^Signos, lengua y cultura EDITORIAL ANAGRAMA

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LENGUA Y CULTURA GENERAL
MAYO 2013 PRUEBA CDI - 6.º PRIMARIA PRUEBA DE CONOCIMIENTOS Y DESTREZAS INDISPENSABLES LENGUA Y CULTURA GENERAL LA INFORMACIÓN DE ESTE RECUADRO DEBE

EDITORIAL SUDAMERICANA. - Historia y cultura -
A EDITORIAL SUDAMERICANA - Historia y cultura - I La ciudad Para reconstruir la historia de la elite y 10s sectores populares de Santiago en el si

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INDICE

Sebastia Serrano

^Signos,lengua y cultura L.

EDITORIAL ANAGRAMA

SebastG Serrano

Signos, len y cultura

EDITORIAL ANAGRAMA BARCELONA

Portada:

Julio V i v ~

f Sebastih Serrano, 1980 ) EDITORIAL

ANAGRAMA, 1981

C. Pedi- de li Cteu, 44 Baxeiona-34

ISBN 84.339.0061-7 Dep-sito Legal: B. 5809 - 1981

Grfficas Diamante, Zamora, 83, Barcdona-18

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Un jurado formado por los senores Emest Lluch, presidente, Max Cahner, Jaume Fuster, Isidre Molas y Josep M. Figueres, secretario, otorgaron a este obra el premio Xmxa 8Assuig 1979, convocado en su tercera edici6n, dentro del marco de la fiesta literaria de Santa Lucia (Reus, diciembre de 1979).

Leer un libro ea como hacer un viaje. Esxibii un libm, tnrnbien. Gnueso que cuando comeno5 a escribirlo tenla unas cuantas ideas preconcebidas acerca & como seda el trayecto, lo. lugares donde tenia que detenerme y las notas que podia tomar ea cada uno de los parajes adecuados. Confieso asimismo que no vislumbraba el h a 1 y temia entretenerme y divagar en algun NIc6n donde, incluso, podia efectuar una prolongada patada. Inicit este viaje el dia siete de agosto, con luna llena en el cielo. Los vientos me fueron favorablni durante muchos dias y me iba sintiendo cada vez mas satisfecho por todo aqudio que percibia con el tacto de los ojos. Ente libro es una cspnie de cuaderno de notas, de tefiexiones realizadas a lo largo de este viaje episternologico. Otm cunfesi6n: durnnte todo d libro me preguntaba a q u t tipo de genero literario podrla pertenecer este texto. Ahora me gustaria que fuera incluido m el apartado de los libros de viajes. Queria hacer una novela. Y no cta la primera wz que lo pensaba. Mds aun, el segundo o tercer dla de trayecto escribi las notia bajo forma de didogo. Una Extensa nota en la que Kepier, pernico y mostn Jacinto Vcrdagucr discutlan sobre temas de astronornla, y llgsban a una especie de pacto lingulsticu sobre J cual podia construirse una interpretacidn poetica de la noche y el

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mar en nuesuo pais. Me intena6 la forma dialogada, pero &bo reconocer que no acababa de saurme bien. Conservo los papela, amigo lector, y si lo deseas, terminado el viaje de tu lectura puedes pedirme los diuiogos en cuestion y los harC Uegar a tus manos. Escrlbeme a la calle RoseUon 489, 5' 2' (Bamlona 25). No, m realidad no fui lo suucientemente audaz como pare abordar d camino de la novela. Es lo que pensaba mientras viajaba, pero ahora siento algunas dudas y no ceso de preguntarme: {y si hubiese hecho una novela? He sentido la tentacion de enviar el texto a una excelente degustadora de novelas como es mi buena amiga Mana A d l i a Capmany -a la que escribo une carta, como ya veran m8s adelante-, pero, a la postre, me e& atras. Ya me dard la raz6n. O me la quitard. Esta bien, porque asi podremos discutir accrcs de lo que es y no es una novela Creo que ya es hora de que desb-os los rasgos caracteristicos que convierten a un texto en novela. Si, propongo elaborar una axim mitica novelistini -no sueno bien- que fundamente el edificio de la narracion. Estaba absolutamentc mnvencido de que escribfa un ensayo. Mi convencimiento se apoyaba en unas prcmisas que me parecian irrefutables: no cscribla una novela, no escribfa poesia, no escribla teatro, y avanzaba, sin embargo, por un camino textual. Si, me deda, esto es un ensayo. Por otra parte, los manuales indican que entre las muchas modalidades del ensayo estd el cientiiim, y yo crela que en mi caso el camino de la ciencia me ofrecla suficiente proteccion y no me exponla a los peligros de la poesia o de la novela. De todos modos, no queria perderlas de vista e, incluso, queria probarlas de vez en cuando. Confieso que la idea se me antojaba cada vez mds atractiva. coincidir los caminos de la ciencia y los de la literatura? Creo que si. Es un prb!ema de preparacion. La educacion semiotica que hemos recibido, sistema semiotico a la postre, a la cual traducimm continuamente los enunciados de nuestra prdctica cientsca, nos aprisiona con mucha fuerza y provaca que apnracan muestras de desconfianza delante de p d c ticas como las que ahora senalamos. (QuC haz de enunciados cons10

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tituir6 el texto que ha de llenar de contenido esta coincidencia de caminos a que me referia? Rdexionmos un poco sobre la educacion cientlfica: hay que de& que, tal como la conocemos, consiste en llevar a drmino una simplificacion racionalista del p r a r so uciencia~mediante una gradual simplificacion de todo lo que participa en ella. un camHemos aprendido que en primer lugar hay que d& po de investigacidn. A continuacian, el campo se distancia del resto del universo, de ia historia, y recibe el tratamiento, pasa. por el cedazo, de una logica propia. A partir de ahi, cuanto m65 completo sea el adiestramiento en esta logica, mhs condicionar4 a quienes trabajan en este terreno para que no puedan enturbiar la *purezau que se ha conseguido. Hay que decir que una parte muy importante de la urce, de adiestramiento recae en el hecho de considerar esencial la inhibicion de las intuiciones que podrian llevar a nublar ligeramente sus fronteras. La imaginacibn del cientifico, sus ocios, sus sentimientos, sus estados de dnirno... no deben tener ningun tipo de contacto con su actividad cientlfica. Ni en ei procew ni en los resultados. En absoluto. Hume decia que nada hay tan peligroso para la razan como los vuelos de la imaginacion. La educacidn ciendfica ha sometido al practicante de la tiencia a un sistema de reglas, a una semiatica, a la que debe traducirlo todo. Estas reglas la controlan de muchas maneras, incluso en su manera de escribi? y de hablar. Todo su comportamiento parece pasado por las mllas de esta red logica y dirfasele obligado, o por lo menos dispuesto, a vivir lo mds de acuerdo posible con estas reglas. creCis que hasta sus suenos deben estar de acuerdo con ellas? suena un cientffico, una persona que ha pasado a travCs de lo que llamamos educaeidn ciendfica? !Alto!, eso no signirp que no pueda disfrutar, y mucho, escuchando musica cl6sica. adoptar un peinado a la moda o enamorar a una estudiante. De todos modos, su gusto por Mahler no harh usonan, mejor su flsica, ni el amor de una mujer uendulzarh la linguistica matemhtica. Estos serian enunciados elementales de psicologia de la ciencia. En cualquier caso, yo quiero creer que las cosas no son asi 11

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y que no deben separarse los imbitos. Tengo un origen campesino, y recuerdo pcrf~1tnmenteque durante mi infancia de Bellvis no llegaba a diferenciar mi pasion por las matem4tims del gusto de sentir, por toda la piel del cuerpo, la belleza de una natural a a que se me revelaba a cada momento del dia. Con frecuencia me escapaba de la escuela para u al campo. A ver, a mirar, a sentir. Una lluvis de sensaciones y de silencios ponfa alas a mi imaginacion. Y mi obsesion por la matematica la hada volar mas alto. Durante anos nunca pens6 en estas cosas, y proniraba R primir todas las tentaciones que de vez en cuando hacian acto de presencia. Hoy pienso que es mucho mejor aprovecharlas. Puesto que este libro que tienes en las manos no es lo que suele llamarse un libro cientifico, creo que puedo decir todas las cosas que digo. De todos modos, tambien es un libro cientifico. contradicci6n? No, es simultunemnente un libro cientifico y la busqueda de un lenguaje para hmerlo. Este es mi viaje. CRO que el lenguaje condiciona la prktical cientifica y condiciona sus resultados. Creo tambien que la perdida por parte del lenguaje cientifico de toda una serie de elementos individualizadores, de marca de personas, de senales de vida, de la presencia del yo, del tu, del nosotros, de mi comunidad -los Paises Catalanes, que tanto quier-, de las situaciones y anbcdotas concretas, en favor de una pureza o de una neutralidad es una faIricia. Mis que neutralidad habria que llamarlo olvido. Y yo no quiero ni puedo olvidar. Me siento arraigado y comprometido. Tengo coordenadas. Y por este camino he querido seguir. Ahora, amigo lector, te corresponde a ti hacer el viaje. Y ron toda libertad. Dejame decirte unicamente que yo me he sentido feliz de hacerlo. Llegue al final el dia 26 de octubre, fiesta mayor de mi pueblo. En pleno otono. Buen momento para acabar un libro. Llegada la primavera, si Dios quiere, estara en la calle. Y tambien ser6 un buen momento para salir a la calle. Mientras tanto, esperar& Es cierto que el tiempo pasa y no vuelve, pero cuando vea mi texto convertido en libro pensar6 que en mi lucha con el tiempo he alcanzado una pequena victoria.

Hoy, cuando el sol revestia todas las cosas y hacia que el contacto con una piedra te quemase los dedos, en la hora en que toda vida tiembla frente al sol, nos ha Uegado la noticia del acuerdo en torno al Eriatut d'auionomia. Martes, siete de agosto. Y en la noche la luna, llena. La negociacion en Madrid ha durado media luna. Media luna nueva. Los astros parecen en posicion favorable para nosotros. De tcdos modos, las cronicas dicen que la lucha ha sido dura, muy dura. Ahora hay luna iiena, y digo que me gustaria dormir en la calle como haclamos de nifios en mi pueblo en las hermosas noches de verano. Aunque dormir en la caiie quiere decir confiar en todo el mundo. Dormir en la calle y con los ojos puestos en el eielo, silencio junto a sileneio, me gustaria llegar a conectar ritmicamente con la noche para formularme una serie de grandes preguntas. Dicen que la discusion del Estatut ha sido especialmente aspera, dura y dificil en materia, sobre todo, de lengua y cultura. El tema de !a lengua y de la cultura preocupa. Y todos somos sensibles a d. En cualquier caso, nosotros somos lo que somos gracias a nuestra lengua y nuestra cultura. Es nuestro centro d e gravedad. Lleva tiempo dandome vueltas por la cabeza un tema que po. driamos anunciar como i'estatut d e la cultura catolana. Todos damos por supuesta, como si fuera un axioma, la existencia de

una cultura catalana, axioma que sustenta nuestra manera de ser como pueblo y como nacion. De todos m o d a , creo que un mosomento como Cite es bueno pera una d e x i o n ~pistemolo~ics bre el contenido de los axiomas que constituyen la b a de ~ nuestro sistema. Comencemos. En primer lugar, dicho axioma, (es algo mis que una expresion linguistica? {Tiene un significado preciso el sintagma ucultura catalana•â, que incluye d t u r a y catalana? Es evidente que ahora podrh preguntarme que significa tener un significsdo preciso y asi seguir desmadejando la serie de preguntas hasta alcanzar el nivel de duda universal. Esta noche me gustarla dormir en la calle y pensar en toda esta setie de pmguntas. Desde cuando nos tendiamos en la calle encima de un saco, con las manos en la nuca y mirando a la noche con la esperanza de que la brisa nos acariciada el cuerpo, han pasado dias, meses, anos. Nos hemos puesto el tiempo por encima. Y con el tiempo algunos conocimientos. Unos aprendidos en los libros, otros, tal vez los mas importantes, en la vida. Hemos ido construyendo nuestra existencia dia a dla, instante a instante. Palabra a palabra. Silencio a silencio. Observacion, reflexion, estudio. Hoy puedo dormir en la calle encima del saco de mi experiencia. Tal vez han cambiado menos cosas de las que pensabamos desde que aquel saco estaba casi vado en la infancia. Ahora esta bastante lleno; hay que ver como me lo ha llenado el paso del tiempo. (Y d m o es este saco de experiencias y conwimientos? (Como es mi cultura? Porquc lo que si estd claro es que yo veo e1 mundo de un determinado modo, que tengo un saco lleno de experiencias y de conocimientos. Cualquier hombre es un hombre del saco.* Y el propio hombre del saco es un concepto cultural que hay que meter en el saco. El saco, pregunto ingenuamente, dentro o fuera del saco? Podriamos preguntarselo a aquel barbero que afeitaba a todos los hombres que no se afeitaban a si mismos y que no sabia si se * Traduccion literal de la expresion catdana l'bome del mac. con el que suele erustsrge a los nitios pera forzarlos a realiznr alguna nm6n que k desagrada.

podia afeitar o no. (QuC dices tu, amigo lector? Volvamos a la cultura, aunque esti claro que no la hemos abandonado. Extraigo de mi saco algunos conceptos que ahora pueden resultar meladores. Extraigo el concepto naturdeza y el concepto lenguaje. Y tambih comunicacion. AsI, pues, me pregunto, (que distincion poddamos e s t a b l a r entre naturaleza y cultura? No es facil contestar de manera muy precisa, pero si es posible, en cambio, dnr una respuesta orientadora. Podriamos decir que la naturaleza es todo aquello que poseemos por herencia biologica. &. cultura, en cambio, es lo que nos llega por la tradici6n externa, o -..el ajunto de las costumbres, creencias, instituciones; del ene. el d e recho, la religion, la ciencia.. . Ya tenemos la cultura como conjunto, o como saco. que es lo mismo. Somos capaces de dar una deunicion en thninos atensivos de este conjunto: arte, religion, ciencia, instituciones ( Y una detinicidn en t6rminos intensivos? Podriamos encontrar une provisional: todos aquellos habitos, costumbres o mnorimientos que identiucan un hombre como miembro de una sociedad. La que le convicrte en miembro de una determinada comunidad. La mama de la mmunidad. Fijemonos, por lo tanto, en que tenemos dos grandes clases de hechos, unos gracias a los cuales pertenecemos al mundo animal en virtud de lo que somos, por el hecho mismo de nuestro nacimiehto y de las caracteristicas que hemos heredado de nuestros antepasados, que pertenecen al d o minio de la biologia y, por otra parte, un universo m a s o menos artificial que es aquel en que vivimos como miembros de una determinada comunidad. De la misma manera como Is naturaleza +I mundo animal, en nuestro c a s e es susceptible de ser descrita, observada, clasificada e interpretada, intentamos hoy hacerlo con el mundo cultural. De todos modos, ?la cultura presupone en cierta manera la naturaleza? Es evidente que implica una secuencia de factores de orden natural. En cualquier sociedad, sea cual fuere, sus miembros, hombres y mujeres, tienen las mismas necesidades de alimentacion, de proteccion del frio, de reproduccion, etc. De todas maneras, lo que interesa exactamente a los teoricos de la cultura

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son las modulnciones, valga la expresion, diferentes segun las sociedades y las diferentes (pocas, que se imponen a una primen materia que, por dehicion, es casi identica en todas partes y para siempre. Si a la hora de enfrentarnos a una dehnicion intencional de cultura o, dicho de otra forma, de elsbo~arel mtatuto de la cultura, nos preguntamos por +rimero deelos..sipnos!~ursks, por aquel, si es que existe, que puede representarla de manera totalmente adecuada, creo que desembocaremos en el len aje Du rante mucho tiempo los te6ricos de la cultura p e i s - y al: gunos lo siguen pensando aun- que loa primeros signos, los signos mas humildes que hadan pensar en una civilizacion, eran los objetos manufacturados. En esta perspectiva de6nian al hombre, bdsicamente, como horno faber, fabricante de utensilios, y este rasgo era el mds caracteristico de la cultura. El rasgo que permitia saltar de la naturaleza a la cultura. Hoy se ha cambiado de opinion y ereemos que la Ifnea de demarcacion entre la cultura y la naturaleza no son los utensilios, las herramientas, sino el lenguaje articulado. Pienso que el umbral de la humanidad es el lenguaje. Con el lenguaje se produce realmente el salto. Ahora recuerdo aquel pasaje de la maravillosa pelfcula de Stanley Kubrick, 2001 Odisea del espacio, en que uno de aquellos primates, despuCs de haber rm8ido una mandibula del suelo y de haber golpeado con ella el craneo de un enemigo que cae abatido. la lanza arriba. recidn descubierta como arma, y vuela alto, alto, alto, sobre el fondo del cielo azul, hasta que, como f i ~ nal de una prcdigiosa metonimia, la m& hermosa que he visto en el cine, se convierte en una nave del espacio. Miles y miles de anos transcumdos en este breve vuelo de la primera extension del brazo del antropoide. En el film se ha pasado de una era a otra, sobrevolando la de en medio. Del umbral de la humanidad al espacio. Como figura retorica resulta precisa, y como signo estdtim m e m ser contemplado. Ahora bien, en sentido estricto, hoy considerarnos que el salto a la .hominizacion._sc pro.. duce con el lenguaje. a m o e1 hecho mlnirnl~ Asf, pues,+la lengua ....se .nos. .manifiesta . ~

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, p o r - d e n c i a , y eso por diferentes motivas. ?+y porque ya es cultura ! -~ una de.aq~eUas actitudes o hebitos que m unos e nuestros ..,.. ..antepasados a trau&'.&.la i d i c i 6 n En segundo lugar porque el lenguaje es el instrumento esencial, el m e dio privilegiado . p . - d ~ a l asimiiamos la, mltura de-~a. ~ u + & d . Un nino se hace miemKr5-deYi comunidad, aprende la cultura porque se le habla: x le w n a , se le parlotea, se le murmura, se le cine... y eso mn palabrss. Es verdad, y no tardare mos en ver que tambiCn mn gestos y movimientos del cuerpo que acompanan el lenguaje. Wmhente, y por encima de todo, porque la lengua es la manifestacion de la cultura que le sirve de fundamento, ya que toda reflexion o pensamiento sobre cualquier forma de cultura pasa por el lenguaje. El dominio de la rdexion es un dominio lingu(stico. M& adelante me refenre tambien este problema, y lo hare con frecuencia porque. en mi caso, la lengua es el hilo de Ariadna que me permite orientarme en mi viaje por la vida. La lengua es el sistema que traduce todos lo / demes sistemas. Por eso ocupa un lugar privilegiado en el mundo de la cultura.

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creo que la bnpicaciog:es el proceso c-ntrai y mnstiturivo de toda cultura en la medida en que la comunicacion rige el comporpmiento humano/La percepcion del mundo que tenemos 'nos viene progamada por nuestra lengua, y no resultaria excesivamente aventurado aplicar este principio a la totalidad de la Itura. Es decir, personas de diferentes culturas no solo hablan diferentes sino que, en cierto modo, habitan diferentes mundos sensoriales. Esta consideracidn nos Ueva del estudio de la comunicacion verbal al de la comunicacion no verbal. Aigunos antropologos contraponen el cariicter bastante inconsciente de 13 actividad linguistica al externamente consciente de las diferentes instituciones culturales. En cualquier caso, hoy nos interesamos por formas comunicativas mucho miis profundas y menos evidentes que las verbales. Es obvio, dentro de una concepcion global, que a+h-pspvDicaci~n . correspondan -. -difqxnresni~eleD-&.-concientia, desde la plena conciencia basta e1 inconrcieatc.&.pp,~/ . . .. . !

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fundo. Como desarrollaremos a continuacCon, recientes investiga+ . aones han reveiado d funcionamiento de una serie de mccanismos que rigen los estratos no verbales de la comunicaci6n y que, naturalmente, hasta hace poco tiempo eran totalmente desconocidos o, en el mejor de los casos, quedaban sumergidos en la noci6n oscura de lo natural. En este trabajo reflexionaremos con cierta frecuencia sobre ambos aspectos, consciente e inmnsciente, de la comunicacion bu. mana. Y lo haremos apoyandonos tanto en nuestra cultura como en alguna de las denominadas exoticas. Ex6ticas, naturalmente, para nosotros, ya que una de las maneras de aprender sobre la cultura propia, sobre nuestra comunidad, es reflexionando sobre las demds y generalizando a continuaci6n. Es natural pensar que si investigamos sobre nuevos caminos de conocimiento, maneras nuevas de mirar las cosas, nos conoceremos algo mejor a nosotros mismos. Y, a la postre, nos daremos cuenta de una manqra mds ,-. la cultup contro!q.nuestras vidas. precisa de c6mo Una persona como Sherlock Holmes constituiria una buena muestra de persona a la que presta un gran servicio la reflexion sobre la cultura de su comunidad. De todas maneras, tos creeis que el famoso investigador habrla tenido el mismo comportamiento en una cultura como la japonesa, por ejemplo? Para 61 todo era comunicacion, todo le hablaba, y los objetos o los gestos eran tan buenos mensajes a interpretar como las palabras. Sabfa situar unos indicios, que no eran significativos para la mayoria de la gente, en relaci6n con otros y, tan pronto como podia, sistematizaba toda la infoimaci6n. Sabta organizar el universo de signos que le rodeaban de una manera mucho mas perfecta que los demas ciudadanos. Con todo, afirmamos, conocia bien una cultura porque conocia las estructuras de la conducta, los bdbitos e incluso las relaciones con las cosas materiales de los miembros de su se ciedad. Y eso le capacitaba para dar respuesta de manera fascinante a preguntas que podia plantearse sobre los acontecimientos mas insignificantes de la vida de un hombre. Ls. d~t u. r. a es el medio de comunicacion del hombre y no existe ningun aspecto de la vida humana que no sea tratado por la ~L~

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la p o n d i d a d_. de los m i e d d .m.S@nidad; Estrl .muy7'eIS•áon8Gn hd i . --p.. - -Ia manerase ape m i i e n t e , T a manera como&nsan, como se miwen, Am0~~iIani&~~~:~+nismo funciona eomo un autkntico engranaje y no existe excesiva separacion real entre lenguaje y cinesis. Los miembms de una comunidad tieneh como primera conexion, desde un comienzo, la del sonido. Algunos analistas de filmanones han estimado sor. prendente el hecho de que los movimientos de las personas vayan tan sinaonizados con Ins palabras. De todos modos, no p demos dejar de considerar que la musica con la que estar&m& en contacto un nino miembro de una comunidad es la musica del lenguaje, la entonacion especial de su lengua en ias frases que le dirigen, en las que se pronuncian en su presencia sin ir di& gidas a el, en las hanas, en las oraciones, cfc. Una buena prueba de la situacion producida por la sincronizacion total la tenemos cuando en una reunion se inicia una cancion que todo el mundo sigue, normalmente con letra y musica. r.El valor, uel lugar de un elemento en el seno del sistema>, determina la identidad de un signiiicado. Y este valor constituye, a fin de cuentas, el contenido de un signo. El *concepto. que constituye el significado de un signo nunca viene dado de manera previa al sistema de signos. aNo es mis que un valor deierrninado por sus relaciones con unos valores simi1ares.m Por lo tanto, una semantica fiel a la lectura ttdicionel del Curso d e linguistica general no parece tener otra alternativa que la de quedar reducida a la sintaxis. No quieto dejar de hacer notar, de todos modos, que a partir de Saussute la nocion de valor es una nocion central de todo sistema semiotica. En efecto, hablar de sistema quiere decir hablar de conjunto .de elementos que se mantienen recfprccamente en equilibrio 62

segun unas reglas determinadasP. Es, pues, el conjunto de sus oposiciones o difemuias lo que cuenta para determinar su naturalua. Y ca en este sentido que se puede demar que las unidades de un sistema semiotim •áson de naturaleza puramente diferencial~.No es mds que otra manera de decir que •ála nocion de valor recubre las de unidad, de entidad concreta y de realidad*, o m& aun, que d a nocion de identidad se confunde con la de valor y reclprocammte•â. Por otra parte, quiero hacer notar asimismo que este principio de la centralidad del valor, juntamente con el principio de la arbitrariedad del signo, acaban de explicar la necesidad de considerar el universo semiotica mmo ligado indisolublemente a una funcion social. En efecto, el valor depende de las reglas o convenciones que rigen el sistema, y estas, al no estar fundamentadas en lazos •ánaturales•âentre signiiicante, signo y significado, solo pueden ser establecidas por una sociedad que las sanciona: nla co!~ctividad es necesaria para establecer los valores, la unica razon de los cuales reside en el uso y el consentimiento general; el indiv:. duo por sl solo es incapaz de fijar ninguno de ellos•â. Quiero afiadir todavia que la semantica y la semiologia de orientacion saussuriana han intentado en los ultimos afios, caracterizados por una gran actividad semiologica que como vemos hace pensar en un pre-paradigma en el sentido de Kuhn, sustraerse a este camino necesario, un poco callejon sin salida, de est~cturaciondel lbxico. Asi, Greimas, por ejemplo, postula el caracter autonomo del universo de significaciones y asigna a la Mmhntica la tarea de describir la estructuracion de este universo inmanente de la significacion. Mds o menos de igual manera piensan en la URSS Melchuck, Apresjan y otros. Y tambien los serniotistas de Tartu. Por ello considero esta posibilidad como el camino de sfntesis de las dos tendencias semioticas vistas hasta el momento. Este universo inmanente de la significacion se organiza en estructuras de oposicion que tienen un •ámodo de existencias independiente de su •ámodode presencia, en los actos de comunicacion. Asl, el universo de la significacion es •áanterior en derecho a la manifestacion de sus elementos constitutivos en el 63

discutsor. Este universo trasciende la lengua y los codigos y se situa en el plano de la pura percepcidn. Por dicho motivo en esta prspectiva •ála semantica se conoce... abiertamente como un intento de descripcion del mundo de las cualidades sensibles~. Yo veo esta semintica general como una autentica teoria del conocimiento, y la semi6tica pasa a encargarse del estudio del conjunto de categorlas y sistemas semicos situados en el nivel de percepcion. Para describir este nivel, la semiotica tiene que partir de un inventario tan extenso y variado como sea posible de unidades de expresion, con el fin de alcanzar, mcdiante el analisis, sus rasgos semanticos elementales constitutivos, los semas. La comparacion enue muchos inventarios procedentes de muchas culturas, inventarios procedentes de todo tipo de sistemas de signos o medios de expresion, y no unicamente de las lenguas naturales, para asegurar su universalidad, permitira, tal vez, profundizar el analisis y llegar finalmente a un numero limitado de remar capaces de explicar las lenguas naturales y los restantes sistemas de signos. Asi, pues, este cot~juntode semas que serla universal, primitivo e invariante, pasaria a convertirse en base y fundamento de cualquier actividad cognoscitiva. Anotemos, de pasada, de cuan cerca nos hallamos de las concepciones leibnitzianas y lulianas de lengua universal. El final es el comienzo. Es probable que todas estas reflexiones puedan interpretarse como ganas de liar el asunto por mi parte. En cualquier caso, querido lector, son reflexiones que me formulo a mi mismo. Y me las he formulado con frecuencia, a salas y en dase. La unica novedad es que ahora me he decidido a utilizar la lengua escrita, cosa que siempre es un riesgo. Por consiguiente, todo eso que ves no es m6s que una especie de dietario sin fechas. Hoy, sin embargo, si quieres saberlo, estamos a diecinueve de agosto. El calendario celebra a san Magin, martir, hijo de Tarragona, y san Mariano. En mi pueblo haran fiesta en col Tiano. No se si hoy es el santo ni si lo celebra mi buen amigo valenciano, Marih Pesset, excelente historiador del derecho y de la ciencia en general.

San Magin, santo catalhn; recuerdo que de niiios siempre le habfamos tenido una especial devocidn. Mi abuela lo mencionaba con frecuencia. Los males contra los males era invocado este glorioso santo se condensan intencionalmente en esta estrofa de uno de sus muchos gozos:

Lo cel, terru i elements ddors, tebres i dol.?ncies os rendeixm obedi2ncies multiplicunt los poftenu. No hi bu mal desesperut per qui prompte ncut u vos, Mugi mdrtir portentos sieu-nos prompte udwarut! y se ofrecen de manera mas extensa en estos otros:

De pigotu i de la rosa sou singulm advocat, puix uls qM us hdn implorat amb voluntut /ervorosa, los cureu i amb alegriu visiton# lo wostre cos. Per aquellr que s6n trencuts, si busquen vosfre fuvor, uicanceu vos del Senyor que molt prest sien curuts, sununt rota mnlultia quurtunes, ddor i tos.' 1. El ciclo, tierra y elementos / dolores, fiebrm y dolencias / os r h den obediencias / mulriplicando los portentos. / No hay mal dcsesperado / pera quien pronto acude d vos, / Magin martir portentoso / sednos pmnto abogado. 2. De vimela y del sarampion / mis singular abogedo. / puei a los que os han implorado / con voluntad fervoroso, / l a curois y con alegtia / visitando vuestro cuerpo. // Pata aquellos que e s t h rotos, / si buscan vuestro favor, / slcantdis VOS del Seiior / que muy pronto esten m&, / ; saripodo toda enfermedad / cuartanas, dolor y tos. 65

Estos gozos oe cantaban con iigeras varianm en la ciudad de Cernera, ya que el d a de hoy, festividad de san Magin, era fiesta grande en Cervera. Se trataba de una fiesta singular dentro de la serie de fiestas de nuestros pueblos y nuestra gente. De una fiesta especial en nuestro pals. Ademas de las omamentaaones de las calles, iluminaciones, oficios sagrados, novena con canticos, procesiones y otros requisitos de cualquier fiesta de barrio, pueblo y pueblecito, la de san Magin tenia dos caracteristicas que la hacian distinta: la repremntacion viviente del santo anacoreta catal4n y la distribucion de agua milagrosa, No se si se notar6 en la digrafia, peto mientras escribo esto me siento abrumado por un regusto de tristeza, o, en todo caso, de rnelancoifa. Estas costumbres, estas invocaciones, las letras, las musicas, los bailes, estas fiestas son cultura de nuestro pueblo. Hoy he leMo en el diario la propuesra de un partido para la pr* sidencia de la Generalitat. El nombre propuesto es el de Josep Benet, de Cervera precisamente. En los apuntes de este dietario le mtBn dedicadas las paginas donde hablo de su pueblo y por tanto de su patron. Pienso en voz alta y esnibo que si Benet llega a presidente de la Generalitat, procurare que estas tradiciones resuciten, aunque sea pasadas por el tamiz de la modernidad. Volvamos al san Magin de Cervera. Eso de ver transitar por las calles un santo de carne y hueso no ocurre todos los &s. ;Imaginemos la excitacion de los ninos y como deblan saltar al lado del santo que caminaba como ellos, por el suelo, a grandes zancadas, luciendo una barba espesisima y un sayal totalmente rojo con capucha y cingulo, una bandera tambien roja y un cayado, rodeado de cintas benditas! No lo tomCis por una irreverencia, pero la bandera roja de san Magin.. . El que hada de santo, pasada la fiesta, volvia a enpunar la azada y bcrraba de su entorno la efhera aureola de sanudad, hasta el siguiente aiio, porque creo que el cargo era pr4cticamente vitalicio. k oi eontar a un tio d o cura, interesado desde siempre por las tradiciones populares de nuestras tierras, de quien be aprendido muchas de las antiguas costumbres de nuestra gente, que al principio la barba del santo era postiza; pero es flcil imaginar los 66

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disgustos que debian producirse y el detrimento de su scricdad de santo, cada v a que el aire le arrancaba el postizo o se lo p d a de traves, ya que en aquel tiempo no existian los sofisticados adhesivos que existen ahora. Era Ikreverente. Dicen que mhs adelante la barba fue naniral y asi nadie tenia motivo para quejarse. Tampoco quiero dejar de escribir cuatro lineas sobre la distribucion del agua. A mediodia volvia a formarse la vistosa comitiva d e los animales engalanados, con el santo catalan caminando delante de todos, solemne, bajo la misma envoltura de teia roja. Con unos botijos de cobre los administradores del agua bendita iban por las casas ofreciendo un trago a cambio de una limosna voluntaria. Asi calle tras calle. Y la daban a los enfermos. Cuando el botijo se vaciaba, se volvia a llenar de agua de unos eantaros que permanecian ocultos en un bosque de boj que habia en las afwras del pueblo, semejantes, segun decian. a huevos inveroslmiles de nidos fanthsticos. Por las calles, los botijos pasaban de una mano a otra y todo el mundo bebia lo que le daba la gana, con la esperanza de evitar las enfermedades futuras. Segun mi tio, en sus tiempos mas esplendorosos la fiesta de san Magin contaba con formidables batallas de moros y cristianos. Y 4, que tiene unos sesenta anos, dice que de pequeiio habia vivido este dia, en Orvera. el bull de rams i coques en la Plaza Mayor, peto que cada ano era mas pobre hasta que pricticamente desaparecio. Hoy es un dia de Gesta y todavfa se celebra la procesion y la distribucion de agua. Se fiiti-a la tarde por el tamiz del siiencio. Un crepusculo todavia lejano manifiesta su presencia totalmente despojado d e luna. Puedo olr el silencio y lo escucho, Estoy solo. Dejare hablar al tiempo y se me llevara hacia abajo. dia adentro, hasta encontrar la hermana noche. V w sus reflejos cada vez m6s cera. De todos modos, pienso que la vida todavia es de dia y tu estds en el c r e pusculo sentada en algun silencio. Es verdad que la costumbre me ha llevado .a ver el tiempo endulzado por las miradas amigas de tantos compafietos que no quieren perder la esperanza. Cada vez con mayor rapidez, la owuridad gana cspacio en la habita-

ci6n en la que trabajo. Ls ventana, sin embargo, me muestra que en lo alto del cielo apenas si hay cuatro estrellas. Veo Venus a un lado del horizonte. Y creo adivinar el rojo esplandor de Mar te. Y precisamente cncima de mi cabeza, Jupiter mayestitico. Pronto ser6 la hora de cenar, y pienso hacerlo en la calle, mirando al cielo. Recitad internamente Ins antiguas lecciones de astrcnonua que contienen las reglas de oro para entender los mensajes de la noche y de la vida. Por hoy ya basta, casi no me veo. Qu6 placer, no obstante,. escribir en este momento del presente tan parecido al pasado. De nino, Uegado rl crepusculo, me escapaba frecuentemente de la escuela para ver la puesta de so1 y sintonizar un ratito con la naturaleza. Ahora me acuerdo dc elio, mientras el d a porfia en seguir viviendo. Y la memoria me dice que el tiempo j a d s se detiene y que nunca puedes dado por muerto. En pleno discurso se me ocurre una pregunta que siempre llevo conmigo. es mi conocimiento del mundo respecto al mundo? Todavia era muy pequeno cuando ya me formulaba cantidad de preguntas. A quien estil continuamente delante de la naturaleza y tiene tiempo, le sobtan ocasiones para observar una multitud de fenomenos cada uno de los cuales plantea algun interrogante. Recuerdo que los primeros filosofos griegos intentaron entender que ocurre en la naturaleza. Y tambien lo hicieron, antrs que cilos, los creadores de mitos. Mis explicaciones de chiquillo lleno de curiosidad eran como los mitos. &omo podemos caracterizar este tipo primitivo de explicacion que ya fue superado por los primeros filosofos griegos, los fundadores de nuestra tradicion cientffica? En pocas palabras, cuando los creadores de los mitos pre-cientiucos veian que se aproximaba una tormenta, decian: uOh, Zeus esta enfadado-, y cuando vefan el mar enfurecido, decian: uPoseid6n esta airado.$ Este era el tipo de explicaci6n que se consideraba satisfactorio nntes de que la tradicion racionalista introdujera nuevas maneras de conccbir la explicaU6n.

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