El poder simbólico de los noticieros, representación de la realidad?

El poder simbólico de los noticieros, ¿representación de la realidad? Ángela María Bohórquez Oviedo. Comunicadora social y Periodista de la Universida
Author:  Luz Camacho Salas

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El poder simbólico de los noticieros, ¿representación de la realidad? Ángela María Bohórquez Oviedo. Comunicadora social y Periodista de la Universidad de Manizales. Candidata a Magíster en Ciencias Sociales de la Universidad de Caldas. Joven investigadora. Convocatoria Jóvenes investigadores Virginia Gutiérrez de Pineda del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias). Convenio con la Universidad de Manizales (2012). Carrera 22ª N. 73-120 Apartamento 506 Edificio Salamanca Tel. 3137193559 Manizales, Caldas [email protected] Resumen Los medios de comunicación al ejercer poder simbólico pueden llegar a imponer la definición del mundo social, conforme a las características de su campo de producción. Esta investigación descriptiva surge ante la necesidad de analizar cómo dicho poder puede establecer un sentido inmediato del mundo y de sus fenómenos, cuando los televidentes consumen producciones mediáticas sobre la corrupción política de Colombia. Para esto, se recolectaron noticias sobre los casos del ‘Carrusel de la contratación’ en la Alcaldía de Bogotá de Samuel Moreno y la crisis financiera de los hospitales de la misma ciudad, emitidas en Noticias RCN, Caracol Noticias y Noticias UNO durante cuatro meses. El objetivo es explorar los noticieros como un espacio social de fuerzas, con dominantes y dominados. En esta ponencia se presentarán los resultados preliminares de las categorías de análisis correspondientes a los instrumentos simbólicos y a la representación de la realidad de estos actos ilícitos. Planteamiento del problema Los medios de comunicación han sido concebidos como instrumentos que ejercen cierto poder en diferentes momentos de la tradición teórica de la comunicación. Así, han trascendido de la teoría clásica del Funcionalismo basado en la transmisión de herencia social, vigilancia del entorno, el entretenimiento que proponía Harold Lasswell (Mattelart & Mattelart, 1997) y de la misma concepción de la audiencia como pasiva. Hoy, las teorías contemporáneas analizan los medios como integrantes fundamentales de la comunicación en el desarrollo de un proceso social, en donde atribuyen sentido a la realidad, aportan más que información y en cambio, propician el diálogo entre la sociedad y la continuidad de las transformaciones de la cultura (Wolf, 1996). Ante una realidad social que no es solamente un conjunto de relaciones de fuerza entre agentes sociales, sino también relaciones de sentido, se constituye una dimensión simbólica del orden social. Los medios de comunicación están cargados de significación y su lenguaje se transforma en la fuerza para representar una autoridad, la manifiesta y la simboliza. Por eso, el poder simbólico que ejercen estos medios pueden “hacer ver y creer a la audiencia que está de acuerdo con la visión, el actuar y con la totalidad del mundo, representado en las creencias que se depositan en la legitimidad de lo que se expresa” (Gallegos, Gómez, Imaz, & Paredes, 2005, p.54).

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El sociológo francés Pierre Bourdieu (2001) desarrolla el concepto de poder simbólico en una realidad en la que los contenidos emitidos se pueden convertir en la palabra oficial y en el trabajo de un portavoz autorizado que actúa sobre otros agentes, en la medida en que su palabra contiene el capital simbólico acumulado por un grupo que le ha otorgado ese mandato. Con base en estos presupuestos teóricos, aparece la necesidad de reconocer el ejercicio de este poder de los noticieros comerciales de Colombia Noticias RCN, Caracol Noticias y Noticias UNO, para representar la realidad de la corrupción política entre las audiencias de Manizales (Caldas). Para Neveu (2007), la materialización de este poder permite obtener el equivalente de lo que se obtiene por la fuerza física o económica, pero depende de su reconocimiento entre los agentes involucrados, los que lo ejercen y los que lo sufren. Como resultado, Bourdieu (1997) explica que el Estado mismo puede disponer de los medios para imponer e inculcar los principios duraderos de división conformes a su propia estructura, como una especie de poder creador y casi divino para construir una realidad. Por esta razón, el poder simbólico se estudiará a partir de cómo los noticieros con mayor rating de sintonía en el país, contribuyen a la representación de la corrupción política, un fenómeno social en el que se usa un cargo público para beneficio privado […] y que puede disminuir el bienestar social por diversas razones” (Cárdenas & Steiner, 1998, p. 5). En el diseño del problema de investigación se definieron tres categorías de análisis. La primera se concentra en los instrumentos simbólicos desde dos perspectivas: los agentes y la producción técnica de la noticia del caso específico de corrupción política seleccionado. Como el poder está instituido por el lenguaje, cuando los medios de comunicación transmiten un mensaje, se requieren de algunos aspectos como la naturaleza del interlocutor, su posición y su estatus. De esta forma, se pueden distinguir entre agentes dominantes que cuentan con el derecho a hablar y los agentes dominados, quienes callan y reconocen a la autoridad. Bourdieu (2001) propone un Discurso ritual, en el que aparece la fusión del rigor de los gestos y las palabras sacramentales, como en una especie de contrato con quien está investido de poder y con el respaldo de una institución de autoridad para controlar la manipulación y la eficiencia simbólica de las palabras. Por este motivo, con base en la producción técnica de la noticia del caso de corrupción política seleccionado, se estudiará la creación simbólica de realidades a partir de la reunión de algunos elementos del universo periodístico como las fuentes de información, el género periodístico, la sección del noticiero en la que se emite, entre otras; las cuales suscitan integración social y posibilitan el consenso sobre el sentido del mundo de la vida y la reproducción del orden (Bourdieu, 2003). Como consecuencia de este planteamiento, nace la segunda categoría de análisis enfocada en la representación de la realidad de la corrupción política, en la que se pretende identificar la relación de las piezas que cobran valor y sentido para la formación particular de este problema en la sociedad. Pese a que la corrupción es un acto que carece de una única definición y de un cuerpo teórico, la revisión bibliográfica arrojó que es un problema social que se caracteriza, por un lado, por su naturaleza compleja, multifacética y cambiante aunque se presente en un contexto cultural homogéneo (Maingot citado en Restrepo, 2005); y por otro, por el encuentro de varios componentes como el motivacional-individual, el rol del Estado, del sistema político y de la estructura económica. Ante este panorama, en cada noticia sobre el caso específico de corrupción política, se buscará reconocer a los actores involucrados, la concepción que se emite sobre este problema, los costos sociales y si este acto se desarrolla como una violación 2    

de la ética del funcionario público, en dichos productos de los noticieros de televisión acreditados y reconocidos por la audiencia. Si el ejercicio del poder simbólico de los noticieros de televisión se refleja en las anteriores dinámicas, en las que sus noticias materializaron estas luchas simbólicas y definieron una cultura legítima, se convierte en principio de dominación y en orden de crédito o descrédito ante un fenómeno específico entre el público (Bourdieu, 2000), entonces, ¿cuál es el significado que las audiencias le otorgan a estas noticias sobre los casos seleccionados de corrupción política? Esta pregunta suscita la tercera categoría de análisis sobre los significados de la audiencia, la cual se estudiará desde los tres tipos de lectura que se proponen en el Modelo de Codificación y Decodificación de Stuart Hall, de los Estudios Culturales. Hall plantea que tanto el receptor y el emisor tienen una intencionalidad en la construcción y recepción de los contenidos. De manera que los significados tienen diferentes tipos de lecturas limitadas a partir de una clasificación del mundo social y de un orden cultural dominante: Lectura Preferida, Lectura Negociada y Lectura Oposicional. Este planteamiento teórico abre las posibilidades para analizar cómo la información de los noticieros comerciales de televisión puede mantener un orden social hegemónico y ciertos significados concretos para la audiencia que se concibe como activa. Este problema se construyó con base en las propuestas teóricas de Bourdieu sobre el poder simbólico ejercido en las palabras, en los discursos y en las imágenes con relación a las condiciones sociales de su recepción entre el público, tal como sucede en los noticieros de televisión. Esta elección se debe a que su propuesta teórica profundiza sobre la otra cara de los medios como un campo con reglas propias, con luchas entre sus agentes que poseen un capital y una posición distinta para modificar o reproducir una realidad, para justificar o legitimar la vida social. Para Bourdieu, los medios constantemente construyen simbólicamente verdades, establecen criterios de diferenciación social y hasta grupos sociales (Flachsland, 2003), más allá de lograr la efectividad con la que se transmite un mensaje para obtener la clásica retroalimentación. Por eso, para abordar este problema en esta ponencia, se presentarán los resultados preliminares de las dos primeras categorías de análisis, las cuales se están desarrollando en la actualidad. Antecedentes A continuación antes de discutir los resultados del análisis de esta investigación, primero se hará un recorrido por los antecedentes del poder y de las investigaciones realizadas en Europa, Oceanía y Latinoamérica sobre el poder simbólico relacionado con los medios de comunicación. Luego, se presentarán los aspectos teórico metodológicos que se tuvieron en cuenta para estudiar los casos específicos sobre corrupción política emitidos en los noticieros seleccionados. Con estas bases, se expondrán los resultados preliminares de la producción técnica de las noticias recolectadas entre el 15 de febrero y el 15 de junio de 2012, así como las conclusiones a las que se llegaron. Para explorar los antecedentes de este estudio se tuvieron en cuenta tres momentos para identificar el legado teórico, el estado y los enfoques del abordaje de este problema de investigación: primero, se reconocerán las diferentes propuestas teóricas sobre el poder desde Karl Marx y Max Weber, quienes lo definen como un fenómeno material relacionado con la 3    

fuerza, así como las del filósofo francés Michel Foucault que lo concibe como un fenómeno simbólico relacionado con el lenguaje. Estos presupuestos teóricos se han tenido en cuenta en esta revisión, debido a que se convirtieron en los cimientos para Bourdieu y sus planteamientos sobre poder simbólico. Segundo, se analizarán algunos supuestos del Funcionalismo como una de las primeras teorías de la comunicación mediática que estudió el poder en el ámbito político. Esto con el objetivo de contrastar la linealidad del modelo comunicativo, la efectividad de la persuasión y la carencia de libertad del receptor para asignar significados a los mensajes con un poder invisible que puede imponer la definición del orden social a través de agentes dominantes con capitales sociales, económicos y culturales, y de instrumentos simbólicos que no requieren del ejercicio de la fuerza para suscitar nuevos significados sobre actos específicos. Por último, se revisarán las investigaciones realizadas sobre poder simbólico en los diferentes campos de la comunicación en el mundo durante los últimos siete años, para explorar sus abordajes conceptuales, sus métodos y sus principales hallazgos. Primer momento: ¿qué es el poder? De acuerdo con Álvarez (1995), los primeros estudios sobre el poder se realizaron en los siglos XVII y XVIII. El concepto se concibe como una relación según el intercambio mercantil, un bien que se posee y que se cede mediante acuerdo con un sujeto primitivo de derechos naturales y con poderes. Para aquel entonces, el término adquiere una carga de prohibición, con efectos negativos, de rechazo, de represión y se comporta del mismo modo, aunque los espacios sean diferentes, en la escuela, el Estado y la familia, entre otros. El filósofo alemán Karl Marx aborda el poder a partir de los conceptos de dominación y dominados. Marx habla de una monarquía legítima como una expresión política de la dominación heredada de los señores de la tierra y de una monarquía que también data de la dominación usurpada de los burgueses (Marx, 1955). De manera que la separación de estas fracciones no radica en los principios, sino en las condiciones materiales de vida como dos especies distintas de propiedad: el antagonismo entre la ciudad y el campo, la rivalidad entre el capital y la propiedad del suelo (Marx, 1955). Las diferentes formas de propiedad y las condiciones sociales de existencia se construyen como una superestructura de sentimientos, ilusiones, modos de pensar y concepciones de vida diversos que se plasman de diferente forma. La clase entera las crea y las materializa en las relaciones sociales (Marx, 1955) y en consecuencia, el sujeto las reconoce como comportamientos y conductas establecidas. Este panorama demuestra que las confrontaciones e imposiciones entre dinastías, se reducen a los intereses en que se divide la burguesía: la propiedad del suelo y del capital, con el objetivo de aspirar a ser supremo y alcanzar la subordinación del otro (Marx, 1955). La burocracia se convierte en el medio para preparar la dominación de la burguesía y más tarde, “en el instrumento de la clase dominante” (Marx, 1955, p. 311). Sin embargo, más allá de esta propuesta del poder reflejado en la lucha de clases y en los medios del trabajo, otros autores se concentraron en el poder como dominación. Este es el caso de Max Weber. El sociólogo alemán afirma que éste es legítimo e implica el sometimiento al mandato porque es una función reguladora del comportamiento de los participantes de una acción social y de la vida cotidiana. 4    

Para Weber, los sujetos actúan bajo unas normas obligatorias de comportamiento, las cuales aumentan la probabilidad de que la acción vaya a ser repetida y por ende, incrementan la estabilidad de la pauta de comportamiento (Weber, 2007). El orden legítimo es la representación de una forma estructurada de regularidad que descansa en la estabilidad social, a través del derecho o desde la convención (Weber, 2007). Por eso, el sociólogo alemán menciona que al orden le atribuyen legitimidad en cuatro frentes: en virtud de la tradición, de una creencia arraigada en el ánimo, en algo que tiene un valor absoluto o por el orden establecido legalmente. En consecuencia, se presenta la dominación acompañada de la imposición como una función necesaria para regular la vida social, para que la minoría se someta a la mayoría por el hecho que las personas cuentan con unas determinadas características como las de nacimiento, residencia y territorio, entre otras. No obstante, las costumbres, los intereses materiales o la situación personal no las considera determinantes para construir una tipología de dominación, pues Weber edifica estas formas de manera sistemática, no histórica y parte de la racionalidad (Weber, 2007). Su planteamiento lo presenta en estructuras de poder que combinan elementos de diferentes tipos de dominación que sufren transformaciones. Por este motivo, es vital la existencia del aparato administrativo y de su actividad continuada para mantener la obediencia, la realización y el cumplimiento del ordenamiento, lo cual hace referencia a la organización (Weber, 2007). Ante estos planteamientos de Weber y los citados anteriormente de Marx, Michel Foucault afirma que no alcanzan a captar la versatilidad poliforma del poder en las sociedades modernas, por la representación del aparato estatal como una fuerza de ley que adopta la forma del Derecho y por su relación con un poder de clase (Álvarez, 1995). Foucault critica el presupuesto de un poder que opera negativamente con represión y como una substancia que se identifica con instituciones o aparatos. Por el contrario, el filósofo francés propone el poder como un fenómeno simbólico asociado con el lenguaje, en el que se gesta un juego discursivo con unas reglas definidas entre el que prohibe y el que se somete. Foucault manifiesta que el individuo es un constructo conformado y atravesado por las diferentes técnicas de poder. Sin embargo, la aplicación de dicho poder no remite a la violencia ni se ejerce por el secreto ni el ocultamiento o el engaño, sino por la producción del saber, la verdad y la organización de los discursos (Álvarez, 1995). Al contrario de Marx y de Weber, para Foucault la reducción del poder a la ley de prohibición es el equivalente a un acto de palabra, en la que se enuncia la ley como un discurso de lo prohibido. El poder se manifiesta en la forma de “No debes” (Foucault, 2007, p.95). Por eso, un poder esencialmente negativo se caracteriza por contar con un líder que prohibe y un sujeto que se somete a la prohibición. Según Foucault, estas situaciones se apoyan en el Derecho, el cual no solo ha servido como pantalla o ilusión, sino también como máscara y modo de representación de la acción real (Foucault, 2007). Por eso, el filósofo francés considera el discurso como uno de los lugares en el que se ejerce de manera privilegiada el poder (Foucault, 2005). El universo del discurso se delimita por procedimientos de control externos e internos. Los externos corresponden a los sistemas de exclusión como la palabra prohibida, la separación de la locura y la voluntad de verdad; mientras que los procedimientos internos son aquellos en los que se ordenan los discursos, se clasifican y se distribuyen a sí mismos en una dimensión de lo que acontece y del azar (Foucault, 2005). A partir de las ideas expuestas en su obra El 5    

orden del discurso, se puede deducir que en la sociedad se lucha por regular los discursos, entre aquello que se dice en conversaciones y que desaparece cuando se ha pronunciado, así como lo que permanece dicho y está todavía por decirse. Estas diferencias no son constantes, estables ni absolutas, como sucede con la desaparición de textos importantes y cuando los comentarios asumen sus lugares. Para Foucault (2005), el autor del discurso no es solo el individuo que habla y que ha escrito un texto, sino que es un principio de agrupación de un discurso, como unidad, origen de sus significaciones y foco de su coherencia. Es quien le imprime las unidades coherentes y necesarias al lenguaje de ficción para insertar el discurso en la realidad, incluso con sus experiencias y su vida personal. Por esta razón, el contexto del autor juega un rol primordial para su obra porque así es como recibe su época y las imágenes tradicionales de la cotidianidad. No obstante, el sujeto para participar en este juego, debe tener presente ciertas reglas para su acceso porque no todas sus partes son disponibles e intelegibles, aunque existen otras abiertas y sin restricciones para cualquier sujeto. Por ejemplo, la comunicación se encuentra al interior de un sistema de restricciones y no podría funcionar independendientemente de éste. Por eso, Foucault denomina la agrupación de dichos sistemas como ritual, a aquella puesta en escena en la que se definen los perfiles característicos de los hombres cuando hablan como los gestos, las posiciones, los comportamientos, las circunstancias y todo el conjunto de signos que deben acompañar el discurso (Foucault, 2005). De manera que los individuos definen su dependencia recíproca, es decir, según los discursos válidos que aceptan al parecer bajo la condición de reconocer las mismas verdades y aceptar ciertas reglas (Foucault, 2005). Todo esto se gesta dentro de un proceso de comunicación que mantiene o modifica la adecuación de los discursos con los saberes y los poderes. Así como Foucault propone el ensamble de ciertas reglas y roles de sujetos en la producción de discursos como un fenómeno simbólico, el Funcionalismo ya concebía la comunicación como estímulo de información que produce un efecto para conectar un sistema social, en el que también se requiere de manipulación de ciertos comportamientos para alcanzar las respuestas deseadas. Sin embargo, se puede deducir que dichos propósitos sociales se materializan debido a la existencia de un poder invisible que supera la fuerza física, a través de la persuasión y gracias a la carencia de libertad del receptor para resignificar los mensajes. Segundo momento: poder y comunicación mediática La concepción del poder trascendió a otros ámbitos del mundo de la vida como la comunicación mediática. Por eso, desde el siglo XIX cuando surgen los primeros medios como la radio, la televisión y luego, la internet; la Escuela de Chicago y en particular, el Funcionalismo, comienzan la discusión sobre el alcance y la naturaleza de los medios masivos (Ángel, 2010). Esta teoría inicia la discusión sobre el alcance y la naturaleza de los medios masivos (Ángel, 2010), la cual define a los medios como instrumentos indispensables para la gestión gubernamental de opiniones, unidos con la democracia y la propaganda. De esta manera, los medios consagran su omnipotencia como instrumentos de circulación de símbolos que resultan más económicos que la violencia y como única herramienta que suscita la adhesión de masas (Mattelart & Mattelart, 1997). Para esta tradición teórica, “la comunicación es un proceso de transmisión de información independientemente de que dicha información tenga como fin dar a conocer, persuadir o significar” (Ángel, 2010, p. 23). 6    

Hacia los años 40 y 50 Robert K. Merton y Paul Lazarsfeld proponen el Modelo del doble flujo de la comunicación en dos pasos, una teoría que se enfoca en estudiar los factores que tiene la audiencia para adquirir información bajo una Exposición selectiva, como una mayor exposición a un tema según los intereses y actitudes, y la percepción selectiva como una interpretación que transforma y modela el mensaje (Wolf, 1996). Lazarsferld y Merton aplican estos presupuestos en estudios empíricos para hallar la influencia de los medios de comunicación en la selección y votación de candidatos presidenciales en Estados Unidos. Como resultado, descubren que éstos no tienen una influencia decisiva en los votantes, sino que son persuadidos por unos grupos primarios, considerados como líderes de opinión, como la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, entre otros (Wolf, 1996). Estas acciones las denominan Efectos limitados y el Modelo queda constituido por dos escalones: en el primero se encuentran las personas relativamente expuestas a medios de comunicación y en el segundo, aquellos que frecuentan menos los medios y dependen de otros para obtener información (Wolf, 1996). Según Lazarsfeld (citado en Mattalert, 1997), los medios más que cambiar actitudes de los receptores, refuerzan predisposiciones y valores preexistentes. Por eso, se agota la función de la audiencia como ‘masa’ por la eficacia de la influencia personal que no modifica ni manipula porque depende de una red de relaciones sociales con el entorno, en la que se determinan apreciaciones y funciones sociales a los medios de comunicación . Sin embargo, es una propuesta que defiende la linealidad de su modelo comunicativo, le resta atención a la singularidad del receptor y se reduce a la efectividad de la comunicación por la transmisión del mensaje enviado y recibido de la misma forma. Además, sus bases conductistas limitan este proceso de construcción social a un estímulo de información que produce un efecto en un sujeto que sólo es persuadido, decodifica la información y no tiene libertad para asignar significados (Ángel, 2010). Este modelo mecanicista omite profundizar sobre la comunicación como un proceso social que depende del contexto y a la realidad subjetiva del sujeto, el poder que alcanzan dichos medios para representar y definir significados de fenómenos sociales, así como reproducir un orden establecido. La comunicación y los medios más que generar efectos y manipular a la audiencia para alcanzar la respuesta deseada, al ejercer su poder simbólico pueden legitimar distinciones a partir de los intereses y las posiciones sociales de los integrantes de un campo específico que soporta sus propias tensiones comerciales, culturales, políticas, económicas, entre otras. Además, pueden producir realidades simbólicas en las que se gestan los conflictos de la vida cotidiana y pueden posicionar instrumentos de conocimiento y de expresión que atienden a las luchas entre clases o intereses personales (Moreno & Ramírez, 2006). Todo esto basado en el consentimiento de los dominantes y los dominados para justificar la función social de la vida. Es así como estas razones suscitaron que la investigación se desarrollara desde la propuesta teórica del filósofo fránces Pierre Bourdieu sobre el poder simbólico. Por esto, surgió la necesidad de revisar la producción investigativa en torno a este fenómeno. Tercer momento: trayectoria del poder simbólico

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Para este tercer momento se encontraron investigaciones de los últimos siete años relacionadas con las categorías de análisis de poder simbólico, comunicación y corrupción política. Estos estudios se enfocan en mayor medida en la prensa y en la televisión. En el caso de la primera, la investigación El poder de los Medios en los Escándalos Políticos: la fuerza simbólica de la noticia ícono en España e Inglaterra, realizada por María José Canel y Karen Sanders (2005), se dedica a explorar ciertas palabras ícono con las que la prensa en España cubrió determinados hechos de corrupción política en la década de los 90 y que más tarde, se convirtieron en marcos interpretativos para comprender lo que sucedía en este campo. En este sentido, Albadejo & Zamora (2010) también han analizado la representación simbólica del escándalo de corrupción política desde la Teoría de los marcos periodísticos (Framing), aplicado al caso Umbra en España. Los resultados de estas dos investigaciones señalan que las noticias ícono llegan a funcionar como elementos simbólicos hasta convertirse en un componente emblemático de un momento coyuntural de la vida política, debido al rol que cumplen los medios para configurar la memoria social y construir narraciones que evocan significados externos. En ambos estudios se demostró que el poder de los medios no se determina por la labor del periodismo, sino que depende de los marcos interpretativos que se transfieren en la cobertura de los hechos para la representación simbólica y la repercusión social de los escándalos políticos. En Reino Unido, Emma Hughes (2007) examina el cubrimiento de los medios impresos sobre la modificación de la concepción genética en los cultivos GM (Genéticamente Modificados)1. Bajo los argumentos de Beck y Bauman, Hughes analiza cómo el debate sobre los cultivos GM retoma la recomposición de los discursos sobre seguridad, pureza, orden y certeza a través de la invocación de las categorías modernistas de nación y límites. Esta investigación se basa en la combinación de un profundo análisis textual de dichos cubrimientos y de las entrevistas con fuentes de medios claves para explorar los discursos de nación. Así, Hughes explora cómo la prensa británica y los diferentes actores promueven dichos puntos de vista a partir de sus propios valores sobre las noticias y las categorías de reportaje. La investigadora concluye que el poder simbólico invertido en el concepto de nación es un ejemplo de autoengaño individual y social, pues el mundo globalizado y las nuevas tecnologías de la modificación genética no las pueden controlar las viejas fronteras de la nación (Hughes, 2007). La investigación Child poverty and government policy: the contesting of symbolic power in newspaper constructions of families in need (Barnett, Hodgetts, Nikora, Chamberlain, & Karapu, 2007) realizada en Nueva Zelanda, indica que los medios juegan un rol central en el ejercicio del poder simbólico para definir y legitimar temas y soluciones. De esta manera, los hallazgos del estudio expresan el rol de los periódicos para cubrir el trabajo del gobierno de Nueva Zelanda para diseñar paquetes dirigidos a las familias con pobreza infantil. El Grupo de Acción contra la pobreza infantil (CPAG)2 los criticó públicamente por el apoyo financiero que les brindaron a familias que tenían trabajo y a familias beneficiarias con ingresos del Estado. En cuanto al campo televisivo, se han estudiado las dinámicas del poder simbólico de los productores de las secciones de política de los noticieros comerciales colombianos como                                                                                                                           1

Transgénicos.

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Por sus siglas en inglés, Child Poverty Action Group.

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Código Caracol de Noticias Caracol y La Cosa Política de Noticias RCN3 y de las audiencias de Manizales. Esta investigación partió de las intenciones comunicativas de los productores y de los significados de lo político para los equipos periodísticos responsables de dichas secciones (Ángel & Burgos, 2008). En su metodología realizaron grupos focales con televidentes, combinados por género, estrato, escolaridad y edad para identificar los sentidos que les generan estos contenidos, ya sea para tomar una posición preferente, negociada o de oposición, según los presupuestos del Modelo de Codificación y Decodificación de Stuart Hall, dentro de los Estudios Culturales. En consecuencia, los investigadores reiteran la necesidad de estudiar la comunicación desde los tres momentos del proceso comunicativo (producción, mensajes y recepción) y cada uno de los procesos que implica la lectura de textos (Ángel & Burgos, 2008). Para finalizar, los autores consideran que la audiencia tiene poder si se resiste o por lo menos si reflexiona en torno a los símbolos que pretenden integrarla hacia una ideología. Por eso, afirman que pareciera que la única opción para que la audiencia se resista y tenga poder es su mínima alfabetización en las reglas de los campos periodísticos y político (Ángel & Burgos, 2008). Para Ximena González (2007) en su investigación El poder simbólico de los medios de comunicación, a los espacios televisivos se les ha otorgado estatus como representantes del poder establecido y con capacidad de reconfigurar identidades contemporáneas. El objetivo de la investigación es comprender si dichos modelos funcionan realmente como cuadros referenciales que permiten a los individuos construir identidades propias y en oposición a ellos o si por el contrario, funcionan como modelos que propician la reproducción de imágenes que vehiculan (González X. , 2007). De esta forma, se concibe la televisión como un vehículo privilegiado para la construcción del imaginario social y como componente simbólico para la constitución y representación de la sociedad actual, para que se pueda leer a sí misma con sus fenómenos (González, 2007). Por la misma línea, Andreu Casero (2009) se basa en que la información periodística se le define como un elemento dotado de poder simbólico y por esta razón, su control se ha transformado en una prioridad para los actores políticos para estructurar la esfera pública, a partir de sus intereses y objetivos (Casero, 2009). En la investigación analiza las diferentes modalidades del sistema político en España para controlar la información periodística y las reacciones del campo periodístico, en especial la televisiva, a partir de cuatro formulas: la adopción de la lógica televisiva, la política de alianzas, la tutela de las noticias durante campaña electoral y la apelación al público (Casero, 2009). La metodología de la investigación combina marcos teóricos de Comunicación Política y Economía Política de la Comunicación (Casero, 2009). Las reseñas mencionadas en este aparte, se refieren al poder simbólico que ejercen los medios de comunicación para constituir y transmitir imaginarios sociales e identidades, así como para validar y mantener el poder de legitimar a la autoridad en diferentes contextos sociales, políticos, culturales y económicos. En Europa (en los casos de España y Reino Unido) y en Oceanía (en el caso de Nueva Zelanda), se ha explorado desde los escándalos mediáticos sobre temas científicos hasta problemáticas sociales. Mientras tanto, en Latinoamérica, al parecer, el término de poder simbólico está unido exclusivamente con el cubrimiento                                                                                                                           3

Emitidos por los canales privados RCN y Caracol.

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periodístico en la esfera política local, como se presenta en Venezuela y en Colombia. Esto indica que la producción investigativa sobre este objeto de estudio, se encuentra en construcción y supeditada en gran medida a la agenda mediática y a las singulares realidades, en las que prevalecen situaciones que desdibujan el valor de la democracia, la significación de la política y la labor de los funcionarios públicos. Otras de las causas de este panorama podrían ser que aún para estudiar los fenómenos relacionados con la Comunicación, se incita a la investigación de la influencia o de los efectos de los medios a partir de las posicionadas teorías clásicas que siguen considerando a la audiencia como un ente pasivo. Todo esto debido a las afirmaciones de los efectos limitados de los medios. Incluso, se podría contemplar un temor hacia el estudio de la Comunicación y el ejercicio del poder simbólico fuera del ámbito mediático para analizarlos en otras esferas como la Comunicación educativa, científica, intercultural, para la salud y para el cambio social. Este panorama consolidó el interés por este problema de investigación, pues la trascendencia del poder simbólico involucra construcciones ciudadanas y lecturas de acontecimientos que reconfiguran tanto el rol de la democracia como de sus problemas. Así, la comunicación se convierte en el espacio en el que se teje la relación de poder y una posibilidad de dominación, como se explicará a continuación. Bourdieu y poder simbólico El sociólogo fránces Pierre Bourdieu desarrolla el concepto de poder simbólico con cierta inclinación hacia la perspectiva de Foucault, como un fenómeno simbólico relacionado con el lenguaje, pero en el que no se niega el rol de la fuerza. Bourdieu plantea estudiar dicho poder que solo puede ejercerse con la complicidad de los que no quieren saber que lo sufren o incluso que lo ejercen (Bourdieu, 2003). Su modelo teórico se centra en la interacción del agente integrado de elementos como el capital acumulado, la posición del agente en el espacio social y en el campo (Gallegos, Gómez, Imaz, & Paredes, 2005). Así, Bourdieu define el poder simbólico como “un poder de construcción de la realidad que tiende a establecer un orden gnoseológico: el sentido inmediato del mundo” (1999, p. 67), que es ejercido por el dominador cuando el dominado no lo reconoce. Los símbolos son los instrumentos por excelencia de la integración social, en cuanto instrumentos de conocimiento y de comunicación que hacen posible el consenso sobre el sentido del mundo social y por ende, de la reproducción del orden social (Bourdieu, 2003). El autor considera que para esto los dominados se apoyan en las producciones simbólicas que se convierten en instrumentos de dominación, bajo los intereses de la clase dominante de la sociedad. Estos instrumentos se encuentran dentro de sistemas simbólicos como el arte, la religión, la lengua y hasta en los mismos medios de comunicación que se conciben como estructuras cargadas de significación con el sentido objetivo y como producto de la misma comunicación. Para Bourdieu (citado en Gallegos, Gómez, Imaz, & Paredes, 2005), el poder está instituido por el lenguaje y por esto, en el proceso de transmitir el mensaje deseado son fundamentales algunos aspectos como el tiempo, el lugar, la naturaleza del interlocutor y su investidura como poseedor del poder. De la misma manera, la dicción y los rituales de habla son aproximaciones al lenguaje formal, por eso a ciertos agentes se les otorga el derecho a hablar y la obligación de callar. Sobre este tema se profundizará en los siguientes párrafos.

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Bourdieu (2003) desarrolla dos síntesis de su propuesta teórica. La primera se relaciona con las ideologías que sirven a intereses particulares, se presentan como universales y para esto, la cultura dominante asegura la comunicación continua y permanente entre sus miembros. En este sentido, contempla a los medios de comunicación como cultura que se encarga de unir, pero que también pueden separar y legitimar las distinciones de las subculturas que mantienen reprimidas sobre las dominantes (Bourdieu, 2003). En la segunda síntesis explica que pese a las concepciones de reducir las relaciones de fuerza a relaciones de comunicación, es vital tener en cuenta que es insuficiente mencionar que estas últimas son siempre relaciones de poder, pues dependen de la forma y del contenido del poder simbólico acumulado por los agentes comprometidos en dichas acciones. Los sistemas simbólicos cumplen su función de instrumentos de imposición o legitimación de la dominación hasta llegar a asegurar la dominación de una clase sobre otra (Bourdieu, 2003). Como resultado, el sociólogo francés manifiesta que se empieza a gestar una lucha simbólica para imponer la definición del mundo social más conforme a los intereses y a las estrategias de reproducción para reforzar la creencia de la legitimidad de la dominación en y fuera de la clase (Bourdieu, 2003). Esta situación implica que la comunicación se apoye en instrumentos simbólicos como los agentes (personas o instituciones) que gozan de reconocimiento por sus capitales (cultural, simbólico, económico, entre otros) o por su posición en la sociedad para imponer la definición del mundo conforme a sus ideales, ideología, intereses del campo de producción, entre otros. De esta forma, el poder simbólico actúa como: Poder de constitución a través del lenguaje, hace ver y creer a la audiencia que está de acuerdo con la visión, el actuar y con la totalidad del mundo en sí mismo […] está representado en la creencia que se deposita sobre la legitimidad de aquello que expresan y que por sí mismas, no podrían creer nunca (Gallegos, Gómez, Imaz, & Paredes, 2005, p.54). Esto indica que se puede hablar de las normas de una lengua legítima, cuanto más dominada está por los dominantes, quienes están autorizados para hablar con autoridad. Así, la capacidad lingüística no es solo una capacidad técnica, sino también una capacidad que reconoce una autoridad en el ámbito hasta que se convierte en capacidad legítima (Bourdieu, 2001). Por eso, recalca que la efectividad del discurso depende de la pronunciación y de la competencia social (títulos nobiliarios o escolares, vestido, uniformes, atributos institucionales) de la autoridad del agente o locutor. Además, juega un rol fundamental su posición eminente y la estructura del espacio para conformar la composición del grupo durante dicho intercambio (Bourdieu, 2001). De manera que “no hay un poder simbólico sin una simbólica del poder” (Bourdieu, 2001, p. 49), debido a que la utilización de la retórica, la sintáxis, el léxico y la pronunciación, tienen como objetivo recordar la autoridad de su autor y la confianza que exige. De esta forma, se impone la representación del aparato del lenguaje, producido para y por el mercado al que le debe su existencia, para contribuir a su propia credibilidad de acuerdo con la autoridad institucionalizada de quien lo dice. No a título personal, sino por el poder que le fue investido. Estas características se reflejan en los productos informativos de los noticieros comerciales en su papel como agentes dominantes para reproducir simbólicamente fenómenos como el de la corrupción política. La corrupción política 11    

El lenguaje de los medios se limita a representar una autoridad, la manifiesta y la simboliza. En el caso de los noticieros de televisión, éstos se convierten en la palabra oficial y en el trabajo de un portavoz autorizado que actúa sobre otros agentes, en la medida en que su palabra contiene el capital simbólico acumulado por un grupo que le ha otorgado ese mandato (Bourdieu, 2001). Es así como estos productores de información contribuyen a la reconstrucción de una realidad de la corrupción, pese a que es un término difícil de definir porque sus acciones se pueden interpretar desde diferentes puntos de vista, contextos y sus formas no son fáciles de identificar, pues existen hechos particulares que tienen distintos significados para los individuos como para las culturas específicas. Por estos motivos, surge la necesidad de partir de la conceptualización de la corrupción, para llegar en concreto a la corrupción política y luego, a la especificación de representación de la realidad de este problema social. Para iniciar, Anthony Maingot (citado en Restrepo, 2005) manifiesta que no existe un cuerpo teórico aceptable para estudiar la corrupción, dada su naturaleza compleja, multifacética y cambiante así sea en un contexto cultural homogéneo. Según Vito Tanzi, las raíces culturales juegan un rol fundamental en dichas actitudes y acciones que involucran el intercambio de regalos y favores (Solimano & Del Solar, 2008). Esto hace que el estudio de la corrupción sea complejo y rodeado de ambigüedades. Por su parte, Solimano señala que lo que sí está claro es que este problema refleja fallas en varios niveles: motivacional-individual, del Estado, del Sistema Político y de la Estructura Económica (Tanzi & Del Solar, 2008). El origen etimológico de la palabra se deriva del latín Corrumpere (Malem et al., 1997). El concepto se ha utilizado en contextos distintos como lo es el soborno o la devastación o adulteración de algún material orgánico. Para Malem (et al. 1997), la corrupción tiene una fuerte carga emotiva negativa y por esto se le asimila con decadencia, desintegración, violación de un deber y por lo tanto, deslealtad. En el caso concreto de la definición del tipo de corrupción política, implica que los funcionarios públicos desdibujen el principio de contrato entre iguales, el cual se caracteriza por un trato objetivo para todos sin considerar que las personas involucradas sean extrañas, amigos de la familia, miembros de partidos políticos, de un mismo grupo étnico, entre otros (Tanzi, Solimano & Del Solar, 2008). Por esta razón, para definir la corrupción se debe partir del interés público contemplado dentro de lo políticamente posible en una sociedad desde las normas medidas en valores y principios existentes en los países. Este fenómeno tiene relación con las actividades de los funcionarios gubernamentales, de manera que el concepto de público se considera como sinónimo de gobierno (Tanzi, Solimano, & Del Solar, 2008). En consecuencia, los funcionarios públicos tienen capacidad para obtener ventajas estrictamente personales que van en contra de los intereses de la sociedad. De esta forma, la corrupción política se puede entender como un acto o comportamiento enfocado en: La desviación u omisión en los principios, en las funciones y en las actividades por parte de quienes detentan algún tipo de poder, con el fin de obtener beneficios económicos, políticos y de posición social o laboral para sí mismos o para terceros (Urueña citada en Cepeda, 1997, p. 215). 12    

Así, la corrupción es un modo de influencia política que desvirtua el respeto hacia las reglas que regulan el ejercicio de la democracia y el Estado queda reducido a un instrumento útil para alcanzar beneficios privados (Malem et al.,1997). López afirma que es una transgresión de normas dentro de la sociedad política como totalidad organizada bajo una cierta racionalidad y es un atentado a determinadas normas, principios y valores que se consideran vitales para la existencia, así como para el mantenimiento de un orden social justo y razonable (Malem et al. 1997). La información se transforma en el sitio estratégico para difundir conflictos simbólicos de la vida cotidiana como la existencia de dichas formas de corrupción política. Con base en los presupuestos teóricos de Bourdieu, esto indica que los noticieros de televisión articulan elementos claves en la estructura narrativa de la noticia, más allá de ofrecer respuestas a sus preguntas clásicas, combinan las imágenes, el tiempo y el espacio con agentes involucrados, conceptos sobre los hechos en desarrollo, los costos o consecuencias, las sanciones y las infracciones ante un compilado de ética, normas y valores. De manera que los noticieros en el ejercicio de su poder simbólico, materializan estas estrategias en un relato único para inculcar instrumentos de conocimiento y de expresión. Así, se produce por un lado, un efecto de dramatización idóneo para generar emociones colectivas y por otro, un efecto de realidad indiscutible, pese a que estas noticias sean el resultado de una selección y representación de un problema social (Champagne, 1999). Representación de la realidad El tratamiento de la información televisiva sobrevive entre el desfase de la representación de la realidad y la realidad misma. Según Champagne (2009), la atención de los periodistas se concentra en los enfrentamientos y en los escándalos que en la situación objetiva que los provoca. Para el autor, esto se refleja en la poca atención que los periodistas le otorgan a detalles del contexto y del espacio en el que se presenta la información. Incluso, el noticiero fabrica un acontecimiento que puede funcionar como una prueba de análisis de los actores sociales para confirmar los prejuicios que se han consolidado en torno a sus actuaciones. De manera que la efectividad de la representación depende de la complicidad del dominado con el dominante para aceptar la legitimidad de los noticieros para dotar la vida de una función social reconocida. Además, Champagne (2009) recalca que la televisión ejerce un gran efecto de dominación en el interior del mismo campo periodístico, debido a su amplia difusión a través de los noticieros, para constituir la representación dominante de los acontecimientos. Para esto, el informativo construye un discurso que sólo cobra valor y sentido con relación a un mercado, como el de los medios de comunicación que se caracteriza por una ley particular de formación de precios. Este valor depende de la relación de fuerzas entre las competencias lingüísticas de los representantes reconocidos, que se pueden reducir al intercambio de ideas de apreciación que favorecen a sus productos. Por eso, cuanto más identificada sea esta situación y por tanto, más favorable para quienes están acreditados para hablar, más total es el reconocimiento que los consumidores le otorgan a la lengua (Bourdieu, 2001). En consecuencia, este fenómeno simbólico representado en el lenguaje y en el poder de la fuerza se puede materializar en la construcción de la verdad, en el establecimiento de criterios de diferenciación social, en la clasificación y en la construcción de los grupos sociales (Flachsland, 2003). Con base en los planteamientos de Bourdieu, la realidad no sólo se reduce 13    

a un conjunto de relaciones de fuerza entre agentes sociales, sino que es un conjunto de relaciones de sentido. Esto señala al poder simbólico como una especie de poder arbitrario que inculca un contenido, unas creencias, unos comportamientos y hasta una cultura, como el resultado de una selección que no puede reclamarse como necesaria (Encrevé & Lagrave, 2005). No obstante, toda representación de realidad depende de unos actores que hacen parte de las estructuras sociales, como aquellos agentes visibles del espacio social, ya sean individuos o grupos, en razón de su posición con respecto a los demás. Estos agentes inmersos en una problemática de la realidad, participan en diferentes luchas según sus capitales y posiciones para manifestar y aprovechar su poder, como sucede tanto con los funcionarios públicos involucrados en actos de corrupción política en Colombia, como con la audiencia que consume estos contenidos televisivos. Significados de la audiencia En el mundo social es fundamental el conflicto para comprender las dinámicas de los agentes participantes. Allí se presentan luchas simbólicas de lo que se encuentra en juego, en el orden de la creencia, el crédito o del descrédito, de la apreciación, del conocimiento, del reconocimiento, del prestigio, del honor y de la gloria, es decir, lo que constituye el poder simbólico como poder reconocido (Bourdieu, 2000). Estas luchas simbólicas se presentan por excelencia en la propia clase dominante, por la definición de la cultura legítima, del principio de dominación, del capital económico, capital cultural o capital social (Bourdieu, 2000). Dichas situaciones se presentan a diario en los medios de comunicación y se convierten en las bases de los significados y de los tipos de lecturas que la audiencia realiza de los mensajes construidos por los noticieros para representar la realidad de la corrupción política. Esta dinámica comunicativa se apoya en el ejercicio de un poder simbólico que existe, pero en el poder de las palabras y de las imágenes que deben ser relacionados con las condiciones sociales de la recepción del otro. Para Neveu (2007), esta afirmación de Bourdieu demuestra que algunos de sus estudios de caso sobre cultura, se pueden releer como una exploración sociológica del Modelo Codificar y Decodificar de los Estudios Culturales, el cual se tomará como marco de referencia para esta categoría y sus especificaciones. En Inglaterra hacia los años 60 surgen los Estudios Culturales como una preocupación por la crítica cultural, pero con un enfoque más amplío que la Escuela de Frankfurt (Ángel, 2010). Este planteamiento teórico se convierte en objeto de investigación interdisciplinaria entre antropólogos, feministas, sociólogos, economistas, estudiosos del lenguaje y de la literatura. De esta manera, se definen las dos principales aplicaciones de los Estudios Culturales centradas en el análisis de las formas de producción de contenidos como las prácticas desarrolladas por los medios para ofrecer una representación de la realidad y en los procesos de recepción de la audiencia, en donde se comprende el consumo como negociación entre prácticas comunicativas diferentes (Igartua & Humanes, 2004). Stuart Hall, director del Center of Contemporary Cultural Studies (CCCS) hasta 1978, propone sobre esta última aplicación el Modelo de Codificación y Decodificación en el que retoma ideas de Althusser sobre los Aparatos ideológicos del Estado, de Gramsci sobre el concepto de Hegemonía y del Estructuralismo, planteamientos sobre el estudio de prácticas sociales. De esta forma, el sociólogo jamaiquino destaca la importancia de la ideología en la 14    

producción de la cultura y de sus determinantes sociales, materiales e históricos (Grandi, 1995). Esta propuesta se refleja en las categorías que influyen en los procesos tanto de producción como de recepción de los contenidos mediáticos en los discursos de los medios, el contexto discursivo en el que toman forma, las tecnologías utilizadas que los caracterizan como procesos activos e interpretativos que suscitan acontecimientos sociales (Grandi, 1995). Hall expresa que los mensajes no sólo se deben analizar en cuanto significados manifiestos, sino en términos de estructuras ideológicas. Esto implica un nuevo concepto de poder relacionado con la creación de valores políticos y sociales, así como de prácticas institucionales (Igartua & Humanes, 2004). Como consecuencia, Hall establece un modelo tridimensional de poder en las sociedades modernas, en las que los medios conforman el entorno ideológico, un modo de representar el orden de las cosas que convierten esta representación en algo natural como si se tratara de la realidad misma (Igartua & Humanes, 2004). Para comprender la propuesta de Hall sobre el Modelo de Codificación y Decodificación, se debe partir de las nociones básicas de sus componentes: comunicación, codificar, decodificar, emisor y medios de comunicación. Sobre el primer término, Hall explica que no es un hecho natural, pues el receptor y el emisor tienen una intencionalidad en la construcción y recepción de los contenidos; segundo, codificar se refiere a la definición de límites y parámetros que tienden a encerrar la libertad del proceso de decodificación; mientras que el tercer término, decodificar es la admisión de un mensaje por parte de la audiencia. Cuarto, los emisores son quienes codifican los significados de los textos dentro de los límites de la decodificación de la lectura y quinto, los medios de comunicación son los instrumentos para la producción y reproducción de ideologías dominantes. Para Hall, los significados son susceptibles a diversas lecturas, pero no ilimitadas; éstas se construyen en un sistema dominado por códigos aceptados y con el presupuesto de que toda cultura tiende a imponer sus propias clasificaciones del mundo social, cultural y político a partir de un orden cultural dominante (Grandi, 1995). De esta forma, el Modelo de codificación y decodificación propone tres tipos de lecturas que puede hacer la audiencia: la Lectura preferida (dominante) cuando la audiencia asume plenamente el sentido que le ofrece el marco interpretativo que el mensaje mismo propone y prefiere. El espectador se concibe como operador del código dominante (Hernández, 2007). La Lectura negociada en la que los receptores hacen propio el sentido codificado, pero lo relaciona con su propio contexto y la lectura Oposicional, cuando los sujetos rechazan plenamente el sentido propuesto por los productores del mensaje. En consecuencia, el público receptor reconoce la noción del significado dominante del texto (Hernández, 2007). Con base en estos planteamientos teóricos que se convirtieron en el marco de referencia de la investigación y para analizar las categorías de análisis propuestas, se realizó un diseño metodológico basado en cuatro etapas, como se explicará el siguiente apartado. Método La metodología de esta investigación descriptiva de observación cualitativa en una única unidad de tiempo, consta de cuatro cuerpos de investigación y sus respectivas etapas como se explica a continuación: 15    

Tabla 1. Técnicas, cuerpo de investigación y muestra. Técnicas Cuerpo de investigación Inventario de noticias para Noticias emitidas en Noticias seleccionar casos específicos Caracol, RCN y Noticias sobre corrupción política. UNO sobre ‘Carrusel de la contratación’ y crisis Análisis de la producción financiera de los hospitales técnica de la noticia. de Bogotá dentro del ‘Carrusel de la salud’. Análisis del mensaje. Noticias emitidas en Noticias Caracol, RCN y Noticias UNO sobre ‘Carrusel de la contratación’ y crisis financiera de los hospitales de Bogotá dentro del ‘Carrusel de la salud’. Encuestas a directores. Directores actuales de los tres noticieros seleccionados. Grupos focales con audiencia Audiencias adultas de la de Manizales (Caldas). capital caldense.

Muestra 63 noticias*.

63 noticias*4.

3 directores de los noticieros seleccionados. 6 Grupos focales con participantes de 18 a 60 años, de los 6 estratos socioeconómicos y con diferente capital educativo certificado.

La primera etapa se dedicará al análisis de la producción técnica de las noticias sobre corrupción política nacional transmitidas en los noticieros Noticias RCN, Caracol Noticias y Noticias UNO, durante dos días a la semana por cuatro meses5. Este aparte tiene relación con las fuentes de información, el género periodístico de la noticia, la sección del noticiero en la que aparece difundida, el lugar que ocupa en la jerarquización informativa, su duración y la emisión de juicios de valor sobre el tema en desarrollo. Esta fase permitirá reconocer la noticia como un instrumento simbólico que tiene el poder de hacer ver y creer a la audiencia una realidad del mundo social, debido a la confianza que se deposita en agentes específicos como los medios de comunicación posicionados en su sintonía y preferencia. Para esto, se tuvieron en cuenta los noticieros transmitidos en los canales de RCN y Caracol debido a los resultados del Índice de Audiencia de radio y televisión en Manizales (Caldas) realizado en el segundo semestre de 2011 por el Observatorio de Medios y de Opinión de la Universidad de Manizales. Los datos indicaron que dichos informativos cuentan con la mayor sintonía y preferencia entre el público encuestado6. Mientras que Noticias UNO se eligió por                                                                                                                           4

*En esta ponencia se presentarán los resultados de los instrumentos de recolección de información aplicados hasta el momento a 10 noticias, es decir, 5 noticias por cada caso de corrupción política seleccionado. 5 Los noticieros RCN y Caracol se grabaron de lunes a viernes, entre el 15 de febrero y el 15 de junio de 2012 en su horario de 7 p.m., mientras que Noticias UNO se grabó en su emisión de los fines de semana a las 9 p.m. 6   El Índice de audiencia de radio y televisión en Manizales tomó como universo de estudio a 96.154 hogares del área urbana, según las proyecciones de la Secretaría de Planeación Municipal a 31 de diciembre de 2000. Se tuvieron presentes 14 barrios de la capital caldense distribuidos en seis estratos socioeconómicos y 11 comunas para obtener una muestra de 737 viviendas encuestadas. Este estudio tiene un máximo de error planteado en la

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su trayectoria y reconocimiento en el periodismo investigativo y como mejor noticiero nacional,7 así como por la construcción de una agenda mediática propia e independiente, como lo recalca su eslogan. En la investigación se explorarán noticias sobre corrupción política debido a que este problema social divide las opiniones y las reacciones en el país, como lo demuestran los resultados de los Índices de Percepción de Corrupción (ICP) realizados por la Corporación Transparencia por Colombia. En 2008, “la corrupción era un problema prioritario solo para el 2.9% de los entrevistados, cifra muy distante de la calificación dada a la violencia (31.4%) y al desempleo (20.7%)” (Corporación Transparencia por Colombia, 2011). En 2011 el nuevo IPC indicó que Colombia pasó del puesto 78 al 80 entre 183 países, con un puntaje de 3.4 sobre 10; una décima menos que la reportada en 2010 (Corporación Transparencia por Colombia, 2011). Según la Corporación, esto se debe a los escándalos ‘más desafiantes’ que la sociedad y el Estado colombiano enfrentaron el año pasado. Para analizar estas conjeturas, se elaboró un inventario de las notas sobre este tema y emitidas en los noticieros Caracol Noticias, Noticias RCN y Noticias UNO entre el 15 de febrero y el 15 de junio de 2012. El objetivo consistía en revisar cuáles eran las noticias que contaban con mayor volumen y mayor cubrimiento periodístico en dicho período. A partir de los casos específicos seleccionados, se empezó a desarrollar la segunda etapa enfocada en la representación de la realidad de la corrupción política con base en el análisis del mensaje de la noticia, para revisar cómo dicha información cobra valor y sentido para reproducir simbólicamente la realidad de un fenómeno social entre el público. Todo esto con base en el supuesto de que los noticieros de televisión en su posición de institución reconocida y acreditada para hablar desde sus competencias lingüísticas, pueden ejercer un poder simbólico para imponer contenidos y/o creencias que giran en torno a una información que involucra a ciertos actores, la concepción de un acto de corrupción política, los costos sociales y las sanciones que pueden ocasionar estos comportamientos en la sociedad. De esta forma, se está estudiando cómo el mensaje a través del lenguaje de los medios puede representar y simbolizar a una autoridad. Por esto, se desea revisar hasta qué punto los informativos se pueden transformar en voceros autorizados para suscitar definiciones y significaciones sobre otros. Resultados Los resultados del inventario de noticias arrojaron que en este período se transmitieron 199 noticias8 sobre diversos actos relacionados con la corrupción política como el desarrollo del caso de Agro Ingreso Seguro (AIS), el desfalco a la salud en Colombia a cargo de los funcionarios que cobraban tutelas, facturas falsas y recobros por enfermedades terminales9; el ‘Carrusel de las pensiones’ en el Consejo Superior de la Judicatura, la crisis financiera de los hospitales en Bogotá (Cundinamarca) debido al robo de dineros públicos a manos de sus                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             muestra de 2,34% y una confiabilidad de 95%. El ejercicio se realizó del 2 al 10 de agosto de 2011 con encuestas basadas en la técnica Entrevista puerta a puerta y cara a cara. 7 Ganador del Premio India Catalina a mejor noticiero nacional en 2006 y 2012 y ganador del Premio Simón Bolívar por el mejor seguimiento a una noticia de televisión en este último año. 8 Para la recolección de información en este inventario, se tuvieron en cuenta todas las secciones y/o partes temáticas de las estructuras de los noticieros seleccionados, incluidas las breves y las colas. 9 Cuenta de compensación cuando la Entidad Promotora de Salud (EPS) presta servicios a los usuarios no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud (POS).    

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funcionarios y el ‘Carrusel de la contratación’ en la Alcaldía de Bogotá de Samuel Moreno Rojas. El primer caso presentó 46 noticias y el segundo, 17 noticias emitidos del 21 de marzo al 8 de mayo de 2012. No obstante, en el inventario también se encontraron notas relacionadas con la destitución de Francisco Rojas Birry, personero de Bogotá por recibir supuestamente $200 millones de la captadora de dinero DMG; de Héctor Fabio Useche, Gobernador del Valle del Cauca, por detrimento de más de 40 mil millones de pesos en la Industria de Licores del Valle; de Cielo González, Gobernadora del Huila, por peculado, irregularidades en el manejo de dineros de regalías; la condena de Lucero Cortés, representante a la Cámara por Bogotá, por tráfico de influencias; así como la inhabilidad de Alonso Salazar, ex alcalde de Medellín, para ejercer cargos públicos por participación política en las pasadas elecciones por sus comentarios públicos sobre la campaña del candidato Luis Pérez. Esta información se expuso en 31 noticias, pero como noticias sueltas y sin seguimiento dentro del desarrollo de los informativos en este mismo período de análisis. Luego, se empezó a desarrollar la segunda etapa enfocada en los instrumentos simbólicos a través de la producción técnica de la noticia. Hasta el momento, los instrumentos de recolección de información se han aplicado a 5 noticias de cada tema elegido, en 4 noticias del informativo de RCN, 4 de Caracol Noticias y 2 de Noticias UNO. Para comprender los resultados, es importante tener en cuenta que son resultados preliminares y aunque la recolección de noticieros inició el 15 de febrero de 2012, se empezaron a aplicar los instrumentos en los archivos correspondientes a marzo, debido a que fue el lapso en el que empezó el despliegue informativo de los dos casos sobre corrupción política en Bogotá. I Etapa: Instrumentos simbólicos Como resultado, en las 10 noticias se encontró que la información sobre estos casos de corrupción política tiene una duración que oscila entre 20 segundos y 2 minutos con 24 segundos. Los periodistas recurren entre 2 y 4 portadores de información para construir las noticias. No obstante, en las notas seleccionadas prevalecen fuentes institucionales como las de Guillermo Jaramillo, Secretario de Salud del Distrito; Gustavo Petro, Alcalde de Bogotá y Carlos Hernando Lizcano, Gerente Hospital de Meissen; en los Noticieros RCN y Caracol Noticias. En tres casos aparecieron los testimonios de las víctimas de estos actos ilícitos, como es el caso de dos de los pacientes de los hospitales de Meissen y una habitante afectada por el incumplimiento del contratista Emilio Tapia para rehabilitar la vía que conduce al municipio de San Miguel (Boyacá). En este sentido, sólo en dos notas de Noticias UNO se destaca el uso de fuentes documentales como los informes de la Fiscalía General de la Nación e informes de Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) acerca de los siete contratos a nivel nacional del contratista Emilio Tapia para realizar vías terciarias en Cundinamarca, Boyacá y Caldas. Con relación a los géneros periodísticos de televisión, el reportaje se empleó en dos noticias de RCN y en dos de Noticias UNO, el informe en dos noticias de Caracol Noticias y uno en Noticias RCN. Asimismo, se expuso una breve en Noticias RCN sobre las declaraciones de la Adriana Posso, Contralora delegada de la Nación, quien acusó a la Fiscalía y al Gobierno de quedarse cortos en la investigación del desfalco a la salud; y una cola relacionada con Inocencio Meléndez, ex subdirector jurídico del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) 18    

destituido por el carrusel de la contratación en Bogotá, por su inconformidad ante la sanción disciplinaria impuesta por el Ministerio Público. Las noticias sobre el ‘Carrusel de la contratación’ y la crisis financiera de los hospitales de Bogotá se transmitieron en su mayoría a través de bloques informativos. Por ejemplo, en Noticias RCN se presentaron 3 notas, en Caracol Noticias 4 notas y en Noticias UNO 2 notas. Tan sólo se difundió una noticia relacionada con dichos temas en la sección La cosa política de Noticias RCN. De esta manera, Noticias UNO concentró su información sobre estos comportamientos perjudiciales en el primer bloque informativo, mientras que Noticias RCN distribuyó sus notas en el segundo y tercer bloque. Caracol Noticias las difundió entre el primero, tercero y último bloque del informativo televisivo. En este sentido, los tres noticieros jerarquizaron sus noticias entre el puesto 2 y 41 dentro del total del volumen de información que se transmite durante una hora. Noticias RCN las transmitió en los puestos 3, 8 y 15; Caracol Noticias en 2, 5 y 41. Mientras que Noticias UNO, las expuso en segundo y sexto lugar con respecto a la demás información. Las noticias que brindaron un contexto informativo al televidente sobre el ‘Carrusel de la contratación’ y la crisis financiera de los hospitales en Bogotá fueron 3 de Caracol Noticias, 2 de Noticias RCN y una de Noticias UNO. En total, sólo 5 de las 10 noticias. II Etapa: Representación de la realidad La aplicación de los instrumentos de recolección de información relacionados con la representación de la realidad de la corrupción política, arrojaron que los agentes involucrados en estos casos, se mencionaron con mayor frecuencia en dos oportunidades fueron: Samuel Moreno Rojas, ex Alcalde de Bogotá; la junta directiva del Hospital de Meissen, Emilio Tapia, ex contratista de la Alcaldía de Bogotá e Inocencio Meléndez, ex subdirector del IDU. Los demás agentes como los primos Nule, Miguel Ángel Moralesrussi, ex contralor de Bogotá, Mauricio Galofre y Héctor Julio Gómez, ex contratistas de la Alcaldía de Bogotá; y Carlos Hernández Lizcano, gerente del Hospital de Meissen, aparecen cada uno en una noticia. No obstante, cuando se revisan los resultados sobre la concepción de los actos corruptos en la información emitida por los tres noticieros de televisión, se halló que los noticieros se basan en los testimonios de las fuentes institucionales en 3 de 10 notas. En Noticias RCN, en una noticia emitida el 7 de mayo de 2012 se presentaron las declaraciones de Adriana Posso, Contralora encargada de la Nación, quien acusó a la Fiscalía y al Gobierno de quedarse ‘cortos’ en la investigación del desfalco a la salud: “si usted sale con una rueda de prensa sobre cinco mil millones de pesos, frente a procesos de la contraloría que están hablando de billones, que puede pensar usted. Que es un caramelo”. Más tarde, el 8 de mayo de 2012, en Noticias RCN, Guillermo Jaramillo, Secretario de Salud del Distrito, afirmó frente a la situación financiera del Hospital de Meissen: “estamos al cuarto mes y el presupuesto ya se gastó en el 70%. Fue rápido que el Doctor Lizcano, volvió esto mierda”. En este mismo sentido, en la misma fecha, pero en la noticia transmitida por Noticias RCN, Gustavo Petro, Alcalde de Bogotá, expresó: “[…] el personal administrativo que caiga en la corrupción es un criminal, porque se trata de la vida de las personas”. Los costos sociales que dejan los actos de corrupción política seleccionados se expusieron en 6 de las 10 noticias: dos veces cada una de los noticieros. En 5 ocasiones, los periodistas 19    

definieron las consecuencias de estos comportamientos ilícitos como el periodista Iván Serrano de Noticias RCN ante la crisis financiera de la salud en Bogotá: “La EPS Distrital fue uno de los proyectos bandera de salud de la administración de Samuel Moreno. Hoy 8 meses después de su lanzamiento, la Personería abre investigación porque no ha encontrado indicios de afiliados ni registros de usuarios”. En Caracol Noticias, la periodista Juliana Enríquez expresó sobre este mismo tema: “Al final los más afectados son cientos de pacientes que diariamente llegan a estos centros en busca de tratamiento.” Sólo en uno caso, los costos sociales se transmitieron en voz de una fuente institucional como el Secretario de Salud de Bogotá cuando dijo que una reunión de autoevaluación le costó $14 millones de pesos al Hospital de Meissen. “Entonces hoy que no hay con que pagarle ni a las enfermeras, ni a los médicos, ni a nadie más, aquí tenemos los problemas”. Con respecto al ‘Carrusel de la contratación’, el periodista Felipe Romero de Noticias UNO afirmó en la noticia sobre el estado de la contratación en tres departamentos, en donde “Emilio tapia debía rehabilitar la vía que conducía al municipio de San Miguel, pero las obras fueron abandonadas. El valor de contrato de esta obra fue de $200 millones de pesos y la vía debía haberse terminado hace cuatro años”. Una situación similar se presentó en las noticias sobre las sanciones a las que se someten los agentes involucrados por estos casos de corrupción política. De 6 noticias que desarrollaron esta información, en 4 noticias los periodistas se encargaron de exponer este ítem. Con relación a la crisis financiera de los hospitales en Bogotá, el periodista Iván Serrano de Noticias RCN dijo: “La EPS Distrital fue uno de los proyectos bandera de salud de la administración de Samuel Moreno. Hoy ocho meses después de su lanzamiento, la Personería abre investigación porque no ha encontrado indicios de afiliados ni registros de usuarios”. Asimismo, Juliana Enríquez de Noticias Caracol expresó: “Por su parte, el alcalde Petro afirmó que si algún funcionario vuelve y caer, será destituido de inmediato”. En las noticias sobre el ‘Carrusel de la contratación’, por ejemplo Germán Duque de Noticias RCN manifestó sobre los costos sociales en la noticia emitida el 7 de mayo de 2012 que: “El es director jurídico del IDU, Inocencio Meléndez, quien ya fue condenado por un juez como uno de los implicados en el ‘Carrusel de la contratación’. Dice que es víctima de la procuraduría, porque según él lo sancionó con 17 años de inhabilidad de manera indebida. Meléndez pide $255 millones de pesos al estado como indemnización, además de tumbar el fallo que tiene en su contra, por supuestos perjuicios morales, Meléndez exige que le paguen cerca de $170 millones de pesos, y por perjuicios materiales pide cerca de $85 millones de pesos”. Este mismo tema lo replicó el presentador Jorge Alfredo Vargas en Caracol Noticias en una cola: “Meléndez destituido por el ‘Carrusel de la contratación’ en Bogotá, considera que la sanción disciplinaria impuesta por el ministerio público no es justa, y que la inhabilidad es improcedente porque él se encuentra colaborando con la justicia”. Estos resultados preliminares se han convertido en la base del análisis y de la interpretación de la situación de la corrupción política que se plantea en los noticieros, con el fin de analizar e interpretar su capacidad para representar realidades e incluso, negociar prácticas sociales, como se espera estudiar con la tercera y cuarta etapa de este diseño metodológico. De manera que los medios gozan de un potencial no sólo para difundir información, sino también para tejer relaciones y posibilidades de dominación, como se explicará a continuación en las conclusiones. A modo de conclusión 20    

Los resultados de las categorías de análisis Instrumentos simbólicos y Representación de la realidad de la corrupción política en esta investigación, permiten esclarecer que el poder simbólico que ejercen los medios de comunicación como la televisión, gira en torno a una imposición de la definición del mundo social según los intereses y las estrategias de reproducción propias. Dentro de esta dinámica, se gestan luchas simbólicas con el apoyo de herramientas que se enfocan en la legitimación de la dominación para asegurar la dominación de una clase sobre otra o de un significado sobre otro. Por eso, los agentes como personas o instituciones con reconocimiento en la sociedad, en este caso asumidos como los periodistas y los noticieros de televisión seleccionados, cuentan con reconocimiento por sus capitales (cultural, simbólico, económico, entre otros) o por su posición en la sociedad para imponer la definición del mundo conforme a sus ideales, ideología, intereses del campo de producción, entre otros. De esta forma, se crean dinámicas sobre lo que se puede hablar y quiénes lo pueden hablar, los agentes cuanto más dominada tengan la lengua legítima, más se consolidan para hablar con autoridad en una sociedad. Este es el panorama de los medios y para este caso, el de los noticieros de televisión que gozan de mayor rating de sintonía en el país, con un 94 por ciento de espectadores por día10 (Asociación Colombiana de Investigación de Medios, 2009). Sin embargo, los informativos televisivos construyen y difunden noticias a partir de sus propias luchas simbólicas del campo periodístico, integradas por el rating y su capital financiero. Esta situación suscitó la necesidad de analizar dos partes del proceso comunicativo: la producción y el mensaje desde diferentes aristas como la difusión y la constitución de noticias en un periodo determinado, así como la exploración de los significados implícitos en la información sobre los casos de corrupción política en el país. Con la difusión de esta información, los noticieros pueden hacer creer lo que muestran a partir de un poder que es invisible y es ejercido por un dominador, cuando el dominado no lo reconoce. Estas noticias que se emiten pueden involucrar construcciones ciudadanas y nuevas lecturas de acontecimientos que reconfiguran tanto el rol de la democracia como de sus problemas. Uno de estos es la corrupción política que se ha consolidado en el país, la cual se puede relacionar con las actividades de los funcionarios gubernamentales. De manera que el concepto de público se considera como sinónimo de gobierno (Tanzi, Solimano, & Del Solar, 2008). Este fenómeno social en Colombia cuenta con análisis que son inversamente proporcionales al número de corruptos presos y en la ciudadanía prevalece una cultura de la corrupción con aceptación colectiva y establecida como un problema cultural de lo público y lo privado (Pérez, 2003). Esta realidad plantea que la ciudadanía en su rol de audiencia, los medios y la misma élite política se unan para frenar la expansión de la corrupción. De acuerdo con estos presupuestos teóricos, se definió la ruta de trabajo de esta investigación. Por eso, se espera que este análisis contribuya a la comprensión de la información construida en las noticias, debido a que éstas pueden adquirir otra connotación cuando el público reconozca que “la mayor parte de nuestro conocimiento social y político, y nuestras opiniones sobre el mundo proceden de docenas de reportajes de información que leemos y vemos cada                                                                                                                           10

Resultados del Estudio General de medios (EGM), correspondientes al primer semestre de 2011, por medio de entrevista personal aplicada en hogares de cada uno de los seis estratos, entre personas de 12 a 69 años de las 17 principales ciudades hasta 2008 y de las 15 ciudades principales de 2009 a 2011.  

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día” (Restrepo, 2005, p. 70). De manera que si estos grupos ignoran a la corrupción política como un problema, sus actos se tornan en otras formas de intercambio social. En este sentido, Antanas Mockus (2004), ex Alcalde de Bogotá y ex candidato presidencial de Colombia, expresa que es fundamental que el ciudadano (para este caso en su condición de televidente) entienda la lógica del castigo, por qué y cuándo se hace necesario y bajo qué condiciones la sociedad puede sancionar culturalmente a alguien (o una de sus organizaciones especializadas puede hacerlo jurídicamente). Por eso, a partir de la realización del inventario en las 199 noticias difundidas por los noticieros Noticias RCN, CARACOL Noticias y Noticias UNO grabados durante cuatro meses, se encontró que el ‘Carrusel de la contratación’ en la Alcaldía de Bogotá y la crisis financiera de los hospitales de la misma ciudad, se han constituido en temas de mayor cobertura periodística y de opinión. El ‘Carrusel de la contratación’ develó uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia de Colombia. Moreno, pasó de presidenciable a encarcelado. En sus dos últimas legislaturas como senador, el ex alcalde obtuvo la cuarta votación más alta del país. En 1998 tuvo 111 mil votos y en 2002, antes de retirarse para dejarle el espacio a su hermano Iván, logró 119 mil votos (Montero, 2011). Este hecho estalló el 25 de junio de 2010 cuando los medios de comunicación revelaron grabaciones que involucraban al Contralor de Bogotá con la negociación de comisiones con contratistas del empresario Miguel Nule, quien para la fecha manejaba gran parte de la contratación de Bogotá (Caracol Radio, 2011). El escándalo ha crecido hasta hoy con denuncias de Gustavo Petro, actual Alcalde de Bogotá, sobre las presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos e incluso, la presunta participación del senador Iván Moreno y su hermano, el ex alcalde Samuel Moreno (El Tiempo, 2011). Así, el 28 de abril de 2011, Iván Moreno fue capturado por la Fiscalía por decisión de la Corte Suprema por su presunta responsabilidad en el ‘Carrusel’, en los delitos de concusión como autor, cohecho propio y contrato sin cumplimiento de requisitos legales (Revista Semana, 2011). Luego, Samuel Moreno, el alcalde elegido con la votación más alta en la historia de Bogotá con casi un millón de votos, primero fue suspendido por el Procurador General de la Nación por tres meses y más tarde, se ratificó la medida de aseguramiento en su contra porque podía obstruir la justicia y podía influir entre los funcionarios públicos y contratistas que podían ser llamados como testigos de los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación a favor de terceros, en calidad de autor y el delito de concusión en calidad de determinador (Revista Semana, 2011). La historia continúa. El pasado 27 de junio de 2012, la defensa del ex alcalde de Bogotá presentó por segunda vez una solicitud para obtener la libertad, debido a un vencimiento de términos porque hasta la fecha no se había iniciado un juicio. Ante esto, la Fiscalía General señaló que el mismo inculpado ha solicitado los aplazamientos para el inicio de su juicio, con el fin de estudiar las pruebas y las recusaciones (El Espectador, 2012). Más tarde, el juzgado 11 de conocimiento programó para el próximo 24 de septiembre de 2012, el inicio del juicio contra el ex alcalde, debido a que se aceptó la solicitud de la defensa del ex burgomaestre para estudiar el material probatorio que se encuentra en cadena de custodia con videos, documentos y fotografías. El juzgado aclaró a los abogados de Moreno el procedimiento de esta decisión, con el fin que no soliciten aplazamiento para dicha audiencia porque no les otorgarán más plazos (El Espectador, 2012).

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Por otro lado, en esta misma realidad apareció la crisis financiera de los hospitales en Bogotá a causa del ‘Carrusel de la salud’, la cual se relaciona directamente con el ‘Carrusel de la contratación’ durante la administración de Moreno. Desde 2006 en el período de la Alcaldía de Luis Eduardo Garzón, los hospitales se convirtieron en pago de favores y cuotas burocráticas (El Espectador, 2012). Como resultado, los funcionarios de turno propiciaron alianzas entre gerentes, concejales y empleados patrocinados por Samuel Moreno cuando era congresista. Según el ex parlamentario Germán Olano, este cartel sirvió de plataforma para que Moreno financiara su candidatura a la Alcaldía de la capital colombiana (El Espectador, 2012). De esta manera, el ex alcalde se enfrenta a una nueva investigación por los delitos que habría cometido como senador, así como su hermano Iván Moreno. En este sentido, la Fiscalía General de la Nación también decidió iniciar pesquisas contra el ex alcalde de Bogotá Luis Eduardo Garzón, el ex secretario de salud Héctor Zambrano, el contratista Julio Gómez, el abogado Manuel Sánchez, siete concejales y dos gerentes de los hospitales de Meissen y Simón Bolívar (El Espectador, 2012). En estos hechos, los testigos coincidieron en el interés de Samuel Moreno en su rol de congresista para que el Hospital de Meissen, que costó 33 mil millones, se le adjudicara a una empresa de Julio Gómez y a la interventoría del abogado Manuel Sánchez. Según el periódico El Espectador (2012), Gómez y Sánchez apoyaron la campaña de Moreno. A este panorama, los testigos le sumaron cómo Iván Moreno manejaba los hospitales de Bogotá, al punto que era común escuchar que estas instituciones tenían dueño e incluso, el gerente de los Hospitales de Meissen y Simón Bolívar, exigían dinero a los contratistas con destino a la campaña del congresista. De la misma forma, realizaban nombramientos y modificaban valores, condiciones y plazos de los contratos entregados a Julio Gómez en 2007. Más tarde, hacia 2012 el ex alcalde Moreno pidió al Concejo que le aprobaran 200 mil millones de pesos de vigencias futuras para la construcción de nuevos hospitales: El Tintal (que ya se estaba construyendo), uno en Usme, otro en Bosa y una nueva torre para el Simón Bolívar. Sin embargo, El Tiempo (2012) menciona que el pionero en el saqueo a la salud es el Hospital de Meissen, ubicado en el sur de Bogotá. Moreno estaba interesado en adjudicar las obras a Julio Gómez y supuestamente esta institución se estrenaría en 2007. No obstante, han pasado cinco años y las obras no han terminado. Además, los contratistas se gastaron más de lo que costaba el Hospital (El Tiempo, 2012). En consecuencia, poco a poco se fueron disparando los presupuestos, los costos de atención para los pacientes afiliados al SISBEN, por exámenes especializados a cargo de entidades externas por concesión. Esto explica el aumento de 500 mil millones de pesos a 1,3 billones de pesos en el gasto de hospitales bajo la batuta de los hermanos Moreno. Por la época, también se entregó una licitación por 67 mil millones de pesos para operar 70 ambulancias las 24 horas en Bogotá, la cual quedó en manos de un consorcio con firmas salpicadas y cercanas a Emilio Tapia. En las últimas semanas, la Secretaría de Salud de la Alcaldía de Petro, destapó irregularidades en la contratación y gestión de dicha institución. En el Hospital de Meissen, que cuenta con el déficit más alto de la red distrital con 41 mil 537 millones de pesos, se presentaron sobrecostos no sólo en obras, sino también por las compras de vinos, filetes de merluza y quesos que nunca se suministraron a los pacientes (El Tiempo, 2012). Asimismo, el Secretario de Salud del Distrito denunció el desorden en la contabilidad y en el manejo de dineros, y en la contratación de personal de planta. En consecuencia, el Meissen se 23    

gastó el 75 por ciento del presupuesto, de 72 mil millones de pesos, que tenía para el año durante el primer trimestre de 2012. De manera que en estos momentos, en la capital colombiana se encuentran 15 hospitales en peligro por déficit (El Tiempo, 2012). Estos actos demuestran como la salud de la ciudadanía se convirtió en el blanco de la corrupción para pagar favores políticos, financiar campañas y para alcanzar el enriquecimiento de los líderes políticos, al poner en la cuerda floja el bienestar social sobre el personal. Como resultado, estos comportamientos afectan directamente el funcionamiento del Estado y la credibilidad de los ciudadanos en el sistema democrático. Por este motivo, cuando estas realidades se representan en los medios, pueden suscitar la creación de nuevos significados, actos u opiniones en la audiencia. Así, con base en las 10 noticias recolectadas sobre estos dos actos ilícitos se halló que por lo general, construyen su información con fuentes institucionales que tienen datos privilegiados y en cambio, con pocas fuentes ciudadanas. Pese a que a estos portadores de información son funcionarios que realizan actividades de interés público y ocupan un lugar privilegiado en las estructuras del poder. Las voces de las víctimas de estos comportamientos perjudiciales son las principales ausentes. Al parecer existe un interés de los noticieros por difundir estos hechos en géneros específicos como reportajes e informes acompañados con cifras y gráficos, como es el caso de Noticias UNO y Noticias RCN. No obstante, se presentó una breve sobre las acciones de la Fiscalía General de la Nación y el Gobierno ante el desfalco de la salud, en la sección La cosa política de RCN, caracterizada por su carga valorativa en las apreciaciones de la periodista Vicky Dávila. Esto indica que en los noticieros de televisión se está tratando de posicionar un nuevo relato periodístico con una mezcla de ficción. Las breves de esta sección parece que incitan al entretenimiento y apartan la atención de la reflexión y retención de ideas sobre problemas de este tipo. Pese a la situación que atraviesa el país a causa de los casos mencionados en este estudio, los noticieros ubican esta información en el segundo, tercero y último bloque informativo. Sólo una noticia de Caracol Noticias y dos de Noticias UNO se ubicaron en el primer bloque informativo. De manera que al parecer, estos casos de corrupción política en el país pueden ocupar los primeros minutos de emisión del noticiero cuando se presenta un nuevo escándalo, una primicia o un extra informativo. Asimismo, vale la pena plantear que al parecer son noticias que cuentan con un cubrimiento periodístico siempre y cuando se tengan novedades de la evolución de sus procesos judiciales, en una realidad colombiana donde tiene más peso la violencia y el desempleo entre la población, como se explicó en páginas anteriores. En este mismo sentido, se encontró que estas notas están jerarquizadas a la hora de su difusión en los puestos 2, 3, 8,15 y 41. Hasta el momento de la aplicación de los instrumentos, los resultados indicaron que ningún noticiero abrió con algunos de los dos casos seleccionados en este estudio. Por otro lado, al parecer la audiencia se debe enfrentar a la información sobre estos actos ilícitos con sus propios presupuestos y antecedentes. Esto se considera debido a que los noticieros en mención sólo en 5 de las 10 noticias que se tuvieron en cuenta, brindaron un contexto informativo sobre los dos casos. De manera que estas falencias representan vacíos para que el receptor que en este estudio ha sido asumido como activo, se ubique en un tiempo y en un espacio específico para comprender la dimensión social, política, cultural y económica de los hechos. Es así como se presenta la posibilidad de que el noticiero en vez de informar, desinforme sobre las causas, las consecuencias y el impacto de estos problemas en 24    

la vida social. Así, queda abierto el debate si un medio como la televisión contribuye a consolidar la indiferencia y la desfiguración de los mecanismos de participación democrática para luchar contra estos actos. La aplicación de los instrumentos relacionados con la representación de la realidad de la corrupción política indicó que los noticieros tienen claridad sobre el rol de los actores involucrados en los casos específicos. En esta etapa es evidente como el planteamiento de Bourdieu adquiere fuerza al identificar estos agentes por sus capitales culturales, simbólicos y económicos en su condición de funcionarios públicos y algunos, bajo elección popular por estas características de su posición social. Sin embargo, el significado de la representación de estos actores y de sus comportamientos perjudiciales en la información que consume la audiencia de Manizales, se podrá constatar en el desarrollo de la tercera y cuarta etapa propuesta en el diseño metodológico de esta investigación. No obstante, se puede anticipar a estos resultados para asumir que si la información emitida no tiene un contexto informativo, difícilmente la audiencia podrá reconocer el papel desempeñado por estos agentes en el entorno y en los efectos suscitados en su propio bienestar social. Sin contexto informativo, pero con el reconocimiento de actores involucrados en estos casos, fue vital indagar sobre la concepción del acto de corrupción política emitido en las noticias. Los resultados de la recolección de información indicaron que estas significaciones se construyen con base en las percepciones de las fuentes institucionales, como sucedió en dos ocasiones en Noticias RCN y una vez en Caracol Noticias. Por eso, surge como interrogante hasta qué punto las instituciones y sus funcionarios públicos que presentan fracasos nacionales en su lucha contra la corrupción, pueden suscitar más allá de opiniones o juicios de valor, significados en los que incurren sus mismos colegas o colaboradores que incurren en actividades en las que desvían u omiten los principios para manipular el aparato gubernamental y así, obtener beneficios económicos, políticos y de posición social o laboral para sí mismos y/o para terceros (Tanzi, Solimano, & Del Solar, 2008). Además, si se tiene en cuenta que también son actores que provienen de un campo como el político en el que se tejen luchas simbólicas bajo ideales e intereses particulares, pese a su función de mantenimiento de orden social. En la información al explorar si en el desarrollo informativo se mencionaron las consecuencias y costos sociales de estos actos, se encontró que en dos noticias de cada uno de los tres noticieros se expresaron las consecuencias en el plano económico de dichos comportamientos. En estas notas se manifestó que la corrupción política tiene incidencia negativa y directa en los recursos del Estado invertidos tanto en la contratación de obras como en los Hospitales de Bogotá. De manera que se generan desequilibrios que contribuyen a la distorsión del sistema económico e incluso, hasta desestimula la inversión de capitales externos y nacionales en la economía local (Urueña citada en Cepeda, 1997). Sin embargo, las noticias no difunden el impacto de este problema en el campo político como la generación de ingobernabilidad y pérdida de legitimidad de los entes gubernamentales y de la credibilidad democrática, pues aparece la reducción en la participación política y por ende, se refleja en el deterioro de la democracia (Urueña citada en Cepeda, 1997). No obstante, más allá del costo individual que debe pagar el actor involucrado por sus acciones, el implicado enfrenta el desprestigio familiar y dentro de su grupo de colegas. El principal ausente de este aparte, es el costo con relación a lo ético y lo moral del funcionario público, dado que 25    

fracciona principios fundamentales y genera un caos sistemático en la sociedad por sus comportamientos que van en contravía del interés general (Urueña citada en Cepeda, 1997). En consecuencia, los funcionarios públicos se deben someter a sanciones. Algunas de éstas se expresaron en 6 de las noticias que se seleccionaron. Esta información se centró en las sanciones normativas para estos funcionarios implicados en los dos casos de corrupción política, quienes debido a su condición y al régimen especial que los cobija por su posición jerárquica en la sociedad, son judicializados por medio de otros procedimientos e instancias. Así, en la información se expresaron los delitos que cometen estos actores contra la administración pública, contra las leyes y las herramientas jurídicas para controlar este problema. En el desarrollo noticioso es común escuchar expresiones como: “El es director jurídico del IDU, Inocencio Meléndez, quien ya fue condenado por un juez como uno de los implicados en el ‘Carrusel de la Contratación’, dice que es víctima de la procuraduría, porque según él lo sancionó con 17 años de inhabilidad de manera indebida” o “Meléndez quien fue destituido por el ‘Carrusel de la contratación’ en Bogotá, dice que la sanción disciplinaria impuesta por el ministerio público no es justa, y que la inhabilidad es improcedente porque él se encuentra colaborando con la justicia”. Sin embargo, estas afirmaciones transmitidas en las noticias no le explican a la audiencia el significado de estos delitos o sanciones determinados por unas entidades de vigilancia como la Contraloría con relación al control fiscal, la Procuraduría General de la Nación y la Fiscalía General de la Nación sobre la administración del Estado, así como el mantenimiento y la promoción de los derechos humanos. De manera que una vez más, al parecer la información sobre hechos ilícitos se delimitan a mencionar los resultados de procesos judiciales sin contexto y carente de una exposición clara, sencilla y concisa de los hechos. Dichas noticias se convierten en un acumulado de información común e incomprensible que deja de ser válida como fuente de conocimiento y de reflexión para la audiencia, si se tiene en cuenta que a la televisión accede todo tipo de público, constituido por diferentes capitales sociales, económicos y culturales. Al parecer, la retórica técnica y expresiva y hasta la misma simplificación de información de la televisión es efectiva para cautivar al público cuando estallan escándalos de esta índole, pero la reiteración y la inflación de las imágenes puede conseguir que las audiencias cambien de canal o apaguen su televisor. En consecuencia, el público prefiere abstraerse de la realidad social por unos minutos. Ante esta realidad no se debe perder de vista que los propios medios como la televisión, producen información desde su contexto con sus luchas simbólicas implícitas para reconstruir la desviación de principios en funciones de los agentes que tienen poder para obtener sus propios beneficios. Todo esto con base en el reconocimiento social, político, económico, cultural, entre otros; de los informativos para promover una estructura mental de hacer ver y conocer un fenómeno social específico. Así, las noticias sobre estos actos ilícitos pueden trascender de la pantalla a la constitución de opiniones, tanto en los periodistas como en la audiencia, como se pudo observar en los resultados arrojados. En este sentido, la información puede suscitar “hasta un efecto de realidad” (Bourdieu, 1997, p.27) sobre este problema. Como se ha podido observar en las dos categorías de análisis de la investigación, los noticieros al desplegar este poder simbólico, definen agentes dominantes desde su posición y estatus, se dedican a la producción técnica de la noticia bajo la lógica propia de los elementos del campo periodístico hasta llegar a la articulación de todas estas particularidades para contribuir a la reconstrucción de la realidad de estos actos ilícitos. En este sentido, es evidente 26    

el planteamiento de Bourdieu acerca de la televisión como un medio que instituye la circulación de la palabra y la audiencia como agente que recibe la información se encuentra sin esperanzas y desposeído de cualquier tipo de capital social, económico o cultural. Por esto, se convierte en un agente dominado para la sociedad (Encreve, 2005). En este escenario “no hay un poder simbólico sin una simbólica del poder” (Bourdieu, 2001, p. 49), debido a que la utilización de la retórica, la sintáxis, el léxico y la pronunciación, tienen como objetivo recordar la autoridad de su autor y la confianza que exige. De esta forma, se impone la representación del aparato del lenguaje, producido para y por el mercado al que le debe su existencia, para contribuir a su propia credibilidad de acuerdo con la autoridad institucionalizada de quien lo dice. No a título personal, sino por el poder que le fue investido, como se puedo observar en las noticias seleccionadas. Por último, se podría afirmar que la producción informativa de los medios cumple con la tarea de mantener un orden social hegemónico, establecido por la representación de la realidad social y con un universo de significados que una cultura específica puede expresar. Sin embargo, en el caso concreto de los noticieros de televisión, las audiencias deberían apostarle a la alfabetización en conocimientos mínimos sobre periodismo y así, evitar que los medios sigan ejerciendo violencia simbólica en cuanto puedan actuar sobre el mundo, actuando sobre su representación (Ángel & Burgos, 2008). Así, queda planteado que “la importancia de los planteamientos teóricos sobre poder simbólico, radican en que no sólo con la lucha simbólica se puede cambiar la sociedad, sino que al prescindir de ella, resulta imposible cambiar el mundo y el lugar que los sujetos ocupan dentro de él” (Baranger, 2004, p.115 ). Referencias Albadejo, J., & Zamora, R. (2010). Un modelo paraanalizar la representación simbólica del escándalo desde la teoría de los marcos periodísticos (framing): aplicación al caso 'Umbra'. Recuperado el 14 de junio de 2011, de Academia.edu: http://ucam.academia.edu/ROCIOZAMORA/Papers/435521/Un_Modelo_Para_Analiz ar_La_Representacion_Simbolica_Del_Escandalo_De_Corrupcion_Politica_Desde_L a_Teoria_De_Los_Marcos_Periodisticos_Framing_Aplicacion_Al_ Álvarez, J. (1995). Michel Foucault: verdad, poder, subjetividad. La modernidad cuestionada. Madrid: Ediciones Pedagógicas. Ángel, A. (2010). Modelos para comprender la comunicación. Manizales: Universidad de Manizales. Ángel, A., & Burgos, J. (2008). Dinámicas del poder simbólico de los productores de las secciones política de los noticieros colombianos y de sus audiencias manizaleñas. Manizales: Programa de Comunicación Social y Periodismo. Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Universidad de Manizales. Asociación Colombiana de Investigación de Medios. (2011). Estudio general de medios. Estructura de medios 3-2009 estratos 2 al 6. Extraído el 14 de junio. Desde http://www.acimcolombia.com/archivos/FILE_DOC_PUBLICACION/CIFRAS%20 EGM%20-%20ENERO%202010.pdf 27    

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