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EL ADJETIVO. ANÁLISIS FORMAL, FUNCIONAL Y SEMÁNTICO. 1.- Definición. El adjetivo es una parte variable de la oración que acompaña opcionalmente al sustantivo en el sintagma nominal, para calificarlo (adjetivo calificativo) o determinarlo (adjetivo determinativo), concordando con él en género, número y en algunas lenguas también en caso. 2.- Estudio del adjetivo desde distintos niveles de análisis. 2.1.- Punto de vista formal. El adjetivo es una unidad léxica integrada por un lexema y morfemas constitutivos (género y número). Al igual que el sustantivo, recibe también morfemas derivativos facultativos (prefijos y sufijos). Sin embargo, no puede recibir el morfema artículo sin dejar de ser adjetivo; es decir que si lo recibe, se sustantiva. Posee además un morfema específico que comparte con algunos adverbios: nos referimos al grado. Morfemas constitutivos. El género. El adjetivo no tiene género propio sino que adopta el del sustantivo al que califica, con el que debe mantener una concordancia fijada. Existen, en cuanto al género, dos clases de adjetivos: a. Adjetivos de dos terminaciones con oposición de género: Poseen una terminación para el masculino y otra diferente para el femenino. La marca del masculino es –o, o bien el masculino puede carecer de marca alguna; la marca del femenino es siempre –a. MASCULINO FEMENINO -o -a blanco / blanca -Ø -a traidor /traidora b. Adjetivos de una terminación: Son invariables en cuanto al género. Por ejemplo, alegre, feliz, pelma, etc. A diferencia de lo que sucede con el sustantivo, la terminación es morfema inequívoco de género en los adjetivos con alternancia. En las sustantivaciones el adjetivo puede asumir un tercer género: el neutro. En realidad, la forma es idéntica a la del masculino. Se interpreta como neutro cuando la sustantivación se efectúa mediante el artículo neutro “lo”. Adquiere entonces valor general. Se opone de la manera que vemos en este ej:El bueno (sustantivación en masculino) / lo bueno (sustantivación en neutro). El número. El adjetivo refleja siempre el número del sustantivo al que se refiere, tanto si está en función de adyacente como si lo complementa por mediación de un verbo (funciones de atributo y predicativo). El morfema de número es el mismo que en el sustantivo y sigue reglas idénticas: Ø / -s blanco / blancos Ø / - es feliz / felices Esperamos que ya hayas notado la necesidad de modificación ortográfica en algunos casos. Por otra parte, la concordancia obligada permite distinguir al adjetivo del adverbio, formalmente invariable: - niño alto: El niño es alto (adj.) / El niño habla alto (adv.) - niños altos: Los niños son altos (adj.) / Los niños hablan alto (adv.) Morfemas facultativos. Diminutivos y aumentativos: En el adjetivo, el diminutivo y el aumentativo son siempre puramente afectivos, valorativos: blanquito, grandote no significan ni ‘menos blanco’ ni ‘más grande’, respectivamente. Se utilizan sobre todo en el registro coloquial con función claramente expresiva. Por ejemplo: sopa calentita, estamos solitos, pobrecito mío, no seas tontita, etc.
Prefijos: El adjetivo recibe los mismos prefijos que el sustantivo y con idéntico significado; tales son los casos de antediluviano, injusto, extraordinario, prepotente. Sufijos: El adjetivo posee sufijos propios de formación de adjetivos. Unos forman derivados de sustantivos y verbos; otros introducen determinados matices a adjetivos existentes: -al, -il, -ble, -nte, -dor: semanal, monjil, plegable, repelente, bronceador. Muchos de estos adjetivos han experimentado una sustantivación permanente, manteniendo o no un doble uso con especialización de significado: Tema general / Un general. Idea brillante / Un brillante. Te ofrecemos algunos ejemplos más de adjetivos con sufijos: maderero, sudoroso, cristiano, francés, blanquecino, parduzco, cobrizo,… Otro sufijo a destacar, característico del adjetivo es –érrimo, que sirve, como sabes para formar el superlativo culto de ciertos adjetivos. Pero de este asunto trataremos más adelante, cuando te presentemos el grado del adjetivo. Los adjetivos también pueden estar compuestos de más de un lexema, siguiendo un procedimiento semejante al del sustantivo e incluyendo, además, morfemas derivativos: hispanohablante, sordomudo, ojituerto. El participio usado como adjetivo. Un gran número de adjetivos calificativos son, de hecho, participios utilizados como adjetivos: pintado, movido, despintado, deshecho, agotado, frito. El análisis formal distingue en tales casos lexema, vocal temática y morfema verbal de participio, además de los morfemas de género y número y los morfemas facultativos citados. Si el participio es irregular, la variación del lexema señala el carácter del participio, como apreciarás en estos ejemplos, uno regular con morfema derivativo y el otro irregular: M. deriv. Lexema Vocal temát. Morf. Participio Gº Nº Despint-a-d-o Ø
Frit
-o
Ø
El morfema de grado. El adjetivo calificativo posee un morfema de carácter cuantificador que comparte con ciertos adverbios: el morfema de grado. El grado positivo, el no marcado, designa la mera posesión de la cualidad: alto. El grado comparativo establece una relación con respecto a la misma cualidad en otro objeto. Se expresa mediante morfemas correlativos, libres y discontinuos: un adverbio de cantidad y una conjunción opcional si desea hacerse explícito el término de la comparación. - Superioridad: más alto (que). - Inferioridad: menos alto (que). - Igualdad: tan alto (como). El grado superlativo expresa la posesión de la cualidad en grado alto. Se distingue entre: - Absoluto: Se expresa, bien mediante un morfema libre antepuesto, el adverbio de cantidad muy, o bien con un morfema cuantitativo trabado, el sufijo –ísimo: Muy alto. Altísimo. Algunos adjetivos sufren un cambio en raíz cuando forman el superlativo absoluto, como fuerte, cuyo superlativo es fortísimo; cierto, certísimo; reciente, recentísimo; etc.
Otros forman el superlativo añadiendo el sufijo culto –érrimo a la raíz latina. Son los casos que te citamos a continuación: libre libérrimo mísero misérrimo célebre celebérrimo acre acérrimo negro nigérrimo pulcro pulquérrimo áspero acérrimo pobre paupérrimo Tres de ellos admiten también el sufijo –ísimo: negrísimo, pobrísimo y asperísimo. - Relativo: Es un comparativo con referencia a la totalidad. Implica una sustantivación del adjetivo mediante el artículo. Puede expresarse de dos modos: - Mediante la construcción especial siguiente: Art. + adv. de cantidad + adjet. El menos atrevido. - Con el artículo y un comparativo sintético: El mejor de todos. Comparativos y superlativos irregulares. Algunos adjetivos poseen comparativos y superlativos irregulares. A veces coexisten las dos formas: la irregular etimológica en el registro culto y la forma analógica regular en el registro coloquial. FORMA IRREGULAR CULTA Bueno Malo Célebre Pobre Alto Bajo
Mejor Peor
Superior Inferior
Óptimo Pésimo Celebérrimo Paupérrimo Supremo Ínfimo
FORMA REGULAR Más bueno Más malo
Más alto Más bajo
Muy bueno Muy malo Muy célebre Muy pobre Muy alto Muy bajo
Este morfema de grado solo es posible en aquellos adjetivos que designan cualidades cuantificables y, como tales, susceptibles de gradación. No es posible en adjetivos como eléctrico, mundial, financiero, soltero, francés, virgen, muerto,… Habitualmente, la presencia de adjetivos calificativos en un texto explica el propósito descriptivo del autor así como la abundancia de matices subjetivos. Por lo que respecta al valor textual, como sabes, los adjetivos calificativos, sea cual sea su grado, aportan al texto en que se encuentren un valor descriptivo, pues su presencia indica precisión, matices, detalles que los sustantivos aislados no podrían significar. Ahora bien, cuando los adjetivos se intensifican, sobre todo con el grado superlativo, se intenta aportar una mayor expresividad y subjetividad.
2.2. Punto de vista funcional El adjetivo calificativo puede acompañar a un sustantivo, apareciendo antepuesto o pospuesto a éste, o puede aparecer de forma independiente realizando las siguientes funciones:
Buenísimo Malísimo
Altísimo Bajísimo
FUNCIONES DEL ADJETIVO. ADYACENTE: Hace un bonito día. APOSICIÓN: Enrique, feliz por verme, me abrazó. PREDICATIVO: Vi a Raúl muy enfadado. ATRIBUTO: Luis es simpático. NÚCLEO DE UN S. ADJ.: Está orgulloso de su hijo. NÚCLEO DE UN S. ADJ. SUSTANTIVADO: El verde me gusta mucho. El adyacente es el modificador o adjunto de un sustantivo. Puede aparece antepuesto o pospuesto a éste. El atributo aparece si se manifiestan en la oración los verbos copulativos ser o estar; estos verbos son semánticamente “vacíos” y su única función es predicar el adjetivo del sustantivo, de ahí su nombre, copulativos o unitivos. La concordancia es obligada entre ambos miembros. Por otro lado, sabrás que si el verbo que introduce el adjetivo referido al sujeto no es copulativo, el adjetivo se denomina predicativo, que puede referirse al sustantivo en función de sujeto o en función de complemento directo. Por último, el participio equivale a un adjetivo, por lo tanto, puede realizar sus mismas funciones. Si el participio conserva su naturaleza verbal puede ir complementado por otras palabras y formar una proposición de participio. En todo caso, la función sintáctica más característica del adjetivo calificativo es la de adyacente del sustantivo o modificador directo de éste, estableciendo con él una concordancia de género y de número. Esta concordancia es un mecanismo que ayuda a la cohesión del texto 2.3.- Punto de vista semántico. El adjetivo es la clase de palabras que designa cualidades, propiedades o características, pensadas sin independencia mental, es decir, que no existen de modo independiente en la realidad. El adjetivo calificativo expresa, pues, una cualidad del sustantivo al que acompaña o con el que se relaciona. Puede ser especificativo o explicativo. El adjetivo especificativo es el que delimita (especifica) la significación del sustantivo; aporta una información necesaria, por lo que no se puede suprimir sin que varíe sustancialmente el significado de la frase. Suele ir pospuesto al sustantivo: El libro ‘pequeño’ está sobre la mesa. Por el contrario, el adjetivo explicativo o epíteto aporta una información ya conocida e intrínseca al significado del sustantivo; por lo tanto, si se prescinde de él no varía notablemente el significado de la frase: Dejó a su huella en la ‘blanca’ nieve. Aparece antepuesto al sustantivo. La posición que ocupa el adjetivo con respecto al sustantivo al que acompaña suele estar muy relacionada con lo semántico: generalmente se afirma que en español el hablante goza de una gran libertad para anteponer o posponer el adjetivo al sustantivo en función de su preferencia o intencionalidad: prado verde, verde prado; la casa alta, la alta casa ; etc. Pero hay ocasiones en las que la norma impone su anteposición o posposición; así, se dice, por ejemplo, mujer casada, color azul, cosa difícil de conseguir, etc., y no al revés. A veces, cambia el significado del adjetivo dependiendo de su posición: buen hombre / hombre bueno, pobre hombre / hombre pobre, mala comida / comida mala. En definitiva, el predominio de un tipo u otro de adjetivo aporta diversos matices al valor textual del fragmento donde encontrarás los adjetivos. Así pues, de la mayor presencia de adjetivos especificativos frente a los explicativos se deduce un claro rasgo de objetividad del asunto planteado en el texto; mientras que el uso indiscriminado de explicativos o epítetos se explica gracias al afán del autor por dar un tratamiento valorativo, expresivo y subjetivo al asunto de que trata.