El buen samaritano. Lunes 28 MEGAFONÍA

El buen samaritano Lunes 28 MEGAFONÍA  Comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Hacemos un momento de silencio para pre
Author:  Carmen Toro Palma

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El buen samaritano

Lunes 28

MEGAFONÍA

 Comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Hacemos un momento de silencio para prepararnos…  Nos ponemos en presencia del Señor… o le damos los buenos días o le damos las gracias por estar con nosotros o le pedimos que nos ayude a saber escucharle en este rato  Leemos la Palabra de Dios del día…  Esta semana, nos acercamos a un buen hombre… El samaritano (Lc. 10, 25-37) “Un doctor de la ley se levantó y, para ponerlo a prueba, le preguntó: - Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? Jesús le contestó: - ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees? Respondió: - Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo. Entonces le dijo: -Has respondido correctamente: obra así y vivirás. Él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: -¿Y quién es mi prójimo? Jesús le contestó: -Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó. Tropezó con unos asaltantes que lo desnudaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto. Coincidió que bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verlo, pasó de largo. Lo mismo un levita, llegó al lugar, lo vio y pasó de largo. Un samaritano que iba de camino llegó adonde estaba, lo vio y se compadeció. Le echó aceite y vino en las heridas y se las vendó. Después, montándolo en su cabalgadura, lo condujo a una posada y lo cuidó. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al posadero y le encargó: Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a la vuelta. ¿Quién de los tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los asaltantes? Contestó: -El que lo trató con misericordia. Y Jesús le dijo: -Ve y haz tú lo mismo.” Este samaritano, tiene un aire a Jesús… esta es la gran propuesta, acercarse a las personas, no dejarlas al borde del camino. Tener un corazón que se conmueve y se acerca a ayudar a otros. Un corazón que se compromete con las personas y no las deja solas. Un corazón que se gasta, que se desvive por aquellos que le salen al encuentro. Un corazón capaz de “perder” tiempo, dinero… y poner en juego sus cualidades para tender una mano a quien le necesita. Qué difícil es entregarse a los demás como lo hace el buen samaritano, dar la vida por el que me necesita como si fuera la persona más especial, la única en el mundo, aunque apenas le conozca. Es relativamente sencillo actuar así con los que más queremos, pero hacerlo con el compañero que tengo junto a mí en la clase y apenas le conozco…; fijaos cómo el samaritano no sabía nada de aquél hombre que vio, casi moribundo, en el camino; y sin embargo lo cuidó como si fuera su hermano; o su mejor amigo; esa es la verdadera grandeza del amor de Jesús, la entrega incondicional a aquél que necesita una ayuda, sin esperar nada a cambio, sin recibir una recompensa.  Ponemos nuestro día en manos del Señor rezando juntos el Padrenuestro.  Y terminamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

El buen samaritano

Martes 29 Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. Que allá donde hay error, yo ponga la verdad. Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe. Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza. Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz. Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar. Porque es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, es perdonando, como se es perdonado, es muriendo como se resucita a la vida eterna. S. Francisco de Asís

¿Te atreves a hacer tú alguna petición como las de San Francisco? ¿qué pedirías? Terminamos rezando el Padrenuestro.

Miércoles 30

MEGAFONÍA

Escuchamos la canción… (se puede escuchar sólo una parte). Comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Por ti (El Canto del Loco). Siempre he estado pensado como agradecerte Por hacerme el regalo más grande, más fuerte Haberme regalado todo lo que tienes Y si es así, es así Has perdido tu tiempo por mis ilusiones Y cambiaste llorar por luchar en mi nombre Por buscarme un lugar donde fuera valiente Para ser feliz, conmigo mismo ESTRIBILLO Por ti luchare por todo el cariño que has puesto conmigo Por todo tu tiempo por haber querido tenerme contigo Y por tu calor y por tanta magia

me quedo contigo Y por tu calor y por tu carisma te llevo conmigo Siempre me has demostrado que eres como un milagro Algo tan especial que siempre me ha arropado Le has ganado mil pulsos al que te haya retado Si es así, es así ESTRIBILLO Te llevo conmigo, te llevo conmigo

“Haberme regalado todo lo que tienes” 

¿Qué tengo que agradecer a Jesús? ¿Estaría dispuesto a gastarme así por otros?

“Has perdido tu tiempo” “has luchado en mi nombre” “por quedarte conmigo” “por tenerme contigo” 



Me desvivo por ti, cuenta conmigo… Es la palabra del Señor estos días… Gracias Jesús por desvivirte por mí, como el buen samaritano, cuando te he necesitado; y por hacerme sentir que soy alguien especial para ti. Ayúdame a vivir como tú.

Jueves 31 Edith Zirer es una mujer judía que vive en las afueras de Jaifa. Cuenta cómo fue liberada del campo de concentración de Auschwitz cuando tenía 13 años de edad. Había pasado allí tres. "Era una gélida mañana de invierno de 1945, dos días después de la liberación. Llegué a una pequeña estación ferroviaria entre Czestochowa y Cracovia. Me eché en un rincón de una gran sala donde había docenas de prófugos, todavía con el traje a rayas de los campos de exterminio. Él me vio. Vino con una gran taza de té, la primera bebida caliente que probaba en varias semanas. Después me trajo un bocadillo de queso, hecho con un pan negro, exquisito. Yo no quería comer. Estaba demasiado cansada. Me obligó. Luego me dijo que tenía que caminar para poder subir al tren. Lo intenté, pero me caí al suelo. Entonces me tomó en sus brazos y me llevó durante mucho tiempo, kilómetros, a cuestas, mientras caía la nieve. Recuerdo su chaqueta de color marrón y su voz tranquila que me contaba la muerte de sus padres, de su hermano, y me decía que también él sufría, pero que era necesario no dejarse vencer por el dolor y combatir para vivir con esperanza. Su nombre se me quedó grabado para siempre en mi memoria: Karol Wojtyla. Quisiera hoy darle un "gracias" desde lo más profundo de mi corazón. Hasta aquí este bellísimo y conmovedor testimonio de la vida real, contado por la misma protagonista. Tal vez también a ti te hubiese encantado haber conocido a este joven polaco… Fue el Papa Juan Pablo II, como bien sabes. Este hecho es bastante elocuente para comprender un poco más de su persona y de su pontificado. Toda su vida, desde que era seminarista, y luego sacerdote, obispo y Papa, fue una constante donación a los demás. A esta luz entendemos mejor su obra, sus múltiples viajes por todo el mundo, su gran humanidad y delicadeza en el trato con todas las personas –ya se tratara de niños, jóvenes o ancianos—; y su especial ternura para con los débiles, los enfermos y los que sufrían en su cuerpo o en su espíritu. Él conocía muy de cerca el sufrimiento humano, lo vivió y experimentó en carne propia, y desde joven aprendió a compadecer al hermano doliente, sin importarle edad, raza, sexo, cultura o religión. ¡Esto es ser un buen samaritano! Durante toda esta semana hemos visto que buen samaritano es todo hombre que se detiene al lado del sufrimiento de otro hombre, cualquiera que sea. Y ese detenerse no significa curiosidad, sino disponibilidad, buen samaritano es el que tiene un corazón bueno, compasivo y misericordioso, el que se enternece ante el sufrimiento del otro. Pero, además, que hace todo lo posible por aliviarlo, no sólo compartiendo sus dolores, sino también haciendo algo eficaz por remediarlos. Como hizo el samaritano de la parábola. ¿Conoces algún otro buen samaritano? ¿quién? Ponemos hoy estos nombres, a esta gente que se comporta como Jesús para otros, en tus manos, Señor. Terminamos rezando el Padrenuestro.

Viernes 1 Y yo, ¿qué?

MEGAFONÍA

Vamos a leer una noticia publicada el Domingo 23 de Enero de 2010: Hazaña de diez adolescentes para recaudar fondos de ayuda a Haiti Si algo está caracterizando el movimiento de solidaridad mundial con el devastado país es su alcance y variedad de iniciativas. La de una decena de chicos entre 14 y 15 años llegará a través de Ayuda a la Iglesia Necesitada, asociación siempre presente allí. Nadie quiere quedarse atrás. Si algo puede consolar a los haitianos en medio de la desgracia, es que surjan iniciativas como la de una decena de chicos entre 14 y 15 años, que en sólo 48 horas han logrado convocar a mil jóvenes para una fiesta solidaria cuya recaudación irá al país caribeño a través de la ONG Ayuda a la Iglesia Necesitada. Entre el martes y el jueves, un pequeño grupo de alumnos del colegio Highlands El Encinar de Madrid convocaron a través de las redes sociales a varios centenares de amigos, y de amigos de amigos, para que este sábado, a partir de las ocho y hasta la medianoche, la diversión del fin de semana tenga un sentido muy especial. La entrada costará 10 euros, y aunque no habrá alcohol, se contará con un DJ profesional que asegura el éxito con la música y los decibelios. No es la primera vez que los escolares de este centro convocan un acto similar. Hace un mes reunieron a 700 alumnos de otros colegios de la zona para recaudar fondos para las misiones en México. ¿Os suena de algo?, ¿no se parece esto a lo que hizo el buen samaritano? Todos los días nos encontramos con ejemplos, más o menos espectaculares; de personas anónimas, “buenos samaritanos”; que deciden echar una mano al que lo necesita, aunque estos se encuentren a miles de kilómetros de distancia y no puedan decir “gracias”; hay muchos chicos de nuestra misma edad, con iniciativa y un corazón generoso, que deciden actuar; parece una utopía pero es posible, esta noticia es real. Gracias Jesús, por poner ante nuestros ojos el testimonio de personas que no se quedan sólo en palabras bonitas, por enseñarnos que es posible entregarse a los demás, ayúdanos a ser como ellos, ayúdanos a intentarlo. ¿Y yo?  ¿Soy ya un buen samaritano?  ¿Me he detenido alguna vez a lo largo del camino de la vida para curar las heridas del que sufre en su cuerpo o en su alma?  ¿Quieres ser, a partir de hoy, un buen samaritano para tu prójimo?¿qué has hecho ya por aquellos que te necesitan?¿qué puedes hacer ahora? Ojalá nos convirtamos en otro buen samaritano. Recuerda lo que Jesús te dice: Vete y haz tú lo mismo. Terminamos rezando juntos la oración del final del cuadernillo.

Si estoy a oscuras, dame luz. Si sólo miro mi ombligo, dame generosidad. Si me sientes débil, dame fuerza. Si ves que no te contesto, dame disponibilidad. Abre mis ojos, Señor, a lo que me pones delante. Abre mi mente y mi corazón a lo que me dices. Abre mi ser a eso tan especial que tengo que descubrir en Ti.

Siento cómo mi corazón, a veces, se va rompiendo. Siento cómo mi corazón, a veces, se encoge. Siento cómo mi corazón, a veces, queda herido. Siento cómo mi corazón, a veces, ni ve, ni oye. Y estoy aquí, Señor, en mi casa, en mis asuntos, envuelto en lo que más me importa. Pero quiero estar a tu lado; quiero conocerte, mi Dios, para quererte y enseñar a los demás, con mis gestos, quién eres.

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