Más conferencias, videos, radio, T.V. cristiana y mucho más en www.alcanceizcalli.com.mx

ESTUDIO DE 1ª DE JUAN Por: Rubén Álvarez

“El Espíritu del Cristo y del anticristo” Introducción 1 Juan 2: 18 “Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. 19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 21 No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad. 22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Éste es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre” Muchos anticristos, dice el Espíritu Santo por medio del apóstol Juan en esta su primera carta a las iglesias de la provincia romana de Asia, han salido de nosotros. Notemos que estos anticristos no provenían del mundo de los gentiles, ignorantes de la Palabra de Dios; ni tampoco de los judíos, amantes de la ley y las tradiciones; sino de dentro de la iglesia. Salieron de nosotros, dice el apóstol Juan, pero eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Al salir, han dejado muy en claro que no todos son de nosotros. Pero ¿quién es el anticristo o quienes son los anticristos? Se que muchos de inmediato piensan en un ser siniestro, malvado y que mata a los cristianos. Si, claro está que esta es una manifestación de una oposición terrible contra los cristianos como justo ahora se da en Siria, donde miles de cristianos han sido decapitados delante de los ojos de sus padres, hijos, esposos o esposas, y aún ante las cámaras de televisión, sin que nadie haga nada para evitarlo, tan solo porque no cambiaron a Cristo por el Islam. Esto esta haciendo ISSIS, llamado estado islámico en Siria, por lo cual, cientos de miles de personas salen de Siria buscando un refugio en cualquier nación, provocando una crisis internacional de refugiados. No, aquí el Espíritu Santo y el apóstol Juan no se refieren a ese tipo de anticristo, sino a uno que sale de la propia iglesia. Así que comprendamos lo que el Espíritu tiene para nosotros y cuidémonos de este terrible espíritu.

Por Rubén Álvarez- Alcance Izcalli.

Más conferencias, videos, radio, T.V. cristiana y mucho más en www.alcanceizcalli.com.mx

DESARROLLO 1. ¿Qué significa “El Cristo”?

Lucas 5: 17 “Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar.18 Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él. 19 Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. 20 Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? 22Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones? 23¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? 24Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 25Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios” De todas las aldeas aledañas y aún desde Judea y Jerusalén, habían llegado cientos de fariseos y doctores de la ley para escuchar a Jesús, sabiendo que se encontraba en Capernaum. Allí, en su casa, les recibió, y cuando se disponía a hablar delante de ellos, unos hombres decidieron romper el techo de la casa en donde se encontraban, ante la imposibilidad de entrar por la puerta debido al tumulto, para hacer descender, desde allí, a su amigo paralítico, con el fin de que pudiera ser sanado Al ver la fe de estos hombres Jesús le dijo al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”. Al escuchar estas palabras, tanto los escribas como los fariseos se escandalizaron, pensando que tales palabras eran una blasfemia. ¿Quién puede perdonar los pecados sino solamente Dios?, cavilaban. Entonces Jesús, para terminar con toda posible discusión se refirió a sus opositores y les dijo: ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Sin duda alguna, es mucho más fácil decir: tus pecados son perdonados, puesto que ninguna evidencia física existe; en tanto hay un gran riesgo en decir: “levántate y anda”, porque involucra una respuesta física. Pero lo que es digno de destacar es el contraste que podemos ver entre aquellos tiempos y los actuales. En aquel tiempo los religiosos de su tiempo se escandalizaban por la palabra de perdón de los pecados en tanto que aceptaban las manifestaciones de poder mostradas por Jesús, pero en nuestros tiempos todos los cristianos aceptan sin problema la palabra de salvación por el perdón de pecados, en tanto que se escandalizan de las manifestaciones de poder del Espíritu Santo.

Por Rubén Álvarez- Alcance Izcalli.

Más conferencias, videos, radio, T.V. cristiana y mucho más en www.alcanceizcalli.com.mx

Y es que muchos cristianos de nuestros tiempo piensan que Cristo era algo así como el apellido de Jesús, dado que lo conocen como Jesucristo. Pero no, el término “el Cristo”, no es un apodo, ni el apellido de Jesús; sino que significaba en griego: “El Ungido”, mismo significado de la palabra hebrea “Mesías”. A este, al Mesías, los judíos habían esperado por tanto tiempo. Pero es necesario que comprendamos que la unción es el resultado de untar algo, y Jesús fue untado con el Espíritu Santo, recibiendo de Él todo el poder para hacer grandes milagros, para revelar las escrituras y para predicar con poder delante de un público creciente. La porción del evangelio que leímos dice: y el poder del

Señor estaba con él para sanar.

No obstante, desde aquellos tiempos, ya se empezaba a manifestar un espíritu que se oponía a la unción, el espíritu del anticristo. Ese nefasto espíritu se opone siempre al Cristo, es decir al Ungido, vamos, para que lo comprendamos bien: A toda manifestación de la unción del Espíritu de Dios. Y terriblemente es un espíritu al que se le da cabida dentro de la misma iglesia. Veamos: No existe ninguna congregación o iglesia que se llame cristiana que se oponga a Jesús, sus enseñanzas y que no hable de la salvación mediante Su sacrificio. Pero si podrán encontrarse muchas que se oponen a toda manifestación del poder del Espíritu Santo, por lo cual vemos que se oponen a la unción, es decir al Cristo, no a Jesús; así que este espíritu no es antiJesús, sino anticristo. Jesús, el hijo de Dios, había nacido con todas las limitaciones que los seres humanos tenemos, pues era hombre, las escrituras nos aclaran que, siendo Dios, se despojó a sí mismo de toda divinidad (Filipenses 2: 6-7), para venir a este mundo como cualquiera de nosotros. Es por ello que, para poder cumplir con el extraordinario propósito para el que había sido enviado, necesitaba de poder sobrenatural, mismo que recibió por la unción del Espíritu de Dios. Y unos cincuenta años después de la resurrección de Jesús, dentro de la iglesia ya se manifestaba una corriente doctrinal que decía que todos los milagros hechos por Jesús se debían a que Él era Dios. Esta doctrina era terrible, pues hacía a un lado la obra del poder del Espíritu de Dios en Jesús. Así que el apóstol Juan envió una carta a todas las iglesias cristianas, para derribar aquella doctrina anticristiana, declarando que Jesús había venido en carne, por lo que había experimentado todas las limitaciones y tentaciones humanas a las que nosotros nos enfrentamos; pero que venció sobre todas ellas por el poder la unción del Espíritu. 2. El espíritu de anticristo

1 Juan 4: 1 “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de

Por Rubén Álvarez- Alcance Izcalli.

Más conferencias, videos, radio, T.V. cristiana y mucho más en www.alcanceizcalli.com.mx

Dios; y éste es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo Si, aquella doctrina terrible se oponía directamente a la unción del Espíritu Santo. Si Jesús pudo vivir en santidad porque era Dios, y si hizo todos los milagros sobrenaturales porque era Dios, entonces eso significa que todos nosotros estamos imposibilitados tanto de vivir en santidad como de hacer cualquier milagro, porque no somos Dios. Decir que Jesús no era un ser humano, de carne y huesos como nosotros, es acabar con todo el poder de la iglesia. Pero aún más preocupante resultad pensar que Jesús haya resucitado porque era Dios, porque si así es entonces nosotros no tendríamos posibilidad de resucitar tampoco. Pero si Jesús era un hombre como cualquiera de nosotros, con las mismas limitaciones y debilidades, pero por el poder de la unción del Espíritu Santo pudo vivir en santidad, conocer todas las cosas, hacer milagros asombrosos y resucitar de la muerte; entonces nosotros también podremos hacerlo, porque hemos sido hechos hijos de Dios por la fe en Él. Este es el espantoso espíritu de anticristo, un espíritu que se opone no a Jesús, sino al Cristo, a la unción del Espíritu Santo y que intenta limitar a la iglesia a luchas con sus propias fuerzas, carácter y voluntad. Es por ello que podemos ver tantos cristianos que no pueden vivir rectamente, que no se atreven a ministrar a otros para que sean sanados, que no piensan en milagros, que no desarrollan visiones sobrenaturales, que viven enfermos, apocados, limitados, miserables, apagados, tristes, maltrechos, deprimidos y angustiados. Jesús dijo que nosotros haríamos cosas aún más grandes que las que Él hizo, a sus discipulos les dijo: esperen el derramamiento del Espíritu Santo y entonce recibirán poder para ser mis testigos. (Hechos 1) 3. Cristianos. Hoy en día, todos los que asistena a una congregación cristiana se hacen llamar cristianos. Y si les preguntas por qué se llaman cristianos obtendrás muchas diversas respuestas, siendo probablemente la más popular: “Porque somos seguidores de Cristo”, otros dirán, “somos imitadores de Cristo” Pero el termino cristianos empezó a darse a los discípulos de Jesús y a los primeros creyentes porque veían en ellos las mismas obras que vieron en Cristo. Sí: milagros, señales, sanidades, maravillas. Aquellos hombres se les llamo “cristianos” porque eran “ungidos de Dios” igual que Jesús lo fue. Si la unción del Espíritu Santo está sobre ti, entonces estás habilitado para los sobranatural, empoderado para derroatar a este mundo y al diablo mismo, listo para deshacer las obras del diablo. Así que aquel árbol que seguramente pasaba hasta inadvertido para la mujer, pues podía comer de todos los demás árboles del huerto, de pronto se convirtió en el

Por Rubén Álvarez- Alcance Izcalli.

Más conferencias, videos, radio, T.V. cristiana y mucho más en www.alcanceizcalli.com.mx

centro de su atención. Empezó a desear lo que no debía tener. Sus ojos vieron que el fruto era bueno para comer, que era agradable para sus ojos y además codiciable para alcanzar la sabiduría. Pero el espíritu del anticristo sigue obrando hoy mismo, tratando de influir sobre los creyentes para que rechacen todo lo que tiene que ver con la unción. Este rechazo adopta muchas formas religiosas, pero básicamente podría resumirse en que rechaza todo aquello que no puede controlar. Líderes religiosos se ven pronto rebasados por la unción, no pueden controlar sus manifestaciones y entonces deciden mejor oponerse a ella, reduciendo el evangelio a un mero mensaje intelectual, lejos de una experiencia personal sobrenatural con Dios. Hoy día, como resultado de ese espíritu de anti-unción, vemos una iglesia minusválida, que anhela el respeto de la sociedad y quiere ser bien vista, pero que se aleja del propósito para el cual fue creada: Manifestar al cuerpo de Cristo en la tierra. En nuestros tiempos se busca más tener un elegante edificio y hacer reuniones multitudinarias para que la sociedad vea que “somos muchos”, en vez de buscar día con día, en lo secreto de Dios, Su poder y unción. En el pasado, siendo muy pocos y sin avances tecnológicos, los discípulos alcanzaron a las multitudes solo por el poder de la unción en ellos y nunca obtuvieron el respeto de la sociedad sino que por el contrario, fueron mal vistos, perseguidos y rechazados. ¿De qué espíritu eres tú? ¿De Espíritu del Cristo (de la unción), o del espíritu del anticristo? 4. El Espíritu de Cristo. Y queda una pregunta por responder: Si el espíritu de anticristo es todo aquel que se opone a la unción sobrenatural del Espíritu Santo, ¿Cuál es el Espíritu de Cristo?

Romanos 8: 9 “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” El Espíritu de Cristo no es sino el Espíritu Santo. El Espíritu de un ungido de Dios es el Espíritu Santo, y escucha: Si alguno no tiene la unción del Espíritu, no es de Cristo. Así que no te extravies en medio de todas esas doctrinas anticristianas que limitan el poder de Dios dentro de las iglesias. Busca la unción, busca el poder, busca la gloria de Dios, piensa en grande, ten una visión de grandeza, aspira a moverte siempre en lo sobrenatural, has que en tu vida lo extraordinario sea lo ordinario.

Por Rubén Álvarez- Alcance Izcalli.