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MATERIAL DIDÁCTICO
LA FILOSOFIA DE PLATON
ASIGNATURA.: FILOSOFIA
PARA ALUMNOS-AS 2º BACHILLERATO
Realizado por Lucía Ruiz Bernal DNI: 28584520M
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INDICE 0. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………. 4 1. VIDA Y OBRA……………………………………………………………. 5 2. CONTEXTO HISTÓRICO………………………………………………… 8 3. EL MITO DE LA CAVERNA…………………………………………….. 10 4. TEORIA DE LAS IDEAS………………………………………………….. 15 5. TEORIA DEL CONOCIMIENTO…………………………………………. 19 6. TEORIA POLITICA……………………………………………………….. 25 7. RELACION DE LA FILOSOFIA DE PLATON CON OTRAS POSTURAS FILOSOFICAS…………………………………….. 33 8. VOCABULARIO………………………………………………………….. 46 9. BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………… 57
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“…Digamos ante todo que nada impide que, aun así, nuestros guardianes sean hombres muy felices; pero nosotros, a fin de cuentas, no fundamos nuestra ciudad con vistas a la felicidad de una sola clase, sino para la de todos los ciudadano sin distinción alguna”
Platón, “La República” IV
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0. INTRODUCCIÓN
Los griegos tenían en alto grado la conciencia política que solía coincidir con la conciencia ética: ética y política estaban estrechamente unidas, y no concebían el recto vivir como no fuese en la polis. Platón, será un filósofo que al meditar sobre la vida , reflexione también sobre el Estado, la política, el conocimiento, la ética, la educación,.. Platón descubrió los principios básicos de la vida en general, en todos sus ámbitos, por lo que puede decirse que él puso los fundamentos de toda una teoría filosófica. Vamos
a hacer una exposición de la filosofía platónica donde podamos
acercarnos, de forma sencilla a la gran envergadura que conlleva todo el planteamiento teórico que hace este filósofo sobre temas y problemas que han sido constantes a lo largo de la historia del pensamiento.
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1. VIDA Y OBRA
Vida Es un filósofo del S. V-IV a C. (427-347 a. C.). Nació en Atenas. De decidida vocación política, se desengañó muy pronto de las prácticas políticas atenienses de su época, especialmente tras la condena de Sócrates. Desde entonces dedicó su esfuerzo intelectual a construir y fundamentar teóricamente un modelo ideal de sociedad. Por tres veces viajó a Sicilia con la pretensión de llevar a la práctica su modelo de sociedad, haciendo que los gobernantes se hicieran filósofos, ya que no podía hacer que los filósofos gobernaran. En todos los intentos fracasó. Tras su primer viaje fundó en Atenas su Academia donde se dedicaba especial atención, juntamente con la filosofía, a las matemáticas y a la astronomía. Murió a los 80 años.
Obra Platón escribió numerosas obras. De él conocemos, probablemente, todas sus obras, ya que fueron conservadas cuidadosamente en la biblioteca de la Academia. La mayoría de ellas están escritas en forma de diálogo. Muchos de estos diálogos tienen como protagonista a Sócrates y, aunque sólo los primeros reflejan el pensamiento socrático, expresan siempre el modo de filosofar de su maestro: un filosofar en compañía de otros. Por eso, la filosofía platónica no es un sistema terminado, sino una indagación continua. 5
Resulta imposible saber si la enseñanza oral de Platón en la Academia coincide totalmente con la doctrina expuesta en los diálogos. Aristóteles, por ejemplo, le atribuyó a su maestro doctrinas que no aparecen en éstos. La investigación de los especialistas ha permitido establecer su orden cronológico, en el que, salvo algunas pequeñas variantes, existe un acuerdo casi unánime. Los diálogos platónicos suelen ser clasificados en diversos periodos (variables según los autores). Nuestra clasificación es la siguiente: I. Diálogos socráticos o de juventud (399 – 385 a. C.) Los diálogos de esta época reproducen con bastante fidelidad las enseñanzas de Sócrates (Platón pone muy poco de su parte). El tema es la virtud. Sócrates emplea su ya conocido método para encontrar la definición de una virtud particular, pero en la mayoría de los casos no se llega a solución alguna. Los principales diálogos de esta época son: “Apología de Sócrates” (sobre el proceso a Sócrates), “Critón”(sobre los deberes cívicos), “Laques”(sobre el valor), “Cármides”(sobre la templanza), “Lisis”(sobre la amistad), “Eutifrón” (sobre la piedad), “Protágoras”(sobre la posibilidad de enseñar la virtud), “Crátilo”, “Menón”.
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II. Diálogos de madurez (385 – 370 a.C.) Platón expone sus propias doctrinas. En esta época redacta Platón sus diálogos fundamentales (los diálogos de la época siguiente serán revisiones y ampliaciones). La teoría de las Ideas sirve de trasfondo para todos los demás temas. Elaboración completa de una teoría del Estado. Continúa Sócrates como interlocutor principal, pero ya es un Sócrates seguro de sí mismo y poseedor de la verdad. Es en estos diálogos en donde se encuentran los principales mitos platónicos. Los diálogos más importantes de este periodo son: “Gorgias”(sobre la retórica y la justicia. Crítica de la democracia ateniense), “Banquete” o “Sympósion” (teoría platónica del amor y de las Ideas), “Fedón”(sobre la inmortalidad del alma), “Fedro”(sobre el alma), “República” o “Politeía” (sobre el estado ideal). La “República” consta de diez libros y fue compuesta o redactada en diferentes momentos. El libro I se escribió en fecha muy temprana (fecha algo posterior al 395 a. C.) como obra independiente; los libros II, III y IV forman otro bloque escrito poco antes del 390 y el resto de la obra, libros del V-X fueron redactados entre el primer y segundo viaje a Sicilia, en torno al año 370. III. Diálogos críticos o periodo de vejez (369 – 347 a.C.) Los diálogos en este periodo son fundamentalmente críticos. El estilo se hace más seco y difícil. Sócrates deja de ser el personaje principal. Desaparecen los mitos. Los principales diálogos de este periodo son:
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“Pármenides”(crítica de las teoría de las Ideas), “Teeteto”, “El sofista”, “El político”, “Filebo”, “Timeo”, “Critias”, “Leyes”. 2.CONTEXTO HISTÓRICO, CULTURAL Y FILOSÓFICO. Una vez expuesto la vida de este pensador vamos a situarlo en los diferentes contextos, que indicamos en el enunciado de este apartado para poder situar mejor su pensamiento y entender su filosofía. El período histórico que vive Platón es muy agitado en lo político y en lo social. Vive continuas crisis de gobierno, guerras continuas con sus vecinos, luchas internas de poder y exilios forzosos o voluntarios, miserias y hambre, juego sucio entre los ciudadanos. Resulta natural encontrar una de las causas
de estos males en una quiebra de educación moral, en
particular en la aparición en la vida política de gente que iba buscando su propio beneficio antes que el de la ciudad. De ahí que, es lógico pensar, que la filosofía platónica tenga una finalidad política
El mismo Platón cuenta que, en un principio pensaba dedicarse a la poesía. Sin embargo, con la condena a muerte de Sócrates, el más justo de los hombres de su tiempo. No ve más que pasiones desatadas al margen de toda racionalidad, de aquí dedujo:
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Que todos los estados están mal gobernados y, por lo tanto, se exige una reforma social radical. que debe pasar por el estudio de la filosofía, para obtener una visión perfecta y
total de lo que es justo y es
precisamente por esto que funda La Academia para formar a los políticos, con la idea de que el que gobierna ha de ser sabio, eje central de su pensamiento.
También, está La Guerra del Peloponeso, en la que la Atenas democrática se enfrenta y es derrotada por la Esparta aristocrática con una Constitución oligárquica, Tras la victoria espartana se instala en Atenas un gobierno oligárquico, el de Los Treinta Tiranos, que lleva
a la
democracia ateniense a una auténtica crisis de fundamentos. La guerra había producido multitud de calamidades, hambre y miseria; además acabó con la hegemonía de Atenas. Todo esto le lleva a ocuparse de problemas políticos. Por otro lado, es preciso también, tener en cuenta el contexto cultural en que vive Platón representada por el esplendor del clasicismo griego, con tres fenómenos decisivos. 1º- El apogeo de la literatura dramática ateniense, con Sófocles y Eurípides, que representan un modo de llevar a la escena las grandes inquietudes personales y políticas del hombre y la mujer griegos, afectados internamente por la crisis de la sociedad. 9
2º- El florecimiento espectacular de la plástica, y 3º- La culminación del resto de géneros literarios, en especial la retórica, con Lisias que fustiga al régimen de los Treinta Tiranos. Al margen del contexto histórico y cultural (el Platón de “su” tiempo), no podemos perder de vista el contexto filosófico. Como ya hemos señalado antes, la influencia de Sócrates sobre Platón es esencial para comprender su filosofía, sobre todo en temas como la búsqueda del universal, encontrar conceptos definitivos (definiciones) de “bondad”, “virtud”, porque si no sabemos lo que son, ¿Cómo vamos a actuar conforme a ellas? o la concepción de la virtud asociada a la sabiduría, (el intelectualismo moral), que es la principal vía platónica para plasmar que el conocimiento de la idea del Bien es indispensable para la vida feliz y para el justo y recto gobierno de la ciudad.
3. EL MITO DE LA CAVERNA
Pasaje del “Mito o alegoría de la Caverna”: en el libro VII de la República Platón introduce este mito para exponer su teoría de las Ideas. Imagínate a unas personas, nos dice Platón en este pasaje, que habitan una caverna subterránea. Están sentadas de espaldas a la entrada, atadas de pies y manos, de modo que sólo pueden mirar hacia la pared de la caverna. Detrás de ellas hay un muro alto y por detrás del muro caminan unos seres 10
que se asemejan a las personas. Levantan diversas figuras por encima del borde del muro. Detrás de estas figuras arde una hoguera, por lo que se proyectan sombras en la pared de la caverna. Han estado sentados en la misma postura desde que nacieron y, por ello, creen que las sombras son lo único que existe. Imagínate ahora, que uno de los habitantes consigue soltarse. ¿Qué crees que sucede cuando se vuelve hacia las figuras que son sostenidas por detrás del muro? Evidentemente, lo primero que ocurrirá es que la fuerte luz le cegará y también le cegarán las figuras nítidas. Si consiguiera atravesar el muro y el fuego y llegar a la entrada de la caverna el reflejo de los objetos del exterior y la luz le cegarían aún más. Pero después de haberse restregado los ojos y salir al exterior vería verdaderos animales y flores de los que las figuras de la caverna sólo eran malas copias. Pero entonces se preguntaría a sí mismo de dónde vienen todos los animales y las flores. Entonces vería el sol en el cielo, y comprendería que es el sol el que da vida a todos los animales y las flores de la naturaleza. Ahora, el feliz morador de la caverna vuelve a bajar e intenta convencer a los demás que las imágenes de la pared son sólo copias de las cosas reales. Pero nadie le cree. Señalan a la pared de la caverna, diciendo que lo que allí ven es todo lo que hay. Al final lo matan. Es evidente que entre el Mito de la Caverna y el Pasaje de la Línea Dividida existe un paralelismo. Las cuatro fases de la ascensión del “esclavo”
(imagen
del
hombre 11
corriente
encadenado
por
las
preocupaciones de la vida cotidiana) que se libera progresivamente del mundo de las sombras para ascender al mundo real son: - La visión de las sombras de la caverna: Imágenes (grado de realidad), Imaginación (grado de conocimiento). - La visión de los objetos de la caverna: Objetos materiales (grado de realidad), Creencia (grado de conocimiento). - La visión de las sombras del exterior: Entidades matemáticas (grado de realidad), Pensamiento discursivo (grado de conocimiento). - La visión de los objetos del exterior: Ideas (grado de realidad), Inteligencia pura (grado de conocimiento). El Mito de la Caverna añade algún detalle nuevo a este proceso de elevación progresiva del conocimiento humano, por ejemplo, la idea de que no resulta fácil pasar de un saber inferior a otro superior; es necesario un período de adaptación de ejercicio y disciplina, para cada salto de nivel. Esfuerzo que, sin embargo, se verá recompensado después por la gratificación que supone contemplar verdades de orden superior. Es necesario que el filósofo, para “salir “ de la caverna”, es decir, para remontarse del ámbito de la doxa al de la episteme, se someta a la disciplina de un programa de estudios. En este mito aparece también la metáfora de la luz: a medida que ascendemos de nivel la claridad aumenta. Esto simboliza el paso de niveles de conocimiento inferiores (doxa, interior de la caverna) a niveles de 12
conocimiento superiores (episteme, exterior de la caverna). Y también el tránsito desde niveles inferiores de realidad a niveles superiores (Sol = nivel superior de realidad). Antes de pasar al siguiente apartado, referente a la teoría política de Platón, vamos a exponer la concepción de Platón sobre el Alma, sólo así se puede comprender, de forma coherente, la filosofía platónica. Alma. En el Libro VII de su obra “La República”, Platón hace referencia a la afinidad del alma con las ideas y su proceso de ascensión hasta la idea del Bien. Siguiendo la doctrina del orfismo (doctrina mistérica de la antigua Grecia), Platón concibe al hombre como un ser compuesto de alma y cuerpo. El cuerpo, corruptible y perecedero, es visto por Platón como un lugar (cárcel) de alojamiento temporal del alma. En el Fedro (mito del carro alado), Platón nos relata cómo el alma se aferra en su caída al primer cuerpo que encuentra, y le confiere vida. Alma y cuerpo están unidos accidentalmente, como el barquero y la nave. Al morir el cuerpo, el alma cambia de destino, subiendo o bajando en la jerarquía de las vidas. En el alma distingue Platón tres partes: a) Concupiscible: reside en el abdomen, y de ella provienen las pasiones inferiores: el hambre, la sed, el deseo sexual. Es mortal. Su virtud es la templanza. b) Irascible: reside en el tórax, y es la fuente de las pasiones nobles. Es inseparable del cuerpo y perece con él en el momento de la muerte. Su virtud es el coraje, valor o
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fortaleza. c) Racional: reside en la cabeza, y su función es dirigir las operaciones superiores del hombre, conocer las ideas y las verdades eternas. Es de naturaleza divina e inmortal. Su virtud es la sabiduría práctica o prudencia. Mundo inteligible / mundo sensible (visible). La realidad aparece en Platón dividida en dos mundos: el mundo inteligible o mundo de las ideas, y el mundo sensible o de las cosas materiales. Las cosas del mundo sensible son copias imperfectas de las ideas. A las ideas sólo se tiene acceso mediante la razón, no a través de los sentidos. Son independientes, eternas e inmutables. Están perfectamente jerarquizadas: en la cumbre se encuentran la Justicia y la Belleza, y por encima de todas ellas la idea suprema de Bien. El mundo inteligible es el mundo de las ideas, que Platón compara con el mundo de la luz. El camino del alma hacia el ámbito de lo inteligible.- Con este término Platón nos quiere dar a conocer en qué consiste la Dialéctica. Se trata del ascenso del mundo sensible al mundo inteligible. Según Platón, en el mundo sensible, los seres humanos se encuentran enormemente alejados del auténtico conocimiento; se impone, por consiguiente , realizar el esfuerzo adecuado para ascender desde el conocimiento del mundo sensible al conocimiento del mundo inteligible. Este ascenso recibe el nombre de Dialéctica.
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4.TEORÍA DE LAS IDEAS En este apartado vamos a estudiar la teoría platónica de las Ideas. Esta teoría constituye el núcleo central de la filosofía platónica. Platón admite que hay cosas que son buenas, justas o bellas, pero además existen el Bien, la Justicia, y la Belleza en sí. Además de las cosas existen las Ideas (del griego “idea” o “eidos” que significa forma). Las ideas no son simplemente conceptos o representaciones mentales, como nos sugiere el significado actual del término “idea”, sino realidades que existen con independencia de las cosas. Más aún, son la realidad misma, las cosas concretas, particulares, son menos reales. Cada idea es única, eterna, inmutable e inalterable, sólo captable por la razón, la inteligencia. Es una realidad no sensible, sino inteligible. Posee, por tanto, los atributos del Ser de Parménides. Las ideas son causas de las cosas: una cosa particular es bella gracias a la idea de belleza. En cambio las cosas son múltiples, sometidas a un flujo de cambios permanentes. Poseen menos realidad. Son captables por los sentidos, pero no son inteligibles debido a su movilidad permanente. De este modo Platón realiza una duplicación del mundo: el mundo inteligible y plenamente real de las ideas, y el mundo sensible de las cosas particulares, dominado por el devenir del que habló Heráclito. La relación entre ambos mundos es descrita por Platón con el término “participación” 15
(méthexis) o “imitación” (mímesis); es decir, las cosas particulares participan de o imitan el mundo de las Ideas, que son los modelos o arquetipos.
La teoría de las Ideas en el diálogo “La República” La exposición que hace Platón de la teoría de las Ideas en este diálogo aparece principalmente en tres pasajes: pasaje de la alegoría del sol, pasaje de la línea dividida y el pasaje del “Mito de la Caverna”. En esta obra se expone la famosa teoría de las Ideas como parte de la educación que han de recibir los futuros gobernantes de la ciudad ideal que describe. Platón habla de las Ideas y, particularmente, de la Idea de Bien cuando quiere precisar de qué trata el estudio supremo que deberá seguir el filósofo gobernante. a) Pasaje de la metáfora o alegoría del sol: en este pasaje Platón compara la Idea de Bien con el sol. Del mismo modo que el sol es necesario para la existencia de los seres vivos y gracias a su luz podemos contemplar todos los demás seres, la Idea de Bien es la suprema realidad, gracias a la cual existen y son verdaderas todas las demás Ideas y al mismo tiempo nos permite conocerlas. Así pues, existe una doble dependencia de las Ideas respecto de las Idea de Bien: en primer lugar una dependencia ontológica, es decir, las Ideas deben su existencia a las Idea de Bien. En segundo lugar, se da una 16
dependencia gnoseológica, es decir, conocemos las demás Ideas porque conocemos la Idea de Bien. b) Pasaje del símil de la línea dividida: en este pasaje se describen los grados de conocimiento en relación con los grados del ser.
Debemos insistir en la importancia de la Idea del Bien. Según Platón, el Bien es la idea suprema, la que preside el mundo de las Ideas. En torno a la idea de Bien se estructura la jerarquía de las ideas. La idea de Bien es, también, el punto de referencia del conocimiento, de la política, de la virtud y de la armonía, cuatro conceptos claves que rigen el pensamiento de Platón. Así pues, pueden precisarse los siguientes rasgos del Bien como causa en Platón: Preside el mundo de las ideas. Como tal, las cosas se derivan del mundo de las ideas y, por lo tanto, en su más clara esencia, proceden del bien. En este sentido, el Bien tiene una doble acción causal: sobre las ideas y sobre las cosas. La Idea de Bien, aparece en los textos de Platón como el modelo de belleza, armonía y conocimiento. En el Bien se cumple la máxima griega, que recoge Platón, de que lo bueno es bello y de que el conocimiento siempre debe ser conocimiento de armonía. No es, pues, extraño que el cosmos, la ciudad y el ser humano se estructuren según el Bien y copien sus rasgos. 17
Es el fin de todo deseo y de toda apetencia. Es el término del impulso definitivo que Platón denomina “eros” –concepto más rico y complejo que nuestro concepto ordinario de “amor”-, y que atraviesa toda actividad humana; y, en especial, toda actividad racional. El conocimiento del Bien es, por tanto, el verdadero conocimiento científico y racional. También la Idea de Bien, es la referencia de todo comportamiento ético y de toda actividad política. El hombre y la ciudad se unen en la idea de Bien y deben tender hacia ella. La actuación correcta es la actuación ordenada respecto al Bien. Aquí podemos encontrar el principio de armonía –tan cercano al ideal matemático y artístico de la realidad- que es consustancial a la filosofía de Platón. El Bien es el principio mismo de la armonía, su referencia más evidente. De ahí que actuar ordenadamente sea actuar según las ideas, en progresión ascendente, hasta llegar a actuar según la idea de Bien. Ello supone una particular ascesis: apartarse de las apariencias sensibles y mantener la tensión constante para advertir que el mundo mudable es tan sólo imitación y participación del mundo de las ideas. El Bien permite establecer la unión existente entre lo público y lo privado, entre el individuo y la ciudad. Se trata de una unidad esencial en el pensamiento griego, que es un axioma para Aristóteles. El Bien es la referencia misma de esta unión, y lo que permite modelar al hombre según la ciudad y a la ciudad según el hombre. 18
5.TEORÍA DEL CONOCIMIENTO Vamos a exponer la Teoría del Conocimiento de Platón a través de un fragmento de su obra (Libro VI de “La República”). Analizando los términos y contextualizándolos podremos entender de forma clara su teoría y sobre todo para comprobar lo que este pensador entiende por dialéctica y la importante labor que le concede.
“Comprendo, aunque no suficientemente, ya que creo que tienes en mente una tarea enorme: quieres distinguir lo que de lo real e inteligible es estudiado por la ciencia dialéctica, estableciendo que es más claro que lo estudiado por las llamas “artes”, para las cuales
los supuestos son
principios. Y los que los estudian se ven forzados a estudiarlos por medio del “pensamiento discursivo”, aunque no por los sentidos. Pero a raíz de no hacer el examen
avanzando hacia un principio sino a partir de
supuestos, te parece que no poseen inteligencia acerca de ellos, aunque sean inteligibles junto a un principio. Y creo que llamas “pensamiento discursivo” al estado mental de los geómetras
y similares, pero no
“inteligencia”, como si el “pensamiento discursivo” fuera algo intermedio entre la opinión y la inteligencia. Entendiste perfectamente. Y ahora aplica a las cuatro secciones estas cuatro afecciones que se generan en el alma; inteligencia, a la 19
suprema; pensamiento discursivo, a la segunda; a la tercera asigna la creencia y la cuarta la conjetura; y ordénalas proporcionalmente, considerando que cuanto más
participen
de la verdad tanto más
participan de la claridad. Entiendo, y estoy de acuerdo en ordenarlas como dices”.
El término Inteligible en general, se utiliza para manifestar que algo es comprensible, que está dotado de coherencia y racionalidad, que puede ser pensado. Considerado en esta acepción, lo inteligible se opone a lo no inteligible, a lo incomprensible. En Platón, lo inteligible es un tipo de realidad que constituye el objeto del conocimiento puro, sin intervención alguna de los sentidos. En la filosofía clásica y medieval lo "inteligible" suele contraponerse a lo sensible, adquiriendo entonces una doble significación: metafísica y gnoseológica. En su acepción metafísica, la realidad inteligible, "lo inteligible", es la verdadera realidad, el verdadero ser, tal como Platón por ejemplo, considera a las Ideas, según el texto. En su acepción gnoseológica, el conocimiento inteligible es el que podemos obtener de modo inmediato, a través de la acción del intelecto, que versa sobre la esencia del objeto y que se expresa mediante el concepto
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La Ciencia Dialéctica es el máximo conocimiento de la realidad, parte de la lógica, el concepto de dialéctica ha logrado seducir a numerosos filósofos. Por su etimología, el concepto remite a dos términos griegos: dia ("día": de lo uno a lo otro) y legein ("légein": decir, razonar, determinar, definir), por lo que su sentido más ordinario equivaldría a un "arte del diálogo" donde se produciría una contraposición o lucha entre dos o más lógoi o "razones". Platón entiende la dialéctica de dos maneras, primero como un camino o método mediante el cual y gradualmente ascendemos desde la mera opinión (imaginación y creencia) al verdadero conocimiento (episteme) de la realidad: la contemplación inmediata e intuitiva de las ideas (eidós), cuyo logro no es posible sin cierto ascetismo y renuncia a los sentidos y lo corporal. En la República, Platón establece una correlación entre los grados de conocimiento y los distintos grados de ser, ocupando las ideas la máxima jerarquía tanto gnoseológica como ontológica. Por ello, en esta primera concepción, la dialéctica, concebida como el camino y el método del conocimiento y de la ciencia lo es también de la libertad y la justicia. Sólo el filósofo, como máximo dialéctico, podrá liberar a la humanidad de las sombras de la caverna y traer la justicia al mundo. En su segunda acepción recogida en el Filebo, el Parménides y el Sofista, Platón concibe la dialéctica como un examen de las distintas ideas y de las relaciones que mantienen entre sí unas con otras, este es el sentido 21
que tiene en el presente texto, mostrando su trabazón (symploké) y comunicación (koinonía). Las ideas son los géneros de las cosas, a partir de los cuales y por división (diaíresis) se definen las especies o determinaciones de las cosas.
Artes o techné, significa: Industria, oficio, habilidad que indica cierta pericia y saber hacer, tanto en el ámbito material como en el intelectual. Tiene dos sentidos: 1- Saber hacer. En general, los griegos llamaban arte (techné) al conjunto de conocimientos y habilidades prácticas, ligadas a un oficio, que tiene como finalidad producir algo. En este sentido son consideradas artes la medicina (que tiene por objeto producir la salud), la escultura (producir buenas esculturas), la música (producir buena música,) el arte del zapatero, etc. 2-Sin embargo, y este es el sentido del texto, Platón usa el termino arte en un sentido mucho más general, y lo aplica tanto a las artes propiamente dichas (las artes productivas, a las que considera innobles), como los saberes matemáticos y al arte dialéctico. En este sentido general “arte” es sinónimo de saber. Pensamiento discursivo: ( Dianoia). En el texto, nos dice Platón, que se trata de un tipo de conocimiento, mediante el cual, se conocen las 22
entidades matemáticas, como tal, es un conocimiento racional, pero basado en los signos sensibles.“Discursivo” hace referencia al encadenamiento deductivo en el que se basa. En ese sentido se opone a “intuitivo”(Nous), que es un conocimiento directo de las Ideas y sin mediaciones.
Inteligencia o Nóus: Este término tiene puede considerarse desde un doble aspecto: 1) Órgano o facultad innata del alma que podemos identificar con la que Platón, en el texto, denomina parte racional del alma, mediante la cual es posible conocer la verdad, siempre y cuando su búsqueda se oriente en la dirección correcta (lo inteligible) mediante una educación adecuada. 2) La inteligencia o Nóesis: Conocimiento puramente racional de las ideas y de sus relaciones esenciales, en especial de la Idea de Bien, en Platón este término tiene al menos estos dos sentidos: 1- Acto mediante el cual el alma capta las Ideas o esencias. 2- En el símil de la línea la inteligencia representa el máximo grado de conocimiento y de claridad; es el estado mental en que se encuentra aquel que ha accedido a la contemplación de lo máximamente real, las Ideas. Opinión o Doxa.- En traducción del griego: opinión. Dentro del sistema platónico del conocimiento, es Doxa toda forma de conocer que tiene al mundo sensible por objeto. La en el texto, la Doxa se caracteriza por ser un conocimiento basado en la experiencia sensible, y, para Platón es 23
particular, relativo y cambiante, de modo que no puede ser considerado un conocimiento verdadero y fiable. La Doxa es el terreno en el que, según Platón, se movían los sofistas, y por eso había que desconfiar de sus palabras.
"Opinión", en el texto, término con el que nos referimos a aquel tipo de conocimiento que no nos ofrece certeza absoluta, y que no podría ser, pues, más que una creencia razonable, un conocimiento "aparente" de la realidad. En este sentido parecen utilizarlo tanto Parménides, al distinguir la "vía de la verdad" de la "vía de la opinión", como Platón, al distinguir, también contraponiéndolas, la "doxa" de la "episteme", es decir, el conocimiento aparente, (el conocimiento de la realidad sensible), del verdadero conocimiento, (el conocimiento de la verdadera realidad, de la ideas)
Opinión o doxa: En el texto, Platón
trata la opinión como un
conocimiento superficial, poco fiable, aparente, relativo y que tiene como fuente, no la inteligencia, sino los sentidos. EL objeto de la opinión son las apariencias, las cosas materiales y cambiantes del mundo sensible. Se contrapone al CONOCIMINTO propiamente dicho o CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. Platón distingue dos niveles de la opinión: la imaginación y la creencia. Platón considera la opinión como algo intermedio entre la ignorancia absoluta y el conocimiento. En el mito de la caverna la opinión 24
está representada por la visión de las cosas del interior de la caverna (sombras y estatuas que desfilan).
Creencia.- Creencia ( pistis) o conocimiento basado en la percepción directa de las cosas sensibles del mundo físico y material. En el texto es el tercer grado de conocimiento.
Conjetura.- Imaginación (eikasía) o conocimiento sensible basado en la percepción de las sombras y los reflejos del mundo sensible y material. En el texto es el cuarto grado de conocimiento.
6.TEORÍA POLÍTICA
La teoría política platónica en el diálogo “República” El tema de este diálogo es la justicia en el individuo y en el Estado. Sólo si los ciudadanos y los gobernantes son justos se alcanzará un Estado justo. Platón, en el libro II, establece una clara correlación entre el alma y el Estado. “En el alma de cada uno hay las mismas clases que en la ciudad y en el mismo número”. La estructura de la ciudad se encuentra reflejada en el alma y viceversa. Por eso la ética conduce a la política. Sólo en la ciudad justa es posible educar hombres justos.
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La ciudad platónica se compone de tres clases sociales que se corresponden con las partes del alma. A cada clase se le asigna una tarea y una virtud:
Partes del alma
Clases sociales
Virtudes
Racional (nous,logos) Gobernantes-filósofos Prudencia o sabiduría o Guardianes perfectos (phrónesis) Irascible (thymós)
Guerreros
Apetitiva (epithymia)
o Fortaleza
Guardianes auxiliares
(andreía)
Artesanos, labradores
Templanza
o
valor
(sophrosyne) Armonía
entre
partes del alma
las Armonía
entre
las Justicia (dikaiosyne)
clases sociales
La función de la clase de los productores (artesanos y labradores) es crear los bienes (alimentos, vestidos, instrumentos,… que todos los hombres puedan necesitar. Los guardianes o guerreros se encargan de la seguridad del Estado, de mantener el orden interno y defender al grupo de las agresiones externas. Finalmente, los gobernantes deberán promulgar las leyes y
establecer la justicia entre todos los
miembros.
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Se trata de una utopía política en la que el gobierno pertenece a los filósofos. Esta idea de que el gobierno ha de estar en manos de los filósofos es una consecuencia política de la ética socrática, del llamado intelectualismo moral. Esta doctrina socrática se resume en que el saber y la virtud coinciden. El que conoce qué es lo justo actuará justamente. El que conoce el bien lo practica. Nadie hace el mal a sabiendas, sólo se hace el mal por ignorancia. En la ética socrática no hay lugar para las ideas de pecado y de culpa. El que obra mal no es en realidad culpable sino ignorante. El saber socrático no es un mero saber teórico, sino que, al mismo tiempo, es un saber práctico. Lo mismo que un zapatero es aquel que sabe hacer zapatos, que conoce cuáles son los materiales adecuados y el mejor modo de coserlos, igualmente un ciudadano justo será aquel que sepa qué es la justicia y, por tanto, realice lo justo. Por otro lado, para Sócrates
no
era
posible
que
alguien
cometiera
una
injusticia
intencionadamente: en el fondo no sabría que obraba mal, por más que pensara que lo sabía, porque de haberlo sabido realmente no hubiera actuado injustamente. Para Sócrates, la virtud, que es saber, puede ser enseñada y aprendida, y puede haber maestros de virtud especializados en sacar de nuestro interior el conocimiento verdadero. Así pues, Sócrates mantendría una actitud contraria a la democracia. Sócrates hace las siguientes consideraciones a sus conciudadanos: cuando uno de vosotros está enfermo no propone una votación entre los miembros de la familia 27
para establecer qué remedio es adecuado para curar la enfermedad: ocurre más bien que llama al médico y se somete a su juicio y recomendaciones; cuando un ejército quiere derrotar al enemigo no se realiza una consulta popular para establecer el modo de atacar, es el estratega quien decide el modo de dirigir a los soldados y plantear las batallas; cuando queremos levantar un edificio no hacemos una votación para decidir el modo de construirlo, dejamos que sea el arquitecto quien imponga su criterio. Y pregunta a continuación Sócrates: ¿por qué cuando se trata de lo más importante de todo, que es el bien de la ciudad y las leyes que son adecuadas para la convivencia entre los ciudadanos, dejamos que todo el mundo opine y nos sometemos a la mayoría y no llamamos a aquél que sabe?. Para el intelectualismo moral los asuntos morales y políticos tienen que ser cosa de expertos. Esta actitud socrática antidemocrática fue heredada por su discípulo y amigo Platón. La propuesta política de la “República” es antidemocrática puesto que los gobernantes no son elegidos por sus conciudadanos, el gobierno sólo puede estar en manos de los mejores del Estado, que son quienes conocen las Ideas y, entre ellas, la Idea de Bien, es decir, los filósofos. Así pues, de las formas de gobierno posible Platón prefiere el gobierno aristocrático, que no es otra cosa que el gobierno de los mejores, pero esta es una aristocracia del saber y de la virtud, no una aristocracia de la sangre. Lo cual significa que los hijos de los productores pueden ser 28
educados para ser guardianes o que los hijos de los guardianes pueden pertenecer a la clase de los artesanos y labradores. Se trata de una organización política estrictamente jerarquizada. No todos los hombres están igualmente dotados por la naturaleza ni deben realizar las mismas funciones. En cada uno predomina una parte del alma y ha de ser educado de acuerdo con las funciones que deba realizar. Es una sociedad clasista la que propone Platón en el sentido de que los ciudadanos desde muy jóvenes son clasificados, agrupados en clases y separados de los demás grupos sociales para recibir una educación específica y diferenciada.
En contraste con la poca atención prestada a la educación de las clases inferiores, la educación de guardianes auxiliares y guardianes perfectos se considera muy importante y por ello, Platón consagra el final del libro II, todo el III y el comienzo del IV a esta cuestión. En la “República” la educación se organiza en dos niveles: en el nivel primario, común a todos los guardianes, la educación se lleva a cabo por medio de la gimnástica, para el cuerpo y la música, para el alma (la música comprende también el arte y la poesía). El segundo nivel, reservado ya a los futuros gobernantes, se prolongará de los veinte a los treinta y cinco años. Estudiarán durante diez años Matemáticas como propedéutica
para el
estudio durante los cinco años siguientes de la dialéctica (ciencia que versa 29
sobre las Ideas). Tras este aprendizaje serán puestos a prueba durante quince años más y, sólo cuando se haya superado (aquellos que más se hayan acreditado en sus capacidades morales e intelectuales), asumirán la tarea de gobierno, una vez que tengan cincuenta años. De ese modo el gobierno no estará en manos de unos dirigentes elegidos por la mayoría, sino en manos de aquellos que han podido acceder al conocimiento de la ciencia verdadera y del Bien: los filósofos.
En el libro V Platón propone idéntica educación y funciones para hombres y mujeres. Piensa el ateniense que tienen esencialmente las mismas aptitudes. Los verdaderos obstáculos para que la mujer ejerza las funciones reservadas al hombre son sólo de orden social, debido fundamentalmente al papel asignado a ésta dentro de la familia. La existencia de los individuos y su propio bien está subordinada al bien de la colectividad. Se trata de una sociedad cerrada. Así pues, en la utopía platónica la familia es suprimida. Platón prevé un comunismo total tanto de bienes (libro III) como familiar, para las clases superiores. Propugna la abolición de la propiedad privada y de la familia para los guardianes perfectos y los auxiliares. De este modo, gobernantesfilósofos y guardianes-guerreros estarán a salvo de los peligros de la ambición personal.
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La eugenesia es otra práctica que se establece en esta utopía política: habrá que criar sólo la prole de las mejores parejas, se procurará dar a los jóvenes más distinguidos mayor libertad para copular con las mujeres y a los niños que nazcan con taras graves se les eliminará (sugiere el infanticidio tal como se practicaba en Esparta). En el libro VIII Platón expone una teoría de la evolución de las formas políticas. Los regímenes van degenerando cuando el alma racional pierde su predominio y prevalecen las inferiores desde el más perfecto que es la monarquía o aristocracia hasta terminar en la tiranía, que es el peor de todos, en él no se encuentra nada bueno:
1. Monarquía o Aristocracia: Es la forma pura, ideal y perfecta de gobierno. Es el gobierno de los mejores, el de los filósofos. El mando es ejercido por uno o varios hombres eminentes, los cuales gobiernan con sabiduría y prudencia. Resulta irrelevante si en el Estado existen o no existen leyes, el saber auténtico no las necesita, está por encima de ellas. 2. Timocracia: Forma de gobierno que supone una degeneración de la aristocracia. La clase militar se hace con el poder y las riquezas, y oprime a las clases inferiores. Conserva algunos rasgos del gobierno aristocrático.
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3. Oligarquía: Forma degenerada de timocracia. La ambición creciente de riqueza da como resultado la concentración de ésta en manos de una pequeña minoría. 4. Democracia: Forma de gobierno consecuente de la situación anterior. El pueblo se apodera del gobierno. Todos se consideran capaces para regir la ciudad. Los cargos o funciones de gobierno se proveen por elección popular y, normalmente, recaen en las manos menos dignas y preparadas, en los más demagogos. Esta forma de gobierno degenera en la peor de todas. 5. Tiranía: Ante los excesos de libertad se apodera del mando uno capaz de poner orden: un demagogo favorito del pueblo. Es el reino más completo de la injusticia.
La segunda filosofía política de Platón En sus diálogos de vejez (“El Político”, “Las Leyes”) Platón evolucionará en sus planteamientos hasta posturas más realistas. Ahora Platón reduce el papel del gobernante. La experiencia nos demuestra que el gobernante auténticamente sabio no existe en las sociedades humanas. Las sociedades están constituidas por hombres gobernados por hombres. De ahí que, a falta de gobernantes totalmente sabios, la mejor forma de gobierno sea la basada en el sometimiento de todos, gobernantes y gobernados, a las
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leyes. La ley aparece como un sustituto del saber. El obrar de acuerdo con el saber es sustituido por el obrar de acuerdo con las leyes.
7. RELACION DE LA FILOSOFIA DE PlATON CON OTRAS POSTURAS FILOSOFICAS
En primer lugar podemos establecer una relación de semejanza o afinidad entre las filosofías de Platón y Parménides. Los dos autores hablan de dos niveles en la realidad (dualismo ontológico): Para Parménides el Ser y el No Ser y para Platón el mundo de lo inteligible y el mundo de lo sensible. El autor de la República atribuye a las Ideas las características del Ser de Parménides: es inmaterial, inmutable, indivisible y eterno; mientras que a los objetos sensibles les atribuye el movimiento constante según había expuesto Heráclito. Ambos autores, Platón y Parménides, también coinciden en la distinción de dos tipos de conocimiento: el conocimiento racional y el conocimiento sensible. Como el alma o inteligencia es la parte más importante del hombre y es el órgano de conocimiento que nos permite conocer la realidad superior, el conocimiento racional es, por tanto, superior al sensible. Tanto Parménides como Platón son, pues, racionalistas por lo que desconfían de los sentidos. El filósofo ateniense insistirá en la superioridad de las Ideas a la realidad constituida por lo sensible. 33
En el origen de la teoría platónica de las Ideas se encuentra el intento de Sócrates por alcanzar definiciones universales de los valores éticos, aunque Sócrates no fue tan lejos como su discípulo y amigo ya que para Sócrates las definiciones universales no constituían un mundo separado mientras que para Platón las Ideas son subsistentes, es decir, constituyen una realidad separada. Aristóteles, alumno aventajado de Platón, emprenderá la crítica de la teoría de las Ideas. Para el Estagirita la esencia o sustancia de las cosas no puede estar separada de ellas sino que debe estar en las cosas mismas. Aristóteles afirmará, mediante su teoría hilemórfica, que la forma o sustancia constituye un todo inseparable con la materia y que sólo mediante la abstracción, que es una operación del entendimiento, podemos separarlas. El cristianismo supondría una vuelta al platonismo en cuanto a la concepción dualista que defiende de lo real y del hombre. La teología cristiana sostiene que existe una realidad trascendente superior al mundo terrenal que es mero lugar de paso. Esta realidad trascendente se caracteriza por ser eterna e inmaterial, mientras que lo terrenal es corpóreo, material. Asimismo la antropología cristiana se inspira en el dualismo platónico: el ser humano es un alma racional inmortal que se sirve de un cuerpo mortal y terreno. Más tarde, ya en la modernidad, es el empirismo el que adopta una actitud muy crítica con esta visión platónica de la realidad. El empirismo 34
supone la reivindicación del conocimiento sensible que el racionalismo platónico había devaluado, pero los ataques más virulentos contra el platonismo vendrán de la mano de Nietzsche. Nietzsche considera que la decadencia de Occidente comienza con Sócrates y Platón. Sócrates y después Platón, inventan un mundo racional y desvalorizan lo opuesto a ese mundo racional, el que se ofrece a los sentidos, el mundo del devenir. Para el filósofo alemán, el cristianismo es totalmente fiel a la filosofía platónica ("platonismo para el pueblo", dice, filosofía platónica expresada en términos sencillos y accesibles a todo el mundo). Con el cristianismo las ideas que antes estaban presentes en un reducido número de personas, los filósofos, se extienden a todos los hombres. El dualismo ontológico, el dualismo antropológico pasan a ser de dominio público. El mundo inteligible de Platón pasa a ser lo Infinito o mundo divino, e1 mundo sensible el mundo terrenal, el alma se opone al cuerpo. Distintas palabras para, en el fondo, las mismas ideas. Nietzsche proclama la muerte de Dios, es decir, el fin de todos los trasmundos y reivindica lo terrenal. En definitiva, el supremo error de la tradición filosófica occidental iniciada con Sócrates y Platón es haber admitido un mundo “verdadero” frente a un mundo “aparente”, cuando sólo éste último es el real. En la actualidad la filosofía ha asumido la “muerte de Dios” y, por influencia del neopositivismo y otras corrientes de pensamiento, la filosofía occidental es fundamentalmente antimetafísica, es decir, la filosofía 35
contemporánea ha renunciado a toda forma de más allá o trasmundo y proclama de la mano de Nietzsche la desaparición de todos los ídolos de la metafísica tradicional. Esta renuncia a cualquier ideal ha supuesto una pérdida de sentido que es una característica del pensamiento posmoderno actual. Vamos a analizar un fragmento de la obra de Platón y según su contenido podemos hacer una comparación más exhaustiva de su pensamiento en relación con el de los filósofos anteriormente citados, y con alguno más. //Por cierto que no, pero también tú puedes preguntar. Por lo demás me has oído hablar de eso no pocas veces; y ahora, o bien no recuerdas, o bien te propones plantear cuestiones para perturbarme. Es esto más bien lo que creo, porque con frecuencia me has escuchado decir que la Idea de Bien es el objeto de estudio supremo//. A partir de la cual las cosas justas y todas las demás se vuelven útiles y valiosas//. Y bien sabes que, si no lo conocemos, por más que conociéramos todas las demás cosas, sin aquello nada nos sería de valor, así como si poseemos algo sin el Bien. ¿O crees que da ventaja poseer cualquier cosa si no es buena , y comprender todas las demás cosas sin el Bien y sin comprender nada bello y bueno?// Platón. Libro VI
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Relación con los presocráticos La originalidad de los primeros filósofos griegos radica en buscar el arjé o principio de las cosas en la naturaleza, no en la voluntad de un ser divino. De los pensadores que le precedieron, Platón acepta la división que Parménides hace de la experiencia: el camino de los sentidos fuente de opinión (doxa) y el camino de la razón, vía de la ciencia (episteme). Contra Heráclito argumenta que si no existe algo permanente no se puede explicar el ser de las cosas. De Heráclito asume también la dialéctica como método que nos ayuda a leer y comprender la realidad. De los pluralistas toma Platón el elemento ordenador (Nous) presente en la doctrina de Anaxágoras, pero rechaza la teoría del caos y el azar presente en el atomismo de Demócrito. Parece también muy vinculado con el pitagorismo, tras sus viajes a Italia. Por ejemplo, el mundo de las ideas participa de la estructura organizativa y modélica que Pitágoras otorga a los números. Relación con los Sofistas
Se puede decir que los sofistas y Platón
pertenecen a mundos
antagónicos: si Platón es un representante de la vieja aristocracia, los sofistas representan un cambio de orientación “burguesa”, valga la expresión. Veámoslo en los siguientes aspectos:
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Las enseñanzas de los sofistas
proporcionaban los saberes
necesarios (retórica, legislación, oratoria, argumentación...) para lograr el éxito social hasta entonces reservado a la élite . Es decir, ponen la educación al alcance de todos.
Frente a la vieja doctrina de Platón de las cualidades innatas, los sofistas enseñan que la virtud puede ser enseñada. El énfasis está ahora en lo conquistado por uno mismo y no en lo heredado.
Platón, en cambio, nos habla de diferencias irreductibles de nacimiento que deben ser detectadas por la educación (entendida como selección) para darles la instrucción en cada caso apropiada, ocupando así el lugar social que les corresponde: guardián guerrero o artesano.
Los sofistas constituyen la “primera clase intelectual” en la historia, sin servilismo a la religión o a la política partidista. La mayoría de ellos son extranjeros que vienen atraídos por el esplendor de Atenas. Son, pues, unos “rebeldes” que no dejan nada sin cuestionar (de ahí su actitud irreverente hacia la religión). Platón por el contrario, pertenece a la clase alta y está comprometido en la defensa de los valores tradicionales.
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En el ámbito jurídico-moral, los sofistas defienden su teoría de la convencionalidad (las normas jurídicas y morales como fruto del acuerdo humano.). La concepción platónica, en cambio, la justicia y el bien son realidades absolutas.
Las coordenadas generales del movimiento sofístico (subjetivismo, relativismo, escepticismo) se oponen
completamente a las
de Platón
(objetivismo, absolutismo, dogmatismo.).
Las consecuencias en el plano político son diametralmente opuestas: los sofistas favorecen la democratización (si no hay verdad absoluta, hemos de consensuar entre todos las normas por la que
regirnos, liberados
totalmente de la tradición u otras imposiciones) así como la tolerancia, el pluralismo ideológico, una ética autónoma y una concepción moderna del derecho, mientras que las ideas platónicas reman a favor de gobiernos elitistas (si existe una verdad absoluta a la que sólo acceden unos elegidos, son éstos los que deben gobernar con independencia de lo que opine el pueblo).
En este sentido llama la atención la continua presencia
de la
jerarquización en la filosofía de Platón. Los tipos de almas, las clases sociales, la educación, las formas de gobierno, el conocimiento, la realidad, 39
el Bien... todo en él está vertebrado a partir del rango y la subordinación. ¿Se trata de una traslación a un `plano conceptual de sus aspiraciones aristocráticas? ¿podría ser su teoría de las Ideas , en tanto que guías absolutas del hacer
y del conocer, una reacción radical contra el
convencionalismo sofístico, el pragmatismo y el igualitarismo? Exista o no motivación política, es indudable la unión que se da en Platón entre metafísica, política, ética, antropología y epistemología sobre la base de la teoría de las Ideas.
Con Sócrates Pero el influjo más cercano le viene de su maestro Sócrates y de los sofistas, que son sus contemporáneos. Todos ellos son personajes centrales en los Diálogos platónicos. De Sócrates aprende la necesidad de definir los conceptos y su intelectualismo moral. Con los sofistas comparte la idea de la necesidad de la educación para hacer de los hombres buenos ciudadanos, pero la contraposición con los sofistas se pone de manifiesto en la forma de entender la educación: no se trata de introducir conocimientos en la mente del estudiante, sino en enseñar a mirar hacia donde merece la pena mirar.
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Con Aristóteles Si el tema es la teoría de las ideas. Ontología. La dialéctica.
Como ya se sabe, Platón piensa que todo lo que existe puede dividirse en dos ámbitos.
El primero es el mundo inteligible, inmutable y eterno que es el mundo de las ideas, de la verdadera ciencia y es el verdadero conocimiento científico.
El segundo es el mundo sensible, mundo del cambio, el mundo de las cosas transmitidas por los sentidos, conocimiento aproximado, que se fundamenta en la apariencia.
Por el contrario, frente a Platón, Aristóteles no cree en la existencia de las ideas separadas de las cosas, ni en la división entre el mundo sensible y el mundo inteligible.
Aristóteles cree que esas ideas se encuentran integradas en las cosas. (con su misma esencia, por así decir) y que el mundo inteligible se encuentra integrado en el mundo sensible.
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Sustituye las ideas platónicas por la noción metafísica de forma, principio activo, que uniéndose a la materia, elemento pasivo e indeterminado, da lugar a la constitución de un ser o de una sustancia concreta. Se conoce esta teoría como "doctrina hilemórfica". Para Aristóteles, la tarea del filósofo será captar la universalidad de la esencia en los fenómenos particulares, en el mundo de la sensibilidad.
Si el tema es la EPISTEMOLOGÍA. La Dialéctica, la Educación
Aristóteles nunca desprecia el valor de los sentidos y de la sensación como hizo Platón. Así como para Platón,
el conocimiento verdadero suponía elevarse
desde el mundo sensible al mundo de las ideas, Aristóteles piensa que todo conocimiento debe partir de la sensación: sin sensación no puede haber conocimiento.
Sin embargo tanto para Platón como para Aristóteles , el conocimiento científico deberá ser el conocimiento de lo universal: el conocimiento de las ideas (Platón) o el conocimiento de las esencias y de las causas (Aristóteles).
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Así pues, Aristóteles piensa que el primer paso del conocimiento es la sensación. La sensación es la que aporta el contacto con lo particular. La sensación permite captar la forma sensible de un determinado objeto, (por ejemplo, un hombre determinado). El pensamiento, por el contrario, es la facultad de lo universal, la facultad que permite formar las nociones universales (por ejemplo, la especie humana universal).
Partiendo de la sensación y repitiendo sensaciones, se llega, mediante un proceso de inducción, a captar la esencia
universal común de un grupo
determinado de objetos individuales. En este proceso es muy importante la memoria y la imaginación, que ayudan a fijar y a modificar adecuadamente las sensaciones individuales. (Por ejemplo, el hombre es un animal racional).
Así
mismo, Aristóteles establece
una distinción (que ha tenido mucha
influencia en la filosofía posterior)
entre “entendimiento pasivo” (es un
entendimiento en potencia para recibir los universales a partir de las distintas sensaciones ) y “entendimiento activo” (es un entendimiento que produce los universales ).
Pero, en cualquiera de los entendimientos, y en toda su teoría del conocimiento, lo importante es tener 43
en cuenta
el valor que Aristóteles
confiere a la base empirista de todo conocimiento, que se combina con un proceso de abstracción hasta llegar a conocer las esencias y las formas universales de los objetos.
Si el tema es la ÉTICA Platón y Aristóteles comparten la idea de que hay que ser respetuoso con las leyes para ser feliz. Pero hay también notables diferencias entre ellos. Al hablar de las virtudes que regulan la actividad del alma, Platón propone la práctica de tres virtudes, una para cada parte del cuerpo: la prudencia de la razón, la fortaleza del ánimo y la templanza de la concupiscencia. Solamente practicando estas virtudes podrá el hombre mantener en equilibrio sus facultades, es decir, realizar la justicia y conseguir así la felicidad. Para él la justicia no es una virtud ética específica, sino el resultado de mantener en equilibrio las distintas facultades del hombre. En cambio, Aristóteles considera a la justicia como una virtud ética o práctica importante e independiente, y entra en matizaciones como la distinción entre lo que es justo por ley y lo que es justo por naturaleza, o señalando las características entre distintas clases de justicia. En el caso de la prudencia, ésta es para Aristóteles una virtud intelectual, no una virtud práctica que haya de presidir las decisiones de los gobernantes.
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Si el tema es la POLÍTICA En Política, el modelo aristotélico no es utópico como la República platónica, sino elaborado a partir del estudio de las Constituciones existentes en ese momento. Hay coincidencia entre ambos filósofos a la hora de señalar las diferentes formas de gobierno. Para Platón el modelo ideal es el gobierno presidido por los sabios, filósofos. Para Aristóteles no basta con tener en la mente un gobierno perfecto, sino que ha de ser realizable y adaptable a todos los pueblos. Según Aristóteles, el mejor gobierno es aquel en el que prevalece la clase media, pues es el más alejado de los excesos que se cometen cuando el poder cae en manos de los que no poseen nada o de los que poseen demasiado. Es en el equilibrio entre la ley y la libertad donde se halla el ideal de gobierno democrático que los atenienses pusieron en práctica en tiempos del legislador Solón y con Pericles.
Con Nietzsche
Nietzsche, critica a Platón, el cual, siguiendo el camino de su maestro Sócrates, fue el inventor de la dualidad de mundos y, en opinión del filósofo alemán, dicho dualismo y el hecho de haber atribuido la auténtica realidad al mundo inteligible, descalificando o despreciando el
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mundo sensible, ha constituido el mayor error de la civilización occidental. ¿Por qué ha constituido tal error?. Porque ha creado una cultura en contra de la vida, porque, apoyándose en ideales transcendentes, en valores morales, en las exigencias de la razón o en otro género de entidades suprasensibles supuestas o ficticias, ha pretendido eliminar los instintos vitales, a anular las pasiones y a someter a los seres humanos en sombras de una ficticia realidad espiritual de otro mundo que no existe. Pues, según Nietzsche, sólo existe este mundo y ninguno más, totalmente en contra de lo que afirmaba Platón.
8. VOCABULARIO Consideramos que hay un vocabulario imprescindible para entender el pensamiento de Platón, por ello hacemos una breve recopilación de los términos y expresiones que son necesarios manejar con facilidad.
Justicia: es la principal virtud tanto ética como política. La justicia en el individuo es el resultado de un equilibrio armónico entre las demás virtudes principales: cuando la parte racional del alma se guía por la prudencia, la parte pasional se conduce por la fortaleza y la parte apetitiva por la templanza decimos que hay armonía y, por tanto, justicia. Análogamente, en la sociedad, la justicia se da cuando existe armonía entre las distintas 46
clases sociales: los guardianes perfectos gobiernan con prudencia o sabiduría, los guardianes auxiliares defienden la ciudad con fortaleza o valentía y los productores se guían por la moderación o templanza. Estudio supremo: el estudio supremo es el estudio de las Ideas y entre ellas la Idea superior, la Idea de Bien. Por tanto la respuesta a la pregunta ¿Cuál es el contenido de la educación que ha de recibir el gobernante? es que el filósofo deberá estudiar para llegar a conocer las Ideas y, sobre todo, la Idea de Bien. Idea de Bien: es la Idea suprema, es decir, la principal de entre todas las Ideas. Platón no explica directamente en qué consiste el Bien. Lo compara con el sol. Del mismo modo que el sol, con su luz hace visibles todas las demás cosas, así
cuando conocemos la Idea de Bien se nos hacen
comprensibles todas las demás Ideas. Y del mismo modo que el sol hace posible que existan todas las demás cosas así la existencia de las Ideas procede de la Idea de Bien. Es imprescindible que el gobernante del Estado conozca esta Idea. Con su conocimiento culmina la dialéctica. Inteligencia: la inteligencia es para Platón la facultad cognoscitiva por la que accedemos al ámbito de lo inteligible. La inteligencia la opone al conocimiento de los sentidos por el que se accede a la región de lo sensible. En el pasaje de la línea dividida Platón distingue dos secciones que representan la primera el conocimiento matemático al que se accede
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mediante el pensamiento discursivo (dianoia) y la segunda el mundo de las Ideas propiamente dicho al que se accede mediante la facultad de la inteligencia (noesis) que nosotros hemos llamado inteligencia pura. La inteligencia pura (noesis) es la forma superior de conocimiento. Es el grado de conocimiento correspondiente al nivel superior de realidad. La inteligencia pura (nóesis) procede de manera inversa a la del pensamiento discursivo: partiendo, como éste, de conceptos ya dados, se dedica a desmenuzarlos y a ascender desde ellos a conceptos más fundamentales, hasta llegar a principios que no estén basados en ningún concepto anterior. La ciencia propia de este nivel es la ciencia perfecta: Dialéctica. Placer: frente a los Sofistas que habían defendido que la virtud consistía en la búsqueda y consecución del placer, para Platón, el placer debe subordinarse a la verdadera naturaleza del hombre, que reside en la razón. Apariencias: Platón opone al mundo real el mundo de las apariencias. A este nivel de lo real lo llama región sensible o visible. Alma: es la inteligencia o mente del hombre. Es también el principio de la vida y del movimiento. Platón habla de tres partes o géneros de alma: el alma racional, el alma irascible o pasional y el alma concupiscible o apetitiva. Pero normalmente cuando no específica se está refiriendo al alma racional. Para Platón el alma (racional) es inmortal e inmaterial. Gracias al alma podemos conocer las Ideas: el alma, al conocer las Ideas, se limita a recordar porque pertenece al ámbito inteligible. 48
Sólida Creencia: la creencia (pistis) es un tipo de conocimiento de rango inferior al que constituye el verdadero conocimiento o ciencia (episteme). Estaría dentro de la doxa u opinión. Los mejores en el Estado: el autor considera que el gobierno ideal es la aristocracia, que quiere decir el gobierno de los mejores; y los mejores del Estado son los filósofos, también llamados guardianes perfectos, que son quienes conocen la Idea de Bien. No se trata de una aristocracia de la sangre, sino del saber y la virtud. Estos constituyen la clase social que, según Platón, debe asumir las tareas de gobierno (La ley es la palabra del filósofo-rey). El filósofo será educado desde pequeño para desempeñar esta función. Deberá realizar su cometido con prudencia. No podrá eludir la dirección del estado, e incluso podría ser obligado por la fuerza. No podrá, tampoco, tener familia ni propiedades para así dedicarse mejor a sus tareas de gobierno y no ser distraído por ambiciones personales. Cosas justas y bellas: las cosas son justas y bellas porque participan de la Idea de Bien. Por esta razón considera Platón que el futuro gobernante ha de conocer la Idea de Bien, para poder discernir qué cosas son las convenientes para el Estado y cuáles son las perniciosas.
Estado: el Estado ideal debe estar constituido por tres clases o grupos sociales: guardianes perfectos, guardianes auxiliares y productores
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(artesanos y labradores). El fin que se persigue en el Estado es lograr la Justicia, armonía que se alcanza cuando cada clase social realiza la tarea asignada de una manera virtuosa. Guardián: Platón distingue tres clases sociales en la ciudad ideal que describe en el diálogo “República”: los guardianes perfectos (hombres de oro), los guardianes auxiliares (hombres de plata) y los productores (hombres de bronce). Los guardianes perfectos: es la clase social más importante de la sociedad ideal que Platón propone en su “República”. También llamados “gobernantes” y “filósofos”. Serán elegidos desde muy temprana edad y recibirán una educación esmerada para desempeñar su tarea. El guardián perfecto deberá conocer las Ideas, y entre ellas, la Idea suprema o Idea de Bien. Los guardianes auxiliares o guerreros se encargan de la seguridad del Estado, de mantener el orden interno y defender al grupo de las agresiones externas. En la propuesta política no democrática y clasista de Platón los guardianes (auxiliares y perfectos) deben educarse desde muy jóvenes En contraste con la poca atención prestada a la educación de las clases inferiores, la educación de guardianes auxiliares y guardianes perfectos se considera muy importante. Opinión (doxa): la mera opinión no constituye verdadero conocimiento o ciencia (episteme). El conocimiento mediante los sentidos es doxa u opinión. Este tipo de conocimiento se caracteriza por su falibilidad. No es,
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por tanto, un conocimiento seguro. En el pasaje de la línea dividida, Platón considera doxa tanto a la conjetura (eikasía) que versa sobre las sombras y reflejos de los objetos sensibles, como a la creencia (pistis) que versa sobre los propios objetos sensibles. Ciencia (episteme): es el auténtico conocimiento. Se opone a la doxa o mera opinión. Es el conocimiento mediante la inteligencia y versa sobre realidades no sensibles. En el pasaje de la línea dividida, Platón considera episteme tanto al pensamiento discursivo (dianoia) por el que accedemos al conocimiento matemático, como a la inteligencia pura (noesis) por la que accedemos al conocimiento de las Ideas. La ciencia es una ascensión del alma hacia la verdad y el Bien. Moderación (templanza):es la virtud propia de la parte apetitiva del alma si hablamos de virtudes del individuo y la virtud propia de la clase de los productores si hablamos de virtudes de la sociedad. Cuando existe armonía entre esta virtud, la fortaleza y la sabiduría o prudencia decimos que se da la justicia. Bien en sí: cuando Platón emplea la expresión “en sí” hace referencia a la esencia o sustancia de algo. Es una expresión sinónima de Idea o Forma. Por tanto la expresión “Bien en sí” es sinónima de “Idea de Bien”. Con esta expresión Platón quiere señalar que no se trata de algo concreto o particular que participa de la Idea de Bien como una ley buena o un Estado bueno o
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un gobernante bueno sino de la esencia o sustancia de la que participan todos los seres particulares que calificamos como buenos. Bello en sí: cuando Platón emplea la expresión “en sí” hace referencia a la esencia o sustancia de algo. Es una expresión sinónima de Idea o Forma. Por tanto la expresión “Bello en sí” es sinónima de “Idea de Belleza”. Con esta expresión Platón quiere señalar que no se trata de algo concreto o particular que participa de la Idea de Belleza como una mujer bella o una planta bella sino de la esencia o sustancia de la que participan todos los seres particulares que calificamos como bellos. Bueno en sí: es una expresión sinónima de Bien en sí Multiplicidad: es la cualidad de lo sensible. Lo sensible es múltiple mientras que lo inteligible, es decir, la Idea es una. Unidad: es la cualidad de lo inteligible. Las Ideas son únicas mientras que los particulares sensibles son múltiples. Lo que es: con esta expresión se refiere a los seres inteligibles o más en particular a las Ideas. Para Platón, siguiendo a Parménides de Elea, de quien toma la expresión, los seres inteligibles o racionales son, mientras que los seres sensibles no son. Visibles: lo visible no es sólo lo que conocemos mediante la vista sino que es extensible a todo lo que conocemos a través de los sentidos. Es lo
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sensible que se opone a lo inteligible. Los objetos visibles son las cosas materiales. Percepciones: son los diferentes conocimientos que adquirimos mediante los sentidos. Para Platón no constituyen verdadero y auténtico conocimiento (episteme) sino simplemente son opiniones (doxa). Cosas perceptibles: son los objetos particulares que conocemos a través de los sentidos. Es lo mismo que los objetos visibles. Constituyen un nivel de realidad de rango inferior a lo inteligible. Luz: representa el efecto de los seres más elevados sobre los inferiores. Representa la participación que es para Platón la relación existente entre las Ideas y los seres sensibles. Por ejemplo, el Sol (Idea de Bien) ilumina los objetos particulares (resto de las Ideas), es decir, el resto de las Ideas participan de la Idea de Bien. Sol: En el pasaje de la metáfora del sol Platón lo identifica con la Idea de Bien. Del mismo modo que el sol, con su luz hace visibles todas las demás cosas, así cuando conocemos la Idea de Bien se nos hacen comprensibles todas las demás Ideas. Y del mismo modo que el sol hace posible que existan todas las demás cosas así la existencia de las Ideas procede de la Idea de Bien. En el pasaje de la caverna el sol real vendría representado por el fuego que hay en el interior y el sol que existe fuera de la caverna simboliza la Idea de Bien.
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Inteligible: Platón llama inteligible al nivel superior de lo real. La región inteligible está constituida por las Ideas, por las realidades no visibles. A esta región se accede mediante la inteligencia o razón. Intelige: es lo que hace el alma racional cuando conoce las realidades superiores (entidades matemáticas e Ideas). Conocer: el individuo conoce cuando mediante su alma racional accede al verdadero conocimiento (episteme). El verdadero conocimiento (episteme) versa sobre las entidades matemáticas y las ideas. Opinar: el individuo opina cuando no alcanza el verdadero conocimiento y se queda en la mera opinión (doxa). Su alma se centra en las realidades sensibles que son las sombras y los objetos particulares. Verdad: la verdad es algo oculto a lo que se accede a través de la inteligencia. La verdad es el objeto de la ciencia o auténtico conocimiento. Lo verdadero, por tanto, son las realidades no sensibles, es decir, las Ideas. La verdad suprema es el conocimiento de la Idea de Bien. Cosas cognoscibles: se refiere a lo inteligible que es el objeto del auténtico conocimiento o episteme. Esencia: la esencia de todo lo existente es para Platón la Idea. Los particulares sensibles participan o imitan a las Ideas, su verdadera esencia. Imágenes (eikones): es el nivel inferior de realidad. En el pasaje de la línea dividida se corresponde con el primer segmento. Esta realidad está constituida por sombras y reflejos de las cosas sensibles. 54
Sombras: en el pasaje de la línea dividida las sombras son el nivel de realidad inferior y están representadas por el primer tramo de la línea. Supuestos: Para Platón un supuesto es la premisa que se considera verdadera a priori, es decir, que su verdad no es demostrada, y de la que parte el razonamiento deductivo en una demostración matemática. Serían, por ejemplo, los axiomas de los que se parte en una demostración de la geometría. Sin embargo en la ciencia dialéctica se entiende por “supuestos” las Ideas de las que partimos para alcanzar la Idea suprema. La verdad de estas Ideas queda demostrada al alcanzar el conocimiento de la Idea suprema que da razón de ellas. Principio: Para Platón los principios o supuestos en las demostraciones de la geometría (matemáticas) son las premisas de las que parten los razonamientos deductivos para llegar a una conclusión. Sin embargo, en la ciencia dialéctica los principios no son las Ideas de las que parte el razonamiento sino la conclusión o Idea superior a la que se llega. Conclusión: en un razonamiento matemático la conclusión se extrae a partir de unas premisas, los supuestos, cuya verdad no se demuestra ni al principio, ni al alcanzar la conclusión. En la ciencia dialéctica al llegar a la conclusión las Ideas de las que hemos partido (supuestos) son demostradas, explicadas. Principio no supuesto: es una expresión sinónima de “Idea de Bien”. Esta Idea es el único ser cuya existencia no depende de ningún otro. Su 55
existencia no supone la existencia de ninguna otra Idea ya que es la Idea suprema. Geometría y artes afines (matemáticas): es la ciencia que corresponde al tipo de conocimiento del pensamiento discursivo. La geometría y artes afines, es decir, las matemáticas, emplean un método descendente (método deductivo): parten de una hipótesis y deducen conclusiones, ayudándose de imágenes visibles (dibujos de figuras geométricas). Razón: inteligencia. Mediante la razón accedemos al ámbito de lo inteligible que según el pasaje de la línea dividida comprende los objetos matemáticos y las Ideas. Ideas: esencias inteligibles. Las Ideas de las que nos habla Platón (eidos) no son representaciones mentales de las cosas, ni simples conceptos universales elaborados por la inteligencia a partir de la experiencia, sino que constituyen una realidad separada de las cosas particulares (subsistentes). Son eternas e inmutables. Pensamiento discursivo (dianoia): es el grado de conocimiento correspondiente al nivel de realidad representado por el tercer segmento en el pasaje de la línea dividida. Este grado de conocimiento se caracteriza por: da por supuestas determinadas nociones sin remontarse a ningún otro concepto más primitivo y básico (hipótesis), recurre a lo sensible para llegar a lo inteligible (dibujos) y no se preocupa por la validez de las
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hipótesis de las que parte el razonamiento, sino por la validez de las conclusiones.
9.BLIOGRAFÍA
Calvo Martinez, T. “De los sofistas a Platón: política y pensamiento. Madrid. Cincel, 1991 Copleston, F. “Historia de la filosofía”. Vol. I. Barcelona, Ariel, 1979 Ferrater Mora, J. “Diccionario de filosofía”. Madrid, Alianza, 1982 Ross, D. “Teoría de las ideas de Platón” , Madrid, Cátedra, 1989 Zeller, E. “Fundamentos de la filosofia Griega”, Madrid, Gredos. Platón “La República o el Estado”. Austral 1998
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