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EL BAUTISMO SEGÚN LA BIBLIA Jorge Rodríguez Guerrero
La enseñanza bíblica sobre el bautismo es muy, pero muy, diferente de los conceptos que sobre él existen en la mayor parte del mundo religioso de nuestros tiempos. Lo serio de esto es que, como usted podrá ver después de leer lo que sigue, en esto está de por medio la salvación de nuestra alma. Le suplico que atienda a lo siguiente y verá que no estoy exagerando. 1. El bautismo de que habla la Biblia es una inmersión. O dicho de otra manera, bautizar, es zambullir, hundir, sumergir. Si se trata de un bautismo en agua, bautizar es zambullir en agua. (1) La palabra bautizar, no es palabra española: es una transliteración de una palabra griega, (el Nuevo Testamento se escribió originalmente en griego) baptizein o baptizo que quiere decir "sumergir". Simplemente el Gran Diccionario Larousse que incluye la etimología de las palabras dice: "bautizar" (del latín baptizare gr. baptizo, zambullir, bautizar) (2) El Diccionario de Palabras Griegas de W. E. Vine dice: "1. baptisma., bautismo, consistente en el proceso de inmersión, sumersión, y emergencia". (3) La Wikipedia tiene esto en su artículo "Bautismo": La inmersión era la forma primitiva generalizada, y pervive en la etimología de la propia palabra "Bautismo", de ello dan testimonio arqueológico las grandes fuentes bautismales del arte paleocristiano en numerosos templos cristianos en oriente y occidente, tanto los que siguen activos, como los que yacen en estado de ruina. La inmersión sigue
siendo la forma obligatoria en la Iglesia Ortodoxa y en todas las iglesias orientales (aún las que están unidas a Roma), así como en la Reforma Radical y en el Cristianismo Fundamentalista. (4) La Septuaginta (una versión del Antiguo Testamento al griego de antes de Cristo) contiene la palabra ebaptízato en 2 Reyes 5.14 donde la Biblia de Jerusalén (una versión católica) tiene así: "se sumergió siete veces en el Jordán". (5) En la Iglesia Ortodoxa Griega se sumerge a quien es bautizado. Por supuesto los griegos saben lo que significa la palabra griega bautizar. (6) Bautizar es un verbo griego que jamás significó rociar o derramar. En este caso, como en muchos, los hombres mostraron su desprecio hacia la Palabra y cambiaron la acción del bautismo. Muchas denominaciones (católica, metodista, luterana, presbiteriana, etc.) no sumergen a las personas cuando dicen estar bautizándolas. 2. El bautismo de que habla la Biblia no es para los bebés. ¿Lo bautizaron cuando usted era un pequeñín? Si sí, será bueno que sepa que el bautismo de que habla la Biblia es para personas que necesiten ser perdonadas de sus pecados, que crean en el evangelio y que estén arrepentidas de su pasado pecaminoso. Note por favor: (1) El bautismo es un mandato de Jesucristo. “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura; el que creyere y fuere bautizado será salvo, mas el que no creyere será condenado” (Marcos 16.15 y 16). Es un mandato divino que debe ser obedecido. (2) De parte del hombre el bautismo es un acto de obediencia. Obedecer quiere decir someterse a la voluntad de otro. A los hombres Dios les manda que se bauticen. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíri-
tu Santo.” Hechos 2.38. Bautizarse es un acto voluntario. Todo aquel que se bautice debe decidir por sí mismo hacerlo. ¿Qué tan difícil de entender puede ser esto? Entonces en la Palabra de Dios no hay cabida para el bautismo de niños, siendo que un bebé no puede decidir por sí mismo someterse al bautismo. Cuando el bebé es bautizado él no se está sometiendo a la voluntad de Dios. El no ha decidido —ni puede hacerlo— ni ha expresado que quiere ser bautizado. Por otro lado en ninguna parte el Señor ordenó a ningún padre bautizar a su bebé. El bautismo de niños se originó siglos después de que se escribió la Biblia y pertenece a los mandamientos de los hombres, no a los mandamientos de Dios. (3) En el pasaje citado más arriba, el Señor dijo: “el que creyere y fuere bautizado será salvo”. Para ser salvo hay que creer y ser bautizado. Note este otro pasaje: Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. (Hechos 8.36,37). Felipe el evangelista hizo eco a lo dicho por el Señor: Una cosa impediría que aquel eunuco pudiera ser bautizado: Que no creyera. Si quería ser bautizado, primero tenía que creer. Tal es el requisito divino. El bautismo de que habla la Biblia es para quien pueda creer y que pudiendo, crea de todo corazón que Jesucristo es el hijo de Dios. Así, el bautismo bíblico no es el bautismo de niños. (4) El bautismo es para quien se haya arrepentido de sus pecados: Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. (Hechos 2.37,38). Arrepentirse es sentir tristeza por haber obrado mal y decidir hacer algo al respecto. En este caso bautizarse
para el perdón de los pecados. Es claro que en este esquema no cabe el bautismo de niños. 3. El bautismo de que habla la Biblia no es para quitar el pecado original. La doctrina del pecado original es muy popular, pero habrá que ver si además es de la Biblia. Esa doctrina enseña que los bebés nacen con el primer pecado que cometieron Adán y Eva. O en otras palabras, que Dios considera pecador a un bebé que es inocente; que porque así lo ha decidido Dios, ese pequeñín debe pagar por un pecado que él no cometió. ¿Puede una persona razonable creer eso de Dios, de quien la Palabra nos dice que es justo y bondadoso? Usted mismo: ¿castigaría a un bebé por lo que hizo su padre, o su abuelo? Tal doctrina pone en entredicho la justicia de Dios. No solamente eso, sino que choca de frente con la Palabra de Dios que dice: El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él. (Ezequiel 18.20). La Biblia no enseña la doctrina del pecado original ni dice que el bautismo es para quitar el pecado original. La doctrina del bautismo de niños y la doctrina del pecado original, desconocidas durante los primeros siglos del cristianismo, son hermanas gemelas y tan falsas la una como la otra. Así que volvemos a lo mismo. En la Biblia no hay tal cosa como bautismo de niños. 4. El bautismo de que habla la Biblia es, ya lo leímos, para el perdón de pecados. (1) Hay grupos religiosos protestantes o evangélicos que sumergen al creyente y que no bautizan niños. ¿Podría decirse que quienes han sido bautizados en esos grupos sí han recibido el bautismo de que habla la Biblia? No necesariamente. La Biblia es muy clara al decir que el bautismo es un requisito de salvación. Entre los pasajes que asocian el bautismo con la
salvación o perdón de pecados están estos: Marcos 16.16: “El que creyere y fuera bautizado será salvo…”; Hechos 2. 38: “Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros para perdón de los pecados…”; Hechos 22.16: “Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando su nombre"; 1 Pedro 3.21: “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva”. (2) Puede ser que usted se asombre al saber que la generalidad de los grupos protestantes o evangélicos no creen que el bautismo es para perdón de los pecados. Es decir, no creen a la Palabra de Dios. Ellos deciden creer mejor a hombres como Lutero y otros líderes de la Reforma Protestante quienes concluyeron que el pecador es perdonado en el momento en que cree, sin obedecer nada de nada. A la luz de los pasajes citados y de muchos pasajes de la Biblia que tratan de la salvación y de la obediencia, las personas y los grupos religiosos que creen que el bautismo nada tiene que ver con la salvación están equivocados. Si usted no fue bautizado para el perdón de sus pecados, no ha recibido el bautismo de que habla la Biblia. 5. El bautismo de que habla la Biblia no pone a nadie dentro de una denominación. De acuerdo a un concepto muy difundido y aceptado casi por todos, si, por ejemplo, un pastor metodista “bautiza” a alguien, tanto el bautizador como el bautizado están pensando que este último se está haciendo miembro de la Iglesia Metodista. Por supuesto a nadie se le ocurriría que ese bautismo lo pondrá en la Iglesia Bautista. Las primeras denominaciones surgieron varios siglos después de que el Señor estableció su iglesia. Durante muchos siglos nadie pensó que el bautismo lo introduciría a una denominación. Por cierto que el concepto del denominacionalismo es totalmente contrario a la Palabra de Dios, que prohíbe toda división
entre los creyentes. Si se estudia en la Biblia todo lo relacionado al bautismo, no es nada difícil concluir que el bautismo era —y es— para el perdón de pecados y que la iglesia era —y es— el conjunto de las personas perdonadas o redimidas. De manera que un pecador se bautizaba y al hacerlo él venía a formar parte de la iglesia: “Así que los que recibieron su palabra fueron bautizados y se añadieron aquel día como tres mil personas… y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”, Hechos 2.41,47. En el Nuevo Testamento la iglesia es el cuerpo de Cristo y él tiene sólo un cuerpo. En la Palabra de Dios la palabra iglesia jamás se aplicó a una denominación Considerado lo dicho hasta aquí, la realidad es que infinidad de personas que piensan estar bautizadas no lo están si se toma en cuenta todo lo que dice la Biblia en cuanto al bautismo. Siendo que el bautismo correcto y escritural es necesario para la salvación, Satanás debe estar muy contento con lo que el mundo religioso ha hecho de ese mandamiento divino. Lo dicho aquí es suficiente para que usted conozca los aspectos básicos de la enseñanza bíblica del bautismo. Si usted tiene interrogantes sobre algo que considera que no se incluyó aquí, acérquese usted a una iglesia de Cristo fiel, e infórmese más sobre el bautismo correcto. Creo que una cosa ha quedado clara: Si usted se ha sometido o no al bautismo enseñado en la Biblia tiene alcances eternos.