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El hijo fingido Comedia lírica en un prólogo y dos actos Texto original de JESÚS M.ª DE AROZAMENA y VICTORIA KAMHI Basada en las comedias «¿De cuándo acá nos vino?» y «Los ramilletes de Madrid» de Lope de Vega Música de JOAQUÍN RODRIGO
PERSONAJES Y REPARTO
DOÑA BÁRBARA ......................... INÉS RIVADENEIRA ÁNGELA ......................................... ISABEL PENAGOS BASILISA .............................. MERCEDES MARTÍNEZ ROSITA LA INCA ................. MARI CARMEN ANDRÉS MADRE NOÉ ................................. ESTHER GIMÉNEZ DOMINGA ........................... ALICIA DE LA VICTORIA LEONARDO ..................................... LUIS VILLAREJO CAPITÁN FAJARDO ................... ESTEBAN ASTARLOA BELTRÁN ......................................... VENACIO MURO DON OCTAVIO ......................... ANTONIO RIQUELME DON VENTURA ............................... RICARDO OJEDA CELEDÓN ...................................... ENRIQUE SUÁREZ RIAÑO ............................................. JUAN VALENTÍN PACHECO .................................... FRANCISCO PEREA .
Estrenada el 5 de diciembre de 1964 en el Teatro de La Zarzuela de Madrid.
PRÓLOGO Campamento militar de los Tercios Españoles en Flandes. El alférez Leonardo, al servicio del capitán Fajardo, decide regresar a España con cartas de recomendación del propio capitán, una de ellas es para la hermana de éste, doña Bárbara, joven viuda y madre de Ángela. Inmediatamente todos los soldados celebran y beben la partida del joven con varias mujeres, entre las que destacan la Madre Noé y Rosita la Inca.
Coplillas de Leonardo y coro LEONARDO
Salen de Sanlúcar van rompiendo el agua, a la Torre del Oro, dos barcos de plata. http://lazarzuela.webcindario.com
CORO
LEONARDO
CORO
Salen de Valencia quién sabe adónde van en las noches de fuego del señor San Juan. Verdes tienes los ojos, niña, los jueves, que si fueran azules no fueran verdes. Verdes tienes los ojos, niña, los jueves, que si fueran azules no fueran verdes. ¿Dónde va la niña sola por la playa? a buscar en la orilla luceros de nácar. Mira y mira el barco que en boga lenta va por caminos de flores de jazmín y azahar... Verdes tienes los ojos, niña, los jueves, que si fueran azules no fueran verdes. Verdes tienes los ojos, niña, los jueves, que si fueran azules no fueran verdes.
Dúo de Rosita y Leonardo LEONARDO Y ROSITA
Esta es, Rosita, Alicante, y allí queda Cartagena; mirando costa adelante, Almería, un tiempo llena del africano arrogante; luego Málaga y Marbella y el Estrecho junto a ella, que por Cádiz mira enfrente el Cabo de San Vicente, punta de España la bella...
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ROSITA LEONARDO
Y allí queda Cartagena, mirando costa adelante. Almería, un tiempo llena, luego Málaga y Marbella y el Estrecho junto a ella.
Dúo de Rosita y Leonardo y coro interno ROSITA LEONARDO ROSITA LEONARDO ROSITA LEONARDO ROSITA
LEONARDO ROSITA CORO ROSITA LEONARDO CORO ROSITA LEONARDO CORO ROSITA LEONARDO ROSITA LEONARDO ROSITA LEONARDO
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Taquitán, mitanacuní. ...Mitanacuní. Español de aquí para allí, de aquí para allí. De aquí para allí. Penacuní, penacuní, mitanacuní. ...Mitanacuní. No tengáis de eso vergüenza, que india nací. ...Mitanacuní. De aquí para allí. Al amor pintan desnudo, penacuní, penacuní. Cuní, cuní. En las Indias nace el oro y el amor aquí. Y el amor aquí. En las Indias nace el oro y el amor aquí. Amor con amor se paga, mírame a mí... Mírame a mí. A mí, a mí. Taquitán, mitanacuní. Mitanacuní. Español de aquí para allí. De aquí para allí. Mírame a mí. Mírame a mí.
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Rosita y Leonardo (dentro) ROSITA LEONARDO ROSITA LEONARDO
...A la Torre del Oro dos barcos de plata. Verdes tienes los ojos, niña, los jueves. Que si fueran azules... ...No fueran verdes.
ACTO PRIMERO CUADRO PRIMERO.– Gradas de San Felipe el Real. Un viejo indiano, don Octavio Mendoza, pretende ganar con ayuda de Basilisa, dueña de la casa de doña Bárbara, el amor de Ángela, y le paga con unas cuantas monedas. El alférez Leonardo, junto a su criado Beltrán, llega al centro de Madrid y allí coincide, por casualidad, con doña Bárbara y Ángela que entran en ese momento a una iglesia próxima. Ambas mujeres advierten la presencia del joven y se muestran interesadas por él. Utilizando distintos ardides se aproximan –primero la madre y luego la hija– y le hablan a hurtadillas.
Coro en las gradas, baile y escena CORO
Vida bona, vida bona, el Madrid de la chacona... De las Indias a Sevilla ha venido por la posta. En esta plaza se alberga y aquí vive y aquí mora. Los que venimos a darle esta matraca y pandorga, de casa del desengaño hemos sacado estas coplas. Recoge la niña bella, ¡ay! recoge la blanca toca, ¡ay! que ya no hay gallo en el mundo, ¡ay! que se atreva a tu persona. ¡ay! ¡Ay!
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Terceto de Beltrán, don Octavio y Leonardo BELTRÁN
OCTAVIO BELTRÁN LEONARDO OCTAVIO LEONARDO
OCTAVIO LEONARDO OCTAVIO LEONARDO
CORO LEONARDO Y CORO
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¡Ah, gradas de San Felipe! Gentes todas de Madrid, a mi palabra acudid y dejad que os participe que un invicto campeón, recién llegado de Flandes, a todo el que lo demande le ha de dar una lección... Una lección con la espada, para vengar una ofensa o aprestarse a la defensa, para cualquier emboscada. Ved al maestro de esgrima, ¿quién se quiere ejercitar? Decidme, ¿qué hay que pagar? Diez escudos... ¿Quién se anima? Ponte así... ¿Estoy bien? Muy bien. El pie derecho delante. Eso sí que es importante para dar y que no den. Tira un tajo. ¿Qué es un tajo? ¿Así? Y un revés. ¿Y después? Estocada uñas abajo... Con pie derecho, cortando, y los mandobles mandando, sal del revés. El pie derecho, delante. Eso sí que es importante para dar y que no den. Estocada uñas abajo... Con pie derecho, cortando, sal del revés, tira al revés.
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Terceto y canción de doña Bárbara BÁRBARA LEONARDO BÁRBARA
LEONARDO BÁRBARA LEONARDO BÁRBARA BELTRÁN LEONARDO BELTRÁN LEONARDO BELTRÁN BÁRBARA LEONARDO BELTRÁN BÁRBARA LEONARDO BÁRBARA LEONARDO BÁRBARA
Alférez... Señora... ¿El correo sabéis si cae cerca? Ya está pagado el porte, más olvidé dejar la carta a mis criados... ¿Y qué vais a pagar por el transporte? ¡Jesús, Alférez, yo no pido tanto! mas sois tan gentil que os la confío... pero ved, militar, que es militar mi envío. ¿Es para vuestro esposo? Que espanto.... Yo soy viuda. Tenéis un buen estado. Las viudas sabéis cuidar la casa. Y tenéis el hogar siempre con brasa... Donde hay una casada, hay un pecado. Y de patronas no hay quien las soporte. ¿Tenéis mal acomodo en la posada? Hay chinche que al pasar aquí la Corte vino a Madrid... ...En mi jergón sentada. No me olvidéis la carta... Voy a misa. ¿Dónde vivís, señora? ¿Cuál vuestro nombre? ¿Sabéis, pues, que sois vos de los que van deprisa? Señora, ¿y es posible que os asombre? Vivo, y es mucho deciros, junto a la Plaza Mayor... ¿Sabéis la calle Imperial? Pues por allí vivo yo. Trasladó la primavera sus vestidos de color porque esa calle tuviera todo el año hierba y flor. Labradores y aldeanos de Getafe y Alcorcón, macetas y ramilletes como cuadros de labor... La que es hermosa se muestra entre las flores, mejor; la fea no desagrada, tanto puede el buen olor... http://lazarzuela.webcindario.com
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Por eso, son los claveles, el jazmín y el girasol, ramilletes de Madrid junto a la Plaza Mayor. Contesté a vuestra pregunta: pues por allí vivo yo.
Escena BASILISA ÁNGELA DOMINGA
VENTURA OCTAVIO BASILISA VENTURA OCTAVIO BASILISA VENTURA OCTAVIO
ÁNGELA BASILISA ÁNGELA
DOMINGA
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¿Qué tienes, Ángela bella? Ha sido sólo un mareo... ¡Seguro que son las flores! Las flores no dan mareos; es el calor de la iglesia y el sermón de don Alejo. Es la emoción de saber cómo la estoy yo queriendo. La pobre no resistió que la mirara de lejos. Es el amor, el amor, la causa de tus desvelos. Pues claro que es el amor. Eso estaba yo diciendo. Déjenla, señores míos, hagan algo de provecho... Voy a buscar unas hierbas, que son el mejor remedio. Voy a buscar un amigo para el que nunca hay secretos en mareos de mujeres, ni en mujeres con mareos. Ya me siento mejor, Basilia. Vuélvete con mi madre a la iglesia. ¿Pero vas a quedarte aquí sola? ¿Sola dices? ¡No lo creas! Un alma enamorada jamás tuvo sosiego, helada está en el fuego y en celos abrasada. ¿No ha de llevar mis flores, señora mía? Que vos saludáis al día vistiendo un jardín de amores... http://lazarzuela.webcindario.com
¿Quiere el clavel carmesí? El mismo de sus mejillas... ¿Quiere rojas maravillas? ¿Quiere el bonito alhelí? ¿Quiere la violeta de amor?
Terceto ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO
ÁNGELA
LEONARDO DOMINGA LEONARDO
ÁNGELA
LEONARDO ÁNGELA
Aldeana cortesana, ¿vendes lisonjas o flores? Tú estás vendiendo colores en campos de filigrana. Ya he comprado esta mañana las flores que he menester. Claro sol que se levanta en jardín tan celestial, toma la flor que trasplanta mi amor, para un madrigal. Yo os agradezco, señor, esa merced florecida, mas puede ofender mi vida tomar una sola flor. Dos macetas, labradora, puedes traerme después. Perdonad si os ofendí. No las tengo aquí, señora, que yo soy de Lavapiés. Ramilletes de Madrid, de clavel y girasol, al salir la madrileña parece que sale el sol... Ramilletes de Madrid junto a la Plaza Mayor... Ramilletes de Madrid de clavel y girasol al salir la madrileña parece que sale el sol. Ramilletes de Madrid junto a la Plaza Mayor... Adiós... Adiós...
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CUADRO SEGUNDO.– Cortinas. El astuto Beltrán descubre al joven militar la identidad de las dos mujeres, así que deciden aprovechar la ocasión, pues están hambrientos y sin blanca, y rehace la carta que traía para doña Bárbara con el fin de presentarse en casa de ésta como hijo del capitán Fajardo y una dama flamenca llamada Madame Flor.
CUADRO TERCERO.– Sala de estrado en casa de doña Bárbara Fajardo. Ángela, doña Bárbara, don Octavio y don Ventura Jimeno –otro pretendiente de la jovencita y rival del indiano– comentan la fiesta taurina que tiene lugar en la Plaza Mayor. Mientras las mujeres disfrutan del espectáculo y de la danza, don Octavio se dedica a criticarlas. En el momento que los dos caballeros intentan mostrar sus pretensiones amorosas ante Ángela, discuten y salen de la casa. Inmediatamente hacen acto de presencia Leonardo y Beltrán para entregar la falsa carta del capitán. Madre e hija no disimulan sus intenciones amorosas para con el muchacho, surgiendo así un conflicto de rivalidad entre ambas. Pero doña Bárbara impone su poder y manda salir a Ángela, luego recibe a Leonardo con la carta y descubre la grata noticia que la une desde ese momento al joven militar. La dama muy contenta llama a su hija, que acude de inmediato: ellas darán hospedaje gustosamente al nuevo «pariente» recién llegado a Madrid. Leonardo por su cuenta celebra el triunfo de su campaña.
Rigodón del «Ay, ay, ay» ÁNGELA
OCTAVIO, VENTURA Y BÁRBARA ÁNGELA
LOS OTROS TRES ÁNGELA LOS OTROS TRES ÁNGELA
LOS OTROS TRES
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A bailar el ay, ay, ay, como bailan los franceses en las fiestas de Cambray. Como bailan los franceses en las fiestas, ay, de Cambray. Yo conozco un coronel que mandaba mil soldados y la coronela, en él. Que mandaba mil soldados y la coronela, en él. Cuando está sin uniforme bien menguado es su papel. Ay, ay, ay, la coronela, ay, ay, ay, el coronel. Don Felipe estaba ayer paseando por el Prado, pero no con su mujer. Paseando por el Prado, pero no, ay, con su mujer.
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ÁNGELA
LOS OTROS TRES ÁNGELA LOS OTROS TRES ÁNGELA
Pensará su Majestad que se aburre con la Reina y en el Prado hay variedad. Que se aburre con la Reina y en el Prado hay variedad. Y se va de tapadillo a rondar por la ciudad. Ay, ay, ay, las madrileñas, ay, ay, ay, su Majestad. A bailar el rigodón, rigodón del ay, ay, ay, como bailan los franceses en las fiestas de Cambray.
Cavaletta de Leonardo LEONARDO
Mis arreos son las armas, mi descanso es pelear, mi cama, las duras peñas, mi dormir, siempre velar. En mi espada está la fuerza que la gloria me ha de dar... ¡Por mi Patria, por mi dama, mi divisa he de cantar!: «El mejor rey del mundo es el de España, que conquista la tierra en su campaña». Paso apenas los caminos, mi destino, guerrear, mi empresa, vencer el mundo, mi ambición, la de ganar. Paso a paso, la victoria sin volver la vista atrás. ¡Por mi Patria, por mi dama, mi divisa he de cantar!: «El mejor rey del mundo es el de España, que conquista la tierra en su campaña».
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ACTO SEGUNDO CUADRO PRIMERO.– Sala de estrado en casa de doña Bárbara Fajardo. Doña Bárbara le confiesa a Basilisa que se siente feliz con la presencia del «sobrino» en su casa. Aparecen Ángela y Leonardo que se declaran mutuo amor. Entre medias vuelve doña Bárbara y sorprende a los jóvenes que se tienen que separar por su mandato. La madre, que decide no perder tiempo, le confiesa a Leonardo sus intenciones de casarse con él. Pero luego las dos mujeres vuelven a discutir sobre este asunto: doña Bárbara pretende que Ángela escoja entre don Octavio y don Ventura como marido, pero como la jovencita no se muestra nada contenta con las intenciones de su madre, opta por engañar a su hija, haciéndole creer que en realidad Leonardo no es su «primo» sino su «hermano». Ángela, ante la revelación de su madre, abandona sus intenciones amorosas. Doña Bárbara ve por fin el camino libre para casarse con su joven enamorado. Se encuentran Leonardo y Beltrán con don Octavio y don Ventura; aquéllos retan a éstos a un duelo pero los caballeros no aceptan. Acto seguido los militares le proponen jugar una partida de ajedrez para ver quién se queda con Ángela.
Dúo de Ángela y Leonardo ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO
¡Mis celos echas a risa! Ángela, ¿celos?, ¿de qué? De que mi madre te mira. ¿No ha de mirarme? Suspira... ¿De qué suspira? No sé. ¿Cuál es mi culpa? Dar pie. ¿Te has vuelto loca? ¡No sé! ¿De qué suspira? ¡No sé! Recelas de mi palabra. Bien la quisiera creer. Y todo porque me mira. Más que mirarte... ¡Suspira! Ella te quiere. Lo sé. ¿Y te lo ha dicho? Tal vez. No has de escuchada. ¿Por qué? Ella me quiere, lo sé. http://lazarzuela.webcindario.com
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ÁNGELA
LEONARDO
ÁNGELA
LEONARDO
ÁNGELA
LEONARDO LOS DOS LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LEONARDO ÁNGELA LOS DOS
Celos que son desatinos, amor los hace crecer. ¿Por qué no me ha de querer siendo su sangre y sobrino? No he visto truco más fino... Ríete de eso, que yo soy tu prima y no muy cuerda. Tía no es nombre de cuerda si no es que en tercera dio. Por eso la haré tercera, que con la prima templada te cante mi amor. Quien tal escucha, ¿qué espera? este sentimiento extraño segura estoy que es amor. Las noches, Ángela, engaño, pensando que soy tu esclavo. Con tu recuerdo voy, que a tu mirada prendido estoy, y por tu vida mi vida doy. Lo mismo que pájaro libre mi pensamiento sigue. Donde tú vayas, contigo iré. Contigo yo iré. Mi vida te daré. Las noches en vela yo paso por ti. Las noches en vela por ti. ¿Por quién? Por ti. No tengas temor. Amor. Amor, amor, amor...
Dúo de Ángela y doña Bárbara ÁNGELA BÁRBARA 13
¿Por qué no quieres que case con Leonardo? Hija, no puedo ni debo contestarte. http://lazarzuela.webcindario.com
ÁNGELA BÁRBARA ÁNGELA BÁRBARA
ÁNGELA BÁRBARA
ÁNGELA
BÁRBARA
ÁNGELA
BÁRBARA
¡Te lo exijo! Y al exigirte, te ruego. Es un secreto terrible... y tú no debes saberlo. Por muy amargo que sea, dime, madre, tu secreto. Es un pecado de amor. Ese soldado flamenco, ese Leonardo es... ¡Mi hijo! ¡Tu hijo! ¿Qué es lo que escucho, oh, cielos? He guardado este pecado, este pecado de amor, porque quería yo sola amasar mi gran dolor. Sabe que el Conde, tu padre, se llevó cuando pequeño, a ese Leonardo consigo... ¡y ahora me lo ha devuelto! Él cree que es mi sobrino... ¡Ay, Ángela! Sabe el Cielo qué dolores me costáis... ¡Afuera, locos deseos! Puesto que es mi misma sangre, no tendré más pensamiento de amarle como hasta aquí... Mi honor, hija, te encomiendo. Que no sepa esto tu hermano, y que lo llames, te ruego, siempre «primo». Te lo ruego. ¿Lo prometes? Lo prometo. Afuera de mí, ¡oh loca pasión! Nunca podré ya ser de ti y amarle como hasta aquí. Adentro de mí, ¡oh loca pasión! Ya siempre podré vivir para ti y amarte como hasta aquí.
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Romanza de Ángela ÁNGELA
Mal empleados sentimientos míos, aún antes de nacidos acabados, pero en buena sazón desengañados, que puedo remediar mis desvaríos. Demba, amor, de nieves montes fríos; que consuma el rigor de tus cuidados; que vuelvan imposible declarados mis intentos atrás, que no son ríos. Si se suele sacar la sangre en copia para templar el fuego de las venas, sangrarme yo de amor no es cosa impropia. Leonardo, si de ti las tengo llenas, al de mis brazos, que eres sangre propia, para que cese el fuego de mis penas.
Cuarteto cómico OCTAVIO LEONARDO VENTURA LEONARDO LEONARDO Y BELTRÁN
VENTURA
LEONARDO BELTRÁN Y VENTURA OCTAVIO
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Soy don Octavio Mendoza. Muy señor mío. Y yo, don Ventura Jimeno, su rival. Vuestro servidor. Cuidado, cuidado, mucha atención, no deis al comienzo, no deis un resbalón. Don Ventura, don Octavio, a mi prima, ¿qué ofrecéis? Tengo joyas, plata y oro y palacios dos o tres. Servidores, más de ciento. Mil ducados, mil ducados, os daré. ¡Me gusta, me gusta la proposición! Os juro que Ángela será para vos. ¡Le gusta, le gusta, la proposición! Tengo campos, montes, valles, tengo pueblos, dos o tres; en las Indias, dos ciudades. Dos caballos, dos caballos os daré. http://lazarzuela.webcindario.com
TODOS LEONARDO
OCTAVIO Y VENTURA LEONARDO Y BELTRÁN BELTRÁN
OCTAVIO Y VENTURA LEONARDO Y BELTRÁN
¡Me/Le gusta, me/le gusta la proposición! Mas es muy difícil hallar solución. Una idea os propongo, una idea, dos o tres; una daga, una espada, una espada, un buen tajo y un revés. ¡Un duelo! ¡Qué espanto! ¡Un duelo! ¡Qué horror! Mas es muy difícil encontrar la solución. Una idea os propongo, una idea, dos o tres: ¿Qué os parece si ahora mismo a doña Ángela os jugáis al ajedrez? A1 ajedrez. Al ajedrez. 1
CUADRO SEGUNDO.– Ballet simulando un juego de ajedrez. Las figuras, en un principio inmóviles, cobran vida. 2
CUADRO TERCERO.– Sala de estrado en casa de doña Bárbara Fajardo. Una vez más madre e hija discuten, pero la presencia de Leonardo ayuda a descubrir a la mentirosa. Basilisa trae precipitadamente noticias del inesperado regreso del capitán Fajardo y el sargento Celedón a Madrid, lo que alegra a doña Bárbara pero apena a Leonardo y Beltrán, pues ven el fin de su regalada vida, y salen huyendo. El encuentro entre los dos hermanos va, poco a poco, poniendo todas las cosas bastante en claro. El capitán ve la burla tramada por sus antiguos soldados y decide ir en su busca para dales un buen castigo. Doña Bárbara, desesperada, se pone a rezar.
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El texto corresponde a la edición de Ramón Sobrino y presenta diferencias con el original. En la versión del estreno se utilizó un juego de naipes. http://lazarzuela.webcindario.com
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CUADRO CUARTO.– Un paseo público. Leonardo y Beltrán se quejan de su mala suerte y acaban encontrándose con el capitán y Celedón, quienes pretenden batirse en duelo con el muchacho y su criado a causa del agravio cometido. Ante las sinceras palabras de Leonardo, el capitán y el sargento reflexionan y les ordenan que regresen a la casa de coña Bárbara.
Coro interno CORO
¿Dónde vas, buen caballero, dime adónde? Sin amigo ni escudero, dime, ¿adónde? No te vayas de camino, que de noche es desatino. ¿Dónde vas, buen caballero, por el vado? ¿Cambiaste el mentidero por el arado? Vuélvete por donde vienes, al amor que en Madrid tienes. ¿Dónde vas, buen caballero, dime adónde? Sin la gala en el sombrero, dime, ¿adónde? No te vayas de camino que de noche es desatino.
Romanza de Leonardo LEONARDO
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¿Dónde me encontrarás, alba, alba galana? Alba de las dos estrellas, linda serrana... ¡ay! ¿Cuándo verán mis ojos luces tan claras? ¿Dónde me encontrarás, alba, alba galana? ¿Cuándo saldrás a dar vida, alba galana, linda serrana, que en el cielo se viste de nieve y grana? http://lazarzuela.webcindario.com
¿Dónde me encontrarás, alba, alba galana? Alba de las dos estrellas, linda serrana... CUADRO FINAL.– Jardín en casa de doña Bárbara Fajardo. Los soldados regresan, pero doña Bárbara se muestra furiosa; mientras, Ángela sigue queriendo al muchacho. Con la aparición del capitán se resuelve la situación para asombro de todos: éste perdona a su antiguo alférez, lo adopta como hijo verdadero y lo casa –obviando a los otros dos pretendientes– con su sobrina Ángela, terminando la comedia también con las bodas de doña Bárbara con Beltrán.
Canción de Ángela ÁNGELA
«Yo pagaré la posada como nadie la pagó, pues por lo que no durmió mi alma aquí dejé empeñada. Toda estuvo desvelada, y ante vos cayó de hinojos, sufriendo dulces enojos al veros cerca también, porque nadie durmió bien dándole el sol en los ojos».
Romanza de Ángela ÁNGELA
Madre, un caballero que a las fiestas sale, que mata a los toros sin que ellos le maten. Más de cuatro veces pasó por mi calle, mirando mis ojos porque le mirasen... Rabia le dé, madre, rabia que le mate. Músicas me daba para enamorarme, papeles y cosas que las lleva el aire. http://lazarzuela.webcindario.com
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Siguióme a la iglesia, siguióme en el baile, de día y de noche sin querer dejarme. Rabia le dé, madre, rabia que le mate. Sabiendo que es mío, madre, como sabes, su amor, que es mi vida, tú quieres robarme. Me amargan los celos que con tus palabras tú vienes a darme. Los dos nos queremos, sin temor a nadie.
Concertante FAJARDO
OCTAVIO ÁNGELA BÁRBARA ÁNGELA
LEONARDO BÁRBARA FAJARDO TODOS BÁRBARA
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Yo os ruego, don Octavio, que al punto me mostréis las pruebas del derecho que, airado, sostenéis. Señores, sois testigos de mi resolución. y rota en cien pedazos aquí ved vuestra unión. ¡De vuestro fiero ultraje al Rey me quejaré! ¡Yo adoro en Leonardo! ¡Oh, cómo adora en él! ¡Oh, qué emoción invade mi ser! ¡Nueva esperanza siento nacer! ¡Oh, qué emoción invade mi ser! ¡Oh, qué emoción invade mi ser! ¡Siento que pronto va a renacer! ¡Nueva esperanza sienten nacer! ¡Oh, qué emoción, oh qué ansiedad mi pecho siente ya un nuevo afán! Perdido amor de un cercano ayer, pronto, muy pronto, te he de perder.
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FAJARDO
CORO ÁNGELA, LEONARDO, BÁRBARA Y FAJARDO TODOS
Venid acá, sobrina, Leonardo, acá venid, que vuestros esponsales yo quiero bendecir. Y a ti, querida hermana, esposo te daré: Beltrán, mi buen soldado, te da su nombre y fe. ¡Que viva muchos años el noble capitán! ¡Late alegre el corazón a la buena nueva! A las bodas vamos ya, a las bodas, a las bodas. ¡Late alegre el corazón a la buena nueva! ¡Viva, viva!
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