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P E R L A S M A B E D E A B A L Ó N R O J O • D E C I M A R E G I O N • C H I L E •

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EL HOGAR Chiloé, territorio mágico de la Patagonia chilena. Existe un lugar donde el mar comienza a desmembrarse y aquella extensa e uniforme costa que bordea a Chile empieza a formar inimaginables golfos y canales. Aquí, las aguas se abren y dan paso a una infinidad de hermosas islas, las que repentinamente se pierden, se hunden y vuelven a nacer de entre los inconmensurables fiordos dando una majestuosa bienvenida al territorio insular de la Patagonia chilena. Aquí, el mar se quiebra en mil pedazos y de la extenuante belleza agreste colmada de bosques milenarios, impetuosos volcanes y destellos de eternos hielos, se levanta Chiloé,

PERLAS DE ABALON

la segunda isla más grande de Sudamérica, archipiélago de 40 islas menores de las cuales 35 hoy están habitadas. En estas mágicas tierras revestidas de leyendas, mitos y encantos, que alguna vez fueran narrados por la tribu indígena de los Huilliches o “gente del sur’’, se arroja una naturaleza prácticamente virgen, en la que cordillera, lagos y ríos constituyen la escenografía de un lugar único, en donde flora y fauna cohabitan con especies marítimas nativas e introducidas, entre ellas el abalón rojo, un exótico y milenario molusco que crece lentamente en este irrepetible espacio.

CHILOÉ, Hogar del abalón rojo

Si ha de existir una especie marina realmente bella y que se distingue inconfundiblemente del resto, esa es el abalón. Un molusco excepcional, que se arrastra en las más insospechadas profundidades oceánicas del mundo y que representa uno de los grupos más grandes de gastrópodos herbívoros, incluyendo más de cien especies descritas y representadas bajo un sólo género: Haliotis, que significa oreja de mar, debido a la extraordinaria forma oval de su concha que se adhiere fuertemente a rocas y macroalgas. El Haliotis rufescens (abalón rojo o californiano) es la especie de abalón más grande que existe. Prefiere zonas protegidas de marejadas,

PERLAS DE ABALON

vientos y corrientes y posee importancia comercial por el alto valor de su carne. Además, el abalón posee una extraordinaria y exclusiva cualidad: en su interior, es capaz de producir maravillosas y misteriosas perlas de tonos nacarados, grises, azules y rosas. Su proceso de formación es al igual que la ostra, un proceso natural y para el caso de los abalones extremadamente especial. Las perlas naturales nacen de la incorporación inesperada de un núcleo sólido, -que puede ser de material orgánico-, lo que provoca una reacción al interior del molusco y genera el asombroso nacimiento de un cuerpo extraño, misterioso e inconmensurablemente bello de tono similar al

Haliotis rufescens (abalón rojo o californiano)

EL ABALÓN Una fábrica natural de finas perlas nacaradas

nácar de la concha, el cual se mineraliza creando una perla. Estas son las perlas Mabe, cuya hermosa coloración realza su valor y que son sometidas a un proceso de extracción, corte y pulido de la pieza. Bajo procesos de celosos secretos ancestrales y milenarios, la perlas han sido cultivadas anteriormente en recónditos y exóticos mares de Irlanda, Sudáfrica y Nueva Zelanda, siendo este último rincón el más importante para su cultivo. Hoy las perlas de abalón son cultivadas en Chile en la Isla Grande de Chiloé, lugar idóneo que trasmite todo su misticismo y belleza a las perlas, y cuyo proceso productivo se desarrolla en un entorno único, sustentable medioambientalmente y libre de cualquier polución.

EL PROYECTO

Generando riqueza con innovación y en armonía con la naturaleza El Haliotis rufescens (abalón rojo o californiano)

Cuando nuestro país pensó por primera vez en cultivar perlas en abalón, supo inmediatamente que sería una idea brillante e innovadora, ya que permitiría por primera vez en Chile la adaptación tecnológica y producción de perlas de organismos marinos. El proyecto además permitiría la posibilidad de generar riqueza y de una inserción de mano de obra en zonas australes de la misteriosa Patagonia chilena. El proyecto denominado “Adaptación tecnológica y producción de medias perlas “Mabe’’ de alta pureza en Haliotis rufescens en Chile’’, representa el primer esfuerzo de nuestro país en este tipo de cultivo y ha sido el Centro de

PERLAS MABE DE ABALON ROJO

Investigaciones i-mar de la Universidad de Los Lagos, líder en la generación de proyectos de investigación, desarrollo y transferencia tecnológica acuícola nacional, quien se lo adjudicó a través del Concurso Nacional de Proyectos de Desarrollo de Recursos Naturales’’, organizado por la Fundación Copec-Universidad Católica. Esta institución tiene por finalidad promover la investigación científica que beneficie el desarrollo nacional y que permita un mejor aprovechamiento de los recursos naturales. Por otro lado, la importante participación de la empresa Cultivos Marinos Vilupulli Ltda., a cargo del Sr. Eduardo Vergara, a dado forma a este proyecto.

El académico responsable de la adaptación tecnológica y director del proyecto es el investigador Roberto Flores y el director alterno, Alfonso Gutiérrez. Ambos apoyados por un equipo técnico conformado por los profesionales: Cristina Moreno, Paola Montecinos, Yessica Tampe, Luis Huirimilla y Patricia Latorre. El costo del proyecto ascendió a los 68 millones de pesos y supone que los organismos adultos a ser implantados se adquirirán de las múltiples empresas productoras de la X región de Los Lagos. Eso significa adaptar una tecnología que generará un incentivo para la diversificación de la industria acuícola y abalonera nacional de dimensiones insospechadas hasta ahora y en una completa armonía con la naturaleza.

EQUIPO DEL PROYECTO Roberto Flores, Alfonso Gutiérrez, Paola Montecinos, Luis Huirimilla, Patricia Latorre y Yessica Tampe.

DIRECTOR DEL PROYECTO

Roberto Flores Aguilar Oceanólogo.

Eduardo Vergara Gerente de CULTIVOS MARINOS VILUPULLI Ltda.

Las perlas de abalón alcanzan valores entre los 20 y los 100 dólares en el mercado internacional.

EL MERCADO

Un negocio de gran proyección exportadora a exclusivos mercados

MERCADO MUNDIAL DE PERLAS MABE

ASIA EUROPA

La oferta mundial de estas exóticas perlas es muy reducida, existen sólo alrededor de quince empresas en el mundo que las producen en países tan diversos como Nueva Zelanda, Sudáfrica, Japón, Estados Unidos y México, debido a que la tecnología es resguardada bajo el hermetismo pulcro de un milagro. Se estima que se producen alrededor de 150.000 perlas por año, cada una desarrollada bajo distintos procesos y técnicas que han dado notables resultados. Estados Unidos es uno de los mercados demandantes y actualmente es abastecido solamente por dos empresas productoras de

PERLAS MABE DE ABALON ROJO

California que distan mucho de la calidad de las perlas alcanzadas hoy en Chiloé. Asia es otro gigante y potencial comprador, además de Francia y Alemania. Las perlas de abalón alcanzan valores entre los 20 y los 100 dólares en el mercado internacional y es que el consumo de esta especie está ligado al lujo y reviste una connotación agregada de tipo ceremonial. Para obtener la calidad y el calibre óptimo de las perlas, el proyecto contempla la caracterización y estimación de precio a un laboratorio reconocido y experto en la tasación de este tipo de productos. Las perlas

USA

Japón

México

Nueva Zelanda Chile Países Compradores

naturales lideran las listas de precios y formas, registrándose tamaños desde 3mm a más de 30 mm. de diámetro. Así, el espectro comercial de las perlas

Países Productores

se vislumbra amplísimo, lleno de posibilidades de exportación y de diversificación acuícola para nuestro país, ya que la calidad de nuestras perlas supera las del resto del mundo.

LAS JOYAS

Diseños inspirados en lo ancestral

LAS PERLAS

Distinción que emana de la belleza natural Las joyas de perlas deben ser las más preciadas y elegantes del mundo. Se les relaciona con aristocracia y nobleza y son piezas irrepetibles de indiscutido valor en cualquier lugar del mundo. Las perlas Mabe producidas en nuestro país alcanzan una calidad única en el mundo, su diseño experimental alcanza tamaños de entre los 10 y 12 mm de diámetro, bajo condiciones óptimas y sustentables en su ambiente natural. Estos tesoros de color nácar, azulados, violáceos y rosas, luego de su extracción desde la concha son trabajados por especializados

artesanos, orfebres y joyeros, quienes podrán echar volar su imaginación y desarrollar las más inimaginables y exclusivas creaciones de piezas nunca antes vistas, entre las cuales destacamos finísimos anillos, collares, prendedores y aros. Todo bajo un proceso de producción selecto, minucioso y de alto valor comercial. Así es como la belleza natural, armoniosa y majestuosa de los ejemplares sorprende y encanta sólo a quienes saben de elegancia y distinción. Materiales nobles que traen a nuestras vidas los misterios más recónditos de la naturaleza y nos entregan pureza y pulcritud.

Pensar en las manos que hacen las invaluables e irrepetibles joyas de perlas de abalón, es una tarea que nos lleva irremediablemente a la tierra. Alan Gajardo Haro, forjador de metales nobles, trenza sus días intentando darle formas íntimas y femeninas a estas perlas. Así es como entendemos que Alan, de descendencia chilota, específicamente de Chonchi, -zona de abalones por antonomasia-, se reencuentra con el mar, con el lenguaje de las piedras, de las perlas brutas que una vez en sus manos las corta de la concha, las pule, les da brillo y saca de ellas esa capa milimétrica de nácar, que huele a mar, a mujer, a tierra. Los diseños son básicamente joyas trabajadas en plata, platino, oro y oro blanco, cuyas características y rasgos propios traen selladas la influencia íntima y línea propia de este “obrero de metales’’ . Colgantes, anillos, aros, pulseras y otras piezas son hechas a pedido. Un producto único en Chile, creado y elaborado manualmente. En el fondo, tal como dice Alan: el abalón posee una perla que se busca a sí misma. Alan Gajardo Orfebre, “Madre Tierra” Puerto Varas

PERLAS MABE DE ABALON ROJO