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El saneamiento de la cuenca Lerma-Chapala ¿nudos tecnológicos o baches financieros?
Francisco Peña El Colegio de San Luis
Este trabajo tiene como objetivo ofrecer una reflexión general sobre la ejecución de los programas federales para sanear la cuenca Lerma-Chapala y los posibles motivos de su rezago. Primero –con base en los datos oficiales- ofrezco un balance global de los resultados que se han obtenido en el tratamiento de las aguas residuales que circulan por las corrientes y cuerpos de agua de la cuenca. Después, para matizar el optimismo que en general despliegan los datos de la CNA en este terreno, me detengo en lo que ha sucedido en Michoacán, lago
de
principalmente
Cuitzeo,
que
en
recibe
relación las
con
aguas
la
cuenca
del
desalojadas
por
Morelia. Por último, a manera de conclusión ofrezco unas hipótesis
sobre
el
porqué
de
los
resultados
modestos
y
desiguales en el saneamiento y lo que pueden significar para la política hídrica federal. Los distintos componentes de la política federal de manejo del agua han recibido un interés diferenciado por parte de los investigadores sociales, a menudo siguiendo el énfasis que marcan las propias agencias gubernamentales. Así, nos hemos detenido más en el caso de la regularización de los aprovechamientos y el registro de derechos de agua, la
modificación
de
tarifas
para
todos
los
usos
y
especialmente organismos
el
doméstico,
para
hacer
o
en
la
efectiva
conformación la
de
pretendida
corresponsabilidad de los usuarios en el manejo del agua. Sin embargo, otros puntos como el de la reutilización de agua en condiciones seguras y la evaluación de los avances en el saneamiento de cuencas, han permanecido en un segundo plano. De ellos, a menudo, no tenemos ni siquiera datos generales actualizados y confiables. Un propósito de este ensayo es formular una guía para investigar el tema del saneamiento en la Cuenca del Lerma.
El optimismo del Consejo de Cuenca. Cuatro años antes de que se constituyera el Consejo de la
Cuenca
Lerma-Chapala, los gobernadores de Guanajuato,
Jalisco, México, Michoacán y Querétaro firmaron un acuerdo de
coordinación
con
el
ejecutivo
federal
para
llevar
adelante un programa para sanear la cuenca. El compromiso fue
construir
residuales
48
plantas
municipales,
de
con
tratamiento el
objetivo
para de
las
aguas
disminuir
la
contaminación de lo que se consideraba como los “tramos críticos”: Toluca-Presa Alzate, Salamanca-Río Turbio y La Piedad-Río Duero. Se calculó una inversión de 292 millones de pesos1 que beneficiaría a la cuenca con una reducción del 50 por ciento en el DBO que circulaba por sus corrientes. En marzo de 1994, el Consejo de Cuenca 2 realizó un balance optimista de los resultados: estaban concluidas 42 plantas y 7 se encontraban en proceso de construcción3. El Consejo Consultivo4 había acordado también una segunda fase 1
Todas las cantidades están dadas en nuevos pesos. Creado el 28 de enero de 1993 3 Una de ellas de la segunda etapa 4 Consejo Consultivo de Evaluación y Seguimiento Ordenamiento y Saneamiento de la Cuenca 2
2
del
Programa
de
para
construir
52
nuevas
plantas,
con
un
monto
de
722
millones de pesos, más del doble de inversión que en la primera etapa. Informó también que tenía en sus manos 38 proyectos
ejecutivos
terminados
para
continuar
con
el
programa. En la primera fase el objetivo fue tratar 3,700 litros por segundo (lps) y en la segunda se previó limpiar 10,950 lps.
De
esta
manera,
con
el
programa
concluido,
se
pretendía remover el 80 por ciento de la contaminación de la cuenca. La expectativa era que al terminar 1994 estarían en operación 48 plantas de tratamiento en la cuenca: 3 en Guanajuato, 5 en Michoacán, 2 en Querétaro, 16 en Jalisco, 20 en el Estado de México, más dos plantas construidas por la industria, PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad, ambas en Salamanca. La proyección para el año 2000 era la existencia de cuando
menos
98
plantas
de
tratamiento
para
las
aguas
municipales, con el tratamiento de 13,528 lps. Un recuento somero de los resultados que tenemos en el 2002, convoca al escepticismo. No solo por lo que vemos en las corrientes de agua, o por los testimonios que ofrecen los
agricultores, 5
oficiales .
sino
Guanajuato,
también el
por
estado
los
que
propios
tiene
la
datos mayor
proporción de su territorio en la cue nca, debería contar ahora con 15 plantas en la cuenca Lerma y estar tratando 5690 lps. Los resultados indican que ni siquiera contando la capacidad instalada de todas sus plantas de tratamiento construidas, alcanza esa cifra. Una de las plantas que fue
5
ver el “Inventario nacional residuales municipales” .
de
3
plantas
de
tratamiento
de
aguas
terminada en la primera etapa, la de Abasolo, con 70 lps de capacidad instalada, sigue sin operar. Por otra parte, la mayoría de las instalaciones que fueron planeadas para la segunda etapa, se construyeron con una
menor
capacidad
por
razones
financieras,
lo
que
significa que pronto estarán saturadas por los efluentes urbanos. La planta de Celaya, por ejemplo, se encuentra trabajando al máximo de su capacidad instalada, mientras la de Salamanca opera con 245 lps y su capacidad es de 255 lps. Para el caso de las plantas de tratamiento de aguas municipales, una diferencia muy grande entre la capacidad instalada
y
el
gasto
de
operación
puede
significar
que
existe un rezago en las obras de recolección y conducción del líquido a la planta, diríamos en rigor que están a medio
construir.
pequeña
entre
operación,
Por
la
el
contrario,
capacidad
significa
que
muy
una
instalada pronto
diferencia y
habrá
el
muy
gasto
que
de
realizar
obras de ampliación para dar servicio al crecimiento de la demanda. El
Estado
desempeño poblaciones
en
de el
México,
parece
cumplimiento
pequeñas
que
haber
de
descargan
lo
tenido
un
comprometido.
sobre
el
río
mejor Las Lerma
cuentan con lagunas de estabilización (Almoloya, Atizapán, Atlacomulco y Mexicaltzingo, entre otros), mientras que los efluentes de Toluca, de grandes volúmenes y en general más contaminados, pasan por alguna de las dos grandes plantas que incluyen el proceso de lodos activados. Una parte de la industria cuenta con una planta de tratamiento exclusiva para sus desechos. Jalisco construyó varias plantas para limpiar las aguas que descargan directamente sobre el lago de Chapala, como las
de
El
Chante,
San
Juan 4
Cosala,
Chapala,
San
Juan
Tecomatlán,
Poncitlán
y
Tizapan
El
Alto,
momento no ha resuelto el sistema de
pero
hasta
saneamiento
de
el la
capital, luego de la aventura del crédito japonés6 . Sin embargo, las diferencias entre una entidad y otra pueden
ser
menores
si
se
toma
en
cuenta
la
operación
efectiva de esa infraestructura. Para explorar ese terreno, quiero detenerme en el caso de Michoacán.
El caso de Michoacán En Michoacán, el programa de plantas de tratamiento ha ofrecido resultados bastante limitados, aunque es cierto que las construcciones más numerosas se encuentran en la cuenca Lerma-Chapala. En la actualidad, en la cuenca Lerma se localizan 11 de las 16 plantas de tratamiento de la entidad:
una
Briseñas, Sahuayo,
en
cada
Jiquilpan, Venustiano
uno
de
los
siguientes
Sixto-Verduzco, Carranza,
Zacapu
La y
municipios:
Piedad, Zamora
Quiroga, y
dos
en
Pátzcuaro. De las cinco plantas construidas en la primera etapa, tres
no
están
funcionando:
La
Piedad,
Sahuayo
y
Pastor
Ortíz. La Piedad fue el orgullo michoacano de la primera etapa; el énfasis especial que se puso en ella obedeció a la visibilidad física y social de los desechos orgánicos que la producción pecuaria de la zona aportaba al río. Su diseño es de dos módulos con lagunas anaerobias y lagunas facultativas, con una capacidad instalada para limpiar 200 lps. Para efectuar el proceso de depuración, se requiere de un equipo de bombeo que permite desplazar el agua a través de la diferencia de altitudes entre las partes del sistema.
6
ver Boehm y Durán, 1998
5
Ese equipo de bombeo ha fallado frecuentemente y ahora la planta se encuentra fuera de operación. En el caso de las instalaciones de Sahuayo, se trata de una
planta
de
lagunas
de
estabilización
diseñada
para
tratar 180 lps, que se concluyó en 1994 y que actualmente está sin operar. La tercera planta que está cerrada es la de Pastor Ortiz, en el municipio de José Sixto Verduzco. En los dos últimos casos, la falta de operación significa que, nada más en esos lugares, unas 300 hectáreas de cultivos siguen utilizando aguas sin tratamiento para riego. Pero
quizá
efectivos
en
el
el
ejemplo
más
saneamiento
claro
de
de
la
los
cuenca,
rezagos sea
la
postergación reiterada de la construcción de la planta de tratamiento de Morelia, que también apareció programada en la segunda fase del plan que hemos venido comentando. La capital estatal de Michoacán produce actualmente 1600 lps de aguas residuales, que desaloja sin ningún tipo de tratamiento sobre los terrenos de labor de los valles de Morelia -Queréndaro y que tienen como destino final el lago de
Cuitzeo.
localidades
Si más
contamos
la
población
de
las
otras
pequeñas,
al
lago
escurren
las
aguas
residuales que desecha un millón de personas, la cuarta parte de los habitantes del estado. Las aguas residuales de Morelia
llevan
revueltos
efluentes
domésticos
e
desalojadas
por
representan
una
industriales. Según Morelia fuente tierras
diversos
son
“inadecuadas
importante bajas
residuales
estudios,
de
sobre
las
para
aguas
riego”
de
contaminación
la
cuenca.
los
campos
El de
y
de
la
desalojo cultivo
es
laguna de
las
parte
y
las
aguas de
la
historia del manejo de los desechos de Morelia, que en ese
6
sentido es , en pequeña escala, una reproducción de lo que sucedió en toda la cuenca Lerma-Chapala. No es aquí el lugar para relatar el proceso mediante el cual
se
fueron
contaminando
las
aguas
de
los
ríos
que
desembocan en la laguna, lo cierto es que la ciudad se apropió de las corrientes de agua limpia que surgían de los manantiales en las partes altas de la cuenca, y de las que más tarde se almacenaron en la presa de Cointzio y dejó para la agricultura regional el uso de las aguas residuales que desechaba (Avila,
1993; Peña, 2000). Quiero referirme
nada más a un problema técnico-financiero que se ventiló en los años treinta, cuando se amplió y modernizó el sistema de
saneamiento
de
la
ciudad
y
que
a
mi
juicio
influye
actualmente en la magnitud del problema del saneamiento. En el proceso de construir una nueva red de desalojo de las aguas residuales para alcanzar a la ciudad que había crecido,
uno
de
los
temas
en
litigio
fue
si
debía
construirse un sistema para el desalojo de los desechos domésticos
separado
del
desagüe
pluvial,
o
un
sistema
combinado. Debido a que el desagüe pluvial existente era muy
deficiente
y
las
autoridades
municipales
tenían
el
imperativo de ahorrar dinero, pues no contaban más que con los
préstamos
del
gobierno
federal,
finalmente
las
autoridades federales convinieron en construir un sistema combinado, Consejo
pese
de
purificaran Grande
de
a
que
por
Salubridad las
la
aguas,
ciudad.
la
del antes
La
legislación estado de
decisión
exigiría
echarlas se
existente,
tomó
sobre para
el
que
se
el
río
ahorrar
recursos, calculando que la exigencia de tratamiento de las aguas
no
se
haría
efectiva.
Esta
decisión
de
construir
saneamientos combinados, en el curso de los años significó aumentar los volúmenes de agua que debe ser tratada, una 7
buena parte de ella arrastra desechos domésticos revueltos con desechos industriales. Actualmente, los agricultores que reciben esas aguas, están seguros que Morelia y algunas industrias tienen la principal
responsabilidad
aguas. Al inicio de los papelera
CEPAMISA
que
por
la
contaminación
de
las
años 90, señalaron a la empresa utiliza
450
litros
de
agua
por
segundo para sus procesos productivos y que hasta 1991 no trataba
sus
desechos
industriales.
De
tal
forma
que
el
“saneamiento” de esa parte de la cuenca no sólo ha sido una demanda
de
campesinos
ambientalistas, que
habitan
sino
las
también
áreas
de
donde
los
propios
escurren
los
desechos.
Las plantas de tratamiento en Morelia Cuando la Secretaría de Salud y la Comisión Nacional del Agua tomaron medidas para hacer efectiva la prohibición de
no
usar
beligerancia
aguas de
los
residuales
en
agricultores
algunos del
cultivos,
distrito
de
la
riego
aumentó. Se negaban a pagar los costos de una situación cuyo origen estaba en la contaminación del agua por otros actores. Las evidencias de la responsabilidad industrial, principalmente de CEPAMISA y urbana por los desechos de la ciudad de Morelia, estaban a la vista en el propio aspecto de las aguas que salían de la ciudad. El debate sobre la indiferencia gubernamental y privada para tratar las aguas, ganó importancia. Aunque
desde
los
años
treinta
se
reconocía,
declarativamente, que las aguas de desecho de la ciudad deberían ser tratadas antes de ser vertidas sobre el río Grande,
por
décadas
no
se
hizo
nada,
ni
siquiera
un
proyecto. En 1984 se empezó la construcción de la primera 8
planta de tratamiento de las aguas municipales que tendría Morelia,
con
tecnología
Miljoforbatring.
Fue
un
sueca
proyecto
de
la
frustrado:
empresa
la
falta
de
dinero dejó la edificación al 30 por ciento de lo planeado. Hasta
hoy,
la
edificación
inconclusa
es
la
evidencia
material de una carencia fundamental en la infraestructura urbana, que explica el uso de aguas residuales sin tratar en la agricultura de toda la cuenca de Cuitzeo. En
1987
se
intentó
recupe rar
el
proyecto,
pero
la
Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología decidió que la planta
de
patente
sueca
no
era
la
indicada
y
formuló
modificaciones que nunca se llevaron adelante. En 1991 y al calor del interés gubernamental que ya hemos mencionado, la Comisión Nacional del Agua volvió a revisar el tema; para entonces, el gasto máximo originalmente proyectado, estaba a
punto
de
ser
alcanzado.
La
planta
de
1984
se
había
diseñado para 1500 litros por segundo y en 1991 la ciudad desechaba 1331 litros por segundo de aguas residuales. A
la
fecha
han
sido
consultadas
varias
empresas
(BIMPECI S.A. de C.V., SIHASA y otras), que presentaron propuestas de nuevas plantas, modificando sustancialmente la
obra
original
o
definitivamente
abandonándola.
Sin
embargo, toda vía no ha sido aprobado el nuevo proyecto y menos se ha empezado a construir. En
cuanto
industriales, operando
a
las
en
la
(cuadro
2)
industrial
de
plantas
actualidad y
se
Morelia
de
tratamiento
existen
espera
construya
que
de
aguas
cuatro
que
están
pronto
la
otra.
En
ciudad
1991,
las
movilizaciones de los agricultores del distrito de riego se dirigieron CEPAMISA
especialmente
debido
a
la
contra
presencia
la de
empresa
abundantes
papelera restos
de
celulosa en las aguas que llegaban a la laguna de Cuitzeo, 9
que acarrearon problemas a las parcelas cultivadas y a la pesca.
Luego
de
las
protestas,
la
empresa
finalmente
construyó y puso en operación una planta de tratamiento de lagunas aireadas, que aunque disminuyó la materia orgánica disuelta, a juicio de algunos especialistas no resolvió la contaminación
por
sustancias
químicas
peligrosas
que
se
usan en los procesos de fabricación, en especial residuos organoclorados que han sido señalados como cancerígenos. Pocos meses después del conflicto más agudo, la empr esa presentó un estudio sobre la calidad del agua que vertía sobre el río grande. Según ese trabajo, las descargas de la empresa no representaban ningún riesgo para las parcelas. Según opinión de algunos funcionarios del distrito de riego y de investigadores de la universidad estatal, se trata de resultados poco confiables, debido a que no cubren largos periodos de tiempo, ni buscan rastros de las sustancias químicas mencionadas, sino que se restringen a la medición de
la
remoción
de
los
restos
orgánicos.
Para
los
agricultores, por su parte, el estudio es poco confiable porque
fue
pagado
por
la
propia
empresa,
quien
podría
manipularlo.
A manera de conclusión: ¿Soluciones técnicas o financieras? Este breve recuento nos permite suponer que los planes de saneamiento de la cuenca tienen una marcha lenta y muy desigual. Son más optimistas los planes y los informes que los
resultados,
si
consideramos
que
para
el
caso
que
comentamos, planes llevan ejecutándose 12 años. Varios puntos llaman la atención: 1.
El rezago para ejecutar las obras planeadas, que
adicionalmente
insuficientes
para 10
se
van
atender
revelando una
demanda
como que
crece.
Cuando
se
concluye
una
planta,
el
volumen de agua por tratar ha crecido tanto, que de inmediato es necesario pensar en una ampliac ión o en una nueva planta, porque el gasto
de
operación
alcanza
a
la
capacidad
instalada. Esto sucede con una velocidad poco frecuente,
y
puede
planeación
estar
está
expresando
fallando
que
o
la que
premeditadamente se están construyendo plantas de mucho menor capacidad a la necesaria. Una hipótesis para explicar la lentitud con que se asumió
la
segunda
fase
del
plan
y
para
la
reducción deliberada al mínimo de la capacidad de
las
instalaciones,
es
la
carencia
de
recursos para invertir. Hay que considerar que los
722
millones
de
nuevos
pesos
planeados
para la segunda etapa en 1993, significaban entonces
el
36
por
ciento
del
presupuesto
anual de la CNA (2,610 millones de pesos) y tres
veces
irrigación
lo en
que
se
invirtió
ese
año
(263
en
grande
millones
de
pesos)7 .
2.
Pero no solo se construye lentamente y por debajo del crecimiento previsto de la demanda, también existe el problema de que las plantas construidas
no
entran
en
operación,
tienen
interrupciones frecuentes en su funcionamiento o definitivamente dejan de operar. ¿Cuáles son los motivos?, ¿Se ha optado por las mejores
7
Aboites, 2002
11
soluciones técnicas? O han sido condicionadas por la carencia de recursos y el origen del financiamiento,
más
allá
eficiencia de operación un
tema
muy
preguntarnos
de
los
que
la
recomienda. Este es
complicado.
si
lo
Pero
niveles
de
conviene eficiencia
operativa de las plantas en la cuenca pueden ser
consideradas
dentro
de
límites
promedio
para otros países. En una conversación con el Ing. Cruickshank, me afirmó que las plantas del
lago
periodos
de
Texcoco
nunca
de
inactividad
han tan
pasado
por
prolongados,
porque escogieron bien el diseño y capacitaron al personal que las opera. ¿Cuáles son los motivos
de
ineficiencia
lo
que
a
simple
operativa
de
vista las
parece plantas
concluidas?. Sugiero explorar una combinación de
la
hipótesis
financiera
con
la
decisión
técnica. El caso japonés en Guadalajara puede ser solamente el más visible de una cadena de intermediaciones
que
se
han
construido
alrededor de este proceso.
3.
¿Puede conseguirse el saneamiento de la cuenca sin una inversión pública fuerte, sostenida y dirigida para obtener los mejores rendimientos de eficiencia operativa?. Parece que esa es la apuesta
federal,
pero
podría
ser
que
los
resultados estén señalando que justamente el saneamiento de las cuencas puede ser el gran tema del manejo hidráulico que obligue a un tratamiento distinto. Es posible que al igual 12
que las grandes obras de irrigación y energía, el saneamiento de las cuencas sea el tema que hoy
demanda
justamente
la
su
inversión
desempeño
pública
está
y
reflejando
que esa
carencia. Aboites (2002) ha propuesto que el ambientalismo gubernamental no es más que una forma
de
cubrir
responsabilidades
y
el en
abandono
particular
de
de la
inversión pública en el manejo del agua. Es posible que el tema del saneamiento permita evaluar
de
qué
gubernamental
tipo
con
la
es
el
compromiso
conservación
de
las
cuencas, si consideramos que de alguna manera podemos
considerar
a
las
plantas
de
tratamiento como las grandes obras de manejo hídrico
que
están
faltando
y
que
por
su
magnitud (no tanto física, sino financiera) y su
complejidad
técnica
y
social,
requieren
tanto de una participación social amplia, como de una inversión pública sólida.
13
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15