Story Transcript
El pensamiento ambientalista Guillermo Foladori *
Es posible agrupar diferentes posiciones acerca de la crisis ambiental: la tecnocentrista, la ecocentrista y la humanista o clasista. Estas perspectivas indican, según el autor, los modos ético-políticos de enfrentar el problema.
*Antropólogo, doctor en
Si algo caracteriza a la especie humana del resto de los seres vivos
Economía. Profesor e
es que su relación con la naturaleza externa y entre los propios
investigador del Doctorado
seres humanos se ha ido modificando a lo largo del tiempo.
en Estudios del Desarrollo,
La revolución industrial y el régimen capitalista de produc-
Universidad Autónoma de
ción inauguran un cambio radical en esa relación con la natu-
Zacatecas, México. Autor de
raleza externa, mediante dos procesos simultáneos. Primero,
varios libros: Controversias
concentra a los trabajadores industriales en enormes ciudades.
sobre Sustentabilidad;
La gran mayoría de los recursos naturales apropiados en diver-
¿Sustentabilidad?
sas regiones del mundo terminan su ciclo de vida, mayoritaria-
Desacuerdos sobre el
mente, en las áreas urbanas, agrupa los desperdicios y quita a
desarrollo sustentable;
los ecosistemas los nutrientes que garantizan su reproducción.
Por una sustentabilidad
En las áreas urbanas la concentración de los desperdicios hace
alternativa, entre otros,
imposible que los ecosistemas los digieran y los reciclen, pro-
y múltiples artículos en
vocando contaminación. Segundo, guía la producción hacia el
revistas especializadas.
incremento de la ganancia; un objetivo sin límite, que obliga a producir siempre más y, consecuentemente, a apropiarse de más y más recursos naturales en una carrera sin fin. El resultado de ambos procesos es la ruptura del metabolismo entre
42 I Anales de la educación común
artículos la sociedad humana y la naturaleza externa (Foster, 1999). Desde los años 60 del siglo
Si bien es cierto que cambiando determinadas tecnologías y procesos es posible co-
la sociedad
rregir problemas ambientales puntuales, esta
humana ha percibido que los niveles de depre-
posición no modifica tendencias intrínsecas
dación y contaminación ponían en riesgo la
a las relaciones capitalistas. No modifica la
reproducción de muchos ecosistemas, causa-
tendencia a producir siempre más y a utilizar
ban efectos perjudiciales a la propia sociedad
siempre más recursos naturales. No modi-
humana y podían, eventualmente, arriesgar la
fica la tendencia al desperdicio productivo,
reproducción económica capitalista. Lejos, sin
derivado de que la oferta y demanda nunca
embargo, se trataba de relacionar la forma ca-
coinciden cuando se produce para el mercado.
pitalista de producción con las consecuencias
No modifica la tendencia a generar productos
en la ruptura del metabolismo con la natura-
químicamente más complejos o nuevos, con
leza externa. Surgieron diversas interpretacio-
efectos crecientemente impredecibles sobre
nes de la crisis ambiental que respondían a
los ecosistemas y la propia vida humana. No
intereses económicos de determinadas clases
modifica la tendencia a expoliar el suelo más
y sectores sociales, como a posturas éticas y
allá de sus posibilidades de recuperación,
visiones del mundo. Lo único común a estas
mientras rinda ganancia económica. No mo-
interpretaciones era que el desarrollo humano
difica la tendencia a la producción de artículos
debía prestar más atención a los efectos sobre
suntuarios y bélicos. No modifica la tendencia
la naturaleza externa. Surgió así el concepto
a aumentar la diferenciación social y la inequi-
de desarrollo sustentable (World Comission for
dad, desplazando millones de personas de
Environment and Development [WCED], 1987).
unas áreas geográficas a otras. No modifica
Es posible agrupar las diferentes posiciones
la tendencia a apropiarse de riqueza por la
sobre la interpretación de la crisis ambiental
guerra, causando degradación ambiental de
contemporánea y la forma de enfrentarla en tres
alcance temporal incierto.
XX
grandes corrientes (Foladori, 2005 a). La primera
La segunda posición, que llamamos eco-
y hegemónica –por ser defendida por los orga-
centrista, representa a la sociedad como con-
nismos internacionales, la mayoría de los mi-
sumidora. Todas las personas, más allá de
nisterios de medio ambiente y planificación de
su posición de clase, son consumidoras de
los países, las cámaras de industria y comercio y
productos, usufructúan espacios naturales
las corporaciones multinacionales– la llamamos
y se relacionan de manera inmediata con el
tecnocentrista. Esta posición identifica la causa
medio ambiente externo y sus productos. Esta
de los problemas ambientales con tecnologías
posición no tiene tanta confianza en la tecno-
y procesos depredadores o contaminantes. Pero,
logía como solución a la crisis ambiental y, de
también, considera que es posible cambiar hacia
la misma forma que el consumidor tiene una
tecnologías limpias y energías sustentables. Sin
relación individual con el producto o la natu-
necesidad de expresarlo concientemente, esta
raleza con la cual se relaciona, considera que
posición defiende la producción capitalista, aun-
es la actitud individual lo que debe cambiar
que arropándola de medidas ambientales.
para superar la crisis ambiental. Esta posición Educación y ambiente I 43
adjudica la causa de los problemas ambienta-
externa, esta posición considera que no hay
les a veces a la tecnología, a veces a la actitud
tales intereses comunes. Entiende que la so-
personal, a veces a la ideología; y supone que
ciedad humana está dividida en grupos y clases
la naturaleza por sí misma es sabia y se auto-
sociales con intereses encontrados; y que son
rregula, y es la sociedad humana la que rompe
esas contradicciones sociales las que explican
ese equilibrio intrínseco. Tiene confianza en
el comportamiento con la naturaleza. Así,
el convencimiento individual y en el cambio
adjudican responsabilidades diferentes a las
de actitudes como instrumentos para transfor-
distintas clases y sectores de la sociedad capi-
mar la sociedad.
talista. Quienes son dueños de los principales
Si bien es correcto que una mayor conciencia
medios de producción, por ejemplo, disponen
ambiental facilita un cambio de actitud respecto
la forma en que se produce, el tipo de energía,
de la naturaleza, esta posición no establece las
y los recursos que se utilizan; sobre ellos recae,
relaciones causales que existen entre el sistema
por tanto, la mayor responsabilidad de los pro-
de producción y los problemas ambientales. Es
blemas ambientales. Las clases trabajadoras no
ingenua y voluntarista al privilegiar la actitud
pueden ser responsables ni de la tecnología de-
de las personas individualmente por sobre las
predadora y contaminante, ni del desperdicio
relaciones económicas materiales que condu-
que la producción para el mercado reproduce
cen al comportamiento depredador y contami-
permanentemente. Para esta posición ni la
nante. Destaca la ciencia de la ecología como
tecnología ni el convencimiento personal son
base para la educación y la concientización am-
soluciones radicales a la crisis ambiental. Re-
biental, sin reparar en que la ecología no expli-
conociendo que la principal causa de la crisis
ca las contradicciones sociales que son la base
ambiental está en las relaciones sociales capita-
de la organización de la sociedad humana y de
listas, esta posición confía en los movimientos
su relación con la naturaleza externa. Al organi-
sociales y en los intereses de las clases traba-
zarse en torno al consumo muy comúnmente
jadoras para presionar por un cambio en las
se enfrenta a grupos que representan clases o
relaciones sociales y, también, en las relaciones
sectores sociales, como sindicatos o el mismo
con la naturaleza externa.
gobierno, con lo cual pierde la perspectiva de
Tanto las propuestas de acción sobre los pro-
qué clases sociales pueden garantizar un cam-
blemas ambientales, como las alianzas políticas,
bio radical en la organización de la sociedad y
también se identifican con las distintas corrien-
con la naturaleza.
tes, y explican, en algunos casos, las contradic-
La tercera posición, que llamamos humanista
ciones que surgen entre diferentes actores. El
o clasista, considera que el comportamiento de
calentamiento global es un ejemplo elocuente.
la sociedad con la naturaleza externa depende
Hasta mediados de los años 80, la opinión de
del tipo de relaciones que se establecen al inte-
que la atmósfera se estuviese calentando no era
rior de la propia sociedad humana. A diferencia
hegemónica entre los científicos; y tampoco que
de las dos posiciones anteriores, que ven a la
las consecuencias fuesen perjudiciales para la
sociedad como un organismo con intereses
sociedad humana. En la segunda mitad de los
comunes que se relaciona con la naturaleza
80, la comunidad científica mayoritariamente
44 I Anales de la educación común
La posición humanista o clasista considera que la principal causa de la crisis ambiental está en las relaciones sociales capitalistas. concluye que se estaba dando un acelerado
no del calentamiento global (Foladori, 2005
proceso de calentamiento global, y que este
b; Pielke, Klein y Sarewitz, 2000; Sarewitz y
tenía causas técnicas, principalmente, por el
Pielke, 2000). La gran mayoría de las personas
consumo de combustible fósil. La posición de
afectadas son pobres y trabajadoras, asentadas
los gobiernos y los organismos internaciona-
en zonas de riesgo más baratas, con falta de
les, aunque con diferencias, consideraron la
condiciones materiales para enfrentar eventos
implementación de medidas, y la firma del
extremos, y un notorio desinterés de los gobier-
protocolo de Kyoto fue uno de los resultados.
nos por protegerlos con programas eficientes.
Tanto el protocolo de Kyoto, como otras pro-
Políticas y recursos dirigidos a estos grupos
puestas, reflejaban la posición tecnocentrista,
tendrían resultados inmediatos y previsibles,
que no incidía ni alteraba la dinámica capita-
como una disminución de muertes, reducción
lista y proponía cambios técnicos a largo pla-
de epidemias, reducción de pérdidas de em-
zo. Buena parte del movimiento ecologista se
pleo y demás. Pero esta alternativa significaría
sumó a estas propuestas, colocando en el cen-
poner el acento no tanto en las relaciones de
tro de las reivindicaciones la disminución de
la sociedad humana con la naturaleza externa
los gases de efecto invernadero. Esto último,
y en sus soluciones técnicas, como propone el
porque el calentamiento global está basado en
tecnocentrismo que representa los intereses del
evaluaciones y explicaciones científicas, y la
capital –y ha arrastrado junto con él a buena
corriente ecocentrista se apoyan en argumentos
parte del ecocentrismo– sino en las relaciones al
científicos. De esta forma los intereses de la
interior de la sociedad humana, y cómo estas
clase capitalista –con excepción de la ligada
condicionan un determinado comportamien-
a la explotación y el consumo de petróleo y
to con la naturaleza externa, como lo propo-
derivados– representada en la mayoría de los
nen las corrientes humanistas y clasistas.
gobiernos, logró el apoyo de movimientos eco-
En otros casos, el capital y las posiciones tec-
logistas. Pero, esta es una propuesta técnica de
nocentristas que lo respaldan han logrado se-
largo plazo y resultados inciertos, en la cual el
parar a los ecocentristas de los trabajadores. El
capital representado por los tecnocentristas ha
ejemplo de las “papeleras” en Uruguay a prin-
logrado aliarse con los ecocentristas.
cipios del siglo XXI es elocuente. El movimien-
Mientras tanto, millones de personas con-
to argentino de oposición a la construcción de
tinúan sufriendo las consecuencias de los
las fábricas de pulpa de papel en el lado uru-
eventos naturales extremos, como huracanes
guayo del Río Uruguay se lanzó, con espíritu
e inundaciones, sean estos consecuencia o
ecocentrista, contra los potenciales riesgos Educación y ambiente I 45
ambientales de tales emprendimientos. El
entraría, así como la previsible automatización
conflicto rápidamente se polarizó entre los
del trabajo en las explotaciones forestales y fá-
defensores del desarrollo y los defensores de
bricas de pulpa de papel), consecuencias todas
la naturaleza. Más allá del resultado final, el
de gran interés para los trabajadores urugua-
gobierno uruguayo consiguió aglutinar, en su
yos. En lugar de una alianza fecunda entre los
defensa de las empresas transnacionales, los
movimientos ecocentristas y las clases trabaja-
intereses de los trabajadores del país, gracias
doras, que rebasara los límites nacionales y se
a que el movimiento ecocentrista argentino
encaminara a acuerdos de desarrollo de defen-
centró sus críticas en los riesgos ambientales
sa del patrimonio natural, el capital de ambos
localizados, sin prestar atención a factores so-
países logró utilizar la demanda ecocentrista
cioeconómicos de mayor importancia (como
para aliarse a los trabajadores en un país y
las implicaciones del monocultivo forestal y
para obtener apoyo político de movimientos
la vulnerabilidad económica en que Uruguay
sociales, en el otro.
Bibliografía
Foladori, Guillermo, “Una tipología del pensamiento ambientalista”, en Foladori, G. y Pierri, N., ¿Sustentabilidad? Desacuerdos sobre el desarrollo sustentable. México, Miguel Ángel Porrúa, 2005 a. Foladori, Guillermo, “El papel de la ciencia en la moderna conciencia ambiental. El caso de los desastres naturales”, en Revista Saúde e Ambiente, Vol. 6, No. 1, Joinville, SC, 2005 b. Foster, John Bellamy, Marx’s ecology. Materialism and Nature. Nueva York, Monthly Review Press, 1999. Pielke, Roger, Klein, Roberta y Sarewitz, Daniel, “Turning the Big Knob: An evaluation of the use of energy policy to modulate future climate impacts”, en Energy and Environment, 11, 2000. Sarewitz, Daniel y Pielke, Roger, “Breaking the global warming gridlock”, en The Atlantic Montlhy, July, 2000. CED,
Our Common Future. Oxford, Oxford University Press, 1987.
46 I Anales de la educación común