EL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN EUROPA CRONOLOGÍA, YACIMIENTOS, CULTURAS Y FORMAS DE VIDA

EL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN EUROPA CRONOLOGÍA, YACIMIENTOS, CULTURAS Y FORMAS DE VIDA Contexto humano, ambiental y geográfico del Paleolítico Superior

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EL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN EUROPA

CRONOLOGÍA, YACIMIENTOS, CULTURAS Y FORMAS DE VIDA Contexto humano, ambiental y geográfico del Paleolítico Superior. Periodización y utillaje lítico del Paleolítico Superior. Formas de vida económica, asentamiento y hábitat. Mundo funerario y espiritual en el Paleolítico Medio.

EL PALEOLÍTICO SUPERIOR CONTEXTO HUMANO, AMBIENTAL Y GEOGRÁFICO CUESTIONES PRELIMINARES Y CONCEPTUALES • El concepto de Paleolítico Superior es, una vez más, un concepto evolutivo empleado para referirse a un periodo final en el Paleolítico en el que se aprecian grandes cambios en la industria lítica y que fue estudiado y organizado a partir de la secuencia estratigráfica de diversos yacimientos franceses (CHÂTELPERRON, AURIGNAC, LA GRAVETTE, SOLUTRÉ, y LA MADELAINE) por el abate H. Breuil. Es el periodo que mejor se conoce, a pesar de ser el menos dilatado en el tiempo. • Cronológicamente, se extiende desde el 40.000 a. C. hasta el 10.000 a. C., y, por tanto abarca una época en la que nos encontramos, inicialmente, con la pervivencia de tipos humanos y utillaje lítico propios del Musteriense (Homo Neandertalensis), aunque, a partir de un determinado momento, la expansión del Paleolítico Superior coincide con el surgir del Homo Sapiens Sapiens, tipo humano característico de este periodo, y con la gran variación y complicación de la industria lítica. CONTEXTO HUMANO Y AMBIENTAL • El tipo humano que acaba imponiéndose (tras un periodo de segura convivencia, e incluso cruce, con el Homo Neandertalensis) es el del Homo Sapiens Sapiens, definido a través del tipo de Cro-Magnon, en casi todo semejante al hombre actual. • Desde la perspectiva ambiental y climática, estamos en las fases del Würm III y IV, que se cuentan entre las más frías del Paleolítico, con sólo algunas oscilaciones templadas en la fase de Böling y de Alleröd. • Por tanto, tendremos un entorno en el que la vegetación avanza y retrocede; en que la vida en cuevas se generaliza; se vive de la caza de los animales (típicos de entornos fríos); y muchas condiciones y formas de vida pudieron ser semejantes a las de algunos esquimales.

EL PALEOLÍTICO SUPERIOR

NOVEDADES DE LA INDUSTRIA LÍTICA (Y ÓSEA) RASGOS BÁSICOS DE LA INDUSTRIA LÍTICA • Se generaliza y extiende la talla laminar, es decir, el trabajo sobre lascas más largas que anchas. Ello indica un mayor interés en aprovechar al máximo la materia prima y rentabilizar su uso en relación a una determinada función. • Se incorpora plenamente (o, al menos, empieza a documentarse) el trabajo sobre hueso, marfil (astas de cérvidos y defensas de mamuts) y madera: la industria osteodontoquerática. La industria lítica se resiente de esa novedad, al documentarse un amplio número de buriles, pieza clave para el trabajo de las nuevas materias primas. El trabajo de este tipo de industria hace, además, que la preocupación estética se una a la funcional. PRINCIPALES NOVEDADES FUNCIONALES 1. BURILES. El retoque de buril (en realidad es un retoque, no tanto una pieza) se obtiene por un golpe en la lámina que hace que salte una lasca dejando una arista de borde corto y resistente. 2. RACLETTES. Se trata de raederas/raspadores de una forma redondeada característica. 3. LAMINILLAS. Se trata de microlitos sueltos, a veces con dientes de sierra, reaprovechados como buriles…. 4. AGUJAS. Trabajadas sobre hueso, son piezas óseas de animal (fundamentalmente fragmentos de tibias de animal que se astillarían) con una perforación en la parte superior y casi siempre de sección circular con diámetro decreciente hacia la punta. 5-6. AZAGAYAS. Son piezas semejantes a las agujas, que se singularizan en el corte de su base. Así, las hay de base hendida (5), o de bisel (6), dos tipos de modificaciones del hueso destinadas a enmangarlas. 7. ARPONES. Son puntas de hueso en las que se delinean una serie de dientes. Incorporan en ocasiones un pequeño orificio en la base, lo que nos remite a actividades pesqueras. 8. PROPULSORES. Piezas más o menos complicadas, generalmente de madera o hueso, de unos 50 cms., con un tope final y una acanaladura por la que se deslizarían los objetos que con ellos se lanzarían.

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EL PALEOLÍTICO SUPERIOR INICIAL CHATELPERRONIENSE O PERIGORDIENSE INFERIOR • 36.000-32.000 a. C.: CHÂTELPERRON (Francia), ARCY-SUR-CURE (Francia), COMBE-CAPELLE (Francia); CUEVA MORÍN (Cantabria, España). • El tipo humano característico es todavía el Homo Neandertalensis, aunque sin descartar una posible convivencia con los tipos del Homo Sapiens inicial. • Periodo climático de frío riguroso, en un entorno faunístico de especies como el reno, el rinoceronte, los équidos y los bóvidos y pocos mamuts, ciervos o jabalíes.

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• La industria lítica es semejante a la del Musteriense de Tradición Achelense. Se individualizan los retoques de buril (2), las raclettes (3), y las láminas truncadas (5) en cuyo extremo se ha hecho un retoque abrupto, como el que también individualiza a las láminas de dorso o cuchillos de Châtelperron (1). Siguen existiendo las puntas de tradición musteriense (4).

AURIÑACIENSE • 35.000-28.000 a. C.: AURIGNAC (Francia), LA FERRASSIE (Francia), EL CASTILLO (Cantabria, España). • Parece que la paleoantropología concluye hoy en día que este es el momento en que se produce la ruptura entre el Homo Neandertalensis y el Homo Sapiens, que acaba por imponerse. • Periodo climático marcado por el frío y la humedad en inicio, que fue calentándose progresivamente. La fauna y la flora oscilarán entre renos, caballos, ciervos, jabalíes, mamuts, osos cavernarios, rinocerontes lanudos, pinos, encinas y helechos (fases más frías) y ciervo y una masa arbórea más desarrollada (fases más cálidas). • Con gran diversidad de materias primas (sílex, cuarzo o cuarcita), se individualizan los raspadores de lasca gruesa carenada (1-2) y los denominados de hocico (3); las láminas Auriñacienses, estrechas y alargadas (4-5); y las hojitas Dufour, sobre microlitos, semejantes a los cuchillos de dorso pero con retoque abrupto bifacial (6). Se mantiene el retoque buril, aunque poco presente (7). Se empiezan a fabricar útiles de hueso, en concreto las azagayas de bisel (8) y de base hendida (9).

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EL PALEOLÍTICO SUPERIOR INICIAL GRAVETIENSE O PERIGORDIENSE SUPERIOR

• 29.000-21.000 a. C. (en realidad es una época que coincide, en la cronología, con algunas de las cronologías del Chatelperroniense y aun del Auriñaciense, haciéndose la distinción sólo en función de las áreas regionales): LA GRAVETTE (Francia), BRASSEMPOUY (Francia), WILLENFORD (Austria), DOLNI VESTONIÇE (Chequia), PARPALLÓ (Valencia, España).

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• Fase climática de marcado carácter frío , muy seca en la Europa Oriental (consiguiente fauna de renos, mamuts, rinocerontes lanudos, bisontes, y roedores sobre una vegetación de estepa) y de mayor humedad en la Europa Occidental (ciervos sobre una vegetación más arbórea).

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• La industria –que incorporará algunos útiles en hueso aunque en menor medida que en el Auriñaciense, básicamente punzones (1-2) y azagayas bicónicas (3)– tiene su fósil director en las puntas de La Gravette (4), que mezclan la lámina de dorso (5-6) y la punta laminar. Como ellas, las piezas pedunculares (7) irían destinadas a enmangarse en madera (8). Dichos pedúnculos son especialmente prominentes en las denominadas puntas de Font-Robert (9). El resto de piezas serían las raederas (10), las láminas truncadas que existían ya en el Chatelperroniense (11-12), a veces, incluso, bitruncadas (13). Por lo demás, empiezan a desarrollarse las laminillas microlíticas con dientes de sierra (14-15) o sin dientes y retoque de buril tipo Noailles (16). Es el momento en que empieza a desarrollarse el arte sobre soporte de madera, marfil o hueso, con representaciones de figuritas zoomorfas o de pequeñas “Venus” . Se documentan arqueológicamente los colgantes (17).

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EL PALEOLÍTICO SUPERIOR MEDIO: EL SOLUTRENSE • 22.000-18.000 a. C. (denominado, a veces, “episodio Solutrense”, por su brevedad): LES EYZIES (Francia), SOLUTRÉ (Francia), ALTAMIRA, HORNOS DE LA PEÑA (Cantabria, España)…, y la mayor parte de las cuevas que, en la Península Ibérica, contienen manifestaciones de arte parietal, que parece se encuadra a partir de este momento. • Climáticamente, el Solutrense se inicia con un período frío y seco donde el reno es la especie dominante, al que luego le sucede la fase de benignidad de Lascaux, con la que se cierra el periodo. • La industria lítica sólo supone un perfeccionamiento de las grandes novedades que habían aparecido en el Paleolítico Superior Antiguo y que iban relacionadas con el diseño de piezas destinadas a ser enmangadas en madera, por tanto, dotadas de hendeduras y pedúnculos. Ese perfeccionamiento va acompañado de lo que se denomina el “retoque Solutrense”, un retoque plano, horizontal y cubriente que no sólo se documenta en Europa, también en el Norte de África e incluso en América. La extensión de dicho retoque sobre las caras de la pieza (unifacialmente: 1) o bifacialmente: 2, 4 y 8) marca la diferencia entre el Solutrense Inferior y el Solutrense Medio. Así, el denominado Solutrense Superior se caracteriza por una extensión del retoque bifacial y una generalización de los pedúnculos (3-4). Son características las puntas de hoja de laurel (1, 6 y 8), las puntas de muesca (3 y 7), las puntas se base cóncava (9), y las puntas de pedúnculo y aletas (4). Por lo demás, perviven formas como los raspadores (5) o perforadores (2) a los que les afecta el tipo de retoque Solutrense característico de este periodo.

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EL PALEOLÍTICO SUPERIOR RECIENTE: EL MAGDALENIENSE • 18.000-10.000 a. C.: LA MADELAINE (Francia), LASCAUX (Francia), LORTET (Francia), ALTAMIRA (Cantabria, España), PARPALLÓ (Valencia, España). Muchos de los yacimientos incorporan también manifestaciones de arte parietal. • Excepto por algunos periodos de mayor rigor (denominados Dryas), nos encontramos con un periodo climático de atemperación. Ello genera una fauna de caballos, renos, bisontes, uros, cápridos y antílopes, que, por otra parte son los que se representan en el arte parietal. • La industria más que por la industria lítica se caracteriza por la industria ósea, que, de hecho, es la que marca la diferencia –al incorporar los arpones– entre las facies I-III y IV-VI del Magdaleniense. Las puntas de flecha suavizan sus pedúnculos, siendo éstos, a veces simétricos como en la punta Teyat (1-2) o asimétricos como en la denominada punta Hamburguiense (3). Siguen perviviendo algunas formas típicas de facies anteriores como las raclettes (4), los retoques de buril, individualizándose, a partir del Magdaleniense IV, el denominado de pico de loro (5), y el utillaje sobre hojas y hojitas (6-7), típico del Magdaleniense II. La gran novedad del utillaje está en el hueso, que, aún manteniendo las azagayas de bisel (8 y 9), incorpora como novedad los arpones con una o dos hileras de dientes (10), ya típicos del Magdaleniense Final.

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FORMAS DE VIDA Y DE ASENTAMIENTO PALEOLÍTICO SUPERIOR INICIAL

• La caza parece la actividad económica fundamental, a juzgar por los restos faunísticos aparecidos en algunos yacimientos. Sobre todo, se trata de bóvidos y de cérvidos en Europa Occidental, y de renos, mamuts y osos cavernarios en la Europa Central. • Al tratarse de una época de gran rigor climático, el hábitat debió hacerse fundamentalmente en cuevas. Esa tendencia, clara durante el Perigordiense (sólo en la GROTTE DU RENNE, Francia aparece una cabaña con defensas de mamuts y continuidad de niveles), y que se conserva en el Auriñaciense en Europa Occidental (CUEVA MORÍN, en Cantabria, con preparación de fondo de cabaña) se rompe para Europa Oriental donde parece habitarse al aire libre, en tiendas (KOSTIENKI, Rusia; RYDNO, Polonia; MOLODOVA, Rusia; DOLNI VESTONIÇE, Chequia; BARCA II, Eslovaquia…).

PALEOLÍTICO SUPERIOR MEDIO

• La caza sigue siendo la actividad económica esencial. Es el momento, además, en que algunas de las piezas se pintan en las paredes de las cuevas (arte parietal). La caza se especializa, surgiendo no sólo una caza oportunista sino estratégica (SOLUTRÉ, Francia), e incorporándose la caza menor (conejos, aves…). Tal vez los cantos rodados que aparecen sometidos al fuego en algunos yacimientos documenten un sistema de cocción tipo Kaiku. • Se habitan cuevas y abrigos, con la modificación originada por la delimitación que a veces se hace de los espacios a partir del centro, que es el hogar. En FORNEAU DU DIABLE (Francia) se construyó un muro cuadrangular a modo de gran cabaña, a la vez que se vació la cueva de sedimentos anteriores en una labor de limpieza.

PALEOLÍTICO SUPERIOR FINAL

• Junto a la caza, la especialización de la industria ósea nos documenta una actividad pesquera (nunca de profundidad) a través de los arpones, pescando sobre todo salmones y truchas y efectuando marisqueo de conchas. Algunos signos del arte parietal se han interpretado como rediles de captura o conservación…¿de ganado?, y las defensas de mamuts como posibles bienes de intercambio. • Habitualmente en cuevas, se empieza a intuir una diferenciación entre lo que se ha llamado “hogares domésticos” y “hogares satélites” (PINCEVENT, Francia); se prepara de forma diferente el pavimento de unas zonas u otras de la cueva (TITO BUSTILLO, Cantabria, España); se documenta actividad de hábitat sobre todo en las entradas (EL CASTILLO, Cantabria, España) y de arte en las galerías interiores, que, en cualquier caso, a veces aparecen pavimentadas para aislarlas de la humedad (GROTTE D´ENLENE, Francia). La mejora del clima forjó algunos campamentos de cabañas (LE CERESIER, Francia).

EL PALEOLÍTICO SUPERIOR

ENTERRAMIENTOS Y ESPIRITUALIDAD ESTÉTICA Y ESPIRITUALIDAD

• Parte del arte rupestre que se desarrolla en esta etapa (especialmente el arte mueble y el arte pre-parietal del Auriñaciense) parece remitir a un culto a la fertilidad y a la fecundidad. Así, conocemos grabados sobre rocas que representan vulvas femeninas (LA FERRASSIE, Francia), y en el arte mueble abundantes estatuillas de las denominadas Venus en las que se exageran sus caderas y pechos con una uniformidad estilística sorprendente por toda Europa (WILLENDORF, Austria; BRASEMPOUY, Francia; DOLNI VESTONIÇE, Chequia…). • A partir del Magdaleniense –en que se generaliza el arte parietal propiamente dicho–, las representaciones de animales parece que remiten a un determinado “ritual o mitología de caza”. Ello encontraría su refrendo en las representaciones de hechiceros o chamanes (TROIS FRÈRES, Francia). En cualquier caso, el grado de desarrollo mental que implica el captar en el plano figuras tridimensionales permite pensar en un pensamiento refinado de carácter religioso. • Por las bolitas de ocre que aparecen en algunas cuevas y por los tocados que se documentan en algunos enterramientos (MENTON, Francia o SUNGIR, Rusia) parece que hubo una cierta preocupación por la estética personal. Del mismo modo, algunos útiles de hueso (ISTURITZ, Francia; AURIGNAC, Francia; ROC DE MARCAPAMS, Girona, España) en forma de flautas o silbatos remiten a un posible interés por la música y la danza.

MUNDO FUNERARIO

• Los enterramientos, en realidad no se modifican cualitativamente, pero sí cuantitativamente, es decir, ahora se conocen más pero, en realidad, tienen las mismas características que desde el Musteriense, con algo más de complejidad en ocasiones: - Enterramientos próximos a los lugares de habitación, generalmente individuales aunque, a veces, se incorporan luego otros cadáveres (CROMAGNON, Francia). En CUEVA MORÍN (Cantabria, España), se halló un molde de cuerpo humano que debió ser objeto de algunas modificaciones rituales (sometido al fuego y amputada la pierna) una vez muerto. - Los cadáveres siempre aparecen en unas posturas muy estandarizadas, generalmente de lado, en posición encogida, replegados junto a la cabeza, en referencia sin duda a posturas semejantes a las que se adoptan para dormir (CAP BLANC, Francia; MARKINA GORA, Rusia; BRNO III, Moravia…). A veces se hacen lajas de piedra (SAINT-GERMAIN-LA-RIVIERE, Francia) o de huesos de mamuts (PAVLOV, Rusia; DOLNI VESTONIÇE, Chequia, KOSTIENKI, Rusia…) - Se generalizan los ajuares (dos grandes lanzas de marfil en SUNGIR, Rusia) y también la costumbre de untilizar el ocre como elemento para espolvorear al muerto en busca de su inmortalidad o como elemento que preserva de la descomposición.

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