EL GENERAL PICASSO. MILITAR Y DIBUJANTE

20 OCTUBRE 2016 - 5 FEBRERO 2017

DOSSIER DE PRENSA

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“El General Picasso. Militar y Dibujante”

Plaza de la Merced, 15 29012 Málaga T. (+34) 951 92 60 60 [email protected] fundacionpicasso.es

SUMARIO

HORARIO De 9:30 a 20:00 h todos los días, incluyendo festivos. 24 y 31 de diciembre de 9:30 a 15:00 h.

Comunicado de prensa

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Texto del comisario de la exposición, Rafael Inglada

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Imágenes para prensa

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La Fundación Pablo Ruiz Picasso

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Cerrado: 1 de enero y 25 de diciembre La admisión de público terminará 15 minutos antes del cierre del museo TARIFAS Combinada (Museo Casa Natal + temporal): 4,00 € Museo Casa Natal: 3,00 € Exposición temporal: 3,00 €

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“El general Picasso. Militar y dibujante”

COMUNICADO DE PRENSA MÁLAGA RECUPERA EN LA CASA NATAL DE PICASSO LA FIGURA DEL GENERAL PICASSO, FAMILIAR DEL PINTOR, EN SU DOBLE VERTIENTE DE DIBUJANTE Y MILITAR. Juan Picasso protagoniza una exposición inédita titulada “El general Picasso. Militar y dibujante” que se acompaña con dibujos del propio Picasso provenientes del Museu Picasso de Barcelona. La muestra, que puede visitarse hasta el 5 de febrero de 2017 cuenta también con la colaboración, además de la familia del General, del Museo del Prado o el Centro Cartográfico del Ejército del Ministerio de Defensa. 19/10/2016.- Esta mañana se ha presentado la exposición El general Picasso. Militar y dibujante, enmarcada dentro del XXIX del Octubre Picassiano, con la presencia del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la concejala de Cultura, Gemma del Corral; el director de la Agencia Pública para la gestión de la Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso y otros equipamientos museísticos y culturales, José María Luna; el comisario de la exposición, Rafael Inglada, e Isabel Picasso como representante de los herederos del General. El XXIX Octubre Picassiano acerca la figura del general Juan Picasso González (Málaga, 1857Madrid, 1935), uno de los grandes protagonistas de la historia de España durante el primer cuarto del siglo XX. El general Picasso. Militar y dibujante es la primera exposición que se dedica a este personaje malagueño que fue Militar del Estado Mayor, Cruz Laureada de San Fernando en 1894 por su participación en la Primera Guerra del Rif, y representante de España en la Sociedad de Naciones (1920-1923). Su padre, Juan Bautista Picasso Guardeño, era hermano de Francisco Picasso, abuelo materno de Pablo Ruiz Picasso. Ambas ramas desarrollaron afectuosas relaciones familiares durante largos años como vecinos de la Plaza de la Merced, de ahí los recuerdos de Pablo Picasso de su tío general. Por primera vez, la Ciudad de Málaga, a través de la Fundación Picasso, homenajea a quien es su Hijo Predilecto desde 1922, y lo hace a través de esta exposición. El recorrido de la exposición se inicia cronológicamente en la Málaga de los primeros años de Juan Picasso, para continuar con su etapa del Rif, la de Annual y su retirada de la escena pública, complementado todo con documentos y prensa de la época, fotografías y objetos personales, más cuatros dibujos de un jovencísimo Pablo Picasso, cedidos por el Museu Picasso de Barcelona, que están relacionados con estos años de guerra de fin del XIX y que están realizados, en torno a escenas militares o africanas, a los que se suman dos óleos de los que fueron maestros de éste: Carga de caballería en el Rif, de Román Navarro, y Desembarco de Alhucemas, de Moreno Carbonero, que ilustran parte de la historia vivida por el general malagueño. 3

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La muestra se extiende, principalmente, con el aporte al visitante de una amplia selección de los dibujos -ciento quince- que Juan Picasso realizó en sus cuadernos de manera privada junto a otros sueltos que van desde la infancia malagueña del General, hasta sus años finales. Además se podrán ver objetos (sus charreteras y la famosa cruz Laureada), documentos de ascensos, planos, nombramientos o prensa de la época en torno a su figura. Los paisajes de Ceuta, Granada, Guadalajara, Málaga, Segovia o Sevilla, o los estudios arquitectónicos de casas, muebles y lacerías que durante décadas dibujó Juan Picasso y que hoy, como primicia, salen a la luz, dan cuenta de su virtuosismo en el trazo, de su habilidad para con el lápiz o la pluma y de cómo el arte arraigó en una familia que, con un único apellido, halló en la creación la forma y la necesidad de escapar a las asperezas de los hechos históricos. Los visitantes podrán disfrutar de la exposición hasta el 5 de febrero de 2017 en la Sala de exposiciones, Plaza de la Merced n. 13, de la Fundación Picasso. Museo Casa Natal. Para esta exposición han colaborado, además de los herederos del General Picasso, el Museu Picasso de Barcelona, el Museo del Prado, el Centro Cartográfico del Ejército del Ministerio de Defensa o la Escola de Arte Superior de Deseño Pablo Picasso de A Coruña.

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TEXTO DEL COMISARIO DE LA EXPOSICIÓN, RAFAEL INGLADA El general Juan Picasso González (Málaga, 1857-Madrid, 1935) fue uno de los grandes protagonistas de la historia de España durante el primer cuarto del siglo XX. Olvidado por unos y otros y zarandeado por el devenir de los acontecimientos políticos, este hombre, de carácter modesto, ajeno a las efervescencias de los líderes del momento, cumplió intachablemente cuantos cometidos se le encomendaron, y jamás deseó para sí ni puestos de honor ni responsabilidades que pudieran desvirtuar o incidir en su vida particular. Solamente por motivos profesionales e ineludibles se vio en la obligación de ocupar misiones que, a la larga, es cierto que le reportaron prosperidad y fama, pero también mermaron su salud y determinaron paulatinamente su retirada de la escena pública y social en los últimos años de su existencia. Tío del pintor malagueño -el abuelo de éste, Francisco Picasso Guardeño, y Juan Bautista Picasso, el padre del general, eran hermanos-, compartió con su sobrino un espacio muy determinado en la Málaga finisecular del XIX: el de la plaza de la Merced, en donde ambas familias no sólo vivieron, sino que se trataron con asiduidad. ____________________________________________________________________________ José Ruiz Blasco, padre del artista, comenzó a frecuentar hacia finales de los años 70 el número 11 de la citada plaza, en donde a la sazón vivía con sus padres el joven pintor, y futuro profesor de la Escuela de Bellas Artes, José Blanco Coris, vecino de los Picasso González. En este edificio conoció a Amelia Picasso, hermana del militar, con la cual, acuciado por su familia, quien le exigía un matrimonio urgente, pues su edad rozaba ya los 40 años, inició una breve relación sentimental. «Dudaba —escribió en su día Palau i Fabre— tal vez porque no había encontrado en su pretendida futura mujer todas las cualidades que habría deseado ver en ella; y la prueba está en que cuando, poco tiempo después, conoció, en casa de esta misma muchacha, a su prima María Picasso López, se decidió al instante»1. (1) Palau i Fabre, Josep, Picasso vivo 1881-1907. Infancia y primera juventud de un demiurgo. Barcelona: Ediciones Polígrafa, 1980, p. 25. Sobre este asunto, v, además Sabartés, Jaime, Picasso. Documents iconographiques. Genève: Pierre Cailler Éditeur, 1954, pp. 27, 28. (2) Conversaciones del autor con Javier Vilató Ruiz, h. 1994. En Inglada, Rafael. Picasso antes del azul (1881-1901). I. Documentos familiares inéditos. Málaga: Fundación Pablo Ruiz Picasso / Ayuntamiento de Málaga, 1995, p. 183. (3) «De soslayo». El Sol, año VI, núm. 1.760. Madrid, 15 de diciembre de 1922, p. 1.

En este marco, en uno de los múltiples viajes de Juan Picasso a su ciudad de origen, conoció años después a su sobrino nieto, el entonces niño Pablo Ruiz Picasso, cuya portentosa memoria reservaba aún, ya anciano, algunos recuerdos de su tío, especialmente «el carácter enérgico, su pequeña estatura y la brillantez de su personalidad»2. Ignoramos comentario alguno de Juan Picasso acerca de la labor artística del famoso Pablo, pero, al menos, nos ha quedado el saber que éste se sintió siempre orgulloso de su pariente, y en alguna ocasión, como queda indicado en estas páginas, hizo observaciones curiosas al respecto, sobre todo a partir de los años 20, en que Juan Picasso alcanzó una fama que trascendió nuestras fronteras: «“El país que cuenta con nombres como su tío de usted —le decía al pintor Picasso un admirador suyo—, no está perdido”. “Sí —contestaba Picasso—; mi tío ha estado muy bien, demasiado bien: si continúa así, hasta en París no será ya el tío de Picasso, sino que seré yo el sobrino de Picasso”»3. Juan Picasso fue ante todo un estratega de despacho, un hombre del ejército que vivió de cerca, como decíamos, algunos de los momentos más significativos de nuestra historia casi reciente. Su biografía está jalonada, de manera esencial, por cuestiones de gran controversia, especialmente por dos. En primer lugar sus actuaciones como jinete en la llamada «Guerra 5

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de Margallo», o Primera Guerra del Rif (1893), en la cual consiguió, por su heroicidad, la codiciada Laureada de San Fernando, y en segundo término, hablando cronológicamente, por el informe que realizó (como miembro del Consejo Supremo de Guerra y Marina) a raíz del «Desastre de Annual» del verano de 1921 —el llamado Expediente Picasso—, que hizo temblar los cimientos de la monarquía de Alfonso XIII. Primero con el golpe de estado de Primo de Rivera (1923) y, consiguientemente, con la llegada del general Berenguer (1930) y la desestabilización del trono, que provocó en 1931 el advenimiento de la Segunda República. A todo ello habría que sumar sus intervenciones, entre 1920-1923, como representante de España en la Sociedad de Naciones, cargo que ostentó antes de su retirada definitiva en 1925, año éste en que pasó a segunda reserva y fue ascendido a general. ____________________________________________________________________________ En los momentos de distensiones que su oficio le permitía, Juan Picasso distrajo sus horas de ocio con el dibujo. Al igual que el afamado nieto de su tío carnal, utilizó cuadernos de campo, en donde a lápiz o a tinta desgajó especialmente los paisajes que más le conmovieron, paisajes exentos de movimiento, estáticos, con un leve ruido de Romanticismo que sobrevellaban además innumerables detalles, los cuales, hoy en día, no hacen sino recuperar una geografía la mayor de las veces perdida o bien distorsionada por el tiempo; paisajes que son, a la vez, y esto sucede en su obra, único testimonio de iglesias, caminos, lugares jamás fotografiados, pero que al menos la avezada mano del general recupera para nosotros de forma audaz y firme. Aquí reside uno de los grandes potenciales de sus dibujos artísticos -los cuales hemos catalogado completos para la ocasión, casi trescientos-, en reflejar la fidelidad de mucho de aquello que hoy ya no nos pertenece, dibujos que recorren un arco desde los paisajes fechados en Toledo en 1878 hasta los pequeños estudios de casas de 1926, fechas movibles por la ingente cantidad de trabajos que Picasso dejó además abocetados y sin datación, pero que nos dan cuenta de su forma de ejecutar y de sus preocupaciones artísticas.

(4) Urteaga González, Luis, «La Comisión Topográfica de Estado Mayor del ejército español en Marruecos antes de la implantación del Protectorado». Revista de Historia Militar, año LVI, núm. extraordinario II, Centenario del Protectorado de Marruecos. Madrid: Instituto de Historia y Cultura Militar, Ministerio de Defensa, 2012, pp. 15-45, especialmente pp. 15, 16.

A ésta, su producción académica, por definirla de alguna forma y que es la que nos ocupa, de naturaleza totalmente privada, deberíamos de ampliarla a otros dos ámbitos públicos muy diferentes. Primeramente la obra que realizó en Ceuta entre 1881-1882, durante las prácticas de la Academia de Estado Mayor, una vez que una Real Orden de agosto de 1881 aprobó una «petición al ministro de la Guerra para que se destinase a Marruecos una comisión de dos oficiales, con el fin de que reuniesen los datos necesarios para formar una carta geográfica del Imperio marroquí»4, puestos que recayeron en el jefe de Estado Mayor de Ceuta, Ramón Jáudenes Álvarez, y en el capitán Eduardo Álvarez Ardanuy. De este periodo nos quedan sobre una docena de planos y alzadas ejecutados por Juan Picasso en tierras ceutíes, como el de las torres Mendizábal y Aranguren o el de la Torre de Isabel II, cuyos originales se custodian en el Centro Geográfico del Ejército, de Madrid. A las dos circunstancias anteriores añadiríamos una tercera y última: los numerosos planos de los territorios y edificios oficiales que sirvieron a Juan Picasso para examinar detenidamente las posiciones españolas y rifeñas tras el desencadenamiento del ya citado «Desastre de Annual», en donde nuestro protagonista pergeñó situaciones de lomas, ríos, pozos y fuertes para situar acciones y depurar de manera estricta las responsabilidades de tantos cientos de muertos, entre los que se encontraba su paisano, el comandante Julio Benítez, conocido como el héroe de Igueriben; dibujos que, gracias a la generosidad de la familia Picasso, están depositados desde 2014 en el Archivo General de Melilla. 6

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El general Picasso. Militar y dibujante es la primera exposición consagrada a este personaje malagueño, cuyo olvido —desde que en 1922 lo hicieran hijo predilecto de Málaga— es hoy afortunadamente reparado. Ello le confiere un valor sentimental triple: por ser su ciudad natal en donde se abren sus puertas; por ser la plaza de la Merced el lugar idóneo elegido, y porque es la Fundación Picasso la que ha podido llevar a buen término, con gran esfuerzo de personal y medios, esta idea acariciada desde hacía ya algunos años, cuando quien escribe estas líneas comisarió en el Museo Picasso Málaga la muestra Picasso de Málaga (2013), adonde se llevó, por vez primera, obras del general, en concreto tres de sus dibujos. Nunca hasta entonces se habían exhibido estos trabajos, pero jamás una exposición como El general Picasso ha aportado y atesorado a su vez tal cantidad de documentos inéditos. Los cien dibujos expuestos de índole personal -a los que habría que añadir algunos ejemplos de sus otros dos quehaceres artísticos ya señalados anteriormente, esto es, dos alzadas de 1881 y nueve planos de 1921- son esencialmente los que priman en la exposición, los que la conducen, pero no podríamos entender ésta sin mostrar al público otros aspectos como fotografías —que van desde su infancia malagueña hasta sus años finales—, objetos (sus charreteras y la famosa Laureada), documentos de ascensos, planos, nombramientos o prensa de la época en torno a su figura y a los avatares de su ímproba labor dentro del Estado Mayor. Este conjunto es el que nos hace reflexionar, y no hemos podido evitar la tentación de unir, como debe de ser, la figura del general con la de Pablo Picasso. Para ello ha sido nuestro deseo, gracias al Museu Picasso de Barcelona, el presentar cinco de los dibujos de un adolescente a caballo entre A Coruña y la Ciudad Condal, cuando estaban candentes los acontecimientos de la Guerra del Rif, los cuales Picasso inmortalizó desde una perspectiva infantil pero a la vez intrépida. La figura del pintor malagueño la reforzamos además con un peculiar documento de la Escuela de Bellas Artes, así como con dos óleos de dos de sus profesores de A Coruña y Madrid: Román Navarro y Moreno Carbonero, respectivamente. ____________________________________________________________________________ Nuestro agradecimiento a cuantas entidades han colaborado en esta exposición, así como a todos aquellos particulares que han hecho realidad este proyecto, de manera muy especial a María Teresa Martínez de Ubago, viuda de Juan Carlos Picasso López -ambos custodiaron el admirable legado-, y a todos sus hijos, principalmente a Isabel Picasso Martínez de Ubago como portavoz de la familia, quien desde un primer momento ha hecho con nosotros el gran esfuerzo de que una exposición y un catálogo como éste sean, en definitiva, imprescindibles para conocer al hombre que tuvo mucho que ver con los cambios de la España del pasado siglo.

Comisario de la exposición Rafael Inglada

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IMÁGENES PARA PRENSA

El general Juan Picasso González luciendo la cruz Laureada de San Fernando Madrid, 1915 Col. Herederos de Juan Carlos Picasso López

Ribera en día nublado / Gato / Escena fantasmagórica con tumbas / Escudo heráldico («Albaicín de Granada») / Arbustos con calavera / Guadaña y reloj de arena / Rata Granada, 13 de septiembre de 1883 / [Septiembre de 1883] / 29 de septiembre de 1883 Tinta sobre papel. 20,3 x 27,5 cm Col. Elvira Cañellas Picasso, Fuengirola, Málaga [«[?] Ilust. // El que no piensa en el porvenir está próximo a experimentar algún mal en el presente // ¡Cuándo podré dormir con ese sueño en que acaba el soñar! [Bécquer] // Señales son de juicio / ver que todo lo perdemos / unos por carta de más / otros por carta de menos [Lope de Vega]»]

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LA FUNDACIÓN PABLO RUIZ PICASSO ESBOZO HISTÓRICO Fue casi al cumplirse un siglo desde el abandono por parte de la familia Ruiz Picasso, en 1884, del edificio correspondiente al actual nº 15 de la malagueña Plaza de la Merced, cuando, el 25 de Marzo de 1983, el inmueble sería declarado Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional. Habría que esperar al 26 de Febrero de 1988 para que el pleno del Ayuntamiento de Málaga constituyese la Fundación Pablo Ruiz Picasso, con sede en la casa natal del artista malagueño. Si un programa de actividades de la Fundación Picasso ha alcanzado una amplia resonancia, éste ha sido el llamado “Picasso exterior”, consistente en exposiciones de Picasso, producidas por la Casa Natal, que se han exhibido en el resto de España y, especialmente, en el extranjero. Así, la rica colección de obras de Picasso propiedad de la Fundación ha atraído el interés de instituciones fuera de España, que han disfrutado de exposiciones monográficas con fondos artísticos de la institución malagueña. Iniciado el programa en 2001 con exposiciones en Dresde (Alemania), Roma (Italia), Montevideo (Uruguay), el programa Picasso Exterior ha pasado por las ciudades de Pau, Quimper y Lourdes (Francia), La Haya (Holanda), Florencia (Italia), Sofía (Bulgaria), Wroclaw (Polonia), Praga (República Checa), Estambul y Ankara (Turquía), Mérida (Yucatán, México), Lima (Perú), St. Augustine y Nueva York (Estados Unidos), Caseros (Buenos Aires, Argentina) y Santiago, Valparaíso e Iquique y Antofagasta (Chile), Incheon, Seúl, Daegu y Suwon (Corea del Sur). El incremento de sus actividades y el creciente número de visitantes que a ella acudían, hizo que la Fundación Pablo Ruiz Picasso cerrara sus puertas para que el edificio de la Casa Natal fuera sometido a trabajos de rehabilitación integral que se vieron culminados con su reapertura a cargo de SS. MM. los Reyes D.Juan Carlos I y Dª Sofía el 22 de Junio de 1998. Con esta intervención, la Fundación, al expandirse por todo el edificio, multiplicó por cinco la superficie de sus instalaciones a la vez que incrementó el número y calidad de sus actividades al tiempo que su colección de arte experimentaba una importantísimo incremento.

LA FUNDACIÓN PABLO RUIZ PICASSO. ACTIVIDADES La Fundación está articulada a través de un triple eje, constituido por un Centro de Documentación de carácter internacional especializado en Picasso, la organización de actividades pluridisciplinares encaminadas a la difusión del arte contemporáneo tomando a la figura del artista como referencia alrededor de la que giren las actuaciones, y el Museo-Casa Natal que le da razón de ser y la convierte en elemento turístico de primer orden mundial. 9

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En sus primeros veinticinco años de vida, la Fundación ha organizado más de 100 exposiciones de arte, celebrado más de un 200 conferencias sobre Picasso y la creación contemporánea a cargo de especialistas nacionales e internacionales, impartido 200 conferencias didácticas acerca del artista malagueño en centros docentes y colectivos ciudadanos de Málaga, publicado catálogos y libros que han sobrepasado la cantidad de 100 volúmenes, convocado catorce ediciones de la Beca Pablo Ruiz Picasso para las Artes Plásticas, celebrado siete ediciones del Aula Picasso que constituye el curso monográfico sobre Picasso más especializado en el ámbito internacional, y organizado, coincidiendo cada año con el aniversario del nacimiento de Picasso, veintisiete Octubres Picassianos, en los que se ofrece un rico y variado abanico de actividades culturales enfocadas en Picasso y lo picassiano. Si un programa de actividades de la Fundación Picasso ha alcanzado una amplia resonancia, éste ha sido el llamado “Picasso exterior”, consistente en exposiciones de Picasso, producidas por la Casa Natal, que se han exhibido en el resto de España y, especialmente, en el extranjero. Así, la rica colección de obras de Picasso propiedad de la Fundación ha atraído el interés de instituciones fuera de España, que han disfrutado de exposiciones monográficas con fondos artísticos de la institución malagueña. Iniciado el programa en 2001 con exposiciones en Dresde (Alemania), Roma (Italia), Montevideo (Uruguay) y Nueva York (USA), el programa Picasso Exterior ha pasado por las ciudades de Pau y Quimper (Francia), La Haya (Holanda), Florencia (Italia), Sofía (Bulgaria), Wroclaw (Polonia), Praga (República Checa), Estambul y Ankara (Turquía), Mérida (Yucatán, México), Lima (Perú), St. Augustine (Estados Unidos), Caseros (Buenos Aires, Argentina) y Santiago y Antofagasta (Chile), Incheon, Seúl, Daegu y Suwon (Corea del Sur).

LA FUNDACIÓN PABLO RUIZ PICASSO. COLECCIONES Cuando la Fundación Pablo Ruiz Picasso abrió sus puertas al público en 1988, no poseía en ese momento obras de arte ni formar una colección entraba dentro de sus prioridades. Sin embargo, durante los veinte años de su existencia, la Fundación Pablo Ruiz Picasso ha conseguido reunir una colección de obras de arte compuesta por más de cuatro mil piezas de más de 200 artistas diferentes. Buscar los orígenes de esta colección es seguir la historia de la propia Fundación. El hecho de estar ubicada en la Casa Natal de Pablo Picasso ha propiciado que personas íntimamente ligadas al artista muestren sus simpatías hacia la institución, demostrándolo a través de donaciones artísticas; es el caso de Marina Picasso, nieta del pintor, quién un año después de la apertura pública de la Casa Natal, donó la carpeta de grabados originales de Picasso “Sueño y mentira de Franco” , aguafuerte y aguatinta, 1937, donde la ironía y la crítica mordaz se dan la mano junto a una iconografía que presagia al emblemático Guernica. En este misma línea, una de las donaciones, sin lugar a dudas, pieza clave de la colección es la de Christine Picasso, nuera del artista, quien en una de sus primeras visitas a Málaga, en octubre de 1992, y pensando ya, probablemente, en un futuro museo en nuestra ciudad, trajo consigo 10

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diez libros ilustrados con obra gráfica original. Esta es una colección magnífica que ilustra a la perfección la maestría de Picasso en las diferentes técnicas del grabado y su acercamiento al mundo de la literatura. El recorrido por la obra gráfica de Picasso queda ampliado con sucesivas adquisiciones, con las que se pretende ofrecer al público una visión general de las diversas épocas, estilos y técnicas del artista malagueño a través de una importante colección de obra gráfica realizada por Picasso entre 1905 y 1971 que va creciendo año tras año hasta convertirse en una de las más completas y variadas del ámbito nacional. Junto a esta diversidad de grabados, que suponen varios centenares de piezas, debe destacarse una interesante selección de cerámicas, en la que aparecen los temas preferidos por el artista. Asimismo, la Fundación posee algunas piezas de carácter sentimental relacionadas con la biografía del artista, donadas por los hijos de su hermana, la familia Vilató, y por la propia hija de Picasso, Maya, que constituyen algunas de las primeras pertenencias del niño que fue Pablo Ruiz Picasso. Pero, sin duda alguna, la joya de las colecciones artísticas de la Fundación es el cuaderno nº 7 de bocetos realizados por Picasso como preparación para su obra maestra de 1907: Las señoritas de Avignon. El cuaderno número 7 es uno de los 16 cuadernos y varios bocetos individuales que Picasso realizó como trabajo preparatorio para el lienzo que dio origen al cubismo. En sus 60 hojas de papel blanco rayado el artista realizó en París, entre mayo y junio de 1907, un total de 84 dibujos para los que utilizó tinta china, lápiz grafito y gouache rojo. Los temas de estos dibujos, con abundantes variantes, son perfiles de animales, entre los que destaca un águila que preside la portada y las primeras hojas, desnudos femeninos que van siguiendo un creciente proceso de esquematización asimilando las figuras a los modelos del arte africano, castellers catalanes en la que es la única presencia conocida de este elemento en el corpus picassiano, apuntes de naturalezas muertas con tratamiento protocubista y un retrato de Raimonde, la niña que adoptó temporalmente en compañía de Fernande Olivier. Esta riqueza iconográfica en la que se unen los deseos de innovación con el apego a las tradiciones catalanas y la presencia de lo más cercano e íntimo, convierte este cuaderno en un fascinante repertorio de obras de Picasso en un momento clave y decisivo de su evolución. Aparte de sus fondos estrictamente picassianos, la Fundación cuenta con una importante colección de arte contemporáneo malagueño así como con un amplio conjunto, integrado por más de 2.500 piezas, de obra gráfica española e internacional del siglo XX, con autores como Miró, Christo, Francis Bacon, Joan Brossa, Max Ernst, Tápies, Chillida, Perejaume, Jaume Plensa, Dokoupil, Guayasamín, Guinovart, Wifredo Lam, Matta, Henry Moore, Equipo Crónica, Pablo Palazuelo, Mompó, Eduardo Arroyo, Canogar, Manuel Rivera, Arman, Alfonso Albacete, Manuel Quejido o Marc Chagall.

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