LA PRAXEOLOGÍA EN EL PROCESO DE PRÁCTICAS PROFESIONALES EN EL PROGRAMA DE CONTADURÍA PÚBLICA DE UNIMINUTO ROBERTO ANTONIO GÓMEZ ZAMBRANO

LA PRAXEOLOGÍA EN EL PROCESO DE PRÁCTICAS PROFESIONALES EN EL PROGRAMA DE CONTADURÍA PÚBLICA DE UNIMINUTO ROBERTO ANTONIO GÓMEZ ZAMBRANO UNIVERSIDAD

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LA PRAXEOLOGÍA EN EL PROCESO DE PRÁCTICAS PROFESIONALES EN EL PROGRAMA DE CONTADURÍA PÚBLICA DE UNIMINUTO

ROBERTO ANTONIO GÓMEZ ZAMBRANO

UNIVERSIDAD SANTO TOMAS MAESTRIA EN EDUCACIÓN BOGOTÁ D.C. 2015

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LA PRAXEOLOGÍA EN EL PROCESO DE PRÁCTICAS PROFESIONALES EN EL PROGRAMA DE CONTADURÍA PÚBLICA DE UNIMINUTO

ROBERTO ANTONIO GÓMEZ ZAMBRANO

DIRECTOR DE TESIS JOSÉ GUILLERMO ORTIZ JIMÉNEZ

UNIVERSIDAD SANTO TOMAS MAESTRIA EN EDUCACIÓN BOGOTÁ D.C. 2015

2

Tabla de Contenido

Resumen Palabras Clave

Abstract

6 6

7

Key Words

7

1. Introducción

8

2. Justificación

11

3. Planteamiento del Problema

13

3.1 Pregunta Problema

15

4. Objetivos de la Investigación

16

4.1 Objetivo General

16

4.2 Objetivos Específicos

16

5. Marco de Referencia 5.1 La formación en Contaduría Pública, Caso UNIMINUTO.

17 19

5.2 La formación integral en las Prácticas Profesionales desarrolladas en Organizaciones de Economía Solidaria.

30

5.3 La economía solidaria y el cooperativismo.

37

5.4 La praxeología.

52

6. Estado del Arte

59

7. Marco Metodológico

73

7.1 Diseño de la Investigación.

75

7.2 Tipo de Investigación.

78

3

7.3 Fuentes y Participantes.

79

7.4 Instrumentos.

80

7.5 Descripción del Proceso Metodológico.

84

7.6 Unidad Analítica y Categorías de Análisis Apriorísticas y Emergentes.

88

7.7 Triangulación.

93

7.8 Modelo Pedagógico.

95

8. Análisis de Resultados

101

8.1 Praxeología en Acción a través de las Prácticas Profesionales de Contaduría Pública. UNIMINUTO, 2014.

102

8.2 Los Principios de la Economía Solidaria.

128

8.3 El Modelo Formativo de UNIMINUTO.

131

9. Conclusiones

133

10. Recomendaciones

137

11. Bibliografía

139

12. ANEXOS

143

Anexo 1. Participantes de la Investigación

143

Anexo 2. Registro fotográfico de las comunidades de las organizaciones de Economía Solidaria 144 Anexo 3. Instrumento de Evaluación del Proceso

146

Anexo 4. Registro Fotográfico del Proceso de Investigación

149

4

Índice de Esquemas

Esquema 1 Proceso de prácticas en la Carrera de Contaduría Pública, UNIMINUTO, sede principal

36

Esquema 2 Caracterización de las Organizaciones de Economía Solidaria. Elementos fuerza tomados de Orellana (2007)

48

Esquema 3 Caracterización de las Organizaciones de Economía Solidaria. Elementos constitutivos tomados de Orellana (2007)

50

Esquema 4 Aspectos Metodológicos de la Investigación.

74

Esquema 5 Unidad de Análisis y Categorías para los Resultados de la Investigación 102 Esquema 6. Aportes del proceso de prácticas para los estudiantes, según los estudiantes

110

Esquema 7. Aportes del proceso de prácticas para los demás actores, según los estudiantes

111

Esquema 8. Valoración de los aportes a la práctica, según los estudiantes

114

Esquema 9 Aportes del proceso praxeológico a la vida profesional

123

5

Resumen

La presente investigación observa la implementación de la praxeología en las prácticas profesionales de los estudiantes de Contaduría Pública de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO, Sede Principal, en el segundo periodo de 2014, las cuales se llevan a cabo en organizaciones de economía solidaria, de acuerdo con el enfoque social que prevalece en la institución y que propende por una formación integral de los estudiantes, a partir de las competencias profesionales, el desarrollo humano y la responsabilidad social. Se encuentra que es posible formar contadores con un alto sentido social y compromiso por la transformación de las realidades humanas y sociales en su contexto, más allá de las estrategias convencionales formativas que suelen limitar el ejercicio a organizaciones económicas productivas y comerciales tradicionales.

Palabras Clave

Praxeología, Economía Solidaria, Contaduría Pública.

6

Abstract

This research observes the implementation of praxeology in 7omercial7l practices of students in Public Accounting from Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO, Main Site, in the second period of 2014, which were done in solidarity economy organizations according to the social approach that prevails into institution, where it promotes a comprehensive education of students from 7omercial7l skills, human development and social responsibility. It’s possible to form Counters with high social sense and commitment to the transformation of human and social realities in context, beyond the conventional training strategies that often limit the exercise to traditional production and 7omercial economic organizations.

Key Words

Praxeology, Solidarity Economy, Public Accounting.

7

1. Introducción

En el ámbito educativo, una preocupación esencial y permanente se establece sobre los procesos formativos más adecuados para los estudiantes, lo cual es un hecho complejo debido a que depende de las realidades del contexto y del mismo proceso educativo, así como de las perspectivas que se tengan a nivel institucional, por parte de los equipos humanos, sobre el deber ser de la educación que se está impartiendo. Algunas instituciones han destinado importantes esfuerzos para clarificar e implementar acciones de acuerdo con un modelo formativo que dé cuenta de tales realidades y de los intereses de innovación e impacto en el entorno, logrando importantes resultados en su fundamentación, puesta en marcha y alcance de objetivos, como es el caso de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO. La Universidad comprometida con el desarrollo social ha diseñado rutas para construirlo tanto en el proceso formativo con sus estudiantes, lo cual favorece su crecimiento personal, como en las formas específicas en que se propicia el ejercicio profesional, lo que permite una contribución efectiva local y nacional. La praxeología está en la base de este proceso siendo transversal a la planificación y a las actividades que se llevan a cabo, como es el caso de las prácticas profesionales. Dado que la praxeología se comprende como “la ciencia que estudia la acción humana desde el punto de vista de las implicaciones formales de la descripción del concepto de acción. Es el análisis formal de la acción humana en todos sus aspectos” (Morillo, 2011), la investigación se centra en el análisis descriptivo del hacer que establecen los estudiantes, de acuerdo con los retos académicos y sociales que presentan las prácticas. En las prácticas profesionales dentro de la carrera de Contaduría Pública se implementa una propuesta praxeológica de intervención y acción, a partir del proyecto personal de vida y de la fundamentación teórica y aplicada de la profesión, que impulse a que el estudiante se comprometa responsablemente con la construcción de una nueva

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sociedad, con mayor desarrollo y equidad. Son por tanto, espacios muy importantes para expresar el sentido social que está en la base de la identidad de UNIMINUTO. A través de esta investigación se observa la forma en que dicha propuesta se hizo realidad en el segundo semestre de 2014 dentro del programa, generando aportes favorables para organizaciones del sector de la economía solidaria, lo cual contribuye a ampliar el espectro profesional del Contador Público y a generar impactos sociales directos que mejoren el bienestar de las comunidades y sean extensivos en lo local y lo nacional. Para ello, el estudio parte de fundamentar teóricamente el proceso de prácticas, abordando una síntesis del proceso histórico de la formación en Contaduría, las particularidades del contexto específico del programa en la Universidad y la Sede, lo que ha permitido observar el sentido propio institucional para la carrera y el énfasis social en la formación, de acuerdo con los principios institucionales. A partir de esto, el marco referencial también aborda en específico las prácticas dentro de la carrera, que son de responsabilidad social y profesionales, identificando las formas en que se relacionan y contribuyen a la formación integral característica de la Universidad. Posteriormente, se ofrece un análisis del sector de la economía solidaria de cara a las realidades del país, su legislación y su ruta necesaria hacia el desarrollo, poniendo énfasis en el cooperativismo, como espacio esencial en que se llevan a cabo las prácticas, para concluir con un apartado sobre la praxeología, tendiente a su conceptualización y a la identificación de sus aspectos constitutivos como referentes en el proceso de los estudiantes en estos espacios formativos. Una vez concluido el marco referencial, se ofrecen los derroteros metodológicos, porque éstos se desprenden del proceso de prácticas incluido en el primero, el cual está diseñado a partir de la vivencia de la praxeología, como en general, todas las actividades, proyectos y metas que se desarrollan en la Universidad. A nivel metodológico se especifica el diseño y el tipo de investigación, el enfoque epistemológico, las fuentes y los participantes, así como los instrumentos utilizados para recopilar y sistematizar la información correspondiente al estudio.

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Seguidamente se ofrece la descripción del proceso metodológico en el cual se especifica la forma en que se planificó y puso en marcha la investigación, especificando los momentos praxeológicos y la participación de los estudiantes como canal por medio del cual se expresa la construcción del impacto social en los sitios de práctica. El apartado concluye con la síntesis de la unidad analítica y sus categorías, que son el punto de partida para implementar el método en el análisis de resultados. En consecuencia, luego del marco metodológico, se desarrolla dicho análisis de resultados, en el cual se comprenden las observaciones del investigador y las vivencias que expresaron los participantes en el cumplimiento de su proceso de prácticas, desde el inicio del mismo, cuando plantearon sus expectativas, hasta la conclusión y evaluación cuando ofrecen una versión crítica sobre su proceso formativo y la utilidad de la praxeología en el ejercicio de la Contaduría Pública. De la misma manera, teniendo en cuenta las unidades analíticas, se abordan los conceptos esenciales constitutivos de la economía solidaria y la capacidad de los estudiantes de comprenderlos y dar respuestas a los retos del entorno a partir de los mismos, tanto como las motivaciones de los participantes y su responsabilidad social, en el desarrollo del proyecto educativo del programa y el currículo universitario, que articula este concepto con las competencias profesionales y el desarrollo humano. Finalmente, se destaca entre las conclusiones del estudio, que es posible formar Contadores Públicos con una visión social, de manera integral, capaces de afrontar retos y desenvolverse en un contexto donde priman las necesidades sociales, a partir del fortalecimiento de las organizaciones económicas, que en este caso, pertenecen al sector solidario y que en consecuencia, es pertinente para el mayor bienestar social, que el programa de Contaduría de la Sede Principal de UNIMINUTO logre sistematizar aún más sus experiencias y definir rutas flexibles para hacer más visible su impacto social.

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2. Justificación

En todos los países, pero especialmente en los países en vía de desarrollo, es una necesidad que en los contextos académicos se contribuya a ofrecer soluciones viables y eficientes para las condiciones de vida de las mayorías. Los programas de Contaduría Pública no escapan a esta demanda social, y en la medida en que se estructuran para aportar en las organizaciones económicas, se requiere que propendan por una formación integral de los Contadores, para que en su nivel profesional, puedan crear impactos favorables en los espacios en que se desempeñan. En UNIMINUTO, dentro del programa de la Sede Principal, se han llevado a cabo múltiples esfuerzos para generar tales impactos sociales, desde la formación que se brinda a los estudiantes, hasta el énfasis profesional que se espera que ellos expresen a través del ejercicio, lo que hace pertinente que se observe el proceso formativo en el cumplimiento del enfoque social de la Universidad y de los aportes a la generación de cambios y mayor bienestar en el entorno. Las prácticas profesionales son un espacio que permite la observación directa de manera inicial, sobre la forma específica en que los estudiantes van a asumir y desarrollar su ejercicio. Esto hace necesario que sean observadas críticamente para visualizar si son medios de cambio e impacto social o si requieren una mayor dinamización frente a los objetivos formativos. En la investigación se plantea que el rol del practicante tiende al fortalecimiento de las organizaciones sociales en las que interviene; con el proceso, se pretende que el estudiante construya una propuesta praxeológica de intervención y acción a partir de su proyecto personal de vida y de su profesión, que lo impulse a comprometerse responsablemente en la construcción de una nueva sociedad. Se justifica por tanto, estudiar las formas en que se llevan a cabo las prácticas, para evidenciar el “cómo” se desarrolla la praxeología y en consecuencia, cómo se generan los aportes sociales, tanto desde la perspectiva del cumplimiento y la coherencia del programa con sus postulados esenciales, como para apoyar la toma de decisiones de los cuerpos académicos frente a la proyección formativa y perspectivas del mismo.

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El estudiante de práctica además de contribuir a la reflexión sobre el entorno en que interviene, juega un rol como medio para la acción social responsable en las comunidades, aportando desde sus conocimientos e integrando las diferentes dimensiones que enmarcan las organizaciones de economía solidaria: políticas, culturales, económicas, financieras, ambientales y sociales, de manera que su trabajo permita la transformación de las entidades hacia el fortalecimiento. Tomando en consideración el enfoque social de UNIMINUTO, esto es posible desde una visión integral de la Contaduría Pública, en la cual ya no sólo se plantea el ejercicio desde las firmas económicas tradicionales, en las cuales se cuentan con todo tipo de condiciones materiales y humanas para poder llevar a cabo sus misiones institucionales, sino muy especialmente, dentro de organizaciones sociales y comunitarias que tienen múltiples necesidades y se desenvuelven en condiciones difíciles, ante las cuales el contador con compromiso social debe aportar. En este sentido, también es pertinente llevar a cabo una investigación como la que se está presentando, sobre las prácticas y el ejercicio de la Contaduría Pública, para repensar la profesión, en una dinámica contextualizada, que supere las formas económicas preponderantes y que por tanto, contribuya a una mejor articulación de la economía social frente al desarrollo y al bienestar. Finalmente, es necesario mencionar que el presente estudio es pertinente y constituye un aporte dentro de la línea de investigación en educación, sociedad y cultura (mediaciones) debido a que desarrolla una observación y análisis del proceso educativo praxeológico en las prácticas profesionales del programa de UNIMINUTO, en su contexto socio cultural.

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3. Planteamiento del Problema

La dinámica socioeconómica se desarrolla de tal manera que tiende a implementar formas características de organización y relacionamiento, dejando al margen nuevas alternativas no convencionales. En otras palabras, la sociedad y la economía suelen tender hacia la norma, que se convierte en una estructuración relativamente fija donde prevalece determinado tipo de ideas. En el modelo neoliberal socio político y económico, las ideas o principios fundamentales predominantes son el libre comercio, la modernización y limitación del Estado frente al mercado, la flexibilidad laboral, la protección a la inversión privada y la masificación de las cargas tributarias hacia el consumo, así como la afectación del concepto y manejo de lo social. Los postulados desde esta perspectiva neoliberal se fueron difundiendo y entronizando en el contexto económico, de manera que la formación del Contador Público se ha ido acoplando a los derroteros de la economía contemporánea mundial y en consecuencia, se asocia su rol principalmente con sus funciones técnicas, a la cual se ha dado un creciente énfasis en los programas, y con la gran empresa global. Pero en este contexto, también se recrudece la desintegración social, la desigualdad, la ausencia de democracia real, la pobreza y la marginación, lo que simultáneamente reta a la educación para generar cambios y mejorar las condiciones de vida con equidad y desarrollo, por lo que es necesario que cuestionen sus principios orientadores y se ajusten a las necesidades del medio, frente a todos sus espacios y sectores, pues el sistema educativo no puede sustraerse hacia un único ámbito social y no puede ser ajena a las realidades desfavorables que enfrentan las mayorías.

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En este sentido, los programas académicos están llamados constantemente a una verdadera articulación entre la acción educativa y la social, involucrándose en las dinámicas complejas de la sociedad y aportando a la solución de problemas. El programa de Contaduría Pública de UNIMINUTO se ha comprometido con la formación integral de los estudiantes, lo cual implica que en el desarrollo del proceso educativo se cree una mayor consciencia y responsabilidad frente a la transformación social, el desarrollo sostenible, al servicio del hombre y en la búsqueda de una sociedad equitativa, próspera y sostenible. Este propósito está fundamentado en la praxeología como teoría y práctica del compromiso social, lo cual plantea grandes interrogantes sobre el proceso formativo y la perspectiva profesional de sus estudiantes. En este sentido, vale la pena observar si el programa está más orientado hacia los preceptos económicos imperantes o si en verdad permite una formación integral con proyección social en el ejercicio. Dado que la Universidad es clara en su enfoque social y los estudiantes lo vivencian a lo largo de sus carreras, aprendiendo también a compartirlo como principio de vida, también es necesario identificar las formas específicas o “cómo” se hace realidad tal enfoque en todo el espectro del proceso académico, pero muy especialmente en las prácticas profesionales, en donde se tiene una primera aproximación directa, muy importante, con el contexto que se busca transformar desde lo social. Cuáles son los aportes para una sociedad más equitativa y con mayor bienestar de los profesionales de Contaduría Pública de UNIMINUTO, con su identidad y su perfil particular, y de qué manera se construyen. Cómo se apropia el enfoque praxeológico y se usa creativamente en los contextos donde ser requiere afrontar retos y construir alternativas viables para el desarrollo social. Estos dilemas hacen parte de las preocupaciones permanentes del talento humano en el programa de la Universidad y la investigación las aborda, como problemáticas educativas que parten de la convicción y del compromiso con una formación para el

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cambio, responsable socialmente, que busca aportar frente a las comunidades que tienen necesidades de bienestar, progreso y desarrollo. La Universidad busca brindar a los estudiantes de Contaduría Pública una formación integral, articulando las competencias profesionales, la investigación y la filosofía social, para responder a los anteriores planteamientos; pero esta dimensión educativa se expresa de formas muy específicas dado que la praxeología es un marco de acción que se construye en cada proceso, según quiénes los desarrollan, pues son los participantes los que diseñan las estrategias, las implementan y las evalúan. Esto se encuentra con el contexto social, donde se dan unas características particulares y aparecen necesidades propias de cada espacio, que si bien pueden ser comunes a entornos similares, se desarrollan de acuerdo con las dinámicas específicas. Por esta razón, la praxeología debe investigarse in situ, ya que adquiere una implementación acorde con las realidades en que interviene. Tomando en consideración lo anterior, las perspectivas del ejercicio profesional de la Contaduría Pública, los retos para los programas académicos del campo, el enfoque social de la universidad, la praxeología y la contextualización necesaria en los procesos atinentes al ejercicio, se plantea la siguiente pregunta problema.

3.1 Pregunta Problema

¿Cómo apropian el enfoque praxeológico los estudiantes de Contaduría Pública de UNIMINUTO que realizan su práctica profesional en organizaciones de economía solidaria?

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4. Objetivos de la Investigación

4.1 Objetivo General

Caracterizar las maneras como los estudiantes de Contaduría Pública de UNIMINUTO apropian la praxeología en el desarrollo de sus prácticas profesionales en organizaciones de economía solidaria.

4.2 Objetivos Específicos



Analizar el enfoque praxeológico que promueve la Corporación Universitaria Minuto de Dios en las prácticas profesionales.



Describir el proceso praxeológico que desarrollan los estudiantes de Contaduría Pública que realizan prácticas profesionales en organizaciones de economía solidaria.



Comprender las características, las motivaciones, los factores clave causativos y el comportamiento del enfoque praxeológico en los estudiantes.

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5. Marco de Referencia

A través del Marco de Referencia se abordan los conceptos esenciales que fundamentan el proceso de investigación, con el propósito de identificar los significados atinentes al proceso formativo de la profesión y a la práctica profesional de los estudiantes de Contaduría Pública de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO. Esto incluye un breve abordaje de los preceptos históricos de la Contaduría Pública y el caso particular de la carrera en la Universidad, así como la fundamentación específica de las prácticas profesionales, para finalizar con la síntesis de los conceptos de economía solidaria y de praxeología, contenidos que se introducirán a continuación. Los procesos formativos en el ámbito de las ciencias económicas suelen estar diseñados e implementados de acuerdo con los preceptos constitutivos de las diferentes escuelas de pensamiento correspondientes a las mismas. Cada conjunto de criterios evidencia las posturas académicas frente a los modelos que describen los procesos atinentes a las áreas de enseñanza – aprendizaje profesional del campo. Este es el caso también de las realidades de la formación en la carrera de Contaduría Pública de UNIMINUTO, que abarca desde las formulaciones empíricas que dieron origen a la profesión, hasta el contenido de la escuela científica actual, cruzando a través de las corrientes clásicas. Este es un importante aspecto que da una referencia general del proyecto académico. Pero, de acuerdo con los lineamientos generales de la presente investigación y con un importante énfasis en el currículo marco de la carrera, según las prácticas correspondientes al contexto universitario, el componente disciplinar propio es sólo uno de los elementos que da bases a la formación integral (Programa de Contaduría Pública, Sede Principal UNIMINUTO, 2009). Alternativamente, la investigación permite observar la preocupación institucional por brindar espacios de crecimiento personal y compromiso social más allá de las oportunidades generales profesionales que puede ofrecer la formación en Contaduría.

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Estos elementos son también una base destacada que se propende desde los procesos académicos que desarrolla la Universidad (UNIMINUTO, 2015). Las prácticas formativas en la vivencia de la praxeología representan oportunidades para la puesta en marcha de acciones particulares para construir la formación integral, de cara al compromiso social, desde la responsabilidad de los futuros profesionales con su entorno socio cultural. Teniendo en cuenta estos aspectos, el presente Marco de Referencia Teórico observa en su orden, los siguientes aspectos que desarrollan estos postulados iniciales. En primer lugar se encuentra la descripción general del proceso formativo de los estudiantes de Contaduría Pública de UNIMINUTO, enfatizando en los fundamentos de la carrera, el PCP o Proyecto Curricular del Programa y las prácticas, de responsabilidad social y profesionales, las cuales se desarrollan en el segundo apartado. En tercera instancia se relacionan los preceptos de Economía Solidaria con la formación brindada por dichas prácticas, especialmente, las de segundo tipo (profesionales), porque son las que fundamentan el proyecto. Finalmente, se desarrolla la praxeología como eje de la formación integral que permite el diseño e implementación de estrategias que evidencian los rasgos particulares, humanistas y sociales de la educación propia impartida en UNIMINUTO y que impactan el perfil profesional y la vivencia de experiencias sociales desde la iniciativa de los profesionales que se forman bajo los parámetros curriculares y pedagógicos en la misma. De forma concluyente, los campos enunciados en la presente introducción a las referencias conceptuales cumplen una función esencial para la investigación, al aportar elementos que permiten identificar el sentido de la Contaduría Pública en el entorno social, así como las particularidades de la economía solidaria que demandan un rol específico del contador como agente de cambio y de la praxeología como herramienta formativa, que por extensión, también se expresa en la intervención que diseñan e implementan los estudiantes en la práctica profesional.

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5.1 La formación en Contaduría Pública, Caso UNIMINUTO.

En este apartado se integran los principales desarrollos en la estructuración de la Contaduría Pública como campo del conocimiento en el programa de la Sede Principal, con los principios fundamentales del quehacer formativo propio de la Universidad, de manera que se visualiza la articulación entre el componente profesional, con el enfoque social; dado que el modelo educativo de la Universidad se cimenta en tres pilares: dicho componente profesional, el desarrollo humano y la responsabilidad social. La historia de la Contaduría Pública estriba sus orígenes en la necesidad de organizar la información económica de diferentes actividades productivas, que se comprenden en un sentido básico como la contabilidad de las organizaciones, que después fue haciéndose particularizada a actividades y procesos dentro de las mismas (Méndez y Ribeiro, 2012). Esto se ha manejado convencionalmente como un énfasis exclusivo en el desarrollo de la gran empresa privada y los procesos comerciales capitalistas; Álvarez enuncia lo que se puede considerar una síntesis de esta postura: La contabilidad como saber estratégico siempre ha estado al servicio del capital y del poder económico; y ahora se la quiere poner al servicio del gran capital transnacional. No ha servido para lograr avances en la distribución sino en la acumulación. No ha mostrado las realidades que subyacen en la explotación de los recursos, sino que ha ocultado los procesos inequitativos de la asignación de la riqueza. (Álvarez, 2002; 179). En el caso específico de la formación en UNIMINUTO, el trabajo de diseño e implementación del programa formativo ha buscado articular los diferentes desarrollos de la profesión frente a la producción y el comercio, como ejes dinamizadores de las economías, pero también ofrecer una visión más amplia donde todos los sectores y actores tengan cabida, especialmente los de menor capacidad económica, para que puedan ser

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integrados al proceso económico como agentes activos, desde la visión humanista cristiana de la universidad. Esto ha implicado que en el programa se ofrezca un abordaje histórico desde las primeras etapas del pensamiento donde predominaba la información contable con partidas simples y sus posteriores desarrollos (etapa clásica), hasta los momentos más complejos, donde se ha exigido de la profesión una respuesta efectiva para la toma de decisiones y solución de problemas en las diferentes formas de las organizaciones económicas, lo que ha hecho que la contabilidad, y con ella la Contaduría Pública, esté transformándose según la aparición de nuevas necesidades y con el desarrollo de cambios en las organizaciones económicas, instituciones y procesos sociales. En la historia del desarrollo de la Contaduría Pública se observa que se ha transformado el concepto de riqueza en el de capital productivo, y que las necesidades de las operaciones productivas y comerciales fueron las que antecedieron al desarrollo de técnicas que respondieran a las mismas, en medio de la evolución del sistema económico mundial y las diferentes etapas de la industrialización y desarrollo del comercio (Méndez y Ribeiro, 2012). La profesión ha sido entonces, una estructura de conocimientos que surge de cara a las grandes necesidades económicas, sociales y políticas de los diferentes países, para garantizar el desarrollo y el bienestar. Es esto mismo lo que se comprende y se asume desde la perspectiva del programa de UNIMINUTO, debido a que la formación profesional y en particular la práctica, parte de la identificación de las necesidades propias de las organizaciones en su contexto, buscando construir soluciones según los casos específicos. Por tanto, es importante señalar que uno de los principales énfasis formativos es la flexibilidad, para propiciar que los estudiantes, en el momento de las prácticas y posteriormente como profesionales, puedan adaptar sus conocimientos a las circunstancias particulares que enfrentan en los casos de las organizaciones específicas en donde se desempeñen.

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En este sentido el proceso formativo parte de las diferentes escuelas del pensamiento contable, desde las pioneras centradas en el desarrollo de las cuentas, hasta el análisis financiero y la toma de decisiones bajo los enfoques contemporáneos, donde el eje es el concepto de valor económico en la teoría contable, tanto en los ámbitos privados (sistemas productivos, comerciales y patrimoniales) como en el público. El programa de la Universidad aborda críticamente los desarrollos de la etapa contemporánea o científica de la profesión que tiene sus orígenes a principios del siglo XIX y se desarrolla a la par del auge de los procesos productivos y las expansiones de mercados del capitalismo (Méndez y Ribeiro, 2012), acompañando las sucesivas revoluciones industriales registradas y sus derivaciones, hasta la globalización, proceso que por su importancia, reviste una consideración especial. El Contador Público en medio de la globalización, proceso en el cual se han acelerado y masificado las operaciones económicas con implicaciones más allá de las fronteras nacionales, adquiere un rol nuevo en cuanto a la facilitación de estas actividades económicas, estrechamente relacionado con los negocios privados de escala global, los cuales, muchas veces son asociados a las formas menos sociales de desarrollo, lo cual está planteando nuevamente retos frente a la integralidad de la profesión, más allá de sólo estar al servicio de los grandes propietarios del capital. Becerra et al. (2005), con relación al rol del Contador Público en las organizaciones productivas y comerciales del mundo contemporáneo, resaltan que su formación es una fuente de capital humano para estas instituciones, pues se trata de un conjunto de capital intelectual que sirve a sus procesos más complejos, por el tipo de información que genera y que sintetiza a través de resultados analíticos. En el ámbito formativo, se enuncia la “internacionalización” de la Contaduría como requisito indispensable para hacer frente a los desafíos del mundo moderno en el proceso de globalización, de acuerdo con el nuevo precepto de Contabilidad Internacional. Gutiérrez (2009), muestra los diversos tipos de efectos de la globalización sobre la profesión, los cuales van desde los normativos, bajo la perspectiva de la utilización de

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normas uniformes de contabilidad a nivel mundial (las Normas Internacionales de Contabilidad, NIC y las Normas Internacionales de Información Financiera, NIIF), hasta el impacto en los programas académicos, con nuevos derroteros formativos y en las asociaciones profesionales, pasando por efectos profesionales, como los de certificación. Pero, bajo el enfoque profesional que se maneja en el programa de UNIMINUTO, se preserva el contenido social de la profesión y se articulan las condiciones presentes en el contexto porque es necesario alcanzar competencias para que los estudiantes estén en capacidad de fundamentar sus decisiones en el análisis del mismo y generen estrategias viables, efectivas y que articulen los desarrollos de las organizaciones en su propio proceso económico y social, más allá de la generación de fórmulas de procedimientos estándar, previamente definidas y descontextualizadas. Relacionado con lo anterior, es necesario mencionar también que el programa reconoce y fomenta, a través de su formación básica y del núcleo flexible, el aprovechamiento de la naturaleza integral de la Contaduría Pública, nutrida desde diversas perspectivas académicas, como la sociología, la economía, la epistemología, la filosofía y la historia y que ha incorporado paulatinamente las transformaciones tecnológicas adecuadas para el desarrollo óptimo de los procesos contables, entre los que es esencial el manejo adecuado de la información. Igualmente, en la actualidad, las diferentes escuelas de pensamiento contable se fundamentan en el “Paradigma de la Utilidad”, según el cual la referencia esencial no son los datos, sino las necesidades de los usuarios de los mismos y los objetivos asociados a la información contable. Esta es la característica esencial que permite distinguir las posturas clásicas de las científicas: trasegar de la visión en que lo preponderante es la estructura de los registros, a la perspectiva bajo la cual el centro de la cuestión son los usos, organizacionales, financieros y administrativos, tanto públicos como privados-, de dicha información, en temas críticos como la decisión y la planificación. Las transformaciones económicas y la preeminencia del paradigma ponen de relieve que la producción de información contable debe estar supeditada a los objetivos

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que se persiguen en las firmas y organizaciones, de manera que su estructura y los modelos empleados deben servir para el cumplimiento de los mismos, haciendo que el ejercicio de la Contaduría sea útil para que se lleven a cabo los procesos en las entidades, y no sólo permitan describir su situación. La información debe permitir tanto la rendición de cuentas (parte descriptiva), como la toma de decisiones (parte de proyección). Esto se sintoniza con el tipo de formación que se construye en el programa de la Universidad, debido a que por sus principios, no se busca describir la situación que enfrentan las diferentes organizaciones y sus comunidades, sino contribuir a la transformación de sus realidades, para propiciar un mejor bienestar, con mayor equidad y sostenibilidad de largo plazo, por lo que la razón de ser de las intervenciones desde la profesión es “los usuarios de la información contable”, pero no sólo pensando en los propietarios del capital, sino en todas las comunidades que se esfuerzan por integrarse en el modelo económico del país, desde sus capacidades. Así las cosas, la disertación histórica del campo de la profesión se refleja en la formulación del PCP o Proyecto Curricular del Programa de Contaduría Pública de la Sede Principal de UNIMINUTO y por tanto en el proceso de formación de los estudiantes, en el sentido de incorporar los desarrollos teóricos desde una postura de contextualización y pertinencia en los diferentes casos. En éste se posiciona el campo aplicado como el fundamento de la misma: La disciplina que fundamenta la profesión es la contabilidad, la cual tiene relación íntima con el desarrollo de cualquier país, pues es la fuente primordial de información, que facilita la planificación macro y microeconómica, promueve la creación y colocación eficiente de capitales, genera la confianza entre inversores y ahorradores, hace posible el correcto funcionamiento de las instituciones y unidades económicas, impulsa el desarrollo de los mercados capitales y constituye el motor de la actividad económica, fomentando el empleo racional de los recursos existentes en un país. Lo anterior demuestra el contenido social de la disciplina, de ahí la expresión “responsabilidad social.

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(Programa de Contaduría Pública, Sede Principal, UNIMINUTO; 2009; 27-8). La anterior referencia indica algunos elementos a tener en cuenta dentro del análisis de la investigación: se atribuye una función esencial a la contabilidad dentro del desarrollo, por ser fuente de información, dando bases a la Contaduría Pública como campo de planificación y decisión, en diversos aspectos específicos, como se ha venido observando en el desarrollo histórico de la profesión. En segundo lugar, le otorga por esta condición, un “contenido social”, que evidencia una postura particular del programa. Antes de abordar estos aspectos con detalle, es necesario continuar observando la forma en que el programa aborda el desarrollo profesional de la Contaduría. Seguidamente, el documento principal que se está referenciando continúa: La información contable actúa en y para la colectividad, su validez y perfección se alcanzan en función de su concordancia con los valores, pautas y requerimientos de la comunidad en su conjunto; en la medida en que uno de estos requerimientos es el desarrollo, y dado que contribuye decididamente al mismo, queda claramente puesta de manifiesta la dimensión altamente social de la contabilidad. Lo anterior obliga a que el experto contable no sólo conozca las técnicas de representación que utiliza en su tarea, sino que también deba poseer capacidad para interpretar no sólo los fenómenos económicos sino todos aquellos que se desarrollan en el entorno en el que se desenvuelve su actuación (…). (Programa de Contaduría Pública, Sede Principal, UNIMINUTO; 2009; 28). De acuerdo con esto, los diferentes procesos derivados de la Contaduría Pública están supeditados a intereses superiores expresados por la comunidad usuaria de dichos procesos, lo que como se ha mencionado, no necesariamente es restrictivo a las empresas privadas, pues de hecho, la profesión tiene importantes contribuciones en los sectores

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solidario, social, público y en todo tipo de instancias, más teniendo en cuenta el ámbito de acción de la Universidad. Igualmente, debe resaltarse que se reconoce en el profesional, la persona que adquiere las habilidades y conocimientos de la carrera, el rol de ser el intérprete de tales intereses tanto desde la dimensión económica, como desde las diversas condiciones específicas de cada situación, para anticiparse a los acontecimientos y proponer estrategias adecuadas ante los mismos. Como corolario destacado, el Programa articula las diferentes normativas nacionales e internacionales públicas y de las más destacadas asociaciones de contadores para el ejercicio profesional; estas se convierten en los Principios bajo los cuales se establece el modelo formativo para el caso específico de la carrera (Programa de Contaduría Pública, Sede Principal, UNIMINUTO; 2009). Adicionalmente, el PCP toma de manera articulada dos tipos de referentes del nivel teórico, para definir y poner en marcha su dimensión formativa: los teóricos propiamente dichos (entre los que engloba las diversas contribuciones en dos grandes núcleos científicos: escuelas anglosajona y latina, desde sus perspectivas actuales sobre el conocimiento y el proceso contables) y los de demandas y necesidades sociales. Esta es una de sus características esenciales, al elevar a la categoría teórica el componente social del desarrollo de la profesión. De esta manera se observa, que lo que puede denominarse un componente social está transversalmente articulado a todo el proyecto formativo de los profesionales de Contaduría Pública en el contexto de UNIMINUTO y que ello representa una visión particular, con connotaciones específicas, en las competencias que adquieren a lo largo de la carrera. A manera de síntesis, esto puede observarse en el modelo educativo de la Universidad, que es marco para sus programas, el cual integra tres pilares en el mismo nivel de importancia: el desarrollo humano, las competencias profesionales y la responsabilidad social. Estos aspectos críticos se expresan de manera diferente en el

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ámbito de la Contaduría Pública, el primero de ellos refiere a la mejora sustancial en la vida de los profesionales, a través del estudio y del desarrollo profesional, mientras que el segundo se relaciona con los conocimientos y las herramientas para el ejercicio, que se adquieren a través de la formación. En el ámbito de la responsabilidad social, las características de la formación integral propia de la Universidad, otorgan un perfil social al estudiante, pero en ámbito específico de la carrera, es necesario retomar los elementos vinculantes al tema sobre el PCP del programa: 

La contabilidad está en la base del desarrollo económico de las sociedades.



La Contaduría se caracteriza por su rasgo de Responsabilidad Social.



Los procesos en Contaduría están supeditados a fines superiores expresados por los usuarios de la información contable, que como se ha expresado, no son exclusivamente actores de la empresa privada.



El Contador Público de UNIMINUTO está llamado a ser el intérprete de las realidades, no sólo a nivel económico sino especialmente, en su dimensión social, y anticipar propuestas a sus diferentes situaciones.

Mejía, Mora y Montes (2008) muestran el importante vínculo entre la Contaduría Pública y la Responsabilidad Social, al punto de que el término de Contabilidad Social está ganando cada vez mayor relevancia, abarcando diversos campos temáticos, como el desarrollo de procesos contables entre los sectores sociales que tradicionalmente hacen un manejo poco riguroso del uso de recursos, para optimizar los modos en que los aprovechan y en especial, para medir y describir los impactos de las actividades económicas sobre los entornos y fundamentar la toma de decisiones sobre la mitigación de los daños. Una visión de formación integral como la que se plantea en la universidad es necesaria para que la profesión de la Contaduría Pública pueda ser observada desde esta perspectiva. Para ello, en el contexto universitario, se cuenta con estrategias que permiten la interacción directa de los estudiantes con las diferentes realidades sociales, las que no

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son exclusivamente empresariales convencionales, como por ejemplo, los espacios con organizaciones del sector solidario. Esto permite que las personas en proceso de formación reconozcan diferentes situaciones y los retos que ellas plantean para las comunidades y los profesionales que les acompañan en la puesta en marcha de acciones tendientes a su bienestar. De esta manera, si la Contaduría contribuye a la transformación positiva de estas realidades, por extensión, es un móvil del desarrollo, tal como se plantea en el primero de los aspectos resaltados en el PCP, respondiendo a los intereses de las personas que buscan mejores alternativas de vida, como está referido en el tercero de dichos aspectos. En el programa de UNIMINUTO se encuentra que la interacción permanente con el entorno socio-económico, en especial, con los sectores menos favorecidos, desde los proyectos transversales de la universidad, su implementación de su carácter social y específicamente desde las prácticas sociales y profesionales que se desarrollan dentro de las carreras, se construye la función de formación integral, y se evidencian las constantes problemáticas del cambio en los contextos en los que se intervienen y donde el estudiante y egresado del programa deben implementar estrategias de trabajo flexible para abordar tales realidades particulares. Articulando estas nuevas dimensiones de la profesión, se puede referenciar, que desde una postura más optimista que la anteriormente enunciada por Álvarez (2002), Mejía, Mora y Montes (2008) expresan un deber ser de la Contaduría Pública, que se puede proyectar desde las realidades históricas que ha experimentado: La contabilidad constituye un saber estratégico que debe servir a los intereses sociales, ambientales, económicos, éticos y humanísticos del entorno en el que opera (...) La profesión contable es consciente de la responsabilidad que debe asumir para con la sociedad. Las organizaciones empresariales también han asumido en mayor o menor grado tal dimensión. Los entes y empresas han comprendido que no basta con la satisfacción de los intereses de los usuarios

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internos de la entidad, los grupos de referencia o de interés que cada vez son mayores, sino que además se debe responder a las necesidades de todos por igual, entre ellos aquellos interesados en conocer los impactos sociales y ambientales de las actividades desarrolladas por la organización. (Mejía, Mora y Montes, 2008; 139-141). Sintetizando todo lo anterior, se comprende que la misión del programa de Contaduría Pública de la Sede Principal de UNIMINUTO se refiera a la formación integral como un proceso por el cual sus beneficiarios directos: estudiantes y egresados, cuenten con las competencias para interpretar las realidades y transformarlas a través de su disciplina, lo cual se puede relacionar con los procesos de planificación y toma de decisiones que se han venido mencionando. De la misma manera, la misión del programa enfatiza a que la responsabilidad de estudiantes y egresados se enfoca en las necesidades de la sociedad, lo que puede comprenderse de cara al propósito de desarrollo, a través especialmente, de la responsabilidad social; de manera textual, ésta se expresa así: El programa de Contaduría Pública, pretende que los estudiantes y egresados sean altamente competitivos, éticamente responsables, líderes en procesos de transformación social, generadores de confianza pública, con espíritu emprendedor, criterio investigativo, vocación de servicio, autonomía y reconocimiento nacional e internacional, para atender las necesidades de la sociedad, propias de su disciplina. (Programa de Contaduría Pública, Sede Principal, UNIMINUTO; 2009; 15). Finalmente, es necesario resaltar que la perspectiva social es muy importante en el contexto de UNIMINUTO y que la universidad realiza constantes esfuerzos para garantizar una formación adecuada frente a los diferentes retos sociales, pero que este es un rasgo que se ha ido entronizando entre los profesionales del campo, destacándose cada vez más en las formulaciones que se hacen sobre la Contaduría Pública y el rol que cumple en la sociedad.

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Al respecto Uribe Medina (2013) expresa la necesidad e importancia del nuevo contador: Como consecuencia de las transformaciones sociales, políticas y económicas del mundo, las profesiones han sufrido modificaciones en su estructura, concepción y contenidos. La Contaduría Pública no está aislada de esta Dinámica, en la que se requiere de una confrontación permanente del conocimiento con la realidad. La función social que conlleva el ejercicio de la profesión de Contador convierte a quienes la ejercen en garantes de la seguridad y veracidad de los hechos económicos que subscriben o certifican. La profesión contable adquiere su verdadera dimensión en cualquiera de los campos de desempeño profesional: Auditores, Gerentes Financieros, Analistas, Revisores Fiscales, Docentes, exigiendo ciertas cualidades profesionales y personales para cumplir con la misión social de ser depositarios de la confianza pública. (Uribe Medina, 2013, 1). Puede observarse que el carácter social que adquiere la profesión está vinculado estrechamente con el concepto de confianza, lo cual a su vez, crea condiciones para la valoración y reconocimiento de la importancia de la misma dentro de la sociedad, cumpliendo el doble propósito de contribuir al desarrollo social, pero también aportar al fortalecimiento de la Contaduría Pública. Debe destacarse además, que dicho carácter social se destaca como aspecto fuerza de la formación, y que es el énfasis que se propicia en UNIMINUTO. Como conclusión general del presente apartado se encuentra que la profesión se establece de acuerdo con las realidades económicas que se dan en la sociedad y que luego, se va adaptando flexiblemente a los nuevos retos que van apareciendo de acuerdo con el desarrollo de las organizaciones y su contexto; aspecto formativo esencial que aborda el programa de UNIMINUTO, y que en el momento actual, expresa la pertinencia de

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responder a las necesidades de las organizaciones de economía solidaria, a partir del enfoque social de la Universidad.

5.2 La formación integral en las Prácticas Profesionales desarrolladas en Organizaciones de Economía Solidaria.

A continuación se observan las prácticas profesionales como punto de inflexión destacado dentro del proceso formativo de los contadores UNIMINUTO, ya que éstas llevan a los estudiantes a un contacto directo con los entornos sociales que pretenden impactar, no sólo desde la perspectiva social, en la cual tienen antecedentes formativos, sino también integrando aportes de tipo profesional de acuerdo al nivel alcanzado en su proceso académico. Las prácticas profesionales dentro del Programa de Contaduría Pública son espacios donde se desarrollan actividades que permiten materializar las competencias profesionales del amplio bagaje de conocimientos que sustentan el ejercicio de la carrera y que se ofrecen desde las diversas asignaturas, pero como un rasgo característico esencial, son instancias clave para confrontar al estudiante con las realidades de necesidad social, exclusión, pobreza, marginalidad y demás retos de desarrollo, de toda índole. En cierto sentido, son los puntos de referencia para que el estudiante ponga a prueba y desarrolle sus habilidades humanas y sociales, pues el espectro organizacional de entidades con que la universidad desarrolla este tipo de proyectos es muy amplio y está vinculado con su propósito de servicio y transformación de las realidades sociales de los menos favorecidos. El servicio, promovido por el padre Rafael García Herreros, fundador de la Obra Minuto de Dios y por ende, centro nuclear del proyecto universitario que se está implementando en UNIMINUTO, es la base de las actuaciones de la comunidad vinculada con la institución, por lo que a su vez, está también en el fundamento de las prácticas.

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Este valor implica que la persona que representa a UNIMINUTO y que está en acuerdo con sus principios humanistas es capaz de concebir su accionar más allá de los beneficios personales, -que toda actividad conlleva en términos de aprendizajes y otras ganancias de diferente índole-, construyendo aportes para la sociedad, especialmente, los más necesitados. García Herreros (1990) mostró que el servicio es posible para todas las personas, sin importar si tienen medios económicos considerables o no, sin distinción por nivel educativo, por género, por ciudad de origen y demás. No hay ningún factor característico en cualquier ser humano que obstaculice su posibilidad de servir. Volvámonos inspirados. Volvámonos servidores. El que sirve encuentra la felicidad. (…) Usted debe sentir la alegría de servir a los hombres, a las mujeres, a los niños, a los viejos. Usted puede volverse una persona extraordinaria en el mundo, prestando servicios diariamente. Usted puede salir del anonimato, de la mediocridad, de los que pasan la vida sin ayudar a nadie. Usted puede entrar en la belleza de un sentimiento que es sentirse hermano de los hombres, de los desconocidos, de los anónimos. Que todo lo humano le sea fraternal, le sea interesante. Que usted, de algún modo, participe del gran engranaje de la vida y del mundo. Que cuando usted mire su pueblo, mire su plaza, mire su iglesia, mire su escuela, pueda decir: esta casita la hice yo, este granito lo puse yo. En este ancianato, en esta escuela, en este colegio, en esta calle, en este taller, en esta empresa yo hice algo. Yo no pasé por la vida sin haber hecho nada. Yo no guardé todo para mí, para mis hijos, para mis allegados. Yo compartí. Yo simpaticé con todos, yo me inundé de amor para con todos, yo besé en silencio, yo miré con ternura, yo nunca fui indolente, yo nunca odié

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(García Herreros, 1990). En el caso de la comunidad del Minuto de Dios y en específico, la comunidad universitaria de UNIMINUTO, es un imperativo, por convicción, poder aportar a la sociedad; cumplir la misión del servicio, y las prácticas, son un espacio por excelencia, por el contacto directo con los beneficiarios del servicio y porque en ellas se construye desde los conocimientos de los futuros profesionales. Dado que las prácticas están configuradas como servicio desde los aportes profesionales, es necesario identificar si se cumple esta finalidad dentro de las organizaciones y cuáles son las formas en que esto se lleva a cabo, por lo que la praxeología se ha ido poniendo de relieve como la estrategia más adecuada para garantizar impactos en el servir. Dicho servicio, como potencial del estudiante de UNIMINUTO tiene una doble dimensión: impacta los entornos, pues cada persona está llamada a realizar aportes desde sus conocimientos e iniciativa, y brinda experiencias valiosas en la implementación de tales conocimientos, pero sobre todo fortalece las habilidades humanas y sociales de quienes lo vivencian. Las prácticas formativas también se conciben como espacios en los cuales los estudiantes pueden expresar sus posturas frente a sus conocimientos, extractando de ellos todas las estrategias que les sean útiles para contribuir a un cambio positivo en los entornos donde intervienen. En otras palabras, las prácticas son una forma en la cual llevar a la realidad el servicio, porque en ellas se lleva a cabo un contacto directo con las realidades del entorno; sin embargo, es preocupante que en algunos casos, los estudiantes no puedan identificar y formular sus expectativas y resultados frente a dichas posturas, desarrollando experiencias básicas, sin que surjan dilemas de aplicabilidad más allá de los procesos convencionales contables. Las experiencias se adquieren a través de la relación permanente con el contexto y sus problemáticas, por lo que al estudiante se le ofrecen diferentes posibilidades de

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contacto con estas realidades durante la carrera, pero no en todos los casos ha sido posible garantizar que el aprovechamiento de los espacios y la innovación sean efectivos. El primer gran hito en este proceso es la práctica en responsabilidad social, con la cual se ofrece una primera aproximación a las necesidades de las comunidades y las oportunidades de crear impactos positivos en ellas. Éstas combinan los espacios académicos con el aporte social comunitario, tendientes a fortalecer la dimensión social del proyecto de vida del estudiante (aportando al desarrollo humano, en el modelo educativo de la Universidad). Igualmente, se propicia el fortalecimiento de las competencias ciudadanas (tanto para los estudiantes como para las comunidades beneficiaria) en el ámbito de la responsabilidad social, que también es constitutiva del modelo formativo de la Universidad, ya que se da en un proyecto social específico, de tal forma que se espera que esta práctica sea una experiencia valiosa que cambia la perspectiva de la persona frente a lo social, a las necesidades humanas y comunitarias y al compromiso y posibilidades de aportar que corresponden a cada profesional. Posteriormente, hacia la finalización del proceso formativo, los estudiantes tienen la oportunidad de realizar su práctica profesional, que apuntan a experiencias y oportunidades en el ámbito laboral, permitiendo el fortalecimiento de habilidades en áreas preferidas de trabajo y la elección de campos de desarrollo profesional que incluyen la elección de programas de formación posgradual. Dichas prácticas son esenciales en una profesión como Contaduría Pública, porque ponen en escena a los estudiantes y les permiten ir creando redes de contactos que les serán útiles para implementar estrategias de equipo y actividades de apoyo en donde ellos también realicen aportes y se nutran de la información y conocimientos disponibles en los contextos institucionales. Igualmente, de acuerdo con el proyecto de prácticas del programa, también se fortalecen las competencias investigativas. En la carrera, estas prácticas se estructuran y organizan de acuerdo con los lineamientos definidos por UNIMINUTO, que se relacionan con sus principios formativos

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humanistas y cristianos, que en su implementación ha ido logrando un reconocimiento social entre las entidades que ofrecen espacios para su desarrollo. La práctica profesional “también hace parte integral de la proyección social en Uniminuto. Además de concebirla como una actividad complementaria a la formación del estudiante en su área disciplinar, tiene relevancia desde la relación permanente entre la universidad y la sociedad. En la práctica profesional hay un doble beneficio, por un lado para los estudiantes (…) y para las organizaciones o campos de práctica profesional porque tienen a partir de la presencia del estudiante, un valor agregado representado en un saber novedoso y en un conocimiento actualizado (…) con un alto contenido social. Es este último componente el que lleva a instituciones con las que celebran convenios a preferir a estudiantes de UNIMINUTO (…): “estudiantes competentes profesionalmente se consiguen muchos y uno los acaba de formar en su saber profesional, pero estudiantes con un alto sentido humano, sensibles y dispuestos...sólo los de UNIMINUTO”. Testimonio de Gohard Giraldo. Director Fundación Ana Milena Muñoz de Gaviria. (Programa de Contaduría Pública, Sede Principal, UNIMINUTO; 2009; 77). La relación entre las dos prácticas, la de responsabilidad social y la profesional, sobre la cual se cimenta el proyecto de investigación, se establece desde el plan de estudios llevado a cabo por cada estudiante, pues éste se particulariza flexiblemente por los intereses y actividades que desarrollan a lo largo de la carrera. Sin embargo, en términos de proceso formativo, se puede considerar un vínculo a través del enfoque correspondiente a los principios de UNIMINUTO. En este sentido, la primera de estas prácticas cumple las funciones que le son atribuidas como escenario para la participación y la creación de impactos sociales en espacios de comunidades y organizaciones con necesidades sentidas, con lo cual fundamenta la práctica profesional, dándole al estudiante de Contaduría Pública una oportunidad para definir su ejercicio desde una perspectiva social.

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De esta manera, cuando se enfrentan las prácticas profesionales, la formación integral otorgada por el programa y en general, por la Universidad, implica que con independencia del tipo de organizaciones donde el estudiante vaya a desenvolverse, su forma de relacionarse y de cumplir con los compromisos propios de la actividad, corresponden al enfoque de desarrollo social. Los estudiantes en práctica son conscientes de los retos sociales que implica su ejercicio y los comprenden como una responsabilidad con la cual han de comprometerse, para la puesta en marcha de tareas que les permitan asumir dichos retos. Esto permite que su participación en las organizaciones se enfoque en contribuir al desarrollo de las mismas, más que a sólo completar unos requisitos en su propia formación. Por tanto, el estudiante de Contaduría Pública está llevando a cabo su proceso académico, pero también y de manera importante, está en la búsqueda permanente de alternativas para fortalecer las organizaciones, aportando desde sus conocimientos; estas prácticas entonces, también se relacionan bajo el concepto de proyección social de la Universidad. En el esquema 1, se puede observar a manera de síntesis la relación entre los dos tipos de práctica.

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Esquema 1 Proceso de prácticas en la Carrera de Contaduría Pública, UNIMINUTO, sede principal

Sensibilización Fundamentación

Práctica en Responsabilidad Social

Práctica Profesional

Profundización Investigación

FORMACIÓN INTEGRAL

Impacto Social Fuente: Autor (2015).

En ambos espacios, el estudiante debe confrontar sus conocimientos con las realidades donde debe aportar, teniendo que reflexionar y actuar de acuerdo con la perspectiva formativa que se vivencia en UNIMINUTO, para crear estrategias e incidir, convocando la acción conjunta o movilización social de los implicados, con lo cual da soporte a la configuración de modelos políticos de participación de la comunidad. A manera de conclusión, se encuentra que las prácticas en responsabilidad social son una fundamentación esencial de las prácticas profesionales, dado que permiten desarrollar el enfoque social de la Universidad y que éstas, son el espacio académico que por definición, expresa la interacción entre las competencias profesionales con el desarrollo humano y el compromiso social, debido a que el espacio en que se desarrollan: los sitios de práctica de economía solidaria, plantean retos frente al ejercicio de la Contaduría con una perspectiva de aporte al desarrollo.

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Esto porque en el caso de la presente investigación, las prácticas se enfocaron en el trabajo dentro de organizaciones de economía solidaria. La labor de los estudiantes se enfocó esencialmente en el fortalecimiento de las mismas de cara a sus problemáticas tendientes al desarrollo social. La formulación de las características de la práctica para el análisis, por su naturaleza, se describe a través del proceso metodológico. A continuación, como parte de la referencia teórica, se tomarán en consideración los aspectos más relevantes de este tipo de organizaciones.

5.3 La economía solidaria y el cooperativismo.

En el presente apartado se sintetizan las disposiciones legales colombianas y los principios orientadores que caracterizan la economía solidaria, como sector alternativo a los tradicionales en el contexto económico, poniendo énfasis en el cooperativismo, ya que es el ámbito organizacional en el cual se desarrollan las prácticas profesionales de los estudiantes de Contaduría Pública de UNIMINUTO. En el objetivo del desarrollo económico, el cooperativismo aparece como una estrategia importante para convocar esfuerzos, organizarlos y encaminarse hacia fines comunes, con logros de mayor impacto que cuando se llevan a cabo acciones por separado, por muy altruistas que éstas sean. Actuar en común, si se logra de manera articulada, es mucho mejor que tratar de hacer cosas individualmente. El trabajo en forma cooperativa, es también una necesidad, cuando las comunidades se encuentran en dinámicas de pobreza, exclusión y precariedad y el emprendimiento individual no cuenta con los recursos suficientes para impulsar de manera vigorosa los impactos de desarrollo de las actividades económicas. Asociarse como requisito para alcanzar objetivos comunes, de forma más rápida y más probable. Cooperar es así, una estrategia y una necesidad, que se expresa en la organización cooperativa, la cual está en la base de la economía solidaria. Producir es una tarea económica que demanda grandes dotaciones de recursos materiales y humanos, los cuales

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no son fáciles de obtener por un único productor. El cooperativismo permitiría suplir esta ausencia de recursos, al aunar las capacidades y dotaciones de diversas personas que persiguen los fines comunes. Las cooperativas son asociaciones autónomas de personas agrupadas voluntariamente para satisfacer sus necesidades económicas, sociales y culturales comunes, por medio de una empresa que se posee en conjunto y se controla democráticamente. Estas organizaciones asociativas y solidarias se rigen por la Ley 79 de 1988, la Ley 454 de 1998, decretos reglamentarios y demás normas aplicables a su condición de empresa privada. (Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias, SF, SP). De acuerdo con lo anterior, las Leyes Colombianas, en particular la Legislación Cooperativa sintetizada en la Ley 79 de 1988, a pesar de que se consideran empresas, reconocen la actividad como una sin ánimo de lucro, porque se caracteriza por definición, por la solidaridad, la ayuda mutua, la solidaridad y la autogestión de los asociados a cada organización cooperativa, las cuales deben cumplir asimismo, un record formativo para los mismos, en cuanto a los principios de la economía solidaria y el cooperativismo (garantizar de manera permanente la educación cooperativa de sus asociados). Toda organización del sector solidario debe ser facilitadora en la creación de espacios que permitan llevar a cabo una verdadera participación en la comunidad. La participación se tiene como base prioritaria para la construcción de una patria nueva, debe estar fundada en la educación pues, ésta se constituye en el pilar fundamental para el desarrollo de las comunidades. Para impulsar el progreso de una organización del sector solidario se deben ejecutar programas educativos que tiendan a desarrollar el espíritu solidario del individuo, así como proporcionar los elementos que lo conduzcan a

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desempeñarse correctamente en cada uno de los estamentos que conforman la entidad. (Cárdenas, 2010; 8). Entonces, además del componente formativo, sus actividades deben ser democráticas y humanistas, a favor de sus asociados pero asimismo, tendiendo al beneficio general de la sociedad, pues éstas deben corresponder al interés social. En el caso particular de las cooperativas, quienes la conforman son los aportantes y responsables de la gestión empresarial. El cooperativismo abarca un stock importante de procesos, de acuerdo con los intereses y experiencias económicas de los implicados, pero su característica esencial es que la propiedad es colectiva (y su duración indefinida), aunque los participantes se consideran más como asociados, usuarios o beneficiarios, así como también una la repartición de los beneficios equitativa y se realiza una gestión conjunta, de parte de todas las personas involucradas. La diferencia con las organizaciones anónimas, por acciones, con múltiples inversionistas privados, es el concepto de “solidaridad” en oposición al “interés privado” y en consecuencia, los fines altruistas dentro del enfoque social que les es propio. Habiendo múltiples necesidades humanas, las formas de solucionarlas también son diversas. Esto implica que la iniciativa y la innovación característica de sus integrantes, ha de estar en la base de la puesta en marcha de los diferentes procesos para solucionar las necesidades de sí mismos y alcanzar el bienestar, así como los impactos sociales que construyen desde sus actividades. En este ámbito, los estudiantes de práctica del programa pueden aportar desde su visión y creatividad, al desarrollo de estos procesos, pues sus contribuciones también se establecen desde la perspectiva social. La filosofía y principios de la Universidad juegan igualmente un rol importante en la actitud de los estudiantes de práctica frente al trabajo conjunto y la consecución de objetivos comunes, coincidiendo con los preceptos de este sector de la economía. La comprensión del cooperativismo es facilitada por tanto, desde el ambiente universitario, 39

permitiendo que puedan visualizar formas en que su ejercicio académico se articula con el trabajo en cooperación. Una cooperativa es por tanto, una asociación, que persigue fines económicos y de bienestar para las personas que se han asociado de manera voluntaria, con miras al impacto social favorable, y cuya participación y decisiones necesariamente tienen que ser democráticas, para respetar el principio de solidaridad entre sus miembros. De manera puntual, en el artículo 4 de la Ley 79 de 1988, se ofrece la definición oficial: Es cooperativa la empresa asociativa sin ánimo de lucro, en la cual los trabajadores o los usuarios, según el caso, son simultáneamente los aportantes y los gestores de la empresa, creada con el objetivo de producir o distribuir conjunta y eficientemente bienes o servicios para satisfacer las necesidades de sus asociados y de la comunidad. (Ley 79 de 1988; Art. 4). La Ley también establece los aspectos que determinan su condición sin ánimo de lucro, pues puede darse a confusión la evidencia de asociados que aportan capital, con relación a las sociedades comerciales tradicionales; por tanto, también se indican una serie de características y prohibiciones para diferenciarlas de los demás tipos de organización, así como los requerimientos para su constitución y operación legal. Otras disposiciones establecen los lineamientos normativos para la educación cooperativa y la integración, pues en su naturaleza de entidades colectivas que trabajan por el bien común, puede y deben participar con otras organizaciones de su tipo para el cumplimiento de objetivos con los que se hayan comprometido. Posteriormente se ofrecen las indicaciones del sistema económico denominado sector cooperativo y las relaciones del Estado con éste y las organizaciones que lo constituyen, donde se ofrecen las generalidades sobre los mecanismos de apoyo correspondientes a incentivar y respaldar el cooperativismo, por su importante función dentro de la economía.

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Las cooperativas (de Ahorro y Crédito, Multiactivas, Integrales, Financieras, Especializadas, de Trabajo Asociado, entre otras), junto con las Asociaciones Mutuales y los Fondos de Empleados son todas organizaciones que conforman el que se denomina sector solidario. Para su vigilancia y control, en el país, se cuenta con la Superintendencia de la Economía Solidaria, aunque por sus funciones, pueden estar vinculadas a otras superintendencias especializadas. La Ley 454 de 1988 es la norma que sintetiza los preceptos legales colombianos sobre este sector. El Estado se compromete a proteger, promover y fortalecer las organizaciones del mismo, al considerar su importancia para la economía del país y para el bienestar de las personas que las integran y en general, para toda la sociedad. De esta manera, en virtud de la ley se crean dos organismos de apoyo: el CONES, Consejo Nacional de la Economía Solidaria y el FONES, Fondo de Fomento de la Economía Solidaria (Ley 454 de 1988; Título II); también se crea la Superintendencia de Economía Solidaria y se transforma el Departamento Administrativo Nacional de Cooperativas en el Departamento Administrativo Nacional de Economía Solidaria, bajo la sigla DANSOCIAL (Ley 454 de 1988; Título III). Para posteriormente establecer los principios y fines de la Economía Solidaria, todos los cuales se definen desde la perspectiva social, así como las características, también de índole social, que corresponden a las organizaciones del sector, la norma parte de la definición del término: Denomínase Economía Solidaria al sistema socioeconómico, cultural y ambiental conformado por el conjunto de fuerzas sociales organizadas en forma asociativa identificadas por prácticas autogestionarias solidarias, democráticas y humanistas, sin ánimo de lucro para el desarrollo integral del ser humano como sujeto, actor y fin de la economía. (Ley 454 de 1988, Art. 2). Así como en el caso particular de las cooperativas reguladas por la norma anteriormente citada, la Ley 454 de 1988 establece las disposiciones generales sobre la 41

integración dentro del sector de la Economía Solidaria y de éste con otras instancias sociales. El espectro operativo de las entidades que lo conforman es amplio y las disposiciones legales son favorables a las actividades que realizan. Polo (2014) considera que éstas instituciones (las del sector solidario) son ejemplos particulares del concepto de empresa, desde su definición y concepción empresarial, porque son organizaciones económicas que trabajan para producir, pero que tienen un rasgo particular en sus valores: la actitud responsable o responsabilidad social, lo que les da su carácter sin ánimo de lucro. DANSOCIAL (2001) dirime la confusión de la condición empresarial de la economía solidaria dentro de la concepción tradicional de empresa. La entidad puntualiza el término “desarrollo socioempresarial solidario”, de acuerdo con el proceso formativo que ofrecen las organizaciones del sector para sus asociados y trabajadores, el cual se cimenta en principios sociales: solidaridad, trabajo en equipo, desarrollo integral de la persona. Esto se logra a través del asumir retos de crecimiento por medio de las acciones formativas de las organizaciones, los cuales son multidimensionales: crecimiento social, político, económico, cultural y ambiental. (DANSOCIAL; 2001). La educación solidaria abarca desde la formación propiamente dicha, hasta la investigación, asistencia técnica, capacitación, experiencia, y muchas otras modalidades, estando en la base de las transformaciones sociales a partir del enfoque de la solidaridad. El contenido y significado de “educar en y para la solidaridad”, es el reto para pasar del dicho al hecho, en la vivencia de la solidaridad como norma de vida, de manera permanente y progresiva, en pro de alcanzar los fines de la Economía solidaria, siendo la única manera de potenciar talentos y recursos para el desarrollo integral del ser humano. La solidaridad más que una teoría es una forma de vida: Es una experiencia que necesariamente se desarrolla en grupos y organizaciones sociales. La vivencia de la solidaridad implica la decisión común de

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organizar el funcionamiento social, orientados por los principios de equidad antes que por la competencia que normalmente declara vencedor al más fuerte. Es posible organizar un Estado y una sociedad bajo modelos solidarios. Para ello es necesario crear la voluntad común de dirigir la economía, la política y la cultura inspiradas en el valor ético de la justicia. (DANSOCIAL, 2001; 17-8). En la globalización, adquieren un renovado rol estratégico, sobre todo en las economías en vía de desarrollo, porque ofrece alternativas dentro del modelo capitalista, ya que permiten a sectores de la población con dificultades de acceso a los mercados, que tienden a ser excluidos, poder participar activamente dentro de los procesos económicos (Orellana, 2007). Más allá de la justificación conceptual de la necesidad de otra forma de hacer economía, o de la intención de buscar un cambio estructural a nivel global, está la necesidad real de muchas personas, comunidades y pueblos, que a nivel local han imaginado medios colectivos que les permiten “arreglárselas” para primero, sobrevivir a la marginalidad, y luego para intentar mejorar sus condiciones de vida. (Orellana, 2007; 7). La autora (Orellana, 2007) indica que las actividades económicas del sector solidario sirven a la democratización de la economía, ofreciendo múltiples posibilidades de trabajo y desarrollo, todo a partir del concepto de solidaridad y trabajo conjunto, por lo que más que un sector como los tradicionales, debía ser considerado como un enfoque transversal dentro de todos los demás sectores. La globalización desde su dimensión convencional, se asume como el hacer de las grandes corporaciones en los grandes mercados, por lo que los sectores minoritarios y vulnerables están marginados o cumpliendo roles secundarios en los procesos. Orellana (2007) observa nuevas oportunidades en la Economía Solidaria, e incluso, indica que la 43

economía global se dirige hacia una “globalización cooperativa y solidaria”, puntualizando cuáles son las etapas del proceso y en qué estadio se encuentran, cómo se justifican desde la perspectiva humana y por qué es una ruta pertinente que demanda acciones concretas de la sociedad. El autor (Orellana, 2007) plantea que la globalización es diferente si se piensa cada persona en el desarrollo de sí misma y su comunidad. Ésta debe construirse de abajo hacia arriba, expandida desde la lógica social de la diversidad, maximizando la complementariedad, la sociabilidad y la hermandad, en redes de relación y de intercambio, partiendo de la oposición a la globalización tradicional (la cual parece ser la situación del momento actual), seguida de una etapa de concientización sobre la nueva globalización y tercero, las acciones necesarias para la nueva sociedad cooperativa y solidaria. Esto implica alejarse del presupuesto convencional de que la globalización sólo puede ser competitiva y es el único camino posible hacia el progreso y la modernidad. Con lo anterior, se deriva que la concepción de economía se transforma a partir de dicho concepto de solidaridad, lo que implica a su vez, “una nueva forma de organización de la sociedad en torno a los recursos productivos y a su concepto de progreso y bienestar” (Orellana, 2007; 7). Esto se basa en la introducción de la cooperación dentro de los procesos económicos, que va avanzando y arraigándose con el tiempo. Se puede observar además, que el enfoque solidario permite trascender del concepto de beneficio económico generado por las organizaciones productivas y comerciales convencionales, a la construcción de un beneficio social para todas las personas en general y que en este sentido, puede ser fácilmente relacionado con el concepto de servicio que se maneja desde la perspectiva del Minuto de Dios. Bajo un enfoque semejante, Brito et. al (2014) encuentran que el cooperativismo es un modelo que se constituye como una alternativa a las unidades de producción tradicionales manejadas por empresarios, a través de la experiencia de este tipo de organizaciones en Pernambuco, Brasil. La evidencia empírica sobre las organizaciones se

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centró en la identificación de estrategias para implementar el cooperativismo y desarrollar procesos de gestión. Los autores (Brito et. al, 2014) concluyen que la mayoría de este tipo de entidades se caracterizan por la repartición, la propiedad y la gestión comunes, lo que implica que solucionen las necesidades de las personas más allá de las posibilidades que puedan atribuirse a los empleos convencionales. Estos resultados fueron presentados en el VIII Encuentro de Investigadores Latinoamericanos de la Alianza Cooperativa Internacional, llevado a cabo en Mayo de 2014 en Bogotá D.C., con organización interuniversitaria, en la cual participó UNIMINUTO. Cárdenas (2010) muestra que ante la modernización del Estado que ha sido una política propia de las economías en desarrollo debido a la necesidad de controlar su situación fiscal, la economía solidaria, y dentro de ella, el cooperativismo, aparecen como una alternativa, para solucionar diversas necesidades sociales, ante los limitantes al gasto social de los gobiernos, derivados de dicha modernización. Las organizaciones solidarias, según el autor, implican posibilidades de desarrollo incluso en épocas de crisis, evidenciando las diversas capacidades del empresariado, por lo que la formación no debe centrarse únicamente en las sociedades comerciales tradicionales, algo que está en sintonía con el enfoque más multifacético y social del programa en UNIMINUTO. Esto porque este tipo de organizaciones se desenvuelven de cara a las problemáticas sociales que presentan mayores retos y desarrollan su gestión desde esta perspectiva de solución de problemas, a diferencia de otras firmas que se suelen manejar más en un ámbito de estabilidad. Se pueden considerar entidades fuertes para afrontar los retos del entorno, porque ejercen la solidaridad de adentro hacia afuera y porque manejan articuladamente lo económico, lo social y lo cultural-solidario (Cárdenas, 2010). Por otro lado, la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico y Social (2008) resalta entre las ventajas de las organizaciones de economía solidaria, que están en la base del desarrollo porque éste ya no sólo se concibe como la generación de recursos materiales,

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sino como todo el conjunto de transformaciones sociales que incrementan la democracia, la libertad y el bienestar general de todas las personas. Se trata de un desarrollo desde la perspectiva humana, al cual la economía solidaria aporta desde la formación, hasta la solución de problemas participativa, la producción y el beneficio común. De la misma manera, las entidades solidarias permiten mejorar la eficiencia al mejorar las condiciones laborales de las personas, que en las economías en vía de desarrollo suelen estar dominadas por el desempleo y la informalidad. Organizaciones como las cooperativas permiten garantizar ocupaciones formalmente establecidas, con derechos laborales, climas institucionales adecuados y ambientes favorables hacia el trabajo, siendo además, canales de rentabilidad sobre las actividades, que les permiten dar sostenibilidad a las mismas, a partir de la convergencia de esfuerzos. De la misma manera, es muy importante que este tipo de instituciones, al entrañar una nueva forma de propiedad basada en la solidaridad, dan una base diferente, más humana, a la estructura social del país. Esto se resalta, porque significa que las organizaciones empresariales, particularmente las del sector solidario, están cada vez más comprometidas con el desarrollo social. Esto implica un compromiso de las firmas, haciéndose partícipes de la construcción del desarrollo, lo cual es pertinente en una economía en la que prevalecen las necesidades de bienestar de las mayorías, superando el lugar común tradicional sobre la empresa en que se asociaba exclusivamente a intereses privados sin ninguna referencia al contexto y a la función social de la misma. La promoción y el fortalecimiento de las formas asociativas y solidarias es un requisito para “alcanzar una nueva estructura social, que permita una mejor redistribución de la riqueza y el ingreso” (Secretaría Distrital de Desarrollo Económico y Social, 2008; 86) porque transforma la propiedad y la organización social, los beneficios y los impactos sociales de las actividades productivas.

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Según la entidad, aunque en el país hay alta concentración de la propiedad y los ingresos, la Constitución Política consagra alternativas para una mejor distribución de los mismos, a través de la institucionalización de la propiedad asociativa y los compromisos del Estado para con ésta, por lo que es su responsabilidad propiciarlo para que el país disponga de “una nueva estructura social más equitativa, incluyente, sostenible y democrática” (Secretaría Distrital de Desarrollo Económico y Social, 2008; 86). Esto es muy importante para el desarrollo porque se ha evidenciado que en todos los países donde el sector cooperativo es dinámico, éste ha contribuido a disminuir la pobreza y la inequidad, como en Alemania donde se dieron experiencias pioneras, en Estados Unidos y en India. En Colombia, lamentablemente, el sector solidario continúa siendo poco dinámico, por lo que requiere mayor apoyo por parte de las entidades públicas. Dado que el cooperativismo y la economía solidaria permiten una nueva sociedad, puede existir mayor compromiso político con el sector, para lograr un desarrollo adecuado a las condiciones particulares y las necesidades de las comunidades. En otras palabras, la sociedad se transforma de cara a las exigencias del contexto económico y el Estado debe cumplir un rol en potenciar las estrategias de las personas para mejorar su situación y la de la sociedad. En segundo lugar, se trata de un esfuerzo que ha tenido importantes referentes en el mundo desarrollado y en vía de desarrollo, experiencias que son valiosas para la implementación de nuevas estrategias, las cuales ponen de relieve que las organizaciones del Sector Solidario son capaces de cumplir los objetivos para las cuales se han creado y finalmente, que todavía quedan retos muy importantes que cumplir para dinamizarlo, lo cual hace pertinentes todas las acciones que desde el medio universitario, en especial, desde la carrera de Contaduría Pública en UNIMINUTO, se estén realizando y se puedan proyectar para aportar en este campo. Para terminar este apartado, es necesario caracterizar, -de forma resumida-, la Economía Solidaria. Orellana (2007) ofrece una síntesis de elementos fuerza para distinguirla, unos en comparación con el modelo tradicional de economía capitalista y

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otros con rasgos particulares; la referencia se considera adecuada por su amplitud, que le permite abarcar rasgos ya ofrecidos por otros autores, e integrarlos. A continuación (En la página siguiente), se integran tales elementos en el Esquema 2.

Esquema 2 Caracterización de las Organizaciones de Economía Solidaria. Elementos fuerza tomados de Orellana (2007)

La sociedad civil actúa como sujeto activo en su propio desarrollo y en la transformación social

Se propicia la cooperación para el desarrollo

Economía al servicio de las personas

Igualdad y horizontalidad Predominio de Pequeñas y Medianas Organizaciones

Iniciativa y participación social

Compromiso con el entorno medioambiental.

Compromiso con el entorno social

Cooperación e Inclusión

Concepto amplio y diverso de progreso

Beneficio Social

Colectivismo

Fuente: El Autor (2015). Según la síntesis presentada en el esquema, a partir de Orellana (2007; 10-18), la sociedad civil está en la base de la economía solidaria, porque se organiza para solucionar sus necesidades y dar alternativas de trabajo y de producción, ya que en cierto grado puede

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estar marginada de la economía dominante, por ser comunitaria y social, y porque ha decidido no mantener una actitud pasiva a la espera de soluciones desde el sector público. De este elemento se desprende la cooperación para el desarrollo, que se propicia porque se realizan actividades económicas que impactan variables e indicadores sociales y de bienestar, como la ocupación y el empleo, los servicios sociales y la participación y democracia, entre otras. Así mismo, en oposición a la visión tradicional de la economía al servicio del capital y su acumulación, se desarrollan procesos de economía al servicio de las personas, porque directamente se impacta la satisfacción de necesidades, y por ende, el bienestar. Varios aspectos se desprenden de ese proceso, como se puede observar en el plano circular que hace parte del Esquema 2; la participación comunitaria, que por definición articula diversos esfuerzos individuales en condiciones de equidad, garantiza características tales como la igualdad y la horizontalidad, el colectivismo, la iniciativa y la participación social. Una vez los integrantes de la comunidad se deciden a trabajar en conjunto, y lo hacen, se genera la cooperación, ya que es un esfuerzo común y la inclusión, porque permite el modelo de economía social permite integrar a todos los actores que hacen parte del conjunto social que interactúan en las organizaciones. Los beneficios son sociales, porque así como todos participan, todos deben ser partícipes de los logros de las entidades y de la solución de necesidades que generan. Con esto se cambia la visión única y predominante de progreso, según la cual sólo se puede generar desde organizaciones con alto capital, de la economía moderna, hacia una perspectiva amplia y diversa, donde lo social entra a jugar un rol protagónico por su influencia directa sobre lo social. Este tipo de enfoque, también común a UNIMINUTO: lo social, se expresa en compromisos más allá de las mismas organizaciones, que se pueden clasificar esencialmente entre los que corresponden a la comunidad circundante, iniciando en lo local pero también con influencia más amplia (el entorno social) y los que corresponden a la

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responsabilidad social con los recursos patrimoniales naturales (el entorno medioambiental). Así mismo, por sus recursos y por ser esfuerzos sociales comunitarios, las organizaciones de economía social comunitaria se establecen a partir de pequeñas y medianas organizaciones, pero pueden convertirse en sólidas instituciones de importante influencia e impacto social, como las grandes cooperativas. También a través de una síntesis gráfica se exponen los elementos constitutivos que permiten identificar las acciones de las organizaciones de economía solidaria, a partir de los postulados de Orellana (2007; 10-15). Éstos se encuentran en el Esquema 3.

Esquema 3 Caracterización de las Organizaciones de Economía Solidaria. Elementos constitutivos tomados de Orellana (2007) Organizaciones autogestionadas y autónomas Producción necesaria

Moneda Social

Distribución orientada hacia el consumo responsable (formativa, mesurada)

Finanzas Éticas

Comercio justo

Consumo responsable

Mercado social

Fuente: El Autor (2015).

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Las actuaciones de las organizaciones del sector solidario se ajustan a un concepto social de la economía, donde no prevalece el interés por el capital, sino por el desarrollo social y a escala humana, por lo que las instituciones funcionan bajo esta perspectiva, siendo autogestionadas por sus integrantes y manteniendo autonomía frente a otras, sin perjuicio de su asociatividad y del trabajo conjunto. Producen, distribuyen y propician un consumo responsable, de acuerdo con las necesidades y no bajo las perspectivas de costo beneficio y de ganancia máxima; esto hace que los mercados se establezcan acorde a esta dinámica, generando comercio justo, en un sentido personal y en un sentido comunitario. Las finanzas se manejan estrictamente bajo preceptos éticos, debido a que involucran participaciones y aportes de todos los participantes y deben acoplarse a los demás principios de la economía solidaria, en contra del individualismo y a favor del bienestar colectivo. La moneda es social retomando su rol esencial de medio para alcanzar objetivos, y no como recurso para la rentabilidad, a través de la apropiación y la generación de intereses. Para concluir este apartado, es necesario reconocer a las organizaciones de economía solidaria como alternativas económicas para la solución de problemáticas sociales, legalmente definidas, que deben contar con el apoyo del Estado por su importancia para el desarrollo y el bienestar en el país. Se caracterizan por estar diseñadas y operar de acuerdo con preceptos ajustados al uso racional y eficiente de los recursos, con un sentido social, más allá del beneficio económico tradicional y por tanto, demandan de los Contadores Públicos aportes específicos atinentes a los cambios de perspectiva sobre las funciones económicas y la búsqueda de soluciones relevantes para el progreso social.

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5.4 La praxeología.

La conceptualización de la praxeología y la observación de sus elementos constitutivos son muy importantes dentro de la referencia teórica de la presente investigación porque ésta es la base para comprender la forma en que los estudiantes de práctica diseñan su ejercicio y asumen su compromiso con el fortalecimiento de las organizaciones de economía solidaria. El presente apartado aborda estos dos aspectos: concepto y partes del proceso praxeológico. Como concepto teórico y metodológico, la praxeología se sitúa en la base de la formación brindada por UNIMINUTO, dando bases al enfoque pedagógico de su modelo educativo (el enfoque praxeológico) así como a la perspectiva profesional que adquieren los miembros de su comunidad educativa a través del proceso formativo; en este sentido, se busca que las personas aprendan a pensar los problemas y situaciones, así como a actuar sobre ellos desde la visión praxeológica. Los desarrollos teóricos sobre el concepto de praxeología en el contexto de UNIMINUTO, han sido sintetizados por Juliao (2011). Un fundamento importante del mismo es la importancia de los actores sociales en el proceso de aprendizaje, puesto que son ellos mismos (los estudiantes en práctica en este caso) los que construyen el conocimiento a partir de sus propias experiencias, en lo social, en lo profesional. La tesis fundamental que defiende la praxeología consiste en el estudio de la praxis, del “hacer”. Se trata de las prácticas y actividades concretas y situadas (…) El interés de la investigación praxeológica no es el conocimiento por el conocimiento, sino la comprensión para la acción transformadora o la acción transformadora para la comprensión. (Juliao, 2011; 15-6).

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En el sentido que otorga a la práctica como centro de los procesos, se encuentra el profesional comprometido con la transformación social, porque ésta requiere de la puesta en marcha de acciones encaminadas al cambio de las condiciones estándar del espacio en donde van a participar. Dado que la formación se establece desde una visión integral, los aportes no pueden limitarse sólo a los conocimientos y formulaciones genéricas de la carrera, sino que implican participar activamente y en consecuencia, “hacer”. Pero, este proceso, tiene un sentido, se trata de un actuar reflexivo (praxis), en oposición al actuar sin conciencia, sin voluntad (por obligación y necesidad de cumplir unos requisitos) y sin un juicio sin sustentación, porque no se han integrado las condiciones específicas del espacio y las personas con las que se va a trabajar. El hacer, entonces, no es movilizar esfuerzos careciendo de ese sentido, sino todo lo contrario: encontrar las razones para ello. La praxeología, al poner de relieve el “hacer” como medio para el aprendizaje, implica un compromiso con la transformación social, porque el actuar desde la visión de UNIMINUTO está centrado en los aportes que cada persona, a través del servicio, pueda realizar para mejorar las condiciones de vida en sus entornos. En el caso específico de la práctica, al abordar las formas específicas en que los estudiantes apropian el concepto y lo implementan en su ejercicio profesional, la investigación se plantea como una observación de dicho hacer, al poder describir cómo desarrollaron los estudiantes los procesos dentro de los compromisos adquiridos en su proceso formativo, desde el diseño de su intervención, hasta la identificación de resultados por parte de ellos mismos. Bajo esta perspectiva, se genera un proceso de integración indisoluble entre teoría y práctica, donde ésta depende de su contexto de aplicación y está supeditada a los aspectos específicos del mundo particular en donde se aplica. Así se hace explícita la forma en que cada estudiante se aproxima a la práctica profesional: lleva un bagaje de conocimientos que debe poder adaptar a las realidades con las que se encuentra, y que son, espacios de desarrollo en la Economía Solidaria.

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Con la intervención de los estudiantes en las organizaciones se espera un aporte en términos del fortalecimiento de de las mismas, las cuales son cooperativas de dicho sector. Los estudiantes hacen parte del programa de Contaduría Pública y tienen una formación en cuanto a planeación y estrategias organizacionales, auditoría y control, contabilidad, análisis financiero, presupuestos y costos, así como diferentes ámbitos de profundización en campos de su interés, que hayan ido trabajando en equipo y junto a sus docentes, en el desarrollo de su plan de estudios. Estos postulados describen la concepción propia del programa de brindar espacios a los estudiantes para su desarrollo integral, pero también, a la responsabilidad social y visión amplia de la Contaduría Pública, como campo profesional para aportar en el desarrollo y bienestar de las comunidades, superando la tradicional marginación de los procesos económicos, bajo enfoques que sólo privilegian la disponibilidad de recursos económicos. Cada estudiante debe entonces, aplicar en el contexto de la práctica, los conocimientos de la Contaduría Pública, pero desde la visión praxeológica, adaptándose a las condiciones del medio y ofreciendo alternativas que propendan por mejorar las mismas, a través de su participación en las organizaciones. Esto, porque la perspectiva implica que habiendo una experiencia (práctica), se genere una reflexión y un discurso (un resultado) sobre la misma. La praxeología se entiende como un discurso (logos) construido después de una seria reflexión, sobre una práctica particular y significante (praxis); como un procedimiento de objetivación de la acción, como una teoría de la acción. Por el tipo de análisis que realiza, pretende hacer que dicha praxis sea más consciente de su lenguaje, de su funcionamiento y de lo que en ella está en juego, sobre todo del proceso social en el cual el actor o practicante está implicado y del proyecto de intervención que construye para cualificar dicho proceso. (Juliao, 2007; 27).

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Esta es una tarea trascendente, no sólo por la implementación de la praxeología para la adquisición de conocimientos por parte de cada estudiante, sino también porque como se ha mencionado, las entidades en las que intervienen son cooperativas del sector solidario, las cuales están acopladas a un sistema socioeconómico diferente de la economía privada convencional, de acuerdo con una perspectiva de desarrollo, que el estudiante debe poder comprender y comprometerse. De hecho, es necesario observar si se cumpliera satisfactoriamente el postulado del programa de ofrecer una formación que permita llevar a la práctica una visión praxeológica con un alto sentido social por parte de los profesionales, aspecto que sólo puede ser evidenciado en los desarrollos que ellos realicen en su ejercicio, siendo la práctica profesional un espacio por excelencia para identificar si los estudiantes se han apropiado de la praxeología, no sólo desde su perspectiva conceptual, sino como herramienta para trabajar en diferentes ámbitos. De esta manera, es necesario particularizar el desarrollo del trabajo reflexivo de la praxeología en la práctica profesional, el cual se establece desde cuatro fases del enfoque praxeológico: ver, juzgar, actuar y devolución creativa (Juliao, 2007; 35). En cuanto al ver, cada estudiante de práctica “se sitúa” en la organización cooperativa, la conoce, la reconoce y se orienta a través de la información suministrada por sus fuentes primarias, y puede complementar su visión al indagar sobre organizaciones semejantes y experiencias sistematizadas en fuentes documentales diversas. Esta ubicación inicial le permite al estudiante tener una idea sobre qué sucede en el contexto en el que va a participar, identificando problemas y planteando posibles soluciones, construyendo propuestas y apersonándose de la situación según el grado y forma en que pueda cumplir su rol. El programa ha establecido previamente los contactos y trabajo en conjunto con estas organizaciones para poder contar con los espacios para la práctica, pero es necesario que los estudiantes llenen las expectativas para así lograr que tales oportunidades continúen a futuro para nuevos practicantes.

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La praxeología empieza entonces, cuando forma una visión subjetiva sobre el entorno que le corresponde, caracteriza y diagnostica, con lo cual, configura un panorama general de la organización y sus posibilidades de aporte dentro de la misma. Esto tiene importantes implicaciones no sólo en el desarrollo mismo de la práctica y los resultados para las organizaciones, sino en la continuidad de la misma a largo plazo, y en la solidez de las relaciones interinstitucionales establecidas con las organizaciones. Seguidamente se desarrolla el “juzgar”, integrando otras formas de enfocar la situación que ha configurado sobre su práctica, por lo que intervienen los conceptos teóricos, los cuales confronta con dicha situación para decidir cuáles son los más adecuados ante lo que enfrenta. Se trata de un proceso complejo en el cual se requiere que los estudiantes puedan condensar los aprendizajes y competencias adquiridos durante la carrera y que desplieguen sus capacidades de evaluación diagnóstica para orientar la toma de decisiones. En otras palabras, cada estudiante debe juzgar la realidad a través de las diversas teorías y éstas en su pertinencia con respecto a dicha realidad. En este momento, el estudiante “comprende” su práctica de modo más general, y logra trazar un plan a seguir, lo que implica que haya buscado y cuente con más información, tenga una mayor integración con las personas del medio y genere propuestas alternativas para responder al qué se puede hacer. Así las cosas, está desarrollando un proceso de planificación, y en consecuencia, se está comprometiendo con la transformación de las realidades que ha visualizado; está llevando a la práctica su responsabilidad social, integradas con sus competencias profesionales, en función de su desarrollo humano, que se retoman, como los factores constitutivos del modelo formativo de la Universidad. Los estudiantes suelen presentar dificultades en este estadio praxeológico, debido a que pueden observar las realidades de las organizaciones e identificar algunos problemas en ellas, pero no siempre encuentran las alternativas viables para poder aportar a su solución, porque no cuentan con la experiencia necesaria para vincular los hechos y objetos

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de estudio con estrategias disponibles, o para plantear unas nuevas. Ante esta situación toma gran importancia la socialización y debate de los casos, así como la orientación del docente y la discusión de posibilidades con los miembros de las organizaciones. Una vez se han avanzado estos antecedentes, la praxeología se materializa en el “actuar”, que hace referencia a las acciones concretas, determinadas por espacio y tiempo. Se materializa la responsabilidad social y se obtienen resultados interviniendo en el contexto. La aplicación de estrategias de manera mecánica no está en sintonía con este tipo de hacer, puesto que la reflexión previa ha permitido adaptarse a la situación, de manera que las acciones están particularizadas. En este sentido, el actuar permite la vivencia de una experiencia particular, tanto para el practicante como para las personas involucradas con la organización y para la sociedad, que pueda beneficiarse de los conocimientos creados a partir de dicha experiencia. Las expectativas de los estudiantes chocan con las condiciones particulares que enfrentan las organizaciones, y algunas rigideces en la brecha entre el pensar y el actuar, debido a que algunas estrategias de fortalecimiento se encuentran apropiadas y hay consenso sobre ello, pero se suelen implementar paulatinamente frente a la prevalencia de los hábitos operativos. Esta función de la praxeología hace posible su último eje que es la devolución creativa. Al contar con la experiencia, cada estudiante puede preguntarse sobre sus aprendizajes, hallar sus fortalezas y errores y derivado de ello, por qué han sido cometidos y cuáles son las estrategias adecuadas para corregirlos. Asimismo, puede identificar sus aportes, y ver qué ha producido desde la práctica, así como sus necesidades formativas y temas en los que necesita más preparación o que le han interesado para continuar su proyecto de vida profesional. La devolución creativa le permite entonces, reflexionar hacia el futuro y tomar decisiones que le sirvan para generar nuevos y mayores aportes en su desarrollo humano y profesional. Estos cuatro aspectos constitutivos de la praxeología se pueden comprender en términos de su funcionalidad como método para el aprendizaje:

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En últimas, el quehacer praxeológico es un análisis que parte de la experiencia de los propios protagonistas (quienes avanzan hacia reflexiones prácticas), que implica trabajar individual y grupalmente en tiempos y espacios adecuados, como provocación y desafío para un aprendizaje desde la cotidianidad. (Juliao, 2007; 17). Finalmente, como síntesis del apartado sobre la praxeología, ésta se observa como una herramienta eficaz para planificar y desarrollar acciones en los contextos de economía solidaria, a través de las prácticas porque permite que los estudiantes se comprometan con las realidades en que intervienen, contextualizando su ejercicio. En el ver, juzgar, actuar y realizar la devolución creativa, cada estudiante implementa procesos de cambio y se nutre de las experiencias derivadas de los mismos. Como conclusión general de los referentes teóricos se encuentra que la historia de la Contaduría Pública ha estado estrechamente vinculada con las dinámicas del contexto, lo que implica que los programas formativos se hayan ido acoplando a las condiciones del entorno. En la actualidad, tal como se encuentra desde el compromiso de UNIMINUTO con la transformación social, los programas deben responder a los retos del entorno en cuanto a equidad, participación y desarrollo, poniendo un especial énfasis en las comunidades con mayores necesidades. A través de la praxeología, implementada en los procesos de práctica de las organizaciones de economía solidaria, los estudiantes de práctica materializan el enfoque social de la Universidad, a la vez que refuerzan las dimensiones integrales de su proceso formativo: competencias profesionales, responsabilidad social y desarrollo humano.

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6. Estado del Arte

En el presente apartado se relacionan las diferentes aportaciones relacionadas con el objeto de estudio de la investigación, que se circunscriben a otros estudios en el campo de la formación en Contaduría Pública, debido a que la delimitación de este trabajo académico en cuanto al proceso particular formativo: las prácticas profesionales y en cuanto a la institución: programa en UNIMINUTO, no permite contar con antecedentes que aborden este campo en particular. No obstante, se encuentran diversas contribuciones referidas a la formación en la carrera y al perfil profesional, que se desglosan a continuación. La primera investigación a relacionar es la realizada por Rueda, Pinzón y Patiño (2013), en la cual el eje del análisis es el currículo en el nuevo contexto de la globalización. El trabajo aborda la importante discusión que se ha dado dentro de la profesión sobre el rol del Contador en el ambiente global, y los retos que el sistema económico liberalizado plantea para los profesionales. Los currículos de los programas, de acuerdo con los autores (Rueda, Pinzón y Patiño, 2013) se ajustan dando énfasis en el conocimiento e implementación de normas uniformes internacionales y regulaciones a su vez, supranacionales, enfocadas en el entorno comercial, y en algunos casos descuidando la dinámica interna de las organizaciones, donde tradicionalmente se jugaba un rol para contribuir a un adecuado funcionamiento ajustado a las disposiciones legales nacionales. También obedecen a unos derroteros económicos internacionales, que favorecen a los grandes inversionistas más que a los sectores sociales. Se puede derivar que la profesión “sustenta el crecimiento de la inversión extranjera, de la internacionalización de la economía y de la globalización por una vía hegemónica que ha producido enormes beneficios económicos, pero que no ha logrado mejorar las condiciones

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de concentración de la riqueza y ha reducido de manera lenta los niveles de la pobreza y pobreza extrema”. (Rueda, Pinzón y Patiño, 2013; 649) De acuerdo con esto, es necesario, en términos de la investigación sobre los currículos, que se encuentren e implementen nuevas estrategias formativas, de cara a responder a las necesidades de todos los sectores sociales, lo que implica una serie de decisiones sobre los programas de formación para buscar un ejercicio contable más integral, que respete las dinámicas de los diferentes países y actores sociales. Un primer aspecto propuesto por los autores es que la información contable no se restrinja a resultados económicos y financieros, sino que debe facilitar la deliberación sobre los valores en que se sustenta la actividad económica, que igualmente debe permitir la identificación de los efectos sociales de las acciones llevadas a cabo por las empresas, tanto por medio de su sistema de producción y comercio, como por las actividades de responsabilidad social empresarial. También se indica que debe jugar un rol importante para el desarrollo en lo local y en lo sectorial, lo cual se relaciona asimismo, con el concepto de responsabilidad social. Bajo estas consideraciones, el tema ético adquiere una gran importancia en la actuación de la empresa, lo cual se relaciona con el carácter interdisciplinario y crítico de la formación, lo que a su vez es base para comprender que no es sólo necesario unificar y articular las normativas contables, sino igualmente, armonizar los procesos formativos en los distintos programas de educación. Esta contribución es pertinente dentro de la presente investigación, porque la formación y como se ha expresado a nivel teórico, el perfil del estudiante, se está enfocando en la gran empresa global, especialmente las multinacionales, en contraste con la visión del proceso integral de enseñanza – aprendizaje, donde se prepara al Contador tanto para asumir este reto contextual específico, como para asumir la responsabilidad social de facilitar la participación económica de otros sectores tradicionalmente marginados, como los del sector solidario, en el sentido que se trabaja dentro de la misma.

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Un segundo aporte a tener en cuenta como antecedente es el de Marulanda, Piedrahita y Quintero (2011) sobre la actitud de los estudiantes frente a su formación y la vida laboral. Este documento resulta interesante dentro de la investigación porque comprende la mirada de personas en proceso de formación, que se indagan sobre la calidad y las problemáticas asociadas con la educación, particularmente dentro de la carrera. Los autores (Marulanda, Piedrahita y Quintero, 2011) plantean que las decisiones que se tomen en las universidades y por parte de los docentes, están limitadas según la disposición del estudiante, la cual depende a su vez, de su nivel de consciencia sobre la verdadera importancia de su formación, en la cual no hay conocimientos inútiles como se suele pensar, sino que todo está engranado y será necesario en algún momento del ejercicio profesional, donde se van a evidenciar los faltantes si quienes se están formando, no toman realmente el liderazgo de su proceso. Igualmente problematizan sobre los prejuicios formativos, al afirmar que “en ocasiones los docentes adoptan una forma de ver el fenómeno contable de manera reduccionista puesto que lo centran básicamente en la práctica profesional, imponiendo al estudiante a forjar equívocamente su saber, mostrando a la universidad como productora de agentes para el manejo inmediato del elemento contable, y es que los modelos educacionales actuales se centran demasiado en el contenido a expensas del desarrollo de habilidades por lo que no está formando personas, debilitando así la fundamentación teórica del educando puesto que no se ha centrado en satisfacer las expectativas siempre cambiantes, y adicional a esto el estudiante no se está mostrando como protagonista de su propio aprendizaje sino como un depósito de conocimientos. En cuanto a la pedagogía el modelo basado en reglas, memorización, contenidos para la prueba y preparación para el examen de certificación es ineficiente, pero más importante aún, no prepara a los estudiantes para el mundo ambiguo que encontrarán después del grado”. (Marulanda, Piedrahita y Quintero, 2011; 13) 61

De esta manera, se observa que si bien se ha asumido que los estudiantes tienen el rol protagónico dentro de las aulas, es un postulado que no siempre se hace realidad, tanto por las formas tradicionales de impartir la enseñanza, como por las visiones de todos los estamentos universitarios sobre el rol del Contador, nuevamente limitado a cierto tipo de organizaciones y procesos, y no como un actor principal en la gestión de las instituciones, la puesta en marcha de la responsabilidad social y esencialmente, en el desarrollo social integral. Sobre las prácticas pedagógicas, se puede reseñar un trabajo elaborado por Montenegro, Calvache y Villareal (2008), las cuales se delimitan institucionalmente a la Universidad Mariana, de carácter privado, ubicada en la ciudad de Pasto. Esta investigación es pertinente dentro del presente estado del arte, debido a que aborda el modelo pedagógico y el proceso de enseñanza – aprendizaje, atinentes a la formación de Contadores Públicos; sin embargo, está limitado al ámbito en que se circunscribe. La investigación es producto dentro de las actividades realizadas por el grupo de “Identidad Contable”, que se relaciona con uno de los tópicos más importantes en la formación integral, que es el reconocimiento del rol que se cumple socialmente como profesional de la Contaduría Pública. Los autores plantean que la formación debe orientarse hacia el desarrollo de competencias, y que éstas, por definición no pueden limitarse a la regulación e instruccionalidad corrientes de la disciplina. Saber contable, aprendizaje permanente, integralidad y una postura más humanista son propuestas que están en el debate de la profesión y que deben ser integradas curricularmente a los programas de formación del campo; por ejemplo, en el contexto colombiano, es necesario que el proceso educativo responda a las necesidades socioeconómicas del país; sin embargo, ello no siempre se ha garantizado, sino que prevalecen las ideas tradicionales de la función del Contador en el contexto capitalista, para lo cual prima la instrucción técnica e instrumental, en vez de ser una educación reflexiva y crítica.

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Para responder a las exigencias del capitalismo, el gobierno y las universidades se han preocupado principalmente por la formación técnico-normativa sin ningún tipo de reflexión más que la de responder a dichas demandas de un mercado abierto. (Montenegro, Calvache y Villareal, 2008; 63) Dadas estas realidades, los autores (Montenegro, Calvache y Villareal, 2008) encuentran pertinente que en todas las universidades se investiguen los procesos académicos, y particularmente los enfoques pedagógicos, de manera que su estudio se convierta en la base de una transformación del pensamiento y del ejercicio contable, lo cual está en sintonía con la presente investigación, ya que en el programa de UNIMINUTO se propende por una formación integral, desde el modelo universitario, de manera que el estudiante y el egresado adquieran una mayor consciencia y compromiso social. De acuerdo con la investigación que se está referenciando, la Universidad Mariana, en Pasto, se propone el objetivo de un perfil profesional integral y humanista desde el constructivismo, mientras que UNIMINUTO persigue propósitos semejantes desde la praxeología, coincidiendo en que el Contador Público no puede ser ajeno a sus realidades, ni tampoco puede concentrarse exclusivamente en el apoyo a determinados sectores sociales y no a las comunidades menos favorecidas, que requieren contribuciones profesionales para alcanzar el desarrollo. Montenegro, Calvache y Villareal (2008) utilizan el curso de Contabilidad Básica como referente esencial para estudiar las prácticas pedagógicas, y encuentran pertinencia, impacto y aprendizaje significativo, así como en la presente investigación se observó la puesta en marcha del enfoque y modelo praxeológico en las prácticas profesionales, lo que implica que en sus respectivos contextos, se están aplicando sus respectivas perspectivas formativas, pero que también resulta necesario, continuar observando los demás procesos y los resultados a futuro de estos esfuerzos que están dando sus logros frente a la planificación universitaria.

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Finalmente a este trabajo, se formulan propuestas educativas relacionadas con el fomento de la investigación en el aula para el reconocimiento de sus realidades y la reformulación del rol docente para propiciar un aprendizaje autónomo, lo que se desarrolla a partir de una nueva relación docente estudiante y la disposición de medios adecuados para propiciar entornos más adecuados a esta forma de educación, todo lo cual implica cambios sugeridos por los autores (Montenegro, Calvache y Villareal, 2008), en el currículo, en la pedagogía y la didáctica, en la investigación y en la evaluación de los estudiantes y del proceso. El cuarto documento a relacionar es la ponencia de Bermúdez (1995) en el I foro Internacional de Contaduría Pública organizado por Confecop, la Confederación de Asociaciones de Contadores Públicos, que si bien no es muy reciente, es interesante dentro de la presente investigación, ya que fue un evento sobre Educación Contable, y el trabajo del autor, se relaciona específicamente sobre ésta en Colombia. Corresponde además, a un importante momento histórico en cuanto a la discusión inicial sobre las normativas internacionales y el país de cara a las mismas. Bermúdez (1995) comienza su disertación evidenciando la enorme responsabilidad social que atañe a las universidades, dado el creciente número de programas en el país, y el consecuente aumento sostenido en el número de estudiantes y profesionales del campo, lo cual está exigiendo que la formación brindada sea con excelencia, cumpliendo con garantizar al país una oferta profesional calificada y con ética, pero las realidades de la educación universitaria evidenciaban que se daban procesos de “domesticación” o formación de contadores bajo el molde tradicional, “repetición”, “teorización” sin llevarla a ser aplicable en las situaciones reales, “academicismo exagerado”, “burocratización”, “elitización” e “improvisación” (Bermúdez, 1995; 3). Lo anterior lleva a una problemática universitaria que tiene diferentes dimensiones y se caracteriza por currículos dispersos que no dan cuenta de un modelo formativo colombiano, que responda a las condiciones y necesidades del país, que ha malinterpretado la integralidad para reducir la formación propiamente contable, que si bien intenta respetar

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las diferencias de los contextos universitarios, no logra dar un perfil y un sentido al Contador. Otro aspecto característico y muy preocupante es la baja incidencia de la investigación. También hay atomización de los conocimientos, por lo que algunas áreas como la contabilidad pública o nacional, y no en el sentido de Contaduría Pública como del sector privado, no están suficientemente desarrolladas y en ellas, el contador debe ser un profesional capaz de contribuir en estos espacios. Adicionalmente, se pueden agregar el sector solidario, como se ha venido afirmando en la presente investigación, y en general, todos los ámbitos minoritarios de la sociedad. El autor (Bermúdez, 1995) plantea que no es pertinente hacer de la Contaduría una enseñanza del Derecho, sólo por la importancia del área legal dentro de la misma, porque no se trata de una profesión de enumeración de leyes y decretos, sino orientarla verdaderamente hacia la gestión de organizaciones, eso sí, enfatizando en el cumplimiento de la ley. Las Asociaciones y Gremios de Contadores Públicos deben hacer un mayor esfuerzo constante por diagnosticar la situación de la enseñanza y de la profesión; se debe mejorar la infraestructura universitaria y fortalecer la comunidad docente, así como optimizar los procesos de selección de aspirantes a la profesión y modificar los planes de estudio donde el eje sea la “formación de personas”, que es lo que se conoce como formación integral, y dentro de las perspectivas afines a la presente investigación, como formación con responsabilidad social y/o humanista. El quinto aporte a relacionar dentro del presente estado del arte es el de Ospina (2005), autor que discute sobre la investigación en contabilidad, la cual a partir de su visión de la profesión como una disciplina social, debe ser orientada desde la formación, aspecto central del presente trabajo-, la objetividad y el método y la transdisciplinariedad, aspectos todos que deben ser abordados para que el proceso investigativo de la Contaduría sea pertinente y que además, sea útil para una transformación de la profesión. Plantear la necesidad de vincular a la contabilidad con asuntos como el control, la sostenibilidad, la equidad y la justicia implica un esfuerzo

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transdisciplinario por recrear estas categorías y su vínculo. No se trata de simples conversaciones con otros campos disciplinares y mucho menos de extrapolaciones discursivas para pensar lo contable. Se trata de mejorar la calidad de las preguntas dirigidas a los hechos objeto de estudio y lógicamente de cualificar la construcción de esas respuestas; en ello la transdisciplina potencia las posibilidades del saber específico, en este caso, la contabilidad. (Ospina, 2005; 77) Como puede observarse, el autor comparte la preocupación por el hecho que la Contaduría sea considerada como una profesión social, con lo cual, se debe dar un giro investigativo hacia preguntas más relacionadas con el entorno y el desarrollo dentro del mismo. Por tanto, la profesión debe ser capaz de responder a nuevas dinámicas y actores, más allá de los que tradicionalmente le han sido asignados por el hecho de haberse derivado de las dinámicas económicas del capitalismo naciente. En términos de Ospina (2005) la lógica del cálculo imperante en la Contaduría es un reduccionismo, pues ésta no representa sólo los hechos económicos, sino las inferencias que de ellos se derivan, que se puede comprender como el análisis financiero y contable, en el que se sustenta la gestión, como se sostiene a lo largo de la presente investigación. Más aún, el autor (Ospina, 2005) indica que la articulación con la realidad que lleva a cabo la profesión, le permite contribuir a generar nuevas lógicas económicas, como se puede observar en la participación en sectores menos favorecidos de la sociedad, los cuales también llevan a cabo procesos contables y aportan al desarrollo económico. Por otro lado, Ospina (2005) señala que es común que en la profesión se considere una brecha entre la teoría y la práctica, pues hay un cuerpo teórico universalista que no siempre está en sintonía con las realidades concretas donde se realiza el ejercicio. Esto sucede porque no hay un esfuerzo de ambas partes por vincular y apropiar a la otra, y por ende, mejorar la participación, lo cual es más plausible aún si se tiene en cuenta que la Contaduría, desde el enfoque social, no es una contribución sólo para observar las

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realidades que estudia, sino para prescribir rutas de acción, o formas prácticas de desarrollar acciones (la gestión) que modifiquen las situaciones observadas. En cuanto a la enseñanza, Ospina (2005) diserta sobre la formación, indicando que en las instituciones todavía hoy en día se ve la investigación como una actividad marginal, algo que debe superarse del todo. Ha habido una práctica común de desarrollar los currículos a partir de la “copia de esquemas extranjeros” (Ospina, 2005; 89) sin adaptarlos a las condiciones propias del contexto, lo que hace de la formación sólo un espacio de difusión de conocimientos del exterior, sin pensar en la posibilidad de una innovación y creación propia. Asimismo, está prevaleciendo una visión muy mercantilista de la investigación, según la cual esta se realiza más por los réditos económicos que por los académicos, lo que aprovecha el sector privado tradicional, y hace que los medios académicos produzcan más de lo mismo. Este documento plantea múltiples preguntas sobre la educación y el ejercicio de la Contaduría Pública desde la perspectiva de la investigación, convirtiéndose en un importante referente tanto para el análisis de la situación de los programas universitarios, como para la construcción de recomendaciones sobre la operacionalización de la enseñanza. De acuerdo con esto, la investigación se observa como un importante tema que afecta el desarrollo de los programas, y es por tanto, el tema que también se analiza por parte de Patiño y Santos (2009), que se relaciona como la sexta contribución dentro del estado del arte. Los autores (Patiño y Santos, 2009) trabajan este objeto desde la perspectiva formativa y particularizan en los programas del país. Patiño y Santos (2009) parten del reconocimiento de la investigación como motor del desarrollo teórico y profesional en los contextos académicos, siendo un eje central en el currículo de los programas de formación, por lo que las instituciones tienen un reto para fomentarla. Sin embargo, se encuentra una escasa participación porcentual de las asignaturas directamente relacionadas con la investigación en los diferentes programas del país.

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Igualmente, el desarrollo y la participación en otras estrategias de investigación formativa como congresos y otros eventos, publicaciones y semilleros son escasos y suelen estar concentrados en algunos programas. Las instituciones han realizado múltiples esfuerzos evidenciados en los cambios en sus planes de estudio y en el fomento de las actividades extracurriculares, pero ello todavía no es suficiente para garantizar el dinamismo dentro de la investigación formativa, lo cual por extensión, afecta las condiciones y el perfil profesional de los egresados. El propósito de la formación integral, donde la investigación tiene un papel protagónico, está siendo muy valorado en la educación y se han implementado diferentes estrategias para llevarlo a cabo, impulsando la profesión contable, pero todavía falta que se desarrolle de forma ya entronizada dentro de los contextos educativos. La promoción de la investigación, según los autores (Patiño y Santos, 2009), hace necesario que las instituciones estén más estrechamente vinculadas con las comunidades académicas, y también se puede afirmar que con los gremios y asociaciones que están a la orden del día frente al ejercicio, además de las estrategias ya consolidadas a nivel académico como los eventos, las publicaciones y los semilleros. Muñoz, Ruiz y Sarmiento (2013) también hacen una contribución desde la perspectiva de la investigación contable, y la formación necesaria para que ésta se dinamice en el campo, por lo que se ha tomado como la séptima referencia dentro del presente apartado. Es un referente importante para la presente investigación porque igualmente aborda una caracterización de la formación en Contaduría Pública. Se parte de la distinción entre la enseñanza técnica fuertemente influida por las técnicas contables y la formación universitaria, en donde se han registrado los mayores esfuerzos por garantizar la educación en el sentido integral, dando una especial relevancia a los problemas pedagógicos y la investigación. Se reconoce asimismo la alta responsabilidad social de la profesión y el grave hecho de desatenderse de los problemas del país, temas cuya discusión, según los autores (Muñoz, Ruiz y Sarmiento, 2013) se sitúa desde los ochenta, con pocos resultados en un principio, pues no se veían los beneficios de las reformas a la educación. 68

La necesidad de dotar la educación contable de un sentido y una finalidad estructural, facilitó la aparición de múltiples denuncias acerca de las formas de adiestramiento laboral que subyacían en la educación contable (Franco, 2011) y el llamado a provocar un viraje hacia dinámicas crítico-reflexivas más acordes con la naciente investigación contable y los enfoques pedagógicos constructivistas, que exigían mayor libertad de cátedra y mayor participación del estudiante en su propia formación. (Muñoz, Ruiz y Sarmiento, 2013; 209) Pese a la mayor consciencia sobre la pertinencia de los cambios curriculares, la investigación no se tomó con la importancia que requiere y se creyó un asunto de posgrados y no desde la perspectiva formativa, aspecto que sólo está cambiando recientemente, con falencias todavía en términos de implementación, con docentes capacitados y recursos para desarrollarla. Más allá de la formación metodológica y la generación de proyectos que no tienen posibilidades de desarrollo, las instituciones están girando hacia la generación de preguntas que respondan a las necesidades del país y a su transformación. Pero en medio de esos cambios, se han configurado dos corrientes que representan posturas opuestas sobre la formación: la institucionalizada, que aboga por la internacionalización y la tecnificación de la profesión, centrándose en competencias y la alternativa, que busca una educación enfocada en los problemas prácticos de las organizaciones y comunidades con miras al desarrollo. La educación de Contadores en Colombia se enfrenta constantemente a esta oposición de criterios y hacia el enfoque que se debe asumir mayoritariamente. Bajo estas perspectivas, Muñoz, Ruiz y Sarmiento (2013) afirman que la investigación ha estado dominada por la segunda corriente por la influencia que desde los setentas han tenido los movimientos sociales, de lo que se puede desprender que sea comprensible que en los procesos académicos investigativos se propenda por una formación integral. Sin embargo, esta tendencia ha creado nuevos retos en cuanto al

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desarrollo investigativo de objeto y método de estudio, así como de los fundamentos epistemológicos, al igual que prácticos, en cuanto a la creación de grupos de investigación y el cambio de planes de estudio con la inclusión de asignaturas humanistas y de investigación. A pesar de estos esfuerzos, aún insuficientes para el pleno desarrollo de la contabilidad como disciplina, en los esquemas educativos formales el conjunto de la universidad colombiana no orienta al estudiante a crear nuevos conocimientos, y la enseñanza se sigue limitando a brindar herramientas técnicas y un conjunto de procedimientos preestablecidos para actuar en el mercado laboral, muchas veces, incomunicados con las necesidades del contexto. (Muñoz, Ruiz y Sarmiento, 2013; 211, citando a Cortés, 2009, p. 580). Lo anterior implica que los retos frente a la reformulación de los currículos y la dinamización de la investigación continúan presentándose y haciendo que las instituciones universitarias deban profundizar en planes de estudio que estén más acordes con un ejercicio integral, con responsabilidad social para los contadores públicos, a través de la promoción de estrategias formales e informales que vinculen a los estudiantes. Finalmente, el octavo estudio que compone el presente estado del arte es el de Rodríguez, Gallón y Llano (2014), que aborda el concepto de “público” dentro de la profesión, aspecto que es pertinente para la investigación, porque en ésta se propone una visión amplia de la función del Contador, más allá de la tradicional empresa privada, lo que significa la asunción de una perspectiva diferente de dicho concepto. Los autores (Rodríguez, Gallón y Llano, 2014) parten de la necesidad de dar un nuevo significado a las prácticas de enseñanza y aprendizaje de la Contaduría, para la formación de profesionales con un alto sentido de lo público, lo que implica la ética y la responsabilidad, pues existe la necesidad de que los egresados tengan un mayor sentido social frente a las realidades del contexto.

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Lo público se enfoca en el sector que representan los gobiernos locales y nacionales y por tanto, los comportamientos éticos y responsables mejoran las relaciones entre el Estado y la sociedad. Además de presentar un concepto amplio de las posibilidades de ejercicio de la Contaduría, por lo que es pertinente dentro de esta investigación, el estudio de Rodríguez, Gallón y Llano (2014), como los anteriores, refiere una disertación sobre la formación contable, distinguiendo entre educación como proceso desarrollado por las instituciones y la formación propiamente dicha, que es un concepto relacionado con las características de las personas. La educación, al responder a modelos institucionales, no siempre se ajusta a las necesidades de los individuos, lo que exige el pensar permanentemente la educación contable, cuestionarla y adaptarla para que sirva a la solución de las problemáticas del contexto, a través de la formación integral de las personas que están en su campo, pues el proceso de desarrollo es uno de transformación, que requiere la atención de dichas problemáticas a nivel social. Los autores (Rodríguez, Gallón y Llano, 2014) concluyen que el dilucidar el sentido del concepto público implica que en la profesión se incorporen más estrechamente conceptos políticos y sociales, lo cual a su vez permite que el Contador Público se observe a si mismo como ciudadano, de manera que se asuman nuevas facetas en el compromiso que se desarrolle a través del ejercicio. Repensar el papel del ser compromete un análisis que recoja las apreciaciones propias del sentir humanístico, las acepciones que gesten propuestas desde los modelos extracurriculares formativos para el entendimiento o la profundidad en la conceptualización de lo público, y, además, potenciar el aula de clase como esfera pública dentro de la academia y su incidencia en la formación contable. (Rodríguez, Gallón y Llano, 2014; 191) De esta manera, los ciudadanos y profesionales, deben ser capaces de aportar al ejercicio contable y desenvolverse en la esfera pública en un sentido amplio, más allá de

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los organismos gubernamentales, bajo preceptos sociopolíticos, para generar contribuciones al cambio social, por lo que en los programas formativos, ello debe darse de manera transversal y no sólo a través de unas pocas asignaturas dedicadas a las cuentas oficiales que también se manejan desde las visiones de tecnicismos de la contabilidad para grandes organizaciones. Todo esto porque el Contador Público es, o debe ser, un sujeto consciente, enmarcado en su realidad, con compromisos y responsabilidades, ya que su ejercicio genera consecuencias para la sociedad, y no sólo a las organizaciones en las cuales está inserto. Si se continúa jugando un rol operativo, se está perdiendo la oportunidad de transformar las situaciones adversas de cara al desarrollo.

Las diferentes contribuciones referenciadas en este estado del arte se caracterizan por partir de la idea de que el Contador Público debe ser un profesional integral, con un alto sentido social, lo cual está directamente relacionado con las condiciones que se brindan desde la formación, y en particular, en la investigación que se desarrolla en las carreras. Dado que los estudiantes aplican investigación formativa a través de estudios de caso en sus prácticas profesionales, éstos se convierten en insumos para observar las dinámicas académicas frente a este tipo de procesos.

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7. Marco Metodológico

Teniendo en cuenta la fundamentación teórica y el proceso llevado a cabo para el desarrollo del presente estudio, a través del marco metodológico se sintetiza la puesta en marcha de estrategias conducentes a investigar las condiciones específicas que caracterizan la práctica profesional de Contaduría Pública en UNIMINUTO, en la vivencia de sus lineamientos institucionales, bajo la observación del objeto de estudio en el segundo semestre de 2014. Lo anterior se establece de acuerdo con el objetivo general de caracterizar las maneras como los estudiantes de Contaduría Pública de UNIMINUTO apropian la praxeología en el desarrollo de sus prácticas profesionales en organizaciones de economía solidaria, lo que implica la descripción de dichas condiciones características enmarcadas en el proyecto educativo propio de la Universidad y del programa en particular. El presente apartado describe el diseño de investigación, que se establece bajo el enfoque cualitativo. Seguidamente se encuentra el tipo de investigación que es descriptivo, y la narración como herramienta para desarrollar la descripción del objeto de estudio, finalmente, frente al enfoque epistemológico, se puntualiza que éste a nivel cualitativo, se articula con el diseño igualmente cualitativo. Los anteriores postulados se sintetizan en el Esquema 4, sobre los Aspectos Metodológicos de la Investigación. Estos son trabajados en los tópicos individualmente considerados que se describen en los apartados a continuación.

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Esquema 4 Aspectos Metodológicos de la Investigación. Diseño de Investigación • Cualitativo

Tipo de Investigación • Descriptivo

Actividades

Capacitación Previa

Intervención Directa

•Praxeología •Economía Solidaria

•Planes de Trabajo •Implementación •Acompañamiento y Fortalecimiento •Retroalimentación

Instrumentos

Evaluación

•Entrevistas inicial y final •Diarios de campo •Espacios de socialización

•Seguimiento desde las fases de la praxeología: Ver, Juzgar, Actuar y Devolución Creativa

Categorías

Unidad Analítica •Prácticas profesionales de Contaduría Pública Segundo Semestre 2014

Categorías Apriorísticas

Categorías Emergentes

•Modelo Educativo UNIMINUTO •Principios de Economía Solidaria •Momentos praxeológicos (Ver, Juzgar, Actuar, Devolución Creativa)

•Motivaciones de los estudiantes (académicas sociales) •Acciones praxeológicas •Compromiso social •Fortalecimiento institucional

Fuente: El Autor (2015).

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7.1 Diseño de la Investigación.

De acuerdo con Hernández, Fernández & Baptista (2014; 358), “la investigación cualitativa se enfoca en comprender los fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de los participantes en un ambiente natural y en relación con su contexto”. Los autores se expresan en términos del fenómeno como análogo a objeto de estudio, de manera que en adelante, se preferirá esta segunda conceptualización (objeto). La forma en que se aborda la investigación se plantea bajo esa perspectiva de “comprensión” de lo que sucede en el desarrollo de las prácticas profesionales, entendidas como un proceso académico dentro del plan formativo del programa, que consiste en el ejercicio en un sitio de trabajo para emplear lo aprendido teóricamente durante la carrera, conociendo que estas se establecen desde el enfoque praxeológico a partir del proyecto educativo propio de la Universidad, que se materializa de manera particular dentro del programa de Contaduría Pública. Este abordaje obedece al cumplimiento del objetivo general de la presente investigación que implica el caracterizar las formas en que los estudiantes han apropiado la praxeología como herramienta para desarrollar sus prácticas, por lo cual es necesario “describir” cómo se lleva a cabo el proceso, evidenciando las posturas de los estudiantes, sus competencias y la manera en que diseñan estrategias y las implementan, de acuerdo con el caso en que deben intervenir. Los autores (Hernández, Fernández & Baptista, 2014; 358) también observan que en el enfoque cualitativo se busca “examinar la forma en que los individuos perciben y experimentan los fenómenos que los rodean, profundizando en sus puntos de vista, interpretaciones y significados” (Hernández, Fernández & Baptista, 2014; 358), lo que explica el énfasis en el trabajo de los participantes, desde cuando se vinculan al proceso y diseñan lo que van a realizar en las organizaciones de economía solidaria, hasta que

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evalúan los estadios del enfoque praxeológico en las acciones y los resultados obtenidos desde las mismas. El enfoque cualitativo es el campo general sobre el que se fundamenta la forma de la descripción (tipo de investigación), porque permite evaluar en detalle las actuaciones de los estudiantes y sus razones, así como incorporar las observaciones del investigador sobre la dinámica de lo que acontece en la práctica. Sobre el tipo de investigación descriptivo se desarrolla el siguiente apartado. Retomando el diseño cualitativo, dado que la investigación busca observar la forma en que la praxeología caracteriza un tipo de ejercicio particular, con enfoque social, en las prácticas de la carrera, a través de las competencias profesionales, humanas y sociales de los estudiantes de Contaduría Pública de UNIMINUTO, la descripción cualitativa es necesaria para observar las condiciones propias de la formación que se ofrece en la Universidad. Debido a que “la investigación cualitativa se orienta a analizar casos concretos en su particularidad temporal y local, y a partir de las experiencias y actividades de las personas en sus contextos locales” (Flick, 2007; 27), el método cualitativo es pertinente para el caso de las prácticas, porque permite observar las condiciones en que se dan las mismas y abordar analíticamente el alcance de la praxeología en los hechos que en ellas se desarrollan. Adicionalmente, las prácticas se expresan en contextos específicos, cuyas particularidades se pueden analizar desde la perspectiva cualitativa porque a través de los diagnósticos de las situaciones características de cada organización se deben involucrar elementos de relación entre los asociados en las mismas y de las entidades con su entorno, y en especial, ofrecer una visión detallada sobre su gestión corporativa. En este proceso, las prácticas tienen como actor principal a los estudiantes que las llevan a cabo, en medio de importantes relaciones sociales con los grupos sociales de los sitios de práctica y con su comunidad educativa, cuyos intereses, expectativas y

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competencias, así como situaciones que deben enfrentar, pueden analizarse con herramientas eminentemente cualitativas. Hernández, Fernández y Baptista (2014) indican que el enfoque cualitativo se caracteriza por ofrecer una interpretación de las realidades que observa y por la constante generación de preguntas. “La acción indagatoria se mueve de manera dinámica en ambos sentidos: entre los hechos y su interpretación, y resulta un proceso más bien circular, en el que la secuencia no siempre es la misma” (Hernández, Fernández y Baptista, 2014; 7). Lo anterior no presupone un cambio metodológico desde la descripción hacia la interpretación, ya que esta no se presenta con sólo la aparición de dudas a partir de las observaciones sobre el objeto de estudio; de hecho, los resultados de la investigación son descritos según se van visualizando dentro del proceso de prácticas, pero de ellos se desprenden indagaciones que hacen parte de los hallazgos evidenciados en las mismas. Tampoco implica una puesta en marcha de una implementación experimental dentro de la investigación a ser interpretada, dado que las práctica profesionales del programa de Contaduría Pública se llevan a cabo como un proceso dentro de la carrera, y no se diseñaron según la investigación, sino que operan de manera articulada con la formación ofreciendo un objeto de estudio a ser observado y descrito según su desarrollo autónomo. Así las cosas, a lo largo de la investigación permanecen preguntas sobre cómo se evidencia la praxeología en las experiencias de la práctica profesional, por qué se pueden observar tales evidencias y por extensión, como derivación del enfoque cualitativo, cuáles pueden ser mecanismos apropiados para garantizar que esta visión se desarrolle aún más en el ejercicio profesional de los practicantes.

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7.2 Tipo de Investigación.

Sintetizando en el tópico del tipo de investigación descriptivo, es pertinente porque observa el objeto de estudio (las prácticas de Contaduría Pública de UNIMINUTO en organizaciones de economía solidaria) y sus componentes, que se pueden dilucidar a través de las diferentes experiencias registradas por los estudiantes, los cuales se articulan como un todo dentro del proceso de prácticas. Tomar en consideración este objeto que es un proceso y sus componentes es un rasgo típico de este tipo de investigación, para la construcción de campos analíticos, (Hernández, Fernández y Baptista, 2014), que en este estudio se enuncian como categorías de análisis al final del presente apartado. La descripción del proceso de práctica, a partir de las experiencias de los casos, permite identificar elementos clave característicos, que se sintetizan en dichos campos, tal como describen los autores: Con frecuencia, la meta del investigador consiste en describir fenómenos, situaciones, contextos y sucesos; esto es, detallar cómo son y se manifiestan. Con los estudios descriptivos se busca especificar las propiedades, las características y los perfiles de personas, grupos, comunidades, procesos, objetos o cualquier otro fenómeno que se someta a un análisis. (Hernández, Fernández y Baptista, 2014; 92). En este sentido, la descripción permite abordar detalladamente todos los elementos constitutivos de las prácticas profesionales y que se relacionan con la praxeología y el enfoque social de la universidad, haciéndolos visibles dentro de los engranajes de las interacciones en las organizaciones y sus vivencias habituales. Los aspectos a detallar son las categorías de análisis a las que se ha hecho referencia evidenciando el nivel de conocimientos y grado de compromiso de cada practicante en cada uno de estos tópicos para poder desarrollar su práctica con el énfasis

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distintivo de UNIMINUTO, articulando las diferentes experiencias, como base de la descripción del proceso, tal como se puede derivar de la metodología de la investigación. Adicionalmente, la descripción desde la perspectiva cualitativa permite la interpretación de los casos, pues no se trata solamente de obtener medidas características, sino de hallar evidencias específicas y sus relaciones, por lo que su finalidad es el conocimiento general del objeto de estudio. Este tipo de investigación también permite observar el valor o aporte que genera este estudio: “los estudios descriptivos son útiles para mostrar con precisión los ángulos o dimensiones de un fenómeno, suceso, comunidad, contexto o situación” (Hernández, Fernández y Baptista, 2014; 92), lo que articula las diferentes posturas derivadas de las experiencias, las expectativas y dudas que se generan para los estudiantes y la forma en que asumen los retos para trabajar en las organizaciones. De esta manera, el tipo descriptivo implica una profundización de las situaciones, tal como se expresa en la presente investigación.

7.3 Fuentes y Participantes.

La importancia de los participantes dentro del proceso investigativo estriba en su rol como generadores de la información sobre el desarrollo de las prácticas, sobre sus expectativas, experiencias y conclusiones del proceso, para observar la praxeología tanto en su proceso formativo, como en los impactos que propone y logra su intervención. El presente apartado refiere estos actores del estudio los cuales se encuentran identificados en el Anexo 1. Los practicantes fueron once estudiantes, distribuidos en las organizaciones, de acuerdo con sus intereses. Ellos, debían cumplir el proceso de capacitación previa y crear un plan para el fortalecimiento institucional para ponerlo en marcha. De acuerdo a estas experiencias, participan en la investigación narrando los acontecimientos a través de los diferentes instrumentos dispuestos por la tutoría del proceso.

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Teniendo en cuenta lo anterior, las fuentes de la investigación son esencialmente primarias, debido a que se recopila información de los participantes directos, que son los estudiantes de práctica y las organizaciones en que ellos se desempeñan, a través de los facilitadores y contactos con la tutoría de práctica. Las fuentes secundarias se articulan como fundamentación teórica, entre las cuales se destaca la información institucional del programa y de la universidad. En cuanto a los sitios de práctica, en el periodo de estudio, Segundo Semestre de 2014, las prácticas se desarrollaron en cinco organizaciones de economía solidaria, las cuales se han conformado por grupos de personas con limitación visual, vendedores ambulantes, recicladores y artesanos, entre otros; las cuales brindan contextos diferentes a los que usualmente se asocian con el ejercicio de la Contaduría Pública, como entidades productivas y comerciales tradicionales. En el Anexo 2, se encuentra el registro fotográfico de algunas de algunos integrantes de estas organizaciones. En conclusión, los participantes son los directos responsables de la práctica profesional, orientados por el tutor de prácticas e investigador, generando información primaria que describe los procesos pero también contempla sus propias visiones sobre el mismo: expectativas, dudas, resultados que visualizan en su formación y en las organizaciones, así como otros que no pudieron alcanzar en el tiempo de desarrollo de las mismas y que hubiesen querido lograr.

7.4 Instrumentos.

Relacionado con la sección anterior, los instrumentos que se presentan a continuación consideran los medios necesarios y adecuados para recopilar y sistematizar la información correspondiente a cada proceso de práctica, de manera que permitan identificar las categorías analíticas e interpretar los resultados.

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Flick (2004) clasifica los datos de la investigación cualitativa en verbales y visuales; distinción que es útil para sistematizar la información del presente estudio porque la información generadas por los estudiantes se circunscriben al primer tipo y el análisis de los mismos se complementa con la observación del proceso por parte del investigador, quien es también el tutor de las prácticas. Así las cosas, dentro del primer tipo, son instrumentos las narraciones y encuentros en tutoría de las prácticas que permitieron la obtención de registros de audio (entrevistas iniciales y finales del proceso) y texto, tal como los diarios de campo que también son narrativos, y constituyeron un medio para que los estudiantes pudieran expresar sus percepciones sobre el proceso, sus dudas y sugerencias, tanto como las observaciones propias del desarrollo de la práctica. Adicionalmente, se cuenta con una caracterización modelo para las historias de vida de las organizaciones que se realizó a través de la socialización de experiencias en los encuentros de estudiantes, producida por ellos mismos y un cuestionario de finalización de la práctica que aborda el desarrollo de la praxeología en las mismas, que se sintetizó como evaluación del proceso. Éste se encuentra en el Anexo 3. En el segundo tipo de instrumentos se encuentran los registros de información por parte del investigador, realizados a través de las tutorías de la práctica y en los encuentros de socialización de la misma, a medida que iba avanzando el trabajo y se concertaban reuniones generales con los estudiantes, los cuales construyó como borradores de análisis de resultados y conclusiones. Un registro especial, que se puede considerar como un diagnóstico inicial, se da cuando el investigador observa la fundamentación teórica, participación y actitud de los practicantes en el trabajo de capacitación previo al encuentro de cada uno de ellos en su sitio de práctica, lo que le permitió identificar el avance de cada estudiante en el proceso llevado a cabo a lo largo del ejercicio. Para terminar, es necesario puntualizar que según la experiencia de cada estudiante, estas se han abordado a través del “estudio de caso”, ya que cada practicante tuvo que

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vivenciar situaciones diferentes, construyó planes también distintos e intervino de acuerdo con ellos y su contexto particular de trabajo. Este se comprende como una: Estrategia investigativa, que utiliza como herramientas fundamentales para su abordaje la descripción, la interpretación y la evaluación y toma al caso como unidad de investigación que puede ser estudiado en si mismo o en relación con otro. En este sentido, se convierte en el fenómeno o el acontecimiento significativo de una dinámica específica del hombre y de su grupo dentro de un marco sociocultural particular. (Ramírez, et. al., 2004; 102). Otros instrumentos particulares, son los seguimientos individuales que llevó el investigador sobre la evolución de cada caso para cada uno de los estudiantes, que también permitió la sistematización de la información contenida en el análisis de resultados y que se expresó de manera personal, a través de las calificaciones otorgadas a cada estudiante. Estos se consideran fuente de los estudios de caso, por la importancia de la evaluación docente sobre el proceso. Si bien tales instrumentos no son estructurados de una forma específica, pues son producto de la observación sobre cada experiencia, arrojan importantes hallazgos sobre la actitud que concierne a cada quién en el ejercicio, sus dudas, temores y motivación y audacia al momento de enfrentar los retos que ofrece una organización con necesidades sociales considerables, como las del sector solidario. Estos instrumentos entonces, los que diligencia cada estudiante, corresponden al estudio de caso, que es desarrollado por cada estudiante y que se articula en el diseño cualitativo de tipo descriptivo, que realiza el investigador al reunir, observar y analizar todos los diferentes casos en que desarrollaron su trabajo los practicantes. Este proceso, de acuerdo con el enfoque epistemológico y el tipo de investigación, es pertinente porque le permite al investigador evaluar desde su perspectiva docente, qué sucede en las prácticas y las posibles razones por las cuales se dan estos sucesos, sin necesidad de homogeneizar la observación y las conclusiones derivadas de la misma, tal 82

como Yin (2002) lo considera, lo cual es pertinente para el proceso que se orientó a los estudiantes: En general, los estudios de caso son las estrategias preferidas cuando las preguntas “cómo” y “por qué” están siendo planteadas, cuando el investigador tiene poco control sobre los eventos y cuando el núcleo está sobre un fenómeno contemporáneo sin algún contexto de la vida real. Tales explicativos estudios de caso pueden ser complementados con otros dos tipos de estudios de casos (exploratorios y descriptivos). Independientemente del tipo de estudio de caso, los investigadores deben experimentar gran cuidado en diseñar y realizar estudios de caso para sobrepasar el tradicional criticismo al método. (Yin, 2002; 1)1. Sobre el tema del control expresado por el autor, también es un aspecto característico, debido a que las dinámicas propias de las organizaciones de economía solidaria no pueden ser intervenidas, sino solamente aportar para que la toma de decisiones sea propia, y a que el proceso formativo particular de los estudiantes debe ser respetado para que puedan desarrollar su autonomía profesional. El autor (Yin, 2002) también recuerda que el estudio de caso no está definido por los tópicos que maneja y las entidades a las que se circunscribe, sino que es una estrategia general y útil para diversas investigaciones, de acuerdo con la naturaleza de la información y los alcances de los procesos investigativos. Teniendo en cuenta los postulados sobre el autor (Yin, 2002), en los trabajos realizados por los estudiantes se pone en evidencia que las prácticas profesionales son un evento contemporáneo contextualizado, pero de igual manera, el segundo aspecto también se expresa dentro de las mismas: el proceso depende de manera estrecha del contexto de

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. Traducción del Autor.

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las organizaciones del sector de la economía solidaria en el que se desarrolla, por lo cual las condiciones de éstas deben ser consideradas dentro de la investigación. De la misma manera, en dichos trabajos la articulación de las diferentes experiencias permite construir un resultado atinente al proceso de prácticas, con una fundamentación específica que es la praxeología y el enfoque social de UNIMINUTO, tomando en consideración no un conjunto de variables predeterminadas, sino las condiciones particulares que se desprendan de cada experiencia, lo que no excluye la posibilidad de contar con categorías analíticas, relacionadas a partir de las bases teóricas. Finalmente, Yin (2002) previene sobre la dificultad que presenta el estudio de caso para la generalización de los resultados. Este problema no es determinante en la calidad de la presente investigación, ya que no se tomó un caso representativo replicable a otros casos, sino que se involucraron todos los casos posibles, porque la práctica profesional del periodo de estudio cubrió la totalidad de estudiantes que se incluyeron como participantes en la investigación. Los instrumentos para la recopilación de información son variados y pertinentes frente a la necesidad de registrar las experiencias de la práctica, se manejan como estudios de caso, recopilados por entrevistas, diarios de campo y síntesis de observaciones del investigador; siendo la base para poder articular los diferentes procesos de los participantes en una visión general característica del grupo en su periodo de estudio.

7.5 Descripción del Proceso Metodológico.

A continuación se describe la secuencia de actividades desarrolladas dentro de la investigación, las cuales se acoplan al proceso de práctica. En este sentido, se incluyen las etapas en que lleva a cabo la intervención, pero también su planificación previa y encuentros con los estudiantes para implementar el estudio, así como su evaluación desde la perspectiva praxeológica, según las versiones mismas de los estudiantes.

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El proceso parte de la capacitación previa al inicio de la práctica, que es un requisito para poder desarrollar las actividades propias de la misma en los contextos específicos y consta de los dos temas de fundamentación: la praxeología y la economía solidaria. En el Anexo 4, se encuentra la evidencia gráfica de la formación previa desarrollada con los estudiantes. En términos del primer núcleo de fundamentación, más allá de la conceptualización de la praxeología que se observa a lo largo de la carrera, al comienzo de la práctica, se busca articular el concepto con los ámbitos del ejercicio, de manera que se pueda promover la comprensión contextualizada del concepto, se trata esencialmente de la identificación de formas para su puesta en marcha como herramienta de trabajo. Se promueve que los estudiantes observen los estadios de la praxeología no sólo desde el enfoque pedagógico que les ha servido en su plan de estudios, sino también, como un método para intervenir en las organizaciones al ejercer la Contaduría Pública, que pueden implementar para diseñar las estrategias que van a desarrollar dentro de su práctica. En segunda instancia, la capacitación en economía solidaria, busca familiarizar a los estudiantes con el tipo de organizaciones del sector y sus necesidades, para generar interés por la mejora de las condiciones que éstas enfrentan. Esta parte del proceso formativo cuenta con un reconocimiento detallado de la legislación y de la importancia del sector en el contexto colombiano. De manera simultánea a la capacitación, dado que los estudiantes van comprendiendo que su función en los sitios donde intervienen, les permitirá cumplir objetivos académicos, pero también de investigación y de servicio, deben ir realizando un análisis introspectivo personal donde resalten sus potencialidades y capacidades para desempeñarse en las prácticas. El proceso concluye con las entrevistas iniciales que versan esencialmente sobre la economía solidaria, y las expectativas y propuestas que los estudiantes tienen con respecto al desarrollo de su práctica. La segunda parte comienza con el reconocimiento de las

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organizaciones a las que son asignados para el proceso, en las cuales los practicantes pueden evidenciar aspectos críticos sobre los cuales intervenir. Estas organizaciones cuentan con convenios de relación interinstitucional con la universidad, la cual se preocupa por ofrecer diversas estrategias de apoyo para el desarrollo social integral, de manera que los estudiantes cuentan con espacios ya identificados y con condiciones apropiadas, verificadas por el programa, para que puedan tener un aprendizaje adecuado minimizando los contratiempos. En este sentido, antes de formular sus planes de trabajo, han ido asumiendo el reto de ayudar éticamente en las organizaciones, a través de su compromiso individual, generando propuestas estratégicas de cambio en interacción con las comunidades de las mismas, que se deben reflejar en dichos planes. La visión de la formación integral de UNIMINUTO implica que se asuman actitudes de respeto por las condiciones de vida de las personas y rechazo a todo tipo de discriminación, desigualdad, injusticia y discriminación, y se espera que ello se evidencie en las preocupaciones y propuestas desarrolladas por los estudiantes. Los planes se crean individualmente por cada estudiante, pero ellos son conscientes de que deben tener en cuenta a las comunidades de las organizaciones, para que éstos se ajusten a las realidades que van a impactar. Estos planes además, son retroalimentados por el tutor de práctica, por lo cual se deben diseñar y argumentar según las observaciones docentes. Ciñéndose al plan, y respetando las dinámicas organizacionales de cada entidad, los estudiantes dan inicio al desarrollo del plan y van diligenciando sus diarios de campo, que son analizados con apoyo del tutor de práctica, para incorporar ajustes en los planes cuando sea necesario. El seguimiento a las prácticas por parte del tutor no sólo ha implicado la observación del cumplimiento del plan de trabajo propuesto, sino también la indagación constante sobre las percepciones y situación que presenta cada estudiante al enfrentar los retos propios de este ejercicio. 86

Los estudiantes también cuentan con espacios de socialización con sus compañeros de práctica, donde se pueden relatar y retroalimentar las experiencias, así como compartir inquietudes y expectativas, que les permitan mejorar su proceso en relación con la comunidad, así como potenciar el fortalecimiento de las organizaciones de manera más ágil, pues siempre sus deseos se centran en crear múltiples impactos en el menor tiempo posible. Las intervenciones y los encuentros para compartir las experiencias con el grupo de estudiantes, también se encuentran registradas gráficamente en el Anexo 4. La última parte del proceso corresponde al cierre y evaluación de la práctica, que también se realiza con apoyo del tutor, en un espacio específico para expresar todas las problemáticas, aprendizajes y sugerencias para este tipo de actividades, y como un recuento en el cuál se pueda evidenciar el cumplimiento de las fases praxeológicas, en su relación con los aportes a la sociedad, que se esperan de un estudiante de UNIMINUTO. Las reflexiones finales giran en torno al ejercicio social de la Contaduría Pública, al hecho que la responsabilidad social debe ser un continuo en la vida profesional de cada contador y que ello se desprende de la identidad institucional, pero también del valor como persona que corresponde a cada miembro de la comunidad, en su formación y como egresados. Como conclusión del proceso metodológico es necesario destacar que el mismo se planificó eficientemente con miras a la obtención de información pertinente desde las experiencias de práctica, iniciando con suficiente antelación para abarcar desde las expectativas previas hasta la culminación y cierre, considerando la expresión de dudas, propuestas, sentimientos y valoraciones de los participantes a todo lo largo del estudio.

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7.6 Unidad Analítica y Categorías de Análisis Apriorísticas y Emergentes.

Dentro del proceso metodológico este apartado se destaca como el punto de convergencia de los planteamientos en las secciones anteriores y de partida para el análisis de resultados, ya que en este se encuentran las diferentes evidencias destacadas como elementos característicos del proceso de prácticas particular del programa, en el periodo de estudio y por tanto, es la base de la observación de la praxeología en los contextos de la intervención. La unidad analítica es la práctica del programa de Contaduría Pública de UNIMINUTO en el periodo Segundo Semestre de 2014 y el primer grupo de categorías con las cuáles analizarla, teniendo en cuenta el objetivo general de la presente investigación, se relacionan con el enfoque social universitario, los principios de economía solidaria y la articulación de la praxeología como fundamento del ejercicio profesional. Estas son categorías de análisis de índole apriorísticas, según la distinción que hace Cisterna (2005) ya que se han definido antes del proceso de recopilación de información, porque dependen del objetivo general de la investigación y por ende, de lo que se debe observar en el proceso de prácticas, a saber, la puesta en marcha de la praxeología desde el diseño hasta la evaluación, pasando por la implementación de las actividades por parte de los estudiantes. De acuerdo con esto, las categorías implican la comprensión de la praxeología y la articulación de la misma al plan de fortalecimiento de las organizaciones. También se deben observar las motivaciones de los estudiantes, la responsabilidad social manifiesta en el plan y su cumplimiento, los comportamientos de los participantes y el desarrollo de los momentos praxeológicos en la experiencia (Ver, Juzgar, Actuar y Devolución Creativa). Partiendo del “Ver”, el practicante realiza el primer contacto con la organización, recopila información general sobre la misma y la caracteriza, generando un diagnóstico

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básico de la misma, que desde la perspectiva contable implica la observación de los estatutos y documentos fundacionales y legales, el lleno de libros de contabilidad, el cumplimiento de los preceptos legales contables, las políticas y objetivos que están en marcha y la estructura organizacional. Con estos insumos se familiariza con la organización y cuenta con un primer balance característico que le permitirá planificar su accionar dentro de la misma. Las necesidades de las entidades y sus retos de trabajo empiezan a ser visibles, pues muchas de ellas no cuentan con documentos, ni con claridad en los lineamientos institucionales para operar, como misión, visión, objetivos y metas. Es posible que muchas de ellas no cuenten con políticas definidas, ni con una relación adecuada de los medios con que cuentan para llevarlas a cabo; algunas no llevan contabilidad y otras lo hacen de manera insuficiente o errónea, de tal forma que no pueden utilizar esta herramienta para la toma de decisiones. Los procesos de control y evaluación, asimismo, suelen ser insuficientes o inexistentes de cara a las necesidades de las organizaciones. Los estudiantes de práctica pueden encontrar, entonces, en esta primera fase, que su trabajo es desde cero, o con muy pocos insumos y que ellos mismos deben buscar estrategias para enriquecer el trabajo, como formas didácticas de compartir información y mecanismos de apoyo y enseñanza, para transmitir los hábitos de gestión adecuados para las entidades. Este reconocimiento hace parte de las consideraciones emergentes que se tendrán en cuenta en lo posterior, ya que evidencian la iniciativa de los estudiantes y su capacidad de adaptarse a las condiciones que les ofrecen estos contextos particulares. Antes estas evidencias, los practicantes pasan a la segunda fase praxeológica que es el “juzgar” sobre qué se puede hacer. Los planes de trabajo que proponen incluyen propuestas de planificación para las entidades, y las acciones a desarrollar para que se puedan completar los objetivos de cada caso, que son también los de la práctica, a partir de los cuales crean sus propios indicadores de gestión.

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En la construcción de las propuestas, se articulan las competencias profesionales, la responsabilidad social y el desarrollo humano, propuestos por el modelo educativo de UNIMINUTO, porque cada estudiante debe aplicar sus conocimientos de manera contextualizada y aportando a la solución de las problemáticas sociales evidenciadas en su caso. Las propuestas, como categorías analíticas, deben considerar aspectos de reconocimiento personal, del contexto y de sus actores, para que haya rigor en la formulación de estrategias, la planificación y la puesta en marcha, para minimizar los riesgos de error y garantizar con altos grados de probabilidad, la eficiencia, la eficacia y la efectividad. Todos estos aspectos se articulan en las categorías emergentes que se enuncian al final del apartado, porque resultan de las evidencias de estas acciones desarrolladas por los estudiantes. Seguidamente, en el “actuar” se desarrollan las actividades, y tomando en consideración esta fase como categoría, pueden verse las formas específicas en que se desarrolla y si se despliegan estrategias participativas, donde las comunidades de las organizaciones sean beneficiarias directas de las acciones y aprendizajes que se deriven de la práctica. Actuar desde la perspectiva praxeológica, como noción analítica, no es sólo la implementación de políticas de fortalecimiento y mejoramiento, sino convocar las voluntades y capacidades de las personas involucradas y favorecer la participación. Esto requiere de liderazgo y un mejor reconocimiento de las habilidades propias, partiendo del ejercicio de introspección al momento previo al inicio directo del ejercicio en las organizaciones. Estos aspectos también se consideran emergentes, en el sentido que se desprenden del desarrollo de este momento praxeológico. La “devolución creativa” implica la capacidad de retroalimentación de los procesos de la práctica con las comunidades beneficiarias en las organizaciones y también con los compañeros, para nutrir el programa de Contaduría Pública. Las entrevistas finales y los

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cuestionarios de terminación del proceso, que se enunciaron en los instrumentos, son fuentes tendientes a estos propósitos. La retroalimentación es “creativa” sólo si se pueden evidenciar las fortalezas y debilidades de los procesos, para construir nuevas propuestas que faciliten un mejoramiento continuo, a través de los aprendizajes que se adquirieron con la práctica, en el estudiante, en el programa y en las organizaciones beneficiarias. Igualmente, otras categorías analíticas tenidas en cuenta, se agrupan como principios de economía solidaria, puesto que la filosofía de este sector económico está en la base del desarrollo y aportes derivados de las prácticas. El principal valor en este grupo es el de la solidaridad, que se comprende como la unidad basada en intereses y metas comunes, lo que implica la capacidad de aportar y compartir con otros individuos en el cumplimiento de objetivos comunes. También se encuentra la corresponsabilidad, que expresa la responsabilidad compartida en el manejo de los recursos y el desarrollo de acciones en las entidades, así como la autogestión que se refiere al diseño e implementación de estrategias propias para la consecución de los objetivos con autonomía, libertad y decisión, a través de la planificación, el seguimiento, la autoevaluación y los planes de fortalecimiento y mejora. La economía igualmente implica empoderamiento, educación y democracia participativa en la toma de decisiones, porque en la medida en que el grupo se afecta por las mismas, su actuar conjunto es necesario para que éstas sean equilibradas, adecuadas y justas. Si bien los estudiantes no hacen parte de las organizaciones, pues no están asociados como miembros de las comunidades que las constituyeron, si deben evidenciar el reconocimiento y respeto por este tipo de principios. Derivado de lo anterior, es necesario evidenciar las categorías emergentes, algunas de las cuales se han identificado como resultado de la implementación del proceso praxeológico por parte de los estudiantes, y son principalmente, el producto de la observación llevada a cabo por el investigador. Cisterna (2005) expresa el significado de las categorías emergentes, la cuales,

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Surgen desde el levantamiento de referenciales significativos a partir de la propia indagación, lo que se relaciona con la distinción que establece Elliot cuando diferencia entre “conceptos objetivadores” y “conceptos sensibilizadores”, en donde las categorías apriorísticas corresponderían a los primeros y las categorías emergentes a los segundos. (Cisterna, 2005; 68). En este sentido, son los aspectos o tópicos que cumplen con el criterio de relevancia para permitir el análisis de resultados desde información no estructurada, hasta información ya estructurada a partir de dichos tópicos, por lo que se han establecido en concordancia con el análisis de resultados. En primer lugar, se encuentran las motivaciones de los estudiantes, porque de acuerdo con su compromiso social y el nivel de formación integral que han alcanzado al momento de llegar a las prácticas, cuando aplican el “ver” en sus contextos o casos de investigación, se encuentran con unas realidades, a veces diferentes a las que pudieron anticipar, lo que les exige que desplieguen su iniciativa y ajusten sus planes de acuerdo con tales situaciones. Por tanto, las motivaciones emergen del proceso, cuando encuentran necesario planificar sus acciones, no sólo por cumplir con los requisitos académicos, sino por la responsabilidad que asumen para alcanzar los objetivos propuestos dentro de las prácticas. Como corolario, se observa que las motivaciones no son exclusivamente por la calificación, sino que las hay del tipo social. Esto moviliza una nueva categoría emergente que comprende las acciones de los estudiantes, que son básicamente acciones praxeológicas, las cuales están ampliamente desglosadas en el análisis de resultados, a través de los momentos ver, juzgar, actuar y devolución creativa. Dentro de las motivaciones y las acciones, un aspecto característico y recurrente es el compromiso social, por lo que también se erige como categoría emergente, ya que evidencia la importancia alcanzada por la formación integral y el desarrollo del modelo 92

educativo de la Universidad, así como la visión amplia del ejercicio profesional del Contador Público. Finalmente, como consecuencia de las acciones desarrolladas se evidencia el fortalecimiento institucional de las organizaciones, considerada como una última categoría emergente, ya que resulta del proceso llevado a cabo por los estudiantes, y requiere ser evidenciada para verificar que el proceso praxeológico apoyó el cumplimiento de los fines que persiguen las prácticas profesionales en estos contextos específicos. Como conclusión se observa que las prácticas profesionales del programa, siendo el núcleo investigativo, se pueden dimensionar desde el modelo formativo de la Universidad, los principios de la economía solidaria y el proceso praxeológico, todos los cuales convergen en la formación integral y el impacto social que se espera del ejercicio de la Contaduría Pública, bajo el enfoque social, tendiente al desarrollo.

7.7 Triangulación.

Tomando en consideración las fuentes de información y los distintos instrumentos señalados con anterioridad, la triangulación llevada a cabo dentro de la investigación refiere la articulación de las mismas en la generación de resultados de la misma, lo que reviste una mayor amplitud en la generación de conclusiones a partir de los datos, los cuales, por la naturaleza cualitativa del proceso, se presentan de manera no estructurada (Hernández, Fernández y Baptista, 2014). De acuerdo con Cisterna (2005), la triangulación en la investigación cualitativa implica previamente la selección y recopilación de información, que en este trabajo corresponde a los instrumentos y a las observaciones del investigador. Seguidamente, se articula esa información, ya sea a través de los mismos estamentos que entregaron los datos, a través de las diferentes categorías analíticas, pero también, con respecto al marco teórico y a la coherencia entre las diversas fuentes de información.

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La triangulación de esta investigación parte por tanto de tener en cuenta el tipo de categorías analíticas que se describieron en el apartado anterior, dentro de las cuales, la información disponible se estructura articulando las diferentes fuentes cuando refirieron cada campo en particular. En este sentido, desde las categorías apriorísticas se configuran los resultados que se observan dentro de las emergentes, de la siguiente manera: La principal fuente de información son los estudiantes, y esta información se complementa con el reconocimiento que hacen los líderes y participantes de las organizaciones de economía solidaria y en especial, con las observaciones que realiza el investigador. La fuente principal, que desarrolla los instrumentos (pues el resto de información la registra de manera no estructurada el investigador) da cuenta de su apropiación de los momentos praxeológicos y del reconocimiento de los principios de la economía solidaria, ya que tales instrumentos, se diseñaron indagando por estos aspectos. En cuanto al modelo educativo de UNIMINUTO, el investigador ha ido evaluando durante el desarrollo de la práctica, el dominio de conceptos de la profesión y el compromiso social con el que se asume la participación en la práctica. Al final del proceso, se evaluó conjuntamente con los participantes, dando énfasis al aporte personal que significó esta vivencia para si mismos, tal y como se ha referido en el apartado de la descripción del proceso metodológico y como se registra en el esquema 9 sobre los aportes personales logrados para los estudiantes; con esto se integraron las categorías apriorísticas en la recopilación de información, desde las diferentes fuentes utilizadas. Seguidamente, en la construcción de los resultados de la investigación, se articularon las categorías emergentes, en que se estructuraron los datos derivados de la búsqueda de información. Por tanto, y de acuerdo con las realidades que enfrentaron los estudiantes, la primera de estas categorías es sus motivaciones, porque ante los retos de cada caso en las organizaciones de economía solidaria, prevalecieron éstas, para llevar a cabo su compromiso social.

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La segunda categoría que se analizó fueron las acciones desarrolladas por los estudiantes, pero observándolas como una implementación de la praxeología, lo cual da cuenta del objetivo de la investigación, y de las formas particulares en que se apropió el concepto de praxeología en el trabajo de los participantes, dando énfasis a la devolución creativa como resultado del proceso. El proceso de triangulación concluye en la síntesis de la información atinente al compromiso social que se evidenció durante todo el proceso y a los aportes que se generaron para las organizaciones en cuanto a su fortalecimiento. Los datos que apuntaban a mostrar dicho compromiso y tal fortalecimiento se señalaron a lo largo del análisis de resultados, ya que se fueron presentando de manera transversal en la descripción de las diversas experiencias generadas dentro de la práctica. Finalmente, en cuanto al marco teórico, los conceptos esenciales del programa formativo de Contaduría Pública en la Universidad, la Economía Solidaria y la Praxeología, se incorporaron en el análisis de resultados a partir del seguimiento de sus significados y la visión que prevalece de los mismos en las organizaciones y entre los participantes.

7.8 Modelo Pedagógico.

Para comenzar a desarrollar este apartado, es necesario definir el construccionismo social como contribución teórica, y situarlo en el ámbito educativo, donde presupone que la socialización humana y la cooperación en la construcción del conocimiento son los garantes de un proceso de enseñanza aprendizaje efectivo: El construccionismo social (…) postula que la realidad es una construcción social y, por tanto, ubica el conocimiento dentro del proceso de intercambio social. Desde esta perspectiva, la explicación psicológica no reflejaría una realidad interna, sino que sería la expresión de un

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quehacer social (…). En el construccionismo social la realidad aparece como una construcción humana que informa acerca de las relaciones entre los individuos y el contexto y el individuo aparece como un producto social –el homo socius-, definido por las sedimentaciones del conocimiento que forman la huella de su biografía, ambiente y experiencia. (…) Los términos en los cuales se entiende el mundo son artefactos sociales históricamente localizados, de manera que, desde el construccionismo, el proceso de comprensión es el resultado de una tarea cooperativa y activa entre personas que interactúan y el grado en que esa comprensión prevalece o es sostenida a través del tiempo está sujeto a las vicisitudes de los procesos sociales (comunicación, negociación, conflicto, etc.). Las relaciones sociales posibilitan la constitución de redes simbólicas, que se construyen de manera intersubjetiva, creando un contexto en el que las prácticas discursivas y sus significados van más allá de la propia mente individual. (Serrano y Pons, 2011; 9) El modelo pedagógico en el que se circunscribe la presente investigación es el social constructivista debido a que el aprendizaje derivado de la misma se construye como resultado de la interacción social y cooperación con los participantes, a partir de conocimientos y procesos ya existentes (como las prácticas pedagógicas en el programa y los fundamentos teóricos de la Praxeología y la Economía Solidaria), para transformar las realidades. Sobre el aspecto particular de la transformación, el conocimiento generado por la investigación se convierte en una base para la toma de decisiones dentro del programa de Contaduría Pública, con relación a las orientaciones metodológicas para el desarrollo de las prácticas profesionales, por tanto, es útil al diseño de nuevas estrategias a llevar a cabo con

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los estudiantes, a partir de sus experiencias que amplifican el campo del ejercicio del Contador Público, hacia organizaciones de Economía Solidaria. Igualmente, debe señalarse que en la investigación hay un proceso de intercambio social a través de las experiencias, que se da entre los estudiantes, y entre estos y el tutor, así como con las comunidades de las organizaciones donde se realiza la intervención, que finalmente, se articulan en la comunidad educativa como generadora y receptora del proceso de prácticas profesionales. A partir de la conceptualización del constructivismo: El conocimiento es un proceso de construcción genuina del sujeto y no un despliegue de conocimientos innatos ni una copia de conocimientos existentes en el mundo externo, [otros modelos] difieren en cuestiones epistemológicas esenciales como pueden ser el carácter más o menos externo de la construcción del conocimiento, el carácter social o solitario de dicha construcción, o el grado de disociación entre el sujeto y el mundo. (Serrano y Pons, 2011; 2) Entonces, uno de los aspectos más relevantes del modelo pedagógico orientador es la humanización de los actores involucrados dentro del proceso, lo cual se logra a través de la investigación, ya que se ha adquirido una mayor sensibilidad social frente a las realidades de tales organizaciones, como hacia el proceso formativo de los estudiantes, en cuanto a sus dudas, necesidades y posibilidades, que los llevaron a diseñar procesos acordes con los casos que estaban interviniendo y que contribuyeron a mejorar las condiciones en esos contextos. El rol central de los participantes es el que le da el sentido a este modelo: El constructivismo como modelo pedagógico es entendido como un marco explicativo que parte de la concepción social y socializadora de la educación e integra un conjunto de estrategias y aportes de diversos teóricos (…)

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Para el constructivismo el individuo juega un papel fundamental en la construcción del conocimiento, pues es este el que participa en su adquisición a través de la participación en el medio en que se desenvuelve (…) El individuo no es sólo el producto del ambiente, este se forma a partir de los aspectos tanto sociales como cognitivos y afectivos. (Ramírez, et al, SF, 2) De la misma manera, puede expresarse que se formó en términos de la responsabilidad, la libertad y la creatividad, dado que cada participante y el investigador participaron según sus conocimientos e iniciativas, sin priorizar los réditos académicos, sino más bien, el compromiso social frente a las organizaciones, a partir de su propia voluntad e iniciativa. En cuanto a la formación para la vida, el criterio de educación integral se transversalizó en todo el proceso, lo que se evidencia en que no sólo se manejaron preceptos propios de la carrera, sino los aspectos constitutivos del modelo UNIMINUTO de responsabilidad social y desarrollo humano. Es importante resaltar el plano colaborativo, ya que la socialización y sistematización de los procesos fue central durante el desarrollo de la investigación. Igualmente, con relación al aprendizaje significativo, los resultados evidencian que los conocimientos generados en el procesos son útiles para el ejercicio profesional y redundan en el desarrollo laboral del investigador, dada su participación como docente en el programa de Contaduría Pública, el cual se ve beneficiado por los hallazgos de la investigación, para mejorar las prácticas profesionales, como experiencias únicas en la formación de los estudiantes. De otro lado, es necesario mencionar que UNIMINUTO cuenta con una postura definida acerca del modelo pedagógico que desarrolla como institución universitaria, y que se describe paralelamente a los conocidos dentro del campo educativo, como son los

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modelos tradicional, experiencial, conductista, cognitivo y social constructivista, como una innovación en el ámbito educativo. Para la Universidad, la Praxeología se comprende también como modelo pedagógico. Juliao (2002) desarrolla una disertación sobre este tema, afirmando lo siguiente: Un modelo pedagógico se caracteriza por expresar los conceptos y prácticas, más o menos sistematizados, que establecen distintas alternativas de organización del proceso de enseñanza y aprendizaje para hacerlo más efectivo. Es la representación de las relaciones que predominan en el acto educativo; por eso se dice que todo modelo (llámese así o tendencia, escuela o enfoque) pedagógico, aunque sea implícitamente, responde a las siguientes cinco preguntas con lo cual se distingue de una teoría psicológica, sociológica o lingüística: ¿Qué tipo de persona y de sociedad se pretende formar? (Meta de la formación.) ¿Cuál es el proceso de formación del ser humano en su dinámica y secuencia? (Desarrollo de la formación.) ¿Cuáles son los contenidos y experiencias educativas concretas? (Contenidos de la formación.) ¿Quién regula el proceso formativo y en quién se centra éste? (Interacción educando-educador.) ¿Cuáles son sus métodos y técnicas de acción eficaz? (Método-didáctica.). (Juliao, 2002; 11) Dentro de la Universidad, la implementación de la Praxeología, implica que en todos los programas y a todo nivel, se de respuesta a las anteriores preguntas y que la institución, como sistema universitario, se haya preocupado por concluir sobre estos tópicos desde dos conceptos esenciales, el humanismo cristiano, en cuanto a meta, interacción y método y el ejercicio de la práctica como desarrollo, contenido y también como método.

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El modelo social constructivista no se opone a estos planteamientos, porque de acuerdo con las afirmaciones de Juliao (2002) el modelo de la universidad, parte de la pedagogía social, relacionada con la interacción social y el desarrollo humano y social.

Como síntesis para concluir el presente apartado, de acuerdo con el objeto de estudio, el tipo de investigación es descriptivo bajo un enfoque cualitativo, porque se estudia el proceso de práctica, considerando unidades analíticas categóricas (apriorísticas y emergentes), que se destacan como elementos característicos del ejercicio profesional bajo el enfoque social de UNIMINUTO. La forma de su desarrollo para permitir evidenciar los hallazgos, tomando en consideración las fuentes de información.

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8. Análisis de Resultados

A través de este análisis se encuentra el desarrollo de los postulados praxeológicos en el ejercicio de las prácticas profesionales de los estudiantes de Contaduría Pública de la Sede Principal de la Universidad en el periodo de estudio y su articulación con los principios de la economía solidaria, en el contexto formativo universitario. La base esencial de los hallazgos son los instrumentos descritos en el marco metodológico. Es necesario sintetizar la unidad de análisis y sus categorías para desarrollar los resultados del presente estudio, como se describe en el Esquema 4, de la página siguiente. Se inicia con el proceso praxeológico, porque en los resultados, éste permite describir las vivencias de las prácticas; seguidamente se ofrece la observancia de los principios de economía solidaria para identificar su integración en el proceso, la importancia que les otorgan los estudiantes y la innovación para su puesta en marcha. Finalmente, se ofrecen los resultados sobre el modelo formativo de UNIMINUTO, debido a que es necesario valorar, en el cumplimiento de los objetivos de la investigación, la forma en que se han generado impactos sociales favorables sobre el entorno y se ha propiciado la formación integral de los estudiantes a través de la práctica.

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Esquema 5 Unidad de Análisis y Categorías para los Resultados de la Investigación

Praxeología

Prácticas Profesionales Contaduría Pública 2014

Modelo Educativo UNIMINUTO

Economía Solidaria

Fuente: El Autor (2015) Los resultados se concluyen con la observación de la integración de los tres factores o categorías analíticas a través de las prácticas, evidenciando que es factible una formación diferente, más amplia, con sentido social e impactos en el entorno directos, por medio de la contribución al cambio de ideas, -hacia unas más participativas y de convicción en las capacidades- y de prácticas –hacia unas con mayor eficiencia y efectividad- en el ejercicio de la Contaduría.

8.1 Praxeología en Acción a través de las Prácticas Profesionales de Contaduría Pública. UNIMINUTO, 2014.

En el presente apartado se observa la forma en que los estudiantes se aproximan al proceso de prácticas, lo desarrollan y lo evalúan desde la praxeología, para lo cual se tienen en cuenta los registros escritos que ellos han construido dentro del proceso y la observación directa del tutor de práctica e investigador. 102

La praxeología se implementa, como se observó a nivel teórico, comenzando desde el “ver”, que describe el contacto inicial, y primeras apreciaciones sobre un objeto de estudio a intervenir. En el proceso de prácticas, hubo una etapa previa de sensibilización y fundamentación teórica, que constituyó un espacio de preparación, que se dividió en dos temas esenciales: la praxeología y la economía solidaria. Si bien estos temas no son ajenos al grueso de los estudiantes del programa, el énfasis en la capacitación previa fue el ejercicio de la práctica y la necesidad que planificaran su accionar de acuerdo con la profundización que se realizó sobre estos conceptos. Durante este momento de anticipación, cada estudiante debía ir pensando en qué aspectos iba a centrar su diagnóstico para diseñar las estrategias para contribuir al fortalecimiento de las organizaciones. Con esto “ver” no fue un ejercicio de choque donde cada practicante llegara a la realidad de la intervención sin más herramientas que las teóricas de la carrera, sino más bien, una experiencia bajo el modelo integral de UNIMINUTO, brindando condiciones para que las realidades no tomen por sorpresa y no obstaculicen el diseño e implementación de estrategias. Los estudiantes también, como lo expresaron en esta capacitación, no eran ajenos a la situación del contexto, por sus propias experiencias personales, lo cual facilitaba el “ver”. Desde la tutoría se sugirió a los estudiantes que para tener un ejercicio sin sesgos de optimismo o pesimismo, se identificara lo que está pasando en la organización que deben intervenir, lo que implica mirar aspectos tanto positivos como negativos, de manera simultánea. Este ejercicio se desarrolló como “Análisis del Contexto”. Dentro del análisis, se indicó también a los estudiantes, que tópicos debían incluir en el mismo, para “ver” de acuerdo con la praxeología: en primer lugar se toma la “Situación Administrativa” observando los órganos y cargos de dirección y sus funciones, los comités de trabajo y sus funciones, el manejo de actas (contar o no) en estos órganos y comités, el proceso de planeación organizacional (realizan o no), sus responsables y

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metodologías, los bienes y servicios para los asociados y el público en general, y los mecanismos (formales y/o informales) para la determinación de sus precios. Los estudiantes encontraron en la mayoría de los casos que existen órganos bien delimitados y funciones algunas veces tácitas y otras explícitas, pero que en muchas oportunidades hay limitaciones de personal para asumir las diferentes tareas administrativas, razón por la cual todos los miembros de la entidad deben rotarse y apoyarse en el cumplimiento de tareas, excepto cuando se trata de la dirección y la gestión financiera, donde por razones de transparencia y responsabilidades económicas, los encargados son siempre las mismas personas, sin detrimento que deban cumplir funciones adicionales por ejemplo en la producción. No siempre cuentan con registro de todas sus actividades y reuniones por medio de actas que contengan compromisos y responsables, pero sí de algunas de sus actuaciones más importantes, como por ejemplo las sesiones de asambleas y juntas directivas, sus estrategias de gestión no son improvisadas, pero parten de la iniciativa y sugerencias de los participantes más que de un proceso estructurado de determinación de las acciones, lo cual hace que los precios de sus servicios no se ajusten a políticas de costos, sino a su sentido social y a sus opiniones. En el Análisis del Contexto también se debe “ver” la situación financiera y contable. Ésta hace énfasis en los procesos de tesorería, el manejo de soportes contables, de cuentas y de dinero, quién es el Contador y cómo se le suministra información, así como las veces y procedimientos en los cuales se mantienen en contacto, al igual que la forma en que se cumplen las obligaciones tributarias. El manejo financiero y contable suele ser semejante a procesos de economía doméstica en algunas organizaciones, y otras llevan las actividades con métodos tradicionales manuales, pero con capacidad, en ambos casos de ofrecer a los asociados informes completos y detallados de los flujos de recursos y su asignación, de manera que se preservan principios como la transparencia, la honestidad y la equidad.

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Un tercer aspecto del Análisis es la “situación legal”, en la que se observan los responsables de las actividades de registro y actualización legal, el cumplimiento y periodicidad de los trámites, los reglamentos (existen o no) y la difusión de los estatutos de la organización. Estas actividades suelen estar, por su naturaleza, concentradas en los organismos de dirección y se han realizado como requisito de existencia y representación legal para poder actuar en el marco de la legislación. Finalmente en cuanto al Análisis del Contexto, se solicita a los practicantes “ver” la situación característica de los mercados, para lo cual se indaga sobre el número de asociados, los productos y servicios, los objetivos, la cobertura y las metas comerciales y los ingresos medios mensuales durante el último año. Estos aspectos suelen ser manejados en las organizaciones de forma empírica. Las limitaciones en este campo suelen estar dadas por la imposibilidad de contar con mayor personal, lo que no está relacionado principalmente con las oportunidades de convocar nuevos asociados, sino más bien, con las debilidades financieras para garantizar trabajo en condiciones suficientes, para un mayor número de personas. Varios estudiantes se mostraron sorprendidos ante excelentes ideas y gran capacidad de trabajo y entrega, enfrentando barreras en cuanto a la vinculación de un mayor número de personas. A partir del “ver”, como se ha venido mencionando, se determinaban los aspectos positivos y negativos que estaban sucediendo en cada organización y continuando con el “juzgar” se indicó a los estudiantes que establezcan para éstos, posibles soluciones desde la solidaridad y la autogestión, aprovechando los primeros. Algunos practicantes buscaron apoyo en los líderes de las organizaciones para encontrar recomendaciones para el fortalecimiento pero se encontraron con dos situaciones que aumentan la problematización frente a las entidades: algunas de estas personas no podían formular alternativas aduciendo que algunas estrategias que tenían en mente no eran posibles por las limitaciones de recursos u otros aspectos, o simplemente, porque ante el problema era difícil hallar rutas viables de solución.

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Estos líderes se estaban centrando en la profundidad de las situaciones y los limitantes, lo cual les impedía considerar otro tipo de soluciones. En segunda instancia, se presentaron dificultades reales de tiempo, que no permitieron que las sesiones de trabajo inicial de estas personas con los estudiantes fueran suficientes, ya que no cuentan con espacios para desarrollar este tipo de actividades por motivos de trabajo, ya que cumplen múltiples funciones y las tareas de las entidades no dan espera porque ello puede representar disminuir su dinámica económica. Sin embargo, en este proceso de “juzgar”, los estudiantes fueron muy activos, especialmente apoyándose en los conocimientos adquiridos durante el proceso formativo de la carrera, lo cual les permitió identificar con facilidad aquellos aspectos donde hacía falta el fortalecimiento, y los requisitos y actividades que no se estaban cumpliendo por lo que requerían un ajuste de tiempos y responsabilidades para llevarlos a cabo. La otra tarea era convencer a los líderes y asociados de la necesidad de implementar estas medidas, pues se hace evidente que tenían limitaciones de tiempo, pero las estrategias deben cumplirse, concientizando de que a largo plazo, estas acciones redundarán en el mejor desempeño organizacional y por tanto, en las mayores oportunidades para la entidad en el futuro. “Juzgar” fue un proceso muy creativo por parte de los practicantes, que culminó en los planes de trabajo para la intervención en las organizaciones, todos los cuales se centraron en el objetivo del fortalecimiento. El tutor de práctica evaluó estos planes, de manera que pudieran ser ajustados y servir verdaderamente como una ruta de acción en el proceso praxeológico. Con los planes de trabajo listos, dicho proceso comienza la etapa del “actuar”; los estudiantes realizan la intervención con apoyo y seguimiento por parte del tutor y socializan sus experiencias a través de los espacios académicos diseñados para tal fin. El desarrollo de la práctica se va sistematizando a través de los diarios de campo diligenciados por cada practicante; los hallazgos registrados a continuación parten de tales instrumentos.

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En tres oportunidades dentro del semestre, estas experiencias registradas se socializan y se obtienen conclusiones del avance del proceso. Durante la primera sesión debe destacarse que los estudiantes valoran la praxeología como herramienta útil para poder diseñar las acciones a desarrollar en la práctica, lo cual facilitó su definición e implementación y el acercamiento en el trabajo, con los integrantes de las organizaciones. En segunda instancia, los estudiantes se centran en observar las maneras en que pueden acercarse a la realidad social y aportar a su transformación desde su ejercicio profesional. Entre las diferentes ideas que se destacan y que forman parte de los planes de trabajo, se encuentra el apoyo directo a los procesos de gestión y actualización financiera de las organizaciones. De la misma manera, se aportó en el sentido de la construcción de saberes y capacitación para profundizar en la economía solidaria apoyando los planes de estudio de las entidades, la discusión sobre el cómo es la organización y a dónde se quiere llegar en las mismas con los integrantes de la organización para fortalecer la participación y el asumir compromisos por ellos, la mayor capacitación en contabilidad para los miembros de la organización y no sólo para los que cumplen tareas administrativas, y la estructuración de sugerencias de gestión para desarrollar a largo plazo, cuando ya los estudiantes de práctica no estén en las organizaciones y éstas deban continuar con su proyecto institucional. En el tercer momento, los estudiantes enfatizaron en el legado de largo plazo, siendo necesario mencionar que buscaron favorecer la institucionalización de prácticas contables y de gestión a través del incremento de la participación convocando a los asociados a que cumplieran y apoyaran funciones administrativas a todo nivel, más allá de su tradicional contribución a la generación de bienes y servicios. Los practicantes desarrollan la intervención reconociendo, valorando y motivando a los integrantes de las organizaciones, especialmente a sus cuerpos directivos, sobre el hecho de que la solidaridad es un factor esencial en la sociedad y que ellos mismos se han constituido en voceros y promotores de la misma, la cual redunda en el bien común y

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mejoramiento del bienestar, la equidad y la paz. Asimismo, han sido decididos en promover el ideal de la fraternidad a través del apoyo mutuo en las actividades. Otra contribución destacada es la discusión y sensibilización sobre la pertinencia de acordar nuevas políticas, de acuerdo con cada experiencia en cada organización, que sean permanentes y que se institucionalicen con brevedad, para que puedan optimizarse los procesos de gestión financiera y contable. Dentro de las políticas y prácticas nuevas, se mejoraron los saberes en cuanto a seguimiento y control, determinación de precios, análisis de costos, análisis del endeudamiento, entre otros. Como debilidades del proceso se encuentra que es difícil generar cambios en los pensamientos de las comunidades, por lo que las transformaciones se desarrollan lentamente, en contravía de las expectativas y motivaciones de los estudiantes. De la misma manera, es difícil generar confianza por las edades de los estudiantes y su nivel formativo, y si bien es cierto que ellos y en general, el proceso de prácticas es bien recibido y evaluado por las organizaciones, siguen existiendo barreras frente al sentido del mismo. De hecho, algunas organizaciones suelen pensar que las prácticas se reducen a la actualización de los procesos contables que no han podido tener al día por las limitaciones de personal y tiempo. No obstante, con el avance del proceso y desde el principio en algunas organizaciones, la participación de los responsables de la gestión fue fundamental para el buen desarrollo de la práctica, sobre todo, en las entidades que ya habían tenido experiencias con UNIMINUTO. Finalmente, el proceso praxeológico refiere la “Devolución Creativa”, significado a través del cual los estudiantes están llamados a evaluar sus experiencias y a sistematizar los conocimientos adquiridos tanto profesional como personalmente. Desde la tutoría de la práctica se ofrecieron algunas preguntas de guía para facilitar la actividad y de acuerdo con ellas, se encuentra de manera general, resultados favorables para los practicantes y las organizaciones.

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De acuerdo con lo anterior, la “Devolución Creativa” como proceso de evaluación, contienen ocho grandes núcleos de preguntas de evaluación o cuestionamientos, en general, que se describirán en su orden a continuación. El primer cuestionamiento se refirió a la intervención realizada en cuanto a sus objetivos, responsabilidades, cronograma, gestión y participación de los actores. Los estudiantes se expresaron uniformemente sobre estos factores evidenciando que sus expectativas eran altas y que estaban convencidos de la pertinencia de la práctica en organizaciones de economía solidaria para su formación. Uno de los aspectos destacados es que el tiempo es un factor clave que ha jugado en contra de lo proyectado sobre la práctica, pues todos los estudiantes quedaron con la sensación de haber aportado, pero que les quedó haciendo falta mucho más por hacer. Registraron también que fue difícil tratar de convenir horarios de los directivos con los estudiantes debido a las agendas muy ocupadas de su tiempo; la práctica se ciñe al tiempo que ellos puedan brindar. En este sentido, la responsabilidad y el cumplimiento fueron herramientas muy valiosas para poder lograr el fortalecimiento de las organizaciones. Las limitaciones de tiempo también tiene que ver con el alcance de la práctica que dura un semestre; los estudiantes con su espíritu activo siempre quisieron aportar más y siempre estuvieron confrontados por la realidad del cronograma y las posibilidades de la intervención. En palabras de uno de ellos, es posible sintetizar la importancia de este factor: “Aunque el tiempo no fue nuestro mejor aliado, estoy satisfecha porque siento que aprendí lo suficiente para tener una nueva perspectiva en mi profesión a futuro; mas sin embargo, me hubiese gustado poder tener más tiempo para ayudar más en la causa y seguir aprendiendo más acerca de la economía solidaria” (Registro en los Instrumentos, 2014). El segundo aspecto a considerar o cuestionamiento, dentro de la “Devolución Creativa” fue las contribuciones hacia los actores y ámbitos, que se dividen en: el practicante mismo, los demás actores, el proceso de práctica profesional, el medio social y

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el medio educativo. En los Esquemas 6 y 7, se encuentran los aportes identificados por los estudiantes frente a los actores.

Esquema 6. Aportes del proceso de prácticas para los estudiantes, según los estudiantes

Humanos

Profesionales

•Despierta gran interés por ayudar a la comunidad y generar cambios en sus vidas •Compartir ideales •Comprensión y vivencia de las realidades sociales: sensibilización •Las personas de las organizaciones, algunas con discapacidad constituyen ejemplos de vida •Todas los asociados a las organizaciones dan ejemplo de dedicación, diligencia y compromiso con los objetivos comunes

•Trabajo en equipo •Las organizaciones aportan también sus conocimientos •La práctica es un paso para enfrentarse a la realidad, pues muchos Contadores deberán ejercer en el sector social •Familiariza con ámbitos no educativos necesarios para el ejercicio •Nuevas perspectivas profesionales

Fuente: El Autor (2015) Los aportes del proceso para los estudiantes pueden clasificarse entre los que son principalmente profesionales y los humanos. Entre estos, los estudiantes se nutren de las experiencias de vida de los asociados en sus sitios de práctica, se sienten más vinculados con las problemáticas sociales y las comprenden mejor, lo que los lleva a manifestar su interés en comprometerse con este tipo de causas. Frente a las contribuciones desde la perspectiva profesional, se destaca el énfasis en el trabajo en equipo, que es muy importante para el ejercicio de la Contaduría, a pesar que en un sentido tradicional, el departamento de contabilidad y finanzas suele mantenerse

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aislado de la organización, en alguna medida, por los imaginarios sociales sobre sus funciones que estarían poco relacionadas con las actividades cotidianas de los demás miembros en las organizaciones, aspecto que sólo recientemente se está revaluando. Pero esencialmente, la práctica saca al estudiante de su vida universitaria convencional y lo sitúa en su ámbito profesional, llevándolo a cuestionarse sobre su quehacer y a profundizar en su proyecto de vida, tanto desde su carrera, como de las prioridades y sentido que quiera dar al mismo.

Esquema 7. Aportes del proceso de prácticas para los demás actores, según los estudiantes

Directas

De largo plazo

•Generación de conocimientos para que las comunidades los puedan aprovechar en su gestión •Compartir conocimientos desde la profesión

•Generación de alternativas para el crecimiento de las organizaciones •Fortalecimiento institucional

Fuente: El Autor (2015)

Los aportes de las prácticas a las organizaciones y sus comunidades beneficiadas, por su parte, se pueden clasificar en las directas, que se dan en medio del proceso a través de las actividades, las cuales se sintetizan en los conocimientos que se generan y se comparten en una relación de doble vía y aquellos de largo plazo, que se cimentan en los anteriores, pero que expresan la preocupación de los estudiantes, por generar efectos de mayor alcance, de acuerdo con sus expectativas. En cuanto a la práctica misma, el proceso permite dar a conocer problemáticas latentes en la sociedad, lo cual implica poder pensar sobre las mismas y aportar ideas que se puedan poner en marcha y generar impactos favorables. De la misma manera, constituye

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un ámbito de acción real para el ejercicio, que requiere de los servicios de los Contadores Públicos y para los cuales, en razón de la contextualización, no siempre se está preparado. Esto es complejo porque cada organización tiene unas dinámicas diferentes y sus realidades son particulares, por lo que la definición y puesta en marcha del proceso de prácticas es un reto en cada espacio que se abre para tal fin. Los retos son amplios en cada contexto, y los recursos disponibles, como el tiempo y la capacidad de involucrar nuevos actores son limitadas, lo que no va en detrimento de llevar a cabo la actividad con eficiencia y obteniendo logros. Teniendo en cuenta lo anterior y de acuerdo con lo expresado por los estudiantes, estas prácticas contribuyen a la profesión y a la universidad en la identificación de nuevos enfoques, direcciones y procesos de mejoramiento para estructurar los procesos de manera que los profesionales amplíen sus perspectivas y se comprometan más con el desarrollo de la sociedad. Relacionando la práctica con el contexto y la educación, los estudiantes además resaltan que ésta significa un cambio importante en su percepción del mundo, ya que se centra en el ayudar a las personas desinteresadamente, como parte del ser profesional, más allá de la obtención de un empleo remunerado. Entonces, el proceso no es sólo un espacio para probarse en el ejercicio, sino muy especialmente, para la concientización. En el medio social se logran cambios en los pensamientos a través de los conocimientos y se mejora la comunicación entre la Universidad y las organizaciones para poder solucionar problemáticas sociales lideradas por estas, que tienen impactos en el entorno; se brinda pertinencia a la función del Contador Público dentro de la sociedad, ampliando su espectro de acción. Algunos de ellos expresaron que frente al medio social hay una contribución a manera de “granito de arena” teniendo en cuenta las grandes necesidades humanas y sociales, que de manera decidida sirve como aporte a la solución de las mismas y dota de sentido el ejercicio profesional de la Contaduría, especialmente aportando a sectores con mayor vulnerabilidad y exclusión.

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Las organizaciones generan un cambio de visión importante para la vida. Los estudiantes por ejemplo, expresan que “el ambiente es diferente al que por lo general se está acostumbrado a estar y tratar, por lo que es un cambio impactante en todas las maneras”. Esto les es útil, tal como lo reconocen, para aprender a convivir con todas las personas y a tener un verdadero sentido de igualdad entre todas las personas. De acuerdo con los practicantes también es necesario considerar a las organizaciones de economía solidaria con más fuerza dentro de la sociedad, pues manejan un modelo distinto participativo, donde no se encuentra sólo un gerente o un propietario que centraliza la toma de decisiones, sino que en realidad se propicia que todas las personas construyan en conjunto un proyecto de vida y de trabajo. Esto redunda en una mejor comunicación en la organización y en la sociedad. El medio educativo se ve favorecido por el desarrollo de procesos donde se cumple su responsabilidad social y en el caso de UNIMINUTO, dada su filosofía, se da un cambio en el pensamiento de los estudiantes y una contribución efectiva a la sociedad. Para los estudiantes es importante no pasar por la Universidad sólo buscando algunos conocimientos para tener un trabajo, sino tener una experiencia “gratificante y enriquecedora” de manera que dicho paso sea proactivo, haciendo una clara referencia a la pertinencia de la formación integral. Con estas experiencias de las prácticas, además, se dota a las instituciones de herramientas para formar y para aportar a la sociedad, pero adicionalmente, de forma importante, se abre el espectro formativo creando retos educativos para el ejercicio en el contexto de la economía solidaria, más allá de la formación tradicional básica en sus espacios y funciones. En el ámbito de los actores, por otro lado, es necesario que la Universidad sea más activa en generar motivaciones; en algunas organizaciones, las dinámicas propias hacen que su disposición sea relativa y hay incomodidad por los tiempos y actividades que se pueden cruzar, pero finalmente, ponen de su parte al colaborar con el desarrollo de las prácticas.

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Un tercer cuestionamiento dentro de la “Devolución Creativa” consiste en la valoración que hacen los estudiantes de los aportes a la práctica, como proceso, que implican crecimiento de ellos mismos como profesionales integrales, la Universidad y las organizaciones que están articuladas. En el Esquema 8 se encuentran las diversas dimensiones en las cuales se puede observar tal valoración de aportes.

Esquema 8. Valoración de los aportes a la práctica, según los estudiantes Reelaboración y Gestión

Construcción de Identidad de los Actores

Producción Ética

Transformación de las Relaciones Sociales y Comunitarias

Elaboración de Sentido, Visión del Mundo Obtención de la Relación con la Trascendencia

Fuente: El Autor (2015) La primera dimensión se refiere a la “reelaboración y gestión” durante el proceso, en la cual, los estudiantes destacan el conocimiento de la institución, que implica también conocer individualmente a las personas que trabajan en ella, no desde el punto de vista operativo, sino como seres comprometidos con el cambio social, lo cual genera un aprendizaje a través de sus experiencias. También destacaron el proceso como espacio para “ayudar” que se puede interpretar como “vivir el servicio” desde la perspectiva del padre Rafael García Herreros, así como su decisión por el esfuerzo para cumplir los planes de trabajo, lo que evidenció su

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compromiso con las organizaciones más allá de las funciones operativas, pues la gestión estuvo determinada por la convicción voluntaria de realizar aportes con trascendencia. Lo anterior significó el destinar tiempos adecuados para cumplir las actividades, ya que los proyectos individualmente considerados, tienen mucho trabajo, y ello, pudo suplir en parte las falencias en cuanto a la disponibilidad de tiempo de los directivos de las organizaciones. La elaboración y gestión estuvo también estructurada de acuerdo con el conocimiento y promoción de los ideales de la economía solidaria y finalmente, se observó la planificación y seguimiento de los cronogramas para evitar confusión en las actividades y demoras innecesarias. La segunda dimensión hace referencia a la “construcción de identidad de los actores” en la cual se da el reconocimiento de la necesidad de iniciar procesos y ser constantes en la búsqueda de resultados, teniendo en cuenta que el empeño debe ser permanente para que pueda ser base de un aprendizaje continuo. Se observó asimismo el respeto por las iniciativas de los actores en las organizaciones. Un aspecto muy destacado es la consideración de los actores como centro del proceso, algo característico en la economía solidaria, donde no se trata de optimizar las condiciones de productos determinados, sino de mejorar los efectos sobre las vidas de los participantes; los aportes en este sentido se dieron tanto en lo profesional como en lo personal, de acuerdo con las versiones de los estudiantes. Un último aspecto que se tomó en consideración dentro de la dimensión de identidad fue el cumplimiento de sus expectativas frente a la práctica, tanto en los aprendizajes propios como Contadores Públicos, como en el campo personal, al poder aportar a la sociedad, tema que es recurrente en las demás dimensiones, porque la satisfacción de lo proyectado para los estudiantes fue reconocido como un logro muy importante para ellos. La tercera dimensión dentro de la valoración de los aportes a la práctica es la “elaboración de sentido; visión de mundo”, donde se retomaron algunos aspectos anteriormente mencionados, pero más allá de las ejecuciones, como una experiencia de

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fundamentación para el cambio social. Entre estos se mencionaron el sentido del servicio y el desarrollo de la visión del padre Rafael García Herreros. Igualmente, se destacó el compromiso con las reglas éticas del ejercicio contable, que ofrece una visión personal de principios para ser Contador en la vida práctica. Con relación a este aspecto, se mencionó la promoción del emprendimiento y la empresabilidad más allá de la perspectiva de obtener un empleo y estabilidad relativos, sino por la pertinencia de involucrarse en proyectos comunitarios para cambiar vidas. El sentido también se desarrolla a través del trabajo con miras al futuro, porque a pesar que tienen que concentrarse en resolver las cuestiones del día a día, hay un reconocimiento de la función trascendente de las organizaciones y la pertinencia de que continúen siendo base de la solución de las necesidades humanas y sociales de los asociados y demás beneficiarios de sus actuaciones. Prevalece asimismo el cambio de la visión personal, hacia una menos individualista, por una más social, comprometida con el desarrollo, y la sensibilización frente a las realidades sociales, lo que conlleva el compromiso con la solidaridad, lo cual es fundamental para incorporar los principios de la economía solidaria a los proyectos de vida individuales de los profesionales de Contaduría. Todos estos aspectos permiten retomar el tema del cumplimiento de las expectativas profesionales y humanas de los estudiantes frente a la práctica, frente a lo cual se expresaron logros y satisfacción con respecto a lo esperado. Si bien todas las dimensiones están relacionadas, estos hallazgos derivados de la construcción de sentido, ofrecen las bases para la observación de la siguiente. La “obtención de la relación con la trascendencia” es la cuarta dimensión, que teniendo en cuenta la perspectiva praxeológica, puede interpretarse como el efecto de que la práctica, a través de sus relaciones constitutivas, permita trascender a la visión integral de la profesión, desde lo operativo de las funciones contables, hasta el cambio en el pensamiento y los logros en términos de creación, sentido social y bienestar.

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La trascendencia por tanto, implica valorar el impacto sobre la vida propia, la de los demás actores y la transformación de los espacios. Los estudiantes destacaron su decisión de decidirse a hacer algo diferente y apoyar a quienes realizan algo diferente, lo cual da significado a la visión integral y más amplia de la Contaduría Pública por fuera de los sectores económicos tradicionales. Se trata de contribuir a la transformación de una idea de perfil profesional único y convencional, hacia alternativas innovadoras propias. Bajo esta perspectiva en la práctica prevaleció el ideal de un mundo mejor, más humano y por ende, verdaderamente solidario. De esta manera, el plan de acción estuvo enfocado en las necesidades de la organización y en consecuencia, en la búsqueda del desarrollo humano integral para asociados y demás beneficiarios de las mismas. Se destaca la experiencia para las organizaciones del sentir que no están solas en sus esfuerzos, pues hay quienes también se interesan por ellas y se comprometen con su transformación. Esto se relaciona con la idea de un sentido a futuro, también resaltado por los estudiantes, pues más que solucionar problemáticas del presente, las organizaciones de economía solidaria están comprometidas con un cambio en la visión social a futuro. Al igual que en las dimensiones anteriores, en el ámbito de la trascendencia también se encuentra el cumplimiento de las expectativas de los estudiantes, lo que permitió su crecimiento profesional y contribuir al fortalecimiento de las organizaciones a través del mejoramiento de los procesos del manejo de información contable, como base para la gestión y la toma de decisiones, por parte de sus cuerpos de dirección. En todos estos aspectos se generan experiencias para el mejoramiento de este tipo de prácticas profesionales con enfoque social, en tanto se encuentran pertinentes para la formación. Entre las conclusiones de este estudio, por ejemplo, se señala que el proceso debe continuar centrándose en el análisis particular de las organizaciones y en el diseño de planes praxeológicos específicos tomando como referentes las vivencias de las prácticas ya concluidas. La quinta dimensión es la “transformación de las relaciones sociales y comunitarias”. Los contextos ya tienen experiencias muy valiosas que los estudiantes

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pudieron identificar, se destacan aspectos como el reconocimiento y la motivación hacia el potencial que tienen los actores en las organizaciones, así como el decidirse a trabajar por el cambio, trascendiendo el hablar de las problemáticas pero sin hacer nada para transformarlas. Las organizaciones han cambiado muchas vidas desde todo su tiempo de operaciones, desde las de los asociados, brindando empleos dignos para comenzar, hasta los aprendizajes que se pueden multiplicar en diferentes entornos, así como los logros de acuerdo con sus objetivos; las prácticas han apoyado esta transformación de la visión del entorno y las relaciones humanas. Éstas constituyen otro aspecto a resaltar, pues las relaciones interpersonales han sido agradables y valiosas, desarrolladas en medio de una nueva forma de trabajar horizontal, creativa y solidaria. En este sentido, hay una vivencia de la solidaridad en el apoyo mutuo, lo que es tendiente a la realización de la cooperación y demás principios de la economía solidaria. Las buenas relaciones humanas también se basan en la búsqueda de objetivos comunitarios en vez de individuales, lo que genera, convivir en armonía. De acuerdo con esto, un aporte importante es la construcción de este tipo de ambientes (de convivencia y de armonía). Finalmente, se revalora la escucha como canal para comprender situaciones y tomar decisiones y se crear relaciones sólidas entre la Universidad y la sociedad. Para terminar las dimensiones de la valoración de los aportes a la práctica se encuentra la “producción ética”, que se da tanto en lo profesional, en el ejercicio limpio de la Contaduría, como en lo humano. A partir de los conocimientos, en el proceso se promueve el cumplimiento de las disposiciones legales sobre la información financiera, la participación y la innovación en el desarrollo de actividades relacionadas con la Contaduría y la gestión. Se encuentra destacada la responsabilidad académica combinada con el compromiso social y los estudiantes aprenden a dar un valor a las cosas, a las vivencias, relaciones interpersonales y aprendizajes, más que a los objetos materiales, se trata de

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reconocer el valor en lo que se vive. Relacionado con esto, hay una transferencia de valores a través del ejemplo, lo que permite un cambio personal en cada ser humano involucrado en el proceso. Desde la perspectiva ética, en palabras de un estudiante, se puede sintetizar la visión sobre el trabajo en las organizaciones con enfoque social: “ante todo nunca debemos olvidar lo que en casa nuestros padres nos enseñaron, el valorar a las personas por ser quiénes son y no por como lucen o por lo que tienen”. Retomando la enumeración original de los aspectos constitutivos de la “Devolución Creativa”, se tiene un cuarto cuestionamiento entre la evaluación del proceso por parte de los estudiantes que refiere a los “descubrimientos”, los cuales se clasifican entre los que corresponden a la práctica misma, al medio socio-profesional, a la tradición social disciplinar y al estudiante. Los descubrimientos relacionados con la práctica se pueden sintetizar en la significación del trabajo en grupo y la responsabilidad individual sobre los objetivos del grupo, la pertinencia de la reflexión sobre el nuevo tipo de economía que es la del sector solidario, la recopilación de experiencias para nuevos practicantes, la puesta en realidad del estudiante, que lleva a establecer una conexión entre sus pensamientos sobre el contexto y las evidencias que encuentra en cada organización. Se destaca que la práctica se enfoque en las necesidades socioeconómicas más relevantes del contexto, para aportar a su solución, lo cual es un aspecto recurrente entre los demás tipos de descubrimientos a lo largo del proceso. En los hallazgos relacionados con el medio socio profesional, se asocia un cambio de perspectiva sobre el ejercicio de la Contaduría Pública. Los estudiantes resaltan, entonces, en lo socio profesional, que hay organizaciones valiosas que no pueden surgir fácilmente y necesitan el apoyo que desde la profesión puede brindarse; la conciencia sobre todo tipo de organizaciones contribuye a la formación integral, pues la carrera tiene un rol en la construcción del bienestar social, más allá de su vínculo con el capital.

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Esto implica que la profesión esté cambiando y vaya tomando una senda hacia lo colectivo, el enfoque solidario y humanista, con sentido ético, generando nuevas relaciones interpersonales que crean lazos humanos para el logro de objetivos de desarrollo comunes. Igualmente, este tipo de procesos mejoran las capacidades de análisis profesionales a través de la observación de la realidad y la escucha a la comunidad. Entre los descubrimientos correspondientes a la tradición social o disciplinar, se destaca la transformación del pensamiento empresarial hacia la pertinencia del impacto social; se trata de que las organizaciones de economía solidaria adquieran hábitos en procesos de gestión empresarial y que las compañías se comprometan más con el apoyo a las entidades del sector. En consecuencia, un hallazgo destacado es la pertinencia de la sensibilización a todo nivel, de manera que se cimenten modelos educativos también diferentes que sirvan a la creación de mayor consciencia social. La tradición social o disciplinar, también se transforma al reforzar la valoración del ser humano en las organizaciones y no la cuantía de los capitales que las sostienen. Se crean nuevas preguntas, particularizadas a cada caso y/o contextualizadas en el entorno económico, que están transformando el sentido de la disciplina, tendientes hacia el cultivo de los principios de la economía solidaria en todo el sistema productivo y comercial, por lo que nuevamente, se destaca en enfocarse en las necesidades más preponderantes en las economías, para poder aportar a su solución. Los hallazgos frente al practicante mismo, corresponden al cuarto y último tipo de descubrimientos y las aportaciones en este campo fueron variadas y extensas. Los estudiantes resaltan que encontraron pertinente el servir como proyecto de vida profesional, y su concordancia personal con el propósito de la búsqueda del bien común. Descubrieron asimismo, sus capacidades para trabajar en equipo y junto a las comunidades, para dar mayor relevancia a las necesidades más preponderantes y para ser solidarios y colaborativos. Fue un impacto personal el encontrarse de forma directa con las historias de vida y observar que no hay limitaciones por causa de situaciones que enfrenten

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las personas, o por sus condiciones como la discapacidad, para poder trabajar y salir adelante. Ellos señalan que las experiencias y aprendizajes de la práctica son indelebles; les han marcado para la vida, por lo que nunca las olvidarán, siendo complejas pero gratificantes. El quinto cuestionamiento en la “devolución creativa” corresponde a en qué medida la práctica contribuye al proyecto de vida, al crecimiento y a futuro. Los estudiantes responden de manera separada, pero sus observaciones se pueden sintetizar en la formación integral. Se destaca la puesta en práctica de los conocimientos de la carrera, tanto como el aportar a la comunidad. El proceso contribuyó a la concientización sobre las realidades sociales y el rol del Contador, expresado de forma particular en la experiencia de cada uno, pero especialmente, con respecto a la situación característica del país, ya que los estudiantes observan en el caso colombiano múltiples necesidades que deben ser subsanadas y los contadores están llamados a cumplir un rol protagónico en ello; expresan que hay compromisos sociales que deben afrontar en su vida laboral. Por otro lado, una competencia que se ha destacado, además de la del trabajo en grupo, es la de comunicación, para poder acercarse a las personas de la comunidad, compartir y socializar, para adquirir información, participar y aportar, lo cual es básico para un análisis con contenido social. A futuro, destacan que como profesionales deben adquirir compromiso frente a los principios éticos y sociales, aplicando la responsabilidad en la actividad contable para el mejoramiento del bienestar de la sociedad. Su tendencia hacia la creación de empresa y la generación de empleo se ha incentivado a través de la práctica. La experiencia sobre todo, fue un espacio de crecimiento personal, pues se cuestionaron sobre su situación individual más favorable para considerar la de los demás. Las condiciones impactantes en la vida de muchas personas generan cambios en el pensamiento y empieza un anhelo más sentido de aprender de ellos y de contribuir a su bienestar, lo que puede considerarse como una interiorización de la solidaridad.

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Adicionalmente, los estudiantes plantean que no desean quedarse ellos solos con los resultados favorables de la práctica, sino que tienen el desafío de ser capaces de infundir en otros compañeros de su carrera el poder hacer de la profesión una centrada en el servicio, donde la mayor satisfacción sea el deber cumplido en ayudar a otros, aportando a la sociedad y siendo activos en cambios relevantes para el desarrollo. El sexto cuestionamiento en la “Devolución Creativa” corresponde a los nuevos desafíos, proyectos y exigencias de formación que se desprenden del proceso y de manera relacionada, cómo se pretende dar continuidad al mismo. Los estudiantes consideran que la práctica ha sido un “abre bocas” mostrando todo el trabajo que hay por hacer para un Contador Público en este tipo de organizaciones. Uno de los desafíos esenciales es fortalecer la actitud y el empeño que permitan contribuir a sacar una organización adelante. Los participantes no desean que con el tiempo se pierda esta perspectiva social en el ejercicio. Para reforzarlo, es necesario continuar aprendiendo sobre la economía solidaria en el resto del proceso formativo, desarrollar trabajos de grado y profundizar en los debates con los demás compañeros; igualmente, se deben construir más canales de difusión del mensaje hacia otros profesionales para que se vaya creando mayor consciencia de los espacios donde los Contadores Públicos están llamados a transformar. Se requiere asimismo continuar adquiriendo conocimientos lo que implica nuevas experiencias prácticas pero también mayor formación, por lo que el proceso ha incentivado en la intencionalidad de avanzar en el proceso formativo con estudios de posgrado. Por otro lado, es necesario fortalecer aún más las capacidades de comunicación para ser mucha más activo en y con la comunidad. La continuidad la relacionan esencialmente con el compromiso que adquiere cada uno, lo que implica seguir participando de manera activa en las organizaciones, no sólo las de la práctica, sino en otros espacios, donde el devenir profesional y el cumplimiento del proyecto de vida, no sólo laboral, sino en el apoyo a los demás, lleve a cada profesional, pues el fortalecimiento es un reto más allá de la práctica.

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En el séptimo cuestionamiento se indaga sobre los logros en el desarrollo de los cuatro momentos del proceso praxeológico: ver, juzgar, actuar y devolución creativa. Se solicitó a los estudiantes realizar un autoanálisis e indicar los aportes que los cuatro momentos conllevan para la vida profesional. Los resultados se sintetizan en el siguiente esquema. Esquema 9 Aportes del proceso praxeológico a la vida profesional

Ver

Juzgar

Actuar

Devolución Creativa

•Conocimiento de las organizaciones •Exploración en espacios en los que no se había tenido ningún contacto anterior, experimentando cosas completemente nuevas •Observación de dificultades, identificación de problemáticas sociales y humanas

•Toma de decisiones -> planificación •Clarificación del punto de vista personal y adquisición de compromisos •Creatividad en las soluciones •Implementación del enfoque humanista en la práctica •Manejo del Tiempo •Gestión contable de las organizaciones •Se destaca el manejo de costos y determinación de precios, para evitar incurrir en pérdidas •Intencionalidad de dar continuidad a los procesos

•Aprendizajes sobre la implementación de las teorías en Contaduría •Aprendizajes sobre la Economía Solidaria •Aprendizajes sobre las Organizaciones y la Comunidad •Formación Integral

Fuente: El Autor (2015)

Los estudiantes argumentaron que el desarrollo del proceso praxeológico les brindó múltiples herramientas para su vida profesional, y estas, de acuerdo a dicho proceso, fueron clasificadas por ellos en los momentos constitutivos del mismo. En cuanto al ver, resaltaron la importancia de conocer las organizaciones en forma directa, identificando sus necesidades en la gestión financiera y contable. Con ello estuvieron explorando espacios con los que no habían tenido ningún tipo de contacto anterior, pues algunos conocían por sus experiencias de vida, empresas de

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otros sectores, que operan de la forma tradicional, mientras que las entidades de la economía solidaria les ofrecieron un panorama completamente nuevo, más allá de los preceptos teóricos. Ellos identificaron una importante experiencia profesional en el diagnóstico, en la medida en que pudieron observar dificultades y problemáticas sociales y humanas con las cuales diseñar sus planes de trabajo. Esto fundamentó el primer aspecto que destacaron frente al momento de juzgar, que fue la toma de decisiones para planificar su intervención, a partir del ver. Igualmente, el juzgar se desarrolló en aprendizajes de clarificación del punto de vista personal, para argumentar sobre la situación diagnosticada y las actividades propuestas, así como en la adquisición de compromisos. Los estudiantes tuvieron que poner a prueba su creatividad en la búsqueda de soluciones debido a las condiciones de tiempo y recursos para implementarlas. También resaltaron que en lo profesional, aprendieron a desarrollar el enfoque humanista dentro de la práctica, puesto que la planificación se realizaba teniendo en cuenta el contexto de la organización y sus necesidades más prioritarias en materia de gestión, lo cual está estrechamente relacionado con los objetivos sociales que éstas persiguen. En cuanto al actuar, los principales aprendizajes para la vida profesional han sido el manejo del tiempo, la implementación de acciones de gestión contable dentro de las organizaciones, entre lo cual se destaca el manejo de costos para determinar precios de mercado, dado que algunas entidades no tenían estudios de precios, por lo que podían incurrir en pérdidas sin estar al tanto las fuentes que las causan. Entonces, además de las estrategias del manejo de la información financiera, se tuvo experiencias de evaluación de mercados para evitar que las organizaciones incurrieran en pérdidas por no cubrir los costos de producción, a pesar que si pudieran distribuir sus productos. Un aprendizaje adicional, en el campo del actuar, es la intencionalidad de continuar con los procesos, pues se presentó una importante motivación en este tipo de trabajo.

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Finalmente, en cuanto a la devolución creativa, se han destacado aportes profesionales según los aprendizajes que se derivaron del proceso, que versan sobre la implementación de procesos de la Contaduría Pública, los conocimientos sobre la Economía Solidaria, sobre la intervención en las organizaciones sociales y con la comunidad, y el legado de formación integral, sobre su crecimiento personal. El octavo y último cuestionamiento frente al ámbito general de la evaluación de la Devolución Creativa, corresponde a las conclusiones que se derivan del proceso de prácticas. A manera de síntesis del proceso, se encuentra que se valora el enfoque praxeológico como herramienta de aprendizaje y acción, a partir de las teorías propias de la carrera, y en un sentido contextualizado. Ellos expresan que la praxeología está abriendo oportunidades para evaluar con actitud crítica y constructiva sobre el entorno y el rol profesional que corresponde a los Contadores. De esta manera, fue posible para ellos integrar los contenidos teóricos, la reflexión y la acción en la búsqueda de objetivos de fortalecimiento de las organizaciones, además, de cimentar compromisos con el desarrollo del sector solidario. De acuerdo con esto, algunos argumentan que la praxeología debe ser un modelo aplicado en la creación de nuevas organizaciones, porque permite visualizar oportunidades, tomar decisiones y comprometerse con su ejecución, dando experiencias tendientes a ir ajustando flexiblemente los procesos en el ciclo de vida de las entidades, por medio de procesos de evaluación y retroalimentación. La corresponsabilidad como medio para alcanzar objetivos comunes se destacó también entre las conclusiones, puesto que la economía solidaria presupone el actuar en conjunto, para beneficio de los involucrados y de otros actores en el entorno. Igualmente, se destacó el ejemplo de vida que encontraron en las entidades, el cual ha fortalecido su crecimiento personal. Los proyectos de vida de los estudiantes se han visto afectados favorablemente por la experiencia, dado que la práctica ha abierto sus perspectivas profesionales y ha motivado para contribuir al cambio social en el ejercicio de la carrera, con inclinación hacia el

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desarrollo de la economía solidaria, que implica una postura solidaria, innovadora y constructiva a favor de la sociedad y no de la individualidad. Para terminar este apartado y a manera de conclusión, es importante expresar, a través de los estudiantes, el significado que para ellos, ha tenido el proceso de prácticas en las organizaciones de economía solidaria, las cuales han sido extractadas de los instrumentos de recopilación de información: Esta práctica te cambia totalmente la visión que tienes del mundo te hace sentir más propio lo importante que es el ayuda o colaboración hacia los demás. Creo que los actores ya tienen definida su identidad, más bien nos ayudaron a crear cada día con cada encuentro la de nosotros Es lindo ver como muchas personas tienen el anhelo de salir adelante y no se detienen por ninguna discapacidad que puedan tener. Cuando compartes con personas que tienen objetivos fijos y reales, hay motivación de querer hacer muchas cosas, ayudando a muchas otras que aún no están con la misma disposición para empezar a emprender con algo propio, cualquier cosa, pero ser parte del equipo que genera más trabajo para las personas. Pienso que en este curso logreé conocer una realidad más profunda acerca de la sociedad en la que habito, comprendí un enfoque distinto al que he considerado a lo largo de mi carrera ya que a través de la economía solidaria me di cuenta que esta última, al funcionar como una escuela de pensamiento que sirve de “puente” entre nosotros los estudiantes, nuestros docentes y la comunidad en la que habitamos; nos permite desarrollar un pensamiento solidario, crítico e innovador que por supuesto nos ayuda a crecer como profesionales desarrollando un enfoque humanista , a fin de ayudarnos a ir creciendo profesional y

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humanamente ; para que a la vez nosotros ayudemos también a crecer a la sociedad que nos rodea. Desde un primer momento (…) se presume que todo el conocimiento adquirido será puesto a disposición de ayudar en una empresa, por ende se sabe que no es un ejercicio en clase, se sobre entiende que es la vida real y que las decisiones que se tomen afectaran tanto positiva como negativamente a la organización, realizar esto es bueno ya que despierta en las personas la parte social pues nuestro país necesita más gente colaboradora, además ayuda a formar un perfil profesional más amplio pues ya se cuenta con la experiencia de haber participado en un proyecto de este tamaño. El esfuerzo y la dedicación para que los proyectos salgan a delante es uno de los aportes que ellos dejan en mi vida como persona social y profesional. Admiro profundamente la tenacidad y la actitud de los integrantes de [la organización], al querer sacar adelante una causa tan bonita y que va en pro del desarrollo de la sociedad, pienso que en medio de su discapacidad, son personas que merecen respeto y admiración ya que son un ejemplo a seguir y de ellos pude aprender que el compromiso, la actitud positiva y la responsabilidad son de vital importancia para lograr todo aquello que nos proponemos Como puede observarse, los estudiantes señalan que el ejemplo de vida y los aprendizajes integrales se destacan entre las experiencias generadas en la práctica profesional de Contaduría Pública en el periodo 2014, en medio del desarrollo del proceso praxeológico que a través de sus cuatro momentos, permitió integrar las competencias de la carrera, la responsabilidad social y el desarrollo humano.

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8.2 Los Principios de la Economía Solidaria.

Teniendo en cuenta el tipo de organizaciones en que se desarrolló la práctica, en el presente apartado se observan los principios que se enfatizaron dentro del proceso, de acuerdo con las apreciaciones de los estudiantes y la observación que llevó a cabo el tutor e investigador. Las organizaciones promueven y persiguen el desarrollo humano integral, la solidaridad, la autogestión, la democracia participativa y la corresponsabilidad, principios que se desarrollaron a través de la práctica en cuanto al cumplimiento de objetivos con enfoque humano propios de las organizaciones, y en el fortalecimiento, propiciado desde la práctica pero con participación y compromiso de todos los actores involucrados. El primer principio, el desarrollo humano integral, se construye como eje organizacional y los practicantes apoyan al mismo al articularse con los procesos de cada entidad; esto implica el segundo, que es la solidaridad, porque además de acompasarse con los objetivos definidos institucionalmente, cada estudiante asumió compromisos con los fines sociales que están construyendo. La autogestión, la democracia participativa y la corresponsabilidad se expresan en las diferentes acciones que se llevaron a cabo, en las que los estudiantes no asumían la labor por su cuenta, sino que desarrollaron procesos de apoyo, mostrando el tipo de hábitos de gestión que deben asumir las organizaciones y propiciando entre sus directivos el asumirlas, con su acompañamiento. Su comprensión de la solidaridad es el trabajo conjunto para el logro de fines comunes, en concordancia con el significado del término. Lo anterior implica el reconocimiento de que todas las personas involucradas en un proceso son importantes, porque de una u otra forma todos pueden aportar a dichos fines comunes, así como de que el aporte personal exige poner de su parte. Dada la intención de ayudar a los demás, sino se cuentan con condiciones personales fortalecidas, no es posible aportar al crecimiento de los otros, lo que exige de 128

preparación para afrontar la práctica, que implica tanto los conocimientos adquiridos durante la carrera, como el proceso individual de crecimiento personal, así como los ejercicios de anticipación y capacitación que se ofrecieron por el programa al comenzar el proceso. Con esto, se contribuyó de acuerdo con el alcance de la práctica, y según lo planificado, al desarrollo organizacional solidario a través del fortalecimiento institucional y al desarrollo comunitario solidario, porque los actores de las organizaciones fueron los receptores y protagonistas de los cambios generados en los procesos de gestión financiera y contable en cada entidad. El cumplimiento de los principios de la economía solidaria es lo que está en la base del fortalecimiento de las organizaciones, porque a partir de lo que son como estructura social, de su pensamiento y sus actividades, se generan cambios en sus prácticas de gestión que mejoran los procesos. En otras palabras, respetando su filosofía y sus lineamientos institucionales, que incluyen su compromiso misional y su visión, se propician cambios en el hacer, para un funcionamiento más eficiente, acorde a los retos del entorno. En este sentido, la práctica crea fortalecimiento y realiza proyección social, contribuyendo a la transformación de los entornos, valorando las capacidades y aportes de los demás, trabajando por la igualdad de principios y la justicia social, bajo un compromiso con la responsabilidad social. Esto demanda una actitud proactiva frente al otro, que conlleva respeto, disposición y complementación, tal como se pudo observar desde el principio del proceso, cuando cada estudiante se preocupó por aportar lo mejor de sí mismo, y en el esfuerzo y dedicación que se mantuvo hasta la culminación del mismo. Desde las entrevistas iniciales de economía solidaria se discutieron y promovieron los principios, resaltando el positivismo como fundamento para hacer posible la realización de cada proyecto, debido a que cimenta el impulso para continuar en medio de la complejidad y las dificultades.

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Entre los valores personales que se destacaron por el grupo para aportar en la práctica, se destacaron, la sensibilidad, el respeto, la espiritualidad, la escucha, la responsabilidad, la honestidad, el espíritu de ayuda, la alegría, el ser detallistas, el tener altas expectativas, el cambio de pensamiento a favor de lo social desde la práctica de responsabilidad social, el ser cumplidores de las metas que se proponen, y el ser luchadores y soñadores. Este reconocimiento de valores les permitió construir desde su ser integral, y asumir los principios de economía solidaria desde la importancia que otorgan al otro, como actor que debe ser apoyado y que retroalimenta la ayuda generando el crecimiento personal de cada participante. De igual manera los estudiantes se expresaron con relación al amor por su carrera, y la intención de brindar ayuda pero sin poder encontrar formas específicas para hacerlo, por lo que la práctica les permitió encontrar rutas para ello desde su misma profesión. Si bien las expectativas sobre la práctica se formularon tanto desde el crecimiento personal tanto como del profesional, la experiencia de desarrollar proceso de economía solidaria permitió satisfacer dichas expectativas en la medida en que como practicantes han podido vivenciar su rol de Contadores trabajando en equipo con comunidades para el logro de objetivos sociales. Como conclusión se observa que los principios de economía solidaria fueron trasversales a todo el proceso de prácticas, y fácilmente comprendidos y asumidos por los estudiantes, que de manera previa se habían fortalecido con el enfoque social brindado por el programa en UNIMINUTO, lo cual facilitó el cumplimiento de objetivos de fortalecimiento en las organizaciones y por extensión, de desarrollo comunitario.

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8.3 El Modelo Formativo de UNIMINUTO.

En los dos apartados anteriores, según el entorno de desarrollo de la práctica, se ha observado la propiciación del fortalecimiento en las organizaciones de economía solidaria, lo cual se articula con el proceso de formación de los estudiantes y sus aprendizajes, que se evidenciaron a través del análisis de la experiencia de la misma (en el primero de los dos apartados). Estos dos aspectos permiten abordar a continuación, la evidencia del modelo formativo dentro del proceso. Dos tópicos esenciales relacionan el proceso formativo, en la implementación del modelo UNIMINUTO en sus dimensiones de competencias profesionales, desarrollo humano y responsabilidad social. El primero de ellos es que la práctica aporta al proceso de aprendizaje continuo con el cual se puede ganar experiencia tanto profesional como personal y la segunda, que es un espacio en el cual se adquieren compromisos y un gran sentido de la responsabilidad que fortalecerá las capacidades para participar de nuevos proyectos. En ambos sentidos se han expresado los estudiantes. En cuanto a la formación integral las prácticas establecen planes de fortalecimiento de las instituciones en materia de gestión financiera y contable, supeditada a los fines sociales para las que fueron creadas; se ha mencionado que los estudiantes realizan asimismo proyección social en las prácticas profesionales, porque persiguen objetivos académicos y de investigación, tanto como de servicio. En estos procesos, se realizan contactos directos con la realidad, lo que permite mejorar la toma de consciencia sobre las problemáticas sociales y el rol del Contador Público en sus soluciones, lo que implica la búsqueda de estrategias para contribuir a la transformación de las condiciones desfavorables que puede llegar a enfrentar la comunidad, debido a su marginación de los procesos económicos. Esto se ha vivenciado a través de la práctica cuando los estudiantes éticamente comprometidos, han asumido los retos de ayudar a las organizaciones de economía solidaria en el cumplimiento de sus fines sociales; la reflexión que permite el proceso se da

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cuando están involucrados en cooperativas que fueron creadas por personas con limitación visual, por vendedores ambulantes, recicladores, artesanos, entre otros, abriendo las perspectivas del ejercicio profesional y permitiendo la construcción de sentido en el ámbito de lo social. De igual manera, la práctica, desarrollada dentro de las organizaciones de economía solidaria, ha implicado asumir actitudes de aceptación, reconocimiento y valoración de las diferencias y de rechazo de toda discriminación, desigualdad, injusticia y exclusión, lo que necesariamente impactará el enfoque de la participación del Contador Público de UNIMINUTO en diferentes tipos de proyectos, consolidando el perfil social por el que es reconocida la comunidad universitaria, especialmente los profesionales de la Universidad. De esta manera, con los valores personales fortalecidos en medio de la práctica, se propicia el desarrollo humano como eje del modelo formativo. Si bien es cierto que los estudiantes ya traen consigo desde el hogar y su experiencia personal educativa, muchos insumos en términos éticos, es también fehaciente que la práctica favorece la clarificación y la profundización del enfoque social en el proyecto de vida de cada participante. Finalmente, en términos de la responsabilidad social, se observa un compromiso con el buen desarrollo de la práctica, por un lado y también, la iniciativa para continuar aportando a este tipo de organizaciones en el ejercicio profesional, abriendo la perspectiva profesional de la Contaduría Pública, hacia el sector solidario y por tanto, hacia organizaciones que juegan un rol importante en el desarrollo, pero que necesitan un mayor dinamismo por la innovación. Así las cosas, el desarrollo de la práctica expresa aprendizajes en los ejes del modelo formativo de UNIMINUTO: las competencias profesionales, al brindar conocimientos particulares sobre las aplicaciones de procesos de la carrera en contextos de economía solidaria, el desarrollo humano, al impactar los proyectos de vida de los estudiantes y la responsabilidad social, al contribuir al fortalecimiento de las organizaciones donde se llevó a cabo.

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9. Conclusiones

El presente trabajo se desarrolló en la experiencia de prácticas profesionales del programa de Contaduría Pública de UNIMINUTO en el periodo 2014, la cual se llevó a cabo en organizaciones de economía solidaria, creadas por grupos comunitarios de personas con limitación visual, recicladores, vendedores ambulantes, artesanos, entre otros, y evaluó el proceso praxológico en su formulación, diseño e implementación. No sin algunos tropiezos, relacionados con el manejo de los tiempos para la realización de las intervenciones, la baja flexibilidad en algunas organizaciones para asumir cambios, la inexperiencia en los contextos laborales por parte de los estudiantes en proceso de formación y las limitaciones en cuanto a las oportunidades en las entidades, la práctica profesional se desarrolló sin mayores contratiempos permitiendo el cumplimiento de la estrategia metodológica de la investigación, especialmente en cuanto a la recopilación de información para el análisis. En las prácticas profesionales de Contaduría Pública en 2014 se puede observar la integración del modelo formativo de UNIMINUTO, los principios de la economía solidaria y el proceso praxeológico como canal del diseño e implementación de estrategias de desarrollo organizacional y humano; la formación integral se ha expresado en la articulación del proceso con los fines sociales que dan sentido a las organizaciones, y ha permitido la configuración de un perfil característico de los profesionales de la Universidad por su responsabilidad social. El proceso praxeológico se ha convertido en la herramienta para potenciar los aportes desde la práctica y los aprendizajes dentro de la misma, porque facilita estructurar las acciones bajo una perspectiva formativa, donde se realizan contribuciones y se garantiza una retroalimentación desde las relaciones establecidas para llevarlos a cabo, destacándose dentro de la práctica de Contaduría los resultados en el crecimiento del sentido social para el ejercicio de la profesión.

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Los estudiantes en proceso de práctica evidenciaron su conocimiento sobre la conceptualización de la praxelogía y se esforzaron por desarrollar la experiencia a través de sus fases constitutivas; su postura frente a las organizaciones de economía solidaria es proactiva y debe destacarse la prevalencia del enfoque social. Sin embargo, probablemente en razón de su complejidad, es difícil encontrar y configurar estrategias para contribuir más efectivamente a la solución de las problemáticas que enfrentan las organizaciones. Si bien se puede evidenciar la apropiación de la praxeología como herramienta para organizar e implementar el trabajo como Contadores Públicos, iniciando por un proceso diagnóstico y culminando con la valoración de los aprendizajes a partir de las experiencias, se encuentra que hace falta una mayor articulación con las competencias profesionales, más cuando se tienen altas expectativas sobre las aportaciones de los estudiantes, tanto por parte de ellos mismos como de las entidades que les brindan la oportunidad de participar. La apropiación de la praxeología se evidencia en que se ha utilizado desde el desarrollo de la práctica misma, como para la elaboración de los planes de trabajo en las organizaciones y de manera consecuente, se ha vislumbrado como una alternativa para el conocimiento de las situaciones y su transformación a través de la acción social. El proceso culmina con la devolución creativa, que implica un trabajo de evaluación de los resultados para identificar fortalezas en el trabajo que redunden tanto en beneficio propio, como de las comunidades de las organizaciones. Esto porque los estudiantes planifican teniendo en cuenta objetivos académicos, así como sociales, en cuanto al impacto esperado sobre el fortalecimiento de las organizaciones, por lo que también hay propósitos de investigación y de servicio, de acuerdo con los lineamientos formativos institucionales de UNIMINUTO. Su participación implica que tengan un contacto directo con las realidades sociales, para desplegar estrategias de compromiso con las comunidades de las organizaciones, lo que también describe la asunción de la praxeología como parte fundamental del enfoque profesional para el ejercicio.

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Las prácticas en organizaciones de economía solidaria, relacionado con lo anterior, permiten abrir las posibilidades del ejercicio del Contador Público, evidenciando espacios donde puede jugar un rol protagónico y donde se necesita su iniciativa y compromiso para poder sacar adelante proyectos de beneficio común, lo que implica fortalecer las competencias para trabajar conjuntamente con la comunidad. Aunque persisten diversos tipos de retos frente a los conocimientos necesarios para impulsar el desarrollo desde los sectores sociales, los resultados de la investigación, en cuanto a los avances logrados a través de las prácticas profesionales, refieren la posibilidad de comprender una nueva forma incluyente de construir un progreso económico sostenido y equitativo, a partir de los principios de la solidaridad. Las entidades del sector solidario se crean por la necesidad de resolver diferentes problemáticas sociales y no siempre cuentan con estrategias de gestión adecuadas que permitan que su solución sea viable y efectiva, así como sostenible en el tiempo, de manera que los aportes desde la carrera para el manejo eficaz de la información y la optimización de los procesos son invaluables para su proyección en el tiempo, con las consecuentes ventajas en la generación de beneficios sociales a largo plazo. Lo anterior es relevante en el contexto económico colombiano actual, pues la profesión siempre ha respondido a las necesidades de la sociedad, y es pertinente que en la coyuntura presente pueda responder a todos los sectores sociales y no sólo a los agentes productivos y comerciales tradicionales que ya cuentan con los recursos para proyectarse. De hecho, los actores sociales rezagados de las economías tienen influencia dentro del desarrollo y deben ser partícipes del mismo, en tanto la sociedad debe proyectarse hacia una más equitativa, digna e incluyente. En este sentido, las preocupaciones expresadas por los participantes en cuanto a la continuidad de los procesos y el interés por desarrollar su ejercicio desde el enfoque social, evidencian asimismo que la praxeología se apropia incluso, desde el proyecto de vida, al asumir compromisos con las comunidades, sus problemáticas y su necesidad de desarrollo,

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así como por el reconocimiento de que son agentes activos que también pueden aportar al mismo. Es necesario destacar que UNIMINUTO, y la academia en general, puede mejorar su impacto social al articularse aún más con las organizaciones del sector solidario, y que la promoción de sus principios en los procesos formativos puede tener una incidencia aún hoy desconocida, sobre la construcción de una economía más humana, con progreso responsable y con bienestar. El cambio en las vidas de las personas en formación con las que se ha comprometido, pasa necesariamente por el cambio respectivo en las vidas de quienes son favorecidos por la generación del conocimiento en sus realidades concretas. La práctica sirvió para que los estudiantes estuvieran en contacto con el modelo pedagógico que promulga la institución, razón por la cual enriquecieron su forma de ver a la universidad, ya que los hizo reflexionar acerca de los procesos pedagógicos que desarrolla el programa de contaduría pública, para que estos tengan una mejor visión de los microcurrículos y el desarrollo de sus asignaturas, para poder integrar la teoría a la práctica y la práctica a la teoría, repensar como las hechos podrían mejorarse hacia el futuro. Concluyendo la investigación se encuentra que durante todo el proceso de la práctica se implementó la praxeología, y ésta ofreció el tipo de resultados particulares que corresponden a la experiencia, los cuales se comprenden como la formación integral de los estudiantes en desarrollo del modelo educativo de la Universidad, en el fortalecimiento de las organizaciones de economía solidaria y en las mayores posibilidades en el espectro de alternativas para el ejercicio profesional.

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10. Recomendaciones

El proceso de práctica es reconocido por su importancia dentro de la formación de los Contadores Públicos, pero no siempre se cuentan con las evidencias de su considerable impacto sobre las condiciones individuales de los futuros profesionales y de sus contribuciones como espacio de desarrollo de una profesión. Es necesario continuar sistematizando los logros, retos y evidencias que se desprenden de los ejercicios de práctica profesional para aportar elementos a la toma de decisiones en el programa. Los diferentes estadios del proceso formativo deben estar definidos y operar de acuerdo con las necesidades del ejercicio desde una visión contextualizada, más allá del manejo de técnicas estándar, que si bien son necesarias, pueden resultar insuficientes para las demandas del entorno frente a los profesionales del campo. Si bien el programa de UNIMINUTO ha valorado e implementado esfuerzos desde esta perspectiva, es necesario fortalecer aún más el vínculo de teoría y práctica, de cara a las problemáticas de la economía colombiana, especialmente de los sectores menos favorecidos, para profundizar el impacto social del enfoque praxeológico. Sistemáticamente con lo anterior, los principios de la economía solidaria deben hacerse transversales no sólo en los procesos de práctica, sino a lo largo de toda la formación de los Contadores Públicos, para que se apoye a su transcendencia desde el crecimiento individual hacia los compromisos altruistas en el contexto. El cumplimiento de las disposiciones legislativas atinentes a la profesión se relaciona asimismo, con la promoción del desarrollo en los ámbitos sociales, donde el Contador Público también está jugando un rol como promotor de condiciones adecuadas de gestión y aprovechamiento de la información financiera. Finalmente, dado que la praxeología es un proceso que debe continuar implementándose en los procesos formativos de la Universidad, por su utilidad para mejorar los procesos de enseñanza – aprendizaje considerando como centro la persona en formación, es necesario avanzar en su estudio particularizado al ejercicio de la Contaduría

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Pública, para que los estudiantes de práctica y en general, todos los integrantes de la comunidad universitaria del programa, puedan contar con referentes teóricos directos que faciliten la elección y construcción de estrategias de intervención en todo tipo de organizaciones. Para esto es necesario sintetizar las evidencias de manera permanente, no sólo de los ejercicios de práctica profesional, sino de las diferentes actividades formativas dentro del programa, así como el reconocimiento de las experiencias socio-económicas características de las organizaciones que mantienen relaciones interinstitucionales con el programa, para que sean insumos fácilmente disponibles tendientes a reiniciar nuevos planes y actividades de impacto en la comunidad. Finalmente, como estrategia de comunicación se recomienda sintetizar los resultados de la investigación a través de un artículo de índole científico a postular en revistas indexadas de educación, así como la gestión de la publicación del proceso investigativo y sus conclusiones en un libro sobre el programa de Contaduría Pública, avalado por UNIMINUTO.

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12. ANEXOS Anexo 1. Participantes de la Investigación

NOMBRE DEL ESTUDIANTE

ORGANICACIÓN A APOYAR

ACTIVIDADES A DESARROLLAR

LINA MARIA AGUIRRE MANRIQUE CAROLINA RODRIGUEZ MONDRAGON

FENOSMA-COEPS

PAOLA ANDREA DAZA NOPE

ARTECOL William

KAREN LIZETH ARIZA

COOTRASIN

LILIA CONSUELO RINCON

COOTRASIN

ALEJANDRA CALDERON VERA

CORGOLUZ

Costos Productos de Aseo

INGRID VIVIANA ARIAS VALBUENA

CORGOLUZ - Costos Restaurante

MARIA CAMILA RAMOS

CORGOLUZ COOP-ESFORZARTE confecciones. COOP-ESFORZARTE confecciones. COOP-ESFORZARTE Comercialización

DIANA MILENA BAUTISTA

COOP-ESFORZARTE Comercialización

ANGIE KATERINE LOPEZ DURAN GERARDO ANTONIO OROZCO

ARTECOL William

Costos para la elaboración de muebles y artículos de uso doméstico a partir de Maderas recicladas. / Costos adecuación y sostenimiento del inmueble entregado por el DADEP Costos sala cómputo y actividad de maso terapia.

Costos Confecciones y proyecto comercialización al por mayor. Fondo rotatorio (Finanzas solidarias con respaldo sol) Confecciones

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Anexo 2. Registro fotográfico de las comunidades de las organizaciones de Economía Solidaria

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145

Anexo 3. Instrumento de Evaluación del Proceso Tomado de Juliao (2011; 150-2)

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Anexo 4. Registro Fotográfico del Proceso de Investigación



En la capacitación:

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En las intervenciones y encuentros con los estudiantes:

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