La Parábola de los dos cimientos. Mateo 7: 24-29 y Lucas. 6:46-49 Esta parábola forma la conclusión, del gran sermón del monte, que Jesús dio, y que comprende del capitulo cinco, hasta el capitulo 7 del evangelio de Mateo. Es como el broche de oro de una gran enseñanza. Aquí Jesús desafía a sus oyentes a poner en práctica lo ha enseñado. Esta parábola destaca la importancia de la obediencia y las consecuencias de la desobediencia.
Edificando nuestra vida Introducción.
L
a mayoría de nosotros conoce la historia de la torre de babel. Una de las historias favoritas de chicos y grandes. Esa historia nos muestra en sentido positivo lo que el hombre es capaz
de hacer cuando se lo propone. Sus constructores tenían grandes sueños, grandes metas. Querían darle a lo más alto. Querían hacer lo que nunca hombre alguno había hecho. Ellos querían edificar “una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo” (Génesis 11:4) y si Dios no los hubiera interrumpido, es probable allí anduvieran todavía. En cierto sentido, nosotros nos parecemos a ellos. En que nosotros también somos edificadores. Pero no de una ciudad. No de una torre. Sino de nuestra vida. Edificadores de nuestra vida cristiana.
I). Todos estamos edificando. A. Unos edifican sobre las palabras de Cristo. Solo hay dos grupos de constructores, unos que edifican sobre la Palabra de Cristo. Estamos hablando de todos aquellos que están aquí hoy y que han levantado esta obra. Jesús empieza diciendo: “Cualquiera” Había mucha gente que había venido a ver a Jesús “de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán” (Mateo. 4:25). Mateo 5:1-2 Dice “Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2 Y abriendo su boca les enseñaba…” Jesús le iba ha hablar de manera especial a sus discípulos, pero cualquiera de entre la multitud que quisiera identificarse con el mensaje de Cristo lo podía hacer. Es importante resaltar que Jesús estaba hablando a gente que eran religiosas no incrédulos. Al menos aparentaban ser religiosos. “Los discípulos son aquellos que toman el compromiso firme de seguir a Jesucristo y servirlo. Los de la multitud son aquellos que no quieren tomar un compromiso serio con Jesucristo... En consecuencia, podemos clasificar a los discípulos como "los del monte," y los de la multitud como "los del montón." ¿A cuál de estos dos grupos pertenece usted?” (Estudio Bíblico Anual-Mateo 5-7: Modelo para el discipulado. Antonio Estrada Bojorquez, Ph.D) Jesús quiere enseñar aquí lo que es el verdadero cristianismo. A diferencia de lo que enseñaban los escribas y fariseos.
“que me oye estas palabras y las hace” Nótese que la obediencia consiste en “oír y hacer” Jesús puso en claro que: oír y conocer no es suficiente. Tampoco oír y entender. Y menos oír y leer. No me mal entienda, estas cosas son importantes. Pero la obediencia es oír y hacer. La persona prudente no es la que simplemente oye, sino la que oye y hace. Estos son los que no solo les gusta oír sermones, asistir a las clases de Biblia, que canta y dice amen, sino que también se esfuerzan en estudiar, orar, asistir a las reuniones, vivir una vida santa conforme a la Palabra de Dios. Recuerdan las palabras de Santiago: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:21-22) Jesús compara al que oye y hace con un hombre prudente. “le compararé a un hombre prudente”. La prudencia significa, Templanza, cautela, moderación. Sensatez, buen juicio…consiste en discernir y distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello. (Diccionario de la Real Academia Española) El que oye y hace es una persona prudente porque esta pensando en su futuro. “que edificó su casa sobre la roca” Lucas dice: “y puso el fundamento sobre la roca” (Lucas. 6:48) En Palestina siendo una tierra de valles y de montes. Cada constructor tenia que escoger bien el lugar para edificar su casa, su patrimonio. El constructor no busco un lugar donde fuera fácil construir su casa, sino donde fuera seguro. Busco un lugar bonito pero donde hubiese roca firme para los cimientos de la casa. Además dice Lucas que “cavó y ahondó” lo cual habla de un esfuerzo departe de la persona con el propósito de poner un buen cimiento. El fue previsor. Pensó en el futuro. El sabe que no siempre estará brillando el sol. Por eso hace el esfuerzo de cavar sobre la roca. “La construcción de un edificio firme exige tiempo y esfuerzo. Es mucho más sencillo construir una casa sin darse el trabajo de poner un cimiento sólido” (Comentario Bíblico Adventista) Sin embargo, este hombre no pensó así. El sabe que las buenas cosas cuestan trabajo. La “casa” representa tu vida, tu salvación. Aquí nos habla del discípulo que sabe lo quiere y a donde quiere llegar. Jesús ya había mencionado mediante los dos caminos que hay mucha gente le gusta el camino ancho, es decir, las cosas fáciles del mundo. Aquello que no cueste trabajo, que no requiera un compromiso. (Mateo. 7:13-14) Pero aquí esta hablando de los que van por el camino angosto. Que es difícil, que cuesta trabajo, pero es el más seguro. Aquí nos muestra que cada cristiano se forjando su propio destino. Habla del cristiano que sabe hacer lo que hay que hacer para su salvación eterna, no por intuición, sino por sumisión a la Palabra de Cristo. Pero, ¿Que es la roca? Notemos que Jesús dirigió su atención hacia sus palabras: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace” Las palabras de Jesús es la roca fundamental sobre la cual se podía construir para esta vida y para la eternidad. Pablo también expresa esta
verdad aunque con otras palabras: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Corintios 3:11) Y Pedro también habla de ello: “Acercándoos a él, (Jesús) piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa” (1 Pedro 2:4) Solo Jesús es un fundamento seguro para edificar nuestra vida, nuestra familia, nuestra fe y nuestra salvación. No estamos edificando sobre nuestra opinión o las opiniones de los demás, ni en las filosofías del mundo, sino en Cristo la roca. Porque todo lo que hacemos lo hacemos por Cristo y para Cristo para que en todo tenga la preeminencia. B. Unos edifican sobre la mera apariencia. Hay otro grupo de cristianos. Son aquellos que edifican sobre la mera apariencia. “Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena” (Mateo 7:26) Me llama la atención que en Lucas 6:46 que es su pasaje paralelo empieza diciendo: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” Que es lo mismo de Mateo 7:21-23. Mateo empieza hablando de los que edifican sobre la arena. Habla de los que aparentan ser religiosos. Son aquellos que le dicen a Cristo “Señor, Señor” y no hacen su voluntad. Dicen y no hacen. Son los hipócritas, los que viven una vida cristiana en apariencia. Es incoherente con lo que dice y lo que hace. El mundo esta lleno de esta clase de personas. Que dice que son doctores y no lo son y te hacen una mala cirugía. Los que dicen que aman cuando en realidad quieren conseguir lo que ellos desean. Los que dicen que van a ir y nunca llegan. Los que dicen que son cristianos y su comportamiento dice lo contrario. “Cualquiera que me oye estas palabras y no las hace” Para dar mayor énfasis a su enseñanza, Jesús repitió en forma negativa la parábola. Oír es una de las grandes necesidades de la humanidad. Pero hacer, lo es más. Ya hemos mencionado que, oír y conocer no es suficiente. El conocimiento por si mismo no puede salvar. “el conocimiento envanece pero el amor edifica” dice Pablo. (1 Corintios. 8:1). A veces nos convertimos en grandes expertos, conocemos con lujo de detalle los mandamientos de Dios, pero fallamos en ponerlos en práctica. Aquí son aquellos cristianos que van a la iglesia escuchan sermones, clases y conferencias, pero no practica nada. Son los que piensan que el hecho de ir a las reuniones de la iglesia ya es algo y que el Señor se lo tomara en cuenta. De por en practica lo oído dependerá nuestra solidez como cristianos. le compararé a un hombre insensato, Es decir, que no es sensato, no previsor. Es considerado así porque hizo menos que lo que sabía que debía hacer. No es que no supo, sino que no quiso.
que edificó su casa sobre la arena” Dice Lucas que edificó su casa “sobre tierra, sin fundamento” (Lucas. 6:49) “En Palestina el constructor tenía que tener previsión. Había muchos valles que en verano parecían arenales agradables, pero que en invierno eran el lecho de furiosos torrentes. Podía ser que alguien estuviera buscando dónde construirse la casa; vería ese huequecito arenoso agradablemente protegido, y pensaría que era el lugar ideal. Pero, si no era hombre previsor, a lo mejor construía su casa en el lecho seco de un torrente; y, cuando llegara el invierno, se le desintegraría la casa”. (Comentario al N.T por William Barclay-Tomo I) Este hombre se dejo llevar por el momento, por la vista de sus ojos. Porque era lo más fácil, era lo que no costaba trabajo. Fue perezoso para cavar en la roca. Le gustaba más lo superficial. Son muchos los cristianos que no están construyendo sus vidas sobre Jesús, sino sobre sus propias opiniones, intereses y deseos como lo hacían lo escribas y fariseos (Mateo. 7:28-29). Su roca no es más que ficción. Es una roca de platico. Lo que son como el le dicen, “Allí la llevas”, “Vas llevando tu vida muy bien”, Se ve el esfuerzo que estas haciendo”. Pero lo que de verdad son cristianos le dice, “Creo que te esta faltando aquí y allá” Y la reacción de el será: “¿Acaso me vas a decir tu a mi, como debo llevar mi vida (Matrimonio, Cristianismo)?”. La reacción es de enojo. Aunque el sabe que le falta mas amor por Cristo, mas compromiso, más oración, mas estudio de la Biblia, mas asistencia a los cultos de la iglesia. Estas dos tipos de casas (vidas) aparentemente son iguales. Desde afuera vemos a este que dice que es cristiano, viene la iglesia, canta, ora, ofrenda, etc. Pero dentro de su corazón no tiene su fundamento en Jesucristo. Sabe que pone en peligro su vida y la de su familia por no tener el fundamento sobre la roca. Pero piensa que el Señor le perdonara, al fin y al cabo Dios es amor. Esta comprobado que la palabra del hombre, en sus opiniones no hay permanencia. Solo en la palabra de Cristo hay permanencia y seguridad. “Mas la palabra del Señor permanece para siempre”. (1 Pedro. 1:25) “Un barco sin ancla se ira a la deriva siguiendo las corrientes; no se puede mantener en su sitio a no ser que esté anclado de manera segura. Este principio no es menos cierto en el reino espiritual. Si un hombre no tiene un ancla para su alma, o un fundamento para su vida, no puede mantenerse en pie” (El Sermón del Monte. Como vivir la vida cristiana. Por: J.Dwight Pentecost)
II). Todos enfrenaremos pruebas. A. En las pruebas no hay favoritos. Verso 25 Dice sobre el construyo su casa sobre la roca: “Descendió lluvia, -desde arriba- (y cuando vino una inundación. Lucas 6:48)
“y vinieron ríos”, -desde abajo- (el río dio con ímpetu contra aquella casa. Lucas. 6:48) “y soplaron vientos (Lucas omite esta parte) y golpearon contra aquella casa; El verso 27 habla del que edifico sobre la arena: “y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos” Es exactamente las mismas palabras. “Nótese el estilo ágil: las declaraciones cortas y precisas que describen vívidamente la tormenta” (Comentario Bíblico Adventista). Ambos pasan por una tormenta. Ambos oyen la lluvia, ambos ven los desbordamientos de los ríos y ambos sienten los vientos. No pueden eludirlo. Por eso es importante construir una casa sobre la roca. No para los días de verano, sino para los días de tormenta. Por eso es importante que el cristino este cimentado, firme en la roca. No para cuando todo va bien, sino para los días de pruebas que van a llegar a tu vida. No podemos escapar de las calamidades de la vida. Pedro escribió: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 Pedro 1.6-7) Jesús quiere enseñarnos que no estamos aquí para pasarla del todo bien, sino para aprovechar las oportunidades que nos da para creer y ser mejores. B. En las pruebas hay variedad. Habrá lluvia, inundaciones, y fuertes vientos. No podemos elegir por cuales pruebas pasar y por cuales no. Habrá tentaciones, persecuciones, necesidades, enfermedades, muerte, etc. Alguien dijo que, “las pruebas son parte del currículo divino” Edificar sobre Jesucristo no nos libra de las tormentas de la vida, sino que nos afirma para poder resistirlas.
III). Todos obtendremos resultados. A. Los resultados para algunos serán positivos. Mateo 7:25 “Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca”. Este cristiano se mantuvo firme a la hora de la prueba porque no vivió un cristianismo de apariencia. No confío en su ingenio, en sus habilidades, sino en fundamento de su vida, Jesucristo. El verdadero creyente muestra humildad, gratitud y obediencia. Juan escribió, “Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. (Juan 2:17) B. Los resultados para otros serán negativos. Mateo 7:27 “y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina”. No aguanto el día de la prueba. Los ríos
se llevaron la arena y empezaron a caer las paredes y el techo dejando trozos por todas partes. Fue una perdida total. Tres cosas suceden cuando la casa de alguno que no estuvo edificada sobre la roca se cae: Hay ruido. Estruendo. Hay escombros. Hay pérdidas. Ruinas. Lo mismo pasa en la vida de los cristianos que a la hora de la prueba empiezan a culpar a Dios, a la esposa (o), a la iglesia, al predicar, al gobierno. Y se van a la botella, a las drogas, al juego, al mundo. Parecía que su casa era firme pero la tormenta manifestó la clase de fundamento que en realidad tenia. Lo curioso es que se necesita una tormenta para que se sepa. “El mundo considera que un hombre prudente es alguien que vive por vista, que vive para el presente y que vive para si mismo; a tal persona Jesús lo califica como insensato” (Comentario al N.T por William MacDonald)
Debe hacerse notar que: Ambos tenían la intención de construir. Ambos trabajaron. Y Ambos usaron el mismo material. La diferencia consistió en el fundamento. El mismo tipo de tormenta azotó a las dos casas, pero solo una permaneció. La causa de la caída no siempre es la tormenta, ni la apariencia de la casa, sino su cimiento. La casa pudo haber estado más bonita, mas presentable que la otra, pero no tenia una base confiable. Así la vida de muchos puede ser más presentable que la de otros cristianos, pero si no tiene el fundamento necesario no podrá sobrevivir las pruebas de la vida. “La palabra de Cristo se opone a las palabras de los hombres. La roca se opone a la arena. La vida esta opuesta a la muerte. Estas son las alternativas que Cristo presentó” ” (El Sermón del Monte. Como vivir la vida cristiana. Por: J.Dwight Pentecost) Conclusión Hablamos de edificar nuestra vida cristiana. Que es algo que todos hacemos, que todos enfrentaremos pruebas y que todos obtendremos resultado dependiendo de el fundamento te tenga. Por ejemplo dos estudiantes que van a la escuela, los dos llevan sus libros, los dos tomando notas, y aparentemente los dos van bien. Pero luego llega la hora de los exámenes y allí se ve que uno estudiaba y el otro chateaba en el Facebook . ¿Estas edificando tu vida, tu salvación, tu familia, sobre la roca que es Jesucristo? Jesús es la roca de la eternidad y para la eternidad. Si ya lo estas haciendo te felicitamos y de seguro nos volveremos ha ver. Y si aun no lo estas haciendo te invitamos a que te arrepientas y lo hagas. Porque la clave para estar firme es escuchar y obedecer a Cristo. Que Dios te bendiga. Juan Ramón Chávez Torres E-mail:
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