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EL MALESTAR EN LA GLOBALIZACIÓN REYES TOMAS LIMBERG M.*
Resumen: El presente trabajo consta de tres partes. En la primera parte, hacemos un intento de analizar los rasgos más característicos de la ideología de la globalización. En la segunda, pasamos a realizar un análisis de los efectos que esta nueva ideología ejerce sobre la salud psíquica, somática individual, social y sobre las formas de vida a escala planetaria. En la tercera parte, nos dedicamos a efectuar un estudio detenido del concepto de ideología, tal como se ha entendido clásicamente, al que añadimos las recientes aportaciones lacanianas, que sin lugar a dudas, ayudan a enriquecer y, a dar una visión más amplia y profunda al complejo problema de lo ideológico.
Palabras clave: Globalización, neoliberalismo, posmodernidad, síndromes modernos, salud psíquica, somática individual, ideología, totalitarismo, sufrimiento, goce, patoplastia, neoconductismo.
Introducción El Neoconservadurismo y la ideología Neoliberal Para empezar señalamos que toda la ideología neoliberal se va a levantar sobre un número considerable de pensadores filósofos, sociólogos, economistas etc. Entre los múltiples pensadores que han dado la base teórica a esta ideología, vamos a citar a los siguientes: A. Smith, T. Hobbes, J. Locke V. Hayek, K. Popper, M. Friedman, E. Burke. M. Olson, G. Becker, R. Nozick. Leo Strauss. Las disciplinas, como las matemáticas y la teoría de los juegos de Morgersten y V. Neuman. La ciencia y la tecnología. El conductismo y el neoconductismo. El pensamiento de los autores mencionados, va a ser retomado por otros a lo largo del tiempo, para concluir en nuestra época en un pensamiento denominado global, una forma de ideología claramente dominante en la actualidad. Intentaremos efectuar una crítica de este fenómeno ideológico global, de su vertiente totalitaria y de sus incidencias en las formas de vida actual, de cómo se entreteje en las marañas de los vínculos sociales y sus consecuencias para la salud mental bajo la forma de “síndromes modernos”, intentaremos valorar el papel que juega en el sufrimiento que trae consigo, en la forma de goce y en el modo de hacer funcionar la patoplastia de los nuevos padecimientos y cómo reviste a los ya conocidos.
El núcleo duro del pensamiento neoliberal propugna que el ser humano es en esencia egoísta y que vela siempre por su propio interés. Sobre la base de esta concepción surge la teoría de la “acción colectiva” de M. Olson y la noción de “El capital humano” de G. Becker. La acción colectiva no es sino la suma de los comportamientos individuales a la búsqueda de su mayor interés y, este acto es lo que constituye un comportamiento racional, por lo tanto, sólo se entenderá como actuando de forma racional a quien trata de mejorar su propia condición de existencia. Así resulta que lo eficaz emerge como el acto humano por excelencia, ocultando el hecho de que la ley del mercado tiene su base en la desigualdad y el autoritarismo. La teoría de la elección racional recibe un claro refuerzo positivo bajo el modelo neoconductista Skineriano. De este modo se unen el conductismo de J. B. Watson y Skinner con el funcionalismo de Parsons”. Estaríamos ante una teoría de la elección racional, considerada como la quinta esencia ideológica del modelo cultural del neoliberalismo contemporáneo” (Blanca Muñoz. O. C. Pág. 127). Parte primera Neoliberalismo, globalización y postmodernidad Neoliberalismo y globalización no son términos sinónimos, no obstante, toda la doctrina neoliberal a la que haremos alusión de forma esquemática, ampara y avala, los modos y formas de la globalización económica y tecnológica. A esto hay que añadir, el polémico concepto de postmodernidad para despejarlo en su significación. La globalización es un intento de dar cuenta de la expansión del capitalismo hasta los confines del planeta, con la lógica de los mercados y las redes de información. La postmodernidad sería un intento teórico de dar cuenta del estilo cultural, que corresponde a esa globalización del capital. En esta llamada era de la globalización, el complejo industrial mas mediático de la información está en vías de convertirse en el sector dominante de la economía postindustrial y, al mismo tiempo instituye una nueva estructuración de la conciencia del mundo, sustituyendo a la conciencia moderna (conciencia de clase, conciencia positivista, metafísica, etc.). Estas industrias constituyen una gran fábrica de signos que circulan a escala planetario. La producción, la velocidad y el consumo inmediato de estos signos conllevan la devoración y pérdida de las tradiciones. Lo tradicional queda absorbido y lo novedoso se expresa con lo que W. Benjamin dice del capitalismo global: “Reduce lo que existe a escombros, no por los escombros en sí, sino por el camino que por ellos pasa”. La modernidad tenía un proyecto que venía expresado por la filosofía de la ilustración, con la ambición de emancipación dando una solidez y una consistencia al fluir de la existencia. En la postmodernidad la información, no el dinero, se convierte en la mercancía por excelencia. El mensaje es el masaje. Con la velocidad de la información todo fluye y hasta los puntos de vista son fugaces, ya que todo queda sujeto a interpretaciones y no nos queda nada sólido al que poder aferrarnos. Estamos así ante la postmodernidad líquida para parafrasear a Z. Bauman.
En el ámbito filosófico se plantea el siguiente discurso: Si un significante remite siempre a otro significante, y jamás a un referente, entonces el discurso está antes que las cosas. Tal como dijo Nietzche, “no existen hechos, solo interpretaciones, y toda interpretación interpreta otra interpretación”. Derrida nos habla de un “retraso originario” ya que para el filósofo de la deconstrucción “nunca hubo una primera vez en que el hecho se presento, por así decirlo, en persona, para ser interpretado; en el origen había ya una interpretación que interpretaba otra interpretación. La supuesta primera vez era ya una segunda vez o una repetición. Si la cosa no precede a la interpretación, si solo aparece como tal después de haber sido interpretada, entonces la interpretación la crea. Él interprete es un poeta. Esto lleva a decir a Klossowski “el mundo se vuelve fábula, el mundo tal cual es, sólo es una fábula: fábula significa algo que se cuenta, un acontecimiento contado y por eso mismo una interpretación. Sabemos que el término globalización es polisémico y no fácil de ser definido, pero implica un complejo de procesos de transformación económica, tecnológica, social etc. generador de expectativas positivas cara al nuevo milenio. Empero la globalización esconde otros conceptos y términos como: hegemonía, imperialismo, dominación etc. Lo más relevante es que este término implica, de forma oculta, una ideología que sostiene a toda la doctrina ultraconservadora. Esta ideología neoliberal como la única ideología clasista y totalitaria sostiene que nada ni nadie debe controlar el capital y la economía, deber ser despolitizada en aras de un mercado libre. La globalización de los mercados está apoyada por los avances tecnológicos y como proceso global económico no son negativos pero, como vamos diciendo, lo que sí resulta negativo es el hecho de que la ideología neoconservadora y neoliberal, que sostiene este supuesto nuevo cambio, está conduciendo la globalización a una universalización, occidentalización y americanización de una práctica política y económica totalitaria encubierta. A. Giddens dice que la globalización “es una ideología propagada por librecambistas que quieren desmantelar los sistemas de bienestar y recortar los gastos estatales”. Y es más como afirma J. Petras “la globalización sirve a un propósito político fundamental: una racionalización ideológica de las crecientes desigualdades de clase, la mayor polarización social y la creciente transferencia de los recursos del estado al capital”. (J. Petras y otros “Globalización, imperialismo y clase social” México. Lumen 2001. Pág. 351). Así, mientras el capitalismo se expande en el planeta sin límites, la personalidad de los individuos se fragmenta, pierde los elementos de referencia de integración y protección social. Los individuos se encuentran así ante un futuro incierto, llenos de desolación, desilusión, divididos, se sienten solitarios, incluso enfrentados y sin una identidad clara. Esto lleva a fenómenos vivenciales de carácter regresivo con el retorno de los mecanismos de integración comunitarios en detrimento de los societarios (solidaridad orgánica). Este retorno regresivo a la comunidad conlleva una vida cada vez más cerrada y excluyente donde la propia comunidad se torna en el referente único desde todos los ámbitos. Aquí creemos que está, una de las vertientes, del origen de los nacionalismos étnico-culturales y de los fundamentalismos religiosos. Se llega así a la intromisión de lo sagrado, místico y de lo religioso en el ámbito social laico dando origen a conflictos entre lo cultural y lo religioso.
La vuelta que hace el neoliberalismo a Adam Smith como parte de su ideología, se expresa bajo la forma en que el mercado pasa a jugar un papel central en toda existencia humana y que el egoísmo se torna en el sentimiento básico en toda relación humana. Como es sabido los mercados son lugares donde entra en juego la oferta y la demanda. El mercado perfecto se constituye basándose en postulado de que ningún participante de modo individual puede intervenir en los precios y se supone que cada participante está bien informado. En este tipo de mercado se produce un ajuste casi automático entre oferta y demanda, logrando con el tiempo un precio equitativo. A. Smith dio una explicación del mercado perfecto, cada sujeto al actuar de forma egoísta y al situarse en la búsqueda de su máximo provecho conduce de forma paradójica a resultados donde finalmente precios y mercancías es lo más ventajoso para todos. A. Smith dijo que esto sucedía porque actuaba una especie de “mano invisible” que convertía el cúmulo de egoísmos individuales en el máximo altruismo colectivo, por la intervención de esa especie de mano providencial (J. L. San Pedro “El Mercado ya la Globalización”. Círculo de Lectores 2002). Así se entiende que cualquier intervención de las autoridades o del estado anularía a la acción providencial de la mano invisible. Pero este mercado perfecto es un ideal y en realidad casi siempre nos movemos en un mercado imperfecto. En todo este proceso contribuyen, como ya sabemos, las técnicas publicitarias que diseñan productos con ventajas para el vendedor pero no así para el comprador. Se crea así una situación asimétrica respecto a la información. En el mercado imperfecto existen manos bien visibles e interesadas buscando el máximo beneficio a costa de lo que sea. El mercado establece precios y condiciones teniendo en cuenta el interés social. Para nuestro propósito es preciso resumir de forma breve los aportes de autores como V. Hayek, M. Friedman, R. Nosick que han contribuido de forma relevante y decisiva en la consolidación de la corriente neoliberal. El llamado modelo cultural neoliberal se entiende mejor si conocemos al pensamiento económico-político de Friedrich A. Von Hayek. Este autor intenta desarrollar una Ética y una ciencia política. Su pensamiento debe en mucho a E. Burke. Edmund Burke en su principal obra realiza una demoledora crítica a la ilustración, a la teoría del derecho natural. El iusnaturalismo, que defendía la igualdad, para Burke aparece como el enemigo del derecho histórico y de la tradición. La tradición es garantía de las creencias morales y garantiza el respecto a la autoridad y, es desde esta forma de pensar, como surge la Ley como salvaguarda de la tradición y, así el derecho privado pasa a ser el garante de la libertad, de una libertad como una propiedad. Von Hayek para fundamentar la diferencia entre libertad social y libertad política acude a la vieja teoría del estado pre-social, retomando a Locke viene a decir que la igualdad es una cuestión legal. El Nóbel de economía en 1974 defiende la idea de que la igualdad depende de hechos jurídicos y, sólo el derecho privado hace posible la libertad, como propiedad. De este modo
propiedad, libertad e igualdad van unidas. Su concepción social va en contra de cualquier tipo de socialismo y del modelo económico keynesiano. Keynes y Hayek son conocidos por haber mantenido célebres discusiones por correspondencia realizando, de este modo, una confrontación entre la escuela austriaca y la escuela de cambridge de economía. M. Friedman, también premio Nóbel, va a seguir a Hayek pero manteniendo una postura más radical con ciertos postulados, como la defensa a ultranza de una economía capitalista que toma partido por la libertad y no por la igualdad. Introduce el tema de la eficacia económica como central en la cultura neoliberal que se manifiesta claramente a favor de toda iniciativa privada. Con Friedman se aboca a una política monetaria, en la que la eficacia se centra en el consumo permanente que a su vez posibilita el aumento de la tasa interésinversión. Además el premio Nóbel de Economía declaró en 1999 que era aconsejable suprimir la Seguridad Social puesto que la responsabilidad de ahorrar para una asistencia sanitaria y la vejez es un asunto totalmente individual, que no le compete al Estado, es únicamente el ciudadano quien debe decidir si quiere garantizar un futuro tranquilo a través de una aseguradora privada o las pensiones de jubilación o, en todo caso, gastar día a día la totalidad de su salario, aunque tenga que vivir después en la pura miseria económica. Así llegamos a una propuesta, desde el ámbito económico filosófico, al aumento del consumo, que a su vez conduciría a la búsqueda de mercados, para una inversión intensificada por la oferta de una gran cantidad de productos y la creación de necesidades. Esta política de mercado percibe, en la cultura de masas, un centro para la inversión de productos destinados al ocio y al entretenimiento de la gran sociedad de masas. En el modelo económico neoliberal se produce la división de población en niveles de acuerdo a la renta y la propiedad. Al resucitar A. Smith y J. Locke el liberalismo, ponen en marcha una sociedad con una tendencia moral “egoísta” y de donde la teoría de “la mano invisible” es llevada al extremo hasta tal punto, como ya hemos dicho, que la mano deja de ser invisible para ser bien notorio y visible. Con Hayek se regresa, por decirlo así, a un “modelo instintivista” en el sentido clásico del término y en un modelo de cultura basado, en la suma de hábitos de conductas y normas de acción. La tradición deja de ser considerada como historia, pasando a ser denominada como costumbre, y esta tradición normativa pasa a formar parte de la vida inconsciente. Así el orden social es una forma de adaptación inconsciente a un conjunto de reglas. Orden es aquí, sinónimo de jerarquía donde predomina una minoría de principios y valores. En la sociedad neoliberal y neoconservadora se da la siguiente paradoja; por un lado se intenta homogeneizar a una población con el lema “mercado para todos” pero, de otro lado, se trata de establecer una diferencia sobre la base de privilegios de clases. El orden social supone una desigualdad económica y una merma cada vez más creciente del poder adquisitivo. Esta forma de globalización económica con la liberalización a favor del capital, conduce a la llamada “dictadura del mercado global”, que anula y destruye el pacto keynesiano, que suponía un control estatal del capital y un estado de bienestar. Este “mercado global” no integra a todos, ya que deja a muchos fuera, acentuando la división entre muchos pobres y unos pocos ricos. Este imperio del mercado global favorece a las
empresas transnacionales o multinacionales que se expanden dejando fuera a estados y países más pobres y de algunos de los cuales incluso se llega a prescindir. Robert Nozick premio Waldo Emerson en 1982 por su producción intelectual, publica “Anarquía, Estado y Utopía” libro que fue leído y debatido en los medios intelectuales. Su teoría de anarcocapitalismo constituye intentos de ofrecer una propuesta que va en contra de toda utopía. Ataca el modelo estatal basándose en una política ultraliberal y, además, presenta una teoría que intenta refutar a J. Rawls, utilizando la teoría de los juegos. En su análisis de la naturaleza de la racionalidad. Nozick viene a decir que los griegos analizaron la racionalidad como diferente de la naturaleza humana, pero a la luz de la teoría de la evolución la racionalidad, es vista como un mecanismo de la propia evolución. Nozick adopta así una concepción darwiniana de los procesos cognitivos. Con esta concepción evolucionista, R. Nosick, introduce la teoría de la elección racional y la teoría de juegos y estrategias. Pero además con la lógica matemática y su aplicación a la teoría económica la razón se convierte en asunto técnico. A. Nozick surge como el filósofo defensor del neoliberalismo político que piensa en la disolución del estado. El estado debe jugar el papel de apoyo al libre mercado, los organismos estatales elegidos de forma democrática deben promover el intercambio competitivo actuando como sustituto de las relaciones solidarias, donde la libertad se entiende como “libre mercado”. Nozick es partidario de una anarquía política que acabe con el estado democrático como protector del bienestar de sus ciudadanos. Para la teoría neoconservadora el estado es considerado como un enemigo, enemigo de la “libre iniciativa”, y sobre todo por tratar de imponer lo privado sobre el bien común. Introducción a la segunda parte En este contexto ideológico, encontramos nuevos sufrimientos, nuevas patologías, propias de la modernidad y/o de la postmodernidad que nosotros denominamos bajo el epígrafe de, “El Malestar en la Globalización”. Se pueden encontrar en estudios sociológicos denominaciones que bajo el título de: la era del narcisismo, la era del vacío, la era de lo líquido, la era del individualismo, la sociedad del espectáculo, o la era del consumo etc., denuncias de formas de vida, que han surgido por efecto de este nuevo orden mundial económico y político, al que estamos asistiendo, y otros tantas formas de vida, que de momento dejamos su análisis para más adelante. Para comprender este modelo sociopolítico y cultural ha sido necesario hacer una revisión extensa de esta nueva ideología y del concepto mismo de ideología con el aporte lacaniano. Pasamos a enumerar y analizar someramente los sufrimientos o padecimientos que aquejan a un buen número de seres humanos en el momento actual. Hemos optado por dividir en dos apartados estas dolencias, tenemos así: trastornos individuales y trastornos sociales. Dejamos para la segunda parte un estudio más detallado de estos trastornos. En esta introducción a la segunda parte del trabajo, en general añadimos un estudio de algunos
autores y pensadores relevantes que han dedicado muchos años de su vida a estudiar los síntomas o síndromes postmodernos. A) Trastornos individuales 1) Trastornos alimenticios: la anorexia y la bulimia. Obesidad. ¿No reproduce a caso la anorexia el modelo ideológico actual neoliberal? Individualista, narcisista, con dificultad en la capacidad de subjetivación y de introspección; casi vaciado de subjetividad, exigente consigo misma, consumista en el sentido de B. Schwartz: “Por qué más es menos” dentro de la tiranía de la abundancia, muy intelectual, con un rechazo profundo de la feminidad. Son víctimas de las contradicciones sociales al ser manipuladas en su deseo por los medios de comunicación de masas. 2) Las adicciones: a drogas, a máquinas, al consumo, al trabajo, a la estética corporal, etc. 3) Las depresiones a consecuencia de la desintegración de lo social, paros, la OMS dice que el 2020 será la primera causa de baja laboral, bajos salarios, inmigraciones, etc. 4) Síndrome de fatiga crónica. 5) La fibromialgia. 6) Dolores erráticos. 7) Aumento de las patologías psicosomáticas, alergias, hipertensión, etc. 8) El consumismo. Ya hemos visto cómo la globalización económica, con la liberalización del capital conduce a una dictadura del mercado global. Además también hemos dicho que esta ideología anula y destruye el pacto keynesiano que condujo a un control por parte del estado del capital económico en forma de inversiones que abocó a un estado de bienestar. Este mercado global como sabemos ahora no integra a todos ya que muchos quedan afuera acentuando la división entre ricos y pobres Este tipo de mercado está a favor de las empresas transnacionales o las llamadas multinacionales que se expanden dejando atrás a los países más pobres del planeta y de algunos de los cuales incluso se llega a prescindir. Bajo la dictadura y el imperio del mercado global se hace más patente el lema “consumo luego existo”. B) Patologías sociales Retorno de las sociedades de tipo comunitario El pensamiento político de A. Smith, al unirse a las ideas de Hobbes, llega a una contradicción, puesto que es imposible conciliar el egoísmo y una forma de vida Ética. El tema del egoísmo es central en la sociedad capitalista. Sabido es que Hobbes rompe con la noción griega de sociabilidad, lo que fundamenta la vida en la polis. La simpatía
pretende moderar la irrupción del egoísmo en la vida social; una vida social o una sociedad que se rige por la ley del mercado. En esta forma de vida de forma sutil pero imparable, surge el sentimiento de efectuar un cálculo de la utilidad de los otros en mi propio interés. Así la “Razón instrumental” emerge como la única forma de sentimiento moral hacia los otros ante la progresiva consolidación en los siglos XVII y XVIII del mercado. A. Smith intenta justificar el modo de vida que entra en la convivencia social. Así la teoría de los sentimientos morales” justifica la legitimación del mercado partiendo del relativismo moral. Lejos va quedando la Ética de Sócrates y Platón. La moral para Smith se asienta sobre la conveniencia y la convención. Es una moral que se constituye en fiel reflejo de las actitudes dominantes de su época. En “Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones”, dice A. Smith, al referirse al ser humano: “no nos dirigimos hacia su humanidad, sino a su egoísmo….” Como ya sabemos, sobre esta base, se van a promover las concepciones económicas y políticas de Hayek, Nozick y Friedman, quedando así sembrado el camino para el egoísmo, el individualismo, la insensibilidad ante el dolor ajeno dentro de una sociedad cada vez más fragmentada donde los vínculos afectivos pasan a ser dominado por lo que Z. Bauman llama lo líquido. La sociedad, como origen y fundamento de lo social queda atrás, a este cambio se denomina “La metafísica del egoísmo” de tipo moral, estético y cultural. Y como señala Mª José Fariñas, la globalización es un modelo cultural al servicio de una clase particular. Marca un nuevo proceso de dominación hegemónica, de aculturación y colonización a escala planetaria “una ideología que intenta reemplazar la primacía y la soberanía de los estados nacionales por la soberanía difusa y superestatal de las nuevas empresas transnacionales y que pretende, fundamentalmente, anular las culturas locales mediante la imposición de una supuesta cultura global única y conservadora” (“Mercado sin ciudadanía” Mª José Fariñas Dulce. Ed. Biblioteca Nueva. Madrid 2005 Pág. 37) 9) Patología familiar: Aquí pensamos en una gama diversa de patologías que rompe con el modelo de vida familiar tal como se vivió hasta más o menos la mitad del siglo pasado. Violencia infantil, violencia escolar, violencia de género, etc. Conflictos de pareja y sus consecuencias (agresividad, divorcio, falta de comunicación). La violencia de género, que respondería a la frase de Lacan: “te amo, pero hay algo en ti más que tú mismo que amo, objeto petit a, por lo tanto te destruyo”. Estamos ante la fórmula de la pasión destructiva de lo real y la decadencia de las grandes instituciones (Escuela, familia, salud, cárceles etc.) 10) Los efectos de la tecnociencia en la vida: La ciencia y la tecnología se tornan globales, así resultan ser determinantes en el control de la información y de los medios de comunicación. La tecnología trasmite la ideología global como algo natural, inevitable y que se nos hace imposible cambiarlos. Dirige nuestros modos de vida provocando una alarmante ausencia de autocrítica, empero lo más relevante
es que crea una “nueva teología del mercado” por lo que aumenta, cada vez en mayor medida, el potencial alienante del ser humano. Dicho de otro modo, los sistemas de comunicación vigentes conducen y promueven una forma de vida social no integrados, ni organizados y que Manuel Castells ha llamado, “sociedad en red”. Esta nueva sociedad va transformando lentamente los vínculos sociales, la integración y cohesión de los ciudadanos con nuevos modos de actuación, nuevos espacios de comunicación que terminan en una virtualización de la realidad. Hoy lo más importante para la nueva ideología líquida imperante es el control de los medios de información (y no de los medios de producción). El control de conocimientos y del saber se convierte en capacidad de poder. El conocimiento y el saber se transforman en mercancía. Si hay una asimetría en la información se socavan las bases de la educación, de la democracia, de la emancipación. La mercantilización del conocimiento debido al monopolio de las nuevas tecnologías de la información, impide y anula toda capacidad de desarrollo un pensar crítico y por consiguiente recorta y/o anula la libertad y la responsabilidad. Ayuda de modo eficaz a romper el pacto social integrado al trabajo y a los derechos laborales. Ante esta perspectiva social la frase enunciada por de Zizek, parafraseando a un héroe de Matrix, reza: Bienvenidos al desierto de lo Real. Este dicho se torna cada vez más vigente. La ciencia actual se aleja de la tradición cognitiva de la gente y contribuye a reforzar la inquietud de lo social, su malestar y su angustia. Si como dicen los científicos contemporáneos que todo saber es una construcción y que la idea de realidad como algo dado ya no es admisible, este pierde en solidez y en garantía como referente fijo. Las propias ciencias están abocadas a revisar su propia garantía epistemológica, ya que toda ciencia aparece limitada a las condiciones históricas de su desarrollo y su eficacia no está sujeta a verdades inalterables. Ningún descubrimiento científico puede ser definitivo y absoluto. Prigogine viene a decir: “Buscábamos esquemas globales, simetrías, leyes generales inmutables y hemos descubierto lo mutable, lo temporal, lo complejo. Las ideas de no-linealidad, inestabilidad y fluctuaciones se difunden a un amplio campo de pensamiento científico y hasta social”. El mensaje descubierto por el Darvinismo radical, en palabras de R.Dawkins consiste en: “Un río de ADN que fluye por el tiempo, no el espacio. Un río de información, no de huesos y tejidos; un río de instrucciones abstractas para construir cuerpos, no uno de cuerpos sólidos. La información pasa a través de los cuerpos y los afecta, pero no se ve afectada por ellas en su tránsito”. La evolución no tiene un sentido que lleva inscrito en los genes, no tiene ningún significado y la naturaleza es por completo indiferente para nuestra vida.”Nosotros, y eso implica a todas las formas de vida, somos máquinas de sobrevivencia programadas para propagar la base de datos digitales que efectúo la programación”. De la teoría evolutiva Darwiniana se deriva, que el río de pura información digital fluye de forma ininterrumpida a través del tiempo geológico y bifurcándose tres mil millones de ramas, donde lo que llamamos rasgos familiares pierde su sentido tradicional. La vida ya no transcurre en un ámbito familiar, la historia no nos habla en el lenguaje acostumbrado y
hasta la propia sociedad se torna desconocida. Esta es la nueva versión que nos ofrece y nos deja la ciencia actual. Aquí señalamos de paso, algo que veremos con más detenimiento más adelante, se trata de lo que conocemos como: Discurso de la Universidad. Lacan ha dicho que la ciencia es la ideología de la supresión del sujeto. También se ha dicho que la ciencia, en su relación con la Cosa, no quiere saber nada de ella. De este rechazo proviene el hecho de que la Cosa retorne a través de la ciencia bajo formas terroríficas y cuando no catastróficas: La bomba atómica o nuclear, las armas de destrucción masiva de tipo biológicos, las consecuencias probables de la ingeniería genética. De esta manera van surgiendo muchos objetos desconocidos, hasta ahora para nosotros, que terminan por alterar nuestro sentido de realidad. Los monstruos que pueden surgir tras aplicar la genética molecular y el potencial de destrucción de las bombas nucleares, ya forman parte de nuestra realidad actual como algo novedoso, pero al tiempo que inquietante y terrorífico. Lacan se pregunta por el estatuto actual de la verdad y del goce en un mundo atravesado por los surcos de la aletosfera. Con estos objetos productos de la tecnociencia (que Lacan llama Letosas) el amo distrae a sus esclavos y por este medio además se enmascara el exceso de goce que produce estas letosas. 11) Cambios climáticos y sus consecuencias en la población. 12) La biopolítica, la administración de la vida: Se percibe cada vez más la amenaza de la vigilancia tecnológica del ciudadano, por efecto de la bomba informática, y de la bomba genética. Para algunos autores como A. Galindo, que retomando los escritos de M. Foucault y G. Agamben nos viene a decir que la vida en las actuales ciudades de los Estados occidentales, es en esencia, casi idéntica a la vida en un campo de concentración nazi. Las decisiones del Estado, de sus funcionarios, sobre el estatuto jurídico de, por ejemplo, un embrión humano, o de un colectivo de inmigrantes sin papeles, o de un grupo de presos preventivos o, incluso, sobre cualquier ciudadano, son en lo fundamental muy parecidas a las decisiones del Estado nazi sobre el estatuto (jurídico, político, antropológico) de un judío. Los sistemas jurídicos occidentales descansan en una ficción que permite la mayor exclusión conocida de la vida. Todos los ciudadanos somos, pues, habitantes de un gigantesco campo de concentración, cuya terrorífica actualidad se oculta tras la máscara de la democracia “Alfonso Galindo” Política y Mesianismo. Giorgio Agamben. Pág. 15 Introducción. En la Grecia antigua, según Aristóteles, se distinguían para la palabra vida dos términos. Así, tenemos la palabra “Zoe”, que expresa el hecho, el simple hecho de vivir común a todos los seres vivos y, de otro lado la palabra “bios”, que designa la forma de vivir propia de un individuo o grupo. La simple Zoe es un bien en sí mismo, pero esta simple vida natural no se incluye en el ámbito de la polis, esta distinción es de suma importancia.
Foucault señala que en los umbrales de la vida moderna, la vida natural empieza a ser incluida en los cálculos del poder estatal y, por esta vía la política se transforma en Biopolítica. En la modernidad, el ser humano va siendo considerado como un animal que se pone en entredicho, su propia vida y el individuo en cuanto simple cuerpo viviente se convierte en el objetivo de las estrategias políticas, por medio de refinadas técnicas biopolíticas. El capitalismo ha sido posible merced al control disciplinario, llevado a cabo por el biopoder que ha permitido crear los llamados “cuerpos dóciles”. Poco a poco se produce el ingreso de la Zoe en la polis, que finalmente aboca en la politización de la “nuda vida”. Nuda vida, es la vida que cualquiera puede darle muerte de forma impune, y al mismo tiempo, es la vida que no puede ser sacrificada de acuerdo con los rituales establecidos. La ideología de la modernidad remarca la relación entre la nuda vida y la política y esta unión constituye el núcleo originario del poder soberano. La vida biológica situada en el centro los cálculos, del estado moderno saca a la luz los vínculos secretos y ocultos que une el poder con la nuda vida, de este hecho nos atestigua los prisiones de los campos de concertación Nazi, los presos de Guantámo, los prisioneros de la guerra de los Balcanes, o de los cayucos de emigrantes flotando a la deriva sobre la mar, etc. El objetivo del biopoder es controlar la voluntad de los gobernados. Desde el S. XVIII hay un afán constante por gobernar y controlar el ritmo de crecimiento de la vida humana en su aspecto de fertilidad, nupcialidad, natalidad, mortalidad llegando incluso a controlar las horas de trabajo, ocio, tiempo libre etc. Foucault distingue una nueva forma de poder que adviene con la modernidad. A la forma clásica de poder lo llamó poder soberano, y a la forma de poder contemporáneo lo llamo biopoder. El biopoder en su forma de biopolítica actúa con técnicas y procedimientos destinados a dirigir la conducta de los seres humanos, a someterles en su voluntad a gestionar estatalmente la salud, higiene, natalidad longevidad, raza, controlar su multiplicación, etc., se torna así la vida en el campo de ejercicio y objeto de producción bajo el control gubernamental. 13) Resquebrajamiento de la democracia y el declive del estado como promotor de la economía del bienestar La sociedad postindustrial no es otra cosa que la continuación (como es lógico) de la sociedad industrial en todas sus vertientes. Saint-Simon pensaba que la sociedad industrial se constituyó como “sociedad militar”, donde los grupos dominantes estaban conformados por: los señores feudales, el clero y los guerreros. Además, Saint-Simon sostenía que en el futuro la sociedad estaría dirigida por científicos y empresarios. Este acerto se cumplió en la sociedad postindustrial, donde el poder y los mecanismos sociales, pasan a estar presididos por una estructura estatal burocratizada que va a alcanzar su poder hegemónico sobre el estamento socioeconómico y político. Las contradicciones sociopolíticas de la época industrial perviven sin resolver y además se añaden nuevas contradicciones del periodo postindustrial. Sabemos que en el s. XVIII,
triunfa la revolución francesa. El capitalismo se consolida en el siglo XIX que frustra los ideales de emancipación y los de la ilustración. El siglo XX se inicia con todas las contradicciones de la sociedad burguesa. Hacemos un resumen muy apretado de las características más importantes que según B. Muñoz se observan en la sociedad de la etapa postindustrial, tenemos: 1. En la sociedad postindustrial se producirá una profunda secularización de los valores e ideas. 2. La ciencia se aplica a todos los sectores de la existencia social y, en concreto, al tiempo libre. 3. Los medios de comunicación de masas inciden en la formación de enormes “multitudes anónimas” que pueden ser persuadidas con gran facilidad mediante técnicas y estudios psicológicos. Se produce, por esta vía, el advenimiento de una nueva sociedad en la que de forma sistemática se establecen una serie de relaciones socioeconómicas organizadas sobre una base institucional que regula las demandas y expectativas colectivas, culminando en un tipo de administración que desde finales de la Segunda Guerra Mundial pasa a ser el núcleo distributivo y redistributivo de las sociedades del capitalismo avanzado. Así, todos estos factores, van a culminar en el denominado capitalismo tardío, desde finales de la segunda guerra mundial. El llamado estado del Bienestar inspirado en la economía keynesiana se consolidará de forma lenta. No obstante desde la década de los años 70 del s. XX ya se empieza a hablar de la decadencia del estado y de la sociedad del bienestar que llevará a una serie de reajustes de las relaciones sociopolíticas y económicas estables desde los años cuarenta. Como se sabe, la democracia nace en 1748 con la revolución francesa a consecuencia de la sociedad industrial, sus conflictos, y contradicciones, que culminan en huelgas y en el paro masivo. El llamado estado del bienestar tiene sus antecedentes en Inglaterra con el “Derecho de pobres” en el s. XVII (1601). Se efectúa después un nuevo derecho de pobres en 1832 y 1834. Estas Leyes iban encaminadas a combatir la insalubridad, el hacinamiento y la miseria. La derogación de la Ley de Pobres es reemplazada por otros derechos, como las pensiones para la vejez, que se introduce en Inglaterra, que anuncian la llegada del Estado del Bienestar. Este mismo hecho ocurre en la Alemania de Bismark. Con estas medias legales se trata de parar las huelgas de la clase obrera. Solo después, de concluida la segunda guerra mundial, se puede hablar de un auténtico estado del bienestar que toma como modelo económico el pensamiento de Keynes que busca dar soluciones a los diversos conflictos y antagonismos sociales. Blanca Muñoz, refiere tres hechos en los que se basa este nuevo modelo social (O. C. Pág. 23) 1. La interrelación entre derechos políticos y derechos económicos y sociales.
2. El Estado social y de Derecho se constituye en la protección y regulación de la distribución económica. 3. El Estado cobra así una función asistencial: seguros sociales, educación, corrección de desequilibrios colectivos etc. (Blanca Muñoz. O. C. Pág. 23) Como hemos señalado desde el año 70, se aprecia una decadencia progresiva del estado de bienestar y al mismo tiempo que la democracia sé va resquebrajando debido a que los ciudadanos son excluidos como participantes activos y conscientes, los votos resultan nulos, ya que con el monopolio de los medios de comunicación se consigue modelar de forma eficaz la opinión pública. El debilitamiento de la fuerza democrática conlleva a una violación de los derechos laborales, derechos sociales, culturales, medioambientales, pérdida de empleo, reducciones laborales, aumento de la corrupción burocrático-estatal, aumento de pobreza, falta de salud, y de una adecuada educación En definitiva, el fondo monetario internacional, (FMI) la organización mundial del comercio, (OMC) y el llamado consenso de Washington, produjeron “hambres y disturbios en muchos en muchos lugares” (J. E. Stiglitz “El malestar en la globalización. Ed. Taurus. Madrid, 2002 Pág. 16) Como es sabido, el consenso de Washington, se reunió siguiendo las pautas del modelo y la teoría económica y política neoconservadora de F. V. Hayek, y que después, fue Milton Friedman quien aplicó estos principios con más rigor y dureza. Este consenso es el nombre que el economista norteamericano John Willisamson dio, en 1990, al conjunto de requisitos marcados por el gobierno norteamericano y las instituciones como la FMI, BM, OMC, con sede en esa ciudad, y que parecían ser compartidos por los gobiernos de buena parte del mundo. Este consenso que se denominaría también “pensamiento único”, implicaba una serie de 10 puntos a modo de diagnostico y terapia de la economía mundial. En cuanto al tema de la democracia que será motivo de desarrollo amplio más adelante, aquí para concluir, solo diremos que el déficit democrático se muestra especialmente en el hecho, de que una democracia formal y funcionalmente instrumental convoca elecciones cada cierto tiempo, pero esta convocatoria casi siempre está carente de una deliberación rigurosa y metódica impidiendo el desarrollo de una decisión más elaborada. Sin un debate adecuado se llega, en todo caso, al predominio de una democracia Light, trivial sin capacidad para una integración de sus ciudadanos. La globalización también intenta globalizar la democracia pero estas nuevas democracias, formal y global, carecen de poder para desempeñar la labor de igualdad fraternidad y libertad. La libertad se orienta por sobre todo a la libertad de consumo. Ya sabemos que la idea de libertad encubre la explotación, pero aún así se mantiene la idea de libertad. 14) De la muerte del creador a la (agonía) muerte del procreador. Declinación de la función paterna. La escuela de Franfurt señala que, con el advenimiento, en la ilustración se produce un proceso de individualización. El sujeto moderno esta desalojado de su comunidad. Al no ser considerado como alguien que contribuye a mantener la tradición toma distancia de su comunidad.
En la sociedad postmoderna el proceso de individuación se realiza con las dificultades propias que trae consigo la declinación del gran Otro. Así el movimiento punk opta por llevar adornos corporales con la finalidad de crear una identidad propia. Es un intento de tomar distancia de los criterios oficialmente vigentes de la moda del vestir, dando lugar a otra forma de ideología que al propio tiempo genera nuevos códigos de vestir. De este modo la identificación con el grupo (de punk, de Hippis, Body radicals etc.) aparece como una solución al problema de una deficiente individualización. De este modo podemos decir, que el proceso de individuación al verse perturbado por la ruptura con los lazos tradicionales, toma el camino de la regresión volviendo a los usos de costumbres o ritos ancestrales o bien, toma el camino de la formación de nuevos grupos. La circuncisión masculina por ejemplo constituye la oferta de la sociedad premoderna para marcar la diferencia sexual. El sexo biológico no es suficiente garantía para el acto de la procreación, es necesario que opere en el sujeto un acto, un corte simbólico determinado por el lenguaje que asegure la tradición. De este modo la serie de prohibiciones y rituales de la sociedad premoderna están destinados a garantizar el proceso de socialización. El corte simbólico registrado en el cuerpo determina la identidad del sujeto. Este corte en el cuerpo a través de la marca física (Circuncisión, tatuaje, pintura etc.), otorga una identidad sexual. La marca en el cuerpo es la respuesta que otorga lo simbólico (el gran Otro) a la posible duda acerca de la identidad. Para San Pablo, el cristiano no precisa del acto de la circuncisión porque lleva ya el corte en el alma. Es decir, el sujeto Cristiano lleva la marca simbólica de la castración en su interior. En la modernidad el gran Otro aún detenta el poder dado que el proceso de socialización se realizaba por medio de la sumisión y obediencia a la ley simbólica que estaba representado por la autoridad del padre a quien además se temía y se respetaba. En la postmodernidad con el cambio operado en la estructura familiar se establece una forma distinta de relación con lo simbólico. De este modo los cortes, mutilaciones, tatuajes, perforaciones en el cuerpo son formas de rechazar la ideología vigente. Ideología en la que impera el consumo, el valor de cambio, en el que todo es modificable, donde se pierde la autoridad paterna. Parece ser que el cuerpo es lo único que le queda al sujeto para poder afirmar su identidad y ejercer su poder. Un modo de encontrar en el cuerpo un lugar de identidad más estable. Estas prácticas, de marcar el cuerpo en la era de la globalización, no es una respuesta del gran Otro, sino más bien, la respuesta del sujeto a la declinación de este gran Otro (a la declinación de la función paterna). El sujeto en sí mismo no es nada ya que toda autoridad le viene dada desde afuera como insignias simbólicas. El respeto al padre como autoridad es atribuirle un poder a las insignias que le son conferidas por la función paterna. Estas insignias a su vez actúan ocultando la castración que significa que el sujeto humano es en sí mismo un sujeto vacío y sin poder. El sujeto humano no es dueño de su cuerpo de forma natural. A la integridad corporal solo se llega a través de la castración simbólica. En la vida contemporánea, ante el declinar de las grandes instituciones, ante la declinación de la autoridad del padre o dicho de otro modo al ser cada vez más consciente de que el gran Otro no existe se opta por la negación y mediante este mecanismo de negación se actúa como habiendo sido traicionado por ese
gran Otro. Aunque conscientes de que el gran Otro solo es una ficción la gente actúa fingiendo, cuando asiste a los rituales de la iglesia, del estado o de la familia. Los padres juegan a papa Noel o a los reyes magos porque piensan que los niños creen en ellos y los niños a su vez fingen seguir creyendo en los magos o en papa Noel para no ofender a sus padres. 15) El terrorismo y el fundamentalismo: el mal terrorista ideal y fanático, el mal banal y el mal fundamentalista. 16) La inmigración como problema por los efectos de la globalización. 17) La catástrofe moral actual y el declive del programa institucional. El hombre es la única catástrofe en el medio de los seres. El musulmán emerge como el nivel 0 de la humanidad. El musulmán comiendo y bebiendo más por un hábito ciego que por alguna necesidad animal elemental. Por esta razón constituye el punto de lo real sin verdad simbólica, vale decir, no hay manera de simbolizar la situación espantosa de estas personas. Hay una especie de núcleo traumático inhumano, una especie de brecha en el medio de la humanidad misma. Musulmán era el nombre, según Amery, que se daba al prisionero del campo de concentración Nazi que había abandonado cualquier esperanza de vivir. Abandonado por sus compañeros, era un cadáver ambulante, un muerto viviente que ha perdido toda voluntad de vivir porque todas sus fuerzas estaban mutiladas y aniquiladas. Lo que estaba en juego era seguir siendo o no un ser humano marcando así de algún modo el inestable umbral en que el hombre pasa a ser no-hombre. Levi designa al musulmán “como el que ha visto a la Gorgona”. La Gorgona era la horrible cabeza femenina enmarcada por serpientes, y cuya visión producía la muerte y que Perseo tuvo que cortar la cabeza sin mirarla con la ayuda de Atenea. La visión de la Gorgona transforma al hombre en el no-hombre. De este modo el musulmán solo mantiene la apariencia de hombre pero ha dejado de ser humano. Durante mucho tiempo, el trabajo sobre el otro, (sobre el prójimo), fue concebido como un proceso institucional. Este programa institucional consideraba: Que el trabajo sobre el otro es una forma de mediación entre los valores universales y los individuales. Se pensaba que el trabajo de socialización era una vocación porque se apoyaba en los valores de la sociedad vigente. Y este programa consideraba que la socialización estaba dirigida a interiorizar normas que configuran al individuo de forma autónoma y lo socializan. Este programa se desarrolla en la familia con la participan de sacerdotes, la escuela, profesores, jueces etc. Con la modernidad se acentuó las actividades de este tipo que son llevadas a cabo por profesionales que se dedican especialmente a cuidar de los demás, de los otros, además de protegerlos también castigarlos, mantenerlos ocupados, consolarlos. Abarcando áreas de salud, educación y trabajo social a los que se puede añadir la policía, la justicia, la religión, la psicología animadores culturales etc. El neoliberalismo ha trastocado estos viejos programas institucionales introduciendo nuevos modos de management que ha llevado a una crisis y a la decadencia de estos programas destinado a velar por el otro, en su lugar, han emergido nuevas figuras de dominación y de control. La decadencia de estos programas antiguos procede y proviene de sus propias
contradicciones. Al perder el monopolio estas grandes instituciones se llega a una clara conciencia de que la vida, en nuestros días, transcurre en un mundo abierto, desgarrado y pluralista. Se pasa entonces a la nueva sociedad administrada occidental, que es una forma de barbarie disfrazada de civilización, el punto más elevado de alienación. Alienación que aumento en la medida en que el Otro no existe. Esta inexistencia del Otro está en el origen y en el núcleo del malestar en la vida cotidiana actual. Esta inexistencia del Otro que inaugura la época lacaniana del psicoanálisis, es también la época de los desengaños y de la errancia. Se sabe que el Otro solo es un semblante, y que nuestra época está marcada por los semblantes. Época que al decir de J.A. Miller el ser o más bien el sentido de lo real se volvió un interrogante. En la época anterior a ésta lo real protegía a los sujetos de los simulacros. Hoy en día la crisis afecta a lo real, es una crisis de lo real. La inmersión del sujeto contemporáneo en los semblantes problematiza lo real que se esboza sobre un trasfondo de angustia. Como es sabido en la modernidad se han dado tres metanarraciones: emancipación de la humanidad en la Ilustración. Teleología del espíritu en el idealismo y hermenéutica del sentido en el historicismo. Para Lyotard, controvertido filósofo canadiense, todas estas legitimaciones del saber actualmente están superadas: “En la sociedad y la cultura contemporánea, sociedad postindustrial, cultura postmoderna, la cuestión de la legitimación del saber se plantea en otros términos. El gran relato ha perdido su credibilidad, sea cual sea el modo de unificación que se le haya asignado: relato especulativo, relato de emancipación “. Fue el discurso de la ciencia, desde la época clásica, el que fijó el sentido de lo real y por este camino Freud descubre el inconsciente y por ende el psicoanálisis. Dejaremos para más adelante desarrollar este punto del trabajo. 18) La pasión por lo real. Según Alain Badiou, es el rasgo clave del siglo XX. El sueño utópico del s. XIX se ha ido desvaneciendo a lo largo del siglo pasado siglo. Lo Real es lo nuclear de la experiencia de este siglo que testimonian las dos guerras mundiales del siglo pasado, la guerra de oriente medio (Afganistán e Irak), la guerra de los Balcanes han mostrado en su extremada violencia esta experiencia de lo real. El encuentro con lo Real se puede encontrar en los siguientes hechos: 1. En el encuentro con la Gorgona al que hemos hecho mención con el tema del musulmán. 2. Dice Zizek citando a J. Campbell, Dios en su presencia de lo Horrendo, en su papel destructor. Lo Real como el abismo aterrador primordial que disuelve toda identidad. Estamos ante el horror de la Cosa. 3. En las películas como Alíen, los muertos vivientes, Terminator, La Mosca, la pianista, La Cosa, Depredador etc. En las películas dirigidas por D. Linch, D, D. Cronenberg, en los libros de autores como Conrad, Jelinik, Coetzee. Tal como hemos venido indicando la biopolítica intenta controlar y “mejorar” la condición humana por medio del conocimiento tecnocientífico intentando recrear el cuerpo a
medida del deseo. Hoy asistimos a una serie de cambios corporales por medio del tatuaje, el piercing, el body building o mediante la cirugía radical, trasplantes de órgano, cirugía plástica, cambios de sexo, cirugía facial o de pecho para mejorar la estética, o efectuar una modificación corporal que mejore los atractivos eróticos. Es un intento de cambio de fuera adentro, del extracuerpo para vivenciar mejor el intracuerpo. La ciencia por medio de estudios genéticos, biológicos y de la nanotecnología muestra una tendencia hacia lo que Badiou llama pasión por lo Real. Especialmente el cine nos muestra la “nueva carne” o el cuerpo en su transformación, el Dr. Jeckyli y Mr. Hyde; “ El Retrato de Dorian Gray”, “La Metamorfosis”,”El hombre Menguante”, “El Hombre Elefante” etc. El cine de D. Lynch y D.Cronenberg es una fiel exponente de esta pasión por lo Real. El cuerpo o como se ha venido en llamar “la nueva carne” se puede transformar mediante malformaciones provocadas por cirugía, manipulaciones genéticas, sexo violento, injertos tecnológicos (Robocop) o invasiones víricas (como armas de destrucción masiva). A los monstruos que nacen por defecto genético se añaden los monstruos por efecto de guerras, de campo minados, accidentes o maltratos físicos. Para Lacan hay una consecuencia de la frase de Dostoievsky “Si dios no existe todo está prohibido”. Si Dios ha muerto, en el tiempo que habitamos todo está permitido y el superyó ordena gozar imperativamente. Pero es un Gozar con la Cosa misma. En la sociedad de consumo, las drogas van directamente a la sangre, para modificar el malestar que sentimos a través de las sensaciones corporales y la percepción de la realidad. La incitación al consumo conlleva al propio tiempo un control biopolítico bajo la forma de la apariencia, de productos light, de lo “descafeinado”, como las cervezas sin alcohol, café sin café, tabaco sin nicotina, leche desnatada. En el terreno de lo político está permitido actuar en nombre de dios, el político de turno se permite presentarse como un fiel instrumento de la voluntad divina. Así en nombre de Dios se puede cometer las más crueles atrocidades atentando de este modo contra los derechos humanos más elementales. No podemos dejar de comentar aquí el hecho de que muchos gobiernos totalitarios recurrieron al gran Otro de la Necesidad histórica. Si todo está permitido en la sociedad del capitalismo tardío, el sujeto se torna esclavo del Superyó. Nuestra época se convierte en la “era de la angustia”. Paradójicamente en el mismo centro de nuestro tiempo la transgresión misma es elevada a la categoría de norma y este hecho incita más intensamente al deseo. La falta de prohibición nos acerca excesivamente al objeto del deseo. Las regulaciones de las interacciones ya no funcionan con la eficacia simbólica de antaño. Si la ideología global ordena por medio del superyó gozar del sexo sin sentimientos de culpabilidad la misma ausencia de culpa trae consigo la angustia como el afecto que no engaña. 19) Temas filosóficos y políticos: Nosotros consideramos oportuno comentar aquí el rumbo que ha tomado en estos últimos tiempos la filosofía continental y anglosajona, que refleja bien, en la historia del pensamiento occidental, ciertos conflictos derivados del fenómeno de la globalización. Tal es el caso “el giro lingüístico”. Surge de la filosofía de Wittgenstein y M. Heidegger, que permite el desarrollo de la hermenéutica e influye en pensadores como Habermas, Rorty, Vattimo etc. Esta filosofía como actividad y formas de
pensamientos han practicado un olvido del registro de lo Real al caer en el exceso simbólico. Vamos a efectuar un resumen escueto y breve indicando lo más sobresaliente de los presupuestos teóricos y sus autores que priman y dominan el ámbito económico y social actual. Tenemos los siguientes puntos. 1. Rechazo del método historicista en el análisis económica. 2. El concepto de utilidad vuelve de forma vigorosa con Marshall y con su discípulo Arthur C. Pigou. 3. Se retoma el método comparativo. 4. Predominio de la razón instrumental. 5. La variable del tiempo se vuelve estacionarios, lo estático predomina sobre lo dinámico y lo sincrónico sobre lo diacrónico. 6. La denominada teoría de la elección racional domina y se constituye en el paradigma del pensamiento sociopolítico. 7. El concepto de utilidad constituye el eje de este nuevo paradigma al que se añade la teoría de los juegos que se utilizan en el análisis de la conducta económica y social. A resultas de esta contribución matemática tenemos un sujeto económico y a diferencia del sujeto productor de Marx se aboca al sujeto consumidor “El sujeto de la teoría de la elección racional no deja de ser sin duda, sino la descripción del corredor e inversor en bolsa” (B. Muñoz. “Modelos culturales”. Teoría sociopolítica de la cultura. Ed. Anthropos, 2005 Pág. 114). La economía matematizada se completa cuando se añade la teoría de las coaliciones que se entiende como acuerdo de una actividad conjunta que a su vez dispone de la mayor información y libertad para mejorar la actividad de los participantes. J. M. Buchanan, G. Tullock y G. Brenann establecen el “cálculo del consenso” que efectúa investigaciones en el ámbito público y sobre el mercado. El sujeto de la teoría de la elección racional es la que surge del conductismo y del neoconductismo psicológico. M. Olson abre el campo de la lógica de la acción colectiva que adopta un neofuncionalismo pero que no deja de obedecer al esquema estímulo-respuesta de la vieja teoría conductista watsoniana. M. Olson analiza lo social en base a refuerzos positivos y negativos. La teoría de la elección racional y los aportes de R. Nozick y V. Hayek concluye acentuando los factores subjetivos. No se trata ya “Del mayor bien para los ciudadanos” como en Bentham más bien se preconiza el individualismo posesivo, la lucha de todos contra todos (Hobbes). Llegado aquí, nos parece de gran interés señalar algunas de las características que para C. Lash y otros pensadores definen la cultura desde la segunda guerra mundial. Nos
ocupamos primero de C. Lash dejando para más adelante para comentar el aporte de otros autores que por su peso intelectual no podemos dejar de lado como: Foucault, J.F. Lyotard, H. Sloterdijk, G. Debord, R. Sennet, G. Agamben, Z. Bauman etc. Christopher Lash. “La cultura del narcisismo” Publica en 1979. El capitalismo genera una crisis en la cultura occidental que se refleja en un individualismo exacerbado mediante una exclusiva preocupación por sí mismo. Para Lash, el hombre económico propio dice capitalismo da pasa al hombre político del liberalismo y este al hombre psicológico de este tiempo, que puede caracterizarse por un individualismo narcisista. Aunque los estudios de Lash provienen de la sociedad americana del norte, pueden ser aplicados a otras sociedades. Después de los años setenta se aboca a problemas personales. Si la vida no podía mejorarse por y a través de la sociedad esta frustración se encaminó a una mejoría psíquica. Así la expresión de los sentimientos, el comer comida sana, mejorar la salud del cuerpo mediante la expresión corporal y para la paz espiritual en ejercicios de relajación y la sabiduría oriental. Un objetivo fue un tener miedo a los placeres tanto tiempo reprimidos por una cultura puritana. Se ponen de moda los textos de autoayuda. Lash toma como ejemplo frases de las películas de Woody Allen: “Las soluciones políticas no existen”, “creo en el sexo y la muerte como dos experiencias únicas en la vida”. Vivir el momento viene a ser la ideología dominante. Vivir para uno mismo y no para la posteridad. Se pierde el sentido de la continuidad histórica. Las religiones jugaran el papel de dar sentido trascendental a la vida, mitigaba la angustia existencial explicaba los problemas del bien y del mal y daba esperanzas para una justicia social. Todo esto se vino abajo y el clima religioso paso a ser un clima de carácter terapéutico. La familia, la escuela y la iglesia ya no proporcionan un marco normativo y valorativo que sirva al ciudadano a encontrar una identidad adecuada a adquirir normas del bien y del mal y nociones para orientarse en un mundo enigmático, la pérdida de la función de estas instituciones conlleva:
La ruptura de permanencia y pertenencia respecto del grupo familiar, pérdida del sentimiento de continuidad con las generaciones anteriores y además la visión del
futuro se rompe y ya no cumple la función como algo que es posible construir desde el presente. Hombres y mujeres están dedicados a trabajar no tienen tiempo para ejercer el rol de padres ni para sustentar la familia. Así la vida cotidiana requiere la ayuda de expertos para solventarla. Es en torno a “las terapias” donde se construye el bienestar personal, la salud mental y física. Mucha gente se adhiere a ideales políticos en busca de nuevos ideales que ya no encontraba en la vida personal. La vida se vive en el presente carente de futuro. El narcisismo es una forma de individualismo que lleva al aislamiento del yo. El hombre contemporáneo es una persona profundamente dependiente de los otros para construir su auto sentir. Erige barrera contra las emociones y está buscando emociones fuertes. Sufrió por no poder sentir. En una sociedad que demanda por un lado sumisión a la norma social pero por otro lado rechaza dichas normas como norma para fundar un código de conducta moral, que termina por socavar la autoestima y el yo se hace infantil y vacío. Se rechaza y se depende de la autoridad y al erosionar la autoridad patriarcal sucede o da origen a un superyo débil (padres, maestros, sacerdotes) cuya voz han perdido autoridad. Declinación de la autoridad institucionalizada, la sociedad se ha vuelto cada vez más permisiva. Los sentimientos típicos de la época son la ansiedad, la depresión, un malestar vago y un vacío interior.
*Psicoanalista.