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LA ESTRUCTURA DE PEONES EN AJEDREZ
Andrew Soltis Gran maestro internacional
EDITORIAL PAIDOTRIBO
ÍNDICE
Introducción. ¿El alma de qué juego? ...............................................
5
1. La familia Caro-Eslava .................................................................
13
2. La Formación Eslava ....................................................................
35
3. La Siciliana/Inglesa Abierta.........................................................
55
4. Reacciones en cadena ...................................................................
113
5. La cadena con vértice en e5 .........................................................
139
6. El complejo Indio de Rey ............................................................
153
7. La familia del Gambito de Dama y sus parientes .....................
173
8. La Formación Pánov .....................................................................
195
9. Muros de piedra y otras prisiones ...............................................
205
10. La Siciliana/Inglesa cerrada .........................................................
215
11. Índice alfabético ............................................................................
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INTRODUCCIÓN
¿EL ALMA DE QUÉ JUEGO?
En realidad, sólo cuando adquirí un nivel de juego de maestro, comprendí lo que Philidor había querido decir. Los peones son las características más duraderas de una posición: entre la última fase de la apertura y el comienzo del final, su formación apenas se modifica. Como consecuencia, la estructura de peones se convierte en el verdadero campo de batalla. Un centro más fuerte ofrece el terreno elevado que todo general desea para la batalla. La ausencia de peones crea columnas y diagonales abiertas: los valles y crestas que dan rutas de acceso al ejército atacante. También llegué a entender que el estudio de los peones no es una tarea inútil. El propio Philidor explicaba por qué nos permiten ser brillantes en la ejecución de los planes del medio juego. “(Los peones) solos crean el ataque y la defensa,” escribió. Es cierto que muchas –si no la mayoría– de las grandes batallas combinatorias con sacrificios parecen surgir, con toda naturalidad, de estructuras de peones favorables.
El ajedrez no es fácil. Parecía fácil cuando aprendí el movimiento de las piezas. Pero, como todos los principiantes, pronto descubrí que había mucho por aprender, que había muchas cosas que no sabía. En realidad, había bibliotecas llenas de libros –libros de ajedrez– y cada libro contenía perlas de sabiduría que, por lo visto, me llevaría toda una vida dominar. El más misterioso bocado de sabiduría era una cita que parecía haber seducido a todos los escritores de ajedrez, porque la transcribían en casi cada libro. “Como dijo André Philidor”, escribían los autores, “los peones son el alma del ajedrez”. Muy bien, me decía a mí mismo, cada vez que me encontraba con esta gema de conocimiento. ¡Un francés que lleva muerto más de doscientos años me va a decir a mí que no debo preocuparme por perder la dama o por permitir que le den mate a mi rey! Según él, tenía que preocuparme por los peones. 5
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LA ESTRUCTURA DE PEONES EN AJEDREZ
Veamos un ejemplo: Guenadi Kuzmin – Attila Groszpeter; 5ª ronda del Torneo abierto de Kusadasi (Turquía), 1990: 1 e4 c5 2 ¤f3 d6 3 d4 cxd4 4 ¤xd4 ¤f6 5 ¤c3 a6 6 ¥e2 e5 7 ¤b3 ¥e7 8 0-0 0-0 9 ¢h1 b5 10 ¤d5! ¤xd5 11 £xd5 ¦a7 12 ¥e3 ¥e6 13 £d1 ¦d7 14 a4 b4 15 f4! £c7? 16 f5! ¥c4 17 ¥xc4 £xc4 8 7 6 5
¦c8, o bien 18 ¤d2 £c6, seguido de 19 ... d5). Por otra parte, las blancas entienden que las ventajas que les ofrece su estructura pueden evaporarse tan pronto como las negras activen sus piezas mal situadas (...¦c7 y ...¤d7f6, por ejemplo). Considerando todos los factores, las blancas concluyen que la ventaja se les está escapando y que deben actuar con energía, sin tener en cuenta las consecuencias materiales. De modo que juegan: 18 19 20
4 3 2 1 a
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Posición después de 17 … £xc4
Con un simple vistazo podemos ver que las negras atacan el peón de e, que es difícil de defender cómodamente (si 18 £f3, 18 ... £xc2). A continuación, podemos apreciar que las blancas tienen una clara ventaja estratégica, gracias a su estructura de peones. El agujero de ‘d5’ le concede al primer jugador un excelente puesto avanzado y el peón de ‘f5’ es un punto de partida para un posible ataque en el flanco de rey. Sin embargo, proteger el peón por medios normales equivaldría a permitir que tales ventajas se disipasen (18 £d3? £xd3 19 cxd3
f6! ¦xf6! £g4+
¥xf6 gxf6 ...
La atractiva 20 ¥h6 (que amenaza 21 £g4+ y mate) permitiría 20 ... £xe4! 20 21
... £h4
¢h8 £e6
Las negras no pueden permitir 22 £xf6+ y 23 ¥h6, seguido de mate en ‘g7’. Pero ahora... 22
¤d4!!
£e7
Después de 22 ... exd4 23 ¥xd4, las negras no podrían defenderse contra ¥xf6+ (por ejemplo: 23 ... ¢g7 24 £g5+). 23 24
¤f5 ¦f1
£e6 d5
Una última y desesperada ten-
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INTRODUCCIÓN
tativa por incorporar sus piezas a la defensa (...¦d6, ...¤d7). ¤g7!
25
£e7
O bien 25 ... ¢xg7 26 ¥h6+ ¢h8 27 ¥xf8, con la amenaza 28 £h6. 8 7 6 5 4 3 2 1 a
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Posición después de 25 ... £e7
26 27
¥c5! ¤h5
£xc5 Se rinden
No hay defensa apropiada contra £f6+ y £g7++, o bien ¤xf6 y £xh7++. Por ejemplo: 27 ... ¦d6 28 ¤xf6 ¦xf6 29 £xf6+ ¢g8 30 ¦f3 y ¦g3+.
Hay una tendencia natural a modificar la estructura de peones, mediante avances y capturas, pero se trata de una tendencia a la que debemos resistirnos. Una de las diferencias entre el maestro y el aficionado es la experiencia que le dice al maestro que cuando su estructura de peones es superior no debe alterarla. Esto se puso de manifiesto en la segunda partida del duelo de 1990 por el Campeonato del Mundo, entre Gari Kasparov y Anatoli Kárpov. Comenzó con una apertura que estaba considerada de un equilibro casi absoluto: 1 e4 e5 2 ¤f3 ¤c6 3 ¥b5 a6 4 ¥a4 ¤f6 5 0-0 ¥e7 6 ¦e1 b5 7 ¥b3 d6 8 c3 0-0 9 h3 ¥b7 10 d4 ¦e8 11 ¤bd2 ¥f8 12 a4 h6 13 ¥c2 exd4 14 cxd4 ¤b4 15 ¥b1 bxa4 16 ¦xa4 a5 17 ¦a3 ¦a6 18 ¤h2 g6
8 7 6
Este libro pretende enseñarle a reconocer las diferentes estructuras de peones y cómo tratar el medio juego en la forma que conviene a cada estructura. Como veremos, el plan estratégico o el ataque con sacrificios que dan resultado en determinada estructura pueden resultar desastrosos contra otra.
5 4 3 2 1 a
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Posición después de 18 ... g6
h
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LA ESTRUCTURA DE PEONES EN AJEDREZ
Esta posición, y otras similares, se han producido en la práctica de Kárpov durante años, y en ellas siempre había demostrado su proverbial habilidad para lograr contrajuego con negras, contra objetivos como aquí el peón de e blanco. En partidas anteriores se habían jugado 19 ¤g4, 19 e5 y 19 f4, posibilidades todas ellas prometedoras. ¿Qué habría descubierto aquí Kasparov, en sus preparaciones?, se preguntaban los grandes maestros, que presenciaban el duelo, en la sala de prensa de Nueva York. La respuesta fue un modestísimo avance de peón de una sola casilla: 19 f3!! Numerosas sonrisas se vieron entonces en la sala de prensa, ya que los grandes maestros comprendieron entonces lo que ahora parece obvio: las blancas se aseguraban así de que su centro superior permaneciese inalterado hasta que decidiesen modificarlo. El contrajuego negro se desvaneció y poco hubo que oponer al lento pero inevitable despliegue de las piezas blancas en un ataque decisivo en el flanco de rey: 19 ... £d7 20 ¤c4 £b5 21 ¦c3 ¥c8 22 ¥e3 c6 23 £c1 ¢h7 24 ¤g4! ¤g8 25 ¥xh6! Las negras se rindieron poco después de 25 ... ¥xh6 26 ¤xh6 ¤xh6 27 ¤xd6 £b6 28 ¤xe8 £xd4+ 29 ¢h1 £d8 30 ¦d1! £xe8 31 £g5 ¦a7 32 ¦d8 Lo importante, en este caso, es que una estructura de peones no es un elemento aislado de una
posición, sino parte intrínseca de ella. No puede usted decir que tiene una buena estructura de peones y, sin embargo, mal juego. Es la disposición de los peones lo que determina si tendrá usted buen juego de piezas, si sus torres dispondrán de columnas y sus alfiles de diagonales. Una ilustración de lo que acabamos de decir la tenemos en la partida Oleg Romanishin – Karslen Mueller; Attensleig (Alemania), 1992, que comenzó así: 1 e4 e6 2 d4 d5 3 e5 c5 4 c3 ¤c6 5 ¤f3 £b6 6 a3 c4! 7 ¥e2 ¤a5 8 ¤bd2 ¥d7 9 0-0 h6 10 a4 0-0-0 11 ¤e1 8 7 6 5 4 3 2 1 a
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Posición después de 11 ¤e1
La excelente sexta jugada negra sirve para un propósito de largo alcance: dislocar los peones enemigos del flanco de dama, porque cualquier avance del peón de b sería contestado con ...cxb3, lo que dejaría a las blancas con un peón retrasado en ‘c3’ y expuesto al ataque en la columna semiabierta c.
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INTRODUCCIÓN
Pero ¿y si las blancas no tratan de abrir el flanco de dama? ¿Y si deciden, como indica su última jugada, actuar en el flanco de rey con el avance f2-f4-f5? Las negras necesitan un plan propio. La mejor opción sería 11 ... f6!, aunque esto expusiera a su peón de e débil en la columna semiabierta, después de exf6. Sin embargo, las negras jugaron 11 ... f5?, un avance de peón correcto en cuanto a la estructura. El flanco de rey negro queda ahora sólido y no tienen por qué temer f2-f4-f5. Pero es malo en el aspecto dinámico, porque les deja sin perspectivas de juego en el flanco de rey. Las negras empeoraron las cosas, al responder a 12 b4!, con un segundo error: capturaron al paso. También esta captura es deseable, pero resulta estratégicamente defectuosa. Después de 12 ... cxb3? 13 ¤d3 ¢b8 14 ¥a3! ¥xa3 15 ¦xa3 ¦c8 16 £a1! ¤e7 17 ¦b1, quedó claro que las blancas dominarían el único sector del tablero con líneas abiertas. Las negras nunca tuvieron un momento para poder pensar en c3 y sucumbieron rápidamente: 17 ... £c7 18 ¤c5 ¢a8 19 ¤dxb3 ¤ec6 20 ¥b5 ¤xb3 21 ¦axb3 ¦b8 22 ¥xc6! ¥xc6 23 ¤xe6 £e7 24 ¤c5 f4 25 f3 g5 26 a5 ¦h7 27 ¦b6! ¦c8 28 a6! (basado en que si 28 ... axb6, sigue 29 axb7+) 28 ... bxa6 29 £xa6 £e8 30 ¦b7! ¥xb7 31 ¦xb7, y las negras se rindieron.
Cambio de escenario Cuando una estructura de peones se modifica, los jugadores se ven obligados a reconsiderar su línea de pensamiento previo. O, al menos, eso deberían hacer. Con demasiada frecuencia, un jugador considerará un cambio, en particular cuando implica peones de flanco, trivial y desdeñable. En tales casos, acaba, invariablemente, pagando un precio elevado por ello. Hay numerosas partidas en las que el desenlace quedó sentenciado en la jugada a 15 , aunque la partida se prolongase otras 20 jugadas. Veamos un caso a propósito: Kevin Spraggett – Domínguez; Barcelona (España), 1991: 1 c4 g6 2 ¤c3 ¥g7 3 d4 ¤f6 4 e4 d6 5 ¤f3 0-0 6 ¥e2 e5 7 0-0 ¤c6 8 d5 ¤e7 9 ¤e1 ¤d7 10 ¤d3 f5 11 ¥d2 ¤f6 12 f3 f4 13 g4 h5? 14 g5! ¤h7 15 h4 8 7 6 5 4 3 2 1 a
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Posición después de 15 h4
h
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LA ESTRUCTURA DE PEONES EN AJEDREZ
Las negras han cometido un error importante y están a punto de cometer otro. El primer desliz fue consentir el bloqueo del flanco de rey. Tenían que haber jugado 13 ... fxg3!, después de lo cual dispondrían de suficiente capacidad de maniobra para montar un contrajuego serio contra el enroque enemigo (por ejemplo: 14 hxg3 h6 15 c5 g5 y 16 ... ¤g6). Una indicación de lo importante que ha sido ese error de omisión es que la posición negra es tan crítica que tendrían que sacrificar dos piezas (15 ... ¤xg5! 16 hxg5 ¤f5!) para evitar ser estratégicamente aplastadas. En tal caso, las blancas deberían evitar el posible ataque de mate (17 exf5 £xg5+ 18 ¢h1 £h4+), jugando 17 ¦f2! y ¦g2, con juego igualado. Las negras, sin embargo, nunca apreciaron la gravedad de su situación hasta que fue demasiado tarde. Después de 15 ... ¢h8? 16 ¦f2! ¤g8 17 ¦g2 ¦f7 18 c5!, la falta de espacio para operar en el flanco de rey –pues las blancas tienen absoluta libertad en el flanco de dama– comenzó a hacerse notar. En resumidas cuentas, las blancas se quedaron con cinco de las ocho filas del tablero y dejan sólo tres a las negras. ¡Es evidente que cinco ganan a tres! La partida finalizó en la jugaa da 36 , pero el desenlace estaba cantado mucho antes: 18 ... ¥f8 19 cxd6 cxd6 20 ¥e1 ¥e7 21 ¦c1 ¦g7 22 ¢h1 a6 23 ¥f2 ¥d7 24
¤a4 b5 25 ¤b6 ¦a7 26 ¤xd7 £xd7 27 ¤b4 £b7 28 ¥f1 ¤f8 29 ¥g1 ¤d7 30 ¦gc2 ¤c5 31 ¤c6 ¦a8 32 ¥h3 ¥f8 33 ¥xc5 dxc5 34 ¤xe5 ¥d6 35 ¤c6 ¤e7 36 e5!, y las negras se rindieron. Ese centro de peones, como veremos en el capítulo 4, es una de las formas más populares de cadena de peones. En otras palabras, no puede usted jugar 1 d4 si no entiende esa formación. Hay otras estructuras que evolucionan, naturalmente, a partir de determinadas aperturas, como las defensas Caro-Kann, Francesa, Siciliana y Eslava. En estos planteamientos es posible que tenga que convivir cuarenta jugadas con los movimientos de peón que haya decidido ya en la tercera. También hay aperturas más tranquilas, que permiten diferir las decisiones importantes acerca del centro. En tales casos, la tarea que el jugador afronta es mucho más difícil. En lugar de buscar el plan de medio juego apropiado que se ajuste al centro, tienen que decidir qué tipo de centro quieren realmente. Por ejemplo: 1 c4 c5 2 ¤c3 ¤c6 3 g3 g6 4 ¥g2 ¥g7 5 e3 d6 6 ¤ge2 ¤f6 7 0-0 0-0 8 d3 ¥d7 9 h3 a6 10 b3 ¦b8 11 ¥b2 b5 12 £d2 ¤b4 (D) En esta posición, de la partida Sinen Agdestein– Anatoli Kárpov; Tilburgo (Países Bajos), 1991, las blancas tienen las manos relativamente libres para elegir un plan de medio juego. Uno
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INTRODUCCIÓN
flanco de dama con ...¤d4 y ...bxc4. Ahora las blancas se dejan llevar por el pánico, mientras buscan una estructura favorable.
8 7 6 5
¢h2 f4?!
16 17
4 3 2 1 a
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Posición después de 12 ... ¤b4
bueno, por ejemplo, sería conservar el centro intacto y atacar en el flanco de rey (13 ¦ad1, 14 f4, 15 g4 y 16 ¤g3). En lugar de ello, el juego prosiguió así:
h5 ...
La idea de la última jugada negra era dificultar este avance, porque ...h4 dislocaría la formación de peones blancos en las casillas negras del flanco de rey. 17 18
... dxc4
bxc4 ¤xd5!
8 7
13 14
¦fd1 e4?
¦e8 ...
Las blancas quieren jugar ¤d5, pero prefieren retomar con el peón de e para abrir así esa columna. La alternativa 14 ¤d5 ¤fxd5 15 cxd5 ¥xb2 16 £xb2 permite a las negras apoderarse de la iniciativa con 16 ... c4! 14 15
... ¤d5?
¤c6 ...
Deja escapar la oportunidad de abrir líneas con 15 cxb5 axb5 16 d4! 15
...
6 5 4 3 2 1 a
b
c
d
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f
g
h
Posición después de 18 ... ¤xd5
Un cambio en el centro, efectuado en el momento oportuno. Las blancas comprenden lo fea que se volvería su posición tras 19 cxd5 ¤d4. Por ejemplo: 20 fxe5 ¤xe2 21 £xe2 ¥b5 22 £f2 ¥xe5, con ventaja negra (23 ... h4!).
e5!
Las negras cierran el centro para poder iniciar un ataque en el
19 20 21
£xd5! ¤xd4 £xd6
¤d4 cxd4 ...