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LA EUROPA DEL SIGLO XVII. El siglo XVII es una continuación de todo lo que veíamos en el siglo anterior: monarquías fuertes que luchan por el predominio en Europa, sociedad estamental, guerras de religión en Europa... Pero en otros muchos aspectos podemos ver rupturas o cambios como es la consolidación de la economía mercantilista de la que hablaremos más adelante, la revolución científica, etc. Pero lo que sí preside casi todo el siglo es la idea de crisis en todos los aspectos: crisis económica, crisis social, crisis demográfica... I. LA MONARQUÍA ABSOLUTA Y EL PARLAMENTARISMO INGLÉS. 1. El absolutismo monárquico. A finales de la Edad Media los reyes logran vencer a la nobleza y recuperar el poder perdido durante el feudalismo, estos reyes construyen a lo largo del XVI una monarquía que concentra todo el poder político. En el XVII ese proceso de concentración del poder político se continúa, los reyes son cada vez más poderosos aliados a la nobleza y a la Iglesia, a esa monarquía con un poder político tan fuerte se le denomina monarquía absoluta y se dará en casi toda Europa, siendo la monarquía francesa el caso más representativo. Por el contrario en Inglaterra el poder del rey es mucho más débil y tiene que compartirlo con el Parlamento, es la primera monarquía parlamentaria de Europa, este tipo de gobierno se impondrá en Europa tras las revoluciones burguesas de los siglos XVIII y XIX, los ingleses se adelantaron en dos siglos. a) El absolutismo francés. En Francia el rey Luis XIV, conocido como el rey Sol (1661-1715) va a concentrar en su persona todo el poder, suya es la frase El Estado soy yo, que viene a significar que todo el poder se concentra en su persona ; en el siglo XVII Francia sustituye a España como potencia europea más importante. Ante las desgracias de las crisis que se dan en el XVII (pestes, hambres, crisis económicas, Guerra de los Treinta Años...) surge entre las gentes de la época la necesidad de que exista un poder fuerte para acabar con estas desgracias, Luis XIV será la persona adecuada. Los reyes del XVII ven aumentados sus poderes con respecto a los del XVI, así reúnen en su persona los tres poderes: son los gobernantes indiscutibles y acaparan todos los cargos importantes (jefes de los ejércitos, jefes de la administración, árbitros de la economía...); son los únicos que redactan las leyes; la justicia se imparte en su nombre y los jueces imponen su ley en todo el reino. Como vemos algunas de estas características se daban ya en el siglo XVI pero ahora se perfeccionan y el rey ve aumentado su poder. Pero la gran diferencia entre el monarca autoritario del XVI y el absoluto del XVII no es solamente que el segundo tiene más poder 42. El poder absoluto de Luis XIV y los 41. Luis XIV de Francia, símbolo del absolutismo monárquico.
órganismos en los que se apoyaba.
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que el primero, la novedad es que el poder del rey se ve justificado por la labor de numerosos teóricos que, a través de argumentos variados, legitiman ese poder tan fuerte que tiene y debe tener el rey. Entre esos teóricos del absolutismo monárquico destacamos tres: Suárez, Bossuet y Hobbes; los dos primeros defienden el absolutismo monárquico con argumentos religiosos, el último con 43. Tres teóricos que justifican el poder del rey: argumentos más jurídicos. Suárez, Bossuet y Hobbes. Francisco Suárez, es español y dice que el poder absoluto del rey le viene de Dios, se justifica así el poder del rey a través de argumentos religiosos. Bossuet, francés, basándose en la Biblia dice que el poder del rey tiene que ser absoluto y que la monarquía era una institución sagrada, en utilizar argumentos religiosos se parece a Francisco Suárez. Hobbes, inglés, dice que es necesaria una autoridad fuerte para que ponga paz entre los conflictos individuales, todos los hombres deben hacer un pacto para respetar esa autoridad. La forma de justificar un poder monárquico fuerte en Inglaterra es mucho más moderna, deja de un lado los argumentos religiosos y se basa en la relación o pacto entre los súbditos y el rey. Para Hobbes el rey debe tener un poder fuerte para imponer la paz y así favorecer el progreso, en una época remota los primeros habitantes del reino pactaron con los primeros reyes y les entregaron parte de la autoridad individual para que así el rey, hombre con una autoridad muy superior y reconocido por todos, gobernara, defendiera a sus súbditos e impartiera justicia. El absolutismo se dio en casi todos los países europeos, con excepción de Inglaterra. b) La monarquía absoluta española del siglo XVII. El siglo XVII fue desastroso para España, en lo económico una grave crisis sacude el país, los intentos de los reyes para arreglar la situación no hicieron sino agravarla. La 44. Felipe III (1598-1621). crisis se vio acentuada por muchas décadas de malas cosechas que propiciaron la subida de los precios y el hambre generalizado unido a abundantes epidemias que diezmaron la población. La situación económica se vio agravada con las continuas guerras con Francia. El descontento se manifestó en la abundancia de motines en la década de los cuarenta que llevaron a la independencia de Portugal y a la rebelión de Cataluña, Vizcaya, Nápoles... En estas condiciones el gobierno de los reyes era difícil. En el exterior asistimos a la pérdida del predominio que España había tenido en el siglo anterior, Francia tomará el relevo como potencia más poderosa del continente. 1.- El reinado de Felipe III (1598-1621). En general fue un reinado pacífico, se pretende mantener la hegemonía por la vía diplomática más que por la fuerza de la s armas. Felipe III firmó treguas con Inglaterra y con los rebeldes de los Países Bajos (la llamada tregua de los Doce Años). Tal vez para actuar de esa forma se viera influido por la crisis 45. La expulsión de los moriscos en una representación de la época.
económica.
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En el plano interior se inicia con este rey el gobierno de los validos, el monarca hace dejación de sus tareas de gobierno en un favorito, en este caso el duque de Lerma. Quizá el hecho más importante de su reinado fue la expulsión de los moriscos, que a pesar de su conversión obligada al cristianismo seguían practicando la religión musulmana en privado. Fueron expulsados en 1609 y este hecho ocasionó una gran catástrofe económica en algunas zonas como Aragón, Valencia, Murcia o Andalucía, donde su papel era muy importante como cultivadores de las tierras nobiliarias. 2.- El reinado de Felipe IV (1621-1665). Fue un reinado muy agitado y la crisis y decadencia española tocaron fondo. Política interior : la crisis de mediados del reinado. Fue una crisis gravísima, debido a los problemas 46. Felipe IV (16211665). económicos y a la política autoritaria y centralista del Conde-duque de Olivares, valido del rey. El Conde-duque era partidario de un mayor centralismo, en esta línea plantea que todos los reinos españoles contribuyan económicamente en la misma medida que Castilla a los gasto de las guerras. Estas ideas están contenidas en la Unión de Armas, decreto en el que se refleja cual tiene que ser la aportación de los distintos reinos. El choque con estas ideas se produjo con una gran violencia en Cataluña, las Cortes Catalanas se niegan a pagar más 47. La conflictividad social en la España del XVII dinero en la guerra contra Francia debido a la crisis económica y las duras condiciones de (guerra que había estallado en vida. 1635), el Conde-duque como respuesta decide llevar la guerra contra Francia a Cataluña para así involucrar a los catalanes. Según las costumbres de la época los campesinos debían acoger en sus casas y alimentar a los soldados, este contacto fue nefasto y provocó muchos roces y enfrentamientos entre el ejército y la población civil, el levantamiento más radical se produjo el 7 de junio de 1640, los segadores mataron al virrey Santa Coloma en el llamado Corpus de Sangre y estalló una guerra contra el rey. La guerra acabó en 1652 cuando Felipe IV entra en Barcelona. El rey se portó de forma magnánima con los rebeldes y no hubo represalias. En el transcurso de la contienda los rebeldes llegaron a ofrecer Cataluña a Richelieu, regente de Francia. Motines y tentativas de este calibre se multiplicaron por todos los reinos, entre ellos destaca el Motín de la Sal en Vizcaya ; la tentativa del duque de Medina Sidonia de proclamarse rey de Andalucía ; del duque de Híjar de proclamarse rey de Aragón ; graves levantamientos en Nápoles y Sicilia... De todos estos levantamientos el único que triunfó fue el de Portugal. Ante la grave situación en Cataluña, Olivares pide tropas a Portugal, los portugueses se niegan y 48. El Conde-duque de Olivares
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se rebelan proclamando rey al duque de Braganza con el nombre de Juan IV, el levantamiento cuenta con el apoyo de Francia, Holanda e Inglaterra. La política internacional : la pérdida de la hegemonía. España se ve envuelta en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) que estalló en principio como guerra de religión en Alemania, pero el conflicto se generalizó al intervenir también Francia, Dinamarca, Suecia y los Países Bajos. Al principio los éxitos militares españoles fueron notables, pero al incorporarse Francia al conflicto se inicia el declive de la estrella española. 49. Pérdidas españolas por las paces de Westfalia (1648) y Pirineos (1659) La guerra acaba con la Paz de Westfalia , por esta España reconoce en 1648 la independencia de Holanda. España continuó su guerra con Francia para recuperar Cataluña y Portugal. La paz con Francia se firmaría tras la derrota de Las Dunas, esta paz conocida como Paz de los Pirineos (1659) supuso para España la pérdida de Artois (en Flandes) y la de Rosellón y la Cerdaña, de esta manera la frontera entre los dos países quedó como actualmente está y es hoy en día la frontera más antigua de Europa. Estas dos paces sentencian la decadencia española y el ascenso francés, esta decadencia se confirmaría de manera definitiva en 1713 con el Tratado de Utrecht. 3.- El reinado de Carlos II (1665-1700). Es una etapa crítica. A partir de 1680 se inicia la recuperación económica, pero en el terreno internacional España sigue perdiendo plazas en Flandes frente a Luis XIV de Francia. El nuevo rey carece de carácter para gobernar, es un rey débil y enfermizo, en la corte era apodado el Hechizado. En el exterior las distintas potencias europeas planean repartirse el imperio español cuando muera Carlos II, que por cierto no tiene descendencia. A su muerte se inicia una sangrienta Guerra de Sucesión en la que están implicadas todas las potencias europeas que quieren sacar partido de España. La guerra acaba en 1713 con el reconocimiento de Felipe V y la dinastía de Borbón como rey de España y con la pérdida de todas las posesiones españolas en Europa. 2. El parlamentarismo inglés. En Inglaterra existe desde la Edad Media una cámara de representantes llamada Parlamento, dividida a su vez en dos cámaras la de los lores (nobles y obispos) y la de los comunes (pequeña nobleza y burguesía). También existían en Francia (Estados Generales), España (Cortes)... pero no tenían ningún poder y prácticamente no se reunían. A diferencia de estos países en Inglaterra el Parlamento tenía mucha fuerza, en el siglo XVI el Parlamento está sometido a la monarquía autoritaria de los reyes de la casa Tudor, pero en el XVII cuando los reyes de la dinastía Estuardo quieren acentuar todavía más su poder a costa del
50. Carlos II (1665-1700).
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Parlamento surgen tensiones y enfrentamientos entre la monarquía y esta cámara, esto dará lugar a una guerra en 1642 en la que el rey Carlos I salió derrotado y Cromwell, líder de los parlamentaristas, después de ajusticiar al rey convirtió a Inglaterra en una República. Al morir éste se reinstauró nuevamente la monarquía en la persona de Carlos II, hijo del rey ajusticiado. A éste le sucede Jacobo II y con él se inician nuevamente las tensiones entre el rey y el Parlamento al querer el monarca imponer el absolutismo, el rey fue derrocado y se eligió como gobernante a su yerno Guillermo III de Orange en 1688, con un rey elegido por el Parlamento éste le impone una Ley de derechos en 1689 que recorta los poderes del rey y subraya la supremacía del Parlamento sobre el rey. II. LA VIDA COTIDIANA: EL COMPORTAMIENTO DE LA POBLACIÓN.
51. Oliver Cromwell, líder republicano inglés.
En este apartado vamos a ver algunos aspectos de la vida diaria de las gentes de la época, dando más importancia a la vida del pueblo que a la de las clases acomodadas.
52. Relación entre nacimientos y muertes en el Beauvaisis (Francia) entre 1692 y 1695.
1. Una sociedad presidida por la muerte. En nuestra sociedad la esperanza de vida es de unos setenta y tantos años, y no es anormal encontrar gente que llega a los ochenta y noventa; en el siglo XVII lo normal era que la gente del pueblo muriera entre los veinte y los cuarenta años, los que llegaban a los sesenta eran casos extraños, y una persona de treinta años tenía el aspecto de un anciano. ¿A qué era debido esto?, evidentemente a unas condiciones de vida durísimas, a una alimentación insuficiente, a la falta de higiene y de protección contra el frío y la humedad. De todo esto se deduce una mortalidad muy alta, la muerte estaba presente en la vida cotidiana, sobre todo cuando venía una época de malas cosechas que elevaban de forma desorbitada el precio del trigo haciéndolo prohibitivo para la mayoría de los habitantes. Las malas cosechas generaban desnutrición y ésta la aparición de epidemias al no poseer el organismo defensas y ser las condiciones higiénicas precarias. Cuando una epidemia de peste o cólera azotaba una zona era capaz de llevarse a la mitad de la población. El único consuelo contra la enfermedad era la religión. Era un caso excepcional que un joven de catorce años no hubiera visto morir a uno de sus hermanos.
2. Una natalidad muy alta. La mortalidad era alta, pero si la natalidad no hubiera sido más alta habría desaparecido la vida en muchos sitios. Se calculaba que una mujer tenía por término medio unos cinco hijos, aunque era frecuente que pasaran de diez. La fecundidad dependía de la edad a la que se casaba la mujer y de la duración del matrimonio, era frecuente que la mujer muriera de infección al dar a luz. La fecundidad era mayor en las clases acomodadas, las mujeres no tenían que esperarse a tener el dinero de la dote y se casaban jóvenes. Algunos hombres y mujeres muy pobres no podían casarse por no tener ningún bien que llevar al matrimonio.
53. Evolución del precio del trigo en el Beauvaisis entre 1690 y 1695, interesante al relacionarlo con el gráfico anterior.
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3. Las crisis demográficas. En general, a pesar de todo lo que hemos visto, la población crecía lentamente, la diferencia entre la natalidad y la mortalidad era ligeramente favorable a la primera. Solamente en el caso de malas cosechas o desgracias naturales se producía carestía, hambre y muertes, en ese momento las defunciones eran claramente superiores a los nacimientos. Para que nos hagamos una idea de cómo crece la población hemos de fijarnos que en Europa en 1500 había unos ochenta millones de habitantes, 54. En este gráfico correspondiente a una en 1750 esa cifra ascendía a ciento cuarenta, ciudad del norte de Italia vemos la dicho de otra forma, la población necesitó casi relación entre el precio del trigo y el dos siglos y medio para doblarse. número de fallecimientos entre 1677 y En cuanto al comportamiento de la 1680. población los estudiosos distinguen tres modelos. El primero se llama régimen demográfico antiguo, se caracterizaba por una natalidad muy alta y una mortalidad también muy alta, el crecimiento era lento, ni que decir tiene que es el modelo que se da en esta época. El segundo modelo se llama régimen demográfico de transición y se caracteriza por una natalidad alta y una mortalidad baja, el crecimiento es muy alto; se dio en Europa con la Revolución Industrial en el siglo XIX, actualmente es aplicable a todos los países subdesarrollados. El tercer y último régimen se llama régimen demográfico moderno, se caracteriza por una natalidad baja y una mortalidad baja, el crecimiento, por tanto, es muy lento; este modelo se da hoy en día en los países desarrollados, por ejemplo España. III. LA ECONOMÍA DEL SIGLO XVII: EL MERCANTILISMO. 1. El mercantilismo. En el siglo XVII se continúan las tendencias económicas que apuntábamos en el XVI: la tierra pertenece a la nobleza y al clero y la trabajan los campesinos, aumenta el número de empresarios que reúne a trabajadores en fábricas o manufacturas, los gremios continúan su decadencia... Pero quizá la novedad más importante es la aparición del mercantilismo que aunque surge en el XVI se consolida en el XVII. El mercantilismo es una doctrina económica que imponen los reyes absolutos y se basa en el objetivo de que cada reino tenga la mayor cantidad de oro y plata. En esa época se consideraba que cuantas más reservas de metales preciosos se tuvieran habría más riqueza, más dinero en circulación, y así se podrían recaudar más impuestos. Para conseguir tener mayores cantidades de oro y plata, se fomentaba la exportación de productos y se impedía o se ponían trabas a la importación del exterior, dicho de otra forma, la idea era vender en el exterior cuanto más mejor y comprar en el extranjero cuanto menos mejor, de esa forma se lograba una balanza de pagos con superávit. Por supuesto el Estado velaba para que se cumplieran estas premisas y, entre otras cosas, establecía un férreo control aduanero. A esa protección de la producción nacional frente a la competencia exterior se le llama proteccionismo. Hoy en día sabemos que lo que realmente genera riqueza es el intercambio sin trabas aduaneras con otros países, es decir, el libre comercio. También debemos indicar que el verdadero motor de la 55. Colbert, ministro de economía es la burguesía, que la nobleza se encuentra, en la economía de Luis XIV, mayoría de los casos, arruinada por falta de una mentalidad máximo rerpesentante capitalista como la que tenía la nobleza inglesa. La burguesía del mercantilismo en Francia.
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tienen el poder económico, pero, al igual que el campesinado, no tiene poder político alguno. IV. LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA. 1. La nueva ciencia El siglo XVII fue un siglo de crisis en muchos aspectos, desde el punto de vista intelectual esta crisis se notó más en los países del sur de 56. Basílica de San Pedro, finalizada por Maderno y Europa (Italia, España, Portugal) que plaza de las Naciones realizada por Bernini, símbolos seguían fieles a los principios del poder del Papa y de la Roma barroca. contrarreformistas y consideraban la libertad de pensamiento como una puerta abierta a la entrada del protestantismo. Por el contrario, en los países protestantes, donde la religión no imponía una censura a la investigación y la experimentación, se produjeron avances importantes en el campo de las ciencias, y así países como Holanda y Gran Bretaña se colocaron a la vanguardia del pensamiento científic o. En el XVII surgen dos nuevas formas de interpretar el mundo que, aunque se remontan al Renacimiento, se van a desarrollar plenamente en esta época. Una de ellas es el racionalismo y estaría encabezado por el francés Descartes que propone someter todo principio científico a una duda constante (duda metódica) y basar la veracidad de una hipótesis en su demostración racional. La otra forma de formular una teoría es el empirismo, esta se basa en las ideas del inglés Francis Bacon, éste decía que para formula r una ley científica es necesario primero la observación y experimentación, y luego, una vez comprobada, se puede formular la teoría o hipótesis. La razón y experimentación fueron la base que permitieron a Galileo Galilei formular leyes sobre la física terrestre, a Kepler demostrar de manera científica el heliocentrismo, a Newton descubrir la fuerza de la gravedad, y a Harvey comprobar la circulación de la sangre en el cuerpo humano. V. EL ARTE BARROCO. El Barroco supone la negación de todas las características del primer renacimiento: desequilibrio frente a armonía, recargamiento frente a simplicidad, movimiento frente a la ausencia de dinamismo, expresión de sentimientos frente a la idea de expresar la belleza ideal... Este estilo aparece en Italia unido a la propaganda contrarreformista de la Iglesia, y de Italia se extenderá por toda Europa. El arte Barroco se desarrollará en el último tercio del siglo XVI, durante todo el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII.
57. Baldaquino y cátedra de San Pedro. Bernini.
1. El Barroco en Italia. a) La arquitectura. En primer lugar hemos de subrayar que no se produce un cambio en el sistema constructivo similar al que se había producido al pasar del Gótico al Renacimiento, se siguen utilizando los mismos elementos arquitectónicos que en el Renacimiento (bóvedas de medio cañón y de arista, arcos de medio punto, órdenes clásicos...) pero superponiéndoles una rica decoración. El primer barroco (el de finales del siglo XVI) es más o
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menos reposado, no aparece todavía la idea de movimiento y las fachadas no son curvas, el ejemplo más representativo es la iglesia de Il Gesu, la iglesia madre de los jesuitas. Pero el máximo desarrollo de la arquitectura barroca vendrá de la mano de dos grandes arquitectos: Bernini y Borromini. Bernini es autor de la monumental plaza de las Naciones o Plaza de San Pedro en el Vaticano, en ella utiliza una planta elíptica para dar más movimiento. En el interior de San Pedro construyó el Baldaquino debajo de la cúpula de Miguel Ángel, en esta construcción usa por primera vez la columna salomónica. Otra obra suya a destacar es la iglesia de San Andrés del Quirinal con una fachada donde la curva preside todo el conjunto. Borromini sería su gran rival, aunque no contó con el favor de los papas como Bernini, creó obras de una gran originalidad. Es de destacar la iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes en Roma, donde expresa en una pequeña fachada todo un mundo de curvas y contracurvas que proporcionan un gran movimiento. 58. Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes, Borromini.
b) Escultura. En escultura todo está presidido por la idea de movimiento, las esculturas expresan la acción en su momento culminante, en el de máxima tensión; además las posturas de las imágenes experimentan torsión, inestabilidad, desequilibrio... De todos los escultores el genio de Bernini eclipsa a los demás escultores. Al igual que Miguel Ángel en el siglo anterior, Bernini es, sobre todo, escultor. Obras suyas famosas serán Apolo y Dafne en la que se hace eco de un relato mitológico, Dafne, protegida por los dioses, se convierte en un árbol (el laurel) justo en el momento en que Apolo, tras una larga carrera, le da alcance, la obra expresa dolor, retorcimiento, agitación... Otra obra es el David que si lo comparamos con el de Miguel Ángel no expresa la acción en el momento anterior a tirar la piedra, sino en el momento de máxima tensión, mientras sucede el hecho en sí. Como obra religiosa destacó al representar el Éxtasis de Santa Teresa en la capilla 59. Apolo y Dafne. Cornaro, la santa parece flotar atravesada por el Amor Divino. Bernini.
c) Pintura. Las características de la pintura barroca son las siguientes: expresión de movimiento, inestabilidad, arte al servicio de la religión... pero sobre todo el tenebrismo, es decir, el violento contraste en un cuadro entre las luces y las sombras, la luz incide de forma selectiva sobre el motivo más importante (normalmente las manos y la cara), el resto del cuadro permanece en penumbra. El iniciador del tenebrismo será Caravaggio, un autor con una vida intensa y agitada, y su estilo se extendería por toda Europa. Obra suya importante es La vocación de San Mateo en la iglesia de San Luis de los Franceses de Roma. San Pedro y Jesucristo entran en una habitación que parece una taberna, Jesucristo señala a Mateo para que le siga, la luz ilumina la cara de los personajes, el resto aparece en penumbra. 60. Vocación de San Mateo, de Caravaggio.
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2. El Barroco en España. En España el Barroco tiene un carácter más religioso que en Italia, es un arte al servicio de la religión católica y de la monarquía absoluta. a) La arquitectura barroca española. En España el siglo XVII es muy duro, tal y cómo hemos comprobado, eso quiere decir que prácticamente no se realizan edificios de nueva planta y sólo se amplían o reforman los anteriores. 61. Plaza Mayor de Madrid. Gómez de Mora. Esta pobreza generalizada determina que sea el ladrillo el elemento más utilizado. El Barroco de finales del siglo XVI y principios del XVII es un estilo sencillo y desornamentado y los edificios nos recuerdan la obra de El Escorial, un ejemplo de esto lo tenemos en la plaza Mayor de Madrid, el lugar donde se manifestaba el poder del rey. A mediados de siglo asistimos a un mayor recargamiento en la decoración y a un mayor movimiento. La eclosión (busca en el diccionario esta palabrita por si no sabes su significado) del Barroco se produce ya en el siglo XVIII, las fachadas se curvan, el movimiento y la decoración presiden todos los edificios... Destacarán edificios como la fachada principal de la catedral de Valencia, la fachada de la catedral de Murcia, la plaza Mayor de Salamanca, la fachada Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela... En el interior de las iglesias destaca la construcción de monumentales retablos, el más significativo es el de San Esteban de Salamanca donde se da una gran importancia a la columna salomónica. Un capítulo aparte de la arquitectura española es la construcción en el siglo XVIII de los palacios reales, realizados por arquitectos italianos y franceses, estos palacios no tienen nada que ver con el barroco recargado de 62. Fachada del Obradoiro de gusto popular que acabamos de ver. El palacio más la catedral de Santiago. Casas importante es el Palacio Real de Madrid. Novoa. b) La escultura. La escultura española no tiene absolutamente nada que ver con la italiana. Es una escultura eminentemente religiosa cuyo objetivo fundamental es suscitar en el espectador piedad, devoción... Esto lleva aparejado el desarrollo de los pasos procesionales de Semana Santa, en la línea de la Contrarreforma, se exaltan los principios religiosos negados por los
63. Cristo Yacente. Gregorio Fernández.
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protestantes. En cuanto al material diremos que se continúa la tradición renacentista y se trabaja la madera policromada. En España destacarán dos escuelas, por un lado la escuela castellana con centro en Valladolid donde encontramos figuras de un gran dramatismo y una expresión patética de la mano de Gregorio Fernández con obras como el Cristo yacente. En el sur destaca la escuela andaluza con un realismo más sosegado y una ausencia de sangre en las figuras; en Sevilla destaca Martínez Montañés con obras de un gran clasicismo como el Cristo de la Clemencia, y en Granada Alonso Cano, autor que abandona definitivamente el dorado en imágenes como la Inmaculada. 64. Inmaculada. Murillo.
c) La pintura. La pintura brilla con luz propia en el panorama barroco. La introducción del tenebrismo en España se produjo de la mano de dos autores levantinos: Ribera y Ribalta, siendo el primero autor de obras de gran 65. Los Borrachos o El Triunfo de Baco. trascendencia como el Martirio de San Velázquez. Bartolomé. En Sevilla destacará la obra de Zurbarán, autor de cuadros en los que refleja la vida monástica y los milagros de los santos de las diversas órdenes como en San Hugo en el refectorio. Murillo será un autor de obras llenas de gracia a la hora de representar el mundo de los niños o sus famosas Inmaculadas, todas ellas muy vaporosas. El espíritu opuesto lo representa Valdés Leal con escenas de un gran dramatismo como las que pinta para el Hospital de la Caridad de Sevilla. Pero con diferencia la figura estelar será Velázquez. Nació en Sevilla en 1599, después de iniciarse en el tenebrismo es llamado a la corte donde después se convertirá en retratista de los reyes, al no tener que pintar para una clientela religiosa desarrollará un arte más libre. Como retratista nos ha dejado una crónica veraz de los personajes de la corte de Felipe IV, de todos estos retratos el más famoso es Las Meninas. Trabajó muy poco el género religioso, destacando más en lo mitológico con obras como Las hilanderas, Los borrachos, La fragua de Vulcano... 66. Las Me ninas o La Familia de Felipe IV. Velázquez.