Escritoras peruanas del siglo XX

                      Hugvísindasvið Escritoras peruanas del siglo XX Traducción de tres cuentos escritos en los años 90 Ritgerð til BA prófs í s
Author:  Sofia Sáez Silva

0 downloads 187 Views 438KB Size

Story Transcript

 

                   

Hugvísindasvið

Escritoras peruanas del siglo XX Traducción de tres cuentos escritos en los años 90

Ritgerð til BA prófs í spænsku

Kristín Þóra Ólafsdóttir Júní 2015

Háskóli Íslands Hugvísindasvið Spænska

Escritoras peruanas del siglo XX Traducción de tres cuentos escritos en los años 90

Ritgerð til BA prófs í spænsku Kristín Þóra Ólafsdóttir Kt.: 270889-3449 Leiðbeinandi: Erla Erlendsdóttir Júní 2015

 

1

Ágrip Ritgerð þessi er unnin til fullnustu B.A.-gráðu í spænsku við Háskóla Íslands. Markmið hennar er að kynna verk kvenrithöfunda í Rómönsku Ameríku, einkum perúskra, sem sáralítið hefur verið fjallað um í heimi bókmenntanna. Innihaldið er tvíþætt: Annars vegar er um að ræða þýðingar þriggja smásagna eftir perúskar konur frá tíunda áratug síðustu aldar af frummálinu yfir á íslensku. Sögurnar eru kynntar í stuttu máli og þemu þeirra greind. Sjálfu þýðingarferlinu er lýst og þeim aðferðum og gögnum sem notast var við. Hins vegar er saga kvenrithöfunda í bókmenntum Rómönsku Ameríku rakin, einkum í Perú. Leitast er við að átta sig á hvernig sögurnar endurspegla samfélagið sem höfundarnir búa í. Fjallað er um stöðu kvenna í perúsku samfélagi og þann mótbyr sem þær hafa mætt við að tryggja rétt sinn og sess í bókmenntaheiminum, ósýnileikann og þöggunina því samfara. Þetta er saga kvenna sem með styrk sínum og frumkvæði ruddu brautina fyrir komandi kynslóðir kynsystra. Verk þeirra hafa ekki fengið þá athygli og viðurkenningu sem þau verðskulda.

 

2

Índice Introducción ………………………………………………………………………. 4 1. La musa toma la pluma …………….….……………………………………….. 5 2. Iniciadoras peruanas en el ámbito literario ………………………………..…… 6 3. Papel de la mujer en la sociedad peruana ……………………………………… 8 4. Escritoras peruanas del siglo XX ………………………………….…………… 10 4.1. El “boom femenino” hispanoamericano …………………………………... 13 5. Los cuentos y sus autoras ……………………………………………….………14 5.1. La mujer alada ( 1994) ……………..……………………………………… 14 5.2. Penélope (1998) …………………………………………………………… 16 5.3 Las hermanas (1999) …………………………..….………………………… 18 6. El proceso de la traducción …………………………………………………....... 18 6.1. El método utilizado ………………………………………………………… 19 6.2. Recursos ………………………………………………………………….… 21 6.3. Elementos lingüísticos y estilísticos ……………………………………….. 21 6.4. Elementos culturales ……………………………………………………..… 24 Conclusión ……..………………………………………………………………….. 26 Bibliografía ………….…………………………………………………………….. 29 Apéndice ……….………………………………………………………………….. 32 Vængjaða konan ……………………………………………………………………33 Penélope ……………………………………………………………………………37 Systurnar …………………………………………………………………………... 41

 

3

Introducción La presencia de mujeres escritoras en el mundo literario de Hispanoamérica ha sido y sigue siendo muy escasa. Ha resultado difícil para las mujeres que quieren dedicarse a escribir integrarse a un ámbito literario sumamente masculino. Es un hecho evidente que a través de los siglos, la literatura ha sido dominada por varones. Aunque la contribución de ellos ha sido esencial para el desarrollo literario, también lo ha sido la de las mujeres. Han sido fundadoras de corrientes literarias, han luchado por los derechos de los indios y la igualdad de géneros. Sobre todo, allanaron el camino para las futuras generaciones de escritoras. A pesar de esto, no se menciona mucho sobre ellas en las antologías, o simplemente nada, pero hay sin duda varias que merecen mucha más atención que la que han tenido hasta ahora. La literatura hispanoameriana tiene características específicas que han sido determinadas por la historia, la cultura y su gente. Siempre ha sido y seguirá siendo importante la contribución de escritoras en la literatura. La literatura es un medio que ha sido utilizado por los siglos de los siglos para llevar a la gente ideas e ideología predominante de cada época. Cada vez las mujeres ocupan más terreno en el mundo de la literatura y su voz se vuelve más fuerte. A lo largo del siglo XX muchas de las escritoras del mundo se han centrado en la situación de la mujer y su destino, dándoles voz para contribuir a la igualdad de género. El propósito de este ensayo es examinar la situación de escritoras peruanas dentro del ámbito literario y traducir tres cuentos recientes a islandés. Al principio se trata en general de mujeres escritoras en Latinoamérica y las primeras mujeres peruanas que tomaron la pluma y empezaron a escribir. Se presenta el papel de la mujer dentro de la sociedad peruana y luego se centra en las mujeres escritoras peruanas del siglo XX y se presenta los cuentos escogidos y sus autoras. También se explicará el proceso de la traducción, el método aplicado y los recursos utilizados. Se intentará poner los cuentos escogidos en contexto histórico, con el fin de ver cómo reflejan la sociedad peruana y la posición de la mujer dentro de ella.

 

4

1. La musa toma la pluma Existen en la literatura castellana durante toda la Edad Media, aunque de forma oculta, obras sobre la mujer y el amor. Hay una tendencia ver a la mujer como un elemento ennoblecedor de la vida del hombre. Es vista como un objeto de amor y la culpan por ser la causa de la perdición y pecado de los hombres. Nunca es vista como un ser individualidad propia independiente del hombre. No es sorprendente que los autores de las obras escritas en esos tiempos fueron todos hombres. El papel asignado a las mujeres era su vocación de ser esposa y madre. La única razón de su vida estriba en recibir homenaje o insulto que los hombre querían darles (Gascón 2004: 235-236). La mujer era vista como un ser inferior que sólo está en este mundo para causar problemas al hombre (Gascón 2004: 263). Las obras publicadas fueron escritas por hombres y destinadas a hombres. Los iconos femeninos que utilizaban no representaron a la mujer, sino funcionaron para que el hombre podría vanagloriarse y elevar su propia reputación. La mujer es la musa y el espejo que el amante cortés sostiene ante sí, y lo que él inscribe en su discurso masculino. Sirve de espejo que refleja la imagen deseada del amante y la reputación del poeta (Olivares y Boyce 1993: 2) La función literaria como social de las mujeres entre el siglo XV y XVII es básicamente elevar la reputación del hombre: el poeta, el amante, el esposo. Las principales virtudes esperadas en una mujer eran el retraimiento, la modestia, la obediencia y, sobre todo, el silencio. Pues, el discurso público para una mujer, sea escrito o oral, era fuertemente condenado por varios predicadores, escritores y tratadistas. Para una mujer hacer público sus escritos era considerado nada menos peligroso y vergonzoso que desnudarse frente a todo el mundo. Esa visión masculina y misoginia era basada en las ideas que al hacer públicos sus escritos la mujer implícitamente buscaba la fama, algo que consideraron condición y privilegio del hombre. Una mujer que buscaba la fama declaraba su desvergüenza y deshonra por el mero hecho de hacer públicos sus escritos. Con hacer esto, se hacía una mujer pública expuesta a toda la crítica que lo acompañaba (Olivares y Boyce 1993: 3-6). Entonces, es interesante ver qué sucede cuando la musa se mira a sí misma en el espejo, cuando toma la pluma y empieza a escribir hacia finales del siglo XVI. Se ven obligadas a afrontar un discurso cuyos autores son hombres, cuyos hablantes son hombres, que inventan hablantes femeninos y cuyos destinatarios son hombres

 

5

(Olivares y Boyce 1993: 2). Tenemos que preguntarnos si simplemente habla el lenguaje del hombre o si habla como mujer por el mero hecho de haber nacido mujer. No debe sorprender que muchas escritoras tratan de usurpar el estilo de los hombres, ya que saben que esto es la norma. Quieren medirse y competir con lo que la norma establece como bueno. Pero en la mayoría de los casos, esas decisiones son absolutamente inconscientes (Mañaz 2005: 119). Por toda Europa la mujer parece tener ansias de dar voz a la condición femenina y responder a la autoridad masculina. Para expresar el reconocimiento social, el deseo por la libertad intelectual, y para la autodeterminación espiritual. Ya no solamente observaba, sino dejaba el hogar privado para el mundo literario (Olivares y Boyce 1993: 9-10). El avance del feminismo en todo el mundo ha incrementado el interés en la literatura escrita por mujeres, pero la mayoría de la producción femenina en Hispanoamérica se ha dado en los últimos sesenta años. No podemos olvidar que hasta hace poco, en América Latina, las jóvenes sólo tenían dos alternativas dignas: casarse o ingresar al convento. Poco a poco, la mujer comenzó a salir del hogar y participar en otras actividades, políticas, laborales y sociales, luchando por un estatus más alto en la sociedad. Comenzaron en participar en obras de caridad, más tarde en la docencia, el magisterio y el periodismo. Empezaron a publicar en revistas y periódicos, siendo ellas mismas las fundadoras. Esto les permitió hacer su voz más fuerte. Pero no fue hasta la segunda parte del siglo XX, cuando la mujer empezó a dedicarse a otras profesiones socialmente aceptadas (Voces  1996).

2. Iniciadoras peruanas en el ámbito literario Pese a su contribución literaria en los siglos anteriores, han sido ignoradas las mujeres. Es importante hacer un breve recorrido de la presencia de las mujeres en la historia de la literatura peruana ya que falta de ella puede explicar lo difícil que ha sido su camino hacia ser escuchadas (Minardi 1998: 81-86). Podemos retroceder en el tiempo hasta el siglo XVI para topar con Amarilis y la colonial Clarisa. Ellas se vieron obligadas a esconderse bajo el anonimato desde comienzos de la literatura del Nuevo Mundo. Durante siglos se consideró la literatura el ámbito masculino y no se aceptaba la poesía escrita por mujeres. Por eso, aquellas que querían estudiar o escribir tenían que refugiarse en conventos para tener libertad creadora, donde había un ambiente intelectual y donde eran protegidas por los muros

 

6

y la solidaridad de sus hermanas. Es algo sumamente interesante, ya que se puede decir que disfrutaban de mayor libertad intramuros que extramuros, una paradoja de esta época (Voces 1996). La visión masculina dominaba la literatura y debido a la presión social y religiosa de los siglos XVII y XVIII las mujeres prefirieron ocultar su producción intimista, la cual quedará perdiada para siempre (Minardi 1998: 81). Por eso, no surgierion muchas escritoras en estos siglos. El espíritu femeninio y la voz femenina fue silenciada (Voces 1996). En el siglo XIX aparece Flora Tristán (1803-1844) que se preocupaba por los derechos de la mujer, luchando por una sociedad más justa y digna (Minardi 1998: 81). Escribió muchas obras dedicadas, ante todo, a la lucha social y a la emancipación femenina. Además se considera Tristán una precursora del socialismo científico (Bustamante “Mujeres”: [en línea]). En su obra La unión obrera (1843), precedió a Carlos Marx, ya que él tenía este libro en su biblioteca. Su obra póstuma, Emancipación de la mujer, editada en 1846, fue un llamado a las mujeres del mundo para unirse y luchar por sus derechos políticos, económicos y sociales. También abogó a favor de la unificación de las mujeres con los obreros para luchar juntos por una sociedad más justa (Minardi 1998: 81; Lergo 2011). En toda su obra, es obvia su preocupación por la situación de la mujer en la sociedad, dentro del hogar, en el lugar de trabajo y como viajera. Se dedicó a romper las cadenas que rodeaban a la mujer, invocando a las mujeres a alzarse contra las discriminaciones existentes. Como obrera, le preocupaba también los derechos de los trabajadores y fue la primera en declarar: “Trabajadores del mundo, uníos” (Flora Tristán: centro de la mujer peruana, Flora Tristán, [en línea]). En el mismo siglo surgió en el Cusco Trinidad María Enríquez (1846-1890). Fue la primera mujer en ingresar a la Universidad y la primera periodista peruana, ya que editó el combativo periódico El Perú Ilustrado en 1884 (Minardi 1998: 81). Pero aunque terminó sus estudios, nunca se graduó ya que el proceso de obtener el expediente académico fue tan largo que falleció antes. Sus libros fueron quemados en la plaza de Arequipa y no se tradujeron hasta más de cien años después. Tristán sería una desconocida en el Perú si no fuera por la recuperación de su figura gracias a la escritora peruana Magda Portal, que escribió un homenaje a ella en los años 40 del siglo XX (Lergo 2011). Clorinda Matto de Turner (1852-1909) fue alumna de Enríquez, en el colegio que ésta había fundado (Minardi 1998: 81). Además fue pionera de la denuncia de la  

7

situación de los indios. Se considera una de sus obras, Aves sin nido (1889), como una de las novelas fundadoras del realismo en toda Hispanoamérica (Lergo 2011). En sus obras trata de asuntos históricos, de religión y de política colonial y de los derechos del indio. También critica la situación de la mujer y el hecho de que muchas tenían que entrar al convento. Turner fue criticada por sus limitaciones de estilo y por sus opiniones políticas llevando lo último a la destrucción de su imprenta, saqueo de su casa y finalmente su voluntario exilio a Chile (Clorinda 1996: 107-110; Lauer 1995: 122). Mercedes Cabello de Carbonera (1845-1909) fue la iniciadora del naturalismo. Ella publicó obras, diversos ensayos y participaba en las tertulias literarias (Lergo 2011). Como Turner, luchaba también por los derechos de la mujer, y en su obra Perfeccionamiento de la mujer afirma que la emancipación femenina beneficiaría a la sociedad. Ella pasó la última parte de su vida en un sanatorio de enfermos mentales (Minardi 1998: 81). Clorinda Matto de Turner y Mercedes Cabello de Carbonera, dejaron una profunda huella en el campo de la literatura, ya que ellas fueron las iniciadoras de los movimientos realista y naturalista peruanos. Aunque hubo muchas poetisas románticas, fueron las novelistas que tuvieron un impacto importante en la marcha de la literatura del Perú republicano (Lergo 2011; Cárdenas 2008).

3. Papel de la mujer en la sociedad peruana El pensamiento ilustrado despertó la conciencia sobre la importancia de educación para la mujer e impulsaba su labor social en el siglo XIX. Aunque rechazaron la costumbre de encerrar a las niñas en conventos donde recibían educación alejadas de la sociedad, el énfasis era en educar las mujeres en tareas domésticas, como madre, como educadora de sus hijos y transmisora de valores. Después de cuarenta años de luchas y reivindicaciones, la universidad abrió sus puertas a las mujeres en el año 1908. María Trinidad Enríquez fundó un colegio de enseñanza femenina, donde se enseñaron derecho, matemática, lógica y filosofía. La fundación de este colegio fue de fundamental importancia, ya que tras él surgieron otros más. Esto no significaba que la posición de la mujer en la sociedad había cambiado en un instante, pero por lo menos fue el comienzo de cambios importantes (Lergo 2011).

 

8

Algunas mujeres comenzaron a reclamar un sitio en los círculos intelectuales en el último tercio del siglo XIX y producir obras en prosa que inició el realismo y naturalismo peruanos. Esto fue de gran importancia para la historia de la literatura peruana. En el ámbito laboral la situación de la mujer también comenzó a cambiar. Con la expansión de la industria la mujer se vio obligada a salir al mercado laboral como los hombres. Trabajaron en fábricas, haciendo tareas destinadas a ellas, remuneradas por debajo de las de los hombres. Pero aunque algunas mujeres ahora habían salido del ámbito estrictamente familiar, no se puede decir que eran libres de restricciones. El miedo de que ellas podrían empezar a hablar entre sí, y así despertar la consciencia sobre su situación, resultó en una prohibición expresa de hablar durante toda la jornada laboral. Debido al empobrecimiento del país tras la Guerra del Pacífico, se produjeron también cambios significativos de las clases más elevadas. Dentro de ellas las mujeres se dedicaron sobre todo a la enseñanza y la enfermería. Sin embargo, hay que tener en cuenta que lo habitual era que la mujer dejara su trabajo o sus estudios al contraer matrimonio, ya que era visto como humillante para el marido. Eran dependientes de sus maridos y necesitaban autorización de ellos para ejercer actividades lucrativas (Lergo 2011). Todos estos hechos históricos demuestran que el camino fue nada fácil. Ha sido largo y cargado de contradicciones. Pero con esa mentalidad, menos patriarcal y más hacia igualdad, se empezaba a cuestionar el papel asignado a la mujer y la búsqueda de un nuevo estatus para ella. En América Latina estos cambios se dieron en los últimos años de la Colonia y a partir de la Independencia. Pero por el hecho de que en el Perú dominaba la muy conservadora clase alta, la introducción de esas nuevas corrientes de pensamiento retrasó en comparación con otras repúblicas independientes americanas. No era hasta las primeras décadas del siglo XX que iniciaron los principales movimientos emancipadores (Lergo 2011; Bustamante “Mujeres”: [en línea]). La situación actual de la mujer en el Perú es aún hoy en día grave. El alto analfabetismo entre las mujeres es un hecho que todavía nos enfrentamos. Según cifras recientes de Unicef, el 76% de personas analfabetas son mujeres y el ingreso económico de ellas es el 35% inferior al de los varones. Es un hecho triste que aún existe en el Perú el trabajo infantil y la violencia, y que las niñas tienen menos oportunidades y tienen que afrontar más desafíos que los varones (Salinas 2014). Las mujeres peruanas sufragaron por primera vez en 1956, pero si tenemos en cuenta el  

9

alto analfabetismo entre ellas, podemos deducir sus posibilidades reales en la participación política y social (Bustamante 1985: [en línea]). En este contexto llama la atención un poema de la poetisa peruana Sonia Luz Carrillo. Aunque es corto dice tanto: Ella no sabe nada / de arte / ni política. Ella cada año / pare un nuevo hijo. Ella no saca para nada / las delicadas narices / de su hogar. Ella no tiene voz / usa poco los ojos / los oídos los tiene atrofiados. En mi país / ella es la esposa ideal (Bustamante 1985: [en línea]). Hay que tener en cuenta que esto no fue escrito hace siglos, sino por una mujer nacida en la mitad del siglo XX (Bustamante 1985: [en línea]).

4. Escritoras peruanas del siglo XX Buscando información sobre escritoras peruanas, uno se da pronto cuenta de lo poco que se ha escrito acerca de ellas. Repasando antologías de literatura latinoamericana, se nota ausencia casi total de escritoras. Aunque mencionan los escritores y sus obras, es sumamente poco frecuente encontrar nombres de mujeres. Después de escritoras como Mercedes Cabello de Carbonera y Clorinda Matto de Turner, habían sido muy pocas las mujeres peruanas que habían tomado la pluma y cultivado la narración (Cornejo 2000: 277; Minardi 1998: 81). A pesar de ello, existen libros y artículos que se centran en presentar a escritoras hispanomericanas, espícificamente dedicados a mujeres. Como el artículo de Carmen Alemany Bay, Narradoras hispanoamericanas desde la independencia, a nuestros días, donde hay una colección de nombres y obras de varias escritoras hispanoamericanas, entre ellas peruanas (Alemany 2003: 34-37). La sociedad peruana de los siglos pasados se caracteriza por una mentalidad y conducta social machista y patriarcal. Entonces, la escritura de mujeres se enfrenta a muchas barreras que impedirán su difusión, ya que se enfrenta a un lector masculino o masculinizado. La historia nos ha mostrado que no han sido valoradas ni escuchadas, sino silenciadas y no reconocidas como líderes de opinión (Díaz  2009: 1-2). Se debe mencionar en este contexto a Elvira García García, una educadora peruana, que en el año 1924 publicó su obra La mujer peruana a través de los siglos: serie historiada de estudios y observaciones. Hasta el momento no se había escrito nada sobre la mujer

 

10

peruana, y Elvira consideraba que aunque la mujer había siempre jugado un papel importante como compañera de su esposo, de su hermano, de su amigo, etc., no se había reconocido su valor, se había quedado en la sombra (Lergo 2011). En el siglo XX, el siglo en que nos concentramos, la mujer ya no era vista como un mero adorno. Tenía su propia voz, y se había convertido más confiada frente a la crítica, que había empezado a valorar su calidad ideológica y artística. Paso a paso, caminaron hacia una libertad creativa y empezaron a ocupar un lugar propio dentro de la literatura. Ya no se podía ignorarlas (Bautista 1996). Aunque la poesía peruana se ha enriquecido en las últimas décadas gracias a la palabra de las mujeres, la narrativa sigue siendo territorio masculino. La causa de esto puede ser que falta una crítica feminista que valore la escritura femenina desde sus propias categorías (Minardi 1998: 82). La literatura escrita por mujeres ha tenido el sambenito de ser “sentimental”, “doméstica” y “cursi”, adjetivos nunca utilizados para describir textos escritos por hombres (Mañaz 2005: 116). A pesar de ello, está viva en el Perú la práctica literaria femenina en prosa. Aunque hay algunas narradoras ya algo conocidas, hay otras como las mujeres del grupo “El anillo de Moebious” que tienen producciones inéditas. Ellas se dedican con verdadero entusiasmo y seriedad profesional a la práctica del cuento (Minardi 1998: 82). Para darnos mejor idea del peso de la contribución masculina en la literatura peruana en comparación con la femenina, es sumamente interesante ver algunos datos obtenidos de la Agencia ISBN del Perú de los años 2006 y 2007. Según ellos, las autoras representaron solamente el 12% del total de autores publicados, y de las 4000 publicaciones registradas del año 2006, 90 fueron escritas por mujeres, muchas de ellas publicadas en selecciones o en antologías. Esa diferencia nos muestra que ya hoy en día existe desequilibro de género en la literatura. Habiendo dicho eso, es curioso ver que según el mismo registro existen 128 empresas editoriales, de las cuales 19 son dirigidas por mujeres. Afortunadamente algunas de las editoriales jóvenes están marcando un nuevo rumbo y han llegado a publicar entre 30 y 35% de los títulos escritos por mujeres. Para hacer la voz femenina en la literatura peruana más fuerte esperamos que esas cifras se aumenten y que en el futuro próximo nos encontremos en un panorama más igual entre las publicaciones de mujeres y hombres (Díaz  2009: 2).

 

11

Aún existen lectores que prefieren literatura escrita por hombres y que todavía están tendenciosos por sus patrones culturales (Díaz   2009: 1-3). Tiene mucha razón, el crítico literario peruano, Javier Ágreda, que dice que cuando preguntamos a una persona sobre importantes novelistas peruanos, la respuesta inmediata será un hombre, como por ejemplo Mario Vargas Llosa. En cambio, si preguntaremos sobre “las novelistas peruanas, la respuesta más probable sería un incómodo silencio” (Ágreda 2014). La razón no es que no hay buenas narradoras, sino es por la escasa difusión de sus nombres y de sus obras literarias que no está en coherencia con su calidad (Ágreda 2014). Aunque la mayoría de los libros que se venden son escritos por hombres, los libros de ficción escritos por mujeres han sido en los últimos años los mejor vendidos. Con la aumenta de participación por parte de las mujeres escritoras en la literatura, estamos frente a un cambio paulatino e irreversible, ya no se puede ignorarlas ni susurrarlas. Poco a poco el lector está dándose cuenta de que su aportación es importantísima en el ámbito de la literatura. Quizá con las nuevas tecnologías les permitan mayores oportunidades de expresión femenina (Díaz   2009: 1-3). Un análisis de la situación actual de la literatura de mujeres y el actual mercado de lectores que hoy enfrenta, nos muestra que aún estamos frente a una sociedad en cambio. Estamos en tránsito de un arraigado patrón social machista hacia uno más abierto. Pero ese proceso no sucede de la noche a la mañana, ya que con tantos años viviendo en esta sociedad machista resulta difícil cambiarla. La sociedad peruana sigue atrasada en este tránsito, donde la mujer juega un nuevo rol social en la vida académica y en la parte comercial (Díaz  2009: 2). Hoy en día no es considerado raro que una mujer vive de su producción literaria. Pero no siempre ha sido así. Es un fenómeno bastante nuevo que ha tardado siglos en realizarse. Ha sido un camino largo y arduo (Bautista 1996). Aunque no estamos siempre frente a una literatura feminista, la literatura escrita por mujeres posee un discurso propio y debería situarse en el campo de las letras peruanas. Las escritoras peruanas se preocupan por encontrar su presencia específica en la sociedad y con sus escritos quieren expresas su propia visión de la realidad. Su práctica literaria es muy rica en temas y estilos, y se esmeran por encontrar el lenguaje adecuado para reflejar la realidad. (Minardi 1998, 86). Aunque hemos hablado de literatura femenina, no queremos poner todas las obras escritas por mujeres en la misma caja. Como con la literatura masculina, puede variar en temas, estilos y estructura. Si  

12

queremos encontrar algunos rasgos en común, podemos ver que la literatura femenina posee mucha vitalidad imaginativa, fuerza innovadora y elocuencia (Bautista 1996).

4.1. El “boom femenino” hispanoamericano Con la mirada patriarcal, del deseo o temor masculino, ella es “lo Otro” que no es él (Rosales 2004, 10). Con las propias palabras de Simone de Beauvoir: “La mujer se determina y diferencia con relación al hombre, y no éste con relación a ella; ésta es lo inesencial: Él es el sujeto, él es lo Absoluto: ella es el otro” (Beauvoir 1977: I: 12). Lo que caracteriza la década de los ochenta es el hecho de que lo diferente, lo Otro, las mujeres, están en el candelero. Introducen nuevas estrategias literarias, más intimista, narrando decididamente sus experiencias y crítica de la realidad. Tienen su propio discurso que no es inversión ni reflejo del discurso masculino (Rosales 2004: 11-13). Esos nuevos modelos literarios se oponen al papel transmitido de la madre y esposa, la mujer doméstica, el “ángel del hogar”. Las escritoras buscan una identidad cultural, su propio sitio dentro de la literatura, al mismo tiempo que tienen que combatir las herencias patriarcales (Rosales  2004: 19; Silvia-Santisteban 1998: 133). Gracias a la lucha política mantenida durante décadas, las mujeres hispanoamericanas adquieren algunos derechos civiles a mediados del siglo XX. Demandaron que se les permita tener derecho a la educación, voto y condiciones justas de trabajo. Sin embargo, no lograron cambios radicales. La causa es que no existía un cuestionamiento de los modelos patriarcales (Rosales 2004: 80). La literatura peruana de las últimas dos décadas del siglo XX representa singular riqueza y diversidad. Se encuentran obras de poetas y narradores nacidos en los años 20 y 30, junto con obras también significativos de autores nacidos hasta los inicios de la década de los 70. No se puede olvidar que en los años 80 y parte de los 90 se produce que es sin duda la más grave crisis registrado en la historia del siglo XX en el Perú. La crisis económica, las guerrillas, la violencia terrorista, el crecimiento de pobreza, la superpoblación en las ciudades, en especial en Lima, agravó problemas preexistentes (Cornejo 2000:   265-266). Todo esto ha influenciado los escritos de las mujeres peruanas, que interpretan y confrontan la crisis social y la realidad de nuestro tiempo que desestabiliza a la sociedad peruana (Bustamante 1985: [en línea]). La exploración de la intimidad es sin duda uno de los mejores logros de la escritura realizada por mujeres, una condición inseparable de su constante búsqueda

 

13

de identidad. La gran riqueza de estilos, la variedad de personajes y situaciones, es lo que hace la literatura de mujeres ampliar el territorio de la literatura. Nos dan perspicacia dentro de la mente y psicología de la mujer moderna, sus conflictos y logros. Nos presenta personajes femeninos que buscan la libertad y luchan para salir del angosto círculo donde la sociedad patriarcal persiste en situarlas (Mañaz 2005: 121-121). La escritora busca lo íntimo, de lo interior, busca lo importante en lo cotidiano. A ella le interesa convertir en serio, lo que a un varón podría parecer insignificante (Silvia-Santisteban 1998: 134).

5. Los cuentos y sus autoras Los tres cuentos escogidos para presentar y traducir a islandés fueron escritos en los años 90 del siglo XX, precisamente en 1994, 1998 y 1999, por autoras nacidas entre 1948 y 1959. En este capítulo se presenta las autoras y se hace un análisis literario de sus cuentos.

5.1. La mujer alada ( 1994) Vivian Mellet nació en Lima en 1959. Estudió letras en la Universidad Católica. Recibió premios y menciones honrosas por sus cuentos, y en 1991 ganó el II Concurso Magda Portal con el cuento El buen aire de la noche. A lo largo de su vida ha trabajado como secretaria en una ONG extranjera, ha participado en un proyecto de entrevistas a mujeres importantes y actualmente trabaja de manera independiente en consultorías de Marketing Social (Minardi 2000: 289). En 1994 publicó La mujer alada, una colección de doce cuentos breves que todos tienen temas contemporáneo y urbano. Aunque todos los cuentos se centran en las problemáticas de una mujer, los personajes y sus situaciones son diferentes. Cada mujer está envuelta en sus propios problemas. Es decir, no es un libro sobre la mujer, sino sobre individuos mujeres (Forgues 1999: 151). El cuento escogido para traducir a islandés es “La mujer alada”, que da título al libro. Trata de una mujer extraordinaria que se siente restringida por el rol que la sociedad le ha dado. Aunque el tema del cuento es realista, es también fantástico, ya que la mujer tiene unas alas inmensas que la sociedad, y ni siquiera ella, parece ser capaces de atar (Forgues 1999: 151-152). Una mujer nace con unas alas grandes. Su madre está complacida con estos rasgos característicos de su niña, y dice que va a

 

14

garantizar que las use como se debe. Aunque la madre era una mujer alada de nacimiento, resulta más difícil de lo que pensó cumplir su deseo. En una sociedad que tiene ideas específicas de cómo debería comportarse una mujer, nunca debería mostrar sus alas, y mucho menos atreverse a volar. Manifestar sus opiniones, sus deseos, rebelarse o soñar despierta, es considerado algo que las niñas buenas no hacen. Poco a poco, aprende que tener alas, no es considerado por la sociedad como algo positivo. Empieza a avergonzarse por su naturaleza y considera las alas como un defecto congénito. Sin embargo, algunos las toleran. Su novio no le molesta las características de su novia: A él las alas no le molestaban en absoluto. Incluso tenía que reconocer que había sido a causa de esa particularidad que se fijó en ella. Efectivamente, eran, aunque bien disimuladas, unas alas grandes (Minardi 2000: 216). Pero aunque parece un hombre simpático y bienintencionado, está influenciado por la sociedad patriarcal en que viven. Esto es evidente cuando ella aletea espontáneamente. La reacción de él a esta inconveniencia es nada simpática: “¿Olvidaste, amorcito, que no me gusta oírte hablar de política?”, o “¿Acaso me estás contradiciendo, cariño?” o, tal vez, “Mi vida, ¿te parece recomendable ir sola al cinema?” (Minardi 2000: 217). Avergonzada y arrepentida, disculpa su comportamiento y promete que no volvería a suceder. A ella le parece lo más importante complacer a ese hombre bueno, que la había aceptado con todos sus imperfecciones. Se resigna al papel que la sociedad le ha dado y trata de controlar su naturaleza: Con los pies bien pegados a la tierra ejecutaba las tareas propias de su condición sin una queja, y aparentemente, sin ambicionar nada más que esa apacible vida sin sobresaltos (Minardi 2000: 217). Es obvio que las alas son símbolo de las aspiraciones femeninas (Forgues 1999: 152). Utilizarlas parece un riesgo peligroso, como un vicio . Y por no ser capaz de volar, de hacer lo que quiere, experimenta depresión, melancolía y cambios de humor. Cuando se atreve una vez usar las alas es obvio que la hace sentirse bien:  

15

Las usé, y volé alto, y llegué lejos, a lugares donde nunca antes estuve y que nunca imaginé. Y fui feliz. ¡Eso es lo peor! ¡Fui feliz! (Minardi 2000: 218). El cuento termina con un final abierto: Cualquier cosa puede suceder con un hombre que comete la insensatez de enamorarse de una mujer alada. Cualquier cosa puede suceder con una mujer alada que, neciamente, se proponga nunca, jamás, intentar echarse a volar (Minardi 2000: 219). Mellet nos presenta el mundo de la mujer, sus problemáticas y sus frustraciones. Nos hace sentir en toda su intensidad la restricción femenina (Forgues 1999: 151). Es obvio que la mujer alada y su madre no están conformes con los comportamientos programados para la mujer. La madre se propone cambiar el destino que el sistema patriarcal y capitalista quiere trazarles, pero sin éxito. Las ideas del rol y forma de actuación apropiadas para una mujer son tan arraigadas en la sociedad que nadie tiene fuerzas cambiarlas.

5.2. Penélope (1998) Gladys Cámere, narradora y feminista peruana, nació en Lima en 1948. Como Mellet, hizo sus estudios de Letras en la Universidad Católica. Además, realizó estudios de Bibliotecología en la Escuela Nacional de Bibliotecarios. Siempre ha trabajado como bibliotecaria en varias instituciones y desde 1986 ha dirigido la ONG, CENDOCMujer (Minardi 2000: 287). El Centro de Documentación sobre la mujer es una institución que se dedica a procesar y difundir material e información bibliográfico sobre la mujer peruana, revertir la situación de discriminación de éstas (Centro, [en línea]). Su cuento “Penélope” es de su primer libro de relatos En primera persona. La narradora del cuento es una gata, que nos narra en primera persona su vida en la poblada ciudad de Lima. Es capturada por un hombre que la lleva a una casa para servir de diversión a una señora rica. El estilo es muy particular con oraciones largas, como si estemos siguiendo, sin cesar, los pensamientos de la gata. Uno de los temas

 

16

fundamentales del cuento es el tema de la identidad: ¿Quién soy? ¿Qué soy? El personaje principal está buscando su identidad ya que antes era una mujer: Pero lo más insólito es que yo hace años fui una mujer, sí, así es, una mujer de pelo oscuro, espeso y rizado, con ojos de gata, azules, por eso siempre me sentía, me sabía gata (Minardi 2000: 161). Está en una transición dolorosa entre mujer y gata. No quiere que los demás la ven así, mitad mujer, mitad gata. Aunque se siente como una gata, el fin del cuento nos indica que en realidad es una mujer y que está en el hospital. Ha sido capturada y traída a un lugar con “paredes blancas, los hombres y mujeres de blanco, la señora que le dice al hombre que me atrapó: ¿Recuerda a Penélope, doctor? La recogimos en un muladar, se cree gata”. Aún en ese momento piensa que es gata: “soy, siempre fui una gata” (Minardi 2000: 162). Podemos preguntarnos si puede ser que está en un psiquiátrico. El personaje principal sueña con lo pasado, cuando era libre y caminaba salvaje por la ciudad: “La ciudad era otra, bulliciosa, desordenada, pero viva” (Minardi 2000: 160). Y también trata del tema de las clases sociales y de la raza: Si antes, en la calle, no había diferencias, blancos, negros, grises, manchados, éramos todos iguales, solo que unos más hábiles, otros generosos o bellos; pero ese hombre y la señora me etiquetaron, me hicieron sentir distinta (Minardi 2000: 160). La depresión se muestra en el personaje principal: “después de esos paseos me deprimo” (Minardi 2000: 160). También parece deprimirse porque no sabe quién es. Tiene complejidades de la identidad. No parece sentirse cómoda con el rol que los demás quieren otorgarle. Aunque a ella le gusta la seguridad de la casa donde vive con la señora, no quiere ser su juguete. Tampoco quiere ser una mujer, aunque parece que tenía una juventud feliz. Le da una sensación pavorosa cuando al final del cuento se da cuenta de que su pelo suave ya no es el mismo, sino parece al “vello de los humanos” (Minardi 2000: 162). Lo que quiere es una aventura, ser una gata salvaje y libre. Así siente la paz, y así se siente feliz.

 

17

5.3 Las hermanas (1999) Giovanna Pollarolo es escritora peruana de ascendencia italiana. Nació en Tacna, en el extremo sur del país, en 1952. Hizo sus estudios de literatura y lingüística como las demás en la Universidad de Católica. Se la considerada como una de las voces más maduras de la poesía peruanas de las últimas décadas. A lo largo de su vida, ha incursionado en el periodismo, la poesía, la narrativa y el guión cinematográfico. En este último género lo más conocido es Pantaleón y las visitadoras. Fue editora de la revista Debate y actualmente trabaja como profesora en la Universidad del Pacífico (Minardi 2000: 291). Lo que caracteriza la obra de Pollarlo es que sus personajes hablan similar al habla cotidiana, sin adornos retóricos. Pero aunque utiliza lenguaje sencillo y directo, sus textos tienen intensidad emotiva. Pollarolo reflexiona sobre el papel de las mujeres en la familia y en la sociedad (Ágreda 2013). El cuento “Las hermanas” se publicó en su libro de cuentos Atado de nervios en 1999 (Cornejo 2000: 277). Trata de tres hermanas que están planeando el asesinato del esposo de la cuarta hermana. Se presenta la trama con un diálogo entre las tres hermanas que sucede en menos de un día. Mientras juegan scrabble hablan sobre la relación de su hermana con un hombre violento y cruel. Conocemos indirectamente, a través de la conversación entre las hermanas, a la hermana abusada. Están hartas de la situación: “Yo ya estoy harta de las llamadas a medianoche, de los llantos y de las palizas” (Minardi 2000: 238) y de la manera en que el novio trata a su hermana: “Debe de estar enfermo de la mente, dijo la segunda. No es normal que una persona haga a alguien lo que él hace a nuestra hermana” (Minardi 2000: 238). El tema fundamental del cuento es la violencia doméstica y el desconcierto y confusión que las hermanas sienten a la hora de tratar de ayudar a su hermana. Sienten que no tienen otro remedio que desasir de él para salvar a su hermana. Pero no saben como hacerlo, solo saben que quieren matarlo por todos los maltratos que su hermana ha sufrido por su mano: No era la primera vez que sostenían una conversación sobre qué hacer con el marido de la hermana. Habían pasado muchas tardes sentadas delante del juego sin llegar a tomar ninguna decisión (Minardi 2000: 239).

 

18

Y así termina el cuento. Sentadas delante del juego sin encontrar una solución: “Mientras pensamos juguemos una partida más dijo la mayor” (Minardi 2000: 241). Esto nos indica que las cosas no van a cambiar para ellas, ni para su hermana.

6. El proceso de la traducción Traducir obras literarias no solamente consiste en trasladar un texto a otro idioma, sino también reproducir el ambiente que crea y dejar surgir el estilo del autor. Es bien sabido que obras literarias nacen de experiencias personales, y a menudo reflejan la sociedad en que vive el autor. Aunque se trata de obras bastante recientes, no se puede olvidar el pasado a la hora de analizarlas. Hay que tener en cuenta la historia de las mujeres peruanas dentro de una sociedad patriarcal y la lucha de las iniciadoras para ocupar un lugar determinado en el ámbito literario. En este capítulo se presenta teóricos en el ámbito de la traducción y teorías adaptadas en el proceso de la traducción. Además, se presenta los recursos de ayuda, elementos lingüísticos, estilísticos y culturales, y se tomara ejemplos concretos de dificultades que surgieron durante la traducción.

6.1. El método utilizado Friedrich Schleiermacher es a menudo llamado el padre de la hermenéutica y la traducción. Él argumenta sobre diferentes métodos de traducción, como el método de reproducir los mismos efectos en el lector potencial que el texto original hizo en sus lectores. Afirma que diferentes métodos se adaptan a diferentes géneros y obras. Una palabra no puede sustituir a otra palabra en otro idioma, no existe el equivalente. El traductor tiene dos opciones: acercar el lector al autor o acercar el autor al lector. Además dice que la lectura de la traducción debería producir la misma alegría que la lectura del texto original hizo en una persona del mismo nivel de educación. Una traducción debería ser como un extranjero que ha dominado el idioma pero aún así, sin embargo, tiene los sabores de su origen (Schleiermacher 2010: 11-15). Según Eugene A. Nida, el lingüista estadounidense, existen dos técnicas de traducción. Estos son la equivalencia formal y dinámica. Ástráður Eysteinsson se refiere a Nida en su libro Tvímæli y explica la diferencia entre las dos técnicas. La equivalencia formal se centra en la sintaxis. Intenta traducir el texto palabra por palabra, aunque puede estar a costo de la expresión natural en el lenguaje meta.

 

19

Mientras la equivalencia dinámica no consiste en traducir tan literalmente, sino intenta comunicar lo que quiere decir el texto, la idea expresada. Esto puede significar cambio de sintaxis, del orden de las palabras, etc. Nida cree que la equivalencia dinámica intenta reproducir los mismos efectos que el texto original, y por eso sería más fiel al texto original y a su autor que la traducción palabra por palabra (Eysteinsson 1996: 89-92). Puesto que se trata de una traducción literaria es imposible traducir palabra por palabra si el resultado ha de ser legible. Para lograr el mismo efecto que el texto original, es necesario tener ciertas cosas en cuenta. Hay que considerar la atmósfera que crea el texto y sus temas. Aunque los estilos y la estructura de los tres cuentos son bastante diferentes, su lenguaje es contemporáneo. Se tomó la decisión de tratar de crear una atmósfera similar en islandés que produce el texto original. Se intentó utilizar un islandés más atemporal posible. Es decir, utilizar ni palabras antiguas que pocos islandeses entenderían, ni jerga moderna. Es importante permitir emerger el estilo del autor. Tratar de lograr producir el flujo y la sencillez del lenguaje sin perder la sutileza y profundidad del texto original. Así, se consideró conseguir ser más fiel al autor. Antes de repasar ejemplos concretos de dificultades que surgieron durante la traducción conviene explicar cómo se llevó a cabo el proceso, desde el texto origen al texto meta. Pues, con cada cuento se leyó el texto original dos veces antes de empezar a traducir, para tener mejor sentido del estilo del autor y lo que realmente quería decir. Luego se hizo un boceto, no cambiando mucho la sintaxis ni las palabras. El resultado fue entonces que muchas frases eran casi incomprensibles en islandés. Nos pareció importante proceder de esta manera para ver gráficamente la diferencia entre el español y el islandés, en términos de la gramática y la sintaxis. Luego se mejoró la primera traducción considerando el texto original. Después de esa segunda traducción el texto había tomado forma más fluida en islandés, pero todavía se podía mejorar mucho. Ya que se tomó la decisión de  tratar de transmitir el contenido de los cuentos, más que traducirlos palabra por palabra, el resultado no era satisfactorio. Por eso, se decidió escribir varias versiones de cada frase y elegir la mejor propuesta, arreglar y luego pasar todo el texto a limpio. Finalmente, se tomó esa versión y se le dio el último retoque hasta que el lenguaje llegó a ser fluido y natural.

 

20

6.2. Recursos Los recursos utilizados del Internet son páginas Web como: Snara, Real Academia Española, Oxford Diccionarios y Wordreference. Con el fin de asegurar el uso de algunas palabras específicas, también se utilizó bases de datos de Internet buscando en Google. Durante mis estudios en la Sección de Español en el Departamento de Lenguas Extranjeras en la Universidad de Islandia, he podido practicar    la traducción. Las clases de traducción y consejos de los profesores me dieron una idea sobre cómo se llevaría a cabo el proceso de la traducción. Introdujeron teorías de teóricos mencionados arriba como Nida y Schleiermacher, además de hacernos leer el libro de Eysteinsson, Tvímæli. El método utilizado en el proceso de la traducción fue de equivalencia dinámica, además de confiar en mi propia intuición y sentido de lo que es un buen islandés.

6.3. Elementos lingüísticos y estilísticos Para que las traducciones tendrían el mismo flujo que los textos originales, se había que cambiar bastante la sintaxis. En islandés la sintaxis de una oración es normalmente: sujeto, predicado, objeto, complemento predicativo. Entonces, en algunos casos había que mover el sujeto dentro de la oración. Ejemplo de ello es la siguiente frase del cuento La mujer alada, en la que el sujeto se ha movido al principio de la oración: Mucho le advirtieron los amigos y familiares del muchacho cuando éste la presentó como su novia (Minardi 2000: 216). ‘Mikið hann vöruðu við vinir og ættingjar piltsins þegar hann hana kynnti sem kærustu sína’ (Traducción palabra por palabra). ‘Vinir og ættingjar piltsins vöruðu hann mikið við þegar hann kynnti hana sem kærustu sína’ (Traducción sentido por sentido). Es evidente que la oración posterior es mejor islandés. Podemos tomar otro ejemplo de cambio sintáctico, en este caso del cuento Las hermanas. El siguiente ejemplo nos muestra no solamente cambio de orden de las palabras, sino también la sustitución de algunas palabras para lograr un mejor flujo:

 

21

Y no pudo seguir hablando porque empezó a llorar con suspiros, gemidos y muchas lágrimas (Minardi 2000: 240). Og ekki gat hún haldið áfram talandi vegna þess að hún byrjaði að gráta með andvörpum, kjökrum og mörgum tárum (Traducción palabra por palabra). En hún gat ekki haldið áfram að tala vegna þess að hún brast í grát með tilheyrandi andvörpum, kjökri og táraflóði (Traducción sentido por sentido). Aquí nos pareció mejor sustituir a “y” con la conjunción islandesa “en”, en vez de “og”, ya que oraciones en islandés normalmente no empiezan así. Como en el ejemplo anterior del cuento La mujer alada, aquí se ha también cambiado la sintaxis y movido el sujeto de la oración más adelante. Además se ha añadido la palabra “tilheyrandi”, ya que se consideró esto hacer la oración tener un mejor flujo. Se debe mencionar, sin embargo, que en los diálogos entre las hermanas se sustituyo a “y” con la conjunción islandesa “og”, ya que en estos casos puede funcionar porque se pretende imitar a lenguaje hablado. Los siguientes ejemplos muestran que en islandés hablado suena natural: - ¿Y si nos descubren? (Minardi 2000: 237) - Og hvað ef það kemst upp um okkur? - ¿Y se las compraste? (Minardi 2000: 238) - Og keyptirðu hana fyrir hana? Otro factor importante que hay que mencionar también es el gerundio. En español es mucho más frecuente el uso del gerundio que en islandés. Por eso, se ha tratado de evitar emplearlo en la traducción. Así que se ha puesto “tala” en vez de “talandi” en la oración más arriba del cuento Las hermanas, ya que suena mucho mejor en islandés. Esto se aplica también a los demás cuentos: del cuento La mujer alada: “Las has estado usando, ¿no es cierto?” (Minardi 2000: 218) fue traducido a “Þú hefur verið að nota þá, er það ekki?”; y del cuento Penélope: “...tengo los ojos azules de gata, que miran grande, fijo, viendo a través del tiempo y la distancia traspasando fosforscentes la noche” (Minardi 2000: 159) fue traducido a “...ég er með blá læðuaugu, sem fylgjast grant með, stara, sjá í gegnum tíma og fjarlægð, fara í gegnum sjálflýsandi

 

22

nóttina”. Con eliminar el gerundio de los verbos y ponerlos en otro tiempo verbal se produce una traducción que suena más natural en islandés. El estilo y la sintaxis del cuento Penélope es bastante diferente de la norma. Las oraciones son largas con muchas comas. Ya que se consideró esto una gran parte del estilo del autor, se decidió tratar de reproducir oraciones similares en islandés, sin perder el sentido de las frases. Nos pareció el cuento más difícil de traducir y sin duda requiere más concentración del lector potencial que la lectura de los demás, ya que normalmente es considerado más correcto y bello escribir en islandés oraciones cortas que oraciones largas. A continuación ofrecemos un ejemplo sacado del cuento: Acariciada, mimada, entre buena comida, así pasan mis días. En una casa blanca de largos pasadizos, fría, tremendamente fría, el sol no me calienta ni en verano, con algunos muebles cálidos de madera, donde dejo mis huellas, con mis fuertes uñas los araño, delimitando así mi espacio, y al acercarme a ellos y olerlos, reconozco mi olor con placer, es mi territorio (Minardi 2000: 159.) Kjössuð, ofdekruð, á kóngafæði, þannig liðu dagar mínir. Í stóru húsi með löngum göngum, kuldalegt, ákaflega kuldalegt, sólin hitar mig ekki einu sinni upp á sumrin, með nokkrum heitum viðarhúsgögnum, þar sem ég skil eftir ummerki mín, með sterkum nöglum mínum rispa ég þau og afmarka þannig svæði mitt, og þegar ég færist nær þeim og þefa af þeim, þekki ég, ánægð, lyktina mína, þetta er mitt yfirráðasvæði. Podría haber sido una solución sustituir las comas con puntos, para que sería un “mejor” islandés. Pero con hacer ello se consideró que se perdería el estilo y el flujo que posee el texto original. En La mujer alada se utiliza metáforas y cosas fantásticas para representar las frustraciones del personaje principal. Se decidió mantener este estilo para reproducir el ambiente irreal, que al mismo tiempo presenta problemáticas reales. El ejemplo que sigue refleja el estilo metafórico: Era una mirada que la atravesaba dolorosamente y ella sintió que su cuerpo se desmoronaba como un puñado de arena (Minardi 2000, 218).

 

23

Þetta var augnaráð sem smaug í gegnum hana á sársaukafullan hátt og hún fann líkama sinn brotna niður í þúsund mola. Esto sucede cuando el marido la mira con la sospecha de haber utilizado las alas. La razón del dolor que siente la mujer cuando su marido la mira puede ser porque la hace sentir insignificante, la hace sentir como no existe. Por eso, se decidió traducir “sintió que su cuerpo se desmoronaba como un puñado de arena” en “hún fann líka sinn brotna niður í þúsund mola”, ya que así se considera comunicar mejor el significado de la metáfora que traducirla literalmente. Como ya se ha mencionado, lo que caracteriza la obra de Pollarolo, la autora de Las hermanas, es el lenguaje sencillo y cotidiano. Esto se aplica al dialogo del cuento, que tiene un lenguaje nada melodramático y sin adornos retóricos. Por eso se utilizó un islandés moderno y cotidiano: - Ese no es el tema, replicó la tercera. Tenemos que pensar en cómo solucionar el problema en lugar de perder el tiempo hablando mal del tipo (Minardi 2000: 238). - Þetta er ekki til umræðu, andmælti sú þriðja. Við verðum að hugsa um hvernig leysa eigi vandann í stað þess að eyða tíma í að tala illa um gaurinn. El cuento está escrito en un habla o lenguaje familiar y por eso se decidió utilizar aquí la palabra “gaur” en vez de “náungi”, ya que se consideró una palabra más natural en una conversación.

6.4. Elementos culturales El conocimiento previo de la cultura en que ha nacido la obra es importante cuando uno quiere traducir, para poder interpretar el texto correctamente. Ser consciente de la historia del país enriquece nuestro entendimiento de lo que representan los cuentos. La realidad actual de un país es compleja, ya que está colorada por todos los hechos históricos y sociales de los siglos pasados. Por eso, tenemos que tener en cuenta la realidad social, económica y política, para poder analizar los cuentos escogidos. Aunque es importante para el traductor tener en cuenta el contexto cultural, el lector

 

24

potencial no necesariamente tiene que conocer la cultura en que nació la obra, aunque por supuesto enriquece su lectura. El lector potencial, un islandés, vive en una cultura completamente diferente del autor del texto original. Y por eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de traducir. El cuento La mujer alada no tiene referencias culturales pero las hay en los demás cuentos. Por ejemplo, no es seguro si los islandeses saben que es agua de azahar, de que hablan en el cuento Las hermanas, pero esa bebida puede ser utilizada para calmar los nervios. Ya que se decidió al principio trasladar la cultura de los textos originales y no crear elementos culturales más cercanos a los islandeses, se tradujo directamente agua de azahar a appelsínublómavatn y no a kamillute por ejemplo, que la mayoría de los islandeses entenderían en seguida como una bebida tranquilizante. Para explicar que es agua de azahar se ha optado por ofrecer una explicación en una nota a pie de página dentro de la traducción. Otro ejemplo que merece la pena mencionar, es la referencia que se hace a Penélope, la fiel esposa de Odiseo, en el cuento Penélope: Yo nunca me llamé Penélope, yo no esperaría a nadie tejiendo de día y destejiendo en la noche (Minardi 2000: 161). Ég kallaði sjálfa mig aldrei Penélope, ég beið ekki eftir neinum og óf á daginn einungis til þess að rekja það upp á nóttunni. La esposa de Odiseo esperó el regreso de su marido durante años a pesar de tener muchos pretendientes. Para evitar elegir un nuevo esposo dijo que cuando terminara tejer un sudario escogería un marido. Pero lo que tejó por el día, destejió por la noche, así que nunca terminó la tela. Por eso, no tenía que elegir entre los pretendientes y podía seguir estando con Odiseo cuando volvió. Ha sido considerada la paradigma del ángel del hogar, de la mujer fiel, hogareña, dedicada a su esposo e hijos (Seguí, [en línea]). Con esta referencia podría estar haciendo hincapié en la independencia de la gata, el personaje principal del cuento. Para mostrar que no es como Penélope de Odiseo, no depende de nadie. Para que el lector será capaz de darse cuenta de esa referencia, se ha puesto una nota a pie de página en la traducción. Es una referencia importante para la interpretación del cuento ya que el personaje no parece querer asociarse con la Penélope de la leyenda.  

25

Conclusión La historia de la literatura femenina hispanoamericana no es larga, ya que la presencia de las mujeres en este campo ha sido escasa. Las iniciadoras peruanas en ingresarse en el ámbito literario, dominado por la visión masculina, se preocupaban por el destino de la mujer. Querían tener derechos para estudiar al igual que los hombres y querían hacer públicos sus escritos sin ser condenadas injustamente. No debería ser privilegio para mujeres escritoras ingresarse al ámbito literario, sino un derecho de gozar. En una sociedad manejada por la visión masculina, las mujeres luchan por su validación existencial. Quieren ser vistas como líderes de opinión, al igual que los hombres, dignas de ser escuchadas. Cuando tenemos en cuenta los obstáculos que tenían que afrontar las mujeres, no debe sorprender que pocas hayan tomado la pluma. Pero algunas lucharon por sus derechos, confrontaron la sociedad patriarcal y lograron conseguir respeto y reconocimiento en su tiempo. A pesar de que todavía tenían un largo y difícil camino por delante, ya no eran invisibles. Con el despertar de la conciencia de las mujeres por sus derechos, surgieron escritoras que se centraron en la situación de la mujer. El hombre machista y la mujer como objeto de él, como una posesión, es una imagen que todos conocemos. Aunque la sociedad ha cambiado muchísimo las últimas décadas en lo referente a la situación de la mujer, hasta el presente recurre el concepto de la mujer como complemento del hombre. Las escritoras peruanas se preocupan por encontrar su presencia específica en la sociedad y con sus escritos quieren expresar su propia visión de la realidad. Su práctica literaria es muy rica en temas y estilos. Sus escritos poseen fuerza innovadora, vitalidad imaginativa y elocuencia. Las escritoras tienen su propio discurso. Se oponen al papel transmitido de la obediente madre y esposa que se queda en la sombra. La contribución de mujeres escritoras no sólo es importante para la lucha de igualdad de género, sino también para ver dentro de la mente de la mujer, que a menudo puede ser muy diferente del hombre. La escritura de mujeres marcan rasgos que subrayan y manifiestan diferencias temáticas, estilísticas y de pensamiento. Los cuentos escogidos para traducir en este trabajo fin de grado, fueron escritos en los años 90, por autoras de más o menos la misma edad. A pesar de ello, se ha encontrado con obras bastante diferentes en cuanto al estilo. Encontramos en La mujer alada metáforas y cosas fantásticas, como las alas que posee el personaje

 

26

principal que son símbolo de las aspiraciones femeninas. En Penélope tenemos un estilo completamente diferente. Las oraciones son largas y a veces parecen incoherentes. Esto hizo la traducción un reto más difícil que los demás cuentos. Es sin duda el cuento más complejo de los tres, referente al estilo e interpretación. Por último, Las hermanas está escrito como un dialogo entre los personajes con un lenguaje sencillo y cotidiano. Los temas que las autoras peruanas se dedican a presentar son sobre todo la frustración femenina, la búsqueda de la identidad, para encontrar su lugar en la vida y la violencia doméstica. Además, tocan temas de las clases sociales, de la raza y de la depresión. La mujer alada y Penélope son cuentos fantásticos, pero tratan de casos de la vida real. Los personajes principales no se sienten cómodos en su propia piel. La mujer alada se siente restringida por esas inmensas alas que tiene en la espalda. Quiere volar al mismo tiempo que quiere obedecer a lo que la sociedad espera de ella. Quiere hacer todo lo que sabe que está capaz de hacer. La gata tampoco se siente cómoda en su propia piel. A causa de esto, experimentan depresión y melancolía. Se sienten atrapadas en un lugar, en un cuerpo, que no les hacen sentirse cómodas. Lo que sorprendió a la traductora fue que no se puede encontrar el tema de la pobreza en los cuentos. Se esperó que podría ser posible que tocaran el tema, ya que la pobreza, la miseria y la superpoblación en la capital es una realidad en el Perú. Es cierto que las escritoras tocan temas más intimistas. La búsqueda de identidad de la gata y de la mujer alada. Y también la búsqueda de la libertad. Penélope quiere ser salvaje, la mujer alada quiere volar. Y las hermanas quieren librar a su hermana oprimida. Todas están en una situación que no quieren. Teniendo todo esto en cuenta: el camino difícil de las autoras latinoamericanas para hacer su voz más fuerte dentro de un territorio literario dominado por el varón, las precursoras peruanas en el ámbito literario, los temas y estilos de los cuentos escogidos, se tradujeron los cuentos a islandés. El proceso no fue nada fácil, ya que la sintaxis en español e islandés es bastante diferente. Y no solo por esto, sino también porque el lector potencial vive en una cultura completamente diferente de la que viven las autoras. Pero con mucha paciencia y recogida de información sobre el asunto se llevo a cabo la traducción. El método utilizado para traducir fue de equivalencia dinámica, traduciendo sentido por sentido. Ya que así se consideró más fiel a las autoras. El alto analfabetismo de las mujeres y los graves problemas sociales que tienen que afrontar, bien puede explicar lo difícil que ha sido el camino para las  

27

mujeres escritoras hacia un ámbito literario más igual. También se puede mencionar en este sentido el arduo acceso a la educación, la fuerte crítica que han sufrido y la invisibilidad dentro de un ámbito literario dominado por lo masculino. Aunque poco a poco, la distribución y publicación de obras escritas por mujeres haya aumentado, aún estamos frente a un lector masculino o masculinizado. Por eso, no se debe sorprender que las peruanas se preocupen de dar voz a la mujer, que utilicen personajes femeninos para representar a la mujer peruana, sus deseos y anhelos. La restricción, frustración y desánimo que sufre la mujer aún hoy en día en la sociedad peruana es evidente.

 

28

Bibliografía Alemany Bay, Carmen. Narradoras hispanoamericanas desde la independencia a nuestros días. Anales de Literatura Española, Universidad de Alicante No 16, Serie monográfica, No 6. Departamento de Filología española, lingüística general y teoría de la literatura. 2003. 34-37. http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/7272/1/ALE_16_05.pdf . [Consultado el 20 de marzo de 2015] Ágreda, Javier. “Entre mujeres solas”. La República. . 8 de julio de 2013. [Consultado el 21 de abril de 2015] Ágreda, Javier. “Las novelistas”. El Montonero: El primer portal de opinión del país. Junio de 2014 . [Consultado el 27 de abril de 2015] Bautista Gutiérrez, Gloria (ed.). Voces femininas de Hispanoamérica. Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 1996. Beauvoir, Simone de. El segundo sexo. Buenos Aires: Ediciones Siglo Veinte, 1977. Bustamante, Cecilia. “La Crisis de los 80 en la Literatura Femenina del Perú:...la fuerza desconocida del terror”. Versión resumida: En: Diario La República, Lima: 1985. . [Consultado el 3 de marzo de 2015] Bustamante, Cecilia. “Mujeres peruanas en la literatura” en ensayos. . [Consultado el 20 de febrero de 2015] Cárdenas Moreno, Mónica. “La intelectual del siglo XIX en el Perú: El caso de Mercedes Cabello de Carbonera”. Academia. Ediciones Flora Tristán: 2008. . [Consultado el 26 de enero de 2015] “Centro de Documentación sobre la Mujer CENDOC-Mujer”. Culturaperu.org: sistema de información cultural. . [Consultado el 21 de abril de 2015] Cornejo Polar, Antonio y Jorge Cornejo Polar. Literatura Peruana Siglo XVI a Siglo XX. Lima: Latinoamericana Editores, 2000. Díaz, Gladys. “La literatura sobre mujeres. Algunos alcances comerciales”. Revista Electrónica Construyendo Nuestra Interculutralidad, Año 5, N°5, Vol. 4. 2009. 1-3. . [Consultado el 20 de febrero de 2015]

 

29

Eysteinsson, Ástráður. Tvímæli: þýðingar og bókmenntir. Reykjavík: Bókmenntafræðistofnun, Háskólaútgáfa, 1996. Forgues, Roland. Mujer, creación y problemas de identidad en América Latina. Mérida: Consejo de Publicaciones de la Universidad de los Andes, 1999. 143-154. Gascón Vera, Elena. “El amor ambiguo; la mujer cruel: aporía en la literatura del siglo XV”. Un mito nuevo: la mujer como sujeto/objeto literario. Madrid: Editorial Plegios, 2004. 233-263. Lauer, Mirko. “Plumas. Relaciones de género en la literatura peruana”. Maruja Barrig y Narda Henríquez (ed.). Otras pieles. Historia, género y cultura. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1995. 117-127. Lergo Martín, Inmaculada. “Mujer y literatura en el Perú del siglo XIX”. Escritoras y Escrituras: Máscaras femeninas: personajes y autoras Vol. 2 (revista digital). Milagro Martín Clavijo (ed.). 30 octubre 2011. [Consultado el 15 de marzo de 2015] Mañas Lahoz, Pilar. “Mujeres y Literatura: indiscreaciones y perplejidades”. Miradas desde la perspectiva de género: Estudios de las Mujeres. Isabel de Torres Ramírez (coord.). Madrid: Narcea, S.A. de Ediciones, 2005. 115-122. Minardi, Giovanna. “Un rápido paseo a través de la narrativa de mujeres en el Perú contemporáneo”. Mujeres latinoamericanas del siglo XX: Historia y cultura. Luisa Campuzano (coord.) Tomo II. México: Fondo Editorial Casa de Las Américas, 1998. 81-86. Minardi, Giovanna. Cuentas: narradoras peruanas del siglo XX. Lima: Ediciones Flora Tristán, 2000. Olivares, Julián, y Elisabeth S. Boyce. Tras el espejo la musa escribe: Lírica femenina de los Siglos de Oro. Madrid: Siglo XXI de España editores, S.A., 1993. Rosales, María Á. C. El “Boom femenino” hispanoamericano de los anos ochenta: un proyecto narrativo de “ser mujer”. Granada: Editorial Universidad de Granada, 2004. Salinas Y, Eduardo. “Unicef: Niñas en el Perú superan duros desafíos para tener una educación”. La República. 26 de marzo de 2014. [Consultado el 2 de mayo de 2015] Schleiermacher, Friedrich. ,,Um hinar mismunandi þýðingaraðferðir”. Jón á Bægisá. Tímarit um þýðingar N° 14. Martin Ringmar íslenskaði. Reykjavík: Ormstunga, 2010. 5-28.

 

30

Seguí, Virginia. “Penélope, reina de Itaca. El personaje, su imagen y sus contradicciones”. Alenarte: revista cultural y artística N°114. Alena Collar (dir.) 15 de octubre de 2012. [Consultado el 8 de mayo de 2015] Silvia-Santisteban, Rocío. “Escrito con el cuerpo”. A imagen y semejanza: reflexiones de escritoras peruanas contemporáneas. Marcela Robles (ed.). Lima: Editorial Fondo ade Cultura Económica, 1998. 127-151. Sin autor. “Flora Tristán”. Flora Tristán: centro de la mujer peruana. . [Consultado el 21 de marzo de 2015] Spænsk-íslensk orðabók. Diccionario espanol-islandés. Guðrún H. Tulinius, Margrét Jónsdóttir, Ragnheiður Kristinsdóttir, Sigrún Á. Eiríksdóttir y Teodoro Manrique Antón (editores). Reykjavík: Mál og mennning, 2007.

Fuentes en la red Diccionarios en Oxforddictionaries.com. Oxford Dictionaries: Language matters. Oxford University Press, 2015. www.oxforddictionaries.com. [3 de marzo de 2015] Diccionarios en Snara.is. Snara. . [25 febrero de 2015] Diccionarios en WordReference.com. Online Language Dictionaries, . [25 de febrero de 2015] Real Academia Española. Diccionario de la lengua española (DRAE). España: Espasa Calpe, 2012. . [25 de febrero de 2015]

 

31

Apéndice Traducción a islandés de tres cuentos de escritoras peruanas de Kristín Þóra Ólafsdóttir

La mujer alada de Vivian Mellet Penélope de Gladys Cámere Las hermanas de Giovanna Pollarolo

 

32

Viviana Mellet

Vængjaða konan Hún var vængjuð kona. Það vissi móðir hennar áður en hún kom í heiminn þegar hún fann, ánægð, fyrir henni blaka vængjum í kvið sínum. Það hafði auk þess verið ósk hennar að geta af sér vængjaða stúlku og ekki neina aðra. – Ef þetta er stúlka, hafði hún tilkynnt – þá mun hún vera með vængi. Og ég mun sjá til þess að hún noti þá sem vera skyldi. En því miður hafði henni ekki orðið að ósk sinni. Þrátt fyrir þrjósku sína, höfðu aðrir í fjölskyldunni, kennslukonurnar í skólanum og heimurinn almennt, séð til þess að halda vængjum stúlkunnar í föstum skorðum. Í þeim tilfellum sem hún hafði reynt að nota þá, var henni refsað harðlega (,,Góðar stúlkur gera ekki svona hluti”, höfðu þau bent henni á). Þar til hún lærði lexíuna og reyndi ekki aftur ósvífni eins og að tjá skoðanir sínar, láta langanir sínar í ljós, gera uppreisn gegn yfirvaldinu, láta sig dreyma dagdrauma og aðra ósiði í þeim dúr, sem voru mjög dæmigerðir fyrir einhvern eins og hana. Hún varð hlýðin og móðirin átti enga aðra kosta völ en að sætta sig við að hún myndi vaxa úr grasi án þess að hafa varla breitt út fallegu vængina sína. Eftir allt saman, hafði henni ekki einu sinni, sem sjálf var vængjuð kona frá fæðingu, tekist að leyfa persónuleikaeinkennum sínum að njóta sín, vegna afturhaldssemi samfélagsins. Fyrir utan það, var hún ekki fær um að ala upp dóttur sína (,,..sem er ekki aðeins þín...“, minnti maðurinn hennar hana iðulega á) og móta eins og hana dreymdi um, vegna þeirra mótbára sem hún varð fyrir. Vinir og ættingjar piltsins vöruðu hann mikið við þegar hann kynnti hana sem kærustu sína. Móðir hans var sérstaklega skýr og án þess að geta falið óánægju sína, kallaði hún á hann afsíðis inn í eldhús. – Þetta er alls ekkert sniðugt, ég veit hvað ég syng, nöldraði hún. - Og hvað þá til þess að stofna til alvarlegs sambands. Þessi er með gríðarstóra vængi! Hann vissi það nú þegar. Það var ekki það að þeir væru sýnilegir, en ef vel var að gáð, eða ef maður hafði eitthvert vit á þessum málum, var hægt að taka eftir þeim, jafnvel að þeir yrðu sýnilegir. Vængirnir trufluðu hann alls ekki. Hann varð jafnvel að viðurkenna að þetta sérkenni hefði einmitt verið ástæðan fyrir því að hann tók eftir henni. Þrátt fyrir að

 

33

vera vel huldir, voru þetta í rauninni stórir vængir. Hún hafði þó aldrei vogað sér að nota þá, ekki einu sinni sem unglingur, þegar jafnvel jarðbundnustu stelpurnar blaka vængjum sínum án þess að skammast sín fyrir það. Af þessari ástæðu voru þeir á sama tíma brothættir vængir og þetta einstaka atriði snerti við honum. Á einhvern hátt sá hann hana sem slasaða veru sem hann þurfti að vernda, en hann hafði alltaf séð aumur á þeim sem minna mega sín. – Hún hentar þér ekki, vinur. Ekki til þess að verða konan þín, ráðlagði vinur hans honum eitt kvöld yfir nokkrum bjórum. - Svona konur eru góðar til að eiga skyndikynni við, til þess að skemmta sér með. En, sem móðir barnanna þinna? Ekki að ræða það, félagi! Þú veist aldrei hvenær þær munu fljúga í burtu, bætti hann við, klappaði honum á axlirnar og gerði kjánalegt merki með höndunum. Hann tók ekki mark á þessari né nokkurri annarri viðvörun í þessu sambandi. Hann var góður maður, einn af þeim sem trúa ekki á óvild manneskjunnar né grimmd heimsins. Það var á þessum forsendum sem hann gerði hana að lokum að konu sinni. Á brúðkaupsdaginn fannst öllum hún vængjaðri en nokkru sinni fyrr, þegar vængir hennar höfðu, til furðu, aldrei verið minna greinilegir allt hennar líf. Sumir sögðu að hún líktist einna helst engli; aðrir, að hún væri alveg eins og spörfugl. Konurnar, sem skoðuðu kjólinn af nokkurri öfund, fannst hún einna helst líta út eins og villtur smáfugl eða skordýr. Þær sögðu það þó ekki vegna þess að þær tækju eftir vængjunum, heldur vegna flökktandi augnaráðs hennar, stirðs brossins og umfangs brúðarkjólsins. Með tímanum varð að viðurkennast að þau voru sæt saman. Hann virtist hamingjusamur og ánægður, og hún uppfyllti hlutverk sitt að fullu, rétt eins og hver önnur venjuleg kona. Með báða fætur á jörðinni sinnti hún verkefnum sem tilhheyrðu stöðu hennar, án þess að kveinka sér og auðsjáanlega án þess að sækjast eftir neinu meira en þessu friðsama og tilbreytingarlausa lífi. Tengdamóðirin viðurkenndi meira að segja að hún hefði dæmt hana ranglega og endaði á því að viðurkenna óaðfinnanlega framkomu tengdadóttur sinnar. Samt sem áður kom það fyrir að hún blakaði ósjálfrátt feimnislega vængjunum. Með þolinmæði og nærgætni benti hann henni á þetta, án þess þó að ásaka hana. Hann sagði til dæmis við hana: ,,Gleymdirðu því, ástin mín, að mér líkar ekki að hlusta á þig tala um pólitík?“, eða ,,Ertu kannski að andmæla mér, elskan?“, eða, kannski, ,,Ástin mín, þykir þér ráðlegt að fara ein í bíó?“ Hún afsakaði sig og  

34

lofaði því einlæglega að þetta kæmi ekki fyrir aftur. Í rauninni þráði hún ekkert annað en að þóknast þessum manni sem hafði tekið henni eins og hún var, með því sem hún áleit meðfæddan galla og ástæðu smávandamálanna sem hún barðist við af hugrekki: tímabil þar sem hún upplifði ástæðulausan pirring, þunglyndisköstin sem komu henni úr jafnvægi og skyndileg breyting á skaplyndi. Hún vildi þóknast honum og lifa við hlið hans. Að fljúga virtist vera áhættusamt verkefni, einskonar ósiður. Sá sem byrjaði á því myndi vilja komast hærra í hvert skipti, hver veit hversu hátt. Hún hafði það á tilfinningunni að við enda þessa opna himins sem henni og jafningjum hennar var boðinn, opnaðist upp, óbrigðulega, djúpt hyldýpi einmanaleika. Einhvern tímann bað hún hann afsökunar, aðeins til þess að gera honum til hæfis, þrátt fyrir að hana grunaði að það væri óþarfi. Einhvern tímann, þegar hún gerði það, grét hún agndofa, vegna þess að í raun fann hún ekki til neinnrar iðrunar. Það hræddi hann að grennslast fyrir um hver gæti verið ástæðan fyrir tárum hennar. Á þeim nóttum sem honum þótti hún svo umkomulaus, þorði hann að biðja hana um að breiða út vængina fyrir sig. Falinn í myrkrinu, heillaður af ljóma hennar og ilm, sökkti hann sér í þá nautn að týnast á milli þeirra. Á sama tíma og hann fann til einkennilegrar hræðslutilfinningar fann hann til öryggis. Innst inni, þráði hann að fara á bak hennar, yfirgefa hana og hefja sig líka til flugs. En hann vissi það ekki. Hann var ófær um að viðurkenna eða skilja slíkar langanir. Tíminn leið. Þau eignuðust syni og dætur, þær síðarnefndu vængjaðar eins og við var að búast. Þá urðu breytingarnar á skaplyndi og þunglyndisköstin reglulegri og alvarlegri. Það kom aðallega fyrir þegar hún skoðaði litlu vængi dætra sinna og varð áhyggjufull þegar þær ærsluðust um eða þegar þær létu sig dreyma. Og eitthvað byrjaði að breytast innra með henni. Hann veitti þessu ekki athygli til að byrja með, enda heltekinn af áhyggjum og upptekinn af ört stækkandi fjölskyldu, sem óhjákvæmilega taka tíma frá manni. En það rann upp sá dagur að hann beið eftir henni í svefnherberginu þar til fór að rökkva. Það var nóg fyrir hana að finna fyrir þessari þrúgandi þögn í húsinu og sjá svipinn á honum til þess að átta sig á að eitthvað var á seyði. Augnaráð hans var hvasst en skýrt, engu líkara en hulu sakleysis sem hann hafði alltaf haft fyrir augunum hefði verið svipt frá. Þetta var augnaráð sem smaug í gegnum hana á sársaukafullan hátt og hún fann líkama sinn brotna niður í þúsund mola. – Þú hefur verið að nota þá, er það ekki? sagði hann með rámri röddu.

 

35

– Já, viðurkenndi hún eftir langa þögn, án þess að líta undan. Hún var ekki fær um að ljúga. Það er eitthvað sem konur af þessu tagi eru ekki vanar að gera. – Já! Já! endurtók hún, engu líkara en að rétt í þessu væri hún að átta sig á því hvað það þýddi. – Ég notaði þá, og ég flaug hátt, og ég fór langt, til staða sem ég hef aldrei komið til áður og sem ég hafði aldrei ímyndað mér. Og ég var hamingjusöm. Það er verst! Ég var hamingjusöm! Við það að segja þetta huldi hún andlitið í höndunum og brast í grát. Þá sá hann þá. Glitrandi og sterka á bakinu á henni, ennþá raka eftir gyllta dögg frelsisins. Hann fann hvöt til þess að strjúka þeim en hélt aftur af sér. Hann var góður maður og vonbrigðin dugðu ekki til að breyta honum. Hann fyrirgaf henni, í þeirri trú að hann hefði gert það rétta og að lífið myndi að lokum launa honum ríkulega. En hann hafði rangt fyrir sér með tvennt: lífið er aldrei sanngjarnt og það er ekkert vit í því að fyrirgefa gjörðir þeirra sem hegða sér samkvæmt eðlisávísun. Það er einfaldlega ekki hægt að berjast gegn henni. Henni skjátlaðist líka. Hún hélt að hún hefði framið synd og lét nægja að festa vængina mjög vel til þess að hún myndi ekki falla fyrir freistingunni að nota þá. Svo að hún lofaði aftur. Við myndum vilja segja að í miklu örlæti hafi konan nálgast manninn og rétt honum gríðarstór skæri, snúið í hann baki og boðið honum vængi sína. Að hann hafi orðið snortinn, en þegar hann hafi ætlað að byrja að klippa hafi hann stoppað. Að þá hafi hann útskýrt blíðlega fyrir henni það sem hann hefði loks áttað sig á: að vængirnir sem knúðu hana áfram til þess að fljúga, væru í raun og veru ekki þarna, milli herðablaðanna á henni, heldur á ákveðnum stað í sálinni þar sem enginn getur klippt þá af. Því næst, opnað gluggann og leyft henni að fara. En í raun er endirinn á þessari sögu ekki til. Eða það eru til, hvað sem öðru líður, mismunandi sögulok til þess að velja úr. Hvað sem er getur hent karlmann sem fellur í þá gildru að verða ástfanginn af vængjaðri konu. Hvað sem er getur hent vængjaða konu, sem í kjánaskap er staðráðin í að gera aldrei nokkrun tíman tilraun til þess að hefja sig til flugs. (Úr La mujer alada, 1994)

 

36

Gladys Cámere Penélope Ég vissi alltaf að ég væri læða, þannig leið mér, læða, læðuleg og það er ég, falleg læða, með mjúkan felld, kremlituð eins og þeyttur rjómi blandaður við kaffi, sá sem horfir á mig úr fjarlægð sér á baki mínu dökkan blett með litlum gylltum röndum, ég er með blá læðuaugu, sem fylgjast grant með, stara, sjá í gegnum tíma og fjarlægð, fara í gegnum sjálflýsandi nóttina. Við af kattarættinni erum tíguleg, hreyfingar okkar koma mannfólkinu á óvart, sem segja ,,hún hreyfir sig eins og köttur”. Með blöndu af lipurð og glæsileika sé ég sjálfa mig ganga eftir teppalögðum ganginum í húsinu sem ég bý í, hver á eftir annarri þokast loppur mínar áfram, þokkafullt, með auga á öllu, leitandi að frúnni. Ég sé hana, hún er mjög nálægt, við hlið hennar, göngustafurinn, ég stekk upp í fangið á henni, hún strýkur feld minn aftur og aftur, ég mala þar til ég sofna, draumur. Já, það er þannig, okkur læðurnar dreymir, rómantíska drauma, erótíska, martraðir, og að lokum, merkingarfulla drauma, verðuga besta sálgreini, fyrir mennska og skynsamlega túlkun sína. Kjössuð, ofdekruð, á kóngafæði, þannig liðu dagar mínir. Í stóru húsi með löngum göngum, kuldalegt, ákaflega kuldalegt, sólin hitar mig ekki einu sinni upp á sumrin, með nokkrum heitum viðarhúsgögnum, þar sem ég skil eftir ummerki mín, með sterkum nöglum mínum rispa ég þau og afmarka þannig svæði mitt, og þegar ég færist nær þeim og þefa af þeim, þekki ég, ánægð, lyktina mína, þetta er mitt yfirráðasvæði. En þetta hús og frúin eru athvarf mitt og gildra. Stundum fer ég í göngutúr um drungalegar götur þessarar borgar, götur sem voru áður mínar, og ég sé á göngu minni þessi fölu andlit, sorgmædd, andlit fátæktarinnar, eftir þessa göngutúra verð ég niðurdregin. Já, það er rétt, fallegu læðurnar og vel til hafðar, við verðum stundum niðurdregnar, eins og kemur fyrir mig mjög auðveldlega, við grátum systur okkar sem eiga hvorki þak yfir höfði sér né mat, en innst inni öfundum við frelsi þeirra. Hér áður fyrr var ég frjáls, ég blandaði geði við aðrar læður og kvensama fressi sem sungu til mín ástarsöngva, það voru góðir tímar, stundum koma þeir til mín í draumum. Minningar af klíkunni minni, þegar við útveguðum mat með ,,erfiðisvinnu veiðihára okkar”, sváfum þar sem nóttin tók okkur og fórum þak frá þaki. Borgin var

 

37

önnur, hávaðasöm, óskipulögð, en lifandi. Mig dreymir stundum dagdrauma um raddir götunnar, ávaxtasalana, fisksalana, hrópandi blaðasalana, kliðinn í rökkri garðanna,

rifrildi

hjónanna,

tilbreytingarlaust

raul

nunnanna,

trommuhljóð

herhljómsveitanna, hlátur barnanna, þetta var stórkostleg gleði, líf kattarsamfélags, eigendur nokkurra þaka, af hluta borgarinnar og hljóð hennar, með smá lofti. Ah! Við vorum voldug. Ég var áberandi, ég veit ekki hvort það var fyrir að vera fáguð eða fögur, eða fyrir hvoru tveggja, ég var svo montin með mig og hugrökk. Og það var fyrir hugrekkið sem ég hóf ævintýrið að kynnast nýjum hverfum. Einn daginn gómaði dökkleitur lágvaxinn og sterkur maður mig og langur hvítur bíll fór með mig í húsið þar sem ég bý núna hjá frúnni. Fyrstu kynni mín voru ánægjuleg, ég var róleg. Þessi maður, veiðimaðurinn, talaði við frúna, hann talaði um mig, litinn á feld mínum, grábrúna blettinn, næstum svartan, um bak mitt, bláleitan stingandi lit augna minna, þar til þau kváðu á um, þetta er síamsköttur. Ég vissi þetta nú þegar fyrir einhverju síðan. Hver var munurinn? En áður, á götunni, var ekki munur, hvítir, svartir, gráir, blettóttir, við vorum öll eins, aðeins að sumir voru snjallari, aðrir gjafmildari eða fallegri; en þessi maður og frúin auðkenndu mig, þau létu mér líða eins og ég væri öðruvísi. Þrátt fyrir þetta, þá var auðvelt að líða þægilega innan um öryggi, hreinlæti og strokur; því miður, komst ég fljótt að því að allir dagar í þessu hvíta húsi voru eins: maturinn alltaf ljúffengur og á sama tíma, nú var ekkert ævintýri, með hjartað í buxunum yfir því hvort við yrðum gripin glóðvolg við að ræna mat úti í glugga; umhyggja frúarinnar, alltaf að skoða mig og sýna mig öðrum frúm: ,,Sjáið þið Penélope, hún er gullfalleg”. Það var satt, felldurinn minn var meira glansandi og hafði þykknað. Ég kallaði sjálfa mig aldrei Penélope, ég beið ekki eftir neinum og óf á daginn einungis til þess að rekja það upp á nóttunni1: þau kölluðu mig læðu, stuttorð, og jafnvel fyrir allar þessar uppákomur, kölluðu vinir og vinkonur mig læðu. Ég er að tala um hér áður fyrr, af því að skrítnir hlutir komu fyrir mig. Ég veit það vel að það er skrítið að síamsköttur sé á haugunum, ennþá skrítnara að þessi maður, umsjónarmaður og ráðsmaður þessa ríka húss, gómi mig á götunni til þess að                                                                                                                 1

Hér er höfundur líklega að vísa til Penélope, tryggu eiginkonu Ódysseifs úr Hómerskviðum, en hún beið hans í mörg ár þrátt fyrir að eiga marga vonarbiðla. Til þess að komast hjá því að velja sér nýjan mann sagðist hún ætla að klára að vefja líkklæði áður en hún gerði upp hug sinn. Klókindin fólust í því að hún rakti alltaf upp á nóttunni það sem hún hafði vafið á daginn. Því kláraði hún aldrei verkið og gat endurheimt Ódysseif þegar hann kom til baka. Með þessari tilvísun gæti sögumaðurinn verið að leggja áherslu á sjálfstæði sitt, að hún sé óháð öðrum.

 

38

skemmta einhverri frú sem lifir háð mér, í hennar huga er ég leikfang. En það óvenjulegasta er að ég var fyrir nokkrum árum kona, já, það er þannig, kona með dökkt hár, þykkt og krullað, með kattaraugu, blá, þess vegna leið mér alltaf svona, ég vissi að ég væri læða. Ég var þekkt sem læða, bæði af ættingjum og vinum og ég var eins og Penélope, falleg og áberandi, mér líkaði að vera það, það var fallegt að vera dáð, þráð, öfunduð, að þau jusu yfir mig gjöfum, af ást. Þetta var minn heimur, hluti af borginni við fætur mér. Ég tók eftir því einn morguninn að feldur minn, sem ég var svo montin af, var hulinn gylltum dún sem varð dekkri með hverjum deginum sem leið. Spegillinn hætti að vera þögli og hugfangni athugandi líkama míns, af því að nú naut ég þess ekki að horfa á mig í honum; neglurnar mínar urðu smám saman harðari, þær sveigðust, þær breyttust í loppur. Samhliða þessum breytingum tók ég eftir því að á nóttunni sá ég í myrkrinu, augu mín lýstu. Já, ég breyttist í læðu. Umskiptin voru sársaukafull, eins og öll breyting. Ég vissi ekki hvað ég ætti að gera, ég vildi ekki að þau sæju mig eins og ég var, hálf kona, hálf læða. Fyrstu dagana huldi ég með fötum allan líkama minn, á nóttunni minnkuðu augun, þar til einn dag lokaði ég mig inni í svefnherbergi; að utan bárust raddir ættingja og vina sem báðu mig um að koma út úr innilokuninni. Dag eftir dag veitti ég viðnám, þar til eina nóttina ákvað ég að koma út, nú var ég orðin það sem ég átti að vera, læða. Með augum mínum sem lýstu eins og lukt skoðaði ég mig um í húsinu þar sem ég hafði lifað glöð og ofdekruð af foreldrum mínum, systkinum og vinum; ég klifraði út um gluggann af lipurð sem var mér ókunn, upp á flatt þakið og þokaðist áfram þak frá þaki þar til ég fjarlægðist í humátt að norðurhluta borgarinnar; ég kæmi aldrei aftur til baka. Ég gekk um götur sem ég þekkti ekki; lyktin, hljóðin, allt var nýtt fyrir mér; ég horfði á stjörnurnar, tunglið og fann fyrir friði. Í morgunsárið sofnaði ég örmagna; ég tók ekki eftir flötu og skítugu húsunum, það skipti ekki máli, auk þess svaf ég róleg og djúpt í fyrsta sinn í langan tíma. Þetta var upphafið á mínu nýja lífi. Ég lærði að útvega mér sjálf fæðu og að verja mig. Ég eignaðist mína fyrstu vini í kattaheiminum, nú mínum heimi, ég fékk klór í götuslagsmálum, átti ævintýri með tælandi fressum, sumir sýndu mér ást, aðrir ekki; ég var oft hamingjusöm, ég myndi segja næstum alltaf, enda bjó ég eins og í draumi. Ó! En skelfileg tilfinning, ég nuddaði saman framloppunum og fann að mjúkur feldur minn var nú ekki sá sami, hann lítur út eins og hýjungur á manneskju,  

39

ég veitti viðnám af afli, spriklaði, ég vil ekki að þið snertið mig. – Nei, nei, þetta er lygi, lygi. Ég sé og finn gegnum móðuna hvíta veggina, mennina og konurnar í hvítu, frúna sem segir við manninn sem gómaði mig: - Mannstu eftir Penélope, læknir? Við fundum hana á haugunum, hún telur sig vera læðu. Ég hef ekki orku til þess að mótmæla; ég er, og hef alltaf verið, læða. (úr En primera persona, 1998)

 

40

Giovanna Pollarolo Systurnar −Við getum byrlað honum eitur, sagði sú elsta á meðan hún hagræddi scrabble kubbunum á leikspjaldinu. − Og hvað ef það kemst upp um okkur? sagði sú næst elsta skelkuð, um leið og hún ímyndaði sér rafmagnsstólinn. − Það er enginn rafmagnsstóll né dauðarefsing í Perú. Þekkirðu eitthvert eitur? spurði sú þriðja og setti fyrsta stafinn á spjaldið. − Nei, nei ég þekki ekkert. En það er eitthvað til að grennslast fyrir um. Er einhver ykkar vinkona einhvers lyfjafræðings? − Nei, sagði sú þriðja. Þú komst með þessa hugmynd, ég hélt að þú værir nú þegar tilbúin með eitrið. Það varð andataks þögn. Næst elsta systirin hafði byrjað að skjálfa örlítið en vildi ekki að hinar tækju eftir því. − En hvað ef við gerum samning við hjúkrunarfræðing um að smita hann af alnæmi? sagði sú elsta, spennt fyrir hugmyndinni og leitaði að samþykki þeirrar næst elstu. − Gæti verið, svaraði hún feimnislega og horfði á spjaldið. Þannig myndi enginn vera sekur. − Alnæmissjúklingar geta lifað í mörg ár, benti sú þriðja á, sem sérhæfði sig í að skjóta niður áform og hugmyndir þeirrar elstu. − Og svo munum við enda á því að borga fyrir hann kostnaðinn við veikindin. Veikindi hans og hennar, bætti hún við og brosti kaldhæðnislega. − Þau eru hætt að sofa saman, sagði sú næst elsta og horfði á orðið sem var að myndast. − Hvernig veistu? spurði sú elsta forvitin. − Hún viðurkenndi það fyrir mér um daginn. − Hvenær? − Fyrir viku síðan, þegar ég fór með ávísunina til hennar. − Og hvað fékk hana til að taka svo skynsama ákvörðun? spurði sú elsta ákveðin. − Ég held hún hafi séð hann með annarri. Ég veit ekki. Hún sagði mér bara þetta, að þau svæfu ekki lengur saman.

 

41

− Það er lygi, eða í öllu falli þá hefur hún fyrirgefið honum fljótt, vegna þess að í gær þegar ég fór að sækja rafmagnsreikninginn, sem var nú þegar kominn fram yfir gjalddaga, bað hún mig að kaupa fyrir sig getnaðarvarnarpilluna í apótekinu, sagði sú þriðja. − Og keyptirðu hana fyrir hana? spurði sú næst elsta. − Auðvitað. Það er þá allavega skárri kostur. Geturðu ímyndað þér hörmungina ef hún yrði ólétt? − Þess vegna legg ég áherslu á að við losum okkur við hann, sagði sú elsta nokkuð pirruð. Ég er nú þegar búin að fá nóg af símtölunum á miðnætti, á grátinum og hýðingunum. Þegar hún hefur gefið honum sál sína verðum við auk þess að borga öll útgjöldin hans. − Hennar og hans, endurtók sú þriðja í sama tón. Gaurinn lifir á okkar kostnað. Þegar öllu er á botninn hvolft, fjármögnum við drykkjuna hans, fötin og viðhöldin. − Hann hlýtur að vera eitthvað andlega veikur, sagði sú næst elsta. − Það er ekki eðlilegt að manneskja geri einhverjum það sem hann gerir systur okkar. En hvað ef við borgum sálfræðimeðferð? hætti hún sér að spyrja. − Ég vil ekki eyða eyri meir í að hjálpa þessum fávita, sagði sú elsta. – Í hvert sinn sem ég minnist andlits hennar fæ ég sting í magann. − Þetta er ekki til umræðu, andmælti sú þriðja. Við verðum að hugsa um hvernig leysa eigi vandann í stað þess að eyða tíma í að tala illa um gaurinn. Sú elsta einbeitti sér að því að horfa á hana. Á meðan að á fyrsta leiknum stóð ræddu þær um hvort væri betra, að ráða leigumorðingja, sprauta í hann lofti, gefa honum töflur, sprengja hann í loft upp, skipuleggja mannrán, boða hann á fund eitthvert kvöld á dimmri götu og skjóta hann eða keyra á hann. En það hafði enga þýðingu. Engin þeirra þriggja hafði nokkurn tíman drepið einhvern og þekktu heldur ekki neinn sem gæti drepið. Það sem þær vissu um dráp var bara það sem þær höfðu séð í bíómyndum og lesið um í skáldsögum. − Við erum að falla á tíma, sagði sú þriðja. Finnum bara vinnu fyrir hann eins langt í burtu og hægt er. − Já, sagði sú elsta æst, í fyrsta sinn sammála þeirri þriðju. −Sendum hann til Kína. − Þekkirðu einhvern sem gæti fundið vinnu fyrir hann í Kína? sagði sú þriðja.  

42

Þetta var ekki í fyrsta sinn sem þær áttu samræður um hvað ætti að gera við eiginmann systurinnar. Það höfðu liðið mörg kvöld þar sem þær sátu við leikinn án þess að taka nokkra ákvörðun. Og á meðan héldu þær áfram að borga eyðsluna, lána honum peninga, svara símanum um miðja nótt og hlusta á harmakvein hennar. Þegar hann reyndi eina nóttina að kveikja í húsinu, héldu þær fegnar að það væru endalokin. Þær héldu það ekki einungis vegna þess að hann hafði kveikt eld, heldur vegna þess að hann hafði bundið fætur og hendur hennar með reipi. Samt sem áður, eftir erfiða björgun, þar sem slökkviliðsmenn og nokkrir nágrannar skárust í leikinn, fyrirgaf hún honum enn eina ferðina. Systurnar voru einhleypar og bjuggu í fjölbýlishúsi andspænis hafinu. Áður en faðir þeirra dó hafði hann keypt fjórar íbúðir til þess að þær gætu allar búið nálægt hvor annarri en á sama tíma haldið ákveðnu sjálfstæði. En sú fjórða, sem var sú yngsta, seldi sína til þess að hjálpa eiginmanni sínum þegar hann ákvað að setja á fót skyndibitastað, fast food, sem varð gjaldþrota á innan við ári. Núna bjuggu hjónin í öðru hverfi, án nokkurra garða, langt frá hafinu. Elsta systirin hafði stungið upp á að kaupa íbúðina aftur, en með því skilyrði að hún yfirgæfi í eitt skipti fyrir öll þennan brjálæðing. Engin þeirra þriggja skildi af hverju hún kaus að búa með þessum manni. Þær skildu ekki þetta val sem setti líf hennar í hættu. - Það mun vera út af ást, byrjaði sú næst elsta að segja, sem eftir að hafa unnið fyrsta leikinn fékk að hefja þann næsta. Í gær heyrði ég sonnettu um ástina eftir Lope de Vega í útvarpsþætti sem heitir ,,Einmana á miðnætti”. Lýsing á ást, heitir hún og segir að trúa því að það sé himnaríki í helvíti, það er ást, sá sem hefur upplifað hana, veit það. Hún er auðvitað lengri. En ég man ekki hvað kemur næst. Hún hætti að tala og andvarpaði, velti kubbinum á milli fingranna og einbeitti sér að leikspjaldinu. Systurnar tvær horfðu á hvor aðra undrandi. Þær höfðu gleymt um stund kubbunum sem þær voru að raða. -

Betra er autt rúm en illa skipað, sögðu þær samtímis.

-

Það krefst hugrekkis að elska af alvöru, sagði sú næst elsta

nokkuð óróleg. En hvorki þið né ég getum skilið það, af hverju, af hverju ... -

Maður þarf að vera ansi vitlaus, skaut sú elsta inn í með staf í hendinni og

horfði á hana áhyggjufull. -

Hún er hugrakkari en við þrjár til samans, hrópaði hún eins og gripið hefði

hana skyndileg ofsareiði. Hún þjáist en hún lifir, hún...

 

43

En hún gat ekki haldið áfram að tala vegna þess að hún brast í grát með tilheyrandi andvörpum, kjökri og táraflóði. Systurnar sátu hreyfingarlausar um stund. Stuttu seinna fór sú elsta inn í eldhús og kom til baka með valíum og appelsínublómavatn2, en hún fékk hana ekki til þess að fá sér vegna þess að þegar hún rétti henni glasið, hætti hún að gráta, stóð upp og fleygði í bræði öllum orðunum sem höfðu myndast og öllum stöfunum sem voru ekki enn orðin orð. Því næst, rétt eins og hún hefði náð stjórn á sér, dró hún djúpt andann, og án þess að segja neitt fór hún út úr íbúð elstu systurinnar og skellti hurðinni á eftir sér. − Við verðum að drepa hann, sagði sú elsta þegar þær voru búnar að taka upp kubbana. − Hann á sökina á þessu. − Já, sagði sú þriðja. Það hlýtur að vera til eitthvert eitur sem skilur ekki eftir sig nein ummerki. Dettur þér eitthvað í hug? − Á meðan við hugsum málið skulum við spila annan leik, sagði sú elsta. (úr Atado de nervios, Lima, 1999)

 

                                                                                                                2

 

Appelsínublómavatn getur virkað róandi við stressi.  

44

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.