Luis Fernández La belleza de lo oculto

Fundación Cristino de Vera Patronato de la Fundación

Agradecimientos Fundación Azcona Fundación Telefónica

Presidentes de Honor Cristino de Vera Reyes Aurora Ciriza Coscolín

Ladislao Azcona Sacha Azcona Laura Ramón Brogeras Alicia Carabias Alvaro Laura Fernández Ordaz Angeles Riaza Francisco Serrano Martínez Laura Trevijano

Presidente Álvaro Arvelo Hernández Vicepresidente David José Cova Alonso Secretario Álvaro Marcos Arvelo Iglesias Vocal María Isabel Oñate Muñoz Vocal José Miguel Rodríguez Fraga Subdirector de la Obra Social y Cultural de CajaCanarias Alfredo Luaces Fariña

Exposición Comisariado Marisa Oropesa Ruíz María Toral Coordinación General Álvaro Marcos Arvelo Iglesias Coordinación de la Exposición A. José Farrujia de la Rosa Montaje Manuel Hernández Navarro Ángel Daniel García García Seguro Caser Transporte Ordax. Transportes, arte & exposiciones

Catálogo Edita Fundación Cristino de Vera CajaCanarias © De los textos Marisa Oropesa Fotomecánica, impresión y encuadernación: Gráficas Sabater © De las fotografías Rocco Ricci Pablo Linés ISBN: 978-84-7985-318-1 Publicación nº 450 Arte nº 81 Depósito Legal: TF-13/2010

Álvaro Arvelo Hernández

Presidente del Patronato de la Fundación

Se cumplen 110 años del nacimiento de uno de los grandes pintores del siglo XX. Como Cristino de Vera, Luis Fernández es pintor de pocos objetos que aspiran a encerrar al universo. Armado de paciencia, aceptó la vida como un camino de perfección, alejándose del ruido de su tiempo para construir lentamente una obra depurada, al margen de las modas, que fue desgranando en busca de su esencia. Su vida transcurrió en París en el tiempo de las vanguardias históricas, aunque siempre prefirió seguir una vía interior y personal que pagó con un cierto olvido. La Fundación Cristino de Vera reivindica con esta exposición, la primera que se realiza en Canarias, a un artista austero y exigente, a un pintor que ha buscado la precisión del objeto cotidiano, sobrevolando, una y otra vez, el motivo para encontrar su verdad. Esta muestra, integrada por óleos y dibujos, dejará en La Laguna la hermosa huella de un artista que, al igual que Cristino, buscó la armonía del mundo a partir del silencio.

5

Marisa Oropesa Ruíz Comisaria de la exposición

Luis Fernández, la belleza de lo oculto Luis Fernández es un artista desconocido para el gran público. Sin embargo, especialistas y eruditos ven en el artista asturiano una de las figuras claves de la Historia del Arte del siglo XX. Su vida fue la de un genio silenciado por las circunstancias, la tragedia pareció ser su más fiel compañera a lo largo de los años. Ya desde pequeño sufrió primero la pérdida de su madre, luego la de su padre y por último la de su abuelo que le había acogido a él y a sus hermanos. Sin la presencia de los mismos le enviaron a vivir con uno de sus tíos de Barcelona. Su tío fue incapaz de entender los deseos artísticos de su sobrino e intentó persuadirle en más de una ocasión para que abandonara su vocación. Por suerte, a pesar de lo trágico de su situación, Luis Fernández encontró en su profesor de Bellas Artes, José Mongrell, un maestro y un protector que le acogió como si de un hijo se tratara. Tras realizar varios trabajos decide ir a París. Llega el 24 de noviembre de 1924; se siente atraído por el grupo de artistas afincados en Montparnasse. Comienza a trabajar en una imprenta, donde conoce a su primer coleccionista, un compañero llamado Jean-Sébastien Szwarc. Su amistad le lleva a ingresar en la logia masónica, hecho que le hace declarar ante la Gestapo en 1941. París es sin duda su mejor escuela, pues allí se empapa de las distintas opciones vanguardistas que se van sucediendo en varias etapas: del purismo de Le Corbusier, al neoplasticismo. Más tarde se une a los artistas del grupo “Abstraction-Creation”, quienes formaron el grupo para fomentar el arte abstracto. Coincidió con Kandinsky, Mondrian o Frantisek Kupka con quienes expuso. El grupo estuvo formado por más de cuatrocientos artistas de distintas nacionalidades. El asturiano fue un miembro activo llegando a escribir artículos para la revista que tenían. El español también sintió una fuerte atracción por el cubismo, estilo al que se acercó de la mano de su gran amigo Picasso, con quien trabajó mano a mano en un par de ocasiones. Tanto el surrealismo como la figuración geométrico-constructiva son otros estilos que el artista aborda durante distintas etapas. Más tarde, tras abandonar la abstracción, sus temas se limitan a naturalezas muertas, paisajes y animales. Su gran amiga María Zambrano, discípula de Ortega y Gasset, describía así sus bodegones: “Luis Fernández pintará cebollas, trozos de carne, flores a punto de descomposición, cuando la forma lograda parece regresar a la materia de donde viniera; en que el infierno se yergue a tomar su pesa evadida tan sólo por una breve hora”. El asturiano y la malagueña se conocieron en París en el año 1947. La pensadora fue su gran amiga y confidente hasta la muerte del artista. Zambrano estaba completamente entusiasmada por las obras de Fernández, llegando a escribir varios textos sobre él, incluyendo uno tras su fallecimiento titulado A Luis Fernández en su muerte, en su libro España, sueño y verdad. Su amiga nos acerca al lado más humano del artista en estas palabras: “Era de gran presencia, y la distancia que imponía se reforzaba con su aplomo y su reposado hablar. Ceremonioso, casi litúrgico, aun dentro de la amistad. Llevaba, pues, un sello. Un sello que sólo se dejaba ver a veces detrás de la máscara. (...) Por eso, cuando la máscara cae, deja ver el sello de lo absoluto que marca, en algunos, ser y vida. De ellos era, es, Luis Fernández”. 7

Nunca dejó de trabajar a pesar de que en España fuera un artista completamente desconocido. Tras instalarse en la capital francesa sólo volvió a nuestro país en un par de ocasiones. Como sucede tantas veces fue tras su muerte cuando su nombre empezó a escucharse en nuestras fronteras. Las telas de Fernández parecían que por fin eran patrimonio de todos y no de esa reducida elite parisina que gozaba del arte del asturiano. En su camino por la vida se enfrentó a duros golpes personales, tras su trágica infancia perdió a su mujer, Esther, lo que le sumió en una profunda depresión. Además, sus problemas de salud le acompañaron a lo largo de los años sin darle tregua, realidad que afectó su producción artística y acarreó consecuencias negativas para su economía. Años más tarde contrajo de nuevo matrimonio, pero antes de morir expresó su deseo de ser enterrado junto a su primera esposa. Tal vez vivir siempre rodeado de problemas fue lo que le llevó a estar siempre buscando símbolos. Sus óleos son una especie de demostraciones de fe, en cada etapa de su vida se arropa con distintos objetos; sus cuadros parecen bodegones religiosos a pesar de que no aparezca ningún símbolo de esa clase reflejado directamente. Pero su maestría de la composición y su dominio de las luces y de las sombras nos transportan a un mundo de ensueño, a un mundo irreal al que el artista parecía trasladarse. Sus obras están marcadas por la importancia del papel jugado por la luz que el asturiano maneja con maestría; su forma de trabajo era meticulosa y extremadamente lenta. No en vano, era muy perfeccionista, incluso fabricaba él mismo sus pigmentos para lograr una mayor calidad sobre el lienzo. El anonimato no le impidió ser admirado por muchos como Picasso, el modisto Cristóbal Balenciaga o María Zambrano; su historia es una historia dramática y escondida. Pero, sin duda alguna, sus obras, su legado artístico han permitido la resurrección de este magnifico artista. En esta ocasión CajaCanarias, a través de la Fundación Cristino de Vera, rinde homenaje a uno de los artistas españoles más importantes del siglo pasado y curiosamente uno de los grandes desconocidos de nuestra Historia del Arte. Sus obras eran apreciadas por los gustos más sofisticados y eruditos de su época formando parte de las pinacotecas de los grandes coleccionistas. Luis Fernández, además, destacó por su especial relación con otros artistas, como su gran amigo Pablo Picasso, quien también tenía obras suyas en su colección. Sin duda, esta exposición nos acerca a un genio que supo moverse por los principales movimientos artísticos de su época y que fue capaz de dominar todos con gran maestría.

8

Obras

Tauromachie (Tauromaquia) 1936 Óleo sobre lienzo 61 x 38 cm Fundación Azcona, Madrid 10

11

Nature morte (Naturaleza muerta) 1939 - 1940 Óleo sobre cartón pegado a tabla 51 x 66 cm Fundación Azcona, Madrid 12

13

Tête grotesque (Cabeza grotesca) 1941 Gouache y ceras sobre cartón 36 x 28,5 cm Fundación Azcona, Madrid 14

15

Nature morte (Naturaleza muerta) 1951 Óleo sobre lienzo 38 x 46 cm Fondos de las Colecciones de Telefónica 16

17

Crâne (Cráneo) 1952 Gouache y tinta china sobre papel 45 x 36 cm Fundación Azcona, Madrid 18

19

Crâne (Cráneo) 1953-55 Óleo sobre madera 41 x 33 cm Fondos de las Colecciones de Telefónica 20

21

Un verre de vin et un morceau de pain sur une nappe blanche (Un vaso de vino y un trozo de pan sobre un mantel blanco) 1961 Gouache sobre papel 32 x 24 cm Colección particular. Madrid 22

23

Cheval (Caballo) 1961 Aguada y lápiz sobre papel 23 x 29 cm Fondos de las Colecciones de Telefónica 24

25

Nature Morte (Naturaleza muerta) 1969 Gouache sobre papel 32 x 40 cm Fondos de las Colecciones de Telefónica 26

27

Marine (Marina) ca. 1970 Óleo sobre lienzo 15 x 24 cm Fundación Azcona, Madrid 28

29

Rose (Rosa) 1970 Óleo sobre lienzo 16 x 24 cm Fundación Azcona, Madrid 30

31

Biografía

1900

Nace en Oviedo el 29 de abril.

1906 Empieza a recibir clases de dibujo. Su madre fallece trágicamente diez días después del nacimiento de su hermano. 1909 Su padre, Enrique Fernández, Catedrático de Cosmografía y Física del Globo en la Universidad de Oviedo, fallece. Luis y sus dos hermanos se trasladan a Madrid con su abuelo paterno. 1911 Separan a los tres hermanos y Luís se va a vivir a Barcelona con un tío suyo que no apoyaría al joven en su vocación artística. 1912 Empieza sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona a la vez que trabaja en una joyería. En la Escuela conoce a José Mongrell, profesor que le tendrá bajo su protección y le tratará como un miembro más de su familia. 1924 Viaja a París para buscar nuevos caminos artísticos. En esa ciudad trabajará como cromista y diseñador de una imprenta hasta 1933.

1928 Sus obras se enmarcan dentro de la abstracción geométrica. 1929 Participa en las exposiciones organizadas por la mujer de Theo Van Doesburg “ Exposition selectes d´art contemporain”. Por este motivo entabla amistad con el artista holandés así como con el matrimonio Arp y el uruguayo Joaquín TorresGarcía. Expone por primera vez en España en la Sala Dalmau de Barcelona. 1931 Expone junto al grupo Abstraction-Création del que es miembro activo escribiendo artículos para su revista. También escribe un año más tarde en la revista catalana AC. 1934 Conoce a Pablo Picasso. Su amistad, que durará años, estaba fundada en el mutuo respeto y admiración. Llegaron a trabajar juntos, como hicieron dos años más tarde para la realización del telón de la obra teatral le 14 juillet de Romain Rolland.

En París se relaciona con los artistas de la vanguardia: Matisse, Brancusi, Le Corbusier o Braque forman parte de su círculo de amistades.

1935 Empieza a escribir artículos para la revista Cahiers d´Art de su amigo y “protector” Christian Zervos. Participa en una muestra organizada por el Kuntsmuseum de Lucerna junto a grandes artistas como Kandinsky, Calder, Arp o Miró.

1927 Ingresa en la logia masónica Fraternité, perteneciente al Gran Orient de Francia. Ese mismo año se casa con Esther Chicurel.

1936 Primera exposición junto a los grandes maestros españoles Picasso, Miró y Julio González, en la Galeria de los Zervos. Ese mismo año expone 33

Sin título, 1944 Tinta sobre papel, 18 x 13 cm Fundación Azcona, Madrid

Sin título, 1944 Tinta y lápiz sobre cartulina, 22 x 16 cm Fundación Azcona, Madrid

en Tenerife en la Exposición de arte nuevo. Se produce un nuevo cambio en su estilo pictórico, acercándose al surrealismo y participando en exposiciones junto a Dalí, Magritte y Oscar Domínguez. Cabe destacar la exposición organizada por el MOMA (que compraría la obra que el asturiano prestó) Fantastic Art, Dada and Surrealism. Tras el comienzo de la Guerra Civil Española se alinea en el bando republicano y realiza varios viajes al país. 1937 Expone en el Musée Jeu de Paume en la exposición Origines et developpemet de l´art International independant. 1939 Inicio de la Segunda Guerra Mundial. Sigue viviendo en París a pesar de la invitación del MOMA para exiliarse en Estados Unidos. Su relación con el maestro Picasso se intensifica, su obra evoluciona de nuevo gracias a esta influencia. 1946 Tras el final de la Guerra retoma su actividad artística con más fuerza. Junto a la mayoría de los artistas afincados en París participa en la ex34

Sin título, 1946 Tinta sobre papel, 27 x 21 cm Fundación Azcona, Madrid

Sin título, 1949-1951 Tinta sobre papel, 27 x 21 cm Fundación Azcona, Madrid

posición Arte de la España Republicana que tiene lugar en distintas ciudades europeas. 1947 Conoce a María Zambrano, amiga y confidente durante el resto de su vida. La pensadora escribió dos artículos sobre el artista en los que demuestra la admiración que sentía por su obra. 1948 Conoce a quien será su marchante los veinte años siguientes: Alexandre Iolas. Punto de inflexión en su carrera, comienza en el Château Cantebac Brown (residencia cerca de Burdeos, donde viaja todos los años) su serie de paisajes, empieza a pintar distintas series temáticas: Cráneo, Cráneo y Velas, Palomas... 1949 Empieza a colaborar con el escritor René Char ilustrando alguna de sus obras. 1950 Realiza su primera exposición individual en la Galerie Pierre de París gracias al apoyo del matrimonio Zervos. Ese mismo año conoce a quien años después se convertirá en su ayudante, Xavier Valls.

Sin título, 1954-1955 Tinta sobre papel, 20,5 x 26 cm Fundación Azcona, Madrid

Sin título, 1955 Tinta sobre papel, 21 x 26 cm Fundación Azcona, Madrid

1954 El artista sufre la dura pérdida de su mujer tras varios años de problemas de salud, hecho que le sumerge en una profunda depresión. 1955 Entra en contacto con los Menil, quienes serán sus principales coleccionistas y grandes amigos. 1956 Yvonne Zervos organiza su segunda exposición individual en su galería parisina Cahiers d´Art. 1959 Se casa con Yvonne Bauguen, quien aporta al matrimonio dos hijos de un enlace anterior. 1960 Conoce a Cristóbal Balenciaga. Su relación de amistad durará hasta el fallecimiento del artista. El modisto fue uno de sus grandes apoyos y coleccionista de sus obras. 1965 Tercera exposición individual en la galería Galatea de Turín organizada por Alexandre Iolas. 1968 Tras varios años de problemas de salud y graves problemas económicos, el asturiano sufre un

Marine, 1955-1956 Tinta sobre papel, 14 x 25 cm Fundación Azcona, Madrid

ataque al corazón. Sus amigos, los de Menil y Pablo Picasso, le ayudan económicamente. Ese mismo año su marchante, con el que tiene una relación tortuosa, por fin le organiza una exposición en su Galería Alexandre Iolas en París tras la presión ejercida por el matrimonio Zervos. 1969/ La muestra organizada por Iolas viaja a Milán, /1970 Roma, Madrid, Ginebra y Nueva York. Muere Christian Zervos, se organiza una exposición homenaje en el Grand Palais de París, en la que, por supuesto, Luis Fernández participa. 1972 Primera gran exposición antológica dedicada a Fernández en el CNAC ( Centro Nacional de Arte Contemporáneo) París. Claude Bernard se convierte en su nuevo marchante. 1973 El artista fallece el 25 de octubre en París, es enterrado por deseo expreso junto a su primera esposa en Cantenac (Burdeos). 35

Sin título, 1955 Tinta china sobre papel 34 x 12 cm Fundación Azcona, Madrid

Bibliografía

BOUCROT, Thérèse: 1986. Louis Fernandez. París. LASSO DE LA VEGA, Rafael: 1949. “La peinture abstraite de Louis Fernández”. Cahiers d´Art, 24e année, nº 1, París. MAS HERNÁNDEZ, Ana: 2000. Luis Fernández. Primera catalogación de la obra. Fundación Telefónica. Madrid. SOLSONA, Braulio: 1951. “Cómo se forma la fama de un pintor en París. El caso Luis Fernández”. El Hogar, Buenos Aires. XURIGUERA, Ramón: 1957. “Elemento y unidad en la pintura de Luis Fernández”. Cuadernos, nº 27, París, noviembre-diciembre. ZAMBRANO, María: 1951. “El misterio de la pintura española en Luis Fernández”. Orígenes, nº 27, La Habana. ZAMBRANO, María: 1973. “A Luís Fernández en su muerte”. Triunfo, año XXVIII, nº 583, Madrid.

37

Luis Fernández. La belleza de lo oculto SE TERMINÓ DE IMPRIMIR EN LA SEGUNDA QUINCENA DE ENERO DE DOS MIL DIEZ