ME DESOBEDECE CONTINUAMENTE. CÓMO PONER NORMAS Y LÍMITES Escuela de Familias

Aumentar autonomía Hay que animar al niño a que tome la iniciativa en aquellas tareas acordes a su edad. Conforme va creciendo hay que facilitarle espacios y tiempos donde se respete su soledad, fomentando el desarrollo de su independencia

Desarrollo de la capacidad de descubrir, expresar necesidades y buscar respuestas “Yo solito”

AUTORIDAD Y LÍMITES. ¿Para qué normas? • LES AYUDA A ENTENDER E INTEGRAR LO QUE DEBEN HACER. Un sistema de normas que no sea cambiante le ayuda a predecir las consecuencias de su propia conducta. Le da la seguridad de saber a que atenerse en todo momento. • LE AYUDA A SENTIRSE SEGURO. Todos necesitamos puntos de referencia. Un camino señalado por donde crecer ayuda al niño a orientarse en la vida.

AUTORIDAD Y LÍMITES. ¿Para qué normas? • LES AYUDA A TENER UN BUEN CONCEPTO DE SÍ MISMOS. Les ayuda a "portarse bien" a "ser mejores personas". Todo niño desea portarse bien por que les hace sentirse válidos y buenas personas. Cuando un niño se porta mal, aunque no lo manifieste abiertamente, se siente malo y su autoestima se deteriora. • NO QUIERES MÁS A TUS HIJOS POR CONSENTIRLOS TODO, todo lo contrario, se convierten en niños inseguros e inestables. Los adultos ponen las normas y los límites.

¿Cómo se comporta un niño desobediente? • Hay que llamarles muchas veces la atención y, a veces, no se consigue nada. • Responden que no a las peticiones y órdenes habituales de los padres. • Se niegan a hacer lo que no les gusta o apetece. • Intentan salirse con la suya. • A las peticiones de los padres, suelen proponer alternativas. • En algunos casos actúan ignorando las peticiones de sus padres, como si no las oyeran. • Incumplen sus responsabilidades.

CRITERIOS EN LA PUESTA DE LÍMITES Deben ser apropiados y razonables. Poderse cumplir. Ser fijados de antemano. Explicar las razones del mismo. Simples y usar siempre los mismos términos. • Concretos. • De forma directa y de una en una. • • • • •

Consejos de utilidad • • • • •

No gritar. Asegurarse de que lo ha entendido. No repetir las órdenes mil veces. No entrar en discusiones. Dar apoyos durante su realización y valorar al final. • Confiar en que lo va a cumplir.

Plan para poner límites • Presta atención en todo momento al comportamiento positivo. • Llama a lo positivo por su nombre. • Habla con claridad, tranquilo y firme. • Controla el lenguaje verbal y corporal. • No hay que perder NUNCA el control delante del niño.

Ejemplos prácticos Madre con dos hijas de 8 y 3 años respectivamente. Por la tarde, la mayor le pide ayuda a su mamá para hacer los deberes (repaso de las tablas de multiplicar). Cuando comienzan la actividad, la hermana pequeña comienza a llamar la atención de su madre; lloriquea, pide que jueguen con ella, desordena los papeles de su hermana etc…

¿POR QUÉ LOS NIÑOS DESOBEDECEN? 1. 2.

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El niño es desobediente por propia comodidad. Desobedece sobre lo que no le agrada, no le gusta o le resulta molesto. Es desobediente porque es efectivo, consigue su finalidad: evitar lo desagradable. Los padres suelen llamar la atención repetidamente sin efecto. El niño no obedece y este comportamiento no tiene consecuencias negativas para él. Al no tener consecuencias negativas, al niño le resulta “rentable”: el niño hace lo que quiere, evita lo incómodo, elude responsabilidades. Por la forma de dar las órdenes: en ocasiones los padres las dan sin seguridad y sin el convencimiento de que se van a cumplir. Eso ocurre cuando llamamos la atención “veinte veces” y el niño no hace caso y terminan haciéndolo los padres. Cuando se dan sin seguridad, el mensaje que se le trasmite al niño es que “tienes que hacer esto... pero si quieres”. Los padres no distinguen, y por lo tanto los niños tampoco, lo que son órdenes que deben obedecer y lo que son peticiones o favores que pedimos al niño. Es lo que se suele llamar “órdenes duras” y “órdenes blandas”. Una orden no es negociable, siempre está relacionada con normas y responsabilidades básicas y no hay alternativa; son las “órdenes duras”, por ejemplo, con los cuchillos de la cocina no se juega. Puede ser que el niño no sepa lo que tiene que hacer, bien porque no sabe realizar lo que se le pide o porque no lo entienda. Si decimos “vamos a casa de la abuela, pórtate bien”, ese “pórtate bien”, puede que sea demasiado abstracto y que no lo comprenda si no lo hacemos más concreto, “dale un beso al llegar, no te subas en los sillones, saca tu bolsa de juguetes y tu lápices de colores y llámame cuando quieras algo”.

¿Qué causa los problemas de conducta? • Nivel moderado: principalmente es el uso del mal comportamiento para llamar la atención. Cuando se porta mal los padres instintivamente reaccionan prestando una especial atención: dejan todo y se dedican sólo a él. Su mal comportamiento “es premiado” con la atención de sus padres. • Nivel grave: su comportamiento es efectivo porque consigue lo que quiere de sus padres o de los demás: hacer lo que le apetezca, que cedan a sus peticiones, que se relajen las normas, que se le exija menos, que se concedan caprichos… • Otra causa puede ser que el niño no sepa comportarse mejor, no tiene otra alternativa de comportamiento: no sabe divertirse sin molestar, o conseguir algo negociando… • No sabe tolerar la frustración ni sentirla y expresarla de manera adecuada. • Su comportamiento es la única forma de poner fin a una situación que no soportan: una sobremesa que se hace eterna con los amigos, una jornada de compras, un viaje sin paradas, etc.

PAUTAS EDUCATIVAS INADECUADAS • No hay normas claras y concretas: el niño no sabe claramente lo que tiene que hacer y lo que no, lo permitido y lo prohibido. No sabe cuáles son las responsabilidades que se le exigen de verdad. • Incoherencia de los padres: los padres dicen una cosa, pero luego hacen otra, dicen que no se puede hacer esto, pero al final ceden. Un día no permiten una conducta y al día siguiente sí. Ahora dicen que no y luego que sí. Los niños no saben a qué atenerse. • El mal comportamiento del niño cambia las decisiones de los padres: el niño con su comportamiento negativo o desobediente logra cambiar las decisiones de los padres. Suele hacerse lo que finalmente el niño decide, siendo en realidad el propio niño el que pone las normas. • Las conductas negativas no tienen consecuencias: cuando incumplir normas, eludir responsabilidades o los comportamientos inadecuados no tienen consecuencias negativas para el niño. A veces se llega a amenazar y adoptar medidas pero luego no se llegan a cumplir.

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La falta de constancia por parte de los padres: se muestran inconstantes a la hora de adoptar medidas educativas, de exigir las normas y las responsabilidades del niño. Porque ceden al cansancio o porque no mantienen una continuidad en el cuidado del niño. Los padres no son siempre buen ejemplo para el niño: Los padres siempre, son modelo de cómo comportarse para el niño. Aunque piensen que su hijo no los observa, no es así. El niño aprende por imitación y sus padres son el principal modelo. Los padres no son buen ejemplo cuando discuten entre ellos de manera poco educada, cuando reaccionan coléricamente al volante, cuando no tratan adecuadamente a otras personas… De esas situaciones los niños aprenden a reaccionar y comportarse ante situaciones frustrantes o conflictivas. La falta de acuerdo entre la pareja: El niño debe recibir el mismo mensaje de su papá y de su mamá. En ocasiones los padres se descalifican entre ellos, quitan autoridad, disculpan lo que el otro ha sancionado… Prestar especial atención cuando el niño se porta mal: hay ocasiones en las que el niño sólo consigue que se le atienda cuando se porta mal, o al menos, se le atiende de manera especial. Si esto ocurre, el niño utilizará su mal comportamiento para atraer la atención de sus padres. Un niño decía: “mi madre solo me escucha cuando le grito”.

¿QUÉ HACER EN CASO DE MAL COMPORTAMIENTO?

ESTRATEGIAS EN MOMENTOS DE COMPORTAMIENTO PERTUBADOR

ANTES DE QUE APAREZCA • Anticipar lo que va a ocurrir: en ocasiones, la situación se agrava porque no saben lo que va suceder ni cuánto va a durar y lo viven como una desagradable sorpresa. Para ello lo mejor es avisar de qué va a suceder y cómo se va a desarrollar. Además también debemos decirles cómo esperamos que se comporten de manera concreta. •

Buscar alternativas: en las situaciones en la que los niños se aburren, como las esperas, viajes, hay que llevar consigo materiales variados que puedan entretener al niño; libros, juguetes, rompecabezas, lápices de colores y papel, un DVD portátil. En salidas con amigos, buscar un local con zona exterior donde los niños puedan jugar más o menos seguros.

CUANDO EL MAL COMPORTAMIENTO ESTÁ A PUNTO DE APARECER •

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Desviar la atención: hacia otra situación. Ejem.: Juanjo de seis años está comenzando a ponerse insoportable en el restaurante cuando sus papás y sus amigos está en la sobremesa. Su mamá, discretamente desvía su atención diciéndole que tiene algo en su camisa, que van a salir a la entrada para verlo con mejor luz. Lo coge de la mano y lo lleva a dar un paseo. Recordar las consecuencias: recordarle al niño las medidas que adoptaremos si el comportamiento aparece. Hay que tenerlas previstas con antelación y suelen ser el tiempo fuera, retirada de privilegios o sobrecorreción.

CUANDO EL COMPORTAMIENTO NEGATIVO APARECE Si a pesar de todo lo anterior, el comportamiento perturbador del niño tiene lugar, solo queda adoptar medidas. Cuando el mal comportamiento explota, el niño ya no está en condiciones de escuchar, razonar o dialogar. Evitar, principalmente, que el niño obtenga algún tipo de premio por su comportamiento negativo.  Prestándole una excesiva atención.  Que se salga con la suya, cambiando la decisión inicial de sus padres, evitando una responsabilidad o consiguiendo un capricho.

MEDIDAS QUE SE DEBEN ADOPTAR EN TODOS LOS CASOS DE PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO • TRATAR AL NIÑO CON AFECTO Y CARIÑO – Dando con frecuencia muestras explícitas de afecto. – Prestarles atención y valorar sus cosas. – Elogiar las conductas adecuadas y prestar más atención al niño cuando se porta bien que cuando lo hace mal. – Transmitir al niño seguridad afectiva, sobre todo en edades pequeñas. Los niños necesitan saber que su papá y su mamá les querrán siempre. – Cuidar los pequeños detalles en el trato con los niños: ser delicados, ser detallistas y comunicárselo al niño con expresiones como “esto lo he hecho para ti”. – Por último, los niños necesitan que sus padres les dediquen el tiempo necesario, que es lo contrario de dedicarles el tiempo que nos sobra.

• NORMAS Y RESPONSABILIDADES PARA SU EDAD

• ADOPTAR MEDIDAS – Recordar las norma o responsabilidad: recordársela y exigirle que la lleve a cabo en esa ocasión, si es posible, o en la próxima. – Regañar: cuando incumple la norma hay que decírselo, con buenas palabras, pero con contundencia. A la vez hay que decirle cómo esperamos que actúe. Y compensarle con palabras de estímulo cuando lo esté haciendo bien. – Sufrir las consecuencias. – Sobrecorrección. – Retirada de privilegios. – Tiempo fuera.

IMPORTANTE Ser coherentes Ser buen ejemplo No etiquetar al niño Constancia Ambiente familiar estructurado

EDUCAR :ES SEMBRAR Y SABER ESPERAR

PROBLEMAS DE CONDUCTA DE CARÁCTER LEVE • Comportamiento – Niños a los que hay que llamarles la atención constantemente para que funcionen: “no hagas esto”, “tómate el desayuno”, “estate quieto”, “no grites”, “vístete que llegamos tarde”, “Termina ya el plato”… – Niños en los que las llamadas de atención se repiten innumerables veces hasta que tenemos que actuar. Ej.: “le llamamos veinte veces para que apague el ordenador y venga a cenar, y hasta que no vamos a por él no acude” – Muchas veces no aceptan lo que se les pide y proponen alternativas, pero si los padres son firmes el niño cede. – No suelen hacer “trastadas” y si alguna vez las hacen, suele ser sin malicia y sin intención. – Pueden molestar a sus hermanos y a otros niños, pero esto ocurre por falta de habilidad para negociar con ellos: quieren un juguete y en lugar de pedirlo o cambiarlo por uno propio directamente se lo quitan, sin medir las consecuencias. – Pueden hacer alguna rabieta, pero con muy poca frecuencia o intensidad y rápidamente ceden al mandato de sus padres.

• Consecuencias – Los padres se desesperan, acaban agotados, con la sensación de pasar todo el día dando órdenes. – Como el cumplimiento de cualquier orden resulta costoso para los padres, prefieren hacerlo ellos mismos, aunque con ello refuercen el comportamiento “cómodo” de sus hijos. – Puede tener consecuencias en la escuela: son niños que no hacen nada si no se está pendiente de ellos. – Los problemas de este nivel no implican problemas de relación con los hermanos o con otros niños.

PROBLEMAS DE CONDUCTA DE CARÁCTER MODERADO • Comportamiento –

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La desobediencia es más intensa: habitualmente responden con un “no” a las órdenes de los padres. Se niegan con más firmeza a hacer lo que no les apetece o simplemente ignoran las órdenes haciendo como que no las oyen. Su comportamiento desobediente logra cambiar las decisiones de los padres, por aburrimiento o insistencia. Son caprichosos, no se conforman con lo que los padres les dicen y tienen rabietas si se les lleva la contraria. Suelen hacer travesuras de más intensidad, aunque las consecuencias no suelen ser graves. En ocasiones molestan deliberadamente a los demás: padres, hermanos, familiares, compañeros de colegio… A veces, culpan a los demás de su mal comportamiento y mienten a los padres y profesores. Alguna vez tienen accidentes al no obedecer a sus padres, pero de carácter leve, caídas, o golpes… En ocasiones insultan a los demás. En ocasiones, usan palabrotas o expresiones parecidas. Utilizan su mal comportamiento para llamar la atención o para salirse con la suya. ..\bebellorando.flv

• Consecuencias: – El hecho particular de desobedecer supone para el niño aprender una forma inadecuada de actuar: el niño aprende que puede eludir su responsabilidad o evitar lo que no es de su agrado. – En segundo lugar, con la desobediencia el niño aprende que las normas se pueden incumplir sin consecuencias y las decisiones de sus padres se pueden cambiar. – En este nivel sí hay un deterioro, aunque no sea significativo, de las relaciones con sus hermanos, con otros niños y del ambiente familiar. – Los demás sufren su comportamiento perturbador. Para los padres, implica que haya riñas y enfados frecuentes y por lo tanto un desgaste psicológico mayor. – Al aumentar las riñas, enfados, accidentes y otras consecuencias negativas, también aparecen sentimientos de malestar en el niño.

PROBLEMAS DE CONDUCTA DE CARÁCTER GRAVE • Comportamiento – A menudo se encoleriza y tiene pataletas, siendo estas más habituales y de mayor intensidad. – Las discusiones con adultos (padres o profesores) son más frecuentes y de más virulencia. – Se muestra negativista, incumpliendo reiteradamente las normas propuestas y creando constantemente problemas. – La desobediencia no sólo implica no cumplir las normas o las propias responsabilidades, sino desafiar activamente a los que dan las órdenes en un intento de ponerlos aprueba. – Muchas veces molesta deliberadamente a sus hermanos, a otros niños, a sus padres o a otros familiares. – A menudo el niño incumple los castigos o medidas que los padres adoptan con él. – En ocasiones no presta las cosas de los demás: puede romper deliberadamente juguetes de otros niños, el material del centro escolar o de casa. Hace trampas en los juegos y actividades comunes – Con frecuencia acusa a los otros de sus errores o de su mal comportamiento. – A menudo es susceptible o fácilmente molestado por los otros. Con frecuencia es resentido y colérico, se muestra rencoroso y vengativo – Pueden aparecer comportamientos en el colegio como violencia con sus compañeros, actitud desafiante hacia sus profesores, mentiras…

• Consecuencias: – Hay un deterioro importante de la vida familiar y escolar, de la relación con otros niños y una sensación relevante de malestar en el niño. – Los padres suelen ser las primeras víctimas en sufrir el comportamiento desafiante, así como los hermanos del niño. – Cuando este comportamiento se refleja en la escuela, se deteriora su aprendizaje escolar y la relación con otros niños y con los educadores. En este nivel, lo normal es que los iguales intenten evitar la elación con este niño para no verse involucrados en problemas o no ser víctimas.

EDUCAR A UN NIÑO ES COMO SOSTENER EN LA MANO UNA PASTILLA DE JABÓN, SI APRIETAS MUCHO SALE DISPARADA, SI LA SUJETAS CON INDECISIÓN SE TE ESCURRE ENTRE LOS DEDOS, UNA PRESIÓN SUAVE, PERO FIRME LA MANTIENE SUJETA". Isabel Orjales

Un buen padre y una buena madre valen por cien maestros