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Elaine de Kooning: Retratos
Elaine de Kooning (1918–1989) comenzó su carrera en la ciudad de Nueva York, en el centro del movimiento del expresionismo abstracto, durante las décadas de 1940 y 1950. Hizo pinturas abstractas al igual que su marido, Willem de Kooning, y otros artistas de esa generación. Sin embargo, es más conocida por sus retratos de gran expresividad gestual, donde a menudo plasmó a amigos (sobre todo hombres) que integraban la cultura vanguardista de la ciudad. Su enfoque de cada personaje era tan intenso que sus pinturas y dibujos resultan ser, como dijo un crítico, “una especie de síntesis instantánea, ese compendio inconsciente que un amigo hace del otro”. Buscaba siempre lo que podía captar “en un atisbo”, una pose especial, un gesto, la luz que veía en cada modelo. Comprendía el carácter fluido y contingente de la identidad moderna; consciente de que es imposible captar a alguien en una única imagen esencial, a menudo trabajaba paralelamente varios retratos de la misma persona. Ya en sus años maduros comentó: “Quiero que la imagen esté quieta y a la vez se mueva, como una bandera al viento. Que no se sienta cómoda ni se instale tranquila y gentilmente en la pared; quiero que sea incómoda, y también exuberante”.
Después de casarse con el artista Willem de Kooning en diciembre de 1943, Elaine Fried de Kooning empezó a firmar sus retratos como “E de K” para evitar confusiones. Aunque en un principio estuvimos reacios a llamarla “Elaine” a secas (los estudiosos se han referido a ella de muy diversas maneras), decidimos hacerlo sobre todo porque sus amigos y colegas piensan que ella preferiría que se dirigieran a ella igual que en vida.
A menos que se indique lo contrario, todas las obras son de Elaine de Kooning.
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Esta exposición ha sido posible gracias al generoso apoyo de la Lista de Elaine: Presidentes conjuntos Joseph Ujobai y Eduardo Ardiles Amy y Marc Meadows Sakurako y William Fisher Lillian Lovelace Honorable Bonnie McElveen-Hunter Patricia y Walter Moore Karla Scherer y Harve A. Ferrill Miembros The Abraham and Virginia Weiss Charitable Trust Sakana Foundation Ella M. Foshay Wendy Wick Reaves y John Daniel Reaves Sr. Albert H. Barclay Jr. y Sra. Elizabeth y Richard Dubin Honorable Joseph Gildenhorn y su esposa Alma George y Kristen Lund Toni Ross Paige West y Christopher Cooper Grace y Morton Bender Vin y Erica Di Bona The Forman Family Foundation Cara y John Fry Helyn D. Goldenberg y Michael N. Alper Ronnyjane Goldsmith The Kabouter Foundation Kim Sajet y Anthony Meadows Alyssa Taubman y Robert Roth Al West y Sarah Walter
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Elaine de Kooning, Frank O’Hara y Franz Kline En 1984 Elaine de Kooning comentó lo siguiente acerca de sus primeros años en Nueva York y el grupo de gente talentosa que ella y Willem de Kooning conocieron: “En ese momento no sabía que había logrado llegar al centro candente del momento”. Le encantaba socializar, a menudo con otros artistas, y pasó muchas noches en el Cedar Bar del Bajo Manhattan. En esta fotografía aparece conversando con dos buenos amigos, el poeta Frank O’Hara (1926–1966) y el pintor Franz Kline (1910–1962).
Arthur Swoger (1912–2000) Impresión en gelatina de plata, 1957 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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Joop Sanders nacido en 1921
Elaine Fried conoció al artista holandés Joop Sanders en 1939 en un concierto al que asistió con su novio, Willem de Kooning. Se hicieron amigos, y después de la boda de Elaine y Willem en 1943, ella y Joop se dibujaron y pintaron mutuamente por bastante tiempo. Elaine había estudiado pintura y dibujo con Willem, además de su formación en la Escuela de Arte Leonardo de Vinci y la Escuela de Artistas Americanos, ambas en Manhattan. Pero este período de práctica intensa con Joop Sanders le permitió experimentar con audacia en el campo del retrato. Este dibujo capta la cara alargada del modelo, sus rasgos perfilados y sus elegantes dedos entrelazados. Ella declararía luego que era su retrato favorito de Sanders.
Grafito sobre papel, c. 1946 Colección de Clay Fried
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Joop Sanders nacido en 1921
Entre 1944 y 1946, Elaine realizó por lo menos doce retratos pintados de Joop Sanders, mientras él hizo retratos de ella en los estudios de ambos en Nueva York. Elaine cuenta que hacía un dibujo del vivo y a partir de él trabajaba la pintura para la semana siguiente. En este cuadro dramático y oscuro, ha delineado con esmero las facciones del modelo. Otros retratos de la serie están ejecutados con pinceladas más sueltas, revelando el desarrollo de su estilo gestual. A fines de los años cuarenta, Sanders estudiaría con Willem de Kooning, quien ejerció gran influencia en sus pinturas, para entonces sobre todo abstractas. Sanders estuvo incluido en la seminal exposición Ninth Street Show en la primavera de 1951, junto con Willem y Elaine de Kooning, así como Jackson Pollock y otros expresionistas abstractos.
Óleo sobre cartón, c. 1946 Michael y Susan Luyckx
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Charles Egan 1911–1993
Este dibujo intimista nos muestra a Charles Egan, quien organizó la primera exposición de Willem de Kooning en su galería homónima, ubicada en la calle 57, en abril de 1948. Esto fue pocos meses antes de que los De Kooning se trasladaran al Black Mountain College en Carolina del Norte, donde Willem dio clases ese verano. Elaine delinea aquí la expresión un tanto melancólica del galerista y la suavidad de sus facciones. Para esa misma época le hizo una pintura. Egan también representaba al fotógrafo Aaron Siskind, el pintor Robert De Niro y los escultores Isamu Noguchi y Reuben Nakian. Conservó su galería en Nueva York hasta principios de la década de 1970.
Lápiz sobre papel, c. 1948 Dr. Guy Fried y Sra.
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Peter Fried 1922–1995
Elaine Fried de Kooning creció en Brooklyn y tuvo tres hermanos: Peter, Conrad y Marjorie. Ella era la mayor y estaba muy apegada a ellos, sobre todo a Marjorie. Entre finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta hizo muchos dibujos y pinturas de sus hermanos varones, modelos convenientes y siempre dispuestos. En 1977 recordó: “Me fascinaba el hecho de que la ropa de los hombres los divide a la mitad: la camisa, la chaqueta, la corbata, los pantalones”. Este dibujo a tinta de Peter revela la solidez de Elaine en este medio y capta su proceso orgánico de retratar a sus modelos en un “devenir”, aplicando la tinta en trazos libres que denotan movimiento y vida.
Tinta sobre papel, 1952 Dr. Guy Fried y Sra.
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Autorretrato
Antes de casarse, a principios de la década de 1940, Willem de Kooning hizo dibujos detallados de Elaine con un aire romántico, como el que aparece abajo. Sin embargo, este autorretrato fantasmal, cuya delicadeza lo asemeja al dibujo con punta de plata, nos acerca más a la imagen que tenía Elaine de sí misma en aquella época. Aquí se observa una personalidad más fuerte y rasgos más asertivos que en la frágil belleza que dibujó su novio. Este aspecto de firmeza podría reflejar el hecho de que en 1942 Elaine decidió irse a trabajar a la fábrica Liquidometer, en Long Island City, pintando las esferas de lectura para los paneles de control de los aviones. En una entrevista de 1987 recordó que la experiencia de trabajar en una fábrica, común a muchas mujeres durante la Segunda Guerra Mundial, fue positiva.
Lápiz sobre cartón, c. 1942 Colección privada
Imagen adicional: Elaine de Kooning Por Willem de Kooning (1904–1997) Lápiz sobre papel, 1940–41 Imagen cortesía de la Colección Allan Stone, Nueva York © 2015 The Willem de Kooning Foundation / Artists Rights Society (ARS), New York
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Autorretrato #1
Los autorretratos de Elaine pertenecientes a los años cuarenta no tienen fecha exacta, pero su familia piensa que este es de alrededor de 1942. La artista había estado estudiando dibujo y pintura de bodegones bajo la guía de Willem, mientras afinaba sus destrezas en el retrato pintando y dibujando amigos, familiares y su propia semblanza. En esta pequeña imagen de cabeza y hombros se presenta en actitud seria, concentrada, sobre un sencillísimo fondo. La severidad de la imagen contrasta con la personalidad carismática y cálida que describen sus amistades y nos transmite la fuerza y determinación de la joven artista.
Óleo sobre Masonite, c. 1942 Michael y Susan Luyckx
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Autorretrato #3
Esta pintura y otra parecida que se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York son los autorretratos más logrados de Elaine en la década de 1940. Su colorido se asemeja al de las obras de Willem en esa época, pero deja bien establecida la personalidad propia de Elaine como artista y retratista. Aquí la vemos en lo que podría ser su taller, pero en vez de sus instrumentos de pintura tiene en las manos un cuaderno de bocetos. Vestida con pantalones, suéter de cuello alto y blusón, mira directamente al observador, un detalle distintivo de los autorretratos. Se observan varios objetos típicos de los bodegones; esto refleja sus años de intensa práctica con Willem, quien insistía en que analizara los objetos y los espacios entre ellos para desarrollar un sentido de organización pictórica. Recordaba que: “Todo era cuestión de la tensión entre los objetos o bordes y el espacio”.
Óleo sobre Masonite, 1946 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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Peter Fried 1922–1995
En abril de 1956 Elaine inauguró su segunda exposición individual en la Galería Stable de Nueva York. Aunque no lo mostró allí, este retrato de cuerpo entero de su hermano Peter Fried representa el tipo de trabajo que hacía para esa época: desenvuelto y seguro, de estilo único, pero sensible a la pintura de contemporáneos como Grace Hartigan, Larry Rivers y Willem de Kooning. Sentada en pose compacta y cautelosa, la impactante figura está rodeada de áreas rojas y verdes, unas fuertes y otras más sutiles. Su traje y corbata están delineados con pinceladas firmes y parece como si se dispusiera a girar la cabeza. Los retratos de la exposición seguían esta misma vertiente, y de ellos dijo un crítico que Elaine primero los dibujaba con pintura diluida para luego “atacarlos con audaces brochazos de colores mixtos, dejando la imagen unas veces más acabada y otras en su estado esquemático inicial”.
Óleo sobre lienzo, 1956 Michael y Susan Luyckx
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Conrad Fried 1920–2009
Elaine escribe lo siguiente acerca de sus retratos de hombres sentados: “A menudo he pensado que mis pinturas tienen un eje en torno al cual gira todo lo demás. [...] Cuando pintaba mis hombres sentados los veía como giroscopios”. Este retrato de su hermano Conrad, un estudio de colores cálidos contrastados con toques de luz azules y verdes, ofrece al observador información específica sobre su apariencia, aunque sin mucho detalle. El modelo posa calmadamente, con las manos entrelazadas y la mirada baja, rodeado por un torbellino de dinámicas pinceladas. Como muchas obras de Elaine en ese período, esta demuestra lo que un crítico llamó su “talento para encontrar el punto de unión entre la dinámica pura y el control experto [...,] de modo que las pinturas se ven terminadas y a la vez vibrantes de inmediatez”.
Óleo sobre lienzo, 1954 Colección privada
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Conrad Fried 1920–2009
A principios de la década de 1950, Elaine estaba logrando igual facilidad en el dibujo preciso y en la pintura gestual, de aire más audaz. Según recuerda en una entrevista de 1977: “Empecé a dibujar a mi hermano Conrad y las pinturas que salían de los dibujos eran cada vez más grandes, hasta llegar a escala natural. Trabajé en ellas durante meses. [...] Me interesaba el gesto del cuerpo, la expresión del carácter a través de la estructura de la ropa”. Este dibujo evoca los rasgos de Conrad con especial atención a sus manos y su mirada contemplativa. Su figura delgada y el traje un tanto arrugado están tratados con sensibilidad, alternando líneas nítidas con manchas oscuras para delinear su postura discreta y vacilante en la silla. Lápiz sobre papel, 1951 Colección privada
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Willem de Kooning 1904–1997
En los años cincuenta, Elaine de Kooning solía hacer dibujos detallados a lápiz como punto de partida para una o más pinturas del mismo sujeto. Esta imagen fiel de Willem de Kooning se ha relacionado con por lo menos una pintura (sin localizar hasta la fecha). La pose relajada de Willem, con un vaso o lata en la mano y otro en el suelo, es típica del tono cándido e informal con que Elaine aborda el retratismo. La artista usó el dibujo para definir una composición y delinear con trazos fluidos los rasgos característicos de Willem.
Lápiz sobre papel, 1954 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian; donación de Frank Stanton
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Willem de Kooning 1904–1997
Este retrato sentado de Willem de Kooning es de principios de los años cincuenta, cuando su carrera como pintor expresionista abstracto apenas estaba despegando. La pose es franca e informal, y las facciones son básicamente inexistentes. No obstante, la individualidad del sujeto queda definida en el trazado de la cabeza y el cuerpo con pinceladas firmes, de bordes accidentados, y contrastes de luz y sombra en un campo de colores cálidos. Elaine dibujó y pintó a su esposo con frecuencia durante 1950–55. Esta pintura evidencia su interés en individualizar los cuerpos y hacerlos reconocibles. Tal como escribe en 1959, “Me gusta el gesto particular de una expresión o una postura. Me fascina el gesto de la silueta (en retratos o cualquier otra cosa), ese esclarecimiento instantáneo que te permite reconocer a tu padre o a un amigo a tres cuadras de distancia”.
Óleo sobre panel, c. 1952 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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Hombre sentado (Conrad)
En 1950 Elaine se encontraba trabajando en una serie de pinturas que llamó “hombres sin rostro”. Este retrato, un estudio en verdes, está construido con pinceladas anchas y cortantes. Lleva el nombre de su hermano Conrad (1920–2009), pero le faltan las facciones. Estuvo incluido en la primera exposición individual de Elaine, realizada en la Galería Stable en abril de 1954. Su amigo y colega, el pintor Fairfield Porter, reseñó el evento para ARTnews y se seleccionó esta pintura para acompañar el texto, lo cual destaca su importancia. Porter elogió a Elaine por su “ingenio incisivo en el dibujo y en la selección de los detalles que desea mostrar de manera realista o bien de manera abstracta”. Comentó que los retratos, “casi todos de hombres, [...] son a la vez empáticos y de una perspicacia que asusta. [...] Su construcción es rápida y flameante”.
Óleo sobre lienzo, 1950 Charles y Mary Anne Fried
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Leo Castelli 1907–1999
Elaine y Willem eran buenos amigos de los influyentes marchantes de arte Leo Castelli y su entonces esposa, Ileana Sonnabend. Los Castelli invitaron a los De Kooning a visitarlos en East Hampton, Nueva York, durante varios veranos a principios de los años cincuenta. Una vez Elaine escribió lo siguiente a su amiga Ernestine Lassaw: “Regreso a East Hampton con Leo en media hora para tomar un poco más de sol. Mi pelo no se ha visto tan claro ni mi piel tan bronceada desde hace años”. Ambos artistas tenían allí espacio para pintar y un refugio para escapar al calor de la ciudad. En 1953 Elaine hizo este retrato de Castelli que insinúa el juego de sombras y luces veraniegas con pinceladas rápidas de grises, verdes, rojos oscuros y amarillos en torno al rostro contemplativo. Con su infalible sentido del gesto y la pose, la artista capta también la elegancia sofisticada de su modelo.
Óleo sobre lino, 1953 Sucesión de Nina Sundell
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Fairfield Porter 1907–1975
Esta pintura esquemática, de pinceladas sueltas, nos presenta al artista Fairfield Porter, colega de Elaine, y revela mucha información sobre el proceso creador de esta. Guarda relación con un minucioso dibujo a lápiz, al igual que la pintura más pequeña y más acabada que se exhibe aquí cerca. Sin embargo, las facciones del modelo, tan claras en el dibujo, no se enfatizan en ninguna de las pinturas. Marjorie Luyckx, la hermana Elaine, escribe lo siguiente sobre su método de trabajo: “Parecía que aplicaba las pinceladas totalmente al azar, y sin embargo, a veces de repente, surgía un parecido asombroso con el modelo. Si esto no sucedía, apartaba el lienzo y empezaba otro [...] y a menudo un tercero o un cuarto. En la próxima sesión regresaba a los primeros lienzos y los trabajaba hasta que se hiciera patente el parecido que deseaba”.
Óleo sobre lienzo, 1954 Colección de Clay Fried
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Fairfield Porter 1907–1975
Fairfield Porter fue amigo de Elaine y Willem de Kooning desde los inicios de su carrera hasta su muerte. Pintaba paisajes y figuras inquietantes (a menudo retratos de familiares y amigos) con disciplina y claridad casi poéticas. También estimulaba a Elaine para que hiciera retratos y el 20 de febrero de 1954 posó para este cuidado dibujo a lápiz. Ella lo situó al centro de la página, mirándola directamente a ella, y por tanto a nosotros. Lleva traje y corbata a rayas un poco torcida, y está sentado con las piernas separadas. El dibujo sirvió de base para por lo menos dos pinturas, una de pincelada suelta y esquemática, la otra más acabada. Como se ha dicho, Elaine solía pintar más de un cuadro de sus modelos. Ver este dibujo y sus dos pinturas correspondientes en esta exposición nos permite comprender mejor su proceso creativo, incluso cómo eliminaba partes del dibujo para crear una composición más desafiante en cada pintura.
Grafito sobre papel, 1954 The Detroit Institute of Arts, Michigan; Founders Society Purchase, Elizabeth P. Kirby Fund, John S. Newberry Fund, Lee and Tina Hills Graphic Arts Fund, Josephine and Ernest Kanzler Fund
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Fairfield Porter #1
El artista Fairfield Porter (1907–1975) estimuló a Elaine durante décadas en su trabajo como retratista, la pintó en 1957 y reseñó sus exposiciones, señalando sus destrezas dentro del género. Ella también pintó varios retratos de él, entre ellos dos que se basan en un dibujo fechado el 20 de febrero de 1954. En la pintura que vemos, aunque toma los detalles del dibujo como punto de partida, Elaine minimiza las facciones. También ha empujado la figura hacia el frente de la composición, haciendo la pose mucho más confrontativa. Porter aparece sentado con las piernas separadas, una pose informal poco vista en el retratismo tradicional. A diferencia de otras pinturas de la década de 1950, en las que Elaine usa tonos cálidos y matices de verde, esta es un estudio en azules, grises y dorados, con una corbata roja que sirve de foco a la composición.
Óleo sobre lienzo, 1954 Kemper Museum of Contemporary Art, Kansas City, Missouri; Colección Bebe y Crosby Kemper, donación de Enid and Crosby Kemper Foundation, 1995.22
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Harold Rosenberg #3
Harold Rosenberg (1906–1978) fue un poeta y crítico de arte. Su ensayo más famoso, “Los pintores de acción norteamericanos” (1952), es una defensa de la pintura abstracta, incluida la de Willem de Kooning. Afirmaba que el lienzo de un pintor era un “lugar donde se actúa, no un espacio para reproducir, rediseñar, analizar o ‘expresar’ un objeto, sea real o imaginario. Lo que debe ir en el lienzo no es una imagen, sino un suceso”. Los De Kooning conocían a Rosenberg y su esposa, May Tabak, desde los años cuarenta; de hecho, Elaine lo pintó y dibujó en numerosas ocasiones. Esta pintura es la más compleja y de mayor formato. El crítico aparece recostado en el estudio de ella, llenando el espacio del lienzo, con una lata de alguna bebida en una mano y un cigarrillo en la otra. Elaine combina áreas oscuras de dibujo fluido con áreas de pinceladas amplias en pigmentos coloridos para crear equilibrio entre el parecido físico y la abstracción pura.
Óleo sobre lienzo, 1956 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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Harold Rosenberg y Willem de Kooning
Este pequeño dibujo nos ofrece indicios sobre la manera en que Elaine razonaba sus retratos. A la izquierda aparece Willem de Kooning (1904–1997) con el cuerpo ligeramente girado hacia un lado. Ella usó luego esta página para crear un estudio compositivo y un dibujo más preciso que sirvieron de base a su pintura en gran formato del escritor y crítico Harold Rosenberg (1906– 1978), incluida también en esta exposición. Este dibujo delinea con claridad la ventana del estudio detrás de la figura recostada de Rosenberg, así como la puerta del fondo a la derecha; también capta la manera específica en que Rosenberg sostiene su cigarrillo en la mano izquierda y una lata en la derecha. Estos detalles se conservan en la pintura, pero rodeados de pinceladas gestuales y áreas de salpicaduras de color puro.
Lápiz sobre papel, c. 1956 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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Tom Hess #1
Al igual que el retrato de Fairfield Porter, esta pintura del crítico de arte y editor Thomas B. Hess (1920–1978) se basa en un dibujo fechado que sirvió de base para esta obra gestual de trazos libres. Elaine escribe que “algunos hombres se sientan de manera muy reservada, con las piernas cruzadas y los brazos sobre el pecho. Otros son más extrovertidos”. Esta imagen de Hess, con su mezcla de fuertes amarillos, verdes, grises y líneas rojo oscuro, es un raro ejemplo del trabajo de la artista en esta época, tanto por la pose reservada como por el colorido. Hess decía que los retratos de Elaine tenían “rostros observados y representados minuciosamente, [adheridos a] cuerpos tejidos con bravura en cintas de pintura”. Hess, buen amigo y colega de Elaine, la contrató en 1948 para escribir reseñas y luego artículos en ARTnews. Ya para 1956, año de esta pintura, él estaba promoviendo su obra artística, como lo había hecho con la de Willem desde principios de la década.
Óleo sobre Masonite, 1956 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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Tom Hess 1920–1978
En su discurso durante la ceremonia de develación del retrato de John F. Kennedy, Elaine mencionó que al regresar de Palm Beach, Florida, a su estudio de Nueva York en el invierno de 1963, se dio cuenta de que no tenía bocetos del presidente con chaqueta. “Para encontrar la postura con chaqueta, llamé a varios amigos que tenían un físico similar y les pedí que posaran como yo deseaba”. Esta pintura de Tom Hess surgió de esos intentos de captar la pose típica del presidente, “apoyado en su mano izquierda con el hombro inclinado hacia adelante”. No obstante, el expresivo retrato capta a Hess como si fuera un actor que ha asumido un papel, sin privarlo de sus facciones ni su típico porte tranquilo y relajado.
Óleo sobre lienzo, 1963 Colección privada
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Los habitantes del loft
Eddie Johnson (1938–2012) y Robert Corless (1939–1979) ayudaban a Elaine en su estudio de Nueva York hacia principios de los años sesenta. Ellos son los modelos del importante retrato doble que ella tituló The Loft Dwellers, quizás para recalcar la juventud y la vida bohemia de ambos. Corless (derecha), en gran medida autodidacto, apenas comenzaba a exponer sus obras de carácter meditativo, inspiradas en el surrealismo. Johnson también estaba abriéndose paso como artista en Nueva York. Fairfield Porter reseñó la pintura cuando se expuso en la Galería Roland de Aenlle en 1961 junto con numerosos dibujos de Elaine: “Es la primera vez que la veo manejar, en un retrato, el colorido abstracto de manera que se integre al dibujo y a la imagen. [...] Las facciones están apenas insinuadas, excepto dos pares de ojos intensos y brillantes, en un caso grises, bajo una cabellera oscura y suave, en el otro marrones, bajo un cabello rubio riso, mirándonos enmarcados por las cejas”.
Óleo sobre lienzo, 1961 Colección de la familia Shatan
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Eddie Johnson 1938–2012
Elaine conoció a Eddie Johnson en Albuquerque, Nuevo México, cuando dio clases allí en 1957 y 1958. Después de tantos años en Nueva York, quedó cautivada por los colores y la horizontalidad del paisaje del oeste americano: “era abrumador, y mi pintura reaccionó a ello”. También le agradó enseñar, y siguió aceptando puestos de enseñanza durante los veinte años siguientes. Johnson fue uno de los muchos jóvenes que respondieron a la tutela y la generosidad de Elaine. A sugerencia de ella, se fue a Nueva York y estudió una maestría en bellas artes en el Instituto Pratt, donde se interesó en el incipiente arte digital. En 1962 ayudaba a Elaine en su estudio; este pequeño retrato en colores diluidos es uno de por lo menos dos que ella le hizo en esa época.
Óleo sobre Masonite, c. 1962 Colección privada
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Eddie Johnson 1938–2012
Elaine empleó a Eddie Johnson en 1962 para que la ayudara con la carpintería y otras labores en su estudio. Cuando le encargaron pintar a John F. Kennedy, Eddie viajó con ella a Palm Beach para asistirla y fotografiar las sesiones con el presidente. Este impactante retrato a carboncillo del esbelto joven data del 26 de diciembre de 1962, dos días antes de la primera sesión de Kennedy con Elaine. Los ojos oscuros y profundos de Johnson dominan el rostro, por lo demás casi inexpresivo, todo ello definido con trazos seguros.
Carboncillo sobre papel, 1962 Charles y Mary Anne Fried
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George “Baby Dutch” Culbertson 1925–2002
Elaine conocía a muchas personas talentosas e importantes que a menudo eran sujetos de sus dibujos y pinturas. Pero también retrataba a la gente común y corriente, gente que encontraba en las calles de Manhattan, en el bar cercano, en los conciertos, en cualquier lado. Este es uno de varios dibujos que hizo de “Dutch Culbertson” en 1962. En algunos escribió el nombre, pero no existe otra documentación. Lo más probable es que son de George “Baby Dutch” Culbertson, un boxeador que estuvo activo sobre todo en California hasta mediados de los años cincuenta. Luego regresó a su hogar en Nueva York, donde trabajó como policía y vigilante en hospitales. Parece llevar un uniforme de policía en este dibujo de gran fuerza y dramatismo, así como en una pintura acompañante de cuerpo entero (hasta la fecha sin localizar).
Carboncillo sobre papel, 1962 Charles y Mary Anne Fried
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Retratos del presidente John F. Kennedy
El proyecto más absorbente de la carrera de Elaine como retratista fue un encargo que recibió en 1962 para un retrato de John F. Kennedy (1917–1963) que se instalaría en la Biblioteca Harry S. Truman en Independence, Missouri. Robert Graham, cuya galería neoyorquina representaba a Elaine, coordinó que la artista pudiera ver al presidente durante la estadía de este en Palm Beach, Florida. Elaine lo conoció el 28 de diciembre de 1962. Las sesiones continuaron intermitentemente hasta entrado enero y ella permaneció en Florida unas tres semanas antes de regresar a su estudio de Manhattan. Hizo algunos dibujos teniendo frente a sí al presidente. Otros, de varios tamaños, los hizo luego, cuando trabajó la pose sentada, no con la vestimenta informal en que Kennedy posó para ella, sino con traje y corbata. Elaine recordaba que “en el patio de Palm Beach (donde a menudo teníamos las sesiones), él quedaba enmarcado por el verdor del follaje y la luz dorada del sol. Esto era parte de su carácter [...] incluso parte de su imagen”. Elaine hizo docenas de pinturas y dibujos de Kennedy hasta el 22 de noviembre de 1963, día en que fue asesinado. Después de la muerte de Kennedy, Elaine pasó casi un año sin pintar, con raras excepciones, por la pena que la embargaba. En el otoño de 1964 se expuso una selección de sus bocetos y pinturas en Washington, D.C., Filadelfia y Manhattan. La pintura escogida para la Biblioteca Truman se presentó formalmente el 12 de febrero de 1965 y al mismo tiempo se hizo una muestra de sus bocetos y pinturas en el vecino Instituto de Arte y Escuela de Diseño de Kansas City.
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John F. Kennedy
Este boceto tiene algo de la expresión que encontramos en la enorme pintura de cuerpo entero expuesta en el espacio adyacente, en la cual aparece John F. Kennedy tal cual lo vio Elaine en su primer encuentro. Ella le hizo docenas de bocetos en carboncillo y en 1964 comentó lo siguiente sobre los gestos del presidente: “Tenía una gama extraordinaria de expresiones, y no me refiero a sonreír o fruncir el ceño. [...] Un día su cara era delgada, casi aniñada, y al siguiente parecía mucho más llena y madura”.
Carboncillo en papel sepia, 1963 Colección privada
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John F. Kennedy
Elaine de Kooning solía comenzar sus charlas sobre los retratos de Kennedy diciendo que cuando llegó a Florida tenía “la imagen que el mundo tenía” de él, una imagen en blanco y negro, derivada de las pantallas de televisión y los periódicos. A lo largo de 1963, ella refinó sus pinturas e hizo numerosos bocetos mientras trataba de encontrar esa otra imagen, que para ella siempre fue fluida y cambiante. En 1964 explicó que: “Cada cual tiene su idea particular del presidente Kennedy. Los hombres que trabajaban con él tenían una impresión, su familia otra, las multitudes que lo vieron en campaña otra; el resto del mundo [...] lo veía solamente en dos dimensiones”. Para Elaine, el reto consistió en respetar la imagen pública y combinarla con sus propias “impresiones, que fueron muchas e intensas”.
Carboncillo sobre papel, 1963 Colección privada
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John F. Kennedy
Elaine guardaba este recuerdo de Kennedy: “Cuando comencé los bocetos vi que se movía constantemente, lo cual me sacaba de mis casillas. Pronto entendí que (aunque trataba) a este hombre le era físicamente imposible estar quieto. Él sabía que el retrato (en un principio se planificó solo uno) era un encargo de la Biblioteca Truman y, aunque se supone que reflejara las libertades que él proclamaba con su idea de la “Nueva Frontera”, también debía tener un tono ‘oficial’”. Elaine capta la claridad de la luz, el follaje y la informalidad de la primera sesión en esta acuarela, una de varias que realizó en esos tiempos.
Acuarela sobre papel, 1963 Amarillo Museum of Art, Texas; donación de la Sra. de Malcolm Shelton
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John F. Kennedy
El 28 de diciembre de 1962, cuando Elaine comenzó a hacer bocetos del presidente, y según ella misma recordaba, “él llevaba un pulóver, pantalones marineros blancos y zapatos deportivos. Trepó un pie en la silla y dijo: ¿Está bien así?”. Ahí se dio cuenta de que “a él no le interesaba una pintura sentado tras un escritorio con las manos cruzadas, así que tomé su pose improvisada como punto de partida y empecé a dibujar. Esa fue la única vez que lo vi vestido informalmente”. En el proceso de trabajo alternaba “lápiz, plumilla y carboncillo. El carboncillo es fantástico porque te permite dibujar como un relámpago. [...] Cuando él cambiaba de postura, yo cambiaba de dibujo. [...] Me la pasaba yendo y viniendo de un dibujo al otro”.
Lápiz sobre papel, 1963 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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Elaine de Kooning con retratos de John F. Kennedy, 1964
En mayo de 1964, la revista Life publicó una foto de Elaine en su estudio de Manhattan rodeada de bocetos y pinturas, entre ellas su pintura más grande de Kennedy, en la cual plasmó su reacción inicial ante el presidente.
Alfred Eisenstaedt (1898–1995) Reproducida por cortesía de Life Alfred Eisenstaedt/LIFE ©Time Inc.
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John F. Kennedy
Cuando Elaine vio al presidente Kennedy en Palm Beach por primera vez, él estaba a cierta distancia, hablando con varios reporteros. Según su recuerdo, “no era la imagen gris y estática de los periódicos. Su figura era incandescente, dorada... y colosal. No es que fuera más alto que los hombres que lo rodeaban, pero parecía estar en otra dimensión. Los periódicos tampoco revelaban sus ojos maravillosos, sus grandes iris color violeta medio velados por el hueso saliente bajo las cejas”. En la mayoría de las sesiones, el presidente vestía camisa blanca almidonada, pantalones de vestir y a menudo corbata. Así lo vemos aquí, sentado con el brazo izquierdo apoyado en el brazo del asiento, como si fuera a cambiar de posición. Las pinceladas gestuales captan la esencia de la luz dorada y el verde frescor de la costa floridense, y también la vibrante energía del personaje. Dejando gran parte del cuadro sin resolver (aunque ella lo consideraba terminado), Elaine nos permite verlo tal como ella lo veía: “no un retrato, sino un atisbo de John F. Kennedy”.
Óleo sobre lienzo, 1963 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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John F. Kennedy #3
Elaine hizo muchos dibujos pequeños de la facciones del presidente a lo largo de 1963. Algunos se centran en la cara completa, pero otros, como este, ponen la atención en los ojos. Según comentó, muchos de sus bocetos combinaban sus observaciones con imágenes que tenía en la memoria, en parte porque el presidente siempre se estaba moviendo y cambiando de postura. Le preocupaba especialmente captar sus expresiones y sus ojos. Decía que “nunca se sabe dónde va a estar el detalle que te dé el ‘parecido’”, y hablaba de cómo luchó en los bocetos con un aspecto que se le escapaba: “era algo minúsculo, que curiosamente tenía que ver con su rasgo clave, los ojos. [...] Se podría hacer un retrato de este hombre con solo dibujar o pintar los ojos, y sería reconocible al instante”.
Carboncillo sobre papel, 1963 Maud Fried-Goodnight
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John F. Kennedy
Elaine trabajó a fondo este dibujo en carboncillo y luego le añadió pedacitos de papel a manera de collage. La obra parece expresar sus esfuerzos por captar la elusiva imagen de presidente: “En sucesivas sesiones de dibujo me impactó la curiosa composición de facetas que la luz creaba sobre su cara y su pelo, un velo de sonrosada transparencia. El juego de luces realzaba su extraordinaria variedad de expresiones. Lo mismo si sonreía o fruncía el ceño, sus gestos parecían integrados a su estructura ósea. Todos conocen ese humor ágil que revelan las comisuras de sus labios y las arrugas alrededor de los ojos cuando sonríe, pero lo que más me impresionó fue su sentido de la compasión”.
Carboncillo y collage sobre papel, 1963 Sucesión de Ernestine Lassaw, cortesía de Denise Lassaw
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John F. Kennedy
Después de regresar a Nueva York y haber dilucidado una postura sentada que respondiera en cierta medida a los requisitos formales de la Biblioteca Truman, Elaine hizo varias pinturas con dicha pose. A medida que pasaban los meses, “trataba de re-abordar el retrato del presidente partiendo de mi impresión original, la impresión de aquel tono dorado. Unté pintura anaranjada y amarilla sobre el lienzo [...] para lograr ese efecto, en sentido abstracto, [...] no solo en términos del colorido físico (¡aunque no era naranja vivo y amarillo!), sino también para sugerir de cierto modo una cualidad espiritual. Él irradiaba una especie de resplandor”. Esta pintura, que tan bien refleja el pensamiento de la artista, fue seleccionada como retrato oficial para la Biblioteca Truman.
Óleo sobre lienzo, 1963 Biblioteca Harry S. Truman, Independence, Missouri
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John F. Kennedy #21
Este lienzo de proporciones heroicas presenta a Kennedy según lo vio Elaine el 28 de diciembre de 1962, vestido informalmente con pantalones de algodón blancos, calzado deportivo y pulóver. Según lo explicó ella en 1964, “así lo vi por primera vez. [...] Su presencia desbordaba la realidad. [...] El mechón de pelo se convirtió en un brochazo abstracto. Los ojos, que miraban como si pudieran traspasar un muro de ladrillos, quedaban sombreados por las cejas al punto que hasta la parte blanca se veía azul”. Años más tarde recordaría que: “Me propuse transmitir de algún modo un aire presidencial, pero sobre todo la experiencia del contacto personal con J.F.K., su calidez, su agudeza de ingenio, su mirada apreciativa y algo de la figura que vi al aire libre aquella primera mañana, bajo el brillante sol de la Florida”. Elaine conservó este retrato a lo largo de su vida, y aún es propiedad de su familia.
Óleo sobre lienzo, 1963 Michael y Susan Luyckx
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Donald Barthelme 1931–1989
Esta pintura comunica, con un mínimo de recursos, el encanto que el escritor Donald Barthelme tenía a los ojos de Elaine, a la vez que evidencia su seguridad en el formato horizontal que comenzaba a utilizar para esa época en sus retratos. Barthelme regresó de Dinamarca a Nueva York con su tercera esposa, Birgit Egelund-Peterson, para el nacimiento de su hija Anne en el otoño de 1965. El año antes había publicado su primera colección de cuentos, Come Back, Dr. Caligari, y continuaba publicando cuentos sueltos en la revista New Yorker. Elaine capta aquí sus grandes lentes con montura de carey en apenas unas pocas pinceladas e incluye una delicada imagen de su pequeña hija anidada en el hueco de su brazo. Ella y Barthelme siguieron siendo amigos por muchos años; en 1986 él le dedicó su novela Paradise.
Óleo sobre lienzo, 1965 E. Jane Vandecar
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Donald Barthelme 1931–1989
Elaine pintó y dibujó a Donald Barthelme varias veces durante 1965, cuando él comenzaba su distinguida carrera literaria. Aunque hizo los retratos en Nueva York, se conocieron en 1962 en Houston, Texas, donde él vivía. Barthelme había invitado a Elaine a dar clases en el Museo de Artes Contemporáneas por recomendación de Harold Rosenberg. Ella le escribió a un amigo que “Barthelme es un joven brillante, agradable y muy espontáneo. Él y su esposa me llevaron a un coctel anoche [...] y la fiesta terminó cuando Barthelme, para mi deleite, se lanzó a la piscina con la ropa puesta y arrastró al anfitrión, quien a su vez arrastró a un par de invitados. Todo el mundo se divirtió menos la anfitriona, que miraba con disgusto a los invitados beber Martinis chorreando agua sobre su alfombra antigua recién comprada”. El proceso evolutivo de los retratos de Elaine se hace evidente en este boceto, donde una tercera pierna visible a la izquierda demuestra cómo la artista iba retrabajando la obra.
Óleo sobre lienzo, 1965 Colección de Clay Fried
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Los burgueses de Amsterdam Avenue
Con motivo de una exposición de retratos recientes en la Galería Graham en abril de 1963, Elaine creó este enorme retrato de grupo a base de aguadas y fuertes pinceladas de colores vivos. En él aparecen nueve jóvenes sentados o de pie, en variedad de poses, cada uno con una expresión distintiva: desconcertada, contemplativa, resignada... La pintura hace alusión a la famosa escultura en bronce de Auguste Rodin titulada Los burgueses de Calais (1884–89) y también a los retratos grupales típicos de la pintura holandesa del siglo XVII. Por cierto, el título de su obra explota con ingenio la referencia a Holanda en la mención de la neoyorquina avenida Ámsterdam. Elaine encontró a sus modelos gracias a su amigo Sherman Drexler, que enseñaba arte en una escuela superior asociada con el Hospital Riverside en North Brother Island. Los críticos quedaron fascinados con esta representación de la juventud urbana: “Nueve que miran directo al espectador, miradas como disparos silenciosos. [...] La fila de rostros es como un número de serie en un gigantesco afidávit plástico”.
Óleo sobre lienzo, 1963 Colección privada
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Patia Rosenberg nacida en 1942
Patia Rosenberg, hija de Harold Rosenberg y May Tabak Rosenberg, tuvo amistad con Elaine por muchos años. Es muy probable que haya posado para ella en Springs, Nueva York, cerca de East Hampton, durante el verano de 1967, antes de comenzar sus estudios de posgrado en música japonesa. El colorido intenso y los abruptos contrastes entre la pincelada suelta del arreglo floral y el fuerte sombreado de la cara hacen de esta una imagen poderosa. En 1991, a dos años de la muerte de Elaine, Patia recordaba lo siguiente: “Elaine me pintó un retrato en un momento de caos y dificultades en mi vida. De alguna forma, ella encontró el orden y la paz estaban ocultos en lo recóndito de mi alma y los plasmó en el lienzo. Solo ella podía haberlos sacado a la luz. Así era, podías confiar en ella”.
Óleo sobre lienzo, 1967 Dr. Guy Fried y Sra.
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Bernice Sobel 1929–2013
La modelo de esta pintura es probablemente la cantante de ópera Bernice Sobel. Eso explicaría el voluminoso traje de aspecto teatral y las dramáticas joyas, todo lo cual Elaine recoge con amplias manchas de diferentes verdes sobre un sofá en tonos azul Francia. Sobel es también sujeto de la pintura más pequeña que vemos la derecha. Elaine pasaba bastante tiempo fuera de Nueva York en esta época, pues siguió aceptando puestos de enseñanza hasta mediados de los años setenta. En 1967 dictó cursos en la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut. Quizás conoció a Sobel allí o en Nueva York. Este es uno de sus retratos femeninos mejor logrados.
Óleo sobre lienzo, 1967 Michael y Susan Luyckx
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Bernice Sobel 1929–2013
No sabemos con certeza quién es la modelo de esta dramática pintura, pero el lienzo lleva anotado al dorso “Bernice Sobel, 1967”. Las pinceladas rápidas y destellantes que definen el fondo y el vestido, así como las cejas arqueadas de la mujer, contrastan con el tratamiento más suave de la cara y el cuello. Lo más probable es que se trate de una cantante de ópera que estudió en la Academia de Artes Vocales de Filadelfia y actuó durante los años sesenta en las principales ciudades de la costa este del país. Esta obra fresca y esquemática puede haber sido uno de varios ensayos hechos por Elaine antes de completar el retrato más grande que se expone a la izquierda.
Óleo sobre lienzo, 1967 Dr. Guy Fried y Sra.
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Edwin Denby 1903–1983
Al pintar a su amigo y mentor, el poeta y crítico Edwin Denby, Elaine destacó su elegante figura con una aguada color lavanda que parece crear un resplandor sobrenatural. El crítico Lawrence Campbell dijo que “brillaba con su propio ‘color de luna’”. En los años cuarenta, Denby había motivado a Elaine para que escribiera; la llevaba a funciones de ballet que él iba a reseñar y le pedía que escribiera reseñas de otros espectáculos. Muchos de sus poemas se basan en paseos nocturnos por la ciudad de Nueva York con los De Kooning. Aquí Elaine capta no solo su buen vestir y su aire sofisticado, sino también su semblante pensativo. Mucho después comentaría lo siguiente acerca de la distintiva presencia de Denby: “Era la única persona que conocíamos que lograba imponer su propia hora por la luz que emanaba, una luz pálida, transparente, azulosa, pura luz de luna, incluso bajo el sol del mediodía”.
Óleo sobre lienzo, 1960 Maud Fried-Goodnight
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Frank O’Hara 1926–1966
Frank O’Hara fue un buen amigo de los De Kooning y posó para Elaine en 1962, cuando su poesía comenzaba a ser reconocida. El resultado fue una pintura exuberante que destaca el cuerpo menudo y grácil de O’Hara sobre un fondo saturado de dramáticas aguadas de color, pero con la cara oscurecida. Los críticos dijeron que Elaine le había borrado las facciones, dejando, según uno, “solo una nube color morado”. A raíz de la prematura muerte de O’Hara en julio de 1966, muchos artistas y poetas le escribieron homenajes. Elaine escribió: “Lo que sucede con la gente que conoces íntimamente es que ni siquiera tienes que mirarlos. Solo te pones a pintar, digamos a Frank O’Hara, en un azul pálido u otro color, y él ocurre dentro de la pintura. [...] Cuando [lo] pinté, Frank estaba frente a mí. Primero pinté toda la estructura de su rostro, luego la borré, y así sin cara la pintura era más Frank que antes”.
Óleo sobre lienzo, 1962 Familia O’Hara
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Merce Cunningham 1919–2009
Elaine conocía al bailarín y coreógrafo Merce Cunningham y su compañero, el compositor John Cage, desde mediados de los años cuarenta. Todos habían pasado el verano de 1948 en el Black Mountain College, al oeste de Carolina del Norte, donde ella, que había tomado clases de ballet cuando niña, ahora estudiaba con Cunningham dos horas al día, seis días a la semana. El retrato pertenece a la serie de “hombres de pie” que Elaine realizó a principios de los años sesenta; capta el cuerpo fuerte y esbelto de Cunningham, sus hombros un tanto caídos y su cabeza casi leonina en una silueta oscura rodeada de finas aguadas de color. Un crítico observó lo siguiente sobre los retratos de esta época: “Incluso cuando pinta del vivo, pinta lo que recuerda de la persona, cómo camina, se para, se rasca, bosteza, piensa, se sienta, todo eso resumido en una pose. Para ella, cada persona tiene su pose única. La pose es la persona. Antes de empezar a trabajar un retrato, primero visualiza a su modelo en ‘la pose correcta’”.
Óleo sobre lienzo, 1962 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian; donación de la Foundation for Contemporary Performance Arts, Inc.
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Autorretrato
El 18 de marzo de 1968, apenas seis días después de cumplir cincuenta años, Elaine dibujó a carboncillo este retrato suyo, severo e introspectivo. Aunque delineó los ligeros efectos de la edad, sus facciones y su pelo se acercan a la apariencia de sus autorretratos pintados más de veinte años antes. Para esta época, Elaine compró una casita en Sandra Drive, Springs, East Hampton, cerca de sus amigos Ibram y Ernestine Lassaw y cerca también de la casa y el estudio de Willem de Kooning. Aunque a lo largo de los años Willem se involucró con otras mujeres, además de Joan Ward (madre de su hija Lisa), Elaine y él nunca se divorciaron.
Carboncillo sobre papel, 1968 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian; Ruth Bowman and Harry Kahn TwentiethCentury American Self-Portrait Collection Conservado con fondos del Smithsonian Women’s Committee
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Ethel Epstein 1900–1966
Elaine creó este glamoroso dibujo de Ethel Epstein para la misma época en que la amiga de ambas, Mercedes Matter, fundó la Escuela-Estudio de Dibujo, Pintura y Escultura de Nueva York, inaugurada en septiembre de 1964. Epstein, coleccionista de arte moderno y antigua asesora del alcalde Fiorello LaGuardia, realizaba en aquel tiempo gestiones para formar la junta directiva de la escuela. Elaine hizo varios dibujos como este en el proceso de pintar el retrato. Aquí define con líneas seguras las facciones angulosas de la modelo y las varias texturas de sus joyas y su vestido.
Carboncillo sobre papel Strathmore, 1964 Colección privada
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Ornette Coleman #1
En algún momento de mediados de los sesenta, Elaine, eterna aficionada del jazz, hizo una serie de dibujos de Ornette Coleman (nacido en 1930) con su saxofón. El álbum Free Jazz (1961) del Ornette Coleman Double Quartet, con sus largas pistas y su sonido libre, atonal y discordante, cambió el rumbo del jazz. Valiéndose de borraduras, difuminados y líneas improvisadas en grafito, Elaine creó dibujos que captan la imagen de Coleman y transmiten una sensación visual del ritmo y el movimiento del jazz. Hizo por lo menos tres retratos: este boceto improvisado, un dibujo de la cabeza sin cuerpo de Coleman (mostrado a la derecha) y una imagen más terminada que incluye las manos y el saxofón (ahora en una colección privada).
Grafito y difuminador sobre papel, c. 1965 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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Ornette Coleman #2
Este dibujo del músico de jazz Ornette Coleman (nacido en 1930) es uno de por lo menos tres que hizo Elaine hacia 1965. Igual que en algunos de sus dibujos de John F. Kennedy, aquí aparece la cabeza de Coleman sin cuerpo. Solo vemos su intensa concentración, la mirada baja, la frente fruncida, todo delineado con pocas líneas, trazadas estratégica y rítmicamente por su lápiz.
Lápiz sobre papel, c. 1965 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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Margaret Randall nacida en 1936
En 1960 Elaine dibujó una serie de siete retratos de pequeño formato en tinta y gouache de la joven poeta Margaret Randall, con quien había entablado amistad años antes en la Universidad de Nuevo México y que ahora residía en Nueva York. Elaine aportó dibujos para una de las primeras publicaciones de Randall, Ecstasy is a Number (1961). La escritora recordaría luego a Elaine y su empeño de triunfar: “Elaine no insistía en que la llamaran mujer artista. Era artista, ni más ni menos, y tan buena como cualquier hombre. Nunca adoptó el lenguaje del feminismo, pero cuando hablábamos de lo mucho que teníamos que luchar las mujeres por nuestros derechos, era la primera en admitir que la asignación de roles a base del género era una injusticia social”. A mediados de la década de 1980, Elaine firmó y fechó este dibujo (poniendo el año incorrecto de 1963) para que se usara como base de un cartel destinado a recaudar fondos para ayudar a Randall en un asunto de inmigración.
Tinta y gouache sobre papel, 1960 National Museum of Women in the Arts, Washington, D.C.; donación de Marjorie L. Luyckx
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Harold Rosenberg 1906–1978
Para 1967, cuando Elaine realizó este dramático retrato, ya Harold Rosenberg gozaba de una reputación establecida. Había publicado sus principales colecciones de ensayos, The Tradition of the New (1959) y The Anxious Object (1964), y se desempeñaba como crítico de arte para la revista New Yorker. Elaine había pintado y dibujado a Rosenberg muchas veces a lo largo de los años. Este raro y audaz dibujo a tinta resalta sus ojos profundos, cejas prominentes y bigote espeso y oscuro. La ejecución gestual, en apariencia descontrolada, crea masa y forma mediante manchas oscuras y trazos de tinta.
Aguada de tinta sobre papel, 1967 Galería Nacional de Retratos, Instituto Smithsonian
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Allen Ginsberg 1926–1997
Elaine retrató al poeta Allen Ginsberg a principios de los años setenta, posiblemente en 1973, durante la grabación de un segmento televisivo para la cadena WNET en Nueva York. Ginsberg ganó el Premio Nacional del Libro al año siguiente por The Fall of America: Poems of These States, 1965–1971. En aquella época no era famoso solo por su poesía y demás escritos, sino también por su oposición a la guerra de Vietnam, postura que Elaine compartía. Ella lo pintó con las piernas cruzadas y los ojos cerrados, en pose de meditación, y sin sus típicos lentes. Ginsberg vivía en el Lower East Side y tenía muchos amigos en común con Elaine; ambos se conocían desde hacía muchos años. Ginsberg poseía el retrato y lo tenía colgado en su oficina de Union Square.
Óleo sobre lienzo, 1973 Colección de Raymond Foye
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Aristodemos Kaldis 1899–1979
Elaine solía hacer conjuntamente dibujos y pinturas de sus modelos, a veces como parte del proceso de un retrato, y a veces como serie. Algunos dibujos y pinturas de Kaldis se hacen eco, sobre todo los realizados en la década de 1970, pero cada cual posee rasgos únicos, sin importar el tamaño o el medio. En esta exposición se incluyen tres retratos de Kaldis para incitar comparaciones. Este carboncillo, que lo capta en su postura y atuendo típicos, fue seleccionado para una exposición de retratos en dibujo de Elaine en el Guild Hall Museum de East Hampton, organizada meses después de su muerte en febrero de 1989.
Carboncillo sobre papel, 1976 Maud Fried-Goodnight
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Kaldis #12
Un tema que ocupó a Elaine intermitentemente durante casi treinta años fue su amigo el artista Aristodemos Kaldis (1899–1979). De hecho, ella incluyó una pintura y un dibujo de él en su primera exposición individual, realizada en la Galería Stable en 1954, y siguió pintando y dibujando su estampa de león desaliñado hasta que él murió. Elaine y Willem de Kooning conocieron a Kaldis hacia 1943–44 en la cafetería Waldorf, punto de reunión de muchos artistas neoyorquinos. La pareja apoyaba su trabajo (paisajes fantasiosos y abstractos, o bodegones evocadores de la región del Egeo) y con los años Elaine se hizo su amiga. Lo veía como “la encarnación del Balzac de Rodin”. Otro amigo apunta que siempre “usaba una larga bufanda color naranja. [...] Con su bufanda amarrada al cuello con aire de descuido, Kaldis acaparaba la atención cuando hacía su entrada” a los museos y aperturas en las galerías.
Óleo sobre lienzo, 1978 Colección privada
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Aristodemos Kaldis #3
En 1976 Betty Jean Thiebaud realiza el filme Elaine de Kooning Paints a Portrait (“Elaine de Kooning pinta un retrato”), que puede verse en esta exposición. En él, Elaine habla detenidamente sobre el retratismo mientras pinta un retrato de Aristodemos Kaldis (1899– 1979). Dice ella: “Conozco a Kaldis como la palma de mi mano; y es verdad que dije que pintarlo es como pintar una cama sin hacer. Es muy expresivo y su ropa parece expresar lo que expresa su cabello... es espléndido y desordenado. Pero bajo todo el desorden hay un nivel tremendo de orden, de energía, de vigor”. Kaldis nació en Grecia pero ya vivía en Nueva York hacia 1930. Fue figura habitual en la escena artística del centro de la ciudad por muchos años, y se le describía como un personaje excepcional que “casi todo el tiempo hablaba de sí mismo, posiblemente porque era la persona más interesante que conocía”. Hacia el final de su vida recibió dos becas Guggenheim en apoyo de su trabajo pictórico y tuvo varias exposiciones individuales en la Galería Kornblee.
Óleo sobre lienzo, 1978 Dr. Guy Fried y Sra.
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Alex Katz nacido en 1927
Elaine dibujó y pintó al artista Alex Katz en múltiples ocasiones durante los años sesenta y mediados de los setenta. Lo conoció en Nueva York en 1960 o incluso antes, cuando ella, Katz y la pintora Jane Freilicher expusieron juntos en la Galería Tanager. Para ese tiempo Elaine compró un retrato silueteado de Frank O’Hara que Katz había hecho, y lo conservó toda su vida. Este carboncillo de 1967 capta con destreza la cara larga y angulosa de Katz, y guarda relación con una pintura del mismo año. Los amplios trazos crean una imagen dramática que admiraron los contemporáneos de la artista. La obra se incluyó en una exposición de retratos en dibujo de Elaine organizada en agosto de 1989 en el Guild Hall Museum de East Hampton.
Carboncillo sobre papel, 1967 Colección de Clay Fried
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Alex Katz nacido en 1927
El artista figurativo Alex Katz es mejor conocido por sus pinturas de gran formato con coloridas imágenes planas pero de gran precisión, representando a su esposa Ada, familiares, amigos y paisajes. Este dramático retrato de Katz fue incluido en una importante exposición de la obra retratística de Elaine en la Galería Graham en 1975. El crítico Peter Frank señaló que “una de las mejores pinturas de la muestra fue la cabeza de Alex Katz, espectacularmente modelada por De Kooning con impactantes pinceladas en negro”. Su viejo amigo Tom Hess escribió una extensa reseña donde comentó que, para Elaine, un retrato “depende de cada elemento de su estructura plástica: formas, colores, cómo encajan unos con otros, la manipulación y velocidad de los pigmentos, cómo cada movimiento puede diseccionar la sintaxis del cuerpo, el cual a su vez nos conduce a la cara, donde las formas se hacen más claras, el dibujo más nítido, el color más específico. Toda la imagen [...] nos compele hacia este clímax”.
Óleo sobre Masonite, 1975 Colección privada
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Horario de proyección Tres cortometrajes sobre Elaine de Kooning se presentan en bucle. Las horas específicas están detalladas abajo. Las transcripciones del audio están disponibles en los puestos de Servicio al visitante.
Elaine de Kooning pinta un retrato Duración 17:40 min. Presentaciones : 10:00 10:40 11:20 12:00 12:40 1:20 2:00 2:40 3:20 4:00 4:40 5:20 6:00 6:40
Elaine de Kooning habla los retratos de Joop Sanders Duración 8:45 min. Presentaciones: 10:20 11:00 11:40 12:20 1:00 1:40 2:20 3:00 3:40 4:20 5:00 5:40 6:20
Elaine de Kooning Duración 7:11 min. Presentaciones: 10:30 11:10 11:50 12:30 1:10 1:50 2:30 3:10 3:50 4:30 5:10 5:50 6:30
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Elaine de Kooning pinta un retrato
Betty Jean Thiebaud y su esposo, el pintor Wayne Thiebaud, conocieron a Elaine a mediados de los años cincuenta. En 1964, Elaine daba clases en la Universidad de California en Davis, donde Wayne Thiebaud era profesor. Para 1976, cuando Betty Jean Thiebaud hizo este filme (uno de varios que hizo sobre artistas), ella y Elaine eran buenas amigas. Teniendo como escenario su estudio de Nueva York, Elaine pinta y habla sobre el trabajo de artistas del pasado y también el suyo propio. Su voz y su personalidad toman un rol protagónico mientras conversa acerca de sus retratos de John F. Kennedy, su autorretratos y el modelo que la ocupa en ese momento, Aristodemos Kaldis.
Dirección y producción de Betty Jean Thiebaud (nacida en 1929) Versión digitalizada del original a color en 16mm de 1976 Duración 17:40 min. Cortesía de Wayne Thiebaud/Matt Bult
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Elaine de Kooning habla sobre los retratos de Joop Sanders
En este clip, Elaine habla de los dibujos que le hizo a Joop Sanders a mediados de la década de 1940. Uno de ellos puede verse en la primera sección de esta exposición.
Dirección, producción y cámara de Timothy Greenfield-Sanders (nacido en 1952) Versión digitalizada y extraída del original a color en VHS de 1984 Duración 8:45 min. Cortesía de Timothy Greenfield-Sanders
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Elaine de Kooning
Aquí Elaine pinta uno de los varios retratos de Aladar Marberger que realizó en 1986. Dos de ellos se encuentran en esta exposición.
Dirección y producción de E. Deidre Pribram Muriel Wiener, directora ejecutiva Versión digitalizada y extraída del original a color en VHS de 1986 Duración 7:11 min. Cortesía de Muriel Wiener
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Denise Lassaw nacida en 1945
Elaine adoraba a su ahijada Denise, hija de sus amigos Ernestine e Ibram Lassaw. Ernestine conoció a Elaine hacia 1938, cuando compartieron un loft en Nueva York. A través de los años, los Lassaw fueron sus compañeros constantes y vivían cerca de la casa que ella tenía en East Hampton. Elaine enviaba a Denise cartas ilustradas, pequeñas pinturas y dibujos; también le pintó varios retratos, entre ellos esta sutil imagen de 1973.
Óleo sobre lienzo, 1973 Colección de Denise Lassaw
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Robert De Niro padre 1922–1993
El artista plástico Robert De Niro fue contemporáneo de Elaine en la ciudad de Nueva York. Aunque sus caminos deben haberse cruzado muchas veces, parece que ella no lo pintó hasta tarde en sus carreras. De Niro, cuyo hijo es el conocido actor del mismo nombre, también pintaba la figura humana, pero se inspiraba sobre todo en Matisse y la Escuela de París. Estudió en el Black Mountain College en Carolina del Norte y expuso sus obras, al igual que Elaine, en la Galería Stable de Manhattan durante la década de 1950. En este retrato horizontal, pintura y figura se funden con fiera energía, y el hombre surge con el ceño fruncido bajo el cabello descuidado y las cejas oscuras. Años después, el galerista Tibor de Nagy lo calificó como el mejor retrato de Elaine y comentó que “en una pintura que es casi abstracta, logra un parecido asombroso, de gran carácter”.
Óleo sobre lienzo, 1973 Aramark
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John Ashbery nacido en 1927
En 1984 Elaine aportó un retrato de John Ashbery para una edición limitada de grabados inspirados en su famoso poema “Self-portrait in a Convex Mirror” (1973), incluido también en la edición. Otros siete artistas, entre ellos Willem de Kooning, crearon obras de formato circular para el proyecto. Cada uno reaccionó al poema de manera distinta, enviando autorretratos, retratos de Ashbery e imágenes personales.
Elaine había pintado a Ashbery en 1975, cuando se publicó el libro que contiene el poema en cuestión. Esta pintura le sirvió de referencia en los dibujos preliminares para la litografía. Primero utilizó medios mixtos para transformar la imagen pintada en una imagen gráfica fuerte y de formato circular. Para el estudio final a carboncillo utilizó un entramado de líneas en el fondo y en el rostro. El rayado dentro de los ojos crea una sensación de movimiento y confunde el espacio. Un crítico comentó que “Ashbery mira al observador directamente, pero su mirada es más dura, más intensa. Gran parte de la figura está construida con líneas entrecruzadas en tonos de gris, igual que el fondo. Esa fina malla me recuerda que uno de los grandes temas de Ashbery es la fluidez entre el contorno y el entorno de las personas”.
De izquierda a derecha: Carboncillo sobre papel, 1983 Maud Fried-Goodnight
Litografía, 1984 The Parrish Art Museum, Water Mill, Nueva York; donación de Elaine Benson
Crayón, lápiz y rotulador sobre papel vitela, 1983 Michael y Susan Luyckx
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Aladar Marberger #3
Hacia mediados de los ochenta, la Galería Fischbach, dirigida por Aladar Marberger (1947– 1988), representaba a Elaine en la ciudad de Nueva York. Marberger había sido alumno de ella en la Universidad Carnegie-Mellon en Pittsburgh durante 1969–70. Elaine lo alentó a mudarse a Nueva York, como hizo con otros estudiantes. Él se mudó ese mismo año, con solo veintidós de edad, y llegó a tener un gran impacto en el mundo del arte. El compañero de Marberger por muchos años fue Robert Joffrey, fundador del Joffrey Ballet. Al contrario de este, Marberger hizo público que padecía de SIDA tan pronto se lo diagnosticaron en 1985. En su serie de cinco retratos de gran formato en dibujo y pintura, Elaine revela cuán intensa fue su amistad con Marberger y la fiereza con que él se aferró a cada momento que tuvo de vida.
Óleo sobre lienzo, 1986 Donna Lynne Marberger y Dr. Jon L. Marberger
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Aladar Marberger #1
Marjorie Luyckx, hermana de Elaine, escribió acerca del proceso de creación de los dos carboncillos y tres pinturas de gran tamaño de Aladar Marberger (1947–1988) en 1986. Elaine hizo los retratos en la sala de su casa en Northwest Woods, East Hampton, donde también tenía un estudio. De hecho, en el fondo de las obras aparece el bosque que rodeaba la casa. Marjorie recuerda que: “En el primer boceto a carboncillo logró un parecido tan satisfactorio que, por temor a perderlo si lo pintaba por encima, lo puso aparte y comenzó uno nuevo. Finalmente completó cinco obras, cada una con un parecido extraordinario al modelo”. Estos se encuentran entre los últimos retratos que hizo Elaine antes de su muerte, el 1 de febrero de 1989. Ese día su hermano Peter escribió a sus amigos, el matrimonio Lassaw, recordando el gozo pleno de Elaine por la vida: “El cielo quizás ya no será un lugar tan seguro como antes, dado que llegó Elaine, aunque, en realidad, con ella ningún lugar lo es”.
Carboncillo sobre lienzo, 1986 Charles y Mary Anne Fried
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Alice Baber, según el recuerdo
La artista Alice Baber (1928–1982) vivió en Nueva York y París durante la década de 1960, mientras estuvo casada con el artista Paul Jenkins. Hacía coloridos óleos, acuarelas y grabados en la vertiente de la abstracción lírica. Más tarde se dedicó a dictar conferencias y a viajar extensamente, involucrándose en la causa feminista. Baber y Elaine eran amigas íntimas de Ibram y Ernestine Lassaw en East Hampton, y Baber tenía una casa en la cercana área de Sag Harbor. Murió de cáncer en octubre de 1982 y en diciembre Elaine hizo esta pintura de memoria. Es una imagen directa, de suave dramatismo, casi etérea.
Óleo sobre lienzo, 1982 Colección privada
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Marjorie Luyckx 1919–1998
Marjorie Luyckx era la hermana y la mejor amiga de Elaine. Como lo cuenta en el prefacio a un volumen de textos selectos de Elaine publicado después de su muerte, de niñas eran tan apegadas que “parecíamos cortadas del mismo molde, con muy pocas diferencias”. En 1983 Elaine pintó este colorido retrato lleno de luz y follaje, donde aparece Marjorie con una mirada seria y de evidente franqueza.
Óleo sobre lienzo, 1983 Michael y Susan Luyckx
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Megan Boyd nacida en 1956
Entre finales de los años setenta y principios de los ochenta, Elaine pintó varios retratos de amigos cercanos y familiares, entre ellos algunos de los hijos de la pintora Connie Fox. Elaine y Fox se conocían desde finales de la década de 1950, cuando se encontraron en Nuevo México. Muchas de esas pinturas, como el retrato que aquí vemos de la hija de Fox, una joven poeta llamada Megan Boyd, formaron parte en 1983 de una exposición de retratos de Elaine en el Guild Hall Museum de East Hampton. La escritora Rose Slivka escribió en el catálogo de la exposición que Elaine pintaba retratos en serie de la misma persona. Para Elaine, “un retrato no es solo una pintura, sino que pasa por la odisea circular de convertirse en cuadro, ficción de colores, poema de fantasías acerca del modelo y relación de la artista con el sujeto, lo cual, al final, es lo que es una pintura”.
Óleo sobre lienzo, 1983 Charles y Mary Anne Fried
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Pelé nacido en 1940
Pelé, jugador brasileño de fútbol que acababa de retirarse del equipo de los New York Cosmos, posó para Elaine a principios de septiembre de 1982. Un periodista del East Hampton Star documentó las sesiones, que se llevaron a cabo en la terraza contigua al estudio de Elaine. Ella misma explicó que “Pelé no es hombre de estar en un estudio. Su campo de acción es al aire libre”, y luego añadió: “La luz de hoy es perfecta, como si la lluvia de anoche la hubiera lavado. Y el sol que se filtra por entre los árboles forma patrones interesantes en la escena, una especie de gesto amable de la naturaleza”. También mencionó paralelos entre sus métodos y los de un atleta: “No se trata solo de aplicar la pintura de cierta manera, sino de cuán rápido la aplicas, y eso es sumamente importante. [...] Tienes que disciplinarte constantemente para lograr precisión y rapidez. Pelé lo entiende, porque con eso trabaja. La velocidad y la precisión son vitales para el artista lo mismo que para el atleta”.
Óleo sobre lienzo, 1982 Colección privada
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Elaine de Kooning en su estudio, 1960 Rudy Burckhardt (1914–1999) Cortesía de la Sucesión de Rudy Burckhardt y la Galería Tibor de Nagy; © 2014 Estate of Rudy Burckhardt/Artists Rights Society (ARS), Nueva York