Existen di versas razones para replantear el problema del desarrollo

Crecimiento y distribución del ingreso en América Latina: un nudo irresuelto ••• • • ••• • • UGO PIPITONE* E xisten di versas razones para replante

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Crecimiento y distribución del ingreso en América Latina: un nudo irresuelto ••• • • ••• • •

UGO PIPITONE*

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xisten di versas razones para replantear el problema del desarrollo económico en América Latina. El retorno a una situación de transferencia neta de recursos favorable a la región restableció una de las condiciones del crecimiento, y las duras políticas de ajuste de los ochenta contribuyeron en gran parte de la zona a restaurar el equilibrio macroeconómico necesario (en términos de control de la inflación y reducción de los desequilibrios fiscales) para preparar un nuevo ciclo de crecimiento. Así, cuando la reactivación económica vuelve a ser históricamente posible (no obstante el serio retroceso propiciado desde comienzos de 1995 por las fugas de capitales de corto plazo de varios países de la región) , es oportuno discutir su eventual dirección y su capacidad para conservarse . Si a esto se añaden los cambios estructurales de la región en los últimos años, es válido preguntarse sobre el sentido del nuevo, posible, ciclo de crecimiento que inevitablemente tendrá características originales respecto a los anteriores . A lo largo de este siglo , el crecimiento económico de América Latina se ha desarrollado en el marco de una mezcla de restricciones estructurales internas, condiciones internacionales específicas y concepciones g ubernamentales de lo posible o deseable. Dicho de otra manera: el desarrollo 1 ha asumido, aun l. Son interesantes al respecto las observaciones de Ferri y Minsky que permiten mirare! desarrollo como un equilibrio dinámico entre tendencias espontáneas del mercado y sistemas "transversales" o "contrastantes" que regulan , en función de determinados modelos conceptuales , una actividad económica que periódicamente descubre en sí misma tendencias entrópicas. Pi ero Ferri y Hyman Minsky, Market Processes and Thwarting Systems , Working Paper, núm. 64 ,The Jerome Levy Economics Institute, Bard College, noviembre de 1991. * Investigador del Centro de Investiga ción y Docencia Económicas .

en medio de restricciones e imprevistos, las formas en que se le concibió. Lo que entró en una crisis final a principios de los años ochenta fue un "modelo" de desarrollo , o sea, una mezcla de condiciones nacionales, vínculos internacionales y concepciones políticas gubernamentales . Con el dinamismo del comercio mundial y la integración financiera internacional, la estrategia de sustitución de importaciones en mercados nacionales notablemente segmentados (con empresas subsidiadas y a menudo ineficientes) dejó de ser históricamente viable. Dejó de serlo por lo menos en las formas en que tradicionalmente se pensó e instrumentó. ¿Hacia qué nuevo paradigma se dirigirán las economías regionales cuando retomen el rumbo del crecimiento? ¿Podrá el nuevo paradigma de desarrollo superar las trabas y deformaciones que tanto pesaron en el pasado sobre la marcha de las economías latinoamericanas? El problema de la región casi nunca ha sido su incapacidad para crecer, sino más bien la dificultad para crecer al tiempo que se consolidan estructuras productivas integradas y se forman tejidos sociotécnicos capaces de hacer de las sociedades regionales cuerpos recorridos por factores dinámicos de renovación y creciente coherencia interna. América Latina ha experimentado ciclos de crecimiento prolongados que, sin embargo , dejaron tras de sí una estela de deformaciones estructurales y desequilibrios macroeconómicos de distinta gravedad . En este turbulento fin de siglo , ¿habrá llegado el momento para que las cosas comiencen a cambiar? , ¿es posible considerar el presente latinoamericano como el comienzo de un nuevo ciclo histórico de crecimiento autosostenible y de progresiva integración interna de las economías y sociedades de la región? Y si así fuera , ¿qué obstáculos deberán eliminarse para evitar que el crecimiento conserve (o reproduzca en nuevas formas) segmentaciones y dualismos que en el largo plazo serían incompatibles con el crecimiento mismo?

crec imiento y di stri buc ión en améri ca latina

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Una mirada a la his toria eco nó mi ca moderna , a unqu e sea s uperfi c ial, indi ca qu e los pa íses que e n a lg ún momento inte ntaron sa lir de sus cond ic ion es de atraso mediante e l ais lami ento inte rnacional paga ron cos to s mu y e levados en términos de ri g ideces es tru c turales, es tan ca mi ento tec nológ ico y de bilidad de las conex ion es din ámi cas e ntre agentes soc iale s, producti vos y pol íticos . Pero tambi é n es c ierto qu e muchos países qu e hi c ieron , del esfuerzo imitati vo incondicionado de alg ún mode lo internac ional ex itoso, un a espec ie de paradi g ma abso luto del desarrollo , se e nfre ntaro n a menud o a dis torsiones ines peradas que terminaron por fru s trar sus esfuerzos. 2 A fina l de cuentas, e l desa rro ll o es s ie mpre una co mbinac ión úni ca e ntre capacidad imitativ a (como esfue rzo de homologación inte rnacional) y o ri g in alidad estratégica . ¿Estará la Améri ca Latina -o a lgun os de sus países- de la actualidad acercándose a ese comp lejo equilibrio entre imitación del otro y redesc ubrimiento de s í mi s ma? Y de se r así , ¿sobre c uáles iniciativ as es pec ífi c as se co ns truirá es te nu evo equ ilibri o? ¿ qu é obstácu los deberán re mo ve rse para abrir la posibilidad de transitar por un nue vo c ic lo de desa rroll o de mayo r éxito que los pasados? Más all á ele mu chas de las seg uridades doctrinarias que recorren el ambiente desde hace ya va rios años, una cosa de bería ser ev idente hasta un punto confiabl e. O el nu evo ciclo de crec imiento será capaz de remover deforma c iones y rig ideces ac umul adas a lo larg o de décadas o , en e l largo plazo , deberá reconocer su incapacidad para sos tenerse .¿ C uál es son esas deformaciones y ri g ideces? Las más grandes y estorbosas son: el dualismo sectorial y territorial qu e ca racte ri za a gran parte de las economías reg ional es; el dese mpl eo, pero so bre todo e l s ubempleo cró ni co de amplios sectores de la pobl ac ió n eco nómicamente acti va; la e levada polarizac ión de l ingreso que contribu ye a segmentar las estructuras producti vas y a impedir economías de esca la adecuadas para mu chas empresas; la ins ufic iente consolidación de administraciones públicas eficaces y depositarias de amp lios márgenes de leg itim ació n soc ial; el uso de tecnolog ías "fuera de lín ea" respecto a los prec io s relativos nacional es; la periódica fra g ilidad de las c ue ntas ex terna s excesivamente dependi entes de exportaciones de bi e nes con escasa e lasticidad ing reso en s u demanda intern ac ional , y la ya crónica deficienc ia de ahorro interno qu e vue lve a la reg ión e n exceso dependie nte- a me nudo de mane ra críti ca- de l flujo de capital es ex ternos. U na larga li sta de dol e nc ias hi stóri cas que e n distintos g rados se encuentra prác tica mente e n la totalidad de las economías reg ional es . No es razon able supone r qu e la mayo ría (o incluso algunos) de es tos problemas pueda re mo ve rse de forma definitiv a por la simpl e ace leración de lo s ritmos de c rec imi ento. La ca lidad de és te es, por lo menos, tan impo rtante co mo e l crec imi ento mi smo . Mu cha s décadas el e hi stor ia conte mporánea reg ional es tán ahí para indi car qu e la rec upe rac ió n de l potenc ia l produ c ti vo he mi sférico es cíclicamente pos ibl e aun sin la re moc ió n de estos obstác ul os que, sin embargo, de manera igua lme nte cíc lica, te rmin an por impedir s u co ntinu ac ió n . 2. Ugo Pi pi tone . La sn/ida del atraso : un est udio histórico colllparatil'o. Fond o ele Cultura Eco nómi ca , Méx ico. 1994.

Considérese una de es tas tra bas: la distribuci ón po lari zada del in greso qu e se ha co nve rtido en uno de los rasg os cas i definitorios de las eco no mías latinoa mericanas. Un "obstácu lo' ', por cierto , cuya pe rman enc ia s igue produci endo daños qu e va n más a llá del aspecto económ ico, para afectar la calid ad de la v ida co lec ti va y de la s in stituc ion es públicas y, a fina l de cuentas , la calidad y la so lidez de las democracias latinoameri canas 3 Se tiene aquí un probl e ma eco nómi co co n efectos extraeco nó mi cos de gran amplitud.

CRE CIM IENTO Y D IST RIBUC IÓN DEL INGRESO

bservacion es preli111inares. El crecimiento cruza la lín ea

O

(siempre vaga y res istente a las contundenci as definitorias) que lo co nvierte en desa rrollo cuando ac ti va e ne rg ías capaces de asegurar un a crec iente integración entre sec tores y ramas productivas y reg ion es de un territorio nac ional: redu ce las di stancias de bienes tar entre grupos sociales , y promueve una creciente homologac ión de culturas , esti los de vid a, va lores y co mportamientos de una co munidad nac ional determinada . En e l tránsito del crecimie nto al desarro ll o , la eficiencia produ cti va qu e antes podía asoc iarse a alg un os factores indi vidualme nte c laros (la difusión de c iertas tec nolog ías o el aprovec hami e nto de determinados rec ursos naturales) de forma progresi va deja de ser exp li cab le en estos términos , para convertirse en un amp li o fenóme no social que resulta de una gran multiplicidad de c ircun stancias que inte ractúan recíprocamente . La eficiencia económica de una sociedad termina por presentarse así como el s ubproducto de su capac idad de integ rac ión en tre empresas, in stituc iones públi cas, es tru cturas edu cati vas, instancias políticas, centros de in ves tig ación científica , e tc . El desarrollo se presenta como la construcción de un cuerpo de interacciones múltipl es ca paces de un fortalec imi e nto rec íproco, un holi smo. Así como sería difícil imaginar una empresa que pretendiera ser eficiente a partir de departame ntos de produ cc ión, co ntrol de calidad y mantenimi ento escasamente integrados (en sí mismos y e ntre sí) , tampoco res ulta fácil im aginar un a eco nomía nacional efic iente con base en seg me nto s (productivos, sociales, políti co s) opuestos. ¿Es posible e l desa rrollo de un indi v iduo sa no dentro de un a es pec ie e nferma ? . se preg untaba hace un sig lo el bi ó logo a lemán Ernst Haecke l. Es to mi s mo se precisa preguntarse hoy , pero poniendo a la e mpresa e n e l luga r del indi viduo y a dete rmin ada organi zac ión económica nacional e n el ele la es pec ie. La aguda polari zac ión de l in gres o e n Amér ica La ti na es uno de los indicadores más c laros de la e levada seg mentac ión interna 3. Para estos propós itos son de es pec ial interés Guill erm o O'Donnell , "The S tate . Democ rati za ti on.ancl So me Conceptu al Probl ems (A Latin Ame ri ca n Vi ew with Glances at Some Post-Communi st Coun tri es) " . en William Smith , Cario Ac uñ a y Ed uard o Ga mar ra (ecl s .). Latin A111 erica n Po litica l Eco no111 y in the Age of Neo /ib era/ Refonn.

Tran sac ti on Publi shers. New Brun sw ick. 1994 , y La wrence Whiteheacl . ''The Altern ati ves ro 'Liberal Democrac y': A Latin Ameri ca n Perspec ti ves" . en Da vid Helcl (ecl.). Prosp ectsfo r Delll ocra cy, Polit y Press . Ca mbridge , Re in o Unido, 1993.

comercio exterior, julio de 1996

de los países de la región. Testimonio vivo , podría dec irse, de un in aca bado proceso hi stó ri co de integ rac ión (o, lo qu e es lo mi s mo , de forma c ión ) nac ional. La distribución del ing reso es resultado y co nsec uen c ia de muchas cosas. Una " realidad bi sag ra ", podría d ec irse. En una s implifi cación extrema no parece il eg ítimo se ñalar , e n los or íge nes d e l probl e ma , la difi c ultad pe rm ane nte de las economías latinoamericanas para co nve rtir s u crec imi e nto e n co ndi c ión de ace rca miento a l pleno e mpl eo. Cada punto de crec imi e nto ga nado se c imie nta en f ac tores diná mi cos qu e peri ódi ca me nte revelan su escasa soste nibilidad en e l tiempo; poca ca pac id ad pa ra ge ne ra r si ne rg ias de a mplio espectro capaces, a su vez, de sostener una a mpliación só lida y permanente de l e mpl eo . La co nse rvac ió n de e levado s ni ve les de desempleo , pe ro sobre todo de sube mpl eo crónico , parecería una d e las razon es centrales d e las pres iones negati vas so bre las retribuciones real es de l tra bajo depe ndi e nte .4 E llo traba la posibilidad de que e l in c re me nto de la produ c tividad , dond e ocurra, se con v ie rta e n mayor parti c ipac ión de los sa la rios e n la re nta nac io na l. Inde pe ndie nte mente de lo qu e ocurra con la producti v id ad e n un a u otra rama , la ex iste nc ia de cente nares de mil es, o m ili o nes, de indi v iduo s dese mpl eado s contribuye de ma ne ra s il e nc iosa y pe rs isten te a obs truir e l trá ns ito de la efic ie nc ia al bienestar y de és te (vía in c re me nto de las economía s de esca la) a m ayo res grado s d e efic ie nc ia g loba l . Por co ns ig ui e nte . se di fi c ulta la ac ti vac ión de un c irc uito de a lime nta c ión rec íproca e ntre ex pan s ión d e l me rcado , in c re me nto de las eco nomía s el e esca la y aumento d e la efic ie nc ia produ c tiva , los rendimi e ntos y los sa larios 5 E n e l fondo. a partir de es ta exc lu s ió n permanente de amplias á reas de trabajo de las formas mod e rn as de la ac ti v idad eco nómi ca, se exp li ca e l "s ubd esa rro ll o" co mo una s ituac ió n de co nv ive nc ia de modernidad y a rcaís mo . Pero s i los altos grados de desempleo f ig uran e ntre las ca usas de des ig ualdades aguda s y c ró ni cas e n la distribuci ón de l in greso , desde ahí se irradian serias di s torsiones en lo s prec ios re la ti vos (depr imi endo los d e lo s productos de mayor pote ncial d e mercado y estimu lando los de los bi e nes para g rupos soc ia les numé ricam e nte reducidos) y se ge ne ran señales de me rcado (además de inte reses poi íti cos) que c imie ntan es tru c turas prod uct ivas " fuera de línea" res pec to a l 4. Hace va ri as décadas se reco noc ió en la teoría eco nómica la relación clave entre desempleo y distri bución de l ingreso . Es ape nas el caso de reco rd ar aq uí los trabajos de N . Kaldor, Essays on Val ue a11d Distribution , Londres, 1960 , y de Luigi Pasinetti , Gr01 vth and ln co me Distribution. Cambridge Universit y Press . 1974. A jui c io de ambos, la ve rdad era madurez económi ca de un país oc urre cuando la escasez de man o de obra activa procesos sostenidos y permanentes de moderni zac ión tec nológica e ndógena. 5. Refiriéndose a va rias ex perienci as ele desarrollo más o menos recientes en países de Asia, se ha puesto en ev idencia el tránsito a tra vés de eta pas qu e permitieron red uc ir e l monto del trabajo disponible (med iante reform as agra ri as radicales) y act ivar importantes procesos ele de sarrollo tec no lóg ico , ampli ar las bases de l mercado intern o y proyectar las economías hac ia los mercados internac ionales. A este propósito es de not abl e va lor, tanto en los terrenos de la teoría como de la hi storia , el trabajo de J. Fei , K. Ohkawa y G. Rani s, "Economic Development in Hi stori ca l Perspecti ve: J a pan , Korea , and Taiwan". en K. Ohkawa, G. Rani s y L. Meiss ner (comps.) ,Japan and th e Deve /oping Co 11111ries, Basil Blackwe ll , Oxforcl 1985 .

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mode lo d e eco nomías co n es tru cturas soc iales y productivas recíproca m e nte co he re ntes. Una eco nomía que no sepa o no pueda convertir s u mayo r efici e ncia e n la co nso lidación de corrientes de cons um o de c rec ie ntes bases soc ia les y e n la ex pan s ión de las front e ras de las neces idades individuales y co lec ti vas, una economía qu e no se pa ac ti va r estos di stintos c irc uitos interac ti vo s de c reac ió n y distribución de la riqu eza, te rmina inevitablemente por azo lva r los ca nal es de al ime ntac ió n de su propio dinami s mo. E n una forma ta l vez no exces iva me nte bruta l: no se puede n tener es tru c turas produ c ti vas de l s ig lo XX con una di stribu c ión de l in g reso de l s ig lo XIX . S i esto es c ie rto , debería e ntonces existir una forma para co mprobarlo, v incul a ndo e ntre sí c rec imiento económico y distribución del in g reso. Di c ho de otra manera , ¿es pos ibl e sostener que lo s países co n mej o r dist ribu c ión del in g reso ( indicador gené rico de un mayo r g rad o d e integración soc ial y productiva) son al mismo ti e mpo ca paces de alcanzaren e l largo pl azo mejores res ultados e n té rminos de c rec imiento ? En la g ráfi ca de la pág in a s ig ui e nte se establece e n e l ej e hori zo ntal un indi cador de desigua ld ad e n la distribución de l ing reso. A ma yo r cercanía con e l c ru ce de los ej es, mayo r la homoge ne id ad e n la di s tribu c ión . E l dato ex presa e l núme ro d e veces que e l in g reso nac io na l apropiado por e l 20 % de las famili as de ma yo res in g resos es supe rior a l de 120% qu e tiene los ing resos más bajos. Los datos de cada pa ís co rres ponde n a fec has recientes (los oche nta o co mie nzos de los no ve nta) e n que se reali zaron estudios es tadísti cos nac ional es sob re la mate ri a . En e l ej e vertical se indica la ta sa media de increme nto de l PNB pe r cápita e n e l pe ríodo ele 1965 a 1990 . Se incluy e ron los 41 países para lo s qu e e l Banco Mundial prop o rc ion a info rma c ión es tadíst ica re levan te. Cada nac ió n se ubi ca e n e l es pac io c artes ia no co n un a pareja de va lo res qu e reflej a la co mbinació n entre c rec imie nto y di stribución del ing reso. La g ráfi ca mu es tra a lgo ines perado : los países se distribuyen e n e l espacio ele la g ráfica e n zo nas re lati va me nte homogé neas res pecto a s us propios es pac ios geográficos. Parece habe r un a re lación consistente e ntre c rec imie nto económi co y d istribución del ingreso e n di stintos g rupos ele países que e nca rnan , a l mismo tie mpo , determin ada realidad geog ráfic a co lectiv a y cierto g rado ele n1aclurez es tru ctural . Así, res ulta n v is ibl es c uatro s ituaciones mundi a les . i) Pa íses que osc il an e ntre un c rec imie nto (término con e l que se alude , e n e l contex to de la gráfica, al c rec imi e nto medi o del PNB per cá pita de 1965 a 1990) mu y baj o - infe ri o r a l %- o inc lu so nega ti vo y una di stribu c ión del in g reso mu y escasa me nte polarizada. Este g rupo, e n la zo na suclocc iclental de la g ráfica, incluye a varios países afri ca no s, además ele Bang laclesh y Nepal; se denominará " países ele no crec imie nto con equidad". ii) Países con tasas de c recimiento que oscilan e ntre bajas y medianas (deO .S a 3 po rcie nto ,grosso modo) y co n un a polari zac ión mu y a lta del in g reso . La distribución espac ial ele los países es más extendid a que e n los otros casos. En es ta zona, ce ntroorien te ele la g ráfi ca, figuran muchas ele las principa les economía s lat inoamericanas. A este co njunto se le ide ntifi ca rá como " naciones ele semicrecimiento s in e quid ad" . i i i) Países con tasas ele cree i miento e levadas (entre 4 y 6.5 por ciento) y una mu y baja pol a ri zac ión del in g reso . E n es ta zona,

c rec imi e nto y d istribuc ió n e n a m érica latin a

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DES IGUA LD AD EN LA DI STRIIlU C IÓ N DEL I NGR ES O Y C RECIMI ENTO DEL PNB PER CÁPITA DE

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PAÍ SES SELECC IO NA DOs,'

1965-1990

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Ta sa me di a d e in c re me nt o de l PN B pe r cápita 2

1

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Singapur Ho ng Ko ng •

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20

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Tan zania

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De s ig ua ld ad e n la di s tribuc ió n de l in g reso -'

Gh ana e

-2 Uganda •

l . Nac io nes pnra las qu e e l Banco Mundi al proporciona informa ción es tadísti ca releva nt e. 2 . L os dat os correspond en a Jos años (oc hent a y prin c ipi os de los nove nta) en qu e en cada paí s se rea li za ron es tudi o s estadísti co s sobre la mate ri a. 3. Níune ro de veces que e l ingreso nac ional ap ropi ado por e l 20 % de las fa mili as de mayo res in gres os es superi or

al de l qu e se apro pi a e l 20 o/c q ue rec ibe los in gresos má s baj os .

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• la noroccide nte , están cas i todas las economías del orie nte asiáti co que en los últimos decenios tuvieron tasas de crec imiento elevadas . Pueden definirse g lobalme nte como " países de crec imi ento e levado con equidad". i v) Nac io nes co n tasas de c rec imiento medianas (de 1.5 a 3

por c iento) y mu y baja polari zac ió n de l in greso. En esta zona , centrooccide nte de la grá fi ca, se encuentran los países más desano liados de la economía mundial : Es tados Unidos y Ca nadá y nac iones de Europa Occ identa l. Se pueden desc ribir como " países de se mi crec imi e nto con equid ad" .

comercio exterior, julio de 1996

La co incidencia e ntre parejas de valores relativamente homogéneos (en su ubicación espac ial ) y la pertenencia de un país a determinada zona geográfica no es perfecta . Kenia se encuentra en la "latinoamericana", Marruecos en la que se podría ll amar la "OCDE" y Perú y Venezuela mu y cerca de la "africana". La gráfica presenta la confirm ac ión - nada asombrosa, por c iertode la anom alía mundial representada por América Latin a e n lo que conc ierne a la distribución del in greso: aquí, en efec to, se e ncuent ra n las eco nomías con una mayor di stancia entre ri cos y pobres. Globalmente hab lando,América Latin a es e l indi scutible paradigma mundial de lo que se podría llam ar " modern izac ió n exc lu ye nte". Para fines de estricta c laridad d isc ursiva , debe n establecerse con prec isión las fronteras de finitori as de cada una de las c ua tro "zo nas" señaladas e n lo co ncerni e nte al crec imi e nto med io de l PNB per cápita de 1965 a 1990 y e l indicador re lativo a la distribu ción del ingreso. La "zona africana" se desplaza entre un crecimie nto negativo y uno ape nas pos iti vo (un máximo de 1%) y una distribuc ió n del in greso no supe rior a 10, ente ndido este valor como la barrera máx ima de lo que se podría co nsiderar una " bue na" d istribución del ingreso , medida como relación entre los ingresos del 20% superior y e l 20% in ferior de las familias de cada país. La "zona latinoamericana" se ubica en un área de crec imi e nto medio-baj a (de 0.5 a 3 por c ie nto), pero con una di stribuc ió n de l in greso sie mpre super ior a la frontera representada por e l coeficiente 10 . La "zona as iática" se ubi ca en un área de tasas de crecimiento mu y a ltas (s uperiores a 4%) y muy bajas e n materia de po lari zac ió n del ingreso (inferiores a lO ). La " zo na OCDE" se ubica en un espac io muy reducido de crec imi e nto medio (1 a 3 po r c ie nto) y muy baja polarizació n del in g reso .6 Es inev itab le la te ntac ión de razonar en términos de sec uenc ia hi stórica entre los cuatro espacios de la gráfica; una secue nc ia que podría vislumbrarse mediante los ni veles absolutos del PIB percápita de cad a área y de los "saltos" (en té rminos de efic ie ncia y bi enes tar) entre un a y otra. De es ta forma , "África" sig ni f ica un PIB per cáp ita que a co mi enzos de los nove nta osc ila alrededor de 500 dólares; "América Latina", 2 500 dó lares, y la " zona OCDE", 22 000 dó lares. "As ia Orie ntal " reg istra una mayor di spersión de los valores del PIB per cáp ita entre las distintas situaciones nacionales: de un mínimo de 500 dólares e n China a cerca de 2 000 dó lares e n Tailandia , 15 000 dólares e n Hong Kong y S ingapur y hasta 28 000 dólares en Japón .7 6. Más que la ex istencia de fuerzas mundiales que conducirían a los países a una convergencia forzada, como sostiene, por ejem pl o, Will iam J. Baumol ("Prod ucti vity Grow th , Convergence, and Welfare: What the Long-Run Show", Th e America n Economic Review , vo l. 76, núm . 5,diciembrede 1986, pp . 1077-78), parecería haber alguna fuerza para la cual la convergencia -" hac ia arriba" o " hac ia abajo"- oc urre en esca la continental. Para una crítica convi ncente de la hipótes is de Ba um ol, véase Bradford de Long, " Productivity Growth, Convergence, and Welfare: Comment", The America n Economy Review, vol. 78,núm.5,d iciembre de 1988,p. ll 48. 7. Si n embargo, si en lugar de usar el PIB per cápita medido a partir de los tipos de cambio corri entes, se usara el PIB per cápita a partir

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S i se asoc ia la di sposición espacial de los países en la gráfica y los datos relativos al PIB percápita, parece ría plantearse una verdadera secuencia de desarrollo que supone cuatro etapas: en la primera se e ncuentra "Á frica" (como parad igma general de una s itu ac ió n de inc ipiente di fere nc iación soc ial y baj a activación de facto res dinámi cos capaces de sostener procesos de crecimiento de ampli o aliento); en la segunda, "A mérica Latina"; en la tercera, varios países de " As ia Oriental", y en la cuarta las nac iones de la OCDE . Se tie ne aq uí una di spos ic ión espac ial que se parece a un a conge lac ión e n e l ti empo de una secuencia hi stórica en cuyos ex tremos está co mo punto de part id a "África" y como punto de llegada la OCDE. Suponiendo que esta interpretación de los datos tenga algú n sustento , ¿cómo explicar, c uan do menos como hipótesis inic ial , esta disposic ión en e l espac io gráfico que parece indicar, al mi smo tie mpo , una secuencia en e l tie mpo ? Los datos parecen sugeri r la ex iste nci a de tres "saltos" en e l proceso de desarro ll o, a cada uno de los cuales correspo nde el tránsito a una etapa superior desde e l punto de vista de la eficiencia productiva y el grado de integrac ión econó mica nac ional. La gráfica induce a pensar que estos sa ltos ocurren e n un continuo hi stórico que constituye, al mi smo tiempo, un sendero viable de desarrollo. El primer salto es e l que ocurre, en el tiempo , entre " África" y "A méri ca Latina" ; sug iere que, e n este tránsito, al canzar un mayor ritmo ele crecimiento implica un empeoramiento en la di stribuc ió n de l ingreso .8 Esto , por c ierto, no significa necesariamente un deterioro de las condiciones de vida media de la población (en la for ma en que puedan medirse); podría indicar una situac ión en que e l in greso de los grupos más pobres crezca menos que e l ingreso medio global. En sus etapas iniciales e l proceso de desarrollo puede entrañar un a aguda diferenciac ió n soc ia l ele c uerpos soc iales previamente más hom ogéneos. El segundo sa lto sucede, otra vez en e l tiempo de cada país, entre "América Latina" y" As ia Oriental". En este caso parecería que e l transitar, en e l largo pl azo, de tasas medias- bajas de crec imiento a tasas considerablemente más e levadas supone una mejora radical en la distribución de l ingreso. Es notable que entre los países para los que hay elatos estad ísticos comparables decrec imiento y distribuc ió n de l ingreso, en ning uno de los 41 cons iderados se obse rve n ritm os e levados de c rec imie nto económico de 1965 a 1990, mientras se mantenía una di stribución de l ingreso sumamente po larizada . Así, en el mov imiento entre e l espacio y el tie mpo, parecería que alcanzar mayo res tasas de crec imie nto cuando la " modernización" ya ha establec ido algunos de sus rasgos centrales exige, necesariamente, un a mejora en la distribuc ión de l ingreso o, di cho ele o tra forma , la consolidación de un mercado nacional más integrado y más cercano a una situ ac ió n de pl eno e mpleo o cas i ple no empl eo. En efecto , no se requieren muchas

de las par idades de poder de compra , las diferencias entre los países de Asia Orienta l se red ucirían drást icamente. En 1992, en el primer caso, la distancia entre Ch in a y Japón va de 1 a 60 y en el segundo se reduce de 1 a 9 veces . 8. En el fondo es esta la idea propuesta inic ialmen te por Simon Ku znets,en "Eco nom ic Growth and Income Distribution" ,America n Eco nomic Revie H', núm . 2, 1955.

creci miento y distribución en améri ca latina

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palabras para asoc iar la pés ima distribu ción del in greso en g ran parte de América Latina con los e levados márgenes de desempleo o subempleo y, de l otro lado, la distribuc ión más igualitaria del ingreso en e l As ia Ori e ntal , con muy bajos niveles ele s ub empleo crón ico. E l tercer sa lto ocurre entre " Asia" (Oriental) y los países ele la OCDE. Aunque la di stribución de l in greso se mantiene prácticamente inalterada, la tasa ele crecimi ento baj a ele manera co nsistente por razones obvias, qu e en la sustancia corresponden al acercamiento a la frontera del co nocimiento científico y la madurez tec nológica de parte de los pa íses que rea li cen e l tráns ito en cuestión. Aquí se encue ntra Japón desde hace a lgunos años. En efecto , este país parece estar e ntrando a un nu evo c iclo de s u hi storia económica en e l c ual se e nfre ntará a la reducción progresiva de su tasa ele crec imi ento frente a las décadas anteriores ,en la medida en qu e ya no pueda crecer tan aceleradamente como antes de bido al agotam iento progresivo de la s reservas intern acionales de tecnologías más ava nzadas que las nac ion ales. Cuando un país comienza a ace rcarse a la frontera técnicocientífica mundial , su crec imi ento no podrá más que estar lim itado por el movimiento progres ivo de esa misma frontera global. Agotado e l patrimonio tecno lógico ajeno, el paso del crecimiento económico necesariamente se reducirá respecto a la fase anterior. Esto es lo que ocurre en décadas recientes en el tránsito entre " Asia" y los países de la OCDE. Para comprobar las hipótes is formulada s a propósito de esos tres sa lto s, harían falta estudios es pecíficos sob re e l pasado "africano" de varios países de América Latina o sobre e l posible pasado " latinoamericano" ele va rios países ele Asia Oriental. Haría falta , dicho de otra forma, pasar de la fotografía ele la actua lidad - que sólo indica la ex istencia ele una consistente relación geográfic a e ntre c rec imi e nto y di stribución del in gresoa una pe lícula qu e mostrara la ex iste ncia de una evolución en el tie mpo entre una "zo na" y otra ele parte de un mismo país. Sin embargo, aun a fa lta ele estos es tudios específicos y considerando la legi timid ad del vínc ul o entre amp litud del subemp leo crónico y distribu ción de l in greso, dos observac iones parecen pos ibles y necesarias. La primera es que e l camino de l de sa rrollo es e l de la absorción de c uotas crecientes de una mano de obra antes subempleada. Las ideas fonnulacla s por Arthur Lewi s en 1954 s ig ue n s ie ndo susta nc ial me nte vá lida s. aunque la absorción del " trabajo excede nte" surja ahora de una necesi dad para mej orar e l e mpalme sec torial e ntre oferta y demanda e n rumbos viables de reforma ele una economía , no só lo de la neces idad de incrementar el pote nc ial productivo de una nación , tran sfiri e ndo e l trabajo di sponibl e de las actividades " tradicionales" a las ac tividades " mode rna s" 9 Es e l camino al co ns umo de masas , a eco nomías ele esca la capaces de sostener procesos produ cti vos ele a lta efic ie nc ia, a la escasez ele mano de o bra qu e, co n s u encarec imi e nto res pec to a o tros factores. produ ce un impul so e nd óge no a la inn ovac ió n tecnológica . E n s íntes is: no ex iste n ca minos de mejora s ustanti va en la di stribu 9. Arthur Lew is , '·Eco nom ic Deve lopme nt with Unlimited Suppl y of Labor'·. Manchesr er Schoo/ ofEconomic and Soc ial St udies . nú m. 22, 1954.

c ión del in g reso qu e no pasen por estrategias econó mi cas capaces de enfrentar ex itosa me nte e l problema de l e mpleo. La segunda observac ión es más bien una nu eva hipó tes is: e n la medida en qu e e n los países económ icamente más ava nzados del mundo vue lven a presentarse situ aciones de desemp leo (y subempleo) cróni co, la e levada homoge neidad e n la clistri-

As ia Orienta l

América Latin a

Áfri ca

bución del in greso (moti vo de orgullo bie n justificado de esas nac iones ) tie nde a de te riorarse, abriendo las pue rta s a una pos ible (pero no necesa ri a me nte in ev itable) " latinoameri canización ". Ha sido reconoc id a en años rec iente una tendenc ia consistente a la reconce ntrac ión de l in g reso en va rios países avanzados del mundo,entre e ll os obviamente Estados Unidos. Esta hipótesis implica e l reco noc imi ento que e ntre " buen " y " mal '' desarrollo no ex iste n fronte ras hi stóri cas definiti vas e infranqueab les. El desarrollo que e ntrañ a e l trán s ito hac ia crec ientes grados de integ ración social y prod uc ti va s upon e la pu es ta e n acc ión de medidas des tin adas a refre ndar, e n condi c iones di stintas co n e l paso de l ti empo , un "g rado de integrac ión " s ie mpre s uj eto a reca íd as o retrocesos. Dicho ele otra forma: los es tad ios de l desarrollo no son necesariamente irreversibl es, co mo podría pensarse desde un a óp ti ca es tri ctame nte ros tow iana. En síntes is, s i se co nvie rte la distribución topológ ica en un a hipótes is cron o lóg ica (y sec uencia l) , e l ca mino del desarrollo. en lo que conc ierne a la re lación entre crec imiento y distribución

comercio exterio r , julio de 1996

del ingreso, parecería seguir una línea en forma de signo de interrogación como se indica en la figura . Es to , di cho sea de paso. constitu ye un curioso em palm e entre realid ad y metáfo ra .

AMÉRICA LATINA: EL PROBLEMA DE LA DISTRIBU C IÓN

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ras el pro longado es tancam ie nto de los años ochenta varias economías de América Latina ev idenc ian dificultades para recuperar condiciones de crec imiento de largo plazo . Una pos ibl e ex plicación de amp li o espec tro es la siguiente: los países de la reg ión aún no e ncue ntran las fo rmas económicas para superar la aguda polarizac ió n de l ingreso que opera como " bl oqueo es tructural " en e l camino hac ia la activación de las energías socia les y productivas necesarias para sostener un nuevo ciclo de crecimiento. Encender los motores de un nuevo c iclo de ex pansión en América Latina supone acti var cambios eco nómicos que permitan un a sensibl e mejora de la distribu c ión de l in greso, como muestra la experiencia reciente de Asia Oriental . Para seg uir con e l razon a mi ento gráficos, la regió n neces ita moverse hacia el norocc idente. La ex periencia histórica de los últimos decenio s muestra con abso lu ta co ntundenc ia qu e no ex iste en esca la mundial un "ca mino hac ia e l norte", o sea, un sendero de ace lerac ión de los ritmos de c rec imie nto con la conservación de altos grados de desi g ua ld ad e n la di stribución del ingreso. E l problema es que la distribución del ingreso no es una vari abl e inde pe ndi ente de l resto de las variables ce ntra les qu e definen el funcionamiento estructural de determinada eco nomía . No se está aquí frente a un fe nómeno que pu eda ser objeto de un a manipulación dotada de a mpli os márgenes de libe rtad por parte de la autoridad públi ca. A lo largo de décadas se han conformado en la región es tructuras productivas entretejidas con realid ades soc iales de aguda seg mentac ión. La polari zac ió n del in g reso no se puede co nsiderar como un a malformación acc idental desarrollada en cuerpos produ cti vos sanos. E ntre es tructuras productivas (distribución sectorial de los rec ursos, tec nolog ías prev alecientes, e tc .) y di stribució n de l in g reso ex isten vínculos estrechos y dete rmin ac io nes rec íprocas. Una re di stribución radical de l in greso ·en el corto plazo - medi ante la fijac ión de salarios oficiales co nsiderableme nte más altos que los de l mercado o con una mayo r progres ividad fiscal de los in gresos y la propiedad- alteraría la co mpos ición global de la demanda, creando en el co rto pl azo un exceso de ésta e n determinados sec tores y defic ienc ias críti cas en otros. Los resultados (e n término s de dinámica de los prec ios, capac idad utili zada , etc .) podrían no ser co mpatibl es con una reactivación eco nó mi ca sos ten ible en e l largo pl azo. La salud económica (entendida de manera estrecha como una situac ión de equilibrio mac roeconómico) de muchos pa íses de América Latin a se ha construido sobre seg mentac iones y desequilibrios cuya co nse rvac ión se requiere para ev itar di storsiones inman ejables en e l fun c ionamie nto de lo s aparatos produ c tivos. Sin e mbargo, las seg me ntac io nes y deseq uilibrios dificultan e l dinami smo y e l pote nc ial de reno vac ió n de largo pl azo de las economías. Se está, así , fre nte a un e nfe rmo e n co ndiciones críticas al cua l no se le pu ede n sumini strar c iertos re-

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medios , pues si bien és tos serían eficaces para liberarlo de algún mal estar, también podrían precipitarlo a un a cri sis de mayores proporcio nes. S u condic ión de enfe rmo cró ni co y precario equilibrio ex ige una caute la extrema e n la exper imentac ió n de una nuev a terapi a. Sin embargo ,es prec iso in strumentar distintas fo rm as de crecimie nto qu e permitan hacer co mpatible un nuevo ciclo de és te con un mejor reparto de los beneficios . No es eficaz tratar al problema de la distribución de manera autó noma res pecto de las estructuras productivas conso lid adas, sus for mas de operac ión , sus opciones tec nológ icas , etc. La mala di stribu c ión en A mé rica Latina no es un apéndice circun stanc ial de determinado modelo de organi zac ió n de la actividad produ cti va , sino un a consecuencia necesaria de l mi smo . Y si es así , en e l largo pl azo no será posible mejorar la di stribu c ió n del ingreso sin antes realizar ca mbios profundos en la anatomía y la fisiología ele las economías latinoamericanas. Coro lario importante de ello es que e l " problema de la di stribuc ión del ingreso" no es tema ele preoc upac iones gené ri cas de so lidarid ad soc ial , sin o te ma ce ntral del desarrollo eco nó mico . Di cho de manera brutal: no se trata de mejorar la distribución del ing reso por razo nes asociadas a cri terios más o menos vagos el e ''j usticia soc ial" ; la razón es mu c ho más c lara desde e l punto ele vista de la hi sto ria: o va n juntas efic ie nc ia eco nó mi ca e integ rac ión soc ia l o nin g un a ele las dos en sí mi sma será sos tenibl e en e l largo pl azo. Hay un a hi stori a cargada ele e pi sodios e mbl e máti cos que van desde S uec ia o Estados Unidos en la seg und a mitad del siglo XIX , a Japó n en la primera mitad de l XX hasta llegar a la historia rec ie nte ele varios países del Orie nte As iáti co. En América Lat,ina la mejora e n la di stribuc ión del ingreso no es só lo una pri or id ad socia l; es , sobre todo , un a prioridad económica . Desde esta pe rspec tiva , la situ ac ió n ac tu a l ele la reg ió n puede verse co mo un a e tapa el e ''bloqueo proy ectu a l", el e debi lidad de las ideas proyectadas hacia los cambios estru cturales , sin los c ual es serán imposibl es una mejora ele la di stribu c ión de l ingreso y un a ac ti vac ión decidida de nuevos fac tores de crec imiento de largo alcance. Más allá ele las seg urid ades ideo lógicas sobre e l prete ndido poder taumatúrgico ele las reformas co me rciales, de l retroceso ele la acción produc tiva del Estado o de la co nse rvac ió n ele tipos de cambio reali stas , queda un problema (q ue , con legitimiclacl , podría ca lifi carse ele "central") qu e pers iste en una zo na de sombra tanto e n el pe nsamiento como en la prác ti ca económica latinoa me ricana de estos año s: la formulación ele nuevas pautas ele desarrollo que sea n sos te nibles e n e l la rgo plazo y permitan un mayor g rado ele integ ració n inte rn a ele las di stintas economías de la regió n .¿ Có mo co mbinar novedosas opciones tecnológ icas y los nu evos vínc ulos inte rnacionales co n la neces idad ele ampliar los espac ios ele una de mand a de trabajo más dinámica?¿ Cómo hacer compatible una mayor penetración en los mercados ex te rn os co n fo rmas de crecimie nto más equilibradas desde e l punto el e vista ele las regiones de un país? ¿Cómo conservar algún eq uilibri o ele las cuentas públicas mientras se estimulan actividades productivas es tratég icas?¿ Có mo favorecer e l desarro ll o rural y co ntro lar un éxodo exces ivo hacia las mayo res c iud ades mie ntras se indu ce un a moderni zac ión más acelerada de las ramas productivas más integradas al comerc io inte rn ac iona l?

c rec imi en to y di stri buc ió n e n a mé ri ca latin a

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Es ev idente qu e e n la actualidad las respues tas teóricas (para no hab lar de los intentos prác ti cos de soluc ió n) a es tos prob lemas son grave mente in sati sfactori as . E l pensa miento no avanza con e l ritmo de las urge nc ias depo sitadas por ciclos hi stóricos qu e no pudi eron e nfrentar ex itosa me nte es tos proble mas . Y la práctica económ ica parecería exces ivamente dependiente de seg uridades ideológ icas que a me nudo ocultan preocupan tes vacíos tant o del pe nsa mi ento teóri co como de la acc ión de gobierno. Am é ri ca Latin a neces ita to rcer su hi storia eco nó mica y s in e mbargo aún no se manifies tan las id eas programáti cas y las voluntades po líti cas capaces de rea li zar ese v ue lco . Hay por lo me nos tres puntos de la " age nda del desarrollo" que la reg ión neces ita pone r en e l centro de sus preocupac iones. Tres aspectos que sugie re n la pos ibilidad de ca minos de crec imi e nto co n mayo res efectos e n la demand a de trabajo y, por consiguiente . e n la di stribuci ó n de l in greso. Ellos son: reactivac ió n ag rícola, pequ eñas y medianas e mpresas y desarrollo reg ion al . Tres aspec tos vinc ulados e ntre sí y que conjuntamen te podrían convertirse en el núcleo duro de nuevas energías económi cas y sociales capaces de hacer avan zar al mismo tiempo las fro nte ras de la capac id ad produ ctiv a y de la integrac ión social y económica.

CoNCLUSIONES

al vez ti ene un sentido conc luir es tas observaciones con tres preg untas retó ri cas cuyas res puestas so n obvias, al menos para e l a utor, pe ro c uya reafirmación es oportuna en es tos mome ntos de la hi stori a eco nó mi ca reg ional. • ¿ Pu ede pensarse en la posibilidad de un desarroll o económico de largo plazo sin la activación de ampli as energías sociales capaces de sostenerl o? Si la res puesta fu e ra negativa , las consecuencias de berían ser claras : el desatToll o económi co supone-en América Latina como en c ualqui er otra reg ión e n desarrollo-la pues ta en acción de fuer zas soc ial es trad ic i011alm e nte aletargadas por rea lid ade s sociales segmentadas de manera profunda y do minadas por ampli as áreas de pobreza, ignoran c ia y sube mpl eo crónico . La cultura e mpresa rial, co mo factor de cambio y de progreso, puede despl egarse só lo en a mbientes recorridos por una tensión dinámica entre productividad , sa lari os y empleo. Ex iste un req ui sito prev io el e integ rac ió n mínima a l desplieg ue de un a e mpres arialiclad sc humpe te ri ana po rtado ra de pote nc ia lidad es innovativas . E l desarro llo supo ne un acto soc ia l de co nfi anza en e l futuro qu e difíc ilm e nte pu ede oc urrir e n rea lidades económi cas agudam ente fra g me nt adas . A fin a l de cuentas, efic ie nc ia y producti vidad son , antes qu e cualqu ier otra cosa , variabl es soc iales . Las soc iedad es so n produ ctivas y efic ientes antes qu e las e mpresas indi v idua les . La capac idad de producir y enfre ntar con eficac ia condic io nes ca mbi antes depe nde de l grado de integrac ión inte rac ti va e ntre suj etos, e mp resas e in stituciones. G ran parte de la hi storia eco nó mi ca latin oamericana queda enm arcada, s in e mbargo. e n rea lid ades en que la efic iencia mi croeconóm ica se da - c uando lo hace- e n eco no m ías déb ilmente in tegradas. És te es . en e l fondo. e l "' dua li smo " qu e neces ita superarse para prepa -

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rar las co ndi c iones de un nuevo c ic lo de creci mi ento . • ¿Puede haber desa rro llo e n e l largo plazo sin qu e se rompa la caden a ele a limentac ión rec íproca e ntre polari zac ión de l in g reso y escasez ele ah orros? Co ntrariamen te a la tes is neoc lás ica trad ic io na l, e l monto g loba l de los ahorros depende de la capacidad de una soc iedad de conve rtir graneles masas de individuos en sujetos ahorradores . Pe ro hay otro aspecto: para los fin es el e un crec imi ento de largo período , ade más de l monto absoluto ele los aho rros, es también importa nte su ori ge n y destin o. Grandes masas ele ahorros indi vidu a les proveni e ntes de núcleos estrec hos de poblac ió n ti ende n a alimentar usos opule ntos (o es pec ulati vos) que só lo marg inal me nte ope ran co mo factor ele impul so de la ca pac id ad producti va. La riqueza que no entra en circuitos sociales amplios te rmina por es trechar las bases de s u ulte rior c rec imiento . En América Latina existen áreas de pobreza ele tal a mplitud que gran parte de la pobl ac ión -co n ingresos per cáp ita similares a los de va rios de los países afri canos más pobres- s impl e mente no es tá e n co ndi c io nes de ge ne rar los vo lúme nes de ahorro requ eridos para sostener proc esos ace lerados de crec imi ento económico. La depe nd enc ia externa de las corri entes de ca pital , si bi en in ev itabl e, s upone - más allá de cierto s límites- dos is de frag ilidad financi era que la experienc ia reciente de varios países de la reg ión ilu stra a ple nitud . • En un e ntorno internac ional que apunta a la conformac ión de reg iones eco nó micas plminacionales , ¿es posible un a integ ració n reg io nal dim1mi ca a partir de realidades nacional es de escasa integ ración inte rna ? Los acuerdos recientes, qu e va n de l Tratado de Libre Comercio entre Estado s U nidos, Canadá y México, al Mercosur e ntre Brasil ,Argentina , Uruguay y Paraguay, son hechos positi vos que abren posibilidades ele desa rrollo para varios pa íses de la reg ió n. S in e mbargo, sería cuando menos ilu sorio s upon er qu e e l libre co me rc io pueda ser un a especie de río caud aloso e n el que países enteros se dejen caer a cue rpo muerto con la co nfi anza de qu e la corrie nte los lle va rá de manera natural hac ia e l bie nes tar y e l desa rroll o econó mi co. El libre comerc io no puede ser sustituto eficiente de políticas econó micas integra les capaces de est imular e l din ami smo de nu evos age ntes produ c ti vos. E n síntes is : la apertura intern ac ion al (co ndici ó n ya ine ludibl e de la realidad mundi a l co nte mporánea) no es. ni puede ser, una política "g lobal ", como muestran con toda ev idenc ia las ex perie nc ias recientes de varios países de As ia Orienta l. La integ rac ión a los fluj os de l co merc io y las finan zas inte rn ac ionales supone la pu esta en marcha de es trateg ias ele integrac ión tanto hac ia afuera como hac ia ade ntro. Estos c ues tionamientos, y va ri os otros. obl igan a preguntarse lo esenc ia l: ¿ Qué s ig ni fica desarro ll o ec onómi co e n es te fin de s iglo? Améri ca La tina ha recorrido c ic los hi stó ri cos en que supo crecer s in redistribuir efic ie nte me nte la riqueza y otros en qu e supo re partir la riq ueza . de fo rm as s ie mpre precari as y tran sitori as. al cos to ele secar las fuentes de su creació n . Un ciclo ve rdaderame nte nu evo el e de sa rrollo eco nóm ico entraña rá necesariamente la capac idad de cumplir las dos tareas al mi smo tie mpo. Para e ll o res ulta vita l un a des id eo log izac ió n de la po lítica ec onó mi ca. requi sito ese nc ia l para abrir nu evos es pac ios de ex perim e ntació n y ele prag mati smo . Q

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