1) -----------------------------------------------------------------------------Intro: Video en un lugar de la mancha. audio: En un lugar de la mancha / del poco dormir y del mucho leer mientras DQ está leyendo progresivamente más loco Enfoca en personaje = DQ está leyendo como un loco. Se ilumina el escenario / está en la calle, hay gente. Pasa el cura. Cura: De nuevo usted don Alonso Quijano leyendo esos desalmados libros de desventuras. DQ: Usted se dirige al valeroso caballero don Quijote de la Mancha. El cura le tira el libro al suelo y DQ lo recoge repetidas veces. Cura: ¿Qué Quijote ni qué manchas? DQ: “yo nací, por querer del cielo, para resucitar en ella la edad de oro; yo soy aquel para quien están guardados los peligros, las grandes hazañas, los valerosos hechos” Cura: Que no pase el día de mañana sin que estos libros sean condenados al fuego. El cura tira el libro y se va. DQ va buscando su armadura por el escenario. Primero la armadura del pecho. Luego una lanza. Por último el yelmo (un hombre está cagando y DQ sigilosamente le saca el yelmo de debajo, lo vacía y se lo pone en la cabeza). Se acerca a Sancho que está labrando la tierra. DQ: Vecino, usted a pesar de ser pobre es un hombre de bien. Sancho mira para atrás como pensando si es que le habla a él. DQ: Qué figura tan... alta y qué brazos tan... musculosos. ¡Tengo buenas nuevas! Has sido elegido para ser el leal escudero del famoso hidalgo don Quijote de la Mancha. Sancho: ¿Y dónde está ese famoso caballero? DQ tose y carraspea y saca pecho (indicando que es él). Sancho lo mira, lo señala y DQ asiente. Sancho se ríe mucho. DQ: Tienes que saber que los caballeros andantes, como yo, cubren de oro a sus escuderos y los hacen gobernadores de nuevos reinos. Sancho se pone serio Sancho: ¿Habla usted de dinero? Pues aquí tiene usted a su leal escudero Sancho Panza. Pero no se olvide del reino que me tiene prometido. DQ: No hay más que decir. Aquí comienza nuestro viaje.

Se apagan las luces. 2) -----------------------------------------------------------------------------se oyen pasos de caballo DQ: ¡Oh Dulcinea del Toboso, día de mi noche, gloria de mi pena. Norte de mis caminos, estrella de mi ventura... Sancho: Pero señor, ¿Quién es esa tal Dulcinea? DQ: Has de saber querido Sancho Panza que nunca hubo Caballero andante que no haya tenido una señora a la cual encomendarse y hacerla dueña de su corazón. Dulcinea, llamada por otro nombre Aldonza de Lorenzo, es mi señora y nadie en belleza la iguala. Sancho: ¿Aldonza? Bien la conozco... y sé decir que agarra tan bien los sacos de trigo como el más forzudo del pueblo. Una mujer hecha y derecha y con pelo en el pecho. Y qué voz tiene... Dulcinea fea -Paula- grito pueblerino incomprensible de fondo DQ: Bástame a mi pensar y creer que la buena de Aldonza Lorenzo es hermosa y honesta. Yo la pinto en mi imaginación como la deseo, así en la belleza como en la principalidad, y ni llega a ella Elena de Troya ni Scarlet Johanson. Y que cada uno diga lo que quiera. Sancho: Digo que en todo tiene usted razón y que soy un asno. Se ve la imagen de unos molinos de fondo. DQ: ¿Mas, que es eso que ven mis ojos? La suerte va guiándonos amigo Sancho Panza, porque ves allí dónde se descubren treinta gigantes con los que pienso pelear. Sancho: ¿Qué gigantes? DQ: Aquellos que ves ahí de largos brazos. Sancho: Mi señor, aquellos no son gigantes, sino molinos de viento. DQ: Ya veo que no entiendes mucho de aventuras. Son gigantes y si tienes miedo, quítate de ahí que voy a entrar en batalla. Sancho extiende una manta y se sienta a comer mirándolo. DQ lo mira y silencio incómodo. DQ: (a los molinos)¡No huyáis, cobardes criaturas! Por mi señora Dulcinea del Toboso que os daré muerte. (Video de los molinos, DQ se lanza hacia ellos y se choca con la pared) Sancho: ¡Por Dios! No le dije a usted que eran molinos de viento? DQ: Calla, Sancho. Esto debe ser algún tipo de encantamiento o magia de mis enemigos que han convertido estos gigantes en molinos por quitarme la gloria. Sancho mueve la manta y la pone junto al cuerpo derribado de DQ. Le ofrece comida a DQ.

DQ: Come, Sancho amigo –dijo don Quijote–, sustenta la vida y déjame morir a mí a manos de mis pensamientos. Yo, Sancho, nací para vivir muriendo, y tú para morir comiendo. Todo oscurece. 3) -----------------------------------------------------------------------------Cura: Yo tengo la culpa de todo. Tenía que haber quemado todos estos libros. Asistente: El Amadis de Gaula... Cura: El peor y más famoso libro de caballerías ¡Al fuego! Asistente: Un libro de un tal...Miguel de Cervantes. Cura: (agarrando el libro) Ese no debe estar tan mal... Asistente: Fifty Shades of Grey Cura: ¡A la hoguera! (el asistente lo tira pero el cura se lo guarda cuando no le ven) Asistente: Aqui hay una armadura, padre. Cura: ¡Ya sé! Quemaremos estos libros y luego saldré a buscarlo a Don Quijote. Con un buen disfraz y mis dotes interpretativas lo convenceré para que vuelva. (Hace como que interpreta algo, pone voces, posturas...) 4)------------------------Se hace de noche. Luces tenues. Salen Sancho y DQ. Se escucha un ruido de fondo, como unos golpes. Sancho: Pero señor, ¿no oye usted ese ruido? DQ: Una nueva aventura. Vayámos a su encuentro. Sancho: El cielo está muy oscuro. Pasemos la noche aquí. DQ: No seas cobarde, ánimo de ratón casero. Sancho: Bien podemos torcer el camino y desviarnos del peligro, como no hay quien nos vea, no hay quien nos note de cobardes. DQ: Esperaremos a que amanezca y entonces me enfrentaré al enemigo. Los golpes se hacen mas fuertes. Sancho abraza a DQ con miedo. Sancho: ¡Ay! Señor mío, señor mío. Los golpes cesan... se escucha un pedo. DQ: ¿Qué rumor es ese, Sancho? Sancho: No sé, señor, alguna aventura nueva debe ser. DQ: Paréceme Sancho que tienes mucho miedo. Sancho: ¿En qué lo notas? DQ: En que hueles y no a perfume... retírate tres o cuatro pasos allá. Sancho: Eso va en contra de las leyes de la caballería andante. Sólo con mi muerte terminará mi fidelidad.

DQ: Nunca había oído yo hablar de que los caballeros andantes tuviesen aventuras tan olorosas. Sancho: Esta aventura no hay que olerla ni leerla. Vamos a dormir que a quien madruga dios lo ayuda. Pasan la noche ahí. Se hace de día. Se encuentran con el cura disfrazado de el Caballero de la Luna. Cura: ¡Alto! Deteneos noble caballero. Sancho: Cuidado señor, que este caballero parece estar más loco que usted. DQ: No seas necio Sancho, apártate, a ver qué quiere... (al cura) ¿Quién es usted, señor caballero? Cura: Yo soy el Caballero de la Blanca Luna y vengo a desafiarlo en inolvidable combate. Para hacerle confesar que mi dama es más hermosa que Dulcinea del Toboso. DQ: Yo juro que jamás has visto a Dulcinea ya que no hay nadie a quien comparar su belleza. Acepto vuestro desafío. Cura: Si yo venzo ustedes debe volver a su pueblo y debe admitir que mi dama es más hermosa. Y si usted gana, yo me convertiré en un fiel sirviente de la honesta Dulcinea del Toboso y reconoceré que es la más hermosa. Sancho: Animo señor, demuéstrele quien es el gran don Quijote de la Mancha. Empieza el combate. DQ es derribado. El cura se acerca a DQ derribado y le exige que admita que su dama es más hermosa. Cura: Ha perdido la batalla leal caballero. Admita que Dulcinea es inferior a mi dama. DQ: Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo, y yo el más desdichado caballero de la tierra. Quítame la vida, pues me has quitado la honra. El cura se agarra la cabeza. Resignado. Cura: Me conformo con que vuelva usted a su pueblo y no salga de él durante un año. Se va el cura... sonriendo y quitándose el disfraz. Sancho ayuda a DQ a levantarse, se ponen en camino, van volviendo al pueblo. Sancho: Anímese señor, que “aventura perdida, lección aprendida”... Y a este paso usted ya debe de tener un PhD en caballería andante. 5) ----------------------DQ yace en su lecho, rodeado de todos los personajes. El doctor le toma el pulso. El cura se lo lleva aparte y habla con él. Doctor: Se muere de tristeza y melancolía Cura: ¿Quién iba a decir que después de seis meses sin aventuras, el no salir de casa lo iba a matar?

Sancho le habla a DQ Sancho: No se muera señor mío, sino tome mi consejo y v iva muchos años, porque la may or locura que puede hacer un hombre en esta v ida es dejarse morir sin que nadie le mate. Si es que usted se muere de pena de v erse vencido, écheme a mí la culpa. DQ: Y o fui loco, y y a soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha, y soy agora soy Alonso Quijano. DQ: Sancho Panza, en mi locura te hice mi escudero. Ojalá ahor a, estando cuerdo, pudiera darte un reino porque tu sencillez y tu fidelidad lo merece. Perdóname, amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco... como y o.