EL RASTRO DE FUEGO. Segundo Premio "Ricardo Miró", 1958

EL RASTRO DE FUEGO Segundo Premio "Ricardo Miró", 1958 Nos vamos, abuela, solamente venimos a despedirnos . Pero ahí queda la serial de nuestra suerte

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El bautismo de fuego
El bautismo de fuego Por Daniel Del Vecchio Lugar: Amposta (Tarragona) Fecha: 12 de abril de 1998 “Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene un

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EL RASTRO DE FUEGO Segundo Premio "Ricardo Miró", 1958 Nos vamos, abuela, solamente venimos a despedirnos . Pero ahí queda la serial de nuestra suerte : cada uno de nosotros sembraremos una caña, en medio de nuestra casa la sembraremos : si se secan, esa será la señal de nuestra muerte . Muertos son; diréis, si llegan a secarse. Pero si retoñan : ¡Están vivos ; diréis, ¡h, abuela nuestra! Y vos, madre, no lloréis, que ahí os dejamos la señal de nuestra suerte. POPOI . Vuii, CAP . VII

Roja la flor Traigo a mi noche por tu luz ausente, rastro profundo de extasiados vuelos, roja la flor entre los altos hielos, voz la del aire, de ala transparente. ¿Tu nombre? Nombre de ave . Por tu frente vaga nostalgia de perdidos cielos . El cóndor sube, gimen tus anhelos, canta la puna su canción doliente . Canción andina de infinita pena, en sortea de fuego me ceñiste, pastora de las nieves, sombra buena. . . ¿Quién eres? No lo sabes . Tu agonía, raza de semidioses, raza triste, en Lautaro no acaba todavía.

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Era Irupé ¿Fue sueño? ¿Realidad? No lo sabría. Era Irupé, victoria, dicha cierta . Era una flor magnífica, despierta, de cuyo seno una mujer nacía . Una mañana de lejano día mágica alfombra me llevó a su puerta. Sobre la pampa, virginal, desierta, fábula, mito, una ciudad crecía . Del Paraná -Guazd se levantaba la tierra que el apátrida soñaba, la Argentina, la pródiga en graneros. ¿Sueño? ¿Verdad? Con sed de golondrina, lejana, inverosímil Argentina, por ti pregunto a todos los viajeros.

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En Yamandú, contra los dioses Un caracol en tu remoto arcano, joven deidad de florecido ceño . Un corazón la forma de tu sueño . El Paraná la línea de tu mano . Catorce son los ríos, un océano en este fiel soneto panameño . Mírate en mí, grabada sin empeño, rosa de ser y sol americano . El urutí bajo los talas gime . En Tabaré dolor, amor sublime, virgen misterio de la flor nativa . En Yamandú, contra los dioses, fuerte, sola en su sed, amándote de muerte, toda tu estirpe se desangra altiva.

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Amor su signo "LLora, llora Urutaú en las ramas del Yatay . Ya no existe el Paraguay donde nací como tú ." CARLOS

Grano y

SPANO*

¿Por qué anunciaste con amargo acento, urutaú, la pérdida del nido? El Paraguay existe. No ha caído. Urutaú, publícalo en el viento. ¿Qué fuego primordial le da sustento? Vive, vuelve a vivir recién herido. No conoce la muerte ni el olvido la novia guaraní de extraño cuento . Pueblo sitiado de infortunio tanto, siempre lo mismo, ardiendo como un canto, entre los montes tímida paloma. El agua es su deidad, amor su signo . No hay la palabra para el dios maligna en su invencible musical idioma.

* Poeta argentino, 1827-1918 Opuesto a la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay . 1 28

Abridle paso

Quién entre las montañas prisionera no vid~ el mar? A su regazo baja a dormir el Sol . Abridle paso. En aimará nombró la primavera. ¿Quién recoge llorando en la pradera toda la ardiente gama del ocaso? ¿Quién, doliente, labraba rico vaso para el Inca en la abrupta cordillera? El Titicaca guarda un gran tesoro. Un rastro queda en su ribera de oro; la sandalia será del dios cautivo . Bolivia sola, contra el viento, avanza, quedan atrás, atrás de su esperanza la alpaca, el Potosí, laurel y olivo .

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La cruz del Sur

De cristal y granito. A mar y viento . Un capricho del sol, una locura . Entre colinas, suave arquitectura, la ciudad tornasol es como un cuento. Como un cuento la selva . Turbulento, el Amazonas hiende su cintura . ¡Cuántos enigmas en su cuenca oscura, de milenarios dioses aposento! No busquemos diamantes . Alucina constelación austral que te ilumina, la Cruz del Sur, heráldico lucero. En saudades tu nombre nos doblega Un pueblo nace y por su sangre juega una ciudad, un canto, Río de Enero .

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Esto quedó

Atrás las cumbres de nevado anillo ; los páramos después, paraje austero . Un rebano de llamas, un sendero, descalzo y harapiento, un pastorcillo . Esto quedó del fabuloso brillo de aquel Perú de todos el primero . Mirad aquella sombra . Fue un arquero. Mirad aquella piedra . Fue un castillo . Ven un rayo de luna en lontananza . Es una Justa que en el templo danza, virgen del sol, apenas un capullo . Piedras, sombras dolientes, triste barro, ¡esto quedó, conquistador Pizarro, del gran imperio del Tahuantinsuyo!

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En la mitad del mundo

Un milagro de orquídeas, de repente, inundó los barrancos sorprendidos . Brotaron como pájaros perdidos, sacudiéndose el brillo del relente . Un poeta, como un dios, adolescente, me enseñaba los cantos preferidos, cortaba orquídeas, amparaba nidos . Tocó las rocas y brotó un torrente . El imbaya bajó los altos montes con su angustia transida de horizontes, y un panorama andino bajo el brazo . En la orquídea recuerdos llevo escritos : el abra azul, un bosque de eucaliptos, y en la mitad del mundo, El Chimborazo .

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En ti Bolívar

En Abril, Venezuela, te saludo. Salí a buscar tu rastro fugitivo . Veinte espigas hallé, no hallé el olivo, sí el laurel en tu nombre y en tu escudo . A zarpazos de nieve y viento rudo, visionario de luz al lado esquivo, el cóndor de tus páramos nativo se elevó sobre el tiempo cuanto pudo . Hoy restaura su signo verdadero tu sangre, la del héroe guerrillero en tí brotando intrépida, bravía . No te doblegue el llanto calcinante, ya para siempre erguido, vigilante en tí Bolívar, reconstruye el día .

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Sabedlo, Generales ...

Palabras son, palabras : Sangre. Escuela. Un desfile de amor, el odio enfrente. Dolor y sangre. "Nada. Un incidente. Reina la paz en toda Venezuela" . Charco de sangre el tránsito revela del guerrillero herido en la alta frente . Le sigue una jauría maldiciente. "La situación, normal en Venezuela" . Baja del monte. Nada la detiene . De verde olivo revestida viene esa indómita sangre siempre en vela . Esta sangre, sabedlo Generales, nos concita, seguras las señales a vencer o morir por Venezuela.

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Cielo invertido Canciones con fragancia de azucena, con mariposas, árboles y lianas . Inquietud de libélulas tempranas . Infloración de vida, gracia plena . El amor por amor, única pena: canciones del ayer y del mañana. Adolescencia efímera, lejana . Un valle azul. El Cauca . El Magdalena. Nos enseñó el amor. ¿Qué importa el resto? Para ti, para mí, Colombia es esto . Lo puro . Un libro. una canción . María. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Si no viera jamás el Tequendama, cielo invertido que en el sol derrama todo un infierno de melancolía!

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Entre jazmín y ave

-El nombre por la mar se le ha perdido . Delfnes, madreperlas ¿quién lo sabe? -Cómo perder- increpa el viento suave cómo perder el nombre por olvido? -¡Volved a tierra! Por la mar no ha sido. ¿No veis su forma entre jazmín y ave? Id a los montes. Indagad. Acabe esta zozobra de no haber nacido . No es por el aire, mariposa exacta . No es por el agua con el pez, intacta, donde amanece su primer asombro. Tal vez aquí, bajo la herida tierra, al pie del árbol Panamá se encierra en este grito con que yo la nombro .

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Niños del mundo

Niños de Panamá, somos pequeños . Ni corazón, ni puente universales, ni espejo somos, ni mentiras tales . Somos apenas un fulgor de ensueños . Es verdad que por sórdidos empeños fuimos el blanco de infinitos males que nos desearon reyes inmortales, que la codicia nos propuso dueños . ¿Qué buscaban? ¡Poder! Y no sabían que jamás el secreto poseerían de nuestra forma, un signo, mar y cielo . Niños del mundo, América es un ave . Mirad el mapa . Panamá es la clave, es el resorte. !Si no está, no hay vuelo!

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Sereno albergue Abeja, dulce hermana del rocío . . . ¿Cómo nombrarte? Límpida esmeralda. Risa del sol entre ramajes gualda . Trémulo colibrí. Recuerdo mío . Dame el secreto, Nandayure . El río, el Ira,-ú, de rebosante falda, el enigma de barro en cuya espalda grabaste un sueño, un vaso a tu albedrío . ¡Ah, Costa Rica! Frente al extranjero, jaguar invicto, Nizimán guerrero, por ti mataba, por tu amor moría . Pero Nambí, Nambí lleva tu signo . Es fraternal como el naobul, benigno, sereno albergue, pozo de armonía .

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Perenne llama Tú lo sabes, América te ama . Habla de ti,, le duelen tus heridas, tus cárceles, tus muertes, tus caídas. Se te tiende en amor como una rama . Tu aguerrido linaje, tu oriflama, manchan manos de cieno envilecidas . Tú, la que engendra luminosas vidas, erguida en trance de perenne llama . Pero te sigue el corazón alerta . Tribu de Dirianguen ya despierta como despierta el fuego en los volcanes. Que no llore en aprobio Nicaragua, la que forja luceros en su fragua, con Rubén y Sandino, dos titanes.

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¿Por qué los pies sangrantes? Subí al lejano vértice del frío . Golpe de luz, certera clarinada . Un secreto robé en la madrugada desde el más alto mirador al río . Ví su auténtico rostro en el rocío, la clave de su nombre en la hondonada . Musical, luminosa, perfumada, la vi llegar subiendo en el vacío . Es Honduras! La tierra de Lempira . Tegucigalpa que en el agua gira, Tinaclat por doliente y por hermosa . ¿Hasta cuándo, por qué los pies sangrantes? Hasta cuándo mendiga entre diamantes, Honduras, en tesoros abundosa!

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Una impávida flor El pueblo entonces fabricó su casa, de piedra o naipes, para el dios lo mismo . Y el dios sopló del igniscente abismo lava mortal que toda vida abrasa. El, Cuetcalzín, que destruyendo pasa, no destruyó su temple de heroísmo, y renació del propio cataclismo otra ciudad que el cántico rebasa . Otras ciudades fueron en la orilla del faro que amenaza y maravilla . . . ¡Es Cuzcatlán, la del febril arado! La que a la sombra del amate sueña, una impávida flor, la más pequeña, ¡un balsamar herido y perfumado!

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Carta de junio

Panamá, junio 10, año cualquiera: Novia de Alom, querida Guatemala : Frágil alondra, recogida el ala, triste, muy triste, el corazón te espera . Quiero otra vez amar la primavera, beber la brisa que Ixcanil exhala, y en un glorioso atardecer de gala, atar mi nave al pie de tu bandera . ¡Verte otra vez! Recibo tus postales . Todo sosiego en lagos y trigales . Un telar . Un pastor. Todo sonríe . ¿-44 no es verdad! Tu luna sangra y lloras, y te crece la llama que elaboras, silenciosa, mortal... !Aloco te guíe! 1954

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La sangre del jaguar

Id a buscar la América Española, la sangre del jaguar, la clave suma, la América de miel, de flor o pluma, de rudo sol o de violenta ola . La América está libre, fuerte, sola, allí donde reinaba Monctezuma . Seguid el leve rastro de la espuma, el llamado de antigua caracola . Aunque la huella de Cortés persiste, Quetzalcoatl no tuvo noche triste, preside aún el rito de la vida . Sabed, si nos perdemos, queda un puente. Es Méjico, la América viviente, de sus nativos dioses protegida .

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Caonabo es inmortal Ojos hechos a toda maravilla se extasiaron en tí, dulce Quisqueya, en tu candor terrestre de doncella, en tu gracia fecunda de semilla . Mirándote nacer desde la orilla, se recrearon en ti porque eres bella . Un pájaro, una fruta, alguna estrella, algo en tu rostro recordó a Castilla . Pero cuidaba el siboney su tierra . Diestro en el arco, intrépido en la guerra, Caonabo es inmortal como los dioses . Lleva el Ozama en su corriente, vivo, todo el recuerdo de un pasado altivo, y el eco triste de perdidas voces.

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Es una gaviota Diciembre seis. El almirante anota : "Dios me bendice pues que me regala una tierra gentil que nada iguala ni hallé mejor en la extensión remota". Haití la llaman. Es una gaviota, es dulce, alegre, tibia como un ala, inadvertida se vistió de gala ante el Caribe que su faz azota. De malignas serpientes y alimañas despejaron los dioses sus montañas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pobló la selva Ibolelé de trinos . Hoy como ayer deslumbra al navegante, la que esperando al parecer amante, extiende al mar dos brazos diamantinos .

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Isla de amores

No diré la amargura de tu entraña, isla alegre de sol y de tambores. Hay un grito de sangre por las flores, secretas mieles en la dulce caña . Pero tu canto vive, no te engaña . Conjuras al dolor, Isla de amores. En tí, desvelo de conquistadores, en tl, ¡la perla; se miraba España . Eres llave del mar, dorada puerta . Hay una mano sobre al mar abierta, que a compartir tu corazón convida . Hay un nombre que en fuego se reparte, ¡América lo lleve en su estandarte! Martí, todo verdad, amor y vida .

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Diosa perdida Queme mi sed, mi lágrima consuma fuego de ti, lejano, omnipresente . Tenga mi flor un sorbo de tu fuente, diosa perdida en ámbito de espuma! Despierta, sí. Tu claridad asuma su verdadera dimensión ausente. Cautiva tú! Diluya la corriente, plinto de piedra, clámide de bruma. ¿Puro y exacto venga a nos tu cielo! Desate el Hudson que sitió tu vuelo su férreo lazo de obstinado río. ¡Por tí la vida, cuanto más te alabo! Soy el bracero sin tu amor, esclavo . ¡Por tí mi sangre cuanto más te ansío!

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Vocabulario Irupé, personaje mitológico de la región del Paraná . Urut4 ave del Uruguay . Tala, árbol de los bosques uruguayos, característico . Tabaré, protagonista del Poema San Martín.

Tabaré,

de J. Zorrilla de

Urutaú, ave del Paraguay. Yamandú, otro personaje del poema uruguayo dicho arriba . Aimará, lengua aborigen boliviana. Titicaca, lago sagrado en donde, según la leyenda, duerme el Sol. Imbaya, etnia del Ecuador . Ñusta, princesa, vestal del Sol . Naobul, nombre indígena de un árbol de Costa Rica . Nizimán y Nambí, dos caciques indígenas de Costa Rica. Nandayure, personaje de leyenda popular tica . Dirianguen, héroe indio de Nicaragua, contra el conquistador. Tinaclt, nombre de una doncella, figura legendaria hondureña. Cuetcalzín, dios que rige los Volcanes . 148

Alom, dios generador, según otra interpretación, diosa madre, Guatemala. Kaholom, dios padre . (Guatemala .) Chahal, dios guardián de las sementeras . Iztayul, gran Señor, Rey de la VII generación de Balam . Balam, tronco original de las 12 generaciones hasta la invasión española. Tohil, dios de la mitología maya-quiché, hasta Honduras . Queltzacoatl, divinidad azteca. Ibolelé, dios de la selva, Rep. Dominicana . Caonabo, el más poderoso y bravo caudillo de Rep. Dominicana (Quisqueya), reino de Maguana .

Nota La ortografía de vocablos indígenas no ha sido fijada aún . En esta lista son dudosas únicamente aimará (o aymará) y Tinaclt (o Tinaclat) . 1 49

Un libro de poemas: "El rastro de fuego" de Esther María Osses Por MARIO AUGUSTO

"El rastro de fuego" no es, a nuestro juicio, la mejor obra de Esther María Osses . Hay en él algunos poemas que merecen justamente los honores de la antología más exigente. La composición formal de las veinte composiciones no tienen falla . La unidad temática se mantiene, aunque pueden observarse algunas declinaciones, al ser producto de los sentidos mismos de la poetisa . La dignidad del tema es evidente, la altura lírica, la profundidad conceptual, la vibrante magia del sentido americanista merecerán sin duda el aprecio de los críticos más exigentes . No hay artificio ni imposición en los sonetos que componen en la obra . Todos ellos parecen espontáneos, enraizados profundamente en el sentimiento de la poetisa . Una de las preocupaciones permanentes de Esther María Osses, de otras habrá que hablar en ocasión distinta, ha sido la fraternidad ideológica, la hermandad intelectual entre los pueblos del continente . A ese ideal ha dedicado muchos esfuerzos, no siempre justamente apreciados ni correspondidos . Ese ideal ha inspirado, al parecer, el libro que ahora acaba de ganar un premio en el Concurso Miró . Se trata de una serie de sonetos por medio de los cuales la poetisa da expresión a una doctrina de honda fraternidad americana, a un sentido entrañable de la unidad espiritual de nuestros pueblos . 1 50

La motivación temática es ya, por supuesto, un elemento meritorio, digno de ser apreciado . Desde mucho antes de Darío hasta mucho más acá de Neruda, nuestros liridas han cantado a la América como un nuevo mundo de justicia, de libertad, de fraternidad. Pero el tema es inagotable y siempre han de encontrarse en él elementos nuevos, raíces más firmes, proyecciones de original valor para el ideal americanista en sí mismo y para la dignidad de la creación poética. Y en este sentido, la poetisa ha sido realmente afortunada. La raíz humana

Los sonetos que integran el volumen que ahora comentamos se distinguen, en efecto, por la enérgica raíz humana que en ellos se encierra . El concepto es siempre vigoroso y la arquitectura del poema corresponde con eficacia a la idea central de cada uno . Y siempre, en cada verso, en cada combinación estrófica, se respira la sangre del hombre el alma del pueblo, la sensación emocionada de la verdad humana expuesta con fino sentido poético . Por eso, en los poemas hay fe y optimismo . Se siente el dolor de los pueblos, la nostalgia de su origen y de su desarrollo, de su formación . Se percibe la angustia de los hombres en su lucha a través del tiempo para alcanzar la personalidad nacional. Pero siempre hay fe en la fuerza, en la energía, en los recursos humanos, en la trascendencia creadora de la idea . Y siempre hay optimismo saturando las alas de la esperanza que se esparce, como un perfume, por los catorce versos del soneto. Es eso, sin duda, lo que da vida y emoción a los versos. La geografía lírica de los pueblos que pudo tener la severa frialdad del análisis intelectual, está sembrada de 151

sensaciones humanísimas, de calores ardientes que emanan de la energía vital .

La nostalgia Otra nota característica del libro es la persistencia del sentimiento nostálgico . La poetisa pudo conocer o no a los pueblos que inspiran sus poemas . Su estancia en ellos pudo durar años, meses, días, horas . Tal vez fue solamente el vuelo imaginativo de su hondo sentido americanista el que visitó una u otra vez a las comunidades humanas que viven en sus versos . Pero hay, en todos los casos, un hondo sentimiento de añoranza . El recuerdo penetra en cada palabra, en cada acento, con una nota melancólica que se refleja en los nombres de los ríos, en los rasgos del paisaje, en las notas de la música, en los tonos de la geografía . Quizás la nostalgia es, a veces por lo que no ha podido ser. Tal vez la añoranza es la de no poder estar, al mismo tiempo, en todas partes, sintiendo la hondura de la unidad continental . Se puede sentir con honda sinceridad la nostalgia de los deseos que no han sido satisfechos, de los sueños que no han llegado a convertirse en realidad . En ese caso, incluso la obra puede deber parte de su unidad temática al anhelo, aún no realizado a cabalidad, de una América más unida, fraternizada en la profundidad de la vida, convertida en un solo pueblo, en una sola nación, en una sola personalidad para la conquista de sus destinos naturales y de sus aspiraciones ideales .

La interpretación Con certero instinto poético, la poetisa suele encontrar siempre una frase para definir con originalidad y 1 52

energía a sus temas poéticos . Un estudio más profundo imposible en la urgencia de la labor periodística permitiría sin duda encontrar otras manifestaciones de la calidad creadora e interpretativa de la poetisa . Nosotros espigamos rápidamente, a vuelo de máquina, algunas palabras que impresionaron nuestra retina emocional . En Chile, la nación se levanta frente a la realidad continental con personalidad definida "nostalgia de perdidos cielos" en la emoción del recuerdo poético . En Bolivia encuentra la verdad de la leyenda según la cual "a su regazo baja a dormir el Sol" . Y ahora es el Perú : "Mirad aquella sombra, Fue un arquero. Mirad aquella piedra . Fue un castillo" . Más adelante, volviendo a subir, tiene una nueva sorpresa ; "El imbaya bajó los altos montes con su angustia transida de transida de horizontes, y un panorama andino najo al brazo", para presentar al Ecuador, trepado en las cumbres andinas entre la honda melancolía del yaraví . Habría muchas muestras más . Bastan las registradas para dar al lector la idea de la sensibilidad de la poetisa para captar las notas características, para descubrir los elementos distintivos, para definir la personalidad de los pueblos que ella siente en toda su energía y sueña en la unidad fraternal del continente . En el RASTRO DE FUEGO hay amor, profundo amor. No el amor de los sentidos sexuales . Sí el amor del 1 53

ideal, el amor del sentimiento humano y, sobre todo, del sentimiento americano, transido de emoción conmovedora . Y hay calidad poética, dignidad literaria, honestidad intelectual, entusiasmo creador, para formar un libro que habrá de merecer de la crítica desapasionada, libre de prejuicios lugares o de grupos, un reconocimiento caluroso. Diario Panamá América, Panamá, Enero 18, 1959.

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> l eo. de Edgar Qucipo, vcncwlano .

EL JARDÍN BAJO EL AGUA

El jardín bajo el agua El jardín bajo el agua Cábala de la lluvia La lluvia y el barco En esta orilla A Guatemala : Atala Marta Lydia Gabriela Eres América Pacto secreto

El jardín bajo el agua Allá quedó cercada de silencio, ciudad celeste de árboles nacida. La madrugada andaba por las torres, La madrugada andaba en los jazmines . La casa de la luna estaba abierta : era que en ella se hospedaba un río . Todo está igual La esquina de las hadas, La calle de los duendes claroscura, la plaza toda sol y el castillo todo de azúcar desafiando edades. Remontemos los puentes solitarios; el jardín bajo el agua se despierta . Ciudad entre azucenas, ciudad mía, ciudad sin mar, abierta sobre el valle . El bosque . . . el humo . Hay una choza. Andemos. Pero dejemos la señal al paso . No vaya a ser que nos disperse el viento, y no podamos regresar . Quién sabe!

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Cábala de la lluvia La montaña azul . Azul, azul, azul. IAzul! Viene la lluvia . La lluvia en su potro de alhelíes . LAh! Lo comprendo ahora. Fue la montaña. La Al En En

montaña quien lo dio a los pájaros . pájaro del agua . rama verde canta. rama verde y alta .

Se pasan la voz los hombres de campo en campo. Va por el río, quebrada abajo, por los barrancos. En rama verde canta. ¡Mírenlo en rama verde, verde y alta! Preparad las semillas. Maizales, arrozales, enderezad las hojas como palmas de triunfo . Presta está, reluciente, perfecta, invencible, la flotilla de papel.

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Viene la lluvia . La nube lo dice a la montaña . La montaña al pájaro, el pájaro al aire, el aire a los hombres . La montaña no engaña . El mar... iay, cómo nos ha engañado el mar!

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La lluvia y el barco Aquí nació la lluvia entre higuerones . Nos trajo a los portales la alegría en su potro de crines relucientes . Iba por los barrancos, impetuosa, iba por las llanuras, reposada ; iba dejando espigas en la loma, en los rastrojos huella de alhelíes . Trajo a la puerta un diminuto río, un río de juguete, navegable ; al son de las goteras ya crecía, plantaba sitio en puertas y ventanas, se enroscaba en la luz, bajo los mirtos, ¡ay, el cañaveral, cómo lo amaba! La niña estaba allí. Rubias las trenzas . Descalza. Con un sueño entre las manos. Una temprana angustia por el sueño, y suspenso, ese adiós entre los labios . Pequeña diosa, de la nada un mundo hizo bajo la lluvia, luminoso . Soltó su sueño en el caudal efímero . ¿A dónde irá sin brújula en la noche? Qué rápido, qué alegre entre las hojas, sin boga retozaba, inverosímil; única mariposa solitaria, ¡qué blancas alas nuevas para el viaje! Así, jugando, un día y otro día, este era un río, un puerto, nunca el mismo . . . Siempre la misma niña entre los árboles . 1 66

Y con cada alborada repetida, en sueños, con la lluvia, navegando, este era un barco que jamás volvía, un barco de papel en el que siempre un viajero de niebla naufragaba .

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En esta orilla

Detente aquí, barquero, en esta orilla, ella creciendo al pie de los ciruelos, ella entre margaritas caminando era más alta que los altos himnos . Cuando la noche por la sierra vino ella la puso trémula en su mano . Entró a la ronda con nosotros, riendo, y por la sombra al balancearse el aire, yo vi la muerte que brilló en sus ojos, como el cocuyo que prendió en su pelo. Íbamos juntos cuando el sol salía . En los cercados, subyugante forma, temblorosas de luz y de relente las telarañas nuevas como el día. Jazmines, madreselvas, cundiamores, mariposas, volantes arco iris, pájaros amatistas y torcaces. Todo fragancia en los aleros tibios, todo color al fondo de los charcos. No con el lazo, en vegetal idioma, con un cogollo de amistad y azúcar, llamamos por su nombre a los caballos. El bayo como un junco se entregaba, el rocillo venía en una nube, y el caballito moro !ah! nos miraba desde su claro reino de rocío . La dormidera se cerró al tocarla . ¿Quién la despertará? Tal vez el viento. 1 68

La quebrada de lejos nos llamaba... ninguno respondió. La luz moría. La soledad, la ausencia se instalaba parecida a la muerte, para siempre . La niña no volvió pero su risa repicaba en el pozo todavía .

1 69

A Guatemala (Ante la actitud de las jóvenes patriotas guatemaltecas durante los inverosímiles días de junio, invasión de 1954) Se os preguntará por los señores de Xibalba acerca de nuestra muerte, que están concertando y preparando por el hecho de que no hemos muerto ni nos han podido vencer, ni hemos perecido en sus tormentos, ni nos han atacado los animales. Tenemos el presentimiento de que usarán la hoguera para darnos muerte . Todos los de Xibalba se han reunido, pero la verdad es que no moriremos .

Poliol_ VUH, CAhíruLo XII

Átala Voz de la selva herida, flecha y ala, rebelión ancestral, soplo de fuego, incitaba, ferviente como un ruego, a vencer o morir la voz de Atala. Anunciaba otra vez la noche mala un ilonel iluminado y ciego . Iba ya desvelada, sin sosiego, la sombra de Tecum en Guatemala . Alom, Kaolom. El templo profanado, el grito del hondero amordazado, Atala sin saberlo redimía. Atala, con su luz enarbolada, Atala por la tierra, tierra amada, la tropa juvenil enardecía .

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Marta Lydia Otra vez extranjero, rubio auriga, los nativos maizales pisoteaba . Marta Lydia era un cáliz, una espiga, que Chahal amoroso custodiaba. Por esa antigua pena que fustiga la estirpe de Balam, muda y esclava, no doblegó la ráfaga enemiga su verde corazón de cielo y lava . Infalible, segura, el pulso fuerte . Una sola consigna de odio y muerte, ella, tan frágil iay! tan sensitiva. Ella, la flor, celeste guerrillera, abatirá, conquistador, certera, tu sien, la del tonathiu, rediviva .

1 74

Gabriela

Era en ella el amor. La edad del trino. La clara diosa, Atit, besó su frente . Ella, vaso sagrado, limpia fuente. Casa de oro, Gabriela, miel y vino . Pero la noche que Izlayul previno cayó de pronto a medio sol naciente. Oscuro pacto de águila y serpiente vendió la flor, la casa y el camino . ¡Adiós amor, querida primavera! Atormentado sueño de obsidiana tiñó de sangre la canción primera . Ella, de pie, sonriendo todavía, del héroe herido silenciosa hermana, cortando nieblas esperaba el día.

1 75

Eres América (A la poesía y prosa de los poetas estudiantiles panameños de 1957)

¿Por qué esa espina de llagado acento, coracero febril, recién llegado? ¿Por qué esa amarga sed entre crepúsculos, tú, de la misma aurora prometido? ¿Qué invisible puñal ha desgarrado antes de ser el sueño de la rosa? Hay contenidos cráteres convulsos, hay huracanes que serán o han sido, pedernales ardiendo, sombras, sangre, sangre y ceniza al pie de las alondras . El mismo amor estalla enloquecido en torbellinos que la muerte empuja . La muerte está rondando cerca al río . ¿Quién la llama? ¿De dónde? El sol asciende pero la muerte roe los azahares . ¿Por qué, por qué celeste coracero, antes de ser la rosa se desangra? ¿Por qué esa amarga sed, hiel y vinagre, tú, que amaneces, semidiós, amando, un astro sobre el hombro, sonriendo, y por espada una canción al cinto? Responda el que persigue a los arcángeles, el que amordaza el día y lo encadena . Los niños muertos acusando, el hombre, la espalda lacerada que sucumbe. La joven madre que olvidó la risa, 1 76

el silbido del látigo, las cárceles, la sangre inmarcesible de los líderes . Todo está en tí. La historia te conjura. Lo sabes sin saberlo . ¡Eres América! Quieres besar el rostro de la amada, y giras entre tumbas y blasfemias . Apuntando al que cuida los cerrojos, un guerrillero en tu candor despierta . !Ay poeta, eres el llanto, eres el pueblo! Tiemblo por tu destino de centella . Por eso tu llagada sed, tu fiebre, tu atormentado sueño y la vorágine. ¡Tú, que amaneces, semidiós, amando, una estrella a los hombros, sonriendo, y por espada una canción al cinto!

1 77

Pacto secreto A la memoria de un maestro : (Octavio Méndez Pereira)

Seguro vas a salvo de puñales por el silencio de la opuesta orilla . Invisible remero, tu barquilla ya no pueden hundir los vendavales . Ya se entrega en espigas inmortales, sembrador de luceros, tu semilla . Para guardar de cuervos la gavilla nos dejaste consignas y señales. Hoy amenaza el viento presentido . El ángel va de sombras perseguido. Sitiada está la luz. La defendemos. Nada te inquiete, capitán . Intacto se cumplirá nuestro secreto pacto. Descansa tú. ¡Nosotros velaremos...!

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POEMAS INÉDITOS

I Siempre esa sangre Siempre esa sangre Nada sino esta llama Que vivo, que otra vez Alto y mío Amar, saber amar ¿Estás? ¿No estás? La cita inaplazable Istmania poderío

Siempre esa sangre

Te sobresalta el grito de la noche . Esa gaviota que gritando sube . El muro ensangrentado. Siempre el muro. Ella, la que bebiéndose el crepúsculo hasta tus labios, ciega, delirante, todo candor y júbilo subía . Siempre esa sangre, siempre y hasta cuándo, ese rastro sangriento, inexorable. Deshechas alas de tan sangre, rojas, y una forma, la suya, entre tus manos . Tú, capitán invicto, tú el que cruza entre letales ráfagas impávido, tiemblas de no se qué pavor vencido, un presagio tal vez, una agonía. Ay ese grito que subiendo estalla, hiende la noche, quema y te desgarra . Ella, la mansedumbre, la alegría, ¿cómo te pudo herir cuando te amaba? El lago, no el violento, el de las lunas, ¿cómo volará el lago sin sus alas? ¿Qué hará la luz sin su volante sombra? ¿Qué hará la nube sin su blanca llama? Caerá la noche en las movibles dunas, Caerá en tu voz, en tu amoroso sueño . Pero esa sangre allí, siempre esa sangre, y una forma, la suya, entre tus manos. 183

Nada sino esta llama I Verde camino largo y hondo. Largo . Por una roca de espinada entraña, por la lluvia de filo persistente, obstinado, subiendo hasta el dolor, subiendo por los ecos hasta la cima diáfana del llanto . Verde camino, largo j hondo . Solo. Oscuro día . II Piedra, salmo ,y ensalmo, nada pueden . Tu soledad tan recia, tan entera, tu dolor tan perfecto, tan dolor, tan incendio, Nada tenemos contra el viento, nada. Sino subir hasta la lágrima. Nada sino esta sombra, nada sino esta llama, esta oración profana y poderosa . III Sea el alba sea la noche, 1 84

vuelva el día. Bórrese toda huella en la corriente . Verde camino, largo y hondo . Verde. Sea la noche, sea el día. Un nuevo y limpio día.

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Que vivo, que otra vez I Héme de nuevo aquí sobre la vida desde este lago que mi ser rescata . De nuevo emerjo de la sombra, surjo otra vez en la luz, al pie del agua. II ¿Qué amargura resiste? ¿Qué soledad no acaba ante este cielo, cielo, puro cielo, con tres soles de lujo cada día, con el agua de fiesta, con estrellas y garzas en el viento, gaviotas en la tarde y en el alba, jilgueros? Qué soledad resiste viajando a cada instante en los veleros, viajando con los ojos en los barcos que irrumpen en la noche con luminosos mástiles. No quise decir esto . No. Decía . .. ah, sí, que vivo, que vivo, que otra vez al pie del agua . III Yacente, inmóvil, sola, bajo el légamo, noche cerrada, soledad, olvido ;

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hormigas y gusanos mordiéndome los ojos, hormigas y gusanos mordiéndome los senos, hormigas y gusanos disputándose mi ensangrentado cuerpo . Noche, cerrada noche, silencio inacabable, excepto los gusanos, voraces, trajinando. Yacente, inmóvil, sola, sola, inmóvil. IV Así estuve no supe cuánto tiempo . Cuantas veces morí! De amor moría . V Muerte o dolor, no hay más, decide, elige. Por aquí se va al nadie, al siempre, al nunca, a la nada, al jamás . Por allá a la tristeza, al llanto, a la obstinada angustia, al recuerdo punzante, espina ardiente. Se va al cuando, al después, se va a la vida . Es mejor que estar sola pudriéndose en el légamo . Por aquí hacia el dolor a ti, a tu corazón, se va a la vida . 1 87

VI Vive. Vivamos. El minutero no dice muerte aún, y gira lentamente . VII Retoma tu dolor, vive tus llagas, recoge las astillas, reconstruye ... Maracaibo, 1966

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Alto y mío Era mío, profundo. Por las sienes andaba, caminaba, ciempiés de garfios en lo más alto y hondo de mis vértebras . Era de una oscuridad de abismo, era de una claridad de cima, tenía mi dimensión . era mío, y por él se podía hasta llegar a la alegría . Lo guardaba como un secreto de sangre y vigilia, mío . Pero hoy lo comparto, lo eché al viento, entristecí a los que me amaban, proferían palabras, solidariamente. Era mío, mío. Lloraron, odiaron . Así ya es de todos, se ha quebrado en pedazos, se ha multiplicado, ha crecido, se hace uno y mil y regresa invencible a mí, ciempiés de garfios (anda por las sienes) camina en lo más alto y hondo de mis vértebras . Marzo, 1968

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Amar, saber amar I Ya sé la clave . Estaba allí. No era ciertamente secreta . Se aclaró todo. Ahora lo sé. Me lo habías dicho tántas veces . "El amor, eso lo es todo . "Amar, saber amar, es mejor que ser amado". Así decías. Yo me lo repetía sin comprenderlo . Ahora ya lo sé. Corrieron, sí, tantos ríos de sangre y lágrimas. Crecieron tantas flechas envenenadas . Más ya saltó en la noche de pronto una chispa. Se hizo tibia hoguera, tranquila y alta . Supe. Comprendí. "Amar, saber amar" ¿Cómo se detuvo el movimiento de la última flecha que atravesaba el aire? Allí quedó impotente, suspendida. II ¿En dónde está el dolor? ¿Ese que acechaba desde las cuatro luces del cielo?

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¿En dónde el que acechaba mi esperanza desde las cuatro esquinas del tiempo? ¿En dónde el que me esperaba en el silencio? Las agujas de hielo punzaban la vigilia, el sueño, y cada gota de mi sangre, minuciosamente, célula a célula, infalible, implacable . III Está, persiste. pero ya nada puede. Estalla un resplandor que todo inunda. Miles de manos a mis manos se unen . Un sólo canto va montaña adentro. Es mi amor, el amor. Se multiplica. La flecha envenenada, inmóvil, tensa, jamás dará en el blanco . ¿En dónde está el dolor, el que acechaba desde las cuatro luces del cielo? "Amar, saber amar." Es la consigna. 191

¿Estás? ¿No estás?

Cuba, estamos aquí. No nos amamos . Giramos este disco, buscándote, buscándote. ¿Estás al¡¡? Respóndenos . Giramos. ¿Estás? No estás? ¿Te han hecho daño anoche? ¿Picotearon los cuervos tu ventana? Por aquí debe ser .. . Donde hay un trueno, una obstinada tempestad cercándola. Ya se escucha su voz . Domina el trueno su limpia, luminosa voz ... Es Cuba!! Ya sale... Es su canción insobornable, ya se hizo el aire sano y transparente . Cuba está bien . Dame la mano . Amémonos . Y así cada mañana y cada noche. ¿Estás? ¿No estás? Responde . ¿Te han herido? Aguilas te persiguen. Asquerosos reptiles de hocico ensangrentado, quieren violar tu virginal aurora, te acechan, esperando. Así cada mañana y cada noche, esta angustia por tí y esta alegría . Cuba está bien... Dame la mano . Amémonos. 1961

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La cita inaplazable 1 Es la hora del fuego . Vayamos a la cita, apasionadamente . Descended astronautas, dejad en paz la luna por ahora . A nuestras manos enlazad las manos . Llorad por nuestros niños, raptados, mutilados . Pelead por las doncellas vendidas y compradas, caravana doliente, avanzando en las trochas interminablemente, trochas de sangre y llanto. ¿Cómo dormir al pie de las estrellas, mientras un grito corre entre las selvas? II Ya maduró la voz hasta ser pólvora . Allá va por los montes, resuelta, cayendo y levantándose . Es sangre, es sed, es fiebre, es odio, amor, metralla . Avanza por las selvas con movimientos precisos, trepa a las cumbres desolladas las plantas . Es sangre, es sed, es fiebre, pero siempre esperanzó . 111 Enlazadas las manos en la línea de fuego, cumplimos las consignas . 193

Construir. Crear. A sangre y fuego, construir . No haya reposo ni medallas de ignominia, No haya traición, ni miedo, ni soledad. ¿Quién que ama estaría solo? Fuerte, claro, seguro, sea el pecho del combatiente. Es la hora del fuego . Astronautas . Vayamos a la cita apasionadamente. IV Poetas, en búsqueda minuciosa de exitantes imágenes . Bajad hasta nosotros, para hoy es la cita. Al pie de los que sufren Apasionadamente. 1969 (Cuando el hombre llegó a la luna)

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Istmania*

Diosa frutal en cinco dividida, ala de amor en una te levante. Sólo por este sueño delirante sombra de Morazán anduvo herida . Para Tohil criatura concebida por una eternidad en un instante, toma del sol el sol de su semblante, de Apuch la muerte, de Huracán la vida . Por el amor, con el poder de un verso, yo juntaré tu corazón disperso, restauraré tu ser en lid segura . Con Panamá, la que de mar se viste, serás Istmania, como ayer lo fuiste istmo integral de azul arquitectura .

* Nombre de una América Central Unida, 1957 . 1 95

Poderío Yo mismo soy, miradme, el padre de estas nubes . Las hice con mis manos como jugando. Sin permiso del viento las sembré en lo más alto. Y heme aquí que ahora sueño, sentado ante la puerta fumándome la tarde . Sé que la lluvia pronto bajará a los maizales . Ya no tendremos miedo, ya no tendremos hambre. El fuego del verano ya no nos esclaviza . Trituré entre dos piedras la palabra sequía. Cuidado, joven crítico, disecador de imágenes. Estoy hablando en vida, nuevo lenguaje, no en figuras vacías .

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II Yo tengo aquí el amor ¡Ay, mis zapatos de oro! Móvil y fijo Rey Midas Yo tengo aquí el amor Invitación En cada sol renace Revelación Diálogo sin metáforas Siempre y jamás El petirrojo La bejuquillo Décima de gracia Sucedió en "Casa Azul"

¡Ay, mis zapatos de oro! Tú que andas siete mundos caminador invicto, que mides las ciudades al ritmo de tus pies, señor de siete leguas yo siempre te seguía, como en los viejos cuentos, siguiéndote rompía zapatos iay! de oro por aire, tierra y mar . Hoy playas de colores, mañana rascacielos ; después entre pinares el agua azul, azul. Un tren incontenible rodando entre la niebla . Dos sombras entre sombras, mi corazón y tú. Un día se trenzaron caminos ,y caminos ; jugamos a perdernos diciéndonos adiós. Después no recordamos la ruta de regreso . Nos sorpendió la noche parada entre tú y yo . Cómo seguirte ahora mi insigne caminante! 199

Tus huellas por el norte, las mías por el sur . . . Esta agua oscura, oscura, todo lo va anegando. ¡ay mis zapatos de oro, mi corazón y tú!

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Móvil y fijo Imprimo el movimiento que te agita desde tus plantas ágiles, elásticas, hasta tu cuello en ondas conmovido . Tus manos, esas manos, todo música, moviéndose en el aire como pájaros . Era un "adiós'? Era un "amor, te quiero'? Yo no lo sé, pero algo luminoso transportaban tus manos hacia el aire . Espirales concéntricas, girando, serpentinas en vértigo, cayendo. Una leve sonrisa, de tus labios volando a mí, hacia el viento, hacia las playas . Mientras danzabas, íntimos rituales, ceremoniales ante altares nuevos . Si era una ofrenda al dios de la alegría! Quizá un reclamo al dios de la tristeza . Ante el lago la danza, rito y juego, tu móvil cuerpo para siempre fjo, en vértice de oleajes y vigilias .

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Rey Midas Ahora te me llegas revestido de oro . Cercano. Lejano. ¿Quién eres, Rey Midas? Toqué varias veces . ¿Por qué, cómo, cuándo? Toqué en tu armadura . Llamé vanamente. Toqué en tu armadura y estaba . . . vacía! II Insisto . Te busco . Palpo a tientas . Llamo . Llamo. Llamo . Llamo. ¿De dónde me llegas? ¿De dónde? Golpeo. Llamo . Ya se te oye . .. Se te oye la luz. Si era de una hondura! De un abismo riente. Si era un mundo .. . ílJn mundo! Se te oye ya el día . Pero tu armadura siempre intacta . Intacta. III ¿Y esta bocanada de la primavera que invadió mi casa? Este casi niño que trae de la mano el lago completo . Sobre el lago un barco, sobre el barco un sueño.

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Para el sueño noches de todo color. Lunas, medias lunas, una luna llena, y para mañana casi listo el sol. IV Está bien, Rey Midas. Deslúmbrame. Ciégame. Despliega tus gemas que eclipsan el día . Pero no me toques, no toques las rosas, no toques la noche ni el agua, ni el vino . Dicen que se vuelve se vuelve de oro, todo lo que tocas, ay, pobre Rey Midas!

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Yo tengo aquí el amor

Viene la noche, sí. • no la dejo, no, yo no la dejo entrar. No. No. No. • tengo aquí el amor, si, si, sí yo tengo la alegría, si, si, sí. Donde el amor está, sí, s!, sí, la noche no entrará. No. No. No. Yo tengo aquí el amor, si, sí, si, yo tengo la alegría, si, si, si. Antes que se evapore, no, no, no. • perderé la vida. Sí. Si. Sí.

Canción, letra y música por Esther María Osses Copiada para Maritza Urdaneta, en 1978 Cantada por ella

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Invitación Para fiesta de 15 años Hermanas, compañeras, la luna enamorada, dejó sobre mi sueño su rastro de jazmín . Al fin a la crisálida naciéronle dos alas ; venid a ver de cerca la gloria del Abril. A compartir conmigo la fiesta de la aurora, del alba que despierta por la primera vez . Dorada mariposa, por quince primaveras, la vida es toda trino, incienso, mirra y miel. Venid. Saludaremos a la temprana alondra, Al sol aguardaremos danzando junto al mar. Repique nuestra risa más alto que las olas . Venid. Está maduro mi sueño de azahar.

* Para Marisita Arbaiza, 1949 Cantada, música de B .M .O .

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En cada sol renace*

Una canción muy bella quiero encontrar, que diga lo que siento para cantar... Una canción que diga lo que es mejor, lo bella que es la vida para el amor. La montaña y el valle nuevos se ven, que con el sol que nace nacen también . Qué lindo este mundo que es para ml, si en cada sol renace mi amor por tí.

* Esta es una canción cuya música fue compuesta por E .M .O . al alimón con Beatriz (Bety) Barraza en los Altos de Boquete, Chiriquí, Panamá, años 40 . 20 6

Revelación Me encontré con mi alma . Cantaba en el camino, cantaba ante la dicha, cantaba ante el dolor. Era un recuerdo apenas, un ser hecho de vuelo . Desnuda, libre y sola, cantaba y nada más .

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Diálogo sin metáforas* -Ven hermanita mía, Ay, deja tus muñecas, tus cintas, tus cuadernos . ¿Papá se va a la guerra? -Mamá, mamá, ¿qué dice la radio? Yo no entiendo. Francia, Inglaterra, Egipto ... ¿Y qué Estados Unidos? -¿Lo oyes? Hablan de muerte, de sangre están hablando . Ciudades bombardeadas .. . ¿Pero es que matan niños? ¡Ay, no es como en el cine, las balas son de veras! -Dime, y los bombarderos ¿son como estos de plástico? ¿Así, pero más grandes, y de acero y con fuego? ¿Como los aviadores de plomo con que juego, como esos soldaditos que me trajiste en Pascua? ¿Así, dime, son estos de que los cables hablan, estos que a Dios invocan, rezan y después matan? Dime! Nada contestas! * Poesía dirigida a mi ahijada Lyzy Reyes Esquivel y a mi sobrino Rafael Reyes Esquivel, en 1956 . 2 08

¿Y si papá se fuera? -Ay, hermanita Lyzy, tanto como gozábamos . Mis generales eran tan buenos compañeros! Pero ya no los quiero, no volveré a mirarlos . Disuélvase la tropa! Mamá nos ha engañado .

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Siempre y jamás

Vino ciega a estrellarse en los cristales, ciega de amor, de amor y de alegría . Entre el siempre y jamás allí quedaron, apenas polvo sus potentes alas .

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El petirrojo Verdes mis ojos, el paisaje verde . Verde la tarde, el aire transparente. Aoja la llama que irrumpió en el aire, roja la flecha que pasó temblando . Entre dos puntos, flecha, roja llama, cruzó el espacio, rápido, infalible. Lo inmortal y lo efímero en sus alas. La eternidad en tránsito tan breve . ¿Cuántos años pasaron? Veinte, treinta, un siglo pudo ser y no lo olvido. Seguridad, poder, violencia tanta, W1,, tan mínimo ser, tan indefenso!

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La bejuquillo

Risa en la brisa, en los árboles. Luz, mucha luz más luz en los heliotropos . Mansa y honda el agua, clara y honda. Altos helechos cimbreantes. De pronto, insurgente, subvirtiendo el paisaje, verde, delgada, flexible, segura, cotidiano milagro, nos captura hasta el suspenso . ¿Iba huyendo al amor? ¿Iba buscándolo? Ajena a su belleza insólita, a su íntimo prodigio, cruza, veloz, el río .

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Décima de gracia I Tiene un río prisionero, hace la luz que da vida, el que a su casa convida. Perdomo, dulce Ingeniero . Arranca chispas, certero. a la montaña bravía. Convierte la noche en día, en sonrisa la tristeza . Por un mundo de belleza con su propia luz nos guía . II Reino del Agua doblega el hombre-dios. A su ciencia se rinde no sin violencia la madre tierra y se entrega . Por hélices se despliega para ser luz otro día el agua que descendía en impetuosa cascada. Ahora sumisa, callada, tal y como él la quería, por hondos túneles guiada va la que libre corría . III Sencillas manos cordiales nos van descorriendo velos, montañas, mares y cielos, ojos de agua, manantiales, 21 3

maravillas sin iguales del chiricano sendero . Y para ser el primero, él, que las aguas ordena, tiene a Ruth, una morena para quitarse el sombrero. Fortuna es un hada buena, Perdomo, dulce Ingeniero . julio 28, 1984 Fortuna, Prov . de Chiriquí, Panamá

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Sucedió en "Casa Azul" I Laura la bella, la de negros ojos, busca tu amor el Uruguay doliente, el Uruguay heroico y aguerrido, el Uruguay de cánticos y lágrimas . Y tú me llamas . Desde Cuba amada, flor y centella, gloria insobornable, llega tu voz a Casa Azul temblando, a Panamá, la de los ojos verdes, la que construye mundos de esperanza . Así llegaron seres prodigiosos buscándose en la noche del exilio, con sus banderas altas, sus consignas, sus canciones de amor y de combate . II La madre, el padre, reencontrando al hjo, que dejó la tibieza del regazo, perseguido de hienas asesinas que buscaban su noble, joven sangre, la sangre de Uruguay, su recia estirpe, en vano pretendiendo el exterminio . III Y fue en Octubre, en el lluvioso Octubre . Mucha lluvia, llover, cómo llovía . Lluvia de invierno tropical. Las flores sacudiéndose el agua, estremecidas . Los pájaros bebiendo de las hojas, mínimos cuencos de agua cristalina. 21 5

A través de los árboles bajando el sol hasta los charcos del camino . Y fue en Octubre, 82 del siglo . Atravesando mares y montañas, sobre el Caribe indómito, en el aire, a mi portal tu voz otra vez llega, anunciando un viajero del exilio . Que sí, que venga, te respondo siempre . (Fragmento)

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Diario CRÍTICA Panamá, Rep. de Panamá, 25 de febrero de 1982

Esther María Osses "Para el combate y la esperanza" Por

CHANGMARIN

Mientras en El Salvador los asesinos de Reagan con la colaboración de los democristianos del área cortan las cabezas de los obreros, campesinos y poetas salvadoreños, en aras de la "libertad y la democracia" ... en Panamá, la poetisa de la solidaridad, Esther María Osses, de quien puede decirse, copiando a Ricardo Miró que el cielo se sorprende de sus ojos, porque "falta cielo para verse en ellos" ... se ha dedicado, por muchos días a elaborar un libro, puesto que los libros buenos también combaten . Se trata de una antología poética titulada "Para el Combate y la Esperanza, poesía política en El Salvador": Afirma Esther María en la introducción: "Veinte mil kilómetros cuadrados de amor, de dolor, de belleza, de heroísmo, de hambre y crueldad" . En la cual tierra, sin embargo advierte Roque Dalton : "los muertos están cada día más indóciles" ... Se sabe que la literatura no hace la revolución, pero cuando los libros reflejan creadora y transcendentalmente la realidad, y aportan su verdad artística, extrayendo la esencia de las cosas, exponiendo no mecánicamente lo que ocurre y sucedió sino lo que pudo haber sido, y debe acontecer en función de las causas más humanas, entonces el verso orienta, nutre el espíritu combatiente, eleva la conciencia ideológica de los hombres que no tienen vocación de esclavos de la oligarquía o de sirvientes del imperialismo, y avanzan a la destrucción 21 7

de las bastillas, por las transformaciones históricas que la "nuestra América" de Martí exige en estas horas del mundo . En esta antología, Esther María Osses, poeta ella y combatiente cultural en su dimensión legítima, están las selecciones de los poetas eminentes del presente salvadoreño, algunos caídos, como Roque Dalton, y todos con su gota de sangre y poesía : Geoffroy Rivas Escobar, Claudia Lars, Roque Dalton, Manlio Argueta, Roberto Armijo, Claribel Alegría, Oswaldo Escobar Velado, Roberto Cea, Tirso Canales, Italo López Valdecillos, Lilian Jiménez, Nelson Esquivel, Jaime Suárez Quemain, Salvador Suárez, Eriberto Montano, Ernesto Mariona y Alfonso Quijada Urías . El libro Para el Combate y la Esperanza aún no circula, tiene tropiezos editoriales, como el triunfo definitivo de la revolución salvadoreña, pero igualmente él ganará la calle, con su limpia expresión de un país que puso en 1930, 30 mil cadáveres, anegando los ríos de Centroamérica, y que hoy aporta otros tantos miles, en la difícil pelea por la liberación de los pueblos . Detrás de cada derrota sufrida por los secuaces democristianos, gorilas y peleles yanquis, a manos de los patriotas salvadoreños, hay un verso de Roque Dalton ; igual que las balas de los guerrilleros guatemaltecos están impregnadas hoy de la sustancia poética de Otto René Castillo, y unos y otros vencerán, y tras de los triunfos está la esperanza que Esther María Osses le imprime a su trabajo . Ganarán pese a la brutal agresión norteamericana, a la bendición de los hipócritas democristianos y de nuestras santificadas oligarquías, y a la labor antinacional de tantos alcahuetes a sueldo de la Embajada 21 8

yanqui en Panamá, que tratan por todos los medios, de confundir a nuestra población con el fin de disipar la solidaridad que prestamos a los poetas y guerrilleros salvadoreños, los Victorianos Lorenzo, que son en realidad una especie superior de ángeles y arcángeles que con espadas de fuego echarán a los malditos que un día, incluso asesinaron al Obispo Romero . Por eso Esther María hizo su antología, porque ella no sólo es poeta sino, también arcángel . Cuenta Oswaldo Escobar Velado, en esta antología: "Mañana ... Panamá, una sola bandera será la de nosotros . Una sola bandera desde el Usumacinta y el Suchiale hasta llegar al límite donde tu forma pura se separa del beso maternal de Colombia" . 18 de febrero de 1982 La poesía siempre es política Conversación con Esther María Osses Por

CARMEN SIMONA MATUTE

Hay una mujer muy querida y conocida en la Universidad de Zulia (Maracaibo, Venezuela) . Es la poetisa panameña Esther María Osses, a quien con propiedad habría que llamarla "ciudadana del mundo" . Sus inquietudes afectivas disparadas hacia la solidaridad no tienen fronteras . Es una internacionalista cabal . No hay hora para el descanso o la comida mientras haya pueblos que vivan en el oprobio . Su casa -refugio para el exiliado, techo para las reflexiones, espacio 219

abierto a la alegría- mantiene siempre abierta sus puertas y la mesa disponible a cualquier hora del día . Es necesario aprender a quererla; conocer el relámpago que anima sus ojos a la pícara risa con la cual deshace los entuertos de los cuales a veces es culpable . Con estas frases me gano sus iras, pero de no ser así, el retrato sería incompleto . La poesía siempre es política Comencé a entender que la poesía, como cualquier quehacer del hombre, es política, allá por la época en que conocí y fuf amiga de Juan José Arévalo, el guatemalteco, profesor y presidente de ese país -señala Esther María . Los sucesos de aquellos años en Guatemala, cuando la intervención yanqui -que nunca ha dejado de existir-, abrieron mi entendimiento hacia la realidad sociopolítica latinoamericana y mundial . Hasta frases tan simples como las que se podrían escribir en versos para los niños, contienen la intención política, porque de alguna manera se les muestra el mundo, y ya sabemos -continúa diciendo- cómo se puede ofrecer una falsa representación de la realidad y también cómo desmixtificarla . Forjadora de generaciones Alrededor de Esther María siempre hay gente joven. Ella los recibe solícita, atenta -y peleadora . Los fustiga; hace que le cuenten cosas, proyectos . Los pone a trabajar . En lo que sea . Tanto en Venezuela como en 2 20

Panamá, Esther ha impulsado la vocación de poetas, escritores, pintores . Desde sus cátedras en la Universidad del Zulia ha insistido en el rigor científico en la preparación de los intelectuales y ha animado en ellos las llamas de la rebeldía y la solidaridad . Casi ningún debate "humanístico" ha estado exento de su presencia activa para denunciar los oprobios, tan es así, que alguna seudoizquierda complaciente ha pretendido acallarla . En ese contexto se inscribe la pelea que libró junto con otros intelectuales marabinos para que no se concediese el doctorado "honoris causa" a Jorge Luis Borges . Creo en la juventud como forjadora de un futuro luminoso -dice con verdadera animación, Esther María-; allí están los ejemplos heroicos de Cuba, Nicaragua, El Salvador, Guatemala . Fíjense que el poeta de hoy ya no habla de la gloria, lo ofrece todo, hasta el nombre, que quizá aprecie más que la vida . Al que escribe y publica le gusta oír su nombre, y piensa en el público lector y en la proyección de su obra hacia el futuro, esto es normal, es humano . Pero los jóvenes poetas que han renunciado hasta a la mujer amada, en la más bella edad, también renuncian al nombre y al renombre . Poemas y otros escritos Podría pensarse que en tanto quehacer no hay tiempo para escribir la poesía . Pero ¡qué val Esther es una hormiga también . La Universidad del Zulia ha publicado dos poemarios suyos . Uno de ellos, "Crece y Camina", dedicado a los niños, está ilustrado por niños prescolares y de primaria del Colegio "Cantaclaro", de 221

Maracaibo. Basado en él se grabó un disco de canciones infantiles, "Canción del Barco Velero", cuya composición musical está a cargo del músico Enrique Hidalgo . Esther María nos dice : "Cada pueblo vive su poesía al lado de su historia . Es cierto que ya hubo una gran poesía lírica americana, es cierto que aún hay grandes poetas líricos . Pero la poesía en Nicaragua, en El Salvador, en Guatemala, en Panamá, en Haití, la gran poesía joven de hoy es épica. Sin que esta calificación sea absoluta . Toda poesía épica incluye la lírica . Conocemos de una definición de esta nueva corriente como "exteriorismo" (Cardenal) . Pero ¿es que toda esta marejada de violencia y horror que oprime al hombre americano, la abundosa y caliente sangre de los mártires, el hambre, el desamparo, la tristeza, la muerte de los niños, la vigilia del guerrillero, el aprobio del cautivo, es que todo esto es exterior al poeta? ¿Es exterior a la poesía? Habría que estudiarlo muy de cerca . Por lo pronto yo digo que no. Se hace parte del ser íntimo del poeta, se hace herida lacerante de su propio cuerpo, se arraiga en lo profundo de sus entrañas" En 1954, ya sufriendo por Guatemala, le dedicó esta Carta: Carta de junio

Panamá, junio 10, año cualquiera : Hüa de Alom, querida Guatemala: Frágil alondra, recogida el ala, triste, muy triste, el corazón te espera . * Ver bibliografía . 222

Quiero otra vez amar la primavera, beber la brisa que Ixcanil exhala, y en un glorioso atardecer de gala, atar mi nave al pie de tu bandera . ¡Verte otra vez! Recibo tus postales, Todo sosiego en lagos y trigales . Un pastor, un telar, todo sonríe . ¿4 b, no es verdad! Tu luna sangra y lloras, y te crece la llama que elaboras, silenciosa, mortal Alom te guíe .

19 poetas salvadoreños aparecen reunidos en una apretada antología que nos ofrece la poetisa panameña Esther María Osses en el libro "Para el combate y la Esperanza", impreso en República Dominicana, en Mayo de 1982 y preparado en Maracaibo, Venezuela, durante 1981 . Cuatro territorios imbricados por la poesía y la solidaridad . Sin que otros pueblos queden excluidos de ellas . Es que "Los poetas de nuestra América -dice Esther María- viven su hora de amor y de heroísmo, de dolor y de ira en este momento decisivo en el destino del hombre". Otto René Castillo, Pedro Geoffroy Rivas, Serafín Quiteño, Oswaldo Escobar Velado, Liliam Jiménez, Claribel Alegría, Roque Dalton, Manlio Argueta, Tirso Canales, Roberto Armijo, José Roberto Cea, Italo López Valecillos, Alfonso Quijada Urias, Eriberto Montano, Ernesto Mariona, Rafael Mendoza, Nelson Esquivel, Jaime Suárez Quemain y Salvador Juárez, levantan en esas casi 200 páginas sus voces de amor y dolor, su grito de combate para "golpear y disparar", fustigando, denunciando, siendo "la mala conciencia de la sociedad" . 223

Reseña bibliográfica de los pintores. Autores de los retratos aquí publicados Israel Roa . Nació en Agol en 1909, Chile . Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Santiago . Discípulo predilecto del maestro Juan Francisco González . En 1927 obtuvo por concurso la beca Humboldt para estudiar 2 años en la Academia de Berlín. Durante su primer año en Europa visitó varios países y expuso en Berlín y París . Cultivó el óleo, pintura mural, el fresco y la acuarela . "Temperamento rico y vigoroso, se distingue por la inquietud imaginativa que anima sus composiciones" Profesor de la Escuela de Bellas Artes de Santiago . Figura en los salones oficiales en donde obtuvo un Primer Premio y otras recompensas . Se halla representado en el Museo de Arte Moderno de Nueva York . Bibliografía: Enciclopedia del Arte de América, Biografías, III Tomo, Armando Lira, "Israel Roa, premio de honor del Salón Oficial", Boletín del Instituto Nacional, No. 26 . "Roa", con juicios críticos y datos biográficos por Gabriela Mistral, Luis Oyarzún, Juan Godoy, y Tomás Lago, Ediciones de la Universidad de Chile . Maruja Pinedo . Pintora chilena contemporánea. En 1952 realizó un viaje por Suramérica, que transformó notablemente la orientación pictórica que la caracterizaba, simplificando todo hacia un decorativismo vistoso, alegre y rítmico . Tomado de Obras Magistrales, de la Editorial Omeba, Director Bernardo Lernes, Impreso en Argentina, 1968 . Edgar Queipo . Nació el 19 de Marzo de 1951 en Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela. De 1968 a 1971, realiza 224

estudios en la Escuela "Neptalf rincón", de Maracaibo, trabajó en el Departamento de Dibujo, Dibujante Artístico, Dirección de Cultura, Universidad del Zulia . Ha realizado varias exposiciones individuales . Desde 1971 hasta 1983, ha participado en 22 exposiciones colectivas, en diversos Estados de Venezuela, así como en Caracas . De 1975 a 1984, aparecieron múltiples publicaciones de su obra, en revistas y periódicos . Se han ocupado de la obra de Edgar Queipo, entre otros, Juan Calzadilla, Sergio Antillano, Néstor Leal . Simultáneamente el artista ha participado en foros, charlas y entrevistas . En 1983 realiza tres exposiciones más, incluyendo la de "40 Años del Salón Michelena", en Valencia . En 1984 realiza 6 exposiciones, incluyendo una en México, la II Bienal de Dibujo y Grabado, en el Museo de Arte de la Rinconada, Caracas, la IIl Exposición del Cartel (Bienal), de Afiches . En 1985, tres exposiciones hasta la fecha, incluyendo una ilustrando un poemario . Edgar Queipo ha estado siempre entregado por completo, integralmente a su trabajo creador el cual no ha sido ajeno a la lucha de liberación de los pueblos, a la revolución Nicaragüense, la Revolución Cubana, no por el tema de sus obras, sino por su participación y aporte efectivo en las tareas de solidaridad a través de dibujos para logos, afiches, etc . Actualmente está trabajando apasionadamente en el arte del grabado . José Aranda Klée . Nació en Ciudad de Guatemala en 1909 . Desde los 4 años de edad no tuvo otra tarea, inquietud, otro interés más grande que pintar . Y a muy corta edad comenzó a vender sus pinturas . Y nunca ganó un centavo que no fuese obra de sus brochas, pinceles y lápices . No tenemos a la mano la información segura sobre 225

su carrera artística, estudios, exposiciones, etc . Usó el óleo, la acuarela, el pastel, y temas como paisajes, retratos, naturaleza muerta, etc . Se especializó en escenografía donde hizo los más importantes trabajos, en México, Guatemala y Panamá . La escenografía de las operetas y zarzuelas, otros géneros de la Compañía de Virginia Fábregas, de México, fue casi toda obra de Aranda Klée, igualmente la Compañía de Ballet de Gladys de Huertemate, en Panamá, se presentó siempre con decorados de este artista en el Teatro Nacional de Panamá, así como diversas obras dramáticas . En 1947 estuvo en Buenos Aires, Argentina, como Agregado Cultural de la Embajada de Guatemala en aquel país (Gobierno del Dr . Juan José Arévalo) donde realizó una exposición . Su obra de mayor permanencia y valor es la decoración al fresco del techo de la Iglesia El Calvario, en ciudad de Guatemala . En la Feria Internacional de Haití, decoró el Pabellón de Guatemala (Gobierno de Arbenz) . Igualmente el Pabellón de la Zona libre de Colón, Panamá, en la Feria Internacional de Nueva York, años 50 . La obra podría abarcar muchas páginas, imposible de informar en esta reseña. Murió en Guatemala en 1968 .

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Bibliografía De la autora Mensaje, Tipografía Nacional de Guatemala, Ciudad de Guatemala, 1945, 62 p . 1000 000 ejemplares, impreso No. 23113 . (Primer libro literario impreso por el Gobierno del Dr. Juan José Arévalo .) La niña y el mar, Talleres de Artes y Oficios, Panamá, Ciudad de Panamá, 500 ejemplares. Poesía en limpio, Edit. Universitaria . Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, 113 p . + 3 hjs . (Col . Arte y Letras, No . VII .) El rastro de fuego, Premio de Poesía Ricardo Miró, 1958, Panamá, Panamá . (No editado ; publicado parcialmente en revistas y periódicos .) Poemas inéditos, incluye poemas totalmente sin publicar y otros publicados en órganos periodísticos . Investigación y cibernética, estudio en el Centro de Investigación Científica de París, del uso de la cibernética en las bibliotecas de Francia, Roma y otros países . Inédito . La novela del Imperialismo en Centroamérica, estudio sobre las novelas escritas en Centroamérica con base en la explotación imperialista . Actualmente en prensa . Referencias Guatemala, tu nombre inmortal (Revista de Guatemala en el exilio), edición auspiciada por la Universidad Central de Quito, Ecuador, 1956, 205 p. Estos poemas aparecen también en Poemas para la batalla de Guatemala, 22 7

Antología Mundial realizada por Gregorio Selser, Editora Ancándara, Buenos Aires, 1964, 199 p . Antología de la Poesía Centroamericana Contemporánea, Primer Festival del Libro Centroamericano, Director Miguel Ángel Asturias, la . ed, 20000 ejemplares . Editorial Latinoamericana S .A, Lima, Perú, 1957, 328 p. Nueva Poesía Panameña, Agustín del Saz, Instituto de Cultura Hispánica, Antología General de la Poesía Panameña (siglos xix y xx), Editorial Bruguera, Barcelona, España, 1974 . Itinerario de la Poesía en Panamá (1582-1974), Editorial Universitaria, Panamá, 1974, 735 p . (Sección Letras .) La mujer y la Poesía en Panamá, edición dirigida por Moravia Ochoa como Directora del Dept . de Letras del Instituto Nacional de Cultura, Editora de La Nación, Panamá, Panamá, 1977, 196 p .+ 3 hjs . Poesía panameña contemporánea, Enrique Jaramillo Levi, Antología, Editorial Liberta-Sumaria, México, 1980 . Poetisas de América, compilada, traducida e ilustrada por Helen Wohl Patterson, The Mitchell Press, Washington 20, D .C, 1960, 219 p . Mil Sonetos, varios autores . Selección de julio del Rosal, Ed . El Libro Español, México, D .F, 1963, 589 p. Diccionario General de la Literatura Venezolana, por Lubio Cardozo y Juan Pintó, Centro de Investigaciones Literarias, Universidad de los Andes, Facultad de Humanidades y Educación, Mérida, Venezuela . 2 28

Índice A MANERA DE INTRODUCCIÓN /5 MENSAJE /11 PRÓLOGO /13 1 Herencia /17 Herencia /19 2 ? /20 Negada imagen /21 Hiéreme /22 Norte /23 Viejas canciones /24 Dolor /25 Misterio /26 Hora amarga /27 Noche de pascua (1941) /28 Así /30

II Fantasía /31 Fantasía /35 Magia /36 El girasol /37 La palmera /38 Romancillo a la musa /40 Hermana /42 Romance a Santiago /44 Guatemala /46 Mutación /48

III Voz de agua /51 Voz de agua /53 Luciérnaga /54 Flor y llama /55

Pasó una voz /56 Imposible quietud /57 Reinarás /58 Canción eterna /59 Ausencia /60 El idioma /61 A ti, poesía /62 Conceptos sobre poesía a propósito de producción anterior de la autora /63

LA NIÑA Y EL MAR /69 1 La niña y el mar /71 La niña j el mar /75 Feria en Haití /79 La muerte del amor /82 Vida y muerte /83 Nostalgia /84

II Guía de viaje /85 Guía de viaje /89 La casa entre los álamos /89 El río encantado /90 El árbol que sueña /92 Despedida /93

III Vano holocausto /95 Vano holocausto /97 Los niños (1947) /101

IV Sonetos /107 Estrella de mar/ 111 Más allá del átomo /112 Signo trágico /113

Pasión ,y muerte /1 14 Alondra /115 Creciente /116 Presagio /116 Viento del Sur /116 Creciente /117 En Nahuel Huapi /118 La red milagrosa / 118 Cielos viajeros /118

EL RASTRO DE FUEGO /121 (Segundo Premio "Ricardo Miró", 1958) Roja la flor /125 Era Irupé /126 En Yamandú, contra los dioses /127 Amor su signo /128 Abridle paso / 129 La cruz del Sur /130 Esto quedó /131 En la mitad del mundo /132 En ti Bolívar /133 Sabedlo, Generales. . . /134 Cielo invertido /135 Entre jazmín y ave /136 Niños del mundo /137 Sereno albergue /138 Perenne llama /139 ¿Por qué los pies sangrantes? /140 Una impávida flor /141 Carta de Junio /142 La sangre del jaguar /143 Caonabo es inmortal /44 Es una gaviota /145 Isla de amores /146 Diosa perdida /147

Vocabulario /148

Un libro de poemas: El rastro de fuego de Esther María Osses, por Mario Augusto /150

EL JARDÍN BAJO EL AGUA /159 El jardín bajo el agua /163 Cábala de la lluvia /164 La lluvia y el barco /166 En esta orilla /168 A Guatemala 171 Atala /173 Marta Lydia /174 Gabriela /175 Eres América /176 Pacto secreto /178

POEMAS INÉDITOS /179 1 Siempre esa sangre /181 Siempre esa sangre /183 Nada sino esta llama / 184 Que vivo, que otra vez/ 186 Alto y mío /189 Amar, saber amar /190 ¿Estás? ¿No estás? /192 La cita inaplazable /193 Istmania /195 Poderío /196

11 Yo tengo aquí el amor /197 ¡Ay, mis zapatos de oro!/199 Móvil y fijo /201 Rey Midas /202 Yo tengo aquí el amor /204 Invitación /205 En cada sol renace /206

Revelación /207 Diálogo sin metáforas /208 Siempre y jamás /210 El petirrojo /211 La bejuquillo /212 Décima de gracia /213 Sucedió en "Casa Azul" /215 E .1er María Osses "para el combate y la esperanza", por Changmarin /217 Reseña bibliográfica de los pintores . Autores de los retratos aquí publicados /224 Bibliografía /227

Editorial Panamá, 1986, Colección Poesía, Imprenta Franco S . A ., Panamá, República de Panamá, julio, 1986

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