En este trabajo se expl ora la relación entre los grupos pobres

Pobreza y explotación de recursos pesqueros en el Alto Golfo de California •••••••••• MARÍA DE LOURDES BLANCO OROZCO ' E n este trabajo se expl o r
Author:  Sofia Lara Coronel

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Pobreza y explotación de recursos pesqueros en el Alto Golfo de California ••••••••••

MARÍA DE LOURDES BLANCO OROZCO '

E

n este trabajo se expl o ra la relac ión entre los grupos pobres de la po bl ac ión pesquera , la explotac ión de rec ursos pesqu eros y el proceso de extinc ión ele especies en el Alto Golfo ele Cali forni a. E n parti c ul ar, se indaga sobre los factores soci oeconó micos y de mográficos ele la pobl ació n pesqu era que eletermin an la expl o tac ión de es tos rec ursos y se proponen opciones y meca ni smos para que al ti empo que disminuya la pres ión socioeconómica sobre el recurso se ele ve el bienestar de la pobl ación pesquera . En general, la ex tinción de espec ies se trata como un problema eco lóg ico con impli cac iones económi cas para la pobl ación pesquera de la zona. Uno de los conceptos tradi cionales ele la degradac ión ambienta l considera a la pobreza como "causa principal y efecto de los problemas ambientales del mundo" . 1 En este estudio se descarta la hipótesis de qu e los pescadores más pobres hay an provocado el ag udo aumento ele la pres ión econó mica y soci al so bre los rec ursos pesqueros de la reg ión y so bre especies dec laradas en pe li gro de ex tin ción, no obs tante que sus ingresos procedan de las espec ies comerciales más vinc ul adas a la captura in c idental de algun as en extin ción. Por las características ele la zona de estudio (en la que predomin a la acti vidad pesqu era para ex portació n, pero hay res tri cc iones para proteger la fa un a marin a), se de be n identificar los fac tores soc ioeconó mi cos que han influido en la expl otac ión ele

* Jefa del D eparta111 ento de Instmlll entos Fisca les, Dire cción Gene· ral de R egulación A 111 bienta l, D irecc ión de Eco no111ía A 111 b ien tal. Inst ituto Nac iona l de Ecología .

l . Wo rl d Co mmi ss ion on Enviro nment and Deve lopme nt. 1987, p. 3, citado por Robin Broad y John Cava nag h, " Beyo nd the Myt hs of Rio'·, Wo rld Po /i ce Jo umal, vo l. 1O, núm. l . primavera de 1993, pp. 65-72

~.

algunas es pecies y en e l proceso de ex tin c ión ele otras. En partic ul ar es prec iso saber por qu é, si e l bie nestar que pro porcionan las ac ti vidades pesqu eras del Alto Go lfo ele Californi a no so n adecuadas (respecto ele otras ac tividades), los pescadores pers isten en esa actividad y no cambi a n a otra e n el mi smo lu gar o e migran.

EL

DEBATE SOBRE LA RELACJÓ:-. POBREZA Y .\\llllEH I' J,\ (l'IJO S )

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Pob re extremo

Edad Años de esco la rid ad Año s de res id e nc ia e n la loca lid ad Depe ndi e nt es eco nó mi cos Año s dedi ca dos a la pesca Me ses al año qu e de di ca a la pesca In g resos promedio an ua l

Flota mayor

Flota menor

Variables

Pobre

No pobre

Pobre extremo

Pobre

Alto Golfo de Ca lifornia

No pobre

Pobre extremo

Pob re

No pobre

Prom edi o gen eral

42 5

47 5

34 7

41 6

39 5

35 8

41 6

41 5

34 8

37 7

32 3 24

28 3 24

25 3 15

24 4 19

19 4 15

25 3 16

28 4 22

21 4 18

25 3 15

25 3 17

7 1 425

8 2 637

8 12 876

6 102

6 2 432

7 6 927

7 1 278

7 2 480

8 10 270

7 7 52 1

Fuent e: e lab orac ió n propia co n dato s de l proyec to Eva lu ac ión Socioeconómica de l Alto Golfo de C alifornia . Condi c io nes de Bi e nes tar , De partam e nt o de Es tudio s Eco nó mi cos, E l Coleg io de la Fronte ra Norte , Méx ico, 1994 .

•••••••••• •••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Puede pen sarse que las embarcaciones mayores pasan meno s tiempo en e l ma r que las menores , en virtud de que aquéllas son esencialme nte camaroneras, por lo cual tienen largos lapsos de ocio en la temporada de veda . Si la flota fuera multiespecie no tendría este problema. Hay que aclarar que los meses de pesca en el Alto Golfo corresponden en gran parte a los de la flota menor. A esto cabe agregar que la mayoría de los pescadores en pobreza extrema tiene n otro oficio no pesquero y a una parte considerable de éstos (41 .67 % en la flota menor y 30% en la mayor) le reporta remunerac iones. Esta situación es más rara en los otros dos estrato s. En el Alto Golfo la mayoría son pescadores libres, en especia l en la flot a menor y e n los es tratos de los pescadores pobres ex tremos y e n los no pobres; en e l de los pobres hay de todos tipos. En la flota mayor predominan lo s cooperativistas en todos los estratos. No se pu ede afirmar que los pescadores en pobreza ex tre ma so n pescadores libres o cooperativistas, porque la mayoría de los no pobres en la flota menor son pescadores libres y cooperativistas e n la mayor. En cambio, destaca que casi todos los cooperativistas laboran en la flota mayor y que los pescadores libres se emplean en ambas flota s. Los sa larios promedio de los pescadores de la flota mayor son inferiores a los de la menor en cada estrato . Esta diferencia se puede atribuir a que los de la flota menor no se dedican única y exclusivamente a la captura de l camarón , sino tambi én a la de otras especies con a lto valor co me rcial. Las vivi endas de los pescado res no pobres difieren en c ierta forma de las de lo s pobres y pobres ex tremos , pues las de éstos no disponen de e nerg ía eléctrica ni de ag ua entubada . Sin embargo , e n la reg ió n ha y v ivi end as con care nc ias s imilares entre los pescadores no pobres y pobres; en otras palabras, los pobres

no neces ariame nte viven e n las viviendas con peores condiciones o carecen de servicios básicos como agua , luz, dren aj e, etc. Estas carencias tambié n las padecen los no pobres. La peor situación está más extendida e ntre los pe scadores de la flota mayor, pues sus viviendas carecían de ciertos servicios básicos. Esto se asocia a la especi alizac ión de tales embarcaciones en la captura de l ca marón, que las obliga a permanecer inactiv as en la temporada de veda. El grado de depend e nci a de la pesca puede cuantificarse medi ante la participación de lo s in gresos monetarios derivados de tal actividad en los totales. El promedio del Alto Golfo de California es de 61.01 %, con una participación mayo r entre los pescadores pobres de la flota menor. El in greso e n especie provi ene del camarón grande que, expresado en su valor monetario, representa 16.1 % en el Alto Golfo. En e l caso de los pobres ex tre mos de la flota mayor este ingreso equivale a un tercio de su ingreso total. La participación de los ingresos no pesqueros es superior entre los pescadores de la flot a mayo r, por la inactividad de és ta en la temporada de veda. Entre los de la flota menor tiene mayor peso la aportación de otros miembros de l hogar al ingreso familiar que en los de flota mayor. Esto tal vez contribuye a que e l ingreso promedio de la flota me nor sea más alto que el de las embarcaciones mayo res. La principal especie para la actividad pesquera en la zona es el camarón (en especial para la flota mayor) , seguida de la escama (ca pturad a por la flot a menor) . Como cabe esperar, una causa importante de la muerte de los juveniles de totoaba puede ser el uso de las redes ca maron eras arrastreras de los barcos. Es dec ir, e llo no depende só lo de las co ndi ciones socioeconómicas o de la pobreza de los pescadores, sino de la especialización de las embarcac iones qu e se dedican a la captura del camarón y de las artes de pesca utilizadas para tal fin .

rec ursos pesqu eros en e l go lfo de california

1010

LA

PESCA INC IIl ENTAL DE ES P EC IES EN P E LI G RO DE EXT I NCI ÓN

no de los principales objetivos de este estud io es determinar la relación entre la pobreza en la región y la captura incidental de la totoabay la vaquita de marque, como semencionó , son especies raras , amenazadas , endémicas, en peligro de extinción , sujetas a protección ambiental (Diario Oficial de fa Federación, 13 de febrero de 1992). Es muy difícil determinar el grado de captura incidental de estas especies por tipo de redes . En los permisos de pesca comercial "se fac ulta a los titulares a efectuar la extracción, captura o pesca de la especie expresamente señalada en los mismos, en la zona autori zada y su aprovechamiento, empleando, precisame nte, la embarcación o embarcaciones y artes o equipos de pesca autori zados " (artícul o noveno, Diario Oficial de la Federación , 1 de octubre de 1990). Para que las autoridades pesq ueras puedan corroborar el uso de las artes de pesca autorizadas se estableció que "los permisionarios deben dar los avisos de arribo de sus embarcaciones a la Oficina Federal de Pesca del puerto o localidad señalada como base de sus operaciones; estos avisos deben manifestar la totalidad de las capturas obtenidas por especie, independientemente del destino que pretenda darse a las mismas" (artículo décimo tercero, Diario Oficial de la Federación, 1 de octubre de 1990) . Con esta normatividad no se puede tener información clara y confiable de la captura incidental de las dos especies de interés, porque si se traen al puerto de desembarco dejarían de ser captura incidental y se aplicarían sanciones al pescador por pesca ilegal. La flota mayor no avisó de capturas de vaquitas en 1995, pero sí de totoabas (en particular en las redes camaroneras de arrastre) . De los 60 barcos encuestados, 42 informaro n de capturas incidentales de totoabas . Tomando en cuenta la cantidad de ejemplares capturados, la mayor parte cayó en redes camaroneras de arrastre con luz de malla de 2.25 pulgadas ( 14 1 182 ejemplares): otras más en las que tienen 2.50 pulgadas (20 907 ejemplares) y finalmente , las de 2.75 pulgadas (2 820 totoabas). En todo e l Alto Golfo se utilizaron 46 redes camaroneras con lu z de malla de 2 .25 pulgadas, con una incidencia promedio de 3 069 totoabas en cada red . De igual forma, operaron siete redes con lu z de malla de 2.50 pulgadas , con una captura promedio de 2 986 ejemp lares por red. Además , se utili zaron dos redes de 2.75 pulgadas de lu z de malla , con una mortalidad promedio de 141 O. Así, el tipo de red causante del mayor estrago es la red camaronera co n luz de malla de 2.25 pulgadas. Es preci so establecer medidas de con servación y preservación de la especie, para lo cual se neces ita estudiar la factibilidad de prohibir es te tipo de redes. Habría que evaluar el efecto de es tas medidas en las capturas del camarón (especie que sostiene las actividades económicas de la flota mayor) y sobre todo e n e l bi e nestar de la pob lación que depende de la activ id ad pesque ra . La mayor parte de las capturas ocurre en la zona de a morti guamie nto, lo cu al es claro indicio de que la pesca en esa zona de be res trin girse más. En la flot a menor se capturaron cuatro vaqu itas marinas de

U

forma incidental: dos en redes para tiburón con lu z de ma ll a de 6 pulgadas; otra se capturó e n red sierrera con 3.25 pul gadas de lu z de malla y una cuarta e n un a red tiburone ra con lu z de malla de 5 pulgadas. Estas capturas ocurri eron e n los límites de la zona de amortiguamiento con la zon a " libre" y se consideran meramente incidentales, debido a qu e es tos cetáceos so n muy huidizos y que con el menor ruido ex trai1o bu sca n refu gio o se alejan. No es coincidencia que las embarcaciones mayores, que causan gran estrépito al arrastrar sus redes , no capturen vaqui tas. En contraste, las pequeñas dejan sus redes tendidas de un día para otro y por ell o el ejemp lar queda atrapado. Las capturas de totoabas por la flota me nor han oc urrido e n la zona denominada de amortiguami ento. No se pu ede asegurar que e n su mayor parte sucedan en los aledaños de la zona núcleo, aunque hay embarcaciones qu e informan de altas capturas de esta especie en dicho lu gar y otras qu e tuvieron muchas menos ahí. Los ejemplares capturados incide ntalmente por la flota menor fueron atrapados sobre todo en redes camaroneras con luz de malla de 2.75 pulgadas (44 77 5 ejemplares ), con una mortalidad de 649 totoabas por red. Le s igue e n importancia la red chanera con lu z de malla de 4 pul gad as (con 2 65 2 ej e mplares y una captura promedio de 91 totoabas por red) , as í como la cimbra (1296 ejemplares), en laque quedaron atrapados 50 ejemplares en promedio, y la red tiburone ra co n lu z de malla de 5 y 6 pulgadas, con 45 y 940 ejemplares cada una y un a mortalidad de 6 y 72 totoabas por red , respectivame nte . El factor más importante en el ex terminio de la totoaba son las redes camaroneras de arrastre qu e usa la flota mayor, en especial las de luz de malla de 2.25 pulgadas utilizadas por las embarcaciones mayores, a las cuales siguen en importancia las de 2. 75 pulgadas (que aunque las e mpl ean ambo s tipos de flota, la mortalidad mayor es en las redes de la mayor) . De ac uerdo co n la apreciación de Vida! al parecer la vaquita marina se captura en redes sien·eras y tiburon eras. 19 Cabe señ alar que la flota mayor no informa captura incidental de esta espec ie, tal vez porque la vaq uita busca refugio al escuchar ruidos i nu sual es en su hábitat. Se puede inferir que en 1994 predominó el uso ele las rede s más dañinas para las totoabas en la flota mayor y qu e, en resumen, las causantes de la extinción el e la totoaba son las grandes embarcaciones, por el tipo de arte de pesca o red u ti !i zada en la captura del camarón en el Alto Golfo. No obsta nte, la flota menor no está exenta de responsabi lid ad, pero su perjui cio es menor, sobre todo en el caso de la totoaba. De 1994 a 1995 di sminuyó el uso de redes do nde se tuvo e videncia empírica de captura incide ntal de vaquitas marinas. Aun que son muy poca s las qu e se atrap a n e n un a te mp o rada camaronera, es una merm a con siderabl e a su po blaci ón tan reducida. En este caso es prec iso ev itar el te ndid o de redes ele un día para otro. Una medida qu e tal vez di sminu ya la captura inc ide ntal ele totoaba en redes camaron eras es "e l uso o bli gatorio el e di spositivos ex cluidores de tortu gas marin as e n las redes ele arras tre 19. Citado po r J. A lbe rt o Go d ínez y C a rl os l. V á zq ue z. op. cit.

comercio exterior, di ciembre de 1998

E

n este trabajo se refuta la hipótesis tradicional de que los pobres son los causan tes de la degradación ambiental, al menos en el caso

1011

de optimar los procesos de captura del camarón, así como de favorecer la liberación o escape de estos quelonios y simultáneamente reducir las capturas de fauna de acompañamiento . Se supone que el tamaño mínimo de la malla es de 40 mm (1 .64 pulgadas) . Se espera que esta medida sea benéfica para las poblaciones de totoabas, por lo que se hace necesario darle seguimiento . Un problema importante ha sido que hasta 1995 las leyes no exigían el uso de redes más selectivas. En general, las redes que respetan a las especies son un poco más caras que las utilizadas hasta la temporada 1995-1996. Además, está el desincentivo de que capturan menos camarón. Es lógico que los dueños , tanto de redes como de embarcaciones, no están dispuestos a sacrificar parte de sus capturas por preservar el ambiente si los otros pescadores no hacen nada por conservarlo. Ello puede llevar a un resultado adverso, similar al que se plantea en el juego del dilema del prisionero .

específico del Alto Golfo Cm i EN TARI OS FINALES

de California. La sobrexplotación pesquera más bien es resultado de la imposición de modelos tecnológicos inadecuados al marco ambiental

durante las operaciones de pesca de camarón en el Océano Pacífico, incluyendo el Golfo de California" (Diario Oficial de la Federación, marzo de 1996). La norma oficial me xic ana de emergencia NOM -EM-00 1- PESC - 1996, publi cada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de marzo de 1996 (párrafo 0.3) establece que la Semarn ap, por medi o de l In stituto Nacional de la Pesca, ha realizado estudi os científi cos y tec nol óg icos en e l Océano Pacífico, incluyendo el Golfo de Califo rni a, sobre la selectividad del equipo de pesca cuando le so n inc orporados di spositivos excluidores de tortu gas, con Jos obj etivos expresos

1parecer la pobreza no es factor determinante en la degradación ambiental, ejemplificada por dos especies en peli gro de extinción (la totoaba y la vaquita marina). Más bien debe atribuirse a un problema tecnológico: el arte de pesca empleado para la captura de camarón en el Alto Golfo de California. La tecnología es poco selectiva y obsoleta respecto de las utilizadas en países industrializados. La pobreza (según el método utilizado) no es muy severa en las dos flotas de la zona de estudio , pero en general un pescador, de cualquier estrato, se resistiría a cambiar de oficio o a emigrar a otra localidad, ya sea por su escasa experiencia en otras labores, su edad, su baja escolaridad, el tiempo que se ha dedicado a actividades pesqueras, etc . Todos estos factores lo atan a la pesca. Los pescadores de la flota menor viven en condiciones un poco más favorables que los de la mayor. Esto puede deberse a que las embarcaciones menores se dedican a la captura de otras especies diferentes del camarón, durante la temporada de veda para el crustáceo y fuera de ésta , cuyo alto valor comercial les permite obtener ingresos considerables. De acuerdo con esto, convendría estimular el cambio de la flota mayor camaronera a una multiespecie. En este trabajo se refuta la hipótesis tradicional de que los pobres son los causantes de la degradación ambiental , al menos en el caso específico del Alto Golfo de California. La sobrexplotación pesquera más bien es resultado de la imposición de modelos tecnológicos inadecuados al marco ambiental. En el caso de las artes utilizadas para la pesca del cam arón en la zona, es recomendable restringir el uso de redes camaroneras con luz de malla de 2.25 pulgadas, pues al parecer son las más dañinas para los ejemplares juveniles de totoabas. Con la finalidad de aplicar medidas de preservación y con servación de estas especies en peligro de extinción, es necesario, asimismo, establecer monitoreos periódicos en las embarcaciones y llevar registros de las capturas incidentales de es tas

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