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INDICE 1.− Las Erinias 2.− El papel de las Erinias en la literatura clásica. • 2.1− Hesiodo ♦ Teogonia ♦ Trabajos y dias • 2.2− Euripides • Medea • Las Troyanas • 2.3− Virgilio • La Eneida 3.− Esquilo y La Euménides. 4.− Repercusión de las Erinias en la formación de la Familia. (Engels) 5.− Conclusión 6.− Bibliografía 1.− LAS ERINIAS Las Erinias, llamadas también las Eumerides, es decir, las bondadosas. Nombre este destinado a adularlas y por consiguiente a soslayar su terrible cólera. Son unas divinidades violentas que los romanos identificaron con las Furias. Nacidas de las gotas de sangre con las que se impregnó la tierra cuando mutilaron a Urano. Pertenecen, por tanto, a las divinidades mas antiguas del panteón helénico. Son fuerzas primitivas que no reconocen la autoridad se los dioses de la generación joven. Son análogas a las Parcas o Destinos, que no tienen mas ley que ellas mismas, y a las cuales el propio Zeus se ve forzado a obedecer. En un principio su numero era indeterminado , pero mas tarde se irá precisando, asi como sus nombres; generalmente son tres: ◊ Alecto − Tesífone − Megera Se representan como genios alados, con serpientes entremezcladas en su cabellera y llevando en la mano antorchas o látigos. Cuando se apoderan de una victima lo enloquecen y torturan. A menudo son comparadas con perras que persiguen a los humanos. Su mansión es la tiniebla de los infiernos: el Erebo.
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A partir de los poemas homéricos, su misión esencial es la venganza del crimen. De modo especial castigan las faltas contra la familia. Un ejemplo claro es el de Altea, son las Erinias las que le dictan su crimen contra Meleagro. Como venganza ya que Meleagro dio muerte a sus tíos. También son las causantes de las desgracias de la familia de Agamenón a consecuencia del sacrificio de Ifigenia; las que impulsan a Clitemnestra a matar a su esposo, castigándola luego por mano de su hijo, y finalmente las que persiguen a éste como asesino de su madre. Un papel semejante es el que desempeña en la maldición que pesa sobre Edipo. Son las protectoras del orden social, castigan todos los delitos susceptibles de turbarlo, así como el exceso, la Hybris, que tiende a hacer olvidar al hombre s condición de mortal. Prohíben a los adivinos y profetas revelar con excesiva precisión el futuro, es decir, liberar a los humanos de su incertidumbre y asemejarlos en demasía a los dioses. A través de ellas encuentra su expresión la concepción fundamental el espíritu helénico en un orden del mundo que debe protegerse contra las fuerzas anárquicas. Naturalmente una de sus funciones esenciales es castigar al homicida, no solo al asesino y criminal sino al homicida en general, ya que el asesinato es una mancha de tipo religioso que pone en peligro la estabilidad del grupo social en cuyo seno se ha cometido. Generalmente el asesino es desterrado de su patria y vaga errante de ciudad en ciudad hasta que encuentra a alguien dispuesto a purificarlo de su delito. A menudo es enloquecido por las Erinias (Orestes− Esquilo). Poco a poco, a medida que se afirma la creencia en un mas allá, las Erinias van convirtiéndose en las divinidades de los castigos infernales. Esta función aparece ya en Homero aunque tímidamente, pero sobre todo se manifiesta en la Eneida de Virgilio. Este las presenta atormentando a las almas de los difuntos con sus látigos y aterrorizándolos con sus serpientes en el fondo del tártaro. Es posible que estas sombrías concepciones hayan sufrido la influencia de la religión etrusca, que se complacía en sitiar en el mundo infernal seres monstruosos que torturaban a los muertos. Una de las leyendas más famosas sobre las Erinias se refiere a su implacable persecución del príncipe tebano Orestes por el asesinato de su madre, la reina Clitemnestra. Orestes había recibido el encargo del dios Apolo de vengar la muerte de su padre, el rey Agamenón, a quien había matado Clitemnestra. Las Erinias, sin embargo, ajenas a sus motivos, lo persiguieron y atormentaron. Orestes apeló finalmente a la diosa Atenea, quien persuadió a las diosas vengadoras para que aceptaran la explicación de Orestes, que de esta manera quedó liberado de su falta. Cambiaron su aspecto cuando aprendieron a mostrarse misericordiosas. De Furias, de espantosa apariencia, se convirtieron en Euménides se convirtieron en las defensoras de los
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suplicantes.
2.− EL PAPEL DE LAS ERINIAS EN LA LITERATURA CLÁSICA. Muchos son los autores que se han referido al mito de las Erinias en sus obras. Gracias a estas alusiones podemos entender un poco mejor el papel que estas desempeñan y la evolución de las mismas. En estas obras podemos apreciar el cambio de las temibles Erinias, identificadas con las furias a su metamorfosis en protectoras del suplicante, es en este momento cuando se las renombra con el nombre de las Euménides. Entraremos ahora en el análisis de los fragmentos encontrados en dichas obras estudiando el tratamiento que distintos autores en distintas épocas. 2.1−HESIODO. Hesíodo nació en Ascra, Beocia (hoy Palaioppanagia). Los especialistas modernos lo sitúan en el periodo homérico de la literatura griega. Su primera obra, Los trabajos y los días, es el primer ejemplo de poesía didáctica. Esta obra relata las experiencias de Hesíodo durante su época de campesino, y está salpicada de episodios alegóricos y fábulas. El tema principal de la obra es la decadencia moral. Hesíodo relata la historia del mundo en cinco etapas, desde la edad de oro hasta la edad del hierro, que él considera dominada por el mal. También se atribuye a Hesíodo la autoría de la Teogonía, o nacimiento de los dioses, un poema en el que el amplio y amorfo corpus de los mitos griegos queda sistematizado y ampliado hasta incluir nuevas divinidades desconocidas en los poemas homéricos. La Teogonía narra la creación del mundo a partir del caos, el nacimiento de los dioses y sus hazañas. La última parte contiene una lista de las hijas de Zeus, padre de los dioses, así como de mujeres mortales. Esta lista es la introducción a un poema perdido, Catálogo de las mujeres, que narra las hazañas de los héroes nacidos de mujeres mortales. • TEOGONIA.(ct 185 y 472) 1.− Mito de la castración de Urano No en vano escaparon aquellos de su manos, pues cuantas gotas de sangre salpicaron, todas las recogió Gea. Y al completarse un año, dio a luz a las poderosas Erinias, a los altos gigantes de resplandecientes armas que sostienen en su mano largas lanzas y a las ninfas que llaman Melias sobre la tierra ilimitada. 3
2.− Hijos de Cronos y Rea. ... Cuando ya estaba a punto de da a luz a Zeus, padre de Dioses y hombres, suplico a sus padres (Urano y Gea) que le ayudaran a urdir un plan para tener ocultamente el parto de su hijo y vengar a las Erinias de su padre ( y los hijos que se trago el poderoso Cronos de mente retorcida). En este fragmento Hesiodo nos cuenta el nacimiento de las Erinias de las gotas que caen en la tierra tras la castración de Urano. En este fragmento no nos habla sobre el carácter o la función que van a desempeñar, solo nos relata su nacimiento. − TRABAJOS Y DIAS.(ct 803) Guardate de los cinco, pues son duros y terribles. En el quinto dicen que las Erinias atendieron al juramento en su nacimiento, al que pario Eris como azote a los perjuicios En esta obra Hesiodo ya nos muestra el carácter funesto de las Erinias y las equipara con Eris, que según él cuenta en la Teogonia, es la diosa ocura nacida del caos, a su vez engendra dos elementos: Eter y Día, y una serie de abstracciones. Es hermana de Erebo, que personifica las tinieblas subterráneas. Por tanto, patente queda en este fragmento lo funestas que son estas divinidades. Habla aquí tambien de un tema que tambien tratara Virgilio ( Georgias I− 277) este quinto día asocia se asocia al juramento y entre pitagóricos era símbolo de justicia. 2.2.− EURIPIDES. Eurípides (c. 480−406 a.C.), dramaturgo griego, el tercero junto con Esquilo y Sófocles de los tres grandes poetas trágicos de Ática. Su obra, enormemente popular en su época, ejerció una influencia notable en el teatro romano. Posteriormente su influencia se advierte en el teatro del renacimiento como en los dramaturgos franceses Pierre Corneille y Jean Baptiste Racine. Según la tradición, Eurípides nació en Salamina, un 23 de septiembre probablemente del año 480 a.C., el día de la gran batalla naval entre los griegos y los persas. Si bien Eurípides no se identificó personalmente con una determinada escuela filosófica, recibió la influencia de los sofistas y de filósofos como Protágoras, Anaxágoras y Sócrates. A diferencia de Esquilo y Sófocles, Eurípides representaba los nuevos movimientos morales, sociales y políticos surgidos en Atenas hacia finales del siglo V a.C. Fue éste un periodo fructífero en el plano intelectual, durante el cual el conocimiento era considerado como el mayor de los logros terrenales Eurípides introdujo una nueva conciencia en la tragedia. Se interesó ante todo por el pensamiento y las experiencias del ser humano ordinario, más que por las figuras legendarias del pasado heroico. Si bien bebió en las fuentes de la mitología antigua, Eurípides trataba a sus personajes de un modo realista: ya no eran símbolos idealizados y ajenos a la vida normal. Era capaz de demostrar la corrupción y la debilidad humana con amargura y hondo realismo, y al mismo tiempo de reflejar en sus obras un profundo respeto por el heroísmo humano, la dignidad y la pasión. Eurípides asignó un lugar destacado en su obra a los personajes femeninos y el protagonista de sus dramas era con frecuencia una heroína del crimen o la virtud. La estructura de las obras de Eurípides se ha tachado a menudo de imperfecta por el uso del coro como un elemento independiente de la acción, y por el hecho de que sus obras se basan con frecuencia en brillantes episodios inconexos, que no constituyen una unidad coherente para el desarrollo gradual de la trama. Sin embargo, en obras como Medea (431 a.C.), la trama se desarrolla sin obstáculos hasta alcanzar su clímax devastador. Eurípides extrajo sus tramas de las mismas fuentes que los demás dramaturgos griegos. Los mitos y leyendas griegos llamaron poderosamente su atención, en particular las aventuras de héroes atenienses como Teseo. 4
−MEDEA : (ct 1260−1389) Oh tierra y sol brillante rayo, mirad, ved a la mujer funesta, antes de que ponga su mano de muerte, una mano asesina de su propicia carne, sobre sus hijos. De tu áurea estirpe germinaron. Oh sol y miedo da es ver como la sangre De un dios se vierte por obre de los hombres. Oh luz, de zeus nacida, detenla, contenla, Expulsa de la casa la miserable y sanguinaria Erinia que alzaron demonios vengadores. Jasón− Que las erinias de tus hijos y la justicia vengadora de los crímenes de sangre te hagan perecer − LAS TROYANAS.(415 a.C) Donde esta el barco del jefe? A donde debo ir a emparcar? Acecha el viento que ha de hendir tus velas, pues conmigo te llevas una de las tres Erinias. Adiós , madre mía. No llores. En los primeros fragmentos el coro explica como los delitos de sangre cometidos anteriormente por Medea, especialmente la muerte de su hermano, han levantado contra ella a los espíritus de la venganza del muerto que la han transformado en una erinia sedienta de sangre. Por otra parte, en las Troyanas se ve esa necesidad de cumplir la pena que estas llevan a cabo cuando se trata de un crimen cometido. Lo novedoso aquí es la conciencia de los personajes ya que ellos asumen que debe ser así. No hay nadie que se oponga a la justicia divina que en este caso tan cruelmente llevan a cabo las Erinias. En Euripides vemos una visión de las Erinias muy cruda, tal y como nos aparecen en el mito clásico, como vimos anteriormente en él, gusta de los mitos clásicos y este es un ejemplo de ello. Nos las presenta como los demonios vengadores de la injusticia cometida y no pararan hasta cumplir su cometido. Refleja la importancia que tienen en cuanto a llevar a cabo la justicia cuando se refiere a crímenes de sangre y atentados contra la familia. Tambien debo destacar que la visión que tiene Euripides del mito de las Erinias ya no es como en Hesiodo, en las obras de Euripides es un mito ya asentado, no nos aclara quien son sino que lo da por supuesto, no es el caso de Hesiodo que nos habla de su nacimiento. 2.3.− VIRGILIO. Virgilio (70−19 a.C.), poeta romano, autor de la Eneida, obra maestra de la literatura latina. La influencia de Virgilio en escritores europeos de épocas posteriores fue enorme. Virgilio estudió en profundidad las literaturas griega y romana, además de retórica y filosofía, en Cremona, Mediolanum (hoy Milán), Roma y 5
Nápoles. Gracias a la protección del político romano Cayo Mecenas, Virgilio se vio libre de preocupaciones económicas y pudo entregarse plenamente al estudio y a la literatura. En su lecho de muerte, Virgilio ordenó a Augusto que destruyera la Eneida; sin embargo, el poema fue revisado y publicado por Vario Rufo y Plotio Tuca. La Eneida, una epopeya mitológica en doce libros que relata las peripecias del héroe Eneas durante siete años, desde la caída de Troya hasta su victoria militar en Italia. Eneas huye de Troya con su anciano padre, Anquises, sobre sus hombros y su hijo Ascanio de la mano. Consigue reunir una flota y zarpa con los supervivientes troyanos rumbo a Tracia, Creta, Epiro y Sicilia, antes de ser abordado en las costas de África. Allí, Dido, reina de Cartago, se enamora de Eneas y se suicida tras su partida. Tras atracar en la desembocadura del río Tíber, en Italia, Eneas da muerte a Turno, rey de los rútulos, en una lucha por conseguir la mano de Lavinia, princesa del Lacio. El estilo de la Eneida y su tratamiento están inspirados en las antiguas epopeyas griegas, la Iliada y la Odisea de Homero.La Eneida está considerada generalmente como la primera gran epopeya literaria, puesto que la Iliada posee una gran riqueza artística pero contiene un gran número de recursos ya usados en la poesía oral anterior. Fue una obra muy apreciada en su época. Durante la edad media se encontró en ella un sentido filosófico, y Virgilio fue considerado casi un vidente. Dante realiza un homenaje a Virgilio en la primera parte de la Divina Comedia, convirtiéndole en guía del poeta a través del Infierno y del Purgatorio, hasta llegar a las puertas del Paraiso. Pero fue la devoción de Petrarca por el estilo virgiliano, lo que convirtió a Virgilio en una referencia constante en el humanismo en el renacimiento. LA ENEIDA. Arrebatado por las palabras del hijo de Etreo y por la voluntad de los Dioses, me lanzo al incendio y a la pelea, a donde me llaman la tristes Euménides, el crujido de las armas y los clamores que levantan hasta el cielo En Virgilio se ve claramente ya la evolución sufrida por las Erinias, aquí ya se nos presentan como Euménides, por lo que ya han sufrido esa transformación, ya no son la temibles y horrorosas divinidades que atormentan al criminal, sino que son las protectoras de los suplicantes. Virgilio las trata con una cierta delicadeza que en los autores anteriores no existía. 3.−ESQUILO Y LAS EUMENIDES. Esquilo (525−456 a.C.), dramaturgo griego nacido en Eleusis, cerca de Atenas, fue el primero de los grandes trágicos de esta ciudad. En cuanto predecesor de Sófocles y de Eurípides, es el fundador de la tragedia griega. Combatió contra los persas en Maratón, el 490 a.C., en Salamina, el 480 a.C. Hizo al menos dos viajes a Sicilia, y allí murió, durante su última visita. Se ha dicho que Esquilo escribió unas noventa obras. Sus tragedias, representadas por primera vez el 500 a.C., se ofrecían como trilogías, o grupos de tres, unidas habitualmente por un asunto común, y cada trilogía venía seguida por un drama satírico. Se conocen los títulos de 79 de sus obras teatrales, pero sólo han sobrevivido siete. Los siete contra Tebas, presentada el 467 a.C., se basa en una leyenda tebana: el conflicto entre los dos hijos de Edipo, Eteocles, y Polinices, por el trono de Tebas. Se cree que es la tercera obra de una trilogía, y que las dos primeras son Layo y Edipo. Prometeo encadenado, una obra de fecha incierta, retrata el castigo del rebelde Prometeo por parte de Zeus. Probablemente sea la primera obra de una trilogía prometeica, cuyas otras dos serían Prometeo desencadenado y Prometeo el que trae el anillo. 6
Las tres obras restantes, Agamenón, Las Coeforas y Las Euménides (Las furias), presentadas el 458 a.C., forman la trilogía conocida como la Orestiada, o historia de Orestes. En Agamenón, una de las más grandes obras de la literatura dramática, el rey Agamenón regresa al hogar desde Troya y es asesinado a traición por su infiel esposa Clitemnestra. En la segunda obra, Orestes, hijo de Agamenón, regresa a Argos y venga la muerte de su padre asesinando a su madre y a su amante Egisto. Este matricidio es castigado por las vengadoras divinidades, las erinias. En las Euménides, las erinias persiguen a Orestes hasta que éste queda limpio de su sangre culpable y le declara inocente el antiguo tribunal del Areópago gracias a la intercesión de Atenea, diosa de la sabiduría. Al introducir un segundo actor en la obra, Esquilo creó el diálogo dramático. También desarrolló la representación del drama, al introducir el vestuario y los decorados. Los argumentos de sus obras son profundos, referidos al mito, la religión y la pasión, y encuentran expresión en un lenguaje muy poético. La Orestiada, probablemente su obra más madura, proporciona una intensa visión de sus conceptos de justicia y piedad y de su creencia en una voluntad divina con ayuda de la cual la humanidad puede alcanzar la sabiduría a través del sufrimiento. En su obra Las Euménides, el dramaturgo ateniense Esquilo representó la implacable persecución de Orestes por las Erinias después de haber matado a su madre, Clitemnestra, para vengar la muerte de su padre, el rey Agamenón, a quien Clitemnestra había asesinado. Las Erinias acosaron a Orestes durante todo el camino a Atenas. Allí Orestes acudió a la diosa Atenea, que estaba a cargo de su juicio en el Areópago y emitió el voto decisivo en favor de su absolución. Después de este juicio, las Erinias aceptaron un nuevo papel como guardianas de la justicia y llegaron a ser conocidas como Euménides. Podemos decir que además de la persecución de la Erinias a Orestes y su transformación de furias a Euménides, otro tema capital de la obra es la contraposición entre los dioses antiguos ( simbolizados por las furias) y los dioses nuevos u Olímpicos, que representan la organización estatal, en contraposición a los antiguos que tienen una organización tribal. Un ejemplo de esto: Erinias: ¡ Estos dioses jóvenes! Es así como actúan, forzando la justicia. Corifeo: ¡Ay, ay! Hijo de Zeus, que ladrón eres. Tú, un joven dios, a númenes pisoteas amparo a un suplicante impío... Tú, me hurtaste un matricida. ¿Quién podrá sostener que esto es justicia? ¡Estos jóvenes dioses! Es así como actúan, forzando la justicia. Veamos la gradación que ofrece Esquilo en cuanto al paso sufrido por la Erinias hasta adoptar su condición de Euménides, es decir, las bondadosas, protectora del suplicante. Apolo: Ahora rendidas puedes ver a estas furias por el sueño, a estas abominables criaturas, viejo brote de un antiguo pasado, con quien no tratan ni dioses, ni hombres ni fieras. Nacieron para el mal pues que habitan la horrorosa tiniebla, en la entraña de la tierra, el encono de mortales y los dioses del Olimpo. ... Tras tus huellas correrán por todo el continente doquiera que tu planta vagabunda pise... Vemos aquí como Esquilo nos habla del horror que estas tres arcaicas divinidades suscitan tanto en dioses como en hombres. Nos las presenta como seres despreciables, no sujetas a leyes ni a jerarquías, temibles y nada piadosas. 7
Espectro de Clitemnestra: ...¿Para que necesito y gente amodorrada? Y, entretanto, de vuestra protección desatinada no cesa de sonar en mis oídos entre las almas,he matado, y ando entre a sombra envuelta . Porque os hago saber que allí me acusan de un horrendo pecado,... Mira esta herida con los ojos de tu alma: que dormida,... ¡ cuantas veces lamisteis mis ofrendas, libaciones sin vino, que es un sobrio apaciguamiento! ¡ cuantos sagrados manjares yo de noche os ofrecía ante el altar del fuego, en unas horas con ningún otro numen compartidas! ... y él entre tanto se ha escapado, ha emprendido la huida como un ciervo... oídme ya, que os hablo de mi vida. Vuestra mente despejad o diosas subterráneas! Aquí Esquilo nos muestra la actitud de Clitemnestra, que se enfurece ante la actitud de las Erinias, ya que ante el sueño de estas, Orestes escapa. El espectro de Clitemnestra les recuerda a las Erinias su pecado y su muerte y las empuja a la persecución de Orestes ya que este es un matricida y las Erinias deben perseguirle y hacerle pagar su pena ya que ese delito no puede quedar impune y es eso lo que clama Clitemnestra. Vemos después un enfrentamiento verbal entre Apolo (del panteón olímpico) y las Furias ( de los dioses antiguos), en el cual Apolo quiere hacer entender a las Erinias que no es un matricidio, que es lo que el Oráculo ordeno, ya que el oráculo declaro que era lo que Orestes debía hacer, que tan culpable es Orestes como su madre, Clitemnestra. Corifeo: Tu voz oracular al extranjero ordeno que a su madre matara. Apolo: Mi oráculo pidió vengar a un padre. Corifeo: y luego prometiste protegerlo ... Apolo: No merecen pisar este templo Corifeo: Esta es la misión que tengo encomendada. Apolo: ¿y que misión? Dime tu cometido. Corifeo: Expulsar del hogar al matricida Apolo: Y, ¿si una esposa mata a un marido? Corifeo: Esta sangre vertida no es la suya Por tanto, vemos en este enfrentamiento entre Apolo y las Erinias que importancia tiene el atentar contra la familia y sobre todo el parricidio o matricidio, ya que manchas tu honro porque viertes tu misma sangre. Mas adelante vemos que en el juicio que se le hace a Orestes, cuando declara Apolo que fue él el que indujo a Orestes a matar a su madre vemos de nuevo la postura de las Erinias ante el matricidio, ya que según ellas los esposos no comparten la sangre, pero hijo y madre si, es por eso por lo que no persiguieron a Clitemnestra en vida, porque su pecado no había sido tan horrible como el de Orestes, que si debía ser vengado. Estas no dan crédito a que Zeus de mas importancia a la muerte de un padre ( en este caso Agamenón) Apolo: Si, porque no es lo mismo que el que muera sea un noble investido con el cetro de Zeus, y a más, a manos de una esposa...
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Corifeo: Zeus, según tú, da mayor importancia a la muerte de un padre. Y, sin embargo, al suyo, al viejo Cronos, de cadenas un día lo cargo, y ¿ahora tu afirmas que no hay contradicción en tus palabras? Realmente los argumentos de Apolo, son machistas. De hecho, en la obra se enfrenta una concepción matriarcal con una concepción patriarcal. Apolo representa la visión patriarcal, las furias el matriarcado y la organización tribal. Las Erinias hablan y ellas mismas explican su horrible función, no atienden a nada y se da un enfrentamiento con Atenea, ya que esta intercede defendiendo a Orestes ya que este es acosado por las erinias. Nos consideramos rectas justicieras. Contra el hombre de manos limpias no se precipita nuestra cólera... pero cuando uno ha pecado como ha hecho este individuo que quiere ocultar sus manos ensangrentadas nos erguimos ante el en testigo de los muertos, y cual sangre exactoras a su vista aparecemos, hasta la gota postrera Hija de Zeus... de la noche tristes hijas somos. Nuestro nombre en la morada nuestra, bajo tierra, es el de Maldición Vemos el papel tan oscuro que tienen las Erinias, ellas mismas ponen en relieve su cometido, son las que velan por la justicia pero de forma cruel y extremista ya que su cometido es enloquecer en este caso al matricida y chuparle la sangre hasta que muera. Es importante esta obra porque en el enfrentamiento verbal que tienen con la diosa Palas Atenea, si ve que lo que Esquilo esta haciendo magníficamente es equiparar a los dioses antiguos con los dioses olímpicos. Matiza el papel oscuro y perseguidor de las Erinias, porque es un mito arcaico y lo acerca al mundo de los dioses olímpicos. En el dialogo entre estas y Palas Atenea, Esquilo nos habla de un nuevo orden político, instaurado por mano de la diosa Atenea. Atenea: Pero puesto que aquí se ha presentado el caso, de esta sangre escogeré jueces atados por gran juramento y luego en el augusto tribunal lo tornare, que dure para siempre. Corifeo: hoy habra subversión, hoy nuevas leyes si triunfa el derecho asesino de este matricida. ... que nadie ya, por la desgracia herido pida ayuda invocando la justicia y la erinia. Se instaura así un nuevo orden legislativo, el areópago, y será Atenea quien imparta la justicia, ya no es un papel asignado a las Erinias, ya no son ellas las que deben velar y juzgar al impío sino que será Atenea la que mediante juicios justos. Este es el caso del suplicante Orestes que llega a manos de Atenea huyendo de la furia de las Erinas y al cual por primera vez se le hará un juicio justo, acorde con la época ya que son los dioses olímpicos los que ahora imparten la justicia, desbancando un poco a los antiguos que ya no tienen razón de ser. Tras la absolución de Orestes en un juicio justo viene la transformación de las erinias ya que con este nuevo orden político, su función queda obsoleta, veamos como se da este paso de temidas furias a diosas protectoras de los suplicantes. Cuando Orestes es absuelto por el tribunal del areópago, las erinias se sienten ultrajadas y menospreciadas, a lo que Palas Atenea siempre justa les asegura que de honores no carecen y que es necesario que desechen el odio que tienen, que honren a dioses y mortales. Atenea: creedme y no reaccionéis con llanto tan agudo, que no habéis sido vencidas:... Yo os prometo en esta tierra un asiento legitimo, do sentadas en un trono esplendoroso junto al altar, los honores recibiréis de esta tierra. Corifeo: ¡ Ay, ay! Jóvenes dioses, la antigua honor, aquí, postradas! [...] 9
Corifeo: Atenea, ¿qué sede me prometeis?institución, habéis hollado, me habéis arrancado de las manos. ... Ay que triste destino han conocido las hijas de la Noche que gimen sin Atenea: Será sin daño. Acéptala sin mas. Corifeo: La acepte ya. ¿qué dignidad me espera? Atenea: Que sin tu bendición no hay feliz casa. Corifeo: ¿Harás tan grande mi poder, Atenea? Atenea: si el éxito daré el que te venere. Hay un pacto como dijimos entre Atenea y las Erinias, estas aceptan las condiciones de Atenea. Estos las hace ser mas piadosas ya que toman un sitio al lado de atenea y esta es su protectora también, por lo que dejan de ser las oscuras y horribles diosas de las tinieblas y pasan a ser las diosas que estén al lado de Atenea protegiendo a los suplicantes. La Orestea tiene un significado universal, se refiere a temas universales. Es accesible a todo hombre que haya reflexionado sobre los avatares de lo humano. Se trata el tema de la justicia y el poder, del castigo de la injusticia y los enfrentamientos por el poder. Un elemento clave en el teatro esquileo es la sustitución, en la escena final, de la persuasión en lugar de la violencia. En ocasiones los dioses son severos e implacables y los mortales se encuentran prisioneros, pese a que puedan elegir como afrontar su propio destino, lo vemos en el caso de Orestes claramente. Una de las originalidades de esta obra y en general de Esquilo, es el conflicto de fuerzas que tienen defensores divinos, la justicia o venganza implacable es la que pretenden las erinias, que ceden al final a la persuasión de Atenea, y la proyección de esto en el ámbito socio−político de la época. Al final de la obra vemos q las erinias son vencidas y se convierten en Euménides, deidades benévolas, aunque se subraya el respeto que hay que se les debe, la necesidad de un miedo que aleje a los ciudadanos de la impiedad. Finalmente las Euménides reconciliadas con Atenea y prometen toda clase de felicidades a la ciudad. Ni anarquía ni tiranía, ese es el lema de las Euménides. 4.− LA REPERCUSIÓN DEL MITO EN FILOSOFIA. El estudio de la historia de la familia comienza en 1861, con el "Derecho materno" de Bachofen. El autor formula allí las siguientes tesis: • primitivamente los seres humanos vivieron en promiscuidad sexual, a la que Bachofen da, impropiamente, el nombre de eterismo; • tales relaciones excluyen toda posibilidad de establecer con certeza la paternidad, por lo que la filiación sólo podía contarse por línea femenina, según el derecho materno; esto se dio entre todos los pueblos antiguos; • a consecuencia de este hecho, las mujeres, como madres, como únicos progenitores conocidos de la joven generación, gozaban de un gran aprecio y respeto, que llegaba, según Bachofen, hasta el dominio femenino absoluto (ginecocracia); • el paso a la monogamia, en la que la mujer pertenece a un solo hombre, encerraba la transgresión de una 10
antiquísima ley religiosa ,transgresión que debía ser castigada o cuya tolerancia se resarcía con la posesión de la mujer por otros durante determinado período. Bachofen halló las pruebas de estas tesis en numerosas citas de la literatura clásica antigua, reunidas por él con singular celo. El paso del "heterismo" a la monogamia y del derecho materno al paterno se produce a consecuencia del desarrollo de las concepciones religiosas, a consecuencia de la introducción de nuevas divinidades, que representan ideas nuevas, en el grupo de los dioses tradicionales, encarnación de las viejas ideas; poco a poco los viejos dioses van siendo relegados a segundo plano por los primeros. Así, pues, según Bachofen no fue el desarrollo de las condiciones reales de existencia de los hombres, sino el reflejo religioso de esas condiciones en el cerebro de ellos, lo que determinó los cambios históricos en la situación social recíproca del hombre y de la mujer. En correspondencia con esta idea, Bachofen interpreta la "Orestiada" de Esquilo como un cuadro dramático de la lucha entre el derecho materno agonizante y el derecho paterno, que nació y logró la victoria sobre el primero en la época de las epopeyas. Llevada de su pasión por su amante Egisto, Clitemnestra mata a Agamenón, su marido, al regresar éste de la guerra de Troya; pero Orestes, hijo de ella y de Agamenón, venga al padre quitando la vida a su madre. ello hace que se vea perseguido por las Erinias, seres demoníacos que protegen el derecho materno, según el cual el matricidio es el más grave e imperdonable de los crímenes. Pero Apolo, que por mediación de su oráculo ha incitado a Orestes a matar a su madre, y Atenea, que interviene como juez (ambas divinidades representan aquí el nuevo derecho paterno), defienden a Orestes. Atenea escucha a ambas partes. Todo el litigio está resumido en la discusión que sostienen Orestes y las Erinias. Orestes dice que Clitemnestra ha cometido un crimen doble por haber matado a su marido y padre de su hijo. ¿Por qué las Erinias le persiguen a él, cuando ella es mucho más culpable? La respuesta es sorprendente: "No estaba unida por los vínculos de la sangre al hombre a quien ha matado". El asesinato de una persona con la que no se está ligado por lazos de sangre, incluso si es el marido de la asesina, puede expiarse y no concierne en lo más mínimo a las Erinias. La misión que a ellas corresponde es perseguir el homicidio entre consanguíneos, y el peor de estos crímenes, el único imperdonable, según el derecho materno, es el matricidio. Pero aquí interviene Apolo, el defensor de Orestes. Atenea somete el caso al areópago, el tribunal jurado de Atenas; hay el mismo número de votos en pro de la absolución y en pro de la condena; entonces Atenea, en calidad de presidente del Tribunal, vota en favor de Orestes y lo absuelve. El derecho paterno obtiene la victoria sobre el materno, los "dioses de la nueva generación", según se expresan las propias Erinias, vencen a éstas, que, al fin y a la postre, se resignan a ocupar un puesto diferente al que han venido ocupando y se ponen al servicio del nuevo orden de cosas. Esta nueva y muy acertada interpretación de la "Orestiada" es uno de los más bellos y mejores pasajes del libro de Bachofen, pero al mismo tiempo es la prueba de que Bachofen cree, como en su tiempo Esquilo, en las Erinias, en Apolo y en Atenea, es decir, cree que estas divinidades realizaron en la época heroica griega el milagro de echar abajo el derecho materno y de sustituirlo por el paterno. Es evidente que tal concepción, que estima la religión como la palanca decisiva de la historia mundial, se reduce, en fin de cuentas, al más puro misticismo. Para finalizar con el tema de las Erinias, un cuento, si, un cuento de un autor contemporáneo que refleja el sentimiento de un hombre, que podría ser muchos siglos antes el mismo Orestes, o cualquier héroe clásico acechado por la maldad de las Erinias. Es un cuento breve que relata magistralmente el sentimiento de un hambre atormentado, triste,... Roman Buscarini plasma el mito con una sencillez y una claridad extraordinaria. Podría ser, porque no un Esquilo de nuestros dias. Las Erinias En una noche como esta la vi, en una noche como esta la perdí, ésta noche como tantas otras mi alma parece haber perdido el brillo para camuflarse en la oscuridad. Ya sea por cobarde o por vencido me siento en un 11
rincón de mi habitación a esperar que todo pase, pero el tiempo parece no correr y la oscuridad a punto de devorar mi alma me abraza y me oculta de la realidad. Esa realidad que vive del otro lado de mi puerta, tan cruel que el solo hecho de cruzar la puerta y caminar por el pasillo hacia el ascensor me amarga y me sumerge en la mentira −¿ no les conté que mi vida es una mentira?− no, creo que no, pero es así. Día tras día oculto mis frustraciones, a mi familia, a las personas que considero amigos y en mi trabajo, si, en mi trabajo también, todo, todo es una mentira. Si alguien le preguntase a Jorge quién soy yo, él se llenaría la boca hablando del empleado modelo que soy, como me esfuerzo, como resalto entre todos los mediocres vendedores y como voy a ser jefe de ventas en muy poco tiempo, y si el que pregunta es de confianza le diría inclinando la cabeza y en voz baja :−Aparte tiene locas a todas las minas de la oficina!−Si supiera el quién soy yo!, aunque todo es cierto, no es parte de mí, sino de un disfraz casi tan perfecto que nadie lo nota, y digo casi porque ellos si se dan cuenta y no me lo perdonan, noche tras noche me recuerdan que ellos lo saben y no los puedo engañar, lo intento, pero no puedo. Cuando la besé por primera vez y vi en sus ojos la ternura con que me miraba, sentí el triunfo, los vi caer, se los juro, estaban muertos. La vida se me volvió a llenar de vida, tanto que sentí la felicidad por primera vez y lloré, como un chico lloré, los ojos se me llenaron de lagrimas y reía , no se de que pero reía, hacía tanto que no escuchaba mi risa, no la del trabajo, sino mi verdadera risa, esa que creía que haber perdido cuando era chico y de golpe estaba ahí, en mi boca, y subía por mi garganta con tanta libertad, más reía y más lloraba y mi corazón.... fue fantástico. Yo me enamoré de ella apenas la besé y ella creo que se enamoró de mi necesidad de amar, y fuí realmente feliz, tanto que hablaba de ella con todos y en todo lugar. Cualquier charla, laboral o esas que sirven para matar el tiempo yo las dirigía hacia ella, y no me importaba aburrir a las personas con sus gestos, sus frases o sus miradas, porque no me interesaba hablar de otro tema que no sea ella. Cuando todavía no vivíamos juntos, y la noche me encontraba solo en mi departamento, trataba de escucharlos en el silencio de las habitaciones, ni una sola vez los escuché, ya no me llamaban ni me atormentaban con sus burlas, se habían ido y con el tiempo hasta llegué a olvidarlos. Mi vida habia cambiado, disfrutaba del día, de la luz, las tardes eran mavillosas, y las noches a su lado se volvían apasionadas y llenas de amor. Con mi familia, con mis amigos y en mi trabajo era el mismo, pero distinto, ya no veían el disfraz, sino a mi alma. Me aferré a su ser y no quise soltarla jamás, le propuse que vivamos juntos y dudó en aceptar, pero yo no le permití la duda y presione, y presioné, hasta lograr despertar con ella cada mañana. Todo fué como un sueño, llegaba del trabajo y ella estaba ahí, esperándome, con un beso, un abrazo y en el mejor de los casos me regalaba una sonrisa que me iluminaba los ojos. Las discusiones eran aisladas y por temas que ni me acuerdo, pero por cada discusión existía un reencuentro que valía por mil discusiones más. Perdón si no puedo seguir escribiendo ahora, recordar las alegrias pasadas me traen demasiadas tristesas y ellos están tocando la puerta......
......Creo volver a estar solo. Cierto día, no se bien cuándo, los volví a escuchar. Estaba en mi cama acostado esperado que volviese de un curso que había empezado hace poco y el susurro entró por mi oído desgarrándome, les pedí que me dejaran, 12
que se fueran y a cada súplica el susurro se volvía grito: Sos un muerto, estás solo y ella no es tuya. No podía ser, grité que se callaran, y las voces crecían y se mezclaban unas con otras hasta hacerse incomprensibles, pero yo las seguía entendiendo, cada vez más fuertes y mezcladas y cada vez las entendía mejor, grité con el alma y hubo un silencio espectral y al fín entendí que yo era el muerto y que todo era un engaño, sus risas, sus miradas, sus caricias, todo falso. Una mentira detrás de otra y mi ingenuidad me ocultó la realidad. Sus cursos de noche, sus cursos de noche ... Cuando volvió la insulté, la desprecié y ella con esa cara falsamente desconcertada rompió en llanto. Si ustedes la vieran, tan sin vergüenza pidiéndome explicaciones como si no supiera de qué hablaba, la heché y jamás la volví a ver. La ira pasó y escuché a mi corazón gemir junto con mi alma y las risas de las Erinias acabaron con mi voluntad. Hoy como todas las noches desde que la vi por última vez los escucho todo el tiempo y me dicen cosas que me dan miedo y me mortifican con mi soledad. Cada noche me siento en un rincón de mi habitación entre la oscuridad y veo como me gritan, como me insultan y mi alma se apaga hasta perderse en la oscuridad que ya no me protege. Roman A. Buscarini 5.− CONCLUSIÓN. Como hemos podido ver el mito de las Erinias tiene un papel muy importante en la literatura griega. Son unas divinidades muy socorridas a lo largo de la literatura de todo el periodo helénico y tambien el la literatura de todas la épocas. Teniendo en cuenta de la importancia de la justicia en el mundo griego podemos comprobar de donde les viene esa importancia, ya que como dijimos anteriormente son las que velan porque se haga justicia, persiguen y ajustician a todo aquel que ha osado a ir contra las leyes y sobre todo a aquellos que han cometido crímenes de sangre o han atentado contra la familia. El atentar contra la familia es una de las penas que mas enfurecen y desatan la furia de estas diosas. 6.− BIBLIOGRAFÍA. • Diccionario de mitología griega y romana. Pierre Grimal • La Eneida. Virgilio • Obras completas de Hesiodo. • Tragedias completas. Esquilo. Griego a través de los textos III Curso 02/03 Caridad Clemente Fdez
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