EL VELO DE LA MUJER: MANDAMIENTO O COSTUMBRE? 1 Corintios 11:2-16

EL VELO DE LA MUJER: ¿MANDAMIENTO O COSTUMBRE? 1 Corintios 11:2-16 ÍNDICE Introducción Contexto sociocultural Análisis teológico Análisis fraseológi

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EL VELO DE LA MUJER: ¿MANDAMIENTO O COSTUMBRE? 1 Corintios 11:2-16

ÍNDICE Introducción Contexto sociocultural Análisis teológico Análisis fraseológico Principios universales Conclusiones

Introducción Este estudio exhaustivo que me ha llevado más de 20 horas de puro trabajo fue motivado por el amor sincero a la palabra. No del mío solamente sino también de una gran hermana y amiga llamada Autumn, que siempre con su todo su corazón ha intentado seguir la verdad con rectitud y sin vacilaciones. Este artículo se lo dedico a ella y a todas aquellas mujeres de Dios, que cada día buscan glorificar a Dios en todas las cosas que hacen. Creyendo firmemente que Dios me dio el don de la enseñanza a través del Espíritu Santo, me encomendé a empezar este estudio que para mi sorpresa me llevó mucho más trabajo de lo esperado. Aunque bien sé que este tema sobre “el velo” no me atañe a mí por ser hombre, creo que con el don que Dios me dio puedo servir con gran gratitud y gozo en mi corazón en responder dudas sobre temas bíblicos. Con esto, pretendo honrar primeramente a Dios, por ser el dador de tanta gracia y amor a través de su hijo Jesucristo. En segundo lugar, quiero honrar el don que Él me otorgo con el Espíritu Santo, ya que sin eso no hubiera sido capaz de elaborar este artículo. Y en tercer lugar, que no por eso menos importante, quiero honrar a mis hermanas en Cristo, que han tenido que aguantar injustamente el desprecio, el poco cuidado y el abuso de autoridad en este mundo por el hecho de ser mujeres. Personalmente creo que mucha gente que ha hablado y escrito sobre este tema, lo ha hecho de manera muy superficial, y en la mayoría de los casos con muy poco cuidado. A pesar de ser hombre, me he esforzado todo el tiempo por indagar el tema y entenderlo como si fuera una mujer que quiere saber las verdades en la escritura. Me he visto en necesidad de hacer eso, porque aunque muchos opinan que el tema del velo no es un tema doctrinal, para ciertas hermanas ha sido una lucha en su corazón si el llevar el velo

es un

mandamiento o una costumbre. Entre estas hermanas se encuentra Autumn. Espero que este artículo pueda ser de mucha bendición y ayuda para aclarar esas dudas en los corazones de cada una de vosotras. Es mi oración que esto sea así. A Dios sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Carlos Santos Aguirre.

1-Contexto sociocultural del primer siglo La posición de la mujer Debemos estudiar este tema a la luz del primer siglo. Sería un error garrafal tratar este tema de acuerdo a los estándares de nuestra cultura actual. Tristemente hay muchas personas que han tratado este tema sin el menor cuidado y han ido a extremos que como poco son peligrosos e inconsistentes. Debemos tener presente la condición de la mujer a los ojos de los judíos. Para los judíos, la mujer era considerada inferior al hombre. Había sido formada de una costilla de Adán (Gen 2:22), y había sido creada para ser la ayuda idónea del varón (Gen 2:18). Es muy triste ver cómo los judíos varones erróneamente concebían la posición de la mujer en muchos aspectos, incluso en la misma interpretación de las escrituras.

Ejemplos:



Había un ejemplo de exégesis rabínica que decía: «Dios no formó a la mujer de la cabeza del varón para que no fuera soberbia; ni del ojo, para que no fuera lujuriosa; ni del oído, para que no fuera curiosa; ni de la boca, para que no fuera charlatana; ni del corazón, para que no fuera celosa; ni de la mano, para que no fuera codiciosa; ni del pie, para que no fuera zascandil; sino de una costilla, para que siempre vaya tapadita; por tanto, el pudor debe ser su cualidad superlativa.»



Otro ejemplo es en la sinagoga. Las mujeres no tomaban parte en el culto y estaban separadas completamente de los varones en una galería cerrada o en alguna otra parte del edificio. En la ley y en las costumbres judías era inconcebible el que las mujeres pretendieran ningún tipo de igualdad con los varones.

El velo bíblico Debemos tener presente el lugar del velo en Oriente. Hasta el día de hoy la mayor parte de las mujeres, sobre todo en los países musulmanes, usan el “yashmak”, el cual es un largo velo que deja descubierto únicamente los ojos y la frente y el largo del velo llega casi hasta los pies.

En los tiempos de Pablo, el velo oriental

tapaba todavía más: pasaba por

encima de la cabeza sin más abertura que la mínima para los ojos, y llegaba literalmente hasta los pies. La palabra "velo" o "cubierta" es la traducción de la palabra griega "kalumma", sustantivo que a su vez proviene del verbo "kalupto" que se encuentra en 1era Corintios 11:4-7, 10 y significa "una cubierta, un velo", "cubrir totalmente, esconder, ocultar".

Ejemplo de esto los encontramos también en: Marcos 14:65 “Y comenzaron algunos a escupirle, a cubrirle el rostro y a darle de puñetazos, y a decirle: ¡Profetiza! Y los alguaciles le recibieron a bofetadas” Cubrir la cabeza y cubrir el rostro son frases afines en la Biblia, significando ambas la misma cosa. Por eso precisamente al Señor Jesús, cuando le condenaron a muerte, le cubrieron el rostro. La palabra "cubrieron" es la traducción de la palabra griega "perikaluptein" (peri="alrededor") y (kalupto=cubrir, ocultar, esconder"). De aquí el infinitivo “perikalupto”, cubrir totalmente. La Biblia, como hemos visto, no hace diferencia alguna entre cubrir la cabeza y cubrir el rostro.

Además del ejemplo citado, hay otro ejemplo que nos muestra que los judíos tenían muy clara la diferencia entre las prendas que se llevaban en la cabeza: el profeta Isaías hace una clara diferencia entre el velo y las demás prendas que las mujeres de Jerusalén usaban en su tiempo. En Isaías 3:18-23 se mencionan "las redecillas" (v. 18), "las cofias" (v. 20), "los mantoncillos" (v. 22), "los velos" (v. 22), "las gasas" (v. 23) y "los tocados" (v. 23).

Implicaciones que tenía el llevar el velo Llevar el velo tenía dos implicaciones: 1- Era señal que se estaba bajo autoridad: El versículo 10 es muy difícil de traducir." Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza.» Pero en griego dice literalmente que una mujer debe conservar «autoridad sobre su cabeza.» 2- Servía para mostrar su dignidad: En los países de Oriente, el velo es el poder y el honor que representa la dignidad de la mujer. Si estás en la calle y te quedas mirando a una mujer que lleva el velo, es de gran mala educación. Porque esa mujer muestra que es digna cuando lleva el velo. Pero sin el velo, la mujer no es nada y cualquiera la puede insultar ya que la autoridad y su dignidad han desaparecido. Una mujer respetable no habría pensado jamás aparecer en público sin él. T. W. Davies escribe en el Hastings' Dictionary of the Bible: «Ninguna mujer respetable de una ciudad o aldea oriental sale sin él; y si lo hace, se arriesga a que la juzguen de una manera mala. Hasta los misioneros ingleses y americanos en Egipto dijeron que sus propias mujeres e hijas lo usaban cuando salían.» Podemos ver que en oriente, el velo tenía y tiene una importancia suprema. No solamente indica que se está bajo autoridad, sino que también representa la dignidad y la protección del pudor. El hecho que un hombre sorprendiese a una mujer sin el velo era una desgracia, o el simple hecho de querérselo quitar alguien era considerado un escándalo. Solamente el marido y parientes cercanos podían ver a la mujer sin el velo. Era el modo que las mujeres se protegían de las miradas de otros hombres que no eran sus maridos o parientes.

Implicaciones que tenía el no llevar el velo La presencia de hombres y mujeres compartiendo la vida de la congregación de Corinto daba lugar a situaciones inesperadas. Debemos entender que la vida religiosa, tanto entre los judíos como entre los griegos, era algo estrictamente masculino. Entre los griegos, el papel femenino era a menudo degradante por la gran cantidad de prostitutas y las orgías que se realizaban en nombre de la religión. Por eso, la participación de las mujeres en el culto provocaba muchas controversias El no llevar el velo implicaba: 1- Parecerse a las sacerdotisas paganas: En Grecia las sacerdotisas no llevaban velo, mostrando así su cabello. No era nada apropiado si una hermana hacía esto, ya que Corintio estaba llena de las "prostitutas de los templos " En Corintio se hallaba el templo de Venus con 1.000 sacerdotisas dedicadas a la prostitución. 2- Parecerse a las prostitutas: La mayoría de prostitutas no llevaban velo, para así mostrar la hermosura de su cabello y provocar a los hombres. Hay gente que dice que las prostitutas se rapaban, aunque no tenemos una fuerte evidencia histórica para eso. Lo que si sabemos con certeza es que a una mujer adúltera se le rapaba porque la ley romana que se aplicaba en la colonia de Corinto establecía que la mujer que deshonra a su esposo, cometiendo adulterio, debía raparse la cabeza para que la gente supiera que era una adultera. También se le rapaba la cabeza a las esclavas. Sea cual sea el caso llevar la cabeza rapado era muy deshonroso. 3- No reconocer su estado civil: Si una esposa no se cubre la cabeza es considerada, por implicación, como alguien que se niega a reconocer la relación con su esposo, es decir, su estado civil. Que la esposa no se cubriera la cabeza en público era una gran ofensa para el esposo.

La importancia del cabello El pelo entre los israelitas no era un tema que se puede tomar con poco cuidado. La abundancia de cabello en la cabeza era señal de hermosura. En las mujeres también era muy importante a pesar de que éstas llevaran velos. Además hay frases muy importantes de la época que utilizan la palabra cabello o pelo. 

Un nazareo no se cortaba el pelo mientras durara su voto (Números 6:5)



Absalón tenía una cabellera famosa (2 Samuel14:26)



En el Cantar de los Cantares se repite varias veces la alabanza al pelo tanto del Amado como de la Amada (Cantares 4:1; 5:2, 11; 6:5; 7:5)



La calvicie no era bien vista y se hacía burla de ella (2 Reyes. 2:23).



Entre algunos pueblos gentiles se acostumbraba raparse la cabeza como señal de duelo, pero a los israelitas se les prohibió hacer eso (Deuteronomio. 14:1).



Un sacerdote no podía hacerse una tonsura (Levítico 21:5)



Arrancarse algunos pelos de la cabeza y de la barba era señal de gran duelo (Esdras. 9:3)



Rapar la cabeza a alguien era someterlo a una gran vergüenza. Así, Hanún, rey amonita, rapó a unos embajadores de David, lo cual causó una guerra (1 Crónicas 19:4)



Las mujeres hebreas ponían mucha atención a su pelo, utilizando para ello "redecillas... cofias... partidores del pelo... y los tocados" (Isaías 3:18– 23) Parte de las desgracias que llegarían a las hijas de Sion, según Isaías, era "cabeza rapada en lugar de compostura del cabello" (Isaías. 3:24)



Dos mujeres ungieron al Señor con perfume y lavaron sus pies con sus cabellos, lo que indica que tenían largas cabelleras (Lucas 7:38; Juan 12:3).



La expresión "ni un pelo de la cabeza caerá" se usaba para indicar que absolutamente nada le pasaría a alguien.



El pueblo salvó la vida a Jonatán cuando por el juramento de Saúl tenía que morir, diciendo: "No ha de caer un pelo de su cabeza en tierra" (1 Samuel 14:45). La misma expresión usó David prometiendo seguridad a una madre que fingió necesitarla para su hijo (2 Samuel 14:11).



El Señor dice que todos los cabellos de un creyente están contados (Mateo 10:30; Lucas 12:7). Y que aunque "mataran a algunos de vosotros.... pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá" (Lucas 21:16, 18)

2-Análisis teológico Contexto de la carta Pablo escribe a una iglesia muy perjudicada por toda la mundanidad que la rodeaba. Corintio era una ciudad muy variada en cuanto a las razas y religiones. Pero muy marcada en su carácter inmoral y promiscuo. Un ejemplo de ello es el santuario principal, el cual era el de la diosa Afrodita, situado en la Acrópolis, donde había más de mil prostitutas "sagradas" ejerciendo su oficio. De ahí la fama de Corinto por su promiscuidad. Tanto así, que la expresión "una muchacha corintia" vino a ser equivalente a mujer de malas costumbres. Y "ser un corintio" casi equivalía a libertino y borracho. Algunas de las mujeres cristianas, aprovechándose de la nueva libertad en Cristo, se atrevían a descartar el velo en las reuniones de la Iglesia, cosa que horrorizaba a muchos miembros. También estas mujeres cristianas que vivían en Corintio, con su actitud, querían adaptar una innovación a la iglesia, que era en realidad una indecencia. Es por eso que Pablo se vio obligado a censurar tales actitudes y posturas respecto a no llevar el velo.

Perspectiva teológica La teología examina las cosas desde un punto de vista bíblico, analiza las verdades con el fin de encontrar los principios que nos ayuden a vivir de manera recta ante los ojos de Dios. En este apartado vamos a analizar los versículos del capítulo 11, que tratan sobre el velo, desde un punto de vista teológico. Siempre debemos tomar en cuenta todo lo mencionado anteriormente ya que Pablo escribe esta carta a la gente que vivía en todas aquellas costumbres. Me veo obligado a recalcarlo porque si no se toma en cuenta lo que se ha explicado anteriormente, no podremos entender como entendían los corintios cuando leían esta carta. 2 Os alabo porque en todo os acordáis de mí y guardáis las tradiciones con firmeza, tal como yo os las entregué. Pablo inicia este tema, alabando a los corintios. Una de las razones es porque los discípulos en corinto guardaban “las tradiciones con firmeza”. Sin embargo, en el siguiente versículo tiene una objeción.

3 Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios. 4Todo hombre que cubre su cabeza mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza. 5 Pero toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una con la que está rapada. Aunque esto parezca un mandamiento a simple vista, en realidad, lo que Pablo hace aquí es justificar teológicamente una costumbre. Es decir, para exhortar a las hermanas que se estaban quitando el velo, utiliza verdades bíblicas para hacerlo. Cuando Pablo dice esto a las hermanas que deben llevar el velo, lo que está haciendo es dar una aplicación única a las verdades bíblicas sobre la autoridad que tiene el hombre sobre la mujer Es interesante ver que este acto de cubrirse la cabeza solo debía hacerse cuando se iba a orar y/o profetizar. Si no se hacía, la mujer habría avergonzando o deshonrando al hombre, por no mostrar ella su señal que está bajo autoridad. Aunque aquí se menciona que debían cubrirse la cabeza solo al orar y/o profetizar, bien sabemos que la costumbre en general era llevar el velo siempre como hemos visto en el epígrafe anterior. Parece ser que Pablo se estaba

refiriendo cuando una mujer oraba o profetizaba en la congregación cuando se reunían los discípulos, ya que estos actos sagrados se hacían en comunión con los creyentes. Es muy sugerente que se esté refiriendo a los casados exclusivamente debido a Efesios 5:22-23, que habla sobre la autoridad del marido sobre la esposa. Personalmente creo que el velo debía ser llevado tanto por casadas como solteras por las implicaciones que tenía el llevar o no llevar el velo. Es claro que Pablo no habla de todo eso porque lo que está haciendo es responder una pregunta concreta de un caso concreto. Aunque si se toma en cuenta todos los factores culturales podemos entender a lo que se refiere. La razón por la que Pablo dice que si el hombre se cubre la cabeza deshonra a su cabeza, la cual es Cristo, era probablemente por la implicación que tenía el hecho de hacerse eso delante de los demás. Porque era una costumbre pagana de los sacerdotes de un culto, que eran muy distinguidos por su elitismo, orar y presentar sacrificios con la cabeza cubierta. El hombre que hacía eso deshonra a Cristo, que es su cabeza. Esto sería una deshonra porque el hacer eso atraería la atención hacia su posición secular, como hacían aquellos sacerdotes paganos, en vez de que sea para Cristo que es aquél a quien tiene que dirigirse toda la atención cuando uno ora. La razón que da Pablo por la que una mujer deshonra a su marido al no llevar el velo es porque “se hace una con la que está rapada”. Recordemos que una mujer rapada era una mujer que había deshonrado su marido cometiendo adulterio. El hecho de no llevar el velo sería igual de deshonroso ya que no reconoces tu estado civil como casada delante de la gente. Por lo tanto, podemos concluir que una rapada y una mujer que no lleva el velo, ambas deshonran en gran manera a su marido a los ojos de la cultura del primer siglo.

6 Porque si la mujer no se cubre la cabeza, que también se corte el cabello; pero si es deshonroso para la mujer cortarse el cabello, o raparse, que se cubra. Como hemos explicado antes, no cubrirse con el velo y cortarse el cabello era muy deshonroso para el marido. Lo que pablo trata de decir aquí es que si ya no tiene vergüenza de ir como si no estuviera casada o de ir como si fuera una prostituta mostrando el pelo, pues que se rape del todo. Porque todas esas acciones son igual de vergonzosas y deshonrosas para el marido.

Al parecer todos estos conceptos de cuándo se honra y cuándo se deshonra al hombre están directamente relacionados a las costumbres de esa época. Para nosotros es complicado entender este capítulo sin una explicación detallada de la cultura. Pero para las mujeres que preguntaron esto a Pablo en una carta, era clarísimo a lo que Pablo se estaba refiriendo, ya que ellas sabían cómo eran las costumbres de su época. Sabían qué se veía apropiado y qué no.

7 Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre. 8 Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre; 9 pues en verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. Estos versículos revelan el orden de la creación y los papeles que ejerce cada uno de ellos: el hombre es producto de la creación directa de Dios para su gloria; la mujer es tomada del hombre para su gloria. Ella, al ser su ayuda idónea, ha de encontrar su realización en someterse a su autoridad. Este es su papel según el orden de la creación. Este es el argumento teológico que Pablo usa para justificar y mantener la costumbre de llevar el velo. Ya que el velo culturalmente era un aplicación correcta de esta verdad bíblica sobre la autoridad que tiene el hombre sobre la mujer. Si las hermanas en la iglesia de Corinto se negaban a llevar el velo como símbolo de que están bajo autoridad sería esa acción considerada como una muestra de rebelión. Pero no es una muestra de rebelión por no llevar el velo, es una muestra de rebelión porque llevar el velo en esa época significaba aceptar esa autoridad. Debo decir que la autoridad no debe ser vista como un modo de aprovecharse. La autoridad es dada para servir, Jesús tiene autoridad sobre nosotros sin embargo fue como un esclavo y además dio su vida por nosotros. Del mismo modo nosotros debemos imitarle.

10 Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza, por causa de los ángeles. Este versículo ha dado pie a múltiples conjeturas, algunas más inverosímiles que otras. Expondré tres que personalmente creo que pueden ser más probables. Personalmente me decanto más por la segunda.

1-Tentación para los ángeles: Probablemente se retrotrae a la peregrina vieja historia de Génesis 6:2 “los hijos de Dios(los ángeles) vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban.” Según la tradición nos cuenta que los ángeles se quedaron enamorados de los encantos de las mujeres mortales y cayeron en pecado; puede que una mujer sin velo es una tentación hasta para los ángeles, porque una vieja tradición rabínica decía que había sido la belleza del pelo largo de las mujeres lo que había tentado a éstos. Sin embargo, la Biblia dice: Mateo 22:30 Porque en la resurrección, ni se casan ni son dados en matrimonio, sino que son como los ángeles de Dios en el cielo. Esto es un poco difícil de responder. Pero a lo largo de la Biblia podemos ver que hay ángeles que están a favor de Dios, y otros que se han rebelado junto con Satanás para el día de juicio. Judas 1:6 Y a los ángeles que no conservaron su señorío original, sino que abandonaron su morada legítima, los ha guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas para el juicio del gran día. Podemos argumentar aquí que los ángeles que no siguieron a Dios, fueron aquellos ángeles los que tomaron para sí mujeres entre todas las que les gustaba como dice Génesis 6:2. No sabemos exactamente cómo se quedaron embarazadas las mujeres, pero probablemente los ángeles tienen genitales como los humanos y tienen tentaciones, pero Dios en su soberanía ha prohibido que los ángeles tengan relaciones sexuales. Esto los podemos ver implícitamente en el versículo antes citado en Mat 22:30. 2-La desaprobación de los ángeles: Salmos 138:1 Con todo mi corazón te daré gracias; en presencia de los dioses (ángeles) te cantaré alabanzas. Lo más probable es que la referencia que hace Pablo a los ángeles signifique que éstos eran guardianes del orden natural y además observaban a los cristianos y en ocasiones les visitaban en persona. Por ello, convenía que las mujeres corintias llevaran el velo para conservar este orden que demuestra que los hombres tienen autoridad sobre las mujeres. De no hacerlo, posiblemente las mujeres descubiertas se arriesgaban a la desaprobación de los ángeles

3-Angeles=Predicadores La palabra “angelos” en griego significa: mensajero. Es la misma palabra que se usa en apocalipsis cuando Jesús a través de Juan revela y dice cosas “escribe al ángel de la iglesia….” Esto puede referirse a los líderes de iglesia. Puede el hecho que las mujeres anden sin velo como iban las prostitutas podía ser piedra de tropiezo para los hombres que predicaban, ya que ante sus ojos era muy vistoso y llamativo el ver una mujer sin velo.

11 Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. 12 Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios. Estos versículos es el corazón de este capítulo. Dios hace todas las cosas del modo más sabio. Porque a pesar que al hombre le da la autoridad sobre la mujer, a la mujer le da el rol de engendrar hijos, de entre ellos los varones. Aunque estas diferencias existan, tanto hombre como mujer proceden de Dios para la gloria suya.

13 Juzgad vosotros mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? 14 ¿No os enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra, 15 pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues a ella el cabello le es dado por velo. 16 Pero si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios. Pablo a pesar de haber explicado el por qué el desaprueba que las mujeres anden sin el velo, deja a los miembros de la congregación que disciernan si eso es apropiado. Cuando se refiere a “naturaleza” (en griego tiene más matices), en realidad lo que quiere decir es “a lo establecido, al sentido común, a la razón humana, al orden de las cosas”. Por ello, esa pregunta retórica podría ser parafraseada del siguiente modo: “¿No os enseña el sentido común que ni los judíos ni los griegos que somos varones llevamos el pelo largo, pero que si lo lleva una mujer está bien porque eso es propio de las mujeres?”

Aquí también podemos ver como el llevar el símbolo de autoridad sobre la cabeza era una honra para la mujer, ya que el cabello de alguna manera representa el velo, y ambas cosas representan a la mujer, ya que es la mujer quien debe llevar el pelo largo y velo. Pablo finalmente concluye este tema diciendo que si alguno es contencioso o que si quiere discutir, él no lo va a hacer porque las congregaciones de ese entonces ni ellos tenían otra costumbre. A costumbre se puede referir a dos cosas: se puede estar refiriendo a la costumbre de ser contencioso, o a la costumbre del velo. Personalmente creo que se refiere a las dos, porque por un lado como discípulos no debemos ser contenciosos, y por el otro lado era claro que las congregaciones de ese entonces no tenían otra costumbre acerca del velo.

3-Análisis fraseológico En este apartado, vamos a tratar los mismos versículos pero desde un punto de vista fraseológico. La fraseología es una parte de la lingüística que estudia el conjunto de modos de expresión peculiares de una lengua, de un grupo, de una época, actividad o individuo. En este caso vamos a estudiar el modo de expresión de Pablo, que nos va a ayudar bastante a entender si el uso del velo era algo cultural o un mandamiento.

1. “Deshonra” 4 Todo hombre que cubre su cabeza mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza. 5 Pero toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una con la que está rapada. “Kataischuno” literalmente significa “deshonrar o avergonzar” Si el velo fuera un mandamiento Pablo no utilizaría este modo de hablar. Dice que la mujer ofende a su marido, pero no ofende a Dios. ¿Por qué Pablo no dice que “deshonra a Dios”? ¿Por qué la implicación es tan personal y directa al hombre? ¿Por qué no dice que lo que estaban haciendo era pecaminoso y contrario a Dios? Rom 16:17 Y os ruego, hermanos, que vigiléis a los que causan disensiones y tropiezos contra las enseñanzas que vosotros aprendisteis, y que os apartéis de ellos.

Por las reglas gramaticales que utiliza Pablo podemos darnos cuenta que este tema no lo aborda como si fuera un pecado sino como un tema más sujeto a una costumbre social. 2. Condicional “si” en griego “ei” 6 Porque si la mujer no se cubre la cabeza, que también se corte el cabello; pero si es deshonroso para la mujer cortarse el cabello, o raparse, que se cubra. Pablo argumenta del siguiente modo “sí es deshonroso para la mujer” Ciertamente este es un lenguaje poco usual en Pablo. Si estuviera tratando un asunto que implica un mandamiento no hubiera dicho "si" (condicional), sino hubiera dicho "puesto que" (conclusivo). En vez de utilizar palabras como “deshonroso” hubiera dicho “pecaminoso”. Además la deshonra ni siquiera va ligada a Dios sino a ella misma, por ello, podemos saber que trata más un tema sujeto a una costumbre que a un mandamiento. 3. “Debe” 10 Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza, por causa de los ángeles. El “debe” = ofeilo en griego que significa: “deber, estar atado, obligado a hacer algo”. Sugiere una necesidad debido a las circunstancias o contextos en el que se da una situación. Una traducción bastante acertada sería “conviene”. En realidad, “deber” indica una responsabilidad, obligación o compromiso por la costumbre o tradición. Si esto no fuera así Pablo hubiera utilizado “tener que” que tiene como implicación un mandato. 4. “propio” 13 Juzgad vosotros mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? Propio= prepo en griego, significa: ser notable entre un número, ser eminente, distinguido por una cosa, y de ahí, ser apropiado, ajustado, adecuado. Pablo está preguntado su opinión a los corintios si es apropiado o adecuado que una mujer esté con la cabeza descubierta. Por el contexto sociocultural podemos ver que no era apropiado. Es imposible que el apóstol esté haciendo un

mandamiento utilizando tales usos en su modo de hablar. Pablo podría haber dicho “No le es permitido a la mujer orar sin velo”. Sin embargo no lo hace. 5. “Naturaleza” 14 ¿No os enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra… Cuando se refiere a “naturaleza” (fusis en griego: tiene más matices), en realidad lo que quiere decir es “a lo establecido, al sentido común, a la razón humana, al orden de las cosas”. Pablo argumenta de este modo, porque ni los judíos ni los griegos varones llevaban el pelo largo, y esto estaba mal visto. Sin embargo para la mujer le era propio llevar el pelo largo, y éste le era un distintivo esencial con respecto a los hombres. Hoy en día ver a un hombre con el pelo largo no se le ve como si no fuera hombre, y viceversa una mujer con el pelo corto no necesariamente se le ve mal porque se parezca a un hombre. Estas diferencias de costumbre sociales respecto al cabello eran fuertemente distinguidas en el siglo 1.

4-Principios universales Llegados finalmente a este punto, después de un cuidadoso análisis de la cultura y de los versículos, es conveniente que nos hagamos esta pregunta “¿Qué conclusión sacamos?”. Ni puedo ni debo evitar dar mi punto de vista respecto a este tema. Aunque gran parte de este artículo es expositivo, después de este arduo estudio me siento obligado a invitaros a ver conmigo los principios universales que personalmente creo que existen y que permanecen con gran solidez.

Esclavitud liberadora Necesitamos tener en cuenta el contexto interno de la 1era carta a los corintios. Pablo antes de abarcar este tema y hablar de ello, previamente en los capítulos del 8-10, abarca el tema de la carne sacrificada a los ídolos. Dentro de estos capítulos encontramos el corazón de Pablo, incluyendo ese mismo modo de pensar en el capítulo 11.



1 Corintios 8:11-13 Y por tu conocimiento se perderá el que es débil, el hermano por quien Cristo murió. Y así, al pecar contra los hermanos y herir su conciencia cuando ésta es débil, pecáis contra Cristo. Por consiguiente, si la comida hace que mi hermano tropiece, no comeré carne jamás, para no hacer tropezar a mi hermano. El capítulo 8 se puede resumir con una frase: “El límite de mi libertad está en el límite donde mi hermano pueda tropezar” Ese es el principio que saqué cuando estudié ese capítulo. Esto vino como consecuencia de ver la importancia que Pablo daba a cuidar las conciencias débiles de nuestros hermanos. Este gran cuidado de Pablo hacia ellos era debido a que estos hermanos luchaban en sus mentes sobre si esa carne había sido sacrificada a los ídolos o no. Para pablo era de mayor prioridad cuidar de cómo se sentía la consciencia de su hermano que de su propia libertad.



1Corintios 9:19 -23 Porque aunque soy libre de todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a mayor número. A los judíos me hice como judío, para ganar a los judíos; a los que están bajo la ley, como bajo la ley (aunque yo no estoy bajo la ley) para ganar a los que están bajo la ley; a los que están sin ley, como sin ley (aunque no estoy sin la ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo) para ganar a los que están sin ley. A los débiles me hice débil, para ganar a los débiles; a todos me he hecho todo, para que por todos los medios salve a algunos. Y todo lo hago por amor del evangelio, para ser partícipe de él. Del capítulo 9 saqué principalmente este principio “Mi libertad es hacerme esclavo del resto por causa del evangelio, para que ellos puedan tener una mayor oportunidad de ser libres.” Pablo en este capítulo menciona de todas las cosas que él puede hacer uso y tiene derecho a ello. Sin embargo, no lo hace, porque él entiende su propia libertad como una esclavitud, pero no cualquier esclavitud sino una esclavitud que libera, una esclavitud que da la oportunidad de llegar a los demás.



1Corintios 10:23-24 Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica. Nadie busque su propio bien, sino el de su prójimo. El capítulo 10, sigue en la misma línea, ya que Pablo sigue insistiendo que su libertad es para buscar el bienestar de su prójimo y en la medida de lo posible agradarles, siempre y cuando esto no viole los mandamientos de Dios.

Creo que la frase más significativa de Pablo que resume estos tres capítulos sería la siguiente: 1Corintios 10:32-33 No seáis motivo de tropiezo ni a judíos, ni a griegos, ni a la iglesia de Dios; así como también yo procuro agradar a todos en todo, no buscando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.

No descreditemos el evangelio A la luz de este contexto interno en su carta, Pablo inicia el tema del velo. Como hemos visto culturalmente estaba establecido el deber de llevar velo. Por dos razones, como señal que está bajo autoridad. Y la segunda como muestra de su dignidad como mujer, ya que llevar el velo era propio de las mujeres. Hemos visto previamente lo que implicaba no llevarlo, y sabemos que no era nada bueno. En una cultura como la nuestra, que odia la autoridad, es difícil entender este concepto. Muchas de las personas que se rebelan contra la autoridad, no es porque estén en desacuerdo con las medidas ejercidas sino que se rebelan contra el propio concepto de “autoridad”. A nosotros como discípulos nos puede pasar lo mismo si no prestamos atención a los principios universales que se muestren en este capítulo.

Corinto era una de las ciudades más liberales del mundo antiguo. En este contexto las hermanas en la iglesia, al parecer querían orar o profetizar sin llevar el velo. Esto podría ser de causa de tropiezo para los invitados que venían porque culturalmente eso no era bien visto. Además el hecho de no llevar el velo era como si tú dijeras “no” a la autoridad, la cual bíblicamente es el hombre o marido. En nuestro tiempo actual sería como si una hermana quiere ir en minifalda y con una gran escote a la iglesia o a la calle. Casi toda la iglesia y las personas más conservadoras verían eso como un escándalo. La hermana que lleva eso puesto puede argumentar diciendo “es mi cuerpo, es mi libertad y por eso visto como quiero”. De alguna manera lo que dice es cierto, pero ese no es el corazón que un discípulo debe tener. Por ello Pablo dedicó tres capítulos previamente a éste, para demostrar cual debe ser nuestro corazón a la hora de tomar en cuenta a los demás y a nuestra cultura actual. Imaginemos otro ejemplo: vas a la iglesia y ves a un hermano que se maquilla, se pone rímel, pintalabios y se pone sombra a los ojos. Él podría decir “es mi cara, es mi libertad, yo hago lo que quiero” pero culturalmente sabemos que generalmente maquillarse es propio de las mujeres no de los hombres. Del mismo modo se veía el hecho que una mujer fuera sin velo, e incluso más cuando se trataba de ejercer actos sagrados como el orar o profetizar. Es más, la implicación que tenía en el primer siglo no llevar el velo era mucho más fuerte y trágica porque esto significaba ser reconocida como una prostituta o como una sacerdotisa pagana o como una mujer que no reconoce su estado civil de casada. Todo esto al parecer solo provoca sorpresa y escándalo, pero cuando se trata de la familia de Dios esto se vuelve incluso más serio. Porque el hacer estas cosas descredita el evangelio, estos factores culturales pueden provocar que la gente hable mal de Cristo y del evangelio por causa nuestra. No nos rebelemos contra las cosas que se han establecido en nuestra cultura, ya que esto tiene mucho riesgo. Siempre y cuando el no rebelarnos no sea pecado. No estoy diciendo con esto que nos amoldemos al mundo en sus modos de disfrutar el pecado sino que nos hagamos a ellos con el fin de sacarlos de ese modo de vivir. Repito: siempre y cuando NO sea pecado.

Recalco esto porque alguien podría decir “yo me hago a los bebedores como un bebedor, a los que roban como un ladrón, a los inmorales como un inmoral, etc.” Esto no es a lo que Pablo se refiere. Lo que podríamos decir con certeza que es correcto sería “Yo me hago a los jugadores de futbol, como un jugador de futbol, a los jugadores de cartas como jugador de cartas, a los deportistas como deportista, etc. Con el fin de ganarlos para Cristo” El principio que podemos sacar es el siguiente: “No hagamos cosas que van contra lo establecido o que puede ser de escándalo o piedra de tropiezo en la sociedad en la que vivimos. Nuestra libertad es para ganar a los demás y traerlos a Cristo. Nuestra libertad no es para que yo haga lo que me da la gana. No debemos abusar de nuestra libertad”

Las costumbres dictan lo que es sabio Una de las razones principales por lo que creo que el velo era algo cultural propio de esa época es porque en nuestra sociedad actual: el llevar velo no representa que estás bajo autoridad del hombre ni representa la dignidad de la mujer. Lo que puede provocar el velo, es que la gente piense que una mujer es musulmana, cuando en realidad nuestras hermanas en Cristo son cristianas. Causaría más confusión que otra cosa. Dependiendo en qué momento histórico nos encontremos deberemos buscar los más apropiado,

a lo que significa

mostrar “sumisión”, y lo que significa mostrar “dignidad en una mujer”. Siempre tomando en cuenta el estándar de Dios como base de nuestras prácticas. Por ejemplo: Discutir con tu marido en público, o mostrar que el hombre es deficiente y limitado en ciertas cosas en frente de gente sería el equivalente de no mostrar respeto hacia tu autoridad. Abrir la puerta para que un hombre pase delante de ti o arrodillarte para pedirle matrimonio a tu novio sería el equivalente a no mostrar dignidad ni honor como mujer ya que esto culturalmente lo deben hacer los hombres. No podemos forzar costumbres pasadas a culturas que han cambiado y abandonado totalmente esa manera de concebir ciertos conceptos sobre “el respeto” o “la dignidad” entre otros. El forzar esto también sería muy poco sabio y no nos dejaría llegar a la gente para ganarlas para Cristo.

Veamos qué costumbres paralelas al velo habían antes que mostraban ciertos valores en la sociedad de entonces y comparémosla con la actual: Hospitalidad: Lavar los pies: Esto era una muestra de hospitalidad, ya que la persona que llegaba a una casa, previamente había estado caminando y se había ensuciado los pies. El no hacerlo era una falta de cortesía. Pero imagina que hoy en día vienes a mi casa y te digo “déjame lavarte los pies” tú me mirarías con cara de que me he vuelto loco. En nuestra cultura actual lo que sería apropiado es ofrecer un refresco, café, zumo, etc. Decoro: Ropa decorosa: 1 Timoteo 2:9 Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos; Si ponemos en práctica la aplicación que tenía culturalmente “la ropa decorosa” en el siglo 1, sería una locura en toda regla. A la ropa decorosa que se refería Pablo era la túnica llamada "katastole", es decir, una prenda (ropaje) del cuello hasta los pies. De aquí viene nuestra palabra "estola", vestidura griega y romana del tiempo bíblico. Por eso, las hermanas debieran llevar el vestido hasta los pies. De no hacerlo así estarían pecando por mostrar las piernas. Las prostitutas de aquel tiempo hacían una abertura (o rajadura) en la túnica para mostrar parte de la pantorrilla. Se les llamaba "fainomarides", o sea, "mostradoras de pantorrilla", claramente una vergüenza. Y ¿qué diríamos entonces de nuestras hermanas que usan el vestido o falda hasta la rodilla? ¿Diríamos que están pecando? De ningún modo, porque el concepto de modestia cambia según las costumbres. Con estos ejemplos podemos ver que las costumbres dictan lo que es sabio. Siempre siendo sabios en discernir como nos hacemos a los demás para ganarlos para Cristo.

Conclusiones



Siempre debemos buscar los principios universales entre los principios culturales o temporales que se aplican en la escritura.



Esforcémonos por diferenciar qué significaba mostrar ciertos principios (Ejemplo: cortesía, respeto, decoro, etc.) en el primer siglo, y ver cómo se traducen esas maneras o modos de mostrarlos en nuestro tiempo actual.



Nunca con nuestra libertad debemos descreditar el evangelio, seamos un ejemplo entre lo que esta culturalmente aceptado. Siempre y cuando eso no signifique pecar o aceptar el pecado.



No obliguemos a utilizar costumbres pasadas que podrían ser innecesariamente piedras de tropiezo hacia la gente que viene a conocer a Cristo.

Nota: A pesar que he tratado de abarcar este tema con el mayor cuidado posible. Siempre hay cosas que nos dejamos sin tratar en su total plenitud. Por ello, creo que siempre se puede conocer mejor todos los temas tratados en la Biblia. Como fin de mi asunto y trabajo pongo en mi boca las palabras de Pablo.

1Corintios 8:2 Si alguno cree que sabe algo, no ha aprendido todavía como debe saber…

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