El otro en la narrativa actual infantil y juvenil

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil 15 RESUMEN M. Isabel Borda Crespo (Universidad de Málaga) Estudio hermenéutico del «otro» en la
Author:  Celia Páez Parra

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El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

15 RESUMEN

M. Isabel Borda Crespo (Universidad de Málaga)

Estudio hermenéutico del «otro» en la LIJ actual. Reflexión sobre los modelos propuestos a la joven audiencia para una construcción de una identidad abierta y no excluyente.

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

156 «Los libros, y en particular los libros de ficción, nos abren las puertas de otro espacio. De otro modo de pertenecer al mundo» Michèle Petit, Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura

te socializador. Para los lectores infantiles y juveniles, la literatura constituye no sólo una manifestación artística con convenciones propias que han de ser aceptadas,1

Estudiar la presencia y el significado del «otro» en la

sino que también es un poderoso transmisor de conven-

narrativa infantil y juvenil actual encierra dificultades

ciones sociales. A través de estos discursos, los niños y

que no podemos dejar de reconocer en estas líneas. La

niñas aprenden a saber lo que la sociedad espera de

primera, que para comprender el alcance del «otro»

ellos, aprenden las normas de comportamiento social al

debemos proceder a teorizar según una dialéctica com-

tiempo que les ayuda a configurar su identidad. Es esta

pleja. Este término adquiere su importancia filosófica a

una perspectiva de análisis muy sugerente: ¿Qué valo-

partir de Hegel y a lo largo del siglo

ha dado lugar a

res debe transmitir la literatura infantil y juvenil? Si reco-

interesantes debates que desde distintas ópticas dan

nocemos su función socializadora junto a otras agen-

cuenta del alcance de este término. Desde planteamien-

cias, ¿qué importancia tienen los modelos de identidad

tos lacanianos, pasando por estudios feministas hasta

individual y social, especialmente interesante el mode-

llegar a las corrientes críticas desconstructivistas y her-

lo de ciudadano democrático, que podemos encontrar

menéuticas, todos estos estudios analizan cómo el pen-

en esta manifestación artística?

XX

samiento occidental ha estado estructurado en términos

En tercer lugar, y por todo lo expuesto hasta ahora,

de oposiciones jerárquicas, donde uno de los términos

la reflexión que sigue a continuación, y que no puede

—ya sea sujeto-amo, sujeto-masculino—, ha recibido

constituir otra cosa que una aproximación al tema pro-

una prioridad cualitativa sobre el otro inferior, ya sea

puesto, parte de un intento de comprender los modelos

objeto-esclavo, ya sea objeto-mujer. Tras los estudios de

culturales que están presentes en los textos narrativos

Derrida, Gadamer y, entre otras, de Luce Irigaray, resul-

infantiles y juveniles, atendiendo a una particular dia-

ta más esclarecedor comprender los cánones ideológi-

léctica del «otro» desde planteamientos esencialmente

cos y epistemológicos que han centralizado, estandari-

hermenéuticos y descontructivistas. Nos interesa, por

zado y normalizado la interpretación de los sistemas

tanto, interpretar el mundo del texto y comprender de

discursivos y simbólicos, en definitiva los sistemas cul-

qué modo actúan los referentes del mismo para saber

turales de Occidente.

así de qué modo el lector, al comprender el texto, pue-

En segundo lugar, es importante tener en cuenta que

de comprenderse mejor a sí mismo.

la literatura infantil y juvenil, como campo literario

Estoy totalmente de acuerdo con C. Diana Dearden

específico, está considerada como un importante agen-

(1995, p. 33) cuando nos habla del «viaje cósmico» de

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

157

la lectura hacia la otredad. Con la lectura reconocemos

el mundo. O lo que es lo mismo, gracias al distancia-

la posibilidad de transmutar los lugares conocidos y

miento proporcionado por la ficción, el mundo del tex-

cotidianos por una realidad alternativa. Cuando cerra-

to ofrece distintas maneras de aprehender la realidad. Es

mos el libro, nos dice esta autora, comprendemos que

importante, por tanto, saber qué identificaciones cultu-

hay un yo que está aquí y un yo potencial que vive en

rales promueven los textos literarios, qué sentimiento de

las páginas del libro. Y es precisamente en este doble

pertenencia ofrece la literatura a la infancia y la juven-

proceso de reconocimiento de nosotros mismos y acep-

tud, y qué modelo de ciudadano multicultural ofrecen

tación de lo extraño, que se da naturalmente en la lec-

los textos literarios infantiles y juveniles actuales.

tura, donde el lector aprende la tolerancia y la compren-

Para ello, a mi juicio además es importante contar

sión. No en vano la antropóloga Michèle Petit (1999,

con un marco teórico de comprensión de la obra litera-

pp. 81 y ss.), cuyas palabras introducen esta reflexión,

ria que nos ponga a salvo de interpretaciones psicolo-

se refiere a la literatura, a la lectura de obras literarias,

gistas o historicistas de búsqueda del «otro», búsquedas

como otra manera de habitar el espacio. La lectura es un

más propias de una hermenéutica romántica, tal como

poderoso aliado en la construcción de nosotros mismos,

lo aclara Paul Ricoeur (1997, p. 130). Un marco teórico

cuestión que adquiere una importancia decisiva en la

que nos ayude a responder a las siguientes cuestiones:

adolescencia y en la juventud. Habitar el tiempo de un

¿Cómo contribuye el texto literario a hacer del lector un

modo que sea propicio a lo imaginario, según Petit, con-

miembro participe de su realidad histórica, de qué

tribuye a afianzar un modelo de ciudadano no exclu-

manera al aceptar el pacto narrativo, configura una

yente, abierto a otras opciones. Me resulta muy signifi-

determinada manera de ser ciudadano en una sociedad

cativo el libro de José Zafra, Cuentos de cuando yo era

multicultural, multiétnica, sometida a fuertes procesos

(2002), en el que cada cuento instaura una conciencia

de segmentación social? ¿Cómo interpretar un texto

particular ya animada o inanimada que cuenta, acorde

sabiendo que las obras literarias trascienden sus propias

con su sensibilidad y características, lo que le acontece.

condiciones psicosociológicas de producción para

Esa multiplicidad de ángulos desde los que se vive un yo

abrirse a una serie ilimitada de lecturas enmarcadas en

protagonista fragmentado y relativo me parece original

contextos socioculturales diferentes, que son, en resu-

y muy ejemplificadora de lo que estoy diciendo.

midas cuentas, las que tiene lugar en los distintos actos

A partir de aquí reconocemos y aceptamos que el

de lecturas?

texto literario, en su calidad de discurso representado,

Aproximarnos al «otro» en la narrativa infantil y

propone al lector diferentes maneras de ser y habitar en

juvenil actual necesita, luego, acordar que la compren-

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

158

sión del yo —uno mismo— y del otro forman parte de

tación del discurso narrativo queda sujeta al acceso de

un discurso narrativo, y dependen, por tanto, como nos

esta doble forma de expresión narrativa, el yo y el otro.

dice P. Ricoeur, de la interpretación del mundo del tex-

Pero no podemos olvidar que la polaridad expresada en

to. Al leer dicho texto, el lector accede a variaciones

los términos protagonista - personaje secundario no da

imaginativas, siendo el distanciamiento la condición

respuestas satisfactorias a las preguntas que plantea la

necesaria de la comprensión e interpretación del mun-

presencia del «otro» en el discurso narrativo actual,

do del texto. En este sentido, el otro en el mundo del

sobre todo si lo que queremos es comprender e inter-

texto coadyuva para ofrecer otra identidad del sujeto,

pretar la ideología del mundo del texto.

entendidos ambos, siguiendo a Benveniste, como ins-

Con esto quiero decir que en la actual narrativa

tancias enunciativas del sujeto, viniendo así a mostrar

infantil y juvenil no importa tanto saber quién es el yo

que el «otro» es sólo otra posición del

sujeto.2

enunciativo de la historia, que indiscutiblemente sí

La distancia necesaria para que al lector realice la

importa, como acceder a la compleja red de relacio-

interpretación del mundo del texto se refuerza gracias el

nes que la presencia del otro impone a la interpreta-

descubrimiento por parte del yo de la enunciación del

ción del mundo textual, a la comprensión en definiti-

otro. Aunque, como bien nos hacen notar R. Bourneuf y

va del conflicto planteado por el yo-sujeto. Según Baj-

R. Oullet (1981, 215-216), ¿por qué aceptamos contar

tin, para que pueda verme a mí mismo como otro en

la historia del otro en lugar de contar la nuestra directa-

un proceso de objetivación ética y estética, se necesi-

mente? Es significativo que, dentro de las respuestas,

ta un punto de apoyo fuerte y real fuera de uno mis-

estos autores acudan a Michael Butor para quien el

mo.3 Así, la «objetivación» de sí mismo supone un via-

autor representa «lo que él es» a través de su personaje

je de ida y vuelta desde el interior al exterior del suje-

secundario y «lo que sueña» a través de su héroe,

to. Para reconocernos como inmigrante, como mujer o

haciéndole sentir al lector toda la distancia que subsis-

como homosexual —estas son las identidades que más

te entre ese sueño y su realización práctica.

conflictos despiertan hoy en día—, se requiere salir de

Según el acercamiento posmodernista que nos inte-

una interioridad de contornos difusos, inestables e

resa poner de manifiesto, no sería del todo adecuado

inconclusos (ese «yo-para-mí») hacia una exterioridad

plantear así la diversidad de posiciones del sujeto. Sí es

bien delimitada y completa, pero sólo imaginaria (el

verdad que de algún modo nos aclara que el distancia-

«yo-para-otros» o «yo-visto-como-otro»), y regresar

miento es un requisito para comprender la configura-

nuevamente al punto de partida cargando las impre-

ción ideológica del mundo del texto. Y que la interpre-

siones y los sentimientos generados por esa travesía (S.

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

159

Reisz, 1999, 143). Para una mujer, para un inmigrante

Así, si fijamos nuestro análisis en intrigas derivadas

refugiado o para un homosexual, en definitiva, para

de diferencias culturales vemos, por ejemplo, que en

alguien diferente, verse como «otro» en modelos hege-

Susana ojos negros de Marjaleena Lembcke (2003), su

mónicos de ser mujer, de ser considerado un ser huma-

protagonista, Tania, descubre la xenofobia de su comu-

no en una sociedad occidental desde una lógica racis-

nidad al intentar ser amiga de Susana, una chica turca

ta y eurocéntrica, o de verse equiparado a los hetero-

que ha comenzado a vivir en una casa junto a la suya.

sexuales constituye una ardua carrera de obstáculos.

El proceso de integración de las diferencias culturales

En todos estos casos, el regreso al «yo-para-mí» no

choca con el modelo de cultura hegemónica que está

puede, en consonancia con lo vivido, estar totalmente

representado, entre otros, por los padres de Tania. Será

libre de sentimientos de incomodidad e inferioridad,

la niña la que lleve a éstos a cuestionarse críticamente

que se derivan del desajuste con ese «otro» arquetípi-

dicho modelo y plantear una ruptura del mismo, invi-

co nacido de la exclusión (y muy frecuentemente del

tando a café a sus nuevos vecinos. Si nos referimos al

menosprecio).

modelo de identificación sexual propuesto en nuestra

Comprobamos, además, que la acción en la actual

sociedad esencialmente heterosexual, sorprende la

narrativa infantil y juvenil gira predominantemente alre-

naturalidad con que la protagonista de Sandra ama a

dedor de los conflictos derivados de la marginación por

Meike de Marliesse Arol (1997), descubre a partir de

prejuicios culturales (véase M.I. Massot Lafón, 2003, p.

dicho modelo su lesbianismo, y cómo reaccionan los

54). Con esto no quiero decir que los conflictos deriva-

demás miembros de su comunidad de iguales ante esta

dos de la marginación por prejuicios biológicos hayan

nueva realidad de Sandra.

desaparecido de la literatura infantil y juvenil actual,

En El palacio de papel de José Zafra (1998), original

sino que el conflicto está resuelto en el modelo social

alegoría de cómo los libros pueden convertirse en un

propuesto. En este caso se trata de reconocer, aceptar e

espacio habitable, se cuenta cómo la vida apacible de

integrar la diferencia a nivel individual, y son los

una comunidad de ratones de biblioteca se ve alterada

niños/as los que en la mayoría de las situaciones ya

por la llegada de un ratón de campo, Justino, que siem-

resuelven con éxito dicha integración, tal como sucede

bra en Idolina el deseo de salir de este mundo de papel:

en Cómo escribir realmente mal de Anne Fine (1998);

«El mundo le esperaba al otro lado. El mundo al fin, Jus-

Alejandro no se ríe de Alfredo Gómez Cerdá (1988), o

tino, la primavera» (p. 65). Justino es el «otro», modelo

Juan es diferente de Maeleen Vauvuchelen e Ingrid

paradigmático desde la lógica patriarcal, no exenta de

Godon (2002).

cierta neutralidad genérica. Pero el «yo-visto-como-

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

160

otro» (Idolina —ella— se ve así misma como Justino —

social, sobre todo si lo que pretendemos es ofrecer una

el otro—) tiene un regreso que alberga sentimientos

educación que integre las diferencias y nivele, por tan-

contradictorios: «Miedo, tristeza, dolor, alegría… no,

to, las oportunidades de acceso a una vida social mejor.

este mundo de fuera nada tenía que ver con aquel orde-

Se perciben diferencias con respecto a La niña de plata

nado mundo al que hasta entonces había estado acos-

de Carmen Gómez Ojea, escrito en 1993, donde el

tumbrada» (p. 93). Sin embargo, la conquista de la liber-

rechazo social a la niña gitana, Argenta, provoca en

tad es esperanzadora. Idolina ha comenzado su caminar

Rogata, el yo protagonista de la historia, sentimientos de

sola, pero libre.

impotencia: «¿Quién lo hizo? Mi propia voz me sonó

Rosas negras en Kosovo, de Jesús Cortes (2002), es

extraña y ajena, llena de violencia reprimida a duras

un texto sobre la exclusión y la expulsión provocadas

penas» (p. 74). Es este sentimiento interior de Rogata la

por la guerra de Kosovo. Biljana es la joven adolescen-

única voz que se alza frente al discurso hegemónico

te que se ve obligada a abandonar su hogar junto a su

racista que excluye por ignorancia al «otro».

familia. El «otro» esta representado por Vuk, un joven no

El día en el que aprendía a domar arañas, de Jutta

exento, como antes comentábamos, de cierta neutrali-

Richter (2001), muestra la cara más dura del rechazo

dad genérica y que, habiendo sobrevivido a los horrores

social, la que no deja resquicio donde plantar una espe-

de la guerra, se convierte en el iniciador de la joven en

ranza. La protagonista cuenta en primera persona y en

esta huida hacia delante como refugiado y hacia la

una analepsis temporal los acontecimientos que han

supervivencia. El viaje, como imagen del desarraigo

conducido a la marginación al joven Rainer. Los prejui-

interior, sólo muestra angustia, desolación y muerte: «A

cios sociales funcionan de un modo aplastante, y la

raíz del viaje, había surgido entre ellos dos cierta com-

joven se verá obligada a traicionar a su amigo si quiere

plicidad, cierta amistad. Apenas habían hablado y ape-

seguir sintiéndose parte de su comunidad. Un libro

nas habían llegado a conocerse. El éxodo de Kosovo era

duro, que muestra cómo funciona la exclusión por pre-

el único vínculo que había entre ambos. El éxodo era

juicios sociales. Un libro cuya lectura invita a reflexio-

posiblemente el único vínculo que había entre todos los

nar y a comprender, y como nos dice Ricoeur, al hacer-

refugiados» (pp. 142-143).

lo nos comprendernos mejor a nosotros mismos y a la

En Maíto Panduro de Gonzalo Moure (2001), la voz

sociedad en la que vivimos.

esperanzadora frente a un modelo de cultura hegemóni-

El tono desenfadado de ¡Oh, oh! de Marie-Aude

ca es la de la maestra, simbolizando así la importancia

Murail (2002) y su carácter polifónico puede llevarnos a

que los procesos educativos tienen en un proyecto

pensar que se trata de literatura de consumo. Pero tras

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

161

su lectura no sorprende saber que se trata de una escri-

Lorman (1996), esta «otra» voz está representada por

tora de culto entre los jóvenes franceses y que el libro

Ana, una muchacha rubia estudiante de periodismo que

ha recibido en Francia numerosos premios por parte de

está haciendo un trabajo sobre los magrebíes en Barce-

su joven auditorio. El distanciamiento logrado gracias al

lona. Ana representa otra posición dentro de una socie-

humor y a la diversidad de posiciones actanciales que

dad que está intentando comprender el funcionamiento

parecen tomar la voz protagonista lo convierten en un

de los prejuicios étnicos. La aventura de Said terminará

relato nada dogmático y muy oxigenante. En un primer

con su expulsión de España, pero antes tomará la pala-

momento, parece que la intriga vaya a girar en torno a

bra para denunciar públicamente al grupo ultra dere-

los tres hermanos Morlevent, que se han quedado huér-

chista que los ha agredido.

fanos. La aparición en escena de Bart, su hermanastro

En la obra Cambio de amigos de Pedro Sorela

homosexual, parece que inclinará la balanza de la tute-

(2005), el protagonista es Juan, un adolescente de 13

la de los niños hacia Josiane, otra hermanastra heterose-

años que ve alterada su vida cuando su padre se queda

xual que no puede tener hijos. Los acontecimientos se

en paro y tiene que regresar a Madrid. Juan —que tiene

precipitan, y hay que reconocer que el último capítulo

que abandonar Barcelona— sólo comienza a compren-

«Cuando la casa Morlevent encuentra un techo y el lec-

der el sentimiento de exclusión social que experimenta

tor tiene que admitir que la vida es así», podría ser cier-

cuando lo reconoce en otro: «Cuando Manolo le dijo

to. Cáncer, leucemia, violencia doméstica, homosexua-

aquello de que “¿Por qué no te vuelves a tu país con tu

lidad..., este texto toca casi todos los temas conflictivos

familia? Nada podemos hacer aquí por vosotros”, sentí

de nuestra sociedad. El final feliz ante tanta desgracia, y

que ya había oído eso en algún sitio. Sentí que me lo

sobre todo, el reconocimiento legal del joven homose-

habían dicho a mí» (p. 63). Me parece interesante el

xual, Bart, como defensor judicial de los niños lo con-

final del texto, cuando Juan toma la iniciativa de orga-

vierte en un texto esperanzador.

nizar una cena de Navidad con sus nuevos amigos. Para

Como vemos, el modelo sociocultural que encontra-

Juan, reconocer en otro el sentimiento de expulsión es

mos en la LIJ empieza a dar cuenta de la compleja red

lo que le hace reconocerse como persona; en definitiva,

de relaciones culturales que están presentes en nuestra

lo que le ayuda a madurar y construirse una identidad

sociedad. Y aunque el modelo cultural que todavía está

nueva. Sabemos que sólo aceptando quienes somos

presente sigue siendo el hegemónico, empezamos a

desde una relatividad de opciones podremos construir

reconocer otras voces y actitudes que no dejan de resul-

una identidad individual abierta a la diferencia. Al

tarnos esperanzadoras. En La aventura de Said de Josep

experimentar el tú, la identidad del yo madura, ya que,

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

162

al aprender a reconocernos en el otro, no sólo descubri-

supone claramente un reto que no sólo es educativo.

mos simpatías ideológicas o afectivas, sino que, sobre

Necesitamos desarrollar un sentimiento de pertenencia

todo, reconocemos en el otro alguien capaz de promo-

en un modelo de ciudadanía múltiple. Y esto lo encon-

vernos como persona más allá y por encima de afinida-

tramos claramente en dos libros. Paloma, llegaste por el

des o diferencias ideológicas o étnicas. Poner de mani-

aire de Patxi Zubizarreta (1999) es un cuento para pri-

fiesto el carácter abierto de la realidad humana nos

meros lectores. El discurso comienza un día de clase. La

hace encontrarnos involuntariamente con el otro, lo

maestra explica la vida del cuco, un animal que aban-

cual exige respeto y, por supuesto, renuncia a la volun-

dona a su crías en los nidos de otros. Entre los alumnos

tad de poder y dominio sobre los demás (véase Luis

se encuentra Paloma, una niña africana que ha sido

Aranguren, 1998, p. 44).

adoptada por una familia española. Y aquí asistimos a la

Frente a los sentimientos que acompañan a la exclu-

voz que reacciona interiormente. Abandonada por su

sión, se alza la importancia de valorar la importancia de

madre africana en un avión con destino a España con la

la construcción de una identidad que integre la diversi-

esperanza de que a su llegada encuentre una oportuni-

dad social, étnica y genérica, y que promueva la cohe-

dad de vida, Paloma, en España y Kasai, en África, nos

sión social. Y el concepto de ciudadanía intercultural es

pregunta: «¿Qué sabe nadie de las razones del cuco

el que nos ayuda a configurar una sociedad donde que-

para abandonar a sus crías en los nidos de otros?». Y

pan todos y todas, desde su propia diferencia y diversi-

aunque parezca curioso, a Paloma-Kasai la aceptación

dad.4 En este punto me gustaría destacar el sentimiento

de sí misma a partir de la comprensión le proporciona

de pertenencia de una persona a una determinada comu-

un sentimiento de pertenencia doblemente enriquece-

nidad política y su capacidad individual como miembro

dor. Tiene la suerte de tener dos madres. Ese mismo sen-

activo de dicha comunidad. Esta es la razón de que las

timiento lo encontramos en Los reyes del horizonte de

iniciativas de Said en cuanto a tomar la palabra en el jui-

Janine Tesón (2003), donde Myrien, una abuela france-

cio para denunciar los graves hechos que han ocurrido, o

sa-argelina le desvela a su nieto, al final de su vida, el

bien el reconocimiento legal del joven Bart y su derecho

largo viaje que ha llevado a cabo desde su lugar de

a tutelar a los jóvenes Morvelent, o el nacimiento de una

nacimiento, un remoto pueblo de Argelia, hasta llegar a

idea integradora en Juan me parezcan significativas de

ser la fotógrafa parisina tan reconocida del presente de

esa dinámica participativa en un espacio social.

la historia. El distanciamiento temporal ayuda a enten-

La pérdida de este sentimiento de pertenencia, ante

der el lento proceso de integración y conciliación de

el que sólo podemos proponer caminos de integración,

culturas encontradas: «Como ves, Félix, he tenido la

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

163

suerte de haber tenido tres padres en mi vida. Tres ver-

paces de solucionar esta perdida, deben pintar de nuevo

daderos padres» (p. 22). El largo y desgarrador viaje de

la realidad cotidiana, siendo los niños y niñas quienes

Myrien en tanto niña huérfana y argelina, que cuenta su

pintarán la ciudad («Lo hicimos a nuestro aire, sin que

vida a su nieto, ciudadano francés, en un presente

nadie nos molestara» p. 38). Es interesante comprobar la

narrativo de la primera guerra mundial, muestra un

reacción de los adultos, que forman parte de un modelo

camino de esperanza para lograr la incorporación efec-

de seres adultos serios y faltos de imaginación. El humor

tiva de otras voces a la identidad cultural de una nación.

gana la batalla y los otros —la infancia— toma la pala-

El centro del laberinto de Agustín Fernández Paz es

bra: «La ciudad es ahora la más divertida del mundo. Mi

una novela de ciencia ficción. En ella, su protagonista,

casa es verde de arriba abajo, con geranios de hoja pla-

un joven llamado David, acompaña a su madre, que

teadas adornando el balcón. Las naranjas son blancas y

ocupa un importante cargo en la esfera de poder a un

los gatos brillan como si fueran de oro en un jardín com-

viaje a la tierra de sus antepasados. Un accidente fortui-

pletamente azul. Pero si quieres verla, date prisa. Tendrás

to pondrá en contacto al joven con Brenda, una joven

que venir antes de la próxima nevada».

de la ZNC. Este texto no está exento de cierto romanti-

En Si tienes un papa mago… de Gabriela Kesselman

cismo, ya que David decidirá permanecer con Brenda,

(1995), el «otro» está representado por otro comporta-

una joven que simboliza un modelo social más ecológi-

miento adulto, el que nace del corazón y de la manifes-

co que ha respetado las diferencias culturales. El libro

tación del amor. Ante una galería de padres que despi-

supone una advertencia sobre los riesgos de homogeni-

den diariamente a sus hijos con palabras útiles, otro

zación cultural en una sociedad global. Podemos decir

padre dirá las palabras mágicas que iluminarán el día

que en este caso la ficción ilumina la realidad, y una

de su hijo, haciéndole sentir alguien especial: «Enton-

vez más comprender el texto significa que comprende-

ces, su papá le dio una vuelta por el aire y un montón

mos un poco mejor las perdidas y las ganancia de un

de besos. Y, además, le dijo: ¡CHIQUI,

modelo social excesivamente tecnificado.

FELIZ!».

QUE TENGAS UN DÍA

Y por último me gustaría referirme a un libro para pri-

En conclusión y para terminar, podemos decir que el

meros lectores (lo he dejado para el final, precisamente,

modelo que impera en la actual narrativa infantil y juve-

porque en él la dialéctica del otro se enmarca en el

nil sigue siendo mayoritariamente el hegemónico, pero

modelo de ser adulto). Se trata de Nieve, renieve, reque-

podemos encontrar personajes que contraponen «otras»

tenieve de Xosé Cermeño (1995). Una comunidad social

voces frente a estos modelos. Se percibe la distancia

ve cómo la nieve borra los contornos de su ciudad. Inca-

temporal en algunos libros, como La niña de plata, don-

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

164

de el sentimiento de rabia e impotencia de Rogata no

cio textual da lugar a una experiencia de lectura verda-

deja lugar a dudas sobre la realidad de rechazo al

deramente gratificante y prometedora. Sembrar imagi-

«otro», o como La aventura de Said o Maíto Panduro,

nativamente nuestra sensibilidad con referentes artísti-

donde encontramos «otros» personajes que, al oponer-

cos en los que la cohesión sociocultural no sólo es posi-

se a ese modelo excluyente, ofrecen caminos de conci-

ble, sino que además da como resultado un magnífico

liación y cohesión con la diversidad. Son los otros —los

producto estético, nos anima a pensar que la literatura

excluidos, como Juan, Said, las mujeres como Sandra,

puede ayudar a construir eficazmente una identidad

los homosexuales como Bart, los niños y las niñas—, los

literaria e individual más democrática.

que toman la palabra reivindicando su derecho a ser quienes son. En este sentido, podemos decir que la narrativa infantil y juvenil actual se encuentra comprometida desde su función socializadora con propuestas democráticas de construcción de una ciudadanía abierta y no excluyente. En segundo lugar, en esta narrativa percibo comportamientos infantiles que ofrecen otra mirada, y al hacerlo cuestionan e interrogan a los adultos. Con ello, tanto la infancia como la juventud expresan su disconformidad con el modelo social propuesto y reivindican su derecho a ser oídos y escuchados. Así, en Susana, ojos

negros y Nieve, renieve y requetenieve, vemos cómo los niños y niñas son los que, imponiéndose a los discursos hegemónicos de los adultos, ofrecen alternativas y caminos de conciliación, allí donde los adultos sólo proponen exclusión, injusticia y desigualdad.

BIBLIOGRAFÍA Aranguren Gonzalo, L.A. y Sáez Ortega, P. (1998):

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En tercer lugar, encontramos originales e innovado-

nil como útil de aproximación y comprensión de la

res productos creativos que incorporan la diversidad

diversidad cultural», en Actas XXIV Congreso Interna-

cultural y étnica. Tal es el caso de Madlenka, de Peter Sís

cional del IBBY, Literatura infantil, espacio de libertad,

(2000). La convivencia de todas las culturas en un espa-

Madrid, OEPLI, pp. 29-36.

El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

165

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El ‘otro’ en la narrativa actual infantil y juvenil

166 NOTAS 1

Cuando los niños incorporan las convenciones literarias a su yo narrativo, aceptan, al menos intuitivamente, que pueden indagar y explorar la realidad a través de la imaginación. Más información en M.ª Isabel Borda Crespo (2003), «La identidad cultural a través de los textos literarios infantiles y juveniles. Propuesta de lectura» (en prensa).

2

Nos encontramos a este respecto dentro de una concepción posmoderna de la identidad personal. Véase, entre otros, M.ª Inés Massot Lafon, 2003, pp. 26 y ss.

3

Recogido en Susana Reisz, 1999, p.142.

4

Más información en E. Soriano Ayala, 2001, pp. 92 y ss.

Mº ISABEL BORDA CRESPO Trabaja en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga. Imparte docencia en Didáctica de la Literatura, Animación a la lectura y Literatura infantil y juvenil. En la actualidad es coordinadora del programa de Doctorado «Didáctica de las Lenguas y la litetarura», siendo responsable de la línea de investigación «Didáctica de la literatura en la enseñanza no especializada. Literatura infantil y juvenil. Perspectivas y orientaciones». Además es coordinadora responsable del Proyecto de Innovación educativa: «Las prácticas de enseñanza de los maestros/as de educación primaria en el contexto de las bibliotecas escolares»

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