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EXPTE Nº: 88/13 INICIADOR: DIPUTADO DANIEL ANDRADA. EL SENADO Y LA CAMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA SANCIONAN CON FUERZA DE LEY ARTÍCULO 1.- Denominar con el nombre de “Parque de los Niños María Elena Walsh” a las seis hectáreas destinadas a los niños y la familia ubicado en el límite con la zona Norte, a 14 cuadras de la Plaza central y al frente del Centro Administrativo del Poder Ejecutivo (C.A.P.E) sobre Avenida Venezuela. ARTÍCULO 2.- Facultar a la Secretaria de Estado de Cultura para realizar la convocatoria de artista locales con el objeto de presentar propuestas artísticas creativas, originales, con integración de diversos lenguajes artísticos a fin de crear un monumento referido a las obras infantiles de María Elena Walsh. ARTÍCULO 3.- Encargar al Ministerio de Obras Publicas el emplazamiento del monumento realizado por los artistas locales en lugar a determinar en el Parque. ARTICULO 4.- Comunicar a la Secretaria de Estado de Cultura y al Ministerio de Obras Publicas. ARTICULO 5.- De forma.
FUNDAMENTOS Este Proyecto de Ley tiene la finalidad de realizar un justo homenaje a María Elena Walsh célebre poeta, escritora, música, cantautora, dramaturga y compositora argentina, que con su notable obra aportó personajes conmovedores para el imaginario de niños, adolescentes y adultos, quien además, compuso numerosas novelas, cuentos, canciones, ensayos y artículos periodísticos, que pasaron de generación en generación y que trascendieron las fronteras argentinas. Por otra parte, el reconocimiento a esta verdadera personalidad de nuestros tiempos, constituye un valioso aporte a la comunidad y un ejemplo digno de ser recordado. Nada mejor para ello que denominar al Parque de los Niños de la Provincia con su nombre por cuanto fue realizado para promover y afianzar los derechos del niño, integrar a los niños de diferentes capacidades en un espacio público, al aire libre, a través de juegos adecuados a cada una de sus necesidades en un espacio verde para generar un punto de encuentro donde la familia y la comunidad en general puedan promover interesantes y provechosos intercambios de experiencias y vivencias, anhelos estos que se reflejan en toda la actividad artística de María Elena Walsh. Es importante y altamente gratificante hacer mención de la vida y obra de esta significativa personalidad, así podemos decir que: nació en la ciudad de Ramos Mejía, Provincia de Buenos Aires, el 1 de febrero de 1930, ha sido considerada como «mito viviente, prócer cultural y blasón de casi todas las infancias», con su obra revolucionó la manera en que se entendía la relación entre poesía e infancia, así podemos mencionar creaciones literarias como: Manuelita la tortuga y los libros Tutú Marambá, El reino del revés , Dailan Kifki y El monoliso. Además de los textos infantiles es también autora de difundidas canciones populares para adultos, entre ellas Como la cigarra, Serenata para la tierra de uno y El valle y el volcán y otras canciones de su autoría que integran el cancionero popular argentino como La vaca estudiosa, Canción de Titina, El Reino del Revés, La pájara Pinta, La canción de la vacuna (El brujito de Gulubú), La reina Batata, El twist del Mono Liso, Canción para tomar el té, En el país de Nomeacuerdo, La familia Polillal, Los ejecutivos, Zamba para Pepe, Canción de cuna para un gobernante, Oración a la justicia, Canción de caminantes, etc. Entre sus álbumes destacados se encuentran Canciones para mirar (1963) y Juguemos en el mundo (1968). Se llego hasta filmar un largometraje de dibujos animados llamado Manuelita (1999), dirigida por Manuel García Ferré para el público infantil, inspirado en su famoso personaje y en sus canciones infantiles más recordadas. Durante toda su carrera publicó más de 20 discos y escribió más de 50 libros. Hija de Enrique Walsh y Lucia Elena Monsalvo, de ellos tomaría la cultura popular inglesa con sus tradicionales canciones para niños, el hábito de las construcciones verbales que caracterizan al nonsense británico, como una de las principales fuentes de inspiración en su obra y la riqueza e inspiración surgida de su entorno familiar trascurrido en una vieja casona con patios, gallinero, rosales, gatos, limoneros, naranjos y hasta una higuera. A los 12 años ingresó a la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, de Buenos Aires (Barracas), donde se radicó, y a los 15 años, publicó su primer poema en la revista El Hogar. En 1947, cuando contaba con 17 años, sufre la muerte de su padre y publica su primer libro, un poemario titulado “Otoño imperdonable” que recibió el segundo premio Municipal de Poesía, aunque el jurado se excusó diciéndole que no le habían otorgado el primero porque era demasiado joven, el libro fue elogiado por la crítica y por algunos de los más importantes escritores hispanoamericanos, como Juan Ramón Jiménez, Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo, Eduardo González Lanuza y Pablo
Neruda. Luego de finalizar sus estudios secundarios en 1948, aceptó la invitación de Juan Ramón Jiménez (autor de Platero y yo) de visitarlo en su casa de Maryland (Estados Unidos), donde permanecería seis meses en 1949. De vuelta en Buenos Aires, publicó su segundo poemario, “Baladas con Ángel”, en esta oportunidad Walsh recurre a la balada para construir su obra poética, una forma lírica construida a partir de la musicalidad de su estructura, probablemente reflejando la influencia de Jiménez. En 1952 se instalo en París y comenzó junto a Leda Valladares a cantar canciones folclóricas de tradición oral de la región andina de Argentina, como carnavalitos, bagualas y vidalas. Luego de cantar en cafés y boites, el dúo logró un contrato en el famoso cabaret Crazy Horse. En la capital de Francia se relacionaron con otros artistas como la chilena Violeta Parra o la estadounidense Blossom Dearie y grabaron sus primeros álbumes Chants d’Argentine/ Cantos de Argentina (1954) y Sous le ciel de l’Argentine/ Bajo los cielos de la Argentina (1955), con canciones de tradición oral del folclore andino argentino, como Dos palomitas y Huachi tori, pero también con temas de Atahualpa Yupanqui -por entonces radicado en París-, como La arribeña, de Jaime Dávalos como El humahuaqueño, de Rafael Rossi como "Viva Jujuy" y de Rolando Valladares. De regreso en la Argentina en 1956, realizaron una extensa gira por el Noroeste argentino en donde reunieron varias canciones que grabarían luego en sus dos primeros álbumes realizados en su país, “Entre valles y quebradas vol 1” y “Entre valles y quebradas vol 2”, ambos de 1957. Muchas de esas canciones se instalarían en el cancionero folclórico, ambos discos fueron muy bien recibidos en los círculos de artistas e intelectuales, como el Cuchi Leguizamón, Manuel J. Castilla, Victoria Ocampo, Atahualpa Yupanqui, María Herminia Avellaneda. En 1958 lanzaron su quinto álbum “Canciones del tiempo de Maricastaña”, donde las canciones del folklore español están presentadas con un título lúdico e informal que anticipa las nuevas tendencias que se incubaban en el dúo. El disco incluye canciones como El Tururururú («que la culpa la tienes tú»), En qué nos parecemos, o el Romance del enamorado y la Muerte. En simultáneo, María Elena publicó su tercer libro de poemas, “Casi milagro”. Al año siguientes Leda y María publican el LP “Leda y María cantan villancicos”, incluyendo cuatro villancicos anónimos, uno del norte argentino, otro de Bolivia y dos españoles. En 1958 María Herminia Avellaneda le ofreció a Walsh escribir guiones de televisión para programas infantiles. Entre ellos se destacó Buenos días Pinky, protagonizado por Pinky (Lidia Satragno) y Osvaldo Pacheco, quien interpretaba a un abuelo. El programa duró solo tres meses, pero alcanzó un éxito notable, que le valió dos premios Martín Fierro (mejor programa infantil y revelación masculina para Osvaldo Pacheco) y el premio Argentores para la propia María Elena como guionista, otorgado en 1965, de allí se graba un nuevo disco incluyendo las primeras cuatro canciones que harían famosa a María Elena Walsh en la música infantil: La vaca estudiosa, Canción del pescador, El Reino del Revés y Canción de Titina. De ese modo nació la idea de hacer un espectáculo musical-dramático para niños que se llamó Canciones para mirar, que -con un presupuesto muy reducido-, el dúo puso en escena en la Sala Casacuberta del Teatro Municipal General San Martín de Buenos Aires, en 1962. Inesperadamente, el espectáculo tuvo un enorme éxito, impulsando la preparación de un nuevo show para 1963 y se convirtió de uno de los acontecimientos culturales más importantes de la historia argentina. La obra estaba compuesta a partir de doce canciones de Walsh, que cantaban Leda y María vestidas como juglares, mientras los actores Alberto Fernández de Rosa y Laura Saniez las representaban mímicamente: "La familia Polillal", "El Reino del Revés", "Milonga del hornero", "La vaca estudiosa", "La Pájara Pinta", "Canción del estornudo", "La mona Jacinta", "Canción del jardinero", "Canción de la vacuna", "Canción de Titina", "Canción para vestirse" y "Canción del pescador". En los intervalos entre
canciones, dos personajes, Agapito y la Señora de Morón Danga, decían monólogos cómicos, una estructura dramática que Leda y María habían tomado del Crazy Horse, combinándola con el humor, los ritmos tradicionales, el desenfado y el público infantil. Doña Disparate y Bambuco fue la última presentación de Leda y María. El nuevo espectáculo contó con un presupuesto mucho mayor, siendo dirigido por María Herminia Avellaneda, y actuando como protagonistas Lydia Lamaison (Disparate) y Osvaldo Pacheco (Bambuco), así como Teresa Blasco y Pepe Soriano, interpretando varios papeles de personajes secundarios y estrambóticos. En esta obra aparecen el Mono Liso, y sobre todo la tortuga Manuelita, el personaje más paradigmático y conocido del universo infantil creado por María Elena Walsh. La obra tenía una similitud con el clima onírico de Alicia en el país de las maravillas. Posteriormente se hizo una versión televisiva protagonizada por Perla Santalla y Walter Vidarte. En 1990 se repuso la obra bajo la dirección de José María Paolantonio, y el elenco estaba formado por Georgina Barbarossa, Adrián Juliá, Gustavo Monje, Debora Kepel, Ivanna Padula y Jorge Luis Freire. Realizando tres temporadas, desde 1990 hasta 1992. Asfixiada por la censura impuesta por la dictadura militar, en julio de 1978, en plena Copa Mundial de Fútbol, decidió «no seguir componiendo ni cantar más en público». Paradójicamente, varias de sus canciones se volvieron símbolo de la lucha por la democracia, como “Como la cigarra”, “Canción de cuna para un gobernante”, “Oración a la Justicia”, “Canción de caminantes”, “Balada de Cómodus Viscach”, “Postal de guerra o su versión de We shall overcome (Venceremos)”, la clásica marcha del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Maria Elena Walsh se destaco también por sus artículos periodísticos dentro de los cuales podemos mencionar por su repercusión “La eñe también es gente” en defensa del uso en internet de esta letra tan característica de la lengua española; “¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta el apócope [...] Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece [...] La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera donde se debate nuestro discriminado signo [...] La eñe también es gente”. Entre 1985 y 1989, María Elena Walsh fue designada por el entonces Presidente, Dr. Raúl Alfonsín, como integrante del Consejo para la consolidación de la Democracia. En 1985, fue nombrada “Ciudadana Ilustre” de la Ciudad de Buenos Aires y en 1990, “Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba y personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires. En 1994 aparece la recopilación completa de sus canciones para niños y adultos y en 1997, “Manuelita ¿dónde vas?”. Esta prestigiosa artista argentina cierra sus ojos e ingresa a la eternidad el 10 de enero de 2011 a los 80 años, en el Sanatorio de la Trinidad después de una prolongada internación, sus restos fueron velados en la sede central de SADAIC y la inhumación se realizó en el panteón de la entidad en el Cementerio de la Chacarita, en el cual el músico argentino Eduardo Falú le dedicó unas palabras de despedida. Su fallecimiento causó una gran conmoción en el medio artístico y en toda la sociedad de nuestro país, dejaba de existir una mujer extraordinaria en pensamiento y obra, pero emergía la trascendencia de su legado con un profundo amor por la niñez y la adolescencia del mundo entero. Por otra parte es importante destacar que hoy la Provincia puede contar con un espacio verde exclusivamente dedicado a los niños, adolescentes y adultos que permite desarrollar diferentes actividades que benefician y potencian los vínculos familiares. Las seis hectáreas destinadas al esparcimiento y recreación se combinan perfectamente delineando
claramente un espacio de uso institucional y otro recreativo, estableciendo una zona cívica pensada para grandes reuniones y el espacio de juego en la parte posterior con franjas de descanso, de encuentro y juegos, este sector se encuentra separado del sector cívico por una calle peatonal de uso vehicular limitado y caracterizándose por el uso del verde en casi toda su extensión según los requerimientos de cada juego. Además cuenta con una fracción destinada a bares y baños en los que se colocaron, guardas de cerámico pintados por niños de Catamarca con el fin de motivar su cuidado. Cabe mencionar que el parque cumple con los requisitos previstos en la Ley Nacional 24.314 – Sistema de Protección integral de los discapacitados – permitiendo que los niños se relacionen e integren logrando abordar el problema de “accesibilidad para todos” de raíz, alcanzando plena concientización. En su interior presenta sectores específicos, como lo son: el de juegos, un triciclódromo, un circuito de educación vial, una pista de jockey sobre patines y un skatepark público de puro concreto, considerado el más grande y moderno de nuestro país, en el cual ya se realizaron distintas competencias con la presencia de por lo menos un centenar de skaters llegados de diferentes ciudades como: Buenos Aires, Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Tucumán, La Rioja, Salta y Santiago del Estero, además de los skaters catamarqueños que antes de este lugar debían limitarse a patinar y entrenar en terrenos no aptos para la actividad deportiva. Para finalizar, considero que la herencia del pensamiento y obra de una mujer tan destacada, reconocida y querida como María Elena Walsh se merece ser homenajeada, denominando con su nombre al Parque de los Niños de la Provincia por cuanto simboliza todo lo expresado y nos enorgullece a todos los catamarqueños. Por todo lo expuesto solicito a mis pares acompañen esta iniciativa y aprueben el presente Proyecto de Ley. Muchas Gracias.
FIRMAN: DIPUTADOS DANIEL ANDRADA, LUIS ALBERTO ANDRACA, ASUNCION CARMEN JURI DE MANTI, JULIO LUIS SALERNO, SILVIA E. TELLO.