llegada. Quiero de ello nutrir.
171
E hilar de líneas en línea, de la verdad. Y que no pase de esta época. Sin espacio, pasar. Y que no diga el hombre. Que Dios, no se acuerda de ellos. Que Dios, los perdió en los confines del tiempo. Que Dios, no le importa el penar y el deambular, de esta gente. ¡Porque, no es así! Porque mi trabajar, es por ellos.
172
Porque mi faena, es por ellos. Porque mi amor, es a ellos. ¡Y ellos deben saberlo! Que para ello, envió a los míos. A dar testimoniar. De mis momentos, a ellos. De mis estados, a ellos. De mi trabajo, a ellos. Por eso envío a los míos, para que ellos lleven de mí palabra.
173
Para que ellos entreguen de mi palabra. Y sean de ello, y en mí, testigo clave. De mi estar. Y vivir en ellos. Y que no digan ellos, que Dios no está. Que Dios, no vive. Que Dios, no los escucha ni los ve. Que se olvidó, el Señor de ellos. Y que Yo no estoy en su compañía.
174
Porque, sí estoy en mi reino ya creado y con ustedes en cuidar. Cuanto más, estaré Yo en ellos. Que tienen un camino, de calificar. Y viven en constante carencia. Y viven en constante desnutrición. En constante enfermedad ¡Si ellos necesitan de mí! Es porque están enfermos.
175
Pero, ustedes en mi reino. ¡No! Más de ello, tampoco dejaré Yo. En mi estar. Pondré de ellos, igual atención en su caminar. Pero aquí, donde la brisa da y el océano grita. Aquí Yo tengo estar. Aquí Yo tengo enseñar. Y veo por ellos. Y estoy con ellos.
176
¡Por eso; no llores porque mi hijo que te necesita; para su fortalecer! Porque él tiene de ello, trabajo afanoso. Para dejar, a los de aquí. El Legado del Testimoniar. Que Yo les doy. Que Yo estoy. ¡Qué existo! Que Yo vivo en la palabra. Y que estoy en ella.
177
Por eso. Por ello. Dale tú a mi hijo, la función de su trabajo. Y no amilanes, sus fuerzas. ¡Que él, no necesita de debilidades! Porque el camino que le queda es de mayor tesón. De mayor estar. Por eso. Por ello.
178
Tú no debes, a la debilidad. ¡Porque de ello, Yo no te di! ¡Porque de ello, Yo no tengo! Por eso. Por ello. No quiero, de ti dicha función. Porque tienes de ello trabajo. A tú haber. Porque tienes de ello, prevalecer. Por eso. Por ello.
179
Tú, aprende. Porque tienes de ello, en ser fortaleza mayor. Fortaleza, de un pilar Superior. Y el ángel miró a Dios. Y comprendió, que debía tener de ello mayor atención. Porque aquel, que está con el Cristo; era él. Y el ángel, miró al Mesías. Y Dios lo miró y dijo al ángel, con ternura al mirarlo.
180
Y Dios dijo: ¡No; mírate a ti! Y él, no entendió. Y lo miró extraño. Y le dijo el ángel: ¡No entiendo, Padre! Y Dios dijo: ¡Mírate, allí parado! ¡Y mírate aquí! ¡Ciertamente, que aprendiste! Ciertamente, que sí. Porque aquí estás en tu caminar reciente.
181
Y allí, mirándolo Dios, con el Cristo. Estás, en gran enseñar. Crecido, criado, aprendido en el camino de hoy. ¡Ciertamente, estás crecido! ¡Ciertamente, que así es! Y lo miraba Jehová con felicidad con satisfacción. De ver, a su ángel. En esa situación.
182
¡Qué gran alegría, eres para mí! ¡Qué gran felicidad, eres para mí! Le decía estando allí. En el allá, del Cristo Redentor. Y el ángel miraba a Dios. Y se sentía extraño. En esa situación. El ángel aprendido, se quedó toda la noche con él Mesías. Y Dios lo miraba en complacencia total.
183
Y dijo luego Jehová: ¡Bien aprendido estás! En compañía, de mi hijo amado. Con la enseñanza, y el pasar de ella a él, fortaleciéndolo, guiándole. En la tutela, de mi palabra. A la guía de mi voz. Y luego, comenzó a girar todo. Y el ángel, perdió el equilibrio. Y Dios le dijo: ¡No temas, no te dejaré caer!
184
Y Dios lo tomó y elevó. Y floto, en el aire. A la altura de la cabeza de Jehová. Y él ángel, se sentía extraño. No tenía miedo. Y luego de ello, comenzó a girar muy fuerte; rápidamente. Y así, estuvo un tiempo y luego se detuvo. Y Dios lo bajó suavemente. Y he aquí, que era distinto.
185
Tenía un matiz diferente. Como de piedra jaspeada. Y su vestimenta, también cambió. Era otra. Y el ángel miró a Dios y dijo: ¡Ahora no soy luz! ¡Soy piedra, como tú! Y Dios le dijo: ¡Siempre serás luz! Y el ángel lo miró y dijo: ¿Por qué, de mi cambio Jehová? Y Jehová dijo: De esculpir en la piedra, y forme en la luz.
186
¡Ahora, tu piedra eres! De mayor tesón. De mayor fortaleza. Y el ángel lo miró y dijo: ¡Cambié en imagen, mas por dentro; no me siento diferente! Y Jehová dijo: ¡Es que no lo eres! Y él ángel miró a Dios y dijo: En verdad, que ese Cristo vivo, enmudeció al pueblo entero. Y entregó de ello, perdón de perdones. Pero Padre, por qué otros tienen que hacer mal. Y el perdón de ello, lo paga otro.
187
Y Dios le dijo: ¡No lo paga! ¡Lo perdona! Y el ángel giró de nuevo, en su esencia. Y giró aún más. Y de lejos, escuchaba voces. Voces, que él conocía bien, del reino de aquí. Y he aquí, que Dios lo puso, en la época de que el Cristo, volvía por segunda vez. Como dijo, que haría. Y al ir caminando, por un camino de luz.
188
Y ver al Cristo bajar, de una escalera extensa, de piedra de mármol blanco. Y a cada lado de él, testigo de dicha llegada. Ángeles que a él, le acompañaban. Ángeles que a él, le otorgaban llegada. Y de las trompetas tocar. A ese, que llaman El Cristo. Y el sonido de las mismas, anunciando de ello la Segunda Venida, de Dios vivo. De Dios persevero.
189
Y de ello la voz de los ángeles, que no se veían. Pero se escuchaba. Esta canción.
190
“Dicen que Jesús llegó. Hablan que Jesús llegó. Y que esta tierra. Y que este cielo. Vienen de su Salvación.
Dicen que del cielo, él vendrá. Y que de una nube, bajará. Dicen, que viene a entregar. A esta Tierra Nueva Heredad”
191
Canción, que las voces celestiales cantaban, una y otra vez. Al Cristo Redentor. Y el ángel, que estaba con Dios dijo: ¿Y ello, qué es Padre? Y Jehová contestó: ¡La Resurrección de él! ¡La avenida de él, como prometió! Y sus pies pondrán, pies y talón en esta tierra. En esta Nueva Tierra.
192
Y el ángel, miraba la escena. Y escuchaba las voces de los ángeles, en dicha canción. Y Dios, miraba la escena también. Sabiendo de ello el final. Que no será; el mismo que él anterior. ¡De cierto, que no lo será! Y Dios, desapareció en ese mismo momento. Y el ángel, quedó solo allí. Y no sabía, dónde había ido Jehová. Ni el cómo volver.
193
Y escucho, la voz de Dios decirle: ¡Ve tú a mi hijo, que está ahora, en renacer! Velo, y velo bien. ¡Que el también, es trabajo tuyo! ¡Velo; que así ha de ser! Y el ángel comprendió, que tenía que quedarse allí. Un tiempo contemplando al Cristo, que el guio. Que él enseñó. En la palabra de Dios. En la línea de Dios.
194
Y se sentía extraño. Y se sentía aturdido. Pues, se vio con el Cristo vivo en la Primera Venida. Y ahora, lo veía en su vuelta. Y él allí, mirándole todavía. Y en aprender, de su etapa inicial. Trataba de comprender. Pero se complicaba. Y Dios apareció y le dijo: Consternado, ¿qué te sucede?
195
Y él dijo: ¡No lo sé! Estoy algo perturbado. Al verme en inicio, ahora. Y en el avance, después con el Cristo. Y en el estar, de su Segunda Venida. Y le dijo, el ángel a Dios: ¿Dónde estoy yo ahora, en la Segunda Venida del Cristo, de vida viva? Y Dios le dijo: Tú eres, el mármol de la escalinata, que le dio caminar. Que le dio, nacer.
196
Y cada uno de esos peldaños, en extensión y en amplitud. Fueron tiempos, de tiempos para ti ¡Y en ti! Y el ángel no entendió. Y Dios le dijo: ¡Escucha! Del tiempo de inicio, peldaño a peldaño subido. Y luego de regreso, peldaño a peldaño, bajada en bajada.
197
Por eso. Por ello. Que la iniciación, de la piedra en tu piedra, da lugar a etapas. A líneas. A escritura. Y por eso y por ello. Que se tallo. Se inició de ello, faena implícita. Faena constructora.
198
Porque de ello fue. Piedra sobre metal. Oro, sobre plata. Y la curvita del tiempo Que da inicio, que da razón. A los valores dados. A los valores recibidos. Por línea y acción, de la función. Que cuando da ella un siglo. Dos van a la vanguardia, de la línea del poder.
199
Dos, van al afán. De la persecución, al diálogo. Al concepto local, de la situación. Que da la función, en la acción. Y con ello, la etapa cursada. Y con ello, la etapa pasada. Que de ello es. Y que a ello va. Y él ángel lo mira. Y dice a Jehová: ¡Pero Jehová, tu a tus pies!
200
¡Yo a los míos! ¡Y de ello qué! De ello dice Jehová, ¡todo¡ Ciertamente, todo. Interpretación del diálogo dado, de Jehová al ángel. Los tiempos en su comienzo no eran. Porque, aún no estaba la acción ni la función de ello. Más aún.
201
De ello, no había entendimiento, al diálogo hablado. Pero una vez, que dicho diálogo, dio de hecho a la interpretación. Hubo un periodo de adaptación. Un periodo de aclarar. Un periodo, de poner en orden. En la línea y función, del interpretador. Y de ello, a la acción del mismo. Y a ello, a la actuación de la escena a desarrollar.
202
Impresa, escrita. Y pre-escrita. De mucho antes, que de ello existiera. Y de ello preparada. Mucho antes, de este teorema se daba. Por eso. Por ello. Tú, a tus pies. Yo a los míos. Es decir: Dios a tus palabras, camino en el camino.
203
Hablar de ello, en el caminar. Dicho más simplemente. Que Dios habla, en la historia y hace de ello palabra. Y en el caminar nuestro, de todos y de cada uno. Escribimos de ello, en la acción de nuestra función. Cada vez, que decidimos. Cada vez, que hacemos uso de nuestra voluntad.
204
Y a ello, una vez hecho. Y actuado en la acción. Que también, es nuestro caminar. El resultado del mismo. O bien, consecuencias de mismo. Bien, o mal elegido. Bien, o mal actuado. Por eso. Por ello. Y de ello, ¡Qué!
205
De ello dice Jehová, ¡todo! ¡Ciertamente, todo! Es decir, todo lo que se hizo, en función de una acción. A la línea de ello, todo. Tendrá resultado. Todo, tendrá repercusiones. Por eso por ello, actuar. Decidir y caminar siempre. En el guiar de Dios.
206
En el aprender de Dios. Porque así la función de la voluntad, tendrá de ello, otras líneas. Otro historial. Y de ello, la mejor elección a tomar. ¡Porque quien mejor que Dios, que conoce, nuestro caminar sabrá de ello! ¡El consejo, entregar! ¡Quién mejor que él, para nuestro mejor caminar!
207
Y el ángel, que en el emblema de su enseñar, y en la línea de su aprender, de Dios en él agrego: En la medida de mi camino ya caminado, les digo, que he sido bien aconsejado. Y prosiguiendo el ángel de Jehová, a un confuso diciendo: ¡Yo Jehová, velo! (Significado de Velo: Estar en ello) Y en el instante, el ángel fue llevado al pie de la escalinata. Donde, en la cima estaba el Cristo. Aún, sin bajar. Y Dios dijo al ángel: ¡Sube!
208
Y el ángel poso su pie en la escalera, del primer peldaño. Y comenzó a girar, y se veía él, en aprender de ello. Para la ocasión de ayudar, al Cristo en su caminar. Su estado, estaba dividido. Es decir, estaba con Dios, en su inicio. Luego, con el Cristo en su Primera Venida. Y en otro estado, estaba en la escalera, de su Segunda Venida.
209
Y el ángel, veía todo girar. Y una cantidad de escenas. En las cuales, aún no vivía. Se, veía a sí mismo. Y los espacios, se alteraban constantemente para él. Que los llevaban, de un inicio a otro siempre. Se veía con los suyos, en el reino de Dios. Y con Dios al lado, aprendiendo lección. En la cual, él necesitaría para acompañar al Cristo, en su vida de acá.
210
Y Dios a su estado, le entregaba escritura y línea de ello. Mientras lo miraba él, desorientado y a ratos de tiempo, en entender. Giró luego, bruscamente. Y se vio, en otra etapa tranquilo sin nada, sólo él. Era una sala enorme con paredes, más no con pisos. Era extraño para él. Ya que en el reino donde él esta, no hay divisiones de muros.
211
Y caminó el, por una especie de pasillo. Y sólo eran, muros altos. Sin cubrir, de cielo. Y una voz, de ello le dijo: ¡Camina! Y así lo hizo. Entonces, mirando las paredes vio un lienzo escrito. Pero de ello, él no entendió, dicho escribir. Luego siguió avanzando. Y al llegar a una división del mismo, vio una puerta que decía:
212
“Jehová está aquí” “Jehová vive aquí “
Y la voz, de su interior dijo: ¡Dentra! Y así hizo. Al entrar había mucha luz, tanta que no lograba ver nada. Y la voz le dijo: ¡Camina! Y el, así lo hizo. Y caminó y camino, por espacios largos.
213
Y encontró, sin sentido el caminar. Y se detuvo. Y la voz le dijo: ¡Camina! Y él camino, nuevamente. Y pasó tiempo de ello. Y logró divisar, algo que parecía, una copa tallada. Puesta, en una especie de repisa flotante. Y miró la copa. Y reconoció la escritura. Y leyó de ella.
214
Y al momento de tocarla. La voz le dijo: ¡No! ¡No es tu destino! Y luego giró en la misma pieza. Y vio una hilera interminable de copas. Y caminó dicho espacio. Y cada copa, estaba escrita. Y cada copa, tenía grabados. Miró al lado contrario de las copas. Y vio una mesa de gran peso, y fue a ella.
215
Y luego se sentó. Y vio alimentos, y él al tomarlos le dijo una figura: ¡No, comas! ¡No bebas! Y lo vio el ángel, y lo reconoció y dijo: ¿Es tu destino? Y la figura le dijo: ¡Sí, lo es! Entonces dijo la figura, que aún no era ser errante en la tierra. Ni tampoco, alma en ello. ¡Soy, lo que Soy!
216
Y de ello, a la vida voy. Y de ello, en la vida estoy. Preparándome, para mí caminar extremo. Preparándome, para mí caminar paseante. Y el ángel lo vio y dijo: Tienes frase divina de Dios. Y la figura dijo: ¡De ti, lo aprendí! Y el ángel, se extrañó y dijo: Yo debía, enseñarte y fortalecerte, en el allá. Y apareció otro ángel, que los miró a los dos y dijo: ¡Tú estás, en aprender!
217
¡Y tú también! “Se riega el árbol siempre, esperando su fruto. Aún, siendo sólo semilla” Y ambos se miraron, y entendieron. Y el ángel dijo: En el aquí, lazos. En el allá, líneas. Por eso; aprender. Que de ello, necesitarás para más adelante. Y el ángel le preguntó, a la imagen que con él estaba.
218
¿Tú puedes, evitar tu historial? Y él le dijo. Aún, no en formación. Aún, no en línea. Aún, no en alma. Estoy, en la historia. ¡Incluso, antes de nacer! Y lo que Dios escribe. ¡Hecho esta!
219
Y lo que Dios habla. ¡Escrito está! Y el ángel lo miró y dijo: En vez de yo enseñarte. ¡Tú me enseñas! Y él dijo: No. Diciendo, el nombre del ángel. ¡Tú me lo enseñaste ya! Todo lo que yo te digo, lo aprendí de ti. Lo que ocurre es, que tú estás en tu aprender e inició de ello.
220
Y el ángel, a medida que iba en caminar, más entendía el proceso. ¡Y no es que fuese él, dicha escalera! Si no, que él era el paso, de esa escalera, según el avance del Cristo. Y allí, él lo entendió. Y cuando de ello, hubo entendido. Giró en su sitio. Y vio, que estaba en el reino con los suyos, se puso feliz. Y los suyos también.
221
Y les contó a ellos, lo que le acaeció. Y los suyos, estaban maravillados con lo que él les contó. Y estaba él sobre exaltado, con lo aprendido y visto. Luego se escuchó la voz de Jehová, pidiéndole al ángel, subir. Y ellos, querían escuchar más. Pero, el ángel subió. Y vio, a Dios de pie. Y le dijo sin mirarlo.
222
Te he pedido venir, porque tengo de ello, letras para ti. Y el ángel, esperaba ver el rostro de Dios. Pero él, no giraba para verlo. Y le dijo Dios a él: Dirígete, aún lugar que Yo te indicaré. Donde encontrarás, escrituras que tienes que aprender. Enviaré contigo, guía de guía, para que logres de ello, total claridad. ¡Ahora, puedes irte!
223
Y el ángel le dijo: ¿Padre, por qué no me muestras tu rostro? Y Dios le dijo: Mi rostro, ya no está. Y el ángel, se inquietó. Y dijo el Ángel: ¿Qué ocurrió con él? Y Dios dijo: En formación esta. Si me giro, no verás nada. Y el ángel se asustó. Y Dios le dijo: ¿Por qué de tu miedo, no tiene referencia? ¿Te he hecho daño Yo, alguna vez?
224
Y el ángel dijo:¡No, Señor, no! Y dijo Dios al ángel: ¡Ten cuidado! Diciendo el nombre del ángel. No tomes, de la entidad a enseñar. Sus sensaciones, sus sentires. Que de ello, sólo a él pertenecen. ¡Y a nadie más! Y si de ello tomas, no cumplirás con tu fin. Y el ángel dijo: Puedes decirme, como no tomar de ello.
225
Y Dios le dijo: ¡Tú nunca serás entidad! ¡Tú nunca pasarás, por lo que él pasará! ¡Tú nunca pasarás, de una vida a otra! ¡Tú nunca, tendrás un alma! Y así prosiguió el Señor de ello. Hasta que él ángel, entendido de ello. Y luego, se retiró. Pasaron los tiempos de tiempos, en el reino de Dios. Y todos en aprender. Todos en claridad.
226
De pronto, se escuchó en él reino un ruido ensordecedor. Que llamó la atención de todos. Una luz que parecía mayor, que la de Jehová. Entró al lugar. Sin de ello pedir entrada. Ni salida. Era un ser, que ellos no habían visto nunca. De larga cabellera, escritura en su vestimenta, ojos de luz. Extraño en verdad. Traía, una especie de cetro.
227
Y en sus pies, tenía calzado extraño. Ellos lo miraron. Y dijeron: ¿Quién sois? Y él dijo: ¡Paseáis por mí! ¡Y no me conocéis! Y ellos no entendieron. Y Dios, le pidió venir. Y subió el, a las instancias de Dios. Era extraño en verdad. Traía bajo sus pies, una especie de esfera.
228
Pero, sin espacio. Y en la orilla de este, apoyaba su cetro. A ratos, se llenaba de fuego, que no alcanzaban a subir a su rostro. Y el ser entró, en donde estaba Jehová. Y Jehová le recibió. Y le dijo: Te he hecho venir. Porque veo, que tú estás en expansión mayor. Y él ser le dijo: ¡Si, así es! Y Dios le dijo: ¡He de tomar de ti! Y hacer tiempos pequeños.
229
Tiempos breves. Tiempos de etapas, minúsculas. Y él le pregunto: ¿Cuál, es la causa de ello Jehová? Y Jehová le dijo: Crearé nuevas líneas. Nuevos espacios. Nuevas siglas. Y de ello, necesito tiempos breves. Tiempo de espacios menores. Y él ser le dijo: ¿Y por qué de ello Jehová?
230
Y dijo Jehová: ¡Para qué ellos tengan historia! ¡Para qué ellos, sean contados! Para qué ellos, sean en la escritura, línea del hacer! Y que de ello, tengan existencia en mí. Y tomó Dios al ser llegado, y lo volvió polvo. Y de él salió una especie de lengua de agua, pero no era agua. Y el polvo depositado, Dios lo tomó en sus manos, y lo depositó en una especie de elemento extraño.
231
Y de ello, de soplo en soplo. Y he aquí, que este polvo comenzó a girar. Y a moverse, por todo el lugar. Y he aquí, que Dios le dijo: ¡Ven aquí! Y el polvo, de ello fue. Y Dios observó al polvo y dijo: He aquí que Yo haré de ti vida. Y partículas de ella en la vida misma, pero hoy. Pero ahora. Pero mañana.
232
En pequeñas partículas de tiempo. Que llevare a terreno. El cual, he de construir. El cual, he de formar. Pero hoy, tú solo gira. Y se de hecho, tiempos menores. Para que así Yo, cuando te necesite. Te tomaré, ya listo. Y haré de ti, tiempo en ello. Vida en ello.
233
Historia de ello. En otros. Y para otros. Y así habrá una historia, que podrá ser contada. Podrá ser vivida. Por eso ahora, tú sólo gira. Y convierte tu esencia, en aquello que te he dado hacer. De vez en cuando, las partículas de polvo salían del envase.
234
Pero luego de ello, entraban. Y Dios trabaja y enseñaba, siempre a los suyos. Y los suyos, aprendían y lo escuchaban. Pero algo ocurrió a Jehová, cuando estaba en su reino, en compañía de los suyos. Una actitud, lo envolvió. Una ira, se apoderó de él. Y los suyos, lo miraron y se extrañaron de ello. Ya que Jehová, no era de ello.
235
Tenía la molestia, en la voz. Su habla, era áspera. Todos se preguntaban, qué ocurrió. Cual, es la razón de ello. Y Jehová levantó sus brazos. Y luces, de agresividad violenta, lo envolvieron. Imágenes extrañas, de rostros lo rodeaban. Jehová tenía las manos extrañas. Y los suyos, sólo lo miraban.
236
Y ellos se preguntaban, que le pasaba a Jehová. Jehová subió a su morada. Y pidió, que nadie subiera. ¡Ni siquiera yo! ¿Y que, he de escribir yo ahora, de ello? Y Dios me dijo: Escuchad. ¡Más, no mires! Y prosiguió, hablándome. Me hallé Yo rodeado, de una fuerza ajena a mí.
237
Mi estado, era de prevalecer. Pero los míos, de ello no. Por eso, que salí del lugar, para su protección. Y he aquí, que esta fuerza me contrarrestó. Y fue, como una lucha de ello. En contra de mí. La furia era mucha. Un odio que no tiene convocatoria. La ira impenetrable. Fui abordado, por diferentes espíritus que no eran de mí.
238
Pero, que iban a mí, en mi destrucción. Tome mucho, de ello. Convocados, todos ellos. En unión, de uno solo. Para mi partida final. Estuve en ello. Por tiempo largo. Y logre dar luz, a cada uno de ellos, en su lucha hacia mí. Los enfrenté y luego los sometí.
239
Conocedor de ello. Los envolví de ello. Al igual que ellos, a mí lo hicieron. Y uno a uno. Ellos sosegados. Ellos detenidos. Ellos quietos. Y al tener de todos, ellos en tranquilizar. Más, no sin su esencia, de lo mismo. Yo tomé de ellos y deposite.
240
En un casquillo que selle. Quite, a esta esencia su furia. Su ira, su estar. Pero de ello, seguían teniendo su esencia. Porque de ello, eran. Por lo tanto, ajeno a mí. Cuando logre aplacar dicho estado. Dije que de ello; no podía eliminar. Por qué, no Soy de ello. Y contrario a mí, jamás seré.
241
Aunque sea ello. La peor, de las esencias. Pero, no podía dejar que de ello se esparciera. Por eso, que lo ubique en dicho Galo. (Significado de Galo: Recipiente sellado) Y miré dichos espíritus. Y me quedé allí, en compañía de ellos. Salí de mi reino, en el tiempo en salir. Y me dirigí a un lugar. Que llame, El Olvido.
242
Y deposite, dentro de un sellado, dichos espíritus. Los mire, por largo espacio de tiempo. Y cubrí de ello, con muros y puertas, de no entrar. Llame, a unos de mis ángeles, Natalién. Y dije: He aquí Yo te he enviado, a llamar. Para que prepares ejércitos. Porque de ellos tendremos batallas. El ángel lo miró.
243
Y se extrañó, porque del tiempo y espacio creado. Jamás, ellos se habían ido en batalla. Sí, habían protegido el lugar, o lugares. Pero jamás, los ejércitos de Jehová habían ido, a una batalla. Aunque de ello, estaban preparados. Y Jehová, esperó llegada de los ejércitos pedidos. Porque si bien es cierto, Jehová tenía muchos soldados ya creados.
244
Pero cada grupo de ello, era para una función determinada. No todos los que él había preparado Eran, para todas las batallas. ¡Porque, no es así! Cuando todos, los que habían de asistir estaba allí. Jehová les dijo: He aquí que Yo, os voy a presentar, a estos espíritus. ¡Verlos y escuchad! Dijo a sus soldados. Jehová, levantó sus manos.
245
Y creo, una especie de sellado, alrededor del lugar. Y abrió, el sello antes puesto. Y los espíritus, se dirigieron a los soldados, no ha Jehová. Puesto que él, ya sabría como lidiar con ellos. Y los espíritus entraron a los soldados, y todos ellos en lucha. Con los mismos.
246
Y he aquí, que cada uno de los espíritus, una vez derrotados, volvieron al espacio en sellar. Y dentro de este tubo, se decían entre ellos. ¡No podemos, no podemos, doblegar! Y cuando entró el último, Jehová lo sello definitivamente. Y sucedió que Jehová dijo: ¡Ya están listos, y saben cómo lidiar con ellos! Ahora venir, porque de ellos hay más. Y fue Jehová con ellos.
247
Y hubo batalla de batallas, en los espacios. Y cuando no quedó de ellos, ninguno. Jehová, fue adonde el creador de los mismos. Y dijo a sus soldados así: ¡Ir y llevarlos, a donde están los demás! Y de ello hacer prisiones, con sello de Dios, en no pasar. Ir y hacer, como os he enseñado. Y así hicieron ellos. Y Jehová se dirigió al lugar, donde está el creador de los mismos.
248
Pidió, entrar. Y él ser, no le contestó. E hizo Jehová, entrada al lugar. Era vacío, sin vida. Sin nada, de lo que es Jehová. En ello, había un ser, vacío sin línea. Sin estados. Sin extensión, sólo vivía en ese lugar. Más, no tenía de ello extensión. Formaba espíritus, salidos de él.
249
Y luego los enviaba a invadir. Aquello que tenía que invadir. Jehová le dijo al ser así: ¡Vengo a llevarte! ¡Porque suelto, no puedes estar! Y el ser dijo: ¡Yo ya estoy preso aquí! ¡Y no puedo salir! Por qué tu poder, cubre toda instancia. Y Jehová le dijo:¡Tú prisión te espera, y los tuyos también! Y el ser lo miró y dijo: ¡Que he de hacer yo, ante ti Jehová!
250
Y Jehová dijo: Ven, con los tuyos. Jehová sintió tristeza, por este ser. El cual, fue con él, sin resistirse. Pues, sabía él ser, que Jehová no era de destruir. Además, él ya estaba destruido. Y Dios puso en la cárcel, junto con los demás. Y sello a dicho lugar. Dejó a soldados, allí también. Y en cada espacio de esquina, dejo también soldados.
251
Y Jehová, los visitaba. Para que ellos los suyos, tuvieran nutrir y enseñar, en Jehová. Fue a su reino. Y bajo a hablar con los suyos. Que estaban, asustados. Porque no habían sabido, nada de él. Y los suyos, le dijeron: Jehová y tú. Y él contestó: Yo aquí. ¡No temáis!
252
Que os contaré, el porqué de ello. Y conto Jehová, lo que ocurrió. Y lo que ello, era. Poco a poco los suyos. Comenzaron a calmarse. Y un ángel le pregunto: ¡Y por qué, no acabaste con ellos! Y Jehová, le contestó con tristeza: Ellos nacieron, destruidos. Y el ángel lo miró y dijo a Jehová: ¿Por qué tú Jehová, te apiadas de espíritus, que ya están dañados?
253
Y que destruyen de ello todo. Y Jehová le dijo: Vosotros, aquí estáis en alimentación. En criar constante. Vosotros, aquí tenéis de todo. ¡Nada os falta! Pero ellos, ya nacieron en carencia. Ellos ya nacieron, en desnutrir. Que si Yo fuera a ellos, para alimentar y nutrir.
254
Ellos no tomarían, porque no son ajenos a su esencia. Así como Yo, no soy ajeno a la mía. Por eso. Que Yo me entristezco, por qué ellos están en lo suyo. Y Yo en lo mío. ¡Y no tengo Yo de ellos nada que hacer! Dijo Jehová, dolido. Y los ángeles, se entristecieron también, junto a Jehová.
255
Y uno de ellos dijo: En verdad Padre, que eres todo bondad. Todo amor. Y estas, en total misericordia. Y Jehová lo vio y dijo: ¡Que palabras, son esas las tuyas! ¡Que son de ello! Y el ángel lo miró y dijo: Estoy aquí. ¡Y tú allí! ¿Qué puedo saber yo, de ello? Y Jehová lo vio y le pidió ir a él.
256
Y he aquí, que Dios le tomó y abrazó. Y el ángel lloraba mucho. Tanto así, que su esencia no podía sostenerlo y cayó, cerca de Jehová. Herido de dolor. Y he aquí que Jehová le dijo: ¡Levántate! Y el ángel le dijo: No puedo. Y Jehová le dijo: ¡No sientas el dolor de ello! Sino, el amor a ello. Y he aquí, que el ángel se incorporó. Fortalecido.
257
Y lleno de amor. Los demás le vieron, y se asombraron. Por qué tenía él, semejanza a Jehová en el mirar. Y todos estaban extrañados de ello. Pero entendieron más, de la misericordia y amor de Dios a los suyos. Entendieron de ello, que Dios jamás, nada destruiría. Porque él no es ajeno a su esencia.
258
La misericordia de Dios era a todos ellos, de gran amor. Y él estando allí con ellos, les pregunto: ¿Quién de aquí es de mí, misericordia? Y ellos nombraron al ángel, que Dios le abrazó. (Hay nombres de ángeles, que no se escriben. Porque, no hay de ello al vocablo expresar) Y Dios dijo: ¡Ciertamente, que así es! Y Yo les pregunto nuevamente; que era él, antes de ese abrazo. ¿Era de mi misericordia?
259
Y ellos dijeron: ¡Sí! Y uno de ellos agregó: Puesto que la misericordia es amor, aquel que se le dice, en debilidad. Y Dios dijo al mismo: ¿Y quién, está aquí en debilidad? Y todos dijeron: ¡Nadie Señor! Y el ángel, que contesto los miró y dijo: Ciertamente nadie. Y Jehová, esperaba respuesta. ¿Cómo se puede entregar misericordia, al que trae consigo, debilidad?
260
¿Y cómo, entregar allí de ello, si no había nadie en ello? Y dijo Jehová: Yo que estoy en misericordia, ¿usé alguna vez, con alguno de ustedes? ¡Si de ello, aquí no hay debilidad! Y él ángel, no tenía respuesta de ello. Y Dios le dijo: ¡Tú de ello, tienes! ¡Vosotros, de ello tienen! Pero aquí, la misericordia no da al uso. Pero no quiere decir, que no se tenga.
261
Y un ángel dijo: ¿Y alguna vez, se usará Padre? Y Dios le dijo: Ciertamente, que si he creado de ella. Es por qué, ella tendrá uso. ¿Y cuándo será de ello Padre? Y Dios le contestó: ¡Cuando sea! A Dios le gustaba estar y enseñar a los suyos. Ello, lo llenaba de alegría. En mostrarle, lo creado. Lo hecho.
262
Jehová sin duda alguna, era para ellos Padre de amor. Padre ejemplar. Y un ángel de allí le preguntó: ¿Padre tu eres, el único creador? Habrá otros padres, antes o después de ti. Y todos rieron. Al terminar él, de preguntar. Dios dijo: ¡Sí! Y todos al instante, dejaron de reír.
263
Y uno dijo: ¿Pero cómo, no eres tú el único Padre? Y Dios dijo: Plante una semilla, y luego otra y otra. Y de ellos árboles forme, y de ello frutos. Entonces, de una rama pueden nacer muchos frutos. ¡Pero una sola es la semilla! Y ellos preguntaron: ¿Árboles de árboles? ¿Semillas de semillas? Y dijo Jehová: ¡Sí arboles de árboles, semillas de semillas!
264
Y extendió Jehová su mano y mostró de ello árboles de árboles. Y semillas de semillas. Puesto que ellos, no conocían dicho palabrar. Y un ángel dijo: Y ese árbol y esa semilla, tienen padres ya, que son padre. Y Dios le dijo: ¡Yo Soy el Padre, de toda semilla! ¡Soy el árbol, de todo fruto! Y el ángel le preguntó: Y esos frutos, vienen del mismo árbol.
265
Y Dios dijo: ¡Todo fruto tiene su raíz! ¡Todo árbol, tiene su semilla! Y de cierto, que les digo, que creare diferentes árboles. Diferentes semillas. Y todas ellas, tendrá inicio y raíz. Y todas ellas, tendrá fruto y terminar. De cierto, que así será. Y otro ángel dijo: ¿Cuántos borregos calzo? Y Dios le dijo: ¡Que tus borregos calzos, no es el problema!
266
¡Si no, que de ellos, te calcen a ti! Interpretación, de los árboles y semillas. Dios, se refería a la raza humana. Que da de ello descendencia, a través de sus frutos. Por eso, ¡cuidado con esos frutos! ¡Qué no se pierdan! Porque, no solo se perderán del fruto. ¡Si no, de toda la rama! Y de la pregunta, de los borregos. Alinearse, a la historia contada de ellos.
267
Y el ángel le dijo: ¡Ciertamente, que así es Jehová! Entonces subió Jehová, a su morada. Y vio que el polvo de luz guardado, tenía partículas que se movían en forma particular. Como que cada partícula, tenían su propia movilidad. Y tomó Dios una de ellas y dijo: Que el tiempo se hizo más pequeño. Para que otros, tengan historias que contar. Pequeñas, celdillas de tiempo.
268
Que tendrán de ellos, tiempos de tiempos pasar. Y sintió un ruido, y un ser apareció. Era el hombre, que Dios volvió polvo. Y Jehová dijo: Ha, ¡ya estás aquí! Y dijo él así: Pediste llamar, aquí estoy. Y Jehová mostró a él, lo que de él sacó. Y dijo el ser a Dios: ¡Ciertamente que tiempo menor es! Y sucedió que estas partículas giraron y rodearon, a este ser.
269
Y Jehová le dijo: ¡Escuchad! Quiero, que de ellos hagas instancias de tiempos, más pequeños. Y el ser dijo: ¡Más pequeños! ¡Si de ello es, desaparecerán! Y Jehová dijo: No, no lo harán. Porque de ello, Yo ya designe así. Espera, la división menor. Que de ello Yo, quiero dar a la historia, tiempo de contar.
270
Y formaré de ello, espacios nuevos. Tiempos nuevos. Estados nuevos. Raíz y semillas nuevas. Daré de girar una esfera, que cubra de ello el habitar. Y pondré en la misma, vida de vida. Estados de estados. Momentos y separaciones, de esos momentos.
271
Pondré, raíz de raíz. Y moldear de moldear. Y haré allí, a entidades, de allí. Y el ser escuchaba, atentamente lo que Dios decía. Pero antes de ello, quiero que tú hagas de ello, tiempo menor. Tiempo diminuto. Y el ser le dijo: ¿Y esas entidades, que serán? Y Dios dijo: Serán vida. De ello en raíz de raíces.
272
Y el ser dijo: ¿Y serán luz, como los de aquí? Y Dios dijo: ¡Ciertamente, que así será! Y habló Jehová, largo rato con el ser, y luego lo despidió. Fue a otro lado del lugar, y tomó de entre sus manos, calor. Luego ese calor, se convirtió en fuego. Y ese fuego, en agua, y luego aire. Y giró todo al unísono. Dios le sopló, y de ellos unió.
273
Y de ello dio forma, y Dios dijo: Calor que lleva calor, aún ser de Dios. Vida que lleva vida, aún ser de Dios. Fuego que ilumina, y que no apaga la flama. ¡Por qué vida es! Agua que cubre todo, y que de ello va a la vida y línea de Dios. Y sucedió, que todo en unión, todo en vida, todo en todo, uno sólo. Y ello giró, y no dejó de girar.
274
Y vino a la presencia de mí, un renacer, un inicio. Y siguió en su girar. Todo aquello, que tiene girar, tiene vida en Dios. Todo aquello, que está en girar, tiene vida en Dios. Y Dios depositó de ello, para que siguiera en su formación. Para que siguiera, en su instancia. Lo mismo que hizo, con el polvo.
275
Que en partículas, de tiempo pequeño se convirtieron. Y espero de ellas, su girar posterior. Jehová siempre estaba en sus labores, no dejaba de ello. En estar. Jehová tiene de ello, siempre el estar. Hubo un tiempo, en que Jehová hilaba la palabra. Y en su telar, unía fraseo, y unía diálogo de su palabra.
276
Y entró un ángel, que no vio el hilo y lo cortó. De suelo a suelo. Y Jehová lo miró, al ver de ello en dos trozos, cortar. Y dijo al ángel: ¡Haz cortado, el hilar en la palabra. Y el ángel no entendió. Y dijo Jehová: ¿Cómo sea de unir, la palabra a otra cortada? Y él ángel dijo: ¡No entiendo!
277
Y Dios dijo nuevamente: ¿Que haz de hacer, si la frase, no se agrega a otra? Y el ángel dijo: ¡No entiendo! Y Jehová, le hizo muchas preguntas, al ángel. Y él no las entendió. Y Jehová dijo: Ciertamente, carente eres en la palabra. Y Dios le dijo: Te envié llamar. Y él ángel dijo: Si Padre. Y Dios dijo: Te envíe llamar, para qué cortarse el hilar.
278
Y él dijo: ¡Y lo hice! Dijo confundido. Y Jehová dijo: ¡Ven aquí! Y sucedió que Dios, abrió su boca a la boca del ángel. Y dio diálogo en la voz. Y este ángel, al ver de ello vocablo unido. Tomó hilo partido y lo unió. Y dijo Jehová a él: Ve ahora, por él reino y habla, ¡sólo habla! Y él así hizo.
279
Pero nadie, le entendió. Nadie, de ello comprendió su hablar. Y llamó Dios a otro ángel, y dijo: Ven aquí, he aquí que envíe ha dicho ángel, al diálogo realizar. Y él así hizo, y nadie entendió. Y el ángel llegado dijo así: Si Padre. Entonces Dios, le dio una copa, la cual contenía un líquido, y le dijo: ¡Bébela, y te harás entendido en la palabra! Y darás de ello, interpretación al diálogo.
280
Y él bebió y sintió su boca extraña. Y sintió de ello rareza. Y Jehová le dijo: ¡Saborea la palabra! Y el ángel no entendió. Y dijo Jehová: Siente el gusto, de la interpretación. Y el ángel siguió tomando del líquido. Y guiado por Dios, aprendió. Y luego de ello Dios le dijo: Ahora ve con los demás, y da de ello interpretación del palabrar, a la palabra hablada.
281
Y así, hizo él. Después de un tiempo de ello. Todo el reino, estaba en admiración. Todos estaban encantados con él palabrar y fraseo, del primer ángel bajado. Y luego de ello, el segundo ángel en interpretación de ello. Y el reino entró en gran aprender con ellos. A través, del diálogo de Dios en la palabra. Jehová era Dios Padre en su reino.
282
Y los que allí estaban, vivía en armonía con él. El sol de la gloria, iluminaba todo el reino. Y el reino con él, en renacer constante. Pero Jehová sabía, que las cosas pronto iban a cambiar. Sabía, que uno de sus adorados, Sus criados. Sus amados. Iba pronto a cambiar. Y ello, él lo sabía.
283
Por eso. Por ello. Que él se retiraba de vez en cuando, para estar tranquilo. Porque sentía, el agobio. Que estaba por venir. Jehová, presenció cambio de etapa. Cambio de tiempo. Y he aquí. Que Jehová dijo a los suyos así: ¿Quién, quiere ser como Yo?
284
Y todos, lo miraron. Y no entendieron. Y repitió Jehová, a ellos. ¿Quién quiere ser como Yo? Y un ángel que allí estaba, le dijo: ¿Por qué nosotros, querríamos ser como tú Jehová? Y preguntó Jehová nuevamente. Y uno de los ángeles dijo: ¡Yo quiero ser como tú! Y Jehová le dijo: ¿Por qué de tu petición? Y este ángel, contestó: ¡Para crear Señor!
285
Y Jehová giró en sí mismo, y desapareció. Se retiró. Para estar solo. Estaba triste, agobiado. Y un ser, por él creado. Se le apareció y dijo: ¡Tú, a tú pena Jehová! Tú a tú pena. Y Jehová, miró al ser con ternura y dijo: Los míos, piden de mí cada vez más, y Yo les doy. Y él ser dijo: Es tu herencia Padre.
286
Y el ser le dijo también: ¡Entonces, ve y da Jehová! ¡Que de ello eres! Y Jehová así hizo. Volvió a su reino, después de esa salida. Y dijo así a los suyos: Vosotros los que queréis ser como Yo. ¿Qué lugar ocupareis? Porque les digo, que Yo todo el lugar, ya he ocupado.
287
Y él que le dijo, que deseaba ser como él respondió: Yo puedo ocupar lugar, donde tú no estés. Y Jehová levantó su mano y dijo: ¡Que tú siembres, que tú coseches! Y lo envió lejos de allí. Y Jehová dijo: ¿Alguien más de vosotros, de ello? Y todos se miraron y dijeron al unísono: ¡No Padre! Y los ángeles se juntaron y conversaba, del ángel salido.
288
¿Para qué ser Dios, como Jehová? ¿Por qué él, de ese decir? Y otro dijo: ¿Puede que esté, este en evolución o en otro tiempo? Y otro ángel agregó: ¿Quizás el cree, que Dios puede ser? Y otros conversaban lo mismo. Y Jehová desde su altura asomaba sol, para ver al ángel salido. Que en pasos de él, andaba. Y lloro Jehová, por ello.
289
Lloró, su pena de ello. Por qué a su juicio. Y al de todos. No había razón, de ello en pedir. ¡Que función tendría él, de ser un segundo Padre! Un segundo Dios. ¿Qué necesitaba él? O que quería el ser, siendo padre, al igual que Dios. ¡Que creería él, si ya todo estaba creado!
290
Si ya todo, estaba hecho. Y una luz; en su preguntar Dios de ello, le iluminó a Dios la faz, y le dijo: Que hay de ti Jehová, de tú pena, de tu llanto. ¡Que tú sabías de él su caminar, en el momento de su crear! ¡Por qué tú creas! ¡Por qué tú soplas! Porque, tú eres la vida. Y la vida, eres tú.
291
Por qué tú; creaste a ese ángel. Y le hiciste ese momento, para después llorar y lamentarte ahora. Eres tú Jehová, el iniciador de ello. Eres tú Jehová, causal de tu propia pena. Y Jehová, lo escucho en silencio. Y en llanto, le dijo a la presencia: ¡Bien dices! Que Soy Yo Dios, de dar, y entregar. Dios de Ser. Y renacer.
292
Que Soy Yo, de épocas pasadas y presentes. Y en pro de los míos, voy. He aquí que Yo hice y cree este momento, para llorar de él su desarrollo. En verdad que Yo Soy, causal de mi propia pena. De mi propio llanto. Y es verdad, que Yo entré en ello, Sabiendo, que de ello era. Y la presencia le dijo: Ve a los tuyos Jehová, y cuéntales de ello, el porqué.
293
Y Jehová, se presentó ante los suyos, que murmuraban. Y he aquí, que al presentarse Jehová, lucia distinto. Lucia, irradiado en rostro. Lucia, con una especie de elementos extraños sobre su cabeza, que estaban sobre él, cuando él estaba. Y su traje era otro, con encandalilllados nuevos y reforzados. Sus manos, parecían encendidas.
294
Sus pies, era distintos. Era como que había cambiado. Y en verdad, lo había hecho. Y los suyos le preguntaron: ¿Qué hay de ti Jehová? Y Jehová dijo: Yo Jehová, el de la vida. En la vida, cambie. ¡Ciertamente, cambié! Y los suyos le dijeron: ¿Porque la causa, de tu cambio?
295
Y él dijo así: Preparé camino, para él ángel que quería ser como Yo. Por qué, de él Soy. Y a él voy. Y ciertamente, él es uno, en mí. Él es de ello, para mí. Y ellos, no entendieron. Y Jehová les explicó diciéndoles así: Del inicio de este reino, lo cree. Y sabía que este momento, que Yo cree. Que Yo escribí, llegaría.
296
No era él. El, de ser Yo. O ser, como Yo. Si no, que a él preparé, para este momento. Que Yo escribí. Que Yo herede. Y no fue de ello voz de él. ¡Si no, mía! Pues, Yo puse en él dicha frase. Y un ángel le dijo: ¡Él quería ser como tú! ¿Por qué tú a él, pusiste en dicho actuar?
297
Y Jehová dijo: ¡Ciertamente, que así es! Y, todos se exaltaron. Y, todos se extrañaron. Y hubo en ese momento, alteración en el reino, por dicha respuesta de Jehová. Y Jehová los dejó, y luego de un rato dijo: ¡Escuchadme! Yo, Jehová Soy Dios. Creador de la historia. Creador de los momentos.
298
Y he aquí, el porqué de ello. Y comenzó Dios a relatar de ello. Me encontraba, en mis faenas diarias hacia ustedes. Y tomé de la sustancia, y la hice girar. Y sucedió que esta sustancia, envuelta en la vida. Dios sopló. Incontables veces. Y miró otras tantas.
299
Y Dios, habló a la sustancia y dijo a ella así: ¡Tú de mí, estás en mí! Ver de líneas. Guiar de sustancias. A ti te enviaré, a relatar mi nombre. A nombrar, mis pasos. A otros, de otros tiempos, de otras latitudes. A ti veré, en envío de mí, a través de mensajes creados. Para él guiar, de unos a otros. A ti, llevaré en línea de fuego. Y tomaré de ti, atar de atares.
300
En unión de los míos, al guiar de otros. Tomaré de ti. Para mí consolidación, que de ello es Y a ello Soy. Fruto de mi Ser. Fruto de mi renacer. Y pondré en ti, guiar para otros. Tomaré, y tomaré de ti. Y como Dios, que ve a través de la vida en el tiempo, pondré a otros de ello.
301
Y continuó Jehová, al diálogo de la esencia. Y una vez de ello terminado. Eligió un ángel. Y lo hizo ingresar a su morada. Y le dijo: ¿Quién Soy Yo? Y el ángel dijo: Creador de todo. Y Dios dijo: ¡Ciertamente así es! Y Dios le dijo al ángel: Te he pedido venir, porque tengo de ello, labor para ti. Y él ángel lo miró y dijo: ¿Qué puedo hacer, de ello yo?
302
Y Jehová le dijo: Te enviaré a otros tiempos, a otras latitudes. En donde llevarás de mí, mensaje. Y el ángel le dijo: ¿Y El Amén, no es de ello Padre? Y Jehová contestó: El Amén, es mensajero del mensaje hablado. No así, del mensaje En Aliéd. El significado de En Aliéd: Quiere decir, mensajes a través de los sueños.
303
Y continuó, Jehová su hablar. Te enviaré, a otros anclares. A otros lugares. A otros espacios. Extraños para ti. Te enviaré, adonde ellos están. Y en sueños, entrarás a ellos. Y con mi amor y guía, entregarás el mensaje. ¡Que tú debes emplazar! Estarás, en las latitudes de tiempos.
304
En entradas y salidas de sueños. Vivirás en ellos. Como vives aquí. Los guiarás, y darás a entender, si de ello tiempo es. Al interpretar de los mismos. Y enseñarás a ellos, como Yo te enseño a ti. Y el ángel miró a Jehová y dijo: ¿Qué es el sueño Padre? Y Dios le dijo al ángel: Entidades de piel y cubierta.
305
Tienen necesidades, que deberán dar atención. Y que de ello, el sueño. A la vida, de otra vida. ¡Que es vivida! ¡Que es dada! En función a ella. Más no todo sueño, es de guiar. No todo sueño, es de vivir. No todo sueño, es de enseñar.
306
Pero si, de descansar. ¡Sueño, que extrañan! ¡Sueño que viven! ¡Sueño que nacen! Y que en el descanso del mismo sueño, hacen vivencia a otro. De otros. Lugares, tiempos, vidas. Que se conjugan. En el sueño mismo.
307
Y el ángel no entendía de ello, y Dios le dijo: Tú vivirás, en los sueños de otros. A través, del mensaje dado por mí a ellos. Serás voz de guía, de los sueños. Mensaje de interpretación. De dirección. De acción. Mensaje, que llevarán impreso a ellos mi guía. Mi enseñar.
308
Y el mostrar del camino. Antes del caminar. ¡Por qué Yo voy delante de ellos! ¡Delante, de todos ellos! Para su caminar. Y guio en el mismo. Algunos tendrán de ellos, tiempos breves en sueños. Otros tiempos largos. Otros tendrán, tiempos de tiempos adelantados.
309
Tanto así; que parecerá para ellos. Qué error, cometieron. Qué error, causaron. Más, no será así. Y el ángel le preguntó: ¿Y por qué de ello Padre? Y Jehová dijo: A los de breve tiempo, en los sueños. Cercano él. A los que, de tiempos el tiempo largo. Mayor, del mensaje a crear.
310
Por tanto, mayor interpretación, al crear todo fin. Para un fin. Y tú mi mensajero en sueños, Irás a ellos. Y comunicarás, mis siglas en ello. Para que así ellos, tengan pronto guiar. Más no todo sueño, será de entender en el momento. No todo sueño, será de comprender en el momento.
311
Porque de ello, no es tiempo ha dicho sueño. Pero en otro, si lo serán. Y tú, les enseñaras, el cómo dar al sueño, dicha interpretación. Ya que ello, así será. Y darás a ellos. La voz de alerta, al sueño mostrar. Al sueño interpretar. Y algunos como tú, serán de sueños interpretar.
312
Pero vendrán de ti. Serán, de ti. En tu aprender a ellos. Y Yo en ti, aprender. A otros, entregaré interpretación directa. Sin elementos, que no tengan de ello a la interpretación. A otros, cubrir del sueño. Para tener de ellos, atención. Y caminarán, en los sueños. Y vivirán, en los sueños.
313
En forma constante, de la línea de interpretación. Y el ángel lo miraba y le escuchaba. No comprendía, lo que era el sueño. Porque, jamás en él había estado. Quien a ti va, Soy Yo. Quien en ti esta, Soy Yo. Y tú, a ellos vas. Como anticipo, de su caminar. Como guía, de su estar.
314
Y el ángel lo miró y dijo: ¿Para qué mostrar a ellos, camino anticipado? ¡Si aún de ello, no está! Y Dios dijo: Mis caminos, no son de fácil transitar. De fácil, recorrer. Y es fácil para ellos, salir del mismo. Y difícil, en mantenerse en él. Y para qué él, o ellos. No se sientan solos. Ni sin guiar.
315
Y que sepan, que Yo en ellos estoy. Que Yo, a ellos voy. Entonces a través de mí en sueños. Yo no sólo, les doy guía. Y enseñar. Sino, compañía. Para qué no se sientan, que sólo están. Que estoy Yo, atento a ellos. ¡Y que solos no caminan!
316
Y él ángel dijo: ¿Y entraré yo, en los sueños de ellos Padre? Y Jehová dijo: No. Tú entrarás, en el mensaje de ellos. Y lo entregarás, en el desarrollo del mismo. Y en señal del mismo. En la interpretación. ¡El mensaje, Yo te lo entregaré! Así, como entrego letra del mensaje vivo, al Amén.
317
Que entrega y enseña de dicho mensaje. Más, tú de lo que Yo te entregue, ante el paseante. Tú lo entregarás y enseñaras de ello. Para su camino aclarar. Para su camino llevar. El ángel miraba a Jehová, y le escuchaba atentamente. Y Dios le explicaba. Lo que él, debía de hacer.
318
Con los Enunciados, de los guiados. Y él ángel dijo: Padre, si tú dices que ellos están en desobediencia. Y yo voy a ellos. Y ellos, no van a la acción. ¡Yo qué! Y Jehová le contestó: ¡Tú qué! Volverás; las veces que Yo te envíe, al guiar. Más de ello, sólo su acción, a la voluntad.
319
¡Y no tú! Yo doy, Yo entrego. Y aquel, que tome o no. ¡Yo espero! Pero, que no diga él. Que no digan, ellos. Que Yo, no soy de guiar. Que Yo, no estoy en ellos. Que Yo, sólo deje en camino difícil de pasear.
320
¡Que no digan ellos, que Yo Soy Dios, que olvidó a los suyos! Y los dejó, a la berma del camino. En su caminar. Que no digan ellos. Que Yo doy en preciso trabajo. Y luego, quito de ellos paso dado. Paso dar. Que aquel que tome. Tome, en toda voluntad.
321
Tome, como quiera tomar. Pero, que no venga a mí, en reclamo. Para decirme, que Yo no le guíe. Que Yo no estuve, con él o ellos. Que no vengan a mí con críticas. Y discriminaciones. Porque, de cierto es que Yo te envío a ti, para que los guíes. Y enseñes.
322
Y si ellos en su empeño, por negarse a la ligación de mi ayuda. No Soy Yo, él de la acción a ellos. No Soy Yo, el de la función a ellos. Ellos actúan en total y libre libertad. De tomar o no, mi línea de dar. No se quejen, ellos ahora. No se quejen, ellos después. Que ellos son causales, de su propia decisión. Que ellos son, los de su voluntad.
323
¡El estar! Y que Yo en ella, no replico ni crítico. Porque, de ellos es. ¡Decisión, de ellos es! Y tú tampoco, a la voluntad de ello, el modificar. ¡Cada cual decide! Si se deja guiar, por mí o no. Que Yo a ellos voy. ¡Para mejor caminar!
324
¡Para mejor andar! Y si ellos toman o no. ¡Decisión de ellos! ¡Función de ellos! ¡Acción de ellos! Y el ángel miró a Jehová y dijo: Si yo voy a ellos. Y ellos, no a la acción. Luego, yo volver a ellos. Y ellos, no a la función.
325
Y así, las veces que me envíes a ellos. Y ellos; en su decisión. Sin, que ni yo ni tú. Tengamos de ellos acción. Solo guiar. Sólo enseñar. ¿Entonces, por qué ir? Si tú, ya sabes de ello su decisión. ¿Por qué ir a él, o ellos?
326
¡Si tú sabes, que es de ello a la voluntad de no hacer! ¿Para qué hacer yo de ellos? Un ir y venir. Si ellos, a ello no dan función al guiar. Función, al enseñar. Y Jehová le dice: Tú estás aquí conmigo y sabes que te enseño. Y sabes que te guío.
327
¡Por qué me ves! ¡Por qué me sientes! Pero ellos, que sordos son. Qué ciegos son. ¡No tienen de ello tomar! ¡No tienen de ello actuar! Por eso, por ello. Que aunque ellos, no vayan a la acción. Que aunque ellos, no tomen guía. O no tomen, enseñar.
328
¡No pueden decir, que Yo los dejé! ¡Que Yo no los acompañe! ¡Que Yo no les avise! Porque lo hice, y ellos lo saben. Lo hice, porque a través de ti. En sueños, Yo los visite. Y si ellos, no tomaron. Y si ellos, no quisieron de ello tomar. ¡Culpa suya! En no tomar de ello, precaución.
329
Culpa de ellos, el no tomar de ello atención. Culpa de ellos, en no tomar acción a la decisión. Del camino a seguir. Del camino pasar. ¡Culpa de ellos! Si Yo di aviso, y ellos de ello. No tomaron precaución. Ni cautela. A mi visita.
330
A mí mensaje, enviar. Sólo, culpa de ellos. Por qué a mi guía. No se hicieron, guiar. Pero, de ellos les quedará. Que fui. Que los visité. Que acudí. A ellos en auxilio. Y en ayuda.
331
De su camino. Ellos quedarán en claro, de ello. Y se acordarán. De mi visita, en la línea de su descanso. Para ir, en su ayuda. Para ir, es su estar. Y de ello, quedará plasmado. Quedará atado. Y ellos, lo tendrán presente. Que habiéndoles Yo avisado.
332
Que advirtiéndoles Yo de ello. ¡Mi palabra, no tomaron! ¡Mi palabra, no asistieron! Por causa de ellos. ¡No mía! Y el ángel entendió a Jehová y dijo: Para qué ellos no se sientan, en desamparo. En pérdida total. Tú harás visita, a través de mí. Y yo a ello, a través de ti.
333
Y Jehová dice: ¡Bien dices! Y el ángel le preguntó: ¿Jehová si la voluntad de ellos, en seguir otro camino. Que no es el tuyo. ¿Por qué insistir de ello? Si muchos de ellos, no cambiarán de camino. Porque es de dificultad mayor. ¿Para qué ir con ellos, hasta el final? Que ni siquiera, van en el final.
334
Y que, ni en dicho final, desistieran. Y Jehová le mira con ternura, y dice: ¡Yo se esperar! Yo Soy de ellos, esperar. ¡Y siempre lo hago! Y si ellos a mí. No toman. Sin duda alguna, esperaré. A que la próxima vez. Me tomen, por bien.
335
Y tomen, de ello guía. Y si de ello, Yo les visitara nuevamente. Y ellos no tomasen nuevamente. Yo volvería a ellos. En el guiar de los sueños. A través de ti. Y si ellos, las veces que fuese. en auxilio de ellos. Ninguna de las veces, a mi línea de ello guiar. ¡Ten por seguro, que Yo nunca, los dejaré!
329
Que Yo nunca, los aislare. Que Yo nunca, los alejare. Fueron ellos, los que se dejaron. Ellos los que se aislaron. Ellos los que se alejaron. Pero Yo de ello, nunca. Yo de ello, se esperar. Y ya sea en mensaje hablado. O en sueño que Yo envié. Siempre de ello.
337
¡Yo sabré, esperar! Siempre estaré, en aprender a ellos. Siempre estaré, en guiar a ellos. Por qué, de mí son. Y se de ellos, su debilidad. Y el ángel lo miró y dijo: ¡En verdad Padre, eres tú, verdadero Padre! En verdad, tú estás en todas tus criaturas. Aunque, no todas tus criaturas, estén en ti.
338
Y he aquí, que Jehová puso la mano sobre la cabeza del ángel, y dijo así: Tú serás mi guía, a la guía de otros. Tú iras, a los que te pida ir. Tú iras, a donde te pida ir. Y de ellos, harás guía. Y enseñar de ellos, a la visita de mí soñar. Tu iras a ellos. Cuando te lo pida. Cuando te lo solicite. Y he aquí, que Yo te enviaré.
339
A todos los lugares. A todas las épocas. En todos los tiempos. Llevando, a quién te solicite. Dicha preparación. Para la acción, de él. O de los otros. A la acción y función de él o los otros. Y he aquí, que Yo te enviaré como representante de mi palabra.
340
Representante de mi voz. Para que guíes. ¡A quien, no tengan guía! Para que enseñes. ¡A quien, no tengan enseñar! He aquí que Yo te enviaré a ellos. A cumplir, en ellos tarea. A cumplir, en ellos función. He aquí, que Yo esperaré de ellos siempre. Y que siempre los visitaré.
341
A través, de descendencias en herencia. A través, de líneas de raíces. A través, de la palabra hablada y escrita. A través, del tiempo de ellos. De la descendencia en ellos. Y he aquí que Yo, en ellos haré estela de la misma. Haré guiar de la misma. Haré de ello, rama de rama. Y cerviz de cerviz.
342
Y he aquí, que Yo iré de generación en generación a ellos. Y, en ellos plasmare. Mi visita. Mi estar a ellos. Para qué sean luz para otros. Caminos para otros. Pasos para otros. Iré a ellos, y en representación de ellos, tú a la cabeza.
343
De dicha línea, en el guiar. De mi enseñar. Te enviaré, a todas las comarcas del lugar. Y haré de ti. ¡Y en ti! Línea del guiar. Iré a ti. Por qué en ti está la esencia misma, del guiar.
344
Del unir caminos. Del unir pasos. E iré, formando la madeja El hilar de generación en generación. Y no importa, donde esté uno. O donde esté, otro. No importa, si de ello uno sale del lugar. Lo cierto es, que Yo estaré en ellos. Porque ellos son cadena.
345
De unir y unir el telar. ¡Y ninguna rama se perderá! ¡Y ninguna línea, se perderá! Antes, se esconderá. Para, la convivencia de otros. Por él afán de otros. Por él actuar de otros. Pero de llegar a ellos. Llegaré. No importa, dónde se encuentre.
346
No importa dónde esté. Yo, llegaré a ellos. Porque, ellos son la madeja de un inicio. De un hermoso telar. Ellos serán de mí. La historia a contar. Ellos serán de mí, presencia viva. De mí existencia aquí. Ellos serán sin duda. La letra viva, de Dios vivo en mí.
347
Yo te enviaré. A que hagas en ellos, camino en mí. Y he aquí, que Dios tomó al ángel. Y él ángel, entendió de ello su labor. Y dijo así: Seré a ellos guía. Seré a ellos camino. Seré a ellos, caminar de los pasos. En tus pasos. Que tuyos fueron antes. ¡Porque tú fuiste primero que ellos!
348
Y es por eso. Preparar de camino, seré yo a ellos. De prosperar. Y de guiar. Seré yo Padre, la voz viva. De tú presencia en ellos. En el caminar. Y Jehová le miro con dulzura y dijo: Ya entendiste de ellos.
349
Comprendiste, el por qué te envío a ellos, para su estado actual. ¡Te das cuenta, que ellos necesitan de mí, y mi guía! Te das cuenta, que Yo voy a ellos. Aunque ellos, no vayan a mí. ¡Ya lo entendiste! ¡Ya lo aclararte! Y el ángel miró a Jehová, y se le acercó y beso su frente, en señal de respeto y amor.
350
Y Dios lo miro, como a ningún otro en su reino. Y le dijo una frase, que no entendí de ella. Y el ángel, una vez que Dios le habló dijo: Iré donde me envíes. Entregaré mensajes, a quien me lo pidas. Aprenderé de ti. Y en él guiar iré. Para tener a ellos; a quienes yo visite. Mejor, entregar. Mejor, estar.
351
Y así, en unión tuya. En unión, de un todo. Formare otros, como yo. Y en ti, haré de ellos guiar. Como El Amén, lo hizo también. Y así en ayuda, de tú ayuda. Seré, yo de ellos guiar. Así como tú, lo eres. Para mí. Y todos, en todos.
352
Nos, ayudaremos. Nos, enseñaremos. Nos, guiaremos. En la línea, de tú guiar. Tú, nos guiaras a todos. Más nadie, te guía a ti. Nadie te alimenta, a ti. Nadie te enseña, a ti. Yo iré, y buscaré de ellos, donde se encuentren.
353
Y daré a ellos. En el mensaje en sueños, mayor guía, mayor enseñar. Iré a todos los lugares, y todos los tiempos, que tú me envíes. Que tú me solicites. ¡Yo iré Padre! Y daré a ellos, tu guiar. Tú enseñar. En tu palabra; a través de tu mensaje.
354
Yo iré a ellos, como tú irás a mí, en solicitud de ellos. Y si ellos, no toman. Y si ellos. ¡No de ello! Yo iré las veces, que tú me solicites lo haré. Por amor a ti. Por amor a ellos, en ti. Así haré. Así realizare.
355
Y Jehová lo miró y dijo: ¡Yo de ti, tengo total complacencia! Y a ti, mi guiar. Y a ti, mi entregar. Para que vayas, a ellos. Y a través de ellos. Tengan ellos, camino hacia ti. Estar hacia ti. Te llevaré a todas las instancias. Donde se solicite, mi ayuda.
356
Mi auxilio. Y tú iras y tú guiaras. Pondré en ti, según necesiten. Entregaré a ti, según necesiten. Porque, tiempos de tiempos difíciles. No sólo para ellos, mis guiados. Mis enseñados. Sino, también para ti. Porque a ellos vas. Porque a ellos, iras.
357
Para que la historia, pueda ser escrita. Para que la historia, pueda ser contada. Y si tú, de ello no aparecieras en la historia. De cierto te digo, que tú eres parte de esa historia. ¡Porque, por ti caminaron! ¡Por ti, se levantaron! ¡Por ti, se fortalecieron! ¡Por ti, se guiaron! Y aprendieron. Por ti, llegarán a completar la historia.
358
Esa historia escrita y derivada de mí. Esa historia contada y vista por mí. Esa historia que tiene vida. ¡Aunque aún, no se viva! Esa historia, que tiene tiempo. ¡Aunque, no estén! Esa historia que está viva. Y echa en la escritura, y en mi andar. Esa historia que cobra vida, en el aquí ¡En este hoy!
359
Y que allá, sólo se camina. Sólo se tilda. Sólo se actúa. Esa historia que es principio y final, de muchas historias. Un empezar de muchos comienzos. Y un terminar, de un dialogar a ellos, la historia de ello. Por eso por ello. Que tú iras. Que tú estarás, en esos lugares.
360
En esos destierros. En esos parajes. Difícil de andar. Difícil de caminar. En acompañar, a otros en el caminar. Complejos para ti. Para que des, de ello En Aliéd. A quienes Yo te diga. Y pongas en ello, la interpretación al mismo.
361
Si es que de ello, momento es. Entrará en ellos, en medianoche. Y entregarás, a quien te diga entregar el mensaje. Ya que de ello, Yo haré trabajo en el mensaje mismo, para su guiar. Y tú, entregarás de ello. Cuando, Yo te envíe. Y dirás que hacer. Y el ángel dijo: ¿Adónde me enviarás Jehová?
362
Y Jehová dijo: A épocas, que aún no existen. A tiempos, que aún no están. Y dijo el ángel: ¿Y por qué de ello? Y Jehová dijo: Todo aquel, que de mi palabra lleva. Debe tener de ello, claridad en el camino, que se le ha de presentar. Para que así sepa, cómo realizar la petición, por mi pedida. Y no se pierda, en el proceso del mismo.
363
La guía. La función, de que decir. Yo trabajaré, en ello. Y así, como trabajo en línea de palabra. Para entregar de ello mensaje hablado. Así trabajaré, en el mensaje Del Alied. Y tú serás mi enviado, en dicho mensaje. A quienes Yo te envíe. Y el ángel se acercó a Jehová y dijo: ¡Listo estoy para ello Jehová!
364
Y Dios tomó, de la sustancia y he aquí que esta envolvió al ángel. Y este se quedó En Aliéd. Es decir, en sueño. Fue el primer ángel, que durmió en el reino. El primero, que dio Dios dicho estado. El primero que conoció, lo que otros no conocían. En épocas. En eras. Y tiempos pasados.
365
Que aún, no estaban. Y en su dormir, el ángel se quedó. Y cuando despertó, Jehová le dijo: ¡Ve con los demás, que luego será tú tiempo! Y así hizo el ángel. Y he aquí, que Dios conto a los suyos de ello. Y muchos ángeles, tenían preguntas. Y uno de ellos dijo: ¡Él estaba preparado, para este momento de salir! Para ello. Y Jehová dijo: Si.
366
Y otro ángel dijo:¿Para qué, enviar a otros Jehová tu señal, es que acaso en ese lugar, no se sabe de ti? Y Jehová dijo con melancolía: Ciertamente, que conocerán de mi nombre. ¡Pero, parecerá que no es así! Y otro ángel dijo: ¡No entendemos! Y Jehová dijo: Ustedes están, y viven conmigo. Otros, de otros estar, hablaran de mí. ¡Más, no me conocerán!
367
Escucharán de mí. ¡Más, no me conocerán! Y un ángel dijo: ¡No entendemos! Y Jehová dijo: Entidades egoístas, que ven. ¡Y no ven! Entidades ciegas, que escuchan. Pero no siguen de mí, sus pasos. Entidades sordas, que tapan sus oídos, a mi voz. Y que aún, en sueños guiados.
368
Sueños enviados. Preparados por mí, para su buen caminar. ¡No tomarán! ¡No utilizarán! Por qué extraños, se sentirán. Y otro ángel dijo: Nosotros, no tenemos de ello. ¡Y ellos, si Padre! ¿Por qué? Y Dios dijo: Vosotros estáis en otro lugar.
369
En otro estar. Y aquí, no hay nada de qué preocupar. De qué temer. Y Jehová preguntó:¿O sí? Y ellos dijeron al unísono: ¡No Señor! Y Dios dijo: Pues bien, a los míos Yo enviaré. A otros estados. A otros anclares. Y ese lugar, será distinto, al de aquí. Y ellos necesitarán, claridad.
370
Y pasos firmes. En lo que Yo les he, de solicitar. Ya que ese es, terreno arisco e intolerable para ellos. Por eso, mi presencia doy, en palabras de mensaje. En sueños. Para que ellos sepan. Para que ellos sientan, que estoy con ellos. En su caminar. Y así, no teman de ello.
371
Ni se sientan, que sólo están. En lo que les he, pedido. Y un ángel dijo: ¿Y quiénes serán ellos, tus caminados? Y dijo Jehová: Ciertamente, los que Yo elija y prepare de ello. Para dicho caminar. Y otro ángel dijo: ¿Y serán muchos? Y Jehová contestó: ¡Ciertamente, miles! Porque esa gente, necesita de gran guiar. Y un ángel le dijo: Que bien, Jehová por ello.
372
Tendrán de ello guiar, y tomar de ti tú guía. Y Jehová contestó con tristeza: Bien te digo, que no todos, querrán guía. No todos, tomaran mi guía. No todos, de ello tomarán. Y todos los ángeles allí, se alteraron. Y no entendían. Si ellos, vivían en el guiar de Dios. En el criar de ello.
373
¿Por qué los otros, no? Y Jehová dijo: Ciertamente, no todos toman la ayuda. No todos quieren, mi guiar. No todos quieren, de ello que Yo los críe. Dijo Jehová, con tristeza. Y un ángel de allí dijo: ¿Por qué, te tomas tanta molestia por ellos? ¡Si ellos, a ti nada! Y otro ángel agregó: Si Padre, sólo en ti provocan pena.
374
Y otro ángel dijo:¿Cómo, que no quieren tomar guía? Decía uno. Y otro ángel decía: ¡Y negarse, al mensaje de guía! ¡No entendemos! Y otro ángel dijo: ¡El rechazo de ello! ¡El desprecio de ello! Y Jehová dijo a ellos, con dulzura. No agreguen de ello, palabras que no conocéis.
375
Ciertamente, ellos no me conocen. Por eso, que de mí niegan. A quienes, lo visitan. Y llevan guiar de mí. Y otro ángel dijo: ¡Pero Padre, esa raza que aún no creas! ¿Para qué criar? Y Dios lo miró y dijo seriamente: Tú que vives aquí, en total nutrir. No critiques a otros, que no saben de su caminar.
376
¡O acaso, no os acordáis de Luzbel! Que en mí, vivía. Que aquí vivía. ¡Salió de mis pasos! A otros, pasos. ¡No critiquéis, tan livianamente a otros! ¡Cuando a vosotros, nada os ha faltado! Si Luzbel, viniera a mí nuevamente, Yo le recibiría. Cuanto más, a otros que aún no creo.
377
Que aún, no crío. Cuanto más, a ellos. Que Yo sé lo que hay, en cada uno de vosotros. Y conozco, vuestra debilidad. ¡Aún, en el nutrir! Por eso, en ello estoy constantemente. ¡Cuánto más, necesitarán otros, que están y viven en desnutrir! ¡Cuánto más que otros, que viven sin vivir! Y que buscan a fuera, como buscó Luzbel.
378
Lo que necesitan. Y no buscan, en su propio interior. Lo que tienen, lo que necesitan para su guiar. No seáis indagadores. De otros. Cuando ustedes mismos, en tiempo de Luzbel, estuvieron en debilidad. Y un ángel dijo: Pero ya no hemos vuelto a ello Jehová. Dijo el ángel, cabizbajo.
379
Y Dios dijo: Lo sé, ya no han ido a ello, pero lo estuvieron. Y ello está escrito. Y ello va en escrito. Y Dios los miró, y dijo: Son todos vosotros mis amados. Mis criados. Y en vosotros, tengo total complacencia. Pero hay otros, en los cuales aún no voy. En los cuales, aún no estoy. Que nacerán, de nuevo.
380
Que vivirán, de nuevo. Y que de ellos, daré guía. Y que de ellos, daré renacer. ¡Pero no se entristezcan, ustedes también! Que Yo estoy con vosotros. Y que trabajaré en ello. Para que los que vengan en esa época, tengan de ello, guiar del guiar. Y uno de ellos dijo entusiasmado: ¡Padre podemos participar en ayuda de ellos, que aún no están!
381
Y Dios lo miró, y sintió de ello gran satisfacción. Y le dijo: ¡Todos vosotros seréis de ayuda! Por qué de ello, para entonces, mucho trabajo habrá. Mucha faena habrá. Y todos hablaban. Y todos conversaban. Estando en ello, para ayudar aquellos, que aún no están. Ni en el aquí.
382
Ni en el allá. Todos entusiasmados de ello. Y un ángel pregunta a Jehová: ¿Padre ellos serán como nosotros? Y todos callaron y esperaron respuesta de Jehová. Y Jehová dijo: Todos serán creados por mí. Todos hechos por mí. A mi imagen y semejanza. Al igual que ustedes. Pero, en esencia del hacer.
383
No serán, como vosotros. Puesto que vosotros, todos vosotros no tenéis alma, y ellos sí. Y un ángel dijo a Jehová: ¿Y qué diferencia tiene el alma de ellos, con nuestra esencia divina Padre? Y Dios dijo: ¡Un camino! Un destino, de línea de historia. Propósito de ello. Actuar de ello.
384
Y otro ángel dijo: ¿Qué historia es esa la de ellos Padre? Que nosotros, aquí no tenemos. Y Jehová dijo: Su acción, en la función de otros. Y en otros. Línea de ello. Uso de ello. Función de funciones. Línea de línea.
385
Que toma el manto la fragua y moldea de ello cabina. Toma en uso, su uso. Toma de ello su acción. Y al dominar de la misma. Tomó, cabo de inicio. Tomó, hilo inicial. Y la soga no se corta. Y la línea va igual. Con el turno, de día. Se teje la historia.
386
Notoria y unificadora. De un solo estar. De un solo vivir. Que él cántaro tomó de ello, su ubicación. Y poso, en el mismo. La flama de la vida. Para dar a este cántaro vibrar. Para dar a este cántaro, renacer. Que de ello, a la liga de la letra daba. De la letra mostrada.
387
Al tal. Al hecho. Como un cúmulo, de material. Hecho y ligado, para ello. Y luego Jehová dijo: ¡A ellos lo suyo, a ustedes lo de ello! Y un ángel dijo: Nosotros tenemos de ello franja. Y Jehová les dijo: ¡Ciertamente que sí! ¡Somos un todo! De una misma sustancia.
388
La vida misma. Y la vida en ella. Interpretación del párrafo anterior. Donde el ángel pregunta la diferencia de ellos y los otros. Fuimos creados antes en alma, con una finalidad. Con un fin. Proyecto consagrado en el lugar del cual, somos de inicio. De un comienzo.
389
Con la función clara, que el día de nuestra acción. Ya tendremos cabida aquí, cobijados por un cuerpo. El cual Dios llama Entidad. Y que él mismo, hará la acción en la función dada. En representación, de un guiador de ella. Y que nuestra alma. Como toda alma. Esta lista y preparada, desde antes de estar en el aquí.
390
¡No somos, entidades nuevas! ¡No somos, folletos de inicio! ¡No somos, forma que no tiene un destino! Y que no tiene, un ideal. Somos de otro estado, antes preparado. Alimentado y criado por Dios. Que en un tiempo determinado, nos allegamos aquí. Por un período breve.
391
Por qué en verdad les digo. Tenemos, más vida en alma. Que en cuerpo. Visto que de ello, fue creada de antes, que nuestra misma entidad. Por tanto, la función de ella, es no albergar el cuerpo. Sino, hacer acción y función del alma. ¡Preparada, enseñaba, guiada! Para un camino, para otros. Para el guiar, de otros.
392
Para la ayuda, de otros. Esa, es nuestra función. En unión de un todo. En unión de la vida con Dios. Y una vez, terminado el tiempo de ello, para nuestra entidad, volveremos al mismo lugar de donde nacimos. Al mismo lugar donde Dios nos creó. Nos formó. Nos crío.
393
¡Pero no igual! No como salimos de allí. Sino, distintos. Con una historia que contar. Con una historia de ello llevar. Y todos y cada uno de nosotros. Tiene esa función. Y todos y cada uno de nosotros. Tiene esa acción. Ser formado en alma, para la función y acción de otros.
394
Y un camino, que Dios nos ha de dar. Y Dios les digo, a vosotros en ello, es de dar. ¡Porque de ello, muchos de ustedes, guía serán! Y Dios estaba allí con ellos. Y un ángel dijo: ¿Qué es eso del camino? Y Dios dijo: Seréis camino, de un historial. De una finalidad. Por eso por ello. En el camino, de ello estar.
395
Y otro ángel dijo: Pero, si nos contaste del Cristo en su Resurrección. Y que él ira a ellos, hablara a ellos ¿porque entidades en desnutrir, son? Y que el Cristo ira, a la línea de tu camino ¿Por qué de ello? Y Dios le dice: ¡Bien dices! Lo cierto, es que no todos irán, en ese caminar. Y los ángeles, que en ese momento estaban, se asombraron de ello.
396
Y un ángel dijo: ¿Que hay otro camino? Y Jehová le dijo: ¡Hay muchos caminos! Pero, el que Yo doy. El que Yo guio. ¡No es fácil, de caminar! ¡No es fácil, de llevar! Y otro ángel dijo: ¿Pero que tienen los otros caminos, que no son de ello caminar? Y Jehová dijo: Libertad, que no es tal. Mentira, disfrazada de verdad.
397
Un ladrón, que viene en la noche y se dice tu compañía. ¡Que no es tal! Actitudes mezquinas. Hechos deplorables. Función a la desobediencia. Pérdida de la acción y función. En confusión, de una libertad que no es dada. Que antes todos ellos, atados. Y engañados, por dicha causa.
398
Porque Yo mis amados les pregunto: ¿Se sienten solos, estando Yo aquí? Y ellos contestaron: ¡No Padre! Y Jehová volvió a preguntarles: ¿Sienten de ello, abandono de mí hacia vosotros? Y ellos respondieron: ¡No Padre! Y Jehová dijo: Yo les digo, que estando Yo allí a su estado. Ellos, se sentirán solos. Se sentirán, abandonados.
399
Se sentirán, miserables. Estando Yo, delante de ellos, en su guiar. Llevándoles, ayuda. Y entrega, de los míos en su guiar. Ellos, se sentirán solos. Y un ángel dijo: ¿Es que ellos, son ciegos y sordos Padre? Y Jehová les dijo: Ciertamente, que la ceguera, es su mayor desnutrición. Y la sordera, es la línea de su desobediencia.
400
¡Que no doy, porque no hace falta! ¡Que no digo, por decir! ¡Que no pido, por incomodar! Hago de ello, unión de los mismo a mí. Para qué tengan de ello, el caminar. Y un ángel dijo: Pobre de ellos, Padre. Que teniendo tu guía. No se guiaran. Y que teniendo tu presencia, sólo se sentirán.
401
Y Jehová les dijo a todos ellos: Yo Soy el camino a la vida. Todo aquel, que crea en mí, vivirá. Todo aquel, que vive en mí, estará. Yo Soy la vida misma. Y la vida, Soy Yo. Jehová les conversaba sobre ello, y ellos le escuchaban. Jehová bajaba la cabeza, de vez en cuando. Y ellos, se daban cuenta que Dios entraba en penar.
402
Uno de ellos dijo: ¿Cuántos borregos calzo? Y Jehová, lo miró y esbozó una leve sonrisa. Y dijo nuevamente: ¡Que los borregos te calcen a ti, es de ello! Y los demás escuchaban el diálogo de Dios con dicho ángel. Y Jehová los vio a todos; y dijo antes de subir a su morada nuevamente. ¡Explícales de ello y no olvides, que voy! Y Jehová desapareció de su vista. Y él ángel les dijo: ¿Quién calza borregos?
403
Y nadie respondía. Y dijo calladito y en bajito: ¿Quién calza borregos? Y uno de ellos dijo:¿Por qué bajada de voz? Y contestó él ángel: ¿Tú los calzas? Y el ángel, no comprendió de ello. Y agregó el ángel que pregunto: Que yo los calces, no es el problema. Si no, que ellos me calcen a mí. Y otro ángel contestó:¡Claro! ¿Y te calzan? Y los demás esperaban respuesta del ángel.
404
Y él ángel dijo: De pesaba subida, me calzan. Pero de ello, ¡menos no! Y luego el ángel de la pregunta dijo: ¿Y de ello, muchos te calzan? Y luego respondió otro ángel: ¡No; sólo algunos! Y poco a poco, los ángeles comenzaron a responder. Y preguntar de ello, al mismo tiempo. Mientras unos preguntaban. Otros respondían.
405
Y de lejos de ellos, respondió uno así: ¡Yo los calzo, a todos! Y ellos, todos ellos lo miraron y dijeron: ¿Y cómo? Y él dijo: Con paciencia y amor. Y el ángel primero que hizo la pregunta, de los borregos dijo: Sin telar de palabras, puedo yo tener de ello. Pero, no lo tengo. Puesto que cada quien, a sus líneas. Y aquel que dijo, que calzaba a todos los borregos, prosiguió su hablar con ellos.
406
Diciéndoles: Que los borregos serán de ello, caminar ciego. Y otros serán ovejas, despedidas del camino. No es por demás, que ellos se pierden. No es por demás, que ellos se alejan del camino. Que soy yo, de ello testigo. Qué soy yo, de ello precaución. Pero tener en cuenta de ello. Ellos, no se pierden porque sí. Ellos, no se alejan porque sí.
407
Que ciegos y sordos son. ¡No es por demás! Si no, por un porqué. Y el porqué de los borregos son. Que de ellos, cabe la duda de la ignorancia. Porque en ella, hay línea cortada. Línea cruzada. Y que de ello, no deja ver a la verdad. Y que de ello, le quita palabra y párrafo.
408
Por tanto Esta está. ¡Pero no se ve! Y todos los ángeles, se taparon los ojos. Y él dijo: ¡Bien! Y otros, que de ello quitan la palabra, y ocultan de ello su sonar. Y no va, la palabra a ello. E ignorancia llega. Y ellos todos ellos, se taparon los oídos. Y dijo nuevamente el: ¡Bien!
409
Por eso, debemos de ir a ellos, ¡para que escuchen! ¡Para qué vean! Y dirigirlos, en la línea de unión a la verdad. Pues, aquel que tiene palabra faltante. Línea faltante. ¡Es porque, dudas tiene! ¡Es porque, dudas trae! Aquel que tiene de ello, línea sin guía a la verdad. Línea, sin trazo a la verdad.
410
¡No distingue, entre una y otra línea! Que de ello va, o no va. Aquel; que no ve donde está la verdad, la puede escuchar. ¡Más, no la reconoce! Por qué palabra y línea de ello no tiene. Aquel, que escucha la verdad y la mezcla con la ignorancia. Es, de fácil engañar. Es, de fácil tropezar.
411
Aquel que escucha la verdad, y sabe algo de ella, y en ella rechaza guía. ¡Es lo mismo, que no la tuviera! Y de ello va, a la línea de la pausa cortada. A la línea, de las espaldas dar. Aquel, que ve la verdad, y no la entrega a otros. Se perderá, con ellos. Por no saber, dar. Por no saber, entregar. Lo que de ello es.
412
Lo que de ello va. Aquel, que escucha a Dios y de ello recoge línea de él. Y de ello, esconde párrafo. Esconde línea. A quienes, la necesitan. A quienes, la auxilian. Ese, no tiene de ello caridad. No tiene de ello dar y entregar. Y que al auxiliado, ignorara. Y que al penitente, rechaza.
413
Que de ello tiene él. Que de ello tiene ella. Que no da, a un ser de Dios, lo que a él le pertenece. Lo que él necesita. ¡No le quites al pueblo, su ración de comida diaria! Por qué él, la espera. Por qué él, la necesita. ¡El alimento que Jehová pone a la mesa! ¡Es para todos, y no para algunos!
414
Que Dios, no tiene de ello preferidos. Que Dios, no tiene de ello carencias. ¡Que los carentes son otros! ¡Que los que en debilidad están, son otros que ocultan la verdad. ¡Para qué no se vea! ¡Pero no que quiere decir, que no está! Y cada quien, a lo suyo. Que cada quien, a su estar.
415
Criaturas débiles. Criaturas carentes. Criaturas en desnutrir. Criaturas falentes. (Significado de Falentes en dicho párrafo: Se refiere a faltos. Que tiene ligación con carente, pero en menor grado. Para ser más claro: Las personas faltas, son aquellas que tienen escasez de algunas cosas. En cambio las carentes, son personas sin nada)
416
Criaturas egoístas. Criaturas sin fe. Criaturas, deficientes en la palabra de la fe. En la palabra de la verdad. Criaturas faltas de amor. Falta de verdad. Criaturas con camino, sin caminar. Criaturas de criaturas. Que llevan línea y no la toman. Que llevan quehacer y no lo toman.
417
Criaturas, que no entregan de ello línea, de ello verdad. ¡Y ellos y estos esconden, ocultan de otros, que la necesitan! Negándoles el alimento, que de ello otros necesitan. Que otros reclaman. ¡Que de ello lo llevan! Y que de ello, no lo entregan. ¡Qué pueblo este, que de tener palabra de mi Padre!
418
¡No la entregan a otros, que están en desnutrir! Son como aquellos, que llegados a una cena, a servir de comida. ¡Niegan de ello, la alimentación a ellos preparadas! ¡A ellos de entregar! Y hacen, que el trabajo de mi Padre a ellos, no sea entregado. No sea de nutrir.
419
¡Hacen estos que mi Padre, vaya a ellos una y otra vez! ¡Y ellos una y otra vez al negar! Que mi Padre, entrega su ración diaria. A los que desnutridos están. Y a los que necesitan de ello. ¡Que mi Padre va a ellos, día con día a entregar a cada uno de ellos! Su cenar. ¡Para qué no queden en desnutrir! ¡Para qué no queden en carencias!
420
Y prepara palabras, para aquellos que la necesitan. ¡Para qué la tomen! ¡Para qué la reciban! Prepara para ellos, según necesitan. Según soliciten. Y estos, los de llevar el palabrar de mi Padre, el lineal de mi Padre. ¡Lo niegan! Le quitan de la boca su alimento. ¡Su cenar!
421
Y mi Padre ve de ellos. Y mi Padre sabe de ellos. Y dentra en pesar, por ellos que no entregan. Y por aquellos, que no reciben. ¡Qué les pasa! ¡Que les sucede! Que ha de hacer mi Padre, para que ustedes los lineados. Los elegidos, para tal labor. Den de ello, a la acción. Den de ello, a la función.
422
¡Qué les pasa! Que ellos necesitan alimentarse, de la palabra que da vida. Que da nutrir. ¡Qué les pasa, que están tan carentes, o tan desnutridos! Como aquellos, que dan de ello cenar. ¿Qué os pasa, que de ello no entregan? A quien necesita. A quien de ello, le pertenece.
423
¿Qué les pasa, que acumulan y acumulan los mensajes? Y envíos de mi Padre, a esos que esperan en filas, a ser alimentados. Al ser nutridos. Qué de ello es; los que rechazan palabra. Los que niegan, de ello la voz de mí Padre. ¡Pero otra función es, el no dar! ¡El no entregar! Aquellos que piden. Aquellos que solicitan.
424
De ello es, el cenar diario. El cenar, del comensal. ¡No seáis así, con ustedes! ¡No seáis así, con vosotros! ¡Que mi Padre, a todos vosotros, os tiene por una razón, por una causa! Y de ello, no es de negar a otros, la palabra entregada. La palabra meritoria. Que de ello de mi vuelta, aún tengo yo espacio de tiempo, espacio de estar.
425
Y de ello, mientras tanto ustedes Mientras tanto vosotros. Estáis, para entregar la palabra. Entregar, el dialogar. ¡Y en ello debéis estar! ¡Y en ello debéis aludir! Que yo estoy todavía, en las labores de mí Padre. En las labores, de ello a llevar.
426
Porque al volver a la Segunda Venida de mi pisar en tierra. Yo a vosotros, os veré. Yo a vosotros, os recibiré. Y vosotros, lo sabéis. Pero, a su debido tiempo. A su debido momento. Y vosotros los elegidos por mi Padre, sabéis de ello, cuando tenéis que ir.
427
En qué momento ir, para estar todos juntos a la mesa. En cual yo a vosotros, os entregaré la palabra de mi Padre. La palabra de Dios vivida. ¡Que vosotros, sabéis de ello! Porque mi Padre ya se los ha hecho saber. ¡Ya se los tiene en claro! Hacer entonces, el trabajo de él. Hacer de ello trabajo presentado. Y de ello dejar que los demás se alimenten.
428
Dejad que los demás se nutran. Por qué la casa debe estar ordenada. La casa debe estar limpia. Para cuando yo vuelva. Para cuando yo regrese. Que vosotros soy de mi Segunda Venida, la antesala, a lo que vendrá. Por eso. Por ello. Entregar al pueblo de dicha palabra. De dicho dialogar.
429
Para qué ellos estén, al tanto de ello. Y preparados para cuando yo regrese, nuevamente a vosotros. Como lo prometí. Como lo dije. ¡Y aquellos, que no escuchen de vosotros línea! Y que de ello den, a la línea del rechazo en ello. ¡Dejadlos, que ellos irán cuando quieran ir! ¡Que ellos llegarán, cuando listos estén!
430
Que ellos son, y serán. A mi Padre, los que más necesitan. Ellos son de mi Padre, los borregos que de ello calcen, la palabra de mi Padre. Los que tomen de ello, al rechazarla anteriormente. Ellos son, de la palabra de mi Padre, como aquella comida o cena, que se rechazan, por qué su sabor es amargo. O no grato al paladar. Ellos son, los de la palabra rechazar.
431
¡Los de la palabra, negar! Pero una vez, que sepan degustar bien la cena. Bien la palabra. Ellos tomarán. Ellos pedirán más. Y mi Padre se las dará. Y mi Padre se las entregara. Por qué, para ello fue hecha. ¡Por qué a ellos, pertenece!
432
Que la palabra de mi Padre es palabra requerida. Palabra benefactora. Y en ella hay camino de recorrer. Camino de caminar. ¡No toméis para vosotros, cena que no es vuestra! Que no es otorgada. Y darla aquellos comensales, que están en la fila, esperando ser alimentados. Esperando ser nutridos.
433
¡Darlos a ellos! Y vosotros, no llegar al desnutrir. ¡No dejéis de comer! Porque de ello, mi Padre también a vosotros, cena prepara. No seáis de ello, los borregos que no calza. ¡No los seáis! Porque vosotros, tenéis guía. Tenéis escuchar.
434
¡Y de ello no hay sordera! ¡No hay ceguera! Sólo falta, de dar. Sólo carencia, al dar en ello y para ellos. Vosotros soy de ello, palabra y línea de unión a mi Padre. Como todos aquellos, que mi Padre crea. Sean a ellos, vínculo de la línea, para entregar a otros. Para llevar a otros.
435
Que no ven. Que no escucha. Sean a ellos, puente de la palabra. Mientras ellos, encuentran caminos. ¡Mientras ellos, quitan de los ojos sus vendas! Y que una vez, de ello sacado. Lleven a otros. ¡Que al igual que ellos, sordos y ciegos estuvieron! Porque ellos serán, la mejor señal, que tengan aquellos, ¡que aún en mi Padre, no creen!
436
Que aún en mi Padre, no descansan. Ellos serán, testigo clave de ello. Y caminarán, por los caminos que deban caminar. Y llevarán a otros. Que antes, fueron como ellos. Que antes, estaban en ello. A la palabra. A la línea dar. Y así de la mano de mi Padre.
437
Y ellos a la mano de los otros, que aún ciegos son. Que aún sordos son. Juntarán de ello la línea. He irán de ello a la unión. Yo por vosotros, estoy en faena. Estoy en labor. Y mi Padre, en ello me tiene. Para qué me presente ante ustedes, en la Segunda Venida, a mi labor realizar. A mi labor entregar.
438
¡Yo por vosotros lo hago! A petición de mi Padre en ello. Y tener presente de ello, ¡que yo de ir voy! ¡Que yo de llegar, llego! Manteneos firme en ello. Qué de ello es. Que a ello, voy. Todas mis líneas llevo, debajo de la manga. Al alero de mi Padre. A la guía de él.
439
Y que de ello, la llegada aún es de espera. ¡Aún es de esperar! Tomad cada uno, su tarea a realizar. Tomad cada uno, sus labores realizar. Para que de ello, etapa hecha. Etapa dada. Que así como yo estoy en mis labores. Vosotros también, debéis de estar. Tomad lo que mi Padre os entrega. Y hacer de ello mérito.
440
A quienes, lo necesitan. A quienes, lo solicitan. Entregar de ello. ¡Por qué yo de ello, espero que hagáis vuestra labor! Vuestro quehacer. Para qué así pueda yo volver a la Tierra Nueva. A la tierra de ello nueva.
441
Y con la satisfacción y tranquilidad que todos y cada uno de ustedes, hizo la labor que mi Padre les encomendó. Que mi Padre, les entrego. Para qué yo pudiera de ello llegar. Para que yo pudiera de ello ir; al encuentro de todos vosotros. Como una vez lo estuve, con aquellos que en su tiempo estuvieron. En unión, en fraternidad. ¡Haced labor de mi Padre!
442
¡Para qué de ello yo vuelva! Y este todo listo y preparado. Y se dé de ello, como mi Padre así escribió. Así, el día al realizar de la historia. Haced de ello labor. Porque yo espero de ello, que así sea. ¡Y mi Padre también!
443
¡Soy el Cristo que vive! ¡Soy el Cristo que está! Palabra hecha. Palabra escrita.
FIRMA.
PROHIBIDA SU VENTA Y COMERCIALIZACIÓN.