Métodos de cosecha. c. Mesquita PRACTICAS CULTURALES

fi cultivo de Ia soja en los trópicos: mejoramiento y producciôn 161 PRACTICAS CULTURALES Métodos de cosecha c. Mesquita Amedida que Ias plantas

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fi cultivo de Ia soja en los trópicos: mejoramiento y producciôn

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PRACTICAS CULTURALES

Métodos de cosecha c.

Mesquita

Amedida que Ias plantas de soja se aproximan a Ia rnadurez normal, Ias hojas se vuelven arnariUas y caen, Ias vainas se secan y Ias semillas pierden humedad rápidamente. Las semillas deben ser cosechadas y almacenadasen cuanto el contenido de humedad disminuye 10 suficiente para que se puedan manipular sin ser deterioradas. Los procedimientos de cosecha dependen deI nivel de mecanización de Ia explotación, que dependea su vez deI tarnafio de Ia misma. En 105 grandes campos de soja Ias plantas en pie on co echadas con combinadas, empero Ia cosecha con estas máquinas no es siempre práctica. Las grandes cosechadoras no funcionan eficientemente en campos pequenos, irregulares o sobre terrenos en pendiente. Por 10 demás, en Ias zonas donde Ia producción agrícola depende principalmente de Ia mano de obra, no se suele disponer de cosechadoras, La soja puede y quizás debaser un cultivo importanteen muchasde estas zonas. La soja se ha cosechado en el Extremo Oriente durante siglos antes de que se inventaran Ias cosechadoras, e incluso hoy se cultiva de igual maneta. Los pequeno agricultoressuelen cortar y arrancar Ias plantas a mano, y transportarias a un lugar donde se concentran Ias labores de trilla. Sin embargo, Ia elevada población de plantas recomendada para un rendimiento óptimo (250000 a 400000 plantas por ha), Ia íijación relativamente firme de Ia planta ai suelo en Ia madurez, Ia dehiscencia de Ias vainas, el tallo grueso y su naturaleza fibrosa hacen de Ia cosecha manual una actividad dificultosa. Estas características pueden a umentar Ias pérdidas considerablemente si no se procede con cuidado durante Ia co echa. Además, Ias partículas del sueloque permanecen adheridas a Ia raízcuando

Ias plantas son arrancadas causan desgaste a Ias desgranadoras y aumentan el contenido de materias extra nas en el grano cosechado. Las combinadas generalmentecortanlas plantas a una altura de 10 em sobre Ia superficie del suelo. Enel Valledel Cauca, en Colornbia, donde se cultivan cultivares de ciclo corto, Ia cortadora de barra de Ia combinada puede pasar a través o por encima de muchas vainas en Ia cosecha directa. Para obviar este inconveniente, Ias plantas son arrancadas y puestas en hileras de recolección durante Ia mafiana, y cosechadas por Ia ta rde con hi leradoras que se fijan a Ia com binada. Las plantas no son arrancadas por Ia tarde porque esto pod ría aumentar Ias pérdidas por desgranado. En cada hilera de recolección hay 8 a 12 surcos (según el ancho de Ia hilera);cuatro personas trabajando desde Ias 6 hasta Ias 11 de Ia mafiana pueden hilerar una hectárea de soja. Una cosechadora colecta 8 ha en una tarde. Así, son necesarios 32 opera rios para arrancar Ias plantas queserán cosechadas por cada máquina. La rentabilidad de este procedimiento depende de los jornales que se pagan a los trabajadores y de Ia cantidad depérdidas por barra de corte que puedan resultar de Ia cosecha de Ias plantas erectas. Para los cultivares de ciclo corto, Ias pérdidas por barra de corte pueden alcanzar un tercio de Ia producción total de muchos campos. Admitiendo que Ias pérdidas por encamado sean insignificantes, Ias perdidas causadas por vainas bajas pueden ser reducidas aumentando Ia población de plantas y asegurando una adecuada fertilidad del suelo (EMBRAPA, 1978). Los cultivares tarnbién difieren en Ia altura de Ia primera vai na. Los cuItivares altos y de maduración tardía generalmente producen menos vainas próximas al suelo qu 105 cultivares bajos y de maduración ternprana.

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Se practica Ia cosecha semimecánica cuando no se dispone de maquinaria grande ocuando Ia escala de producción no permite el uso de cosechadoras autopropulsadas. Las máquinas especialmente disefiadas para cortar y reunir Ias plantas se u tilizan en los campos de soja pequenos. Las hileradoras autopropulsadas cortan e hileran Ias plantas dejándolas prontas para ]a recolección y trilla. Las segadoras mecánicas autopropulsadas cortan y reúnen Ia soja en paquetes que se dejan sobre el suelo para el transporte y trilla. En Ias zonas de clima seco, estas operaciones serealizan por Ia mafiana parareducir Ias pérdidas por desgranado. La trilla se efectúa tan pronto Ias vainas están suficientemente secas para abrirse con facilidad. Las modalidades de Ia trilla varían de una regióna otra. En muchaszonas, los agricultoresen pequena escala cosechan y trillan manualmente. La trilla se suele realizar colocando Ias plantas secas sobre una superficie y golpeándolas con un bastón hasta que todas Ias vainas se abran. Un método más perfeccionado consisteen un pequeno trillador estacionário en el cual un cilindro de trilla accionado manualmente golpea Ias vainas para extraer el grano (Deere and Com pany, 1973). La trilla también se realiza por pisoteo de Ias plantas. Los tractores se utilizan de un modo similar. Cuando Ia trilla concluye, los tallos y Ias vainas se retiran, y Ias semillas se reúnen y se limpian. Las plantas tarnbién se suelen colocar en un piso fijo elevado, desde el cual Ias semillas caen a travé de paletas, a medida que se eparan de Ias vai nas por golpeado. Este procedimiento probablemente reduce el dano mecánico. Cuando el propósito dei cultivo de Ia soja es Ia obtención desernilla, sedebevelarpor la calidad de ésta, cualquiera sea el método de cosecha. La soja se puede trillar manualmente con un mínimo de dano mecánico utilizando una caja de madera sinfondo. Los tallos se sostienen cerca de Ia raíz, y Ias plantas, colocadas ai revés, se golpean contra Ias paredes internas de Ia caja, Esta última se dispone sobre una bandeja o un tamiz para Ia operación de limpieza. La trilla mecanizada es cada vez más común,

y existen trilladoras estacionarias de diversos tipos y tamafios, Las máquinas se deben ajustar cuidadosamente para minimizar los danos mecãnicos. En general, Ia trilla manual dana menos Ia soja y determina una mayor germinación, pero el ahorro de tiempo justifica el que se recurra a Ia trilla mecánica. COSECHA

MECANIZADA

Si bien Ias cosechadoras combinadas han sido utilizadas para cosechar soja por más de 65 anos, no fueron disefiadas originalmente para este cu ltivo. La primera cosechadora de soja fue construida en lllinois en 1924, y representó un considerable incremento de Ia eficiencia de cosecha; ello explica que estas máquinas fuesen adeptadas rápidamente (Quick y Buchele, 1978). Sin embargo, Ia cosecha siguesiendo unaoperación delicada dei proceso de producción, particularmente en el caso de Ia soja. Los problemas relacionados con el gran tamafio de lascosechadoras, tales como Ia compactación dei suelo, los costos de funcionarniento, el consumo de energía y el carácterdehiscentede Ia soja, hacende Ia cosecha uno de los aspectos más importantes dei cultivo. Lossuelos que habíansidocompactadosen 1981 por pesadas cosechadoras en Minnesota, Estados Unidos, eran aÚI1Ia causa de Ia reducción delrendimientodel cultivo en 1988, aunque Ia soja parecía ser el cultivo menos afectado por Ia compactación dei subsuelo a largo plazo (Marking, 1989). Duey (1987a y b) menciona que el precio de Ia cosecha de Ia soja con combinadas en Nebraska, Estados Unidos, era en promedio de46,38dólaresEE.UU. por ha, cifra que era más dei doble dei precio de Ia aradura con un arado de rejas, Ia se gunda opera ción m ás cara. La cosecha con combinadas ocupaba el segundo lugar entre Ias operaciones que consumen m ás energia entre aquellas necesarias para producir soja (Shelton et al., 1979; Deere and Cornpany, 1981; Mesquita, 1982). Pérdidas durante Ia cosecha con combinadas

Las pérdidas d u ran te Ia cosecha representan uno de los mayores problemas del cultivo de Ia soja,

cultivo de Ia soja en los trópicos: mejoramiento y producciôn

incluso en los Estados Unidos, donde los métodos de producción son los más avanzados. Un estudio sobre los últimos 65 anos indica que Ias pérdidas de campo eran deI 11,6 por ciento en Illinois en 1927; del 8,34 por ciento en Indiana; deI 8,99 por ciento en Illinois, y hasta deI 12,36 por cientoen Virginiaen 1939 (Sjogren, 1939). De cinco campos estudiados en Virginia, Ias pérdidas en dos de ellos fueron del 6,01 y 5,98 por ciento. Estas valores son aceptables aun en Ia actualidad, e indican que Ias reducciones en Ias pérdidas alcanzadas a 10 largo de 105 anos se han debido más aI cuidado de Ias operaciones que a 105 perfeccionamientos de Ias cosechadoras. De hecho, Marking (1986) advirtióque losagricultores podrían incurrir en pérdidas del8 a 10 por ciento en los Estados Unidos, a menos que procediesen conmayorescuidadosenla producción y cosecha del cultivo. La población de plantas y el espacio entre Ia líneas deben ser seleccionados atentamente para minirnizar el encarnado y evitar Ias ramificaciones, y producir pocas vainas debe también ser mantenido librede malezas. Durante Ia cosecha, Ia combinada debe estar correctamente ajustada y se ha de accionar en Ia forma apropiada. Las pérdidas durante Ia cosecha pueden ser c1asificadas en pérdidas anteriores a Ia cosecha, pérdidas durante Ia trilla, pérdidas durante Ia separación, y pérdidas que ocurren en el colector. Las pérdidas anteriores a Ia cosecha pueden ser minimizadas si el contenido de humedad de

bajas, EI campo

Ia soja es apropiado; éstas son nulas cuando Ia cosecha escompletadaantesdeque Ia humedad de Ia semilla sea inferior alIO por ciento (Lamp et aI., 1961). Estos autores encontraron que el80 por ciento de todas Ias pérdidas se debían a Ia recolección o tenían lugarenel colector. De és tas, 55 por ciento se debían al desgranado, 28 por ciento ai encamado y a pérdidas de tallos, y 17 por ciento eran pérdidas en el rastrojo. El desgranado esel resultado de Ia dehiscencia de Ia vaina y de Ia acción de lasfuerzas mecánicas durante Ia cosecha. Si Ia cosecha mecánica se rea liza con el debido cuidado, Ias pérdidas de trilla y separación pueden ser mínimas. Se han efectuado mejoras en Ias operaciones

de trilla y separado,

y

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actualmente los disposi tivos para estas operaciones son más fáciles de ajustar. Los componentes de Ia plataforma que causan pérdidas son el tambor, el sinfín y Ia barra de corte. Quick (1973), en un análisis de laboratorio deI colector de Ia cosechadora, y Dunn et ai. (1973), en estudios de campo, concluy ron que Ia barra de corte ocasionaba el80 por ciento de Ias pérdidas de cabecera, el sinfín el 13 por ciente, y el tambor el 7 por ciento. De Ias pérdidas totales causadas por el tambor, aproximadamente el 90 por ciento se debían aI desgranado (Dunn et al., 1973). Estas erancausadas por el impacto y el movimientode Ia bandeja y el tambor y los tallos de Ias plantas, Ia aceleración de los tallos y de Ias vainas por el tambor, y el movimientoy lafricciónde 105 tallos adyacentesdurantela compresión por el tambor. ave et ai. (1972) constataron que Ias pérdidas causadas por el colector eran un25 por ciento más a Itas cuando el sinfín giraba a 145 r. p.m. que cuando 10 hacía a 197 r.p.m. El aumento de Ias pérdidasse debía princi paLmente ai desgranado durante el corte deI material vegetal. Sin embargo, según Quick (1973), Ias pérdidas en el colectorpermaneáan constantes entre 90 y240 r.p.m., a una velocidad de Ia cosechadora de 4 km por hora. Las pérdidas por desgranado causadas por Ia barra de corte resultan deI despojado y corte de Ias vainas, Ia agitación de 105 tallos y vai nas, y Ia fricción de los tallos adyacentes durante Ia compresión por Ia barra de corte (Lamp el al., 1961). Quick y Buchele (1974) utilizaronla fotografíade alta velocidad para cornprobar que el 80 por ciento de Ias pérdidas de recolecciónse debían a Ia acción de Ia barra de corte. EI movimiento lateral de los tallos durante el corte y el movimientodevaivénde Ia barra ai arrojar Ias plantas fuera de Ia plataforma se apreciaban claramente. Este fenómeno aumentaba con Ia velocidad de desplazamiento de Ia cosechadora, cuando Ia velocidad convencional de Ia segadora era de 500 ciclos por minuto (c.p.m.). La velocidad de Ia segadora parece no tener un efecto significativo enlas pérdidas por desgranado si el con tenido de humedad dela soja es del 13 porciento; perosi es del l l por ciente, Ias pérdidas aumentan propor-

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cionalmente a Ia velocidad de segado, y son mucho mayores a 900 c.p.m. que a 500 c.p.m. (Nave y Hoag, 1975). Lampet al. (1962) también encontraron una relación entre el contenido de hu medad deI grana y Ias pérdidas por desgranado, y Quick (1972) constató que Ias misma aumentaban casi en forma exponencial cuando el contenido de humedad disminuía. Claramente, Ias pérdidas por desgranado son el principal factor de Ias pérdidas durante Ia cosecha, y pueden representar una parte sustancial de Ias pérdidas de beneficias potenciales de Ia producción de soja. Reducción de Ias pérdidas por desgranado

En 105 programas de mejoramiento de Ia soja Ia resistencia al desgranado se considera como un carácterimportantepara Ia selección, que permite reducir el número de progenies, incluso antes de que se evalúe el rendimiento (Brim, 1973). Varias investigadores (St. Martin, 1977; Quick, 1974) han identificado caracteres que pueden mejorar Ia eficiencia de selección. Se han disefiado equipas para reducir Ias pérdidas de cosecha, principalmente Ias que se deben aI desgranado. Las piezas de recolección se han modi ficado para reducir el impacto sobre Ias vainas de soja o para disminuir Ia altura de corte. La innovación más estudiada ha sido el transporte de Ia semilla por medio de aire cuando Ias vainas se rompen al ser cortada Ia planta. EI primerequipo que incorporóeste sistema fue un transportador de aire construido en 1969 (Nave et al.,1972). Comparado con el colector estándar, esta máquina no redujo significativamente Ias pérdidas tota les por desgranado porque se producían otras entre Ia barra de cortey el conducto de descarga deairedebido alaformadeéste.Sin embargo, existía una diferencia notable en Ia capacidad de alimentación entre el colector deI transportador de aire y el colector e tándar. EI movimiento deI material hacia el sinfín era muchomás suave cuandose utilizaba el colector del transportador de aire, que reducía Ias pérdidas por desgranado causadas por Ia acción violenta deI tambor y el sinfín. Como había más espacio

de cosecha

para introducir el material suavemente bajo el sintín, Ias pérdidascausadas por este dispositivo también se reducían. Tate y ave (1973) utilizaron un sistema de propulsión de aire enla barra de corte fluctuante deI colector. Las pérdidas totales se redujeron en un 43 por ciento en comparación con Ias que se producían en el colector estándar. Hubo menores pérdidas de tallos y en el rastrojo, y una pequena reducción en Ias pérdidas por desgranado. Tunnel et at. (1973) disefiaron un ensayo de laboratoriopara evaluarelsistemade propulsión de aire. Se utilizaron picos con orifícios de 0,4 cm para inyectar aire en Ias barras de corte. EI flujo de aire para un colector de 1,5 m de ancho requería aproximadamente 13 hp. Se consiguió reducir Ias pérdidas en 35 a 44 por ciento con colectores de barras de corte estándar o f1uctuante, respectivamente. Waitetnl. (1974) e tudiaron laspérdidasdela soja que ocurren en Ias barras de corte empleando corri entes de ai re de baja presión. Cuando 10 picos grandescstabanlocalizadosen el frente de Ia barra de cortey dirigidos hacia Ia parte posterior de Ia plataforma, Ias pérdidas se producían dentro dei colector. Se obtuvo una reducción apreciable en Ias pérdidas cuando el contenido de humedad de Ia soja era inferior aI 12 por ciento. Con uncontenidode humedad del 11por ciento, Ias pérdidas se redujeron en un 52 por ciento. La potencia necesaria fue menor de 1hp por pico a una velocidad dei aire de 8,63 m/sen Ia barra de corte. Fayz y Hanna (1979) también utilizaron corrientes de aire para reducir Ias pérdidas de cosecha debidas aI desgranado. Schertz (1970) redisefí.ó el colector, reernplazando el tambor y Ia segadora por rodillos verticales y cortadores rotativos para sostener y reunir Ias plantas de soja con un agitado mínimo, y consecuentemente disminuir Ias pérdidas por desgranado. Los rodillos de este colector se cerraban hacia Ias f1ancos de Ia IÚ1eade plantas sosteniéndolas sin agitar ni tirar de Ias vainas. Entonces, Ias cortadoras rotativas seccionaban Ias plantas cerca dei suelo. Las plantas cortadas caíandentrodeun transportador y eran lIevadas al sinfín. De esta manera, Ias pérdidas se redu-

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cían entre un tercio y dos tercios, dependiendo deI cultivar de soja que se cosechaba. Los colectores basados en este principio existen en el comercio y se conocen como colectores de línea del cultivo. Williams y Richey (1973) disefiaron un unidad recolectora similar para Ia soja, que arrancaba Ias tallos en lugar de cortarlos. Se utilizó el colector de una cosechadora combinada de maíz convencional como soporte para el sistema de rodillos opuestos que apresaban y envolvían Ias plantas. Un transportador de cintas ondulante accionado por cadenas fue colocado sobre 105 rodillos para mover Ia planta hacia el sinfín. Los rodillos arrancabanlas plantas cerca del nível deI suelo. La unidad dearranqueredujolas pérdidas a 28,3 por ciento respecto a Ias que se registraban con Ia plataforma convencional en Ias mismas condiciones. Los accesorios nuevos o mejorados para Ias piezas deI colector contribuyen a reducir Ias pérdidas, sin que se deban hacer mayores carnbios. Se encuentran en el mercado conos levantadores para plantas de soja y barras de corte fluctuantes (Anónimo, 1977). Estos accesorios tienen por finalidad contrarrestar un tipo específico de pérdidas. Se han comercializado diversos tipos de colectores especiales. Uno de ellos es Ia barra de corte flexible. Las menores pérdidas de rastrojo que se consiguen son prácticamente neutralizadas, sin embargo, por un aumento de Ias pérdidas por quebraduras (Mesquita y Hanna, 1979;Mesquita et ai., 1980). Las propiedades de este dispositivo se incorporaron en el colector flexible, que es el accesorio de que se dispone corrien temente pa ra Ia mayoría de Ias cosechadoras. El colector de altura controlada automáticamentees el dispositivo de mayor importancia. Los diseíiadores de maquinaria agrícola necesitan de mayor información sobre Ias propiedades de los cultivos que conclicionan Ia eficiencia de cosecha, con el fin de construir modelos quese puedan adaptar fácilmente a Ias condiciones cambiantes del cultivo. Entre Ias propiedades que más influyen en el disefio se cuenta Ia capacidad de desgranado, o grado de dificultad con

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que Ia semilla se separa de Ia vaina (Stephens y Rabe, 1977). El contenido de hurnedad de Ia semilla es un factor importante, puesto que Ia energía requerida para causar Ia quiebra de los granosdesojadisminuyecuandoelcontenidode hurnedad de Ia sernilla decrece (Hoag, 1972). Las propiedades físicas de Ia sernilla, vaina y planta de Ia soja que contribuyen aI desgranado no son tota Imen teen tendidas. Hoag (1972) constatóque solo se necesita una pequena energía para abrir Ias vainas a velocidades de impacto similares a Ias deI tambor y de Ia barra de corte de Ias cosechadoras. Weeks et al. (1975) comprobaron que Ia fuerza de fijación de Ias semillas es reducida en Ias vainas húmedas, aumenta rápidamente con el secado, y posteriormente disminuye cuando Ias sernillas se secan completamente. Mesquita y Hanna (1975)estudiaronlas pérdidas enel colector, en el Brasil, y lIegaron a resultados que coincidían con los de Weeks et al. (1975): Ias pérdidas eran mayores cuando el contenido de humedad de Ia semilla era superior al 15 por ciento; disminuían cuando Ia humedad era del 13 por ciento aproximadamente, y aumentaban rápidamente cuando Ia humedad era menor deI 10 por ciento. Si Ia cosecha se realizaba cuando los contenidos de humedad determinaban pérdidas elevadas en el colector, tam bién eran mayores los danos mecánicos causados a Ia semilla, y Ias poblaciones de hongos y bacterias que se encontraban en Ia sernilla eran más numerosas despuésde seis meses dealmacenamiento (Costa etal., 1979). EI poder germinativoyvigorseguían un patrón inverso (Mesquita et al., 1980). Eficiencia de Ia cosecha con combinadas

La primera máquina trilladora fue patentada en Escocia en 1788,y estaba dotada de un mecanismo similar al que se encuentra en Ias cosechadoras modernas (Quick y Buchele, 1978). Constaba de un rodillo rotativo o cilindro con filos cortantes para gol pear Ias plantas que se introducendiametralmenteen Iaabertura entre el rodillo y sobreuna superficiecóncava próxi ma. Debido a Iavelocidad del cilindroy aI mecanismo de alimentación delos rodillos, Ias plantas eran gol peadas unas 19 veces

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cada 30 cm de avance a través deI cilindro. Esta tril1adora empleaba Ia mayor parte de su energía para desmenuzar Ia paja. Las trilladoras patentadas en Inglaterra entre 1802 y 1805 tenían cilindros quetrabajaban principalmente por fricción. Las plantas se introducían tangencialmente dentro deI cilindro. EI cilindro y el contratambor cóncavo eran abiertos, permitiendo Ia separación de algunos granos a medida que Ias plantas avanzaban. EI contratambor cóncavo envolvía los tres cuartos de Ia circunferencia deI cilindro. La velocidad de este último era de 20 ml s, y Ia trilla tenía lugar en un espacio de 1,2 m. Aunque había menos paja desmenuzada, 10 que indicaba que Ia energía se empleaba mejor que en Ia máquina escocesa, Ia alta velocidad deI cilindro aún causaba un consumo de energía elevado. Cuando se trilla soja Ia calidad deI grano o de Ia semilla es un aspecto muy importante. Una manera de mejorar Ia calidad de Ia semilla es reducir el daüo mecánico causado por el mecanismo de trillado de Ia cosechadora. Los perfeccionamientos realizados para reducir el dano causado porIa trilla y aumentareI volumende Ia misma se observan en Ia tril1adora rotativa. Esta máquina tiene uno o más rotores longitudinales que reemplazan los cilindros laterales y los cargadores de paja de Ias cosechadoras convenci 0nales. EI rotor en espiral conduce Ias plantas hacia atrás, pasando por el contratam bor cóncavo varias veces. Elmaterial está sujeto a menos im pacto con el rotor que con el cilindro convencional, yelprocedimientoesmássuave.Skromme (1977) comprobó que Ia capacidad de trilla era mayor, y que los dafios a Ias semillas eran menores con el sistema de rotores paralelos que con el cilindro de trilla transversal convencional. La tendencia a reducir el consumo de energía, el tarnafio de Ia cosechadora y los costos operacionales y mejorar Ia calidad deI producto implica que Ia cantidad de material que pasa a través de Ia cosechadora ha de ser menor y que se ha de contener Ia innecesaria trilladura de los tallosde Ias plantas. La cosechadoras que incorporan estas características ya se han comercializadoen Europa (Vincent y Mowitz, 1987).

Métodos

ESTIMACION

DE LAS PERDIDAS

de cosecha

DURANTE

LA COSECHA

La determinación de Ias pérdidas durante Ia cosecha es un asunto aI cual se suele dar escasa im portancia, y ello contribuye a agudizar el problema.Senecesita por lotanto unmétodorápido, sim pie y confiable. orrnalmente, para estimar Ias pérdidas s siguen tres pasos principales: recolectar Ias semillas dei suelo, en una superficie conocida; contar el número de semillas; y evaluar Ias pérdidas basándose en la hipótesisde que un número dado de semillas por unidad de superficie puede ser equivalente a una cantidad específica de pérdidas. En los Estados Unidos, se estimaque4 semillas por30 em? quivalen a una pérdida de 35 litros por 0,40 ha (Bashford, 1978; Byg, 1974), considerando que 100semillas pesan 15,6 g. Estos cálculos son lentos y poco exactos. Se han construido sensores electrónicos que se montan en lascosechadoras para contareI número de semillas perdidas por hectárea (Andrade, 1991). Este procedimiento no es muy fiable, porque solo se cuentan Ias sernillas que pierde Ia máquina. Un método volumétrico que ahorra tiempo ha sido desarrollado por Mesquita y Gaudêncio (1982). La estimación de Ias pérdidas depende de Ia correlación entre peso y volumen de Ia semilla. Solo son necesarios dos pasos: Ias semillas son recolectadas en una superficie determinada después de Ia cosecha; luego, se estiman Ias pérdidas por una simple lectura deI valor de una tabla impresa sobre un vaso de plástico transparente en el cual se colocan Ias semillas recolectadas. Con este método se estima correctamente el peso de Ia sernilla perdida con una probabilidad d 0,94, mientras que con el método convencional descrito anteriormente se estima correctamente el peso con una probabilidad de solo 0,27 (Mesqu ita y Silveira, 1992). PREVENCION

DE LAS PERDIDAS

Pueden ocurrir pérdidas cuantiosassino seprocede con cuidado durante Ia producción y Ia cosecha. La reducción de Ias pérdidas se debe principalmente a Ia correcta ejecución dela operación de cosecha. Por 10 tanto es importante considerar que más deI 80 por ciento de Ias

EIcultivo de ia soja en Ias trópicos: mejoramiento y produccián

pérdidas ocurren en el colector de Ia cosechadora. En Ia mayoría de los casos, estas pérdidas pueden ser mantenidas a niveles bajos si se observan Ias in trucciones siguientes: • reemplazar Ias cuchillas quebradas, alinear 105 protectores y ajustar Ias aberturas de Ias barras de corte; • mantener Ias barras de corte 10 m ás cerca dei suelo posible; • hacer funcionar Ia máquina a Ia velocidad apropiada, generalmente entre 4 y 5 k.mpor hora. La velocidad puedeser estimada caminando ai lado de Ia cosechadora en movimiento y contando el número de pasos grandes (aproximadamente 90 em) durante 20 segundos, y multiplicando el número de pasos por 0,16; • ajustar Ia velocidad dei tambor para que sea aproximadamente 25 por ciento más rápida que Ia velocidad de Ia cosechadora; • ubicar el eje deI tambor a 15 a 30 em frente a Ia barra de corte; • elevarei tambordemanera que toque suavemente las plantas en su mitad superior antes que sean seccionadas por Ias barras de corte. Las pérdidas debidas a Ia trilla, separación y limpieza se cifran en un 15 por ciento. Si bien estas pérdidas pueden ser más altas que Ias pérdidas debidas a Ia recolección, tomando Ias precauciones siguientes es posible reducirlas a niveles insignificantes: • ajustarei espacio entreel cilindroy el contratambor côncavo, dejando una anchura suficiente para un trillado completo (este espacio también minimizará el dano mecânico a Ia sernilla): • ajustar Ia velocidad dei cilindro (Ia rotación debe ser 10 más lenta posible para evitar el dano m cánico a Ia sernilla, pero 10 suficientemente elevada para Ia trilla de Ias vaina ); • mantener el tamiz dei contra tambor cóncavo limpio; • mantener Ias conductores de paja limpios; • ajustar Ia abertura de Ias zarandas; • ajustar Ia velocidad dei ventilador. Casi todas Ias cosechadoras funcionan más eficientemente cuando Ia humedad de Ia semilla

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es dei 13 por ciento (Mesquita et al., 1980); si el nivelde humedad es algo más bajo o más alto, es preci o ajustar Ias máquinas cuidadosamente. A niveles más altos de humedad, Ias semillas más blandasson amasadas y pueden pasar a través de Ia máquina más vainas in trillar. A niveles más bajos de humedad, Ias semillas se quiebran más fácilrnente. Además de Ias semillas quebradas o hendidas, existen otros danos que reducen Ia germinación. EI rompimiento de Ias semillas puede sercontenido reduciendo Ia velocidad dei cilindro, aumentando el espacio entre Ias cilindros y el contra tambor côncavo, o abriendo Ias zarandas más ampliamente. Una cosechadora ajustada apropiadamente puede cosechar semilias de soja que contengan menos dei 12 por ciento de humedad sin causar graves danos mecánicos.

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