Reinos cristianos en la baja Edad Media. Reconquista

Historia de España. Reino cristiano. Sociedad cristiana

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LA EDAD MEDIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA: LOS REINOS CRISTIANOS. REPOBLACIÓN Y RECONQUISTA
LA EDAD MEDIA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA: LOS REINOS CRISTIANOS. REPOBLACIÓN Y RECONQUISTA. 1. Los reinos cristianos.  La rápida conquista musulmana de

TEMA 3. LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA EDAD MEDIA: LOS REINOS CRISTIANOS (SIGLOS VIII AL XIII)
TEMA 3. LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA EDAD MEDIA: LOS REINOS CRISTIANOS (SIGLOS VIII AL XIII) 0. INTRODUCCIÓN: El origen de los reinos cristianos penin

LA IGLESIA EN LOS REINOS CRISTIANOS
CAPITULO LA IGLESIA EN LOS REINOS CRISTIANOS 2 LA ALTA EDAD MEDIA Lo sucedido en la edad media, que, ampliadamente, comprende de los siglos VI-XV,

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Introducción La presencia y poder de los reinos cristianos en España desde el siglo VIII en adelante se produce por unos avances que duraron mas de 7 siglos. España fue ocupada por los musulmanes que entraron por el Estrecho y de ahí en adelante fueron apoderándose de la península Ibérica con lo que los Visigodos fueron reducidos de una manera o de otra porque aunque a estos se les respetasen por aceptar la invasión musulmana, el poder que habían logrado tras la caída del imperio Romano era insignificante comparado al que los musulmanes de respetaban. Los musulmanes fueron entrando por el estrecho y se apoderaron progresivamente de la península, empezaron por al−Andalus y terminaron cerca del reino de lo que es hoy Aragón y Cataluña. Se quedaron ahí a causa de que los franceses se habían afincado allí, el represéntate de aquella zona era Aureolo u Oriol y su instalación allí no tenia otro objetivo mas que los musulmanes no se apoderaran de Francia, he de ahí la vinculación histórica que siempre ha tenido Cataluña con Francia y de ahí también se explica que hoy Cataluña sea una de las regiones más prosperas. De todos modos Los musulmanes no iban a avanzar hacia Francia debido a que en la península tenían todo lo que ellos querían y venían buscando, y a que el clima no era el mismo que tenían ellos en sus países natales. Los musulmanes pusieron su capital principal en Córdoba, construyeron lo propio de sus costumbres como eran las fuentes y las iglesias que ellos la llaman mezquitas, hoy tal patrimonio es cultural andaluz y atrae a gran multitud de turistas. Otras ciudades importantes fueron Sevilla y Málaga entre otras, esto se puede ver reflejado en los diversos monumentos que hay en dichas ciudades. Los musulmanes entraron el España debido a la crisis visigoda y al gran ejercito que traían. Los musulmanes introdujeron una agricultura mas avanzada de regadío, trajeron frutos de sus países para cultivarlos aquí, como el café entre otros. El comercio era lo que más se imponía, he de ahí que después de la reconquista cristiana se retrocediese en ese aspecto debido a que los cristianos imponían la agricultura por encima de todo. La caída musulmana empieza en la Batalla de Covadonga en el año 722 y la protagoniza el reino Astur−Leones. Desde ahí hasta la caída del reino Nazarí de Granada se aprecian retrocesos y avances tanto por parte cristiana como por parte musulmana. Todo empieza con una reconquista que culminaran los reyes católicos en el año 1492 con la conquista de Granada. 1.La reconquista 1.1Concepto Término que designa la actividad militar llevada a cabo por los núcleos políticos cristianos de la península Ibérica, en el transcurso de los siglos VIII al XV, con la finalidad de recuperar el territorio que, con anterioridad, había sido ocupado por los musulmanes. 1.2Características generales Tradicionalmente se ha puesto mucho énfasis en el sentido religioso de la Reconquista, presentándola como una cruzada de larga duración de los cristianos contra los infieles. Ahora bien, ese aspecto no estuvo presente de manera efectiva en la Reconquista hispana por lo menos hasta la segunda mitad del siglo XI, época de la gestación de las Cruzadas en el Occidente cristiano. Otro rasgo peculiar de la Reconquista hispana es la pretensión puesta de manifiesto por los reyes y príncipes cristianos de reconstruir el fenecido reino visigodo, pues se consideraban sus legítimos herederos. Eso explica que se creyeran con derechos suficientes para repartirse el territorio de al−Andalus antes de haberlo conquistado, como se puso de manifiesto en los tratados firmados por Castilla y Aragón en los siglos XII y XIII. De todas formas en el fenómeno reconquistador, y en el proceso repoblador que le siguió indefectiblemente, intervinieron numerosos elementos, tanto demográficos como económicos, sociales y políticos. En efecto, el proceso reconquistador y la consecuente repoblación supusieron el trasvase permanente de contingentes humanos que se desplazaban desde las tierras septentrionales hacia las meridionales. En el plano 1

económico, la incorporación de las tierras ganadas a los musulmanes significaba un incremento notable, a la vez que una diversificación, de las posibilidades productivas de los núcleos cristianos. Asimismo, la Reconquista y la repoblación desempeñaron un papel de primer orden en la formación de la sociedad de la España medieval cristiana, ya fuera a través de la participación en las campañas militares o en los procesos de colonización posteriores. No podemos dejar al margen, por último, el significado político de la 'guerra divinal', como se denominó a la pugna mantenida con los musulmanes, motivo de permanentes encuentros y desencuentros entre los diversos núcleos de la España cristiana. 1.3Orígenes de la Reconquista en el norte cantábrico La invasión musulmana de Hispania tuvo lugar el año 711. Apenas unos años más tarde todo el territorio de la península Ibérica había caído en poder de los islamitas, que apenas hallaron resistencia en su avance. Hay que tener en cuenta que buena parte de la nobleza visigoda aceptó a los invasores, a cambio de mantener sus privilegios y sus propiedades. Ahora bien, los musulmanes no prestaron la misma atención a todo el territorio ocupado. De hecho, los límites efectivos de al−Andalus tenían como fronteras septentrionales el sistema Central, en la zona occidental, y el valle del Ebro, en la oriental. En la cuenca del Duero se instalaron simplemente unas cuantas guarniciones de bereberes, las cuales, al parecer, abandonaron el territorio a mediados del siglo VIII. Por lo demás, en las montañas del norte, desde la cordillera Cantábrica hasta los Pirineos, seguían viviendo los viejos pueblos prerromanos allí asentados, entre ellos los astures, los cántabros, los vascones o los hispani. El punto de partida de la Reconquista se encuentra en la zona astur−cántabra. Los pueblos de aquel territorio se opusieron a los musulmanes como antes lo habían hecho a los romanos o a los visigodos. De todas formas en la zona astur−cántabra la presión musulmana era inferior a la existente en la región pirenaica, en donde los islamitas, firmemente instalados en el valle del Ebro, situaron fuerzas militares con la finalidad de contrarrestar el posible peligro franco. Eso explica que el avance reconquistador fuera más rápido por el occidente de la Península que por el oriente. Así las cosas, mientras los cristianos se establecieron en el río Duero hacia el año 900, la llegada a la zona del Ebro medio no se produjo hasta dos siglos más tarde, en los albores del siglo XII. El año 722 los habitantes de las montañas astures, dirigidos por el noble visigodo Pelayo, pusieron en fuga a una columna musulmana que se había adentrado por los picos de Europa. Dicho acontecimiento es la denominada batalla de Covadonga. El suceso tenía escaso relieve desde el punto de vista militar, pero las crónicas cristianas elaboradas posteriormente por los clérigos de la corte astur la consideraron ni más ni menos como "la salvación de España". A partir de esas fechas se constituyó en las montañas cantábricas el primer núcleo político de resistencia al islam que nacía en la Península, el reino de Asturias (o astur). A mediados del siglo VIII Alfonso I recorrió la cuenca del Duero, contribuyendo a despoblarla pues, al decir de una crónica posterior, "yermó los campos llamados góticos". En el siglo IX el reino astur fue progresando hacia Galicia y hacia las llanuras de la cuenca del Duero, en la medida en que se lo permitían tanto sus posibilidades demográficas como la oposición de los musulmanes. De todas formas la ocupación de ese territorio no requería su conquista militar previa, pues se trataba de una auténtica tierra de nadie que no estaba sometida a ningún poder político. En tiempos de Ordoño I la frontera meridional del núcleo astur llegaba a la línea marcada por las localidades de Tuy, repoblada el año 854, Astorga, colonizada en la misma fecha, y León, que se incorporó al dominio cristiano en el año 856. Al finalizar el siglo IX, siendo rey Alfonso III, los cristianos, aprovechándose de los conflictos internos que habían estallado en al−Andalus, alcanzaron la línea del Duero. Primero se instalaron en Oporto (866) y años más tarde en Zamora (893), Simancas (899) y Toro (900). En la zona oriental del reino astur−leonés, es decir Castilla, había nacido Burgos el año 884. Poco tiempo después los condes castellanos llegaban asimismo al Duero, repoblando el año 912 Roa, Osma y San Esteban de 2

Gormaz. El sistema de repoblación puesto en práctica en la cuenca del Duero fue la presura, que consistía en ocupar tierras y ponerlas en explotación. En la misma participaron gentes del norte, pero también mozárabes, emigrados desde al−Andalus. 1.4Los orígenes de la Reconquista desde la zona pirenaica Paralelamente se constituyeron diversos núcleos políticos en la zona pirenaica: el reino de Pamplona (de Navarra) al oeste, el condado de Aragón en el centro y la Marca Hispánica en el este. Un papel decisivo lo desempeñó el reino franco de los Carolingios, deseoso de establecer una barrera al sur de sus dominios para impedir el avance de los musulmanes. Coaligados con los nativos hispani, los Carolingios conquistaron Gerona (785) y Barcelona (801), estableciendo en aquel territorio un mosaico de condados, que en su conjunto formaban la llamada Marca Hispánica. En la segunda mitad del siglo IX el conde de Barcelona Guifré el Pilós repobló la plana de Vic y otros territorios contiguos, fijándose la frontera meridional en el curso de los ríos Llobregat y Cardoner. Por su parte, los reyes de Navarra se acercaron al valle del Ebro, conquistando, a comienzos del siglo X, las villas de Calahorra y de Nájera. 1.5Avances y retrocesos cristianos La Reconquista se vio paralizada en el siglo X, debido a la hegemonía mantenida en dicha época sobre toda la península Ibérica por el califato de Córdoba. Solamente el triunfo cristiano de Simancas (939), logrado por el rey leonés Ramiro II, permitió iniciar la expansión al sur del Duero. El año 940 se ponía en marcha la colonización del valle del Tormes (Salamanca, Ledesma, entre otras). Paralelamente, el conde de Castilla Fernán González ponía pie en Sepúlveda. Pero esa labor se perdió al poco tiempo, pues en la segunda mitad del siglo X los cristianos se vieron obligados a retroceder a la línea del Duero. La causa fundamental de ese repliegue fueron las terroríficas campañas llevadas a cabo por el caudillo cordobés Almanzor, que atacó todos los flancos de la España cristiana, desde Barcelona, al este, hasta Santiago de Compostela, al oeste. La desintegración del Califato, acaecida en el año 1031, supuso un cambio radical en la correlación de fuerzas entre los cristianos y los musulmanes de Hispania. Los reyes cristianos pasaron a ejercer un protectorado sobre los diversos taifas en que se había descompuesto el Califato, a los que cobraban parias o tributos. En la segunda mitad del siglo XI los reyes de Castilla y León impulsaron la repoblación de las Extremaduras, es decir el territorio situado entre el Duero y el sistema Central. Las ciudades de Salamanca, Ávila y Segovia eran sus puntos principales. Fue aquélla una repoblación de frontera, que dio lugar a la formación de comunidades de villa y tierra, en las que desempeñaban un papel rector los caballeros populares. Al mismo tiempo los reyes de Aragón se acercaban al Prepirineo, conquistando Huesca (1096) y Barbastro (1100). En el año 1085, por su parte, Alfonso VI de Castilla había entrado en Toledo, mediante un acuerdo previo con el taifa que la gobernaba. Toledo había sido la vieja capital visigoda así como una ciudad clave en el mundo de al−Andalus. Poco después cayeron en poder cristiano diversas villas de la zona comprendida entre el sistema Central y el valle del Tajo, como Atienza, Guadalajara o Talavera. En esa zona la repoblación consistió en la mera superposición de gentes originarias del norte sobre la población allí establecida de antemano, en buena parte mudéjar. La llegada a la Península de los almorávides, que volvieron a unificar al−Andalus, se tradujo en un parón del proceso reconquistador. Sólo Alfonso I de Aragón fue capaz de avanzar hacia el valle medio del Ebro, conquistando, entre otras plazas, Zaragoza (1118), Tudela y Tarazona (1119), Calatayud (1120) y Daroca (1121). Gran parte de la población mudéjar permaneció en aquel territorio, pero también llegaron nuevos pobladores, particularmente a la ciudad de Zaragoza. No obstante, el Imperio almorávide duró muy poco, pues hacia el año 1145 había desaparecido, fragmentándose nuevamente al−Andalus en un conjunto de taifas.

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En esas condiciones los cristianos, que en el Tratado de Tudillén (1151) se habían repartido las futuras zonas de conquista, reanudaron el avance militar por tierras de al−Andalus. Castellanos y leoneses avanzaron por la Meseta meridional; Alfonso VIII conquistó Cuenca en 1177, en tanto que el monarca leonés Fernando II ocupaba las plazas de Yeltes y Alcántara. Por su parte Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y príncipe de Aragón, incorporó a sus dominios el bajo valle del Ebro, al conquistar Tortosa en 1148 y Lérida en 1149. Su sucesor, Alfonso II, avanzó por los montes de Teruel, entrando en la ciudad del mismo nombre el año 1171. Castilla y Aragón suscribieron en 1179 un nuevo tratado de reparto, el de Cazorla. Por lo demás, la principal actividad militar de la segunda mitad del siglo XII se desarrolló en la Meseta meridional, siendo sus protagonistas las órdenes militares hispanas (Santiago, Calatrava, Alcántara), que acababan de ser creadas. Antes de concluir el siglo XII al−Andalus fue otra vez unificado, en esta ocasión por los almohades, lo que supuso un nuevo alto en la marcha de la Reconquista. 1.6 El principal avance reconquistador

La victoria lograda por Alfonso VIII de Castilla y sus aliados sobre los almohades en las Navas de Tolosa (1212), preparada cuidadosamente como una auténtica cruzada, significó la caída del Imperio islamita. Al−Andalus se dividió nuevamente en un mosaico de taifas. Así las cosas el siglo XIII conoció el máximo impulso reconquistador de los cristianos de Hispania. En poco más de treinta años la Corona de Aragón incorporó las islas Baleares y el reino de Valencia, en tanto que la de Castilla hacía lo propio con la Andalucía Bética y Murcia. No obstante, el primero que sacó partido de la victoria de las Navas, aunque no había participado en ella, fue el rey de León Alfonso IX, el cual conquistó en 1227 Cáceres y en 1230 Mérida y Badajoz. Pero el primer paso importante en la lucha contra los musulmanes lo dio la Corona de Aragón, correspondiendo el protagonismo de esa expansión al monarca Jaime I el Conquistador. En las Cortes de Barcelona de 1228 se dio luz verde a la campaña contra Mallorca. Una poderosa marina catalana desembarcó en Mallorca, cuya capital, Palma, cayó en poder cristiano a finales del año 1229. En los años siguientes se ocuparon las islas de Ibiza y de Formentera, en tanto que Menorca, convertida en tributaria, no fue conquistada hasta el año 1287. Aunque quedó en Mallorca población mudéjar, acudieron al calor de los repartimientos muchos repobladores de origen catalán. La conquista del reino de Valencia fue más larga, extendiéndose desde 1232 hasta 1245. La primera fase se puso en marcha tras los acuerdos de las Cortes de Monzón de 1232. Núcleos como Burriana o Peñíscola fueron ocupados por los cristianos. La segunda fase, iniciada en otras Cortes, celebradas asimismo en Monzón en 1236, tuvo como acontecimiento estelar la conquista de la ciudad de Valencia, en el año 1238. Inmediatamente se procedió a un repartimiento de Valencia y sus ricos territorios próximos, acudiendo al 4

mismo tanto catalanes como aragoneses. La tercera fase consistió en la conquista del sur del reino, siendo sus momentos claves la toma de Cullera (1239) y la de Alcira (1245), el último hecho de armas importante. En el reino de Valencia permanecieron numerosos mudéjares, particularmente en la zona meridional. El protagonismo reconquistador del siglo XIII por lo que respecta al núcleo castellano−leonés correspondió al rey Fernando III el Santo. Éste inició la actividad militar en el alto Guadalquivir en el año 1224, cuando sólo era rey de Castilla, logrando la conquista de plazas como Andújar y Baeza. Tras la unión de los reinos de Castilla y León, en 1230, Fernando III reanudó la ofensiva en tierras andaluzas. A la ocupación de Úbeda (1233) siguió la de Córdoba, en el año 1236 y, años más tarde, la de Jaén (1246). En el avance hacia Sevilla fueron cayendo en poder cristiano lugares como Carmona, Lora o Alcalá de Guadaira. Por fin, tras un largo asedio, tanto terrestre como fluvial, a finales de 1248 se rindió Sevilla, la antigua capital de los almohades. La labor reconquistadora en el valle del Guadalquivir la completó Alfonso X, sucesor de Fernando III, con la toma de Jerez y, finalmente, de Cádiz (1262). También se realizaron repartimientos en los territorios andaluces recién ocupados, de cuyas ciudades fue expulsada la población musulmana. Mas después de la revuelta que protagonizaron en 1264, los mudéjares tuvieron que abandonar la Andalucía Bética. Por su parte, el reino de Murcia, territorio que había sido adjudicado en los tratados de reparto unas veces a Aragón y otras a Castilla, fue incorporado a este último reino en 1243, por obra del entonces príncipe Alfonso, futuro Alfonso X. En los repartimientos murcianos hubo, junto a la población mayoritaria castellana, una importante presencia de gentes de la Corona de Aragón. Los conflictos fronterizos con Aragón, a quien se había reservado la reconquista del Levante hispano, se resolvieron en el tratado de Almizra (1244), firmado por Fernando III y Jaime I. En él se fijaban los límites entre las zonas de expansión de Castilla y de Aragón. 1.7Últimas fases de la Reconquista: la conquista del reino de Granada Sólo quedaba bajo el dominio musulmán el reino nazarí de Granada, que no obstante pudo subsistir hasta finales del siglo XV. La tarea estaba encomendada a la Corona de Castilla, pues el reino de Granada se encontraba en la zona de expansión que se le había reconocido en los viejos tratados de reparto. Aunque en el transcurso del siglo XIV la actividad reconquistadora apenas existió, hubo, eso sí, diversos conflictos fronterizos, particularmente en torno al estrecho de Gibraltar, y algunos éxitos cristianos notables, como la victoria del Salado (1340), obtenida por Alfonso XI, a la que siguió la toma de Algeciras (1344). También en el siglo XV hubo diversas escaramuzas. La más famosa fue la conquista de Antequera, llevada a cabo en 1410 por Fernando, tío y regente de Juan II de Castilla. En tiempos de este último monarca es preciso señalar la victoria lograda sobre los granadinos en la Higueruela (1431). Sin embargo, la conquista del reino de Granada no pudo acometerse con éxito hasta el reinado de los Reyes Católicos. La guerra se inició en el año 1481. Tras unos comienzos inciertos, a partir del año 1485 el conflicto se inclinó decididamente del lado cristiano. Hitos significativos fueron la ocupación de Ronda (1485), de Málaga (1487) y de Baeza (1489). Para la conquista de la capital del reino fue necesario edificar en las proximidades de Granada la ciudad−campamento de Santa Fe. Con la entrada de las tropas cristianas en Granada, acontecimiento que tuvo lugar el 2 de enero del año 1492, se ponía fin a la Reconquista, un proceso que había durado cerca de ochocientos años. A partir de esos momentos, aunque aún permaneció por algún tiempo en España población adepta a la religión islámica, ya no quedaba ningún territorio bajo el poder musulmán. 2. Economia del reino cristiano. 2.1 Las transformaciones económico sociales

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Economía de base agraria y una sociedad jerarquizada. Se produjo una ampliación del espacio agrario y una expansión hacia el sur pero que apenas se vio acompañada de mejoras técnicas. El cereal se reafirmó como cultivo básico y el olivar adquirió importancia. Hubo un crecimiento a partir del s. XII en la ganadería trashumante, muy bien adaptada a grandes propiedades escasas de mano de obra. Para el desplazamiento desde los pastizales a los invernaderos se creo una red de cañadas y apareció una asociación de ganaderos − mestas −. La consolidación del gran dominio (Latifundio) como unidad de propiedad. Hubo los que eran propiedad de la nobleza (solariegos), de instituciones religiosas (abadengos), de los monarcas (realengos) o de los concejos (tierras comunales). Hubo también diferentes formas de explotación de los señoríos, el principal es un sistema rentista, pequeñas explotaciones por las que los campesinos pagaban un censo, que fue sustituyendo a las sernas (prestaciones de trabajo). El desarrollo artesanal sigue siendo escaso. En Aragón, gran variedad y en Castilla una producción de consumo local y a partir del s. XIII una industria textil que se vio hipotecada por la exportación creciente de lana. Pero en el s. XIII el comercio creció y los castellanos exportaron hierro, vino y lana; la Corona de Aragón desarrolló una intensa actividad en el Mediterráneo basada en el tráfico de especias, sedas, cueros, hierro... en competencia con los italianos. Las peculiaridades económicas repercutieron en la realidad social. La nobleza siguió basando su poder en la posesión de grandes dominios de los que extraía rentas, trabajo o productos. Resultó beneficiada del proceso reconquistador, que además de facilitar el ennoblecimiento de muchas personas consolidó su poder como grupo social. En el campesinado siguió habiendo pequeños propietarios libres, colonos y siervos, pero la tendencia fue el aumento del colonato, llamados pecheros. Los payeses mejoraron su situación en Cataluña. La población urbana gozaba de libertades frente a la jurisdicción señorial. • Crisis Agraria y expansión comercial. En Castilla salió fortalecida la producción lanera y se intensificaron las relaciones con Flandes, en Aragón, el comercio catalán entró en declive desde mediados de siglo. En la Corona Castellano−Leonesa: la agricultura sufre un claro retroceso provocado por malas cosechas, hambres, la peste negra, la guerra civil. Hubo una expansión ganadera y se creó el Honrado Concejo de la Mesta, una asociación de ganaderos. La producción lanera apenas impulsó la artesanía textil, aunque dio lugar a una intensa expansión mercantil. El comercio giraba en torno al eje Medina del Campo − Burgos − Vizcaya; las ferias se convirtieron en mercados de contratación de lana; en Burgos se concentraba el producto y los transportistas del Norte se encargaban de la exportación. En el puerto de Sevilla había una importante colonia de genoveses que lo convirtieron en plataforma comercial con el norte de África y con Flandes. El comercio castellano dio origen al establecimiento de numerosas colonias. En la Corona de Aragón: predominaban las actividades agrarias y hay un notable desarrollo de la artesanía y el comercio. Las diferencias eran notables: Aragón, agricultura cerealista y ganadería trashumante; Valencia, huertas, artesanía de sedas, curtidos y cerámica; y Barcelona, artesanía textil sobre todo. La expansión mercantil catalana fue posible por la creación de instrumentos técnicos y financieros adecuados: una marina poderosa, consulados por el Mediterráneo, lonjas de comercio y consulados del mar para defender los intereses de los mercaderes. Buscó especies y tintes y exportó sus paños a cambio de trigo y cueros. El primero golpe grave se produjo en 1381 − 1383 (Peste Negra), y desde ese momento fue decayendo. 3.Sociedad del reino cristiano 3.1 Los estamentos La organización política que aparece en la E.M. al igual que en toda Europa es el feudalismo, donde algunos señores tenían en su poder la gran mayoría de superficie de tierra y tenían dominio sobre todos los que habitaban en ellos y estos a su vez dependían de otros señores más poderosos que estos, como los magnates y 6

los soberanos a quien debían homenaje. Así según su organización política la sociedad española de la Edad Media estaba divide entres grupos claramente diferenciados: A)La nobleza: Estaban formados por nobles terratenientes (la nobleza) que se encargaban de defender sus tierras. Estos a su vez estaban divididos en dos grupos: la alta nobleza (dominaba las tierras y tenían poder jurisdiccional) y la baja nobleza (que estaba formado por los hidalgos y los caballeros). B)El clero: Los eclesiásticos, que debido a las donaciones, eran también dueños de grandes propiedades y estaban dedicados a rezar por la salud espiritual de todos. Estos también estaban a su vez divididos en dos grupos: El alto clero (formado mayoritariamente por la nobleza) y el bajo clero (más próximo al pueblo). C)El tercer estado: Este grupo estaba formado por campesinos que trabajaban tierras ajenas para poder alimentar a su familia, y el cual estaba sujeto a una gran dependencia de su Señor Feudal. A los dos primeros estamentos pertenecían los privilegiados; al último los no privilegiados. Se puede decir que, según el papel desarrollado en la producción de bienes, sólo habría dos grupos sociales: el de los señores (formado por la nobleza y los eclesiásticos, que son los que tenían en su poder las tierras) y el de los campesinos (que son los encargados de trabajar las tierras de los anteriores). Con esto se puede sacar como conclusión, que en la época medieval o feudal poseer tierras era poseer los medios de producción, es decir, que era un símbolo de riqueza ya que la tierra era la única fuente de riqueza que existía. 3.2 La crisis social. Diversas manifestaciones. Crisis social es la lucha entre clases, en nuestro caso: entre nobles y campesinos, entre la alta nobleza y nobles de segunda y tercera fila, entre ricos comerciantes y artesanos, entre burgueses y campesinos, entre cristianos y judíos. Ofrecen rasgos diferentes y son generalmente consecuencia de injusticias de tipo social o económico: A)Los nobles, laicos o eclesiásticos, al ver disminuir su poder adquisitivo, inventan nuevos impuestos o los aumentan, y los campesinos se revelan. B)Los labradores gallegos se sublevan contra la gran nobleza, el movimiento "hirmadiño", pero que después de sus actos, serán duramente reprimidos. C)En Cataluña se dieron los llamados "seis usos", entre ellos: la exorquia, cuando un campesino moría, 1/3 de sus bienes pasaba a manos del señor; la inestia (cuando un campesino era marido de mujer adúltera, 1/3...); la remensa (que obligaba al payés a pagar 1/3 de sus bienes al menos, para salir de sus tierras). Estos malos usos se reprimieron con el reinado de Fernando el Católico. D)En Cataluña, los enfrentamientos entre el grupo de ricos comerciantes (la Busca) y el pueblo (la Biga) de menestrales(obreros de los talleres), artesanos y pequeños comerciantes. E)La frecuente ruptura de la pacífica convivencia del pueblo con los judíos. 7

4.Política del reino cristiano Lo primero que debo de mencionar es la razón por la cual los reinos cristianos del siglo VII en adelante van a anexionarse y expandirse por toda la geografía de la Península Ibérica, esta razón no es otra que la ocupación musulmana que realizaron los árabes tras derrotar a los visigodos debido a las crisis en la cúpula del poder político. Esto afecto al ejercito el cual fue derrotado por los musulmanes que se apoderaron de la península por diversas razones entre las que destaco la principal y la básica como en toda conquista: los intereses económicos que había en la zona razón por la cual los romanos también se apoderaron de la península con anterioridad. Los reinos árabes entraron a través del estrecho y se apoderaron de norte a sur de la península sin pasar de los pirineos a causa del clima y a que someter a la península y Francia era demasiado, esto les sucedió a los romanos y consiguieron un declive y su posterior decadencia. Los árabes se apoderaron principalmente de Andalucía a la que llamaron Al−Andalus. Los reinos cristianos desde siempre han existido en la España, aunque sea desde principios del siglo VIII cuando se empezó una reconquista que no finalizaría hasta XV. El Reino Astur−Leones el más extenso de la época, es el que empezara la reconquista con la batalla de Covadonga en el año 722. Su estilo de vida estaba condicionado como es lógico por la política debido a que ellos lo basaban todo en la agricultura en vez de en el comercio y la producción manufacturera, esto les proporcionaba una nobleza de militar y en fuerte grado, además no corrían el riesgo de que el pueblo se les sublevase en cuanto a ideologías políticas, todo estaba hecho y basado alrededor de Dios y su poder divino. El tener un fuerte ejercito les proporcionaba una mayor estabilidad política y de expansión. Los reinos principales eran el de Castilla con el antiguo reino Astur−Leones, Portugal y como es lógico con Castilla. El reino de Navarra que no podía expandirse debido a que estaba encerrado entre los reinos de Aragón y Castilla, y por ultimo el reino de Aragón con los condados catalanes y Valencia, además de Aragón. En los siglos XI y XIII se da una evolución que anteriormente ha sido marcada por 4 factores principales, estos fueron: 1.Una tendencia a la concentración de territorios, tanto bajo la hegemonía castellana, al oeste, como bajo el predominio catalán, al este, con el progresivo aislamiento del reino de Navarra, comprimido entre ambos reinos. 2.Una fluctuación relativamente brusca de las fronteras de estos reinos, con procesos de unificación y división a veces efímeros, determinados por la política sucesoria o matrimonial de los monarcas. 3.La aparición del reino de Portugal segregado de León y su posterior consolidación en el mapa de la España medireview. 4.Un fuerte expansionismo militar por parte de Portugal, Castilla y León y el condado de Barcelona, que se traducirá en la conquista progresiva de amplios territorios arrebatados a los musulmanes.

Los reinos eran 3, el reino de Castilla, de Navarra y de Aragón. Con respecto al reino de Aragón afirmo que surgió en la zona central del noroeste de la península Ibérica en relación con el interés manifestado por la dinastía franca de los Carolingios en proteger su frontera meridional de los posibles ataques de los musulmanes, firmemente establecidos en el valle medio del Ebro. A comienzos del siglo IX un nativo, de nombre Aureolo u Oriol, gobernaba aquella zona, bajo el protectorado de los reyes francos, posteriormente el condado fue entregado al que se considero primer rey de este territorio: Ramiro, hijo de Sancho III de Pamplona. Con respecto a Navarra que no podía extenderse más al estar comprimido y que Sancho III de Navarra, lo unió al Condado de Castilla. Cuando este muere, divide su reino entre sus hijos: a García le da Navarra, a Fernando I le da Castilla y a Ramiro le da Aragón. He de aquí la gran sucesión de "Fernandos" en el reino de Castilla. De Castilla digo que fue como una zona fronteriza, expuesta a las razzias que los musulmanes dirigían desde el valle del Ebro, lo que explica la existencia de abundantes fortificaciones, para 8

evitar derrotas. Y por ultimo de Navarra lo que anteriormente he nombrado, que no podía extenderse y fue anexionado en algún momento.

4.1 Evolución política de los reinos cristianos. El periodo comprendido entre finales del siglo XIII y finales del XV se caracteriza por la estabilidad de las fronteras con Al−Andalus, cuyo territorio queda reducido al pequeño reino Nazarita de Granada. Factores de inestabilidad serán, sin embargo, las continuas tensiones sociales, ya descritas, y luchas políticas internas, promovidas a menudo por la aristrocacia frente al monarca. En el caso de la corona de Aragón hay que destacar asimismo su expansión mediterránea, iniciada en tiempos del rey Pedro III entre los años 1276 y 1285. La nobleza alcanza en el periodo de los siglos XIV y XV una hegemonía incontestable a causa del protagonismo alcanzado en la alta aristrocacia castellana. El fortalecimiento nobiliario durante el siglo XIV dio origen a una larga serie de conflictos con la monarquía castellana, que intento en varias ocasiones poner freno a la creciente influencia de la alta aristocracia. En la batalla de Aljubarrota contra Portugal, la derrota de Juan I en una batalla que duro once años de supuso un importante revés para el reforzamiento del poder real. La confusión política generada acompañada de un cierto estado de anarquía, se prolongo durante buena parte del siglo XV, y llegó a colmar en el reinado de Enrique IV entre los años 1454 y 1457, realizan una fuerte modificación creando instituciones bajo el impulso de la corona como las Cortes, el Consejo de real, el Regimiento municipal y la Audiencia, de esta manera formalizan una nueva concepción de poder que va a ser implantada progresivamente en los siglos XIV y XV, así como la voluntad de contrarrestar la hegemonía social de la aristocracia a través de órganos representativos de los intereses de la monarquía y de la naciente burguesía urbana que era lo que iba a condicionar la sociedad futura. En Aragón el enfrentamiento entre la nobleza y la corona no fue ni mucho menos que en Castilla, es mas fue muy intenso en la segunda mitad el siglo XIV, durante el largo reinado de Pedro IV. La muerte de Martín I supuso la extinción de la dinastía, de forma que, tras el compromiso de Caspe en 1412, el trono fue ocupado por los Trastámaras. La crisis social que arrastraba la corona de Aragón desde principios del siglo XIV se hizo evidente, tras diez años de guerra civil entre 1462 y 1472 en el reinado de Juan II. La mayor pujanza de la bburguesía urbana, enfrentada al poder real, la beligerancia del campesinado y la diversidad territorial e institucional dio como resultado que cada corona se organizara de forma autónoma, es decir cada corona tenia sus propias cortes que estaban formadas a su vez por los tres estamentos de toda la vida feudal: Iglesia, nobleza y la ciudad, en Aragón había una excepción respecto a la las demás coronas y es que la nobleza se desdoblaba en dos ramas diferenciadas, el desarrollo de la crisis lo hacían especialmente complejo, en ella tuvo un papel muy destacado por su oposición a la monarquía, una institución emanada de las cortes catalanas como diputación permanente de las mismas: la generalitat. A mediados del siglo XV, las dificultades derivadas del conflicto ocasionan la pérdida por Juan II de los condados del Rosellony la Cerdeña en beneficio de Luis XI de Francia. En cambio el reino de Valencia, gozaba de una relativa prosperidad económica, que lo convertiría en el territorio más poblado de la Corona con unos 300.000 habitantes a finales del siglo XV.

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Todos sabemos el porque existe en un determinado periodo de la historia el reino de Castilla y Aragón y esto es a causa de la aguda crisis que sufren los reinos nombrados y que dicha crisis favorece la unión. Con anterioridad Enrique IV el imponente había intentado sin éxito alguno el fortalecimiento de su poder mediante lo lógico en estas fechas que eran las alianzas entre la monarquía de distintos reinos. Enrique IV se caso con Juana la Beltraneja de Portugal, a esta Juana hay que destacar que el pueblo portugués la consideraba hija putativa de Don Beltrán de la Cueva. De nuevo una nueva revuelta nobiliaria concluiría con el destronamiento de Enrique IV y su sustitución por su hermanastro don Alfonso, que moriría 3 años después. Todo esto provoca un complejo pleito dinámico, finamente polarizado entre Doña Juana la Beltraneja y su tía Isabel que era hermana de Enrique IV y candidata a la nobleza castellana. En el tratado de los Toros de Gusando en el año 1468 Enrique IV reconocía como sucesora no obstante a Isabel en perjuicio de Juana la Beltraneja, pero el matrimonio posterior de Isabel con Fernando de Aragón llevaría a Enrique IV a romper el compromiso. Una parte de la corte castellana, respalda nuevamente la opción portuguesa, apoyada en el matrimonio de Juana la Beltraneja con Alfonso de Portugal. A la muerte de Enrique IV en el año 1474 estalla una guerra civil entre ambas facciones, aunque con evidentes implicaciones internacionales: los seguidores de Isabel, entre ellos buena parte de la aristrocacia castellana, y los de la Beltraneja, que cuentan con el respaldo de Portugal. Después en 1476, la victoria de Isabel en Toro provocó la definitiva retirada de doña Juana y el reconocimiento por Portugal de la alianza castellano−aragonesa, con lo que se puede hablar ya de Castilla y Aragón a partir de la muerte de Juan II de Aragón en el año 1479. Las cortes de Madrigal reunidas poco después de la batalla de Toro, reconocían formalmente a la reina Isabel. Al conquistar Granada este se anexiona el reino de Navarra, pero esta unión era más bien una monarquía dual, o sea, que Navarra seguía siendo en gran parte autónoma. Castilla supuso sin embargo un gran avance a Aragón, en principio demográficamente porque Aragón solo poseía 1.000.000 habitantes mientras que Castilla contaba con mas de 6.000.000, este hecho dio hegemonía castellana en gran parte del territorio peninsular ya que Navarra también se anexiono. El principio del reinado de los reyes católicos fue muy inteligente políticamente ya que sus reformas sometieron a la nobleza con lo cual ya no podían realizar revueltas como lo hacían anteriormente creando crisis en la cúpula política, le quitaron tanto poder a los feudos y favorecieron al campesino, de esta manera también reducían mucho las posibles revueltas campesinas. Crean la Inquisición en el año 1478 para dar más poder a la realeza y dar una tendencia religiosa al pueblo en función a la religión y a la ideología. Pero tanto poder real trajo consigo la decadencia de las cortes, e la creación de una larga serie de organismos y cargos vinculados directamente a la corona como eran las chancillerías, audiencias, consejos, corregidores, etc. Se burocratizo pues, la vida pública, y en el control por la monarquía de instituciones hasta entonces independientes, como las órdenes militares.

5.Cultura del reino cristiano 5.1 Arte: 5.1.1 Románico: Es un arte uniforme e internacional que se da en la Europa de los siglos XI al XIII. Su creación se debe a la reforma cluniacense, y su difusión a los benedictinos y a las peregrinaciones a Santiago. Por ello es un arte religioso. Se llama románico pues es el arte que deriva de satisfacer las necesidades del romano, o más bien del que se daba en las provincias romanas. Apenas se dieron las artes plásticas pues este arte cubría las necesidades de las peregrinaciones (ya que estas lo difundieron), por lo que normalmente sólo se construían iglesias, conventos, hospitales : 5.1.1.1 Pintura: Se pintaba principalmente en frescos que se situaban en techos y ábsides de las iglesias. Tiene influencia bizantina en cuanto a situación e iconografía. Las obras de los grandes y anónimos maestros, 10

que cubrieron los ábsides y frontales de las iglesias románicas, deben entenderse no sólo como rutinarias ornamentaciones, sino como verdaderas obras pictóricas dentro del concepto más actual del arte: partiendo de una temática iconográfica impuesta, el pintor recurre a los elementos plásticos para comunicarse con el espectador por vía interna. El ábside del templo actúa como soporte del fresco y suele organizarse del siguiente modo: centrado en la parte superior, el pantócrator o la Virgen entronizada, que es la máxima divinidad que un hombre puede alcanzar. A los lados de éste se encuentran los ángeles y gusto debajo de estos los iconos de los evangelistas o de los apóstoles, que son un medio de llegar a la divinidad. En la parte media aparecen dos frisos con figuras de santos y escenas bíblicas y las efigies de personas que contribuyeron a construir la iglesia, intermediarios entre el hombre y los apóstoles, evangelistas El cuerpo inferior esta compuesto por una cortina pintada muy sintetizadamente que representa los tejidos orientales, demasiado caros para comprarlos. Sin duda, la obra cumbre de la pintura al fresco sobre ábside la constituye el mural de San Climent de Tahull (Lérida) y los techos de San Isidoro (León). Hay una segunda técnica, el temple, que se utiliza en las pinturas que decoran los frontales de los altares que con una composición similar a la de los códices. Se estructuran en compartimentos la superficie. En la representación de la figura humana se sigue utilizando, para la construcción de la cabeza, el método bizantino de los tres círculos. El resto del cuerpo se articula de una forma modular trabajando sobre la medida base de la cabeza. La perspectiva esta ausente, se tiende a la frontalidad y a la representación de pliegues. 5.1.1.2 Escultura: Escultóricamente hablando, la España románica presenta realizaciones extraordinarias, siendo junto con Francia el núcleo más notable de toda Europa. No obstante, a veces la escultura se limita a la imitación de los trabajos de orfebrería. La escultura siempre está en contacto con la arquitectura. Son muy admirados los capitales que decoran los claustros y que representan pasajes bíblicos de manera que culturizaban al pueblo analfabeto. 5.1.1.3 Arquitectura: La arquitectura románica se caracteriza por su aspecto masivo: grandes bloques de piedras con las justas aberturas. Esto tiene un claro motivo: no se utilizaba el sistema de sustentación sobre pilares, por lo que la totalidad del muro sostenía el techo. Por ello se usan materiales duros como piedra, sillares de gran grosor y con muy pocos vanos, ya que estos le restan resistencia al conjunto. Normalmente es un arte abovedado, aunque en sus principios se hacían construcciones adinteladas: techos a doble vertiente en naves centrales y a una en las laterales. Las construcciones abovedadas usaban el arco de medio punto, de herencia romana. Este arco daba lugar a la bóveda de cañón y el cruce de dos de éstas era una bóveda de arista. El arco semicircular originaba además la cúpula de media esfera, que usaba pechinas y trompas para pasar de una base cuadrada a una circular. Esta solución era también de influencia bizantina. Las columnas o pilares que se usaban eran de grandes proporciones pues debían soportar mucho peso. La construcción principal era la iglesia. Era normalmente de planta de cruz latina. Estaban constituidas de un número impar de naves, normalmente unas, tres o cinco. La central era siempre más ancha y alta, de manera que las laterales tenían una segunda planta llamada triforio que aguantaba las presiones que ejercía la central. El lugar donde se cortan las naves transversales y longitudinales se llama crucero, sobre el cual se levanta el cimborrio (torre de base poligonal). Al fondo de las naves más largas se encuentra la girola o deambulatorio que surge al rodear al altar mayor . En éste se encuentra el ábside, que es una pequeña ampliación normalmente semicircular que a su vez puede tener absidiolas. A veces había torres de influencia carolingia. Las iglesias y principalmente los monasterios solían tener un claustro (en el último caso la vida se organizaba en torno a este). Esto es un patio porticado cuyas columnas tenían capiteles labrados con pasajes de la biblia y que instruían al pueblo. Uno de los claustros románicos más famosos es el de el monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos). Las puertas son adinteladas y suelen estar abocinadas, es decir, los arcos que están sobre ella van decreciendo hasta acabar en uno más pequeño que contiene el tímpano (frontón esculpido). La puerta está dividida en dos por un parteluz que suele llevar esculpido el pantocrator. A los lados de la puerta están las jambas que suelen estar también esculpidos. El pórtico más famoso del románico es el pórtico de la gloria, en la catedral de Santiago de Compostela.

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5.1.2 Gotico Es el segundo arte uniforme e internacional que se da en la Europa, este entre los siglos XIII y XV. Su creación se debe a la reforma cisterciense y surge al solucionar los problemas que tenía el románico. Ya no es un arte tan religioso y rural, sino más urbano debido al resurgir de las ciudades. Las antiguas fortalezas medievales son ahora palacios urbanos. Se construyen también lonjas, ayuntaientos Se considera un arte moderno. Se desarrollan mucho las artes plásticas: 5.1.2.1 Pintura: Ya no se da el fresco pues el muro es sustituido por la vidriera. Por ello se desarrolla el temple y el óleo. Se intenta representar la profundidad. Destacan las pinturas de los retablos. 5.1.2.2 Escultura: Se sigue dando en jambas, tímpanos Es más realista y perfecta que la románica y pierde la rigidez. Los temas son la virgen maternal, la crucifixión (de tres clavos). 5.1.2.3 Otras artes plásticas: Vidrieras, orfebrería Se desarrollan las vidrieras pues sustituyen al muro. Esto son cristales de colores que dejan pasar la luz pero no la imagen y que representan imágenes. Si son redondas se denominan rosetones. 5.1.2.4. Arquitectura: Este es un estilo moderno pues la construcción del edificio se basa como en la actualidad, en un sistema de pilares y columnas que sustentan todo el edificio. Este sistema está compuesto por contrabuertes, arbotantes y pináculos. El contrafuerte es un muro paralelo al edificio al que llega toda la fuerza que este ejerce a través de los arbotantes, que son porciones de arcos. El pináculo es un remate del contrafuerte. Por ello el edificio no tiene un aspecto tan masificado como el románico y se pueden abrir gran cantidad de vanos que se sustituyen por vidrieras. En vez de poner muro (de mampostería) entre columna y columna, se pueden poner vidrieras. La presión ejercida por el techo llega a los arbotantes por un sistema de arquerías que llevan toda la presión a éste. Por ellos es un arte abovedado, se usa el arco ojival, que origina la bóveda de crucería, estrellada, sexpartita El monumento principal sigue siendo la iglesia. Ahora se da la época de las grandes catedrales, en la que se construyen catedrales como la de Notre−Dame, Amiens, Milán, Sevilla, Burgos, León Sigue siendo de cruz latina con número impar de naves, triforio, crucero, cimborrio, girola, ábsides, absidiolas, torres, claustro, puertas abocinadas con tímpano y parteluz, ect... Estas iglesias son mucho más altas que las románicas, y su planta es una sucesión de cuadriláteros que enmarcan las bóvedas. Las naves transversales tienen en los extremos puertas. También hay gárgolas (desagües). La fachada suele tener un rosetón y a los lados dos torres que con frecuencia no llegaban a terminarse por falta de presupuesto. Las puertas están decoradas con gabletes que son triángulo que tienen un lado apuntado que coincide con la parte superior de la puerta. Las estatuas de las jambas están entre una hornacina y un dosel. Hay chapiteles, que son remates piramidales de las torres. En cuanto a la distribuición de la fachada, se distinguen tres cuerpos: el inferior se compone de las puertas y esta separada de la franja media por una moldura o un grupo escultórico. En ésta se encuentran los ventanales y el rosetón, y en el superior se encuentran los campanarios. Conclusión Los continuos avances y retrocesos de los musulmanes y cristianos se salda finalmente con la victoria cristiana. Se culmino en 1492 con la Conquista de Granada. En esa misma fecha se descubre América lo que aporta a España una riqueza inmensa que no son capaces de aprovechar los incompetentes de la cúpula política ya que España llega a dar a la quiebra económica, una verdadera lastima. Los musulmanes son derrotados y se marchan al igual que los judíos son expulsados, seguramente con el fin de que no fuesen ellos 12

los que se aprovechasen de la riqueza procedente de América, de esta manera la monarquía alcanza un poder indiscutible y es más, la Inquisición se encarga de guardar el orden y velar porque nadie se revele contra la monarquía y de que nada pusiera en tela de juicio a la Biblia, he de recordar que en esta época el poder y todo su entorno estaba sustentado por el poder divino y al pueblo cuanto mas ignorante pues mejor para la monarquía. Con la Inquisición se conseguía además de la estabilidad política y social, el perder los valores y costumbres musulmanas aunque de todos modos hoy en día persisten costumbres como las del machismo, la higiene personal que sin duda los musulmanes eran lideres en aquella época, basta con visitar la Alambra de Granada o Córdoba para ver las razones; innumerables fuentes. Se entra en un proceso de marcha atrás culturalmente debido a que el comercio no tiene ni la mas mínima importancia con respecto a los árabes, aquí lo que importa ahora es la agricultura y ganadería que es lo único que les aseguraba el que la población comiese cada día. Esta razón también trajo repercusión a la hora de que en Inglaterra se diese la revolución agrícola y que España un país con unas características propias para desarrollarse enormemente las desaprovechase totalmente tal oportunidad. Estas repercusiones hoy en día son apreciables debido a que la gente en Andalucía por lo menos son muy reacias a ganar mucho dinero y a crear una empresa arriesgando su capital económico, caso totalmente opuesto al de Cataluña; ellos estuvieron vinculados a Francia mas que a España. Lo que si es evidente es que nos dejaron gran patrimonio artístico aunque los cristianos de la época se divirtiesen destrozándolo o decorándolo a su gusto, me refiero a la iglesia que hay en el interior de la mezquita de Córdoba o las maravillas de dibujos que hicieron allí los españoles de la época en los techos de la Alambra. VOCABULARIO Estamento: Cada uno de los cuatro estados: eclesiástico, noble, de los caballeros y de las universidades, que concurrían a las Cortes en la corona de Aragón. Romanico: Aplíc., desde principios del s. XIX, al arte que dominó en Europa desde los ss. X al XIII, arte que en su forma recuerda al romano, pero modificado por el espíritu cristiano y la influencia bizantina. Gótico: Estilo artístico iniciado en Francia a mediados del s. XII y desarrollado en la Europa occidental desde el s. XIII hasta el s. XV Fluctuación: cambio, variación, oscilar, crecer y disminuir alternativamente. Dinastía: serie de soberanos de una misma familia. Serie de hombres que ejercen una misma influencia en un campo determinado. Emanar: desprenderse, exhalarse. Cortes: conjunto de personas que forman el séquito y la comitiva de un rey o emperador. Asamblea legislativa o consultiva formada por el Senado y el Congreso o por una sola cámara. Chancillería: Tribunal superior de la justicia donde se conocía por apelación de todas las causas de los demás tribunales. Corregidor: oficial de justicia en algunas poblaciones. Alcalde nombrado por el rey. Razzias: incursión o correría hecha en el territorio enemigo para sacar botín. Aristocracia: Clase de noble. Gobierno de la nobleza. Clase que se destaca. Beligerancia: Estado y calidad de beligerante. Dar beligerancia, tener en consideración. Pleito: Contienda. Diferencia. Litigio judicial entre dos partes 13

Polarizar: Someter al fenómeno de la polarización. Atraer toda la atención. Concentrar. Indefectible: Que no puede faltar o dejar de ser. Al−Andalus: Nombre dado por los árabes a las regiones de la península Ibérica sometidas al islam durante la Edad Media. BIBLIOGRAFIA −REALIDAD SOCIAL ESPAÑOLA Ed. Interlive,1998 Armando de Miguel, Juan Francisco Fuentes, Antonio Rojas. −GRAN ENCIPLOPEDIA LAROUSSE Ed Laurosse,1977 Ramon Gracia−Pelayo y Gross −HISTORIA UNIVERSAL PLANETA Ed Planeta, 1992 Joseph Fontana −ENCIPLOPEDIA MULTIMEDIA VOX (Vocabulario) ILUSTRACIONES Las ilustraciones han sido tomadas de la pagina web: http://marianne.castillo.net/v_medieval.html 19

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