EL DÍA, domingo, 12 de enero de 2014
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La Ermita de San Benito de La Laguna: sede de una comunidad campesina”, premio Antonio Rumeu de Armas 5
revista semanal de EL DÍA
Fiestas de SAN ANTONIO DE PADUA en Icod de los Vinos Campanas, poesías, cesto de frutas, globos aerostáticos y pan bendito.
Texto : José Fernando Díaz Medina Cronista oficial de Icod de los Vinos
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an Antonio de Padua constituye una entidad peculiar dentro del municipio icodense, un verdadero sitio a celebrar en tiempo festivo. Las ventitas, las bodegas abiertas al público y los ventorrillos son lugares indispensables de sociabilidad, se forman imágenes tópicas. La hospitalidad de los vecinos desafía cualquier comparación. Hoy como ayer, se adornan las ventanas y balcones por donde discurrirá la procesión, la plaza se engalana con farolillos chinos y cadenetas de papel, bonitas guirnaldas con banderines, hojas de palmeras, y se oyen voces que cantan el “Viva San Antonio”. El culto es muy antiguo y está fuertemente arraigado. Los grupos primarios (familia y amigos) están acostumbrados a hablar de su identidad local como si fuera algo inmutable, aunque en la práctica es difícil encontrar tradiciones puras para un municipio que se ve obligado a responder a los retos de la globalización y la diversificación cultural. Nada nuevo podemos decir sobre estas tradiciones, a propósito de las cuales algo se ha escrito y hasta discutido. Si las traemos a este periódico, es tan sólo para responder a la reiterada petición popular de que también los icodenses sacralizan el tiempo pasado, apelan a sus rasgos tradicionales, los vínculos de identidad territorial y psicológica, documentan la persistencia de la emigración, elementos simbólicos expresados en las prácticas ceremoniales. La fiesta es la excusa perfecta; la identificación queda así ubicada fuera de toda temporalidad que no sea el tiempo mítico. Fiesta verdadera y antigua, lo esencial humano se encuentra con la mayor pureza y el más acusado relieve en el alma popular. Recordando a los antepasados, respeto a los ancianos, rinden toda clase de homenajes y transmiten la impresión de que veneran sus sabidurías, señas de identidad del tiempo anterior, pasado mezclado con el presente, un mundo social que no existe pero que se quiere mantener como redefinición de proyección de una realidad idílica. Punto de encuentro con lo ancestral. De cara al visi-
Cesto de frutas tante, la búsqueda de la rama, la colocación de banderas, la puesta de las figuras decorativas y el repique de campanas, son una fantástica muestra del color local. Cuando caen las sombras, no faltan los voladores de cumplimiento. Los eventos que animan estos días suelen prolongarse hasta la madrugada. Por estas páginas desfilan una serie de personajes que, combinados, forman la fiesta al completo. Son sus mejores y únicos valedores, quienes conservando por instinto cual depósito sagrado la mejor riqueza de su parroquia, el espíritu y la tradición, lo transmiten y difunden a toda la audiencia. La participación en un acto público, el hecho de encontrarse en la atmósfera festiva o en una solemne procesión, sugieren al espectador que está en coincidencia con los practicantes. Es verdad, estos personajes habitan rituales, se han ido asentando en el imaginario colectivo, y son todos llamados con nombre y apellidos. A su modo, son portadores de mitos, porque encarnan caracteres, interpretan roles inmutables, son actores de sí mismos, se
transmiten la máscara desde tiempos inmemoriales. Según la tradición oral, el pueblo es amigo de bailar y cantar, de comer en grupo, y de sentirse a gusto; ver y dejarse ver. Pero, también se bebe para gozar y recordar. Los vestigios del pasado migratorio abundan por todo el barrio. Elementos costumbristas con valor etnográfico: prácticas, creencias y mitos de una cultura. Con sacrificio, sufragio y voto son honrados los muertos. Este tipo de ceremonial favorece la comprensión simultánea de un tributo al progenitor y de la imagen correspondiente, que adquiere así la función de narrar el contenido argumental paralelamente en otro lenguaje. Del mismo modo que la sociedad consagra hombres, también consagra cosas, de manera particular ideas. Por consiguiente, estamos ante unas formas narrativas de representación que dotan a cada episodio de un carácter gráfico dinámico e inteligible, casi dramático, en que el ritual se utiliza también como medio expresivo. Hay un territorio de la psicología humana, por este motivo es nece-
sario no olvidar que la memoria colectiva requiere para su mejor permanencia de un soporte físico en el que se afiance y asegure, también necesita de un lugar donde habitar, del que no pueda ser expulsada fácilmente. Esto que a simple vista parece no querer decir nada, tiene mucha importancia; representa en el lenguaje de la vanidad personal la satisfacción de ver su nombre en la figuración grupal, la realización de ese deseo de tributar la memoria de sus progenitores, huellas gloriosas que en él dejaran estampadas las generaciones que le precedieron. Esto tiene que ver con el sentimiento de vacío que sólo puede ser llenado con el recuerdo. Y dice la historia que la ermita de San Antonio fue erigida, a principios del siglo XVII por Baltasar Hernández de la Guardia como muestra de gratitud por librar a la población del azote de la peste. Tiene una espadaña blanca y un porche de madera cubierto de tejas que ocupa toda su parte frontal. Imágenes para la devoción: San Antonio de Padua, San José, Virgen de la Paz, San Juan Bautista, San Sebastián, Santa Lucía y San Luis Gonzaga. Se custodian antiguos documentos, objetos de oro, plata, y otras muchas figuras de cera que simbolizan el cuerpo humano y algunas de sus partes: piernas, brazos, manos, pechos, etc. Algunos devotos realizan esta ofrenda después de que el santo les concediera la petición; otros en el momento de solicitarla. La cuestión religiosa incide en la importancia de los valores (y sus agentes de transmisión), la esencia de este espacio, sacralizado desde tiempos inmemoriales, es la generosidad de lo divino. El templo es lugar para la reunión de los vecinos. Los elementos culturales actúan y reaccionan entre ellos a su modo. Aquí, pues, se viene sobre todo a sentir, invocar las virtudes del santo y conseguir momentos espirituales de alto voltaje. Un sentido de la amistad que por lo general sabe sobreponerse a desavenencias y equívocos, a resentimientos y diferencias habidas. Las leyendas nos hablan de los emigrados a Cuba y Venezuela, quienes al volver de las Américas reparan sus promesas con obra piadosa. San Antonio de Padua, bella imagen representada con un libro y una flor de lis en las manos, es tradicional patrono de náufragos y marineros, pero también es protector de los que
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EN PORTADA buscan casamiento. ¡Pastor de altares! No debe haber oficio más hermoso en el mundo. Días previos al trece de junio, en el atardecer, José Lorenzo Afonso Méndez (Icod de los Vinos, 10-VIII1963//…) confecciona el cesto de frutas para colgarlo en el pórtico de la iglesia. La escenificación callejera comienza en la casa de sus familiares, siempre acompañados por un grupo de tamborileros. El cortejo así dispuesto, marcha por las calles, con gritos de apoyo y alaridos salidos de las filas del pueblo. Largamente aclamado, el protagonista desfila con orgullo su prenda. Sobre todo, al celebrar estos gloriosos, gozosos y benéficos júbilos resurge así la herencia cultural, las vivencias, los hábitos festivos y las formas de ocio. Y, enseguida hilan sus especiales recuerdos. Esta actividad artesanal, la realización del cesto de frutas, es retorno al ayer y manifiesta la búsqueda de lo auténtico y lo genuino. La nostalgia se afirma en un pasado concretado. Se resucitan las memorias del padre, los hijos traen los sentimientos de aquel emigrado alejado de su tierra. Los hombres ahora vivos deben cumplir. Los recuerdos van y vienen. Los hermanos de José Lorenzo (Fernando y Candelaria) se limpian los ojos, no quieren revelar las profundas emociones que se leen en sus rostros. Este sacrificio combate aquellos sufrimientos y desvelos transitados en Cuba y Venezuela, el padecimiento del viaje, las amarguras de los primeros tiempos en el país de destino, el rechazo de aquella vecindad, los trabajos esclavizadores. Todo llevó a un compromiso por una vuelta feliz del emigrante Antonio Afonso García (Icod de los Vinos, 15-VIII-1927//25IV-2006). Por tanto, queda patente que no se trata de hacer un gran conjunto teatral en el pórtico del templo, pero sí es cobijo evocador y fecundo desde el que festejar la memoria de quien fue uno de los vecinos más característico. Hoy, los hijos mantienen el pago de ese deber. Sólo estas vividuras íntimas, siempre marcadas por las migraciones económicas, nos proporcionan claves que con frecuencia a los ojos de los extraños pasarían desapercibidas. Este sentimiento de recuerdo colectivo es el resultado de una memoria que tiene una capacidad de evocación intensa y duradera. Todos los del barrio conmemoran la acción de la ofrenda, entre gran regocijo, entonan coplas, vitorean al santo de Padua y vibran de alegría. Los espíritus particulares no pueden ponerse en contacto y comunicarse más que con la condición de que salgan de sí mismos; pero no pueden exteriorizarse más que en forma de movimientos. El sentir se desborda, por encima del obsesivo ritmo de tajaraste suena una traca de voladores que convoca la masiva afluencia de participantes y espectadores. La cordialidad y el entusiasmo por la vida son aspectos esenciales de esta reunión. En pocos lugares tiene
tanto sentido esta cuestión. Sí, por razón estética y por razón social: el lugar se convierte en un espacio sagrado dedicado a la peregrinación, y con ello también se subraya la importancia que la emigración ha tenido durante siglos en este pago de San Antonio de Padua. Una prueba más de que los dos relatos, el mito y la historia, se solapan, se entrecruzan y conviven con toda naturalidad en un pueblo en el que abundan las fórmulas para contar el pasado. Llenado este último requisito, cumplida esta postrera formalidad ya se pueden dar por comenzadas las fiestas. Dice la tradición, que el cesto de frutas es rito asociado a la cultura inmaterial, la cosecha de la tierra viene así a inscribirse en la dimensión religiosa, función de sacralizar tiempos y espacios, asociación con los ciclos estacionarios de la vida comunitaria, petición y agradecimiento por el provecho de la siembra. El cesto de frutas constituye un útil punto de identidad. Como la parte llama al todo, también evoca los sentimientos que el todo rememora. La tradición. Interesa la tradición y el paisaje cultural adaptado al tiempo y a las necesidades de la época. Cuestión de supervivencia. Es sabido que toda sociedad tradicional se inscribe en un medio natural, pero la fuerza emocional también puede tener como contrapartida la ambigüedad e incluso la confusión de los efectos simbólicos. Aquí hay nostalgia, se pretende rememorar situaciones pasadas, asociaciones inconscientes producen emociones conscientes, el referente es el pasado, como modelo de un existir que se debe revivir. En cualquier forma y manera, esta interpretación popular se presenta como una expresión profundamente vivida y muy participada. La cultura es, pues, una dimensión de la actuación social. Orlando Medina Hernández (Icod de los Vinos, 23-10-1943//…). Campanero, da publicidad y anuncia con júbilo. En San Antonio tenemos la campana que nos llama, que nos avisa, que nos da la alegría con su repique. Su voz de metal nos llega en ritmo de tajaraste gracias al buen hacer de Orlando. Conforme a lo acostumbrado en estos días, con semblante sereno y sonriente, pasa horas y horas a pie de obra. Su sitio natural está a un metro del bronce. Para que el llamamiento del pueblo sea hecho debidamente, hay tono suave que halaga los oídos, dulce sonido y maestría del intérprete. Todo el mundo coincide: el sonido de las fiestas está señalado con esta especial manera de tocar las campanas, que si baile corrido, que si tajaraste, la alabanza a Dios halla un medio muy apropiado. Desde su más tierna edad, ha mostrado brillantes aptitudes para tocar las campanas con distintas variaciones musicales. Es la entrega a la fiesta, a la vida, al mundo. Entrega desmedida desde siempre, como él mismo reconoce. Es evidente que la vocación se manifiesta en
Antonio Afonso García (en el centro de la imagen)
Aureliano Martín García muchos individuos con caracteres claros y verdaderos. Fermín Luis González (Icod de los Vinos, 26-09-1936//…). Autor costumbrista, escribe porque no tiene más remedio, es una pulsión obligatoria. Dadas las peculiaridades circunstanciales de su historia, San Antonio de Padua es, naturalmente, fuente inagotable para poetizar mitos y leyendas populares. Fruto de su mirada poética, los asuntos que nos trae en sus palabras acunadas aluden al patrón, al amor y a los personajes imprescindibles. Sonidos y trazos para hurgar en el corazón del barrio. Así, en paz consigo mismo y con el mundo, Fermín se encarga de cantar generosamente su poesía, elemental y simple, donde la melancolía se bebe y la nostalgia se respira. Aporta valiosos indicios sobre los fenómenos de flujo migratorio e innegables relatos de eternos amores. Su voz sigue viva, despierta emociones y un sentimiento de orgullo entre los espectadores. Sus coplas carecen de un ritmo concreto. La clave radica en la repetición de ciertas frases para conseguir la unidad de expresión. Aunque en el barrio se han perdido otros escritos en prosa, faltando por completo obras dramáticas que, en su doble dimensión, escénica y vox populi, ejercían poder de fascinación sobre el público, pues, ofrecían una oportunidad inmejorable para recrear
y criticar los modos de vida de la comunidad. En las primeras horas de la noche del trece de junio desfila el cortejo procesional compuesto por San José, la Virgen de La Paz y San Antonio de Padua. Desde la iglesia las veneradas imágenes descienden por la vía de El Amparo, y cumplen las calles La Rosa, Las Cruces, La Fuente, El Agua, Las Mirandas, El Beço y San Antonio. La duración de la procesión se prolonga mucho con las peticiones y con las paradas a las puertas de las casas de los fieles devotos. Aunque se da una particular religiosidad interior el componente de aflicción es importante. Gracias a la oración algunos vecinos se olvidan de sus pobres y terrenales problemas y sienten la caricia, la comprensión y la cercanía de Dios en el que dicen creer. Llama la atención, que incluso entre los no creyentes es importante la demanda de espiritualidad, e incluso satisfacen determinadas promesas que habían hecho. Muchos recibieron la ayuda que pidieron, el consuelo que solicitaron, la salud que suplicaron. ¡Bendito San Antonio! No hay otro como él para reconfortar al afligido en caso de necesidad. Y hoy, al participar de una eucaristía, de una ofrenda, de una penitencia o de cualquier otro rito religioso, el parroquiano se encuentra unido al resto de la comunidad, lo que le proporciona la fuerza y la seguridad de todo el grupo social. Se llama a la puerta de todos los corazones, de todas las conciencias. Ya en la plaza, el patrón entra en la capilla, no sin antes haberse quemado vistosos fuegos artificiales. Aureliano Martín García (Icod de los Vinos, 16-06-1920//17-11-1995). Propietario de la panadería de San Antonio, sita en este lugar. Aureliano asumió, en relación directa con su virtud y generosidad, el compromiso de donación de los panes en las fiestas patronales del año 1961. Desde entonces, no hay un solo año en el que no se cumplan esas voluntades. Cuánto camino recorrido desde aquella cita ante el patrón. Cuántos sentimientos, pasiones y esfuerzos. Cuánto amor por la ofrenda, cuánta fascinación por sus memorias. La particularidad fundamental de un recuerdo es su reiteración, y cuanto más se repite, más hermoso se nos antoja. Hoy, sigue siendo un acto de generosidad hacia el vecindario. Obviamente, este tipo de ambiente positivo y armonioso contribuye a lograr un resultado genuino de convivencia. Esto es compromiso, esto es tradición, esta es la manera única de conseguirlo, así lo entendemos muchos y así lo entiende su familia. Es promesa que se mantendrá firme. Verdadero alimento que da sentido a sus vidas. Guardianes de la donación, según ellos, celestial: “El pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo”. Siempre en domingo se celebra la solemne misa mayor. Función religiosa para repartir el signo del alimento consagrado. Los herederos
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EN PORTADA del difunto Aureliano depositan ante el santo patrón su ofrenda. Por un impulso de amor, acatamiento y devoción llevan a la iglesia los panes y una enorme “bimba” de gofio amasado. Punto de encuentro. En la eucaristía se rescatan los textos evangélicos, con su contenido bíblico y teológico, se pasa al mundo de las ideas y creencias. Es necesario dar razones para obedecer, para creer, para obrar, para poder continuar con la concepción del hombre vigente. La base es la adoración del Santísimo Sacramento, que no puede ser expresado si no es conservando mucho del lenguaje mítico, simbólico y metafórico. Lo esencial de esta comunión no es el culto, sino la mesa y el banquete del pan eucarístico, que es el Cuerpo de Jesús. El hecho de que expongan los valores de la existencia a través de ejemplos literarios se explica porque la vida humana es relato, norma ética y ejemplaridad. Y por obra y gracia de estas lecturas, el oficiante practica aquella sentencia del Evangelio que dice: “Señor Jesucristo, verdadero pan de vida, dígnate bendecir este pan como bendijiste los cinco panes en el desierto; haznos solidarios con el hambre de los pobres para que, a ejemplo de San Antonio, compartamos nuestro pan con los necesitados imitando así tu generosidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.” En el interior del templo cuesta abrirse paso entre la apretujada humanidad. La gente se arrodilla, muchos durante largo tiempo, o se aprietan en los bancos de madera. No hay distinción de clases ni de condiciones. Celebrada esta misa dominical, se tiene una comida de hermandad en la plaza del pueblo. Hay un momento de ceremonioso silencio antes del reparto. Después, como en un accidente de tráfico, todo empieza a colisionar para comer este pan verdadero y antiguo, este pan eterno. Comer forma parte de la acogida y la hospitalidad. Verse cara a cara. Algunos vecinos con atavío de fiesta se afanan montando las mesas. Hace sol, pero el calor no agobia. Las mujeres no se dan punto de descanso, hablando a voces reparten el almuerzo. No falta vino y gofio amasado. Partir el pan es compartirlo con los otros comensales, gesto que crea lazos de unión entre ellos. Tomar este pan con alguien es señal de alianza, agranda el sentido de comunidad. Aquellos que comen a la misma mesa establecen relaciones de especial amistad, son amigos íntimos. Buen escaparate para dar rienda suelta a las alegrías. Irresistibles tentaciones para el paladar: vino, carne, pescado y deliciosos postres. El banquete con otros vecinos, por consiguiente, se asocia a la idea de la fiesta. Los gloriosos recuerdos que se hacen revivir ante sus ojos, y de los que se sienten soli-
Lanzamiento de globo
darios, les proporcionan una impresión de fuerza y de confianza: desandan el pasado. Es esta característica de la costumbre la que la hace instructiva. Pero lo que excita en extremo la atención, y en algunos hasta la imaginación, es el lanzamiento del globo. Momento cumbre del ambiente popular de Icod de los Vinos. He aquí una de las celebraciones más populares y gustosas del calendario local. Es verdaderamente fantástico, mágico, arrebatador, el cuadro que representan Osmundo y su grupo de voluntarios. Se trata en efecto de un acontecimiento peculiar en toda Canarias. ¿Qué se sabe del origen de esta costumbre? ¿Cómo ha derivado desde oficio artesanal a componente de fiesta? Tradicionalmente, se cuenta en San Antonio que este paso de costumbre data de mediados del siglo XIX, pues, antiguamente a los artesanos se les encargaba la fabricación de farolillos y pequeños globos para celebraciones domésticas. Como es sabido, varias generaciones de los apellidados Delgado Socas han idealizado y conservado desde entonces este rito. Y aunque poseen algún barniz de ciencia a su modo, la familia encubre los cálculos exactos y el secreto del molde (en forma de pera), para la cita anual de esta aventura aerostática. José Osmundo Delgado Martín (Icod de los Vinos, 3-VII-1940///…). Ojos vivos, penetrantes y, de cuando en cuando, una sonrisa de pícaro. Habla con ardor y alegría, con pasión, corajudo al extremo. Su relato oscila en los límites entre la realidad y la fantasía. Para los vecinos del barrio su presencia adquiere carácter mítico. Lo respetan muchísimo como artesano y
lo adoran como amigo. Hay otra virtud de Osmundo que no tiene precio: la generosidad. Viene de familia: esta afición de volar los globos la heredó directamente de su padre, José Delgado Socas (Icod de los Vinos, 8-IX1904//Icod de los Vinos,14-XI-2000), con sobrenombre de “Pepe El Capijo”. ¡Gloria al globo en las alturas! Es una fiesta de gran alegría para los niños, que tan impacientemente la esperan para alborozarse, gozar y expresar su júbilo. Ese brillo especial que ilumina sus ojos. Y así el entusiasmo colectivo aumenta por momentos, su apoteosis llegará en el momento de la ascensión. Para establecer el equilibrio del aerostato, Osmundo se sirve de la colaboración de un voluntariado. En cierto sentido, es el héroe el que aparece en escena. Nadie pone en duda el éxito de su empresa. Magnífico espectáculo se desarrolla a la vista de los presentes. Son instrumentos artesanales de navegación aérea trabajados en papel de embalaje. Como por arte de magia, esta envoltura se hincha con aire caliente procedente de la combustión del fuego de un soplete colocado en la abertura inferior del aparato. Antiguamente permitían llevar una barquilla con fuego fijo, por razones de seguridad se ha prohibido. Cuando el globo se llena, asciende y toma altura, pero al rato con inquietantes oscilaciones se agota, se vacía, se alarga; desciende a unos ochocientos metros del punto de partida. Es inútil decir que todas las conversaciones giran únicamente sobre lo acontecido. Sería difícil imaginar una escena tan alegre, radiante y animada. Y Osmundo emocionado, aunque sin querer aparentarlo. A su alrededor, los fieles lo acla-
man constantemente. Se renuevan los aplausos y el griterío, después emocionados abrazos y calurosos apretones de manos. Es un acontecimiento que merece grandes titulares en los periódicos, pero se mantiene en la riqueza del patrimonio espiritual del municipio. Las fiestas son un soporte de la estructura social y contribuyen a evitar la pérdida de identidad, de la desintegración comunitaria y de los valores culturales. En la organización participan todos los vecinos, cada uno de ellos en el rol que le asigna el conjunto. Hay cargos representativos que son hereditarios, ya que son ellos los que garantizan la preservación de las tradiciones. Pero el espectáculo más bonito es el que ofrece la gente. Es pueblo que conserva su sabor, color, olor y costumbre. Forma parte principal del esfuerzo de continuidad que ha de realizar todo el grupo social para vivir el sano equilibrio entre la herencia y el futuro. Más que para celebrar el patrón San Antonio de Padua, las fiestas sirven para satisfacer ciertas necesidades y cumplir con determinadas obligaciones sociales, proporcionando al mismo tiempo entretenimiento y diversión para que los miembros de la comunidad puedan compartir actividades y así anclarse más sólidamente en las tradiciones que los unen. Los participantes recrean cada año los principales acontecimientos de su tierra de origen, y en este proceso, los vivos, los muertos y los santos cristianos se funden en un movimiento colectivo tripartito. Modos de transmisión de conocimientos, doctrinas y relatos, enseñanzas transmitidas de generación en generación, son los componentes que configuran la dimensión social de la fiesta. Quiere la tradición la lectura de poemas, el uso de tambores arcaicos, la armoniosa orquesta de campanas, la bendición del pan, los fabulosos globos aerostáticos, así como la exposición del cesto de frutas y otros objetos ancestrales. Traen el pasado al presente para que los jóvenes se empapen de cultura popular y sigan propagándola el año venidero. Y llega el final. Se termina, se acaba en una gran pelana hacía el anochecer, en que toman parte todos los componentes de la comisión saliente. Gracias a todos, por compartir tan buenos momentos, detalles de fe, cariño y participación. Al compás de la música en tamboril tajaraste, se busca la casa del nuevo mayordomo. Hoy como ayer, una bandera española atada al extremo de una gran hoja de palmera constituye el símbolo de poder. Se congrega la multitud en torno al nuevo domicilio de referencia. Brindis, hay vino blanco y vino tinto; y comida excelente. Se nota el ambiente de simpatía, cordialidad y gracia. Hay que pasar el testigo de la tarea, encargo y compromiso para todo un año. Por descontado, siempre hay un equipo de personas entusiastas para eternizar a San Antonio de Padua.
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BALCÓN DE VENEZUELA
Textos: Antonio-Pedro Tejera Reyes
EL TURISMO EN EL MUNDO uando vemos con satisfacción y admiración el rumbo que va tomando el desarrollo del turismo en el mundo, llegan hasta nosotros los mejores recuerdos de las miles de horas que hemos empeñado en inculcar de forma ordenada la bondad de este movimiento mundial, en toda una vida dedicada a fondo a la enseñanza, la promoción y la consagración del tema. No es para menos cuando nos han pasado por nuestra vivida experiencia los más connotados acontecimientos del cómo y el porqué, una región que se caracterizaba por ser eminentemente de emigrantes se transformó en unos pocos años, en lugar apetecido por todo un mundo laboral y que durante algún tiempo tuvo que soportar ingentes cantidades de personal venido de todo el mundo, que llegaban hasta en pateras –pequeñas embarcaciones sin ningún tipo de acondicionamiento- jugándose la vida para disfrutar de los beneficios que el desarrollo turístico había traído a cuantos vivían en las Islas Canarias… haciendo bueno aquello de “islas afortunadas”, “paraíso del Atlántico”, etc. etc. Esto que hemos vivido “en vivo y en directo” nos asalta en la memoria cuando visitamos zonas con espectaculares condiciones para aprovecharse de un turismo que las redimiría de la pobreza y elevaría su nivel de vida social-cultural y económico, a poco que dirigentes serios, honrados y capaces, vislumbraran el beneficio que reportaría a su población el desarrollo calculado del turismo, siguiendo los parámetros que hoy expande por todo el mundo la Organización Mundial del Turismo, organismo que ha evolucionado a través de los años recogiendo conocimientos y experiencias para apoyar el desarrollo del turismo en todos los lugares, con la premisa constante de que “el turismo es riqueza, para la persona, para la familia, para la comunidad y para el mundo entero.” Cifras y más cifras dan fe de esta evolución de una sociedad que sueña con el viaje, planificando sus vacaciones sobres las bases que hoy la moderna tecnología nos lleva hasta nuestras propias casas.
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EL COMPROMISO INELUDIBLE Ante este escenario mundial que comentamos, se hace preciso entender que este movimiento de la población mundial busca sus preferencias en lugares donde la paz y la libertad tengan su asiento, siempre dentro de su más ordenado concepto, pues lo que se busca es poder disfrutar de un bien ganado tiempo de ocio, donde la preocupación por la seguridad física y jurídica este garantizada. Este es un compromiso ineludible para
“Es imposible desarrollar en un país, un turismo bueno y eficaz, sin unas bases sólidas de profesionalidad en todos sus actores.” Arthur Haulot. 1960.
VENEZUELA Y LA SENDA DEL DESARROLLO TURÍSTICO EL VALOR DE LA PROFESIONALIDAD cómo se hace una reserva, o cómo hay que pelar las papas…
La profesionalidad en el turismo comienza por clases prácticas, y el desempeño de funciones en puestos reales de trabajo. Todo lo demás es “un cuento chino”.
Las clases académicas deben ser un complemento de unas buenas prácticas siempre que sean impartidas por profesionales adecuados y con los medios técnicos más modernos.
aquellos lugares que quieran integrarse como un destino turístico en cualquiera de sus amplias vertientes. Sin estas garantías lo máximo que se conseguiría sería un momento álgido en su recepción turística, que pasaría a pesar como una losa sobre la imagen del destino señalado. Para consolidar el turismo en un lugar cualquiera del mundo tenemos que contar con las más serias responsabilidades en toda la gestión del mismo, donde la profesionalidad, la honestidad y la honradez sean la bandera que ondee en todas las acciones alrededor de ello. Dentro de este marco referencial, la profesionalidad tiene una preferencia en toda su extensión, desde las empresas hasta los más humildes servidores, pasando por unos gobernantes capaces, imbuidos en la necesidad de una gestión eficaz para ofrecer con la mayor garantía el disfrute de los atractivos que se ofrecen, los cuales también deben respirar ese concepto de
la honestidad, sin falsas historias ni elementos añadidos producto de imaginaciones calenturientas, que después se pueden revirar en contra de los propios intereses de la zona. PROFESIONALIDAD, EL FACTOR ESENCIAL Nuestra insistencia sobre esta cuestión se basa en toda una larga experiencia centrada en la observación y el estudio del desarrollo del sector turístico en todo el ámbito mundial, donde miles de ejemplos nos han llevado a concretar que sin el conocimiento y la capacitación necesarios, es imposible sostener una empresa de la importancia del turismo, número uno del mundo, ya que todo lo que sea actuar por impulsos sin conocer a fondo sus consecuencias, buenas o malas, puede llevarnos a una situación caótica de la cual solo lamentos vamos a recoger. Ahí están las obras públicas realizadas que más tarde han tenido que ser demolidas… los edificios autorizados impunemente sin ninguna garantía de su porvenir, cuyo destino ha sido el derribo de los mismos, o el cambio de su uso… los ejemplos son millares en muchos de los destinos hoy catalogados eufemísticamente como “destinos maduros”. Se concreta aquí la importancia de por qué para dirigir la empresa turística en su mayor concepto se hace necesario conocer sus más intrincados problemas, tanto de operación como de desarrollo. No es de recibo concebir a un agente de viajes que no conozca cómo se expide un boleto de avión, al igual que un hotelero que no sepa
VENEZUELA, EL PANORAMA Son muchos los años que venimos tratando este tema dentro y fuera del país venezolano, con abundantes publicaciones en este mismo espacio de EL DIA, así como en revistas ilustradas de casi toda la América Hispana, recogiendo comentarios y opiniones de los distintos sectores de referencia, siempre con el punto de mira puesto en el beneficio que el turismo dará a un país que dispone de toda una carga histórica y geográfica de muy alta calidad, a la que se contrapone la escasa importancia que a través de los años se le ha dado al desarrollo de su turismo, si bien hay que hacer algunos paréntesis, como los tiempos de la célebre Corporación Nacional de Turismo, liderada por Diego Arria, allá por los años setenta del pasado siglo. Volviendo al origen de estos comentarios, si no contamos con auténticos profesionales bien formados en todo el sector del desarrollo del turismo, difícilmente podemos alcanzar el nivel de cota donde se llegue a eso de “erradicar la pobreza”, “elevar la calidad de vida”, “generar riqueza”, etc. etc. Lejos de quiméricos desarrollos basados en proyectos faltos de los más elementales conocimientos del futuro de este desarrollo comentado, se hace necesario una formación humanística capaz de hacer entender al personal, la compresión que debe de presidir todos sus actos, la honestidad en su trabajo, y la necesidad ineludible de ofertar una preparación seria y eficaz que se aleje del protagonismo personal, que acoja con toda amabilidad al visitante y que entienda el turismo como un beneficio, no como un negocio que produce pan para hoy y hambre para mañana. Comentarios y observaciones que sabemos, y tenemos pruebas de ello, que no caen el vacío y que generan esa inquietud necesaria para que algunos muestren sus mejores intenciones siguiendo estas pautas que, no por ser desconocidas totalmente, están alejadas de muchos personajes que pretenden hacer carrera en el sector del turismo venezolano. El desarrollo del turismo en el país seguirá siendo una esperanza que algunos verán concretarse, aunque no seamos nosotros…
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GALERÍA DE RETRATOS
José Carlos Gracia
Teléfono 922 380 668;
[email protected]
El “templo guanche” de José Carlos Desde hace tiempo, en los comienzos de año el “templo guanche” de José Carlos, su estudio tinerfeño, se convierte durante una jornada en un impresionante lugar de encuentro donde los más notables personajes de la vida Canaria que conoce, investiga, respeta y admira la lejana e histórica etapa de nuestros antepasados, el pueblo guanche, se reúnen para aportar y comentar los nuevos descubrimientos que durante el anterior año se han conocido. El lugar no puede ser más idóneo, el marco del estudio del pintor rezuma por todos los rincones respeto y admiración por nuestros bravos antepasados, de los que recibimos la impagable herencia de un saber vivir en paz cuidando todo el entorno natural en las siete islas. No podemos olvidar que José Carlos, gracias a la excelsa tribuna del diario más leído de todo el Archipiélago, El DÍA, ha sido el artista que más horas y metros y metros de lienzo ha empleado en contar, con su paleta de historiador y poeta, las más escondidas vicisitudes de nuestros ancestros. El templo estudio del artista es un lugar realmente mágico, toda su dimensión, enorme, está cercada por espejos y cristales que dejan ver un cuidadísimo jardín de multicolor vegetación autóctona. Cada centímetro de su interior guarda, con el mayor de los respetos, recuerdos recogidos en sus viajes por medio mundo y encuentros con reyes y primeros ministros. Una mínima parte de su colección guanche, sobre cuadros de gran formato, se alinean sobre caballetes por el estudio y se precisa de horas y horas para descubrir detalles en tan impresionante y bella obra. Quiero con estas modestas líneas situar al lector en el lugar más ideal para celebrar un encuentro entre nuestra historia y todas aquellas personalidades canarias, de lo más variopintas, como puedan ser historiadores, directores de grandes empresas, escritores, hoteleros, periodistas, políticos… que necesitan en una jornada, debatir sobre el pueblo guanche, y este es el escenario ideal por tener una escena artística y acorde con el tema que se debate. Tenerife, baluarte de su pasado, no olvida, ni por un momento, que entre otras maravillas naturales de las islas para atraer ese turismo que tanto precisamos, más ahora en largos caminos de arena de crisis, está su propia historia guanche. Todos los pueblos guardan y respetan su pasado, pero pocos, muy pocos, tienen nuestro tesoro, la vivencia de un pasado casi de cuento, donde hombres, mujeres y niños, llegaron a nuestras orillas, aún no se sabe a ciencia cierta de dónde, sin saber navegar, y crearon con sus vivencias la forma más pura y libre de vivir en paz haciendo patria.
Colección “Guanches”, nº 94 (Técnica mixta sobre papel de dibujo de 70 cmx 50 cm)
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REPUBLICACIÓN En cumplimiento de las bases del concurso, se publica a continuación el reportaje ganador del Premio de Investigación Histórica Antonio Rumeu de Armas 2013, otorgado por Editorial Leoncio Rodríguez, que se falló el pasado martes 7 de enero. Este trabajo apareció originalmente en el suplemento semanal La Prensa del 22 de agosto del año pasado.
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domingo, 12 de enero de 2014, EL DÍA www.eldia.es/laprensa
Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 909
EXPONERNOS Claves para hablar en público
Texto: Álvaro Cabrera Suárez, psicólogo T-2378
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nstintivamente tenemos respeto a exponernos ante otras personas, esto es debido a que somos seres sociables y en muchas ocasiones dependemos de los demás. A la hora de hablar en público puede que sintamos tensión, inquietud, bloqueo (por lo menos las primeras veces y luego de una forma más atenuada), pero, como otras habilidades, al trabajarla y dominarla nos puede suponer grandes éxitos y ventajas.
DISTINTOS PUNTOS A TENER EN CUENTA A LA HORA DE HABLAR EN PÚBLICO:
1. ¿Quién es tu público? • Es interesante saber qué tipo de público vas a tener para enfocar la charla a los intereses del mismo. • Viste acorde con el lugar y las personas que vas a encontrar, pero sin dejar de estar cómodo. (No seas extravagante, tu ropa no debe eclipsar tu discurso). 2. Antes de salir • La práctica te da seguridad. Practica en casa solo o con alguien que te diga cómo lo estas haciendo. • Lleva unas tarjetas con las ideas que quieres tratar por si en algún momento te quedas en blanco. (Letra grande y clara, una sola cara, numeradas, escuetas y de papel duro o cartón para que no se arruguen). 3. Si estás nervioso/a • Bebe agua, le trasmitirás al cuerpo el mensaje ” no hay ningún problema, incluso tengo tiempo para beber agua”, además así no tendrás la boca seca. • Ejercicios de respiración (antes de salir), coge aire por la nariz y suéltalo por la boca soplando lentamente (unas cinco veces). • Ejercicios de tensión-relajación (antes de salir), aprieta con fuerza los puños y nota la tensión dos o tres segundos, luego abre las manos lentamente. • Durante la exposición mueve las manos o camina ligeramente, es otra manera de liberar tensión del cuerpo. 4. La entrada • No empieces si aún no está todo preparado. • Saluda amablemente y agradece al público su presencia. • Si te están presentando, mira al público, no mires al suelo aparentando modestia. • Intenta ser natural, las mejores charlas son como buenas conversaciones pero para más gente. • Engancha a tu audiencia empezando con algo que les genere curiosidad, como una pregunta, un hecho poco conocido, una historia, etcétera. • Evitar empezar disculpándote, “no se que tal lo voy a hacer”, “no suelo hacer esto”, “no me dedico a esto” porque las personas que están allí pueden pensar “¿y entonces que haces ahí?” 5. Contacto visual • Habla a toda la sala, divide la sala en sectores, elige personas cuyas caras o actitud te transmitan confianza en cada sector y dirigirte a ellas. • Mirar a tu público es fundamental, tanto para conectar con ellos, como para saber qué tal va tu presentación por si tienes que cambiar tu tono, ritmo, tema, etcétera.
6. Medios audiovisuales • Al hablar no mires a la pantalla, mira a tu público. • No pongas texto para leer, solo pon la idea o una imagen y desarróllala. • No incluyas vídeos largos. • Estos medios pueden ayudar a potenciar el mensaje, aclararlo o dar una información extra, pero lo principal de la presentación es lo que aportas tú.
• Evita el contacto visual con las personas a las que no quieres responder. • Cuando quede poco tiempo señala que solo habrá dos preguntas más. • Si algún tema se extiende o no hay tiempo para más preguntas el orador puede señalar que está disponible después de la charla para atender al público o facilitar una dirección de correo electrónico.
7. Posición • No balancearnos (en lugar de eso podemos caminar serenamente). • No escondernos detrás de la mesa (podemos situarnos junto a ella). • Si estamos sentados, no nos quedemos rígidos. Hay que intentar tener la espalda en un punto intermedio para poder jugar con el movimiento, inclinándonos para acercarnos o enderezándonos para alejarnos, y así dar énfasis aunque estemos sentados.
11. Al finalizar la intervención • Dar las gracias mirando al público y retirarse. • No hay que volver al escenario para recibir más ovación, levantar los brazos en señal de victoria o hacer reverencias. • No hay que esperar a que terminen los aplausos, ni hacer comentarios del tipo “que buen público”, “No es para tanto”, etcétera.
8. Gestos • Los gestos tienen que acompañar e ir al compás de las palabras, con ellos puedes potenciar el mensaje. • No meter las manos en los bolsillos o cruzarte de brazos (ten un puntero, un bolígrafo, eso ayuda). • A la gente le gustan las personas que actúan con naturalidad, no fuerces gestos. 9. Tu voz • El ritmo, el tono de tu voz, incluso las pausas deben relacionarse con el discurso que estás dando (no es lo mismo intentar excitar al público, que hacerlos reflexionar). • No hables siempre con el mismo ritmo y tono, porque la gente desconectará. • Graba tu voz cuando practiques para conocerte mejor y poder trabajar en ella. 10. Ronda de preguntas • Si no se domina el tema, intentar no hacer ronda de preguntas. • Dejar claro el tiempo disponible para las preguntas. • Si nadie pregunta, se puede preguntar si no ha quedado claro algún aspecto en especial para generar interés y abrir la ronda de preguntas. • Cuando escuches la pregunta mira al que la formula y al responder mira al público. • Si la pregunta no es relevante o no tiene que ver con el tema tratado, se señalará esto mismo y pasaremos a otra pregunta. • Escucha atentamente la pregunta, no empieces a estructurar la respuesta en tu cabeza antes de que terminen de hacerte la pregunta. • No te andes por las ramas, da respuestas cortas. • Si no sabes, admítelo y di “no sé la respuesta, pero la buscaré y se la daré”.
12. Cuando las cosas no salen como deberían • Evita imprevistos de última hora comprobando el equipo (ordenador, micro, proyector, compatibilidad del archivo con el ordenador que se vaya a usar, etcétera.) • Si hay algún fallo técnico intenta rellenar ese tiempo con alguna anécdota o comentario para que no se llene la sala de conversaciones entre los asistentes. Si el problema dura mucho abandona el escenario hasta que se solucione. • Si la presentación es de 20 minutos intenta planearla en 16-17 por si hay alguna pregunta o percance no ir con prisas. • Planea una versión corta en la que no se trate algún punto por si te ves forzado a reducir el tiempo de tu presentación. • Planea una versión larga con ronda de preguntas, consejos, referencias, ejemplos, anécdotas, etcétera. • Si un conferenciante anterior trata un punto clave de tu charla, no pasa nada, coméntalo al público y conecta con el siguiente. • Anticipa las posibles críticas y lleva preparadas respuestas. • Si alguien interrumpe con dureza durante la intervención, hay que explicarle que se le atenderá al final. Si aún así su actitud persiste, se le invita a abandonar el lugar. Nunca hay que tener una discusión acalorada. • Si alguien se va en mitad de la charla o suena algún móvil no darle importancia. 13. Después Intenta saber que tal ha ido, escucha a la gente, si te han grabado revisa la grabación y apunta las cosas buenas para repetirlas y las malas y regulares para modificarlas.