El cine de autor de Orson Welles. The Lady from Shanghai. El Proceso

El cine de autor de Orson Welles The Lady from Shanghai El Proceso “El argumento y el estilo nos recuerdan constantemente la existencia de un interme

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El cine de autor de Orson Welles The Lady from Shanghai El Proceso

“El argumento y el estilo nos recuerdan constantemente la existencia de un intermediario invisible que estructura lo que podemos ver […] Cuando estas ostentaciones se repiten sistemáticamente, la convención nos pide que las unifiquemos como procediendo de un autor” (Bordwell, David; La Narración en el cine de Ficción: La narración de Arte y Ensayo; 1996: 211). Siguiendo el pensamiento de este autor, podemos establecer que detrás de una película existe alguien que estructura aquello que estamos viendo, esa persona que decide la forma en que los acontecimientos se presentan al espectador. Cuando esas formas se repiten en varias películas de un mismo director nos encontramos ante alguien que realiza un cine de autor. Tal es el caso de Orson Welles, quien trabaja sobre un género en particular, pero sin dejar de utilizar sus propias marcas autorales. Tomaremos como ejemplo dos de sus películas. Una de ellas, The Lady from Shanghai de 1947, y El proceso de 1962. En ambas películas Welles no solo dirige, sino que también actúa, contribuyendo a componer sus personajes. Al tomar este autor como ejemplo, en sus películas podemos ver distintos modos en que se trata el tema de la enunciación. Por enunciación entendemos “[al] hecho de usar las posibilidades expresivas ofrecidas por el cine para dar cuerpo y consistencia a un film” según Francesco Casetti, citado por Jesús Gonzales Requena en Enunciación, punto de vista, sujeto (2007, p 6). En el caso de The Lady from Shanghai la historia es contada a través del punto de vista del personaje principal, es decir que el espectador sigue su historia y los acontecimientos que se nos muestran son los que a él le van sucediendo. De igual manera esto cambia por breves momentos, nos damos cuenta, por ejemplo, cuando el personaje de George Grisby mira a través de binoculares, que el punto de vista corresponde en ese momento a ese personaje, pero eso ocurre en breves 1

momentos de la historia. En El Proceso ocurre algo similar con lo del punto de vista del personaje principal, pero es más notable, ya que la historia se desarrolla en la mente del personaje a través de una pesadilla. Es decir que como espectadores vemos justamente lo que pasa por la mente del personaje, el punto de vista en este caso sería mucho más claro. Aunque los puntos de vista en estos dos films, para un espectador, sean los del personaje, no dejamos de ver las marcas de enunciación del director. Según Jesús González Requena, en el texto Enunciación, punto de vista, sujeto, dice que el autor “como sujeto de la enunciación aparece como quien deja huellas, como quien se ha dotado de determinadas posibilidades expresivas, instituye y organiza, se apropia y domina” (p 37). Es notable que Welles, es un director que deja huellas en sus films. Para empezar, hablando de recursos formales, suele utilizar marcas características propias de él, por ejemplo los grandes decorados, espacios muy amplios donde el espectador llega a ver hasta el techo. Esto es muy utilizado en los dos films citados anteriormente. En partículas en El Proceso, utiliza muchos planos picados y contrapicados para acentuar esa situación asfixiante que estaba pasando el personaje, para resaltar la tensión, y es ahí cuando podemos apreciar con detenimiento los grandes espacios y los techos de los decorados. En The Lady from Shanghai los espacios también son amplios y también podemos observar el techo en varias ocasiones. Otra marca del director que la podemos observar más que nada en The Lady from Shanghai es la utilización de planos de situación al cambiar de escena. Esto no ocurre casi nunca en El Proceso, en opinión personal porque está mostrando un mundo abstracto de la mente de un personaje y si nos da ubicaciones perdería esa sensación de mundo psicológico que debería ser más abstracto. En The Lady from Shanghai la mayoría de las tomas son en exteriores, muchas tomas de la calle. También tomas nocturnas. Las tomas nocturnas coinciden en El Proceso, pero casi la totalidad de las situaciones ocurren en interiores, en espacios extraños, aunque muy cuidados, contribuyendo a lo que cuenta la historia en relación al drama psicológico.

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Algo que llama la atención en The Lady from Shanghai es la forma que tiene el director de resolver las situaciones que se van dando entre los personajes, utilizando un mismo plano conjunto. En este film no suele resolver las situaciones en un típico plano y contra-plano, sino que los personajes se ubican en un mismo plano, o en los casos en los que utiliza plano y contra-plano lo hace pero utilizando una referencia del otro personaje. En El Proceso, Welles suele utilizar este plano contra plano con referencia. Algo que se repite mucho en los dos films, es la ubicación de los personajes aprovechando la profundidad de los decorados. Es decir que un personaje se ubica más cerca de la cámara que otro, que se ubica más profundo en el cuadro. Esto puede ser para resaltar la acción dramática de la escena. Las películas de Orson Welles son reconocidas, entre otras cosas, por la forma en la que la profundidad y la fotografía desempeñan una función dramática a lo largo de la historia. Algunos podrán decir que son puras cuestiones de género, pero también es una marca autoral de este director. En The Lady from Shanghai nos encontramos ante luces y sombras bien diferenciadas. Podríamos decir que se está utilizando una fotografía dura. En el caso de El Proceso opino que se trata del mismo estilo de fotografía. En ambas películas podemos llegar a encontrarnos en lugares oscuros con personajes escasamente iluminados a través de fuente como una ventana, por ejemplo. Tomamos como ejemplo la escena del acuario en The Lady from Shanghai donde la iluminación de las peceras es utilizada para mostrar la silueta de la sombra de los personajes. En otras palabras, ambos films poseen mucho contraste en cuanto a la iluminación. Podemos establecer otras diferencias en cuanto a profundidad. Por ejemplo en El Proceso al utilizar escenarios tan irreales con estructuras poco comunes, las líneas de fuga se encuentran bien marcadas y observamos con bastante claridad la sensación de perspectiva que buscaba lograr el director. En The Lady from Shanghai, las líneas de fuga suelen marcarse también, gracias a los distintos encuadres logrados, pero su acentuación no es tan exagerada como en el otro film. Otra marca que se reconoce en cuanto a lo autoral es la manera en que el director compone algunos encuadres. Suele utilizar mucho la modalidad de ubicar ambos

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personajes a un lado del cuadro, dejando un amplio espacio en el que observamos el decorado. Este tipo de plano se observa en los dos films citados. No todos los directores componen a sus personajes de la misma manera, sin embargo en Welles podemos ubicar rasgos comunes en ambas películas a la hora de definir el perfil de un personaje. A simple vista observamos que Welles le da mucha importancia a la vestimenta y la caracterización a la hora de componer un personaje. En The Lady from Shanghai, Michael, el personaje interpretado por el mismo Orson Welles, quien su aspecto nos demuestra un joven apuesto, buen mozo. Tenemos la sensación de que es un hombre sencillo, de trabajo, gracias a su vestimenta. Al contrario de Elsa, que volviendo al género denominaríamos femme fatale, gracias a su vestimenta deja ver a una mujer fina, adinerada y sensual. En El Proceso observamos que Josef también es un hombre trabajador, gracias a su vestimenta. Es sencillo. No es rico, pero es muy pulcro y aseado. Otros personajes en este film dejan ver lo que son gracias a su vestimenta, como la patrona del edificio, una mujer común, lo contrario de la vecina de Josef, una mujer de cabaret. Además de la vestimenta, la actitud de los personajes es muy importante para la composición. Volvemos a The Lady from Shanghai. Michael es distraído, burlón, se cree más de lo que es. Son aspectos que deducimos de acuerdo con lo que vemos en la actitud del personaje. También podemos deducir que Elsa es seductora, aunque como espectadores no se nos escapa la idea de que ella oculta algo. Esto es mucho más interesante en El Proceso. Recordemos que se trata de una pesadilla, por ende lo que ocurre es lo que pasa por la mente del personaje. Podemos ver entonces, por ejemplo, que tiene una gran obsesión con el sexo opuesto, el femenino, o con su vecina, ya que varios personajes con similares características aparecen en la historia. Podemos ver que es un hombre nervioso, sin vergüenza para algunas cosas, y depende quien lo mire puede resultar bastante cobarde. Otra marca autoral utilizada es el hecho de acentuar la tensión utilizando el sonido. Se aprecia mucho este aspecto en El Proceso. Podemos dar cuenta de que Orson Welles mantiene códigos de género en sus films pero también tiene marcas de autor. Podríamos encasillar a este director como alguien 4

que juega entre la estandarización y la diferenciación, aunque en opinión personal me juego diciendo que Orson Welles busca una clara diferenciación.

BIBLIOGRAFÍA

-Bordwell, D. (1996) La narración en el cine de Ficción. Barcelona. Paidós. -Gonzalez Requena, Jesus (2007) Enunciación, punto de vista, sujeto en Jenaro Talens Carmona, Santos Zunzunegui Diez, Contracampo: ensayos sobre teoría e historia del cine, Madrid, Catedra, N 42. - Gandreault, A. y Jost, F., (1995) El relato cinematográfico, Buenos Aires, Paidós. Cine y Relato. - The Lady from Shanghai (1947) Orson Welles. - El Proceso (1965) Orson Welles.

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