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ANALES
DE
LA
FACULTAD
DE
TEOLOGÍA
Año 1967 (N» 19)
Cuaderno 2
EL SIGNIFICADO DE Mt. 25, 40 y 45
POR
JUAN NOEMI C.
UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE
EL SIGNIFICADO DE Mt. 25, 40
POR
JUAN NOEMI C.
Estas líneas se limitan a una consideración exegética; en el campo de lo exegético prescinden de una serie de problemas para atender preferentemente a las perspectivas de la llamada "Redaktionsgeschichte". Es así como después de una breve indicación sobre el texto y la forma, señalo los problemas planteados por el análisis literario; luego indico el influjo del redactor para así mostrar la importancia que tiene el atender a su perspectiva en la interpretación de Mt. 25, 40 y 45, lo que hago al final.
EL
TEXTO
El texto no presenta variantes de importancia. Tanto la omisión (v. 40) como la adición (v. 45) de Twv aSeXcpwv |xou son excluidas por Nestle, Merk K. Aland.
LA
FORMA
Mt. 25, 31-46 aparece desde el punto de vista literario como una unidad compleja. Unidad porque tiene una "estructura lógica y poética"1, un ritmo coherente 2 dirigido a un climax: los versículos 40 y 45 s . Sin embargo, esta I T . Preiss, "Le mystére du Fils de 1'Honune", en La vie en Chrtst, Neuch&tel 1951, p. 78. 2 Cfr. F. Bumey, "St. Matthew 25, 31 - 46 as a Hebrew Poem", en The Journal of Theological Studies 14 (1913), 414 - 424.
8 Cfr. C. H. Dodd, The Parables of the Kingdom, revised Edition, London 1961, p. 65: "The climax of the passage is to be found in the two sayings, 25. 40, 4 5 . . . , " .
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unidad no es simple, sino constituida por elementos temático - literarios diversos. Esto se puede tener como hipótesis bastante segura después del estudio de J. A. T. Robinson 4 . Es así como Gaechter cree ver en Mt. 25, 31 - 46, que "en cuanto al lenguaje y al estilo no es coherente (einheitlich)", dos unidades: Mt. 25, 31 - 34, 41 y 46 sería "una alegoría corta y bien estructurada en forma rítmica", y Mt. 25, 35 - 40 y 42 - 45 "en forma de prosa" La complejidad formal de nuestro texto se manifiesta por el mismo silencio de algunos exégetas 6 , la clasificación más temática que literaria de otros 7 y por la misma diversidad de opiniones 8 . Mt. 25, 31 - 46, que tiene diversos elementos temático - formales, no se identifica con ninguno de ellos. Sin ser parábola los versículos 32 y 33 son parabólicos9; es de carácter apocalíptico y, sin embargo, "difiere del género de visiones apocalípticas o cristianas por una sobriedad de trazo y de color, por una discreción, un despojo (dépouillement) . . . " 1 0 , tampoco se puede definir por el elemento moral que contiene. Pienso que J. A. T. Robinson al definir Mt. 25, 31 - 46 como "una combinación de elementos parabólico, apocalíptico y enseñanza ética" 11 , señala al-
* J. A. T. Robinson, "The Parable of the Scheep and the Goats (Mt. 25, 31-46)", en New Test. Studies 2 (1956), 225 - 237. 5 P. Gaechter, Das Matthaus Evangelium, Ein Kommentar, Innsbruck 1963, pp. 810 ss. Me parece, sin embargo, que Gaechter al analizar Mt. 25, 31-46 y dividirlo en dos unidades no considera la unidad pretendida por el redactor, como lo señala J. A. T. Robinson, en el cual parece basarse el mismo Gaechter. «Por ejemplo, M. Dibelius, en Die Formgeschichte des Evangeliums, 3* ed., Tübingen 1959. 7 Cfr. R. Bultmann, Die Geschichte der Synoptischen Tradition, 6* ed., Gottingen 1964, pp. 130-131, prefiere una clasificación temática: dentro de las "prophetischen und apokalyptische Worte" sitúa Mt. 25, 31 - 46 como una "apokalyptische Weissagung"; P. Bonnard, L'Evangile selon Saint Matthieu (Commentaire du Nouveau Testament, aux Editions Delachaux-Niestlé I), Neuchátel 1963, pp. 364 ss., señala la dificultad de una clasificación literaria y prefiere una según el contenido: "prophetie éthique". 8
T . Preiss, Le mystére.., p. 78: "visión eschatologique"; J. Jeremías, Die Gleichnisse Jestt, 7* durchgesehene Auflage, Gottingen 1965, p. 204: "apokalyptische Offenbarungsrede"; P. Gaechter, Das Mtth..., p. 811: "Gerichtsschilderung"; y la denominación impropia de parábola que aún mantienen las sinopsis de Huck - Lietzmann y la de Aland. 9 Cfr. J. Jeremías, Die Gleichnisse..., p. 204: "Vergleich ist nur das Bild von der Scheidung der Herde, V. 32 {.". Del mismo modo T. Preiss, Le mystére..., p. 77; J. A. T. Robinson, The parable..., p. 236; P. Bonnard, L'Evangile..., p 365. 10
T. Preiss, Le mystére..., p. 78; cfr. también W. G. Kümmel, Vefheissung und Erfüllung, 3* ed., Zürich 1956, p. 365. » J. A. T. Robinson, The parable..., p. 22 s.
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go muy importante para su comprensión: Mt. 25, 31-46 es una unidad literaria original que, diciendo relación a varios géneros, no se deja catalogar por ninguno 12 .
ANÁLISIS
Una vez señalado que Mt. 25, 31-46 constituye una unidad literariotemática compleja, creo que es conveniente hacer un análisis de los versículos, así, al menos lo espero, señalada la significación de los términos, se establece con más claridad la verdadera problemática. v. 31-33: Se trata de la venida futura del Hijo del hombre13, la que se describe sobriamente como una venida gloriosa y judicial. El juicio, que implica un congregar y un separar, se ilustra con un elemento parabólico tomado de la vida diaria de los pastores. Es un juicio sobre Ttavta xa ¿A quiénes designa este título? Esta es una pregunta clave, de cuya respuesta depende toda la intelección del texto. Las sentencias son las siguientes: a.— ítavta ta efrrjv, significa toda la humanidad: R. Bultmann, Die Geschichte der Synoptischen Tradition, 6 ? ed., Gottingen, 1964, p. 130; T. Preiss, "Le mystére du Fils de lTiomme", en La vie en Christ, Neuchdtel 1951, p. 83; A. Feuillet, "La synthése eschatologique de Saint Matthieu", Rev. Biblique 57 (1950) 180; W. Trilling, Das Wahre Israel - Studien zur Theologie des Mattháus-Evangeliums, München 1964, pp. 26, 2f7, 153; W. G. Kümmel, Verheissung und Erfüllung, 3* ed., Zürich 1956, p! 187; J. Schmid, Das Ev. nach Matthaus, ed., Regensburg 1959, p. 352; A. Schlatter, Der Evangelist Matthaus. Seine Sprache, sein Ziel, seine Selbstandigkeit, Stuttgart 1957, p. 72 s.; G. Bornkamm, Enderwartung und Kirche im Matthaus-Evangelium, Neukirchen, 3? ed., 1963, p. 21; G. Strecker, Der Weg der Gerechtigkeit, Gottingen 1962, p. 174; J. Ratzinger, Die christliche Brüderlichkeit, München 1960, pp.
12 Si se considera el contenido también se distinguen diversos temas: la venida judicial del Hijo del hombre, las obras de misericordia y la "identificación" del Hijo del hombre con los necesitados. Sin embargo, se encuentran formando un todo coherente y unitario de tal modo que las obras de misericordia y, mediatamente, la "identificación" del Hijo del hombre con los necesitados establecen el criterio de juicio que tiene el Hijo del hombre al venir. 13 Aunque sea brevemente me parece oportuno señalar la significación del término o uiog TOO avfrpü)7iou, ya que algunos autores la consideran como determinante en la interpretación de Mt. 25, 31 - 46, incluso en el significado de los versículos 40 y 45, que son los que nos interesan directamente. (Así por ejemplo, T. Preiss, Le mystére..., y más radicalmente T. W. Manson, The saying of Jesús, London 1949, pp. 249 ss., también en The teaching of Jesús, 2* ed., Cambridge 1951, pp. 211-234).
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Los textos evangélicos en que se habla del Hijo del hombre se pueden dividir en tres grupos, que tratan de: "De muñere simal altissimo et humili quo nunc fungitur, de Filio hominis qui moriturus est atque resurget adimplens munus redemptivum 'Serví Iahve' y el último que trata "de Filio hominis Messia eschatologico quam annuntiavit Daniel pro. pheta". (Esta es la división que trae Dhanis en Testimonium lesu de seipso, apuntes de clases, Roma 1963, pp. 96 ss. Fundamentalmente es la misma división de R. Bultmann, Theologie des N. T. Tübingen 1953, pp. 2 9 - 3 1 ) . Mt. 25, 3 1 - 4 6 pertenece al tercer grupo. En este grupo el Hijo del hombre aparece como el que vendrá (para acentuar este carácter futuro, O. Cullmann sitúa o oio{ TOO av$pü)7iou, como "titre relatif á l'oeuvre future de Jésus", Christologie du N. T.t Neuchátel 1958, p. 118). Esta venida futura se describe de tal modo que apenas se puede negar el carácter divino que adquiere el título de Hijo del hombre (cfr. J. Jeremías, Die Gleichnisse..., p. 204: "Aoja, ayytXoi autou, ftpovoí 8O$T){ «OTOU sind Attribute des Menschensohnes"), y 'la fonction essentielle du Fils de l'homme qui vient (comme dejá dans les livres juifs anciens et particuliérement dans le livre éthiopien d'Hénoch), c'est le jugement" (O. Cullmann, Christologie..., p. 136). En esta misma página Cullmann precisa: "Dans l'important passage relatif au jugement dernier rendu sur les brevis et les boucs' ( M t 25, 31-46), le jugement est indubitablement prononcé par le Fils de l'homme". La posición de A. Feuillet, "La synthése eschatologique de Saint Matthieu", Retí. Bibliqtie 56 y 57 (1949-1950), ver especialmente 57, pp. 180-211, que refiere el juicio en M t 25, 3 1 - 4 6 al Padre basándose en el TOO itaxpof ¡J.OU (V. 34), no parece haber encontrado eco ni ser sólida. La función judicial se halla intimamente ligada con la función real del Hijo del hombre y se confunde con ella. A este respecto es preciso notar en nuestro texto el tránsito de o u'.og TOO av$p(iMtoo (v. 31) a o f3aatAeo{ (v. 34 y 40). T. Preiss anota al respecto: "á partir du moment oú le Fils de l'homme venant dans sa gloire s'est assis sur le tróne de sa gloire, il n'est plus appelé Fils de l'homme, mais o PaoiAeo{, Roi (v. 34 et 4 0 ) . . . Le titre de Roi peut et doit done prendre la succesion, á partir de la parousie, du titre Fils de l'homme" (T. Preiss, Le mystére..., p. 78). Hay una pregunta fundamental que responder: ¿a quién designa el Hijo del hombre? Aparte de la sentencia de R. Bultmann, que sostiene que en este caso, es decir, en los textos que hablan de la venida gloriosa del Hijo del hombre, no se trata de Jesús sino de otro (opinión que parece no tener fundamento sólido), tenemos dos sentencias que, aunque fundamentalmente no se excluyen, difieren según se insista más en el aspecto individual o en el colectivo que implica el titulo Hijo del hombre. En Dan. 7,1 ss., del cual depende la significación de o UTO; TOO avftpiúiioo como juez escatológico (la dependencia de Dan. 7, 13 no excluye un posible influjo de las religiones del Medio Oriente. Sobre este punto, ver O. Cullmann, Christologie..., p. 120), el Hijo del hombre aparece como un individuo (v. 13), y como una colectividad (v. 18) (E. Dhanis, Testimonium..., p. 28; O. Cullmann, Christologie..., p. 120). Este hecho es el que condiciona las dos lineas de sentencias arriba señaladas. Es preciso señalar la incidencia que tiene el significado de o oto{ TOO av&pcoitoo en la de los versículos 40 y 45. A pesar de esto, he preferido abstraer del posible significado colectivo de O otog TOO av&pomou que, en cierto modo explicaría M t 25, 40. Me parece que la investigación al respecto, hasta donde pude ver, no está madura, ni lleva a conclusiones claras. Quizás por lo mismo la mayoría de los autores prefieren dejar el problema de lado. El último punto: si es cierto que nuestro texto se clasifica en el tercer grupo, es decir, en aquel que habla del Hijo del hombre como juez escatológico, no se puede abstraer de toda la riqueza cristológica de este titulo. Cfr. O. Cullmann, Christologie..., p. 141: "Nous parvenons ainsi á la conclusión suivante: Jésus —abstraction faite de deux ou trois passages oú il est possible que cette expresskm designe 'tous' les hommes— a exprimé par le titre de 'Fils de l'homme' sa conviction davoir á accomplir Foeuvre de l'homme céleste. Et cela de deux fagons: d'une part & la fin des temps dans la gloire, conformément a latiente de certains milieux juifs; d'autre part dans l'abaissement de l'incamation au
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42 - 46; G. Gross, "Die 'geringsten Brüder' Jesu in Mt. 25, 40 in Auseinandersetzung mit der neueren Exegese", en Bibel und Leben 5 (1964) 174 b.— « a v i a xa e^vr), señala a los paganos: O. Michel, "*Die Kleinen' eine Jüngerbezeichnung Iesus", en Theol. Stud. und Kritiken 108 (1937 - 38), 401 ss.; T. W Manson, The teaching of Jesús, 2» ed., Cambridge 1951, pp. 213; J. Jeremías, Die Gleichnisse Jesu, 7* durchgesehene Auflage, Gottíngen 1965, p. 204; W. Pesch, Der Lohngedanke in der Lehre Jesu, München 1954, p. 66. c.— Tiavxa xa eS-vr], significa los cristianos: M. J. Lagrange, Evangile selon Saint Matthieu, 7* ed., París 1948, p. 486, esta opinión tiene el siguiente matiz: "ítavxa xa efl-vir¡ indica el juicio universal (Chrys., Aug.); pero es sólo el fondo grandioso del cuadro, del cual no se hace más mención; en primer plano están los miembros de la comunidad cristiana, los discípulos (Wellh)"; de la misma manera, P. Bonnard, L'Evangile selon Saint Matthieu, Neuchátel 1963, p. 367; L. Cerfaux, "La charité fraternelle et le retour du Christ", en Eph. Theol. Lov. 24 (1948), pp. 321-322, también en Recueil L. Cerfaux 2 (1954) pp. 32 - 33. La primera opinión parece ser la más sólida. A pesar de que itavxa xa efl-virj designa generalmente en el N. T. a los paganos u , en este caso incluye a los cristianos: "difícilmente se puede pensar que los cristianos no estén incluidos en el ot euXoYiJftóvoi, si se considera 25, 34 y 25, 37"15. v. 34: La sentencia judicial sobre los ot euXo-pijuevoi xou ítaxpo; es un recibir en posesión, un participar, un heredar (xXY¡povo|A7]oaxe). v. 35 y 36: Se establece el fundamento de la sentencia judicial (yap), es decir, la actualización de "las obras de misericordia"16. Notar la referencia clara y repetida al Hijo del hombre (|ÍOI, |IE, (IE, JAS, fie, TTPOJ |XE), lo que sein d\me humanité pécheresse". Además es preciso notar que en el caso de Mt. 25, 3148, la venida del Hijo del hombre no constituye una mera introducción escatológica, sino que alumbra y es alumbrada por los versículos siguientes. De este modo, Mt. 25, 31 - 46, no sólo trata del Hijo del hombre juez escatológico (cfr. Mt. 24, 2 9 - 3 1 y paralelos, Me. 13, 24 - 27, Le. 21, 25-28), no sólo se afirma la referencia a su persona como criterio judicial determinante (cfr. Me. 8, 28 y paralelo Le. 9, 26; también Mt. 10, 32 y paralelo Le. 12, 8; Mt. 19, 28 y paralelo Le. 22, 28. 30); no sólo se afirma el obrar como determinante de la decisión judicial (cfr. Mt. 16, 27), sino también se establece que la refe. rencia operativa a Jesús, Hijo del hombre, se realiza en el servicio a cualquier necesitado. 14 W. F. Amdt-F. W. Gingrich, A Greek - English Lexicón of the N. T. (A trans. lation and adaptation of Walter Bauer's, Grtechisch - Deutsche* WSrterbuch zu den Schriften des N. T., 4* ed., 1952), Chicago 1960, p. 217.
15
W. G. Kümmel, Verheissung..., p. 87.
18
No he creído necesario el detenerme sobre este punto. Una exposición clara al respecto es la de J. Schmid, Das Ev. nach Matthaus, 4* ed., Regensburg 1959, pp. 353 y 354; para bibliografía ver D. Ruatti, II giudizio untversale e le opere di misericordia (Mt. 25, 31-46), Diss. Pont. Univ. Gregoriana, Romae 1959 - cfr. Greg. LA. 408 (1961) 322 (ipse) n. 3018.
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indica que "las obras de misericordia" son fundamento de la sentencia judicial pero no por sí mismas, sino por la referencia al Hijo del hombre que implican; es este hecho el que parece motivar la pregunta de los justos (v. 37 - 39) y lo que se afirma solemnemente en los versículos 40 y 45. v. 37 - 39: Los justos responden con una respuesta que, siendo "un elemento del diálogo destinado a provocar la respuesta"1T, establece que la referencia al Hijo del hombre no es necesariamente en el orden de lo consciente18. v. 40:
A la pregunta introducida por TOTE (V. 37, 38 y 39), cuándo,
que es "adverbio interrogativo de tiempo"19, corresponde en la respuesta UD £