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«EVS Im m L iEBB DE ÜE I ÜSS I É l DICIS PUBLICACIÓN • AÑO XIX-NÚll. 9 • • S O D I S T R I B U C I Ó N I». HARZO DE DECENAL 1903 TOMO S

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«EVS Im m L iEBB DE ÜE I ÜSS I É l DICIS PUBLICACIÓN



AÑO

XIX-NÚll.

9



• S O

D I S T R I B U C I Ó N

I».

HARZO

DE

DECENAL

1903

TOMO

S E X O S

fcCnrique

B Ji

XXIV-NÜ«

9

*

P A U m A

Paja-rnÁm

IV

ONOCIDA

la distribución de sexos en Baleares, después

de consignados los datos que expresan el mismo hecho demográfico en España y en Europa, podríamos analizar en conjunto las causas del predominio de las mujeres; pero antes de verificarlo es preciso detenernos en el estudio de la población femenina de Palma, y a que la capital de las islas, por su densidad y por la desproporción entre los sexos, es el núcleo que más contribuye al sostenimiento del desequilibrio de las dos poblaciones. Continuemos el examen de los datos absolutos que encierra el recuento de 1 8 8 7 , Sólo nueve capitales de España cuentan con un excedente de varones sobre el número de las hembras. A l b a c e t e es la única que presenta una nivelación perfecta. En las otras treintinueve capitales predomina el sexo feme17

— Í94 — niño, si bien en proporciones diversas, permitiendo la formación de dos g r u p o s que comprendan el mínimum y el máximum de e x c e d e n c i a . Superan las hembras en e s c a s o número, y por consiguiente deben clasificarse en el primer

g r u p o , Vitoria, C a s t e l l ó n ,

C i u d a d R e a l , C u e n c a , G e r o n a , H u e s c a , Jaén, Pamplona,

Fa-

lencia, S e g o v i a , S o r i a , T e r u e l , T o l e d o y Z a m o r a . F i g u r a n en el s e g u n d o g r u p o las capitales que

se

g u e n más por el predominio de la población femenina, éstas deben citarse las diez siguientes:

Madrid

con

distiny

de

23.882

hembras sobre el número de varones; Barcelona con 1 3 . 7 9 7 ; M á l a g a con . 1 1 . 4 4 8 ; Sevilla con 7 . 0 7 8 ; V a l e n c i a con

6.745;

Bilbao con 4 . 6 2 8 ; Santander con 4 . 4 1 9 ; Palma de Mallorca con 4 . 2 9 8 ; G r a n a d a con 3 . 6 3 1 , y C o r u ñ a con 3 . 6 3 1 . C o m p a r a n d o los datos de las provincias con los r e l a t i v o s á sus capitales, v e m o s que en Galicia el m a y o r e x c e d e n t e de muj e r e s c o r r e s p o n d e á los pueblos rurales; y en Baleares s u c e d e t o d o lo contrario, pues limitado el predominio de las hembras á las islas de Mallorca é Ibiza, más de dos terceras partes del e x c e d e n t e figura en la población palmesana. L a capital de Baleares o c u p a el o c t a v o lugar, entre las de E s p a ñ a ,

todas

por la cifra absoluta indicadora del e x c e d e n t e

de hembras, y esto por sí sólo a l g o significa; p e r o

para for-

marse idea e x a c t a de la población femenina que hay en Palma, es preciso e x p o n e r los guarismos proporcionales que presenta, y e x p o n e r l o s al lado de los que corresponden á las mismas capitales citadas. P o r cada 100 habitantes hay en Santander 55*28 hembras; en C o r u ñ a 54*87; en Bilbao 54*55; en M á l a g a 54*27; en Palma, 53*55; en G r a n a d a

52*68; en

Madrid y en

52*53; en Sevilla 52*47, y en V a l e n c i a 5 1 * 9 7 .

Barcelona

O c u p a , pues,

la ciudad de Palma el quinto lugar entre todas las capitales de provincia de E s p a ñ a , y sólo tienen

más población

femenina

aquellas en donde existen p o d e r o s a s corrientes de emigración, aquellas que corresponden á provincias distinguidas por su im-

-

195

-

portancia minera, industria que ocupa crecidísimo número de obreros del sexo masculino cuyas familias no residen todas en las cuencas metalíferas. L o s grandes centros de población co­ mo Mallorca y Barcelona, Valencia y Sevilla, en las cuales, no obstante el contingente de las guarniciones, abundan las hem­ bras y superan al número de los varones, las cifras p r o p o r c i o . nales son inferiores á las que arroja la estadística de Baleares. H é aquí la distribución de sexos en Palma, según aparece en los seis recuentos que se han verificado:

Censos

Varones

Hembras

1857

24-973

26.898

1860

25.183

27.836

1877

27-243

30.981

1887

28.108

32.406

1897

28.888

33-637

1900

29.914

34-023

Relacionadas estas cifras absolutas con la población total, resultan las proporciones de cada sexo por 1 0 0 habitantes que se expresan en la siguiente tabla:

Censos de población

Trop. por i 00 hab. Hembras varones

1857

48'14

1860

47'49

52'50

1877

46'78

53'2i

1887

46'44

53'55

1897

46'20

5379

1900

4678

53'2i

En todos los censos resulta una diferencia muy notable entre los dos sexos y siempre á favor del femenino. El número

196



de hembras que e x c e d e al de varones, y la proporción p o r 1 0 0 habitantes q u e representa, p u e d e v e r s e en esta tabla: Censos población

de

Mds

hembras

que

Troporción

var.

por

100

1857

1.925

371

1860

2.653

S'oi

1877

3738

6'43

1887

4.298

7'ii

1897

4749

7'59

1900

4.109

6'43

hab

L a población femenina d e Palma v a e n g r o s a n d o sin cesar desde q u e se inició este m o v i m i e n t o en la primera mitad del siglo

X I X hasta

1 8 9 7 . Durante

el trienio de 1 8 5 7 - 1 8 6 0

aumentó el 1*30 p o r 1 0 0 habitantes;

desde

; 8 6 o á 1 8 7 7 el

i ' 4 2 ; en el decenio d e 1 8 7 7 - 1 8 8 7 el o ' 6 8 ; y en los d o s quinquenios d e 1 8 8 7 - 1 3 9 7 el o ' 4 8 , correspondiendo al último año citado la m a y o r proporción q u e se registra en los cuatro períodos. D e s p u é s se inicia un p e q u e ñ o descenso, q u e en 1 9 0 0 llega á

i ' i ó p o r 1 0 0 h a b . c o m p a r a n d o con las cifras d e

1897. L a tendencia al aumento de las hembras se o b s e r v a en l o s últimos recuentos q u e se han practicado en E s p a ñ a , y alcanza á casi todas las capitales q u e figuran á la c a b e z a d e la escala por el e x c e d e n t e d e mujeres. D e s d e 1 8 7 7 a 1 8 8 7 Bilbao ha tenido un aumento de i ' o 9 p o r 1 0 0 hab., Santander d e o ' S i , Barcelona d e o ' 8 o , y Madrid este período una disminución

d e 0*48. C o r u ñ a ha sufrido en en las h e m b r a s

q u e alcanza

el i ' o 8 p o r 100 habitantes, y M á l a g a un aumento q u e llegó á o ' 1 8 p o r 100, la mitad del q u e presenta la capital d e B a leares.



197



Determinada la superioridad numérica de las hembras sobra los varones en las entidades colectivas, vamos á estudiar las causas de este fenómeno demográfico. El e x c e s o de población femenina obedece á dos causas principales: al aumento de las hembras en los nacimientos y á la desaparición de los varones. L a concurrencia de los dos factores no es indispensable; basta uno solo, aunque el otro, sea contrario, para producir el desequilibrio siempre y cuando haya desigualdad en la potencia de los dos. ¿Cuál es el s e x o predominante en los nacimientos.'' L a s estadísticas generales de Europa, formadas hace veinticinco años, acusan un predominio constante del s e x o masculino sobre el femenino. Por cada cien nacidos hembras, G r e c i a registró i i 2 varones y Rumania i i i. Figuran con 106 por 100 Austria, Italia, N o r u e g a , Servia, Irianda y Croacia; con 105 Francia, Alemania y Prusia, Rusia y Finlandia, Dinamarca, Suecia, Bélgica, Holanda, Hungría Suiza, B a v i - r a , Sajonia, Badén, W u r t e m b e r g y Escocia; y con 104 Inglaterra. Recientes trabajos practicados p o r M . E . Maurel, tomando por base los datos estadísticos del periodo de 1865 á 1 8 9 2 , demuestran también la masculinidad en las naciones de Europa. Entre 26 agrupaciones no hay una sola con igual numero de varones y de hembras, ó con m a y o r de éstas en los registros de nacimientos. Con

101 varones por

100 hembras aparece la Polo-

nia rusa. Inglaterra y G a l e s , registra 103. Finlandia, Badén, Bélgica, Francia y W u r t e m b e g , 104. Croacia y Eslavonia, Servia, N o r u e g a , Escocia, Prusia, Batiera, Suiza, Holanda,

AIsacia-Lorena, Sajonia, Dinamarca y

Rusia europea, 106.

f

— 198 — Irlanda, Italia y Austria, xo6. Portugal, 1 0 7 . E s p a ñ a , 108. Rumania, 1 1 0 . Grecia, 1 1 3 . Por lo que se refiere á Francia, las cifras correspondientes al decenio de 1889-99 arrojan la misma proporción de

104

varones por 100 hembras. A l promedio anual de este período corresponden 4 3 8 . 0 3 3 nacimientos de varones y 4 1 9 . 3 3 9 de hembras, con una diferencia á favor de aquéllos de 18.694; pero c o m o el contingente de defunciones asciende á 3 1 . 6 5 4 varones más que hembras, comparadas las dos cifras

resulta,

por este concepto, que la población masculina de Francia pierde por término medio cada año 1 2 . 9 6 0 individuos. Comparada la masculinidad de Francia á principios y á fines del siglo X I X , puede apreciarse un descenso de 2'3 por 100, pues, en el período de 1 8 0 6 - 1 8 1 0 se elevaba á 106*4 var. por 100 hembras, y en el decenio de 1 8 9 1 - 1 9 0 0 sólo alcanza el 1 0 4 ' ! . España durante el quinquenio de 1880-84 ha

registrado

un promedio anual de nacimientos de 282.996 varones y 241.083 hembras. L a proporción es de i 0 9 ' o 8 de los primeros por 100 de las segundas, y debe colocarse entre las naciones de mayor masculinidad de Europa, inmediatamente después de G r e c i a y Rumania. Un resultado parecido arrojan los datos relativos á las islas Baleares. Durante el decenio de 1 8 4 4 - 1 8 5 3 se registraron 7 8 , 5 3 7 nacimientos, entre los cuales había 3 9 . 7 0 7 varones y 38.830 hembras. L a comparación de los dos sexos da una diferencia de 8 7 7 á favor de los varones, diferencia que asciende á 87*70 cada año, ó sea 50*55 varones por

100 nacidos.

El segundo período de observación corresponde al

quinqué

nio de 1880-84. inscribiéronse entonces 4 1 . 8 2 9 partidas de nacimiento, 2 1 . 5 4 8 de varones y 20.281

de hembras; 1.267

más de los primeros en todo el período y 253*40 más por tér mino anual, ó lo que es lo mismo, 51*51 varones por 100 na-

199

-

cimientos. S i e x a m i n a m o s los datos relativos á otros afios pos­ teriores, también encontramos los nacimientos: en

m a y o r número de v a r o n e s en

1888 h u b o 230 más q u e hembras,

en

1 8 9 6 el e x c e d e n t e l l e g ó á 3 8 2 , y en 1 8 9 7 ^ 3 1 0 . A u n q u e menos importante, también existe la despropor­ ción entre los s e x o s de los nacidos en Palma de Mallorca. El promedio anual del período de 1 8 8 0 - 1 8 8 4 está

representado

por 784*80 v a r o n e s y 750*20 hembras, ó sean 5 1 * 1 6 de los primeros y 48^83 de las s e g u n d a s , por cada 100 nacimientos. L a masculinidad, en la capital de B a l e a r e s , se e l e v ó á 1 0 4 va­ rones por 100 hembras en el referido quinquenio. H a y que descartar una de las causas del predominio de las hembras en las colectividades. E l m a y o r contingente de v a r o ­ nes en los nacimientos no favorece á la población femenina, y puede considerarse c o m o un fenómeno necesario para aminorar los efectos de otras influencias aniquiladoras que

obran

s o b r e la población masculina y mantener el m a y o r equilibrio posible entre los d o s s e x o s .

- r

V A C U f í f l S FARA

O.

200 —

P R E V E N T I V A S

L A SE P I Z O O T I A S

A.ntonio jpioach

T E L

y

C E 3 SO*

iVlirallea

SEÑORES:

G[L

artículo 38 de los Estatutos de nuestro C o l e g i o se ocu-

pa de las sesiones y conferencias científicas, facultando á cualquier individuo de esta asociación para tomar parte en estos instructivos torneos. Nunca mejor y más oportuna ocasión para inaugurar dichas sesiones, que la de estos momentos en que el C o l e g i o nos tiene á todos c o n g r e g a d o s para la observancia de su articulado, y en la que todos los comprofesores, abandonando por unos instantes sus hogares y su delicada misión, acuden presurosos á la convocatoria de la Junta Directiva. Hé aquí justificado el motivo de mi empresa, para exponer á vuestra consideración, y debatir después ampliamente el tema que con vuestra benevolencia me propongo cuyo asunto es:

Vacunas

preventivas

para

desarrollar,

las epizootias

del

cerdo. Eos mayores azotes del g a n a d o moreno de estas islas, bien prácticamente sabéis son la roseóla y la pneumo-enteritis

in-

fecciosa, enfermedades tan mortales que en diferentes é p o c a s han ocasionado el 60, 70 y hasta 80 por 100 de bajas en las ganaderías infectadas. Gracias á la vacuna descubierta por el Sr. Leclainche, ya •

C o n f e r e n c i a d a d a en el C o l e g i o

de 1 9 0 3 .

Veterinario de B a . e a r e s el día

2 d e lebrero



201



no se registra baja alguna de la roseóla: los cerdos inoculados con esta vacuna quedan completamente inmunizados para contraer esta enfermedad.

D e ello pueden

testimoniar con

toda

evidencia a l g u n o s celosos propietarios de esta isla, que no cito por no incurrir en involuntarias omisiones y que todos los años vacunan y revacunan sus piaras para defender

sus intereses

pecuarios, lo que consiguen. ¡ Y sin e m b a r g o los propietarios v e cinos, impertérritos,

cruzados de

brazos contemplan

con la

más censurable frialdad los quebrantos incalculables que experimentan sus g a n a d o s con las citadas enfermedades

epizoóti

cas, no escarmentando en los ejemplares avisos que les proporcionan los g a n a d o s inoculados de la vecindad, que ninguno de ellos aporta baja alguna! M a y o r sarcasmo y reprensible indiferencia no se conciben en un p u e b l o que se precie de culto. Y o de mí puedo

deciros, que cuando

fué descubierta y

puesta en práctica la inoculación preventiva de la roseóla, ningún entusiasmo experimenté, ninguna vacunación realicé, por más que un eminente bacteriólogo, compatriota nuestro, hombre de energías y de envidiable cultura científica, emprendiera formales experimentaciones para poner á salvo y garantizar los cerdos inoculados. ¿Sabéis por qué.? Pues muy sencillamente, para no aparecer en la escena de la crítica y censura

de la

gran familia g a n a d e r a y ser por consecuencia el blanco de sus recriminaciones. L a coexistencia de otra enfermedad

infecto-contagiosa en

los mismos cerdos me impuso, en los reducidos conocimientos técnicos que p o s e o , la más absoluta reserva en emitir mi franca y e x p o n t á n e a c o o p e r a c i ó n á tan valioso medio profiláctico, por no ocultárseme que bien podrían

los cerdos preservados

de la roseóla, contraer la pnoumo-enteritis infecciosa, enfermed a d — c o m o muy bien sabéis—^tan mortífera y contagiosa c o m o aquélla, y no habiéndola innumerables

á tiempo p r e s e r v a d o ,

dar lugar á

bajas, sembrando con ello el desaliento, desen-

canto y descrédito de las excelencias de la vacunación preservadora de la roseóla.



202



Q u e d a b a , pues, por desgracia persistente

el peligro del

contagio de la pneumo-enteritis infecciosa, extendida por todos los ámbitos más recónditos de nuestra isla, causando muy sensibles pérdidas á los ganaderos y recriadores. Mas, los estudios y consecuentes trabajos de los eminentes bacteriólogos Dres. Perroncito y Bruschetini han en estos días una vacuna preventiva, cuya virtud

legado

demostrada

queda con las fabulosas inoculaciones practicadas por

toda

Europa, habiéndose logrado con tan excelente medio

librar

del contagio de la pneumo enteritis infecciosa á las reses vacunadas; y esto precisamente me ha deparado la ocasión oportunísima, y por tanto tiempo perseguida, para entrar de lleno en este moderno y eficacísimo medio profiláctico. E s sabido que la pneumo-enteritis infecciosa del cerdo tiene un cortejo sindrómico perfectamente parecido al de la roseola, que en infinitas ocasiones hace que se confundan;

por lo

que es del mayor interés desplegar t o d o el acierto posible para no lesionar el crédito de la vacuna, estableciendo el diagnóstico con la más exacta perfección, recurriendo si necesario fuere al examen microscópico en el Laboratorio bacteriológico que nuestro C o l e g i o Médico-farmacéutico tiene montado,

y

que por cierto funciona con plausible actividad y precisión, contando con elementos personales y materiales suficientísimos para complacer al más exigente clínico. C o m o quiera que el cerdo inoculado con la vacuna de la roseóla no está libre de contagiarse de la pneumo-enteritis infecciosa, ni el vacunado contra esta enfermedad está tampoco exento de contagiarse de la roseóla, de ahí que en las comarcas ganaderas recurren ya en la actualidad á las inoculaciones de las dos vacunas, puesto que son perfectamente compatibles, aplicándolas una después que la otra. T o d a s las edades y é p o c a s del afío son buenas para aplicar estas vacunas, debiendo empero vacunarse, con preferencia, los animales j ó v e n e s y cuando no están contagiados, y así quedan preservados por un año, que es el tiempo en que se

— 203 — venden para la e x p o r t a c i ó n ó para ser sacrificados para el consumo. L a importancia del g a n a d o de cerda en estas i s l a s — c u y a cría y recría es sin duda alguna la más productiva de las inindustrias pecuarias que se e x p l o t a n — e x i g e la intervención de todos los g a n a d e r o s y recriadores, para que adopten tan excelente m é t o d o profiláctico, pues indudablemente con él desaparecerá el c o n t a g i o , no venderán precipitadamente, á bajo precio y al escondite sus animales, c o m o hoy efectúan

para no

contar con bajas en su finca, no respetándo.se siquiera en estos actos de venta censurable la reciprocidad fraternal y agrícola-ganadera, que constantemente debieran observar, p o r q u e vendiendo sus semovientes contagiados ó en el período latente de la enfermedad, a d e m á s de constituir de derecho una venta de ilícito comercio, difunde el g e r m e n

c o n t a g i o s o el e x p o n e r

el g a n a d o en plazas y mercados, ó el recorrer las fincas para ofrecer ocultamente su mercancía contagiosa. Por lo mismo opino que la aplicación de los modernos métodos bacteriológ i c o s se impone, se abre paso, por constituir en

veterinaria

un v e n e r o inagotable de opulenta riqueza y que bien merece sea a d o p t a d o por unanimidad, mejor dicho por aclamación por t o d o s los p o s e e d o r e s , en g r a n d e y pequeña escala, del g a n a d o de cerda. A este importante caudal de conocimientos se deberá la e x tinción c o m p l e t a de toda enfermedad

infecto-contagiosa, que

desde l u e g o incluímos en el cuadro nosológico de enfermedades evitables, en la seguridad que cuantos más sean los que los utilicen y pongan en práctica inmediata, m a y o r e s y más eficaces probabilidades existirán de su menor p r o p a g a c i ó n , por la suprema dificultad de encontrar terreno a b o n a d o para

hacer

su explosión, y máxime si se a g r e g a á esto la imposibilidad de efectuar c o m p r a s de cerdos enfermos ó en su p e r í o d o in cubador, que tan terribles son por convertirse en veétores activos ó a g e n t e s eficaces de transmisión de enfermedades crobianas.

mi-

— 204 — A nosotros los veterinarios toca ahora demostrar las excelencias del método profiláctico descubierto recientemente, si es que pretendamos ser útiles á nuestro país, como todos de veras anhelamos su prosperidad y engrandecimiento. H a y

que

demostrar con hechos prácticos y tangibles á los ojos de todo el mundo lo que se ha comprobado, lo que se ha obtenido de las experiencias clínic is, pues sus fallos son inapelables por estar sancionados por el espíritu científico; y no olvidéis nunca que ayer estaba generalizado el método de Broussais que en todas ocasiones satisfacía la primera indicación de cualquiera enfermedad (pongo por caso el tétanos con su secuela trísmica) la sangría, y por si no era suficiente, se repetía una ó dos veces más; no olvidéis tampoco que a! comienzo de las primaveras sangrábase con ardor bélico á la mayoría de los solípedos para prevenirles, para preservarlos de posibles enfermedades, siendo muy limitados nuestros antiguos hipiatras y albéitares que no incindieran la yugular á cien ó más caballerías para el logro de tan irrisoria ilusión. A mi entender es en estos momentos precisamente

cuan-

do nos debemos dirigir á ganaderos y recriadores para señalarles los nuevos derroteros que la ciencia, con su juicio rectísimo y sereno, nos brinda á emplear procedimientos para la defensa del contagio y preservar de mortíferas enfermedades á sus ganndos. Nuestro deber, para que sea cumplido, consiste en trocar la lanceta de ayer con la jeringa de inoculaciones de hoy, por estar plenamente demostradas, con el ratio

etobser-

vatio, las incontrovertibles garantías que en la a c t u a l d a d producen las vacunas preventivas para las enfermedades epizoóticas, que, al igual de la jennerización, debiera nuestro ilustre compatricio D Antonio Maura, desde su elevado sitial en el Ministerio de la Gobernación, exigir también la vacuna obligatoria para las enfermedades enzooto-epizoóticas, único medio factible para garantir la supervivencia de la ganadería comestible nacional; pues recuérdese que ahora mismo el precio de las carnes es tan subido que solamente es permitido su con-



205



sumo á las clases acomodadas y favorecidas de la sociedad; precio tan elevado, debido exclusivamente, sin duda alguna, á la cuantiosa mortalidad producida el año próximo pasado

por

la fiebre aftosa ó glosopeda á los g a n a d o s de cría, cuyos pro ductos en la época actual se vendían para el consumo público, y ante la escasez de éstos, se ha elevado

desmedidamente

su valor. Es de urjente necesidad que el Gobierno de la Nación se ocupe de los asuntos de ganadería, si es que quiera

cumplir

con uno de sus altos fines económicos, y evitar la tributación al extranjero (que tantos millones y tantos cambios nos cuesta) de los géneros alimenticios d é l a más imprescindible necesidad. Por poco que medite este asunto establecerase enseguida la tan deseada L e y de Policía Sanitaria de los animales domésticos, cuya promulgación tantísimo bien ha de aportar al público consumidor, contando con reservas de abundante y sano g a n a d o para atender á las más perentorias necesidades de la vida. Para terminar, réstame únicamente dirigiros un ferviente y entusiasta ruego, para que con vuestra reconocida ilustración aconsejéis á la sencilla gente labriega los valiosos beneficios que reportan á la ganadería las prácticas vacuníferas, y demostréis con elocuente información sus positivos resultados, para de este modo difundir las provechosas enseñanzas que nuestra madre la Veterinaria nos señala, y que estamos en el deber, como hijos que somos de ella, de propagar y hacer públicos sus adelantos para el bien de todos en general y para el cumplimiento de los fines de nuestra colegiación en particular. H E DICHO.

206 —



¿ c ó m o

D EB

e r<

LOS DESaARBOS a U E

NO S E H A N

R E U N I D O

T R A T A R S E

SEL

FEBINÉ

D E P R I M E R A

I N T E N C I Ó N ' *

roR EL I >r. A.. B r i n d e a x i Comadrón de los Hospitales de Paríí

TRAt). POR U.

Rafael

Ribas

Sampol

'ESDE el período antiséptico, los desgarros perineales, que tan (recuentes son después del parto, se reúnen generalmente por primera intención, y asombra ver algunos perinés m u y dislacerados restaurarse con la mayor sencillez cuando el puerperio sigue normal. E n algunos casos, raros por fortuna, el desgarro no adhiere, sea por negligencia de aproximar los bordes de ia herida, sea que la reunión no se hace de primera intención. ¿Qué debe hacerse entonces? Esto es lo que vamos á discutir. E n primer lugar h a y que preguntarse, ¿por qué ciertos desgarros perineales no se reúnen? para tratar de evitar sus causas en la práctica. Puede suceder que no sea posible restaurar el desgarro inmediatamente después del parto, .sea que la paciente haya parido sola, sea que, cogido el médico de improviso, no tenga de momento los instrumentos necesarios. Me apresuro á decir que, no tratándose de anchas heridas interesando profundamente el cuerpo perineal, se puede, con una sencilla aguja de costurera enhebrada con hilo de lino, recoser los desgarros superficiales. En caso que, sea por una ti otra causa, no se ha podido restaurar el periné inmediatamente después del parto, habrá que volver, cuanto antes sea posible, al lado de la paciente, y después d e limpiar cuidadosamente la vagina y la herida, recoser los diferentes planos de la manera clásica. Si el desgarro no interesa más que la piel, las serre-fines de Budín ó de Boissard, las agraphes de Michel serán sufi -

D e la Gaxftíe Medicóle de 'hiantes.

— 207 — cientes y menos dolorosas. U n o de los inconvenientes de la perineorrafia tardía, es efectivamente el ser más dolorosa; así en casos de anchos desgarros será necesario practicar la anestesia previa. H e m o s dicho, que si el periné se recose después del parto se obtiene con frecuencia la reunión inmediata; pero esto no sucede siempre y alguna vez al quitar los hilos se ve que la sutura no ha prendido. ¿A qué causas puede referirse este fracaso? En algunos perinés no se obtiene adherencia por ser los tejidos de mala calidad: suele tratarse, por ejemplo, de albuminúricas ó de cardíacas, con edema vulvar m u y marcado. E n otros casos se trata de mujeres con vaginitis blénorrágica ó con vejetaciones, que, como se sabe, toman á veces un desarrollo extraordinario durante el embarazo. E n fin, en algunas primíparas de periné resistente, si ha sido muy largo el periodo de expulsión, puede producirse una compresión de las partes blandas, y consecutivamente desórdenes tróficos capaces de impedir la reunión de la herida. Estos hechos son bastante raros, y la causa principal de la falta de reunión de bordes es la infección. En efecto, si el comadrón ha cometido una falta contra la asepsia, ó si en la vagina existen microbios virulentos, los labios de la herida no se sueldan

A d e m á s , es muy raro ob-

tener buen éxito con lá perineorrafia, cuando hay fiebre durante el período del puerperio; es hasta un signo de gran valor en el diagnóstico de la infección puerperal. Si se presenta fiebre durante el puerperio, y se mantiene adherida la sutura perineal, es muy probable que la temperatura no sea de origen genital. S e ve, pues, que las precauciones antisépticas son indispensables para obtener una buena reunión, y estos cuidados son tan importantes durante el parto c o m o durante

el perío-

do puerperal. Cuando se ha suturado el periné d e una paciente que ha sufrido desgarro durante el parto, será necesario vigilar atentamente: se tomará la temperatura mañana y tarde, con cuidado, y se examinarán los loquios para ver si hay ó no infección. L a herida perineal deberá estar limpia y los hilos no han de cortar los tejidos. Cuando la herida está infectada, los bordes son rojos y están edematosos, y separando los grandes labios se ve, al nivel de la rasgadura de la horquilla, una falsa membrana grisácea. A l g u n a vez la herida supura, y por los orificios de los hilos que han seccionado los tejidos, se ve fluir el pus. Por último, si el desgarro ha interesado la mucosa rectal, pueden escaparse, por la vagina, gases ó materias fecales. Cuando notemos que la herida perineal se ha infectado, y que la sutura no adhiere, ¿qué h a y que hacer?

— 20É — Es necesario quitar inmediatamente los hilos para evitar la reten­ ción de^pus, y alguna vez esta sencilla maniobra basta para que baje la temperatura, si no h a y infección del útero. S e examinará la herida, abriendo ampliamente los grandes labios, la que presenta m u y mal as­ pecto, estando recubiena de coágulos y de una capa grisácea difteroide. E s t o es lo que los alemanes describen bajo el nombre de difteria vulvo-vaginal. S e sabe actualmente que estas (alsas membranas nada tienen de comün con aquéUa afección, y que se trata generalmente de una localización vulvar de la estreptococia uterina. S e atenderá, pues, á la vez, al útero y á la herida vulvo-vaginal, á menos qne un e x a m e n completo de la enferma venga á probar que el útero está sano. En cuanto á la herida perineal, hay que desinfectarla y curarla dia­ riamente, si precisa, con auxilio de una valva S e empezará por deterjerla frotándola ligeramente con una bola de algodón montada en una pinza; d«spués se la cauterizará con la tintura de iodo ó el agua o x i g e ­ nada á quince volúmenes. Tratada así la herida, se introduce entre sus labios una mecha de gasa iodoformada y se aplica un vendaje. A l cabo de cierto tiempo (íí á 15 días) la herida se deterje y cubre de mamelo­ nes carnosos de buen aspecto. Entonces hay que optar por uno de los dos métodos siguientes: unos prefieren esperar la cicatrización comple­ ta de la herida, y cuando la cicatriz es sólida —lo que exige S ó 6 me­ ses—hacer una perineorrafia clásica después del avivamiento; los otros prefieren operar durante el puerperio, haciendo lo que se ha llamado la perineorrafia secundaria. Este último es el método que nosotros p r e c o ­ nizamos. S e empezará por desinfectar cuidadosamente la vulva y la vagina, después de haber preparado la enferma c o m o para una perineorrafia ordinaria; después, con una cucharilla cortante se raspan los mamelo­ nes carnosos, de manera que se produzca una herida m u y limpia; los bordes del desgarro que comienzan á epidermizarse se avivan con las tijeras, y si la punta de la V vaginal se insinúa demasiado lejos entre los labios de la herida, se disecará esta punta de mucosa en la longitud de uno ó dos centímetros. S e tiene así un ancho avivamiento m u y sufi­ ciente para dar nacimiento a una cicatriz sólida. S e pasan los hilos, sirviéndose de una aguja de E m m e t para los hilos profundos, y de una aguja ordinaria para los puntos superficiales, y se cura la herida abso­ lutamente c o m o si se tratara de una perineorrafia clásica. Si la mucosa rectal ha sido interesada con el desgarro, será necesario suturar aparte el recto, con catgut. E s t e procedimiento de perineorrafia secundaria da excelentes resul­ t a d o s . H e tenido ocasión de emplearla en 21 casos, habi'endo practica-

— 209 — do la operación unas veces y o y otras mis internos. Estos 21 casos pueden clasificarse de la manera siguiente; 18 veces hubo desgarro incompleto, y 3 desgarros completos interesando el recto. Sobre los 18 desgarros incompletos no he observado más que un caso sin éxito; en los tres desgarros completos, al contrario, sólo una vez se obtuvo la renión. Estos resultados son, pues, excelentes, al menos para los desgarros que no interesan el recto, y creo que debe intentarse siempre la perineorrafia secundaria; tanto más, cuanto que permaneciendo las mujeres acostadas durante su puerperio, esta operación exige solamente una sencilla prolongación del período de guardar cama post-puerperal. Para terminar insisto sobre este hecho, que antes de practicar la sutura es preciso que la herida no esté y a infectada y esté recubierta de mamelones carnosos sobre toda su superficie. Mientras la herida contenga falsas membranas, es necesario no operar.

REVISTA

'.OMPATIBILIDAD DE

LA

DE

CIRUGÍA

VIDA CON RESECCIONES E X T R E M A S D E L

Dr. Dujon ( X V C o n g . francés de Cir,, París, oct. 1902) tuvo que asistir á un hombre de sesenta años, que desde los veintidós tenía una hernia escrotal voluminosa, y que entonces presentaba accidentes de oclusión. A l operarle, aunque la hernia estaba fuera, parecía que se podía reducir fácilmente, y creyendo que se trataba de una extrangulación interna, hizo una incisión media infraumbilical, no encontrando más que algunas bridas cerca del orificio profundo del conducto inguinal, por lo cual cerró la primera incisión y abrió el INTESTINO

DELGADO.—El

18



210



conducto inguinal, que contenía varias asas intestinales reunidas por adherencias antiguas tan íntimas que tuvo que extirpar toda la masa intestinal, así c o m o el cordón al nivel del anillo, uniendo enseguida los dos e x t r e m o s del intestino en cañón de fusil para constituir un ano artificial. L a porción del intestino resecado medía un metro 6o centímetros. E l enfermo curó de esta operación; en c a m b i o , al mtentar suprimir el ano artificial murió de esta segunda operación.—(La Sem. Medícale.

—Rev. de Med.y

Cir.prácís.).—].

RIBERA.

II

TUMOR DE LA CIRCUNVOLUCIÓN PARIETAL SUPERIOR EXACTAMENTE LOCALIZADO, Y EXTIRPADO POR LA OPERACIÓN.

- C h . Mirallié, en

SU revista de enfermedades nerviosas del Progrés Medical, resume un trabajo publicado por Charles Mills y W . K e e n en el Journ. of nervous

and meníal díseases (examen patológico de W . Sipller); observación interesante desde el triple punto de vista clínico, fisiológico y quirúrgico: clínicamente por la dificultad de diagnóstico, en particular con la histeria; fisiológicamente por los trastornos de sensibilidad cutánea y , muscular y las alteraciones tróficas; quirúrgicamente por la operación 1 ejecutada. ¡ Un hombre de cincuentisiete años, neurópata, experimenta en 1894 1 en el brazo derecho sensaciones de peso y de pinchazos con ataques parestésicos del miembro, vértigos y dolores en la región parieto frontal izquierda, para lo cual consultó al profesor Eichorst. En junio de 1899 aparecieron trastornos atáxicos de los miembros superior é inferior derechos. E n agosto de 1899 todas las sensibilidades están alteradas en este lado, tanto en el t e g u m e n t o e x t e r n o c o m o en las mucosas; exageración de los reflejos tendinosos: el reflejo de Babinski no existe. Progresivamente se presenta parálisis de la lengua, del brazo y de la pierna derechos; después amnesia para las palabras, dificultad para seguir una conversación. N o había neuritis óptica, se notaba una hemianopsia homónima lateral derecha, ausencia del signo de W e r n i c k e , disminución del c a m p o visual. En octubre desigualdad pupilar, la pupila derecha más delatada que la izquierda. A pesar de la ausencia de síntomas de tumor cerebral (vértigos, náuseas, vómitos); á pesar de la presencia d e síntomas que pudieran hacer sospechar una histeria, los autores admitieron la existencia de un tumor en la región parietal que d a b a por sí m i s m o y por compresión d e vecindad la sintomatología observada. L a operación íué hecha por K e c a . S e encontró en la región parietal



211



superior un tumor sub-cortical de 5 centímetros por 4, y debajo un quiste de paredes espesas y de contenido bacteriológicamente estéril. P o c o á poco se curó el enfermo, y tres meses después sólo presentaba algún entorpecimiento de la pierna derecha. El e x a m e n histológico demostró

que se trataba de un endotelioma.—f^V Siglo Médico).—K.

P. M.

III U N NUEVO MÉTODO DE RINOPLASTIA.—^Como los métodos e m pleados hasta ahora para proporcionar un a p o y o ó s e o á la nueva nariz en los casos de rinoplastia, no llenan bien su objeto, propone el doctor R

R . W r e d e n uno nuevo, que consiste en utilizar para ello el cuarto de-

d o de la mano izquierda del mismo paciente. L a operación se practica en dos tiempos. D e s p u é s de poner al descubierto el hueso de la última falange, se aplica á la espina nasal del frontal, para que se suelde con la misma, lo cual suele verificarse á las cuatro semanas p r ó x i m a m e n t e . C o n s e g u i d o esto, se a m p u t a el d e d o ; por encima de la articulación metacarpofalángica y se le coloca en su j n u e v o sitio, de manera que la primera falange v e n g a á d e s e m p e ñ a r el papel de tabique nasal, y la segunda y tercera el del dorso de la nariz. L a punta de ésta cae en la articulación existente entre las falanges primera y segunda. A d e m á s , h a y que practicar alguna corrección de menor cuantía para completar el fin estético de la operación, y así, v gr., se puede utilizar la piel del carrillo y también- la del d e d o trasplantado para formar las alas de la nariz. El autor refiere haber usado el nuevo procedimiento en dos s u g e t o s

y con buen resultado. —(Russky Wtafsch. — Rev. de í\Ced. y Cir.prácticas). — R . DEL V A L L E . IV

ROTURA DE LA VENA CAVA EN EL CURSO DE UNA NEFRECTO-

M Í A . — E l Dr. D e l b e t (Soc. de Cir. de París, ses. del 17 dic. 1902): Este caso es comunicado también por el Dr. Heresco, referente á una mujer que tenía un tumor renal que había sido puncionado anteriormente y que á consecuencia d e esto tenía un t r a y e c t o

fistuloso;

ol autor, des-

pués de extirpar dicho t r a y e c t o , atacó el tumor, c u y a s adherencias exigieron una verdadera disección, durante la cual se produjo de repente una abundante hemorragia venosa; la compresión inmediata d e t u v o el derrame sanguíneo, y una vez limpia la herida se vio que la sangre re-



212 —

erida procedía de la vena cava inferior desgarrada longitudinalmente. fSe colocaron dos ligaduras por encima y por debajo del desgarro y se terminó la nefrectomía; las consecuencias fueron exentas de accidentes y, como en el primer caso de ligadura referido aquí por el Dr. Houzel, no hubo edema de los miembros i n f e r i o r e s . M é d . — R e v . de

Med. y Cir. prácís.).—CoDmA

NOTAS

CASTELLVÍ.

CIENTÍFICAS

XnaoiaapatlblUdad.«8

d» la a n t l p i d n a

La antipirina no debe mezclarse, según Mentzel, con el ácido féni­ co, el tanino y los preparados que lo contienen, la tintura de iodo y el sublimado porque forma precipitados con estas substancias. T a m p o c o se debe mezclar con el nitrito de etilo, el alumbre amoniacal, el nitrito deamilo, el ácido cianhídrico, el percloruro de hierro, lossulfatos ferro­ so y férrico, el jarabe de ioduro de hierro, el sulfato de cobre, el ácido nítrico y los remedios que contengan ó pueden desarrollar ácido nitro­ so, porque las mezclas toman color. Con los calomelanos parece formar la antipirina una combinación mercurial tóxica; con el hidrato de d o ­ ral produce un líquido oleoso, y lo mismo acontece con el eurófeno; con el naftol B, da una mezcla húmeda; con el bicarbonato sódico, de­ sarrolla un olor á éter acético; con el ortoformo, forma una papilla que acaba por solidificarse. En cambio, aumenta la solubilidad de la quinina y de la cafeína. En general la antipirina se debe prescribir soh.—fPkarmaz.

tralb. —Rev. de Med.y Gr.prácts.).—R.

Cen-

DEL VALLE-

Xtlaossoleroaaa

El Dr. Alexander (Soc de Med. de Berlín, enero 1903). —El enfer­ mo que aquí presento proviene de la región Sudoeste de Rusia. En las



313 —

dos ventanas de la nariz se ven escleromas de consistencia leñosa. U n o íle ellos tiene cinco años de fecha; el otro tres. L a enfermadad había invadido también las porciones dura y blanda del paladar, no pudiendo ''preciarse los límites que separan á ambas porciones. S e han podido l o grar cultivos del bacilo específico (bacilo capsulado) que aquí presen-

to.— (Deutsche Medizinal Zeitung.).—Rev.

de Med. y Qr. prácts.).—

R . DEL V A L L E . Oolenala y

melanodemala

L o s Dres. A . Gilbert y P. Lereboullet han expuesto el 2 de m a y o de este año, en la Societé Medícale des hópitaux, el gran papel que_'la colemia j u e g a en la producción de considerable número de melanoder">>as, generalizadas ó localizadas, expontáneas ó provocadas, dando así otro golpe á la patogenia de la dermatosis. L a observación de un gran número de casos de colemia familiar, ó de enfermedades del hígado con presencia de pigmentos biliares en el suero sanguíneo, es lo que les ha conducido á esta conclusión. En sus enfermos han notado con frecuencia particular la presencia sobre los tegumentos, y especialmente sobre el de la cara, de nevi-pigmentarlos diversos (notablemente de lunares), de lobanillos, de manchas biliares, correspondiendo á las hepáticas de los antiguos autores, y a aislados, y a teniendo el aspecto de una pigmentación periocular más ó menos marcada, y a constituyendo una verdadera careta (máscara bi''3r); la careta ó paño y las diversas pigmentaciones del embarazo (línea obscura abdominal, pigmentación mamilar) parecen frecuentemente influenciadas .por la colemia. Otras veces la pigmentación es difusa; en este caso puede dar á la cara el aspecto gris ó terroso de los cianóticos. Estas pigmentaciones, sobre todo cuando se las observa en la cara, constituyen otros tantos signos reveladores que caracterizan la facies

colémica. -{La Médecine Oriéntale, nx^va. l o , 25 mayo 1902. —El Siglo Médico.).—Luís Y YAGÜE.

-

214 —

P U B L I C A C I O N E S

R E S I B I D A S

La Tubsrculosis en E l Salvador, p o r Rafael V í c t o r C a s t r o . T e s i s p r e s e n t a d a p o r s a a u t o r e n e l a c t o p ú b l i c o d e su D o c t o r a m i e n t o e n M e d i c i n a y C i r u j í a e l d í a l o d e n o v i e m b r e de 1802. S a n S a l v a d o r .

Enciclopedia de Patología general, p u b l i c a d a bajo la d i r e c c i ó n d e C h a r l e s

Bou-

c h a r d , d e l'arís, y en c a s t e l l a n o bajo U d i r e c c i ó n d e D. R a f a e l U l e c i a . M a d r i d , B i b l i o t e ca d e la %evUta

de Medicina

y Cirujía

prácticas.

C u a d e r n o s 38 y 3 9 .

Los Universitarios ( N o v e l a d e tipos y c o s t u m b r e s a c a d é m i c a s en 1 8 9 8 ) , c o m p u e s t a p o r el D r . J. E s t e b a n d e M a r c h á m a l o , A c a d é m i c o C . d e la R e a l d e M e d i c i n a . M a d r i d .

Enfermedades de la laringe, nariz 7 olios, p o r el D r . A n d r é s C a s t e x , d e l a l i l i i m a e d i c i ó n francesa p o r D . F e d e r i c o Dr

Toledo,

traducido

p r e c e d i d o d e un p r ó l o g o d e l

D . J u a n C i s n e r o s , c a t e d r á t i c o d e d i c h a a s i g n a t u r a en el C o l e g i o d e S . C a r l o s , c o n

numerosos grabados •-'¡rujia prácticos.

i n t e r c a l a d o s e n e l t e x t o . B i b l i o t e c a d e la l^evista

—Cuadernos

de Medicina

y

6, 7, 8, 9, 1 0 , 1 1 , I 2 y 1 3 .

Trabajos l e í d o s en las v e l a d a s científico-literarias c e l e b r a d a s p o r el C o l e g i o M é d i c o - f a r m a c é u t i c o d e P a l m a l o s días 1 4 y 28 d e a g o s t o d e 1 9 0 2 , c o n m o t i v o d e la i n a u g u r a c i ó n del d e r r i b o d e las m u r a l l a s , P a l m a d e M a l l o r c a . — D o s e j e m p l a r e s .

De la Uremia, p o r el D r . D . José C o d i n a C a s t e l l v í , m é d i c o

del H o s p i t a l

provin-

cial. T r a b a j o l a u r e a d o c o n el p r e m i o A l v a r e z A l c a l á p o r la R e a l A c a d e m i a d e M e d i c i n a d e M a d r i d , en el c o n c u r s o d e 1 9 0 0 á 1 9 0 1 , y p r e c e d i d o d e un p r ó l o g o d e l D r . D . Juan M a n u e l M a r i a n i , m é d i c o d e l H o s p i t a l d e la P r i n c e s a . M a d r i d , 1 9 0 5 . - D o s e j e m p l a r e s .

Undécimo balance d e s i t u a c i ó n e c o n ó m i c a dol A y u n t a m i e n t o d e P a l m a .

Enei

1 9 0 3} JPresupuesto ordinario para el a ñ o 1 9 0 3 . A y u n t a m i e n t o d e P a l m a .

Acta d e la sesión piíbli^ja i n a u g u r a l d e l c u r s o a c a d é m i c o d e 1 9 0 2 á 1 9 0 3 c e l e b r a d a e l d í a 28 d e s e p t i e m b r e d e 1 9 0 2 p o r la S o c i e d a d m é d i c o - f a r m a c é u t i c a

d e l o s Santos

C o s m e y D a m i á n b a j o l a p r o t e c c i ó n d e la I n m a c u l a d a C o n c e p c i ó n . B a r c e l o n a , 1903 " Dos ejemplares.

Aplicaciones del Suero fisiológico equino e n el t r a t a m i e n t o d e a l g u n a s

enferme-



215



dades d e la infancia, p o r el D r . D . F r a n c i s c o V i d a l S o l a r e s , m é d i c o d e l H o s p i t a l d e nifios de B a r c e l o n a , e t c . , e t c . 3.^ e d i c i ó n , 1 9 O J . B a r c e l o n a . — D o s e j e m p l a r e s .

Acta d e la sesión i n a u g u r a l c e l e b r a d a p o r la S e c c i ó n O d o n t o l ó g i c a del

Colegio

M é d i c o - f a r m a c é u t i c o d i P a l m a el d í a 1 1 d e e n e r o d e 1 9 0 3 . P a l m a d e M a l l o r c a , 1 9 0 3 . Seis e j e m p l a r e s .

Tratado de las enfermedades infeociosas, p o r el D r . G . H . R o g e r , P r o f e s o r a g r e g a d o á la F a c u l t a d d e M e d i c i n a d e P a r í s . T r a d u c i d o al c a s t e l l a n o p o r D . F e d e r i c o T o l e d o y C u e v a , d e M a d r i d , y D . S a l v a d o r V e l á z q u e z d e C a s t r o , A u x i l i a r d e la F a c u l tad d e G r a n a d a ; c o n 1 1 7 g r a b a d o s i n t e r c a l a d o s e n e l t e x t o . B i b l i o t e c a d e la Revista de Medicina y Cirujía prácticas.

Madrid, 1902. Cuadernos 2 1 .

fluía d e la A d m i n i s t r a c i ó n m u n i c i p a l d e P a l m a , c a p i t a l d e B a l e a r e s , p u b l i c a d a p o r B e n i t o P o n s y F á b r e g u e s , C r o n i s t a d e l a U n i v e r s i d a d y R e i n o d e M a l l o r c a , en v i r t u d de a c u e r d o d e l E x c m o . A y u n t a m i e n t o d e esta c i u d a d . P a l m a de M a l l o r c a , M C M U .

Tratado teórioopráotioo de Uedioina legal y tosieologSa,

p o r el D r . D .

Pedro

Mata, c a t e d r á t i c o d e t é r m i n o q u e fué en la U n i v e r s i d a d cen'tral, e t c . O b r a p r e m i a d a p o r el G o b i e r n o , o í d o el C o n s e j o d e I n s t r u c c i ó n p ú b l i c a . S e x t a e d i c i ó n , c o r r e g i d a , reformada p u e s t a al n i v e l d e l o s c o n o c i m i e n t o s m o d e r n o s y a r r e g l a d a á la l e g i s l a c i ó n v i g e n t e : la « M e d i c i n a l e g a l » p o r E d u a r d o L o z a n o C a p a r r o s , m é d i c o forense d e l d i s t r i t o d e l h o s pital d e M a d r i d ; la « T o x i c o l o g í a » p o r A d r i a n o A l o n s o M a r t í n e z , m é d i c o f o r e n s e d e l distrito d e l C o n g r e s o d e M a d r i d . T o m o s I y 11: M e d i c i n a l e g a l . M a d r i d , L i b r e r í a e d i t o rial d e B a i l l y B a i l l i é r e é hijos. 1 9 0 3 .

Comentarios 7 protesta á un R e a l d e c r e t o , p o r D . L u í s S u b i r a n a Matas,

cirujano-

dentista, e t c . , e t c . M a d r i d , 1 9 0 2 .

Medieamentos ineonTenientea e n ' a s p u l m o n í a s en l o s n i ñ o s . L a m e j o r

terapéutica,

p o r el D r . D . A n d r é s M a r t í n e z V a r g a s . D i s c u r s o . B a r c e l o n a , 1 9 0 1 .

Madrid bajo el punto de vista médico social. S e g u n d a p a r t e . S u m o r b i l i d a d niortalidad

en relación con las enfermedades

y

i n f e c c i o s a s y su profilaxis, c o n e l e s t a d o

m e t e o r o l ó g i c o , c o n l a s c o n d i c i o n e s h i g i é n i c a s y c o n l a s e c o n ó m i c o - s o c i a l e s ; su e p i d e m i o l o g í a e n relaoión c o n la p o l i c í a sanitaria; c o n 3 3 f o t o g r a b a d o s y g r á f i c o s y n u m e r o s o s . c u a d r o s e s t a d í s t i c o s , p o r el D r . P h . H a u s e r .

A c o m p a ñ a d o de un estudio comparativo

d é l a l e g i s l a c i ó n s a n i t a r i a d e F r a n c i a , Italia y P o r t u g a l , c o n l a d e E s p a ñ a , p o r el D r . F . Montaldo. Madrid, 1 9 0 2 .

Nuevos elementos de Cirujía menor curas, apositos y vendajes, p o r e l D r . P. C h a v a s s e , m é d i c o p r i n c i p a l , e t c . , e t c . T r a d u c i d o s d e la sexta y ú l t i m a e d i c i ó n por D . Aurelio Martín Arguellada y D . César Juarros Ortega, alumnos

¡^acuitad d e M e d i c i n a d e M a d r i d ; c o n un p r ó l o g o d e l D r . D . R a m ó n J i m é n e z , tico d e O p e r a c i o n e s . B i b l i o t e c a d e la %evista de ¡Medicina d r i d . - C u a d e r n o s l, 2, 3 y 4-

y

Cirujía

francesa

i n t e r n o s d e la catedrá-

prácticas.

Ma-

— 2l6



I

Discursos escriis p e r e n c a r r e c d e 1' h o n o r a b l e A j u n t a r a e n t d e P a l m a e n o c a s i ó d e l n o m a n a m e n t d e F i l i s ilustres d e M a l l o r c a á f a v o r d e D . E u s e b i E s t a d a y D . L l u í a d e S a n S i m ó n , y Uegits en la sessió e x t r a o r d i n a r i a d' e l d í a 1 1 d' a g o s t d e 1 9 O 2 , p e r G a b r i e l Alomar y Miguel S. Oliver. Palma de Mallorca, 1 9 0 3 .

Estudio de le legislación extranjera, en c u a n t o se refiere á 1^ e l a b o r a c i ó n y v e n ta d e e s p e c i a l i d a d e s , y a p l i c a c i o n e s q u e d e e l l a p u d i e r a n h a c e r s e e n E s p a ñ a , p o r N. D u ran D e s u m v i l a . T r a b a j o

p r e s e n t a d o y l e í d o e ü la c u a r t a A s a m b l e a F a r m a c é u t i c a R e g i o -

nal catalana (Gerona, septiembre 1902) celebrada bajo la presidencia del E x c m o . S r . D i rector G e n e r a l de Sanidad; precedido D i r e c t o r d e La Farmacia

Española.

d e un p r ó l o g o d e D . F r a n c i s c o M a r í n y S a n c h o , Barcelona, 1 9 0 3 . — D o s ejemplares.

CatálagO general d e l a s o b r a s d e l a n c e ( a n t i g u a s y m o d e r n a s )

q u e se h a l l a n

de

v e n t a en l a l i b r e r í a d e E u g e n i o G a r c í a R i c o , c a l l e d e l H o r n o d e la M a t a , 1 8 , M a d r i d . J903.

Periódicos c o n l o s q u e d e j a m o s e s t a b l e c i d o el c a m b i o : El Eco Balear, d i a r i o d e n o ticias. Palma. 'Hevista Frenopdtica española, ó r g a n o científico d e l m a n i c o m i o

de San Baudilio

del L l o b r e g a t . Periódico mensual ilustrado. Barcelona, 1 9 0 3 . 'Bjvista

Obstétrica, ó r g a n o d e l a A s o c i a c i ó n o b s t é t r i c a n a c i o n a l d e P a r t e r a s . R e -

vista b i m e n s u a l . B u e n o s - A i r e s . Boletín Clínico mensual d e l H o s p i t a l n ú m e r o u n o . H a b a n a .

Archivos de Terapéutica de las Enfermedades nerviosas y mentales. P e r i ó d i c o b i mestral i l u s t r a d o ; e c o c i e n t í f i c o d e l « M a n i c o m i o d e ReusA. B a r c e l o n a . La Juventud

escolar. P e r i ó d i c o c i e n t í f i c o y l i t e r a r i o , d e f e n s o r d e l o s i n t e r e s e s d e

l o s e s t u d i a n t e s . S e p u b l i c a todas l a s s e m a n a s . V a l l a d o l i d . Gaceta Médica de l^iicaragua.

P u b l i c a c i ó n mensual, ó r g a n o d e l o s intereses pro-

f e s i o n a l e s y d e la E s c u e l a d e M e d i c i n a . L e ó n , N i c a r a g u a .

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