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EL USO LITERARIO DEL LENGUAJE: LAS FIGURAS LITERARIAS 1.- RASGOS DEL MENSAJE LITERARIO El texto literario o mensaje literario constituye un acto de comunicación que presenta los siguientes caracteres: 1.- Es resultado de una creación suscitada por estímulos personales del autor, que lo destina a perdurar y a conservarse con la forma en que él lo escribió. 2.- No se dirige a un destinatario concreto, sino a cualquier posible lector (receptor universal) del cual no espera respuesta sino acogida y reconocimiento. 3.- La comunicación literaria no tiene una finalidad práctica inmediata. Por el contrario, posee una naturaleza estética, se destina a producir un placer desinteresado. 4.- El texto literario no cuenta con una situación física que ayude a su desciframiento. La comunicación literaria tiene que producirse en una situación de lectura, en la cual, la obra constituye un pequeño orbe cerrado al que se propone tener acceso el lector. Y éste puede conseguirlo o no, según sean sus características individuales de cultura, hábitos de lector, sensibilidad, ideología, temple del momento, etc. Por esta razón les cuesta muchísimo entender los mensajes literarios porque no buscan el deleite de su forma, sino que quieren llegar al contenido, a la interpretación de los mensajes y es muy difícil cuando no se controlan las claves, el universo literario de cada autor. 5.- El mensaje literario no suele tener un significado unívoco para todos los lectores. Posee un significado (el que le quiso dar el autor; el cual, por otra parte, deseó mantenerlo ambiguo), pero es el lector quien se lo otorga, es decir, quien le da sentido. En definitiva, cuando no se produce la situación comunicativa de los mensajes literarios se debe a varias razones: *
Porque el receptor carece de preparación para entender el texto (te puede faltar dominio del lenguaje, información sobre el modo de estar constituidas otras ciudades, desconocimiento de los rumbos de la literatura, puede carecer de sensibilidad, de sutileza, de perspicacia …) * Porque no hay predisposición y se ven los mensajes literarios como realidades “diferentes” que nada tienen que ver con nuestros intereses actuales, con nuestros pensamientos y nuestra visión de la realidad. 2.- LA TÉCNICA LITERARIA La creación literaria no es espontánea, exige el dominio de una técnica que resulta de muchas lecturas previas, y de la acción consciente del escritor para diferenciarse y para forjar su propia individualidad. No puedes olvidar que el verdadero artista creador va forjando su propia técnica, sin la cual resulta imposible escribir, y que es tanto más valiosa cuanto menos se deja percibir, pues la visible presencia de la técnica, y su reiteración en diversas obras, confiere a éstas un aire “de taller”, de oficio más que de arte. 3.- CARACTERÍSTICAS DEL LENGUAJE LITERARIO El lenguaje literario obedece a una voluntad de forma, al deseo de que atraiga la atención sobre sí mismo. Por tanto, el lenguaje literario tiene que sorprender. No debe permitir “pasar la mirada” hacia el contenido como el vidrio, sino que, como la vidriera, la retiene, hace que nos fijemos en él. Se caracteriza por sus artificios que pueden manifestarse en los distintos niveles de la lengua: plano fónico, plano morfosintáctico y plano léxico. De esta manera, debes saber que esos artificios no son más que las llamadas figuras literarias que debes identificar y explicar en la prueba de lengua castellana y literatura.
NIVEL FÓNICO (nivel de los sonidos) 1.- Aliteraciones o repeticiones de un mismo fonema o grupo de fonemas en palabras próximas o en una frase: “Con el ala aleve del leve abanico” (Rubén Darío). “El ruido con que rueda la ronca tempestad” (Zorrilla) 2.- Onomatopeya concebida como la aliteración que pretende reproducir o imitar un sonido (borbotón, zigzag, zumbido, rasgar). “En el silencio sólo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba” (Garcilaso de la Vega) “El silbo de los aires amorosos” (San Juan de la Cruz) NIVEL SINTÁCTICO (nivel de las relaciones funcionales entre las partes del mensaje) 1.- Hipérbaton o alteración del orden normal de la frase: “Era del año la estación florida…” (Góngora). “Del monte en la ladera” (Fray Luis de León). 2.- Paralelismo o repetición de una misma construcción sintáctica o estructura gramatical o con alguna variación leve, en dos o más versos sucesivos: “Los suspiros son agua y van al aire, / las lágrimas son agua y van al mar.” (Bécquer). “He aquí el tinglado de la antigua farsa, la que alivió en posadas aldeanas el cansancio de los caminantes; la que embobó en las plazas de humildes lugares a los simples villanos; la que juntó en ciudades populosas a los más variados concursos” (Benavente). 3.- Anáfora o repetición de una o varias palabras al comienzo de varios versos o de varias frases: “Érase un hombre a una nariz pegado/ érase una nariz superlativa/ érase una nariz sayón y escriba…” (Quevedo). 4.- Asíndeton o supresión de conjunciones o nexos conjuntivos en un verso: “Acude, corre, vuela/ traspasa el alta sierra, ocupa el llano” (Fray Luis de León). 5.- Polisíndeton o acumulación de nexos conjuntivos en un verso o en una frase: “Hay un palacio y un río, / y un lago y un puente viejo, / y fuentes con musgo y hierba…” (Juan Ramón Jiménez). 6.- Elipsis o supresión de una o más palabras en una frase o en un verso sin que ello altere su sentido pues se sobreentiende por el contexto: “Por una mirada, un mundo/ por una sonrisa, un cielo; / por un beso… ¡yo no sé/ qué te diera por un beso! (Bécquer). NIVEL LÉXICO (cambios de significado: connotación) 1.- Los tropos o palabras que cambian su significado en un contexto específico: 1.-Comparación o símil se relacionan los significados de dos palabras, expresiones o ideas a través del nexo como: “Tus cabellos son rubios como el oro”. 2.- Metáfora o cambio de significado de una palabra por otro con el que tiene alguna semejanza: “El oro de tus cabellos (rubio)/ ríense las fuentes/ tirando perlas (gotas de agua)/ a florecillas / que están más cercas” (Lope de Vega). 3.- Metonimia da a una cosa el nombre de otra con la que está normalmente contigua o próxima: “Me tomé sólo una copa (copa de licor)”.
4.- Epíteto o utilización de un adjetivo que subraya o destaca una cualidad que es característica del nombre al que acompaña y que por consiguiente no es necesario, su intención es artística: “por ti la verde hierba, el fresco viento, / el blanco lirio y colorada rosa/ y dulce primavera deseaba.” (Garcilaso de la Vega). 5.- Sinestesia es la atribución de las sensaciones y cualidades propias de un sentido a otro: “¡Qué tranquilidad violeta!” (Juan Ramón Jiménez) “Dar al sueño cierto sabor azul” (Vicente Aleixandre). 6.- Silepsis consiste en darle a un término varios significados dentro de un mismo poema: “(la muerte) llegue rogada, pues mi bien previene; / hálleme agradecido, no asustado; / mi vida acabe y mi vivir ordene (Quevedo). 2.- Figuras de pensamiento. Son muy características del lenguaje literario; su fuerza no reside en las palabras sino en el modo llamativo con que se modula el pensamiento. 1.- Hipérbole o exageración más allá de lo verosímil con el fin de engrandecer o empequeñecer la idea que se expresa: “Tan rubia era la niña/ que cuando hay sol no se la ve” (Amado Nervo) “Donde yo me hallo, no se halla/ hombre más desgraciado que ninguno” (Miguel Hernández). 2.- Lítotes o atenuación del pensamiento, consiste en no expresar todo lo que se quiere dar a entender, sin que por esto deje de ser bien comprendida la intención de quien habla. Se usa generalmente negando lo contrario de aquello que se quiere afirmar: No soy tan insensato. En esto no os alabo. (DRAE). 3.- Prosopopeya o personificación atribuye propiedades humanas a los animales y a las cosas: La noche llama temblando/ al cristal…” (Lorca) 4.- Antítesis o relación que se establece entre dos cosas contrarias o antagónicas: “Yo velo cuando tú duermes; yo lloro cuando tú cantas” (Cervantes) “Cuando quiero llorar, no lloro;/ y, a veces, lloro sin querer” (Rubén Darío). 5.- Ironía consiste en expresar una idea diciendo justamente lo contrario, pero de manera que el receptor pueda reconocer el verdadero sentido: “Comieron una comida eterna, sin principio ni fin” (Quevedo). 6.- Paradoja formula una contradicción aparente: “Al avaro, las riquezas lo hacen más pobre” “¡OH desmayo dichoso!/ ¡Oh muerte que das vida! (Fray Luis de León): cuando se juntan dos nociones que no podrían coexistir la paradoja se denomina oxímoron. También incluiremos en este grupo a la interrogación retórica que se define como el uso de la interrogación que sirve de mero adorno enfático porque su respuesta es evidente. “¿Acaso no fue César un gran general?”