EJERCITO. Revistailustradade las Armasy Servicios MINISTERIO DEL EJERCITO

EJERCITO Revistailustradade las Armasy Servicios MINISTERIO DEL EJERCITO sumario Ejército - Revisto ilustrado de los Armos y Servicios número

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EJERCITO Revistailustradade las Armasy Servicios

MINISTERIO

DEL

EJERCITO

sumario Ejército

-

Revisto ilustrado de los Armos y Servicios

número 288

-

______________________________________________________________

enero 1964

Lo instruCión de tiro con. ormoS individuales

tenientecoronel de lnfanterío. E. Nie Mortínez to

Lo defensa contra desemborcOs mo rítimds._V0l00’ actualizada de lo Artillería de Costo ‘Armas de oyer

3

teniente coronel, de Artillería del E. M.,Sv. J. Cono Hevio de copitán Infontería, J. Ferrer Sequera

13

Panorama de la Coballeria en el Ex tronjero._Unidades de reconocímiento

,

comandantede Caballería del Sv. de E.M., F. Quintero Morent&

25

El Eército colaborador de’ lo Indus trio én lo formación de personal colificodo

comondante de Artillería del Sv. de E. ‘ M., S. Fajardo G. de Travesedo

31

Cuestiones nes

!ogísticas.—L05

decisio





coronel de Artilleria, renio

Estudios sobre aspectos concretos de lo’ táctica: Sugerencias de’ a lectura de un diario de operaciones

Y. Martínez Lo-

37



Otaoiaurruchi general

45

InformaCáfl e ideas y reflexiones Legislciófl

coronel de Ofjcinas Militares, J. To

‘.

Piezas de Artillería corros

modernos sobre

- ‘

InformaCión sobre la Unesco Notos breves De criptogofía

Nueva; estaciones «Rodio»• d F. M. en el Ejército de los EE. UU. Competiciones militares Crónica del ‘XX aniversorió de la 1.a promoçión de la Milicia Universitoria Desarrollo de la actividad

rres Roig Dela publicación francesa «Revue Générale». Militaie (Traducción del teniente coronel de Artillería del Sv. E. M.. L. Çarreras Gonzólez copitár” honorífico del Cuerpo Jurídi co Militar, L. de Segovia ,

capitán de Ingenieros del, Sv. de E. M., Feliú J. Salinos coronel teniente de Artillerío, M. Ro drigo Aragonés , copitán de complemento de Infante ría, A. J. Hérnández Navarro

espaiala de



tenientecoronel de Intendencia, J. Rey Pablo-Blanco

5

53 55

65 67 71



ejérdto REVISTA’ILUSTRADA DE LASARMAS Y SERVICIOS Madrid, Enero1964—Aflo XXV—NÚm.

288

Depósito Legal: M. 1.633-1958

DIRECTOR

ALFONSO FERNÁNDEZ, Coronel de E. M. JEFE DE REDACCIÓN

General de Brigada, Excio. Sr. D. José Díaz de Villegas, Director General de Plazas y Provincias Africanas. REDACTORES

General de División, Excmo. Sr. D. Emilio Alainán Ortega, Subdirector del Museo del Ejército. General de División, Excmo. Sr. D. Jan Pérez-Chao Fernández, a las órdenes del Ministro del Ejército. General de División, Excmo. Sr. D. Enrique Gallego Velasco, del Consejo Supremo de Justicia Militar. General de Brigada, Excmo., Sr D. Gonzalo Peña Muñoz. General de Brigada. Excmo. Sr. D. José OtaOIaUJTUCMTobía. Del Servicio Militar de Construcciones. General de Brigada, Excmo. Sr. D. Alfonso Romero de Arcos, a las órdenes del Ministro del Ejército. Coronel de Artillería, del. S. E. M., D. José Fernández Ferrer, de la Escuela Superior del Ejército. Coronel de Ingenieros, del 5. E. M., D. José Casas y Ruiz del Árbol, de la Subsecretaría del Mi. nisterio del Ejército. Coronel Ingeniero de Armamento, D. Pedro Salvador Elizondo, de la Dirección General de Indus tria y Material. Coronel de Infantería, del S. E. M., D. Narciso Ariza García, Jefe de la 1.’ Zona Instrucción Premilitar Superior. Tte. Coronel de Intendencia, D. José Rey de Pablo-Blanco, de la Escuela Superior del Ejército. .

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P-UBLICACION

MENSUAL

Redacción y Administración: Alcalá, 18, 40 MADRID (14) Teléfono 2225254 :-: Correspondencia: Apartado de Correos 317 PRECIOS

DE ADQUISICION Para militares en suscripción colectiva por intermedio de los Cuerpos 11 pta5. ejemplar. Para militares en suscripción particular (por semestres adelantados) 70 » Para el público en general,por suscripciónanual200 » Para el extranjero, en suscripción anual 400 » Número suelto Correspondencia para colaboración, al Director Corresponden& para suscripciones,al Administrador;1] .-

as ideas contenidas en los trabajos de esta Revista representan únicame opinión del respectivo firmante y no lá doctrina de los organismos oficial edacción y Administración:

Alcalá, 18, 4•0

-

MADRID l4)

-

Telé&222-5254

-

Apartado de Correos;0]

LA INSTRIJCC1ON DE TIRO CONARMAS INDIV11)CALES tenienta

coronal de lnfgntarío Enrique NiETO MÁRTINEZ, Jaén núm. 25.

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1.

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del Regimiento de Infontaría

Toda anotáción inexacta de los éjercicios de tiro. será punible y se castigará como previene el Código de Justicia Militar (Ar tículo 91 del R. 1. T. Mosquetón (1)).

VARIACIÓN EN 1A DOTACIÓN DE ARMAS INDIVIDUALES

1.1’ Cambios consecuentes a la orgánica de las nuevas Unidades.—Sl encabe zamos el presente trabajo con la Cita indicada, es obvio que no intentamos to marlo en su literal significación, sino únicamente como medio de hacer patente la importancia extrema que a la instrucción de tiro conceden los reglamentos. No recordamos ninguno dé éstos en que se haga una cita semejante, ni cualquier otro en que, luego de haber sentado los principios, se especifiqúe con todo deta lle los medios de ponerlos en práctica. Tampoco nos será necesario esforzarnos en hallar razones para hacer patente que, en definitiva, a nada conduciría la instrucción si ésta no se coronase con las enseñanzas necesarias para hacer uso preciso de las armas, especialmente hoy día en que la orgánica y la táctica de las nuevas Unidades hacen siempre previsible una situación en la que cualquier especialista, habitualniente alejado de los primeros puestos de combate, puede verse compelido al ,combate individual. del soldado cómbatiente (infante, jinete -o za Por lo que hace referencia al armamento portátil, pdor), y aun de sus propios cuadros de mando. del que ahora tratamos, la táctica de las nuevas Ifnidades ha tenido orgánicamente la repercusióú de Para que las previsiones en que están fundamen sustituir el mosquetón y el fusil ametrallador por el tadas las actuales plantillas orgánicas no fallen en fusil de asaíto y el subfusil, compensando la dismiel riiomento decisivo, -será preciso conseguir un tal nución del número de hombres del Regimiento clá sico por la mayor potencia de fuego del infante del gi-ado de instrucción que asegure el empleo de las armas de que está dotado el soldado al máximo de nuevo Regi±niento al dotarlo con fusil de asalto. Ello quiere decir que, si anteriormente era impor sus posibilidades. A conseguir esta finalidad es a lo tante instruir a los hombres en el manejo y empleo que se orienta la iústrucción de tiroHasta hace poco, el mosquetón, como arma numé •de las armas individuales, hoy lo es mucho más por ricamente predominante en las plantillas, era el lás siguientes fundamentales razones: arma clásica individual, y aun el articulo 86 del .L Por el aumento de peso específico que tiene el R. 1. T. mosquetón (1) señala que del rendimiento de la instrucción de tiro con el mismo depende en soldado como productor de fuégo. Porque en esta producción de fuego cada solda cierta medida el de las armas automáticas que cons .titu yen esencialmente la potencia de fuego de la in do es su ropio director. fanteria. En la situación supuesta, cuando se redactó Porque el fusil de asalto y subfusil son hoy dicho texto, el soldado, individualmente, no poseía, cuantitativamente el armamento fundamental -

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3

amós-oma1.—

Distribución en de

%del

Ijfamtería en Transformación. Platola 18

Subfusil 39

Mosguetón 17

Fusil

Asalt o 26

Total 100

39 36

100 100 100

42

100

========-

nfantería aballaría apadores

17

nf.+ cab.t2ap.

19

31 16 24

10 24 22

17

28

13

21

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Hay Pequeñas Unidades tipo Sección y aun pe lotón en que el armamento es múltiple y en las que por sústitución un soldado puede verse obligado a manejar cualquiera de las armas individuales. Resumiendo: Ayer el’ soldado era o fusilero o es pecialista. Como fusilero le bastaba con el manejo del mosquetón; como especialista (además del de ‘mosquetón como básico), con el de la pistola, y caso de ser sirviente de arma colectiva con la de que se tratase. Hoy el soldado no sirviente de arma colectiva puede verse obligada a manejar indistin tamente mosquetón, subfusil o fusil de asaltQ (éste preferentemente), y el sirviente de arma colectiva, que habitualmente maneja pistola (aparte de la co lectiva de que se trate), puede verse en la precisión de tener que manejar cualquiera de las otras armas individuales (mosquetón, subfusil o fusil de asalto), si como consecuencia de las bajas producidas en combate hay que transferir sirvientes de armas co lectivas a las otras Pequeña Unidades. La función del mosquetón, a los efectos de arma mento y tiro, viene a quedar como las «primeras letras» de la instrucción escolar, una introducción que hará posteriormente inteligible y más fructífera la instrucción con las otras armas y, pot tanto, como básiéa, si bien absolutamente necesaria en su forma elemental, no ‘és necesária completa en cuanto a su extensión. La casi totalidad de la tropa necesita realizar aho ra por lo menos dos intrucciones de tiro: la citada elemental de mosquetón y la ‘más completa del arma Correspondiente a su cometido táctico. Más aún5 habríamos de examinar con calma si la instrucción con fusil de asalto debiera ser general, po. lo menos en un número bastante extenso de Uni dades y, apurando los términos, conceder a la ins trucción con subfusil ametrallador este mismo ca rácter general, aunque en un número más restringi do de Unidades.

armamento individual én la División



aparte del mosquetón, más que un arma semiauto mática, la pistola, en el cso de los sirvientes de ar mas colectivas. El arma Lutomática más elemental, el subfusil ametrallador, era arma de cuadros de mando; las otras armas automáticas eran las colec tivas clásicas: fusil axñetrallador y ametralladora. Hoy la situación es otra, y nos encontramos a una gran mayoría de soldádos dotados de arma autó mática, subfusil ‘o fusil de asalto, y a un núme ro más reducido dotadQ de arma semiautomáti ca, la pistola1 especialmente los sirvientes de armas colectivas. El precepto reglamentario citado no so lamente no se ha desvirtuado con el cambio efec tuado, sino que cobra todavía muchísimo mayor importancia por cuanto la mayoría de la tropa está hoy día dotada de arma automática.

1.2 Su repercusión en la instrucción de tiro.—’ Pero surge un problema que tiene una doble mani festación: No obstante que el artículo 14 de las N P. 1. T. con aimas portátiles (2) no lo comprendiese espeéí ficamente, eÍ tirador y los dos primeros roveedoyes del antiguo fusil ametrallador, tanto por su cometi do como por la instrucción de tiro que obligatoria mente tenían que realizar, eran verdaderos especia listas, a tenor de los artículos 138 a 141 de las It P. 1. T. con fusil ametrallador (5). Releamos los artículos 136 a 137 de este último texto, «Caracterís ticas técnicas de este arma)), y veremos que poseen 2. REPLANTEAIVIIENTO DE LA INSTRUCCIÓNDE TIRO DE hoy la mismá actualidad que ayer, pero referidos al ACUERDOCON LA NUEvA sITUACIÓN fusil de asalto. El soldado dotado con fusil de asal to, en cuanto al uso de su arma se refiere, es, pues, La instrucción de tiro hay que realizarla meticu uno de los comprendidos en el artículo 14 citado; losamente siguiendo una inelúdible concatenación de extremo en qüe conviene el artículo 2.21 del R. 1. fases (instrucción preparatoria, tiro de instrucción, con fusil de asalto Cetme (6). Igualmente sucede con tiro de combate), en la que no es posible pasar a la e] personal dotado con subfusil ametrallador, a te siguiente sin haber superado la anterior; incluso hay nor del artículo 288 de las N. P. 1. T. con subfusil (4). que «retroceder» (art. 100 del R. 1. T., mosquetón) (1) Resulta, por tantó, que, a efectos de instrucción de a la instrucción ‘préparatória si en el tiro de ins armamento y tiro, entre el 55 por 100 y el 75 por 100 trucción no se ha logrado clasificar el sóldado que de la tropa «combatiente» es especialista y que el repite un ejercicio. persdnal dotado con mosquetón excede en algo al Esta instrucción hay que realizarla en las mejo 10 por 100. Véase en cuadro núm. 1, la distribución res Condiciones (art. 88), con calmas sin que pre en por ciento de las clases de armamento individual cedan inmediatamente otros ejercicios que fatiguen —-

-

de las Unidades

4

Experimentales

al

soldado

(art.

89), y la clasificación

de tiradores

4”

e -

trucción de reclutas. Pero los incorporados en 1 de debe hacerse con toda escrupulosidad (art. 114) septiembre con normalidad, y algunas veces los in (todos ellos del texto citado) (1). corporados en 1 de marzo, ‘reciben su instrucción en Tales consideraciones valen para toda clase dé ar las inmediaciones de los acuartelamientos. Si’ la ms-’ mas, por expreso precepto de los reglamentos co trucción de tiro, por lo que hace referencia a los rrespondientes. (Véanse artículos 287 (4), 311 (3), ejercicios de tiro, aun cuando se constriña a los 2.21 (6).) Tenemos con lo dicho bien definida nuestra mi límites mínimos citados, se circunscribe a los cam sión, pero nos importa insistir que se trata princi pamentos de instrucción de reclutas, una parte con del contingente se queda ‘sin poder clasi palmente de po hacerlo todo, sino de hacer bien lo s(derable ficarse como tirador, y esta clasificación, en cuanto quese pueda hacer. Las líneas que siguen van enca se refiere al tiro de instrucción, es no sólo ineludi minadas a exan’iinar esta afirmación. Los ,reglamentos han sido redactados teniendo en ble (arts. 95, 112) (1), sino, además, anual (artícu lo 113) (1), y’ debe verificarse escrupulosamente con cuenta los resultados de los polígonos dé experien forme, al artículo 114 (1) y al 91 que indicamos en cias (instrucción y t&o). Las tablas de ejercicios de la cabecera de este trabajo. tiro a desarrollar constituyen, pues, el límite máxi mo a conseguir, prácticamente el ideal. Los progra 3.2 ,eDóncze’».—Para el ‘personal últimamente indi mas de instrucción redactados anualmente por el E. M. Ç., al referirse a la totalidad del reemplazo a cado en el párrafo anterior podremos contar con las instruir: no pueden comprender particularidades de instalaciones existentes en los acuertelamientos’ o en territorio y de Unidades, por lo que para no limitar la’ guarnición: Galerías de tiro—abierta o cubier inicial e innecesariamente las posibilidades de ‘uno ta—y ‘campos de tiro—permanentes o eventuales— y otras coinciden prácticamente con los reglamen que puedan existir Para el personal de reemplazo tos. Ahálogamente ocurre dentro de su rspectiya y voluntarios agregados podremos contar, en prin competencia con la Instrucción que, en aplicación. cipio,’ con las instalaciones existentes en los caxhpa de las anteriores, dictan las autoridades regionales. mentós de instrucción, y posteriormente con los ci Ahora bien: hay que poner en práctica éstos pro tados en acuartelamientos o guarnición. Por raEón gramas; el límite máximo, ya’ lo conocemos, es el de metodología, para llegar a la conclusión que pre cumplimiento exacto y completo de los reglamentos; tendemos, examinaremos primero la posibilidad de el límite mínimo también nos viéne marcado en los utilizar las instalaciones de los campamentos de irís reglamentos, y es la clasifipación de tiradores pre trucción. Intervienen aquí factores .,de «espacio». y vista, por lo que se refiere al tiro de instrucción; en ((tiempo)). No vamos a ser rigurosos ‘en exigir el los artículos que se indican, en los textos correspon cumplimiento, en cuanto a dimensiones, de las con dientes: 112 (1), 320 (3), 298 (4) en relación con el diciones que determina el ,artículo 15 e) del Regla 159 (5) y 2.27 (6). Lo verdaderaménte fundamental mento de Campos de Tiro (7); conocemos que estas consiste en determinar, con coñocimiento y exacta dimensiones no se pueden distraer, únicamente a apreciación de las posibilidades, óuál va a ser en efectos de tiro, a la generalidad de nuestros campa cada caso el plan de acción nécesario para movernos mentos de, instrucción sin merma de su utilización dentro de los límites mínimo y máximo; insistiendo para otros menesteres. Mas aun prescindiendo de nuevamente en que de lo que se trata es de hacer esta exigencia, si recordamos mentalmente los cam bien lo poco o mucho que’ podamos hacer. No bas pos de tiro que conozcamos y los ponemos en rela ta, como algunos pueden creer, con ((foguear)) al in ción con las tablas de tiro de los reglamentos, vere dividuo, sino que se trata de que el soldado ad mos que estamos lejos de poder realizar, el límite quiera un grado elevado de destreza como tirador’ máximo o instrucción completa señalada por los re (art. 55) (1). glamentos en cuanto hace referencia a la profundi dad é distancia de tiro; aun contando con ésta, en un segundo aspecto el espacio es función del tiem 3. EL ((QUIÉN)); EL((DÓNDE); Y EL((CÓMO)) EN LAINsTRuc po, por cuanto a menos tiempo se necesitará mayor ci5x DETIROCO&ARMAS INDIvIDUALEs. frente, e inversamente. El tiempo es a su’ vez f!ln ción de otros factores: tiempo que puede’ dedicar Como es ñatural; estos tres ¿on’ceptos son interde cada Unidad a esta materia de la instrucción (según pendientes. distribución efectuada al redactar el programa) y 3.1 «Quién».—Está constituido por la totalidad del tiempo que cada Unidad ‘pueda tener disponible el’ campo de tiro en la rotación de su utilización por contingente que se incorpora a filas.’ Este personal las distintas Unidades que conviven en el campa tiene dos procedencias: de reemplazo ‘y voluntarios. En el mejor de los’ ‘casos, los voluntarios incorpora mento; tomemos también en cuenta que con ante-’ rioridad a la práctica de los ejercicios de tiro hay dos en 1 de marzo se unen al reemplazo para ‘con que haber realizado la instrucción preparatoria, y tinuar su instrucción en los, campamentos ‘de ms ‘

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5.

ésta más bien,,algo retrasada respecto al conoci miento del armamento. Todas estas razones nos ha cen comprender que en el campamento de instruc ción más bien andaremos escasos de tiempo, aun para la realización del límite mínimo exigible. En cambio, en cuanto a la utilización de las instalacio nes de tiro de los acuartelamientos y guarnición, el problema súele plantearse inversamente: hay proble ma de espacio en cuanto al «fondo>, o distancia de tiro; no lo hay en cuanto al «frente,,, porque siendo éste función del tiempo, el tiempo es ilimitado prác ticamente: desde que se regresa del campamento basta el licenciamiento del personal.

Cuadron2.—

Mínjois suficiente de eeejoj

de inauccj’dn

Ejercicios 52yClare1 ACR ¿21

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Mosquet6n

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30 50 60 100 200



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Pistola



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3.3 «Cómo».-__En cuanto a la instrucción prepa 62 X ratoria, poco hemos de hacer observar. En este pun ubfusi1 Tr. — • to de la instrucción de tiro ambos límites, máximo 5 x y mínimo, se confunden, son estrictañ-iente el cum 1!__ — plimiento exacto y completo de lo ordenado én los — .2L_ artículos 59 a 85 (1). La enseñanza de otras mate — lbl 1 a rias de la instrucción puede reducirse o ampliarse, luo.Aaalto jI 1 esquematizarse o desarrollarse; en la instrucción 3L_ — preparatoria de tiro nada de eso puede hacerse; se , — — 52 1 puede lpcluso cronometrar el tiempo medio que se •‘ 62 1 necesita para proporcionar a un reclutá esta Instrue li__ ción, y teniendo en cuenta su número y el de los Total equipos de auxiliares de instrucción, hallar el tiempo’ que necesitamos dado un contingente ‘a Instruir y un número de equipos de auxiliares determinados; deduciendo este tiempb del que dispongamos para pertenezcan, mostrándoles los resiltados obte el total de la instrucción de tiro, el que nos quede nidos para que ellos mismos lleven cuenta de su podemos compararlo con el que nos hayan atribui instrucción y tornen gusto y afición al tiro (ar do para la utilización del campo de tiro en el cam tículo 96). pamento, y entonces podemos hacer un cálculo del El artículo 102 indica el procedimiento para lo número de ejercicios de’ tiro que podremos desarro grar que el soldado, en el momento de ir rea llar en el campamento. A la vista de este cálculo nos será preciso planificar la instrucción de tiro; lizando los disparos, pueda darse cuenta si acierta o no en el blanco. tomaremos en cuenta si podremos realizar los ejer Siempre que sça posible se procurará que los cicios de,tiro’ únicamente en el campamento, o habre tiradores comprueben por sí mismos los resul mos de continuar estos ejercicios en’ el aóuartela tados que obtengan sobre los propios blancos. miento o guarnición, y a la vista de. ello determina Cuando por razón de’ las distancias no puedan remos el número de ejercicios de tiro a realizar en trasladarse a los blancos se emplearán los mar total. Aquí sí tenemos facilidad para movernos entre cadores para que el sóldado conozca, inmediata los límites máximo y mínimo indicados, pero seamos mente de efectuarlo, el resultado de su tiro más bien realistas que optimistas y consideremos (art. 105). que los resultados .que se obtendrán dependerán del grado de interés que el educando ponga en la prácti Estas prescripciones del Reglamento son muy im ca de estos ejercicios, y este interés depende a su vez portantes y no pueden ser olvidadas; su cumplimien del grado de participación personal que. el soldado to consume tiempo especialmente ‘estimable si ha tenga en la observación de los resultados que vaya de ser en el campamento de instrucción el olvido obteniendo. El reglamento insiste mucho en estos de ellas conduce inexorablementé al fracaso en los conceptos. Veamos lo que al efecto nos dice el resultados; el tiempo que sea necesario emplear ha R. 1. T. Mosquetón (1): de toinarse en cuenta; vale mAs cumplirlas aunque dejen de realizarse algunos ejercicios de tiro, acer-, De las anotaciones que se vayan haciendo en cndonos al límite mínimo, que no dejarlas de cum las libretas de tiro debe darse conocimiento lo plir por intentar realizar algún ejercicio más. El más pronto posible ‘a los individuos a quienes mando tiene aquí una función •específica: «ganar -

pera po

der clasificara lo tjradore.

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6

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tiempo a costa del ingenio)); de esta forma el cum plimiento de los preceptos reglaméntariOs queda sal vado y disminuyen las limitaciones que forzosamen te nos imponen el tiempo y el espacio. Recordemos que, puesto que el soldado ha de realizar sü tiro in dividualmente (art. 115 (1) y 2.341 (6), la instrucción de tiro de las armas individuales es, por su carác ter, esencialmente individual, y si bien la mecaniza ción de sus aspectos secundarios es deseable porque al uniformarla se hace más eficaz y también per mite ganar 4iempO, ello será solamente aceptable en cuanto no se desvirtúe SU. citado carácter funda mental.

que hubiesen sido clasificados corno tiradores, de’ pri ‘mera en. el de instrucción, y su finalidad consistiría en perfeccionar el tiro de estos tiradores y determi nar los selectos, a fin de poder asignar a éstos las armas con alza telescópica. SI en las guarniciones respectivas existen instalaciones para poder reali zarlos, entonces podrían en ellas realizarlos la tota lidad del personal.

4.2 Práctica de los, ejercicios de tiro de instrucr ciÓn. En el campamento de instucción.DeduZeam0s, del tiempo disponible el que haya qué emplear para el tiro de ametralladora, arma automática colectiva, la realización de cuyos ejercicios de tiro es más di 3.4 ConcluSiOfleS._P0fld05 conjuntamente los ficultosa en guarnición. factores «quién)), «dónde» y «cómo», llegamos a las Si examinamos los comprendidos en el cuadro nú siguientes: —





Para asegurar una instrucción de tiro elemen tal (limite mínimo) a la totalidad del contin Cuadt3— 5sduOCtdk di la. diiauiSki$ di ],**ODB es lii •jerciciei ue gente (de reemplazo y voluntarios), hay que coñ se desarrollas a una distanCia inferior a la reglamentaria. tar forzosamente COfl las instalaciones de tiro Blanco coeficte. Blancos reglazzt. de acuartelamiento y guarnicióna Distancias Silue— Rectan— reduc La instrucción mínima de tiro la recibirá el emplear tas (a) gula.r ción (e) 100 •200 50 personal de reemplazo, parte en el campamen 0’62 0,5 l’2.5 (b) 4 to, parte en las instalaciones de acuartelamien Mosqet6n. O’l’T 0’5 O’35 52 to y guarnición, y el personal voluntario no 0’37 0’3 l’25 62 incbrporado al campamento en su totalidad en O’lS 0’3 O’5 ‘72 . 0’6 0’75 estas últimas. En el peor de los casos, estas úl SUbfUSil 1’25 (8) 82 O’29 O’48 0’6 timas se reducirán a una galería de tiro. 92 0’3x01-S 0’3 Las condicioñeS de limitación de espacio y tiem-, 0’OB 0’5 0’3 62 po en el campamento, y de espacio en las ms— Pus.AsaltO Ø6x9 0 ‘15 2iØ’6 T talaciones de guarnición, y el hecho de que prácticamente la totalidad del contingente ha de ser instruido en el manejo de dos armas a) las dimensionesoiaadaa son las del recángulQ que circunscribe la sim. individuales, mosquetón (común) ‘y el fusil de te asalto, subfusil o pistola, obligan a considerar 8) como es lógicoen estos ejercis da aupaisientO iddntica deducción ha— la instrucción de tiro de todas las armas como brón de sufrir lee plantillaS. un todo y a planificar un programa mínimo de o) el coeficiente de roducci6n citado es el correspondiente a galeri de realización de ejercicióS de tiro. 30 e. si se tirase a ea,yor distancia el coeficieite sería la rel.ctda: distancia empleada / distancia reglamentaria. ‘





4.





Los

EJERcIcIOS

q24.—

DE TIRO

Densidad de 3-apeotoe sobre loe 83-azures rsducidas

‘(oa r is’ac

te).

Veamos cuál es este programa mínimo necesario. 4.1 Tiro de jtrucCión.—Según los artículos ante riormente citados,, para poder” clasificar a los tira dores son necesarios como mínimo la realización de los ejercicios que se indican en el cuadro núm. 2. Tiro de combate.—COmo el tiempo durante la per manencia en los campamentos. de instrucción más bien será escaso, es muy dudoso que se disponga del necesario para que la totalidad del personal rea lice los ejercicios de tiro de combate; el ‘problema de la práctica del tiro de combate puede simplifi earse en el sentido de que sólo lo realicen aquellos

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mer 2; podremos dejar de efectuar en él canipamén to la totalidad de los ejercicios de tiro de pistola pecto de las cuatro armas compréndidas en el cua que por la distancia permiten vereficarlos en guar dro núm. 2, los ejercicios hasta 30 metros suman los nición, aun cuando no se disponga más que de una 2/3 de los que en total hay que realizar, y, por tanto, sólo 1/3 hay que realizar a mayor distancia. Si lo galería de tiro. El tiro de mosquetón lo realizaremos no sólo, como examinamos separadamente para cada arma, el pro es natural, en primer lugar, sino en su totalidad, ya blema no existe para la pistola. Para el fusil de que, de acuerdo con el artículo 14’(2), antes de de asalto la proporción és la misma: 2/3 y 1/3; para el subfusil, 1/2 y 1/2, y para el mosquetón, 1/3 y 2/3. signar al personal para las escuadras de amétralla El porcentaje desfavorable del subfusil es quizá algo dora (y áun hoy es conveniente al que haya de ser aparente, porque de los tres ejercicios que sobrepa dotado de subfusfi o fusil de asalto) deberá haberse san la distancia, dos son sólo a 50 metros y a 100 practicado él prinier ejercicio con mosquetón a dis tancia normal, que es precisamente el último de los metros sólo uno. En cuanto al mosquetón, si bien a partes iguales se duplica y aun triplica a distan citados. A continuación dében realizarse los ejercicios de cia; considérese que a la máxima distancia de 100 fusil de asalto con el fin de procurar conseguir rea metros la tensión de su trayectoria es máxima. El lizar los de distancia de 100 y 200 metros, si se pue caso límite desfavorable es el último ejercicio del de utilizar esta última distancia, y si diera tiempo, a fusil de asalto a 200 metros, mas aun en este caso continuación los de subfusjl con la misma finalidad. hemos de intentar algo. Nuevamente vo]vemos a Insistir, es prcférible no realizar ejercicios a realizarlos con premura, ya qué muy extremas tiénen que er las circunstancias para 5. EL ruto CON BLANCO REDUCIDO que el simple manejo del arm& en fuego no Ée pue ¿Cuál es, pues, la solución? El tiro con blanco re •da practicar en guarnición, que a fin de cuentas es• lo único que se conseguirla si no se realizañ debi ducido. No se nos oculta que no existe doctrina ofi cial a este respecto, ni tampoco dejamos de tener damente. En guarnjcjón,—N05 veríamos precisados a rea presente los términos del artículo 110 (1), pero lo lizar aquellos que hubiesen quedado Dpendientes de cierto es que los reglamentos, con árreglo a los ar ejecución en el campamento y la totalidad de los tículos ya citados, permiten la clasificación de tira comprendidos en la tabla para el personal ingresado doi’es con tres ejercicios de aplicación, y esta con como voluntario que no se haya incorporado al dición no la hemos olvidado al ‘formular la tabla campamento. ¿Puede realizarse esto? Creo que si, preinserta núm. 2. Por otra parte, tomamos tambiéij en consideración considerando las cosas con un criterio práctico, pues no oLvidemos que no se trata de realizas todos los las tolerancias que el Reglamento admite: la prime ra es la advertencia del artículo 98 (1), que señala de las tablas de los reglamentos, sino únicmente los comprendidos en el cuadro núm. 2, que son los se indique al tfrador no se extrañe de los impactos estrictamente indispensables para alcanzar una cla altos cuando tira con alza de 100 metros a distancias inferiores; la segunda es el artículo 73 (1), que, ya a sificación que es ineludible. Problamente la utilización de las instalaciones de partir de los 100 metros inclusive, admite errores tiro sea un caso particular para cada guarnición. de distancia de hasta 50 metros; y la última la del Pero los varios casos que personalmente, por razón último párrafo del artículo 109 (1), que permite que de loé destinos sucesivamente servidos, hemos podi si la galería de tiro de que se dispone no llega a •.dos observar, nes llevan a asegurar que unas veces alcanzar 30 metros, se realicen igualmente a menor con mayor amplitud o comodidad, otras con menos, distancia los ejerciciós que la tabla señala a 30 me el problema siempre tenía una solución: se trata, an tros, si bien empleando las plantillas y rectángulo efecto, de conseguir que ningún soldado pase por las correspondientes a 30 metros. Quedan, pues, por examinar las condiciones de la mas del Ejército sin que haya realizado el programa mínimo obligatorio de tiro, pór lo menos el tiro de balística exterior y las dimensiones de los blancos. instrucción, y hay que poner en ello todo el empeño Es cierto que en una galería cerrada, e incluso abier y arbitrar las soluciones que en cada caso sean fac ta, las circunstancias externas que determinan la tibles, previo el estudio de las circunstancias par trayectoria en el aire quedan prácticamente anula das, pero en las distancias que tratamos de sustituir ticulares de cada caso lo más a fondo posible. El peor de los casos se dará cuando se disponga (de 100y 200 metros un solo ejercicio, con excepción únicamente de una galería de tiro. ¿Qué haremos del mosquetón, que tiene 2 a 100), por la gran ten con los ejercicios de tiro que en la tabla figuran con sión de la trayectoria en fusil y fusil de asalto, las distancias superiores a 30 metros? Si examinamos circunstancias externas influirán muy poco en la rea el problema en su totalidad, observaremos que7 res- lidad, teniendo en cuenta que, como se trata de ejer cicios de instrucción,’ si dich4s circu.nstncias fue

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ran muy desfavorables, no realizaríamos los ejerci cios. Cierto también que en este aspecto los resul tados pueden ser más favorables que en campo abier to, lo que nos. permitirá de todas maneras determi nar quiénes son positivamente malos tiradoreS En cuanto a las dimensiones de los blancos, podemos considerar inicialmente dos aspectos que se refun den en uno: frente aparente y progresión de la dis persión. En cuanto al freñte aparente, la dimensión del blanco es directamente proporcional a la distan cia, y al reducir la distancia se reducirá el blanco en dicha forma. En •cuanto a la dispersión, si exa minamos las tablas de tiro de mosquetón, fusil de asalto (puesto que en pisto,la vamos a tlrar a distan cia normal), observaremos que el aumento de la dis persión (vertical y horizontal) de 100 a 500 metros es aritmética y directamente proporcional a la dis tancia, lo que confirma lo dicho sobre la poca in fluencia de la balística exterior en la trayectoria a estas distancias, si las distancias no son muy extre mas, por lo que la reducción del,blanco por este con cepto será idéntica que por razón del frente aparen te. En cuanto al subiusil, la diferencia es de la mis ma naturaleza en el tiro a tiro; en el tiro a ráfagas, si bien de mayores dimensiones, podemos conside rarla iguaimente variable. Examinemos el cuadro núm. 3, relativo a las di mensiones de los blancos correspondientes a distan cias superiores a las que podemos utilizar. Como se observa, los blancos a emplear no son excesivamen-, te reducidos, si consideramos que tiramos a 30 me ‘tros. Para los que parecen dlménsiones exiguas, como los correspondientes á los ejercicios del F. A., consideremos que se tira en la posición de tendido, coñ apoyo de bípode y tiro a tiro, que la precisiÓn de este arma es extraordinaria, como habrá ‘podido observar cualquiera que haya tenido ocasi5ri de uti lizarla o verla utilizar en ejercicios de tiro. Todos los restantes superiores a 100 metros (excepto el 9.° de subfusil) se realizan también en la posición de tendido, con la ventaja que en cuanto a precisión señala el artícu lo 74 (1). últimaLacuestión que cabe examinar es si los’ impactos cabrán ‘en los blancos, ya que el orificio que produce el disparo en el blanco no sufre reducción alguna. Esta observación sería ciertamente im portante si consideráramos una serie grande de disparos. Por el contrario, en la totalidad de los ejercicios comprendi dos en el cuadro núm. 2, salvo los que se indican más adelante, los blancos có rrespondientes no pueden recibir como máximo más que cinco impactos, que co rresponden a una eficacia del’100 por 100 ls disparos efectuados, cosa no fácil.

Para los ejercicios 9. y 10.°de subfusil y 6.’ y 7.’ d fusil de asalto a que corresponden los blancos de menores dimensiones, hemos confeccionado la tabla del cuadro núm. 4, en la que se consignan los cen tíntetros cuadrados por impacto que corresponderían en el blanco respectivo en los casos de eficacia ab soluta 100 por 100 de impaçtos, mínimo de Impacto necesario pura pasar al ejercicio siguiente y proba bilidad media entre dichos dos límites, y en cuyo cuadro puede observarse que realmente no existe el problema. La densidad en el supuesto de la proba bi lidad media la calculamos como la corréspondien te a la mitad del segundó cuarto inferior de la di ferencia entre las máxima y mínima densidades, y aún se acercará más a esta última teniendo en cuen ta que son bastante frecuentes los impactos que incidan en los bordes del blanco. No existé, pues, prác ticamente probabilidad de que dos impactos se su perpongan y, por tanto, posibilidad de error por este concepto. 1

6.. OBSERVACIÓN Y CORRECCiÓN DELTI0 .

Cualquiera que sea el’ lugar en que se realicen los ejercicios, estos aspectos tienen una gran impor tancia. Puede ser directa e inmediata, disparo por dispa ro; aquí la observación pcmite la corrección den tro de cada ejercicio. A título indicativo, el artícu lo 102 (1) arbitra los medios. Hay que dedicar aten ción a conseguir que cada educando pueda observar el resultado- de su fuego, disparo por disparo, para que él mismo pueda verificar la corrección. No se nos ocurren otros medios prácticos que los indica dos en el. Reglamento de hacer visible el disparo que no dé en el blanco por el polvo que levanta. Puede ser directa, aunque’ no inmediata, y es la indicada en el artículo 105 (1) para cuando el ejer

9



LL

ciclo ha concluido. Prevé dos casos: que el tirador se pueda trasladar a los blancos o que no puede hacerlo por razón de la distancia. El primer caso, a distancias reducidas (30 metros), factible cuando el número de tiradores es pequefit, es en principio el mejor; pero la instrucción de tiro• es un todo en sus distintos ejercicios y los detalles de la observa ción de los primeros se olvidan rápidamente. En el segundo caso es frecuente indicar los impactos con cualquier medio acústico o visual y cuando más se emplean los marcadores, pero si hay premura de tiempo el procedimiento es lento. E artículo citado contiene el siguiente precepto: El instructor dará las explicaciones necesarias de los errores cometidos. y sus causas, -explicaciones que constituirán el ver dadero complemento de la enseñanza. ¿Cómo hacer lo? Si trabajoso es conseguir que el educando se traslade al blanco o que se le señalen, impacto a impacto, los resultados de su tiro con el marcador, más trabajoso es que el instructor cumpla con este precepto en el mismo lugar del tiro, hombre a hom bre, y más difícil aún por ‘la diversidad de los casos, que pueda formar una idea de conjunto para insistir sobre lo que convenga especialmente. Y, sin embar go, el texto reglamentario insiste en que estas ex plicaciones constituyen el verdadero complemento de la enseñanza. Creemos que existe un procedimien to fácil y eficaz que evita las pérdidas de tiempo al hacer innecesario el traslado de los hombres a los blancos y que posibilita el que éstos puedan ób servar su tiro como si se. hubieran trasladado y al instructor el instrumento’ para poder corregir indi vidualmente hombre a honbre en sus errores y a la vez sacar conclusiones de tipo general. Cosa• no desdeñable es que, a su vez, permita formar un his torial gráfico de la marcha de la instrucción de tiro dé cada educando, que se repasará antes de realizar un nuevo ejercicio, para evitar la persistencia en

errores sistemáticos. Se trata de señalar en facsímiles de los blancos empleados la situación de los impaétos. Se utilizará un facsímil por cada hombre y ejercicio, y una vez deducidas las enseñanzas co rrespondientes, se conservarán con la li breta de tiro para ser utilizados cuando convengan. No requieren otro cuidado, sino orden en el personal auxiliar; pri mero se señalan los impactos en el fac símil, luego se parchean los blancos. Véanse los que se acompañan a este tra •bajo correspondientes a los blancos de agrupamiento, aplicación y siluetas re glamentarias. (Su coste no es excesivo, unas 60 pesetas cada grabado, fácilmen te amortizables al distribuir su importe en los varios miles de ejemplares que habrá que imprimir; cada facsímil impreso puede costar siete céntimos.) Si además se hacen constar el resto de los datos, se podrá verfficar con exactitud las averiguaciones correspondientes para saber si los errores se deben al tirador o al arma. Se podrá asimismo conocer el tipo de cada tirador paÉa utilizar en cada caso los que mejor convenga según sea el fin de que se trate. 7.

UTILIZACIÓN DE LAS GALERÍAS DE TIRO

En los artículos 83 y 109 (1) se señala la impor tancia que tiene la educación del sistema nervioso en la instrucción preparatoria. Aun conseguidos los resultados apetecibles, si la galería es cerrada no hay que olvidar el inconveniente de la resonancia que ya hace notar el artículo’ 53 del Reglamento de Campos de Tiro (7), pues sometería al educando a una sobrepresión, sobre todo si la galería es para varios tiradores, que dejarán sin efecto los resulta dos obtenidos en la instrucción preparatoria. En este caso deberían revestirse las paredes próximas a las líneas dé disparo de materiales que absorben el so nido, corcho, óaucho, etc. Un 50 por 100 del total de los ejercicios indicados en el cuadro núm. 2- hay que realizarlos en la posi ción de tendido (Lo, 5.°, 6.° y 7.° de mosquetón; 8.° y 10.°, de subfusil, y 3.°, 6.° y 7.° de fusil de asalto). El artículo 74 del Reglamento (1), al hablar sobre esta posición, dice: «La posición de tendido, »aunque no permite una gran rapidez de carga y, »por tanto, de ‘tiro, es la menos vulnerable y fati »gosa para• el soldado, siendo, por consiguiente, la »posición clave del tirador en el combate si el terreno »es descubierto. En ella también es más fácil obte»ner apoyo para el arma, lo que permite lograr una »mayor precisión cte tiro.» Si la galería posee un sue 4.0,

50,

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ya existe sobre este aspecto de la instrucciÓn del lo liso y rígido, habrá que acomodar, los lugares don soldado, estando en la seguridad de que otros com de hayan de situarse los tiradores de modo que re pañeros, con mejor preparación o más acertado cri produzcan el supuesto indicado en este artículo, pues terio, pueden aportar soluciones más satisfactorias de otra forma el tiro, se realizará en condiciones que a ‘todos nos interesaría conocer. más difíciles a las indicadas en la tabla para los ejercicios correspondientes. NOTAS 8. CONCLUSIÓN ‘

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En el trabajo que concluimos hemos procurado (1) Reglamento para ‘la instrucción de’ tiro con mosque habilitar un medio para qué ningún soldado, ni aun tón de ‘1,92 Mod. 1943-1959. (2) Normas provisionales para la instrucción de tiro en los casos extremos que puedan darse (incorpora portátiles Mosquetón-FuSil, 1948. dos fuera de término, hospitalizados o, ausentes coi(3) armas Normas provisionales para la instrucción de tiro cuando losejerciCioS se realizan, etc.), se queda sin con pistola Super-Star de 9 ram.. largo, 1951. clasificarcomo tirador, y hemos querido’ también (4) Normas p’,ovisionales para la instrucción de tiro hacerconstar que el panorama ha variado al variar con sub fusil anietrallador, 1949. NormaS provisionales para la instrucción, de tiro la asignación de armamento y que, por tanto, había con(5) fusil ametrallador, 1948. necesidad’ de replantear en su conjunto la práctica’ (6) Reglamento para la instrucción de tiro con fusil de la instrucción de tiro con armas individuales. Él as alto GETME 7,62 Mod. 58, 1962. (7),. Reglamentos de Campos cte tiro, l9l’8 fruto que pretendemós es reforzar la atención que

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plejo e interesante problema. Mas, antes de entrar en la cuestión, realizaré un examen general de la situación, referido al motivo que, en mi opinión, ha conducido a desviar de la cuestión la atención de algunos escri tores militares. La illtima gran guerra füe ganada por las potencias marítimas. ‘Las potencias maríti mas no han sentido, lógicamente, necesidad de estudiar intensamente la defensa de cas-. tas al módo de los continentales (defensa di recta), porque su situación geográfica y gran poderío naval les lleva a hacer descansar la defensa en la flota aeronaval (defensa indi recta). Como lás potencias vencedoras son las que en cierta forma marcan la pauta en lo que, a los grandes temasde actualida4 mi litar se refiere, y esas potencias están más interesadas en el problema del desembarco que en el de la defensa contra él, el tema de ((moda» es el desembarco. Pero atendien do a las propias posibilidades o a las proba bles necesidades futuras, para muchos países la defensa debiera ser considerada el tema fundamental, y el desembarco, accesorio, al menos considerado como operación de gran envergadura, que requiere un extraordinario poder- aeronavál. Uno de los vencedores de la seguñda gue rra mundial fue Rusia, que, no obstante su creciente poder naval, se debe considerar como una potencia continental. .Pues bien: este su carácter continental se refleja en la Va1oracion actualizada de atención que dédica a la defensa de costas, y por eso, a pesar de ofrecer’ pocas zonas es la Artilleria de Costa. tratégicamente sensibles a los desembarcos navales, no ha descuidado la defensa directa reniente coronel de Artillería, del Sv. de E. M., Juan CANO contra ellos. En el mar Negro, por ejemplo, se HEVIA, de la Jatura de Artillería del Ejército. defiende con profusión de artillería conven cional, primaria, secundaria y ligera, anclada y móvil. Y esto lo hace en un mar, interior, en el que las posibilidades de desembarco son limitadas, al menos en una prímer fase de contienda previsible. En el Báltico, sin em Se escriben hdy mens artículos y libros la, bargo, los rusos parecen dar preferencia a los que en el pasado sobre defensa de costas, y proyectiles El Báltico es un mar po se debieran escribir más, aunque sólo sea por tencialmentecohete. ruso, la superioridad naval que la operación contraria a la defensa, el que en él ostenta. por Dadas las circunstancias desembarco, constituye un tema de jran ac estratégicas que concurren en ese mar, para tualidad. mantener en él la superioridad naval es arma Esa pérdida de actualidad «literaria» de la más adecuada el cohete de largo alcance, que defensa de costas es uno de los motivos que no es tanto arma contra. desembarcos como me induceñ a escribir este artículo, en el-que armá de apoyo a la flota. estudio preferentemente un aspecto del com -

La defensa ‘contra de seunbarcos inaritimos.

balísticas, mIentras el buque constituye un blanco notablemente grande. Esto es impor tantísimo desde el punto de ‘vista artillero, y bastaría para definir, una enorrie superiori dad a favor dé la costa.

Óomo se ve, la misi6r de deíende la costa subsisté siemrfre, pero el problema se puede resolver de formas diversas, segiin los casos. Cuando se dispone de una fuerza naval pode rosisima, cabe. prestar menos atención a la defensa directa; pero ni en este caso desapa rece su necesidad, en cuanto la derrota naval no significa necesariamente el fin de la gue rra, sino soiamente la pérdida más o menos temporal de las posibilidades ofensivas por vía marítima. Son muchos los ejemplos his tóricos, que nos confirman esto, pero nos umitaremos a uno reciente. La derrota inicial ángloamericana en el Pacifico, en la segunda guerra múndial, impidió las acciones ofensi vas contra los japoneses por un periodo de tiempo notable, y obligó (no hay que olvidar lo) a pensar en la defensa directa de la cos ta americana ante la eventualidad de un des embarco cuya posibilidad, aunque lejana, comenzaba a dibujarse. El más grave problema que ha presentado muchas veces la defensa de costas es que el desarrollo imprevisto de los acontecimientos obliga a improvisarla. Se acuerda uno de ella cuando la amenaza es inminente, y precisa mente ese tipo de defensa se presta poco a la improvisación, por requerir largos estudios, obras importantes y una especialización tác tica y técnica superior a la que exigen otros tipos de operaciones militares.





1.





VALOR TRADICIONAL DE LA ARTILLERÍA COSTA.

costa respecto a la naval (ocultarniento, ob servación, protección, posibilidad de colocarse en cota superior, etc.), pero ‘basta con las ex puestas para comprender que incluso una ar tillería de calidad inferior a la de los buques, suficientemente bien asentada, puede repre sentar un obstáculo insalvable para un des embarco. Cuando ‘fue olvidada la superiori dad esencial del, fuego terrestre sobre el naval, como ocurrió én el «desembarco» aliado en los Dardanelos (primera guerra mundial), el olvido se pagó caro, y sólo cuando la superio ridad naval fue ‘terriblemente abrumadora, cuando se hicieron intervenir nuevos medios (como la aviación), ajenos al duelo entre el buque de guerra y las armas terrestres, y cuando se eludieron las zonas artilladas. con calibres primarios, como ocurrió en los des embarcos aliados en Italia y Normandía, el desembarco pudo realizarse con éxito. .

DE

Tradicionalmente, una zona costera bien artillda se consideraba invulnerable a los ataques navales, por la extraordinaria superio ridad en que se encuentran las armas asen tadas en tierra frente a los buques con armar mento sindlar. Esa superioridad, en cuanto a la artillería rayada de las dos partes se re fiere, subsiste y subsistirá siempre por lo si guiente: a) Un arma en tierra proporciona un fuego más preciso que la misma arma montada en una nave, por las mayores liniltaciones de instalación que existen a bordo. b) El blanco que ofrece la artillería de costa carece prácticamente de dimensiones

1:4

c) Normalmente lo más que pueden aspi rar los buques es a desartillr la costa pieza a pieza; sin embargo, cada impacto de una pieza puede inutilizar íntegramente un buque. Son más las venta.jas de la artillería de



El principio de la superioridad del fuego de costa sobre el naval parece haber sido des mentido por la realidad en algunas ocasio nes, pero eso sólo ocurre en apariencia. Tal principio es puramente técnico, y se refiere solamente a las posibilidades balísticas de las dos artillerías; mas en la guerra existen fac tores. más.’ importantes aún que dichas posi bilidades balísiicas. Los errores tácticos en la organización defensiva de una costa, unidos a la habilidad del adversario, pueden dar al traste con la superioridad artillera teórica. Esto es lo que ocurrió, por ejemplo, en Singa pur (segunda guerra inundial). Plaza extraor dinariamente bien defendida frente al mar, pero carente de defensas terrestres, fue en vuelta y ocupada por tierra por los japoneses. De aquí no se puede extraer ningún argumen to contra el valor relativo de la artillería de costa frente a su enemigo natural, sino todo. lo contrario. ‘

II.

ENsEÑANZAS DE LA ÚLTIMA GUERRA.

En la segunda guerra mundial abundaron los desembarcos, casi siempre realizados con éxito. En el teatro de operaciones del Pacifi co se sucedieron continuaménte, primero por parte japonesa y luego americana, pero tales operaciones ofrecen sólo un interés relativo• desde el punto de vista de la défensa directa de costas, ya que las acciones de ambos con tendientes se apoyaban esencialmente en. la Flota, y las operaciónes de desembarco se presentan siempre en tal teatro como cónse cuencia natural de la evolución de la guerra en el mar. Es cierto que hubo acciones de des embarco durísimaS, que vienen a confirmar la extraordinaria dificultad que presenta tal tipo de operaciones, pero la carencia de una artillería de costa adecuada reducía normal mente a los defensores a un estado de infe rioridad sustancial. Cuando la batalla naval se decidía, el vencedor podría aprçximarSe a lacosta con sus buques de guerra, apoyando e desembarco con artillería naval y aviación y bombardeando a placer el territorio adver rió. Las dificultades aparecían después del desembarco propiamente dicho, principalmen te cuando los defensores eran los japoneses y éstos se apoyaban en la jungla para impe dir la penetración. En el teatro de operaciones europeo hubo dos desembarcos alemañes notables:. Norue ga y Creta. El primero aeronaval y el segun do aéreo, cuyo interés fundamental no estri

ba sólo en las modalidades ejcutivas, sino en el hecho de cjue en ambos se rompió con un principio clásico de los desembarcos. Es tos dos desembarcos deben constituir una lla mada de atención para los aficionados a enunciar normas ejecutivas demasiado cate góricas. La superioridad navál, considerada aúi hoy por algunos como condición absolu tamente necesaria de• un desembarco, fue sustituida por los alemanes por la sorpresa. Cuando la Flota adversaria quiso reaccionar, la «tierra firme» era alemana, y con ella tam bién las temibles baterías de costa, a las que no era posible sorprender nuevamente. Esas baterías, en el caso de Noruega, impedían a los aliados el ataque naval directo a los puer tos clave de la costa. Por su parte, los aliados desembarcaron en el de Africa, Sicilia,deItalia Norman día. Norte Sin duda, el estudio todos y estos des-• embarcos es instructivo, y en Italia precisa mnte se volvió a compróbar que, aun en in ferioridad de condiciones, las fuerzas de la defensa pueden causar terribles quebrantos a las desembarcadas, que en alguna ocasión estuvieron a punto de abandonar la empresa; pero el desembarco de Normandía es el más interesante de todos, por sus colosales dimen siones, porque se enírentó con una, defensa bien organizada y porque, en él se condensan las enseñanzas adquiridas precedentemente, tanto por el ataéante como por el defensor. En la «barrera del Atlántico» se pueden en contrar defectos, sin duda, péro también mu.

15

chas «vírludes», que no han sido suficiente mente estudiadas: ‘la sorpresa táctica era imposible (salvo el caso inevitable de peque ños «comandos»), el ‘envolvimiento vertical estaba previsto y no afectaba (ni afectó) a la seguridad esencial de la defensa. La capaci dad de reacción inmediata era suficiente para hacer posible la reacción a nivel estratégico, y el artillado de los puntos vitales de la de fensa se mostró tan extraordinariamente efi caz, que hubo baterías de costa capaces de resistir casi hasta el final• de la guerra, impi diendo a los aliados la utilización de los puer tos de la Bretaña, cuya ocupación estaba pre vista por envolvimiento terréstre. Lo que ocu rrió aquí fue que la mentalidad del mando alemán no era tan limitadamente naval como la de los defensores de Singapur, y la defensa de la artillería de costa éstaba prevista con tra ataques por tierra y por el aire. Una enseñanza que se debe extraer del des embarco en Normandía es que la artillería de costa no sólo no fracasó, sino que cumplió con creces cuanto los más optimistas podían esperar de ella, obligando a los aliados a la ingente labor de creación dé puertos artificia les. Cumplió cuanto se podía esperar de ella, pórque la artillería de costa no está hecha pará defender toda la costa de un país, sino’ para impedir el desembarco en determinados puntos vitales, cuya ocupación coloca al ad versario en situación favorable. El resto de la costa se débe defender con tropas norma les, que aprovechan la gran ventaja indirecta qué les ofrece la acción prohibitiva de los ca ñones de costa.

16.

Llegados aquí cabe hacerse una pregunta. Con superioridad aérea total, como hubo en Normandía. y con capacidad para crear puer tos de circunstancias donde convenga, las vías posibles de penetración en fuerza se multiplican extraordinariamente, ¿es, pues, realinente trascendente la. acción prohibitiva de la artillería fija de costa? La contestación a tal pregunta ha sido dada ya por la crítica de la. batalla de Normandia, que se muestra unánime en un punto. Ni los puertos artifi ciales, ni la superioridad aérea, ni ninguna otra de las ventajas de que gozó la acción aliada, pueden considerarse determinantes inequívocos del resultado, pues el fracaso del magnífico plan de defensa alemán se debió a un error gravísimo ‘de su Alto Mando, acha cable personalmente a Hitler. Los puertos de circunstancias ofrecen un valor, muy inferior al de los que la artillería de costa defiende, y no empiezan a rendir el máximo de sus posibilidades hasta que la pe netración está consolidada, pero es que antes que esto ocurra debe lanzarse el contraata que, el gran contraataque qiie Hitler nunca se decidió a ordenar, y no porque la aviación aijada hiciera imposibles los movimientos de reservas, ni mucho mnos. En Normandf a, como después en Corea, se demostró que unas tropas, hábiles pueden operar en condiciones de gran inferioridad aérea. Lo que ocurrió es que Hitler estaba convencido de que el des embarco de Normandía era una acción «d.is tractiva», destinada a alejar sus reservas es tratégicas de la zona de Calais, en la que es peraba el ataque principal. .

K

e’ ha dicho antes que la capacidad de rea&. ción inmediata del plan de defensa alemán er suficiente para permitir la reacción a ni vel estratégico, y así se demostró en la reali dad, pero la reacción estratégica nunca se produjo. Los aliados se aproximaban a París y el Ejército de la zona de Calais continuaba inactivo, esperando lo que nunca llegó. El error es tremendo, como sólo se puede dar en un estratega «aficionado», porque aun supo niendo que las previsiones de Hitler sobre las «intenciones» adversarias hubieran sido acer tadas,un desembarco que llega a adquirir la consistencia y amplitud del de Normandía se convierte en principal, por secundario que pudiera ser originariamente. La acción actual hay ,que combatirla en función del peligro real que representa y no .por las intenciones que a priori, suponemos lleva. Esto, que es ley general de la guerra, en la defensa de costas adquiere un valor crítico, porque la fuerza del atacante aumenta continuamente óonforme se consolida el desembarco. III.

-

diatamente, perdían importancia las discü siones sobre el alcance y la rasancia, porque el problema fundamental era el de la protec ción vertical. Los asentamientos a flor de tie rra no ofrecían garantías suficientes, aunque las unidades contaran con protección aérea y antiaérea directas. Pues bien: el’ artillado en cavernas, sufi cientemente modernizado, no sólo ofréce pro tección contra la aviación, sino contra las armas atómicas, y podemos afinnar que de las tres familias de artillería rayada existen tes—antiaérea, campaña y costa—, la última ha sido la menos afectada por los medios que consideramos, los cuales reducen considera blemente .la importancia del cañón antiaéreo. El artillado en caverna no elimina total mente la necesidad de una defensa A.A. di recta, ya que es preciso evitar los ataques de la aviación a baja cota y reaccionar contra desembarcos por vía aérea sobre la posición, en la fase de descenso (helicópteros, paracai distas), pero limita las necesidades cuantitar tivas y cualitativas de armas A.A., reducién las a términos mtiy razonables.

LA ARTILLERfA. RAYADA DE COSTA AÑTE LA AVIÁCIÓN Y LAS ARMAS ATÓMICAS.

La artillería de costa nació para enfrentarse a un solo adversario, el buque de guerra (o nave de desembarco) que se aproxima a la costa. Contra otros medios, la artillería de costa no puede luchar, se limita a eludir su acción. La aparición de la aviación planteó a la artillería de costa un problema no desprecia ble, pero en ningún modo grave. La «inmuni zación» contra bombardeos aéreos resultó sencillisima, y se logró con la vuelta a un sis tema de artillado que había sido muy utiliza do en el pasado: la batería con protección vertical o asentada en caverna. Las teorías para el artillado de costa han cambiado con frecuencia. Unas veces predo minaba el asentamiento en cota alta, para ga nar alcance y observación (artillado español de la preguerra), otras veces se buscaban las cotas bajas, para aumentar la rasancia de tráyectorias y con ella las probabilidades de impacto (artillado español de la posguerra). Con la entrada de la aviación en su mayoría de edad, y esto lo vieron los alemanes mme-

IV.

LAARTILLERfA RAYADA DE COSTA ANTE LOS MODERNOS PROYECTILES AUTOPROPULSADOS DE GRAN ALCANCE.

Es cierto que un buque de guerra puede lanzar’ sus modernos proyectiles a centenar res e incluso millares de kilómetros de di.s tancia, pero la lucha contra semejantes ar mas no tiene nada que ver con la defensa de costas. Hemos dicho que la artillería de costa tiene por objetivo las naves que se aproximan suficientemente a la zona costera qúe defien de. Por decirlo así, la artillería rayada de cos ta es un arma táctica, de alcance limitado. Nunca pretendió ser otra cosa, y para juzgar sobre su eficacia actual no podemos comps rarla con armas estratégicas, que deben ser combatidas por otras de su mismo tipo. Respecto al peligro que para la artillería rayada asentada en la costa puedan suponer ciertos proyectiles actuales, no hay mucho que añadir a lo dicho para la aviación y los, explosivos nucleares. No es que esta artillería se encuentre absolutamente inmunizada con tra ciertos ataques, pero adecuadamente arti llada es menos vulnerable que cualquier otra 17

arhia, y desde luegó mucho menós qu la re taguardia que defiende. En estas. condiciones se puede asegurar que el cañón de costa con serva plena actualidad para el cumplimiento de la misión que tiene encomendada. y.

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CONCLUSIONES SOBRE EL VALOR ACTUAL DE LA ARTILLERÍA ‘RAYADA DE COSTA.

Es imposible afirmar que la1 ariillería de costa continúa desempeñando el mismo pa pel que en el pasado. Tiempo atrás, esta ar tillería’ protegía la retaguardia contra bom bardeos navales, misión que ya no está dentro de sus posibilidades. Una base naval, por ejemplo, ya no se puede considerar albergue seguro de buques sólo porque esté bien arti llada, pues deben conóurrir otras muchas cir cunstancias y armas a su defensa. De aquí que el campo de utilidad de la artillería de costa resulte restringido. Ocurre con ella, ni más ni menos, lo que con la mayor parte de las armas, especialmente si son convenciona les. .Lá ejecución de la guerra se complica, la diversidad de medios aumenta cada día, y cada nuevo medio viene a restringir el poder resolutivo de los precedentes o su campo de aplicación. La artillería de costa, aunque contribuye a evitar agresiones por el fuego, se ha converti dó hoy, fundamentalmente, en un arma con tra desembarcos. Esta’ es su razón de ser ge neral actual, aunque en determinados casos concretos pueda recibir otras aplicaciones Piezas autopropulsadas de 240 mm.

a

por ejemplo, cobertura de un estrecho marí timo). En tanto los desembarcos- de importancia sean esencialmente marítimos y exiján la aproximación de determinadas naves a la costa, la artiller de costa rayada conserva un gran valor. Podrá ser sustituida, pero no eliminada. En esa parte mínima de la costa del país constituida por zonas o puntos estra tégicos vitales, en donde es necesario evitar el desembarco, no se puede pensar en susti tuir el material rayado de costa por otro de campaña, por ejemplo, a desplegar en el mo mento necesario, porque el material de cam paña es absolutamente inadecuado para cum plir tal misión. La artillería de costa es, tácticamente, sólo •un elemento más de la defensa contra des embarcos. No es autosuficjente en el desem peño de su misión específica, como no lo es ningún arma. Hay que completarla con arma mento más ligero y con materiales de campa ña; hay que prolongar su acción y protegerla con artillería más moderna (cohetes de mayor alcance) y con aviación. Requiere de fensa A.A. y protección contra envolvimien tos por vía marítima o aérea, golpes de mano, etcétera. Contra un adversario dotado de enorme superioridad ‘atómica, puede resultar innecesaria, pero no tanto por su vulnerabi lidad específica como porque en esas condi ciones se puede desorganizar y destruir’ un país antes ‘de ocuparlo, haciendo innecesaria la defensa. Al fin y al cabo lo mismo que Ocu rre con todas las demás’ armas.



Armas de ayer Capitán de Infantería Julio FERRER SEQUERA, diplomado paro el mando de Unidades de guerrIleros, EE. EE. y para caidistas, campeón militar individual con arma corta de guerra.

ArtículO 57. Cuando llueva, cu brirá la centinela la llave de su arma en la disposición que explica el manejo della. (CARLOS III Reales Ordenanras.)

inglés FergusOn (1776), que lo patentó, construyen Leer algunos de los artículos en bastardilla de el do el conocido rifle de su nombre. nuestras insustitnibles y completisiñiaS Ordenanzas Sánchez Miureña fue el primero que construyó ca nos trae al recuerdo las arcaicas armas con que ac ñones formados par varias piezas ensambladas. tuaban ‘aquellos distantes y gloriosos compañeros Nicolás Bis tuvci idea de aprovechar los trozos nuestros. Este tema de lás armas antiguas de fuego de las herraduras la viejas, material muy compacto no ha sido tocado apenas en ninguna revista nacio por él continuado golpeteo a que se somete durante nal, civil ni militar, ‘y ello junto con el éxito que han uso por el ganado, para construir sus apreciad! tenido algunos artículos míos sobre dicho tema apa su simos cañones llamados «De callos de herradura». recidos en una revista española de tiro, me ha ani Gaspar Fernández y Juan Belén son también nom mado a escribir una especie de miscelánea sobre las bres famosos en esta época. armas del siglo xix y anteriores, épocas en que la A finales del siglo xviii, Alonso Martínez funda la arcabucería española era famosa en el mundo ente escuela de arcabucería de• Ripoli, perdida durante la ro, y cuyas obras maestras vemos en manos de nues primera guerra carlista, y a partir de ese momento ‘tros monarcas en los inimitables lienzos de Ve la industria armera, ya no podemos decir arcabuce lázquez. ra, se fija definitivamente en Vascongadas (Elbar, La arcabucería como verdadero arte, podemos de-’ .ElgcSibar, Guernica, Placencia de las Armas, etc.). dr que comienza en España con la llegada del ale * * mán Simón Marcuarte, traído por Carlos 1, y que fundó su escuela en Madrid; firmaba sus obras ‘con una hoz, marca que se hizo tan famosa que llegó a desplazar a su apellido, pasando a conocérsele por Simón de Hoces, el «Viejo», para diferenciarle de su hijo, al que se conocía por Simón de Hoces «el Joven)>, que firmaba con dos hoces, y con cuyo nom bre existe una poptilar calle en la corte. Uno de los discípulos de esta escuela, Cristóbal $ERPcITSI de Frisleba, se estableció en Ricla (Zaragoza), mon tando un taller que llegó a hacerse famoso. Fue in ventor de un arcabuz que se cargaba por la culata, por medio de un tornillo de gran paso de rosca. Este sistema fue copiado dós siglos más tarde por *‘

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PIE DFGATO CAZOLETA

FIADOR

Fi5 FP2

Prescindiendo de la época primitiva de las armás de fuego (siglo xiv) con sus cañones de mano, riba doquines, etc., que lanzaban burdos proyéctiles a es casa distancia, podemos decir que el arma• portátil propiamente dicha hace su aparición con el arcabuz; a partir Ide ese mómento, todos los mecanismos ne cesarios para dar fuego a la carga están reunidos en un conjunto que comienza a llamarse ((Llave)), de nominación que subsiste hasta bien entrado el si glo xix. Para el estúdio de las armas portátiles vamos a referirnos principalmente a sus llaves, ya que el res to del arma difiere muy poco de unas a otras hasta que comienzan a construirse rayadas (finales dél si. gb xviii). Con él arcabuz y el mosquete hace su aparición la «Llave de Serpentín)) o de mecha (fig. 1), compues ta por un brazo móvil, con una mordaza para, suje •tar la mecha; ésta alcanzaba la cazoleta, protegida por la cobija, al tirar de uña palanca que hacíá de disparador. Los fallos eran numerosos, no se podía tirar lloviendo, y su manejo era engorroso• y lento. Fue usado durante muchos años’ por la Infantería de todos lés países, aun después de haber aparecido la «Llave de rueda)). Llave de rueda o «a la alemana)) (fig. 2). Fue in ventada hacia 1517por un relojero de Nuremberg (?). Elimina el uso de la mecha, empleando para dar fue go un trozo de pirita de antimonio friccíonádo por una rueda de éanto áspero, cuyo giro se consigue por medio de un. muelle y una cadeneta. Era nece sario ‘dar cuerda a este barroco mecanismo por me dio de una llave especial parecida a la de un reloj. La pirita se gastaba pronto, .y todo él resultaba caro y complicado, hasta el punto de que no fue adopta do por los ejércitos, si exceptuamos algunas unida des especiales de Caballería, como los llamados «He rreruelos» creados por Carlos 1 de España, armados de «arcabucillo o arcabucejo», de arzón con meca nismo de rueda, especie de arcabuz corto o pistola larga, que más tarde se perfeccionó afinando su cu

lata para qué pudiese fijarse en una cuja que había en el peto de la coraza y permitiese así al jinete manejar las rieñdas con la mano Izquierda. Esta cu riosa pieza tomó el nombre de «petrinal», por apo yatse en el pecho. Llave’ de Miquelete, de patilla o a la española (figu ra 3). Aquí tenSos un invento netamente español, el fusil de chispa, que se impuso por su sencillez, eficacia y seguridad. Empleaba el pedernal golpeado sobre una pieza estriada denominada rastrillo; las chispas producidas caían sobre la cazoleta, donde in flamaban a la pólvora de cebo, protegida por la par te inferior del rastrillo, para impedir que el movi miento del arma, sobre todo a caballo, la derramase. Fue adoptada por todos los ejércitos; hasta el famo so Vauban se interesó por ella, diseñando un fusil de parapeto coñ llave mixta de mecha y pedernal. ‘Durante casi trescientos años’ se utilizó este siste ma, sin más variente que la aparición, a finales del siglo xviii, de la llamada «Llave a la francesa)), que escondía los muelles y mecanismos detrás de la píatina, y cuyo’ rastrillo era ligeramente curvo y de su perficie lisa. Con armas de este sistema peleé España por sü independencia en 1808, siendo el último fusil espa Ml de chispa el modelo 1.828, de los más perfectos en su género, pués resistía más de 1.400disparos sin avería, alcanzaba 900 metros (el alcance eficaz antes era de unos 290) y sus «marrase o fallos por «rastri llazo»’ no llegaban al 2 por 100. /

El invento de las pólvoras fulminantes (que explo tan al choque) por el escocés Forsyth y del’ pistón por el inglés Eggs, permitió la sustitucióxi del «Pie de gato)) con sus «quijadas)), que tan complicada hacían la llave de chispa, por un simple’ martillo per çutor de cabeza pesada, naciendo así la «llave de percusión)) (fig. 4); el pistón, se colocába en una chi menea que comunicaba ‘con el interior del cañón por medio del oído; el golpe del percutor hacía estallar

) PEDERNAL ‘

RASTRILLO

ILLAoo*

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Desde finales del siglo xviii la pólvora de los fu siles militares viene ya encerrada y dosificada en cartuchos de papel, generalmente impermeabiliza-, dos, junto con la bala. Este cartucho se rompía para introducir la pólvora en el cañón, emplear el ‘papel del cartucho como taco e introducir luego la bala con una fuerte baqueta. En estos casos no podemos aún hablar de cartucho propiamente dicho, y hemos de esperar hasta 1827, en que Dreyse presenta su «fusil de aguja», que es adoptado por el ejército pru siano -en 1841, y con el que se enfrentó a Austria en la batalla de Sadowa (1865). El ejército austríaco todavía cargaba por la boca un excelente y preciso fusil sistema Minie, pero su lentitud de carga le ponía en enorme inferioridad ante el Dreyse, que con su cartucho de pépel y su cierre de cerrojo lograba la entonces enorme velocidad de tiro de seis dispa ros por. minuto. Vamos ahora a ver por qué se llamaba fusil de aguja y cómo era su cartucho. Tenía 15,43 mm. de La adopción del cartucho, combustible o metáli calibre, su mecanismo era de cerrojo, parecido al co, junto con el úso de la pólvora negra permitió, Mauser, pero rígido y sin almácén (fig. 5); su aguen el segundo tercio del siglo xix, la mé,s locas fan ja percutora era larguísima por la necesidad de atra tasías er materia de armas de fuego: bastón-fusil, vesar toda la carga de pólvora para alcanzar al ful pistolas de 28 cañones, revólveres de más de diez minante. sistemas (Spirlet, Lef aucheux, Colt, Galand, etc.), El cartucho estaba formado por un cilindro de combinaciones de hacha y pistola, pistola y machete cartón’ impregnado en clorato de potasa, para ha de abordaje (U S. A., Navi) y mil más que fueron cerlo más combustible; en su interior, y de adelan barridas por la aparición, hacia 1886, de la pólvora sin humo o de algodón nitrado,- que con las enórmes te hacia atrás, estaba colocado el proyectil, un Sa presiones que desarrolla hubiese hecho saltar en mil lerillo de madera que servía de alojamiento al cebo pedazos los complicados cierres y delicados meca- y al mismo tiempo hacía de taco, y, finalmente, la carga de pólvora negra que debía ser perforada por nismos de todos estos engendros. la aguja (fig. 6); todo ‘este conjuñto estaba forÑdo de muselina y barnizado ligeramente para hacerlo impermeable. Todo el cartucho era de fabricación manual; de POCOcoste, y no necesitaba fábricas es Las armas de fuego fueron mal vistas en sus pri pecializadas ni maquinaria alguna. Tenía el incon meros tiempos y consideradas como «armas aven veniente de que, al ser transportado por el soldado tajadas e viles)), pues permitían a un simple peón en sus cartucheras, se deterioraba con facilidad, y derribar al más esforzado caballero. que al quemarse en la recámara (este fusil no tenía Bayardo, el caballero sin miedo y siñ tacha, sí extractor ni expulsor) no lo hacía completamente, debía de tenerle alguno a las armas de fuego, pues daba muerte a todos los arcabuóerOS que caían en sus manos la Real En Armería de Madrid se conserva una curiosa lanza bordonasa que oculta en su manija dos- cañones de arcabucillO con’ llave de rueda; debió CHU4ENE de pertenecer a un caballero «traidpr e mal na BOMBETA cido.

al fulminato del pistón, pasando el fuego por el oído a inflamar la carga, con cuyo sistema los fallos eran casi nulos. Aparecen luego las primeras armas raya das, llamadas «carabina maravillosa» o de precisión, los proyectiles dejan de ser esféricos y, sobre todo, coloca a la industria bélica en una situación muy propicia para la invención del cartUcho. España, que todavía seguía entre las primeras na ciones constructoras de armamento, adopta el sis tema en seguida, finalizando este período con la constrúCCión del excelente fusil modelo 1859, siste ma Minie (de bala expansiva), con 1.000 metros de alcance, alza reglable de las llamadas «de librillo)). Ligero y de línea esbeltísima, conoció días de gloria con las tropas del general Prim en las campañas de Marruecos en 1860.

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Es frecuente encontrar en las páginas de los Wes-, terns (que todos leemos, aunque no lo digamos,...) episodiós en los qué se hace mención de armas de «cartucho de papel». Son armas poco conocidas de la gente no interesada en estos temas, y vamos a de cir cuatro palabras sobre ellas.

Fi1 t1!4

dejando bastantes residuos que obturaban el raya do, ocupaban la recámara y obligaban a un paciente empleo de la baqueta. Todo esto, junto eón las fre cuentes roturas y deterioros de• la aguja, hacía a este extraño fusil de complicado uso y difícil con servación. Las armas de cartucho combustible alcanzaron gran difusÍón en los Estados Unidos, con gran núme ro de modelos ‘de rifles, revólveres e incluso ametra lladoras. Una particularidad curiosa de los revólveres de este tipo era que su tambor se cargaba por la parte anterior y no por la posterior como en los actua les; la explicación de esta aparente anomalía es bien sencilla: estas armas tomaban fuego por medio de una chimunea de pistón colocada en la parte poste. rior de la recámara, y generalmente fija, aunque al gunas veces iba unida al cartucho y asomaba por un orificio apropiado. La recámara era troncocónica con la parte ancha hacia adelante, por cionde se in troducía el cartucho. Estos revólveres se llamaban «de carga frontal», y fueron de uso corriente en la g1erra civil-de los Estados Unidos (Colt, Cofer, etc.). En armas largas podemos citar las famosas, cara binas «Sharps», tan citadas en los follétines de pio neros del Oeste; las «Hall», las enormes «Gallager», calibre 50 (12,70 mm.). Todas ellas norteamericanas, y algunos modelos europeos que no llegaron a ser tan conocidos como el «Dreyse». En cuanto a ametralladoras, las de este sistema también son casi todas de. paternidad yanqui, siendo las más nombradas las «Ager», «Cofee Grinder» (mo linillo de’ café por s>i aspecto), accionadas por’ ma nubrio, y las «Requa battery gun», dé hasta 30 ca ñones.

La disposición de ‘las tropas en el campo ‘de ba talla, su formación, equipo y vestuario, han sido siempre consecuencia del ‘armamento usado en cada época, de su alcance y de su poder de destrucción. Cuando las armas de fuego eran de avancarga, o

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Fio. 5.’—Corte del cajón de mecanismo y cerrojo del fusil «Dreyse» (en’ la recámara un cartucho).

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CIdPÇI Fio. 6.—Cartucho

del Dreyse».

de cartucho, pero de un solo tiro, la necesidad de conseguir un aceptable volumen de fuego obligó a los ejércitos a adoptar unas formaciones tácticas extraordinariamente compactas, casi codo con codo, llegando esto al máximo cuando una unidad de in fantería era desbordada o atacada pór la caballería; se formaba el cuadro con la primera fila rodilla en tierra y la segunda en pie; los ‘oficiales ordenaban a cada fila las cargas y fuégos a lá voz, todo ello por tiempos con la misma precisión y disciplina que si’ estuviesen en el campo de instrucción. Los estan dartes, los heridos y los pertrechos se colocaban en el centro. Esta formación era muy eficaz contra ji netes irregulares, y con ella sucumbió gloriosament n Rocroy lo más selecto de nuestra hasta entonces invencible infantería. Las formaciones compactas y los uniformes de co lores vivos se conservaron hasta principios -del pre sente siglo, en que la aparición de la ametralladora como elemento fundamental del combate de infante ría obligó a adoptar colores miméticos y una gran dispersión para librarse de sus mortíferos efectos.

De poco nos serviría hablar tanto de armas y car tuchos si no, decirnos algo de los proyectiles que lanzabai estos ingenios. Veamos. Hasta bien entrado el siglo xix eran esféricos y fundidos en molde, generalmente pçr los mismos usuarios; pero al aparecer el rayado de los cañones comienzan a ser alargados. Muchos inventores han pretendido ser los primeros en prev,er la acción de dilatación o expánsión del proyectil; a este respecto cabe señalar que el Gobierno británico concedió, en 1857, una recompensa de 5.000 dólares al fabricante de armas W. Greener por haber dado solución a este difícil problema en 1836. En 1841 un oficial francés, Henri-Gustave Delvigne, inveñtó el primer proyectil alargado de forma cilindro-cónica, con base hueca, que se expansionaba con la explosión de la carga, haciendo que el, plomo se asustase al rayado

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Así, la gran dificultad en las armas de avancarga para introducir una bala de un diámetro muy apro xjmado al del cañón desapareció por completo. En 1847 el capitán Claude Etienne Minie facilita ba la dilatación de la base por medio de una cáp sula de hierro en forma de taco, que se colocaba en el hueco de la misma y se introducía en él al reci bir el impulso de la carga. Las balas Minie fueron pronto adoptadas en casi todos los ejércitos. Muchos proyectiles alargados presentaban unas acanaladuras o estrías de bordes agudos, especie de anillos ‘de forzamiento, que contribuían a la buena adaptación del proyectil al rayado. Los calibres eran casi siempre grandes, entre 12 y 13 mm., pues se hacía necesario buscar la contun dencia del proyectil, aumentando su masa, dadas, las baj as velocidades que proporcionaban las pólvoras negras. La aparición de las pólvoras de algodón nitrado permitió reducir el calibre a límites exagerados (fu sil «Lee» 1895, U. 5. A. Navi, y carabina suiza «Vet terlia, ambos de 6 mm.), qtiedando más’ tarde esta bilizado entre 7 y 8 mm., que es como ha llegado a’ nuestros días. Las presiones de las nuevas pólvoras obligaron también a la adopción de la envuelta me tálica del proyectil. Todo lo dicho se refiere a proyectiles de armaá largas militares, pues en armas cofrierciales la anar quía es tan grande dtftante todo el siglo xxx, que se precisaría para reseñarlas un estudio mucho más exteúso ‘y detallado de lo que permite un artículo de divulgación éomo el que nos ocupa.

Cebo (pólvora de): Pólvora más fina que la ordinaria, que se empleaba para llenar la cazoleta y que tomase fuego con más facilidad al aplicarle la mecha o caer las chispas. Cobije: Tapadera desplazable que protegía la cazoleta de las armas de mecha. En las de Miquelete actuaba como tal la parte inferior acodada del rastrillo. Contundencia: O poder de detención de un proyectil: es su capacidad para dejar fuera de combate a un enemigo o de rribar una pieza de caza. Es ‘directamente proporcional a la masa del proyectil y a su velocidad. Coz: Parte posterior de la culata que se apoya en el hombro; en las armas modernas se llama cantonera. Chimenea: Tubito de acaro de forma troncocónica donde se coloca el pistón; se sujetaba al cañón por medio de una rosca también cónica. Era la parte más delicada de ‘las armas de pistón y exigía una herramienta especial para su extracción, reposición y limpieza. Fantasía (Armas de): Las quv ocultan su carácter ofensivo bajo un aspecto de objeto ordinario; bastón:eitoque, bastón-’ escopeta, etc. Librillo (alza de): sistema formado por varias hojas de dife rentes ‘ldngitudes que se consérvad abatidas, levantándose la correspondiente a la distancia a’ la que haya de efectuarse el tiro. Marres: Fallos por falta de encendido de la pólvora de cebo. Ochavado (cañón):;Forma’de cañón cuya-sección es octogonal, podía serlo en toda su longitud o tener una parte cilín drica. (Generalmente los das, tercios delanteros ,y ochavado el de atrás.) Oído: Orificio por donde se qomunicaba el fuego a la carga en’ todas ‘armas anteriores a la aparición del cartucho. Patilla: Parte de la llave de’ Miquelete que tenía forma de tal y que se apoyaba a voluntad sobre el dienta de seguro o sobre el de disparo. Percutor (martillo): Pieza iue golpea al pistón en las armas de percusión produciendo la inflamación del mismo. Pie de gafo: Parte móvil en todas las llaves anterioreé a la de percusión; en su extremo estaban las quijadas. Pistón: Capsullta o sombrerete de cobre en cuyo fondo había una delgada capa de fulminato. Este nombre ha prevale cido ‘para designar a fulminante de las armas modernas. Quijadas: Pinzas accionadas por tornillo que llevaba el pta de gato en su extremo y que sujetaban la pirita o el pe dernal por intermedio de un trozo de cuero o de plomo. Rastrillo: Parte de la llave de ‘Miquelete donde golpeaba el pedernal; tenía forma de escuadra y en los primeros tietn pos era estriado. Restrillezo: Fallo producido cuando caía el pedernal y la chispa no prendía en la pólvora. Era frecuentemente en tiempo hómedo. R,isibe: Pestillo oua llevaba el peto de la coraza a su derecha’ para sujetar la lanza en el ataque. Sacefrepos pieza en forma de’ sacacorchos que se rolocaha en el extremo de la baqueta para descargar las armas de avanca.rga. Salero: Pieza cilíndrica, generalmente de madera, que llevaban algunos proyectiles antiguos para ajustar mejor en el inte rior del ánima y evitar cabeceos. -

BIBLIOGRAFIA Excelentísimo señor general don Luis BzRMúozz PL, CASTRO Y TOMÁS: Mosaico militar. Madrid, 1951. Comandante J. GÉNOVA z YRIARTE: Armds de guerra. Editorial Soler. Barcelona, 1910. Capitán RzNÉ PIcHENÉ: Armement d’Infanterie. Edi ‘tonal Lavauzelle. París, 1952. JAvIiR CORTÉS: Guía ilustrada de la Real Armería. Madrid, 1956. V/.H. B. SMITH: Small Arms o,f the World. Milita ny Service Publishing. Harrisburg (Pennsylvania. U. 5. A.).

VOCABULARIO Arzón: Parte delantera de la montura donde se sujetaban laspistoleras, denominadas «cañonerass. ,-tvoncarpa (Armas de): Las que se cargan por la boca. Bordonasa (lanza): Lanza larga con la empuñadura protegida por una especie de rodela, y que tenía una abertura para sujetarla al ristre. Cadeneta: Especie de eslabón de cadena que hace que la unión del muelle al pie de gato o a la rueda sea más suave. Cazoleta: Oquedad contigua al oído donde se deposita. la pól vora de cebo. -

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•lNorrnas sobre LolaDoracion

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EjÍ* CITO se forma prefercntemete coi lo. trabajo, de colaboraciói espotÍnea de’ Jos Oficiales. Puede enviar, los suyos toda la Oficialidad, sea cualquiera su’ empleo, es cala y situación. También publicará EJÉRcITo trabajos de escritores civiles, cuaíido el tema y su des.. arrollo interese que sea difundido en el Ejército. Todo trabajo publicado es inmediatamente remunerado con una cantidad no menor de 800 pesetas, que puede ser elevada hasta 1.200 cuando su mérito lo justifique. Los utilizados en la Sección de alnformación e Ideas y Reflexiones» tendrán una remunera.. ción mínima de 250 pesetas, que también puede ser elevada según el caso. La Revista se ‘reserva plenamente el derecho de publicación; el de suprimir lo que sea ocioso, equivocádo o inoportuno. Además, los trabajos seleccionados para publicación están sometidos a la aprobación del Estado Mayor Central. Acusamos recibo siempre de todo trabajo recibido, aunque no se publique. a

Algunas recomendaciones o nuestros colaboradores Los trabajos deben venir escritos a máquina, en cuartillas de 15 renglones, CON DOBLE ESPACIO entre ellos. Aunque no es indispensable acompañar ilustraciones, conviene hacerlo, sobre todo si son raras y desconocidas. Los dibujos necesarios para la correcta interpretación del texto son indispensables, bastando que estén ejecutados, aunque sea en lápiz, pues la Re vista ‘se encarga de dibujarlos bien. Admitirnos fotos, compoéiciones y dibujos en negro o en color, que no ‘vengan acom pañando trabajos literarios y que por su carácter sean adecuados para la publicación. Las fotos tienen que ser ‘buenas, porque en otro caso, no sirven para ser’ reproducidas. ‘Pagamos siempre esta colaboración según acuerdo con el autor. ,Toda colaboración en cuya preparación hayan sido consultadas otras obras o traba jos, deben ser citados detalladamente y acompañar al final nota completa de la ‘biblio grafía cónsultada. En las traducciones es indispensable citar el nombre completo del autor’ y la publi cación de doñde han sido tomadas. No se pueden publicar traducciones de libros. Solicitamos la colaboración de la Oficialidad para’ Guión, revista ilustrada de los ‘mandos subalternos del Ejército. Su tirada, 18.000 ejemplares, hace de esta Revista una tribuna resonante donde el Oficial puede dazse la inmensa satisfacción de ampliar su la bor diaria de instrucción y educación de los Subóficiales. Pagamos los trabajos destina dos a Guion con DOSCIENTAS CINCUENTA a SEISCIENTAS pesetas. -

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Comandante de Caballería, del Sv. de E. M., Federico QUINTERO MORENTE, profesor de la Escuela de Estado Mayor.

Panorama de la Caballeria en el Extranjeró

Unidadesdereconocimiento •

1.

De esta forma ofrecemos al lector paciente un cuadro de indudable utilidad que le permitirá cono cer y diferenciar unas de otras y precisar los pun tos verdaderamente esenciales que jalonan el proce so de creación o reorganización de estas unidades.

FINALIDAD

El conocimiento en línéas generales tanto del pen samiento y realizaciones que en táctica y organiza ción existen hoy en el campo militar múndial, como de las direcciones que siguen las tendencias renova 2. MÉTODO A SEGUIR doras en los principales ejércitos extranjeros, cree mos que debe ser objelo. de divulgación para que, a Al examinar la Caballería (unidades de reconoci través de su conocimiento, se posean los fundamen miento) de cada uno de los ejércitos elegidos, cen tos adecuados que permitan examinar con serenidad traremos nuestra atención en los extremos si y objetividad el encuadre de nuestras propias fuer guientes: zas terrestres y la uranimidad o criterios divergen Escalones en los qüe existen fuerzas de Caba tes con otras doctrinas y reglamentos. llería. A lo largo de las líneas que siguen vamos a inten Entidad y número de ellas. tar presentar las diversas y variadas formaciones Misiones generales que se les asignan. de las Unidades de Caballería que el mosaico mili Información sobre organización de las Peque tar presenta. Hemos seleccionado las Unidades de ñas Unidadés de reconocimiento. Reconocimiento de aquellos ejércitos que han apor Síntesis de las características que mejor defi tado soluciones más singulares al problema de la se nen a cada ejército en este aspecto. guridad y el reconocimiento en general. -

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-Iniciarenos nuestro trabajo por el Ejército de los Estados Unidos, seguido luego por los de Francia, Alemania Federal, In glaterra y, finalmente, Rusia. Dicho esto, entremos de verdad en el verdadero contenido de nuestro propósito. 3.

EJÉRCITO DE

LOS

EsTADos ‘IDOS

Dentro de la actual organización aparece el Regimiento Blin dado de Caballería. (Armored Cavalry Regiment), bien como uni dad de la Reserva General o formando parte, en número de dos (2). de cada ejército, y uno solamente si se trata de un CE. En la Base Común Divisionaria que todos los tipos de Divi sión poseen, se señala la presencia de un Grupo Blindado de Caballería (Armoreci Cavalry Squadron). El Regimiento Blindado es una unidad integrada por unós’ tres mil hombres y dotada de medios aéreos y terrestres que le proporcionan una gran potencia. Su composición es ternaria, a base de tres (3) Grupos Blindados, a tres (3) Escuadrones de’ tres (3) Secciones cada uno, más una Batería de 6 obuses auto .propulsados de 105 mm. y un (1) Escuadrón de Carros Medios por cada Grupo Blindado. Las posibilidades del Regimiento se ven incrementadas con la Compañía de Aviación (13 aviones, 13 helicópteros y 12 avio nes sin pilotos), encargada del reconocimiento visual o fotográ fico desde el aire y, en ocasiones, del transporte de tropas y abastecimientos. Las misiones generales que se le asignan son de reconoci miento, en fuerza si es preciso, en todas las fases del combate, cobertura, vigilancia de grandes espacios y seguridad al frente y retaguardia en los escalones Ejército y CE. Pasando a la segunda tJnidad-Grupo Blindado—ésta se articu la en: Plana Mayor y Escuadrón de Plana Mayor, tres (3) Es cuadrones de Caballería Blindada y un (1) Escuadrón de Caba llena Aérea. •En el Escuadrón de Plana Mayor merece señalarse la apari -ción de un pelotón de vigilancia terrestre (radar) y un pelotón de David Crockett (susceptible de emplear ojiva nuclear). Los Escuadrones de Caballería Blindada se componen de tres (3) Secciones de idéntica estructura y una Plana Mayor dotada de medios radar. Por último, el Escuadrón de Caballería Aérea, nueva . aportaáión orgánica en el Grupo, está constituido principalmente por: 1 Sección de exploradores a 3 pelotones, .1 Sección de fusileros a 4 escuadras y 1 ‘Sección de armas pe sadas. Según el Manual de Campaña FM-61-100, las posibilidades del Grupo Blindado comprenden: — Protección de los flancos de la División. — Enlace entre las Unidades de la División o entre ésta ‘y las colaterales. — Recogida de datos o noticias de valor informativo, actuan do en frentes extensos y en gran profundidad. — Acciones de cobertura en las distintas fases del combate.. — Mantenimiento del enlace a grandes distancias y frentes amplios. — Vigilancia y explotación radiológica.

Control de zonas afectadas por agentes ABQ. Protección de la zona de retaguardia. — Ejecución de acciones en misiones seniindepen dientes cuando se le refuerza éonvenientemente. La célula elemental del reconocimiento es la Sec ción de Caballería Blindada (Armored’ Cavalry Pía toon), que es la base orgánica que se repite y crea los Escuadrones Blindados de los Regimientos y Grupos Blindados de Caballería. Dicha Sección se compone de: — Mando y Plana Mayor. — 1 pelotón de exploradores (4 jeeps). —‘1 pelotón de carros de combate (M-41). — 1 pelotón de fusileros de 11 hombres (M-59). — 1 escuadra de apoyo (mortero de .4”,. 2 ‘so bre M-59). Como síntesis de las características más acusadas que el reconocimiento presenta podemos señalar: — Potencia adecuada para llevar a cabo misiones de reconocimiento mediante la observación y el combate, principalmente en el escalón Regimien to y Grupo. — Alto grado y diversidad de especializaciones en todas las Unidades. — Variedad de elementos que se combinan para un mismo fin, a veces desde los escalones más ele mentales: vehículos de características técnicas diferentes (jeeps, carriers, carros de combate, aviones ligeros y helicópteros), medios de locali zación (radar, infrarrojos, fotografía, drones) y medios de fuegos (David Crockett, armamento de los carros, armas sobre los medios aéreos). — El jeep (cl. tt. 1/4) se mantiene como el. vehícu lo base para el reconocimiento. Pese a su rapi dez, es muy vulnerable y no posee capacidad para franquear cursos de agua. — El reconocimiento se basa en la sucesiva entra da en acción de los elementos que forman la Sección: exploradores, carros, fusileros, apoyo. — La Sección es un conjunto equilibrado de equi pos que permite el desarrollo de acciones ofen sivas y defensivas. — Sin embargo, la variedad de los medios de la Sección hace que no posea todo el conjunto las mismas posibilidades para atravesar zonas con taminadas y cursos de agua. — El alcance de los medios radio de la Sección (20 kilómetros) indica que la transmisión se efectúa de forma escalonada (escuadra-sección escuadrón-grupo) sin alcanzar uba deseada ra pidez para la explotación del informe. • — —

-

Las Unidades dios son:

de Caballería

que agrupan

estos me

1 Regimiento de Reconocimiento por División. 1 Regimiento de Carros AMX por Brigada Me canizada. — 2 Regimientos de Carros por Brigada Blindada. —‘1 Escuadrón de AMX SS-li por cada Regimien

— —

to de Carros. Vamos a examinar únicamente el Regimiento de Reconocimiento y limitarnos en su análisis a sus ele mentos de combate. Esta Unidad se Compone de tres (3) Escuadrones de Reconocimiento, cada uno a su vez integrado por: —

3 Secciones

de Reconocimiento

5 vehículos

a:

de reconocimiento

(EBR);

1 pelotón de exploradores sobre jeeps; 1 pelotón de apoyo (mortero 81). —

1 Sección motorizadaa bres.

3 pelotones

de 12 hom

Es(e Regimiento es la unidad más, rápida del Ejér cito (80 kms/h.), más autónoma (600 kms. ó 18 horas de combate) y dotada de los medios de transmisión de más alcance (hasta 100 kms). Es apta para misiones rápidas y lejanas. Su tarda principal es la búsqueda de información y garanti zar la seguridad de la. GU en cuyo beneficio actúa. Realiza las misiones de seguridad a una distancia que puede llegar hasta los 100 kilómétros y sobre un frente a 30 a 45 kilómetros. Casi siempre opera re forzado con unidades de aviación ligera, bien ‘heli cópteros de reconocimient9 y combate o de trans porte, empleando la Sección motorizada de los Es cuadrones, para que sean trasladadas por vía aérea. La Escuela de Aplicación del irma Blindada y de la Caballería en un número de su Revista, comentan do la actual organización y doctrina, considera que’ la misión de descubierta será excepcional (sólo en las primeras fases de un conflicto), y que prevalece rán ‘las misiones de seguridad y reconocimiento (se guridad de combate). Éstima el citado organismo que el vehículo EBR debe ser sustituido, dado que no es apto para todo terreno, ni anfibio, su producción costosa, el entre tenimiento poco económico y delata su presencia por su excesivo ruido. Piensan que sería más convenin te conseguir un conjunto de vehículos más homogé 4. EJÉRCITO FRANCÉS neos y que puedan actuar con eficacia bajo la ame La División «59», con una composición ternaria de naza nuclear o en zonas radiactivadas. Brigadas que permite dos tipos de GU,s (predominio Opinan que la Sección de Reconocimiento, dotada. de Infantería o de Carros), cuenta con los medios de de un grupo de 12 vehículos, de peso, características Caballería que se relacionan: y posibilidades variadas, es demasiado compleja para División, con predominio de. Infantería o Carros ser mandada por un joven oficial que ha da atender á cumplir misiones que le obligan en ocasiones a ex Vehículos blindados de re tender su atención sobre un campo muy amplio de conocimiento (EBR) . ‘ imperiosas actividades- La responsabilidad de la ma — Carros A.M.X. .. 100 200 nióbra debe pasar al escalón Escuadrón para quedar — Carros M-47 50 ‘ 60 laSección como ejecutora de misiones simples. — Carros AMX con ,SS-li Se insiste en la necesidad de que exista ‘un siste 300 • 360 made transmisión directo desde los escalones más TOTAL

27

adelantados (Secciones) hasta el mando del Regimiento, evitan do retrasos y,perturbaciones en la explotación de la información. Se solicita la aportación de medios electrónicos ligeros que am plíen y mejoren la observación y esóucha y la inclusión, con carácter también orgánico, de medios aéreos ligeros en el esca lón regimental, asegurando así la oportunidad y flexibilidad de su empleo. 5.

EÉacrro DE LA ALEMANiA FEDERAL En cada Brigada Blindada o Mecanizada existe una Compáñía Blindada de Reconocimiento, y en cada División un Grupo de Reconocimiento. La Compañía Blindada se componé de: Mando y Plana Mayor. 1 Sección de Renococimiento de cinco (5) pelotones, cada uno de ellos con dos (2) tanquetas SPz-1A «Hotchkiss». 1 Sección de Carros (M-41) a 2 pelotones. —Servicios. El Batallón de Reconocimiento se compone de dos (2) Com pañías similares a la anterior, más una Plana Mayor y Servicios. La célula elemental es el pelotón o patrulla de reconocimien to, constituido por dos tanquetas «Hotckiss» y equipadas con radio de 50 kilómetros en fonía. La Sección (11 tanquetas) busca la. información mediante la infiltración y evitando el combate abierto o sostenido. La Sección de Carros actúa bién reunida o fraccionada en pelotones en beneficio directo de las patrullas de reconocimiento. El sistema de transmisiones busca asegurar al mando de la Brigada el rápido conocimiento de la información, obtenida por los pelotones o patrullas de reconocimiento. Para el Batallón de Reconocimiento las misiones más comu nes son: vigilancia y seguridad de sectores, reducción de elemen tos enemigos, etc. Resumiendo, las características del reconocimiento ale mán son: Constitución de unidades integradas por núcleos homogé neos en el escalón Sección. Vehículo de reconocimiento blindado, apto para todo te rreno, pero no apropiado para cursos de agua. Transmisión rápida de la información a los escalones su periores. Destacada proporción de pelotones de reconocimiento. Potencia de fuego que lé permite infiltrarse y, caso nece sario, combatir. — —



.







— —

-

6.

EJÉRCITO

1

Suprimida con carácter permanente la estructura divisiona ria, vamos a limitarnos al estudio en el CE., dado que la Bri gada no posee en sus cuadros unidades de reconocimiento de Caballería. El Regimiento Blindado de Caballería de CE. o de Reserva General, se compone de (señalamos lo más interesante): Tres (3) Escuadrones (con mando de cómandante) a: 6 Secciones de Autoametralladoras, cada una a dos (2) vehículos blindados «Ferret» y otros dos (2) tipo «Saladín». 1 Sección de fusileros de 30 hombres. Esta Sección cuenta con un vehículo «Ferret» y cinco (5) car riers tipo «Sarac9n». Este Regimiento, además de actuar en beneficio de CE., pue de hacerlo con carácter transitorio afecto a la División (esca lón provisional coordinador) o a cualquier Brigada. Las misiones generales que puede recibir son: búsqueda del contacto, evaluando potencia y despliegue del enemigo; seguridad (flanqueos, ocupación de puntos importantes, etcétera); protección de convoyes; participación en la persecución; defensa interior del territorio. —





a

INGLáS





— — —

r

BTR 50P;0];1]

1.;1]

-



(



La célula fundamental es la Sección (4 vehíulos), dotada de radios con alcance de 30 kilómetros en fonía y 80 en grafía. Actúa sobre un solo eje y ob tiene la información mediante la observación, ya que la potencia de su armamento le impide empeñarse con insistencia o duración en el combate. La Sección de Fusileros puede ser empleada reuni •da (a pie o sobre vehículos) o afectando sus grupos a las Secciones de Autoametralladoras. La eficacia o rendimiento en la obtención de in formación se basa en la calidad de los reconocimien tos—a cargó de oficiales—, en el apreciable número de Secciones y en. la rapidez en la transmisidn de cualquier informe. Las características más singulares del reconoci miento inglés son: Todos sus vehículos son blindados, pero nin guno se mueve sobre cadenas ni posee aptitud todo terreno: La autonomía del Regimiento es más bien li mitada. Su potencia de fuego le impide un reconoci miento en fuerza. El empleo asegura simultáneo de un del gran número de secciones al Mando Regimiento la posesión de informes en amplia escala. No cuenta con medios aéreos ligeros.











7.



EsÉxcfto sovifrrico

Verdaderamente Unidades Re conocimiento, con calificadas carácter como orgánico existendesola mente dos: el Batallón de Reconocimiento en los escalonçs Grupo de Ejército, Ejército y División y la Compañía de ReconocimintO de los Regimientos de Carros y de Infantería Mecanizada. El resto del reconocimiento que se lleva a cabo con profusión en todos los escalones y por todas las Unidades, se realiza por las mismas con sus pro pios medios, formando en dada caso el conjunto ade cuado y apto para el tipo de reconocimiento que se precisa. El Batallón de Reconocimiento es idéntico en cualquier tipo de División que se trate. Se compone de: Compañía de Plana Mayor. Compañía de Carros: Plana Mayor, dos seccio nes de carros medios y una sección de carros Total, anfibios., 16 carros. Compañía de vehículos acorazados de transpor te: tres secciones a cinco vehícu los. Plana Total, Mayor, 16 COB. Compañía de motocicletas: Plana Mayor, tres secciones a siete motos. Total, 1 COB y 21 motos. Compañía de Servicios. La Compañía de Reconocimiento es de composi ción variable según el Regimiento a que pertenezca. En el Regimiento de Infantería de la DI consta de Plana Mayor y dos Secciones de Reconocimiento de 5 carros cada una. En el Regimiento Mecanizado de la D. Mecanizada consta de Plana Mayor, dos Sec ciones de. COB,s y una Sección de Carros anfibios. Por último, en el Regimiento de Carros Medios de — —

-



la misma Diyisión, la citada Compañía cuenta con una Plana Mayor, una Sección de carros medios, otra de cinco COB,s y otra de carros ánfibios. La articulación del reconocimiento se efectúa, en líneas generales, como aparece en el cuadro núm. 1. Las ideas que prevalecen en el Ejército soviético acerca del reconocimiento y la seguridad son las si: guientes: actitud claramente ofensiva, mejor aún agre siva; máxima profundidad en la seguridad a van guardia; empleo continuado de la infiltración; máxima .iniciativa; facilitar la rápida entrada en acción de los gruesos; contactoS con guerrilleros o agentes subversivos que operen en la retaguardia del enemigo; composición de escalones de reconocimiento do tados de potencia adecuada para hacer frente a reacciones enemigas. •





— — —





8. CONCLUSIONES GENERALES Como decíamos al comienzo de nuestro trabaj o, vamos a encuadrar todo cuanto hemos considerado para concretar en pocas ideas lo más claras posible ¿En qué escalones existen Unidades de Cabaliería o similares organizadas y equipadas para llevar a cabo misiones de reconocimiento pflncipalmente? Ejército EE. UU.—Escalones: Ejército, CE. Divi sión. Unidades de reconocimiento: Regimiento Blin dado de Caballería. Grupo Blindado de Caballería. Ejército. francés.—Escalones: División. Unidades de reconocimiento: Regimiento de ReconqcimientO. Ejército alemdn.—Escalones: División y Brigada. Unidades de reconocimiento: Batallón .y Compañía de Reconocimiento. Ejército inglés.—Escalones: Cuerpo de Ejército. Unidades de reconocimiento: Regimiento de Auto ametralladoras. Ejército ruso.—EscaloneS: Grupo de Ejército, EjØr cito, CE. División y Regimiento. Unidades de recono-. cimiento: Batallón de Reconocimiento. Compañía de Reconocimiento ¿Cuáles soñ las diferencias esenciales en orden a composición de Unidades? Nos concretaremos a la dé tipo Escuadrón o similar. Estados Unidos: Escuadrones de tres Secciones. Secciones mixtas de 5 jeeps, 2 carrós ,y 2 vehículos blindados. .

.

-



BTR 552

•;0]



41

4

Medios de localiracjón y detección: Familia elee t1’ónica. Especialización que se requiere. Medios de transmisión,’ Alcance en kilómetros (fofía y grafía). Número de ellos por unidad. Especia lización que requieren. Sistema de enlace. Medios aéreos ligeros: Aviones de ala fija, helicóp teros de obsesvacjón, combate o transporte. Servicios: Autonomía que se le •asigna en orden a carburantes, reparación, evacuación y abasteci mientos. Francés:’ Cada Escuadrón a tres Secciones de Re conocimiento y una motorizada. La Sección motori. zada, sobre camiones. Las de reconocimiento, a 12 vehículos (EBR, jeeps, etc.). Alemán: Cada Compañía a dos Secciones. Una Sec ción a cinco pelotones, 11 vehículos. La otra, de ca rros M-41. Inglés: Cada Escuadrón a siete Secciones. Seis secciones a 4 vehículos. Una Sección a 6 vehículos. Ruso: Compañías de composición variable en el número de Secciones y en el tipo de ellas (carros, motos, COB,s). La Sección de Carros, a 5 carros. La Sección •de Motos, a 7 motos. La Sección de COB,s, a 5 vehículos. Pór último, ¿cuáles son los puntos o aspectos más importantes que, a nuestro juicio, debemos tener presente para determinar la creación o• reorganiza ción de cualquier Unidad destinada con preferencia a cumplir misiones de reconocimiento y seguridad? — Doctrina. Criterios• acerca de cómo conducir y realizar las misiones prevista. De una serie de factores que no podemos en este trabajo analizar deduciremos el tipo de reconoci miento que normalmenté se efetuará, sobre qué va nados terrenos se llevará a cabo y en oposición de qué tipo de enemigo tendrá que cumplirsé. De aquí podremos concretar en qué escalones se deben crear estas Unidades y misiozies que se le en comendarán. Para decidir los medios que deben constituir a es tas Unidades distinguiremos: Vehículos de combate: Blindados, sin protección. Todo terreno, anfibio, sobre caminos únicamente. Oruga, semioruga, ruedas. Tipo de armamento; nú mero de ellas. Autonomía. Entrétenimjento. ouaaO55 fl.4

sa’s’rms aros

DATOS

SOBRE

LOS CITADOS

EHICIJLOS

Foto núm. 1.—Carro Ajl’IX. Peso, 14,5 Tm.; autonomía, 300 kilómetros o 9 horas; 1 cañón de 75 mm. Foto núm. 2.—Autoametralladora.cañón (ERE). Peso, 12,5 toneladas métricas; autonomía, 700 Kms. o 12 horas; ca ñón de 75 mm. Foto núm. 3.—Carro M.41, Peso, 26 Tm.; autonomía inferior a 200 Kms.; cañón de 76 mm. y dos ametralladoras. Foto ñúm. 4—211-59. Peso, 19 Tm.; transporte anfibio; 11 • hombres; ‘una ametralladora de 12,7. Foto núm 5—11-59, Utilizado para transportar el mortero de 4” 2. Foto núm. 6.—Tanqueta SPZ.IA Hotchkiss. Peso, 8 Tm.; autonomía, 400 Kms.,; cañón de 20 mm. Foto núm. 7.—Autoametralladora Saladin. Peso, 11 Tm.; tri pulación, 4 hombres; autonomía, 400 Kms.; cañón de 76 milímetros y dos ametralladoras. Foto núm. 8.—Autoametralladora Saracen. Transporte de tro pas. Peso, 18 Tm.; transporta 10 hombres, más la tripula ción de 2 más; autonomía, 400 Kms.; una ametralladora de 7,62 mm. Foto núm. 9.—Autoametralladora Ferret. Peso, 4,5 Tm.; tri pulación, 2 hombres; autonomía, 250 Kms.; una ametralla dora de 7.62 mm. Foto núm.’ 10.—Carro anfibio PT-76. Peso,’ 18 Tm.: cañón de’ 76 mm.; blindaje de 12 a 20 mm.; vehículo de dotación en las unidades de reconocimiento.

52?. smfaoofl!r22mn

a_A

*grup. de Reoon.Yariable Frente (S.L) (evaitusl) 1Boa, de reoca. zj6roito; 1 Cia. de Carros. 1 6 2Cjs Pus, Mot. , 1 Crispo ArtiUeria, Boa. de rocon. (permanente).

1 1 1 1

p

80a 100 Km 100 de OFuemee,

30 a 40 Mm. de am au.

Ro,1nento

Destacamento de (variable) . Siviei6n Reoon. (event.).1 Cia, de Carros — 6 Fue. Motorizados. Srtillaria. • Ingernieros. Patrullas de Reo (veriabe) fiegto. autcaoiuae (Event8eoc. de Carros. 3. 62 005, 8. Zapadores.

10 a 20 Km. del Regimiento y — 6 a 8 de frentes o Regto. ‘‘

•.•‘-

Eeoon. t&Otog,

Recon. túctico.

lOa 12 Km. Reoca. T4otioo. frento: 6 a 8 Em, -

(hormalmente).5

Patrullas de Ree.(auy variable) Ron. y Cta. le combate (event)1 Seco. Carrdo y 1 6 2 COB,e.

Reoca. Operativo (Bzploraoi6n).



Cia. Motos. Diviei6n. Cia. 0CM. Cia. sobre 00B,s. Bat. 0.0.

Çoapnflia de reo. perroaaente). (variable segun.. Regimiento).

30’-

INDICE DE FOTOGRAFIAS. Francia: Número 1—Carro AMX. Número 2.—Vehículo ERE. Estados Unidos: Número 3.—Carró M-41. Número 4.—Vehículo M-59. Número 5—Vehículo 51-59. Alemania,’ Número 6.—Tangueta SPz-IA Hotchkiss. Inglaterra: Número 7.—Autoametrallaclora Saladin. Número 8.—Transporte. de tropas Saracen, Número 9.—Autoametralladora FerrE. Rusia: Número 10.—Carro anfibio PT-76. Número 11.—Transporte de tropas BTR 50 P. Número 12.—Transporte de tropas BTR 152. Número ‘13.—Transporte de tropas BTR 40 A.

a 10 Mm. ea el Recen. B4otioo. interior del d4 poaáti’ta enemigo.

Beanubrir al eaecn.g9 Buscar objetivos atomices, la imtervenoi6n Ppoparar de Bi’rieicne. las

Sim3.ar a nuestra seguridad tottca.

Preoisaz- despliegue enemigo, limites entre Unidades, Ildiltrarse. anobar brec2is. Paoj.i’tar el combate del Gruesa Capturar n2eiomeros. Bmsqpada de objetivos 003 tdcttoøø.



at6mi—

Puada e3unoa cent.fiecon, de cembate.JalQar de aetpqs.(arsbien.. (vanguardia). ‘Buscaritineparios. te no cenvencienal) Desbordar Pasistenoime. basta 3 a 5 Mm. (a$doo).

)

El Ejército cohiborador de la Industria en la forma ción de personal’ calificado Comandante de A’rtillérío, del Sr. de :E. M., Santiago FAJARDO G. DE TRÁVESEDO, del E. M. C.

El Instituto Nacional de Racionalización del Tra bíjo celebró en Marid, en junio pasado, el pri mer. Congreso Nacional de Organización Científi ca del Trabajo. Asistieron uno 173 representantes de todas las industrias, tanto privadas como de carácter esta tal o semiestatal, así como de los tres Ministerios militares y Alto Estado Mayor. Se trataron diferentes ‘asuntos, agrupados en es tas seis, ponencias:

FORMACIÓN

DEL PERSONAL

EN GENERAL

El estudio actual del Plan de Desarrollo plantea en nuestra Patria el grave problema de la falta de personal cualificado.

Sólo para compensar las bajas naturales en los cuadros de trabajo producidas por jubilación, ac cidentes, bajas a voluntad propia, etc,., se necesita formar en cada afio unos 6.000 técnicos y 40.000 obreros cualificados. Como las capacidades de for ‘mación son: en las escuelas de formación profe-’ 1. Simplificación, medida y remuneración del sional, 15.000’ anuales; en los centros de, capaci trabajo. tación, 2.000 anuales, nos da un déficit anual de 2: ‘Planeamiento, control de producción, nor 30M00 hombres. malización y tipificación. Como, por otra parte, para 1970 se prevé una 3. Mercados. necesidad de 800.000 productores, resulta que ni 4. Organización en la Administración pública. aun suponiendo que se doblaran las posibilidadés 5. Formación de personal. 6. Estructuración de la empresa, previsión y de formación (136.000 hombres) sellegíría en los control, relaciones humanas y manuales de. próximos años a cubrir las neeesidadés. organización. La mayor parte de’ estos productores han de sa lir de la agricultura, haciendo una transformación Vamos a exponer en este tr bajo las consecuen de agricultores en industriales. De aquí que se nos cias deducidas en la ponencia quinta, y de ellas presente un doble problema: detenernos en cuanto pudieÉa ser bien de aplica ción al’ Ejército, bien de cooperación de éste a la Formar productores rentables píra la in vida nacional o viceversa, para lo cual vamos a dustria. tocar lossiguientes puntos: Sustituir a los extraídos de la, agricultura. ‘

(



— — — — —

Formación del personal en general. Formación de directores; Formación de aprendices y obreros. Formación de mandos intermedios. Papel del Ejército en la formación.

La’ aparición de nuevas’técnicas en la industria y su aplicación a nuestro país exige que la forma ei6n haya que llevarla a cabo de acuerdo con los cuatro puntos siguientes:

31







Imperiosa necesidad de definir un sistema de formación eficaz. Ponerlo de acuerdo con las necesidades cam biantes de la industria. Intervención directa de la industria normas para ello. Formación de formadores.

dando

FORMACIÓN

E,n la formación de este tipo’ de personal cabe distinguir dos, orientaciones distintas: —

DE DIRECTORES

En el aspecto de dirección de empresas ha lle gado el momento de distinguir entre el propietario y el director profesional de la misma.

La enseñanza de aquel tipo encuentra en Espa ña una serie de dificultades, entre las que podemos citar:

• —.



.

No se pueden aplicar los programas extran jeros sin una previa adaptación. No se debe ser director de empresa solamen te por el nombre o por la fortuna personal. Es in érror el suponer que el mero hecho de ser ingeniero o técnico ya capacita a la persona para ejercer todos» los cargos de ese tipo dentro de la empresa. Es insuficiente la ddicación del personal do. cente, seguramente debido a varias razones, como son:







el monopolio estatal de la enseñanza; el estancamiento de las carreras; la. poca salida del personal, que se forma si no está de antemano colocado.

32

Formar aprendices para que lleguen a ser buenos obreros. Formar aprendices para que, posteriormen. te, sean buenos técnicos.

La formación, en todo caso, ha de ser: —

En. Estados’ Unidos existe una cárrera específi ca de directores de empresa con reconocimiento oficial, que en Europa, poco a poco, va teniendo aceptación. A los centros de formación de directores, que en la actualidad existen en España, asiste, en su mayor parte, personal que si no es ya el director ocupa al menos altos cargos en la dirección de la empresa, órientación opuesta a la que se sigue en Norteamérica, donde se toma al personal formado, mientras aquí, cuando más, se forma al personal colocado.

Y

Aprendices



FORMACHN

OE APRENDICES

‘Progresiva, pues para tener buenos técnicos es necesario formar primero buenos obreros• cualificados, y de ellos’, Sacar el que esté más capacitado. Acorde con los resultados’ que se pretende conseguir, ya que el enseñar iñaterias que no le van a ser de aplicación inmediata trae consigo, una pérdida de tiempo que repercu te en la formación, alargándola y restándole tiempo a la práctica. Por íiltimo, debe ser unificada; es deci, se ñalar un nivel mínimo comñn a -todas las empresas de una rama de’ la industria con unos exámenes finales. -



Para ‘que la formación de aprendices estuvi.era unificada e igualmente orientada, sería necesario: —

Preparar programas para formar obreros cualificados. Prepaar asimismo progresiones de trabajo (prácticas). Efectuar al final de la misma pruebas unifi cadas de aptitud. Que las tasas de formación a cargo de las em presas’ sean’ reducidas. Redacción y difusión de programas y textos oficiales confeccionados con la intervención de la industria. -







Toda esta formación debe justificarse con la concesión de un diplomo, que debería exigirse para colocar a cualquier aspirante en un puesto de trabajo.





En la realidad existe el problema económico de la formación; para tener personal eficiente es ne. cesario efectuar gastos, gastos que por lo general gravan sobre la empresa, la que, como es lógico, pretenderá aprovecharlos posteriormente hipote cando al obrero. Por otra parte, hay empresas que no son, en el aspecto económico, lo suficientemente fuertes como para formar su personal, y entonces recurren a ofrecer al personal formado en otras empresas me jores condici6ne económicas que las que en aqué llas lienen. La única soluçión para evitar esta fuga de, per. sopal es el hacer la empresa agradable al obrero y’ ofrecerle condióiones de permanencia, primas por la misma, etc., que sean iguales, como mínimo, a las de aquellas que los solicitan.

con las que no tengan capacidad para for mación (este procedimiento se sigue en paí ses extranjeros).

FonMAcIóN

DE MANDOS INTERMEDIOS’

Es en los mandos intermedios, precisamente,. donde se siente la mayor necesidad en nuestro país. Es muy conveniente sentar el criterio de qu para la promoción a estos puestos, no basta con saber hacer». El saber hacer no; quiere decir que se epa «mandar». Esta promoción hay qué basarla en la selección, y para seleccionar hay que escoger entre los que, además de saber hacer y saber mandar, tengan capacidad para asimilar cambIos y nüevos mé todos. El mando intermedio es un puesio francamente difícil, por lo que necesita una previa formación, Obreros ya que está entre la dirección y el obrero sin per. tenecer a ninguno de ellos. La formación de obreros se puede hacer de tres Su misión debe ser formar ‘al hombre, no al obrero; y en este aspecto le corresponde la delica. formas: da y doble misióñ de hacer comprender al obrero Autoformación; procedimiento lento, ‘pero los deseos, de la dirección y llevar a ésta los pro en el que destacan los mejores. blemas de ‘aquél. Formación acelerada. Escuelas de aprendices. •

-







PAPEL DEL Ejánclvo’

Asimismo, se pueden seguir dos sistemas: •



Formación en la empresa y aplicación en la misma. 1 Formación en escuelas y distribución a las empresas. .



_.—

-

Para la formación de obreros cualificados ha dado gran resultado la previa formación de moni tores, que si bien inicialmente parece que la alar gan, en realidad, los resultados son franéamente provechosos. Es necesario llegar a conseguir un cambio total en la mentalidad actual de la formación y alcan zar con la colaboración !statal —

— —

Una formación teórica en escuelas. Una formación práctica en la empresa. Una colaboración entre empresas pudientes,

EN LA FORMACIóN

Hastp aqñí se, ha hablado de cuanto se trató en las reuniones del Congreso. A continuación se ex-

‘5r9//coi7/ ÁPRQVfcHJ,,Iyro,o,1

VIDA

EJERCITO DELOBRENO CIVIL

CIVIL

EJERCITO

cada fábrica o establecimiento similar, de los que salían al terminar sus estudios con una formación profesional, moral, militar y religiosa en extremo completas. Se puede decir que, gracias a este sistema, las in dustrias militares tienen cubiertas sus necesidades de obreros especializados, y no sólo ellas, sino pie han dado suficiente contingente para ir nutriendo, en parte, a algunas industrias civiles, sobre todo de las localidades donde existían establecimientos militares. Prueba de su formación es no sólo su rendimien to ysu cotización en la vida civil, sino también que han llegado a alcanzar todos los pueitos de la in dustria, desde los que sigüen de obreios hasta au xiliares, ayudantes e ingenieros En las industrias militares se tendía, y así se sigue haciendo, a todas las ramas necesarias a cada establecjmento: mecánicos, carpinteros, quí micos, oficinas, etc. Su enseñanza, que dura cuatro anos, se lleva a cabo, como dice su reglúmento, con un cuádruple carácter:



(1)

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(!) C8fr&r/i rr,ef/o$dekR,re8çefl/yUft,d

‘/8se/, ori-,fep,/e

pone, según opinión personal, cuanto de lo que en el mismo se trató puede aplicarse al Ejército, con beneficio, por una parte, para el mejor funciona miento del Servicio y, por otra, para determinado personal militar que, a su vez en su día, puede ser apróvechado con éxito eñ la vida civil.

Aprendices Al tratar de este escalón es de completa justicia hacer referencia a Ja labor que en el campo de los aprendices se viene desarrollando por la industria militar desde hace ciento diecinueve años, en que el general Elorza fundó las Escuelas de Aprendices. Puede decirse sin temor a error que ésta esla primera industria que en España empezó a formar a sus aprendices, formaéión que tenía lugar en 34





Práctica de. formaéión profesional. Teórico-práctica o de aplicación. Formación cultural. Formación militar.

A lo largo de ella se otorgan premios, bien en metálico, bien en elementos de trabajo o estudio, por su aplicación, conducta o aprovechamiento, y al que termina sus estudios con el número uno se le concede el premio «Elorza». Este premio fue instituido en 1944, con motivo del centenario de la fundación en la fábrica de Truhia, de la primera escuela de formación profesional, y consiste en un premio en metálico, un diploma y, si al beneficia rio le interesa, un contráto de trabajo en la em presa que lo fornió, aunque las plantillas no lo permitan. A todos ellos, cuando terminan sus estudios, se les entrega un diploma en el que se les nombra oficiales de tercera o similares en su oficio. Estas escuelas de aprendices que inicialmente funcionaron eñ las fábricas militares, loy lo hacen no sólo en ellas, sino también en los parques y maestranzas de Artillería, bases de automovilis mo, etc. .

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UTILIZACION DE¿OSSUáOFIC/J1tt ENLAVIDÁ civiz VIDA CIVIL EJERCITO

Obreros

2

Ya se ha hablado de la iecesidad agobiante de mano de obra cualificada que se presenta en la industria, de obreros que tengan no sólo conoci miéntos de su oficio, sino también una formación humana que los haga capaces ‘de enfrentarse con éxito en su profesión. •He aquí un punto en el que cabe una segunda colaboración (ya que la primera son los aprendicés): Ejército.industria o industria.Ejército. Ahora bien: esta colaboración abarca dos as pectos:

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Utilización por el Ejército del personal for mado o iniciado en la .vida civil. Formación o iniciación de ella por el Ejér cito, con vistas a su aplicación en la vida civil.

En cuanto a la primera, podemos decir que ya la vigente ley por la que se crea el Cuerpo de Sub oficales Especialistas del Ejército de Tieña (ley de 26 de noviembre de 1957)prevé el aprovecha. miento del personal que a su incorporación posea un ‘ofidio de aplicación militar. Con objeto de que el destino y la aplicación de este personal fuera efectia y no un camino para aspirar a pasar un servicio militar más o menos cómodo, sería nece sario el reconocerles unos derechos a cambio, eso sí, de otras obligaciones derivadas de su oficio. El destino de este personal se podríá hacer di rectamente desde las Cajas dé Recluta en rela ciones diferentes a las del resto del contiñgente, y a su incorporación tras de un corto, pero inten sivo período de formación como soldado, podrían pasar a cumplir en destinos de si especialidad el resto del servicio. Seríaú puntos a estudiar las remuneraciones de este personal, si el tiempo de servicio debería ser igual o diferente al del resto del contingente, si deberían formar o no parte de la relación general del contingente a efectos de destino, pruebas a efectuar (en. las regiones) para poder ocuparlos,

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osa), es necesario buscar una solución que aumen te este número; ésta puede ser hacerlo extensivo al voluntariado en fórma similar. Para, ello se podría crear en’ las unidades que tengan ‘necesidad de especialistas o. bien que dis-. pongan de centros de formacióñ, un tipo de volun tario de tres años, similar al de cuatro años de automovilismo. Durante estos años, este personal, además ‘de cumplir su servicio militar, podrían aprender o perfeccionar (si. ya lo tenían iniciado) el oficio elegido a su incorporación como volun tario. / A la ‘terminación de su servicio, y tras de sufrir el examen de aptitud correspondiente, esta4an ci.’ pacitados para su colocación en la vida civil. Para ello, previo acuerdo con los organismos estatales correspondientes, se les podrían reservar anualmen te un núméro determinado de plazas en los esta. blecimientos que se creyera conv’eniente. ‘En el gráfico 1 se desarrolla’ un ejemplo de cómo se podría llevar a cabo este sistema. ‘

etcétera.

Mandos intermedios

Si ésta pudiera ser una solución para utilizar el personal del reemplazo, hay que tener en cuen ta que, dadá su corta permanencia en filas y el escaso número de verdaderos especialistas que se incorporan (ya que su edad no le permite otra

En este aspecto, ‘el Ejército puede ser cantera de magníficos elementos para’ la vida civil. El Ejército no es ní debe ser considerado como un ente independieate del resto del, país. El Ejér

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35

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cito, como la escuela en los primeros años, no es Con vistas a su enlpleo en la vida civil y dadas más que uno de los escalones por los que un mozo las condfciones personales de los suboficiales en su ha de pasar para hacerse hombre y, por tanto, ne último período de permanencia en el Ejército, po cesita la colaboración del propio iñdividuo que drían efectuar unos cursos de adaptación de co viene, de la familia que lo envía y de la nación nocimientos a los posibles futuros destinos; asi que lo recibe. mismo este personal debería efectuar un curso de Por otra parte, el Ejército es, en realidad, la úni formación profesional acelerada. (si no lo tenía ya) ca escuela existente en España de mandos inter aplicado a su nueva jrofesión, culuo para el que medios, aunque a veces se tráte de desvirtuarlo en de sobra se les reconocen aptitudes personales. lugar de prestigarlo. Los suboficiales son absoluta. Como es lógico’ y dadas las características de mente necesarios no como mando de paso, sino de este tipo de trabajo en la vida civil que, por un una necesidad perentoria y permanente. Es justo lado, requiere una experiencia en el maüdo y trato• establecer la opción a la mejora entre los que val con el personal y, por otra, tiene ciertas exigen gan para un escalón superior, pero es más urgente cias de edad y aptitudes, físicas e intelectuales, apa atender a la debida consideración de una misión recen a primera vista dos limitaciones para poder insustituible. aspirar a estos puestos: Lascualidades de formador de hombres, de sa ber mandar, de aprender a hacer, de hacer con En edad, que podría ser un máximo de subordinación y de aplicar la propia iniciativa, treinta o treinta y cinco años. sólo donde ((se puede y se debe aplicar)), que como En tiempo de suboficial, que podrían ser un veíamos debe tener un búen mando intermedio, se’ mínimo de cinco o seis años. aprenden perfecta y únicamente en el Ejército. En la misma forma que en el caso anterior, y a Aquíestá la más efectiva colaboración Ejércitotítulo de ejemplo, en el gráfico 2 se puede ver un industria, en este escalón jerárquico del trabajo. posible desarrollo. La Çomisión Nacional de ProductivIdad Industrial De esta forma se proporcionaría a la vida civil organiza cursos de formación de mandos inter medios y la aplicación adaptada de sus .programas un pcrsónal formado en el aspecto humano e ini ciado en el profesional a la vez que se daría salida Ejército podría reportar extraordinarios bene ficios, ya que son de total apjicación para que del Ejército it unos suboficiales que se han utili nuestros suboficiales puedan llevar a cabo la mi- zado durante un número de años determinado, pero que están en perfectas condiciones físicas, morales sión humana -que se les encomienda. De otra parte, estos-cursos de formación pueden. y humanas. Hasta aquí se ha planteado un problema: tener una segunda orientación, que es la prepara ción de este personal para su utilización como ¿ Debe el Ejército colaborar cón la vida civil mando intermedio en la vida civil. en la formación de técnicos y especialistas? ¿ Hay posibilidades de colabóración-? .

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Se han esbozado unas soluéiones por las que mutuamente: •





El Ejército utiliza ‘al personal formado en la industria. La industria aprovecha al personal formado en el Ejército.

Es muy posible que estas solucioneé no sean reales o, i lo son, no sean totalmente viables; pero el interrogante, de cómo y la itecesídad de hacerlo continúan patentes.

Cuestiones

las

lógistiea’s

Decisiones

Coronel de Artillería Vicçnte MÁRTINEZ LORENZO, del Regimiento de Artillería núm. 41.

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no sólo ha de conócerse el qué o la finalidad de la acción, sino, además, el porqué o motivo que impul En el artículo 27 de la Doctrina provisional para sa a la acción. Es decir, poniéndose en el lugar del el empleo táctico de las armas y los servicios se de jefe, su razón comienza por presentar a la voluntad fine la decisión como la «expresión concreta de la el fin a que ha de tender (16 que llamamos misión) voluntad del jefe», acto de voluntad que, de acuerdo y sus dausas, así como los caminos para satisfacer con lo que indica el primer párrafo del mismo ar ‘tal tendencia. tículo, tenderá a conseguir/ las mejores disposicio nes para lojrar el cumplimiento de su misión pór b) Deliberación medio de la eficaz actuación de las fuerzas que manda. Es, en realidad, el razonamiento o consideración, En él •citado artículo, tódo él dedicado a la deci mental que aduce las razones, o motivos que incli sión, se hacen unas breves consideraciones filosófi nan a la aéeptación del fin y, asimismo, los contracas sobre el proceso de dicho acto de la voluntad, motivos que tienden’ a disuadir del mismo fin, sin que són consecuencia de que tal acto tiene su ori perjuicio ‘de que esta consideración mental sea in gen en el entendimiento, y en ellas se señalan «las tervenida por otros hechos, a/ectos o sentimientos facultades de concebir, decidir, preparar y dirigir que’ refuerzan las razones favorables o contrarias al que corresponden al jefe y le obligan a realizar una acto de la voluntad. Esta fase se desarrolla de acuer función intelectual y otra volitiva». Puen bien: en do’ con un método para el estudio d,e los problemas el mísmo sentido, y teniendo como guía el aspecto logísticos. (Véase núm. 272 de EJÉRcITo,septiembr logístico que se pretende en este trabajo, interesa de 1962.) completar las citadas consideraciones con otras que nos permitan concretar las elasés de decisiones a c) ,Resoluóióñ qUe hemos de referirnos. Desde un punto de vista filosófico, la función voli Es la fase que, aquí más nos interesa y que, como tiva, o acto de la voluntad, no es estática, posee un dinamismo inmaterial, ‘porque tiene un origen, un quiere indicar la doctrina, es el propio acto de’ la desarrollo y una cbnclusión que se pueden concretar voluntad que da fin a la deliberación. El jefe, .por los pros y los contras de la fase anterior, se ha en las conocidas fases del cuadro siguiente: creádo, en un principio, una ‘situación de duda, ‘sin tiéndose llevado hacia una u otra alternativa; sil a) ‘Concepción.’ mente se ha situado, entre pensamientos contrarios, sin que de momento acierte a decidir en cuál de Fases de la decisión ‘ b) Deliberación. ellos está «la mejor disposición para el cumplimien c) Resolución. d) Ejecución. to de su misión»; no vislumbra de qué lado está la verdad, porque le faltan, de momento, razones que le inclinen a un pensamiento más que a los demás. Hablemos un poco de cada una de ellas. En el proceso de la deliberación, poco a poco, ,casi siñ darse cuenta, uno de los pensamientos en contraste parece abonarse por razones de mayor a) Concepción peso en mayor número, y la mente se inclina a su favor, lo estima una verdad presunta, aun con teEsta Case es consecuencia de que la voluntad ‘del ‘mor a equivocarse; pero esta adhesión va aurnentaú jefe no debe obrar nunca a ciegas,’sino sienípre bajó do sin llegar a la certeza absoluta (porque ésta la luz del conocimiento. Para el acto de la voluntad no existe en el arte militar), dicha adhesión, antes 1.

CONSIDERAd ONE5PRELIMINARES

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poco sólida, se convierte en firmeza, plena confianza en• uno de los pensamientos, es un taj ante sí por el cual la voluntad sale de su indecisión y acepta, en firme, una orientación que le lléva al fin. El jefe sabe ya lb que quiere hacer. Esta resolución, situada en el tiempo, puede des encadenar el inmediato cumplimiento del acto de la voluntad, y es entonces cuando la llamamos propia mente decisión, o. puede aplazarse este cumplimien to para un momento posterior, próximo o lejano, en cuyo caso sólo es un propósito, el cual, en el tiempo que media desde la resolución hasta la ejecución del acto, cabe la posibilidad de ser modificada por causa de cualquier contingencia que abra una nueva fase de deliberación, más o menos amplia, y resulte de ella una rectificación o ratificación del propósito, que, quizá ya ahora, por razón del tiempo, pueda ser una verdadera decisión. -

que inducen y de los contramotivos que disuaden, pueden ‘intervenir otras contingencias, hechos, afec tos y sentimientos, en pro o en contra, ajenos a él, pero que influyen, sin duda alguna, en su resolución, y derivados de- lo que indica la doctrina en su ar tículo 4.°, apartadó c), al tratar de los cometidos del jefe de cualquier Servicio, señalando, entre otros Asesorar al jefe... Someter a la aprobación del jefe,., las propu’es tas de empleo. Ahora bien: para que exista tal asesoramiento (o propuesta) por parte del jefe de un Servicio con relación al jefe de la GU. de que aquél forma parte, es preciso que se produzca, independientemente del proceso mental que realice el jefe de la GU., otro proceso de razonamiento• en el jefe del Servicio, con las mismas fases dichas, ya que tanto el asesora miento como las propuestas se derivan: de unas directrices u orientaciones previas, da das por el Mando, las cuales señalan el qué y el porqué y que en el jefe del Servicio definen la fase de concepción; de la consideración mental, por parte del jefe del Servicio y desde su punto de vista especi ficp, de unos motivos y contrámotivos, similares a los anteriormente citados, y que constituyen su fase de deliberación; de que tal deliberación concluye en una reso lución, llámese asesoramiento, llámese pro pUes ta, que no son más que unas decisiones particu lares o, como estimamos más acertado desde el punto de vista de la actividad logística, for mas subordinadas de decisión. En este orden de ideas’ hemos llegado a señalar dos clases de resoluciones de carácter aplicativo: la propia decisión del jefe de la GU; y la propuesta de empleo de un Servicio que formula el jefe del mismo, y aun el asesora miento que le solicite el jefe de la GU., ya que este asesoramiento no ha de ser irreflexivo, sino consecuencia de un proceso de razonamiento. Sentado esto, podemos admitir que, de acuerdo con las distintas atribuciones que, corresponden al jefe de la GU. y a los jefes de los Servicios, la de cisión, como resolución o acto de voluntad del pri mero, que ha de tener inmediata ejecución, es ejer cicio de la función de mando, de carácter operativo en su más amplio concepto; en cambio, la, propuesta de un jefe de Servicio, para él una verdadera reso lución, es para el jefe de la GU. un motivo o contramotivo, un hecho de influencia para una posterior orden de carácter logístico, más limitado en sus efectos, si bien puede llegar a adquirir mayor valor cuando por resolución del Mando (es decir, por su aprobación) tome carácter ejecutivo y se convierta en una verdadera decisión del jefe del Servicio para su ejecución. Aun dentro del amplio criterio que queremos dar a estas consideraciones, no perdemos de vista la finalidad logística de las mismas; de aquí el qie sea conveniente concretar que para la actividad logística general se deban considerar: a) Los actos de voluntad del Mando, decisiones. —



d)

Ejecución

Como acabamos de indicar, es la última fase del desarrollo señalado, ajena generalmente a la volun tad, y que incumbe, por tanto, a una potencia dis tinta de ella, aunque sea ella, la voluntad, quien la mueve a obrar. No hemos de detenernos ahora en su consideración, por no interesar a los fines de este trabajo. Pues bien: como resumen de lo hasta aquí dicho, es posible concretar que, en relación con el tiempo, debemos admitir dos formas de resolución: la deci sión y el propósito, pero también hemos de admitir que...en la fase de deliberación, además de la consi deración mental, por parte del jefe, de loi motivos





— —

Neumáticos cisterna.

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b) Los cte los jefes de los Servicios, asesoramien tos y propuestas, con un carácter técnico-loglstico. c) Los actos de voluntad de estos mismos jefes en relación con sus subordinados, verdaderos ejecu tores de las decisiones de aquéllos. Es decir, para abarcar todos los aspectos de la ci tada actividad logística, creemos que conviene am pliar el concepto que señala la doctrina en el artícu lo 16 al decir: «Para su eficaz funcionamiento, cada Servicio de Campiña dispone de órganos de direc ción y de ejecución», concepto que reitera en el ar ticulo 62 cuando dice: «Cada uno de los Servicios necesita para su funcionamiento de un órgano de dirección y de medios u órganos de ejecución.» Tal concepto es verdad, pero no toda la verdad, - ya que si los Servicios tienen su razón de ser en la satisfacción de las necesidades de las tropas y han de actuar forzosamente de acuerdo con las decisio nes del Mando, debe quedar claro que este Mando es elemento esencial de la actividad logística gene-• ial y de la particular de cualquier Servicio. Es decir, que podernos ampliar, que los Servicios requieren: — Organo de Mando, el jefe de la GU. en relación con todos y cada uno de los Servicios (aparte de los jefes de cada.ServiciO en relación con los órganos y unidades específicas que le están subordinadas). — Organo de Dirección, de carácter técnicologis tico, que es el jefe de cada Sérvicio en relación con el suyo propio; y — Organo de Ejecución, «de diferente naturaleza e importancia, según la GU. de que formen par te, y estarán constituidos por tropas, parques • y establecimientos militares y civiles». (Doctri na, art. 62.) De aquí resulta: la decisión del «órgano de man do» dentro de la actividad logística, que es lo que ‘se llama «Plan de Empleo de los’ Servicios» (Doctri na, art. 27, III); la decisión (aunque sea subordina da del jefe del Servicio, como «órgano de direc ción» del mismo, que es la «Propuesta de Empleo del Servicio», la cual será verdadera decisión cuan do .sea aprobada .por el Mando. De todas ellas pretendemos hablar en este traba jo, con el’ deseo de orientar a los que se vean pre cisados a ejercer alguno de estos actos de voluntad. II.

LOCALIZACIÓN DE LAS DECISIONESEN EL PROCESO DE TRABAJO

2.1. Generalidades

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Definidas ya las clases de decisiones logísticas que hemos de considerar, co’nviene situarlas en los mo-, mentos en que han de ‘producirse dentro del cuadro general de trabajo de un Cuartel ‘General, pues de este modo, conociendo con exactitud su necesidad, su causa y su finalidad, será más fácil determinar el criterio que debe presidir su redacción y la orien taciÓn, amplitud y sentido que habrán de darse a sus conceptos. Para ello vamos a ‘considerar cuál es el proceso de trabajo de un Cuartél General cualquiera,, ha-

ciendó referencia al esquema adjunto, en el que se ha representado gráficamente dicho proceso en el caso más complejo y más completo, con el fin de que cualquier otro caso particular pueda referirse , a él simplificando trámites. Intéresa señalar la conveniencia, al seguir la lec tura del proceso de trabajo, de prescindir el querer adaptarlo, aunque sea mentalmente, a determinado escalón jerárquico, cosa que será más fácil después, una vez conocido su aspecto general. (Véase el es quema que se acompaña.) En el ésquema, se señalan cinco columnas o zonas verticales, que quieren indicar las zonas en las que se desarrollan las actividades de’ los elementos si guientes: — En la ceñtral actúa el Mando, personificado por el jefe de’ la GIL — En las laterales extremas: a la izquierda, ac túan los jefes de las Armas de, la GU., que pue den ser Fs.Ts., Ns. y As., en el caso de, un T. O. u otro ‘mando conjunto; a’ la derecha, los jefes de los Servicios.

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En las zonas intermedias actúan las Secciones del Estado Mayor de la GU.: a la izquierda, en su rama operativa, y a la derecha, la rama lo gística.

2.2; Proceso de trabajo Se parte deque un jefe (J) recibe una misión (1), sin importar que ésta sea de carácter táctico o es tratégico. Después de una primera lectura, admiti mos que procede a: solicitar de su E.M. datos (2) que le sirvan de elemento de juicio para el estudio y análisis de la misión y situación; recabar de los jefes de las Armas y de los Ser vicios asesoramientos (3) para completar los citados elementos de juicio y llegar ásí a defi nir lo que se puede llamar «esquema de ma niobra» (4) o maniobras. La 3.’ Sección del E,M. completa el esquema, con virtiéndolo en un verdadero proyecto (o proyectos) de maniobra (5), que no tendrá valor definitivo has ta tener la seguridad de que es posible su ejecución por el necesario apoyo logístico (Doctrina, art. 16, apartado II, párrafo 13), y aunque en realidad este proyecto (o proyectos de maniobra) será normal mente una simple combinación de esfuerzos con un eslozo de dósificación, será suficiente para que a su vista la 4.’ Sección del E.M. estudie el correspon diente proyecto (o proyectos) de maniobra logísti ca (6), que comunica a los jefes de los Servicios para que éstos informen (7) sobre las posibilidades de realizacióñ. En el caso de que. no hubiera• tal posibilidad, la maniobra proyectada habrá de desecharse, y así lo diría la• 4.’ Sección a la 3.’ (8.a), teniendo ésta que volver a considerár la cuestión dentro del esque ma (4), hacer un nuevo proyecto (5) o incluso di suadir al Mando, de su primera. Idea (4), caso éste poco probable. Admitida la posibilidad de un proyecto de mani obra logística (6-8.b) que permita apoyar al proyectó de maniobra operativa (5-8,b),se presentan ambos al jefe para que éste decida (9), redactando: el Plan de Maniobra (10); —







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el Plan de Información (11); y el Plan de Empleo de los Servicios (12), con cuyos documentos proceden a trabajar las Sec ciones del E.M. (con el correspondiente enlace en tre ellas) para continuar el proceso de trabajo del modo siguiente: —La 3.’ Sección redacta la• primera parte de la Orden de Operaciones (16) o la instrucción o directiva equivalentes, según el escalón de que se trate. La 4.’ Sección, a la vista del Plan de Empleo de los Serviáios, procede a redactar un documen to básico para los Servicios (13), que puede lla marse «Instrucción previa a los Servicios)> O «Bases para las propuestas de los Servicios»; o ser simplemente unas normas, pero que en cualquier caso son los datos de que parten los jefes de los Servicios para redactar las «Pro puestas de Empleo» de cada Servicio (14), las que, recibidas y convenientémente coordinadas por la 4.’ Sección, dan origen al documento (15), segunda parte de la orden, «Instrucción o di rectiva general para los Servicios», según el es calón. Reunida la labor de las Secciones del E.M., se pu. blica el documento (17), «Ordén general de Opera ciones» con sus dos partes (18) y (19), que dan lugar: En las Armas, a las órdenes particulares de cada una de ellas (20); y En los Servicios, a las órdenes particulares de cada Servicio (21), quedando terminado el pro ceso general de trabajo del Cuartel General. — —







2.3. Consideraciones particulares Ya se dijo en un principio que el esquema que ría representar el caso más complejo. Realmente, tal como se indicó, sólo podrá presentarse en un es calón muy elevado, donde se disponga de plazos de tiempo para la decisión (T.O., G.E. o E.). En esca lones tácticos, los trámites serán abreviados, pudien do incluso pasar de (4) a (9) sin existir ni los ase soramientos (3). La variedad de casos que pueden derivarse del es quema de proceso de trabajo se corresponden con el plazo de tiempo de que se disponga para su des arrollo, que puede oscilar desdé varios meses (como los transcurridos desde que Eisenhower recibió la misión de desembárcar en Europa occidental hasta su ejecución en junio de 1944) hasta pocas horas, como será el caso normal de’un jefe de División en ofensiva que, como consecuencia de una situación a final de jornada, ha de decidir la acción para la siguiente. ‘Aunque en el esquema nós hemós movido dentro de los límites de un Cuartel General de tierra, no por ello se echa en olvido la necesaria e imprescin dible cooperación aeroterrestre, que tiene lugar en tre (8) y (9), cuando el jefe terrestre se reúne con el jefe aéreo y, después de la reunión, sale la Vamos a razonar sobre su aipplitud. Así como el trámite (6) era un proyecto (o pro yectos) de maniobra logística, este plan de em pleo (12) es ya una verdadera maniobra y, como tal, aun siendo logística, comprenderá (como toda ma niobra): una combinación de esfuerzos (logísticos), una dosificación de los mismos y su coordinación en el tiempo. Ahora bien: todo esfuerzo operativo (táctico o es tratégico) requerirá inexorablemente un esfuerzo lo gístico apropiado, ‘tal cómo lo indica la Doctrina (ar tículo 16) al decir que «ninguna acción de guerra debe llevarse a cabo si los Servicios, por insuficien cia de medios, por defectos de dirección o de ejecu ción, no están en consonancia con las exigencias de las operaciones proyectadas», y así como los esfuer ros operativos se expresan gráficamente por unas flechas indicadoras de su acción en el ‘espacio, de igual modo los esfuerzos logísticos habrán de ex presarse por unos círcUlos que representarán la si tuación dé los órganos logísticos que han de apoyar a los citados esfuerzos operativos, resultando, según su colocación, la manifestación gráfica de la combi nación cíe esfuerros logísticos. Resulta de aquí que el plan (12) expresará, en pri mer lugar, la situación de los órganos logísticos, se ñalando cuántos se deben organizar y su localiza ción, definiendo su carácter de avanzadó o retrasa do, si así procede. En el mismo sentido, y así como todo esfuerzo operativo se valora principalmente por el fuego (cuantía de tropas y su calidad), los esfuerzos lo-

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gísticos se valoran por volimenes y toneladas (((días de abastecimiento»), que se corresponderán en rnag ‘nitud coh” los primeros, ya que el mayor esfuerzo operativo requerirá el mayor esfuerzo logístico, mayores recursos; por tanto, no basta situar los ór ganos (combinación), sino que hay que darles valor logístico (dosificación), que se expresa por la mayor o menor cantidad dé recursos que han de situarse en• loS órganos logístióos y su calidad, no siendo ne cesario, en general, que el jefe llegue al detalle de cifras, bastando que exprese su deseo de cuál debe ‘ser el más dotado y las misiones que les correspon den, ya que el detalle es función que debe desarro llar la 4•A Sección, completando la deqisión del jefe en lo que se refiere a la dosificación. Según la complejid’ad de la maniobra operativa, se hará ‘preciso o no que el jefe amplíe su decisión en este cas9, en lo que se refiere a los medios suplernentarios que se han de asignar .a los órganos lo gísticos, según las fases de la maniobra.’ Queda, por último, concretar el deseo del jefe en lo que afecta al tiempo, ,es decir, los momentos en que han de ‘realizarse los distintos actos de la acti ‘vidád logística, tales como: cuándo se iniciarán los movimientos logísticos y prioridades; plazo para terminar el despliegue logístico y la acumulación;’ régimen de abastecimientos y, reposiciones, etc.; que definen la coordinación y completan la decisión sobre lí maniobra logística. Estimamos que esto es suficiente como decisión del jefe en el plan de empleo de los Servicios, pero también creemos que, según la naturaleza de la ma niobra operativa proyectada, el tiempo disponible y el escalón jerárquico de que se trate, podrá ser más o menos amplia y detalladaEs evidente que una gran parte de lbs puntos se-













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flálados por el jefe de la GU. en el plan de empleo de los ServIcios (12) figuraron eú el proyecto’ de ma niobra redactado por la 4.’ Sección, deduciéndose de aquí cuales debe comprender dicho proyecto de ma niobra logística.

VI.

BAsEs

PARA LAS PROPUE5TA5 D5 LOS szRVIcIOs

Ya se ha indicado que este documento, puede de nominarse también «instrucción (o directiva) previa para los Servicios», e incluso ser tan sólo unas nor mas que orienten a los jefes de los Servicios para la redacción de sus propuestas. En cualquier caso, estas bases tienen’ como fundamento’ y origen el plan de empleo (12), y lo completan con detalles que redacta la 4_a Sección del E.M., como conocedora del deseo del jefe y de su maniobra operativa, así como dc las posibilidades de los Servicios, tanto por los -datos que posee ‘como por los facilitados en los in formes (7). En consecuencia, estas bases deben señalar a to dOs ‘los Servicios en general, y a cada uno en par ticular, cómo habrá de desarrollarse la maniobra lo gística, pero sin entrar en el aspecto técnico espe cifico ,de cada Servicio, que ,encaja en las órdenes particulares de los mismos. De aquí que, por ejem plo, los órganos lógísticos fijados por el Mando re ciben ya denominación y se concreten sus límites, composición y misión; de igual modo se enmarcarán las fases de la maniobra logística dentro de plazos concretos; se establecerán previsiones sobre abaste cimientos de todas clases, consumos autorizados, régimen para la actividad logística (de abastecimien to y suministro), las prioridades y urgencia de cada recurso, la utilización de las comunicaciones, la se guridad, el enlace, etc., todo ello en forma tal que no quede duda a los jefes de los Servicios de cómo

43 /

deben estudiar su maniobra particular, que ha de manifestarse en la correspondiente propuesta. VII.

PROPUETA

Sanidad, con sus particulares formaciones hospita larias, no puede ser igual que la del Servicio de Car burantes y Grasas, Geográfico o de Policía Militar.

DE EMPLEO DE LOS SERVICIOS

VIII. CONCLUSIÓN Cada jefe de Servicio redactará la que le corres p.onde, de formaque el jefe de la GU. pueda ver cla Cuanto más se detiene uno a considerar las cues-. ramente que dicha maniobra particular está de tiones logísticas, más se comprende la necesidad de acuerdo con su plan de empleo, y que permite el reglamentar todos sus aspectos y unificar criterios apoyo a su maniobra operativa. que, respondan a las normas previstas para la gue En otra ocasión, y en las páginas de esta revista, rra moderna. Para ello se hace preciso fomentar la al .tratar del «Método para el estudio y resolución afición a este aspecto tan .importante de la acción, de los problemas logísticos» (niím. 272, septiembre árido• y complejo, pero tan necesario para la mani de 1962),.se terminaba dicho trabajo con un modelo obra como la parte operativa de la mIsma. Esta atrae de «Propuesta de empleo», que hemos tenido la sa la atención de la mayoría de los profesionales, des-. tisfacción de ver reproducida y admitida por la Es cuidando el estudio .de los problemas logísticos; sin cuela de Aplicación y Tiro de Artillería en uno de embargo, es probable que, poco a poco, surjan ver susIndudablemente, cuadernos, el dedicado al Servicio de Artillería. no existiendo un formato regla daderos especialistas que, con mayor claridad de jni cío que nosotros y con más conocimiento de causa, mentario, puede utilizarse el que se considere más mejoren las ideas que en, éste y otros ttrabajos nos conveniente, buscando su generalidad para que su hemos atrevido a divulgar, sobre cuestiones logísti aplicación práctica no se limite a determinado Ser cas, tratando de avivar la afición por ellas y, en vicio ni a determinado escalón logístico, sino que consecuencia, beneficiar a la colectividad, pues no permita su utilización en todos ellos y en la mayo olvidemos que la Logística «calcula, prepara y reali ría de los Servicios, adaptándola, como es lógico, a za cuanto se refiere a la vida, movimiento y necesi las carácterísticas particulares de cada uno, pues es dades de las tropas en todo momento.» (Doctrina, ar fácil comprender que la propuesta del Servicio de tículo 16.1, párrafo 4.)

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;1]

EstudiossoIIhje:aspectósconcretosdélaTácíica;0] Sugerencias de la lectura de un diario’ de operaciones General OTAOLÁURRIJCHI

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Falta de capacidad para continuar, la División azul, que ha conseguido llegar y conquistar el pue blo Xha sido reforzáda con la Agrupación 35 de otra División, cuyos primeros elementos han llegado al pueblo X en la tarde del día 1 de diciembre, des pués de una marcha nocturna penosa. Estas fuerzas pertenecen al Grupo de Combate 1 de la citada Agrupación, no pudiendo repartir comi da caliente ni café, ya que las cocinas no han llegado a causa de las malas condicionesdel camino. A pesar de todo esto, el jefe del Grupo de Comba te, por intermedio del de su Agrupación, recibe la orden de. atacar a la brevedad posible a los pueblos de A y B, advirtiéndole que de la rapidez con que actúe dependerá el ritmo que se le dé a las Uiidades superiores en su progresiónhacia el Norte. En la mañana del día 2, el comandante se dirige al bosque, seguido del capitán segundo jefe y de los jefes de Sección, para ‘estudiar sobre el terreno la forma de llevar a cabo su miríón. Se enteran, por cálculo aproximado, de que cada pueblo está guarnecido por unos 50 soldados de las fuerzas rojas, que en el puebló B se han revelado tres armas automáticas, y en el A, cinco, de las cuales dos pareçen ser ametralladoras medias. El tiempo es claro; sin embargo,,el terreno está cubierto de nieve, y aunque el bosq4e no es muy continuo, sí aparecen tupidas manchas. La tempera A finales del mes dé noviembre de... el enemigo tura está rondando. con cero grados; el comandante rojo se ha replegado hacia el Norte, localizándose ha recibido noticia de que contará con el apoyo. de alguno de sus elementos en los püeblos de A y B dos baterías de 105,26 para cooperar con él, habién dosele preséntado los observadores destacados de las (véase el croquis). El ejército azul,, extenuado por lo duro de la lu baterías, así como un pelotón de enlace del Grupo cha, la dureza del clima y el esfuerzo continuo a formado por las citadas baterías El comandante se encuentra ante el problema de que se le ha tenido sometido, ha llegado exhausto preparar su plan de ataque, y al tratar de acercarse hasta el pueblo de X, ocupando sus elementos más avanzados el lindero norte del bosque, que está si al lindero nçrte del bosque empieza a recibir fuego tuado a unos 1.500 metros al norte de dicho pueblo. pobre de artillería y más intenso de armas automá

El arte de la guerra con sus fundamentos cieñtí ficos, cada día más acentuados, hasta el extremo de constituir hoy el difuso concepto de la belicología, tiene como examen de sus buenas o malas aplica ciones la auténtica batalla, es decir, la guerra aprue ba o desaprueba a los ejecutantes, elevando a los buenos capitanes o derrumbando los falsos valores. Mas a falta, gracias a Dios, de estas pruebas reales, aún demasiado frecuentes por desgracia, los ensayos y preparaciones hay que efectuarlos sobre planos o en el terreno, con esos bandos de colores que mane jaremos a nuestro gusto. Pero aunque la fantasía sea su productora, convieneque nos apoyemos en hechos reales, analizándolos y meditando sobre ellos, actua lizando sus personajes y ambiéntes, y. teniendo, en cuenta el armamento y material que la técnica nOS ha facilitado y no olvidando el factor psicológico y social del hombre moderno, que, a pesar de todo, sigue siendo el principal elemento en la guerra: Con está idea y dentro de ese cuadro, vamos a seguir las vicisitudesde la lucha del Grupo de Com bate 1, de la Agrupación 35, en las fases sucesivas del combate, apoyándonos en unos hechos acaecidos en los finales de la, segunda guerra mundial, según un diario de operaciones.





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ticas, por lo que tiene que pegarse al suelo y adoptar determinadas dislocaciones. Hay que preparar dicho plan de ataque, por tanto, bajo el fuego enemigo y sin disponer de lo más esencial para cubrirse. En vista de ello, envía sendas patrullas de exploración, constituidas por un pelotón cada una, que se dirigen hacia los dos pue blos A y B enmascaradas de blanco, a fin de tratar de conseguir las mayores noticias sobre la extensión y particularidades de los pueblos y situación del ene migo. A estas patrullas se les da la orden de estar de regreso a las diez horas. El pelotón de enlace empieza a tomar las medi das consiguientespara corregir el tiro y poderlo cOn centrar sobre cada uno de los pueblos A y B. Poco después, la 1 y II Secciones han llegado al bosque y, ya con conocimiéntode causa, han empezado a desplegar, disponiendo el comandante del Grupo que su Sección de apoyo refuerce la acción que va a efectuar sobre el pueblo B, que le parece el punto másdébil del enemigo, por creer que el pueblo A seencuentra más guarnecido, mejor fortificado y más preparado para resistir, o en otras palabras, el punto B parece más débil y más fácil; el punto A más fuerte, por lo que el comandante decide, con su Sección de apoyo y la del Grupo de Artillería, dirigirse y llevar su esfuerzó principal al pueblo B, fijando por medio de la II Sección al enemigo si tuado en el A. En estas condiciones, a las nueve de la mañana, recibe una orden de su Agrupación que, escueta y lacónicamente, le pregunta a qué hora puede em pezár el ataque. Son las diez de la mañana; la IV Sección ha ile gado al extremo occidental del bosque y la III un poco más a Occidente, donde empieza a sufrir fuego de artillería. Su contestación es que a las doce ho ras podrá efectuar el ataque, contando con que ya tendrá datos concretos de las patrullas de explora ción, pero a las once llega un oficial de enlace de la Agrupación diciéndole que por ‘orden superior empiece inmediatamente el ataque. La situación• en que se encuentra e difícil. No tienen noticias de la exploración, y el comandante de su II Sección le dice que aún no ha Ilégado su pelotórí de apoyo, que se ha extraviado al entrar en el bosque. Los oficiales de las armas pesadas de la Sección de apoyo están haciendo el reconocimien to; la artillería aún no ha acabado con sus detalles de preparación y puesta a punto de observación. Por todo ello parece razonable negarse a efectuar el ataque. Sin embargo, en la guerra hay,que supo ner que cuando un jefe de Unidad superior da ór

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denes concretas, es porque la situación así lo exige. pasando la Sección 1, toma una decisión rápida y, Llega la patrulla que ha ido al pueblo A. Trae partiendo del bosquecillo situado al norte, del pue informes, concretos. Confirma los indicios que tenía blo A, se .lanza a un ataque impetuoso sobre la cota 80 que domina el pueblo B y cierra su salida el comandante sobre la guarnición y armas autom titas; la artillería está preparada. El comandante da al Norte, con la IV Sección, después de haber dado la orden de ataque a la 1 Sección para conquistar las órdenes para que la artillería que tenía a su dis el pueblo B y a la II que empiece el fuego de tan posición bata el citado pueblo con toda intensidad. teo al pueblo A. Con tiempo ha prevenido cuanto va a hacer a la A la iniciación del ataque, sucede todo lo contra Sección 1, para que esté dispuesta a levantarse y a rio de lo que se esperába; la resistencia en B es muy ir al asalto por el sur del pueblo B, en ,su acción fuerte. En cambio, desde A no se hacen más que conjunta en su ataque de flanco. unos tiros imprecisos y la II Sección empieza a an A las 15,45 horas, con las armas de la Sección de, dar y avanzar francamente bien. apoyo del Grupo que ha conseguido llegar al bos ¿Cómo debe orientar el comandante a sus 111 y. quecillo al norte del pueblo A, preparado y, orga IV Secciones? ¿Seguir para explotar el éxito ope nizado ya su puesto de mando, la IV Secciónaban rante de la ‘1? ¿Reforzar, el dificultoso caminar dona el bosquecillo lo más rápidamente posible, delal? cruza el riachuelo, mientras que la II y la III cu De todas formas ordena el avance de ‘la’III y IV bren el flanco, sur de este avance y la artillería está Secciones hacia el limite Norte del bosque,,pero lle batiendo fuertemente el pueblo y los pajares. La IV’ vándolas de tal forma que pueda apoyar bien a Sección, después de cruzar el riachuelo, ha llegado a los 400.metros de la .cota 80; los fusileros, enárde Ja 1, bien a la II. Efectivaniente, a las 12,45 el fuego desde B arre- cidos por su teniente, se lanzan rápidamente sobre cia; la 1 Sección se encuentra detenida y el avance esta altura; poco tiempo déspués llegan los primeros de la II, con el apoyo artillero y las armas pesa elementos de la III Sección a la misma altura; el das, es fácil y se consigue llegar al lindero Sur enemigo, que ve esta acción en su retaguardia, trata del pueblo A. En vista de ello, el comandante da de abandonar el pueblo B, pero ante el fuego que la orden a la III y IV Secciones que continúen de recibe ya de la cota 80 retrocede, metiéndose’en las trás’ ‘de la II, para’ hacer un ataque envolvente so casas del pueblo. La Sección 1 aprovecha este mo bre A, y a las 1,15 eipueblo A ha caído en su po mento psicológico del enemigo y después de cruzar der, en tanto ‘la 1 Sección‘iigue en mala situación, el ferrocarril entra en el pueblo, cuando ya la arti en ‘terreno déscubierto y sufriendo intenso fuego, so llería propia ha alargado su tiro. El resultado ha sido brillante: 60 prisioneros en bre todo el que proviene de las fuerzas que est4n el pueblo B, cuatro o seis armas automáticas y el en el terraplén del ferrocarril que pasa próximo a B. Grupo de combate ‘ha conseguido su objetivo. La Ordena a la artillería que bata a B y a sus armas misión está cumplida. El ataque ha terminado. ¿Po de apoyo que estén dispuestas a avanzar. ¿Qué decisión tomará el comandante en estos mo drá descansar esta gente? Hay que buscar por todos mentos? ¿Qué maniobra puede ocurrírsele? ¿Qué es los iñedios la llegada de las cocinas y de las man tas, el frío aprita por descenso rápido de la tem lo más aconsejable? Recordemos que tenemos un enemigo fortificado peratura; sin embargo, una luna clara, con visibili y dispuesto para defenderse con obras hechas en va dad espléndida, ilumina el contorno. rios días, todo ello en’los alrededores del pueblo B, ¿Qué pensará el jefe de lá División? ¿Les dejará terraplén del ferrocarril y pajares situados al sur descansar? ¿Habrá que seguir? ¿Qué hará el co de éste y que han logrado, fijar a la 1 Sección de mandante del Grupo entre tanto? nuéstro Grupo de combate, en un terreno descubier Indudablemente, sin pérdida de tiempo, mientras to, ascendente y donde los efectos de ‘las armas au que no lleguen órdenes superiores, reorganizar su tomáticas son terribles, hasta el extremo de que esa Grupo, distribuirlo en ‘el ‘frente, para que con una Sección ha quedado detenida y aplastada. ‘mínima organización se encuentre en condiciones El comandante del Grupo, que ya ha reunido a de resistir’ cualquier contraataque del enemigo, tan sus cuatro Secciones restantes, incluidá la de apoyo, frecuentés en estas noches de luna clara, en terreno en el pueblo A, donde después de una lucha encar nevado, donde la aproximación es imperceptible y niiada en las callejuelas, casas y sótanos del mismo, difícil el detectar por el oído. También hará lo posible de darle comida calien con un enemigo extenuado que cayó muerto o pri te y el abrigo máximo, ya que, sobre todo en el sersionero y que se da cuenta del aprieto pórque está -.

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vicio’ exterior, no será posible encender el fuego. En y IV avancen por la derecha de la carretera y la II fin, dejémosle con estas preocupaciones hasta ver por la izquierda, llevando, pues, como dirección de qué noticias llegan de la Unidad superior, no sin ataque la carretera. La 1, bastante maltrecha, se la antes sacar algunas enseñanzas. queda en reserva. Por ejemplo, no imbuir en las Seccionesde fusiles Al amanecer de dicho día la visión es clara; hay misiones rígidas, sino más bien una misión con ob unos 5 centímetros de nieve y la temperatura es de jeto final y una flexibilidad para aplicar el esfuerzo. 2 grados ‘sobre cero. Vamos a observar cómo puede Manténer un enlace íntimo con la artillería y con perder su fuerza combativa uná pequeña Unidad y las Seccionesde apoyo, ya que es muy frecuente que cómo, con flexibilidad,otra puede aceptar un esfuer un apoyo a un punto haya que trasladarlo sobre zo principal que no le había sido adjudicado en otro. principio. Efectivamente, empieza el avance, y a poco de sa En terreno poco cubierto, tiene gran importancia el enterrarse, porque si no lo hacen así, el enemigo lir de los linderos del bosque la III Sección, como se ve en el gráfico, si bien el pelotón de la derecha parará el avance. Si esta 1 Sección en u avance hacia el pueblo B ocupa la obra E, tanto él como los otros dos,‘cuan no se cubre rápidamente, seguramente hubiera sido do aparecen en terreno descubierto fueron detenidos por los fuegos intensos, fijante y de flanco, del ene muy castigada. El combate de la Infantería puede ser todo lo si migo situado en los linderos’del bosque y con tales nuoso que uno quiera, pero llegado a los 400 metros efectos, que la III Sección tuvo que replegarse rápi hay que lanzarse decidido a buscar la distancia de daménte al bosque ante el peligro de verse destrui asalto y desde allí hacerlo, con el único deseo de da, ante la imposibilidad de cubrirse en terreno tan verle los ojos al enemigo. Si esa IV Sección duda batido. Lo mismo le sucede al primer pelotón, de la IV en el río el subir a la loma 80, y si no aprovecha el fallo enemigo de no haber fortificado y defendido Sección, y ante el’ panorama que. se le presentaba al dicha lorna, la conquista del pueblo B hubiera. sido comandante, decide lanzar la II Sección por la iz quierda de la carretera, la. cual, aprovechándose del mucho más costosa. El asalto hay que efectuarlo con fuego intenso y efecto de un ataque del segundo Grupo de Combate gritos de victoria, aunque no se haya alcanzadó‘com que va más al Oeste, consigue ocupar una pequeña pletamente ésta. El efecto moral de gritos y disparos altura, desde la cual y por un ataque inespeÉadode a etaguardia de un enemigo que se defiende es te flanco, consigue apoderarse de las obras D y facili rrible para éste y mucho peor para el que se quedó tar el avance de la UI Sección. en los refugios o no se trevió a salir de su agujero. Relatado así, parece que la cosa fue sencilla. La Sintetizando: Organización, flexibilidad, vista, fue realidad fue muy distinta, pues esto se consiguiócon go intenso, valor. una transmisión de órdenes llenas de dificultades, Por circunstancias que no son del caso, al Grupo con un gran estruendo, por los disparos propios y de Combate 1 se le dio un pequeño descanso ‘el enemigos, por los obstáculós’que presenta el desem día 3, recibiéndose al anochecer del citado día, y bocar desde un bosque, pero con un resultado sa ante las informaciones obtenidas por la Unidad su tisfactorio como hemos,dicho anteriormente. Se vio periór y por el contacto directo de que el enemigo claramente, además, el efecto de un, fuego frontal. se sigue replegando hacia el Norte, .orden de que se y de flanco de armas automáticas en terreno des ocupe el pueblo C y se limpie de enemigo el bosque cubierto tipo anfiteatro y. cómo se encontró deteni citado al este de la carretera. da y, muy expuesta aquella Unidad a quien se le Patrullas de reconocimiento han descubierto pre dio “el esfuerzo principal, así como se resolvió la sencia de enemigo, no solamente en el pueblo C, situación por una decisión rápida del comandante,que sino en algunas otras obras situadas en el linderoS supo utilizar el apoyo que le prestaba el Grupo de del citado bosque, principalmente y con mejor or Combate II que maniobraba a su izqüierda. ganización los situados en E, D, limite exterior del Las enséñanzas de esta parte del combate mar pueblo y otra un poco más al Oeste sobre la línea can la bondad de maniobras sencillas, con órdenes férrea. claras y con un ,apoyo en aquellos puntos donde el El jefe del Grupo se dispone a atacar a las cita- avance sea más fácil. El resultadó real del hecho das obras en la mañana del día 4, para lo cual que nos inspira este ejercicio fue que entre los dos decide que, con el apoyo de su Sección del mismo Grupos de Combate cogieron más de 800 prisione-. nombré y del Grupo de Artillería, las SeccionesIII ros, muchas máquinas y armamento. Si el coman-









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dante hubiera insistido en el avance de su III Sec ci6n, ésta hub.ieraquedado diezmada y la maniobra inútil. De aquí la bondad del movimiento, de los cambios de los esfuerzos y de la actuación constan te del mando en el campo de batalla, para aprove charse de situaciones favorables propias o ajenas y no buscar éxItos por la terquedad o continuar lo que no tiene posibilidades de obtenerse. Para todo ello el jefe tiene que ir muy avanzado.



Los días 5, 6 y 7 del mismo mes de diciembre, el enemigo contraatacó con gran obstinación sobre nuestro primer Grupo de Combate, que se sostüvo heroicamente eñ la línea formada por la línea fé rrea, el pueblo C y el lindero del bosque que existe a su derecha. El día 8 decreció el ataque enemigo y la Aviación propia localizó fortificaciones de cam paña y trabajos a ambos lados de la carretera en los pueblos F y G. Por la tarde del mismo día llegó a las proximidadesde C un Batallón de Carros azul, para que al día siguiente se inicie el ataque con el fin de conquistar la fábrica situada al norte del pue blo G y al norte de las alturas de cóta 100.El Grupo de Combate debe reorganizarse y atacar con el Ba talión de Carros. El estado de la tropa. es bastante deficiente por el esfuerzo hecho en días anteriores. El mejorado; es dees5 muy gra dos tiempo sobre ha cero. Alumbralaeltemperatura sol y la vIsión clara. La Aviación propia se ha revelado ya con superioridad clara sobre la enemiga. Vamos a presenciar un ataque de carros a Infan tería, el cual exige una especial comprensión, un re conocimiento previo y un rápido golpe de vista de la situación, que seguramente variará a cada mo mento y que hay que aprovechar sin vacilar esta ayuda de los carros para proteger el avance, que si puede traer sorpresas para el jefe de Carros, muchas, más aparecerán para el jefe de Infantería, sobre todo en lo que se refiere ,a la dirección de mutuo apoyo. Con las primeras claras del día 9 empieza el avan ce, en el que los primeros carrós van solos para atraer sobre sí el fuego enemigo. En el segundo es calón del Batallón de Carros montan las SeccionesII y III de nuestro Grupo de Combate, con los morte ros de la Sección de apoyo del mismo. El enemigo está resguardado en abrigos y se da cuenta del avan ce de los carros. La Aviación’azul protege el ataque, batiendo con sus bombas los nidos de resistencia que descubre a los flancos y los objetivos que se en cuentran a unos 600 ó 700 metros de los primeros carros. Esta misma Aviación bate la salida norte del pueblo E .

Al acercarse a dicho pueblo, la resistencia enemi ga aparece con gran fuerza. Las ‘Seccionesde Infan tería se lanzan de los carros y, apoyadas por éstos, atacan el’ lindero sur del mismo. Una Sección de Carros y una de las de Infantería bordean el pueblo por la derecha; la otra Sección de Infantería, por la izquierda. La Infantería entra en las casas; nada se puede decir de unidad de dirección. Aquí y allá se ven nutridos grupos de soldados marchando de trás de sus oficiales, haciendo fuego intenso,con sus armas al correr de casa en casa. A los quince minutos el pueblo cae en manos de los azules. Las bajas del enemigo han sido consi derables, con muchos heridos. Las dcís fracciones se reúnen ‘a la salida norte del pueblo. Renace mo mentáneamente la calma. Las Secciones de Infante ría montan sobre los carros, y continúa el avance. Delante va un carro que se aproxima al puente P. La moral de las tropas azules ha crecido mucho, la unión con los carros le ha levantado el espíritu de caído de los días anteriores. Cuando el carro delan tero llega al puente sobre el arroyo, el puente vuela por el aire. Fuego de ametralladoras y fusilería par te del propio arroyo. Las Secciones han vuelto a abandonar los carros y han iniciado un avance para arrojar al enemigo del barranco, por lo que hay que vadear el arroyo. con el agua a la cintura; el fuego de los carros no alcanza a batir el barranco, que es profundo y de. vertientes rápidas, por lo que el enemigo queda des enfilado del fuego de los carros. La defensa es tenaz; se llega otra vez al combate próximo, hay que uti lizar el movimiento, ño da tiempo iii a entrar en posición armas pesadas ni ,a preparar apoyos. De la artillería y de los carros hay ,tiros cortos, ‘tiros lar gos, muchas detonaciones, pero poco efecto; por ello la Infantería tiene que efectuar su combate sola, sin preocuparse de que los carros han, quedado atrás. Las bajas propias son mayores que las qüe se su frieron en el puebló F; sin embargo, el combate si gue y nuestras Secciones consiguen ocupar el pue blo G. Protegidos y cubiertos por la altura de la cota 100, se procede a una reorganización y se evácuan las bajas sufridas. Una hora después han llegado los ca nos; con ellos se procede a madurar un plan de ataque a las, fábricas, que tiene que ser con mutua colaboración’. Poco después llegan las dos, Secciones de Infantería restantes del Grupo. El comandante, de acuerdo con el jefe del Bata llón de Carros, medita unos momentos para adop tar sus planes. ¿Deben los Carros avanzar delante de la Infante ría o protegerla con su fuego? Las fábricas están 49

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constituidas por una serie de edificacionesen que los nidos de armas contracarros pueden ser muy peli grosos para éstos. Se decide que la Infantería vaya delante; una de las Secciones se descuelga de la cota 100 y empieza a avanzar, pasa un bosquecillo y se ve detenida por el fuego intenso procedente de las fábricas; entonces dos Seccionesdel Batallón de Carros avanzan por su izquierda, empiezan a desbor dar las edificaciones de la fábrica y se aprovecha este momento para asentar los morteros e iniciar su fuego. El efecto del ataque de los carros es fulmi nante: se ve claramente cómo el enemigo abandona los edificios de las fábricas, un fusil ametrallador que se encontraba cerca de la carretera cae en poder de la Infantería. Poco tiempo después, el objetivo se ha conseguido. De aquí sacamos uñas enseñanzas muy claras. Montarse sobre los carros frente a enemigo acobar dado, es muy conveniente,como también lo es el de jar los primeros carros libres de tropa, para que, atrayendo el fuego enemigo, descubra los orígnes del fuego. En los incidentes parciales del ataque, como el del barranco, la’ intervención del jefe del Grupo de Combate es reducida, ya que las Seccio nes llevan con frecuencia la responsabilidad de los incidentes parciales. Las dudas en el retraso”de un ataque pueden traer consecuencias desastrosas. Apearse o subirse

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a destiempo e inoportunamente’puede traer la des conexión de Carros e Infantería. La paralización’ de los carros nunca debe traer consigo la de la I fantería; ésta puede’resolver con frecuencia los obs táculos que de momento se opongan al avance de los carros. En este caso la Infantería ha tenido tres combates parciales en un mismo día; por compene tración con los carros se resuelve todo fácilmente. Podemos reducir o sintetizar este tipo de ataque con las palabras de «adelante», reorganización y «adelante» quien pueda. Quien no pueda, aprove charse del que puede. Observación final.—Quizá los tácticos ultramo derno hayan echado de menos 1 arma atómica y a los vehículos blindados de Infantería en el remoL zaniento de estos combates; pero si se analiza terre no, misión y medios, creemos que’ lo relatado puede ser actual. Estos combates son propios de esa tran sición entre explotación y persecución, donde el arma atómica sería arma de, dos filos y sus proyec tiles ya muy escasos. Además, los’ objetivos enemi gos no son merecedores de este ingenio atómico. En cuanto a blindados de Infantería, ni los tieñen todos, ni el terreno nevado se presta a su, uso adecuado. Hay que desear que la Infantería’ sea transportada todo el tiempo posible; pero combatir como aquí lo ha hécho, lo seguiría haciendo siempre, a pie.

REVISTA ILuSTRADA IlE LOS MANDOS SUBALTERNOS DEIFJERC1TO SUMARIO del mes de enero de 1964

europeos.—Teniente Coronel de- Infantería L. Vilar de Villacián. de la actividad española.—Teniente Coronel de Infantería J. Rey de Pablo-Blanco.

Soldados Desarrollo

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Hechos, hombres, ideas en el mundo: — La superpoblación y sus problemas.—Gerieral de DivisiónE. Gallego Velasco. — El último de Filipinas.—Comandante Mateo López de Vicuña. Cosas de ayer, de hoy y de mañana.—Teniente Coronel de Artillería del Sv. E. M. L. Carreras González. Estampas de un itinerario por los pueblos y las tierras de España. De la Villa y Corte. La Ciudad Universitaria (y el camino hacia ella) ‘(XVII).—Por. Juan Cualquiera. Cuestiones de táctica y servicios. De cómo un pelotón de fusiles- ayuda a una agru pación de Infantería.—General Otaolaurruchj Tobía. De criptografia. Nuestros lectores ,preguntan.—Redacción.

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FóINFORMACION o e Ydeasy Jjef/exiones

Legislación Coronel de Oficinas Militares Juan TORRES ROIG, de la’ Subsecretaría del MInisterio del Ejército.

Entre los diversos puntos de vista desde los que cabe considerar l:a legislación nos interesan aquí los efectos que ésta produce y su conocimiento. Por los efectos que produce, clasificamos la legislación, a los fines de este trabajo, en retardadora o entorpecedora, y en depreciadora o revalorizadora (conservadora).

vaya pensando en darles entradá también en este ramo, si no en. lo que respecta al número de trámites, porque su reducción en el Ejército vulneraría el principio del conducto regular, básico de la disciplina, sí en el tiempo que en ellos se Hay invierte. qué ir pensando en la posibilidad de reducir al mí riimo el los tiempo invertido en laa tramitacibn, sucedería si todos Centros llamados intervenir encual un asunto lo

tramitasen simultáneamente, a cuyo fin el que recibiera una petición, .propuesta etc., que considerase viable, lo Sus efectos están resumidos en el cucho «las cosas de comunicaría seguidamente y por el medio más rápido (te palacio van despacio», benévola manera de e,q5resar las letipo, teléfono, etc.), a todoS los demás, y aquel a quien quejas que despierta la tardanza de la Administración en correspondiera la resolución, resolvería dando por supues tos los informes favorables y lo comunicaría por los mismos resolver los asuntos que se le someten. Los que tal, afirman, ¿tienen razón? Sí, porque la tardan medios a’ todos los Centros interesados, con la salvedad za choca con ‘la rapidez de la vida actual, porque ahora de que su efectividad quedaba supeditada a la confirma bastan unas horas para ir a América, y parecé que no ción por conducto regular. La falta de confirmación im deberían necésitarse unos días en conseguir un permiso plicaría ‘tener que esperar la resolución que recayera en para ir a Toledo. No, tienen razón porque toda petición tramitación normal. Esta tramitación abreviada, que en definitiva consistfría lleva implícita una resolución derivada de la posibilidad de conceder o denegar, y como en toda resolución, por en el empleo de los medios de transmisión adecuados a tenerse que salvaguardar los intereses del Estado, ofrecer cada ckso y en resolver sin informes ni justificantes—loS ciertas garantías a los administrados y, además, en el Ejér que, sin embargo, deberían aportarse para la puesta en cito, siguiendo el conducto regular, han de intervenir varios práctica de la resolución—, cumpliría su fin de adelantar Centros, y cada uno de ellos, por tener su propia respon tierúpo, dejando a salvo el conducto regular y la tramita sabilidad, ha de estudiar el asunto con detenimiento, es ción normal. Y aunque se dan casos en los que no sería natural que necesite su tiempo para registrar, dócumentar, posible ni conveniente, hay muchísimos en los que resul buscar—y encontrar—la legislación aplicable, estudiar, re taría factible, y el empleo de fórmularios adecuados la haría mucho menos’ laboriosa de lo que en principio pu solver, etc. El particular tiene su parte de razón al pretender que diera parecer. se resuelvan sus asuntos con una celeridad en éonsonancia con los nuevos tiempos y que indudablemente hacen posi DENtEcIAD0RA ble los medios, algunos ya no tan nuevos, de que hoy se LEGIsLAcIÓN dispone; pero la Administración también tiene su parte, Según se deduce del Diccionario Almirante, los empleos “ basada en la necesidad de atenerse a unas .nornias. Por tanto, la cuestión queda centrada no en los particulares ni o cargos de cabo, sargento, alférez y capitán fueron en al en la Administración, que nada pueden hacer, sino en las guna época pasada jefes de elevada categoría del Ejército. Resultaría sumamente curioso y no menos instructivo normas, en la legislación. No es que ese entorpecimiento de las normas sea mal poder precisar las fechas sucesivas y, sobre todo, las causas exclusivo del Ejército, ni siquiera de la Administración de esa depreciación de los empleos militares, cuyo resul pública; lo encontramos en todas partes, y para demostrar-. tado es que el primero ha, pasado a ser el último o de los lo bastará citar el caso de que para ir a Barcelona o a últimos. Al carecer de medios para conocer datos de épocas Sevilla, no obstante tratarse en ambos supuestos de vuelos tan remotas, hemos de conformamos con intentar dedu de minutos, hay que permanecer fuera de casa cuatro o cirlos. Parece muy probable que las causas hayan de buscarse cinco horas, aparte de los preparativos cjue se habrán hecho en las guerras y en los cambios de régimen. Sabido es que con días de antelación. De lo dicho se saca la conclusión de que los avances en las guerras se contraen muchos méritos, que cuando se de la técnica no han tenido todavía una repercusión eficaz gánan—o aun perdiéndolas, si el Estado sobrevive—, han de en cuanto significa administración, y hora es ya de que se ser recompensados, y ninguna recompensa tan apropiada LEGIsLAcIÓN ESTARDADORA O ENTOIIPECEDORA

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y tan deseada por todo militar como los empleos, los hubo tiempo en que los capitanes ascendían a sargento ascensos. Pero los empleos tienen un límite, el de los pues mayor, hace bien pocos años que el jefe de una. fortaleza tos a ocupar, el de las vacantes, y si él número de los se titulaba «conorel sargento mayor», y, .or último, en la merecedores de tal recompensa sobrepasa este límite—cosa Armada los jefes siguen denominándose capitanes. que en la mayor parte de las guerras se puede dar por Hoy esas denominaciones nos suenan muy mal, y algo descontada—se da el. efecto de lo que en economía y así debía de suceder ya cuando se decidió la sustitución referido a la moneda- se •denómina inflación, e inevitable de cabo por jefe. Peró entonces no faltaron cabos que se mente en el de la depreciación. Y puesto que guerra ha titulaban «jefe de la guardia», ni capitanes «jefe del Ne habido siempre o casi siempre, se comprende fácilmente -gociado»,- con lo cual venía a quedar todo como antes, y que la aplicación continuada del sistema ha sido la causa naturalmente no se hizo esperar el remedio a tal anomalía, de que, con el transcurso del tiempo, el empleo, superior, disponiéndose que sólo podrían titularse jefes los que tu aquel a que correspondía el mando de miles de hombres, viesen esta categoría; los de empleos inferiores se deno haya venido a parar en el inferior, al que sólo le corres minarían comandantes o encargados. Pero como el cum ponde el mando de cuatro. plimiento de las órdenes es cosa que a veces viene cuesta Con los cambios de régimen—que también habrán sido arriba, no faltan casos en que ésta no se• cumple, y, para muéhos—sucede algo parecido. Aunque en estos casos no citar alguno diremos que en Transmisiones existe la deno se trata de méritos de guerra ni de ascensos, sino de p011- minación de «sargento jefe de Centro»’ tica y su secuela el favoritismo hacia determinadas clases Hay otros muchos casos de disposiciones que muestran sociales, consistente unas veces en empleos, otras en hono resistencia a la depreciación; pero no cabe duda. que tanto resy otras en ventajas de orden económico, es indudable esfuerzo ha de resultar estéril, debido principalmente a que la consiguiente inflación en empleos—aunque sean ci que en virtud de costumbre, seguida por todos los gobierviles—, honores o dinero ha influido también en lá desva nos, de respeta. los derechos adquiridos, las larguezas y lorización de los empleos militares. Induce a admitir esa los errores no se pueden subsanar hacia, abajo, quitando, influencia recíproca el hecho de que los empleos civiles sino que hay que hacerlo hacia arriba, dando. El resultado hayan corridó parecida suerte, como se deduce del concepto a que se llega por cualquiera de los procedimientos es prác del alguacil actual, tan’ distinto del que tenía cuando fue ticamente el mismo; pero el segundo deja a salvo los de creado. rechos adquiridos y sus defensores pueden seguir diciendo Tampoco el soldado se ha librado de la depreciación, «a ml que no me quiten nada, a los demás que les den lo puesto que derivada de soldada, ‘sueldo, su ‘denominación, que quieran,,. apropiada cuando era retribuido, es hoy impropia, lo mis Aunque desde distinto punto de vista, un ejemplo de mo que la de quinto, que en otro caso quizá fuese la la legislación conservadora nos lo ofrece la R. O’. de 26 de dicadá. abril de 1904, que mandó que los Cuerpos confeccionasen. El mismo ritmo depreciador que en los empleos, lo pode su historial. Gracias a esta previsión digna de’ encomio,, mos observar en los honores. Antes Don significaba Se tenemos asegurada la conservación en estos historiales de ñor, Dios, y se escribía «Don lesucristo». Una vez adoptado relatos de los episodios más salientes- de nuestra historia, por el rey Don. Rodrigo, primer mortal que lo usó, fue realizados por nuestros antepasados en las cinco partes del extendiéndose tanto que hubo que reglamentarlo. Esta mundo, unos por tierra, otros por mar; unos afortuna reglamentación basto por sí sola para determinar una se dos, otros adversos, pero siempre gloriosos. lección, puesto que entonces, y hasta fecha muy reciente, A modo de ejemplo, van los tres que siguén,’ tomados los tftulós académicos—una de las condiciones exigidas— del historial del regimiento de Infantería América nú escaseaban tanto que había que buscarlos con candil. Hoy mero 14: las cosas han cambiado; abundan no sólo las clases de «Concebido en el año 1781 el pensamiento de apresurar títulos y, afortunadamente, las que los poseen, sino que la reconquista de Menorca, el conde de Floridablanca, por además por costumbre, por el deseo de agradar, se pone disposición y mandato expreso del rey, facilitó los medios el don a todo el mundo, por ejemplo, en las escrituras de preparar con todo sigilo la empresa de apoderarse de notariales a todos los comparecientes, aunque seguida Menorca, a cuyo fin se concentraron en Cádiz, en el mes mente se escriba «y no firma por no saber». ¡Y pensar de junio, varias fuerzas preparadas para entbarcarse al que Cervantes sigue llamándose Miguel a secas! primer aviso. Este regimiento formó parte de la expedi Lo mismo que el don podríamos decir ele los demás tra ción mandada por el general duque de Crillón, partiendo tamientos. Vuestra merced, antes exclusivo de altos car de Cádiz el 23 de julio de 1781, en unión de las dos escua gos, fue descendiendo hasta convertirse en el usted actual. dras, francesa y española, compuestas de cincuenta y dos Sin duda, esta depreciación ha sido la causa de que los velas, dos fragatas y varios buques de guerra. El 19 de demás países no nos hayan imitado en el uso de tratamien agosto de 1781 desembarcó el regimiento en la playa de la tos, llegando el idioma inglés a distinguir sólo vagamente Mezquita, recibiendo acto seguido orden de avanzar sobre entre el usted y el tú. Mahón, consiguiendo con sus esfuerzos inauditos encerrar Y en cuanto a la moneda, otra de las cosas más coclicia en .el castillo de San Felipe a los sobrecogidos ingleses y das por el hombre, ciñéndonos al sistema actual—ya que apoderarse del fuerte Forneli. En este estado de cosas la de sus vicisitudes podemos deducir las de los que le pre fuerza del Cuerpo permaneció prestando el servicio nece cedieron—, si a principios de este siglo había jornales de sano del sitio en la batería América construida por él, has una peseta, es de suponer que antes fueran inferiores, y ta que por mandato del general Crillón se hizo jugar por sabemos por experiencia lo difícil que resulta vivir hoy la fuerza de América contra el fuerte de San Felipe. Un con los de cien. vigoroso ataque secundado por los atronadores disparos de ciento once cañones y treinta y tres morteros dio por a resultado la capitulación, que fue otorgada en 15 de febrero LEGISLACIÓNREVALORIZAD?)RA O cONsSRvAD0RA’ de 1782 en condiciones más honrosas y más suaves de lo que prescribían las instrucciones de nuestra corte. Termi. Pero no toda la legislación tiende a desvalorizar. Prueba nada la reconquista de Menorca, pasó la fuerza de nuestro, de esa resistencia a desprenderse de cosas que siempre se regimiento al sitio de Gibraltar, embarcándose en lanchas. han tenido en tanto aprecio como los empleos militares cañoneras inventadas por quien fue después su coronel, —naturalmente que el aprecio es mayor cuanto menor es don José. de Urrutia...)) el número de los que los ostentan—es que en el siglo pa. Considerándose Nelson dueño de la situación por sacio, cabo tenía también el significado de jefe, y ‘así en haber tonra:do el convento de Santo Domingo, envió ‘al documentos de dicha época leemos «general segundo cabo», comandante general español un emisario intimándole la •

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posiciones del. pasado siglo), contribuye a dificultar las cosas, pues en estos casósla práctipa consolidada se con vierte en rutina, sin que nadie vuelva a acordarse de la disposición que la irnplantó, que queda sumida en tal olvido que resulta difícil encontrarla. De los diversos grados que se distinguen en el conoci miento de la legislación, el que aquí nos interesa, y que creemos necesario y asequible a todo militar en general, es simplemente el que consiste en saber que existe la disposición y tener una idea, aunque sea ligera, desu fecha u otro dato que facilite su busca. Porque el encontrar las disposiciones es el problema previo sin cuya solución no cabe pasar a los demás: interpretarlas y aplicarlas. La legislación es. tan extensa que aun reducido su co nocimiento a1 •mínimo que acaba de indicarse, se puede afirmar que no hay nadie que conozca todas las disposicio nes que reglamentan una materia determinada. Bastará citar como ejemplo la edad—los efectos que produce la edad en las diferentes situaciones militares—para darnos cuenta de lo difícil que resultaría tratar de reunir la le gislación que regula desde la de ingreso hasta la de retiro de los diversos empleos de cada cuerpo y escala. No obstante, esa dificultad que. presenta el conseguir extensos conocimientos de legislación—cosa que, como en todas las materias, sólo puede darse en los dedicados a esta misión—, no significa que tenga que renunciarse de antemano a un’ conocimento más limitado, para el cual bastará que al leer el DiarLó Oficio2 tomemos nota de las disposiciones, que creamos nos han de ser útiles, no sólo personalmente, sino también en razón del cargo actual o de. los futuros. Por este sencillo procedimiento, lento, pero firme, se llegará a unos conocimientos bastante amplios, que si en gran parte de los casos no han de libramos de asesoramientos, sí nos servirán para pedir en forma, enten der mejor las explicaciones que nos den y proporcionar nos en muchas ocasiones la satisfacción de comprobar que nuestra opinión no era errónea.

rendición en el término de dos minutos, a cuya intimación el bravo general no le dio más que esta lacónica contesta ción: «Aún tiene la plaza pólvora, balas y geñte para de fenderse.» Acto seguido los fuertes guarnecidos por nuestro regimiento abrieron un vivo fuego contra el enemigo, echán dolé a pique dos lanchas, causándole considerables pér didas, y últimamente, habiendo perdido Nelson un brazo por una bala de cañón, tuvo que pontentarse a óbtener la siguiente capitulación que firmó Hood, que reemplazó a Nelson.» (Julio de 17W7,Santa Cruz de Tenerife.) El cabo de cornetas Cesáreo Jiménez Otero, con 16 individuos a sus órdenes, salió de Manicaragua a la ma drugada del día 24, con el fin de hacer forraje, y llegar a la «Loma del Cementerio» füe sorprendido por una partida de insurrectos, que en número de 150 hombres al mando del cabecilla «Rojites» le intimaron la rendición. Recha zada la proposición con el fuego y generalizado óoinba te tan desigual se agrupó aqle1 puñado de valientes al rededor del cabo, que cayó muerto a los primeros disparos, tomando el mando de la fuerza el soldado de la cuarta compañía Félix Cordobés, que se resistió heroicamente has ta que llegó en su ayuda el destacamento. El enemigo sin aguardar su incorporación se pronunció en huida vergon zosa, retirando sus bajas.» (Noviembre de 1895, Isla de Cuba.) «...

CoNocIMxErroDE LA LEGIsLAcIÓN





No cabe duda que el conocimiento de la legislación es necesario a todo militar, puésto que todas las actividades del Ejército están reguladas por ella hasta en sus detalles. Esta necesidad de cada día se pone más de manifiesto debido a que actualmente la legislación cambia cón fre cuencia y no da tregua a la práctica, originando una cons tante consulta de disposiciones. El caso inverso que se da en algunas materias (tódavía están vigentes bastantes dis

Piezasdeartilleríamódernassobrecarros De la publicaciónfrancuo «RevueMilitoire Gónérale».(Traduccióndel Teniente coronel CARRERAS GONZALEZ.

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Cuando se dice que se va a hablar de «piezás de artille ría modernas sobre carros» se piensa inmediatamente que se trata .de exponer y estudiar concepciones nuevas u or ganización •de armas para montarlas en ingenios blinda dos. Pero hemos de adelantar que las novedades son muy escasas y los materiales áon que están armados hoy día los ingenios blindados tienen, en principio, la misma con cepción que los que se utilizaron al final de la segunda guerra mundial. Las armas nuevas que se han generalizado desde hace una quincena de años no parece que puedan, todavía, mo dificar radicalmente el armamento de los carros. Los eañones sin retroceso en razón del volumen de su munición y a que proyectan los gases hacia atrás, no pue den ser utilizados en la torreta de un ingenio blindado. Por otra parte, los ingenios autopropulsados, guiados por dis positivos diversos, no pueden considerarse como sistemas de piezas artilleras y, por ello, quedan fuera de nuestro estudio. Se. pueden citar, sin embargo, ciertas mejoras in corporadas desde hace algunos años a los materiales con que están armados los ingenios blindados modernos. En primer lugar, el afán de disminuir el peso ha, con ducido a estudiar el émpleo de aceros de altas caracteris





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tinas mecánicas, para los tubos de las plézas de artillería. Para dar una idea más precisa diremos, por ejemplo, que actualmente se están utilizando corrientemente aceros cuyo límite elástico alcanza e Incluso sobrepasa los 100 Kg/mm2. Tales aceros permiten disminuir considerablemente el es pesor de los tubos sin que esto limite en modo alguno, las presiones que puede soportar el tiro. Peropresiones el tubo de una pieza no •debe resistir durante solamente a las producidas en el momento del disparo, sino que, debe ser suficientemente rígido para asegurar la suficiente precisión del tiro, y más aün en el caso de piezas montadas sobre carros, y.a que esta precisión constituye una de sus prin cipales características. Por esta razón es preciso estudiar con todo cuidado el perfil del tubo, a fin de que tenga la suficiente rigidez a pesar de la debilidad de sus .paredes. Los dispositivos de cierre, en su casi totalidad del tipo de cuña, semiautomáticos, se han mejorado buscando una mayor rapidez de funcionamiento, pero esta mejora se ha conseguido, simplemente, perfeccionando los mecanismos clásicos y no por la• utilización de principios nuevos. Lo mismo se puede decir de los sistemas de freno y recuperación, elásticos, cuya organización no ha cambiado, pero a los que se les pide cada vez acciones de frenado

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más eficaces sobre longitudes’ de retroceso más cortas. La ojal de 1.000m/s., por el cañón estudiado y diseñado para utilización de materiales plásticos nuevos (nylon, teflón, et el carro medio de 30 toneladas. Si se recuerda que est;e cétera), para las juntas estancas, ha conducido, en este proyectil’ de 105 mm. és capaz de perforar en incidencia orden •de ideas, a• resultados interesantes. normal un espesor de blindaje de por lo menos 350 mm., se Análogamente sucede con los aparatos de puntería cuyo ve que se ‘dispone de un armamento que puede enfrentarse progreso reside esencialmente en su mayor precisión. Ade con éxito a cualquier carro pesado actualmente en servicio. más, los dispositivos de ‘corrección taquimétrica permiten Finalmente, el nuevo tipo de munición contracarro de mejorar la rapidez y la precisión del tiro sobre objetivos mó que vamos a hablar es el proyectil de «aplastamiento» o viles, debiéndoseles considerar como una innovación muy in de «ojiva plástica)) al que en Francia llaman de «ecrase •teresante. ment» y en Inglaterra y Estados Unidos «squash head». Las consideraciones precedentes muestran claramente, co En estos proyectiles la ojiva, de chapa fina, contiene un mo hemos indicado al ‘comienzo de este artículo, que én lo explosivo plástico especial; en el momento del impacto, que concierne al «material propiamente dicho», las mejo la ojiva se rompe-y el explosivo se extiende, sobre el blin rías obtenidas en el curso de los últimos años, sin ser ni daje del blanco y detona gracias a un cebo especialmente mucho menos despreciable, no han aportado cambios no concebido para resistir al choque. Se produce entonces, por el efecto Hopkinson, el desprendimiento sobre la cara tables en los principios fundamentales de fabricación. No se puede decir lo mismo cuando se trata de los pro posterior de la placa de ‘blindaje,’de un «menisco» que sale’ yectiles que pueden disparar las armas de a bordo. Son proyectado a gran temperatura hacia el interior del carro estas novedades y las mejoras, en vías de estudio o reali produciendo considerables destrozos. La,s dificultades que zación, las que constituyen un progreso innegable e incluso quedan por resolver para conseguir un funcionamiento muy importante, para el armamento dé los carros moder correcto de estos proyectiles están ligadas, al funcionanos. Vamos a dar algunas indicaciones sobre los resultados, ‘miento oportuno del cebo, que no debe provocar la deto que se buscan o que ya se han obtenido a este respecto. nación del explosivo hasta el momento preciso. Ei el mo Los proyectiles a que nos referimos son los denominados: mento actual, para obtener un funcionamiento satisfacto subcaiibrados, los cJecarga hueca y los de «aplastamiento», rio de, proyectiles de este tipo es necesario limitar su En 10 que se refiere a los proyectiles subcalibrados, están velocidad a un valor inferior a los 800 m/s. constituidos, comó se sabe, por un núcleo de carburo de Después de etas consideraciones sobre las municiones tungsteno de calibre menor que e:l del cañón, dentro de contracarro moderna.s conviene sacar una conclusión, aurL una envoltura del mismo calibre que,,1d pieza. En la boca que es difícil establecerla y no se puede más que recordar del cañón esta envolturi se separa del núcleo, que consti de nuevo que el proyectil universal que valga para todos tuye el proyectil propiamente dicho. Se ha conseguido los casos y que no presente más que inconvenientes de reducir notablemente el peso de la envoltura, ya que es pequeña monta, no existe. Es preciso, pues, como sucede un peso muerto, y ‘sobre to.do, mejorar la organización en todos los problemas militares, aceptar una fórmula d’ de las bandas del proyectil. FIn efecto, las bandas clásicas compromiso y, por consiguiente, indicar lds elementos de de cobre, cero o metal vitrificado producen considerables discusión que permitan juzgar el valor de las diversas desgastes en ‘los tubos desde el momento en que las velo soluciones posibles. cidades iniciales sobrepasan un cierto valor, del orden de Si no tenemos en cuent.a más que el espesor de blindaje los 1.000 m/s. perforado o destruido, parece que a igualdad de calibre Las bandas modernas están fabricadas con materiales los proyectiles de carga hueca o de aplastamiento son su plásticos, nylon, terlón, etc., y han permitido que las ve: periores a los proyectiles subcalibrados. Estos últimos, a locidades iniciales empleadas puedan llegar al orden de los pesar de su elevada velocidad inicial, la pierden durante 1.400 m/s., o incluso más. La eficacia de estos proyectiles su trayectoria y por ello sufren una rápida disminución de ha sido mejorada considerablemente tanto desde el punto su capacidad de perforación. Quedan aún los proyectiles de vista de la precisión y. duración de trayectoria como que actúan por la acción de un explosivo y es conveniente de’ la potencia de perforación. comp’árarlos entre sí. Si pasamos a los proyectiles cuyo efecto sobre el blindajé intervienen entonces las consideraciones sobre ‘los efec es debido a la acción de una carga cJeexplosivo y no,’ como tos detrás ‘del blindaje, a propósito de los cuales algunos en los proyectiles de núcleo, a ‘su energía cinética en el ponen en duda la superioridad dé la carga hueca sobre el momento del impacto, nos encontramos, como hemos in proyectil de aplastamiento. Sí se puede admitir que cuando dicado anteriormente, con los proyectiles ‘de carga hueca ambos funcionan correctamente,, el proyectil de aplasta ‘y ‘los denominados de «aplastamiento». El prinéipio’ y la miento es quizá más eficaz que el ‘de carga hueca, y hay teoría de la carga hueca no entran en el cuadro de este que señalar que es mucho más fácil impedir que funcione artículo; es necesario, sin embargo; atraer ‘la, atención correctamente el proyéctil de aplastamiento, que llegar al sobre la considerable disminución del efecto de p’erforaci6n mismq resultado ‘con el de carga hueca. Los múltiples producido por la carga hueca cuando está. animada de accesorios que ‘lleva un carro en su parte exterior, cadenas cierta rotación. Debido a ello, duTante largo tiempo, los y zapatas cJe recambio, palas, picos, cables y, sobre todo,/ únicos proyectiles cJe carga hueca cuyos ,efectos sobre los la existencia de un preblindaje que tiende a generalizarse, blindajes eran verdaderamente interesantes han sido los impiden que el proyectil de aplastamiento funcione correc proyectiles estabilizados por aletas. Pero recientemente se tamente. Por el contrario, estos mismos accesorios, o el ha logrado en Francia un proyectil cuya carga hueca va en preblindaje, disminuyen el efecto de lá carga hueca,’ pero un cuerpo interior, separado por rodamientos de bolas del no lo anulan. cuerpo exterior, que está sometido a la rotación que le Por otra parte, ‘los partidarios del proyectil de aplasta imprime el rayado del tubo. Gracias a este dispositivo, la miento se apoyan en la extrema localización del chorro rotación no se transmite al cuerpo interior del proyectil de la, carga hueca, para afirma.r que, incluso la perfora. que contiene la’ carga hueca. Se a-socia de esta manera la ción del blindaje por uno ‘de es’tos proyectiles, puede que potencia de perforación de la carga hue’ca, sin girar, y la no ponga a un carro fuera de combate en el caso en que,, precisión del proyectil dispatado. por un tubo rayado. por ejemplo, el Óhorro no incida sobre un. órgano impor. So han fabricado proye’ctilec de este tipo, de 105’mm cJe tante. A esta crítica es fácil de -responder que, en el mo calibre (se ‘ensayó uno de 90 mm., pero se desechó), que mento actual, ‘en el interior de un carro en orden de pueden dispararse a la vélocidád inicial de 800 m/s. por ‘combate no existe un centímetro cúbico .de su volumen tu-ucañón concebido arasuStdtulr é.lii e±ial cTe75 mm. del que no esté ocupado por la tripulación, municiones, reser carró llgero f ncé’s dé’ 13 tóneradás “o “‘‘l,’vet6cldéd ini- vas de combustible, de aceite,’ etc. En estas condiciones

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es muy poco probable que el chorro que penetre en un carro no encuentre más que el vacío de órganos, poco importan tes. En fin, es preciso insistir sobre la diferencia de condi ciones balísticas entre los dos tipos de proyectiles; ‘la velocidad inicial del proyectil de aplastamiento no puede sobrepasar actualmente los 800 m/s., la del de carga hueca alcanza los mil, lo que supone una probabilidad mayor de dar en el blanco :a favor de la carga hueca. En definitiva, ¿qué conclusión podemos sacar de esta exposición? Primero, que las principales mejoras obtenidas

en el armamento de los carroa de combate afectan esen cialmente a los proyectiles que arroja su arma principal y no a ‘la organización de ésta en si. Podemos añadir, ade más, que estas mejoras aumentan considerablemente las características de perfóración que las armas de mediano calibre dan al carro medio, añadiendo ini potencia de fuego a sus cualidades intrínsecas de peso, movilidad y posibili dad de desenfilarse, una superioridad indiscutible sobre el carro pesado. Crçemos que el interés esencial de esta ex posición radica en esta última conclusión.

InformaciónsobrelaUnesco Capitán honorífico del Cuerpo Jurídico Militar Luis de SEGOVIA, de la Delegación de Espqa eii lo Unesco.

El mundo posiblementé no resistirla a una nueva guérra: La -primera, la llamada europea, entre 1914y 1918,produjo ocho millones y medio de muertos, -la pasada contienda mundial alrédedor- de los 23 millones. La tercera, con los descubrimientos de las bombas atómicas, de hidrógeno y de otras armas nucleares, destrozará seguramente a la Humanidad. La ignorancia de las costumret y del modo de vivir de los demás pueblos, la falta de confianza entre unos y otros, producen, entre otros factores, la guerra; este fe nómeno que se presenta como constante a través de la historia del hombre, esta incomprensión y esta ignorancia pueden llevarnos a choques peligrosos, que degeneren en un nuevo y terrible conflicto mundial. El factor político no es siempre el causante de la falta de comprensión in internacional, pues el económico, el racial y el cultural pueden ocasionar a su vez fricciones entre los paises, no ‘siempre incruentas. Si como dióe la Escritura, la paz no reina en este mundo, es porque los hombres no queremos. eliminar las causas productoras de la tensión internacio nal; ‘la buena voluntad de unos cuantos unidos en, una Sociedad de Naciones o, en una organización de naciones unidas, no asegura la tranquilidad, pues el mal- hay que atacarlo en su raíz, que es la ignorancia y la falta de cultura. Sólo un acuerdo basaido no únicamente en la coope ración ebonómica y política, ‘sino en la solidaridad intelec tual y. moral del hombre, será susceptible de recibir el apoyo eficaz y duradero de todos los pueblos. Entre las’ instituciones especiales derivadas (3 filiales de las -Naciones Unidas, Organización Mundial de la Salud, Organización para la alimentación y la agricultura, la Organización Internacional del Trabajo y otras más, des, cuella la Unesco, ‘anagrama de United Nationes. Educatio ¼, naji, Scientific and Cultural Organization, o seá, Organiza ción ‘de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Si las guerras nacen en el espíritu, en la’ inteligencia del hombre, hay que construir en ese mismo espíritu las basesde, la paz. El acta constitutiva ‘de la Unesco señala, en su artículo l.°, que «esta organización se propone contribuir al mantenimiento de la paz y de la seguridad estrechando por medio de la educación, la ciencia yla cultura, li colabo ración entre las naciones pan asegúrar el respeto universal de la justicia, la ley, los derechos ‘del hombre y las libertades fundamentales para todos, sin distinción de raza, sexo, idió ma o religión (respeto), que el acta fundamental de las Na ciones Unidas reconoce a todos los pueblos. En 1921 la Sociedad de las Naciones creó en su seno una Comisión Internacional de Cooperación Intelectual que, integrada por 20 personalidades, contó con la adhesión de -

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50 países, siendo la precursora de la Unesco. Durante la segunda guerra mundial, los ministros de Educación Na cional se reunieron de vez en cuando para examinar los problemas de Interés común, pero fue en realidad el 4 de noviembre de 1946 cuando se constituyó oficialmente la Unes’co, integrada por 20 gobiernos. Hoy son ya 116 los que la integran, con dos observadores permanentes, Portugal y l Santa Sede, y al concluir las sesiones de la XIII Confe rencia General, aumentarán seguramente los estados miem bros. Tres órganos principales componen la Unesco: La Con ferencia General, formada por los representantes de los Estados Miembros, que celebran sus reunicines cada dos años, generalmente en París, y cuya misión esencial es la de elegir los miembros del Consejo Ejecutivo y al direc tor general, examinar y aprobar en su caso, el presupuesto bienal, orientar la labor de la organización y adoptar las convenciones y los acuerdos que se propongan a los Es tados Miembros. El Consejo Ejecutivo, compuesto por los delegados de 24 países (número que se aumentará seguramente), que los designa la -Conferencia General y se renuevan por mitad cada dos años, prepara ‘el orden del -día de las -reuniones de la Conferencia Generil, vela por la éjecución del progra ma y presupuesto, propone el de cada bienio’, presenta las solicitudes de nuevos países, y un candidato para el pues to de -director general cuando llega el daso. Es el ejecutor realmente de los mandatos de la Conferencia, en estrecha colaboración con la Secretaría o Secretariado. El Secretariado, integrado por funcionarios técnicos y auxiliares bajo las órdenes del director general, propone al Consejo Ejecutivd los presupuestos ‘de cada dos años, y cumple cuanto ordena dicho Consejo sobre las actividades propias de la organización. Por 5ltimo, las Comisiones Nacionales son órganos de cooperación de los Estados Miembros con la Unesco, aso ciados a sus trabajos y que aconsejan a sus propios go biernos y a sus delegaciones en la Conferencia General. Los delegados permanentes ‘cerca de la Unesco son el lazo directo entre ésta y los Gobiernos. El presupuesto de la Unesco se nutre principalmente de las cuotas fijadas- a cada Estado miembro (España paga actualmente su parte correspondiente del presupuesto to tal), del llamado Fondo de Asistencia Técnica de las Na ciones Unidas, del fondo especial de las Mismas, y de la propia cuenta, formada por otros ingresos vpluntarios ofi ciales o particulares. Setecientos millones de seres humanos no saben leer ni escribir, y la mitad -de los niños en el mundo no van a- la escuela: Tales cifras son lo suficientemente claras para -

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señalar la inmensidad del problema que se presenta ‘a la Unesco y al tjue debe enfrentarse: Con un presupuesto limitado, la Unesco sola, no puede resolver el problema, precisa la ayuda de los gobiernos y de los particulares, pero las otras atenciones especiales de los presupuestos nacionales dei an poco resquicio para enviar subvenciones a la Unesco. Dentro de la Organización, se comprende fácilmente que sea el Departamento de la Educación el más cuidado por el director general. Su principal labor es la de difundir los informes sobre los acontecimientos más importantes ocurridos en el terreno educativo, mejorar y extende± la educación esbolar por medio de los llamados proyectos principaies (el de América Latina se refiere, sobre todo, a: la formación de maestfos), en Asia, Africa y América, la de ayudar a la formación pedagógica, fomentar la educa ción extraescolar y la educación, para la comprensión in ternacional. Recientemente se ha discutido la conveniencia de crear un instituto Internacional de Planificación de la Educación habiéndose al fin creado, sin que de momento fundo neaún. El Departamento de Actividades Culturales se preocupa de intercambiar los informes culturales por medio de pu blicaciones, bibliografías y documentos, publicando, la re vista Museum cuantas ‘noticias técnicas se refieren a esta materia; otros folletos recogen los• acuerdos principales firmados para proteger los bienes culturales en caso de conflicto armado y cuantas convenciones se establezcan con fines similares. El llamado Index translationum publica la lista de la mayoría de las traducciones publicadas en casi todos los países. Capítulo aparte merece el esfuerzo dedicado por la Unesóo a la salvación de los monumentos llamados de Nubia, situados parte en Egipto y parte en el Sudán, de la destrucción total por efectos de las aguas del Nilo, al terminarse las obrás de. la presa de Asuán y por las inun daciones periódicas que este río producé desde tiempo in memorial. Un comité internacional, presidido por el rey de Suecia, integrado por representantes de diversos países, entre ellos España, han conseguido librar en parte dichos monumen tos, bien por su traslado a otros parajes, bien por haberles aisladó del efecto devastador de las aguas con diques u otras, protecciones. El coste excesivo, sin embargo, que implican estas obras, unos 300 niillones de dólares en to tal, imposibilita llevarlas a cabo con la rapidez necesaria y menos aún concebir esperanzas de una total salvación. Silos gobiernos çle los países ricos, Rusia y Estados tJni dos, .aportasen cantidades importantes (lo que no supon dna gran esfuerzo), el probléma estaría resuelto; en otro caso, no se obtendrá gran provecho de los desembolsos realizados. Los Departamentos de Ciencias Sociales y de Ciencias Naturales se ocupan de las materias propias de cada uno: Análisis del desarrollo económico, desarrollo inter nacional de tal’es ciencias, derechos del hombre, estadísti ca, aspecto social de la industrialización, etc. Las Ciencias .

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Naturales se preocupan de las investigaciones, de la Ocea nografía, de las fuentés de riqueza natural (zonas áridas, tropicales, alumbramiento de aguas, etc.), ciencias bioló gicas, minas, química, física, etc. El actual director general, René Maheu, hace especial hincapié en dedicar una parte dél presupuesto del próximo bienio a las investigaciones científicas, y desea no aislar este Departamento del de ciencias sociales, pues el hombre es un’ todo, al que es preciso estudiar en cierto’ sentido humanístico. No dejaré de citar el CERN o Centro Europeo de Inves tigación Nuclear, creado en 1954,la agencia internacional de energía atómica, el centro internacional de cálculo de Roma, y tantos otros que patrocina o subvencicna la Unesco. España está presente en todos ellos, sobre todo en lo referente a ciencias marítimas y nucleares.: No es preciso resaltar la importancia actual de la infor mación. La Unesco, por medio de su Departamento que lleva aquel nombre, se esfuerza en lograr una libertad, absoluta para la transmisión de las informaciones, supri miendo obstáculos que se oponen a la circulación normal de los objetos’ de carácter educativo, científico y cuitutal; en mejorar las técnicas informativas al formar buenos pe riodistas (centros de E’strasburgo y de Quito); en utilizar los medios audiovisuales para difundir la enseñanza y la información general; por medio de los llamados Bonos Unesco, contribuye a la adquisición en condiciones econó inicas de excelentes libros, peliculas y material científico y educativo, y copera a la producción de films educativos que distribuye entre los países. Pór último, el Servicio de Intercambio de Personas se preocupa, dentro de su limitado presupuesto, de la distri bución de becas, bolsas de’ viaje, intercambios de estudian tes, y de trabajadores voluntarios para que estudien en países extranjeros durante las vacaciones, .y de profeso res con ‘vistas a la investigación cultural y social. Enumerar al detalle las actividades de la Unesco me ocuparía mucho más espacio del que dispongo. Por ello, concluyo con la alusión a las obras que actualmente se desarrollan dentro del perímetro de la sede central aquí en París. Construido el actual edificio, e inaugurado por el fallecido presidente ‘Réné Coty en 1958, se ha quedado estrecho como la ropa de los chicos crecederos; ante la imposibilidad de ensanchar el inmueble principal, se de cidió construir un cuarto local ,con dos pisos’subterráneos, además de garaje y dos exteriores, para alojar a los, fun cionarios que pululan por los pasilles y se hacinan en ios despachos sin poder estudiar ni trabajar seriamente. ‘El primitivo local está adornado (!) con pinturas de Pi casso, Miró, Afro y otros artistas, muchos ,de ellos extraños en sus concepciones, que asombran .a tantos visitantes que acuden a’ diario a contemplar un estilo nuevo en la construcción. Támbién lbs jefes de Estado nos visitan de paso en París: ‘los emperadores de Persia, el rey de No ruega, los presidentes americanos y africanos, la princesa heredera de Holanda ,y tantos otros que encuentran interesante un edificio que a los cuarentones no nos agrada en .d absoluto. ,

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Notasbreves UN NUEVO Y MARAVILLOSO. TELEMETRO CON LA APLICACION DEL «LASERL—El Laser, utilizado ya en mu





chas formas, acaba de permitir una nueva aplicación, re velándose como extraordinariamente útil en la medida de distancias. Los investigadores del National Bureau of Standards han hecho circular un rayo luminoso aislado ,de un Laser, en recorrido de ida y vuelta, sobre una distancia de 100 me tros, gracias a espejos reflectores y a un prisma especial ha sido posible observar las franjas de interferencia for madas por la luz reflejada. Esta priznera experiencia ha permitido obtener una precisión del orden de cienmillonésimas. Para dar idea de esto bastará sabér que correspondería a una regla de 100 metros de longitud, sobre la cual se hubieran colocado 200 millones de graduaciones. Aún se comprenderá mejor si se tiene en cuenta que el patrón internacional de longitud (lóngitud de onda del Krypton 86>no es preciso más que sobre una distancia de 25 centímetros. Se esperan experiencias con longitudes súperiores a 100 kilómetros, si bien en ellas habrá que tener en cuenta la refracción atmosférica, que limitará algo la exactitud. Utilizando el Laser, junto con un reloj atómico, se lo grará medir la velocidad de la luz con precisión jamás sospechada. Una vez que esta novísima aplicación del Laser se haya industrializado, todos los telémetros, cualquiera que sea su, aplicación, pasarán a ser de esta clase, desplazando a muchos otros aparatos de topografía •y simplificando sus procedimientos. (Traducción del coronel Artero Soteras.) -

en defensa contra-carro. La intención era jnocurar un sis tema de armamento de gran potencia y elevada movilidad, capaz de ser aerotransportado y lanzado en paracaídas a tren de rodaje «oruga») de 90 milímetros, M-56,es un arma las tropas de asalto en una situación de cabeza de puente de infantería utilizada por el batallón de carros de. combate aéreo. El M-6 fue adoptado por cumplir con dichos re de las Divisiones Aerotransportadas correspondiéntes a la quisitos básicos. EJ M-56 no es un vehículo acorazado én el sentido estric organización ROA.D,hasta que se disponga de un sistema de to de la palabra; es un arma para la defensa contra-carro. armamentos más conveniente. El M-56 fue distribuido a las -tropas a principios de 1958. Sin embargo, debido a su sistema de rodaje por cadena y Su objetivo básico fue reemplazar el cañón sin retroceso su potente motor, constituye un sistema de armamento! ex de 106 mm. montado sobre jeep, utZlizado entonces por tremadamente móvil, maniobrable y traficab-le. Su «barca», la infantería aerotransportada como armamento primario construida en aluminio, le capacita para marchar sobre EL CAÑÓN AUTOPROPULSADODE 90 MM. M-56.—Deun articulo del capitán Joseph E. Alexander, en la. revista norteamericana «Armor»).—Ei cañón autopropulsado (con

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Çañón autopropulsado de 90 mm. M-56.

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terreno cenagosci o pantanoso, nevado y arenóso, con rela tiva facilidad. Sus facultades más valiosas son que puede ser aerotransportado en un avión de carga de tipo medio y que puede ser lanzado en paracaídas en operaciones del tipo de «cabezi de puenté aéreo». Su entretenimien to, reabasteoimiento y asflonomia de hacen cmpatible con las unidades dé infantería a las cuales presta apoyo. El sistema de cañón se emparej a íntimamente con él de la serie M-48 de carros de combate El tubo, cierre y bloque de culata son los mismos, excepto pequeñas dif e rencias. El sistema elástico se diferencia en que tiene dos cilindros de retroceso •conectados a la parte posterior del bloque de culata. El cureflhn M-88 soporta el cañón y el sistema elástico; en dicho cureñin, las operacioneS de puntería en elevación •y en dirección se efectúan a mano. El sector de puntería en dirección queda limitado a se senta grdoF4 sirviéndqse del movimierjto del vehículo para obtener mayores desviaciones. El equipo de puntería es el que plantea mayores proble mas en la instrucción del personal acostumbrado al manejo de carro de combate M-48. No existe equipo para la obten ción automática de datos de tiro, ta.i y como existe en dicho carro de combate. Tampoco existe telémetro, pues la determinación de la distancia al blanco se hace a la estima. El anteojo de puntería, M-9lD es el priiñario y solamente posee un sistema de punteria directa. Dicho anteojo es un alza del tipo balístico a la que. se ha super puesto unas escalas de distancia y dirección incorporadas a la misma, permitiendo dI apuntador marcar los datós transmitidos por el jefe del vehículo. Por otra parte, debemos hacer notar la imposibilidad que existe prácticamente para efectuar el ajuste del tiro sobre el blanco, debido a la violenta reacción del vehículo cuando ejecuta el disparo. La operación de disparar se hace bien manualmente (por medio de una palañca çlispa radora), o bien eléctricamente por medio de un botón mon tado sobre el volante de puntería en dirección, constitu yendo éste el método primario de disparar. El equipo de transmisiones de estás çañones autopropul sados consiste en un interfono para que el jéfe del vehícu lo. pueda controlar los movimientos de éste y del cañón

durante la marcha y el disparo, y un equipo de radio con banda de frecuencia de infantería (AN/VRC-1O) para comu. nicarse con el jefe. de la sección de cañones que dispone del equipo AN/VRC-l8. El vehículo está equipado con un panal de municiones que contiene 29 disparos (standard del cañón de 99 mm. del carro de combate). El cañón M-56 puede disparar cuales quiera de los mencionados disparos standard, aunque el retículo de su alza está marcado para acomodarse sola. mente a cuatro tipos de proyectil: alto explosivo trazador, perforante trazador, perforante de hipervelocidad y alto explosivo contrecarro. El entretenimiento e,igido por el M-56 es considerable mente menor que el necesario para el carro de combate principal. Considerando una situación de operaciones no:r mal, pn equipo de entretenimiento .bien organizado y diri gido empleará cuatro horas por semana para mantener el vehículo en buen nivel operatorio. Naturalmente que será obligatorio ejecutar fielmente el entreteniminto no:r mal diario antes, durante y después de su funcionamiento. Por lo demás, el sistema de suspensión es el que consume más tiempo para el entretenimiento, especialmente el ban daje neumático de las ruedas para la marcha en carrete ra y las cadenas con zapatas de caucho para la marcha en todo terreno. El M56, aunque no constituye la última palabra en ar mamento para la defensa contra carro, puede ser muy ef:i óaz y útil en áquellas unidades que nó sean capaces de soportar medios acorazados pesados. -

EL CAZA-CARROSDE LOS MARINOS NORTEAMERICA NOS.—.(Por el capitdn Walter J. Decata., ej fr revista iior teamericana «Armor»).—iLa méjor defensa contra un carro de combate es otro carro de combate. ¿Esto es cuento o reab lidad? No, es la doctrina actual y merece una atenta con sideración. ¿Men6spreciamos el hecho de que existen otros medios más prácticos y económicos para la defensa contra la ((bestia)) rugiente? Seamos prácticos. ¿Fue derribado Goliath por un San.

El «Onios».

camión comercial, militarizado, que. puede ser mantenido por la industria automovilista sin herramental o equipo espécial. e) Sencillez de operación.—La instrucción requerida a la tripulación del Ontos es mucho menos! extensa y no• requiere los conocimientos técnicos que algunos otros sis temas de armamento. Elt lo que respecta a la artillería, por ejemplo, el tiempo de instrucción requerido para for mar un artillero es solamente unas pocas horas más largo que el exigido para formar un conductor. No obstante todo lo expuesto, debemos hacer hincapié en que el Ontos no es un sustitutivo del carro de combate, ya que su misión primaria es la defensa contra-carro, es tando concebido como un complemento del mismo para ah via.rle de sus misiones defensivas estáticas, permitiándole utilizar su potencial completo, es decir, su potencia de fuego ofensiva y su efecto de choque. Las misiones que pueden asignarse al Ontos no están limitadas solámente .a las posiciones defensivas estáticas. Existen otras múltiples situaciones donde el Ontos puede constituir una valiosa contribución. El Ontos ha sido utilizado con éxito en maniobras de retardo de acciones enemigas, ocupando posiciones desenfi ladás y desplazamientos rápidos. La tremenda potencia de fuego, de su armamento puede forzar ai despliegue y maniqbra enemigo, haciendo su avance más lento y El vehículo es un arma primariamente defensiva con cumpliendodel una de las misiones básicas de la acción retar la misión de destruir los carros de combate ho.stiles u otros datriz. vehículos oruga acorazados enemigos. Con su excelente movilidad, el Ontos puede emplearse El Ontos posee abundantes características deseables pa-ra. en’ la reserva móvil para añadir flexibilidad al área de un arma contra-carro. Tiene gran movilidad, probabilidad la defensa anti-mecanizada. de obtener impacto con el primer disparo, peso relativa El Ontos procura a la División de Marina una defensa mente ligero, bajo costo, marcha y entretenimiento econó contra-carro disponible rápidamente en las fases iniciales micos, y sencillez de operación. da las operaciones anfibias, cuando las fuerzas terrestres Estas aptitudes no son justamente ninguna etiqueta co son más vulnerables al ataque de elementos acorazados. locada sobre el mismo, sino que son hechos reales ue ase También constituye un arma excelente para procurar la veran el rendimiento del Ontos. Analicemos esto con mayor defensa contra carro inicial durante las operaciones de atención. de grandes ríos. a) Movilidad.—Deb’ido a su diseño básico (tren de roda cruce su circunstancialmente misión ofensiva debe poseer• je por cadenas), el Ontos posee una movilida4 «todo terre el Enadecuado apoyo de ,otras tropas. Debido a su potencia no» que puede compararse con la de cualquier vehículo de fuego, el Ontos constituye un arma excelente para usaroperacional de las fuerzas armadas. Se dice que el Ontos se contra «blocaos», nidos y otras .posiciones fortificadas, posee aptitud para marchar sobre ciertas clases de terreno si bien su blindaje ligero visibilidad le hacen inaccesibles, tanto a los carros de combate como a los extremadamente vulnerable yallimitada ataque de infantería ene jeeps. Esto ha sido demostrado día a. dia en campaña por miga, por lo cual ha de ser apoyado por la otras tropas para los vehículos afectos orgánicamente a las divisiones, de evitar su pérdida o aniquilamiento’. Marina. La División de Marina posee un batallón contra-carro b) Probabilidad de obtener impacto con el primer dis de tres compañías contra-carro de 15 vehículos paro.—El cañón sin retroceso es por sí mismo un arma de compuesto cada una. El se utilizará normalmente para añadir confianza y gran para precisión. Mediante utilización del p-rofuxididad batallón fusil de puntería el ajuste del tirola la probabilidad a la defe’rjsa qontra4carro de la, División., en las zonas más vulnerables al ataque de obtener impacto al primer disparo se encuentra por principalmente acorazado. encima del noventa por ciento. El Ontos procura una pla El .jefe de la compañía contracarro es normalmente el taforma de fuego muy estable para el cañón sin retroceso de 106 mm., lo que elimina virtualmente todos los proble oficial contra-carro del regimiento de Infantería, organi mas que surgen normalmente al tratar de conseguir impacto zando y planeando las defensas contra-carro dentro del mis sobre el blanco con este arma. El sistema de control ce mo, e integrando el Ontos con el resto de las armas contra fuego es seguro y relativamente sencillo. Las armas pueden carro. (Esta nota y la anterior traducidas por el coronel dispararse individualmente, por parejas o en salvas de ingeniero de armamento Salvador E lirondo’.! seis, lo que proóura al vehículo una enorme potencia de fuego. UN NUEVO APARATO PORTATIL PARA RADIOGRAFIAS c) P?so ¿igero.—El peso relativamente ligero del Ontos CAMPAÑA.—(De ¿a publicación norteamericana «Army permite ser fácilmente transportado en avión, o en barca EN Re’search. atad Develop News Magazine»).—FÁ Laboratorio zas de desembarco én las operaciones anfibias; dos Ontos de Investigaciones S.ánitaris del Ejército Estadounidense pueden ser transportados en una barcaza LCM. Debido en, Fort Totten (Nueva York) ha construido (y diseñado) a su peso encuentra pocas dificultades en operar sobre un nuevo tipo de aparato! radiográfico’ transportable. terreno cénagoso, aranoso, neva.do y pantanoso, habiendo Rápidamente montable, se alimenta tanto de corriente marchado satisfactoriamente sobre bancales de plantacio alterne a 110-120,como ,a favor de una batería plata-cadmio nes de arroz. Con esta gran versatilidad, el On.tos puede y ur convertidor de 400 ciclos, por medio de un transfor emplearse en casi todas las regiones de la Tierra. mador especisl que suministra la necesaria tensión de d) Bajo costo y operación y entretenimiento económi 120 K. W., con una intensidad’ de 1,5 mA; estas caracterís cos.—Eh comparación con la mayor parte de. los sistemas ticas energéticas de baja .lntensida4 y elevado volteUe de armamento, el costo inicial del Ontos viene a tener el hancen -menor la exposición’ a las radiaciones. valor de una gota en un cubo. El motor es el de un gran

són? No, sino por un hombre pequeño denomlnadd David con una potente onda en su mano. El Devid del Cuerpo de Marina es el Ontos, y. su honda es los seis cañones sin retroceso de 106 mm. montadcs sobre el mismo. El vehículo Ontos se designa con el nombre técnico de «Cañón sin retroceso múltiple de 106 mm. autopropulsado vt-5O». Es un chasis con tren de rodaje «oruga)), armado con seis cañones sin retroceso de. 106 mm., •cuatro fusiles de puntería de 12,60 mm. M-8C y una ametralladora de 7,62 mm.M-1919A4, la cual se reemplazará. en el futuro por una ametralladora M60. Su peso es de unas 8,6 toneladas dispuesto para el combate, y en condiciones ideaiés posee una autonomía «todo terreno» de unos 80 Km.; sobre carreteras secundarias su autonomía es de 192 1Cm.,y sobre carreteras de primer orden dicha autonomía se eleva, a 272 Km. Respecto al armamento; dos de sus cañones sin retroceso (el 2 y el ‘5), pueden desmontarse rápidamente del chasis y montarse de nuevo sobre montajé individual. Este vehículo de forma rectangular y blindaje inclinado procura un buen grado de protección a su tripulación y municiones contra el fuego de armas portátiles y fragmen tos de metralla. La tripulación se compone de tres hom bres: jefe de escuidra (jefe del Ontos y tirador)!, conductor y ca.rgador. .

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•Punçionan4o a base de batería, la capci4ad de ren,di de artiller-la peá.da, etc. De hecho, como dijo el insppctor miento es de 165 radiógrafías por cargabaterfa, jéreito de Tierra, la Bundeswehr no contará De. poco peso, puede ser transportado por un solo Indi gnnalotrosde medios acora±ados que el carro Leopardo y ci viduo. De mininio consumo, fácil montaje y elevado ren ‘con vehículo c. o. -deveintitrés toneladas. A juicio de los técnicos dimiento proporcional. Es pcsible utilizar como fuente de alemanes, los dos medios acorazados presentados en el enérgía las baterías de los vehíóulos, lb que permite su campo de maniobras de Munsterlager son el resultado utilización incluso en las formaciones quirúrgicas avanza de muchos años de experiencias. Por lo- menos ti esto das. (Del coronel médico Parrilla Hermida.) parece que el Leopardo le gana al francés «AMX 30», ya que su motor ha- sido sometido a pruebas constantes des DOS NUEVAS ARMAS ALEMANAS.—Bonn Fueron ofi de 1957. Antes de su primera aparición pública, el carro cialmente presentados a la prensa nacional y extranjera -alemán ha hecho la friolera de ‘115.000Km. sobre- toda —doscientos periodistas en total—el nuevo carro alemán de clase de terreno, y el c. c. 106.0-00.Aquél, con 32 unidades; buarenta toneladas y el prototipo de un cazacarros de. vein éste, con 39. (Traducción Redacc-tón «Ejército».) titrés toneladas. Actuó de presentador el inspector del Ejér cito de Tierra de Ja Bundeswehr, general Alfred Zerbel. Del carro teníamos noticias por sus anteriores presen LAS AcTAS DE LOS CONSJOS DE GUERRA.—Eti estas lí taciones a los miembros de la Comisión de Defensa, del neas deseo tratar sobre ciertas dificultades, que, a trav6s Parlamento y al ministro francés, monsieur Messmer; ade de algunos años de práctica, he tenido que vencer en los más, la prensa había difundido- con todo detalle sus carac días de celebración de Consejos de Guerra, y sobre todo terísticas técnicas: El caza carros era casi descoriocidó. en los de oficiales generales, y creo que habrá ocurrido lo El carro alemán de 40 toneladas, bautizado! con el nombre ,mismo a casi todos los jueces y secretarios de causas. Estas de Leopardo en recuerdo del famoso -Tigre de la última dificultades se han derivado precisamente de la confección guerra, tiene historia, Años átrás Francia y la República de las actas de dichos Consejos de Guerra. Federal se pusieron de acuerdo para construir dos proto De todos es conocido que nuestro código castrense es extipos de carro armado, con el fin de someterlos después a tremadamenteexigente en cuanto a la redacción del referidc pruebá y aceptar el que reuniera mejores condiciones. El documento, como cualquiera puede comp-robar en su articu. elegido seria fabricado en común -por los dos países para lo 785 y sus correspondientes notas sobre jurisprudencia, en. sus Ejércitos y para aquellos otros de la OTAN que qui las que existen muchas causas de nulidad por defectos u. sieran comprarlo. omisiones en la misma. Además, para su redacción, se con cede un plazo «mientras el ‘Consejo deliberas, que resultaEL «LEOPARDO», PREFERIDO corto por la rapidez con que se desarrolla la citada deli y como han de firmar el acta varios componentes Puestos a la tarea, los ingenieros militares franceses cons beración, dei tribunal, contra reloj para que el documento truyeron un carro de treinta y cinco toneladas, el «AMX 30», esté dispuestoselolucha -antes posible. y sus colegas alemanes el que hizo sus primeras prue Naturalmente que no siempre ocurre igual, pues si es un bas ante los periodistas. Pero antes de llegar al momento Consejo normal, o sea que el Ministerio Fiscal y el defensor de la confrontación con su hermano francés, los técnicos limitan, a leer sus escritos de acusación y defensa, respec militares alemanes, asi como el Gobierno y la, Comisión se la formalización del acta no tiene dificulta-d al parlamentaria de la Defensa, se decidieron por el Leopardo, tivamente, pues todos sus detalles están perfectamente recogidos alegando que es superior su resistencia e inferior su precio guna, y explicados en el Código de Justicia Militar y por poca respecto al «AMX 30». Efectivamente, mientras -el francés práctica que se tenga se sale airoso del paso, pero ya no es cuesta millón y medio de marcos, el alemán saldrá de fá lo mismo si dicho Consejo de Guerra es -un poco «movido», brica a un millón cien mil. Sin embargo, y a titulo pura es, que el fiscal o defensor tengan que hacer modifica mente deportivo, las pruebas comparátivas de los dos pro esto ciones o ampliaciones de sus escritos, protestas de uno u totipos tuvieron lugar el 16 de septiembre en el campo de otro, etc., o que’ al hacerle el presidente las preguntas de maniobras de Mailly. precepto al procesado éste trate de justificarse con Zrases Aparte la diferencia de precio, parece que ‘ha habido o ñ-ienos largas hasta que se le hace ver la improce otras razones para la elección del Leopardo. Por ejemplo, más dencia sus alegaciones. En todos los casos expuestos es la cooperación con Inglaterra. El carro va armado de un imposiblede «coger a mano» todo lo que se dice por unos u cañón inglés de diez y medioSy la República Federal no otros, pues mientras se escribe, aunque sea una idea extrac puede permitirse el lujo de incumplir los contratos de tacla, se «deja de oir» lo que ellos siguen diciendo y, por compra a la Gran Bretaña sin poner en peligro las rela tanto, el acta queda incompleta y no refleja exactamente ciones entre los dos países. PQr añadidura, según decla- el desarrollo del acto, como exige el Código. ró a los periodistas el inspector de las fuerzas acoraza Recuérdo de una ocasión en que un señor fiscal, antes de’ das del Ejército alemán, general Herbert Reidel, los caño hacer acusación, se extendió en un largo preámbulo, tra nes ingleses son, hoy por hoy, inmejorables como tipo de tando su de,influir en el ánimo del tribunal sobre ciertas cir precisión en movimiento. De acuerdo con los- cálculos de cunstancias que él estimaba habían influido en la comisión los técnicos alemanes, el Leopcrdo habrá reemplazado, de del delito que se fallaba. Como es lógico, de aquella amplísi aquí a 1976,a los carrós norteamericanos «M-47»y «M-48», ma disertación sólo se pudo recoger unos cuantos apuntes actualmente en servicio en la Bundeswehr. Para- ello, la que quedaron plasmados en el acta, pero al llevársela para industria tendrá que fabricar de 1.500a 2.000 Leopardos en su firma se negó a ello por considerar era insuficiente lo que los próximos cuatro años. había reflejado en el documento de su bella pieza ora ‘El prototipo de cazacarros de veintitrés toneladas pre se toria. sentado es, -al parecer, una maravilla de la técnlcá. Está En otro Consejo de Guerra d oficiales generales estuve armado con un cañón de 90 mm., también británico, dos a punto de deshidratarme por los apigos pasa-dos. Se fa ametralladoras pesadas y dispositivos lanzallamas. Un mo llaba una causa de doce procesados en la que actuaban ocho tor policarburante, de 500’caballos, le permite alcanzar una En previsión de lo que allí iba a ocurrir, se “velocidad de 90 Km. por hora. A juicio de los expertos, se defensqres. llevó al acto un soldado que era un excelenté taquígrafo,’ trata del mejor vehículo c. c. de cuantos hay en servicio. -pero sucedió que algunos defensores pidieron varias veces En los cuatro años venideros el Ejército alemán de tierra la venia para interrogar a procesa-dos que ellcis no defen contará con 3.000 vehículos de esta clase, cuyo chasis, ade dían, y como el taquígrafo no conocía los nombres de los m4s, permitirá la producción de. una docena de versiones diferentes defensores, ni de los procesados interrogados, for distintas: portacohetes, transpórte de infantería, remolques mó tal «puré» de preguntas y respuestas que fue Imposible —

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Ambulancia blindada.

ordenar aquello. El acta que «salió» fue firmada por todos si protestas, pero sólo por la buena voluntad que pusieron en ello y no por su fidelidad. Para finalizar deseo sugerir que hoy en día, se podria em plear un magnetofón para grabar todo el desarrollo de los Consejos, pero ¿lo admitirían todos los presidentes sin estar autorizada oficialmenté tal innovación? (Comandante de Infantería Alfonso del Real Gon.aález.)

vanta.miento de las bajas. 3. Transporte de los heridos al P. de S. 4. Posibilidad de franquear terrenos contaminados. (Traducción del coronel médico Parrilla Hermida.)

LA ‘VAJNA COMBUSTIBLE.—En el número del mes de febrero de 1963, de esta misma revista EniaclTo; se publicó una información en la que se hacía resaltar el’ balance tan favorable que ofrecía la adopción de las vainas total o parcialmente combustibles, sobre la clásica vaina metálica. AMBULANCIA BLINDADA.—Modelode vehículo blindado, Hoy nos es posible presentar un par de fotografías de los utilizado como ambulancia por los Servicios de Sanidad del Ejército de Alemania Occidental. Se trata de un carro blindado ligero tipo Hotchlcinss, posee un blindaje resis tente a las armas automáticas y a los cascos de granada. Su longitud es de 4,65 m. y su altura de 1,90 m.; consume 80 lltros por 100 Km. y-posee un radio de acción de 350 Id lómetros. Sus paredes son oblicuas. El motor, embrague y conducción se hallan en la parte delantera ) dejan en la posterior un espacio libre para dos camillas y tres sentar dos. Dispone de calefacción, diátáfono y un equipo de ra dio. La tripulación se compone de: un conductor, un jefe de coche, que se halla en relación permanente con su uni dad, y mi operador de radio. Este personal se halla instrui do como enfermero-camillero. Dispone del material sanitario siguiente: dos camillas, dos bolsas con material de curación, férulas tipo Kramer, baxters, tubos para intubación y un aparato para respira ción artificial. La pequeña capacidad del vehículo se compensa por el hecho de que no se utiliza más que en el transporte en vanguardia (3 a 5 Km.), lo que permite numerosos viajes. Disparo completo con proyectil de carga hueca y vaina parcialmente combustible. Misiones: 1. Acompañar a las tropas combatientes. 2. Le..

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rns reciente proyectos norteamericanos de esta nueva mo dalidad de vainas, en unos de los cuales se puede aprecia:r la solución adoptada para conseguir también el estopín completamente combustible. (Traducción de la Redacción de «Ejército».)

Vaina combustible para el obús de 152 mm. Vainas combustibles para el obús y cañón de 105 mm. y vaina combustible para el cañón de 120 mos.

• .EL HELICOPTERO «CHINOOK» EN EL EJERCITO NOR TEAMERICANO.— Acaba de adjudicarse un contrato para

que la Vertol Division, de la casa Boeing, amplie el pedido de helicópteros CH47A para el ejército norteamericano. Los helicópteros Chinook operan con las unidades tác ticas de la 11 División de Asalto Aéreo, participanØo recien temente en la operación «Soldado del Cielo 1», que consti tuyó un ensayo cJe campaña para la evaluación de los conceptos de movilidad aérea de las tropas del Ejército.

El helicóptero «Chinook».

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La misión primaria del Chinook es desplegar rápidamen te las unidades tácticas con sus equipos y armamentos, dentro •de la zona de combate. El helicóptero medio de transporte está impulsado por dos motores de turbina Lycoming T-5&,y su tándem con rotor puede transportar una carga útil de siete toneladas. En la figura adjunta se muestra en vuelo el Chinook CH-47A. (Tomado de las informaciones recibidas en «-Ejér. cito».) -

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DeCriptografía SOLUCION ALPROBLEMA NUMERO 4 (PubIicaZo en diciembre último) De la observación directa delcriptográma loúnico que

podenios deducir es que se trata de un texto liteial, en grupos de seis letras. Como no vemos nada más hacemos una estadística:

D E F G FI 1 J K L M Ii O P.Q R 5 .T U ‘Y A B C le la 2alaihlbla1kid2bla1.ala2alglala2g3ale3ala4b4blala 2glg 5j 2t-ly lj lc la lj le 2b lb lb if l 3k lecls lg lq 11 lj 4j lj 2k lz lh 2w 1k 2e 2g le 2h lj 1ra1w u 2w 4j la 5k lq 5k 2kIr lx la6jlglL lj la 1k lo 2x lj lx 1k lu la 1w 2wIh2mlolxlwlY 3k 2k ln2wlq t 1L 1L3w 2n itly ln .2m2qlwl iz 3u lplxlr lo lv lq ln4s .1v 1q II la 9,w 6w lqlv 2w 2w lu 1w lx lx lr2w 2w 2x lu2x 2y 2z lw4y lox3z 2y 5z

X Y

1

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ld 30 lb 2b. le ld 4c lo 2g if lg 6g 1j2g2ilj 1L11 2j 2k 2m1J3k10 lnlklL3S 201L2P1X 3plmlq2z 3qlv

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2u2SlY

.

.

.

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4

W

6x1V 8y 2w 6zlY 22 18 14

3 3

2 21

5 6 31 32 6

Las 26 letras del alfabeto están en el criptograma, con frecuencias que van desde 2 hasta 44. Ya se dijo en proble mas anteriores que, en español, lo normal es que se em pleen entre 20 y 23 letras, es decir, que tratándose de una sustitución letra por letra, deben faltar de 3 a 6 letras. Sin embargo, en este caso, a pesar de que la estadística tiene todo el aspecto de una sustitución simple (letras muy fre cuentes, otras raras y algunas de frecuencia media), apa iecen las 26 letras. ¿A qué puede obedecer esto? A varias causas; entre ellas: Que se hayan cifrado palabras de ori gen extranjero, en las que estén las letras que Si español no se utilizan (W, E, en esta hipótesis, las letras que cifran a las W, E,..., del claro estarían entre las mçnos frecuentes. Que haya letras que no representan letras del claro, sino que tienen otro significado. o misión (números, signos de puntuación; separadoras, etc.). Que se hayan introducido letras en el criptograma sin darles misión ni significado, sólo con intención de dificultar nuestra labor de descriptación. También puede ocurrir que sea una com binación de estos dos últimos casos, letras que en determi nados lugares tienen significado y en los demás no. En fin, una serie de posibilidades, de las que a priori no podemos saber cuál es la verdadera. Esto quiere decir que la estadistici sólo puede tener para nosotros un valor relativo, hasta que sepamos con seguri ad lo que ocurre en el criptograma, pues cualquier hipó: tesis que hiciésemos basándonos en ella carecería de fun damento. Necesitamos encontrar otro camino para conti nuar la descriptación. Podemos hacer trabajar nuestra imaginación, y partieri do de la base de que se trata de una sustitución letra por letra con alguna complicación desconocida, imaginar de qué podría tratar el mensaje y suponer la existeñcia en él de alguna palabra o frase. En este caso, lo único que tenemos para ayudarnos en este trabajb intuitivo es el enunciado del poblema. Vamos a leerlo de nuevo. Naturalmente, las hipótesis que podemos hacer son muchas, pero casi todas tendrán algo en común. Veamos; se trata de unos agitadores que actúan en una región fronteriza; ya sabemos en qué consisten las activi O.);

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6 7 12 5 14

7 18

4 44 29 21 2o

dades de esta gente: propaganda para sembrar el descon tento, huelgas, actos de sabotaje, incendios, manifestacio nes, etc.; faltan unos días para la fiesta de la independencia del país, ¿qué mejor ocasión de demostrar su fuerza? Muy bien pudiera tratarse de unas instrucciones sobre lo que han de hacer ese día. De aquí podemos suponer la existen cia en el crijtograma de una serie de palabras, por ejemplo: manifestación, frontera, terrorismo, indeendencia, desfilemilitar, etc. Estas son las que, en términos criptográficos, se llaman ((palabras probables». Cada palabra tiene sus carácterísti cas propias; por ejemplo, la palabra manifestación» tie ne: dos A separadas por seis letras, dos N separadas por nueve letras, dos 1 separadas por seis letras; además, la posición relativa de estas létras unas respecto a las otras. En seguida vemos que hay unas «palabras probables» me jores que otras. Es muy diferente tener como palabra probable «manifestación», que «huelga», pues en ésta la única característica que hay para apoyarse es que tiene seis letras diferentes; pero, incluso en este caso, si estu diamos los lugares del criptograma donde hay seis letras diferentes seguidas y comparamos las frecuencias en la estadÍstica de las letras del criptograma con las frecuencias normales en español de las áorrespondientes letras de la palabra probable, seguramente encontraremos pocos sitiós en que nos encaje, y por tanteos sucesivos hallaremos el hitar correcto, si la palabra está en el criptograma. En este daso, si suponemos ‘que se trata de unas instruc ciones a los agitadores, en víspera de la fiesta nacional, la palabra «independencia» nos parece la más probable y ade más tiene unas características muy acúsadas. Si ésta no diese resultado ensayaríamos otra. Veamos qué características tiene esta palabra: tres E con intervalos de una y dos letras; tres N con intervalos de cuatro y dos letras; dos D con intervalos de cuatro le tras, y dos 1 con intervalo de diez. Es decir, es una palabra fácilmente identificable si está en el criptograma. Para ver dónde puede estar, empezamos recorriendo el criptograma desde el principio. Para que nos sirva de re ferencia, elegimos una de sus características; por ejemplo,

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las tres É separadas por inervaios de una y dos letras; como no sabemos por qué letra estará representada la E, nos servirán en principio todos los lugares donde haya letras igual situadas así: X X X. Una vez encontrados, veremos si se cumplen las demás condicionea. Siguiendo esta marcha encontramos los siguientes luga res donde se cumple exactamente la condición: (1) grupo 17 = KUKYPK y (2) grupo 35 = KSKXBK; y luego otros donde no se cumple, pero tiene una forma muy parecida: (3) grupos 7-8= AOZAGA, (4) grupos 15-16= KYGKZSQK, 5) grupos 20-21=WOQWZBW, (6) grupos 2-23=KQAKUK, (7) grupos 24-25= KUKWYCK, (8) grupos 31-32= JZSJZZJ (9) grupos 57-58= XGXKX. Examinemos primero los sitios, donde está justa la com binación de letras, pero con cierta precaución, pues -no po demos erdar de vista que puede haber algo para desorientamos en el criptograma. Veamos si s cumplen las otras condiciones de la palabra probable que hemos elegido. En la (1) :‘las letras que prece den a la primera y tercera E han de ser iguales: no lo son (Q y P)); las letras que están dos lugares antes de la primera y tercera E y la que sigue a ésta también tienen’que ser igua les: no lo son (5, Y, M) y las demás condiciones tampoco. En la (2) sucede lo mismo. Ya hemos eliminado las dos mejores posibilidades, pero antes de desechar la hipótesis, exami nemos las demás. La (3) tampoco cumple ninguna con dición. La (4) tampoco. La (5) tiene la forma W W W; examinemos la zona donde se encuentra: las letras que pre ceden a la prixñera y tercera E han de’ ser iguales y lo son (3, 3); las letras dos lugares antes de la primera y tercera E y la que sigue a ésta también han de ser iguales; esta condición se cumple a medias, las letras dos lugares antes de dichas E. sí son iguales (Z, Z), pero la que sigue a la tercera E no lo es (E); sin embargo, observamos que la letra siguiente sí es una Z; si la (E) no existiese, la cosa -

- -

-

- -

ABCDEF

U

.lc 2a2a2tlh 2glj 43 ly 2jlklk 4klt4w ‘t2nh1w ls , 1w 2x 2y ‘(>2z .

H

1

-

-

J ‘K L

serÍa perfecta. Continuemos con la otra condición: las letras tres lugares ántes de la primera E y tres lugares después de la tercera E han de ser iguales; en el cripto grama, tres lugares antes de la primera E está la4 y tres lugares después de la tercera E está la 5, pero igual que antes, vemos que a la ,S le sigue una A. Parece como si después de la tercera E, en el criptogra ma sobrase una letra y entohces, tanto la Z como la A estarían en su sitio. La’ única que puede sobrar es la (E) que sigue a la tercera E y que está en quinto lugar de su grupo de seis letras. Por otra parte, entre la pripiera y se gunda E sobra una letra, pues la forma que buscamos es XX_X y la que tenemos XX_X; estas dos le tras están en quinto y sexto lugar. Se nos ocurre que si la letra que nos sobra después d.e la terdera E está en quinto lugar y la que nos sobra entre la primera y segunda E en quinto o sexto lugar, el único común a las dos es el quinto, ¿no podría ser que todos las letras que estén en quinto lugar de los grupos de seis fuesen nulas, es decir, que nó tuviesen significado claro y sólo sirviesen para confundir al descriptador? Erítonces —% todo encajaría perfectamente. Dentro de la poca confianza que nos inspira la estadís tica quehemos hecho, podemos ver qué tal va esta hipó tesis con las frecuencias que hay en ella: claro INDEPENDENCIA criptograma AZBWQWZBWZSAK una vez sui•rimidas las letras en’ quinto lugar. La A (texto) para la ¡ (claro), va bien. La Z (texto) para la N (claro), va bien. Y así sucesivamente vemos que las frecuencias Aceptada se la corresponden. hipótesis, para cçntinuar la descriptación necesitamos hacer una nueva estadística prescindiendo de todas las letras en ,quinto lugar de grupo. ,

-

-

-

M N 0

2

Q R STUVWXYZ

2alwlj 31a1a3a2j lm3k2j 63 1k-le 2b.lglk 1k .2k 4k lu2elgIolu 3u 7w: 1w 4w 1





,‘



,



...

-

-

lq4s’ 2u7u 2wlw lox3x lySy

-



-

.

-



4alq 2a lglu 23 6k. 1w it Ip 2w 3w 2y

-

4b4b la

la 4clelb 2b lg 3c le 2d 3g2ilg Sg 1L13 u 13 2w2k 43 lq in lL 4k 2a ip 1w lq, lx lq 3q’3w 3s 35 ly 2u it 1w 1w -

9x

Sy 7z l

1611

2

2’



19

1

3 30 32 3

El aspecto general de esta estadística es igual que en la primera, pero en ella no aparecen más que 23 letras, lo que resulta más tranquilizador. Si comparamos las dos estadísticas observaremos que el cifrador había utilizado para dolocar en los quintos lugares de cada grupo prefe rentemente letra raras en el criptograma, con objeto, de que apareciesen las 23 letras del alfabeto y también dd igualar, en lo posible, las frecuencias de todas las letras; si el texto hubiera sido más largo 16 habría conseguido. Eliminado el elemento extraño de criptograma, la mar cha a seguir es.la misma que en ejercicios anteriores, con la ventaja de que, al tener situada una palabra, inmedia. tamente podemos establecer algunas equivalencias: A (tex

64

7 3 1 to)

=

311

—13

517 —44262017

1 (claro), Z (texto)-= N (claro), 3 (texto), = D (claro),

(texto) = E (claro), Q (texto) = P (claro), 5 (texto) = C (claro) y K (texto) = A (claro), que al comprobarlas con W

‘las frecuencias de la última estadística van bien. Llevamos estos valores, al criptograma (donde habremos tachado las, letras en quinto lugar o, mejor, copiado de nuevo prescindiendo de ellas) y rápidamente llegamos al final de la descriptación: o

a MOMENTO DE DAR EL GOLPE DEFIÑITIVO STOP ES PRECISO APROVECHAR LOS DIAS QUE FALTAN PARA LA FIESTA DE LA INDEPENDENCIA PARA ELEVAR AL MAXIMO EL HA LLEGADO

0

de Cpntraespion;aje. En varias ocasiones ha demostrado excesivO interés en cuestiones militares. Una prolongada y discreta vigilancia del individuo en cuestión no descubre nada importante. Para agotas todas las posibilidades, son intervenidos cuantos artículos entran o salen de su cantina. Un día es intervenida una caja de botellas de vino. Son’íetidas las etiquetas de las botellas al debido tratamien PROBLEMA NUMERO 5 as actividades del dueño de una cantina en un pueblo to, en una de ellas, escrito con tinta invisible, se encontró cercano al frente han despertado las sospechas del Servicio el siguiente mensaje: DESCONTENTO DE LA POBLACION CON OBJETO DE HACER FRACASAR LOS AGrOS CONMEMORA TIVOS ESPECIALMENTE LOS DESFILES MILITA RES MEDIANTE GRUPOS DE DESCONTENTOS QUE EXTERIORICEN SUS PROTESTAS DURANTE. LOS MISMOS.

38492

94859 38578 34873

56198 31827 38295 87540

24872

38754 79216 84042

95737 81388 52726

38847

36558 83750 22947 72748’ 35747 ‘29717” 26127 58836 51872 38925

69285

59402 96285 73590 46510 73759 27427 81293 90429 91835



84477 35726 83019

48295 94056

10738

,

19275

77247

,



.

.

37630 475.27 58384 77340 39275

95924 87372

57759 22775 ‘

01379

95405

65295

7572 83926 55927 381.72 95904 56107

65633 78402 29577 49247 37577 52729

01924 94773



61073 40846

12992’ 75,018 36285 29182 94818 73561

59284 75736 58358 65042 91792 75722 91092

Nuevasestáciones«Radio»deF.M. en el EjércitodelosEE.UU. Capitán de Ingenieros, del Sv. de E. M., ‘Joaquín FELIU SALINAS,ex alumno de la Escuela de Transmisionesde Forth Manmouth (EE. UU4

Reci&xtemente han sido prodo gados por cinco años los acuerdos éxistentes entre Eapaña y los Estados Unidos, previamente actualizados, con arreglo a las exigencias y situación internacional impeiLantes en el día de hoy. Uno de los aspectos a que se refier dicha actualización apunta a la modernización del material con que como resultado del tratado suscrito en 1953 se dotó a algunas unidades de nuestro Ejército. Puede, por elloS,ser útil divulgar las características de algunas de las estaciones de radiotelefonía que últimamen te han entrado en servicio en las Fuerzas Armadas de aquel país, y de las que es posible que en el futuro estn provistas las nuestras. Vamos, pues, a tratar én •este artículo de la estación AN/PR-25, dejando •para otra ocasión la serie de las AN/VRC-43 a 49, huevos modelos ambos que han reempla zado este año a as viejas AN/PRC-8 a 10 y AN/GRC-3 a 8, respectivamente, que ya eran corocidas por nosotros. La estación AN/PRC-25 reemplaza, como se acaba de de cir, a las AN/PRC-8, 9 y l0 por lo que vamos a recordar brevemente las principales características de estas últimas Estación AN/PRC-8

AN/PRC-9 AN/PRC-l0

Arma Carros Artillería Infantería

Enlaces

para por comparación poder establecer, las ventajas logra das con el nuevo modelo. A.N/PRC-8, 9. y 10 Éstas estaciones fueron diseñadas para el transporte por el operador y suministrar comunicaciones «radio» dé corto alcance para unidades de carros, Artillería e Infantería respectivamente, pudiendo ser instaladas en vehículos y utilizar como generador la batería del mismo. Las tres estaciones son iguales, a excepción de la gama de frecuencias y número de canales. Constan esencialmente de un transmisor-receptor que funciona en fonia, pilas para su empleo portátil, grupo transformador para el caso de funcionar conectadas•. a la batería del vehículo y antenas de cinta, varillas y fijas; estas últimas para el caso poco usual de ser las estaciones’ instaladas con cierta permanencia. Su radio de acción puede estimarse .de unos 4 a 8 kiló metros, y su empleo normal, así como sus frecuencias y’ número de canales, se dan en el siguiente cuadro:

Empleci internos compañías y bátallones.

Redde tiro del grupo.

Enlaces,pequeñas unidades.

Canales

Frecuencia 20 .a 27,9 mc. 27 a 38,9 » 38 a 54,9 »

80 120 ‘

190

65

Sus- dimensiozies son 27 x 8- k 49 cm. y su- peso,- inclu’en do la batería, de unos 12 kilogramos. -‘

-



Receive-Transmit: Disuestala estáción para: funcio nar manejada por el operador. Remote: Empleo a distancia conectada a una línea te lefónica. Relay: Para actua.r como relé o estación intermedia,, permitiendo la recépción en una frecuencia y retrans -

-

AN/PRC-25

-

Esta estación recibe tres denomiñaciones distintas según el procedimiento de empleo, aunque sus características téc nicas y principales componentes sean los mismos.

-

-

-

-

-

-

.

-

—*

-



misión

AN/PRO-2-5 para ser utili-záda como portátil solamente. AN/VRC-53 para ser instalada en cualquier clase de

-

vehículo,

-

.

portátil o én vehículo. Por su gama de frecuencias puéde reemplazar a cual quiera de las AN/PRC-8, 9 y 10, así como entrar en malla con la serie de las AN/VRC-43 a 49 aunque está diseñada para operar a más cortas distancias que estas últimas. Sus principales características, son las siguientes:

del operador:

de esta estación son el microteléfonci

-

-

-

Tip? de modulaciónFrecuencia

modulada.

-

--

-

como

-

-

componentes

-

H438/GR común a cualquier estación de «radio»; la entena cortá de cinta y tres pies de longitud AT-892/PRc-2-5 pan emplear con la banda alta;la anterra larga de varillas y diez piesde longitud para utilizar con la bandabaja,y finalmente la pila BA-386/PRCL2Sque suministra las corrientes necesarias de 3 y 15 y. laprimeraparaalimentar el filamento cJe la válvula amplificadora de potencia y la segunda para alimentar los transistores, y previamente transfórmadaen 150V. suministrar el voltaje necesario -a. la placa’ de dichaválvula. El pesode laestación completa, incluyendo lapila., no llegaa los10kilogramos, y susdiménsiones son28x 10x 28 centímetros.

-

AN/GRC-125 puede ser -empleada indistintamente

-

Otros

en otra sin intervención

-

-

-

-

30 a 75,95 mc. en dos bandas. Banda baja 30-a 52,95 mc. Banda alta 53 a 75,95 »

Gama de frecuencias

-

Número de canales

...

Separación

920. Kcs. -

de canales50

-

-

OperaciónFonía.

--

-

AN/VRC-53

-

vats. 4 a 8Km.

-

Con excepción del amplificador de potencia está com pletamente transistorizada y el montaje está realizado con circuitds impresos. - Se ha pretendido en- su construcción alcanzar un elevado grado de solidez, resistencia y facilidad de manejo; resul tado que se ha logrado plenamente, consiguiéndose - una estación muy ((dura.)) y manejable con gran aptitud para el enlace de las pequeñas unidades de Infantería, Artillería y carros en la zona de óombate, El principal componente de esta estación es el réceptor - transmisor RT-505/PRC-25 alojado en un envase a prueba de agua y cuya sintonía es efectuada manualmente con un volante graduado cada 50 Kcs. Tres son las modalidades de empleo de la misma que responden a las tres posiciones que puede adoptar el man do correspondiente: -

20 a 27,9 mc.

ÁN/GRC-125

canales-100

-

-

AN/PRC-9

ModulaciónF. OperaciónFonía. AlcanceDe

M.

Potencia1,2

v.

Peso12 Dimensiones49

Kc. 100

-

F.M. Fonía.

38 a

-

-

-

-

1 w.

-

0,9 w.

Kg. aprbx. x 8 x 27 cm.

54;9 mc.

170 100 Kc. F.M. Fonía.

4 a 8 Km. aprox.

En este cuadro se observan claramente las ventajas de sustituir las tres primeras por la última, especialmente por lo que- se refiere a las fácilidades de suministro, almacena miento y reparación al contar con un único modelo. El aumento de frecuencias es- verdaderamente notable, y

66

-

ÁN/PRC-1o

27 a 38,9 mc. 120

Kc.

-

Esta reúne los componentes de las dos estaciones ante riores, por lo que puede utilizarse instalada en el vehículo funcionando con su batería, o transportada por el operador y alimentada, naturalmente, por pilas. Lo americanos, comúnmente, suelen llamarla la sON0FF vehicle» set. Para sintetiáar lo expuesto se presenta a cortinuación un cuadro comparativo de estas estaciones.

-

Separación

-

-

-AN/PRC-8 Frecuencia•... Número de canales80

.

Esta estación es la versión para vehículos de la anterior, y puede instalarse en éstos recibiendo su alimentación de la batería de 24 V. de los mismos. Sus principales componentes son el receptor-transmisor ya- descrito, la antena de varilla AT-912/VRC,que es la mis ma gue se emplea en la serie de las AN/VRC-43 a 49, y el grupo transformador OA-3633/Gac que ya instalado junto con el receptor-transmisor en un chasis metálico, y es el que proporciona a la estación la alimentación necesaria, y que va acoplado a la batería del vehículo con un cable de unión da 10 pies de largo denominado CX-470/VRC Todas las caractenisticas de esta estación, como ya se ha dicho, son iguales a la anterior.

-

Potencia1,5 Alcance-De

-

y

AN/PRC-25 30 a 75,95 mc.

920 50 Kc. F.M. Fonía. Similar. 1,5w. 10 Kg. aprox. 28 x 10x 28 cm. -

contribuirá a paliar ése problema que a vecés llegi a cons tituir una auténtica pesadilla -de repartir frecuencias a las unidades operando en vanguardia. Finalmente, la dfsminución de peso y dimensiones consti tuye un factor muy digno de tenerse en cuenta, especialmen

e

te en su Empleo cOfliOportátil; y su casi total transistoriza ción y construcción con circuitos impresos disminuye con siderablemente las posibilidades de averías. Conclusión Para una mejor comprensión de cuanto antecede y dado el carácter de divulgación de este artículo, juzgo oportuno dar una breve idea de la nomenclatura empleada en el Ejér cito de los Estados Unidos para definir el material de Transmisiones, aunque ésta sea probablemente conocida por muchos de los lectores. La sigla inicial AN (Army-Navy) indica que se trata de un equipo completo, y no una parte componente; es decir: un teletipo, una central telefónica o, en el caso que nos ocupá, una .estación de «radio)). A continuación del trazo inclinado se encuentran tres le tras.

La primera se refiere a la instalación de la estación; así: G (Ground) es una designación genérica de instalación terrestre; M, móvil, T, transportable; P, portátil, y y, so bre vehículo. La segunda letra señala Fa.clase de aparato: G, teletipo; C, multicanal; E, radio; X, facsímil; T, central telefónica. La tercera letra indica la finalidad o propósito del equipo, así: R, recepción; C, comunicación; M, entretenimiento.

Por último, después del guión figura un número que identifica el modelo. Las partes componentes de los equipos no llevan la sigla AN, sino que las letras situadas delante del trazo inclinado indican la clase de componente, y las situadas detrás, el equipo a que pertenecen. Veamos para terminar algunos ejemploi: AN/PRC-25: Estación de «radid» portátil. AN/VEC 53: Estación de «radio» instalada, en vehículo. RT-505/PRC-25: Receptor-transmisor de la estación de «ra dio)) AN/PRC-25. AT-912/VRC: Antena empleada en estaciones de «radio» montadas sobre vehículo. A’r-892/PRC-25: Antena para utilizar exclusivamente con la estación de «radio» AN/PRC-25. H-138/GR: Microteléfono para empléar con cualquier esta ción da «radio» terrestre.

BI5LIOGRAFíA

Textos y Conferencias de ¿a Signal School de Fort .Mon mouth (Estados Unidos).

Competidionesmilitares Teniente coronel de Artillería Miguel RODRIGO ARAGONES, secretario de la Junta Regio nal de Educación Fisica de la Novena Región Militar.

Finalizadas las Competiciones Deportivo-Militares del año último, parece oportuno hacer un resumen de las mismas. Al margen de las competiciones puramente militares y como complemeáto de ellas, los jefes, oficiales y suboficia les de nuestro Ejército tuvieron ocasión de competir, en :Valladolid, los días 26 y 27 de junio, en los Campeonatos Militares de Arma larga y corta, respectivamente, consi guiendo puntuaciones discretas en fusil y buenas en pistola, originadas estas últimas por el mejoramiento de las armas y municiones y por una mayor dedicadón y disponibilida des de campos de tiro para esta modalidad. A menQs altura estuvieron las marcas logradas con fusil, en las que el equipo de Jefes y Oficiales de la Novena Región consiguió el título nacional •con una puntuación que realmente no pasa de ser discreta, pero que acredita su. solera. •

La clasificación

1.’ 2.’ 3° 4.’

por equipos quedó así:

No ena Región Militar Departamento Marítimo de Cartagena Capitanía General de Canarias Octava Región Militar 5.’ Comandancia General de Melilla 6.’ Comandancia General de Ceuta 7.’ Cuarta Región Militar 8.° Primera Región Militar 9Y Tercera Región Militar . 10. Capitanía General de Baleares 11. Sexta Región Militar

Puntos 1.102 1.074 1.063 1.030 93Q 981 743 731 708 614 455

En la prueba de suboficiales por equipos (compuestos de tres tiradores, como los de jefes y oficiales) intervinieron además de los del Ejército de Tierra, los de Aire, Marina y

la Guardia Civil, que fue el vencedor con una mrca

de más.

categoría, La clasificación 1.’ . Sexta

zona

final fue:. de la Guardia

Puntos Civil

.2.’ Departamento Marítimo de Cartagena 3.’ Comandancia General de Ceuta Primera Región Militar Novena Región Militar 6.’ Octava Región Militar Comandancia General de Melilla 80 Capitanía General de Baleares Región Aérea Atlántica 10. Tercera Región Militar

1.223 1.085 893.

...

4,0 50

70

- 9,0

11.

Cuarta Región Militar

846 822 816 806 774 730 610 507

En ¿as pruebas con arma corta y con’ participación de equipos igualmente constituidos las respectivas clasifica ciones fueron:

Categoría de jefes y ofic.láles: Quinta Región Militar - -. Segunda Región Militar‘ 3,0 Región Aérea Central 4,0 Jurisdicción Central de Marina 5,’ Primera Región Militar 6.’ Departamento Marítimo de Cartagena 7.’ Comandancia General de Melilla 8.0 Cuarta Región Militar 9.’ Capitanía General de Canarias 10. zona Aérea de Canarias 1.0

2.

Puntos 1.646 1.627 1.615 1.614 1.608 1.595 1.583 1.582 1.567 1.534

67

Puntos 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18.

Puntos

1.505 1.487 1.431 1.407 1.397 1.392 1.389 1.354

Novena. Región Militar Octava Región Militar Sexta Región Militar Tercera Región Militar Comandancia General de Ceuta papitanía General de Baleares Región Aérea de Levante Región Atlántica .

..

13. Novena Región Militar 14. Zcna Aérea de Canarias 15.’ Infantería de Marina de San Fernando 16. Capitanía General de Canarias 17. Octava Región Militar 18. Segunda Región Militar .

A primeros de febrero se celebró en Madrid el Campeo nato Nacfional de Campo a Través. Participaron los tres Ejércitos. Venció, fácilmente en la individual el palentino Mariano Haro, represent.ante de la Sexta Región Militar. Por equipos triunfó el del Ejército de Tierra por medio del de la citada Región, que tiene verdadera solera en esta modalidad. Fue segundó.el de la Cuarta Región. Una selección de los tres Ejércitos tomó parte en los XIII Campeonatos Internacionales de Cros.s celebrados- en Túnez en febrero, bajo el control del Consejo Internacional del Deporte Militar (C1SM) En dicha prueba, España qüedó clasificada en quinto lugar de los 12 equipos que participa ron, siendo el belga Allonsislis el vencedor y consiguiendo Haro un honrosísimo quinto puesto en la individual, a tan sólo cinco segundos del campeón. En la imperial ciudad de Toledo tuvieron lugar durante la primera quincena de ‘julio los Campeonatos Nacionales de Esgrima (espada), Tetralón Moderno,’ Concurso de Patru llas y Patrullas de Tiro. En Es grima se presentaron 27 jefes y oficiales. Venció el representante de la Tercera Región, capitán de Artillería González Palazón: Por equipos, la Comandancia General de Ceuta venció holgadamente, ya que consiguió les puestos tercero, çuarto y quinto. Los primeros clasificados fueron: 1.’ Capitán de Artillería, Tercera Regi6n Militar, don José González Palazón. 2.’ Teniente de Infantería, Primera Región Militar, don Juan Salnz Lemas. 3.’ Comandante de E. M., Comandancia General de Ceuta., don Pedro Rico Sánchez. 4.’ Capitán de Infantería, E. M. Ceuta, don Juan Antón Ordóñez. 5.’ Capitán de O. M., Comandancia Generad de Céuta, don Francisco de Haro Vega. En Tetralón Moderno sólo se presentaron nueve oficiales, destacando su vencedor, capitán del Ejército del Aire, Lodos García, que consiguió una puntuación de verdadera cate goría internacional, 3.827 puntos. Confirmó su gran clase el subcampeón, teniente Junquera del Arce, de la Séptima Región, si bien éste quedó a distancia del vencedor al no puntuar en tiro. La clasificación individual :quedó así:

En la categoría de suboficiales, la participación no fue tan numerosa, volviendo a vencer el equipo de la Sexta Zona de la Guardia Civil, que tenía a su favor la veteranía de sus componentes. Puntos La ciasificación fue: 1,514 1.’ Sexta Zona de la Guardia Civil 1.406 2.’ Región Aérea .de Levante 3.’ Departamento Marítimo de ‘Cartageha 1.393 1.341 4.’ Comandancia General de Ceuta 1.300 5.’ Novena Región Militar 1.294 6.’ Comandancia General de Melilla .1.284 7.’ Capitanía General de Canarias 1.258 8.’ Región Aérea Atlántica 1.234 9.’ Primera Región Militar 1.137 10. Región Aérea Central 1.093 11. Octáva Región Militar ,

.

.

El día 25 de junio tuvo lugar, también en Valladolid, y organizado al igual que las anteriores, el Campeonato Nacio nal de Patrullas de Tiro, con la participación de los tres Ejércitos. En esta prueba, y después de bastantes años, logró triunfar una patrulla del Ejército cte Tierra, por medio de la Comandancia General de Ceuta, integrada por soldados de reemplazo, magníficamente preparados y que tiraron a un ritmo y con una seguridad que hizo presumir su victoria aun antes de conocerse la clasificación, que fue la siguiente:

.

Puntos 1..’ 2.’ 3.’ 4.’ 5.’ 6.’ 7.’ 8.’ 9.’ 10. 11. 12.

Comandancia General de Ceuta281 Región Aérea Central249 Región Aérea de Levante232 Quinta Región Militar‘. Departamento Marítimo de San Femando209 Cuarta Región Militar194 Sexta Región Militar183 Séptima Región Militar175 Capitanía General de Baleares‘ Tercera Región Militar.150 Comandancia General de Melilla148 Primera Región Militar144

1.0 Capitán don Javier Lodos Gar cía, Ejército del Aire 2.’ Teniente don José Junquera de Arce, Séptima Región Militar 3.’ Teniente don L. Carranza, Co mandancia General de Ceuta 4.° Teniente don Germán Prados, Comandancia General de Ceuta. 5.’ Teniente don E. Cañadas, Se gunda Región Militar 6.’ Teniente don Manuel Caracena, Comandancia General de Ceuta. 7.’ Teniente don C. Canals, Coman dancia General de Melilla 8.’ Teniente don 5. Cano, Coman dancia General, de Ceuta 9.’ Teniente don E.. Fernández; Co mandancia General de Ceuta

225

172

Es grima

Tiro

Natación

1.000

800

892

888



.721,5



777 277,5’

640 620

.

,

982

2.650

571

2.156

487

496





352

-

2.026,5

898

472



2.070,5

685

500



3.827

598

,

658 —

.

Total

1.135



808

— ‘

832,5

444

Cross

780

.

777.

277,5

140 139 138 133 106 60

...



1.842 ‘

1.736 1.431,5 629,5

)

C

-



10.000m. lisos: Jesús Fernández (Cuarta Región), en 32‘22”4. 300 m. obstáculos: Santiago Ramos (Octava Región), en 9’33” 6. 110’m. vallas: José Fortuño (Ejército del Aire), ‘en 17”. 400 m. vallas: Pedro Zo±rilla (Ejército MaT), en 57” 5. Salto altura: José M.’ López (Ejército Mar), con 1,92 m. Salto de longitud: Antonio Prunell (Octava Región), con 6,51 m. triple salto: Juan López (Octava Región), con 14,17 m. Salto con pértiga: Fernando Aranda (Primera Región); con 3 m. Lanzamiento de peso: Luis Rodríguez (Ejército Mar), con 13,39 m. Lanzamiento de disco: Luis Rodríguez (Ejército Mar), con 45,16 m. Lanzamiento de martillo: Manuel Dinz’ (Octava Región), con 44,70 m. Relevos 4 x 100 metros: equipo Octava Región, en 44”. 1.0 Región Aérea Centrad, con un ‘tiempo ‘total de 1 hora Relevos 4 x 400 metros: equipo Ejército de Mar, en 3’34” 1. y 35 minutos. 2.’ Zona Aérea de Baléarés, en 1 hora y 44 minutos. 3.’ Segunda Región Militar, en 2 horas y OSminutos. En la clasificación por equipos vencio la Región organi 4.’ Octava Región Militar, en 2 horas, 28 minutos y 22 se zadora, solamente inquietada por la Sexta Región, siendo gundos. la clasificación final la siguiente: 5:, Quinta Región Militar, en 2 horas y 31 minutos. Puntos 6.0 Primera Región Militar, en 2 horas y 41 minutos. ‘jo tercera Región Mflitb.r, en 2 horas y 44 minutos. 1.0 Octava Región Militar 307 2.° Sexta Región ‘Militar251,5 3.’ Cuarta-Región Militar187 Doce fueron las patrullas que se presentaron a la com Región Militar179 petición de Patrullas de Tiro. En esta prueba cosechó un 45.’ Primera Ejército Norte de Africa , 150 nuevo éxito la Comandancia General de Ceuta, revalidando 6° Tercera Región Militar127 así su triunfo de un mes antes en Valladolid.. 7.’ Capitanía General de Canarias115,5 (La clasificación fue: Puntos 8.’ Séptima Región Militar --- 89 9.’ Capitanía General de Baleares ---‘ .....-..-..58 156 10. Novena Región Militar37 1.0 Comandancia General de Ceuta 133 11. Segunda Región Militar, .. - ....-. 30 2.’ Séptiwa Región Muitar 132 3.’ Capitanía General de Baleares 117 4-’ Novena Región Militar 117 En Burgos, y durante los días 18 al 25 de agosto, tuvieron 5.’ Sexta Región Militar 90 lugar’ los Campeonatos NacionalS de Judo, Pentalón y 6 Cuarta Región Militar 85 Marcha de los cuatro días. Quinta Región Militar 79 La organización fue perfecta y todos los participantes Primera ‘Región Militar 78 regresaron muy complacidos por el desarrollo de las coni 9.’ Comandancia General de Melilla 58 peticiones y las visitas turísticas efectuadas en las horas 10. Octava Región Militar 48 libres. 11. Tercera Región Militar, En Judo se notó indudable mejoría de calidad con res 37 12. Segunda Región Militar ‘ pecto a los efectuados el año anterior en Toledo. En la categoría de oficiales venció el alférez Nacenta de la Cuarta Región, seguido del teniente Otero de la misma y del En la ciudad de La Coruña, durante los días ‘19, 20 y 21, teniente Sáenz de la Primera Región. Participaron 19 ofi de julio se celebraron los Campeona-tos Nacionales: de Atie-, ciales. tismo, con la participación de los tres Ejércitos, aunque los En suboficiales se proclamó campeón el sargento de la de Mar y Aire sólo lo hicieron a efectos de seleccionar el Comandancia de Cuta Escanciano, siendo subcampeón el de equipo nacional militai’, no figurando, por tanto, en la ola igual empleo Rodríguez, del Departamento de Cádiz,, y cla sificación final. sificándose en’ tercer lugar el brigada Vales, de la Tercera En líneas generales puede decirse que se acusó el prolon Región, entre un total de 23 participañtes. gado paréntesis en estas actividades, destacando la magní Región consiguió otros dos títulos en la catego fica organización, en la que tuvo buena parte la entusiasta ríaLadeCuarta tropa. Los soldados Páez y Soler quedaron óampeón Federación Coruñesa de Atletismo. Y no cabe duda que de y subcampeón respectivamente, siendo Valverde, de la Ter seguir por este caminó en un futuro no muy lejano e] cera Región, el que consiguiera el tercer puesto entre los 29 atletismo militar se pondrá a la altura que le córresponde. que subieron al tatamen. Las ceremonias de aperturá, carrera de la antorcha y Muy vistdsa resuitó la competión de Marcha de cuatro clausura resultarán muy brillantes, así como algunas de las días, en ]a que tomaron parte individualmente 11 jefes, ofi marcas conseguidas. ciales y suboficiales y patrullas de las nueve Regiones Mili Los resultados técnicos de esta competición fueron: tare’s, Comandancias de Ceut,y Melilla y Capitanías Gene rales de Baleares y Canarias. 100 y 200 metros lisos: José Rodríguez Quinteiro, d la Oc Tanto unos como’ otros cubrieron los itinerarios previstos tava Región, con unos registros, de 1l”l 22”? respeáti en los tiempos reglamentarios para la conceptuación de vamente. ¿ , estableciéndoSe, por tanto, con muy buen criterio! muy aptos, 400 m. lisos: Alfonso Abril (Séptima Re’gión), en 50”4. la clasificación según los empleos entre los que participa 800 m. lisos: Juan Dura (Ejército del Aire), en 1’58” 6. ron individualii’lente y por numeración correlativa de la5 1.500 m. lisos: José Azpiroz (Sexta Región), en 4’ 07”. tespectivas Regiones, para las patrullas. 5.000 m. lisos: Antonio Gómez (E. M.), en 15’00” 6.

Por equipos venció rotundamente el de la Comandancia General de Ceuta, que fue la única que presentó el número suficiente de participántes, siendo de destacar que en ella figuraron algunos oficiales inéditos, por lo que, es más de resaltar’ su actuación. Es de esperar que en las próximas competiciones haya mayor representación, e incluso -se llegue al ideal de una participación por equipos de las Regiones, pese a las dificultades de esta especialidad. En la prueba Concurso de Patrullas se presentaron 15, de los’ que sólo siete se clasificaron. Los motivos de las descalificaciones fueron: ejercicios mal realizados en el plano, excesivo error en la determinación -de los rumbos, no pasar por los, puntos obligados, e incluso! no llegar com pleta al final. Ray que afinar más e imbuir al jefe’ de la patrulla de su perfecta misión. La clasificación final fue:

.“



...



70

.

8.0

...

..

Para constancia del esfuerzo tan brillantemente realizado a continuación, se expone los que participarán con carácter individual en esta durísima prueba: Comandante del Ejército del Aire don Alejandro Martí nez, de la Región Aérea Central; capitÁn de Infantería don Enrique del Aguila, y tenientes de la misma Arma don An tonio Muñoz y don Pedro Ruiz, los tres de la Segunda Región Militar; teniente de Infante±ía don Vicente Camón, de la Cuarta Región; Tenientes de Infantería don Arturo Vinuesa y don Angel Madueños, ambos de la Comandancia General de Ceuta; sargentos de Infantería don Fernando Escribano y don Leocadio Canelo, de la Segunda Región (que tuvo una copiosa participación), y sargento de Artillería, don Réstituto García, de la Séptima Región Militar. Sólo siete Regiones enviaron sus representantes a la competición de Pentalón Militar, en la que cada participante ha de estar perfectamente preparado para superar las cinco pruebas de que consta. Fueron 42 el número total de çficia les, suboficiales y tropa que intervinieran, siendo la clasifi cación final individual la siguiente: 1.’

Cabo primero Antoñanzas Iñiguez, de la Sexta Región, con 52,5 puntos. 2.’ Teniente Ramos Aspiroz, de la Comandancia General de Ceuta, con 54 puntos. 3 Sargento Arquero Maldonado, de la Comandancia Ge neral de Ceuta, con 58,5 puntos. 4.° Soldado Simarro Alarcón, de la Cuarta Región, con 64 puntos. 5.’ Tefflente Muñoz Rodríguez, de la Comandancia General de. Ceuta, con•70 punto, y así hasta 42 clisificados. Por quedó

equipos así:

la clasificación

final

de esta

competición Puntos

1.0

2.’ 3’ 4.’ 5.’ 6.’ 7.°

Ceuta262,5 Primera Región ...315,5 Sexta Región331 Cuarta Región356,5 Canarias.394 Séptima Región .-457,5 Gctava Región517

Finalizaron las competiciones con los Campeonatos Na cionales de Natación de Combate y Deportiva, que se celebraron en Toledo durante los días 27 al 31 de agosto. En la competición de natación de combate participaron equipos de siete Regiones Militares .y las selecciones de las fuerzas de Mar y Aire, con un total de 15 oficiales, seis suboficiales y J05 de tropa. En la comptición de Natación de Combate, y tras cele brarse las pruebas de demolición, raic, supervivencia, sal vamento y abandono de buque, la clasificación general in dividual quedó así: 1.’ Cabo primero Manuel Losada, de la Octava Región Mi litar, con 16 puntos. -

2.’

Soldado Cristóbal Seguí, de la Cuarta Región Militar., con 16,5 puntos. 3.’ Soldado Cayetano Lucena, de la Octava Región Militar, con 35 puntos. . Y así hasta un total de 36 clasificados. Por Regiones la clasificación

final fue: Puntos

1.0

Cuarta Región Militar9’? 2.° Octava Región Militar129 3.° Sexta Región Militar199 40 Primera Región Militar210 50 Melilla219 6.° Baleares259,5 7.° Tercera Región Militar419 En la competición de Natación Deportiva intervinieron igualmente siete Regiones y selecciones de los Ejércitos de Mar y Aire. Los vencedores en cada una de ls pruebas celebradas fueron: 100 m. libres: Juan Cano (Fuerzas Aéreas), en 1’. 200 m. mariposa: Enrique PUig (Baleares), en 2’ 39”. 1.500 m. libres: José A. Abadía (Fuerzas Navales), en 20’ 37” 1. 200 m. braza: Prat (Fuerzas Aéreas), en 3’ 1” 4. 200 m. espalda: Cristóbal Torres (Fuerzas Aéreas), en 2’ 42” 5. 400 in. libres: José A. Abadías (Fuer±as Navales), en 5’ 3” 2. 400 m. estilos: José A. Abadías (Fuerzas Navales), en 5’52” 5. 4 x 100 m. libres: FUerzas Aéreas, en 4’ 22’ 3 4 x 100 m. estilos: Fuerzas Aéreas, en 4’ 54” 4 x 200 m. libres: Fuerzas Aéreas, en 10’ 4” 9. La clasificación general por Regiones fue: Puntos

—e 1

-

1.0 Cuarta Región Militar127 2.’ Baleares89 3.’ Melilla70 4° Octava Región Militar58 5.’ Sexta Región Militar40 6.’ Primera Región Militar30 7.’ Tercera Región Militar15

Finalizaron las competiciones con los encuentros de Water polo entre los representantes de las Fuerzas Aéreas y Navales y los equipos de la tercera, cuarta y octava Regiones Mili tares, y Comandancia General de Melilla. Se clasificaron en primero y segundo lugar los equipos de la Cuarta Región y Comandancia General de Melilla, res pectivamente. A continuación se procedió a la entrega de trofeos, con 10 que terminaron las competiciones nacionales del año 1963, que han tenido el indudable aliciente de verificarse en cuatro escenarios diferentes: Valladolid, Toledo, La Coruña, Burgos y Toledo (en sustitución de Madrid), si bien las fechas señaladas para las mismas habrán de sufrir varia ciones para ediciones sucesivas más en consonancia con el normal desarrollo de la instrucción.

)

.‘

CrónicadélXXAniversariodela iapromocióndelaMiliciaUniversitaria Antonio José HERNÁNDEZ NAVARRO, Capitán de complemento del Arma de Infantería.

Buena mañana con frío la del 17 de ioviembre en ‘la Ciudad Universitaria. El suelo húmedo de la lluvia caída a torrentes la víspera, el dielo claro con pequeñas nubes veloces y el aire haciendo flamear las altas banderas de España en los mástiles que ençuadraban la Facultad de Filosofía y’ Letras. La mañana hacía recordar las maña nas de veinte años atrás en los campamentos despiertos al toqúe de diana, saludando al izar la bandera por en tre las tiendas encharcadas de los amaneceres otoñales. El dí& 3 .ce noviembre, más cJedos mil universitarios ha blan cumplido los veinte años de antigüedad como ofi ciales de complemento. del Ejército, y ahora unos cente nares de aquella primera promoción acudían desde todos los lugares de España a enovar el juramento a la ban dera, a testimoniar así el orgullo y la emoción de sus es trellas de seis puntas. Veinté años son muchos años, por apresurado e inten so que el tiempo haya sido, desde 1943, para España y para el mundo. Los mozos de entonces han perdido cintura y pelo; han ganado cánas y pausas; se han casado, tienen hijos, éstán repartidos por toda la población española, sirviendo des de sus puestos de trabajo profesional: enseñando en las Universidades y en los Institutos, investigando en los la boratorios, operando en los hospitales, dirigiendo empre sas y fábricas, administrando y pretendiendo justicia en los Tribunales y oqupando puestos de responsabilidad y de mando en la política del país. Pero veinte años no son bastantes para olvidar a los amigos y ‘camaradas del cam

-

pamento bajo las mismas lonas de las mismas tiendas de campaña, a la voz de los mismos capitanes, en el servi cio del tiempo en los mismos Regimientos. Cuando empe zaron a llegar, muchos con sus mujeres y con sus hijos, todo fueron encuentros y abrazos, recuerdos y anécdotas. Poco a poco más de un millár de hombres de paisano, con la estrella dé seis puntas sobre un rectángulo de paño rojo en la solapa civil, fueron dándole calor y más émoción a la. mañana: Iban llegando de la 1 promoción hasta de la XXI, y, con ellos, los capitanes profesores de’ entonces, hoy tenientes coroneles; los jefes de entonces, coroneles, generales de hoy; el teniente geñeral Alvarez Serrano, que fue el primei’ geñeral subinspector de la milicia, y el pri mer• jf e de la milicia universitaria cuando sólo era tenien te coronel de Infantería. Y luego, •a lo lejos, la música, los tambores, las cornetas y las gaitas de la compañía de honores que nos traía la bandera. Se acabaron las bromas y los abrazos, los recuerdos y las anécdotas; se hizo un silencio hondo y emocionado para verla llegar. Desde aquel mómento muçhOs ojos empezaron a escocer, y dejó dé hacer frío, y no gradas al sol. Cuando llegaron los seis ministros del Gobierno que acudieron a la conmemoración, el amplio vestíbulo de la Facultad de Filosofía y Letras, donde estaba el altar en tre banderas, las escaleras y las galerías de los pisos su periores estaban ya llenos de los oficiales de todas las promociones que habíán acudido a la «llamada de honor». Sonaron los compases del himno nacional, y llegó la ban dera hasta el lado del Evangelio. Celebró la misa el padre ‘tjrteaga, alférez de Infantería de la primera promoción, -



7]

d

EJ excelentísimo 8erior ministro del Ejército’ durante su discurso. Entre los presentes, los ministros del Aire, Educación Nacional, Industria, secretario general del Movimiento y de información y Turismo con el rector magnífico de la Uni versidad Central.

El exceentísi,no señor ministro de industria, señor López Bravo, de la primera promoción de la Milicia Universitaria, besa Pa bandera. Le sigue el excelentísimo señor ministro de Información y Turismo, señor Fraga Iribarne..

72

que pronunció una breve y emocionada homilía, termina da casi sollozándo. Al alzar muchos tenían los ojos cuajados de lágrimas y un nudo en la garganta al oir, tantos años después, otra vez el himno nacional al tiempo pie el leve tintinear de lá campanilla. El teniente y doctor Mariano López Cepero, número 1 de la 1 promoción, pronunció un breve discurso de pro fesión de fe, de hoi-henaje al Ejército y de la entrega de todos al mejor servicio de España. El rector magnífico de la Universidad Central nos dijo una dé las más bellas y emocionadas lecciones oídas en nuestra, vida sobre• la unidad de las Aimas y de las’ Letras., Al terminar sonó un largo toque de atención, y el de fir mes para dar entrada al himno nacional. Avanzó el aban derado unos pasos; ‘se acercó el teniente corónel Jover, farmacéutico de la Armada, como jefe más antiguo. en activo de los procedentes de la 1 promoción; besó la ban dera y la recibió del teniente abanderado. El general go bernador militar de la plaza pronunció la solemne fórmu la del juramento, y ‘un impresionante y unánime SÍ atro nó el aire. Sonaron los primeros compases de una marcha militar y comenzó él desfile, para volver a besar la ban deí?a jurada por primera vez más de, veinte años atrás. Pasaron primero los ministros de0 Industria y de Infor mación y Turismo, López Bravo y Praga Iribarne, alfére ces ambos de la Milicia Universitaria; luego fuimQs pa sando los demás; uno,s quinientos de la 1 y muchos de otras promoáiones, que no quisieron quedarse sin la emo ción y sin el honor de volver a besar la bandera de España. Al terminar el desfile, que fue lento, porque cada cual al llegar se cuadraba en rigor e inclinaba la cabeza, y *



C

Desarroilodeáacúvidad

besaba la’ bandera y volvía a cuadrarse para volverla a inclinar,, y girar a la izquierda como si estuviese en for mación, el ‘teniente general Martín Alonso, director ge neral de Enseñanza Militar aquel entonces, ministro del Ejército hoy, pronunció un discurso emocionado de exal tación militar, universitaria y española. Un discurso en el que nos hizo el honor de considerarnos, aún y para siem pre, en las filas apretadas de la gran familia que són nues tros Ejércitos, y en los que los oficiales universitarios llevan veinte ,años sirviendo en acciones de guerra y de paz, con dos alféreces muertos frente al enemigo, y uno de ellos con la Medalla Militar individual. Tenninado el acto desfiló la compañía de honores, con escuadra, bandera, banda y música, ante todos nosotros. Luego nos reunimos a almorzar cuatrocientos y buen pico en un popular restaurante madrileño. Nos presidió el teniente general Alvarez Serrano, que pronunci4 una alo cución extraordinaria entre los aplausos largos de todos puestos en pie. Con él los dos ministros oficiales ‘de com plemento, los generales que nos mandaron, y los ifriás an tiguos o caracterizados de la 1 promoción. Y se cantó el himno de la fiel Infantería por unos’ centenares de hom bres que llevaban años sin cantarlo, como yo’ no lo he oído cantar jamás. En verdad, el día 17 de doviembre de 1963fue un gran día para el Ejército, para la Universidad y para España, porque ese día da fe de que miles de hombres, repartidos e insertos en la vida civil española, orgullosos y honrados en su condición, de oficiales, siguen dispuestos, firmes y alegres, a morir por el honor de su bandera; ,dispuestos a vivir, servfr y morir por España, por su unidad, por su libertad y por su grañdeza.’

española

Breve resumen de noticias recogidosen el mes pasado en diversas publicacionés..—Teniente coronel de Intendencia José REY DE PABLO-BLANCO, profesor de la Escuela Superior del Ejército.

LA RENTA DEL SECTOR AGRARIO Uno de los objetivos que más preocupan a la actual po lítica española es el de que la renta nacional y sus mejoras sen cada vez mayores y más justamente distribuidas. Esta preocupación es lógico que se acentuase para el sector más necesitado de reforma—el agropecuario y forestal—, dadas su especial naturaleza y sus características estructu rales de orden físico, económico y jurídico. De aquí ‘la im portancia de las conclusiones a que conducen lbs datos dados a conocer no hace mucho todavía por el Servicio de Estadística de la Secretaría General Técnica del Mi,nis teno de Agricultura., en ‘relación con la distribución fmi cional de la renta agraria en’el curso de estos últimos seis años. En el examen de’ estos ciatos se descubre, en’primer tér mino, la sensible elevación que experimentan los sueldos y salarios del campo, que de totalizar 51.848 millones de pesetas en el año 1957, pasaron a sumar 91.490 millones en 1962, pese a la disminución constante ,de la. mano de obra campesina, a Íd que está sustituyendo’ la’ máquina cada día a mayor ritmo, Pero la importancia de tan apreciable aumento c±ece aún más si se comparan no ya los valores absolutos, sino los porcentajes en los que participa dentro de la reñta de este sector, ya que el capítulo de los salarios, de representar el 50,7 por 100 de la renta total agraria en el primero de los años mencionados, vino a suponer, nada menos que el

58,9 por 100 en la renta correspondiente al último, ‘con una elevación para este período de’ más del 8 po’r 100. E decir, que la mejora salarial creció a costa de los restantes factores determinantes de la renta, entre ellos el relativo a los beneficios, pues según la misma fuente estadística que nos sirve de base para este comentario, aun que el importe de los beneficios empresariales, el de las rentas de la tierra y el de los intereses del capital invertido pasaron de 46.076.millones de pesetas en el año 1957 a 58.903 millones en 1962, el poróentaje de los mismos en cada uno de estos años ‘fue, respectivamente, el 45,1 por 100, si bien la tendencia decreciente, qUe había llegado al máximo en 1960,cambió ligeramente de-signo a partir de esta, fecha’ y se orientó hacia la estabilización. En resumen, podría decirse, después de analizar estas cifras, que, en pesetas, de 1957,‘el aumento de los sueldos y salarioá en el campo ha sido,’ en 1962, de un 43,5 por 100, y, que las disponibilidades del empresario han per manecido estacionarias, de modo que la totalidad de lcs incrementos de la renta agraria conseguidos en este perío do, tanto por la elevación de los precios de los productos agrícolas como por la mejora de los rendimientos, o sea de la elevación de los indices de productividad, han ido a beneficiar a la población asalariada, y en una cuantía cada año más estimable, que sólo entre 1961 y 1962, una anualidad, supuso 8.739 millones de peetas. Importa mucho insistir sobre’ esta orientación, que re gistra la distribución funcional de la renta agraria, porque

-13

el, fenómeno que acusa deniuestra que el campo español esté. ya caminando, con paso firme y decidido, hacia metas que durante mucho tiempo parecían no ya lejanas y difí ciles de conseguir, sino hasta utópicas inclusive, No cabe duda de que estamos en el comienzo de un gran proceso todavía, de• que es mucho lo que queda por hacer en orden a la reforma de las estructuras, de la me jora de la producción y de la elevación del nivel ‘de vida de la población rural. Tampoco es menos cierto que para algunos esta transición es molesta o se hace demasiado larga. Pero hemos de pensar en que una situación creada en el curso de mucho tiempo necesita también de un proC ceso lento para ser resuelta, máxime cuando lleva consigo nada menos que la evolución de una mentalidad colectiva y de unos hábitos que no son fáciles de corregir. Por eso es saludable que la comprobación de estos resultados de la actual política agraria pueda servir de experiencia y de aliento. Y, sobre todo, que el fruto de esas mejoras se reparta cada vez con mayor justicia, único modo de que crezca el estímulo general de producir. La renta agraria tiene que subir aún más en el futuro, no ya en proporción. con los demás sectores, sino en fun ción del rendimiento unitario de la empresa agrícola. Pero el reparto de esa renta habrá de hacerse cada vez entre menor número de beñeficiarios, tanto de empresarios como de trabajadores. Sólo de esta manera el bajo nivel pei- cepita de que hoy disfruta el agricultor español podrá elevarse hasta alcanzar los niveles de los demás sectores: el indus trial y el de los servicios. Incluso la previsión y la seguridad sociales en el campo están hoy condicionadas en su desarro llo y mejora a la disminución de la población campesina, que, por su elevado porcentaje y lo bajo de sus cuotas, hace imposible la autonomía de los servicios asistenciales. Aun que, claro es, la reduceión’y el reajuste de este excedente de mano de obra precise de una ordenación cada vez más rigurosa.

FORMACIÓN PROFESIONAL Si nos detenemos a considerar esas 200.000personas-año que han de incrementar la población activa, utilizando una distribución ideal recoSendada por la O. E. O. E., las categorías profesionales deseables serían: el 5,5 por 100, dirigentes y cuadros superiores, es de cir, 11.000 personas; el 8,3 por 100, técnicos, 16.600personas; el 15,8 por 100, mandos intermedios, 31.600 personas; el 43,9 por 100, especialistas, 87.800personas; y el 26,5 por 100, no calificados, esto es, 53,000 personas. El grupo de dirigentes, técnicos y demás de una gran parte de los mandos intermedios los darán la univer sidad y escuelas especiales. No creemos que exista en Es paña la menor dificultad para cubrir ese 29,6 por 100 de elementos rectores de nuestra economía. Quizá tengamos que revisar esa figura del mando intermedio, pues la em presa española no tiene en sus cuadros el 15,8 por 100 de tales mandos. Si centramos nuestra preocupación en los 87.800 obreros especialistas, vemós en el estudio publicado bajo el título ((La educación y el desarrollo económico: planeamiento integral de la educación», que en 1957 el Ministerio de Educación Nacional estimó que se ‘precis’a ban 45.000especialistas en el país. La atención de todas las necesidades exigiría aproximadamente 80.000 especIalistas anuales, en vez de los 45.000 anteriormente dichos, Cursan actualmente estas enseñanzas 100.000alumnos. Los .graduc dos, es decir, cuantos en el pasado curso terminaron estu dios y están en condiciones de incorporarse a la vida la boral coiho obreros oaiificados, no alcanzan los 25.000. Con razón se ha dicho que sólo multiplicando por tres el actual alumno estañamos en condiciones de facilitar a Ir. industa española esa masa de especialistas que nece sita. —.

—. —. —

74

LA MIGRACION INTERIOR En el Boletín del Instituta

Nacional de Estadística se

publican unas interesantes tablas del movimiento de mi graciones en el seto de España; Barcelona resulta ser la preferida como destino y meta de los españoles que deter minan levantar su casa. En enero del Corriente año se ci fran en 33.180 los españoles que tomaron tal providencia, y de ellos 9.548 fueron a afincarse ‘en tal provincia. La de Madrid recibió 3.821 inmigrados, y la de Valencia, 3.064. Los 9.548 inmigrados en aquel mes son 5.369 varones y 4.179 mujeres. Aparecen entre ellos 1.628 obreros calificar dos, 2.088 no calificados, 91 servidóres. domésticos y simi lares, 273 empleados administrativos, 269 técnicos y seis empresarios. Forman parte de esta masa 519 analfabetos y 5.193 personas estimadas como inactivas. Dado el caso de que en el mismo mes nacieron en. aquella provincia 4.430 niños) queda demostrado que el crecimiento de la población depende en mayor medida de las inmigraciones interiores que del auge vegetativo. Por tanto, la configuración social y cultural del fi,tturo de II misma y la índole de los proble mas que se van dibujando están directamente condiciona dos por aquella masa, cuyas necesidades hay que resolvér una vez se ha aposentado entre los barceloneses.

e,

EL MOMENTO ECONOMICO ESPAÑOL SEGUN LA PRENSA NORTEAMERICANA ((España se halla en el umbral de una nueva era de gran expansión económica, y los hombres de negocios norteame ricanos tienen una ocasión sin. precedentes de participar en esta crecimiento como. proveedores, cedentes de licenciás, asociados y. clientes de los hombres de negocios españoles», afirma la publicación Irzternational Trade Review en un re portaje sobre el despertar económico de España, International Trctde Review analiza el plan de estabiliza ción puesto en práctica por el Gobierno español y dice: ((El resultado inmediato de este plan fue un verdadero milagro; la peseta adquirió valor de moneda inerte y el comercio exterior comenzó a extenderse, de forma que en 1962 las reservas españolas en oro y en dólares habían alcanzado la cifra dé 1.100 millones de dólares (66.000 mi llones de pesetas). España estaba ya en vías de su recupe ración económica. En lbs últimos tres años—cóntinúa diciendo—se han in vertido más de 200 millones de dólares (12.000millones de pesetas) en actividades comerciales y en la industria., de modo que las inversiones extranjeras están desempeñando un pa pel importante para el desarrollo económico español. Se debe ello a las facilidades concedidas por el Gobierno a los inversores extranjeros, principalmente en lo que res pecta a la repatriación de los beneficios y del capital y a la imposición fiscal de dichas inversiones. En 1962, las inver siones extranjeras aumentaron en un 73 por 100 con res pecto al año anterior.» Se refiere, por último. al desarrollo industrial español y señala ‘que 12.886 nuevas industrias se crearon el año púsado, al tiempo que otras 13,166 fueron reformadas. .

EXPOSICION ESPAÑOLA EN MEJICO España ha. montado en Veracruz una gran exposición de nuestros p roductos comerciales de exportación; exposición que tiene por tobjeto incrementar de una manera sustan cial los intercambios comerciales con la gran nación meji cana. Se entiende que tales intercambios, ya de por sí importantes, son súsceptibles de notables incrementos que se traducirían eh considerables beneficios para ambos países. El grueso de las mercancías expuestas, en ese muestrario aloanza un peso de 1.300toneladas, aproximadamente, y en

)

tal peso no se incluyen ciertos envíos hechos por el aire o en expediciones marítimas aisladas ni los comestibles y bebidas destinados al restaurante y bares de la exposición. Las firmas que concurren con sus productos suman 269,. pero tal número no da idea completa de los fabricantes que acuden a Veracruz, ya que bastantes de esas firmas están constituidas por agrupaciones de exportadores. Se asegura que lqs empresas representádas pasarán de 400. Los sectores que cuentan con maor número de exposito res son ql de máquinas herramientas, con sesenta y nueve, y el de maquinaria textil, con 36. Se ha procurado llevar a Méjico un exponente lo más completo posible de las industrias españolas de equipos industriales, debido, prin cipalmente, al notable desarrollo industrial que está te niendo lugar estos años en Méjico, lo cual hace posibles nuestras ventas a las factorías que se están instalando. La exposición ocupará un área de tteinta mil metros cua drados en el parque de Chapultepec, habiendo sido difícil llevar a cabo grandes obras de asentamiento, levantamien . to de estructuras metálicas y edificación. s. E recinto ha sido construido dejando en el centro de las instalaciones el auditorio ya existente, en que estarán dán dose durante el tiempo que esté abierta la exposición, re presentaciones teatrales con obras de nuestros clásicos, ex hibiciones de películas españolas y actuaciones de un con junto de Coros y Danzas. El recorrido de los stands tiene una lóngitud de más de kilómetro y medio. Son, particularmente, impottantes las zonas destinadas a maquinaria textil, con 1.611 metros cua dradcis de área; máquinas herramientds, con 2.232 metros cuadrados; maquinaria diversa, con 1.000; maquinaria y aperos agrícolás, 833; materil eléctrico, con 588, y maqui naria para industrias químicás, con 582 metros cuadrados. -

LA BALANZA COMERCIAL

trada en todos. los tiempos. Para financiar ese déficft, Es paña ha contado fundamentalmente con tres partidas: los ingresos por turismo; las donaciones privadas, debidas fun damentalmente a transferencias de nuestros trabajadores en el extranjero, y las entradas de capital a largo plazo. Las perspectivas para 1963,vencido ya el primer semestre del año, son de que, dado el ritmo que presenta nuestro comercio importador, por un lado, ya que hasta el día 11 de julio las licencias autorizadas por el Ministerio de Come±cio totalizan 1.229,2 millones de dólares y que en lo que se refieré a exportaciones todo hace prever que nuestra cifra en el año actual será inferior en más de un 10 por 100 a lo que se ingresó en 1962, debido al menor volumen de envíos al exterior de agrios; a la baja de ex portaciones de aceite de oliva, al descenso de exportación de minerales, a las dificultades de colocación de textiles, etcétera, el déficit de. nuestra balanza comercial puede rebasar la cifra de 1.000 millones de dólares, que difícil mente podrán cubrir los ingresos por turismo, donaciones y. capitales a largo plazo. Si esto se produce, se habrá quebrado la marcha favora ble que desde 1959, con la puesta en marcha del Plan de Estabilización, ha venido presenfando nuestra balanza de pagos; es decir, en 1963 se registrará un drenaje en nues tras reservas de oro y de divisas, que en el momento ác tual, como todo el mundo sabe, superan los 1.000millones de dólarei El proceso de desarrollo de la economía españela, que acelerará la entrada en vigor de nuestro plan de desarrollO) no cabe duda de que tenderá a incrementar el déficit de la. balanza comercial. A este fespeeto señalaremos que recien temente el Servicio de Estudios del Ministerio dé Comercio ha publicado una estimación acerca del déficit de nuestro comercio internacional en el-Uperíodo 1963-67y cuyas cifras son las siguientes: .

.

Años

Nuestro comercio internacional, componente de la mayor• importancia •dentro de la economía española, tiené su re flejo numérico en la balanza comercial, que recoge el valor de nuestras importaciones y exportaciones. El tradicional déficit que ha venido presentando la ba lanza comercial española, consecuencia de nuestra estruc tura exportadora, por una parte, y por otra, de las crecien tes necesidades en materia de compras en el exterior, única mente en el año 1960presentó un cambio de siguo, ya que en dicho año, como consecuencia del Plan de Estabilización, las importaciones presentaron una baja con respecto al ejer cicio anterior y la exportación acusó una notable progre sión, que dieron como resultado que el saldo del comercio exterior fuese favorable a la exportación, -según las cifrás de 12 Dirección General de Aduanas, por un importe de 3,94 millones de dólares, En el período 1955-1962,y de conformidad con los datos de Aduanas, los saldos de la balanza comercial fueron los siguientes:



• -



.

Años

1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962

Millones de dólares

171,06 —324,62 —386,40 —386,64 —293,8 + 3,94 382,93 —835,14

Millones de dólares

1963 1964 1965 1966 1967

974 —1.034 —1.149 —1.248 —1.348 —

A la vista de este progresivo crecimiento y del desfase entre exportaciones e importaciones, es indudable que la econo mía española requerirá, dentro del capítulo de la exporta ción, unas concretas; enérgicas y urgentes medidas a corto plazo y a largo plazo, para tratar de equilibrar en la mayor medida posible el desequilibrio de nuestra balanza comer cial, ya que el crecimiento de los ingresos por turismo, si bien seguirá aumentandb, no lo hará en la fuerte medida que ha presentado en los últimos años, y cosa análoga ocu rrirá en cuanto a donaciones. Los ingresos por entradas de capitales a largo plazó podrán presentar notables creci mientos relativos, pero en valores absolutos la cuantía no será lo suficiente para rebajar en cifras notables el pro gresivo déficit de nuestra balanza comercial.





El proceso da reactivación de la eeonbmía española, ini ciado ya en los últiMos meses de 1960,se intensificó a lo lar go de los dos últimos años y produjo en la balanza comercial de nuevo déficit, que en el último año de 1962 alcanzó esa cifra de 835 millones de dólares, que es. la más alta regis

EL PRESTIGIO INTERNACIONAL

DEL 1. N. T.A.

No es la primera vez que desde fuera de nuestras fron teras nos descubren a los españoles que en nuestra Patria también -hay organismos e instituciones de categoría inter nacional. Ahora le ha tocado el turno al Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica., o, como simplemente se le llama, 1. N. T. A. El Ministerio de la Guerra británico reconocerá próximamente tomo válido el certificado del análisis de los carburantes aéreos que pasen por España, con destino a Inglaterrá, extendidos por este Organismo, y el Pentágono norteamericano proyecta delegar en el mismo centro espa

.75

ñoi para que compruebe y analice los materiales adquiridos con el, fin de conseguir un mayor rendimiento para los en Europa por’:sus Fuerzas Aéreas. usuarios y un considerable ahorro económico de tipo na En realidad, el Instituto Nacional de Técnica Aeronáuti cional. ca es el equivalente español—salvando todas ‘las distan El tercer departamento del Instituto es el de motop:ro cias—de la famosa administración de Aeronáutica y del pulsión. Frs sus bancos de prueba se estudia, día y noche, Espacio de Estados Unidos, más conocida por las siglas el funcionamiento de todos los prototipos de sñotores de N.A.S.A. avión—oficial o privado—que se vayan a construir, en serie Aunque fue creado en 1942como un organismo autónomo en España. H.y veces que los ensayos se realizan durante que depende directamente del Ministerio del Aire, tuvo su miles de horas. Y en caso ,de que el informe sea negativo, origen en los ‘antiguos Servicios Técnicos de Aviación. En el motor es devuelto a la fábrica para que sea modificado, la actualidad sus instalaciones se extienden sobre medio antes de conenzar a producirlo en gran escala. millón de metros cuadrados, junto a la base aérea ‘de To Por último, las secciones del departamento de equipo y rrejón de Ardoz, de la provincia de Madrid, y en sus labo armamento son las que menos contactos ‘mantienen con la ratorios y talleres trabajan cerca de un millar de personas, industria civil. Sin embargo, desde el punto de vista mi entre técnicos y auxiliares. litar, realizan una labor fundamental: controlar y revisar El fin principal del 1. N. T. A., órgano oficialmente asesor los equipos de vuelo, instrumentos, armas, etc. Sólo las en cuestiones aeronáuticas, no es sólo el de investigar, sino investigaciones que lan realizado para aumentar la segu también’ controlar y revisar todos los prototipos, elemen ridad de los paracaídas suponen para la nación una ecorio tos y materiales que intervengan en la aviación, ya sea mía—aparte de las vidas humanas—que. sobrepasan los 65 en su aspecto militar o civil. Indirectamente, en sus depen millones de pesetas. Y en cuanto a armamentos, cabe sedencias también se experimentan otros productos destina ñaiar que en sus galerías de tiro se vienen ensayando desdes dos a fines industriales, a petición de numerosas empresas hace quince años unos doscientos modelos distintos de privadas. cohetes, y proyectiles aéreos. Este organismo paramilitar está dividido en cuatro de partamentos: aerodinámica, materiales, motopropulsión y equipo y armamentos. A su vez cada uno de ellos cuenta TRAS EL PETROLEO c diversas secciones o servicios especializados que se ocupan de analizar desde el material con que se ha fabri Cúri todas las reservas del caso se puede decir que ha cdouna pieza, un simple tornillo, hasta comprobar el re aparecido petróleo en un concejo asturiano. Mientras se sultado final del prototipo de motor, del fuselaje, de la excavaban los cimientos de una casa en la parte central pintura y, en fin, del avión, en pleno vuelo. En los cuatro de la provincia, comenzó a sentirse un repugnante olor. departamentos hay que distinguir dos. clases de actividades: Los obreros comprobaron que procedía de pequeñas canti militares y civiles. dacies de un líquido denso y untuoso al tacto que brotaba El departamento de aerodinámica tiene, entre otras mi de entre los intersticios de las rocas. Analizados algunos siones, que comprobar el comportamiento’ de las estructu fragmentos de estas rocas por el profesor de la Faculta.d ras sometidas al viento. Posee dos túneles de aire: uno de Ciencias Geológicas de la Universidad de Oviedo, el subsónico y otro supersónico. En el primero, que propor líquido en cuestión ha sido identificado como petróleo. ciona lina corriente de aire con una velocidad de 200 ki Los terrenos del hallazgo son post-carboníferos y la roca lómetros por hora, fueron estudiados los esfuerzos reales madre es calcárea. En unas’ declaraciones dicho profesor de la Cruz del Valle de los Caídos, y ‘los Juanelos que hay ha manifestado: «Hay indicios, sólo indicios.» a la entrada, ante el empuje del viento, así como diversos Se está trabajando ahora para delimitar la extensión en tipos de carenados para motocicletas de carreras. superficie y profundidad y l.ocalizar las «trampas» en don El túnel supersónico aún no ha entrado en funcionamien de pueda estar este petróleo tras los grañdes cataclismos to. Acaba de ‘ser instalado ‘y en él se podrán reproducir geológicos ócurridos a lo largo de la Historia. condicione’s de vuelo iguales a las alcanzadas por los avio Parece que en un futuro más o menos próximo se llevarán nes a una velocida.d de «dos macht» (unos 2.400 kilómetros a cabo perforaciones en terrenos en que se ha demostrado por hora). Por medio de un sistema fotográfico se captará ,que su naturaleza es similar’ a la de los yacimientos más en imágenes la presión y densidad del aire a estas velo importantes de Francia, en la región de Lac. La noticia ha ciclades. venido a confirmar los pronósticos hechos algunos meses Uno de los servicios del 1. N. T. A. que más influye por por ingenieros extranjeros y geólogos que aseguraron que sus investigaciones en las industrias militares y civiles es entre Bilbao y Gijón existía’ petróleo. el llamado de combustibles y lubricantes, que depende del departamento de materiales. Sus instalaciones’ están consideradas como las mayores de Europa y fueron mon LOS FERTILIZANTES NITROGENADOS tadas hace año y medio con la colaboración de especialis tas norteamericanos. Ej consumo de fertilizantes en España continúa en aa Este servicio de, combustibles y lubricantes tiene estable mento. Contribuyen a ello las transformaciones del secan) cido un control de calidad prácticamente completo., Co en pequeños y grandes regadíos; la actual política cerea mienza en las mismas refinerías o lugares de recepción—en lista, mediante el sistema de anticipar a crédito abonos y, caso de que sean carburantes extranjeros—y termina en las semillas selectas, y la capacitación cada véz mayor del mismas bases o aeródromos. Para ello, cincuenta inspec agricultor español, que ya hace tiempo que sabe valorar la tores volantes del 1. N. T. A. vigilan el transporte de los importancia del abonado racional en el volumen de sus combustibles y lubricantes por el interior de España, con cosechas. el fin ,de que no sean alterados. Todo el carburante que Sin embargo, ,no conviene engañarse demasiado acerca consumió la Aviación española, militar y civil, durante de la participación de cada uno de estos factores en la 1962—más de 331 millones de litros—fue analizado por este determinación del índice conjunto de fertilización por hec Servicio ¿Ial Instituto Nacional de Técnica Aéronáutica. tárea sobre el suelo cultivable nacional. La verdad, es que En lo que se refiere a las actividades en el campo de la la virtualidad de ese aumento hay que atribuirla principal industria privada, el servicio de combustibles y lubrican mente a la expansión de la superficie ‘regada. No olvidemos tes experimenta todos los carbura.ntes y grasas que salen ‘que nuestros regadíos figuran hoy a la cabeza del mundo al mercado. En la actualidad, los técnicos cia esta depen por su elevada proporción’ de consumo de fertilizantes, en dencia del 1. N. T. A. preparan un informe sobre el índice contraste con nuestros secanos, a los que el medio físico, de octano necesario para cada tipo de automóvil nacional, sobre todo la dureza, e irregularidad del clima, impone a

76

veces considerables limitaciones •a este respecto. Si algún mente, una incidencia importante eh el secLor laboral y córi día llegamos a alcanzar niveles medios de consumo nacio cretamente en la creación de nuevos puestos de trabajo. La Comisaría del Plan de Desarrollo ha publicado reciénte nal por hectárea, comparables a los de otros países seme jantes al nuestro por su, situación geográfica, aunque hoy mente las previsiones referentes a la ,evolución de las prin más adelantados económica y técnicamente, se lo debere cipales magnitudes de nuestra economía durante el período mos no tanto a la mejora de este índice de fertilización del 1964-1961,ambos inclusive, señalándose en lo ‘qUeespecta al empleo que deberán crearse en ese lapso de tiempo, secano como al crecimiento o expansión del regadío. Ahora bien: puesto que la superficie regada crece de 910.000 puestos de trabajo en la industria T los servicios. año en año, y es de suponer que en un próximo futuro lo Nuestra población activa, según el Instituto ‘de Estadística, haga a ritmo mucho mayor todavía, pudiera muy bien se calcula que totalizará 12.450.000personas en el año 1967, surgir la duda de si la industria química española, hasta de las cuales 9.803.000será población activa masculina y ei hace poco en estado incipiente, estará ‘en condiciones, en resto, esto es, 2.647.000,población activa femenina. Esta cifra de 970.000puestos de trabajo que se han de crear los años que se avecinan, no ya de cubrir la creciente de manda, sobre todo de. nitrogenados, sino de reducir al en ese período supone aproximadamente que cda año’de los menos las cuantiosas inversiones de divisas que supondría citados habrá 250.000 nuevos empleos, a los que se irán la importación de abono en cantidad suficiente para aten incorporando los hombres y mujeres españoles que se en der las progresivas necesidades del campo español. cuentren en condiciones de integrar nuestra población ac Hace diez años existían en España cuatro fábricas sola tiva. Ahora bien: es interesante comparar esta cifra de mente dedicadas a la producción de nitrogenados. Hoy, el nuevos empleos a crear con la realidad que se ha registrado ,,.número de factorías de esta clase, hábilmente repartidas en el campo laboral en lo que respecta precisamente a nue por toda la geografía nacional, se ha más que duplicado3 vos empleos en el año 1962. ya que asciende ‘a diez. En 1953,la cantidad de fertilizantes De conformidad con una publicación reciente del Minis de esta clase producida en el curso del año fue algo más terio de Trabajo del Servicio’ de Censos Laborales de la de las 100.000toneladas. Al finalizar el año 1962,la produc Dirección General de Empleo de dicho Departamento, en ción anual se estimaba que había pasado a ser superior a el año 1962el número de nuevos puestos de trabajo asala laUs 700.000.Es decir, que durante el mencionado decenio riados fue de 93.651 en todo el ámbito nacional, de los el aumento anual acumulativo de esta clase de fertilizantes cuales, 75.568 fueron masculinos y 18.083 femeninos. vino a ser de un 21 por 100, que puede considerarse como Por lo que ‘atañe a nuevos puestos ‘de trabajo! masculi de los más altos conseguidos entre los países productores nos, y atendiéndo a su calificación, la distribución fue europeos por este sector químico, industrial. Compárese como sigue: ahora éste aumento con el del consumo de abonos, que también acumulativamente por año ascendió en igual tiem Calificados41.891 po en un: 11,2 por 100, y se comprenderá que hay suficien No calificados 33.677 tes motivos para sentirse optimistas respecto al’ futuro. La distribución de esa cifra de nuevos puestos de trabajb, Cierto es que no hemos llegado todavía a la nivelación; 93.651, registrada en el último año ha sido, según activi pero a la vista de estos esfuerzos de la industria nacional, dades, la siguiente: todo hace, prever que nos hallamos muy cerca de conse Industrias fabriles 49.705 guirlo. Piénsese que el problema de España en este orden 22.849 no estaba sólo en cubrir una demanda çstable con una Industrias de la construcción ‘‘ --. 8.359 oferta limitada, sino en atender a un mercado de necesidad Servicios 6.894 creciente,. tanto por una mayor intensidad o mejora del Comercio Transporte, almacenaje y comunicaciones t. 2.672 abono como por la expansión de la superficie abonable Explotación de minas y canteras 1.475 al aumentar la extensión del regadío. silvicultura y pesoa 911 Lo que hace una veintena de años parecía una utopía aun Agricultura, Electricidad, gas y agua 427 para los más optimistas, es hoy una auténtica y venturosa Actividades no especificadas 359 realidad. Nuestra industria ‘química ha conseguido que, ade más del ahorro de divisas correspondientes a las inversio TOTAL 93.651 nes que hubiera habido que hacer de comprar estos ferti Tal distribución indica que el sector de la construcción lizantes en él extranjero, los precios de los mismos sean inferiores a los que tienen los de otros países del continente, tuvo un peso específico notable en la creación de puestos y el agricultor encuentra en el mercado nacional los más de trabajo’, ya que la población activa incorporada ese año variados tipos apropiados a las características de nuestras supone el 24,39 por 100 dei total. tareas de cultivo y al destino que vaya a dárseles. Por lo que réspecta a la distribución provincial de crea Pero el merecido elogio que supone este pianteamiento ción de nuevos puestos de trabajo, en el último ejercicio industrial y su solución al servicio de la agricultura espa aparece en primer lugar Madrid, con 22.835; seguida de’ ñola es una ‘pena que no haya sido paitlelo desde otro sec Barcelona, con 6.262, y Valencia, con 4.935. Las provincias (‘tor de nuestra industria que tanta relación tiene también que ‘han presentado menor cifra de pustos oteados en él con el campo: el de la maquinaria agrícola, y especialmente año 1962 son, las siguientes: el de la fabricación de tractores. Confiemos en que el anun 85 Avila ció de una intensificación de la política concentradora, bien 103 Guadalajara mediante las operaciones formales de esta clase de reforma 160 Zamora‘ estructural, bien mediante el ensayo de nuevas fórmulas 215 León asociativas para la explotación en común con las que se Soria 234 pretende ensayar en el cultivo cerealista, estimulará el ‘262 Palencia desarrollo de la industria del motor agrícola, que tanta falta Huesca . .- ‘ 214 está haciendo, y de la que tanto depende el progreso eco 328 Logroño nómico de nuestra agricultura. 387 Albacete En marcha, pues, ‘la economía española hacia un Plan de Desarrollo, deberá ser objeto de cuidada atención y, NUEVOS PUESTOS DE TRABAJO en lo que respecta a la creación de puestos de trabajo, la El impulso que ha de recibir la economía española con la realidad’ registrada en el último año? concretada funda puesta en marcha del Plan de Desarrollo tendrá, natural- mentalmente en la distribución porcentual entre puestos’ ,









.

...



‘ ...

...



de trabajo calificados y no calificados; la incorporación a nuevos puestos de trabajo, según diferentes actividades1 y la distribución provincial de tal creación social del Plan de Desarrollo, que deberá estar estrechamente vinculado a los polos de crecimiento del mismo.

se pagarían intereses sobre el total del préstamo, aunque no fuera utilizado totalmente; en los últimos cinco áños se verificaría la amortización y pagoS de intereses a’ cuota constante. Abarca también el plan las relaciones ‘de la empresa y el trabajador, política de seguros sociales, convenios co lectivos, formación profesional, y finalmen$ propugua l,a PLAN PARA LAS INDUSTRIAS DE LA PIEL creación de un código de trabajo que regulé las relaciones, tanto genéricas como específicas, en cada caso entre em En 1961 existían en España 7.950 empresas dedicadas a presarios y trabajadores, así como la rectificaciÓn de la la transformación de pieles y cueros y a la producción de legislación Mercantil, industrial, fiscal y social para dar manufacturas: el 42 por 100,dedicadas a la confección de flexibilidad al sector e inyectarle caracteres más semejantes calzados; el 38’por 100, a talleres de giarnicionería; el 11 al de los países europeos. por 100, fábricas de curtidos, y el resto, a diferentes ramas. En cuanto a vólumen de empleo, más dci 64 por 100 co rresponde a las industrias del calzado; •a curtidos de colo UNA FABRICA DE OLEFINAS cación, el 15 por 100, y entre los restantes sectores, el resto. Características comunes a toda esta clase de industrias disponga Puertollano del oleoducto cuyas obras es la gran proliferación de plantas fabriles, con predominio se Cuando vienen realizando desde Málaga para transportar el de pequeñas empresas, que en general poseen un bajo petróleo crudo que, procedente del Oriente Medio, llega nivel técnico. La producción se logra con excesivo empleo la costa Mediterránea y, también, de la petroquímica quea 1 de mano de obra a bajos rendimientos. de complementarle, tendrá también una fábrica de Un plan ha sido redactado por el equipo de economistas haya olefinas, nueva industria que será igualmente complementoespañoles que nás infatigable y acertadamente ha venido de las citadas y que proporcionará grandes ventajas a.l trabajando en la redacción de numerosos planes provincia país. les y regionales. La fábrica de olefinas permitirá la obtención de diversas El plan está orientado hacia la mej ord de la renta de materias de índole sintética de extraordinaria los componentes del sector y tiende a insertar en un con importanciaindustriales y necesidad el mercado, como son ‘el caucho junto coherente un determinado número de acciones pre y las fibras sintéticas, losenplásticos y muchas más. Aquello vias susceptibles de dirigir la evolución de las industrias de que se recibía del exterior podrá hacerse en nuestro país, la piel en los próximos aPios, en un sentido! acorde con el con todos los beneficios que esto supone, empezando por el interés del propio sector, pero a la vez, con el de la colec tividad nacional. Dichas acciones -descansan en los siguien ahorro éxtraordinario de divisas. La. Empresa Nacional Calvo Sotelo, que lleva veintiún tes principios: lograr equilibrio entre producción y ventas; reformar las estructuras de la empresa; tender hacia el años laborando profundamente, cimentará aquí su magno nivel ójtimo de población activa •que ocupa el sector, y empeño. Con ella, y ampliamente persuadidas de la trascendencia alcanzar inos mayores ingresos por persona ocupada, n de los complejos industriales en gestación, colaborarán auténticá política de redistribución de la renta. Premisas pa±a llevarlo a efecto son una financiación es firmas internacionales dci máximo prestigio: la Imperial de Londres; Id Montecatini, de Italia y la Phil pedal, la renovación rápida del equipo sin’ que pese sobre Chemical, la• promoción social interior (salarios) ni en la exteriór lips Petroleum, norteamericana. Y con ellas, también, la entidad Cross, Sociedad Anónima, española. (precios al público). Para financiación se solicita un volumen especial de créditos que asciende a 1.950 millones de pesetas; el resto, hasta cubrir en conjunto 2.500millones de pesetas, a través PLAN DE DESARROLLO ECONOMICO jel crédito financiero ordinário, y de la autofinanciación. PARA GUINEA Se establece que el volumen medio de créditos no pase de los ‘-diez millones por operación productiva.. Su objetivo central es elevar el nivel de vida y conseguir Por lo que afecta a las garantías, se pretende que, del el mayor bienestar- de cuantos habitan en dichos territo 50 por 100 sea garante el Estado, a semejanza de la fórmula nos: 245.989,con una tasa de crecimiento del 2,3 por 100. que actualmente se practica en Italia desde el año 1950. En 1962, la renta’ de lá Guinea Ecuatorial se elevó a Pero dada la pequeñez de la organización financiera, se 2.063,5 millones, lo que supone una renta por habitante de ‘estima necesaria una modificación en la póliza de seguro unos 132 dólares. contra «iiesgo de Insolvencia» que hoy funciona a través La tasa media de crecimiento durante el periodo l95’162 de la Compañía Española, de Seguro de Crédito y Caución de 5,5 por 100; para ventas a plazo. Sería necesario transformarla en lina haEl sido Desarrollo pretende conseguir que el creci nueva modalidad de modernización y expansión industrial mientoPlanse de acelere hasta alcanzar en el cuadrienio 1964-67 que podría cubrir hasta un 25 por 100 de la garantía, y un ritmo de incremento del producto nacional bruto de. dejar el 25 por 1OQrestante a cargo de las’propiedades y 7,56 por 100, lo que representará, tenido en cuenta el cre solvencia individual. cimiento de la población, una renta por habitante de 170 Se arbitra una interesante fórmula para la asignación de los tipos de interés en función de la productividad y remu dólares al final del período. neración del trabajo, de manera que a un aumento de pro ductividad del 200 por 100 y de la remuneración del trabajo CUADRO MACROECONOMICO.PREVISIONES PARA 1967 (En millones de pesetas de 1962) en un 75 por 100 correspondería un interés del 5 por 100, mientras que en el nivel óptimo, que es el de aumento del 300 por. 100 en la productividad y del’ 115 por 100 en la Ritmo anual de aumnto remüneración del trabajo, correspondería un interés del 1962 % 1967 3 por 100. Para ‘el préstamo sobre capital circulante, el plazo será Producto regional bruto2.301 7,56 3.311 de un año. En cuanto al préstamo de capital fijo, ocho años, Bienes y servicios importados 1.151 8,4 1.723 distribuidos así: el primer año se pagaría sólo el interés sobre las cantidades utilizadas; en los dos años siguientes Total recursos disponibles 3,452 5.034 ...



.—‘ ‘s

dirigidas ‘a coneguir una mayor Igualdad de oportunidades, Ritmo anual de aumento 1962 % 1967 mediante la importancia que se concede a las ‘inversiones públicas en sanidad y enseñanza. 1.450 8,55 2.185 Las exportaciones se someten a una fuerte tensión, pues 235 9,56 371 sobre ellas debe gravitar buena parte del desarrollo equili 369 15,57 761brado. Ray que exportar tanto a los mercados tradicionales como a citros’ nuevos que habrá que buscar. Además, la 1.398 4,19 1.717 Guinea ecuatorial puede, convertirse en el centro turístico y

Consumo privado Consumo público Inversión bruta interna Bienes ‘y servicios exportados

de servicios—mediante puertos, depósitos y zonas francas— de la mayor importancia dentro del conjunto africano. El incremento de la inversión bruta interna previsto es muy alto: un 15,57por 100anval y acumulativo. Durante el De acuerdo con él, las principales previsiones contenidas cuadrienio 1964-67se espera que su volumen total alcance 2.579 millones de pesetas, de los cuales 928 corresponderían en el plan son: El consumo privado crece, pero sé pretende que el aumen a la inversión privada. El peso del Plan de ‘pesarrollo Económico de la Guinea to tenga lugar en las capas ‘de población de renta más baja. A lograrlo se dirigen las medidas propuestas de carácter ecuatorial recae, pues, en la inversión pública, que se elevará fiscal, las de estímulo a las cooperativas y, sobre todo, las durante el período del plan a 1.651millones de pesetas. Total recursos utilizado, de ducidos los motinjientos de rentas3.452

RESUMEN DEL PROGRAMA DE INVESIONES PUBLICAS PARA 1964-67 (Eh millones de.pesetas de 1962) 1964

Inversiones sociales: Enseñanza y formación profesional. Sanidad Vivienda y Urbanismo

1965

ii’xversiones sectores productivos: Agricultura Minera Aeropuertos Obras públicas Ayuda estatal a las inversiones de las corporaciones locales

1967

1966

37,0 52,0 50,0

46,0 61,0 53,0

1,7 7,3 117,1 80,6

4,3 6,3 108,9 100,7

4,3 5,4 214,4,

30,0

30,0

30,0

30,0

120,0

356,7

389,2

414,1

491,0

1.651,0.



56,0 ‘76,0 ‘56,0

,

172,0 229,0 206,0

33,0 40,0 47,0



...

Total

r

.

,



.

.





1,0



— .

4,8 267,2

-

11,3 13,6 236,2 662,9

,

,

TOTAL INvERsIÓN PÚBLICA ...

FINANCIAC!ION DiÉL PROGRAMA DE INVERSIONES PUBLICAS (Eh

millones

de pesetas

-Presupuesto de la Guine ecuatorial. Presupuesto general del Estado TOTAL356,7

Las inversiones programadas tienden a crear capital s6 cial fijo en los sectores clave: enseñanza, sanidad, vivienda y obras públicas y transportes. La financiación del programa de inversiones públicas cuenta con los fondos del Presupuesto de la Guinea ecua tonal y con los procedentes del Presupuesto general. del Estado, en forma de aportaciones y subvenciones directas. La aportación del Estado, a través de su presupuesto ge neral, se eleva, pues, a 800,2 millones de pesetas, çs decir, el 48,47 por 100 de la inversión pública total, prevista para el cuadrienici. Además de estas subvenciones’ de tipo directo, el Go bierno español, al mantener para el, cacao y el café proce dentes de Guinea ecuatorial unos precios muy superiores a lbs del mercado internacional, está indirectamente finñ ciando en parte el propio presupuesto dé ‘la Guinea ecua torial ‘y sus procesos productivos. Esta ayuda indirecta se eleva anualmente a unos 463 millones de pesetas de 1962. Los puntos de apoyo más importantes del desarrollo económico de la Guinea ecuatorial, tal como se recbge eh el Plan, son: 1. Crear nuevo capital social fijo, lo que exige prestar

de 1962)

1964

1965

1966

159,6

200,3

225,7 188,4

19’l,l

188,9 389,2

265,2 225,8



414,1 ‘

491,0

850,8 800,2 1.651,0

atención a los problemas reiativos a la constitución de cuadros administrativos adecuados (formación de funcio narios, remuneración y régimen de la función pública de la región ecuatorial, ampliación de -determinados servicios, etcétera). 2. Corregir defectos económicos de carácter estructural relacionados con las exportaciones agrícolas, la escasez de mano de obra y el estrangulamiento de los transportes, en especial de los marítimos. Para ello se propone: a) Crear una entidad oficial de crédito que opere tanto a corto como a medio y largo plazo en’ todo tipo de acti vidades bancarias, encargándose además de la tesorería del Estado. b) Mejorar las comunicaciones marítimas, tanto en fre cuencia como en regularidad. o) Desarrollar zonas francas, con fábricas, talleres y al macenes orientados al tráfico con el Africa occidental. d) Reestructurar los cauces comerciales. e) Modernizar las explotaciones agrícolas y forestales y ampliar, basándosé en los cultivos cJe las cooperativas lo cales, las producciones de tipo ecuatorial.

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j)

breai una industria ligera de transformacidn. g) Prestar especial atención a la formación del personal docente, que, además, podría actuar como dirigente dé los pequeños proyectos locales de desarrollo. A facilitar esta tarea se ha orientado el programa de construcción de vi viendas para maestros. En 1967, Fernando Poo y Río Muni alcanzarán una pobla-’ ción de. unos 290.000 habitantes. Para ese mismo año la renta, por habitante ‘se espera que se eleve a 170 dólares, frente a 132 en la actualidad. Al mismo tiempo la elimina ción de una serie de defectos estructurales y el desarrollo de una política económica progresiya garantizan una mejor distribución de la renta. Con 10.200 pesetas de renta por habitante, el nivel de vida experimentará una notable ele vación. Los planes’ sucesivos permitirán el despegue hacia metas más ambiciosas. SALARIOS

Y PODER ADQUISITIVO

Se ha publicado un trabajo sobre los salarios en 1936 y en’ 1963. Nos limitamos a recoger algunas de sus afirmaciones. Téngase en cuenta que habla de salarios medios y de pre cios al por mayor. Es difícil determinar con exactitud, a causa de su diver sidad, cuáles eran y cuál ‘s son los salarios medios diarios existentes antes y después de 1936en la agricultura y en la industria. No obstante, a continuación se citan, con reser vas, unas cifras’ aproximadas Salarios medios.—1936:. ..gricultura, 7 pesetas; industria, 10 pesetas. 1963: agricubura, 90 pesetas; industria, 110 pesetas. Las comparaciones absolutas, salarios de ayer y de ‘hoy, no informan sobre las v rdaderas posiciones que, a los efectos de ,compra ocupaban y ocupan los trabajadores en 1936 y en 1963.Por eso se empleó el siguiente procedimiento comparativo: Trabajadores aqrlcolas.—ffintes de 1936 los trabaj adóres agrícolas eventuales obtenían unos ingresos medios anua les de unas 750 pesetas: 400 en la temporada de recolección (unos cuarenta días de labor) y 350 en los cincuenta res tantes días del año en los que conseguían trabajo’. Actualmente consiguen, por término medio, unas 27.000 pesetas al año: el importe de trescientos ‘días, entre labora les y festivos, a ‘unas 90 pesetas diarias. Los ingresos mediós anuales equivalían y equivalen para los trabajadores ,antes y después de 1936 a los siguientes artículos de consumo (precios al por mayor); 1936: Carne oanal, 280 lutos; leche, 1.250 litros; huevos, 375 docenas; trigo, 1.910 kilos. 1963: Carne canal, 710 kilos; leche, 4.500 litros; huevos, 1.000 docenas; trigo, 4.500 kilos. Trabajadores indnstriales.—Los trabajadores industriales cobraban antes ,de 1936,en los niveles más altos, alrededor de 10 pesetas por día. Por término medio trabajaban unos cien días’ al año. Sus ingresos eran, por ‘tanto, de unas 1.000 pesetas anuales. En la actualidad cobran por término medio alrededor de 110 pesetas por día, con un mínimo acreditado, entré fes tivos y laborales, de unos trescientos veinticinco días al año. Es decir, perciben unas 35.750pesetas anuales. A continuación se cita el índice adquisitivo de los traba jadores industriales antes y después de 1936: 1936: Carne canal, 363 kilos; leche, 1.666 litros; huevos, 500 docenas; trigo, 2.360 kilos. 1963: Clame canal, 940 kilos; leche, 5.958 litres; huevos, 1.398 docenas; trigo, 5.958 kilos. Para la redacción de las tablas anteriores se han tenido en cuenta en ambos años precios al por mayor. Sobre las diferencias que se notan en favor de los sala rios correspondientes a 1963 hay que añadir las siguientés: a) Que todos los trabajadores disfrutan actualmente de ‘

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tui eficiente dispositivo previsor que les, asegura 11h efi sión mínima en caso de jubilación, que atiende a la protec ción familiar y que lo.s cubre contra los peligros y caros efectos de la enfermedad. ‘b) Que además del sueldo perciben actualmente impor tantes cantidades por otros conceptos :yprimas a la produc ción, participación en beneficios, ayuda familiar, horas extraordinarias, etc. c) Que en la actuálidad tienen ocupación más indivi duos por familia que en 1936 y que en años anteriores a éste. EL CONSUMO DE LECHE Una de las conclusiones a las que se llega después de examinar los datos relativos, a la evolución de la dieta alimenticia del español medio durante estos últimos años, es la de que nuestro consumo de leche y de productos lácteos deja bastante que desear todavía. Eh un estudio que hace, poco ha realizado la Secretaría General Técnica del Ministerio de Agricultura, y al que ya hemos dedicado algunos comentarios en números anteriores, se observa que mientras el aumento del consumo de huevos en el de cenio 1953-1962supuso un 60 por 100, el de azúcar un 52, el de agrios un 45, el de carne un 39, el de frutas un 33, el de hortalizas otio 33 y el de grasas y aceites (excluida la, mantequilla) un 31 por 100, el de ¡eche vino a ser sólo de un 15, y los de mantequilla y queso resultaron práctica mente nulos. El hecho merece la pena ser tenido en cuenta. Porque si antes se atribuía tan bajo ‘consumo de productos lácteos a las limitaciones impuestas por el escaso poder ‘aidquisitivo de gran población consumidora, hoy, pese a haberse elevado el promedio de estos recursos, apenas si ha sido apreciable la diferencia dé la demanda en el mercado lechero nacional. No cabe duda de que el precio actúa de una manera de cisiva. El español medio consumiría seguramente más leche si su costo fuera menor dentro de un mínimo de calidad garantizada. Bien es verdad que hemos dado un gran paso gracias a las centrales lecheras, a las que hay que atri buir, en gran, parte, esa ligera elevación del consumo. Pero lo que no hemos conseguido ‘aún es elevar los índices de productividad. Y mientras los rendimientos por cabeza de ganado, sobre todo de. vacuno, sean bajos o, lo que es peor, bajen en vez de subir, los precios tendrán que ser altos forzosamente. El problema tiene tanto de psicológico como de econó mico. De otra manera no tendría una clara explicación. Si el español esta en condiciones económicas de mejorar su dieta de leche, queso y mantequilla, y pese a contar con i.in mercado abastecido no lo hace, es o porque desconoce el valor alimenticio de estos p’roductos y su gran digesti bilidad o porque no le gustan ni la leche ni sus derivados. En una buena parte, las deficientes condiciones. en que se ha venido’ suministrando la leche durante muchos años, las escasas garantías que ofrecía la higiene y de calidad justifican la désconfianza del español hacia esta bebida y su paulatino alejamiento de ella, hasta el extremo de que el consumo .de alimento tan completo y principal haya quedado reducido a menos de dos decilitros diarios, y aun así generalmente mezclado con café. Tan bajo porcentaje no tiene semejanza ni siquiera en países de más bajo nivel general que el nuestro. Y no hablemos de la mantequilla, de la que el español medio consume solamente 200 gramos al año, o del queso,’ del que también, per çapita y anualidad, consumimos kilo y medio, no obstante la gran variedad y calidad de una gran parte de sus elaboraciones. Cifras tan pobres, difícil mente tienen, parangón. Aunque se trate de explicarlas con el elevado consumo de aceites vegetales y con la dom petencia de margarina, de lá que venimos a gastar, por habitante y año, entre los 350 y los 400 gramos. ,

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Ni como alimento ni como bebida, la leche ha ganado en España el puesto que le corresponde. En verano, por ejem plo, además de su gran valor nutritivó, la leche fría es un refresco ideal que pudiera competir ventajosamente, incluso en precio,. con otras bebidas estimulantes, alcohólicas o no. Pero previa una propaganda genérica y racional. El público consumidor no siempre sabe lo que más le convieñe, y. a veces resulta un deber orientarle. Los gana deros españoles han de pensar que tienen en sus manos una importante tarea que cuínplir: no sólo la de salvar a. la ganadería de su momento difícil, sino la de elevar el nivel de vida del español medio, ayudándole a mejorar su con sumo en cantidad, calidad y preció.

LA PRODUCCIQN DE ÇEBOLLA Siempre es motivo de complacencia el conocer que, se aumentan las superficies de los cultivos agrícolas y que se intensifican, además, los rendimientos unitarios. Ambas características se acusan notablemente en el cul tivo de la cebolla en España. Aquella superficie de 16.500hectáreas que hace una véin tena de años dedicábamos a este cultivo pasaron a 17.150 en 1953 y, lo que es más laudable, se elevaron a 35.715 el pasado año. Es decir, en estos diez últimos años doblamos la superficie sembrada de cebolla. Por otro lado, míentras en 1942 tuvimos unas produccio



nés medias de 90,80 quintales por hectárea en secano y 212,73 en regadío, en 1952, mejoramos los rendimientos, que pasaron, respectivamente, a 110 y .213,6, para elevarse nás notablemente la pasada cosecha con 141,4 quintales por hectárea en secano y 254 en regadío. Consecuencia de estos avances es que nos hemOs colo cado en cabeza entre todos los países europeos en produc ción de cebollas y que, además de tener el mercado nacio nal perfectamente abastecido, exportamos importantísimas cantidades, que nos proporcionan divisas que contribuyen al bienestar español, permitiéndosenos aumentar las impor taciones de otros.productos, no obstante las competencias que nos hacen varios países, especialmente Hólanda y Egipto. Para estimar en su cuantía el valor de nuestras cebollas indicaremos que la producción nacional en la pasada campa ña superó los 2.164.000.000de pesetas. Cifra verdaderamente espectacular, máxim teniendo en cuenta que haçe veinte años la cosecha valió 182.900.000pesetas y que hace diez fue de 493.500.000pesetas. La fabulosa cifra actual se ha logrado con mayores su perficies, mejores rendimientos unitarios y más elevados precios, en los cuales ha influido, como es natural, la ele vación de los de todos los factores que intervienen en la producción. Los precios a que se pagó la cebolla no pasaron,, sin embargo, en el último decenio de tres pesetas el kilo hasta 1960, superando muy poco las 3,50 pesetas el último año.

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