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Tema 4. Apartado 2: INFLUENCIA DE LA ACTIVIDAD HUMANA EN EL MEDIO 1.- PROBLEMAS Y POLÍTICAS MEDIOAMBIENTALES
Las actuaciones negativas del ser humano sobre el medio son la sobreexplotación, la contaminación y la destrucción.
La preocupación española por tales problemas se inició desde la década de 1960, cuajó por primera vez en 1971 con la creación del ICONA; se consolidó con la democracia, se plasmó la primera política medioambiental en 1977, y en 1978 la Constitución (Art. 45) recogió el derecho de todos a disfrutar de un medio ambiente adecuado y fijó sanciones para quien atentase contra él.
En la actualidad, la política medioambiental española está determinada por: o
Los acuerdos internacionales suscritos por España, que implican el cumplimiento de diversos compromisos respecto a diversos temas medioambientales.
o
La política medioambiental de la UE, que persigue:
o
El fomento del desarrollo sostenible.
La prevención de la degradación medioambiental (estudio previo de impacto ambiental para los nuevos proyectos, integración de lo medioambiental en todas las políticas comunitarias, concienciación de la opinión pública…).
La corrección de los problemas medioambientales en la UE (promulgación de normas al efecto, sanción a los que las infringen, fomento de la investigación, concesión de fondos destinados a la mejora medioambiental…)
La corrección de los problemas medioambientales globales (cláusulas de protección medioambiental en acuerdos con terceros países, participación en acuerdos internacionales – Protocolo de Montreal, de Kyoto…–).
La conservación de los espacios naturales de la Unión: red de espacios protegidos Natura 2000.
La política del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), que se propone garantizar el desarrollo sostenible, mejorar la calidad del medio ambiente (previniendo problemas y recuperando áreas degradadas) y conservar los espacios naturales.
2.- PRINCIPALES PROBLEMAS MEDIOAMBIENTALES A).- La alteración del relieve
El relieve continental o
Alterado por las actividades extractivas (minas y canteras) y la construcción de infraestructuras.
o
Consecuencias: destrucción de relieves y creación de otros artificiales; grave impacto paisajístico y ecológico.
o
Soluciones: restauración de los espacios afectados.
El relieve costero o
Alterado por la erosión marina, la presión urbanística, la extracción de arena y grava en las playas y la construcción de estructuras artificiales (diques, espigones, puertos deportivos… ).
o
Solución: política de costas (Plan Director par la Sostenibilidad de la Costa) pretende recuperar el carácter natural de las costas, controlando las nuevas instalaciones, demoliendo las que vulneran la ley de costas y recuperando los espacios degradados.
B).- La contaminación atmosférica -
Principales productos contaminantes: CO, CO2, SO2, NO, CL2, partículas de polvo y humo y su procedencia.
-
Consecuencias: o
Lluvia ácida:
Emisiones de gases de azufre y nitrógeno, que se mezclan con el vapor de agua atmosférico y producen H2SO4 y HNO3.
Produce alteraciones en las aguas, los suelos, la vegetación y los edificios.
Frente a ella: España firmó el Convenio de Ginebra (reducción de la misiones de azufre en un 65% y de óxido de nitrógeno en un 41% entre 1990 y 2010; cumplimiento de la normativa de la UE (2000) para la mejora tecnológica de las centrales térmicas y cierre de 23 de ellas entre 2008
y 2015. o
El problema del ozono (03):
o
o
Resultado: Reducción de las emisiones de azufre, pero aumento de las de óxido de nitrógeno.
Reducción de la capa de ozono estratosférico (15 a 55 Km. de altura):
Causa: emisiones de cloro (gases CFC). En España el grosor de la capa disminuyó un 6% entre 1990 y 2000.
Consecuencias negativas para la vida vegetal, animal y humana (cáncer de piel y cataratas)
Frente a ello: Firma del Protocolo de Montreal (1994-98), prohibición de la producción (1995), comercialización (2001) y uso de CFC (2003). Creación de una red de estaciones para la vigilancia de la capa de ozono y para la vigilancia radiológica ambiental (red REVIRA).
Resultado: drástica reducción de emisiones de españolas de CFC.
Aumento del ozono troposférico
A ras de suelo, por la reacción de la luz solar con los óxidos de nitrógeno y derivados de la combustión de los automóviles, la industrias y las calderas de calefacción
Provoca irritaciones oculares y respiratorias.
Frente a él: estaciones de vigilancia que avisan, y cumplimiento de los límites de concentración de óxidos de nitrógeno fijados por la UE.
Smog urbano:
Consiste en una campana de polvo, humo y contaminación sobre las ciudades.
Produce alteraciones en las plantas, en los edificios y enfermedades respiratorias y cardíacas.
Contra esto: impulso al transporte público y ahorro energético, para cumplir con los límites de concentración de partículas impuesto por la UE.
Efecto invernadero:
Emisiones de metano (CH4) y CO2, que retienen la radiación infrarroja y contribuyen al aumento de las temperaturas en el planeta (entre 1,1ºC y 6,4ºC para el siglo XXI).
Efectos: sequías, inundaciones, ascenso del nivel del mar (entre 18 y 59 cm.), extinción de especies animales y vegetales. Tendrá gran incidencia en el territorio español, especialmente en el área mediterránea. Frente a ello: España firmó el Protocolo de Kyoto (2001), en el que aunque a la Unión Europea le correspondía una reducción de sus vertidos de CO2, a España se le permitía un aumento de las emisiones que no debería sobrepasar un 15% de aumento entre 1990 y 2012; pero sus emisiones han aumentado un 52,3% entre 1990 y 2007; a este paso se llegará a un aumento del 60% para 2012). Así será difícil cumplir con Kyoto y con el acuerdo de la Unión Europea de reducir las emisiones un 20% en la primera mitad del siglo.
No obstante, se toman medidas como asignar cupos de emisiones (Plan Nacional de Asignación de Emisiones 2005-2012), se prima la adquisición de vehículos menos contaminantes, se fijan normas para aumentar la eficiencia energética de los edificios, se fomentan las energías renovables, se crean nuevas centrales menos contaminantes, etc. Además se ha creado una red de estaciones de vigilancia de la calidad del aire, y se ha elaborado una Ley de Calidad del Aire (2007), que establece un catálogo de sustancias y actividades contaminantes, les asigna un límite de emisiones y establece sanciones para los infractores.
B).- Contaminación acústica o ruido ambiental.
Causas: tráfico, ciertas actividades industriales, diversos establecimientos urbanos (discotecas, bares, lugares de “movida”, algunos comercios…).
España es el primer país de la UE y el segundo de la OCDE (tras Japón) con mayor nivel de ruido.
Consecuencias: cefaleas, fatiga auditiva, sordera, hipertensión, ansiedad, cansancio, agresividad, insomnio.
Contra ello: Ley del Ruido (2003), sobre la contaminación acústica, que pretende lograr la calidad acústica mediante mediciones y teniendo en cuenta la opinión del ciudadano. Incorporación del ruido a la planificación del suelo urbano, ligando las áreas acústicas con los usos del suelo compatibles y asignando a cada área unos valores
máximos de ruido. Financiación de la construcción de numerosas pantallas acústicas para combatir el ruido en el entorno de las carreteras. C).- La sobreexplotación y contaminación de las aguas:
La sobreexplotación: o
Causas: aumento del consumo para usos agrarios, urbanos e industriales, con multiplicación de las obras de captación masiva de agua (embalses, pozos…)
o
Consecuencias: descenso del caudal de los ríos, desecación de humedales y acuíferos, y salinización d de muchos de los costeros.
o
Contra ello: fomento del ahorro del agua, mejora de los regadíos, reparación de fugas y reutilización del agua depurada para riego. Además:
Respecto a los ríos y acuíferos, relimitación de las zonas sobreexplotadas y limitación del uso de los acuíferos a los momentos de escasez de aguas superficiales (Proyecto LINDE y Programa de Aguas Subterráneas).
Respecto a los humedales: firma del convenio internacional Ramsar (1982), para proteger los humedales fomentando su uso racional y la recuperación de los degradados. Para ello creación del Plan Estratégico Español para la Conservación y Uso Racional de los Humedales. Pese a ello, grandes fracasos, como la desecación e incendio en 2009 del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.
La contaminación: o
Causas: vertido excesivo de desechos de las actividades humanas:
Contaminación rural: limpieza de establos y cuadras, abuso de fertilizantes e insecticidas, pozos negros.
Contaminación industrial: vertidos sin depurar: metales pesados y derivados del petróleo. Especialmente grave en las aguas costeras de la ría del Nervión, delta del Llobregat, Huelva, Gibraltar y costas gallegas (ejemplo del Prestige, superpetrolero naufragado en noviembre del 2002).
Contaminación urbana: aguas fecales y vertidos de fosfatos y nitratos (eutrofización) procedentes de los detergentes. Vertederos incontrolados y lixiviados.
o
Consecuencias: pérdida de calidad del agua que afecta negativamente a los ecosistemas acuáticos y al uso humano del agua. Los más afectados son los cursos medios y bajos de los ríos, especialmente en la mitad sur peninsular (por la menor caudalosidad), y, en cuanto a las costas, las próximas a las grandes ciudades y a los complejos industriales, y las situadas en la ruta de los grandes petroleros (estrecho de Gibraltar y Galicia).
o
Frente a ello: redes de información y alerta sobre la calidad de las aguas, construcción de más de mil nuevas depuradoras y mejorar la depuración de algunas de las existentes; además, actuaciones para recuperar las aguas degradadas (Plan Nacional de Calidad de Aguas 2007-2015 y Plan Nacional de Restauración de Ríos).
D).- Daños, alteración y destrucción de la vegetación:
Daños: debidos a causas naturales (altas temperaturas, sequías, plagas…) o humanas (contaminación atmosférica…). Producen la defoliación y decoloración de la vegetación. Contra ello: programas de lucha contra las plagas, de conservación genética de las especies, de protección frente a los contaminantes…
Alteración: motivada por la sustitución de las especies autóctonas por otras de mayor rendimiento económico.
Deforestación: o
o
Causas:
Talas para extensión de la agricultura y la ganadería, extensión urbana y de las instalaciones industriales.
Incendios forestales, de los que más del 95 % son provocados, por descuido o intencionados.
Consecuencias: Erosión y desertificación del suelo, cambio climático (aumento de la aridez y de las emisiones de CO2), pérdida de la biodiversidad y del valor estético y económico del paisaje.
Frente a ello: Plan Forestal Español 2002-2023, con importantes medidas para lograr una gestión sostenible, para prevenir, evitar y sofocar los incendios, y para reforestar 3,8 millones de Ha, sobre todo con especies autóctonas.
E).- La contaminación, erosión y desertificación del suelo (estudiar mapa de pág. 128 del manual): La contaminación, resultado de los vertidos mineros, industriales y urbanos, y, sobre todo, del abuso de fertilizantes y plaguicidas agrarios. Contra ella: Plan Nacional de Recuperación de Suelos Contaminados (1995), con múltiples actuaciones concretas de descontaminación. La erosión, resultado de los factores naturales (pendientes acusadas, escasa cobertura vegetal y lluvias torrenciales), pero también del hombre (deforestación, excesivo pastoreo y prácticas agrícolas inadecuadas). Especialmente grave en la región valenciana, de Murcia, Andalucía, Submeseta Sur y Extremadura. Unos 27 millones de Ha. (el 57% del territorio nacional) sufren pérdidas de suelo alarmantes. La desertificación o pérdida de la capa fértil del suelo (por erosión extrema): afecta ya al 6% de nuestro suelo, pero un 17,8% está en peligro de convertirse en desierto en poco tiempo. Las zonas más afectadas son Andalucía, Murcia, la Comunidad Valenciana, Extremadura y Castilla-La Mancha. Frente a ello: Red RESEL (con 48 estaciones experimentales de seguimiento de la erosión y la desertificación), participación en el proyecto LUCDEME (Lucha contra la Erosión en el Mediterráneo) para proteger el suelo, y el Plan de Acción Nacional contra la Desertización, que promueven la reforestación, la gestión sostenible de las actividades agrarias y los recursos hídricos, y la rehabilitación de las áreas desertizadas. F).- Los residuos sólidos urbanos:
Media de producción de basura en nuestro país: 635,6 Kg./hab./año en 2006. Se ha incrementado fuertemente en los últimos tiempos.
Vertederos incontrolados (que originan problemas sanitarios y contaminan el suelo y el agua) y controlados, que, aunque menos problemáticos, suponen alteración paisajística, gases generados por la combustión, y lodos.
Frente a ello: Plan Nacional de Residuos urbanos, que plantea: o Reducir, reutilizar y reciclar los desechos. o Recuperación y aprovechamiento para producir biogás (a partir de la fermentación de la materia orgánica de las basuras), electricidad (a partir de la incineración de los residuos) o compost (abono que se obtiene a partir de la fermentación de la materia orgánica). o Sellado de vertederos incontrolados y recuperación de las áreas afectadas por ellos. G).- La reducción de la biodiversidad: Causas: Reducción de la variedad de las especies por actuaciones humanas (fragmentación de los hábitats naturales, compartimentación por infraestructuras de transporte, selección de especies). Consecuencias: diversas especies amenazadas y en peligro de extinción (oso pardo, lince ibérico, foca monje…). Contra ello: Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, para protegerlas y adoptar medidas para salvaguardar sus ecosistemas. (Analizar mapa de zonas más contaminadas según causas; pág. 121). 3.- LA PROTECCIÓN DE LOS ESPACIOS NATURALES A).- Los espacios naturales protegidos -
En 1989 se aprobó la actual Ley de Conservación de Espacios Naturales de la Flora y de la Fauna Silvestres (modificada en 1997, y cuyos objetivos son la conservación y restauración de los espacios naturales y la prevención para evitar su deterioro). Esta ley establece distintos tipos de espacios protegidos: o
Los parques son áreas naturales poco transformadas por la ocupación y por la actividad económica humana y que, por su la belleza de sus paisajes, la singularidad de su flora, fauna o geomorfología, poseen valores ecológicos, estéticos, educativos o científicos que merecen ser protegidos. La ley distingue entre parques nacionales y parques naturales.
Los parques nacionales son espacios representativos de alguno de los principales ecosistemas españoles. Por ello, su conservación se declara de interés nacional y prima sobre los demás usos. Son cogestionados por el Estado y las comunidades autónomas donde se encuentran. Actualmente existen en nuestro país 14 Parques Nacionales, que suponen algo más del 0'6% del territorio nacional (Ver listado al final de estos folios, y mapa del manual en pág. 131).
Los parques naturales, de menor extensión que los parques nacionales, mantienen la explotación de los recursos primarios de la zona a la vez que fomentan el turismo rural. Son gestionados por las comunidades autónomas.
o
Otros espacios protegidos por la Ley son: las reservas naturales, los monumentos naturales y los paisajes protegidos.
o
Además España cuenta con espacios protegidos dentro de la Red Natura 2000 de la UE, y en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera de la UNESCO.
B).- Otras medidas de protección:
La prevención, mediante la evaluación previa de impacto medioambiental, la integración del medio ambiente en las diversas políticas sectoriales y de ordenación del territorio, y el fomento de la educación medioambiental en la escuela.
La implicación voluntaria de las empresas en la protección medioambiental (etiquetado ecológico, auditorías medioambientales…).
La labor de las organizaciones ecologistas, que defienden el desarrollo sostenible. Entre las más conocidas: Greenpeace y Amigos de la Tierra a nivel internacional; y la Sociedad Española de Ornitología y WWF/Adena a nivel español.
Lista de los Parques Nacionales Españoles.Por orden de antigüedad, los Parques Nacionales españoles son 14: (ver su ubicación y extensión en mapa del Manual pág. 131):
Parque Nacional de Los Picos de Europa. Cordillera Cantábrica, Asturias, (1918).
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Pirineos, Huesca (1918).
Parque Nacional de La Caldera de Taburiente. Isla de La Palma, Canarias (1954).
Parque Nacional de Las Cañadas del Teide. Isla de Tenerife, Canarias (1954).
Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. Pirineos, Lérida (1955).
Parque Nacional de Doñana. Marismas del Guadalquivir, Huelva y Sevilla (1968).
Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. Río Guadiana, Ciudad Real (1973).
Parque Nacional de Timanfaya. Isla de Lanzarote, Canarias (1974).
Parque Nacional de Garajonay. Isla de La Gomera, Canarias (1975).
Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera, Baleares (1991).
Parque Nacional de Cabañeros. Montes de Toledo, Ciudad Real (1995).
Parque Nacional de Sierra Nevada. Sistema Penibético, Granada y Almería (1999).
Parque Nacional de Las Islas Atlánticas. Islas Cíes, Ons y Sálvora, Pontevedra (2002).
Parque Nacional de Monfragüe, Cáceres (2007).