erreb SlIMK10 AÑO III Dirección y Administración: Colegio de PP. MERCEDARIOS SEPTIEMBRE 1920 NÚM. 26 I Fr Miguel Angel Fpigrama Cervellón, por

erreb Organo de Nuestra Venerable Orden Tercera de Ferrol Dirección y Administración: Colegio de PP. MERCEDARIOS AÑO III 11 = 11 SEPTIEMBRE 1920

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erreb Organo de Nuestra Venerable Orden Tercera de Ferrol Dirección y Administración: Colegio de PP. MERCEDARIOS

AÑO III

11

= 11

SEPTIEMBRE 1920



NÚM.

26

I

SlIMK10 A la Madre, por La Redacción.—La Orden de la Merced (continuación. -Lamentos de un cautivo, por Fr Miguel Angel de Molina. —Paginas Mercedarias, por Julia G. Herreros.— Fpigrama en honor de Santa María de Cervellón, por C. L —Crónicas africanas, por Angel Suances. —Los Ju an es, por Fr. Serapio González Gallego. —Al Monte dela Mirra (continuación), por Fr Ameno S. Blanco.— El libro del Mercedario, por Ana Neves de Pérez. Cuartillas sueltas. por José Bordiu.— Anomalías, por Matías Biesa.— El Hijo de María, por Nonato. —Sección de Noticias. — Sección hibliográIi a.— Necrolo-

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cuyos latidos vemos un llamamiento a los que sufren; con la historia de sus misericordias y grillos rotos entre sus poderosas manos, inspira tal confianza, que nadie, por desgraciado que sea, deja de sentir un infinito consuelo viéndose bajo su inmensa protección. Bendita seas, Madre adorada. LA MERCED te saluda en tu fiesta; LA MERCED que es tuya, que solamente vive por ti y para gloria de tu nombre, te pide en ese día grande una bendición magna, una bendición de Madre.

LA MADRE

El día 24 del presente mes, se celebra la fiesta e de nuestra Celestial Patrona. Con este motivo es consoladora la animación Mercedaria.

De todas partes vienen carteles y programas anunciadores de las solemnidades que con todos rivalizan en obsequiar a la Madre. En unas partes son nuestros religiosos, en otras las monjas, que aman nuestras glorias con una 'especie de locura santa; también llegan carteles fastuosos de lugares en donde no hay ni religiosos ni monjas, pero que en ellos ha tomado gran arraigo el amor y devoción a la Virgen Blanca. De éstas citaré, Valencia y Murcia. En esta última los carteles suelen ser verdaderas obras de arte, para los cuales se hace concurso entre dibujantes y pintores. Las devociones mercedarias tienen un no sé qué de tiernas, y atrayentes, que en todas partes en donde se propagan son recibidas con extraordinario entusiasmo. Sobre todo las que se refieren a la Madre. Pero no n- os extraña. Con su vestidura blanca como la pureza, con su sonrisa de cielo dibujada en sus divinos labios, con su:corazonazo de Madre tiernísima, en cada uno de

LA REDACCIÓN.

La

Orden de la Merced

Panegírico pronunciado en la Basílica de Nuestra Señora de la Mor ced de Barcelona, el día 10 de Agosto de 1918, con motivo de la celebración del VII Centenario de la Fundación de la Orden, por el X Ilustre Sr. D. JOSE GAYA. Y CEXBRA, Canónigo Archivero de la S. I. Catedral de Lérida.

(Continuación') Pero la debilidad y el cansancio de mis pobres energías, las continuas y crecientes ocupaciones que me han agobiado durante estos días, no me consienten otra cosa ele desplegar mis labios para pronunciar unas cuantas palabras, pobres y sencillas, que las confio a vuestra generosidad, para que las recibáis, benignamente, y .que, tal vez, os. servirán de glosa humilde, que, por su modestia, dé el realce merecido a las magnificencias y espléndidos resplandores de vuestra fiesta. A este fin, os invito a que me ayudéis a implorar fervorosaCC

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menteilos auxilios del cielo, poniendo por; intercesora a nuestra Madre, a la Reina de todaslas mercedes, saludándola con la hermosa salutación del Angel - «'Ave María». Las Ordenes _religiosas, hijas del Corazón inuraculado de María. iban apareciendo unas en pos de otras, para cumplir la misión augusta que les confiara su Madre, su Reina, y Fundadora. Los Padres del desierto y los monjes del Oriente conjuraban con el contrapeso de su vida austera . y de su heróica santidad la terrible y espantosa Crisis moral, producida Por la corrupción pagana. La Orden monástica de S. Benito, y sus dos retoños, los Cartujos y Cistercienses, alumbraban con - la luz del Evangelio y el resplandor de sus virtudes el caos producidó por la invasión de los bárbaros, y convertían el sepulcro del Imperio romano en la cuna de los pueblos medio-evales. que salían a la vida con energías de gigante, para marcar con destellos sublirries • su estancia cii las tierras de la viejaEuropa. .. Y al ver la Virgen que allá, en el Norte del Africa, se atrincheraba un pueblo tänätico, numeroso corno las arenas de sus playas, ,,y-ardientes como el sol de sus horizontes, y qüe anchaLado por la voz vibrante del profeta, atravesaba las ondas del mar y amenazaba derrumbar el edificio de la civilización cristiana que se iba levantando a costa de tantos sacrificios y de tanta sangre', cuando, en frase die un eminente tribuno, la misma Cátedra de San Pedro estaba en inminente peligro de verse convertida en un pesebre de_ camellos africanos, y las lámparas del Santuario, .en las últimas que alumbraran el cadáver de la iglesia; cuando la corona real se caía de las sienes de D. Rodrigo, y rodaba, besando el polvo de la derrota, por los campos de Jerez, y dejaba franco el paso a la barbarie musulmana que inundaba nuestros campos y cubría las faldas de nuestras montañas, y trepaba por sus vertientes hasta dominar las cumbres más atrevidas; cuando las dianas providenciales de Covadonga,- de la Borunda r de Montgrany despertaban y congregaban a lbs cruzados, diSpersos y aterrados por la catástrofe, para que enarboläran la Cruz y la lleva. ran- triunfante hasta las fronteras del Miño y las riberas del Tajo hasta los muros de Zamora y los pasos- de Coimbra, hasta la g Naves de Tolosa y las cuencas del Guadalquivir, y por encima de la corriente d-el Ebro y las aguas del Mär Latino, hasta las islas Baleares, los naranjales de Burriana y los - jardines de Valencia; ¡ah! entonces la Virgen santa, detrás de los Caballeros de Malta,

de los Templarios y Teutones, hacia surgir los religiosos de la Merced, para que consolaran amillaran y redimieran a las muchedumbres•capturadas y torturadas por el odio musulman. Aquellos Cruzados continuaban; bajo la protección augusta de su Reina, su marcha triunfante y gloriosa, acorralando a la morisma, arrebatándole, uno tras otro,- sus reductos y castillos, sus baluartes y fortalezas, y en las tierras conquistadas de la entraña de cada comarca libertada brotaba una estrofa sentida y fervorosa que se iba juntando con las estrofas de las comarcas hermanas al verse libres del yugo agareno, y formaban un himno espléndido y arrobador a la que aclamaban como a su Madre y Libertadora himno que habrá -de flotar un día sobre todas _las regiones españolas como la sublimación mariana de todas las grandezas de la Reconquistas. Pero, entre las notas encantadoras de ese cántico sublime, ss percibían los ayes y lamentos de pobres cautivos que habían sido víctimas de la rapacidad Sarracena, y, que, lejos del sol de su patria, gemían en lóbregos calabozos r más desgraciados que los judíos cautivos en Babilonia, en' vez de pedirles que cantaran los cantares de su tierra, les sujetaban a crueles tormentos, para arrancar de sus labios el colmo del dolor, o alguna blasfemia contra su . Dios, o algún insulto contra su Madre. Mas, no temáis; esos ayes y lamentos que surgen de las mazmorras africanas se han juntado con los gemidos y las lágrimas de las esposas, de las madres y de los hijos que quedaron en los tristes hogares de nuestra tierra, y han formado una plegaria fervorosa, un clamor imponente que rasga los cielos y sube hasta el trono augusto de nuestra Reina.. y la Madre y generala de los grandes Cruzados de la Reconquista acepta benigna la oración ferviente y clamorosa de sus hijos, y 'se dispone a otorgarles una de las más fecundas y extraordinarias de sus mercedes. Y en una noche telíz, y dichosa del siglo XIII, de aquel siglo de las grandes maravillas, desciende majestuosa la augusta Emperatriz de los cielos, y Mientras la reina de la noche velaba el sueño de la que estaba destinada a ser la reina del; mar, de la zivilización y de la cultura, ella llenaba con su presencia el palacio de un rey, el retiro de un santo sacerdote y el notorio de un piadoso secular, y les manifestaba que su corazón maternal no podía resistir por más tiempo a l'os gemidos de sus cautivos, y que había bajado personalmente •del cielo para mandarles que fundaran la Orden de la . Merced - que los redimiera de la . esclavitud y los retornara asa patria y a su hogar para que pudieran saludarla agradecidas corno a su Madre Y Redentora... Y aquellos

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II

tres ilustres personajes, personificación la más completa de nuestra raza catalana y encarnación la más gloriosa de aquel pueblo, creyente y valeroso que reconocía y aclamaba a la Virgen corno el alma de sus costumbres y de sus leyes, de sus instituciones y de sus letras, de su ciencia y de su arte, se apresuran a cumplir el encargo de la Virgen, y fundan la benemérita y famosa Orden de la Merced... Era el 10 de Agosto del año 1218; bajo un cielo hermosísimo que compite en pureza con el más limpio de Italia, a orillas de ese mar que despliega el canto majestuoso de sus olas sobre la arena de nuestras playas, el pie de ese monte (Monjuich); cuya mole sombría, corfmada de muros y de cañones, parece el genio gigante de los. siglos guardando la Ciudad de los Condes; aquellos insignes personajes recorrían, acompañados de devota muchedumbre, las calles y plazas de vuestra Barcelona Y se encaminaban a vuestra antigua catedral, para cumplir el encargo que recibieran de la augusta Emperatriz de los cielos. El obispo Palou, cuyos restos descansan al dulce Susurro de los árboles y las aguas que animan al claustro hermosísimo de vuestra Seo, recibía en el presbiterio, bajo su trono pontifical los votos de los primeros mercedarios, de aquellos intrépidos y magnánimos cartelones, los Corberas y Carcasones, los Montolivos y Moncadas, los Cervellones y Solanes, y autorizaba.en nombre del Papa el establecimiento canónico de la nueva Orden. Raimundo de Peñafort, canónigo barcelonés, ordenador de la vigorosa mentalidad catalana, aquel santo extraordinario, cuyas cenizas descansan en una de las capillas laterales de vuestra Catedral bajo la mística penumbra de sus góticas vidrieras„ ocupaba la cátedra santa, y describía con sentidos acentos, y pintaba con arranques sublimes de elocuencia la misión augusta que les confiara la Virgen. El gran rey D. Jaime el Conquistador honraba con su gallarda presencia y la de toda su corte, aquella brillante y conmovedora ceremonia y concedía por escudo y blasón al naciente instituto sus armas reales, para que los humildes hijos de la Merced llevaran sobre blanco pecho, corno las más preciadas de sus insignias, la Cruz de Cristo y las barras de Cataluña.. Y el célebre Pedro Nolasco, que había dejado las embajadas de los reyes de España y las honrosas comisiones que Navarra confiara a su prudencia, hace pública y solemne donación de todos sus bienes y de su misma persona para librar del cautiverio (Se continuará.)

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LAMENTOS DE UN CRUTI90 La tarde declinaba; el sol en occidente Tocaba ya las aguas del apacible mar; Las aves a sus nidos tornaban, blandamente Batiendo en el espacio sus alas a compás; La noche por oriente su manto, presurosa, Tendía, de tinieblas, pavor, obscuridad; Y en medio de las sombras, del Africa las costas Perdíanse y el monte y -el valle y la ciudad. Al alto azul del cielo, del mar entre las peñas, Eleva sus almenas antiguo torreón; Inmóvil, silencioso y atento al centinela La vista penetrante pasea en derredor. De pronto el blando ruido de música lejana Apenas perceptible la calma va a turbar, Y el mudo centinela la corva cimitarra, Empuña, y en las sombras intArnase fugáz; Avanza y más, más avanza; la suave melodía Escuchan sus oidos con toda claridad, Y al pie del alto muro percibe, aunque indecisa De un hombre la figura, y escucha este cantar. ..---.«Permite, cara patria, que lejos de tu suelo Mis labios moribundos te manden un adiós; Permite que mis ojos, ,postrer llanto vertiendo, Te ofrezcan el tributo de un pobre corazón. Un día jera muy jöven! .mi mente soñadora Forjando inmensos triunfos, placer y glorias mil, Me atrajo -a estas regiones que ansi.é y hoy nie. aprisionan Muy lejos de la patria y hogar en que nací. Peleé por mis banderas; vencimos, más la suerte Variable y traidora de mi burlose audaz, Cadenas enemigas más frías que la muerte Mis pies aprisionaron: perdí la libertad. De entonces sólo vivo llorando mi desgracia, El eco escucho sólo de mi único-dolor, Tan lejos de mi madre, tan lejos de mi patria.... Y en tanto ellas no pueden ni aún oír 111. VOZ». —« ;Huid, aves lijeras, y allá en mi hogar lejano

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Colgad el bello nido que vais a fabricar, Decid. allá a mi madre que su hijo desgraciado En esta extraña playa llorando há, tiempo está; Decidle que un recuerdo tan sólo, es mi csperanza; Que él nunca ha abandonado mi triste corazón;" ¡Un nombre que enseilóme allá en mi edad temprana Cuando hacia el alto cielo mirábamos los dos! Un nombre que a mis labios acude peregrino En medio de mi amargo y continuo padecer ¡El nombre de MARIA, la Madre del cautivo, Que implora sollozando consuelo paz,- merced Más ya morir me siento! ¡perdón madre querida! -Perdona al hijo ingrato que causa tu aflicción; Llevad, ¡oh! tristes olas, allá a la patria mía, Mi último suspiro, mi llanto, mi dolor»».

Callóse el prisionero; la, suave melodía • Perdióse en los espacios y un ¡ay! desgarrador Huyó desde su pecho quizás hacia la patrfa Objeto de sus cantos, sus penas y su amor. Desciende conmovido el fiero mahometano Olvida sus desiertos, su Dios, su religión; Olvida la rudeza del rígido africano Al lado del cautivo llorando su dolor. Aeércase temblando al triste prisionero -y dicele: «Cristiano olvida tu pesar: Repíteme ese nombre que huyó desde tu pecho Y el torpe labio mío no sabe pronunciar. Repíteme ese nombre, que nunca en mis oidos Oí tan tierno acento, tan célico cantar; No importa que se pierdan en medio del olvido Mi patria, mis desiertos, mis playas, y mi hogar». En Unto el prisionero lanzando hondos suspiros, Repite el tierno nombre que causa su placer, El nombre de María, la Madre del cautivo Que implora sollozando consuelo, paz, merced. —« Levántate, cristiano, le dice el centinela, Olvida ya los años de angustias y pesar; Ya caigan de tus manos las míseras cadenas, Que el nombre de María te dä la libertad. Más huye de esta tierra, retorna al suelo amado

El cielo de tu patria sonriate otra vez; Y nunca tu memoria olvide al africano Que 'implora en estas playas consuelo, paz, merced». FR. MIGUEL ANGEL DE MOLINA.

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Páginas ercedarias ¡Pero, Padre mío! . El plan de V. P. me asusta, ¿ha pcnsado en los peligros que va a correr entre esa plaga de corsarios que infestan los mares? Sí;. hijo info, lo 'he pensado; y como tengo la seguridad de (ple con esta blanca librea de hijo de María . Santísima, no llegaría Orán, haré el sacrificio de abandonarla durante la travesía ¡grande es! pero mejor... con sacrificios es como el Señor quiere que alcancemos lo que anhelamos. Pero no encontrará V. P. carro que le lleve., Lo he encontrado ya; me ha sido preciso fletarle por nuestra cuenta... un puñado de hombres llevaré conmigo, pero con la ayuda; de nuestra Santísima Madre, espero tornar con crecido número de cautivos rescatados. • Y el rostro dulce y austero de Fr. Pedro dellosvalle, resplan,deció con un destello del fuego de divina caridad que llenaba SU corazón. El anciano religioso con quien el Comendador conversaba por que, Comendador del Convento de Mercedarios de Cartagena era Fray Pedro de ' Rosvalle, movió tristemente la cabeza. Mucho temo que V. P. pague con la vida, su generosa empresa exclamó. " ¿Y no es nuestra vida de los pobres cautivos, dijo éste con energia.—diabéis olvidado por ventura nuestro cuarto voto? El anciano bajo la cabeza avergonzado, y de pronto, como si quisiera expiar aquel momento de debilidad. INIe permite V. P. que le acompañe en su viaje? preguntó humildemen te. No; porque debeis quedaros en lugar mío, al cuidado de nueshermanos, aquí al pie de Nuestra Madre Santísima pediréis que

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UI inc ayude a redimir tantos hijos suyos corno lloran en las maz-

morras de Oran. La noche era obscura; ni una estrella se dejaba ver sobre la celeste bóveda hasta la que, las olas bravías parecían querer alzarse con sordos limpios como si llorasen su impotencia, tornando a despeiiarse sobre el moviente lea() de que salieran; un pequefío barco, del que no se escapaba ni el menor fulgor abanzaba intrépidamente, alzándose tan pronto sobre una montaña de espuma como desapareciendo en Sus profundidades para volver a aparecer a gran distancia con ruinbo a la Costa Argelina. Sobre el puente de aquel .navío cuyos fuegos apagados devoraban el disco de pasar desapercibidos, un marinero apoyado sobre la borda (._:on la mirada fija en la lejanía G01110 Si tuviera el poder de penetrar las tinieblas, sostenía entre sus dedos un rosario, mientras el suave mo•vinik,mto de sus labios denotaba que rezaba. . • Su traje en nada se diferenciaba del de los demäs marineros ocupados en las faenas del barco, pero si los buenos habitantes de Cartagena hubieran aparecido de súbito allí, hubieran reconocido en aquel Marinero al Rvdo. Padre Comendador Fr. Pedro de Rosvalle.

Casi tocando al término de su viaje había llegado hasta la . mo(testa embarcación la noticia de que un corsario, terror de aquellos mares; había. sido visto la noche anterior y unos mercaderes procedentes • (le Oran había tenido un encuentro con él, siendo desbalijados de sus mercancías y salvando sus vidas con gran trabajo. A causa de estas noticias el Navío- francés fletado por Fr. Pedro de Rosvalle, navegaba con los fuegos apagados, procurando ganas . protegidas por la obscuridad de _la noche, el puerto argelino, a que la divina . caridad del hijo de la Merced le conducía, en busca de aquellos pobres cristianos cautivos, a la que se proponía rescatar con su oro, con su sangre y hasta con su propia vida. . La obscuridad de la noche nos proteje, decían los marineros, parece en verdad que han echadö un manto sobre el> cielo, para que no nos delaten la luna y las estrellas a esos perros de corsarios que Dios confünda. Mi Madre Santísima que nos cubre con su manto decía dulcemente el fingido marinero ;—Ella nos conducirá al puerto; estad seguros. Y así fué en efecto, pues a pesar del feroz corsario que habrá logrado con su osadía hacerse . 1.1ey de aquellas aguas, la humilde embarcación supo burlar su vigilancia y Pedro de Rosvalle recobrando su blanco hábito de hijo de María se presentaba al día simio

guíente a Abrahan, Rey de Argel en demanda de la libertad de los pares cautivos qne gemían en. las lóbregas mazmorras del alcázar, siendo benignamente recibido por él, que admirando tan intrépido .valor y tan acendrada caridad, ocultos bajo tan humilde aspecto, Se aprestó a las negociaciones propuestas por el santo religioso en pró de los cristianos cautivos, accediendo a concederles la libertad, ' pero rogando ,al religioso permaneciera en Argel, demanda a la que Fray Pedró accedió pensando así ser útil a los cristianos allí retenidos.

EPIGRAMA



EN! 'HONOR DE STA. MARÍA DE

II ••

CERVELLÓN LLAMADA DEL SOCORRO,

VIRGEN ESCLARECIDA DE LA ORDEN DE LA MERCED

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—¡Toque, toque fuerte las campanas, hermano Ramón, hoy es día de regocijo, el 'Reverendo Padre Comendador, celebra su primera misa desde su regreso. --¡,Es verdad, Padre inlo que ha rescatado tan gran número de cautivos? Mil doscientos sesenta, Hermanito Ramón. Y cuentan que el Rey de Argel le tomó gran cariño. Tan grande que le costó gran trabajo dejarle venir, y le vene raba y consultaba en sus asuntos más arduos, pero ande, Hermano dé el segundo toque y encienda el altar, yo voy a sacar los ornamentos de los grandes chas... y que hoy es de los grandes en verdad, gracias a Dios y a Vuestra, Madre Santísima. Y el anciano religioso se , dirigía a la puerta de la sacristía, pero se detuvo en ella para dar paso al Padre Comendador que entraba. Y bien, Padre, ya estoy otra vez en mi amada casa de Cartagena... han pasado algunos . años, es verdad, pero Dios que permitió volver y no de vacío, dijo el Comendador sonriendo, vamos, vamos a celebrar la Santa Misa en acción de gracias por tantas misericordias como El ha derramado s 'are nosotros. - Y que está la iglesia llena de gente que apenas pueden contener su emoción, dijo el Hermano Ramón entrando con el rostro resplandeciente de*gozo... todos bendicen a V. P. la mayoría son cautivos rescatados y familia suya. ¡Bendito, bendito sea Dios! —¡Bendito una y mil veces, y bendita su Madre Santísima, y Madre Nuestra que tanta bondad mostró al escogernos para su obra de redención! dijo Fray Pedro con profunda gratit(-1. su rostro resplandeció con una luz tau sobrehunia,na que pareció circundar su cabeza de una aureola ' celestial haciendo en-. mudecer a sus dos interlocutores dominada 'de un profundo sentimiento de respeto y veneración. JULIA (A . a HERREROS.

(19 DE SEPTIEMBRE) El mar y los vientos obedeCen a María. (Del oficio eclesiaRtleo (le la Sonia en Nu din)

Aquella a quien el mar embravecido Y todo raudo viento obedecía Y en quien brillaba tanta gracia dada Por Dios, la ele del piélago las iras, Reprimió fuerte, y los celestes fuegos, DEL SOCORRO llamada fue MARÍA. Surcando los hermanos MercedarioS Del mar profundo las salobres vías, Esta hermana del Orden, la primera Que fué profesa, ayúdales propicia,. 'Y, sus enjutos pies poniendo en agua Sobre las olas de la mar camina. Y no temais, les dice a sus hermanos Delante de su nave aparecida, ., Hay, un Dios en nosotros que a estas olas La ley impone y , sus mandatos dieta, Y su Madre divina, a quien invocan Por estrella del mar que hermosa brilla .

Barcelona tu patria, ora conserva, Virgen de Cervellón esclarecida Los huesos de su angélica paisana, Debajo el techo augusto de María Tr' De las Mercedes, dó refleja El altar que a su culto se dedica. Ni es esto . , de admirar, pues que la excelsa Redentora de esclavos compasiva • Quiere que el cuerpo de la hija amada Descanse de la Madre en la morada. C. L.

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Crónicas _Africanas FE El Sol levantándose lentamente sobre el horizonte de la mar, va subiendo corno rodando, por la vertiente norte de la montaña del Hacho.. Y a medida que alcanza mayor altura, sus rayos extendiéndose . sobre las blancas casas de la ciudad, les dan un tono de luz y de calor, tan fuertes, que a los acostumbrados a la palidez grisacea de los días norteños, nos impresiona y hiere vivamente en la retina no hal)itnadas a tal plétora de luz. Sobre la playa de la Sangre (nombre que conserva de un episodio' de la guerra del O), distingo un bulto parduzco, que se mueve -y agita, miro con mis gemelos y veo a un pobre cargador del muelle haciendo la oración matutina. Puesto cara al Sol, se arrodilla, se inclina hasta besar el suelo, se levanta, hace un sin número de genuflexiones, vuelve a arrodillarse, vuelve a ponerse de pie... y en estos movimientos y zalemeas pasa media hora, media hora de constante ejercicio ibién merece Mahoma ser nombrado precursor de la Gimnasia Sueca! Con los gemelos distingo claramente, la cara del orante, cuán llena de fe. Con su mirada parece atravesar, la pura atmósfera y llegar hasta el mismo trono de Allah, el grande, el ñnico el Todopoderoso....

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Al ver la religiosidad de este pueblo, rebosante, de religiosa fe, y 'que lucha con entusiasmo y sin descanso, por su religión, la que a medida que nuestra acción se va extendiendo, por la zona que la Diplomacia Europea, a confiado la nuestra custodia, va des apareciendo, lentamente trabajosamente. ¿Qué importa que nuestra bandera, conducida de victoria ea v ictoria por nuestras heröicas tropas ondee, en las Cumbres de H en-Kanich y Gowet, y en los fertiles valles del Guiad Lan, si los que dejamos por la espalda no han perdido su religión y conservan incolume, la fe intensa que les han seguido sus mayores'? Mientras esta fe exista, no es posible dominar por completo, a esta raza fornida, pues no solo dominando territorialmente someteremos a este pueblo, es preciso dominarlo religiosamente, con una acción religiosa, mansa, continua, sin forzamiento alguno, encauzando el albor y la fe que el moro tiene en Allah, el grande, el único, el Todopoderoso, hacia nuestra verdadera religión, convenciendo al humilde cargador del muelle, que el Allah, que él adora y reverencia, es el Dios Padre de todo lo creado y que al hijo de .Myriam (María) al cual ellos consideran como un profeta, es el Hijo ungénito (lel Dios grande, único, Todopoderoso.

ESPERANZA El automóvil se desliza envuelto en una nube de polvo, que nos ciega, por el valle que baila el Martín, a la, derecha y en lo alto Lancien, la posición cuyos cañones dominando toda la zona de TetuAn, no dejan de vomitar metralla, sobre las huestes del RaiSuui. Llegamos al histórico arbel de la conferencia y bajo el descansamos breves instantes, comentando las conferencias que en aquel mismo lugar sostuvieron Odelomel y Muley Allas, la famosa guerra del 60, y jordana y el Raisuni; poco antes del primer paso por el Forulak. Embocamos el despeñadero del Fondak, Rodeados de sus altas montañas en cuyos picurachos blanquean los blokaus y en cuyas laderas acampan grupos de Policía indígena, protegiendo el camino de posibles agresiones. • Ascendemos monte arriba en demanda 'del For g lak., a donde llegamos rodeados de una costura de polvo, y azotados furiosamente por un • viento huracanado, que arrastra las arenillas del • camino y las arroja violentamente contra nuestros rostros. En el Fondak nos recibe el Capitán Rueda, jefe de la mía que guarnece el Fondak, y en su casa nos obsequia con un te moruno

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con su buena dosis de hierva buena. Desde allí nos explica elterreno que se extiende ante nosotros, Regala, Tanger, La Zuan de Larache, Rauda etc. Rueda que viste como el más completo ma-,. rroquí, es guia el más entusiasta de nuestra acción . en Marruecos. Nos explica, lo que espera de el país, el día que España ha.ya terminado su colonización. - Los ferrocarriles, unieron Tanger, con Tetuán y con Larache. Los indígenas que hoy en día no saben o no quieren empuñar más que la tusila (como ellos dicen) se desprenderán de él, para cambiarlo por el azadón y la palanca de la máquina agrícola. Aquellos espacios de. tierra roja y seca, que el fuerte viento envuelve en nubes de polvo rojo, que se elevan sobre el terreno, como columnas de humo de gigantesco volean, se cubrirán de verdor, por el esfuerzo del hombre. Se -aprovecharán las aguas del Martín del Wad-Ras, del Hayra etc, de los innumerables ríos que cruzan esta zona para regar las tierras bravas y secas, y entonces las líneas férreas transportarán a España por Tánger, Ceuta, Melilla, los tres puertos españoles del N. de Marruecos, los productos agrícolas y mineros de esta región, e importarán los objetos de nuestra industria fabril. Se construirán poblaciones donde hoy no hay más que míseros aduares y la paz, la civilización y el progreso, extenderänse por estas tierras.... Esto oigo de los labios de Rueda, y en sus ojos veo brillar la esperanza en sus ideales único que sostiene a estos héroes ignotos, que luchan con===

tra la incultura, la barbarie , y la infidelidad (101 moro, expuestos

a morir en una traidora emboscada o en manos de sus mismas tropas... pero Morirán, tranquilos, serenos.., con la esperanza de que mueren por el engrandecimiento y prosperidad futura dc nuestra querida. España.

CARIDAD Al principio de la cordillera de -Beni-Hosmar y en su vertien te occidental, está emplazad() el poblado de Ben-Carrik, gilarida del Raisumi, y hoy en día posición fuerte fecunda y -ocu pada por.unos dos mil hombres de todas las armas de nuestro Ejército. En pleno ceme.nterio moró, y. d ominando toda la posición y el barranco Por el que vierte sus aguas el Wad-Haina y a la sombra de unos arbolitos raqiiiticos, donde miles de chicharras ensordecen 'el aire, con su campaniHosco canto, la alta • Comisaría nos obsequia con un almuerzo. Desde -mi sitio, veo al otro lado del barranco y en lo alto (b.: las montañas de Senduyed, unas manchas negruzcas que un Comandante de Infantería me explica son trincheras (1 el enemigo. Desde allí observa., con paciencia felina todos nuestros .movi i en tos, listo siempre para Paquear, al primer infeliz- que se aleje un poco de la posic,ión. Al final de la comida, sin saber como, ni por donde una mora, negra, súcia, Y harapienta, se acerca a nosotros pidiéndönos limosna. Ileglar=iffias

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Por medio del intérprete la interrogamos, de donde viene y nos señala un aduar,, que se extiende más allá del campo enemigo. Pronto llena el saco, que tiene al hombro, con restos del suculento almuerzo y su huesosa y descarnada mano de monedas de plata y, cobre. La caridad española, se nutestra con explendor, pues tal vez aquella mora, que aparece sumis y humillada ante nosotros, avise al enemigo de los movimientos de nuestras tropas y del número (le fuerzas que guarnecen la posición, y el día que esta flaquee en su vigilancia o se debiliten por trasladar parte de ellas, a otros lugares, sigilosa y traidoramente caerán sobre nuestros soldados vecinos del próximo Aduar, avisados poy la - mora pordiosera... más apesar de ello, la mora -sigue recogiendo y guardando en el saco sin fondo, los restos del suculento almuerzo. En Tetuán nos enseñan las mazmorras en que encerraban a los hijos de la Merced, que entregaban su cuerpo . a cambio de los míseros cautivos que llevaban años y años gimiendo por la Patria lejana.. La caridad es innata en nuestro pueblo, y de ello hemos visen una misma tarde dos pruebas fehacientes.. La caridad de los soldados (10 Ben-Carrik, con la mora, andrajosa y harapienta y las mazmorras en que yacían cargados de . cadenas los discípulos del Oran Pedro Nolasco. ÁNGEL

SUANCES.

Teniente de Navío.

(Te r ciar io de la, Merced )

Ceuta, Agosto 1920.

o0o

SO LAO

IOS " trt..T.A..1\T S " ese es un sencillote, un niño, un bebé; es un «Juan». • ¡Ar quién es ese? jv —iVa.ya una pregunta! No estamos hablando de 1), Celedomo? A el me refiero, el cual, a mi juicio, es un perpetuo niño, un niño grande,. un párvulo de cuarenta abriles_ 1SE.. ,

—i,Eso es ese .a tu juicio?.. Pues en mi humilde opinión eso somos t ii y yo y eso es toda la humanidad. —Rotunda y trascendental afirmación. —Cuya verdad estoy dispuesto a probar con lujo de argumentos. —Quisiera oirt(-_ sobre este particular, porque tú Como filósofo no tienes precio. —Si a lo de filósofo añades pardo, pase: me precio. de ser observador, y la lectura en ese gran libro que se llama humanidad me tiene . enseñado . mucho. Es un libro siempre abierto para todos, pero unos no leen y otros leemos... --¿,Tti lees? —¡Muchd.que si! lo último que has aprendido es?... —Que todos los hombres y todas las mujeres somos unos Perpetuos niños, que a-lp largo de nuestra vida no hacemos sino cambiar de juguetes; que en el corazón del hombre más serio, del sabio más profundo, o de la dama más empingorotada y pagada de sí misma hay una cantidad de parvulismo tan grande, que inc choca que tú no la ,hayas notado —Hablii, habla, que ' quiero oirte. Me agrandan sobremanera estos temas. —Amigo mío: . yo siempre deferente a la más pequeña de tus insinuaciones, arrastro una silla, me siento, enciendo un agradable emboquillado, que son los que ahora están de moda; no te ofrezco a tí porque no fumas, y empiezo. No quiero darte una tabarra; por 'consiguiente para que mi disertación tenga algun mérito, va a ser corta. Leamos el índice de ese libro que se llama vida humana. Nace el hombre y durante los años de la infancia no encontramos más que sonrisas más o menos poéticas, lágrimas inconscientes, nutrición instintiva. Desde que abre los ojos a la luz de la razón, los principales motores de su vida son el placer y el do • .lor. El placer atrayendo y el dolor rechazando le,. tienen en continuo/ vaivén. Claro que no son los • mismos los objetos que causan placer al niño y al hombre maduro, ni los mismos los que les causan repulsión y dolor; pero niño o adulto, vive de los mismos sentimientos esenciales.; la evolución psicólógica, bien examinada, se vé que es accidental. He ahí Un bambino de siete abriles entusiasmado con sus soldaditos de plomo, con sus bolas, •con su pelota, con su trompo; y habla de lo que tiene entre manos, y el tecnicismo de sus jue-

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n II

gos es lo que más se oye en su casa.. Gud, Corro, Truque, Matruque, Pasobola, Pandar, Toco, los Guiches, Fulano, Chupa, Chapa, Quedas, Marro y otros por el estilo son términos técnicos que se

barajan en su- casa desde la mañana hasta la noche. Y todo eso le atrae «porque es niiio» dicen los mayores. Cuando jovenzuelo se enloquece con las aventuras del «Pequeño detective» con las «pifias» de los héroes de películas de «cine» con los ridículos tumbos de los «Charlot» y los «Taty». ¡,Ya es mayor? ¿Ya tiene 17 abriles? Entonces es cuando es más niño. Los nuevos juguetes son de carne r hueso, tienen unos ojos que patatín y unas mejillas que patatán. _Aún llevan coletas o tirabuzones rojos; o negros, con los que juega la brisa mañanera;... Vamos a ponerle un nombre poético: Lucindä. Pues en su casa no se hablará de otra cosa sino de Lucinda. Para ella pensa mientoS, cartas, flóreS, verso, suspiros. ¿,Quién se acuerda de las bolas y del Tulé? ¡ ¡Eso es cosa de niños y a ya es un joven!!... Y el tiempo corre, y el joven se convierte en un padrazo de media docena de ángeles; a los • cuales llama diablillos, y vuelve a amar las bolsas, y los soldados de plomo y los caballos de cartón. Tiene que comprar todo eso para sus hijitos.. Y si los psicólogos distinguen entre el regocijo del hijo ante el automóvil de cuerda nuevecito, que marcha con reguridad y grandeza por una larga galería, y el regocijo del padrazo que hizo la compra y que está embobado viendo el placer de su > hijo, yo no encuentro diferencia esencial. Será porque yo no entiendo una palabra de psicologías. . ¿Qué apunte más jugueteS' de los hombres, Muy hombres, y con muchas barbas? Que me place... Hay gran número y variedad de aficiones. Citaré nombres y tu repartes mentalmente a tu talante. Hay por esas ciudades de Dios, casinos, cafés, bares, garitos, .ruletas; hay vinos y licores exquisitos que hacen muy malas partidas a sus amadores; hay riquezas, hay oro que tiraniza corazones, hay cortesanas, y bailarinas, y cupletistas, y tiples muy desenvueltas, que son lindísimos juguetes; hay automóviles de buenas Marcas, caballos que no son ninguna niñería, sino un legitimo orgullo de sus poseedores; hay unos perritos falderos, chatos 'ellos y feos cómo demonios, pero que quitan el hipo a sus felices dueños...; felices cuando la parca fiera DO se ensaña con alguno de esos bellos animalitos. Conocí a un caballero muy estirado y muy satisfeeho de sí mismo, al que vi llorar inconsolable, porque se le habla muerto un perrillo horrible, pero que era allá, de las riberas del Volga; el pobrecillo en su dolor paefería haber perdi-

do el dedo anular derecho, que era un muestrario de joyería, antes que ver sin vida a su Dog. Esto que parece cuento es rigurosamente histórico. ;,Ves como el hombre es un perpétuo niño, un perpétuo párvulo, que sólo cambia de juguetes a lo largo de la vida? Concluyo: que en el dia de S. Juan está de onomástica toda la humanidad. Hay más «Jumes» de lo que parece. . SERAPIO

GONZÁLEZ GALLEGO

(DO®

Al Monte de la Mirra CAPÍTULO SÉPTIMO Que el alma a través de las tinieblas debe desechar las obras de las tinieblas.

A que espesas tinieblas esté sujeto el ánimo pagado de sí y no desprendido del todo de sus aficioncillas, decláralo la Sabiduría divina por estas palabras: grandes son, Señor, tus juicios e inenarrables tus obras, por eso las almas no acostumbradas •a tu luz celestial, desconocieron tus juicios y maravillas. Pues cuando los inicuos (que son los apegos y torcidas inclinaciones) pensaban oprimir tu porción santa (que es el señorío de la summidad íntima y substancial del espíritu), fueron ligados con cadenas detinieblas y de una larga . noche (Exod.. X,.21), encerrados dentro de sus casas (que es la porción inferior no sujeta a la razón) y ocultos en ellas, como excluidos de la eterna providencia; y mientras creen ocultarse en sus escondidas maldades, se , ven dispersos con el velo tenebroso del olvido, llenos de horrendo pavor y perturbados en el exceso de su admiración (Sap. XVIII ; 1 etc). Para estas almas que palpan las espesas tinieblas de sus apegos e imperfecciones, no hay lumbre de fe, por grande que sea su intensidad, que pueda alumbrarles, nt el claro resplandor de las estrellas (que son las inspiraciones de 1.a, gracia preveniente) podrán esclarecer esta espantosa noche (Ibid. XVII, 5) imagen al vivo de aquellas tinieblas que sobrevendrán después (Ibid. XVII, 20),

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te

que es lo mismo que dijo un profeta: Anduvimos a, tientas y . como sin ojos, y ciegos caímos en el mediodía como si fuera en las tinieblas (Isai. LIX, 1 (J ); por cuanto cualquier pasión que domina en la voluntad que es tenebrosa, o en los sentidos que son ciegos obscurece la visión intelectual y no permite ver la clara lumbre divina en su lumbre, que esto solo es dado a. los limpios , de corazón (Math. V, 8). Y a estos espíritus que no abrazan la negación del sentido, ciega el Señor por medio del sentido, para que viendo no vean y oyendo no oigan, y entendiendo no entiendan en su mente (Isai. VI, 10), hasta que desoladas las ciudades queden sin habitantes y las casas sin gente y la tierra desierta; porque el alma así dispuesta o por mejor decir indispuesta, no está en camino de salud, ni en acto para percibir la clara esencia divina, del mismo modo que las aguas. de una no pueden reflejar las imágenes si están turbias, ni resplandece el oro hasta que depura su escoria. Y es sentencia del Apóstol (1 Cor. II, 14) y doctrina común de los Teólogos, que -la porción inferior de donde nace el desorden de todos los apetitos asi intelectivos, como afectivos y sensibles no percibe, ni entiende, ni le instruyen las cosas divinas, porque la sabiduría celestial, ni se .halla en la tierra donde se vive entre sensuales delicias (Sap. XXVIII, 13), ni se dan las luces y -consolaciones del Espíritu Santo a aquellos que admiten con El Otro amor que no es Amor. Empero las almas que aman únicamente al Amor, dejándose llevar de sus santos deseos, anegándose en amor para corresponder con pura dilección corriendo hasta dar en .aquella limpidísima vena y fuente perpetua del Amor, gozan, en medio de estas caliginosas tinieblas, de una grandísima Luz cuya hermosa claridad está sobre toda esencia inteligible, intelectual y sensible, y oyen la voz de sus efectos, pero sin ver su figura. Y dan al Señor la gloria de no padecer las mismas angustias, tributándole gracias, porque no son maltratados del sentido como antes; pidiendo la merced de que subsista esta diferencia; por lo cual al caminar por sendas, desconocidas, tienen por guia .una luminosa columna de fuego, brillando sobre ellos un sol que no les„.incomoda en el descanso de sus mansiones (Sap. XVIII, 3). Pero aquellos que aman alguna vanidad, así en el orden intelectivo, como en el orden afectivo y sensitivo bien merecen, como dico el sagrado texto, estar privados de la Luz y hallarse envueltos de tinieblas en las tinieblas, porque humilla el Senor los ojos de los soberbios (Ps. XVII, 30) privándoles de la vista y contemplación de su herMosísima hermosura. Porque, como toda la beatitud a - que en esta vida podemos aspirar consiste en esta unión del entendi-

miento agente con el ilinninante, de donde se sigue amor unitivo por consurrección deificante, y transformat,iva comunicación, sin que la esencia suma del ánima pierda su acto inteligente y amante que llaman naturaleza psíquica, quedando _todo su íntimo ser lleno de la divinidad, como . en su lugar declararemos; quien no hiciese abstracción, purificando su mente, de las cosas sensibles y de las imágenes y fantasmas de los sentidos interiores, y de todo acto cognostitivo, y de todo afecto de la voluntad respecto de las criaturas, es visto cerrar los ojos a los fulgores de aquella clarísima luz que Dios esconde en sus manos (Sap.. -XXXVI, 32). De donde se sigue que al entrar a caminar . por estas sendas que, a través de las tinieblas guían al ánimo hasta la mansión del Amor, es necesario, menospreciar y negar el apetito, rechazando las obras de las tinieblas, que son los resabios (lela naturaleza,. cubriéndose con Jas armas de la luz, que son la fe . y la operación de la gracia (Rom. XUI, 12). » Entonces, cuando, sacudido' el yugo y rotas las cadenas de su esclavitud, el ánima purificada se levanta y emprende su peregrinación hacia la soledad del desierto, dispuesta a ofrecer sacri ficio al Señor que extiende sobre ella su protección ' como 'nube, y toda la noche luce como lumbre (Ps. LXXVII, 14) sin que jamás disminuya el fulgor de, sus resplandores, guiándola hasta introduicirla en el monte de su santificación (Ibi. Ps. LXXVII, 54), alzarán su grito los egipcios, que son la porción inferior con los desórdenes de las potencias y sentidos, diciendo con Faraón, en quien se significa el mal. espíritu: ¿En qué pensábamos al soltar a . Israel, por el que se sobreentiende la porción superior, para que Ojase de servirnos? Y alzándose llenos de soberbia van en seguimiento del pueblo escogido, que es el ánima adornada de santos afectos, y que purificada en lo íntimo substancial por transforma-. ción amorosa llega a orillas del mar rojo del amor de aquel Amor que San Lucas llama exceso de la pasión (Luc. IX ' , 31) y soplando entonces el Señor un viento vehemente y abrasador le deja abierto haciéndose El mismo camino (joann, my, (i) por el que. el alma contemplativa transita segura entre las aguas de la misericordia que, como muro de defensa, se levantan a derecha e izquierda; pero en penetrando el rey de Egipto con sus carros y caballería (debajo de cuya figura han de entenderse el enemigo de nuestra salvación y nuestras torcidas inclinaciones), mira el Señor desde. la cruz como desde luminosa nube y hace que desciendan inundantes las aguas, quedando desbaratados los enemigos y sumergidos en el profundo e insondable abismo del divino amor. Y hace mucho al caso en esta noche que indica a la noche de nuestra fe, los

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ii

arcanos de la ciencia de Dios (Ps. XVIII,!), que ilutninada el alma en estas ignoradas sendas por luces del cielo, vivificada y sustentada por el maná, de la gracia y totalmente purificada mire solamente al Señor que 'entre portentos y señales le concede esta pacífica introversión; porque volviéndose a El como a lugar de su descanso (CXIV,7) percibirá ya en el desierto de esta vida en anagógicos deseos por inmisión y luz divina, las riquezas y hermosura que se alcanzan con la posesión de aquella Tierra Prometida a donde solo reina el Amor, saboreando de ante mano- la muchedumbre de sus inefables y . escondidas dulzuras (Ps. XXX,23). Entonces desfalleciendo todo amor se gusta de este bien sin hastío y se ve la eterna verdad sin especulación, y son llanos estos aspe ros caminos de la noche obscura, y no vive el alma otra vida que la del santo Amor.

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(Conlinuard)

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El libro del Mercedario Contaba esca5amente siete primaveras cuando ingresé en el colegio de San «Pedro Nolasco». Admirado de la bondad y paciencia del hermanito Serapio,. ale atreví a preguntarle cuál era la causa de su santidad. No es de admirar que yo hubiese observado los méritos de este hermanito, pues entre los niños mayores se comentaba su ejemplar conducta, y los mismos religiosos le tenían por apodo: «El santo». Al oir mi indiscreta pregunta se sonrió. —Me falta mucho, no sólo para ser santo, -3011 , escasísimos los privi legiados,—sino para ser buend—me dijo. Me reí a mi vez a carcajadas. ¡Negarme a luí que él era un santo! Convencido, el hermano Serapio que para un niño no basta un razonamiento lógico, sino que hay que hacer completa luz en su cerebro, nie respondió: —Estás equivocado mi nene; los religiosos no somos santos, sino buenos, puesto que nuestra misión es > enseñar, no sólo con la palabra, sino con el ejemplo. Como hace poco tiempo que estas entre nosotros, ignoras ; que existe en la Capilla un libro enor-

me con tapas de cuero y guarniciones de hierro, oxidadas por el tiempo. Las hojas de este inmenso libro no son albas como cuando se empezó a escribir en ellas, nó, están amarillentas y ajadas por las miles de veces que nosotros, los religiosos, sedientos de fuerzas para sostenernos en las luchas del cuerpo, y en las congojas del espíritu, hemos bebido, en esta fuente milagrosa, la fe para el camino de la perfección. La .campana que -anunció el término (lel recreo, no dejó continuar al hermanito. Pasaron años... y , cuando mi cerebro, lleno de fe quiso un refugio, buscó la religión: las puertas del convento de la Merced de • Santiago se abrieron para darme hospedaje. • A poco de eStar en el claustro,.recordé las palabras que oi de niño al hermanito Serapio, y quise, corno él, templar mi alma en aquel sagrado libro. Entré en el templo en que se guardaba religiosamente. Reinaba ese silencio y esa semioscuridad que dan deseos de soñar. Ni un ruido, ni un murmullo se escuchaba. El aroma del incienso de que estaba impregnada. la atmósfera me dió ansias de ser puro. ¡Qué cerca sentí mi alma de Dios! Caí de rodillas; fijé la vista en la quieta_ luz de la lainparilla roja que anua sobre el altar y. una plácida quietud de ensueños se apoderó de mí. En este estado de semi-inconsciencia- vi, ante mí, una bellíSima puerta .de oro con relieves de brillantes que titilaban con blanquísima luz. El topacio, la esmeralda, la amatista y el rubí -formaban ricas incrustaciones de colores. Un ligero chirrido se dejó oir, y la puerta abriéndose, arrojó una nube de luciérnagas que juguetearon a mi alrededor. Impresionado cerré los ojos y al abrirlos vi que abanzaban . dos ángeles envueltos en tules rosados, llevando en sus manos el libro con guarniciones de hierro que ,yo buscaba. Batieron las alas levemente y se detuvieron frente a mi; volviendo hacia atrás sus cabecitas blondas., esperaron... Una visión perdida entre las luces se fué destacando; era un anciano de larga barba y cabellos canos, cubierto con los pliegues de amplia túnica blanca. Caminaba pausadamente. Se situó cerca de los ángeles y mostrándome • con el índice el libro, me dijo: ¡Lee! Hipnotizado, bajé los ojos para . obedecerle. Las cubiertas de hierro se abrieron por manos invisibles: GLORIA AL JUSTO, estaba. escrito en gruesos caracteres de oro. Después en letras realzadas de . múltiples y brillantes colores decía: «Un religioso mercedario que dirigía ejercicios espirituales en un pueblo, observó que, al terminarse, salían los ejercitantes menos algunos infelices que lloraban amargamente y se lamentaban de -no poderse confesar por ignorar la doctrina cristiana. Enterneciu.

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do el religioso, entró con ellos a la capilla y oró a la Virgen de lo Merced para que derramara el espíritu de sabiduría sobre aquellas almas. Una vez terminado el canto, aquellos hombres ignorantes estaban poseídos de, la luz del Señor». Levantó la mano para, dar vuelta la hoja y continuar la lectura cuando una 11a,mita azul, semejante a, un fuego fatuo vino en él aire jugueteando hasta que llegó a. posarse en el libro, consumió con el calor la página que yo. concluía de leer y dejó al descubierto la continuación. La llama, con la misma sutileza con que llegó, se alejó culebreando.—La majestuosa figura del anciano me dijo:—«Continúa que el Espíritu Santo está contigo»; Sugestionado por su voz, incliné la cabeza y leí: . • «Una vez salió el religioso a confesar a un moribundo que habitaba fuera d e . la ciudad. Como los caminos estaban en pésimas condiciones a causa de las copiosas lluvias, se bajó del coche que lo llevaba, y siguió a pie. La tarde obscurecía; la, noche venía encima; el viento azotaba los árboles; el tiempo amenazaba temporal cuando oyó cantar un chuncho. Siguió el religioso sin inmutarse. .En mi espeso ramaje sacudido por el viento, escuchó que las ramas al crujirle decían: ((Si avanzas, -la muerte te espera». Sin desanimarse aceleró el paso para llegar cuanto antes a casa de la enferma. A pocos pasos de la choza volvió a cantar el chuncho. Exasperado el religioso, se volvió hacia el lado de donde venía el canto y con voz entera gritó: «¡Calla, pájaro, símbolo de supercherías y terror! Si quieres decir que a donde voy está la. muerte, te equivocas, porque llevo el Sagrado Sacramento de la Penitencia que da la vida eterna;*y si es que enviado por el espíritu de Satán vienes a arredrarme para que no cumpla mi deber . te engañas también. porque aunque venga la muerte a llevarme, la aguardo con placer. puesto que la muerte para el malvado es castigo, pero para el pecador . arrepentido es recompensa. ¡Ve lejos Satán! a ocultarte en el abismo sin fin de tu alma, que el espíritu de Dios reina. sobre la tierra». Se sintió un aullido de furor y el alateo de un pájaro negro que se alejaba....» a Volví nuevamente a querer dar vuelta la hoja que acababa de leer cuando la misma.11 494na de antes, llegó serpenteando llena de vida a posarse sobre la página y consumirla como la anterior, dejando legible la continuación. Alcé la cabeza, interrogando con la vista aquel anciano que nie fascinaba. Con rostro blando, acariciador, me dijo: Continúa. Bajé los ojos y leí: . . «El religioso volvió entrada la noche de .aquella caritativa

excursión y al acostarse se quedó profundamente dormido. En el sueño se le apareció la Virgen de la Merced rodeada de un coro de ángeles que entonaban: «Salve a tí ¡Oh Varón justo! que has merecido por tu celo y tu fervor ser llamado al reino del Señor». Al terminar de leer levanté la vista y vi que los ángeles huían con el libro de tapas de hierro. Quedé atónito un momento, luego reponiéndome interrogué al anciano que sereno me observaba: Dime ¿cómo puedo continuar leyendo sus páginas? Con acento augusto me respondió: «Ven al templo, póstrate de rodillas y reza...» Y la esbelta figura, envuelta en los pliegues de su amplia túnica, blanca se alejó... Antes . de perderlo de vista. le grité: ¿Qué encierra ese libro? La imagen del anciano se desvaneció y una bandada de palomas llegaron revoloteando, se acercaron entre sí, desplegaron las alas y formaron la. palabra; «Fe». ANA NEVES DE l'ERE?,

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Cuartillas sueltas Para LA MERCED

ETAPAS PICARESCAS El siglo de Oro en Francia inventó. la Cortesailía. La vagancia plebeya trajo lä picardía española. La picardía es una forma de la sutileza. Y como casi todas las cosas sutiles nació en la ociosidad. Los grandes señores quisieron tener un séquito real. Los hidalgos desearon imitar a los magnates. Y unos y otros tuvieron cortejo de ociosos. El ingenio de los ociosos desarrolló su forma en la 'picardía. Ella fue la sutileza de los hampones de los vagabundos, de los pordioseros, de los estudiantes y de los hidalgos sin fortuna. Fué para ellos descanso en la jornada larga, alegría de sus tristezas, flor de salud, vino de regocijo y secreto de buena 'suerte. Ella armaba grescas con los arrieros, pendencias con los estudiantes y hurtaba cuerpos a los corregidores y alcaldes de casa y

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análisis; no enfoquemos sobre ellas una lente diminuta. Siempre se nos escapará el secreto de su gracejo sonriente, de su ironía lijera y burlona, de su encanto tejido de malicias... Así son siempre las casas suitiles... Los pícaros españoles también tuvieron su secreto, porque sabían la sutileza del donaire. es una pena que no lo puedan revelar a los graciosos de hoy. Pero esta pobre España que todo lo pierde, también ha perdido ser flor de Picardía.

corte. Rodaba por, las cárceles, probaba grilletes, birlaba rondas y esbirros, y en aquellas estrechas y tortuosas callejuelas de antaño, ya en pleno día, a bien al claror de la luna, relucían los bruñidos aceros mostrando la gallardía española. Jugaba a los dados, recorría en fuga villas y , aldeas, gastaba lo que no poseía y peregrinaba con la jitaneria. Generosa sin límites, derramaba sangre y dinero por doquier caminaba. Bulliciosa y alegre, cantaba coplas, daba serenatas a sus damas, arañaba guitarras y mascullaba trovas de placer. Su malicia supo encarnar en las fregonas ilustres, en las jnglaresas, en las agarridas mozas de mesón. Su misma desenvoltura adquirió otras formas en las doncellas postizas, en las- mozas de rumbo, en las majas de garbo, en las damas tapadas con espeso manto. Su impudicia ganó terreno entre lacayos y conquistó damas de esclarecido nombre. Definidora de la trampa, el engaño dominó en sus cábalas; reina de la desenvoltura, llevó el descoco sobre la frente como una diadema. La mentira era señora 'apreciada a quien rendía homenaje. Sus andanzas ingeniosas llenaron de travesuras los caminos. Sus truhanerías hicieron burh, a los caminantes. ' Su valentía puso en huida corchetes y alguaciles. • Los grandes señores no supieron inventar para su ocio una cosa sútil; por eso hubieron de otorgar a los pícaros, privilegios de palaciego. Y estos graciosos de comedia cortesana, llevaron entre carcajadas su flor de picardía a los estrados Reales. En las .• historias han dejado una evocación de sus caprichos burlones. Cuentos de truhanes, leyendas de bribones, narraciones de picardía, esparcen oloroso aroma en las páginas de nuestra literatura. A ellas se han trasladado retratos fidelísimos de lo que se era entonces. Leen a Lazarillo, a Rinconetc, a Guzmán de Alfarache, a Gil Blas de Santillana, al Escudero Marcos de Obregón, podernos amar tanto a España como leyendö poemas heróicos.

josÉ BoRpiu.

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ANOMALÍAS lo aseguraran P. P. Mercedarios, cuya palabra hasta en tierra de moros-vale mas que escritura pública, y no lo creyera; porque nadie da lo que no tiene. ;b Por eso, no os regocijéis tanto corazones nobles, almas generosas y sensibles, espíritus altruistas y tranquilos con el antidoto, contra la guerra, que os brinda la Liga o Sociedad de las Naciones; y si queréis mezcolanza, mosäie,o ' o soiruelo para . cazar inocentes e indefensas palomas. Busco en ella el contraste de su bondad y . no lo hallo aunque me desoje: le faltan dos por lo menos de las tres condiciones que han de adornar y avalorar toda institución vieja o nueva, para que social y cristianamente hablando y discurriendo tenga naturaleza robusta, fuerte legitima, de sangre limpia de oro puro; para que sea un verdadero paso hacia adelanté; hacia el genuino y verídico progreso: a saber, el que procure la gloria de Dios; el provecho del prójimo y la propia perfección y sautidad. ¿La gloria de Dios? dijiste. Ni que estuvieras en babia o vivieras en las ¡Batueeas! Con que hay, Sin duda; formal confabulación para no nombrar a Dios . siquiera y buscar en -ese engendro su gloria? ¡Vamos, no sea Crédulo! Solo un Rey quiso y trababa» y dió la paz al hombre. Pues ni ese Rey ni su legítimo y ,solicito Representante acuden a las asamblea de esa Liga ni intervienen en, sus discusiones controversias. Esperad sentados y seguros de que de allí no saldrá, potenE

En el siglo de las miniaturas y de las pavanas, del brazo de Gil Más. se nos iba la picardía. Ya solo nos quedan las hojas de sus memorias, donde pusieron los afros un hedor de vino añejo, y de claveles rojos, y una lumbre de sol meridional. No llevemos nunca estas lecturas ingrävidas al „terreno del .1 68

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te, eficaz, sonora y regocijante la augusta y divina salutación: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los ,hombres de buena voluntad: porque en esa Sociedad sobra-Cristo y no está, el que daría los básicos sillares de la verdadera paz, su Vicario y Pontífice romano. Quedamos en que la gloria de Dios es cosa de menor cuantía para esa flamaate Sociedad de las Naciones. Tampoco aparece clara la procuración del bien al prójimo. Leo los nombres de las Naciones unidas en alianza... fraternidad y surge vigoroso el recuerdo de la asamblea de animales para determinar el sanguinario y. sañudo reo de punibles y cruentos animalcidios que el zorro, constituido juez por general aclamación, halló sagaz en el paciente y manso asno; o la amistad cordial que • • estableció entre el lobo y el cordero. Porque cualquiera pone puertas al campo, encierra y ata el mar o mete en un puño a Inglaterra, por ejemplo, aunque así conviniese y se deseara. La tercera nota . del progreso positivo y verdadero la propia perfección corporal y espiritual, más vale callar. Lo dicho; inc lo aseguré el más veraz x no inc avendré a creer que nos venga la paz del mundo y de los hombres de donde se destierra y expulsa a Cristo, Señor y Príncipe de la paz.

Desvaneces del alma el torpe hierro; A cielo y tierra. de consuelo llenas... Tu bondad generosa es tan fecunda Que se desborda en vividos raudales De fuego y luz, que arrastra ajos mortales A la milicia que tu amor secunda. Cual río de piedad, que el orbe inunda Tus hijos con sublimes ideales De vil mazmorra cruzan los umbrales Y rompen del esclavo la coyunda.... ,Quién anima tan ínclitos varones? ¡,Quién inspira su arrojo temerario, Asombro de los siglos y naciones? La caridad! De Cristo el emisario • Que luce al pecho heráldicos blasones, Es Hijo de María: Es Mercedario. NONATO,

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MATIAS BIESA.

Capellán de la Armada.

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EL MIJO DE



/v\AFÍA

¡Quién como Tú, Virgen de las Mercedes, En majestad, en esplendor y gloria? Las páginas sublinies de tu hist,Dria Proclaman tu excelencia; a nadie cedes. De santos y monarca; lucir puedes En tu escudo los timbres de victoria; Tu espléndida bondad es tan notoria., Que al mundo envuelves, en tus blandas redes. Alumbras las tinieblas del destierro Tronchando del cautivo las 'cadenas, Rompiendo las cancelas de su encierro-. Alegres del hogar las tristes penas

SECCIÓN De NOTICIRS DESDE FERROL • LA, FIESTA DE LA DESCENSIÖN.—Se conmemoró con un solemne Tríduo de preparación: hubo misa cantada los tres días y en los ejercicios de la tarde predicó el R. P. Amerio. SERMONES EN SERANTES.—En el día de la Transfiguración predicó • el panegírico el B. P. Serapio, y en el siguiente en que dicha Parroquia celebra el Corpus, el R. P. Luis Barros. PRIMERA COMUNIÓN.—La recibió en nuestra iglesia el niño Luis Boedo Sande, alumno de nuestro Colegio. Reciba el piadoso niño y su familia nuestra enhorabuena. EN EL SELIO.—Predicó el Sermón de San Bogue, el R. P. Luis. EL DIA DIEZ DE AGOSTO.—En que se . conmemoró el septingentésimo segundo aniversario de la Fundación de nuestra Celeste, Real y Militar Orden, hubo una concurrencia extraordina-

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Ir,

na de fieles en nuestra iglegia. A las ocho seTdijo misa de comu-

nión general a la que asistieron los terciarios, y a las ocho y ' media se celebró la cantada. Por la tarde después de los ejercicios en que predicó el R. P. Ameno se cantó un sólemne Teclean?, de acción de gracias, terminando tan memorable día con la Absofu-,ción general. 4. EL CORO DE LA ASUNCIÓN. —Solerimizó este misterio con cOmunión y misa.cantada. En los ejercicios de la tarde hubo sermón que predicó un P. de la Comunidad.

EN MARQUINA Y ESCORIAZA. —. 7 H - a dirigido los santos ejercicios a nuestras monjas el R. P. Pío Uribe, Superior del-Convento de la Buena Dicha. . NOVENAS A SAN RAMON.—Revistieron excepcional esplendor las celebradas en los Conventos de Escoriaza (Guipuzcua), Lorca (Murcia), Bérriz (Vizcaya), Miguel-Turra (Ciudad-Real), La Asunción de Sevilla y Alcalá la Real de Jaen. DEL

• NOVENA A SAN RAMON.—Hemos visto una multitud fervorosa postrada a-los pies del Santo Cardenal Mercedario durante los días de su novena. En los tres últimos hubo plática a cargo del P. Ameno y el día del glorioso Taumaturgo, comunión general, misa cantada y bendición con indulgencia plenaria, distribuyéndose entre los Hermanos de la Tercera Orden, estampitas con la novena del Santo de la Eucarística. NUEVO ESTANDARTE.—E1 día 31 de Agosto se estrenó un hermoso estandarte que la virtuosa y distinguida Hertrana doña Concha Vázquez regaló para el Coro de San Ramón, del que el, Directora. Nuestra Madre bendiga su celo y devoción y la colme de mercedes celestiales, EN LA • PARROQUIA DEL SOCORRO.—Como en arios anteriores se celebró con verdadera piedad la novena al gran Tampa.Virgo mercedario, hacia el cual siente particular cariño y devoción el Ferrol viejo,

DE ESPAÑA DE ELECCIONES.—E1 día. veintiseis de julio, nuestras fervorosas y queridas hermanas mercedarias del Convento de Góngora en Madrid, han - celebrado Capítulo en el -que salió elegida Comendadora la M. Rda. M. Dolores del Corazón de Jesús. La nueva Prelada cuenta sesenta y nueve años de edad y cincuenta y cuatro de Vida religiosa, pues vistió el blanco hábito de la Orden en la primavera de la vida cuando apenas tenía quince años. ya fué.otra vez Comendadora por espacio de dieciseiS años y desempeñó también el honroso y dificil cargo de Maestra de Novicias durante nueve años. Reciba la bondadosa Comendadora mil parabienes y nuestras queridas hermanas la más cordial feliciLaciób.

EXTANJERO

ROMA .—Con el ; fin de practicar la visita canónica de los Conventos de España, salió de Boina Ntro. Rsimo. Padre Maestro General Fr. Ignocencio López Santa María, acompañado del M. B. P. Asistente General Fr. Francisco Ferrer. VICARIO GENERAL.—Mientras dure la ausencia de S. P. Rvma. en Italia desempeñará este importante cargo el M. R. P. Fr. Rodolfo Cinchini, Asistente y Secretario General. EL M. R. P. AURELIO LASSO que hasta hace poco desmpehaba el cargo de Comendador del Convento Máximo de Quito, ha sido nombrado Vicario Provincial de la Provincia del Ecuador. SU SANTIDAD BENEDICTO XV.—Accediendo benignamente a las preces presentadas por el M. R. P. Fr„Toel . L. Monroy en nombre del R. P. Lasso, se ha dignado conceder a la Provincia Mercedaria del Ecuador Oficio y Misa propias para la fiesta de. la Santísima Virgen María de la Merced, bajo la advocación del Terremoto, que anualmente celebran nuestros religiosos .en su Convento de Quito; es Indulgencia Plenaria perpetua a los fieles que habiendo confesado y comulgado, visitaron cualquier Iglesia u Oratorio público de la Orden en toda la República del Ecuador, en dicha fiesta o en la Dominica siguiente al 28 de Abril, La Merced interpretando los sentimientos de la Provincia de Castilla felicitada sus hermanos del Ecuador por este nuevo honor otorgado por el Santo Padre a la secular y Taumaturga Imagen de María de nuestro Convento de Quito. EN EL CONVENTO DE BONARIA.—Con el acostumbrado esplendor celebráronse en nuestra Basílica las fiestas de la Asunción de la Virgen y de San Ramón predicando en ellas el M. R. P. Cándido Schirillo, Rector del Santuario. GLORIOSÍSIMO QUINUAGÉSIMO - ANIVERSA:RIO..—Estän

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II

de enhorabuena y de plácemes nuestros venerables hermanos los Rvdos. Padres del I. Corazón de María, al celebrar las bodas de oro de su llegada a Chile. Los que conocemos los inmensos tesoros de bondad que han derramado en todas las ciudades en que se han establecido; el inmenso fruto espiritual que han cosechado en el. ministerio de las : misiones al cual se han dedicado con tesón infatigable de apóstoles de Cristo; los que estamos estrechamente vinculados a ellos por lazos del afecto fraternal pues somos hijos de una común y celestial Madre, no podernos menos de unirnos en espíritu al regocijo tan justo que hoy embarga los corazones de todos los ilustres hijos del Venerable Claret, y enviarles desde el fondo de nuestros corazones 'una sentida manifestación de aplausos, junto con los votos más. sinceros de felicitación y enhorabuena. Sigan ellos sembrando en el fecundo suelo de nuestra patria la semilla de su celo y acción apostólica y merecerán siempre la gratitud de la Iglesia y de la Patria Chilenas. EN MELIPILLA Tuvo lugar la fiesta que el Centro Protector de Encarcelados, fundado por el R. P. Guillermo González, diö en bien de los reos de la cárcel de ese pueblo. En la mañana de ese día se celebró una solemne misa cantada, en la que recibieron el pan eucarístico casi todos Ios reos, con. profundo. fervor y recogimiento. Sirviöseles después un suculento desayuno.- -A las 12 se les festejó con un abundante almuerzo servido por un .grupo de las principales señoritas de la sociedad. D , esarrollóse también un variado programa de música por la estudiantina de Melipilla. Lleguen hasta el R. P. González' nuestras felicitaciones más sinceras por su benéfica obra . en pró de los infeliceS reos. ACADEMIA .--A . mediados del pasado mes de Mayo se reunió la Academia San Pedro Pascual que funciona en el Constado de Santiago, para elegir nuevo Directorio y tratar de darle más impulso a la misma Academia.. Todos los académicos se manifestaron llenos de entusiasmo y de buena voluntad para colaborar y mantener la Academia en el mejor pie posible. La Academia funcionará cada ocho días. En las 'sesiones siguientes ya se han presentado muy interesantes artículos. EN CUR.IC6.—En este pueblo el R. P. Valenzuela Comendador de nuestro Convento, han empezado los trabajos del nuevo templo, para lo cual Sólo cuenta con la generosidad de los fieles. Le deseamos prosperidad en la gran obra que emprende para gloria de Dios y.de Ntra. M. Sma.

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EN HUCHUPIN.—Han dado una misión el M. R. P. Flores, P rovincial de Chile, y . el R. P. Vistoso. EN AGUA NEGRA (CONCEPCION).—Acompañado del R. P. Vistoso predicó una misión que l'iré seguida de.espléndidos y consoladores resultados el R. P. Harrison. DE RATUCO (CITILE).—En .Batuco se ha dado una misión de excelentes resultados. Desde tiempo inmemoral que no se había dado misión en ese lugar, y los moradores de la estación y sus . contornos_recibieron a los misioneros con muestras de aprecio y cariño. Uno de nuestros religiosos que anda en dicha misión, llevó una hermosa imagen de Ntra. Madre con el fin de establecer la visita circulante y al verla los fieles le hicieron una cariñosa acogida. Con asistencia del señor Párroco D. Carlos Fernández; se proclamó a la Santísima Virgen de 'la Merced Patrona de esa región de Batuco; se hizo en la noche una solemne procesión y nos de entusiasmo los batucanos tienen todo concertado para levantar una hermosa capilla con casa y escuela a una cuadra de la estación. Nuestra Madre será, la Patrona. de esa capilla y mientras que se fabrica, tendrán los fieles a la imäge,n de la Virgen en sus casas en visita circulante. El fruto de esta misión ha sido i nmenso y será suficiente decir que en los diferentes días de ella se han acercado a la sagrada mesa más de cien hombres, contando los obreros de la fábrica . de tejas que hay eh Batuco. Quedó establecida la visita circulante y la Corte de Mercedes con cuarenta . y seis socias que tienen el encargo de honrar a su Madre y' Patrona de un modo especial.

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SeCCIÓN . BELIOGRAFICR Memoria.—De las fiestas con que la República del Ecuador ha celebrado el Setimo Centenario de la Orden Mercedaria y la Coronación Canónica de la portentosa Imagen de Ntra. Segora de las Mercedes.—Ecuador. Imprentas del Clero y de la Prensa Católica 1 9 1 9 .

En un voluminoso tomo, ricamente editado, con magníficas ilustraciones de los Venerables .que han florecido en santidad y ciencia en la Provincia mercedaria ecuatoriana y de las persona113 =.=:=======r=e= '

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Edades más salientes que han tomado parte en la Coronación Canónica de la Santísima Virgen de la Merced, nos presentan los PP. Mercedarios de Quito en las 844 páginas de que consta el y ohimen, todo lo que han hecho para celebrar el Séptimo Centenario de la fundación- de la Orden de la Merced. Con el más vivo placer hemos hojeado sus páginas y nos recreamos al leer las glorias y brillantes gestas de nuestros hermanos de hábito en aquella' . República. Los primeros trabajos son de mucha importancia histórica, sobre todo «La Peregritia de Quito»—«Nuestra Seriora dei Terremoto»—«La Virgen del Volcán,» y la «Provincia Mercedaria de Quito», en ellos enctientra el lector abundancia de datos y efemérides históricas narrados en estilo correcto y sencillo, que hacen un verdadero contraste con el de otras partes de la obra en el que campea el estilo tropical en la forma y en el fondo. Es digno de notarse la importante documentación histórica de la antigüedad Y culto de la Sma. Virgen de la Merced de Quito, estudio de una perseverante investigación histórica; en el se d a a conocer la influencia bienhechora que la Sma. Virgen ha ejercido en la formación y desarrollo del pueblo ecuatoriano -y los favores que Ella le ha dispensado, sobre tödo en las calamidades públicas en las cuales ha recurrido en busca de protección. Publica tambien sesenta y dos biografías de . otros tantos religiosas venerables que han hermoseado el jardín mercedario del Ecuador y que han brillado por su virtud y ciencia. De su lectura queda el ánimo gratamente impresionado por la magnífica labor apostólica que .ha desarrollado la Orden mereedaria en: el transcurso de cuatro centurias, en aquellas remotas .Provincias. Contiene catorce sermones . pronunciados por distintos oradores durante las fiestas centenarias. Su lectura resulta algún tanto monótona por desarrollar la mayor parte de los oradores los mismos temas, y tocar los mismos punte, y relatar los mismos hechos. No obstante hay algunos de indiscutible mérito literario y de valor histórico. Termina tan importante obra, verdadero exponente de lo mucho y bueno que los PP. Mercedarios ecuatorianos han hecho en las solemnidades centenarias, con un completo estado de la Provincia y un resumen histórico de algunos de sus conventos. Felicita LA. MERCED a sus queridos hermanos del . Ecuador por la magnífica labor que representa para el, presente y para el porvenir • la obra que tan ricamente han editado.

EL PADRE FRANCISCO ZUMEL GENERAL DE LA MERCED ' Y CATEDRÁTICO DE SALAMAECA

(i. 5 4 CD — 1 6 0 7 ) Por el P. Guillermo Vázquez, Mercedario.

Otra vez con gran contentamiento vuelvo a ocuparme del querido maestro y 'discretísimo doctor mercedario, P. Vázquez, en .esta sección de nuestra ((Revista)) . El motivo me lo proporeiona la reciente publicación de la obra cuyo título encabeza estas líneas; pues si bien es cierto que ya hace algún tiempo es conocida de los críticos por haber visto la luz : pública en la «Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos)'),.no lo es menos que la mayor parte de nuestros lectores la desconocen, y, por - consiguiente, tienen derecho a que se la presentemos en' este lugar.. Antes de todo'esto ya me había yo delitado con su lectura, pues tuve el honor de saborearla aun manuscrita cuando su' autor la preparaba como memoria del doctorado en . Filosofía y Letras (mereciendo por cierto el premio extraordinario de dicha facultad, según el autorizado criterio de los catorce sabios 'catedráticos que la examinaron); siendo por tanto reposado y no del' momento el juicio que de la misma tengo formado. Se trata de un acabado estudio, por el fondo- 'y por la forma, de la primera figura científicade los Mercedarios, como acertadamente dice su autor hecho con el laudabilísimo propósito de dar a conocer convenientemente una de las más puras glorias que florecieron en nuestros claustros, que por ser nuestra lo es también de la Iglesia y de la pátria. Grande es, pues, el vacío que viene a llenar esta obra, porque grande es el mérito científico y religioso . .de Zumel, y más grande aún, si cave, el desconocimiento que de su valor extraordinario tienen todavía los muy avisados y metidos en las disciplinas en que tanto sobresalió. Y no, realmente, por falta de datos, (con trabajo Si; pero abundantes los encontró el P. Guillermo, justo premio a su incansable celo por descubrir ocultas margaritas entre el polvo de los archivos) ni tampoco a que sean precisamente rareza bibliográfica sus obras, sino más bien, por falta de lo que oportunamente hizo

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ahora un hijo agradecido a la memoria de su padre, esto es, de una presentación adecuada a los tiempos, que facilite a los autores modernos el conocimiento de un hombre, que si no les interesaba corno tal, por eso . no le buscaban, tendrá que interesarles .como sabio. Leyendo este libro se da uno cabal cuenta de la influencia que en todos los órdenes tuvo Zumel en su época. Baste decir que no hubo cuestión filosófico-teológica que algo importase por aquellos años, en la que él no interviniese con gran autoridad y competencia, escribiendo gruesos volúmenes, donde con claridad y maestría, expuso repetidas veces sus ideas y peculiar manera de pensar. Ademas, en la Universidad . de Salamanca, célebre entre las que más, vivirá perpetuamente su recuerdo, ya que su nombre va unido a las mis clásicas solemnidades académicas allí habidas. Si no nos apremiase el tiempo y el espacio, bien quisiéramos hacer una detallada reseña del libro que nos ocupa, haciendo resaltar al mismo tiempo las ideas de su autor, de las que por cierto se muestra avaro cuando se trata de criticar la intervención de Zumel en las controversias teológicas. .Nos explicamos este proceder del P. Vázquez porque él es enemigo de que se suscitase una nueva escuela, nueva, si se quiere, en el nombre, y que pudiera llamarse zumeliana, o mejor aún mercedaria; pero aun teniendo en cuenta el valor innegable de su autorizadísima opinión, creernos sería de mucho provecho en el estudio de la Filosofía y 'Teología en nuestros claustros dar mas cavida a las ideas y procedimientos de nuestro Doctor, que, por otra parte, es tomista decidido, como lo fué Suárez y tantos otros,. logrando, sin embargo, formar escuela propia y muy original. No cave duda que en esta su manera de pensar influye grandemente lo estéril y desgraciado de muchas de aquellas disputas sostenidas con calor en las Escuelas, y de ahí su aversión a ese género de polémica, al que muy bien pudiera aplicársele aquello que Mefistófeles disfrazado de Fausto decía al Estudiante en la inmortal obra de Goethe.

A pesar de todo, no puede negarse que al aquilatar muchas veces una opinión de mayor o menor importancia, surgieron incidentalmente verdaderas cuestiones científicas, insospechadas antes de tales escarceos intelectuales. Ejemplo: las famosas controversias «De Auxiliis» , en las que tanta parte tomó Zmnel, el cual no puede citarse como uno de tantos_ seguidores de Molina o de Baiíez, pues la misma coincidencia que se observa en distintos puntos con cada uno de ellos, prueba evidentemente su originalidad e independencia. El estilo del P. Vázquez corresponde. a la calidad moral de su autor, como diría Ortega y Manilla: diáfano, sincero, sin faltarle jamás ningun medio de expresión; escribe en una palabra, como quiere. Los que lo tratamos sabemos que nunca con más propiedad .pudo decirse que aplicándoselo a él; el dicho de que «el estilo es el hombre». Sabe hacer amena e interesante la lectura de aquellas cosas que parecen más áridas y menos asequibles, buscándoles siempre el lado atrayente y simpático, difundiendo por toda la obra cierto ambiente de familiaridad y confianza que sostiene constantemente la atención. Creemos sinceramente que el Maestro Zumel no pudo hallar más competente y entasiasta biógrafo, pues el P. Vázquez se ha .specializado mucho en esta clase de estudios, qu.e indudablemene e son de positiva importancia. Ahora parece tiene entre manos totro por el estilo, que también le ha de valer muchos .plácemes y enhorabuenas.



FR. LUIS BARROS.

1\1 -

«A lo mejor del pensar Falta la idea en mal hora Y una palabra sonora Llena muy bien su lugar. Con palabras cada día Da lamente discutís, Con palabras erigís La más hermosa teoría».

OR,O3C..JC0 G±

En el Convento de Lima, entregó su alma a Dios el R. P. N.es-

estor A. Chavaleta.

En el-Santuario de Bonaria. Falleció santamente el virtuoso hermano lego Fra. Giuseppe Turchetti que por muchos años fué sacristan de aquella Basílica. En San J0,0 de Bilbao. Murió en la paz del Señor la B.. Madre Agustina de Jesús Larrauri.

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En Madrid. Hemos recibido la triste noticia de la muerte de la Excma. Srta. María Isabel de Bustos y Ruiz de Arana, Baronesa de Bellpuig, hija de los Marqueses de Corbera, devotísimos de nuestra Orden. En Ferrol. Pasó a mejor vida nuestra ilustre colaboradora D.. Elvira Calvo, _viuda de Basafier. Don Lorenzo González'. A 1J, avanzada edad de noventa años falleció en Linares (Chile), este caballero, modelo de cristianos prácticos.. Ultimo miembro de una familia honorable de aquella ciudad,. el Sr. González profesó siempre un amor entrañable a la Santísima Virgen de la Merced y es sin disputa, el primer -bienhechor de 'nuestro Convento de.San.Javier. En la ciudad de Mendoza. Confortada con lOs.auxilios. de nuestra religión y la bendición papal con .el apacible sueño de los justos, falleció la ilustre Sra. D. Justa. Ponce de 'Lima, devotísima de la Orden y madre del R. P. Lima y • de Sor Clara; ambos religiosos mercedarios. .

CORRESPONDENCIA ADMINISTRATIVA Han abonado el importe de su surcripción hasta Agosto de 1921 los siguientes::: • Viuda de Cortejarena, Madrid.—L. Rivas, Ampuero.—J. Rivas, Madrid. —R. de la Guardia, Vigo . —J. Reigosa, Mondwiedo. J. Alingaray, Cabagas.-Laureano García Gago, Verirb,

Joas para una custodia. Una señorita Terciaria.—Paltnatoria de plata.—Otra Terciaria., un topacio de gran tamaño.

r ERROLA NUP. Y EST

80

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