ESTUDIO DE LA CERAMICA ENCONTRADA EN EL SITIO DONDE ESTABA EL TEMPLO MAYOR DE MEXICO

ESTUDIO DE LA CERAMICA ENCONTRADA EN EL SITIO DONDE ESTABA EL TEMPLO MAYOR DE MEXICO Contribuci6n al Congreso de Historia'" celebrado en Oaxaca en 193

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ESTUDIO DE LA CERAMICA ENCONTRADA EN EL SITIO DONDE ESTABA EL TEMPLO MAYOR DE MEXICO Contribuci6n al Congreso de Historia'" celebrado en Oaxaca en 1933, por EDUARDO NOGUERA.

A la caída del Imperio Azteca, cuando la antigua Tenochtitlán fué arr~sada por los conquistadores que a toda costa se esforzaban por hacer olvidar a los conquistados su religión y creencias para sustituirla por la católica, puede decirse que no quedó piedra sobre piedra: loe canales fue· ron segados, los teocallis derrumbados y sobre ellos se conetruyeron las ricas mansiones coloniales a efecto de sellar los vestigios de una civilización que se había iniciado en el valle y llegado a adquirir una pujanza tan g"rande que sus dominios se extendían desde el Pacífico hasta el Golfo. Con el transcurso de los años y durante todo el período colonial. poco a poco pasó al ohrido lo que la Conquista había descubierto. Después de trescientos años ya casi se había hecho desaparecer todo lo que revelaba el trabajo de los antiguos dueños del territorio que fué ocupado por loe españoles y transformado en una nueva nacionalidad, coz:1 nuevas aspiraciones, nuevos horizontes y otras tendencias. Se seguía construyendo con afán, se reponían aquellos edificios que necesitaban reparación, se abrían nuevas calles y se practicaban para ello perforaciones en algunas de las más antiguas casas levantadas por los españoles, y después de tantos años, cuando ya todo se creía destruído empezaron a aparecer los vestigios de esa antigua cultura que ahora nos estorzamos por conocer y comprender todo su desarrollo y evolución. Uno de los primeros hallazgos. y también de primera importancia, fué el descubrimiento de los famosísimos monolitos de la diosa de la Tierra, Coatlicue-T eoyamique, del Calendario del Sol y la llamada Piedra de Tizoc, encontradas, las dos primeras el 13 de ag'osto y 12 de diciembre de 1790 y la última el17 de diciembre de 1791. que hoy se guardan. en el Museo Nacional. Estos descubrimientos se llevaron a cabo al practtcaree varias excavaciones en el lado sur de la Plaza de Armas, 267

Antes de esta fecha, por todo el período colonial. se llegaron a descubrir algunas reliquias del pasado, pero dado el espíritu de antagonismo y antipatía por esos monumentos, se destruyeron y no es sino hasta 1790 cuando se empezaron a ver estos hallazgos con otro interés que podemos llamar arqueológico. . . No hay lugar a duda que en cuanto se practica cualquier excava·ción en todo el perím~tro de la actual Plaza de la Constitución o en alguno de los edificios que la circundan se encuentran objetos que permanecen escondidos por los mismos descubridores quienes lo callan por el temor de que su finca pueda ser intervenida para ser explorados sus cimientos. Solamente aquellos descubrimientos de trascendencia han sido conocidos y de ellos se han obtenido datos preciosos que han servido para enriquecer nuestros conocimientos sobre la cultura azteca, tales como la llamada estatua de HEl Indio Triste, encontrada al oriente de la Plaza de Armas, dándosele ese nombre por su actitud melancólica. Es en realidad un portaestandartes que según Seler estaba en la plataforma superior del Templo de Huitzilopochtli. Otra pieza importante fué la colosal cabeza de diorita, la diosa Coyolxauhqui, hermana de Huitzilopochtli, regalada por la Abadesa del convento de la Concepción al Museo Nacional. en 1829. Más adelante, en 1897, al hacerse la cimentación de ~·El Centro Mercantil'' se descubrió la llamada Piedra de Axayácatl que contiene esculpidas sus caras con una ceremonia de guerreros y culebras emplumadas en el contorno del monolito. En la parte superior tiene una cavidad presumiéndose por ello se trata de un cuauhxicalli para recibir la sangre de las víctimas. Actualmente se encuentra en exhibición en el Museo Nacional bajo el número 157. Tres años más tarde, en 1900 y 1901, al practicarse las obras del Saneamiento se descubrieron objetos menores de f.!ran importancia y algunas estructuras arquitectónicas que fueron ampliamente descritas por Batres (1) quien estuvo presente durante esos trabajos, Seler (2) muestra su valor arqueológico y con mayores detalles Peñafiel (3) los estudia. Los descubrimientos consistieron en un altar· formado por varios bloques de piedras esculpidas representando cráneos y huesos cruzados que también se encuentran en el Museo Nacional, y una especie de torre almenada con osamentas humanas en su interior cuya reproducción en yeso también se exhibe en la misma institución. Muchos otros ejemplares como estatuas de piedra en cuclillas, otra del.~ios ~acuilxóchitL una cariátide representando al dios Quetzalcóatl. vasiJas primorosamente labradas, sahumadores, objetos de barro en for~ (1) Batr~s: Leopoldo. Exploraciones Arqueológicas en la Calle de las Escalerillas. Ano de 1900. Mex1co, 1902. (2) Seler, ~duard. Las, ~xcavaciones en el sitio del Templo Mayor de México. Anales del Museo Nacional de MexiCo, Tomo VII. México 1903 (3) Peñafi~l, Antonio. J?estrucción dei Templ~ May~r de México Antig·uo, y los Mo,.amentos encont1ados €TI la Cmdad, en las excavaciones de 1897 y 1902. México, 1910.

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ma de teponaxtles, flautas, discos y ornamentos de oro, etc., también apa· recieron los que ilustran y describen con pormenores, Batres, Seler y Pe· ñafiel en sus respectivas obras. Antes de finalizar el año de 1901, en los meses de noviembre y diciembre, al hacerse obras de reparación bajo el cuidado del lng. Porfirio Díaz, ] r., aparecieron en el edificio que ocupaba la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, en la esquina de las calles de Argentina y Donceles, varios ejemplares arqueológicos consistentes en una cabeza de serpien· te con el jeroglífico ""ce ácatl", un cuauhxicalli en forma de ocelotl, que sin duda constituye una de las más bellas producciones artísticas de los az· tecas, hoy en el Museo Nacional. y lo más importante fué el hallazgo de una escalinata compuesta de ocho escalones que todavía puede observar• se bajo el patio de la actual Secretaría de la Economía Nacional, y de la cual hizo mediciones y describe Galindo y Villa. (1) De mayor importancia y extensión fueron los descubrimientos efec· tuados en septiembre de 1913 al demolerse la casa número 22 de la pri· mera calle de Santa Teresa (antigua de las Escalerillas) que hoy se encuentra a la vista (2) a una profundidad de varios metros bajo el nivel de esa calle los que comprenden taludes piramidales y escalinatas super· puestas indicando ampliaciones del templo a que correspondían. El estu• dio y descubrimiento de estos restos antiguos fueron ejecutados por la en· tonces Inspección de Monumentos Arqueológicos a cuyo frente estaba el Dr. Manuel Gamio (3) quien opina en el sentido de que estos hallazgos correspondían al Templo Mayor de I-Iuitzilopochtli y Tlaloc fundándose para ello en el hallazgo de conos o clavos arquitectónicos que adornaban el techo del santuario de Huitzilopochtli y que simbólicamente representa el cielo estrellado ( 4) lo mismo que las almenas en forma de caracol que decoraban el santuario de Tlaloc, a la vez que. el pavimento de mármol encontrado in situ, tiende a confirmar se trata de dicho templo conforme lo señalan los códices y lo describen los primeros cronistas. Además se descubrió una gran serpiente que remata la alfarda. Otro dato que puede servir como confirmación de lo anterior fué el hallazgo de varios ~· atl-atl" o tiraderas, armas caracterí.s;ticas del dios Huitzilopochtli. ] unto con los restos de construcciones aparecieron varios objetos como braseros rituales, vasijas de barro que fueron depositadas en el (1) Galindo y Villa, Jesús. La Escalinata descubierta en el Nuevo Edificio de 1!1 Sede Justicia e Instrucción Pública. Boletín del Museo Nacional de México. Pnmera Epoca, 1\íéxico, 1903. . . . ., (2) Todos los datos relativos a estos descubrimientos se conservan en la D1reccwn de Monumentos Prehispánicos, Secretaría de Educación Pública. (3) Gamio, Manuel. Vestigios del Templo Mayor de Tenoxtitlán, descubiertos recientemente. Ethnos. Tom. I. Núms. 8 a 12. Méx. Nov. 1920 a marzo 1921. Ceballos N. Roque. El Templo Mayor de México-Tenoxtitlán. Revista Ethnos. Tomo T. Núms. 8 a 12. México, Nov. 1920 a marzo 1921. (4) Obra citada de Seler.

cr.IICA Cor,ONIAL:

Porcelana ............................. .

1 990

16.44

Vidriada .............................. .

5 408

44.68

Pintura roja....... .. . .. . . . .. .. .. . .. .. ..

1 361

11.24

Lisa ................................. .

1 831

15.12

Dec. negra sobre fondo natural ..

87

0.71

Policromada negra sobre fondo rojo ................................... ..

386

3.18

Policroma.

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