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Diálogo de Mercurio y Carón
EL DIÁLOGO DE MERCURIO Y CARÓN. ALFONSO DE VALDÉS. El autor. Es de Cuenca, que así a bote pronto no nos dice mucho pero hay un dato curioso, fue una ciudad que se constituyó en un importante foco de acción de los iluminados (no es broma), ideología afín a los erasmistas. Parece que no cursó estudios universitarios por lo que su importante formación era autodidacta aunque posiblemente le educase el humanista italiano Anghiera al que los Reyes Católicos encargan la formación de jóvenes nobles. Lo cierto es que desde muy joven formó parte del séquito del Emperador Carlos I, del que fue secretario y latinista oficial, lo que le convierte en personaje muy influyente con una gran actividad política. Es junto a su hermano Juan, el depositario del pensamiento de Erasmo, gran amigo suyo, con el que se carteaba e incluso fue mediador con los protestantes en la “Dieta de Ausburgo”. Muere en Viena víctima de la peste en 1532. Según todos los indicios, Juan era su hermano gemelo. Un hecho histórico. En 1527, las tropas de Carlos I devastan Roma en el llamado saco de Roma, traducción fonética al castellano de la italiana “sacco”. Este acontecimiento fue de gran importancia en el Renacimiento hasta el punto que lo cuentan muchas obras, como la que vamos a leer o por ejemplo, La Lozana andaluza. Según las dos obras más importantes de Alfonso, Carlos no tiene una actitud belicista, es un hombre providencial cuya empresa bélica sobre la Ciudad Santa tendría como fin el castigar la relajación de las costumbres en la corte papal. Y como así cuenta en sus dos obras: Diálogo de Lactancio y un arcediano y en el Diálogo de Mercurio y Carón, así nos lo tenemos que creer. Aunque se presentan en dos obras separadas, hay una continuidad entre una y otra pues el propósito político es el mismo, lo que pasa es que bajo el punto de vista literario el Mercurio y Carón está más conseguido. Aunque es claramente una defensa de Carlos I y de un desarrollo del Cristianismo de gran calado, hay autores sabuesos que han demostrado la utilización de documentos de la cancillería imperial, a la cual Valdés servía, y que incluso están copiados literalmente como se puede leer en las cartas que introduce el texto. No son simples ejercicios de retórica humanística. Resumen y estructura del texto. El tema principal es la inutilidad de los ritos establecidos por la Iglesia para lograr la salvación; son los hábitos del buen cristiano los que le llevan a la vida eterna. Como vemos es la doctrina de Erasmo, de Lutero. La novela presenta una estructura cerrada: la abre y cierra Mercurio. El diálogo, en estilo directo, es entre Mercurio y Carón que hablan del tema principal, la rivalidad entre Carlos I, Francisco I y Enrique VIII, pues el propósito de Valdés al escribir la obra es político, el hacer la defensa del Emperador y así lo explica en el Proemio. Se trata de diálogos formados por preguntas y respuestas en las que las ánimas condenadas revelan la maldad o hipocresía del condenado, en la primera parte, y
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Diálogo de Mercurio y Carón en la segunda el por qué de su salvación. Siempre se cuenta el oficio del condenado, no su nombre, el barquero les echa la bronca para hacerles entender el verdadero espíritu del Cristianismo; luego las despacha bruscamente para volver al hilo principal: la política. En la primera parte hay 12 ánimas malas y en la segunda 6 buenas que salvo en algún caso discutible, se contrarrestan. La primera parte es mucho más extensa que la segunda que además pierde viveza porque la narración predomina sobre el diálogo.
Oralidad en la escritura. Ya hemos visto que los diálogos son una parte muy importante en la prosa renacentista y éste es uno de los más representativos porque cumple todas las condiciones: el autor es un humanista renacentista, tiene un propósito didáctico y divulgativo, el autor se encubre detrás del que más sabe, en este caso el joven dios Mercurio y se sirve de la fórmula dialogada para aleccionar.
La característica esencial del diálogo literario es que tenga verosimilitud conversacional para lo cual tiene que reunir algunas condiciones, ciertas estrategias discursivas que revelen esa intención artística. Es difícil encontrar esa característica en textos alejados en el tiempo porque el diálogo siempre tiene una situación de inmediatez que ahora desconocemos, vaya usted a saber cómo era el lenguaje conversacional en el XVI porque mucho decir del equilibrio y la prosa serena del Renacimiento: lean a Fray Antonio de Guevara. Por lo tanto, dependerá del interés y sabiduría del autor para escoger el tema y los personajes, al menos dos, que conformen con sus intervenciones la estructura textual de la obra para comunicarnos esa verosimilitud. Si bien es cierto que el diálogo contiene abundantes pasajes meramente narrativos, como los de Mercurio (el autor) que podría acercarle peligrosamente a la crónica o biografía históricas y que los dos, Mercurio y Carón no se enfrentan nunca discursivamente sino que el segundo se limita a asumir de forma pasiva lo que dice el otro, sí contiene una inmediatez expresiva y un intercambio de turnos fluido. Por lo tanto y en lo que concierne a un diálogo hay elementos que lo caracterizan. 1º) La presencia de los *verba dicendi y de percepción. Los primeros (decir, contar, referir), se refieren al contenido de lo que se habla, lo que permite volver a lo que se ha dicho. Los de percepción (sentir, conocer, ver, mirar) anclan el discurso en el tiempo y lugar, lo que produce verosimilitud. Ej.: La inminente presencia de las ánimas la señala Carón de esta forma: Carón.- Soy contento. Pero mira también tú aquella ánima que ....o, Veamos primero lo que quiere decir esta ánima... Es continuo el ¿tú no ves? ¿tú no miras? Y si los verbos de percepción van en imperativo, se une la función fática o de contacto: Ánima: “Mira, hermano, si yo les dijera...
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Diálogo de Mercurio y Carón -Otros verbos de percepción, tanto física como intelectual, sirven para señalar las condiciones morales de los protagonistas: Mercurio: ¿Parécete que va poca diferencia de llamarse perfecto a serlo? Es continuo el uso de Veamos. En resumen. Los verbos de dicción y percepción son esenciales a cualquier texto de carácter conversacional porque refieren una relación entre el tú y el yo. 2º) *Deixis. Es un elemento fundamental en cualquier conversación, partículas que nos sitúan en un lugar y contexto definido. Colocar este diálogo en algún sitio no es fácil puesto que el entorno físico no es relevante ¿dónde está la barca de Carón? Pero hay signos deícticos cuando entran las ánimas: ésta ánima, aquélla, adverbios de lugar: Carón: Espérame, Mercurio, veamos quién es éste. 3º) Vocativo. El empleo de un vocativo en el diálogo es un procedimiento apelativo (se llama la atención del interpelado) además es esencial en el texto teatral ya que el espectador no identifica a los personajes sino por cómo se nombran entre sí. En el diálogo literario, concebido para ser leído, cada intervención va precedida del nombre. Cuando solo intervienen dos dialogantes, el vocativo parece sobrar. Pero el vocativo es uno de los recursos más eficientes para dar verosimilitud a esa oralidad fingida puesto que dos personajes se interpelan incluso cuando no hace falta por ejemplo como la de indicar sorpresa: Carón: Qué me dices, Mercurio? Mercurio: Esto que oyes, Carón. También el vocativo indica reproche generalmente en imperativo: Ánima: Nunca vi barquero tan grosero. ¿Tú no miras con quién hablas? Carón: Di, pues, quién eres. Ánima: El Duque. Carón: Pues mira, hermano, duques, reyes, papas, cardenales y ganapanes, todos son iguales en mi barca.. Sí es necesario el vocativo cuando dialogan con un ánima, como por ejemplo cuando hablan con la de un cardenal. 4º) Expresiones fáticas o apelativas. Estas expresiones no es que sean un reflejo fiel de la oralidad de la época, más bien son de una tradición literaria no exclusivas de un tiempo como por ejemplo: Carón: A la fe, hermano, si te piensas otra cosa, está muy apañado. Ánima: Hazlo, por mi amor. 5º) Estructura informativa y foco. Los textos orales no se someten a un rígido esquema de palabra, en principio el español no lo es y son muchos los factores que “dislocan” la oración como por ejemplo en el verso. Por supuesto que también hay motivos de estilo y más en el XVI que la oración muchas veces, era un calco de la sintaxis latina. Pero la
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Diálogo de Mercurio y Carón información de un texto dialogado tiene forzosamente que focalizar aspectos para destacarlos informativamente, como en el cine: Mercurio: Dime, cuando estabas enfermo,¿ pesábate mucho el morir? 6º) Interrogación. El uso de la interrogación es inherente a la conversación. Por ello un diálogo debe reflejar el empleo ruegos, peticiones, mandatos que se producen en la interacción verbal: Mercurio: ¿Quién te decía eso? Ánima: Mis confesores. Carón: ¿Dábasle algo? Ánima: No de mi hacienda, pero hacíales haber buenas dignidades y aun obispados Carón: ¿En qué te ejercitabas? Ánima: En jugar, cazar, burlar y andar entre mujeres Hay una connotación interesante en estas interrogaciones puesto que a veces la interrogativa es afirmativa lo que supone una negación por parte del interpelado puesto que es un reproche, no una mera interrogación retórica, es corriente cuando el turno interrogativo de un interlocutor es respondido por otra pregunta. Carón: Con razón. ¿Cómo, y tan necio eras tú que sin querer hacer nada de lo que te mandó Jesucristo te quisieses aprovechar de los méritos de su sangre y pasión? Ánima: Asi, burlando. Carón: ¿Por qué? Ánima: ¿Piensas que es poco trabajo haber hombre todavía de fingir sanctidad contra su voluntad? Son muy comunes las interrogativas confirmativas (las que utilizan típicamente una formulación negativa con negación externa). Casi siempre conducen a una intervención del personaje al que se dirige el emisor con el empleo de la segunda persona del verbo Ánima: Nunca vi barquero tan grosero. ¿Tu no miras con quién hablas? Carón. Di, pues, quién eres Carón: Estás solo y dices pásanos, como si fuésedes muchos? Ánima: ¿Tú no ves que soy obispo? Carón: ¿Y pues? Ánima: Los obispos, por guardar nuestra gravedad, hablamos en número plural. Ánima: ¿Vosotros no vedes que soy cardenal? Carón: Ése tengas en el ojo. 7º) Por último, el empleo de interjecciones, lugares comunes, refranes, insultos y el humor y la ironía puesto que refleja un discurso que establece complicidad con el lector. Los pasajes humorísticos se restringen a los episodios en que intervienen las ánimas puesto que representan a personajes tipo de la sociedad que critica. En algún momento, el autor pone en juego la ironía crítica más mordaz como atribuir a un personaje de la alta jerarquía eclesiástica un enunciado como el siguiente:
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Diálogo de Mercurio y Carón Ánima: Nunca yo oí decir nada deso ni pensé que tenía menester para ser obispo más de lo que te dije. Yo me precié de tener mi tabla muy abundante para los que venían a comer conmigo. Mercurio: ¿Quién? ¿Pobres? Ánima: Gentil cosa sería que un pobre se sentase a la mesa de un obispo. Mercurio: De manera que si viniera Jesucristo a comer contigo, ¿no lo sentaras a tu mesa porque era pobre? Ánima: No, si viniera mal vestido. http://cvc.cervantes.es/literatura/criticon/PDF/044/044_077.pdf El enlace es muy interesante, se llama El trasmundo infernal y es un poco de todo, los antecedentes del infierno, el otro mundo, la condenación, que ya hemos visto que permanece constante en todos las literaturas. Pedro Ruiz Pérez analiza su influencia en los Siglos de Oro. El siguiente es el “Diálogo de la lengua” de Juan de Valdés, uno de los testimonios más interesantes bajo el punto de vista lingüistico, se le puede echar un vistazo. http://www.vallenajerilla.com/berceo/valdes/dialogodelalengua.htm Juan de Valdés se acoge al género más típico del Renacimiento: el diálogo con herencia, más o menos del platónico que obedece a un propósito dialéctico y antidogmático. Esto no impide que el diálogo sea a veces violento y polémico como es el caso de Mercurio y Carón. No es el caso de Juan. FIN
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PROSA RENACENTISTA
LITERATURA DEL RENACIMIENTO. LA PROSA. Repaso. El humanismo no era solo un saber basado en la antigüedad clásica, también era un estilo de vida asociado a las élites porque ser culto se considera ya, un símbolo de distinción. El humanista, hombre de letras, se asocia a las oligarquías y desempeña funciones de preceptor, secretario o cronista. Para estudiarlo hay que tener en cuenta, en primer lugar, la influencia de Erasmo, la Reforma protestante y la Contrarreforma. En segundo lugar el paso al Neoplatonismo (Aristóteles cede paso a Platón) y en tercer lugar la supremacía de la lengua castellana que a través de Nebrija y su Gramática castellana se impone como “compañera del Imperio”. Respecto a la influencia erasmista, la Reforma y la Contrarreforma está ya vista, pero hay un aspecto importante de la última que es el Concilio de Trento cuyas disposiciones fueron elevadas a rango de ley por Felipe II, como por ejemplo la prohibición de traducir la Biblia a lenguas vulgares. Es por eso que determinados autores como Juan de Valdés, Fray Luis de León y nuestros místicos, adoptaron una actitud de militancia que a muchos les supuso la prisión. Estas prohibiciones fueron la causa del mayor analfabetismo que se daba en los países católicos con respecto a los protestantes puesto que ellos en sus oficios, tenían por costumbre que la Biblia se leyera y comentara entre todos los feligreses, incluidos los niños. También justifica el desconocimiento de la Biblia en España puesto que su estudio se canalizaba desde la Iglesia. La influencia de Platón se observó en los humanistas que rechazaban la literatura de evasión y la ficción meramente lúdica, la literatura es ante todo, didáctica sin que por eso estuviera desprovista de belleza y de una estilística cuidada. Algunos autores quieren llamar a esta literatura proto-ensayista a la manera de los Ensayos de Montaigne. Todos estos elementos sociales junto a los políticos y económicos, propician la llamada prosa humanística en todas sus manifestaciones. Ninguna literatura se desliga de su entorno.
1).1).-PROSA DE PENSAMIENTO. Erasmo, pero no solo él, sino humanistas de la talla de los hermanos Valdés, Fray Luis o Fray Antonio de Guevara, escribieron ante todo con actitud educativa, didáctica, con una forma de expresión y de escritura muy característicos con rasgos comunes: • • • • • •
Tratamiento personal del tema por el autor, cuya presencia puede estar explícita. Propósito divulgativo. El escritor se siente un mediador que traslada su cultura a lectores no iniciados. Desplazamiento del latín al romance. Gran variedad de temas: sociales, morales, éticos, prácticos, noticieros. Intención de formar al lector Búsqueda del interés de los lectores por medio de la amenidad,.
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Uso de un lenguaje estilísticamente natural, alejado de lo oratorio con claridad expositiva y sencillez de habla coloquial. Reivindicación del refrán, el cuentecillo, la anécdota y los apotegmas.
Estos rasgos se plasman en varios géneros de prosa, entre los que hay que destacar el diálogo, las misceláneas y las epístolas, precursoras del ensayo. El más importante es el diálogo por su impacto, la cantidad de obras escritas y la calidad literaria de muchas de ellas. Diálogos y coloquios. El precursor fue el Marqués de Santillana con su monumental “Diálogo de Bías contra Fortuna”, a mí personalmente me gusta pero el marqués tiene que estar muy molesto ya que despreciaba el género propio “de rústicos y villanos” como los romances, villancicos y letrillas; curioso que sea mundialmente conocido por sus serranillas. No creo que nadie desconozca su “Vaquera de la Finojosa”. Aquí es donde aparece Platón, Cicerón y Luciano de Somosata como precursores de diálogos didácticos pero nos vamos a centrar en los diálogos literarios, son mucho más bonitos sin comparación. El diálogo, como su propio nombre indica, tiene que reunir unas características que hay que buscar porque algunos son la simple plasmación de ideas. Es lo mismo que encontrar teatralidad en una obra que no la tiene ¿recordáis? Estos diálogos están escritos en estilo directo, con una conversación entre al menos dos interlocutores. Va precedida de un preámbulo en el que se presenta el entorno en el que se habla y lo que se va a hablar. El lugar suele ser bucólico, como procede en el Renacimiento, aunque puede ser la casa de alguno de los interlocutores. En el Diálogo de Mercurio y Carón, que comentaremos, el entorno es infernal, por eso también puede haber un entorno puramente abstracto porque es irrelevante. El entorno en el diálogo de Fray Luis “De los nombres de Cristo” es la finca “La Flecha” huerta que poseen los agustinos en la ribera del Tormes. El autor y tres más dialogan sobre este tema, es bellísimo en su forma y si la teología interesa, pues mucho más. http://mercaba.org/Libros/FrayLuis/de_los_nombres_00.htm Os adjunto este enlace por si os gusta leer a Fray Luis, os aconsejo echarle un vistazo. La caracterización depende del propio diálogo como en las obras dramáticas, aunque la materia del diálogo coincide con el perfil de alguno de ellos que siempre será el experto en lo que trata, como en el caso de Fray Luis que era teólogo. En cualquier caso todos disponen de un tiempo de ocio para dedicarlo a la conversación y dialogan como socialmente iguales y todos buscan conjuntamente la verdad, puro Renacimiento. No hay que olvidar que el fin último es argumentar con un desarrollo lógico a veces sustentado en la *autoritas, para apoyar algún razonamiento, pero siempre se respeta el principio de la naturalidad estilística y se pretende salvar la distancia que hay entre la lengua escrita y la oral. Juan de Valdés, hermano gemelo de Alfonso, escribió el Diálogo de la lengua, interesantísimo documento para conocer la evolución de la lengua castellana, en el cual dice lo siguiente:
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Sin afectación ninguna escrivo como hablo, solamente tengo cuidado de usar de vocablos que figuren bien lo que quiero decir, y dígalo quanto más llanamente me es posible, porque a mi parecer en ninguna lengua stá bien la afectación. Los temas abarcan toda la realidad de la época: Sátira de costumbres, la vida en el ejército, comportamientos, farmacopea, escritura, lengua; bueno me he pasado de explicación puesto que nuestro ejemplo es un diálogo. Los tratados. En la línea didáctica destaca Fray Antonio de Guevara (1481-1545), cortesano y clérigo, paje del príncipe Juan, heredero de los Reyes Católicos (Acordaros del romance Nueva triste, nueva triste...), inquisidor para convertir moriscos y obispo de ¡Mondoñedo! Le acusaban de ser cortesano en el campo y campesino en la corte justo al contrario de lo que aconsejaba Baltasar de Castiglione. Este señor escribió un tratado Menosprecio de corte y alabanza de aldea, en el que se harta de poner verde a los que viven en la ciudad y comen de las prebendas que mendigan. Desarrolla el tópico horaciano beatus ille (dichoso aquel...referido al que elige la vida retirada), en el que se basa buena parte de la literatura del Renacimiento como el del bucólico pastor, los libros pastoriles, la vida retirada de Fray Luis de León. Pero parece que ninguno se había leído los versos hasta el final. Leer este enlace que me parece que lo explica bien. http://poesiaytraduccion.blogspot.com.es/2012/09/beatus-ille-de-horacio.html De todas maneras, la Oda de Fray Luis Que descansada vida/la del que huye del mundanal ruido” merece la pena. A propósito del beatus ille, conviene saber otros tópicos como Collige, virgo, rosas, atribuido a Ausonio y que inspiró a todos los poetas renacentistas como Garcilaso. Estudiamos a propósito de ésto, el soneto: En tanto que de rosa y azucena.... Otro tópico es locus amoenus (lugar ideal), carpe diem (atrapa el día), tempus fugit (el tiempo vuela). Esos *topoi los pongo por si acaso los latines no son vuestra especialidad. La prosa satírica. Es la línea de Erasmo, la crítica de la sociedad a través de la sátira en la tradición de Menipo y Luciano. No es necesaria una lista de autores pero sí debemos citar El Crotalón, de Cristóbal de Villalón, que consiste en unos diálogos entre un zapatero y su gallo que ha pasado por sucesivas reencarnaciones: el abad de un monasterio, un rico eclesiástico, un residente de un convento de monjas, o sea, anticlerical a modo. http://www.liceus.com/cgi-bin/ac/pu/Francisco_Arias_Villalon2.asp Os adjunto este enlace porque me parece muy interesante. Por supuesto no conozco al que lo ha escrito pero da unas opiniones muy acertadas sobre la autoría de las obras y de cómo se atribuyen a uno u otro autor. Los diálogos del gallo son muy divertidos. Las misceláneas. El contenido de estas misceláneas pueden ser cuentecillos, apotegmas, casos curiosos de carácter científico, narraciones. Está ligado al Renacimiento puesto que pretende instruir y divertir destinado a un público lector amplio que no tiene
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conocimientos eruditos pero que es letrado. Son obras ya pensadas para la imprenta y su difusión, en las que el autor selecciona según los gustos pero que tampoco necesitan una estructuración rigurosa. El primero en presentar una miscelánea de este tipo fue Pedro Mexía cuyo mérito fue pasar al castellano obras en latín; pero no se trata de un corta y pega sino una reinterpretación y selección personal, proyección del autor, de sus gustos y sus experiencias. Algunas misceláneas se recopilan en las llamadas Polianteas una especie de enciclopedias variopintas con información variada y opiniones sobre muchos temas. El género de la miscelánea abrió el camino para el ensayo y Montaigne, que sigue a Mexía en la libertad de los temas, sustituye la compilación erudita por la crítica personal. Todos los autores posteriores echaron mano de ellas, incluido Lope. http://es.wikipedia.org/wiki/Poliantea Aunque la Wiki en general no la uso, tiene una buena definición sobre las Polianteas y lleva dos enlaces a su vez, uno sobre polianteas que lleva la foto de portada que os adjunto con una lista de autores cuyas fichas se pueden consultar; además hay un artículo muy bueno que explica la utilidad que tenía para los escritores áureos.
2) LA PROSA DE FICCIÓN. FICCIÓN. NOVELA PASTORIL, MORISCA Y BIZANTINA. Son los géneros denostados por los humanistas por su falta de utilidad social, no tienen un fin pedagógico como hemos visto en la prosa 1ª. Etimología del término novela. (Inciso) La palabra novela viene del italiano novelle que a su vez proviene del latín, novellus diminutivo de novas que significa nuevo. El término italiano significa noticia, historia; si nos fijamos, en francés nouvelle no significa novela sino noticia. Ese término lo usaron los renacentistas puesto que los relatos se apartaban de lo que hasta ahora se había escrito, como por ejemplo la épica, eran realmente una novedad. Aristóteles dejó sin definir lo que él intuyó como un género que podría llegar a escribirse. Las obras de Boccacio, El Decamerón, La Fiammetta, por ejemplo, fueron el espejo en el que se mirarán los autores de la novela sentimental del siglo XV, que tanto se leían en España, la llamada literatura “de cordel”. Novela Pastoril. En la 2ª mitad del XVI y primero decenios del XVII florece un tipo de ficción novelesca que se conoce con el nombre de novela pastoril o libros de pastores porque los protagonistas son los pastores. Lo pastoril entrará de forma gradual y en un primer momento, estará supeditado a lo caballeresco.
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Para entender estos libros y cualquiera fuera de nuestro tiempo, es necesario algo que he leído hace un rato: “el cambio de código”. Sin ello es imposible comprender, y valorar, este tipo de literatura. Para entenderlos, recordemos que el Renacimiento se basa en la realidad del neoplatonismo que ante todo es sensorial y que despoja su entorno de todo aquello que no sea bello. La naturaleza se identifica con Dios por lo tanto es perfecta y el que está en contacto con la Naturaleza, reflejo perfecto de Él, es el pastor. Aunque hay que observar que el pastor por su refinamiento y actitud, es un cortesano culto y alambicado. Llegamos a la conclusión de que es pura convención literaria sin ninguna realidad; antes había sido el ideal caballeresco y ahora es el pastor pero las historias prendieron incluso entre autores más que consagrados. La representación de la novela pastoril es la Diana de Jorge de Montemayor. Nos la pasamos. Novela Morisca. Es una novela histórica que nace como derivación de las crónicas medievales. El Abencerraje y la hermosa Jarifa es nuestro libro de lectura por lo tanto no añado más. Nos la quedamos. Novela Bizantina. El siglo XVI populariza una estructura de relato con viejos esquemas narrativos de los helenos. Se trata de una forma de relato muy complejo en el que se mezclan amor, aventuras y viajes. Su exponente para nosotros es Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Puede que nos la quedemos.
3) LOS GÉNEROS REALISTAS. REALISTAS. LA PICARESCA: EL LAZARILLO, LA LOZANA ANDALUZA. EL CUENTO Y LA NOVELA CORTA: EL PATRAÑUELO. El éxito de la Celestina atrajo a muchos autores que quisieron continuar el género con repeticiones o nuevas creaciones sobre lo mismo con similitudes y diferencias. Aparece el Lazarillo, la Lozana andaluza y el Patrañuelo, como ejemplo de novela corta. Aquí hemos hecho un puente desde finales de la Edad Media hasta el Renacimiento pero en primer lugar la picaresca ya la hemos visto y en segundo lugar, el principio de la prosa renacentista se conoce menos.
4) LOS LIBROS DE CABALLERÍAS. EL QUIJOTE.
Dice: “Yo soy el primero que ha novelado en lengua castellana. No le falta razón, con él nació la novela corta española y el Quijote como la gran novela moderna. NOS LO QUEDAREMOS.
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Pero no debemos perder el hilo que conduce a la novela cuyo momento culminante es el XVII. Resumimos: -A través de Erasmo vemos el relato de Luciano, colección de casos satíricos unidos por una leve trama argumental a menudo fantástica. Lleva en sí la destrucción de la novela puesto que es la negación del realismo psicológico porque el protagonista es un testigo, ni pincha ni corta. Está en función de los casos no en función del desarrollo de la personalidad del protagonista. -Aparece la novela italiana y cuaja, se hace más densa gracias a la hibridación del realismo y en ocasiones de la estructura de diálogo lucianesco aunque evoluciona hacia la sarta de aventuras regidas por la casualidad. -A través de la Celestina se desarrolla la picaresca, Lázaro es ya un retrato realista y psicológico de un protagonista, como lo es la Lozana andaluza o el relato corto. La obra más representativa de esos relatos cortos, es el Patrañuelo de Juan de Timoneda. El autor, en la Epístola al amantísima lector, nos explica el título: “porque Patrañuelo deriva de patraña y patraña no es otra cosa sino una fingida traza tan lindamente compuesta, que parece que trae alguna apariencia de verdad.” Son, pues, narraciones breves a la manera de cuentos novelados a los que se puede seguir la pista y descubrir precedentes. En expresión feliz de Ysabel, llega Micky. Cervantes une las tres herencias, léase “El coloquio de los perros”, si es que de verdad este hombre no tenía desperdicio. http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/cervan/coloquio.htm Y después ya no hay que añadir nada más, el resto nos lo sabemos
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El Abencerraje y la hermosa Jarifa
EL ABENCERRAJE Y LA HERMOSA JARIFA Argumento “Dice el cuento...” y así prosigue la novela, con la historia de Rodrigo de Narváez, alcaide de Antequera y Álora, capitán español de reconocido valor y virtud. En una noche en la que patrulla con sus escuderos, captura a un moro, al cual lleva preso a su fortaleza. El prisionero le cuenta que se llama Abindarráez, que aunque nacido en Granada se ha criado en Cártama pues en él se cumple el castigo del rey por una supuesta insumisión de su familia, los Abencerrajes. En Cártama se educa junto a la hija del alcaide y al crecer, descubren que se aman como hombre y mujer, aunque estos amores nunca serían aprobados por el padre de Jarifa, que así se llama su amada. Por mandato real, el alcaide es destinado a Coín por lo que los amantes han de separarse pero antes intercambian promesas entre uno y otro. Jarifa le promete su amor y le cita en Coín. En ese viaje es cuando Rodrigo de Narváez le apresa pero al ver su gran dolor, le deja marchar para que se reúna con su amada, pero bajo promesa de volver a los tres días. Promesa que cumple Abindarráez acompañado por Jarifa, con la que se ha casado. A su vuelta, en Álora son recibidos no como prisioneros sino como huéspedes de honor. Tras una carta de Rodrigo de Narváez al rey de Granada, los amantes son perdonados por el padre de Jarifa y el desenlace de esta historia de generosidad y de heroísmo, es feliz con una promesa de amistad indisoluble.
Estudio literario. El Abencerraje pertenece a una tradición novelesca cuyo contenido es ficticio y que se puede incluir entre los libros de caballerías, libros de pastores, libros de género morisco o novelas bizantinas, todas ellas pertenecientes a la prosa del siglo XVI. Se llama morisco porque tiene el moro como personaje principal, con unas características propias muy claras: 1) Una visión poética de la vida de los moros en el reino de Granada con un trasfondo real e histórico que se sirve de personajes reales y lugares geográficos concretos. 2) Son siempre historias de amor y heroísmo 3) No interviene nada fantástico, como en las novelas de caballerías. 4) Se le atribuyen al moro cualidades del caballero cristiano 5) Exotismo y colorido árabe, lenguaje preciosista y términos árabes asimilados a nuestra lengua. Respecto a la forma narrativa es la de la novella italiana, en prosa narrativa relativamente corta y que cuenta una sola historia. Su estilo, por lo tanto, tiene estas características: -Parten de un hecho relativamente histórico -Narración en tercera persona narrativa, óptica objetiva -Contienen algún ejemplo moral a modo de los exempla medievales. -Literatura idealizante, como la novela pastoril donde lo real se embellece y los aspectos más burdos de la realidad no tienen cabida, como en la novela picaresca. Precedentes. Se puede considerar que esta novela inaugura el género, quizá ayudado por la difusión del romancero fronterizo del Romancero viejo. Estos romances, enormemente populares, relataban hechos amorosos, guerreros o legendarios sucedidos en la frontera entre los reinos cristianos y los reinos musulmanes en la Península, antes de la caída de Granada, en 1492. Un poco de historia.
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El Abencerraje y la hermosa Jarifa
El Abencerraje comienza desde un marco de violencia épica de un episodio de conquista en la que la desconfianza entre los musulmanes y la Corona se intensificó por el incumplimiento de las promesas hechas por los Reyes Católicos que precedieron a la toma de Granada. Estas promesas incumplidas condujeron a varias revueltas de los musulmanes, que fueron utilizadas por la Corona para invadir Granada. A la rendición de Boabdil, el último rey musulmán de Granada, le precedió un tratado en el que les prometían libertad jurídica, religiosa y económica. No fue así y la marginación social es un hecho cuando se escribe El Abencerraje sobre este entramado de enemistad, cuando no beligerancia, entre moros y cristianos pertenecientes a diferentes culturas y religiones. Lectura y sentido del Abencerraje. Tras la lectura de “El Abencerraje y la hermosa Jarifa” nos damos cuenta de algunas cosas importantes. La situación es realmente de guerra puesto que Rodrigo de Narváez es famoso por hechos de guerra con moros y por ello se le nombra alcaide de Álora. Más adelante les dice a sus escuderos que “será bien dar a entender a nuestros enemigos que los valedores de Álora no duermen”. Durante la batalla en la que apresan a Abindarráez, se hace patente la nobleza y generosidad de Rodrigo de Narváez pues al ver la valentía y destreza del moro se dirige a él de esta forma: -Moro, vente a mí, y si tú me vences, yo te aseguro de los demás. Cuando por fin es apresado y Rodrigo advierte el dolor de Abindarráez que no se debe al de las heridas, se interesa por su historia y le promete como hijodalgo que le ayudará. Pero a su vez le pide otra promesa, que igualmente y como caballero, vuelva a los tres días, una vez que haya cumplido con la de Jarifa. Vemos dos cosas importantes: Primera, que Rodrigo considera a Abindarráez tan caballero como él, lo que supone una asimilación cultural, una reacción generosa e individual contra la xenofobia y el rechazo a las minorías étnicas. Segunda, que los dos personajes quedan sujetos por sendas promesas y Abindarráez a su vez, está sujeto a la de Jarifa. Son promesas de amor y de honor. Tercera. Que las promesas se hacen sobre conciencias individuales, ya no se hacen ante un valedor omnipotente (Cristo, Alá). La palabra dada es un valor que cuando se cumple, todos salen beneficiados. Toda la historia parece sustentarse en el cumplimiento de una promesa. A pesar de lo corto del relato, todos los personajes, o están comprometidos con su palabra o esperando el cumplimiento de la del otro. La ejemplaridad de la obra sería pues el cumplimiento de las mismas contando con que además son colectividades con reglas propias muy distintas pero que a pesar de ello, coinciden en lo esencial. La generosidad de Rodrigo de Narváez se pone de manifiesto cuando libera al moro al que le iguala como caballero. Abindarráez es igualmente noble, acepta la nobleza del hidalgo y la asimila a la suya propia y cumple la promesa de volver al tercer día. Jarifa ha prometido llamarle cuando llegue a Coín y ser su esposa. Cuando conoce la palabra dada por su esposo, la hace suya y vuelve a Álora con él. Ante la nobleza y el amor de los dos, Rodrigo de Narváez promete a la pareja interceder por ellos y escribe al rey. El rey promete interceder y escribe al padre de Jarifa, el cual promete perdonar a la pareja. Todas son promesas cumplidas que a todos acarrean beneficios. El autor del relato quiso escribir sobre el entramado de guerra, una hermosa historia de amor, nobleza y generosidad, que excluya cualquier tipo de rechazo a otra etnia. Por
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El Abencerraje y la hermosa Jarifa
ejemplo, el matrimonio entre musulmanes que no testificaba Dios, era considerado por los cristianos como no válido. Pero en la novela sí se considera el compromiso y el matrimonio de la pareja musulmana como válido y respetable, de ahí que Rodrigo de Narváez libere a Abindarráez pues necesita cumplir con la palabra dada a Jarifa. Como siempre, casi os lo he “contado todo” lo que podría tener poca gracia pero en este caso hay que trabajar. -Se trata de buscar un fragmento en el que se ponga de manifiesto la generosidad, el honor, la valentía, la amistad y el respeto a las minorías étnicas. -También sería recomendable buscar precedentes a este género y recordar un poco la historia de España que evoca el Abencerraje, sus causas y consecuencias. -Buscar términos árabes, delimitar su estilo, es lenguaje artificioso o sencillo, es prosa fácil o no. ¿Se necesita cambio de código para entenderla? ¿Se ajusta a la novela moderna, o lo que entendemos como tal? Y si se os ocurre alguna otra, mucho mejor.
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