ANDALUCÍA EN LA HISTORIA Fugitivos nazis en la Costa del Sol De la protección del franquismo al final de la impunidad
Carro del Víctor y del Parnaso. Domingo Martínez. Museo de Bellas Artes de Sevilla
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Fiestas de cetro y mitra DVD de regalo La Guerra Civil en Andalucía (Capítulos 3 y 4) Año V
Número 20
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Tantas fiestas como días feriados
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esde mediados del siglo XV, en Europa occidental las fiestas constituyeron un aspecto más del discurrir cotidiano. Tan sólo las fiestas religiosas, incluidos los domingos, superaban el centenar. Ante la imparable decadencia española, los arbitristas y los moralistas propusieron diversas medidas encaminadas a su control y reducción. Pedro Fernández de Navarrete en su Conservación de monarquías (1626) relacionaba “la holgazanería con la muchedumbre de fiestas de guardar que se ha introducido; siendo cierto que en muchos obispados pasan de la tercera parte del año, sin los días de toros y otros regocijos públicos, y si se repara en ello, se hallará que el mes de agosto, que es el mes más ocupado de todo el año con la cosecha de los labradores, tiene tantas fiestas como días feriados”.
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o será hasta el siglo XVIII cuando las autoridades eclesiásticas alcancen éxitos notorios en el disciplinamiento de las fiestas: la prohibición o la metamorfosis del carnaval es un ejemplo entre tantos. La disminución de los días festivos se superpuso a la mixtificación de festejos paganos con celebraciones religiosas. El crecimiento económico e industrial del siglo XIX impuso una ampliación del tiempo laboral en detrimento de los días feriados. Además, en este proceso cultural de
control y sometimiento de los hechos festivos incidió el triunfo de la vida privada sobre la extensa sociabilidad en el terreno público.
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ste complejo proceso de civilización europea no fue homogéneo ni en tiempos ni en espacios. En Andalucía las formas de religión que invocaban una mayor interiorización no tuvieron el mismo impacto que en otras regiones españolas o europeas; tampoco el espacio privado arrinconó la vida cotidiana en los espacios públicos; ni siquiera se disolvió del mismo modo la tradicional mezcla de trabajo y fiesta que tanto había caracterizado la Europa de los siglos XVI y XVII.
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ejos de una realidad inmóvil, en las calles, en los paseos, en las alamedas o en las plazas andaluzas, las sociabilidades festivas (divertidas o no) oscilaron entre el respeto al orden social y la indisciplina crónica. Los hechos festivos en lugares públicos se erigieron en disputados espacios de dominación en los que se exhibían la ostentación y el prestigio, y donde el culto a las apariencias fue el consenso ante posibles conflictos. Las fiestas continuaron, aunque fueran muchas menos y bastante distintas. Resulta cansino, pues, el tópico del andaluz festero y la peyorativa imagen que de él se deriva. MANUEL PEÑA DÍAZ
DIRECTOR DE ‘ANDALUCÍA EN LA HISTORIA’
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Fiestas de cetro y mitra
Edita: Centro de Estudios Andaluces Presidente: Gaspar Zarrías Arévalo Director gerente: Alfonso Yerga Cobos Director: Manuel Peña Díaz Subdirector: José Antonio Herencia Ordóñez Secretaria del Consejo de Redacción: Lorena Muñoz Limón
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Consejo de Redacción: Eva de Uña Ibáñez y Rafael Corpas Latorre. Consejo Editorial: Eladio Garzón Serrano, Carlos Martínez Shaw, Marion Reder Gadow, Alfonso Franco Silva, Carlos Arenas Posadas, Miguel Gómez Oliver, José Luis Chicharro Chamorro, Encarnación Lemus López, Luis Carlos Navarro Pérez y Alberto Ramos Santana. Colaboran en este número: Pedro Rueda Ramírez , Jaime García Bernal, Clara Bejarano Pellicer, Luis Méndez Rodríguez, Raúl Molina Recio, Manuel Peña Díaz, Alfonso Franco Silva, Gregorio García-Baquero, Adela Mariscal Galeano, María Dolores Naranjo Cabezas, Montserrat Rico Góngora, Ana María Mojarro Bayo, Francisco Núñez Roldán, Irene Seco Serra, Cristian Cerón Torreblanca, Carlos Arbelos, Juan Eslava Galán, Eloísa Cabrera Salinas, Javier González-Cotta, Antonio Moreno Rivilla, José Luis Chicharro Chamorro, Ricardo García Cárcel, Antonio Castillo Gómez, Cristina Yanes Cabrera, Rafael Corpas Latorre, Eva de Uña Ibáñez, María Ruiz Ortiz. Diseño y maquetación: SumaySigue Comunicación Impresión: Escandón Impresores Distribución: Distrimedios, SA y Rodríguez Santos, SL.
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El análisis del catálogo de fiestas de la Andalucía de los siglos XVI y XVIII es un termómetro para evaluar los latidos de una sociedad cuyo ritmo vital queda marcado por las directrices que emanan de dos instituciones, Monarquía e iglesia. El poder político y el religioso erigieron un modelo de convivencia con pretensiones similares: la persuasión y el control de las emociones de los individuos y del grupo. Las fiestas religiosas, con el Corpus Christi como emblema, el auto de fe, el Carnaval, la presencia de figuras con movimientos mecánicos, o los ejercicios festivos de la propia Monarquía, ya fueran las proclamaciones reales, las exequias o las entradas reales, son manifestaciones de una intencionalidad común, que persigue la sugestión del individuo, su conmoción a través de los sentidos para ayudar al dominio de una sociedad entregada a la contemplación de espectáculos tan cruentos como los ajusticiados en un auto de fe. Sólo el Carnaval representó la espita para revertir el orden social y las instrucciones subliminales que el poder suministraba con cada acontecimiento festivo. Pedro Rueda Ramírez
Toda la religiosidad para el pueblo y con el pueblo Avatares del paradigma: el Corpus sevillano
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Clara García Bejarano
La vuelta de tuerca: esto es Carnaval
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Pedro Rueda Ramírez
La cima de la teatralidad llega con los autómatas
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Luis Méndez Rodríguez
La Monarquía retoza con los baños de masa
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Raúl Molina Recio
Auto de fe: escenas de poder, circo y escarmiento
Hegemonía del puerto de Sanlúcar
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Sanlúcar de Barrameda se erigió en capital del ducado de Medina Sidonia. Este linaje hizo de Sanlúcar un foco de comercio con el atún. Alfonso Franco Silva
El Concejo de Sevilla y los abastos
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El poder público ya desempeñó en el Antiguo Régimen un papel de garante. El Concejo de Sevilla regulaba el mercado de abastos. Gregorio García Baquero
Jean Pierre se fue a Sevilla
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El comercio con las Indias catapultó a Sevilla y con ello atrajo a inmigrantes. Muchos de ellos procedían de Francia. Adela Mariscal y Dolores Naranjo
‘Andalucía en la Historia’ no se responsabiliza de las opiniones emitidas por los colaboradores y participantes de cada número de la revista. El consejo de redacción anima a los interesados a enviar artículos relacionados con el ámbito de la publicación que cumplan con los requisitos de rigor, veracidad y divulgación. El envío de los artículos no supone la publicación de los mismos, ya que deberán pasar una evaluación previa del consejo editorial.
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Jaime García Bernal
Manuel Peña Díaz El Centro de Estudios Andaluces es una Fundación adscrita a la Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Centro de Estudios Andaluces C/ Bailén, 50. 41001 Sevilla Información y suscripciones: 954 78 70 01 Correo-e:
[email protected] URL: www.centrodeestudiosandaluces.es Depósito legal: SE-3272-02 ISSN: 1695-1956
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Von Humboldt visita Andalucía
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Wilhelm von Humboldt visitó Andalucía durante 9 meses y vivió un auténtico choque cultural. De Sevilla no le gustaron sus calles estrechas; de Córdoba, su barrizal; y de Granada, sus casas. Montserrat Rico Góngora
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Metamorfosis del puerto de Huelva
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El puerto de Huelva, un enclave de referencia para pueblos como fenicios, griegos y romanos, ha evolucionado en su naturaleza. Ana María Mojarro
La II República burla el franquismo
VIENTO DEL OESTE, VIENTO DEL ESTE
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Pese al férreo control que trajo consigo la dictadura de Franco, la Segunda República dejó su huella a través de símbolos que pervivieron . Francisco Núñez Roldán
Jalando el copo
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Los pescadores malagueños, los jabegotes, empleaban una indumentaria característica, aunque era propia de la clase popular malagueña en el XIX. Irene Seco Serra
Fugitivos nazis en la Costa del Sol
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Andalucía también albergó fugitivos nazis tras la Segunda Guerra Mundial. España fue un refugio seguro gracias a la hospitalidad mostrada por la dictadura de Franco. Cristian Cerón Torreblanca
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República, ¿golpe de Estado? LOS ANDALUCES
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Fray Francisco de Posadas DIRECCIÓN SUR
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Carrera de armas y letras LUGARES DE LA MEMORIA 98 Las minas en La Carolina PATRIMONIO ANDALUZ
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Hacienda La Laguna LOS DOCUMENTOS
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Tesoro escondido LIBROS RECOMENDADOS 110
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14 de abril de 1931 ¿un golpe
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de estado? XAVIER CASALS HISTORIADOR
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l 14 de abril de 1931 es una de las fe-
23.00 horas del día 13, “Berenguer, el mar-
un callejón sin salida, pues tanto si éste se
chas más idealizadas de nuestra
qués de Hoyos y el general Emilio Mola estu-
rendía como si mandaba disparar a los mani-
historia. En esa jornada se procla-
vieron intentando en el palacio de Buena-
festantes no restauraba la normalidad cons-
mó la Segunda República en un marco de
vista la proclamación de la ley marcial” y
titucional, que era su meta al convocar los
fair play político aparentemente encomia-
parecía que el Rey había “entrado en el jue-
comicios celebrados. Si ordenaba ametrallar
ble. Alfonso XIII partió del país el día antes,
go, dando alas a esta desesperada iniciati-
a la multitud se encaminaba hacia una dic-
tras conocer el resultado de las elecciones
va”. Posteriormente, el ex rey explicó que
tadura más brutal que la precedente de Mi-
municipales que daban el triunfo a los repu-
marchó al exilio por carecer de tropas a su
guel Primo de Rivera. Y si permanecía pasi-
blicanos en grandes ciudades, y las masas
disposición: “Hubiera necesitado fuerzas y
vo, la República existía de hecho en la calle,
salieron alborozadas a la calle a celebrar el
no disponía de ellas. [El general] Cavalcanti
una realidad que se impuso. Ucelay-Da Cal
nuevo régimen. Sin embargo, las últimas
se me ofrecía gallardamente para una resis-
concluye que estas maniobras republicanas,
investigaciones demuestran que ni el Rey ni
tencia desesperada... Pero era él solo”.
“gracias a su invisibilidad”, dieron como re-
Por otra parte, la oposición republicana
sultado “el golpe de Estado más perfecto de
tampoco jugó limpio el 14 de abril. El histo-
toda la historia española” al salvar las apa-
Por una parte, Alfonso XIII esperó un gol-
riador Enric Ucelay-Da Cal señala que esa jor-
riencias de vulnerar la legalidad.
pe militar a su favor. En Cartagena, antes de
nada los republicanos sacaron las masas a la
En suma, los dos actores políticos del
subir al crucero que le llevó a Marsella pre-
calle para provocar una “toma revolucionaria
14 de abril —monarca y oposición— apos-
guntó si se había declarado el estado de gue-
de los ayuntamientos, que la radio difundió
taron por la carta golpista. Ello no fue ex-
rra. Ya en su destino, inquirió de nuevo “si
y estimuló en el marco de una operación en
cepcional, pues desde 1808 los cambios de
se ha iniciado ya en alguna parte de su Rei-
buena medida coordinada a golpe de teléfo-
régimen se imponían en España por esa
no la reacción monárquica”. Según el histo-
no y por telégrafo”. La maniobra situó al go-
vía y esa jornada fue un hito más de una
riador Eduardo González Calleja, hasta las
bierno del almirante Juan Bautista Aznar en
larga secuencia. ■
sus oponentes jugaron con la elegancia que crónicas y testimonios transmiten.
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JOSÉ LUIS CASAS SÁNCHEZ PATRONATO NICETO ALCALÁ-ZAMORA Y TORRES
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xisten afirmaciones que, por repe-
Todo fue consecuencia de las elecciones
lo importante es que aquel juicio se convir-
tidas y conocidas, acaban conver-
municipales celebradas dos días antes. Es
tió en un acto de propaganda republicana.
tidas en un lugar común. Pasa con
cierto que desde el llamado pacto de San Se-
Se consiguió la creación de un ambiente fa-
los testimonios acerca del 14 de abril de
bastián de agosto de 1930 las distintas fuerzas
vorable a la consideración de las elecciones
1931, dada su coincidencia en que se trató
anntimonárquicas se habían puesto de
como si fueran un plebiscito sobre la mo-
de un acontecimiento pacífico. “Así se pro-
acuerdo en la formación de un Comité Revo-
narquía, inclusive entre los mismos monár-
clamó la República española; pacífica y le-
lucionario cuyo objetivo era, entre otros, pre-
quicos, a pesar de que entre las filas republi-
galmente, sin que se derramara sangre,
parar una insurrección contra la monarquía
canas no había muchas esperanzas.
sin cortar la cabeza al monarca, prote-
y proclamar la república. La vía insurreccio-
La interpretación del resultado electoral,
giendo a su familia —que él abandonó—
nal fracasó en diciembre de 1930, cuando la
a la vista de lo ocurrido en las grandes ciuda-
para poder marchar con plena seguridad
guarnición de Jaca no esperó hasta el día 15,
des, daría paso a que el rey abandonara Es-
al exilio”, decía Francisco Largo Caballero.
fecha prevista para el levantamiento. Galán y
paña, no como resultado de una conspira-
“Nadie recordaba nada que pidiese ven-
García Hernández fueron fusilados y la ma-
ción ni mucho menos de un golpe de estado,
ganza. Todo era hermoso, magnífico; un
yor parte del Comité revolucionario fue a la
sino como la aceptación de una realidad,
velo de bondad lo envolvía todo”, manifes-
cárcel. No obstante, tras la dimisión de Be-
más aún tras el fracaso de un intento de ne-
tó Margarita Nelken. Amadeu Hurtado se-
renguer, hubo un intento de acercamiento a
gociación en la mañana del día 14 entre Ro-
ñaló: “Describir el alboroto de la ciudad
los presos de la cárcel Modelo, quienes se ne-
manones y Alcalá-Zamora en casa de Mara-
[Barcelona] en las horas de la tarde y de la
garon a toda forma de colaboración.
ñón. Alfonso XIII salió de Madrid casi al
noche de aquel inolvidable 14 de abril me
Se formó el gobierno Aznar y se convoca-
mismo tiempo que en la Puerta del Sol el Co-
es sencillamente imposible. No recuerdo
ron elecciones municipales. Días antes de
mité revolucionario proclamaba la II Repú-
un espectáculo igual de multitud en cual-
los comicios, los detenidos en diciembre
blica española y se convertía en Gobierno
quier otro momento de mi vida”.
fueron juzgados y salieron absueltos, pero
provisional de la misma. ■
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CATÁLOGO FESTIVO EN LA ANDALUCÍA DEL XVI AL XVIII COORDINADO POR PEDRO RUEDA RAMÍREZ
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as actividades festivas jugaron un impor-
calendario litúrgico, entre las que destaca el Corpus Christi.
tante papel en la definición de la sociedad
En estas fiestas se incluyen aspectos poco conocidos, con to-
andaluza de los siglos XVI al XVIII. En tres
da una gama de danzas y bailes. De ellos se ocupa Clara Be-
centurias la evolución de cada una de las
jarano en un artículo que muestra el contrapunto entre lo
fiestas que aquí se exponen resultó un crisol
religioso y lo profano, lo serio y lo burlesco, tan presente en
perfecto de la transformación y la adapta-
las danzas de invención y de cascabel, junto a otras mu-
ción de los andaluces a la modernidad. El
chas. Estos elementos profanos están muy presentes en las
difícil equilibrio entre la tradición y el cam-
celebraciones carnavalescas, que contienen un sinfín de
bio, tan característico de nuestros días, tu-
elementos, a medio camino entre la subversión del orden
vo su reflejo en la elaboración de una ima-
establecido y un retorno al ciclo de la vida cotidiana. El arti-
gen de la fiesta repetida y cambiante, si-
ficio y la simulación llegaron a un perfeccionamiento nota-
guiendo un ciclo propio recurrente cada año
ble en las figuras de autómatas, estatuas que podían mover-
que tenía su base en las estaciones. Los motivos de la fiesta
se autónomamente y que llamaron poderosamente la aten-
podían resultar muy variados, destacando las celebraciones
ción del público. Estas figuras animadas serán analizadas
de la Monarquía y de la Iglesia. Ambos poderes utilizaban el
por Luis Méndez que revela los artilugios mecánicos emple-
ritual y las ceremonias como un medio de representación
ados en las celebraciones festivas andaluzas.
colectiva de enorme fuerza. La fiesta se muestra en su es-
Las fiestas fueron también una manifestación que los po-
plendor en momentos clave durante las festividades religio-
deres políticos intentaron apropiarse. Los patrocinadores que
sas, que serán analizadas por Jaime García Bernal detallada-
financiaban los festejos intervinieron para manipular la fies-
mente. En el regocijo público realizado con el concurso del
ta en su beneficio mostrando una imagen de sí mismos, pero
pueblo se da cuenta de la expresión de identidad de la ciu-
los participantes lograron en numerosas ocasiones transfor-
dad y muy especialmente en numerosas celebraciones del
marla y adaptarla a sus gustos e intereses. Los modelos cultu-
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Carro del Víctor y del Parnaso. Domingo Martínez. Museo de Bellas Artes de Sevilla.
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rales que van pasando por Andalucía desde el Renacimiento a
de Sevilla y Granada fue todo un espectáculo. El conjunto de
la Ilustración dejaron su huella en cada festividad, promocio-
tablados y la escenografía convertían el desarrollo de los autos
nando unas celebraciones, reprimiendo otras e intentando
en un juicio destinado a ensalzar a la Inquisición. Un fenó-
controlar y modelar la participación ciudadana. El momento
meno que a pesar de organizarse de manera ocasional tuvo un
festivo logró reunir y congregar de manera directa a numero-
notable impacto. Los Autos de Fe fueron un instrumento de
sos sectores sociales del Antiguo Régimen. Este es uno de los
propaganda, de ostentación del poder inquisitorial y de catar-
rasgos que aparecerán en los trabajos del dosier para mostrar
sis social al redefinir la cristiandad católica y la ortodoxia,
la intensa capacidad de atracción de las celebraciones popula-
ayudando a modelar a la comunidad de fieles asistentes como
res, de las actividades programadas por los cabildos y las auto-
un todo opuesto a los herejes.
ridades reales e inquisitoriales. El estudio de Raúl Molina
La suma de todas las festividades permite entender nu-
muestra la riqueza extraordinaria de celebraciones que reuní-
merosas piezas del puzle vital de los andaluces de enton-
an en los espacios públicos a un número importante de ciuda-
ces. Recreando la participación pública, el papel de unos y
danos. La asistencia popular a estas representaciones del po-
otros, la articulación social de todos en la fiesta, los lecto-
der convertía a los asistentes en comparsas que ayudaban a la
res lograran una imagen más completa de los usos (y la ma-
glorificación de la Corona mediante el elogio público de la
nipulación) de la fiesta. El festejo público lograba adhesio-
Monarquía. Aunque también contribuía a definir el reino co-
nes, adscribía a cada cual a su lugar y reforzaba principios
mo una comunidad política y permitía a diversos sectores
sociales de creencia y fe, de dependencia política y de lazos
presentar su interpretación del papel del Rey y de las relacio-
de solidaridad. La fiesta era múltiple y compleja, rica y en
nes que debía mantener con las ciudades. A estas celebracio-
ocasiones contradictoria, como toda representación de la
nes promovidas desde el poder también se debe el Auto de Fe,
sociedad tenía mucho de espejo y de reflejo, de participa-
que será analizado por Manuel Peña Díaz. La celebración del
ción y de aceptación, en un juego ambiguo que sigue ali-
Auto de Fe en los lugares céntricos de las ciudades andaluzas
mentando el interés por lo festivo. ■
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Toda la religiosidad para el pueblo y con el pueblo Las procesiones se convierten en una exhibición pública JAIME GARCÍA BERNAL UNIVERSIDAD DE SEVILLA
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ndalucía hereda de los tiempos medievales un paisaje de devociones que recuerda lo que ha sido su
historia más reciente. Por un lado, la política de patronazgo de Alfonso X y sus sucesores concede a las vírgenes de la conquista, relacionadas con la epopeya de su padre, un culto cívico que concuerda con la emergencia del marianismo en los reinos peninsulares. Por otro lado, las comunidades de castellanos que se asientan en los pueblos y ciudades andaluces desde el siglo XIII, conceden sus votos e invocan por sus desdichas a los santos patrones y mártires que son más populares en los pasionarios y
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Los sentidos fueron la
como la del Bautismo de Cristo, otro tema
puerta de entrada de los
habitual en el repertorio bajomedieval.
mensajes de la fe en las fiestas religiosas andaluzas
Una malla de intercesores que, además, se extiende hasta los hogares y los talleres donde viven menestrales y campesinos.
del Barroco. La unión y el
Agrupados en cofradías gremiales, rinden
sacrificio cuando azotaba la
culto a sus patrones en pequeñas capillas y
calamidad. La exhibición
hospitales. La documentación, muy frag-
propia y la humillación del
mentaria, que sobrevivió a la reducción de hospitales decretada por Felipe II, en 1584,
enemigo, si había que dar
es suficiente para hacernos una idea de la
prueba de la militancia
tradición ritual y festiva que mantenían es-
católica. En ambos casos, la
tos institutos.
razón quedaba doblegada
Celebraban dos o tres fiestas litúrgicas al año, coincidiendo, por lo común, con los
libros litúrgicos de la época. Una rápida
por la fuerza y rapidez de la
domingos de Pascua, el día de la Virgen y to-
ojeada a los bajorrelieves y pinturas que se
emoción a la que servían la técnica
dos los santos; además de una función prin-
desplegaron en el recinto de la Catedral
y los recursos del espectáculo
cipal en la fecha de su santo patrón. Esta
mudéjar de Sevilla, a partir de su Libro Blanco, compuesto en el primer tercio del
moderno. El estilo corporativo de
jornada era solemne, dentro de la limitación de los tiempos; se hacía ofrenda de cera
siglo XV, constata una gran variedad de ad-
las fiestas medievales se hizo
vocaciones que coincide, en lo sustancial,
público y político. Y hasta el cielo
música y fuegos, misa solemne y sermón,
con las devociones más frecuentadas del
fue colonizado por esta nueva
que podía concluir con procesión por el en-
gótico internacional. San Andrés, San Bartolomé, Santa Bárbara, Santa Catalina,
mentalidad pragmática y
y obleas a la imagen sagrada, vigilia con
torno. No faltaba el ágape confraternal sufraga-
Santa Elena, y tantos otros abogados espi-
mercantilista que lo imaginó como
do como el resto de la fiesta con donativos de
rituales, acompañaban los enterramien-
una fabulosa corte dispensadora de
los cofrades y una cuestación pública. Es
tos dotados por aquellos hombres donde re-
beneficios espirituales.
emotivo escuchar a los últimos supervivien-
cibían sus fiestas y remembranzas.
tes de este mundo que hemos perdido (que
Desaparecidas en Sevilla, tras la obra gó-
estaban ya perdiendo a finales del siglo XVI)
tica de la Catedral, su estilo puede aún
citar como fuente de autoridad para evitar
reconocerse en algunas pinturas mura-
ser reducidos la tradición secular, la ayuda
les que se conservan sobre azulejos mudé-
mutua, la dignidad de sus fiestas y sufra-
jares en la Mezquita-Catedral de Córdoba,
gios. Escuchemos la alegación de Francisco
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11 Una de las manifestaciones religiosas habituales. En la imagen, procesión de la Inmaculada en Sevilla, óleo de circa, 1662.
ción y de Pentecostés, durante los cuales se
La Iglesia también convocaba al pueblo de Sevilla para celebrar los oficios de Pascua de Resurrección y de Pentecostés, durante los cuales se ejecutaban pequeñas representaciones teatrales
ejecutaban pequeñas representaciones teatrales o misterios. No se han conservado textos de estos espectáculos litúrgicos, ni tradiciones vivas como ocurre en Levante, de modo que los parcos registros contables
Melgarejo, mayordomo de la cofradía del
comedio del siglo. Sus reglas más antiguas
son la única información que tenemos para
Cuerpo de Dios y San Sebastián:
conservadas apuntan a esta misma religio-
reconstruirlos. Asoma en ellos una celebra-
“Digo que no a lugar rreduzir el dicho
sidad íntima, enfocada al homenaje a los
ción singular y emocionante: la de un mun-
hospital Porque la dicha cofradía del cuerpo
muertos y el socorro de las viudas y huérfa-
do natural (el paraíso terrenal) o sobrenatu-
de dios es antiquíssima que no ay memoria
nos. Los gastos funerales confirman la im-
ral (el Espíritu Santo) que nace de las entra-
de quando comensó y los cofrades della obie-
portancia de la práctica del culto a las almas
ñas de la Catedral con elementos vivos y co-
ron y fundaron la dicha cassa y ospital (...) y
de los hermanos fallecidos.
loristas, con actores que gesticulan y efectos
de tienpo antiguo a sido y es cassa de mucha
Los cabildos eclesiásticos de Córdoba,
deboçión y ansí están conçedidos por la sede
Jaén y Sevilla comparten, asimismo, la
apostólica jubileos y perdones que se ganan
mentalidad orientada a la comunión entre
CRISOL DE FIESTAS. Este era, en suma, el
en ella. Tienen doze hombres viejos muy po-
vivos y muertos, pero convertida en función
panorama de las fiestas religiosas al des-
bres a quien dan cassa y camas y rropa lin-
social, en liturgia cívica. Como especialis-
puntar la Andalucía del Renacimiento. Las
pia y algun bestido (...) y quando mueren
tas en el rezo por las almas y en la impetra-
fiestas generales de la Catedral y las fiestas
los entierran como a los cofrades y hazen to-
ción por las desdichas colectivas, los canó-
particulares de las cofradías se repartían el
dos los gastos de los entierros y dezir doze
nigos y prebendados andaluces desarrolla-
espacio y el tiempo de las necesidades espi-
missas por cada vno y la cofradía los aconpa-
ron una liturgia interior ritmada por las ho-
rituales en honrar a los santos o en dedicar
ña con toda su çera y lleua pobres con ha-
ras del coro y, cuando era necesario, encabe-
las festividades principales del calendario
chas y ansí hazen los entierros por los cofra-
zaron las solemnes procesiones de plegaria
litúrgico. El Corpus Christi fue, en estas cir-
des que mueren y por sus mugeres si no se
para rogar por el cese de la epidemia o la ca-
cunstancias, la única fiesta capaz de inte-
bueluen a casar y por los hijos de cofrades y
lamidad pública. La Iglesia también convo-
grar al conjunto de la comunidad, sinteti-
si alguno biene a estrema pobreza le soco-
caba a todo el pueblo de Sevilla para celebrar
zando las diferentes sensibilidades festivas
rren y lo mismo a las mugeres”.
los solemnes oficios de Pascua de Resurrec-
de la ciudad.
que emulan los prodigios.
Los rituales funerarios eran consustanciales a las agrupaciones de fieles de la Edad Moderna. Las de gloria y penitencia asumen las funciones que realizaban estas primeras cofradías gremiales, cuando van tomando el relevo de la devoción popular en el
Las cofradías gremiales practicaban una religiosidad corporativa, volcada al homenaje a los muertos, el socorro de las viudas y los huérfanos
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Procesión del Corpus de Sevilla. Dibujo del siglo XVIII en el que aparece un carro alegórico en el que participaban compañías profesionales.
La composición de procesión del Corpus a
bros de Fábrica de la Catedral nos mencio-
El arzobispo de Sevilla, contra las procesiones
principios del XVI podía leerse, en efecto,
nan además a unos ángeles, niños cantores
como la suma de la historia ritual de las ciu-
y músicos que tensan la viola y el laúd. El
dades medievales andaluzas, expresión de
resto debemos imaginarlo nosotros, o re-
■ Las danzas de gremios o de
las culturas ceremoniales de sus comunida-
construirlo a partir de lo que nos dicen tex-
profesionales eran habituales en todas
des y cabildos. La Tarasca y diablillos que
tos y crónicas de otras regiones españolas.
las fiestas religiosas andaluzas y,
encabezaban el cortejo evidenciaban el peso
Disponemos, eso sí, para las primeras
especialmente, en el Corpus. La de
de la cultura popular; los juegos de las cofra-
décadas del siglo XVI, del elenco de partici-
gigantes y la de espadas estaban entre
días, el honor de estas compañías profesio-
pantes del Corpus de Sevilla. En el tramo de
las más populares, aunque cada vez
nales; las cruces de las parroquias, el senti-
las cofradías se mencionan los rocas o casti-
serán más frecuentes las de invención,
miento de pertenencia a la feligresía; y el
llos que portaban los compañeros de un
esto es, aquellas encargadas a los
cuerpo de beneficiados y canónigos, la gra-
mismo oficio. Representaban historias ex-
autores de danzas, que presentan
vedad y compostura que debe rodear al Sa-
traídas de las Sagradas Escrituras o de la Le-
temas cortesanos (galanes y damas),
cramento. Antes de adquirir la connotación
yenda Dorada, es decir, las mismas devocio-
alegóricos (la coronación de Júpiter, los
universalista que definió la fiesta del Cor-
nes que veneraban en sus capillas y recibían
trabajos de Hércules) o históricos (el
pus a partir de Trento, la procesión eucarís-
ofrendas en la Catedral. Estas andas fueron
sarao de las naciones, la herejía de
tica era una expresión de identidad de la
sencillas al principio y, sólo con la moda hu-
Inglaterra, la danza de Moctezuma).
ciudad, en la que los oficios artesanos y el
manista, adquirieron la forma de carro de
En Sevilla bailaban delante del
clero se repartían las responsabilidades.
triunfo que las caracterizará durante siglos.
Las cofradías, desde mediados del siglo
A la par que se produce esta evolución
El Arzobispo de Sevilla Jaime de
XV al menos, sacaban sus retablos o sus re-
técnica en los soportes materiales del espec-
Palafox las combatió considerándolas
presentaciones con figurantes vivos, a los
táculo en la calle, el Corpus va evolucionan-
indecentes e impropias de ejecutarse
que podían unirse otros cofrades a pie pase-
do en su dramaturgia sobre la base de una
en lugar sagrado, frente a la opinión
ando o danzando. Estos grupos se describen
demanda más exigente y sofisticada. Las re-
del maestro de ceremonias don Adrián
en las fuentes andaluzas como juegos, pero
presentaciones debían ser ya pequeños au-
de Elossu que, con gran parte del clero,
poco más sabemos de sus características
tos a mediados del siglo XVI, lo que traerá
defendía su uso litúrgico. La decisión
dramáticas. Un carácter más oficial, como
consigo el proceso irreversible de profesio-
sobre su salida en la procesión del
representación patrocinada por el cabildo
nalización de los actores y figurantes, en de-
Corpus de 1690 enfrentó la novedad y
eclesiástico parece tener la roca, pequeña
trimento del protagonismo que hasta en-
la costumbre, la regalía de la ciudad y
pieza teatral que se celebraba al término de
tonces habían tenido los gremios. En el XVII
el gobierno personal del Asistente. Los
la procesión. La roca que disponía el cabildo
ya es costumbre representar un auto sacra-
tribunales de la ciudad consiguieron
sevillano contaba en su primera época con
mental al aire libre después de recogida la
movilizar al pueblo. La voz más común
cuatro personajes principales: Cristo, la Vir-
procesión. Y es que una sociedad más urba-
era: “viba la fee de Christo, mueran
gen, San Francisco y Santo Domingo. Los li-
nizada y acostumbrada a disfrutar de las
Santísimo la víspera del Corpus.
esttos Ereges molinisttas”. La Real Cédula de 1699 redujo y reformó la celebración de danzas y la Real Orden de Carlos III de 1780 terminó por suprimirlas en toda España.
La procesión del Corpus experimentó cambios decisivos en el siglo XVI. La ciudad asumió la organización y coste de los carros alegóricos contratando compañías profesionales
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Este dibujo del XVIII muestra la procesión del Corpus en Sevilla. El cortejo porta cruces, pendones y estandartes para separar a los cofrades.
nuevas artes de la comedia durante todo el
fo, como indican las cedulillas que se espar-
año, no quiere menos para su fiesta princi-
cieron desde el aire en la canonización del
pal. De este modo, la ciudad terminará por
conquistador de Andalucía:
hacerse cargo directamente de la organiza-
Occidente, civilización de procesiones
ción de la procesión del Corpus para poder
Dezía con Gran Sosiego
■ En los primeros tiempos dominó el
costear la contratación de estas compañías
EL REY (sin intento malo,
gesto y la voz. Los hombres con sogas
de actores profesionales, dotará de premio
(Antes por modo de Iuego)
al cuello y rudos sayales imitaban las
(la joya) a la mejor invención y vigilará su
En viendo vn Herege: Fuego.
tribulaciones del Redentor durante la
recorrido.
En viendo algún Moro: Palo.
cuaresma. Las mujeres, el planto de
El derrotero que describe la fiesta del Cor-
dolor de María por su hijo. Procesiones
pus en las ciudades andaluzas del siglo XVI,
El tono de mofa, degradante y exculpato-
bien puede aplicarse a otras muchas cele-
rio, es frecuente en estas fiestas de exalta-
laudesi (cantantes) recorrían los
braciones religiosas. En particular aquellas
ción de la entrada en los cielos de los nuevos
campos de Europa en los siglos de la
fiestas nuevas que repelen a la costumbre
santos, sobre los que se guardaba memoria
pestilencia y del hambre. El domingo
ceremonial custodiada por los maestros de
reciente. A veces llegaba a ocupar la parte
se honraba a los antepasados en el
ceremonias y que van poblando las ocasio-
principal de la fiesta, en aquéllas que se or-
camposanto, a las afueras del pueblo.
nes de esparcimiento de los andaluces más
ganizaban para desagraviar ultrajes recibi-
Por primavera se bendecían las
allá de las que obliga el calendario tradicio-
dos de los herejes protestantes o de los infie-
cosechas. Estas procesiones
nal. Son las fiestas en honor de los beatos y
les turcos. El elenco es amplio con ocasión
agrupaban a toda la comunidad detrás
beatas españoles que han alcanzado la glo-
de los sacrilegios perpetrados por los hugo-
del crucifijo. Hollando los caminos,
ria y que merecen recibir el homenaje de sus
notes franceses en la Guerra de los Treinta
expulsaban los males y suplicaban por
paisanos. Se funde aquí el recibimiento en
Años y se cuentan por cientos las octavas de
los bienes.
los cielos, con los loores en la tierra, una
misas, procesiones y funciones que se ejecu-
idea integradora y circular, muy del gusto
taron para reafirmarse en los valores reli-
son más largos y complejos.
barroco.
giosos compartidos e intimidar al enemigo.
Cruces, pendones y estandartes
¿Acaso también para poner en fuga los pro-
separan los tramos de los cofrades y
pios miedos?
anuncian los coros eclesiásticos.
Ignacio de Loyola (1610 y 1622), Teresa de Jesús (1615 y 1622) y Juan de Dios (1631 y 1691)
de disciplinantes y compañías de
En la Edad Moderna los cortejos
fueron festejados con gran despliegue de
Cuando el azote no tenía origen identifi-
medios y artificio en toda Andalucía. Tam-
cable, sino que venía de causa externa e in-
naturalmente, se cierra con la
bién el rey Fernando III, canonizado en 1671,
cógnita, la comunidad también se organizó
imagen de devoción. La
recibió la honra de sus compatriotas que an-
en procesión para purificar sus culpas, úni-
representación verista del dolor
helaban compartir los dones celestiales del
ca reacción que se estimaba suficiente para
en la talla de bulto va sustituyendo
elegido, imprecando, de soslayo, a las fuer-
aplacar la ira de Dios desatada por nuestros
la antigua teología del cuerpo
zas antagónicas que se oponían a tal triun-
pecados. Es la reacción natural de un pueblo
mortificado. El gran historiador
Un templo cristiano en marcha que,
de las religiones Jean Delumeau acuñó el feliz concepto:
Exhortaciones pastorales, sermones y disciplinas formaban parte del paisaje ciudadano de nuestros antepasados. Explicaban el orden del mundo sostenido por Dios
Occidente fue durante siglos "una civilización de procesiones".
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Otra representación de la procesión eucarística de Sevilla, en este caso, con la imagen de la Virgen. Dibujo realizado en el siglo XVIII.
inseguro. Exhortaciones pastorales, sermo-
manos de la muerte”.
La estética maniquea
nes y disciplinas se sucedían en las ciuda-
Pero no siempre se acudía a la Providen-
des, de la mano de las autoridades religiosas
cia para expiar los pecados o reparar las
■ Menos conocidos que los juegos
que reafirmaban el modelo de explicación
ofensas. Eran muchas las ocasiones de fes-
caballerescos, desde principios del
del mundo en el que firmemente creían y
tejar las dulzuras del paraíso, de participar
siglo XVII, abundan las justas sobre
que sostenía un orden querido por Dios. Los
de los misterios gozosos, aquéllos que esos
temática religiosa. El gremio de los
gestos de caridad, las disposiciones discre-
mismos sermones que habían provocado la
gorreros y sederos celebró una muy
tas y magnánimas, completaban la actua-
atrición, descubrían, al final, como espita
célebre delante de la Puerta del Perdón
ción ejemplar de los pastores, como se des-
abierta a la esperanza. Superado el terrible
de la Catedral de Sevilla en 1617. Lucifer
prende de las últimas líneas de la Carta Pas-
juicio en que se medirán nuestros haberes y
desafiaba el dogma de la Inmaculada,
toral que el obispo de Málaga, Fray Alonso
débitos espirituales, el fiel podía casi palpar
mientras los aventureros (Adán,
de Santo Tomás, tras el terrible terremoto
la gloria celestial. Esta gloria se anticipaba
Abraham, Job, David, etc.) trataban de
de 1680:
en la fiesta de acción de gracias, de triunfo y
combatirle. La antítesis estética entre
“Materias de grande tristeza contiene es-
de gloria, por los principios de la Fe.
los contendientes se hacía visible en
ta Carta; assí es verdad (...) pero no me pesa
Así ocurrió en muchas fiestas de exalta-
las libreas y atributos: blancas y
de averos dado este rato de pesadumbre, en-
ción de los principios de la Fe con un capítu-
doradas para los servidores del bien,
tes es singular mi gozo, no porque os melan-
lo principal, en Andalucía, para celebrar los
negras con adornos de culebras para
coliza con estos avisos tan sentidos, sino
misterios de la Virgen. La Inmaculada mo-
los secuaces de Satán. El tribunal
porque esta tristeza se encamina a vuestra
vilizó a miles de andaluces en 1616 para exi-
celeste, formado por la Justicia y la
penitencia, y a conseguir la reconciliación
gir el reconocimiento de Roma que sólo fue
Misericordia, recompensó al divino
con Dios, que assegura vuestra estable, y
parcial, al dictar que se aceptase esta creen-
aventurero que representaba a la
eterna salud, que sino huviera este tan ale-
cia como opinión piadosa. El acomodo ecle-
Purísima y derrotó a Lucifer.
gre motivo, y solo nos paramos a considerar
siástico se consideró una victoria, como lue-
El impresor Ramos Bejarano publicó
lo temporal, y perecedero, ya huvieran los
go también se celebró como tal, con inusita-
un opúsculo sobre esta fiesta que
horrores que experimentamos puéstonos en
do despliegue escenográfico, la Bula de
circuló por toda España y que el licenciado Pablo Espinosa de los Monteros copia en la segunda parte de su Historia de las Grandezas de la Ciudad de Sevilla (1630).
La Bula de 1661, que ratificaba la devoción a la Inmaculada, fue celebrada como triunfo colectivo, a la vez que la devoción a la Reina de los Ángeles se extendió a las hermandades
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Monumento Pascual de la Catedral de Sevilla. 1594. La Edad Moderna trae cortejos más largos y complejos, un auténtico templo cristiano en movimiento.
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1661. El carro de triunfo que coronó, al año siguiente, las celebraciones de la Hermandad del Santísimo que estrenaba la suntuosa fábrica de su parroquia, entronizaba a la Reina de los Ángeles: “(...) en el plano del antetrono, iban de admirable hechura, Adán, Abrahám, y David, con motes que aludían al Misterio, y con proporción del arte los quatro Pontífices que en fauor dél an expedido sus Bulas, vestidos de Pontifical, sentados con decencia y autoridad, en la forma que hermoseaban el carro; y en la de Ángeles dos niños iban cantando vna letra hecha al intento, y toda esta máchina tiraban colonias azules y blancas, doze niños con el traje y forma de Ángeles”.
Romanticismo excitó una sensibilidad re-
Más información
Triunfo de la fe por la vía de los sentidos y
ceptiva al fenómeno espiritual, desde un
para sentirse uno mejor como parte de ese
ángulo individual y privado, lejos del Barro-
pueblo, no sólo masa, que casi toca las deli-
co. De la fiesta barroca quedan tres grandes
cias del paraíso celestial. El Barroco dispuso
legados: las imágenes sagradas que en sus
Ritos y ceremonias en el Mundo Hispánico
el ingenio de sus talentos y el artificio de sus
santuarios rurales o en sus capillas urbanas
durante la Edad Moderna.
artistas, en un espectáculo sacro que ha deja-
mantienen una extraordinaria capacidad
do huella en muchas fiestas religiosas hasta
dicente para el fiel; el contraste festivo,
■ Molina Recio, R. y Peña Díaz, M.
hoy.
■ González, D.
Universidad de Huelva. 2002.
muy edulcorado entre gravedad y júbilo, pe-
Poder y cultura festiva en la Andalucía
No quisiera, sin embargo, que la prolon-
nitencia y luz, como vías de expresión de
Moderna.
gación de un lenguaje formal barroco signi-
sentimientos íntimos y de una filosofía de
Universidad de Córdoba. 2006.
ficase el anquilosamiento de la fiesta reli-
la vida; y en tercer lugar, la estética senso-
■ Rodríguez Becerra, S. (coord.)
giosa andaluza. La Ilustración dejó su hue-
rial, abrumadora, aniquiladora de la razón,
Religión y cultura. Fundación
lla en la función religiosa desde una posi-
que entra por los poros de creyentes y no cre-
Machado y Junta de
ción crítica y represiva, que se superpuso a
yentes, a la vista de los momentos culmi-
Andalucía. 1999, 2 vols.
un cambio de costumbres ya en marcha. El
nantes de nuestras fiestas religiosas. ■
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Avatares del paradigma: el Corpus sevillano La fiesta sufrió continuos ataques, incluso de la autoridad eclesial CLARA BEJARANO PELLICER UNIVERSIDAD DE SEVILLA
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a fiesta religiosa del Corpus Christi tuvo su origen en plena Edad Media, pero su auténtico desarrollo se produ-
jo en la etapa postridentina. El concilio de Trento, en su programa Contrarreformista, resolvió hacer especial hincapié en algunos de los elementos que habían sido puestos en duda por la Reforma. Uno de ellos era la presencia real de Cristo en el pan y el vino de cada Eucaristía. De esta manera, la fiesta del Corpus cobró impulso como un didáctico medio de propaganda de la ortodoxia católica. La procesión del Corpus suponía una exhibición de la sociedad ante sí misma, una representación de todas las instituciones y
FIESTAS DE CETRO Y MITRA
16
Actualmente estamos
lo distinguido. En su origen fueron creados
familiarizados con una
cada uno por un gremio, cuando éstos for-
procesión del Corpus Christi institucionalizada y sobria
maban parte de la procesión del Corpus, durante los siglos XV y XVI. En 1554 estas corporaciones renunciaron a continuar costeando
por lo que cuesta esfuerzo
tan onerosos espectáculos y el gobierno mu-
hoy imaginar la naturaleza
nicipal asumió su mantenimiento.
de un espectáculo tan rico y colorista como el que
La Tarasca abría el desfile. Se trataba de una carroza en forma de gigantesca serpiente o dragón de una o siete cabezas, que
discurrió por nuestras calles
representaba al Pecado huyendo despavori-
en los meses de junio de los
do ante el Sacramento. Era cabalgado por el
siglos XVI, XVII y parte del XVIII. Los elementos
Tarasquillo, un personaje que podía representar tanto al mal como a la fe, y que a veces fue hombre y a veces mujer, de cam-
fuerzas sociales de la ciudad que desfilaban
profanos siempre destacaron pero
biante edad. El cuello de la bestia se estira-
en orden creciente de importancia, hasta cul-
fueron progresivamente
ba inesperadamente para arrebatar los
minar en los dos Cabildos (el poder eclesiásti-
suprimidos, hasta su desaparición
sombreros al público. Su interacción con la
co y el municipal) que rodeaban a la Custodia. Sin embargo, además de importantes
bajo el reinado de Carlos III. La
concurrencia causaba gran diversión y cierto desorden. Era acompañada de unos per-
personalidades ansiosas de manifestar su re-
fiesta despertó auténtica pasión
levancia social y su celo religioso, al desfile se
entre las masas populares con sus
currían a pie, golpeando al público con las
incorporaron, al calor de la tradición popular
vistosas carrozas, danzas y obras
zumbantes vejigas hinchadas que blandí-
y del enriquecimiento que suponía la bonanza económica del siglo XVI, una serie de elementos lúdicos denominados juegos.
teatrales.
sonajes llamados las mojarrillas, que dis-
an, y también dos figuras de salvajes. Otro elemento profano del Corpus, que seguía a la Tarasca y a las mojarrillas, lo constituían
Consistían en espectáculos de variada na-
los Gigantes, que eran siete y formaban
turaleza, entremezclados con los compo-
una familia, representando a los siete peca-
nentes serios de la procesión, constituyendo
dos capitales, o tal vez a los enemigos del
un contrapunto continuo entre lo religioso y
catolicismo puestos en fuga. Tanto el Tarasquillo como los Gigantes ridiculizaban
lo profano, lo serio y lo burlesco, lo popular y
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Vista y perspectiva de las casas del Cabildo de Sevilla y procesión del Corpus, 1738. Atribuido a Pedro Tortolero.
las extravagancias de la moda pero también
variable de danzas de invención, entre cua-
difundían novedades en cuestión de ves-
tro y ocho. Se entremezclaban en el desfile
tuario. Eran manipulados desde dentro y
con las representaciones de las órdenes reli-
bailaban al son de la música popular que les
giosas, hacia la mitad de la comitiva. Se
acompañaba.
trataba de danzas muy teatralizadas, de manera que sus temas abarcaban un am-
DIVERSIDAD DE DANZAS. Incluidas entre
plio abanico, al igual que las representacio-
los juegos también se contaban las danzas
nes dramáticas de la época: históricos, ale-
propiamente dichas. La primera de ellas,
góricos, tópicos, mitológicos y religiosos.
invariable cada año y muy distinta al resto,
Tenían estipuladas actuaciones completas
se titulaba la danza de las espadas. Estaba
en determinados puntos culminantes del
muy enraizada en la tradición popular y ca-
recorrido.
recía de la sofisticación y la novedad de las
Las danzas de invención se clasificaban
Las danzas más allá del Corpus
en dos tipos: las de cuenta o sarao, y las de
trataba de un mimo que simulaba la prepa-
■ La procesión oficial del Corpus
segundas contenían más elementos folcló-
ración y la provocación a la batalla. Es una
Christi no era la única que
ricos. Las danzas de sarao o cuenta se llama-
danza que se realizaba en varios lugares de
demandaba danzas: durante todo el
ban así porque obedecían a parámetros ma-
España. Era interpretada por hombres,
año, numerosas fiestas vecinales,
temáticos y prestaban atención a aspectos
aproximadamente una docena, vestidos de
parroquiales o nobiliarias reclamaban
técnicos del arte del danzado enseñado por
blanco con adornos rojos. Iban armados con
los servicios de los autores de danzas,
los maestros de danzar en las academias. En
espadas y escudos, cuyo entrechocar forma-
que de esta manera amortizaban el
Sevilla podían encontrarse maestros como
ba parte de la coreografía. Contaban con
trabajo realizado y el dinero invertido
Juan de Esquivel Navarro, que publicó unos
una figura dirigente.
en la confección del fastuoso
Discursos sobre el arte del dançado y sus excelencias (Sevilla, 1642), uno de los primeros manuales de este tipo publicados en Andalucía. Combinaban elementos de varias danzas cortesanas de diferentes nacionalidades europeas, co-
siguientes, pero en el Antiguo Régimen era tan apreciada la conservación de las tradiciones como las innovaciones artísticas. Se
Por el contrario, las danzas de invención
vestuario. El propio Cabildo los
se renovaban completamente cada año. Su
llamaba para las fiestas y las
vestuario y su coreografía era diseñada ex
mascaradas de otras fechas del año,
novo por los autores de danzas a los que el
como la de San Sebastián y la
poder municipal hubiese contratado para
Inmaculada Concepción.
ello. Cada año el desfile incluía un número
cascabel. Las primeras estaban inspiradas en los bailes aristocráticos, mientras que las
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mo la pavana, la gallarda, el torneo, el tur-
Entre los bailarines encontramos mu-
dión, la baja danza, la alta danza, la alema-
chos grupos étnicos que estaban discrimi-
na, la españoleta y el pie de gibao. Estas
nados socialmente, como los moriscos, los
danzas refinadas se caracterizaban porque
gitanos y los negros, pero cuya riqueza artís-
sus figuras eran trazadas con los pies, mien-
tica en cuanto a música y baile no podía ser
tras que los brazos no recibían papel alguno
ignorada. Incluso había muchas danzas en
en la coreografía. La cuadrilla de danzas so-
las que los imitaban disfrazándose como es-
lía componerse de doce personas, formando
tas minorías, despertando gran admiración
parejas mixtas y fastuosamente vestidas a
en el público por la capacidad de imitar y
la manera aristocrática, muy frecuente-
transformarse. En el siglo XVII aparecieron
mente simulando varias nacionalidades.
algunas compañías de valencianos que al-
Estas danzas de sarao permitían al común
canzaron mucho prestigio entre las danzas
de la población atisbar el interior de los am-
del Corpus. Las danzas eran contratadas por una co-
bientes distinguidos. Las danzas de cascabel se pueden descri-
misión que el Cabildo Municipal organizaba
bir con respecto a las de sarao como más po-
para que gestionara este aspecto de la proce-
pulares, menos académicas y más espontá-
sión del Corpus. Los autores de danzas esta-
neas. Los movimientos de los danzantes son
ban obligados a presentar un proyecto o mo-
menos ligados, con más viveza y energía.
delo previo, y una vez seleccionados para el
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Exageraban el ritmo con el objetivo de hacer
trabajo, antes del día del Corpus, tenían que
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sonar los cascabeles que llevaban prendidos
ofrecer una muestra o ensayo de la danza
en las piernas. Las danzas populares eran su
ante la comisión, para que ésta diese su
fuente de inspiración: el canario, el villano,
aprobación al contenido moral y a la digni-
la chacona, la zarabanda, la jácara, la folía.
dad del trabajo realizado. La remuneración
También recibían influencia de los bai-
se dividía en tres partes: la primera era co-
les exóticos procedentes del Islam y de Amé-
brada enseguida, para invertirla en la con-
rica, porque España estaba sedienta de no-
fección del vestuario, que cada año debía ser
vedades. Las danzas de cascabel tenían un
renovado; la segunda se obtenía después del
carácter más narrativo que las de sarao, y
ensayo, y la última después del día del Cor-
sus movimientos eran más atrevidos, pues-
pus. La Tarasca, los Gigantes y la Danza de
to que incorporaban zapateado, palmeo,
espadas eran mucho más baratas que las de
contorsiones corporales, trabajo de brazos,
invención.
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castañuelas y acrobacias. La seguidilla, el
Los documentos municipales nos reve-
escarramán y la zarabanda eran los tipos de
lan que en ocasiones los pagos se retrasaban
danzas más censurados por los moralistas
durante muchos meses, de manera que los
El vestuario de los seises
autores se veían obligados a reclamar con
autores de danzas, que nunca se dedicaban
■ A mediados del siglo XVI vestían de
mentos de ayuda. Las danzas de invención
profesionalmente a dicho arte. Su oficio ha-
ángeles con guirnaldas, pero en la
competían por tres premios de 30, 20 y 10
bitual no era maestro de danzar, ni poseían
segunda mitad del siglo adoptaron el
ducados, denominados “la joya”, que conce-
una academia, sino que eran artesanos y
baquero (jubón), el gregüesco
día la comisión a los trabajos más innovado-
trabajadores pertenecientes a las clases po-
(pantalón ahuecado) y el bonete de
res y espectaculares.
pulares. Entre ellos encontramos pintores,
terciopelo. En el siglo XVII reflejaron la
pescaderos, zapateros, escultores, sastres,
galantería de la época con sus
LOS SEISES. El paisaje coreográfico de la
etc. que no solían ser forasteros sino que
complementos y aderezos: escarpines,
procesión del Corpus se completaba con la
tanto los autores de danzas como los propios
bajo de seda, pantalón cerrado sobre la
danza de los seises, la única danza patroci-
bailarines eran vecinos de la ciudad. Un ca-
rodilla, cuello de encaje o gorguera de
nada por el Cabildo catedralicio, y que re-
so distinto es el de las compañías de come-
cintas y pasamanería, así como
presentaba el contrapunto al carácter pro-
dias que representaban los autos sacramen-
sombrero de plumas.
fano de las danzas sustentadas por el poder
por su sensualidad, su carácter ondulante y su gran actividad de brazos. Las danzas eran creadas por los llamados
gran humildad o a remitir patéticas cartas de súplica para que les concedieran suple-
tales en el Corpus Christi. Los danzantes so-
civil, dada su naturaleza religiosa. Los sei-
lían ocuparse de las danzas del Corpus du-
ses eran un cuerpo de canto y danza que se
rante muchos años y se ayudaban entre sí, actuando como fiadores. Algunos de ellos
Más información
el siglo XVII no hubo ninguna figura que monopolizara esta tarea. Mientras que en los primeros tiempos casi todos eran hombres, avanzado el siglo XVII las mujeres fue-
cesión. Su puesto estaba inmediatamente delante de la Eucaristía, lo que les situaba
eran contratados para realizar varias danzas en un mismo año, pero hasta bien entrado
situaba cerca de la custodia durante la pro-
■ Caro Baroja, J. El estío festivo. Taurus. Madrid, 1979. ■ González Barrionuevo, H. Los seises de Sevilla. Castillejo. Sevilla, 1992. ■ Lleó Cañal, V.
en un lugar jerárquicamente más destacado. Aunque la inspiración y el mantenimiento de esta danza era eclesiástico, constituía una transición entre las manifestaciones profanas y religiosas del Cor-
ron dominando el panorama de autores de
Fiesta grande. El Corpus Christi en la historia de
pus. Su baile es una representación figura-
danzas. Los mismos autores podían encar-
Sevilla. Ayuntamiento de Sevilla. 1992.
tiva de símbolos sagrados en honor del
garse de todos los tipos de juegos y danzas.
Santísimo Sacramento, que sólo pueden
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apreciarse desde un plano cenital. Se distribuyen en dos filas enfrentadas de cinco individuos en forma de V. En la época de apogeo del Corpus, su número osciló entre seis y doce. La música que les acompañaba eran villancicos sobre el Santísimo Sacramento, alternando partes vocales e instrumentales de carácter grave y solemne. Los instrumentistas que las interpretaban formaban la selecta capilla de la catedral, con gran variedad de timbres, e incluso llevaban un órgano portátil durante la
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procesión. Los seises siempre fue-
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ron rigurosamente escogidos por el Cabildo catedralicio según su talento musi-
19
cal. Su origen social era humilde por lo que recibían una beca para cursar sus estudios en el colegio de San
Tarasca, 1744 de Thomás de Leiba.
Miguel de Sevilla hasta que, llegados a la pubertad, dejasen de ser válidos para ser seises. Este selec-
Especialmente acusada fue la inquina
danzas que cada uno patrocinaba. El arzo-
to grupo de mozos de coro se creó para el cul-
con la que el Arzobispo de Sevilla de fines del
bispo presentaba argumentos excesivamen-
to litúrgico de todo el año y quedó a cargo de
siglo XVII atacó a las danzas del Corpus. Don
te severos contra el “decoro” y la “decencia”
los mejores maestros de capilla. Bailaban y
Jaime Palafox y Cardona, de origen arago-
de tales manifestaciones. Tras años de pug-
cantaban en el altar mayor cada tarde du-
nés e incapaz de comprender la sensibilidad
na, desafíos mutuos, accidentadas proce-
rante toda la octava del Corpus y en otras fe-
sevillana, se enfrentó a los poderes catedra-
siones del Corpus y guerras judiciales ape-
chas destacadas.
licio y municipal al intentar prohibir las
lando a la monarquía y al papado entre 1690
La decadencia del Corpus Christi fue pro-
y 1699, las danzas sobrevivieron a cambio de
duciéndose lenta, casi imperceptiblemen-
algunas concesiones como la exclusión de
Tamboril, flauta, guitarra, laúd...
las mujeres en ellas.
trucción religiosa, pero con el tiempo el
■ Entre los instrumentos
ilustrados. Por indecencia e irreverencia,
efecto didáctico se fue desvirtuando. Poco a
desempeñaban un insustituible papel
fueron aislados y limitados hasta desapare-
poco se tendió a distinguir los ámbitos sa-
el tamboril y la flauta. Otros citados en
cer. En 1626 se trasladó la salida de los jue-
grado y profano, de manera que el elemento
las fuentes son guitarras, laúdes,
gos a la víspera de la fiesta, separados de la
popular hubo que replegarse progresiva-
vihuelas (de la familia del violín),
procesión, para evitar los desórdenes y la
mente bajo el control oficial, hasta su des-
arpas, cascabeles que los danzantes
excitación del público ante el desfile princi-
aparición. El ansia de novedades y el afán de
llevaban prendidos en las piernas,
pal. Los autos sacramentales fueron los pri-
competición y superación entre los juegos
planchuelas o chapas (un instrumento
meros en ser suprimidos en 1677 para apla-
entre sí y con respecto al año precedente
de percusión), panderetas, gaitas,
car las iras de Dios, a las que se atribuía el
arrastró a un encarecimiento desaforado de
castañuelas, palmas... Los
azote de una epidemia. En 1699 se prohibió
la fiesta y a cierto cansancio de procurar
instrumentos de cuerda eran los
que las mujeres participaran en las danzas.
continuas sorpresas. Hay que tener en
predominantes en las danzas de sarao.
cuenta la repugnancia que sintió la Ilustra-
Los de viento y percusión, en las de
mente los autos sacramentales. Poco a po-
ción hacia las concentraciones de masas po-
cascabel. Los instrumentistas eran los
co, las danzas fueron suprimidas en las ce-
pulares, así como las muestras de religiosi-
propios danzantes, que utilizaban
lebraciones oficiales, para derivar en un
dad exaltadas. En el siglo XVIII, los gober-
únicamente los pies para bailar
entretenimiento popular. En 1780 se elimi-
nantes aspiraron a separar nítidamente la
mientras tocaban con las manos. La
naron formalmente, junto con la Ta-
esfera de lo religioso y lo profano. La ver-
música solía ser sencilla y familiar,
rasca y los Gigantes. Dichas
tiente popular del Corpus constituía uno de
basada en melodías conocidas
manifestaciones pervivie-
tantos aspectos que se hacía necesario com-
fácilmente y recordadas por el público.
ron a nivel popular hasta
te, durante los siglos XVII y XVIII. La Contrarreforma aceptó las manifestaciones populares y profanas con objeto de apoyar su ins-
batir y reformar.
Los elementos profanos del Corpus fueron muy censurados por los moralistas y los
En 1765 un Real Cédula abolió definitiva-
comienzos del siglo XIX. ■
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La vuelta de tuerca: esto es Carnaval La locura y la irracionalidad llevaban a la alteración del rol social PEDRO RUEDA RAMÍREZ
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l Carnaval es una de las fiestas populares más destacadas, de mayor arraigo e influencia. Las fiestas de
Carnaval comprenden diversos rituales que se desarrollaban de forma diferente en cada lugar, pero que contaban con algunos rasgos comunes. Las fiestas eran una diversión compartida por todos. Un conjunto de rituales que podían incluir la inversión de roles sociales, en la que los de abajo elegían a un rey de Carnaval, la mutación de género en la que los hombres vestían disfraces femeninos o la presencia de la risa y la burla, cuando no el escarnio e incluso la violencia. El Carnaval comprendía una cierta in-
FIESTAS DE CETRO Y MITRA
DOCTOR EN HISTORIA
El Carnaval implicaba a
de rol dentro del orden social, una transfor-
amplios sectores sociales
mación de género en el orden político al
logrando traspasar las fronteras de lo cotidiano
convertir a las mujeres en alcaldesas, e incluso una ruptura simbólica con el orden natural, al adquirir rasgos de animales me-
mediante la risa, la
diante el uso de máscaras y simular ser
transgresión del poder y la
criaturas de otro mundo como diablos, de-
abundancia en el banquete.
monios o monstruos. El Carnaval contenía una cierta ambi-
La fiesta se situaba entre la
güedad, era cambiante e incluso paradójico
subversión del orden
y, aunque respondía a una cierta repetición
establecido y un retorno al
anual, derivaba por derroteros distintos ca-
ciclo de la vida cotidiana.
da vez. La diversión por las calles y merca-
Válvula de escape o mundo
dos podía acabar en una mascarada festiva y una pantagruélica comilona, pero igual-
dulgencia sexual. Frente al freno de las nor-
alternativo que contenía un
mente podía desembocar en una riña vio-
mas, la fiesta permitía un juego constante
simbolismo destacado sobre la
lenta. La fiesta proporcionaba un escenario
de alusiones sexuales en las canciones, en el
sociedad y sus límites.
para el conflicto. Los jóvenes en la fiesta,
uso de máscaras con prominentes narices y
con la bebida y los disfraces, adoptaban un
los chistes obscenos que molestaban a los
papel, jugaban como grupo a la lucha con-
predicadores por su procacidad. La irrup-
tra otras bandas por rencillas, provocando
ción de estos elementos carnavalescos en las
batallas campales.
festividades religiosas era habitual, aunque
También había en ocasiones otros con-
el clero intentó frenar y logró en buena me-
flictos que surgían en la fiesta con los mayo-
dida eliminar los aspectos más populares
res, las autoridades o el clero, que no parti-
después del Concilio de Trento, tachándolos
cipaban de igual manera e intentaban con-
de restos de paganismo.
trolar el Carnaval. En cierto modo, la fiesta
La fiesta carnavalesca comprendía un
contribuía a la supervivencia de la comuni-
tiempo especial en el que era posible dan-
dad y redefinía sus límites. Algunos aspec-
zar, jugar y dar solidez a los lazos sociales,
tos del Carnaval cumplían con ritos de paso
mostrando la utopía de un mundo más fe-
que permitían a los jóvenes reclamar su lu-
liz, sin conflictos ni escasez, como el que al-
gar, y a través de la subversión favorecían
gunos relatos contaban de la tierra de la Cu-
relaciones desinhibidas con otros grupos.
caña o el país de Jauja. En algunos de los ri-
Estos jóvenes llegaron incluso a reunirse pa-
tuales, la reversión carnavalesca del orden
ra dar cencerradas a los hombres mayores
del mundo permitía romper los moldes de
que se casaban con una mujer joven o a los
lo establecido. La vida cotidiana quedaba
adúlteros, que con sus conductas limitaban
rota por un tiempo de permisividad en el
sus posibilidades de acceso al matrimonio.
que los sirvientes daban órdenes a los pa-
En algunos casos estos conflictos se en-
tronos, los estudiantes se disfrazaban de
mascara bajo fórmulas carnavalescas para
obispos y multaban a los canónigos. Este
criticar con una carga moralizante y redefi-
sentido lúdico de la transgresión resulta
nir las reglas de convivencia, de tal modo
clave en el desarrollo de la fiesta, es una
que la ruptura de la norma y la transgresión
oportunidad para experimentar un cambio
podían jugar papeles ambivalentes. Estos
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Kermesse de Brueghel de Velrous. Siglo XVI. La diversión por las calles y mercados podía acabar en una mascarada festiva o una pantagruélica comilona.
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Esta obra de Peter Brueghel, titulada ‘La cocina magra’ (1563) muestra cómo la fiesta se completaba con abundante comida.
aspectos de la fiesta hicieron que muchos vieran con recelo el Carnaval, pues tenían poco que ver con los ceremoniales festivos que re-
Los estamentos privilegiados repudiaban el Carnaval, que se extendía a los meses de diciembre, enero, febrero, mayo y junio
gulaban la representación
Las carnestolendas ■ El tiempo de Carnaval comprendía
pública del poder. Los estamentos privile-
gonistas, destacando la fiesta del obispillo
giados encontraron muchos de sus compo-
celebrada en algunas catedrales. El día de
nentes irreverentes y escatológicos, de he-
San Nicolás, el 6 de diciembre, algunos de
cho, fueron combatidos por las autoridades
los estudiantes de la escuela catedralicia o
en tiempos del Barroco y duramente cues-
los jóvenes destinados a ser clérigos era
tionados en los escritos de los Ilustrados.
elegido obispo, revestido como tal y acata-
El Carnaval formaba parte de un amplio
do por todos, llegando a organizar una pro-
un ciclo de festividades diversas que
ciclo de fiestas que comprendía los meses de
cesión bufa. En los mismos villancicos de
culminaba con los tres días de
diciembre, enero y febrero, se detenía en la
Navidad las letrillas tenían doble sentido o
carnestolendas previos al inicio de la
Cuaresma y la Pascua en marzo y abril, y re-
aparecían personajes ridículos.
Cuaresma. Un término el de
tornaba con las fiestas de la primavera de
Este juego de burlas y bromas en los es-
carnestolendas de origen latino que
mayo y con San Juan en junio. El conjunto
pacios sagrados no fue del gusto de todos,
alude al tiempo “dominican ante
de actividades festivas era impresionante,
algunos como el músico Pedro Cerone criti-
carnes tollendas”, es decir, los días
pues incluía la fiesta del obispillo, las com-
caron esta afición por la “bacanería” de las
previos al castigo de la carne de la
parsas de locos, las mascaradas y las fiestas
músicas de los villancicos que hacían “la
Cuaresma. Esta definición era muy
de Santa Águeda con sus alcaldesas que go-
Iglesia de Dios un auditorio de comedias, y
corriente entre los literatos como el
biernan, invirtiendo el orden tradicional de
de casa de oración, sala de recreación”.
rondeño Vicente Espinel (1500-1591),
autoridad de los varones del pueblo.
pero dio paso al término Carnaval, de
El tiempo litúrgico de estas fiestas de
LOS DÍAS DE CARNAVAL. El domingo, lu-
probable origen italiano y de uso más
invierno y primavera comenzaba con el Ad-
nes y, fundamentalmente, el martes de
culto entre escritores como el cordobés
viento, en torno al 30 de noviembre. En di-
Carnaval eran la culminación festiva de to-
Luis de Góngora (1561-1627).
ciembre el ciclo del calendario se llenaba
do el ciclo, pero iban precedidos de numero-
de celebraciones con los niños como prota-
sas actividades preparatorias. Los colum-
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‘La cocina rebosante’, otra obra de Brueghel (1563) que muestra una parte de la diversión: quedar anchos y hartos, plenos y satisfechos.
chada para provocar ruido y
Entre los juegos de Carnaval se contaba el manteo de animales, lanzamiento de huevos o las pedreas que vio Blanco White en Sevilla
risa. En algunos lugares como Rociana se colocaban
Obispillos e inocentes
cencerros con el mismo ob-
■ En torno al día de San Nicolás, el 6
jetivo. El manteamiento de
de diciembre, un joven del coro o bien
animales podía dar paso al
un colegial era elegido obispo. El
pios fueron, según Rodrigo Caro “entrete-
manteo de un pelele, una figura humana
nuevo niño-prelado cuya dignidad
nimiento de mozuelas”. Eran una diversión
de trapo o paja que era objeto de escarnio.
duraba hasta el día de los Inocentes
cotidiana asociada a canciones y juegos que
Los viajeros que atravesaron Andalucía de-
era vestido e investido de autoridad y
permitían a los jóvenes tener un punto de
jaron testimonio de algunas de estas cos-
debía ser acatado; tal transferencia de
encuentro. Los columpios solían retirarse
tumbres, como el lanzamiento de huevos
poder era un ejercicio de humildad
justo antes de la Cuaresma.
de olor, a los que se había extraído su inte-
para los cargos catedralicios.
También otros juegos como la bamba
rior sustituyéndolo por un agua aromática.
contaba con una soga de parte a parte de una
Pero podía no resultar tan refinado, en
calle para permitir que se mecieran los parti-
Cádiz un simple cubo servía a las mujeres
imponer sus reglas en la Catedral,
cipantes. Además de estas actividades era
para repartir desde los balcones andanadas
burlándose del orden establecido y
propio en los tres días de Carnaval el mante-
de agua contra los transeúntes despreveni-
criticándolo, al igual que en las
amiento de animales, de ahí que resulte tan
dos. En ocasiones se usaban jeringas de
fiestas de mascaradas estos niños
burlesco el pasaje del Quijote en el que San-
agua o se lanzaban naranjas, harina, ceni-
podían exigir “regalos” o imponer
cho es manteado. De hecho, si recurrimos a
za o bien puñados de salvado. Esta agresivi-
multas, que servían para comprar un
otro clásico como es el Guzmán de Alfarache
dad se combinaba con “coplas y cosas para
gallo que luego merendaban todos
del sevillano Mateo Alemán encontramos a
reir”, como observó en 1585 Enrique Cock.
juntos. La fiesta fue poco a poco
En este tiempo, el grupo que rodeaba al nuevo obispo podía
su protagonista manteado “como a perro de
A veces tanta tensión degeneraba en con-
Carnestolendas”. Otra vertiente de este jue-
flicto, como alguna de las pedreas que Blan-
catedrales, y también la procesión
go se ve en el término “mazagatos”, que tiene
co White vio en Sevilla. En ocasiones estas
por la ciudad, tal como hizo el
que ver con la práctica de colocar “calabazas
peleas tenían una vertiente simbólica nota-
cardenal Fernando Niño de
por mazas por el Antruejo”.
ble, algunas batallas campales contenían
Guevara en Sevilla para
De este modo, los pobres animales corrí-
una carga ritual, como el torneo de calaba-
evitar sus travesuras.
an atados a una calabaza o a una vejiga hin-
zas que se celebró en Jaén en torno a 1464 el
suprimida en el interior de las
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Martes de Carnaval. En este
comunidad,
caso el condestable Miguel
que grupos de muy diversa
Lucas de Iranzo organizó la fiesta y participaron las gentes del lugar para la ba-
La fiesta carnavalesca comprendía un tiempo en el que era posible danzar, jugar y dar solidez a los lazos sociales, mostrando la utopía de un mundo más feliz
procedencia social irrumpieran en la vida ciudadana e incluso tuvieran un peso
talla de calabazas “dándose
destacable por un breve
con ellas hasta que no que-
tiempo. Los cronistas no solían
dara ninguna sana.”
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permitiendo
La diversión continuaba
recoger noticias sobre estos
con la comida. La finalidad
espectáculos, pues estaban
era quedar anchos y hartos,
más atentos a reforzar el
plenos y satisfechos, todo
prestigio de las festividades
ello bajo las mesas presidi-
más serias y formales, de las
das por San Tragantón o
cuales tenemos narraciones
San Antruejo, una comida
detalladas.
que en Salamanca los estu-
En la ciudad, el Carnaval
diantes celebraban como de
adquirió nuevos derroteros
“Sancto Pança”, con un
y se constituyó en una fiesta
sentido burlesco notable al
alegre y participativa en la
santificar las cualidades de
que podían romperse los
la panza.
moldes de las otras fiestas cívicas y religiosas en las
FIESTA EN LA CALLE. Los
que el orden social quedaba
bailes y danzas eran esencia-
perfectamente reflejado, co-
les, las comparsas callejeras
mo las procesiones.
y los grupos con máscaras
Los jóvenes colegiales po-
que recorrían la ciudad eran
dían romper el orden de los
un acontecimiento extraor-
‘Baile de máscaras’, de J. Gutiérrez Solana. Año 1938.
estudios y de la formalidad de las clases con mofas y me-
dinario. En las ciudades la
diante la elección de una cá-
fiesta en la calle dio paso a complejas composiciones teatrales propias
imitó el refinamiento cortesano con sus
tedra burlesca. Igualmente estos colectivos
del Carnaval denominadas "mogijangas" o
fiestas privadas, importando las máscaras
podían organizar una ordenada representa-
“mojigangas”, que ponían sobre las tablas a
italianas e incluso adaptando las operetas a
ción en la que se homenajeaba a la Corona
actores que movían a la risa con un lenguaje
los gustos locales. El fenómeno muestra vo-
con carros triunfales y disfraces, como las
lleno de dobles sentidos, parodiando de for-
luntad de distanciamiento en los entreteni-
que protagonizaron los trabajadores de la fá-
ma irrisoria personajes cotidianos.
mientos de las élites, dispuestas a imitar
brica de tabacos de Sevilla en honor a Fernan-
ciertos aspectos populares pero con una pre-
do VI, o las numerosas celebraciones carna-
via alteración de sus formas y contenidos.
valescas promovidas por los cabildos munici-
Los autores teatrales aprovecharon la oportunidad y elaboraron textos breves pensados para atraer al público hasta los teatros
En el mundo moderno el Carnaval urba-
pales durante la visita de Felipe V a Andalu-
los días de Carnaval. En la Corte el gusto por
no tomó sus propios cauces y desarrolló sus
cía. En este último caso para distraer a un
la farsa y el juego bufonesco también permi-
propios mecanismos de sociabilidad, aleján-
monarca melancólico con tendencia a la de-
tió que se dieran en palacio representacio-
dose paulatinamente del Carnaval rural. Las
presión y a su Corte. Las ciudades (y muy es-
nes de este tipo bajo la forma de una boda de
plazas y las calles se convirtieron en un espa-
pecialmente Sevilla) procuraron acomodarse
aldea en tono burlesco, pues los galanes ha-
cio de encuentro, tomando estos lugares pú-
a los nuevos gustos y hábitos de la monarquía
cían de damas y viceversa, como ocurrió en
blicos una relevancia notable para las mani-
borbónica recién instaurada en España.
las Carnestolendas de 1623.
festaciones populares. De este modo la ale-
Estas tradiciones dieron paso, poco a po-
gría y el espíritu festivo del Carnaval traspa-
CUARESMA. Tras el Carnaval venía un tiem-
co durante el siglo XVIII, a reuniones de
saban los espacios privados para reunir a la
po de Cuaresma que iba del fin del Miércoles
máscaras en lugares
de Ceniza hasta la
cerrados. Estos bai-
Resurrección. La fi-
les de salón para la aristocracia
eran
La fiesta del cambio de estación
gura de una vieja, con un bacalao en la mano y siete pies re-
una respuesta de un grupo que buscaba
■ El origen del Carnaval puede resultar
católicas que apuntaban a pervivencias
presentando las sie-
diferenciarse de las
muy antiguo, ligado a fenómenos
antiguas que perduraron en la edad
te semanas de su rei-
festividades tradi-
estacionales, como el paso del invierno a
moderna.
nado era habitual.
cionales, más des-
la primavera en las sociedades antiguas,
Los rasgos específicos de la fiesta
Era la figura que los
enfrenadas e identi-
del tiempo de la escasez invernal al
permiten definir al Carnaval como
niños gaditanos lla-
ficadas
comienzo de la esperanza en un nuevo
tiempo de confusión, pero del caos surgía
maban la “pícara pe-
como
renacimiento de la vegetación.
el orden tras restaurarse lo establecido
lleja” que daría al
burdas y propias de
El Carnaval poseía unos rasgos
como pautas aceptadas de conducta y de
traste con sus diver-
ignorantes. La aris-
impregnados de vida rural y de prácticas
relación con los demás.
siones
entre
ilustrados
tocracia
los
andaluza
carnavales-
cas. El contraste se
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observa al comparar a don
El ciclo anual de fiestas
Carnal con la figura de Cua-
en el que se enmarcaba el
resma, una mujer delgada
Carnaval continuaba tras la
que ayuna y que destierra la
Cuaresma con la celebra-
carne de su dieta. Esta figura
ción de las marzas y los ma-
podía ser quemada, aserrada
yos y, de hecho, seguía has-
por la mitad o bien perdía un
ta el día de San Juan en el
pie cada semana de su tiem-
que se iniciaba el solsticio
po de reinado.
de verano.
Era una forma de expresar
En conjunto, el Carna-
de forma pública que el tiem-
val se integraba así en un
po carnavalesco tocaba a su
continuo festivo repetido
fin, comenzando la comida
una y otra vez, que coinci-
frugal, dando fin a los excesos
día con un ciclo de renova-
verbales y a las aventuras li-
ción anual que tenía múlti-
cenciosas.
ples finalidades. Una fiesta, distinta en cada lugar,
QUEMA DE JUDAS. En este
diferente en el campo o la
ciclo cuaresmal se desarro-
ciudad, cambiante con el
llaban numerosas activida-
tiempo, que da cuenta de
des festivas propias de la Se-
una necesidad sustancial
mana Santa como es la que-
de experimentar, romper
ma de Judas. El apóstol trai-
los moldes de lo establecido
dor en forma de muñeco de
y de canalizar de forma ri-
paja podía ser quemado, o
tual y festiva el ciclo anual
bien el Sábado Santo era col-
de la vida y de la regeneración. En cualquier caso, el
gado de una soga en mitad de la calle para que los mo-
‘Taller de máscaras veneciano’. Acuarela de Giovanni Grevemboch (s. XVIII).
Carnaval paulatinamente perdió fuerza con los ataques
zos le disparasen. Es parte
de los Ilustrados y la vigilan-
de un riquísimo ritual que incluía en ocasiones la lidia y capea de un
contemplar el mundo en desorden en Carna-
cia de las autoridades en los tiempos de tur-
toro, la libertad de un preso que hace de Ba-
val y en la restauración del pecado durante la
bulencia política en Andalucía durante el si-
rrabás en la procesión, la quema de Judas y,
penitencia cuaresmal. Es la visión desdobla-
glo XIX, llegando incluso a su prohibición en
por supuesto, bailes y cantes que completa-
da que proponía fray Luis de Granada al divi-
determinados momentos.
ban la celebración en la que se cantaba en
dir a los hombres en “carnales”, los que se
una coplilla el verso “¡Judas murió, Cristo
mueven por los afectos, y “espirituales”, los
LA DECADENCIA. La fiesta se transformó y
resucitó!”.
que se guían por Dios y la razón.
conforme el mundo laico tomó mayor fuer-
La parte carnavalesca se caracteriza por
Lo curioso es que en esta opinión resulta
za, la celebración carnavalesca perdió parte
su visión del mundo al revés frente a la fiesta
que seguir la carne es dejarse guiar por lo irra-
de su sentido, es lo que Caro Baroja denomi-
cuaresmal, plasmada en un modelo de peni-
cional, sería una ocasión para el triunfo de los
naba "el preludio de su ruina". El fin del An-
tencia. Ambos fenómenos permitían con-
locos. Un modo de ver las cosas que llevó al ar-
tiguo Régimen supuso cambios de calado en
trastar dos opuestos: frente a la carne, el
zobispo granadino Hernando de Talavera a
la sociedad que había sustentado el Carna-
pescado; frente a la lujuria, la abstinencia
considerar pecado “hablar mucho y reír mu-
val. Las nuevas formas de diversión de las so-
sexual; frente a la máscara burlesca y fan-
cho, aunque sea sin daño del prójimo”. El Car-
ciedades burguesas y la nueva valoración del
tástica, la caperuza o la vestimenta igual pa-
naval era, en este sentido, un tiempo de locu-
tiempo de ocio transformarían paulatina-
ra todos los penitentes. En un sermón del
ra e irracionalidad que desbordaba la visión
mente el sentido y los contenidos de la fies-
Miércoles de Ceniza que iniciaba el tiempo
triste del mundo terrenal, opuesto al mundo
ta.
cuaresmal el predicador andaluz fray Alonso
celestial y su gloria.
ayuna?” Y se respondía a sí mismo que “todos se excusan de pagar este tributo”, tras el
Más información
tiempo de regalo y cuidado del cuerpo era difícil aceptar la renuncia a la comida, al placer y a la diversión. Dos mundos opuestos en sus excesos, sin los límites del control social cotidiano, el
Un recorrido por la fiesta carnavalesca domesticada puede encontrarse en los bai-
de Cabrera (1549-1598) se preguntaba “¿quién
les de máscaras retratados con ironía por Larra en El mundo todo es máscaras. Todo el año es carnaval en la que los protagonistas deci-
■ Muir, E.
den ir “a algunas casas particulares, y con-
Fiesta y rito en la Europa Moderna.
cluiremos la noche en uno de los grandes
Editorial Complutense. Madrid, 2001.
bailes de suscripción” en los que todos llevan
■ Caro Baroja, J.
careta. En cierto modo las formas más tradi-
mundo del pecado terrenal en el Carnaval y su
El Carnaval.
cionales del Carnaval quedaron relegadas a
purgación en la Cuaresma, preparando el ca-
Alianza.Madrid, 2006.
ámbitos rurales, bajo la consideración de los
mino de la buena muerte cristiana mediante
■ Huerta Calvo, J. (ed.)
folkloristas del siglo XIX que se trataba
la renuncia a los placeres y el castigo del cuer-
Formas carnavalescas en el arte y la
de vestigios de larga tradición,
po. Las fiestas carnavalescas encontraron así
literatura.
de rastros que podían retro-
su plena integración en la fiesta cristiana, co-
Ediciones del Serbal. Barcelona, 1989.
traerse hasta las fiestas Lu-
mo la otra cara de la moneda que permitía
percales romanas. ■
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La cima de la teatralidad llega con los autómatas Las figuras en movimiento culminan la impresión en el público LUIS MÉNDEZ RODRÍGUEZ
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no de los primeros aspectos que llama nuestra atención fue la presencia de autómatas en el elevado
número de celebraciones que durante la Edad Moderna se realizaron en las localidades andaluzas, hasta el punto de convertirse en un recurso capital para los agentes y mentores responsables de la escenografía y la persuasión barroca. Aunque sólo conocemos de muchos de ellos meras referencias documentales, afortunadamente se han conservado testimonios gráficos de estos repertorios mecánicos. La fiesta brindaba la excusa perfecta para el diseño y el montaje de esculturas animadas que se insertaban
FIESTAS DE CETRO Y MITRA
UNIVERSIDAD DE SEVILLA
Artificio y simulación
de el Antiguo Egipto y Grecia, incluso se lle-
fueron elementos comunes
garon a realizar tratados sobre la materia por
a la fiesta del siglo XVI al
Philon de Bizancio y Herón de Alejandría. Plinio comenta que existía una escultura
XVIII. Para huir de la
de Afrodita cuya movilidad dependía de su
cotidianidad, se creó un
relleno de mercurio y que llegaba a relacio-
maravilloso espectáculo que
nar su autoría con el mítico Dédalo. Tam-
en su ficción contó con el movimiento de estatuas
bién menciona la habilidad de Hefesto para crear figuras capaces de movimiento mecánico. Las esculturas animadas han ido res-
animadas que introducían
pondiendo a distintas funciones a lo largo de
efectos de sorpresa entre el
la historia: religiosa, simbólica, lúdica, co-
público. La conversión de la
mercial, dramática, etc. y, en todas, el mo-
ciudad en un espacio
vimiento ha sido parte esencial del sentido mágico y trascendente que estas figuras pro-
en aparatos efímeros de gran esplendor. Ca-
escenográfico de enormes
ducen. La capacidad de crear movimiento se
da festejo transformaba el espacio de la ciu-
dimensiones fue uno de los
vincula con la posibilidad de otorgar la vida a
dad, que se fingía a través de una compleja
elementos más peculiares y
algo, tal y como lo planteó Aristóteles. Tex-
escenografía, que ocultaba las calles y plazas con arquitecturas efímeras, altares, de-
distintivos de la sociedad moderna.
coraciones de lienzos, tapices, colgaduras,
La autoridad, el lujo, la expresión
figuras animadas y un conjunto de espejos,
del poder en los arcos de triunfo, las
cornucopias y elementos vegetales. Todo ello disfrazaba la verdadera realidad de los espacios urbanos que a su vez se
arquitecturas fingidas, las colgaduras, los cortejos, la música,
tos que se introdujeron en Europa a través de la cultura islámica, cuyos textos ilustrados y traducidos se popularizaron. El uso de figuras animadas en el ceremonial religioso es el más antiguo que conocemos con testimonios desde la antigüedad. Con este fin llegó hasta el medievo cuando
convertían en un solemne escenario alegó-
las máquinas insignes, los castillos
rico por donde desfilaban la Tarasca, los
de fuego, los jardines efímeros y los
zos articulados utilizados en las celebracio-
Gigantes, las danzas, la música, y donde se hacían toda clase de juegos festivos acordes con la finalidad de sorprender a los ciudadanos. El público estaba acostumbrado a elementos escénicos que incluían tramoyas fingidas, vuelos, apariencias y pequeñas piezas escenográficas animadas como eran las fuentes o los montes, para presentar milagros, o apariciones sobrenaturales destinadas a un auditorio acostumbrado a este tipo de lenguaje visual. A todos estos recursos se sumaron la presencia de figuras móviles. La historia de estatuas capaces de moverse mecánicamente forma parte de la cultura humana casi desde sus orígenes. Testimonios de máquinas animadas conocemos des-
ingenios mecánicos, convertían a
nes litúrgicas de la Pascua, para recrear dis-
la ciudad en un gran escenario con un fin didáctico y propagandístico.
se difunden las esculturas de Cristo con bra-
tintos momentos de la Pasión, ya cautivo, crucificado o yacente en el sepulcro; junto con las imágenes de la Virgen con el Niño. El repertorio de imágenes articuladas de carácter religioso siguió incrementándose en Andalucía en los siglos sucesivos para recrear las cualidades de lo vivo y buscar la conmoción del espectador. Muy conocido es el Cristo de Limpias (Santander), que mueve los labios, párpados y ojos, e incluso se dice que suda sangre. Son numerosas las imágenes procesionales en Andalucía que tenían la cabeza y los brazos móviles, como era el caso en Sevilla del Cristo de Burgos. En ocasiones, se accionan las manos y brazos por medio de cuerdas como sucede por ejemplo
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artificio tan primo, que parecían personas vivas”. Otro ejemplo destacado fue el ingenio mecánico realizado con motivo de las celebraciones de la boda de Felipe III en la ciudad de Valencia. En este caso representaba un milagro de San Vicente Ferrer, quien aparecía sobre un carro triunfal de cuatro ruedas tirado por centauros, en el cual el santo salía de la localidad de Vannes montado en un jumento y volvía a entrar por otra puerta de la misma ciudad.
Archivo de la Villa. Madrid.
Muy parecida a la des-
Tarasca, obra fechada en 1669 por Mateo y Agustín de Barahona.
cripción de esta figura debieron ser otros autómatas vinculados a las cortes de los Austrias, como una dama cortesana tocando la vihuela del Kunsthistorisches Museum (Viena). Otra figura de esta misma institución muestra el mecanismo interno de un autóma-
con el Nazareno de la Parroquia del Soterra-
El empleo de autómatas en las fiestas se
ta, similar al que encontramos en un monje
populariza a partir del siglo XVI, caso por
del National Museum of American History
Otro caso de ficción fue el de la Virgen de
ejemplo de exitosos pájaros voladores y el le-
(Smithsonian Institution, Washington).
los Reyes, situada en la Capilla Real de la Ca-
ón mecánico que Leonardo da Vinci conci-
La funcionalidad de estas figuras anima-
tedral hispalense. Esta imagen es prueba de
biese. El paso de estos artilugios de la “me-
das avivó algunas historias en las que el au-
una mayor teatralización de los ritos, pues
cánica lúdica” a las fiestas públicas se re-
tómata auxiliaba a su propietario en las ta-
gracias a un artilugio mecánico en su inte-
monta al menos al siglo XVI. Ya en 1571 se
reas cotidianas. Al respecto, se puede men-
rior, compuesto por una rueda dentada de
documenta la presencia de autómatas en el
cionar una leyenda popular toledana en la
madera y una correa que bordea su eje, si-
recibimiento en Burgos de la futura reina
que uno de los artilugios construidos por el
milar al que también encontramos en el Ni-
doña Ana de Austria, que consistían en dos
milanés Juanelo Turriano iba diariamente a
ño Jesús, la imagen podía bendecir, además
figuras que abrían una caja en la que apare-
recoger la comida a un edificio conti-
de sentarse y levantarse del sitial. Una ima-
cía el retrato del rey don Felipe con sus atri-
guo, consignada en el nombre
gen de la Virgen de los Reyes con los brazos
butos reales: “y cuando su majestad de la
de la calle “Hombre de palo”.
articulados se conserva en el Convento de
Reina pasaba por delante de esta caja, estas
O la no menos sorpren-
San José de las Teresas en Sevilla.
dos figuras abrieron las dicha puertas, con
dente vinculada al coleccio-
ño en Aguilar de la Frontera (Córdoba).
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nista de maravillas Juan de Espina, del que se decía en el siglo XVII que era servido únicamente por los autómatas que él había fabricado y que poco antes de morir destruyó. Los ingenios mecánicos fueron también habituales como exorno de los jardines, ya sean órganos musicales o figuras animadas. Éste fue el caso de una figura de la Fama que se encontraba en la galería de grutescos de los Reales Alcázares, que sorprendía al visitante tocando la trompeta mediante un mecanismo movido por la fuerza del agua. En el interior de esa fuente decorada con diosas de la Antigüedad, se alojaba un órgano hidráulico, que lamentablemente no se han conservado, tal y como lo describe Rodrigo Caro “ocultos órganos con que artificiosamente están todas estas grutas compuestas; y ésta no es una invención nueva,
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sino muy antigua, de que fue inventor Cte-
ABR 2008
Hydraulica, que quiere decir en Griego mú-
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cibio Griego: y así la antigüedad le llamó sica de agua”. INCORPORACIÓN A LA FIESTA. Sin embargo, no fue hasta mediados del Siglo de Oro cuando estas figuras animadas, cuya finalidad era la diversión, se incorporen al mundo de la fiesta tomando la forma de
Emblema 50, II en Sebastián de Cavarrubias. Emblemas morales. Madrid. Luis Sánchez, 1610.
muy diversos artilugios ya fuesen cuadros mecánicos, teatros de autómatas, pájaros cantores, animales con movimiento, escul-
crisis, de duda y de desasosiego, pues “bien
como en las dramatizaciones más intensas.
turas que andan, que bailan... o los autó-
son menester estos divertimentos para po-
El concurso del público ante estos ingenios
matas músicos, escribientes y así un largo
der llevar tantas adversidades”.
así lo demuestra. Un público predispuesto a
etcétera. Todo ello en el marco de la fiesta
No debieron ser muy complicados los me-
experimentar sensaciones intensas, y dota-
barroca que adquiere una dimensión teatral
canismos que permitieron que estas figuras
do de una profunda capacidad de sugestión
sin precedentes, popularizándose los artilu-
se moviesen, utilizando para ello los recur-
ante lo insólito y extravagante. Así, conoce-
gios mecánicos con un contenido lúdico y
sos habituales del mundo del teatro como
mos la presencia de un autómata que repre-
profano desde el ámbito cortesano de los ga-
eran las trampillas por las que salían perso-
sentaba un paladín a caballo en las fiestas
binetes de curiosidades renacentistas a un
najes o los elementos articulados de los ca-
que la Compañía de Jesús de Monforte de Le-
público cada vez más mayoritario. El gusto
rros que recorrían la ciudad en la festividad
mos organizó en la consagración de la iglesia
barroco por lo inesperado, por lo deslum-
del Corpus. Un torno, un sistema de poleas y
nueva de Nuestra Señora de la Antigua en
brante, por el artificio, encuentra en la fies-
maromas permitían los giros de los manifes-
1619. Muy impactantes tuvieron que ser los
ta un lugar privilegiado de expresión, que se
tadores, las apariciones de personajes y el as-
ingenios construidos en Córdoba en 1633,
manifiesta en espectáculos que buscan sor-
censo o descenso de pinturas. En otras oca-
durante la fiesta de Desagravio del Santísi-
prender a un público atónito ante lo nunca
siones, los autómatas cobraban vida en los
mo Sacramento, que dio lugar a un original
visto, como repiten incansablemente los
escenarios teatrales accionando los resortes
y exuberante programa de emblemas, arcos
cronistas de este tipo de acontecimientos.
ocultos por el peso del agua, de la arena o de
y fuentes construidas, que no diferían de la
El ornato efímero invita a desatar la imagi-
otros sólidos.
construcción de bosques, castillos y tarimas
A lo largo del XVII, la presencia de los au-
para la representación de autos sacramenta-
tómatas en el ceremonial festivo contribuía
les, a la vez que aumentaba el número de
A los ojos del público la ciudad se trans-
a impregnar de espectacularidad la ceremo-
obras teatrales en la casa de las comedias.
forma en un espacio mejorado que, al me-
nia pública, convirtiéndose en un recurso
Entre arcos y altares, encontramos esce-
nos durante el tiempo que dure la fiesta,
capital de la persuasión barroca. Los agentes
nas de la lucha contra los herejes. Así, entre
pretende olvidar las miserias y las penalida-
y mentores del diseño festivo fueron cons-
los ingenios móviles se hizo una naumaquia
des de la monotonía cotidiana para erigirse
cientes de ello y potenciaron su irrupción
en la que se enfrentan las naves francesas y
en espacio de diversión y espectáculo. En es-
tanto en aquellos espectáculos más jocosos
españolas, alusivas a la Guerra de los Treinta
nación y contribuye a crear la ilusión de una realidad nueva.
te contexto se incorporan al huidizo exorno ingenios móviles desde la segunda mitad del siglo XVII, con la finalidad de sorprender a los ciudadanos y despertar el interés por una celebración concebida como válvula de escape, particularmente en un momento de
A lo largo del siglo XVII la presencia de autómatas en el ceremonial festivo contribuía a impregnar de espectacularidad la ceremonia pública. El concurso del público garantizaba su efectividad
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Archico Municipal de Córdoba
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Autómatas para la fiesta del Corpus Christi, de Ginés de Godoy, fechado en Córdoba, 1677.
Años. Ese mismo año, el escenógrafo italiano Baccio del Bianco terminaba un Vía Crucis para el Hospital de los Italianos de Madrid, que causó asombro al incluir en las catorce estaciones figuras de autómatas.
Las crónicas dan cuenta del espectáculo y el entusiasmo. “Y esto acabado, salieron de los dos lados dos cavalleros armados con lansas en las manos y, acometiéndose de carera, se pegaron fuego”
En la ceremonia de inauguración de la catedral de Jaén, en octubre de 1660, se incluyó
a San Ignacio y San Francisco Javier, realiza-
de un mancebo de buena edad y dispuestas
la representación de autos sacramentales de
das en México en 1622: “Y, esto acabado, sa-
partes, que no hubo viveza, que (por muy
Calderón de la Barca. Para representar El Sa-
lieron de los dos lados [del castillo de Pam-
atenta que mirase) no engañara la primera
cro Parnaso y El Maestrazgo del Tusón se le-
plona] dos cavalleros armados con lansas en
diligencia de la vista; remedando (con ac-
vantó un tablado en la plaza de Santa María
las manos y, acometiéndose de carera, se pe-
ciones fingidas) las más ligeras y sutiles
con tramoyas y efectos sorpresa, que apare-
garon fuego, despidiendo de sí gran suma de
bueltas, que suelen practicar los más dies-
cen también en los adornos y en los fuegos
tiros y coetes”.
tros, y fáciles de esta actividad”.
artificiales. Así, Juan Núñez de Sotomayor,
Los cronistas de tales eventos mencio-
Es frecuente su definición como “jugue-
autor de la relación sobre esta fiesta, recor-
nan la finalidad de muchos de estos espec-
tes”, acorde con la función que según Torre
daba cómo se levantó Troya y que al quemar-
táculos efímeros, destinados a un auditorio
Farfán cumplían, que no era otra que “el
se salió de ella “un cavallo, a quien hizo vi-
popular y poco instruido. Durante la cele-
componente lúdico de una máquina que
viente el fuego que le servía de alma… discu-
bración de la canonización de San Fernando
imita la figura y los movimientos de un ser
rrió ligero por la Plaza… despidiendo volca-
en Sevilla en 1671, se incluyó en el montaje
animado, mediante un mecanismo que en-
nes… Salió un Paladion que llevaba dentro
de la fiesta una escultura animada para
cierra dentro, con la función de que “entre-
pólvora”, chocando entre ambos y quemán-
“que entretuviese el gusto de los populares”.
tuviesen el gusto”. En Málaga conocemos
dose la ciudad con gran estruendo.
Consistía en un autómata con forma de
noticias de construcciones realizadas en la
El autor señalaba el divertimento que
equilibrista colocado en la calle Francos, se-
Plaza Mayor, que tenía por objeto disimular
provocaba entre el público la presencia de
gún es descrito por Fernando de la Torre Far-
y enmascarar la fuente situada en el centro,
“imágenes móviles que causaban risa”. John
fán del siguiente modo:
además de todas las fingidas arquitecturas y
E. Varey cita un autómata de Segovia, en
“Y porque no se quedase todo en la admi-
colgaduras que se disponían alrededor. Ca-
1662, que representaba cuando apareció Per-
ración de los Cortesanos, se pensaron algu-
lles de madera, arcos que cerraban las entra-
seo por los aires cabalgando un corcel blanco
nas piezas, que entretuvieron el gusto de los
das y juguetes móviles fueron habitua-
cuyas pezuñas despedían centellas y, en el
populares; entre otras se dispuso (en el me-
les en las celebraciones mala-
prodigioso combate que siguió, y todo acabó
dio de la distancia de la calle) un bolatín;
gueñas.
en llamas. Figuras de este tipo ya se encon-
que (siendo fingido) eran tan verdaderos sus
Idéntico parecer es el de
traban descritas en la Relación de las fiestas
movimientos, y tan bien imitada la persona
la comisión encargada de
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organizar los festejos cordobeses del Corpus Christi de 1676 y 1677. El cabildo municipal decidió incluir nuevos elementos que causasen la sorpresa y el asombro del público. Para ello se encargó al maestro Ginés de Godoy la construcción de unas “figuras con movimiento” para uno de los arcos triunfales que ornamentaban la calle Feria. Sobre “tres portadas de encañados” se levantó una roca con “tres juguetes y una lámpara encendida”, que representaban “dos hombres corriendo gamos en dos caballos”, “otros dos jugando cañas” y, por último, “un toro y un lidiador”. El público no tendría problema en relacionar estas figuras con los títeres del teatro, activados por medio de hilos o con las manos y dedos. Marionetas que, según Covarrubias, eran “ciertas figurillas que suelen traer ex-
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tranjeros en unos retablos, que mostrando
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como si ellos mismos se moviesen, y los
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solamente el cuerpo de ellos, los gobiernan maestros que están dentro, detrás de un repostero y del castillo que tienen de madera, están silvando con unos pitos, que parecen hablar las mismas figuras”. De hecho, los escenarios no diferían de los representados en los teatros de títeres, como la fiesta de toros que ya en el siglo XVI se representaba en
G.B. Aleotti. Fragua de herreros. Teorema III: Teatro hidráulico. Ferrara 1589.
la capital hispalense, según aparece en la Pícara Justina que señala que “tuvo títeres fuente de cuatro tazas en la que aparece una
en Sevilla, los más bien vestidos y acomoda-
Autómatas en la corte
mujer desnuda bañándose y un hombre a ca-
■ El ritual del auto se iniciaba con los
aserradores cortando con una sierra un tron-
do para levantar “una fuente y un cañado en
preautómatas en la Corte.
co. El número de figuras de movimiento du-
la boca de la ceniza”, donde tenía que colocar
Su finalidad de divertimento y su
plicaba a las diseñadas el año anterior, una
“algunas invenciones”. El diseño ejecutado
componente lúdico hace que pronto
prueba del éxito que había tenido en la cita
por Godoy para los diputados de la fiesta del
aparezcan las primeras colecciones de
previa, por lo que el cabildo no dudó en con-
Corpus se conserva y en ella quedaron recogi-
estatuas animadas, como la que logró
tratarle nuevas figuras dispuestas en una ar-
dos las figuras a realizar con el visto bueno
reunir el emperador Carlos V, de quien
quitectura efímera más compleja ubicada de
de las autoridades municipales. El pliego re-
conocemos la pasión que despertaban
nuevo en la calle de la Ceniza.
úne un total de cinco grupos de figuras de
los relojes y los artificios mecánicos,
movimiento, que se combinan con una
contando con obras del relojero
función religiosa acorde con la fiesta que de
fuente y con un “sacramento asentado sobre
alemán Philip Ynsber y de Juanelo
por sí mezclaba elementos festivos de índole
un risco”. Estos artilugios son muy variados
Turriano, que incluían en sus relojes
profana como las danzas que acompañaban
en cuanto a sus actitudes y movimientos.
figurillas en movimiento. O incluso
al cortejo. El más interesante era la escena
Representan asuntos profanos relacionados
otras colecciones más modestas
en la que “una muger ba güiendo del demo-
unos con el trabajo (una forja, un arado y
vinculadas un siglo más tarde con
nio i el sacristán detrás del con el gisopo”, en
una serrería) y, otros, con asuntos más tri-
Juan de Velasco y Juan de Lastanosa.
la que el demonio persigue a una señora que
viales como la aparición de un perro que en-
Además de su actividad como relojero,
huye de él, mientras que el sacristán le arro-
seña sus dientes a un mono.
Juanelo también realizó muy diversos
ja agua bendita con el movimiento de su
ingenios mecánicos, un molino en
mano para exorcizar su presencia.
dos de retablo que jamás entraron en aquel pueblo”. En 1677 Ginés de Godoy volvió a ser llama-
Tampoco faltan los temas religiosos que
ballo; una custodia sobre un monte; y unos
Sólo dos de estos autómatas tenían una
Posiblemente, la arquitectura efímera se
incluyen la exaltación del Sacramento dis-
miniatura que separaba con gran
puesto sobre un risco y un grupo de movi-
rapidez la harina del salvado. El
coronaba por una custodia sobre un risco,
miento en el que una mujer huye del demo-
propio Juanelo tenía: “una figurita de
que reproducía los modelos imperantes en
nio perseguido por un sacristán que le echa
mujer de a tercia de largo, que ella
la platería de fines del XVII. El sacramento
agua bendita con el hisopo. En total, estas fi-
sola danzaba al son de un tamborcillo,
sobre un monte era un recurso habitual, tal
guras de movimiento son las siguientes: un
que ella misma tocaba, y dando
y como se consagró en Madrid con motivo
perro y un mono; una fragua de herreros; un
vueltas se volvía al mismo sitio donde
del estreno de la obra de Calderón Memoria
hombre con un mulo arando; una mujer hu-
había empezado a bailar sin que nadie
de Apariencia, compartiendo posiblemente
yendo del demonio, seguida de un sacristán
la tocase”.
el significado de una sacralización del Mon-
que le echa agua bendita; el diseño de una
te Parnaso donde el risco es coronado por la
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sus dientes a un mono, pues fue habitual encontrar animales como figuras de diversión. La mayoría se hicieron con cartón barnizado, mostrando con ello sus “bien imitadas fierezas” y además algunos estaban concebidos para que pudiesen emitir ciertos sonidos. Al respecto, la colección de Juan de Lastanosa incluía en torno a 1639 una sección especial de autómatas, entre los que no faltaron figuras de animales. Estas esculturas animadas estaban expuestas en la “pieza de burlas”, donde “ai tanto que ver en figuras de hombres, fieras y aves, que a sido para todos imbención nueva”, siendo una de las estancias que más gustaba a sus invitados. Estamos por tanto ante uno de los escasos testimonios gráficos que se han conservado de figuras en movimiento en las ceremonias públicas en el Siglo de Oro, lo que enriquece Viena. Kunsthistorisches Museum.
el conocimiento de la fiesta barroca, donde
Autómata musical de una dama. Atribuido a Juanelo Turiano. Segunda mitad del XVI.
ayudaron a formalizar un lenguaje visual de una mayor riqueza y complejidad en las que triunfan conceptos plenamente escenográficos. Autómatas que se incorporaron a los escenarios teatrales, como encontramos al comienzo de la Primera Jornada de Las Beli-
des, obra de Marcos de Lanuza, conde de Clavijo, representada por primera vez en el Palacio Real en 1686, donde aparecía Júpiter volando en un autómata que representaba un águila con alas, cabeza y patas móviles.
custodia que encierra el cuerpo de Cristo.
ma complejo de su teatro hidráulico en Gli ar-
Si exceptuamos estas dos figuras, el sa-
tificiosi et curiosi moti spirituali di Herrone,
CELEBRACIONES LITÚRGICAS. Pero tam-
cramento y el demonio, el resto tenía una
publicado en Ferrara en 1589. Posteriormen-
bién serán habituales en las celebraciones li-
misión claramente lúdica cuya intención
te, fue incluida por Kircher en la obra Musur-
túrgicas, bien con motivo de algún festejo
era causar la sorpresa y el asombro del espec-
gia Universalis, editada en Roma en 1650,
efímero como la beatificación de San Juan de
tador ante estas figuras articuladas, que
utilizando una fragua de herreros como sím-
la Cruz en Alcalá de Henares en 1680: “Una
eran capaces de moverse mecánicamente.
bolo del descubrimiento de la armonía musi-
imagen de N. Señora de la Concepción y,
La propia designación como juguetes nos es-
cal. Ese componente lúdico se advierte tam-
quando el Santíssimo se descubría, se iva
tá hablando del concepto lúdico que encerra-
bién en la figura sencilla del can que enseña
elevando esta imagen hasta colocarse en lo
ban estos artilugios, inherente como señala
superior del nicho donde le esperaba Trono
Gadamer de la práctica del culto religioso.
Decente. Al mismo tiempo salían del fondo
De las escenas representadas sólo tres aluden a profesiones de la época: dos serra-
Más información
dores que sierran un tronco de árbol por la mitad; un campesino que labra el campo con
dos valientes y primorosos lienzos… Al mismo tiempo que se iban retirando los lienzos se levantaban y abrían sobre el pavimento
■ Catálogo de la exposición Teatro y Fiestas del
del nicho dos palmas y subían dos Ángeles y
un arado tirado por una mula y dos herreros
Siglo de Oro en tierras europeas de los Austrias
aquellas baxaban descubriendo el Santísimo
en una fragua, uno golpeando con un marti-
Consejería de Cultura de la Junta de
en una rica custodia de coral y oro; estos, ele-
llo y un punzón el hierro candente, mientras
Andalucía. Sevilla, 2003.
vándose más, sustentaban sobre la custodia
que otro introduce el metal en el interior del
■ Catálogo de la exposición Fiesta y simulacro.
fuego. La arquitectura efímera que asentaba
Consejería de Cultura de la Junta de
dichas figuras debió ser muy sencilla, pues
Andalucía. Málaga, 2007.
el verdadero protagonismo descansaba en el
■ Aracil, A.
una Corona Imperial”. También se emplearon autómatas de manera permanente y con un planteamiento escénico similar al anterior. Así, desde 1772
movimiento. Éste debía consistir en un des-
Juego y artificio. Autómatas y otras ficciones
se repetía en uno de los mejores espacios ba-
plazamiento continuo en los brazos en el ca-
en la cultura del Renacimiento a la
rrocos andaluces, la Capilla del Sagrario de la
so de los leñadores y de los herreros mientras
Ilustración.
parroquia de San Mateo de Lucena, la osten-
que el campesino movería sus extremidades
Madrid, 1998.
tación del Sacramento que contaba con la
semejando caminar sobre un eje horizontal. Pueden encontrarse relaciones entre estas
■ Méndez, L.
imprevista aparición de autómatas que ele-
Sobre auómatas en las fiestas del Corpus
vaban y descendían el Sol eucarístico.
figuras y algunos grabados de autómatas di-
Christi en 1677.
Juego y ficción se proyectaban
vulgados en Europa. Concretamente la ima-
Laboratorio de Arte, nº 18. 2005.
en el gran teatro del mundo
gen de la fragua de herreros estuvo muy ex-
pp. 209-220.
que era la sociedad de la An-
tendida desde que Aleotti reprodujo el esque-
dalucía moderna. ■
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La Monarquía retoza con los baños de masas Los reyes se valieron de sus proclamaciones, entradas y exequias RÁUL MOLINA RECIO UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA
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ese a lo que puede pensarse, el estudio de las ceremonias y los rituales de las sociedades por parte de
los historiadores se ha convertido en una de las mejores formas de obtener una certera radiografía de múltiples aspectos de la vida de nuestros antepasados. Tal es así que el análisis de las fiestas de carácter político, es decir, de aquéllas que fueron alentadas y orquestadas por el propio Estado, permite comprender la concepción política de una época, sus símbolos y rituales. Lo cierto es que desde Maquiavelo, la práctica de gobernar se basó en hacer creer a los ciudadanos ciertas ideas, tales como
FIESTAS DE CETRO Y MITRA
ABR 2008 Las fiestas en honor a la
fueron muchos: los jeroglíficos, la emble-
Monarquía fueron, ante
mática, las representaciones pictóricas y te-
todo, un medio de transmisión a la sociedad de
atrales, pero parte principal de ellos fue el propio divertimento, la evasión que significaba todo momento festivo, siempre rom-
un mensaje político, al
pedor con la rutina y válvula de escape. No
tiempo que un acto de
es de extrañar que el poder siempre acuda a
lealtad y fidelidad de ésta
esta estrategia, pues con la alegría y los re-
hacia sus monarcas. Se
gocijos siempre parece más fácil asumir y acatar el poder establecido. Estrategia ésta
aunaban así, pedagogía
que los reyes hispanos supieron usar con
política, legitimación del
singular maestría.
poder y obediencia a la autoridad en un entorno de
POSICIÓN SOCIAL. Una de las preguntas más interesantes que suscita la administra-
la necesidad de la Monarquía para mante-
divertimento y evasión de la
ción local castellana es el porqué de la brutal
ner el orden de las cosas y la paz social. Y
realidad. El poder político y el
apetencia de oficios públicos por parte de las
fueron justamente las celebraciones públi-
religioso quedaron hermanados por
clases privilegiadas, así como también por
cas de carácter político la mejor arma esgrimida por los gobernantes para desarro-
una concepción coincidente del
aquellas otras que ascendieron socialmente. En este sentido se ha señalado que el in-
llar una labor pedagógica y de propaganda
ejercicio de sus atribuciones: la
que llegase a todas las capas sociales, má-
seducción del ciudadano a través de
vos, como son la posibilidad de influencia
xime cuando el rey casi siempre gobernó
manifestaciones públicas, que
sobre el ámbito político local, el prestigio
en la distancia a su pueblo. La fiesta real fue uno de los medios más eficaces y suti-
entrañaban un ejercicio de
terés por dichos cargos se debe a varios moti-
social, los beneficios económicos... Sin embargo, el estudio de la fiesta nos pro-
les de difusión ideológica, ya que permitía
convivencia para todas las clases
hacer llegar el mensaje pretendido tanto a
sociales, ya fueran privilegiados o
mos a las posibilidades que el oficio de regi-
los privilegiados como al Tercer Estado, ya
Tercer Estado.
dor daba a la élite para aparecer de una for-
porciona una perspectiva más. Nos referi-
que toda la sociedad participó al unísono
ma concreta, representando un papel espe-
de esta clase de celebraciones.
cífico ante la sociedad. Un papel diseñado
Las fiestas que tuvieron como protago-
de antemano en el que cada uno ocupaba la
nista al rey fueron ante todo una exaltación
posición que le correspondía según el rango
del poder monárquico, legitimando la pre-
social, el poder o el peso político en la esfera
sencia de éste como garante de todo el entra-
local. De esta manera, la élite de las ciuda-
mado social, al tiempo que la sociedad, con
des andaluzas ocupó el lugar más privilegia-
su participación activa en determinados ri-
do de la fiesta e, incluso ella misma, se con-
tuales, mostraba su lealtad y acatamiento
virtió en un elemento que la prestigiaba.
del orden político existente. Los medios pa-
En este sentido, las estrategias para mos-
ra llevar a cabo esta labor de propaganda
trar a la sociedad su posición social y el po-
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AH Entrada de Carlos V en Valenciennes en 1540. En estas celebraciones se producía el mayor acercamiento entre el monarca y su pueblo.
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der político del que gozaban fueron, entre otras, el protocolo (que colocaba a cada uno donde le correspondía en la sociedad), el vestido, las joyas, la financiación de determinados elementos festivos por parte de la
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La élite de las ciudades andaluzas ocupó el lugar más privilegiado de la fiesta, que se convirtió en un elemento que la prestigiaba. Mostraban vestidos, joyas o la compañía de un séquito de lacayos
élite o la presencia de séquitos de lacayos. Uno de los aspectos más característicos
creto, al tiempo que conforman un ritual co-
nes o comitivas, la elaboración de objetos
de la fiesta hispana en general y, por exten-
dificado a través del que se materializa de
para la festividad, la construcción de las
sión, de la andaluza es un tipo de literatura
un modo efectivo el pacto social entre el po-
llamadas arquitecturas efímeras (túmu-
específica que estas celebraciones genera-
der y sus súbditos. Por ello, el estudio de su
los, arcos de triunfo, etc.), las luminarias
ron que se conoce con el nombre de relacio-
significado resulta vital para entender la
y fuegos de artificio, las justas y juegos de
nes de sucesos. Como su propio nombre in-
fiesta en sí misma.
cañas, las corridas de toros y los bailes pri-
dica, se trata de textos cuya misión princi-
Todas las celebraciones políticas de la
pal es el relato de todo lo que aconteció en las
Edad Moderna comienzan con la recepción
El primer aspecto que sobresale en toda
fiestas, pero también la perpetuación en la
en los concejos de las ciudades de una cédu-
fiesta es la transformación urbana que sufre
memoria de unos eventos efímeros de los
la o carta real en la que se ordenaba a la ciu-
la ciudad, es decir, la conversión de ésta en
que nada iba a quedar salvo el recuerdo en
dad la realización de estos eventos. Tras ello
un espacio escenográfico de enormes di-
los asistentes. Así, las relaciones festivas
las ciudades realizaban algunas peticiones,
mensiones. Toda ella es, pues, susceptible
cumplían una triple función: preservar el
rogando la cesión de una parte de los bienes
de convertirse en el lugar de representación
recuerdo de los acontecimientos, perpetuar
de propios para la financiación de la fiesta,
del rito político. Dicha transformación es
el discurso político de la fiesta y garantizar
a lo cual, la mayoría de las veces, la Corona
un aspecto de gran interés, pues la mayoría
la lealtad de las ciudades hacia la Monar-
accedía, lo que nos da una pista del interés
de las veces se centra en unos lugares con-
quía a través de los rituales que habían cele-
de ésta por que estos ritos se llevasen a cabo.
cretos, que nos hablan de unos centros de
brado en su honor. De ahí que todas ellas
Luego, lo normal en todas las villas andalu-
importancia para la ciudad, los lugares más
tengan siempre un tono apologético, lauda-
zas es que se nombraran unas diputaciones
relevantes de ésta que forman una especie
torio y de seguro exagerado sobre la especta-
o comisiones formadas por regidores y jura-
de recorrido icónico que agrupa a todos los
cularidad y la magnificencia de los actos.
dos, quienes se encargaron de planificar to-
poderes locales: el concejo (lo político), la
do el programa festivo.
catedral (lo religioso), las calles donde se
vados y populares.
LOS ELEMENTOS DE LA FIESTA. Todas las
Éste puede sintetizarse en un conjunto
asientan los mercaderes (lo económico o la
fiestas reales tienen un conjunto de ele-
de elementos que se repiten en esta clase
Casa de Contratación en Sevilla) o incluso la
mentos que se repiten y que conforman los
de celebraciones, a saber: el adecenta-
chancillería (el poder judicial, que puede se-
medios o estrategias llevadas a cabo para ex-
miento de las calles y engalanamiento de
guirse en el caso de las fiestas granadinas,
plicar a la sociedad un mensaje político con-
las mismas, la organización de procesio-
población en la que radica esta especie de tribunal superior de la época). No cabe la menor duda de que uno
Las celebraciones públicas de carácter político fueron la mejor arma esgrimida por los gobernantes para desarrollar una labor pedagógica y de propaganda
de los aspectos más sobresalientes y espectaculares de la fiesta andaluza de entre los siglos XVI y XVIII fue la
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El primer aspecto que sobresale en toda fiesta es la transformación urbana que sufre la ciudad, la conversión de ésta en un espacio escenográfico de enormes dimensiones
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Diseño para la plaza Birrambla en la proclamación real de Carlos III (1760).
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construcción de una arquitectura efíme-
nia, aspecto éste en el que incidió mucho
ra, provisional, hecha de materiales pere-
la Corona.
cederos, pero enmascarada con pinturas y
Fue el Alférez Mayor y el corregidor
todo tipo de efectos que la hacían parecer
quienes hicieron de protagonistas en esta
duradera y riquísima y que es la expresión
representación, pero fueron también to-
plástica de la fiesta. Un tipo de decoración
dos los ciudadanos quienes acataron al
que alcanza su apogeo durante el Barroco
unísono la autoridad del poder monárqui-
andaluz.
co al son del tremolar del pendón real.
Gracias a esta clase de arquitectura, las
Entre los elementos festivos propios de
ciudades se convirtieron en escenarios pasa-
las ciudades andaluzas hay que destacar la
jeros, sólo retenidos en la memoria de los
ineludible presencia de las procesiones, las
asistentes y en las descripciones que de ellas
cuales alcanzaron un gran desarrollo duran-
Los carros triunfales, símbolos de las virtudes monárquicas
hicieron los contemporáneos en las relacio-
te el Barroco y fueron uno de los espectáculos
nes de sucesos. Estaban repletos de mensa-
más esperados por el pueblo, pues en ellas se
jes simbólicos que procedían de la emble-
reunían largas filas de personajes relevantes
mática y que eran explicados al espectador
a nivel local, los cuales aparecían engalana-
■ Los carros triunfales fueron
de muy diversa forma para que tanto el pú-
dos con sus mejores ropas, joyas y con su sé-
abundantes y espectaculares en la
blico culto como el iletrado lo entendieran.
quito de clientes o lacayos. El recorrido de es-
fiesta andaluza. En este caso se
Trataban de exponer las glorias de la Monar-
tas procesiones también tenía un importan-
trata del carro del Aire, procedente
quía y del orden impuesto.
te componente político, pues siempre se partía de la sede del Ayuntamiento o concejo y
de las celebraciones sevillanas organizadas por la Fábrica de
TIPOLOGÍA DE LAS FIESTAS. Muchas y
se iba a la casa del alférez mayor del pendón
Tabacos en junio de 1747 con motivo
variadas fueron las ocasiones aprovechadas
real, un regidor, pero de rango mayor, quien
de la proclamación real de Fernando
por la Monarquía para la realización de ce-
tenía el privilegio, entre otros, de llevar a ca-
VI y pintado por Domingo Martínez.
lebraciones públicas en su honor, de entre
bo la ceremonia de la proclamación real.
Así, la «Máscara del Mundo
las cuales conviene destacar las que siguen.
Normalmente, en el concejo se hallaban
Abreviado», como llamaron a este
Las proclamaciones reales . De todas ellas, la más relevante desde el punto de vista político fue la proclamación o ritual de acceso al trono de un nuevo monarca tras la muerte de su predecesor. Se trataba de un rito necesario a través del cual la sociedad civil sancionaba a su nuevo rey y la continuidad de la Monarquía, pues lo que se legitimaba es la sucesión en ésta. Así, se trata de una ceremonia presidida por el juramento de la ciudad en bloque a su monarca. Y digo de la ciudad porque toda ella fue hecha partícipe de la ceremo-
los retratos de los nuevos monarcas, quienes
programa iconográfico, pretendía mostrar la idea de la Monarquía como garante de la armonía del orbe. Establecían, por tanto, un paralelismo entre ésta y los cuatro elementos de la naturaleza (aquí el viento, dios Eolo), los cuales se conjugaban en el cosmos de manera armoniosa, al igual que los reyes eran la fuerza conciliadora de todos los individuos en la sociedad.
de esta manera se hacían presentes para el pueblo y en tablados u otros lugares de cierta relevancia local el alférez realizaba el ritual de la proclamación: tremolar tres veces el pendón real (elemento de mayor valor icónico en esta clase de fiestas en tanto que símbolo más característico de la realeza castellana) repitiendo la expresión “Castilla, Castilla, Castilla, por el rey nuestro señor”. Tras ello se producía la aclamación popular de acatamiento por el pueblo de la autoridad regia en la persona del nuevo monarca.
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Óleo Anónimo. Museo Municipal de Madrid.
Las proclamaciones reales fueron un rito necesario a través del cual la sociedad civil sancionaba a su nuevo rey y la continuidad de la Monarquía. Toda la ciudad se hacía partícipe de la ceremonia
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Arco de triunfo en la calle Mayor de Madrid con motivo de la entrada real de Carlos III.
Además de estos elementos festivos de gran valor simbólico, las ciudades andaluzas engalanaron en todas las ocasiones las calles por las que pasaba la comitiva.
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realizaron Marbella y Málaga en la proclamación de Carlos IV. Por su parte, la participación de otras instituciones también fue relevante, sobre todo,
El alférez real dio tres vueltas con el pendón
Los retratos reales también aparecieron
de los gremios que en Córdoba organizaron
■ El rito de la proclamación real fue
en los carros triunfales característicos de es-
altares y arcos de triunfo en las diferentes
similar en todas las ciudades
tas fiestas y que solían acompañar la proce-
proclamaciones que celebró la ciudad, o en el
andaluzas y puede seguirse muy bien
sión. Junto a ello otros carros con contenidos
caso granadino la Real Maestranza que orga-
en el siguiente documento procedente
alegóricos sobre las virtudes monárquicas,
nizó fiestas de toros y cañas en la de Fernando
del Archivo Municipal de Córdoba,
como los que pueden verse en la proclama-
VI, o todas las iglesias andaluzas, que colabo-
donde se explica dicho ceremonial:
ción de Fernando VI en Sevilla o combates na-
raron con solemnes celebraciones religiosas
“[...] se asomó [el alférez mayor] por
vales entre moros y cristianos como los que
encaminadas a la loa al nuevo monarca.
estar dos almenas mirando al Campillo, donde estaba la ciudad y grande copia de gente de a pie y a
La celebración de la muerte: túmulos y catafalcos
caballo, y coches con gente, dijo en voz alta las palabras siguientes: oíd, oíd, oíd. Luego el dicho alférez Mayor se asomó a la dicha torre y dijo entre
■ Sin duda alguna, el centro de
otras dos almenas, alzando la voz, las
cualquier rito luctuoso en la Andalucía
palabras siguientes: oíd todos, oíd
de la Modernidad estuvo presidido por
todos, oíd todos, Castilla por el
la presencia de esta clase de
esclarecido y muy poderoso y Católico
arquitectura efímera, en tanto que
rey, don Felipe nuestro señor Tercero
expresión material del ceremonial
de este nombre; Castilla por el
funerario de los reyes.
esclarecido y muy poderoso y Católico
En concreto, éste es el túmulo
rey, don Felipe nuestro señor Tercero
erigido por la ciudad de Granada en 1746
de este nombre; Castilla por el
a la muerte de Felipe V, realizado por el
esclarecido y muy poderoso y Católico
arquitecto Alfonso José del Castillo y
rey, don Felipe nuestro señor Tercero
Puerta.
de este nombre y dichas estas
Mezcla de arquitectura, escultura
palabras respondieron de abajo la
y simbología (o emblemática, como se
ciudad y otras muchas personas, que
denomina por los especialistas),
parecían ser todos los que allí había
destaca en este caso la presencia del
“sea por muchos y muy buenos
esqueleto y las calaveras, ambos
años”; y luego el alférez Mayor
símbolos de la muerte, siempre
enarboló y dio vueltas con el
triunfante sobre cualquier poder
dicho pendón con ambas
terrenal.
manos tres veces [...]”.
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Plano de la Plaza de San Francisco de Sevilla en una corrida de toros y cañas. Año 1730.
lustro (1729-1735) como parte de una cura a
Las entradas reales suponían el momento de mayor proximidad entre el monarca y el pueblo. Después de la boda de Carlos V en 1526 transcurrió medio siglo para la venida de otro monarca: Felipe II
sus continuas depresiones. Sin duda, la característica común a todas estas entradas fue la elaboración de una escenografía de apoteosis, donde el monarca entraba en la ciudad victorioso y glorificado
Los recibimientos o entradas reales.
que visitaron la Andalucía del siglo XVII y
como un emperador de la Antigüedad clási-
También la ciudad es la protagonista de uno
XVIII, Felipe IV en 1624 (como parte de un
ca. Justamente en este periodo es donde en-
de los momentos más intensos y recordados
programa de acercamiento del monarca a su
contraron inspiración las celebraciones que
de su historia como es la visita de los monar-
pueblo orquestado por Olivares); y Felipe V,
se realizaron, la arquitectura efímera levan-
cas a la misma, momento en que se produ-
quien permaneció en Sevilla durante un
tada (sobre todo, arcos triunfales con una
cía el mayor acercamiento entre éstos y su pueblo. De ahí, que estas celebraciones fueran quizá las más espectaculares de todas las que se pueden encontrar en Andalucía.
La representación de los poderosos
Los reyes hispanos visitaron la región a lo largo de la Modernidad en varias ocasio-
■ Un ejemplo del papel de las élites en la
brillantes en que sólo se diferenciaban en
nes: la primera de ellas fue en 1526 con mo-
fiesta puede verse en el siguiente
las figuras y en la botonadura del vestido
tivo de la boda real del emperador Carlos V
documento procedente del Archivo
de dicho señor Alférez Mayor, que era de
en Sevilla, visitando numerosas localidades
Histórico Nacional, donde se describe la
oro con embutidos de diamantes fondos y
entre las que destacan Córdoba y Granada.
posición del corregidor y el alférez mayor
todo este congreso tan lucido, así en sus
No sería hasta 1570 cuando otro monarca
en una comitiva granadina del siglo XVIII:
personas, como en el adorno de los
castellano volviese a la región, y en este caso
“[...] quedando para los últimos el referido
caballos, equipados de costosas y nuevas
con motivo del levantamiento morisco en
Muy Ilustre marqués de Campoverde,
sillas, con sus mantillas, fundas y
las Alpujarras. Así, Felipe II se establecía en
corregidor, y a la derecha el señor Alférez
tapafundas de diversos colores, bordadas
Córdoba y celebraba Cortes en la ciudad para
Mayor cuasi uniformes en los vestidos y
las más de oro y plata y algunas
dar solución a este importante problema,
chupas y también en las joyas
guarnecidas de galones de plata, todos con
visitando también otras ciudades y villas.
costosísimas de diamantes fondos y muy
encintados de color de los aderezos”.
Más tarde, dos fueron los reyes castellanos
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Dibujo de Hieronimus Cock y grabado de Johannes y Lucas van Doetechum. Museo Plantin - Moretus, Amberes.
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La Nave Victoria, parte de la procesión fúnebre de Carlos V celebrada en Bruselas el 29 de diciembre de 1558.
compleja simbología) y las fuentes de las que manaban ríos de vino. En todo caso, lo que hay que resaltar es el mensaje políticopropagandístico: la equiparación del monarca con los héroes de la Antigüedad, cu-
No menos relevante fue la celebración de las honras fúnebres, que proyectaron la suntuosidad a través de una arquitectura efímera como túmulos o catafalcos, que alcanzaron los 45 metros de altura
yas virtudes se atribuían al primero.
Exequias.No menos relevante fue la cele-
Claro está que el lugar de estos rituales
Granada, por ejemplo, se alternó entre la
bración de las honras fúnebres de las perso-
ya no era la ciudad, sino la iglesia o la cate-
Capilla Real y la Capilla Mayor de la cate-
nas reales en Andalucía, las cuales alcanza-
dral, centro de las pompas fúnebres, don-
dral, mientras que en pueblos como Almu-
ron una importante suntuosidad. Ésta se
de imperó un riguroso protocolo y donde el
ñécar, Baeza y Motril lo hicieron en las
concentró, sobre todo, en el túmulo o cata-
ritual estuvo perfectamente codificado. En
iglesias mayores.
falco, la pieza central de toda pompa fúne-
Por último, hay que resaltar otras fiestas
bre. Se trataba de una arquitectura efímera
reales que, aunque celebradas en menor me-
de una importante altura (de entre 12 y 45
Más información
metros), expresión material de todo el ceremonial funerario y centro de todas las mira-
dida, también fueron relevantes en Andalucía. De ellas cabe destacar los cumpleaños de
■ Escalera Pérez, R.
los reyes, el nacimiento de infantes o prínci-
das. Elaborados en materiales perecederos
La imagen de la sociedad barroca andaluza:
pes (que aseguraban la perpetuación de la
estaban recubiertos de pinturas, falsos jas-
Estudio simbólico de las decoraciones efímeras
Monarquía y con ella el orden social) y los em-
pes, alabastros, mármoles y cristales, los
en la fiesta altoandaluza. Siglos XVII y XVIII.
barazos de la reina por los mismos motivos.
cuales les hacían parecer de gran riqueza, a
Universidad de Málaga y Junta de
En definitiva, muchas fueron las ocasiones
los que habría que añadir las esculturas,
Andalucía. Málaga, 1994.
que los monarcas hispanos tuvieron para le-
produciéndose así una reunión de las tres
■ García Bernal, J.
gitimar su posición política, al tiempo que
artes principales en la época (arquitectura,
El fasto público en la España de los Austrias.
para asegurarse el acatamiento de su autori-
pintura y escultura). La iconografía no varía
Universidad de Sevilla. Sevilla, 2007.
dad, justo en un ambiente de excepcionali-
mucho respecto a las anteriores festivida-
■ Torrione, M. (ed.)
dad como es la fiesta que garantizaba la
des, recuperándose aspectos de la antigüe-
España festejante: el siglo XVIII
mejor digestión del mensaje po-
dad clásica, pero aparecen otros elementos
Diputación Provincial de Málaga.
lítico. Así pues, gobierno y
como la muerte, las glorias y hazañas de la
Málaga, 2000.
festejo fueron de la mano en
vida del rey, las calaveras y esqueletos.
la España moderna. ■
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Auto de fe: escenas de poder, circo y escarmiento Sevilla acoge en 1481 el primer ejercicio de la Inquisición española MANUEL PEÑA DÍAZ
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n 1692, a madame d’Aulnoy le sorprendía que “los actos generales de la Inquisición en España, que eran
tenidos en consideración en la mayor parte de Europa como una simple ejecución de criminales, pasaban entre los españoles por una ceremonia religiosa, en la que el rey católico daba pruebas de su celo por la religión”. Por eso los llamaban “autos de fe”. Para los europeos que nos visitaban física o mentalmente, los autos de fe se confundían con la institución que los promovía. A pesar de la asociación que desde fuera se hizo entre el auto de fe y la Inquisición española, los orígenes de esta ceremonia
FIESTAS DE CETRO Y MITRA
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
El auto de fe se ha
mó en los grandiosos autos barrocos de lar-
considerado como una de
ga duración, como el celebrado el 30 de ju-
las ceremonias públicas de mayor impacto en el
nio de 1680 en la Plaza Mayor de Madrid, en presencia de Carlos II y su corte. Los autos de fe pudieron ser vistos desde
Antiguo Régimen, y con
tres posibles ópticas: la jurídica, la contem-
una singular presencia -por
plación directa y la versión impresa. El auto
recurrente- en la memoria
de fe fue el último acto del proceso judicial;
colectiva. Su extraordinario
perceptible a través de la supremacía de los tablados para reos y tribunal, la presencia
éxito supuso uno de los
de la justicia secular y el púlpito o estrado
pilares básicos de la
para lectura de las sentencias.
pervivencia de la Inquisición. Desde los
SIN MANUAL. A pesar de la importancia del evento, la Inquisición nunca elaboró
eran, como los del Santo Oficio, ajenos al
inicios de la Inquisición a fines del
unas instrucciones claras al respecto. Las
ámbito hispano. El ritual ya había sido fija-
siglo XV hasta la abolición del Santo
do por los dominicos franceses a lo largo del
Oficio a comienzos del siglo XIX,
Instrucciones de Valdés de 1561 dejaban al criterio de los inquisidores de cada tribunal la elección de la fecha y la hora, aunque debía ser un día festivo y a hora temprana. A partir de aquí se entendía que prevalecía el criterio de los inquisidores de cada distrito. No existió una planificación normativa, los problemas se resolvieron caso por caso, introduciéndose variaciones en el orden de los actos y en la estructuración del ritual. El auto de fe podía ser contemplado como una representación del Juicio Final. Era esta conciencia de la inevitabilidad del Juicio Final, y no la presencia de los inquisidores, la que generaba temor entre los espectadores, por ello el concepto central del ritual del auto era que la aplicación del dolor corporal podía salvar el alma de la condenación. El auto no provocaba solamente temor, sino también la sensación de estar viviendo un día de Gloria, con una fuerte connotación identitaria: los herejes eran los otros, los equivocados; y como testigos, los verdaderos cristianos eran el nosotros, dispuestos a ejercer la justicia para vencer al mal, o a perdonar si el condenado daba signos de arrepentimiento. En síntesis, ese era el significado del escudo de la Inquisición,
siglo XIV, un solemne acto que culminaba los procesos y se denominaba Sermón Gene-
esta ceremonia se convirtió en el
ral de la Fe. El primer auto de fe de la Inqui-
principal espejo en el que se
sición española se celebró en Sevilla el 6 de
reflejaron no sólo las formas e
febrero de 1481. A partir de esta fecha la cere-
imágenes de la institución, sino
monia y los ritos medievales se fueron remodelando continuamente al introducirse
también las críticas y condenas de
diversos y nuevos elementos externos que le
la represión inquisitorial. Sevilla
otorgaron una dimensión múltiple y polié-
acoge en 1481 el primer auto de fe de
drica. De ese modo, un primigenio acto reli-
la Inquisición española.
gioso de penitencia y justicia acabó siendo una gran y pública fiesta. Se suele considerar el gran auto de mayo de 1559, celebrado en Valladolid para escarmiento de herejes protestantes, el primero de los autos generales de fe en el que el inquisidor general Valdés -ante la voluntad de la Corona de asistir- introdujo una serie de regulaciones que dieron lugar a la gran ceremonia que se consolidó durante la segunda mitad del XVI, se acrecentó durante el Seiscientos en los cada vez más espaciados autos, hasta extinguirse con los últimos autos generales de las primeras décadas del siglo XVIII. La simplicidad y la rapidez con la que se realizaron los primeros autos se transfor-
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El suplicio de Diego Duro (detalle), de Lucas Valdés. Siglo XVIII. Frescos de la Iglesia de la Magdalena en Sevilla.
por un lado la espada, por otro la rama de olivo y en medio la cruz. La mixtificación de las actitudes y los comportamientos, de las prácticas y de las normas en el Antiguo Régimen tienen un
festivo del auto fue, sin du-
En la procesión, los reos desfilaban identificados con sambenitos, capirotes, sogas o bozales en función de sus penas
excelente ejemplo en el auto de fe. Era en
da, el que tuvo mayor trascendencia en tanto que podía ser visto, contemplado e interpretado. Al concebirse el auto ge-
esencia una ceremonia religiosa, ritual y es-
moniales, en sus variados actos programa-
neral de fe como una fiesta por contempla-
pectacular, que en la práctica se convertía
dos, se convirtió a lo largo del siglo XVII en
ción, diferente a la fiesta por participación,
en una extraordinaria fiesta que deambula-
una auténtica fiesta barroca, y como tal
adquirió una extraordinaria importancia la
ba entre el vértice de lo sacro y lo profano,
también fue elaborado y contemplado.
elección del espacio para exaltar el sentido te-
una fiesta multidimensional que era utili-
Como fiesta barroca, en el auto general
zada como un modelo ejemplificador para
de fe se entrecruzaron y complementaron
sa y efectista, necesitaba que fuese am-
mentalizar fieles-súbditos. Era una fiesta
(casi) todas las instituciones, liturgias reli-
plio y abierto como las grandes
jurídica, religiosa y sociopolítica.
giosas y ceremonias seculares, para crear un
plazas. Fue la Inquisición
El auto general de fe como ritual fue ho-
espectáculo lleno de sensaciones y de simbó-
mediocre, la de los autos par-
mogéneo y diverso en sus elementos cere-
licas imágenes. El contenido ceremonial y
ticulares, la que lo redujo a
atral. Un espacio que la Inquisición, ostento-
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El auto de fe fue una ceremonia multidimensional, una fiesta jurídica, religiosa y sociopolítica utilizada como modelo ejemplificador para mentalizar a fieles-súbditos recintos cerrados y sagrados como las iglesias
música, los olores, la misa,
o los claustros.
el sermón, el juramento de
El día antes se hacía público un pregón
los presentes y la lectura de
en el que se convocaba a la población a la pri-
las sentencias era una conti-
mera procesión. En ella desfilaba la cruz
nua apelación a los senti-
verde cubierta por un velo negro (símbolos
dos. Una vez en el tablado se
de esperanza y luto por los pecadores no re-
leían las sentencias y se en-
conciliados) que, junto a los símbolos del
tregaban los relajados a la
Santo Oficio (espada y rama de olivo), ocu-
justicia civil, que los trasla-
paban el altar del auto custodiado durante
daban al quemadero. Se pro-
toda la noche por familiares y soldados.
ducía un receso en el auto
El cortejo era en la práctica una proce-
para el almuerzo de inquisi-
sión general de los religiosos de la ciudad,
dores y autoridades invita-
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de miembros del Santo Oficio y de autorida-
das y, acabada la comida,
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des civiles y nobles. Si el tribunal disponía
los reos que quedaban en el
de la cruz blanca (esplendor de la fe) ésta se
tablado abjuraban. El auto
llevaba extramuros para presidir el quema-
finalizaba con el regreso de
dero, fuese en el Prado de San Sebastián en
la comitiva a las casas inqui-
Sevilla, en el Marrubial en Córdoba o en el
sitoriales.
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Campo del Príncipe en Granada. No existía una normativa común para el
EL QUEMADERO. Las refe-
orden y composición de estos cortejos, lo que
rencias al momento final
dio lugar a numerosos conflictos de protocolo
del relajado, en ocasiones,
para la ubicación tanto en el palenque como
eran omitidas en las noti-
en la gran procesión que comenzaba en la
cias impresas de los autos.
madrugada del día señalado. Acompañados
Fray Pedro de Herrera, autor
por familiares y religiosos, desfilaban los re-
de la relación del Auto cele-
os perfectamente identificados con sambeni-
brado en Córdoba en 1655,
tos, capirotes, sogas o bozales en función de
refiere con detalle la lectura de la sentencia
venientes del concurso, que suelen ser más
sus penas: absueltos ad cautelam, peniten-
y posterior entrega al brazo secular:
feos con las sombras. A esta salieron del ta-
Antiguo acceso al castillo de la Inquisición en Triana.
blado para el suplicio [...].
ciados, reconciliados de levi, de vehementi,
“Serían las diez del día cuando se comen-
relajados (en persona, en estatua y cajones de
zaron a leer las causas de las estatuas relaja-
Y procedidas estas diligencias judiciales,
huesos). La procesión se cerraba con los
das y después de ellas las de los siete relaja-
fueron llevados por el Alcalde Mayor y Mi-
miembros del Santo Oficio y los inquisidores.
dos en persona y se acabaron a las cinco de la
nistros de la Justicia Real, al campo del Ma-
La exaltación del acto mediante la so-
tarde [...] para que así no se ejecutasen las
rrubial, fuera de la Puerta de Plasencia,
lemnidad procesional, las luminarias, la
sentencias de noche, excusando los incon-
donde les esperaba el fuego, para los verdaderamente arrepentidos crisol, para los pertinaces impenitentes ensayo temporal de
Quemadero, leña, garrote...
un fuego eterno. No paso a referir las circunstancias de este horrible espectáculo, por excusar a la relación de algunos borro-
■ El secretario del Santo Oficio Juan
seguida las haga ejecutar, teniendo a este
nes de pesadumbre, inexcusables a la consi-
Antonio Llorente definía en 1817 los
fin preparados el quemadero, la leña, los
deración cristiana, acordándose la conde-
distintos tipos de autos de fe de la siguiente
suplicios de garrote y verdugos necesarios,
nación de algunas almas redimidas con la
forma: “la lectura pública y solemne de los
a cuyo fin se le anticipan los avisos
sangre de Jesucristo. Más desahogado el tea-
sumarios de procesos del Santo Oficio y de
oportunos por parte de los inquisidores”.
tro con la delación de los relajados, se prosi-
las sentencias que los inquisidores
Auto general de fe: “el que se celebra con
guieron las causas restantes hasta las nueve
pronuncian estando presentes los reos o
gran número de reos”. Auto particular de
de la noche”.
efigies que los representen, concurriendo
fe: “el que se celebra con algunos reos sin
todas las autoridades y corporaciones
aparato ni solemnidad de auto general, por
lejos del espacio del auto de fe que continua-
respetables del pueblo, y particularmente
lo que no concurren todas las autoridades y
ba con sus ceremonias, los relajados los su-
el juez real ordinario, a quien entregan allí
corporaciones respetables”. Auto singular
bían al brasero muertos -porque si en el últi-
mismo las personas y estatuas condenadas
de fe: “el que se celebra con un solo reo, sea
mo momento se arrepentían se les aplicaba
a relajación, para que luego pronuncie
en el templo, sea en la plaza pública”.
el garrote vil antes de ser quemados- o vivos,
sentencias de muerte y fuego conforme a
Autillo: “que se celebra dentro de las salas
para ser devorados lentamente por las lla-
las leyes del reino contra los herejes, y en
del tribunal de la Inquisición”.
mas. Unos de los relatos más precisos y es-
Ya en el quemadero, sin inquisidores y
tremecedores sobre la muerte de dos reos
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Auto de Fe de Sevilla de 1660. Óleo atribuido a Francisco de Herrera ‘El Mozo’. Colección particular..
condenados por judaizantes lo escribió Juan
ella y se arrojó del quemadero abajo, y ha-
de los soldados que había en dicho sitio le
José del Castillo, escribano del Ayuntamien-
biéndole vuelto a subir y a exhortar repetía
dio con un cañón de un mosquete en la ca-
to de Sevilla, el 2 de diciembre de 1692. El
llorando como de miedo las mismas pala-
beza y lo atolondró y se volvió a subir y a
portugués Baltasar de Castro resistió a todas
bras, y habiéndole vuelto a arrojar a la ho-
echar en las llamas vivo, siendo las cuatro
los intentos de conversión por parte de reli-
guera con un cordel atado a los pies y estado
de la tarde poco más donde se quemó y con-
giosos de diversas órdenes durante el trayec-
en ella más tiempo de un credo, luego que
virtió en cenizas, las cuales con una pala se
to al quemadero:
se quemó el cordel volvió a salir de ella y a
esparcieron por el aire, durando todo ella
arrojarse del quemadero abajo, donde uno
hasta las dos de la tarde del día siguiente”.
“Y habiéndole pegado fuego a mucha leña que había al pie de dicho palo, luego que se quemaron los cordeles con que tenía atados y afianzados los pies, con un pie se descalzó el otro, y con el otro el otro, y escupió
Preparativos del auto
por dos o tres veces, y por tantas alzó los ojos al sol, buscándolo con algún trabajo porque
■ El ritual del auto se iniciaba con los
numerosos objetos imprescindibles para
iba ya al ocaso por ser las cuatro de la tarde
preparativos que comenzaban, entre ocho
la celebración: sambenitos, insignias,
poco más, y habiéndose quemado los corde-
y quince días antes y excepcionalmente un
impresión de listas de penitentes, leña,
les con que estaba afianzado a dicho palo y
mes, con un pregón público en el que se
velas, cirios, máscaras, estatuas, rótulos
abierto los eslabones de la cadena, cayó sobre
anunciaba la celebración y la concesión de
y, por supuesto, el cadalso. Era
las llamas, donde se acabó de quemar vivo”.
indulgencias por cuarenta días a todos los
imprescindible en un auto general de fe la
asistentes. Se invitaba a las autoridades
erección de una arquitectura ficticia, una
Juan Antonio de Medina, ofreció una ex-
civiles y eclesiásticas y a personas
aparatosa y costosa construcción, un
traordinaria resistencia no sólo a las amo-
distinguidas de la ciudad a participar; la
auténtico escenario teatral donde se
nestaciones de los clérigos, también al fue-
asistencia más deseada era, lógicamente,
realizaba la ceremonia punitiva y donde
go. Al quemársele los cordeles y aflojarse un
la del rey, una presencia que durante la
se situaban los diversos participantes:
eslabón de la cadena cayó al brasero, de don-
larga existencia del Tribunal fue escasa,
reos, jerarquía y funcionarios
de fue recogido y de nuevo exhortado a la
tan sólo asistieron a 10 autos de fe.
inquisitoriales, autoridades, y
conversión, intentó huir pero:
Durante estos días previos se encargaban
fuera del tablado, el pueblo
la preparación y puesta a punto de
contemplando.
Otro portugués relajado por judaizante,
“Lo arrojó el ejecutor encima de la hoguera que estaba ardiendo. Se levantó de
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Ante escenas de esta intensidad sobran discusiones sobre ceremonias y ritos y cobran su verdadera dimensión los discursos sobre tolerancia y respeto. Sin embargo, el reconocimiento de la crueldad no nos exime de precisar cuál fue el espacio del auto de fe, si no corremos el riesgo de que la representación que de la ceremonia ha elaborado la publicística posterior se superponga a la misma realidad del auto. Porque, ¿dónde finalizaba la ceremonia y el ritual del auto? ¿En el cadalso o en el quemadero? ¿La hoguera formaba parte del auto de fe? El ceremonial del auto se expresaba en los espacios de las procesiones de ida y vuelta y en la liturgia, juramentos, protocolos, sentencias y entregas que se realizaban en el tablado. Mientras que los pautados y concordantes actos simbólicos que asociaban el
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auto a una representación del rito de la pe-
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sobre el error, como en el Juicio Final, se
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nitencia y de la victoria eterna de la verdad proyectaban física y temporalmente más allá del espacio concreto del auto. El rito se
Relación manuscrita del Auto de Fe celebrado en Granada en 1653.
recreaba de manera violenta en el quemadero y en los espacios donde días u horas más tarde concluían las penitencias y las humillaciones con la aplicación de las penas menores (exhibición de sambenitos, azotes, traslados a galeras). Para los inquisidores no era suficiente
La ceremonia se convirtió en una representación de la institución desde la segunda mitad del siglo XVII, cuando los autos generales escasearon hasta desaparecer
que los herejes fuesen declarados como tales, también debían ser vistos y reconocidos
del Santo Oficio por controlar las descripcio-
los modelos del siglo anterior, precisamente
como herejes. El auto de fe debía preludiar
nes de lo que acaecía en dichos actos. Con oca-
en el tiempo, que los autos decrecían en nú-
ejecuciones o al menos la ejemplaridad de
sión del auto de fe de 1559 que se celebró en Se-
mero, desaparecían de las plazas y se situa-
los castigos como reparación del orden so-
villa contra los acusados por luteranos “mu-
ban en espacios cerrados como las iglesias o
cial transgredido. De ahí que se confunda la
chos de los presentes iban preparados con pa-
las salas del tribunal. Esta paradójica evolu-
ceremonia de reinstauración de lo vulnera-
pel y tinta para escribir lo que viesen y oyesen
ción se explicaría por la necesidad, no sólo
do que era el auto con el castigo o la ejecu-
pero luego al principio mandaron los Señores
de ensalzar la ceremonia, sino también por
ción que se hacía en el quemadero.
Inquisidores recoger todo lo escrito, y que na-
la voluntad de recuperar y reconstruir la
die escribiese más, y desde entonces se ha
memoria de una ceremonia y un ritual.
Los riesgos de una determinada representación de los autos generales fueron también
guardado esta costumbre”. A partir de estos autos el Consejo de la Su-
CUANTIOSOS GASTOS. La aparatosidad
prema iba a promover la elaboración e impre-
que fueron adquiriendo los autos generales
sión de discursos a posteriori en forma de rela-
de fe condujeron inevitablemente a su deca-
Soneto de Góngora
ciones que permitiese, en principio, al que
dencia y extinción. A lo largo del siglo XVII
había asistido revivir el auto, así como dar a
el ritmo de convocatoria fue ralentizándose.
■ Soneto LXXXVI:
conocer todos los detalles de la celebración al
Si en el siglo XVI en Sevilla hubo un auto ge-
“Bien dispuesta madera en nueva traza
ausente. Pero, es obvio que detrás de esta re-
neral de fe cada dos años e incluso dos el
Que un cadahalso forma levantado,
construcción mental de la parafernalia festi-
mismo año (1573 y 1578), en la centuria si-
Admiración del pueblo desgranado
va se plasmaba la construcción de la represen-
guiente sólo se celebraron cuatro (1604,
Por el humilde suelo de la plaza;
tación, de la imagen poderosa de la Inquisi-
1624, 1648 y 1660). Los cuantiosos gastos que
Cincuenta mujercillas de la raza
ción. Estos impresos propagandísticos y ofi-
ocasionaba su celebración comenzaron a ser
Del que halló en el mar enjuto vado
ciosos contenían una minuciosa y singular
insostenibles, y no sólo para los tribunales
Y la jurisprudencia de un letrado,
descripción de lo ocurrido (preparativos,
pequeños con menores ingresos.
Cuyo ejemplo confunde y amenaza;
procesiones, asistencias, delitos/pecados
De manera irreversible, los autos gene-
Dos torpes, seis blasfemos, la corona
cometidos contra la fe, nombres y apellidos
rales comenzaron a ceder terreno a los autos
De un fraile mal abierta y peor casada,
de los reos, castigos, comentarios apologéti-
particulares, el ceremonial se mantuvo en
Y otras dos veces que él no menos ciego,
cos o edificantes, etc.).
sus aspectos básicos (procesiones, liturgia,
una consecuencia directa del propio interés
La evolución en la producción de estos
lecturas de sentencias) conservando la so-
Encomendados justamente al fuego
impresos fue inversa al proceso que experi-
lemnidad barroca pero con un coste mucho
Fueron al auto de la fe en Granada”
mentaron los autos. Las relaciones se multi-
menor. El Tribunal de Sevilla, que había ce-
plicaron a lo largo del siglo XVIII, copiando
lebrado el último auto general en 1660, re-
Cinco en estatua, solo uno en persona
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R
Más información ■ Domínguez Ortiz, A. Autos de la Inquisición de Sevilla (siglo XVII). Ayuntamiento de Sevilla. Sevilla, 1981. ■ Maqueda, C. El auto de fe. Istmo. Madrid, 1992. ■ Moreno, D. La invención de la Inquisición. Marcial Pons. Madrid, 2004.
Archivo Municipal de Sevilla.
tas declaraciones de que toda la Iglesia de-
Grabado francés con el Castillo de la Inquisición al fondo desde la Torre del Oro. Año 1715.
pendía para su existencia del Tribunal. Así se hizo en Granada, en Córdoba o en Sevilla. La Inquisición entendió como un hecho festivo el auto de fe, y a partir de esta consideración lo utilizó como instrumento de propaganda, de ostentación y de catarsis social, como una manifestación evidente del poder inquisitorial, una forma de memoria institucional al tiempo que de fijación de la memoria colectiva. Esta extraordinaria expresión
conocía en 1729 que sus ceremonias habían
nización de San Juan de Dios. Antonio de Ga-
institucional y ritual fue esencialmente una
perdido el respeto del pueblo. No podía com-
dea, autor de su relación, lo explicó por “mis-
ceremonia punitiva en la que se escenifica-
petir con las exhibiciones públicas de la Au-
teriosa concurrencia que acumuló el cielo a
ron los mecanismos de conservación del or-
diencia y de las autoridades civiles, e inclu-
las fiestas de su Canonización, para más en-
den establecido, y que como ocurría con otras
so con los brillantes desfiles procesionales
grandecerlas”.
ceremonias festivas y públicas fue un vehícu-
En las celebraciones de beatificaciones o
lo para la defensa de una serie de principios
La Inquisición ceremonial se diluyó ante la
canonizaciones la Inquisición participó, por
que se movían entre lo político, lo social, lo
imperiosa necesidad de mantener la Inquisi-
diversas razones, activamente. Las fiestas
religioso y lo ideológico.
ción cotidiana que castigaba los delitos más
que celebraron la canonización de Fernando
Fiestas que no tuvieron únicamente como
comunes o de divulgación improcedente. Así,
III en 1681 fueron organizadas en Granada y
objetivo último y principal el mantenimien-
en los autillos que se convocaban en las salas
en Córdoba por la Inquisición y no por la Ca-
to del orden dentro de la sociedad estamen-
del tribunal se leían las sentencias de delitos
tedral -como en Málaga o en Sevilla-.
tal, sino que fueron también disputados es-
del Corpus Christi o de Semana Santa.
como las proposiciones, las solicitaciones de
El 17 de septiembre de 1664 se conmemoró
pacios donde se expresaron las tensiones que
clérigos o las condenas a personajes relevan-
la beatificación del inquisidor aragonés Pe-
libraban entre sí los poderes, con la premisa
tes, como fue el caso de Olavide en 1778.
dro de Arbués. Dichas fiestas fueron aprove-
de la obsesión por representar continuamen-
Pero, el auto no fue el único vehículo fes-
chadas para relanzar la debilitada imagen de
te las legitimaciones y la autonomía del po-
tivo a través del cual la Inquisición hizo evi-
la Inquisición, convirtiéndose en manifies-
der inquisitorial. ■
dente su estrategia por mostrarse, por reiterar su imprescindible existencia para la defensa de la verdad religiosa frente al error. Ante la dificultad de mantener el costosísi-
Crónicas y relatos
mo ceremonial y ante los problemas de protocolo y juramento que reiteradamente ma-
■ Las lecturas de las sentencias estaban
en la misma ciudad: “desahogado el teatro
nifestaban las autoridades civiles y eclesiás-
perfectamente ordenadas, así se
con la delación de los relajados [entregados
ticas antes y durante la celebración de los
abreviaban o extendían con el fin de
a la justicia civil para ser quemados], se
autos, el Santo Oficio optó por diversificar
aliviar la excesiva tensión que podía crear
prosiguieron las causas restantes hasta las
esfuerzos propagandísticos y adaptarse a las
la tragedia de las ejecuciones, que en esos
nueve de la noche, dando un postre preciso
nuevas tendencias disciplinantes y cristia-
momentos ocurría en el quemadero. En el
con una Margarita Ramírez, alias del
nizadoras que se imponían en siglo XVII y
auto cordobés de 1655 “a las cuatro de la
Espíritu Santo, célebre beata, cuya
tenían su reflejo en el hecho festivo.
tarde remitidos los Relajados y Estatuas
hipocresía perniciosa, fue para los
[al quemadero], quedaban muchas
circunstantes, a un mismo tiempo
CANONIZACIÓN. En este continuo proceso
causas, y porque día de tanto lucimiento
escándalo y sainete, irrisión y risa, pues ya
de readecuación y reubicación de la Inquisi-
no mendigase horrores en la noche, se
se sabe que los embustes de las personas
ción podemos encontrar autos de fe que
fue abreviando con los Procesos, al sonoro
de este género, son la chanza del
acompañaron o coincidieron con fiestas de
precepto de una Campanilla”. Más
pueblo, con que respira la
canonización, como el celebrado en Granada
explícita fue la Relación del auto de 1665
gravedad de un Auto”.
el 7 de octubre de 1691 con ocasión de la cano-
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La villa de Sanlúcar de Barrameda, capital del ducado Medina Sidonia, fue la residencia de la familia señorial de los Guzmanes desde que en 1297, el rey Fernando IV la concediese a Guzmán el Bueno. El que puede considerarse como el linaje más poderoso de la Andalucía Occidental transformó esta villa a lo largo de los siglos XIV y XV en uno de los puertos más importantes de la Baja Andalucía, después del de Sevilla y Cádiz. En el puerto sanluqueño, del que saldría Colón en su tercer viaje, recalaban todos los navíos que hacían la ruta hasta el Estrecho.
Los Medina Sidonia hacen de Sanlúcar un emporio portuario El puerto sanluqueño controló el comercio a fines de la Edad Media ALFONSO FRANCO SILVA
AH
UNIVERSIDAD DE CÁDIZ
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A
fines de la Edad Media, Sanlúcar era un gran centro portuario en el que recalaban todos los navíos que
hacían la ruta internacional del Estrecho. De aquí saldría Colón en su tercer viaje. Unos años antes la conquista de Melilla en 1497, llevada a cabo por un capitán del duque de Medina Sidonia, Pedro de Estupi-
EL DUQUE DE MEDINA SIDONIA ERA EL GRAN BENEFICIARIO DE LA ACTIVIDAD COMERCIAL PORTUARIA DESDE SANLÚCAR DE BARRAMEDA
cargo de una tripulación que variaba según el tonelaje y la calidad de los mismos. La tripulación de las naves era contratada por los maestres nombrados directamente por el duque que las mantenía y les pagaba un sueldo mientras duraba la travesía que debían realizar. Por lo general, un maestre cobraba 3 ducados al mes, el piloto y el escribano dos ducados cada uno.
ñán, se tradujo en un incremento notable de las actividades comerciales de este puer-
El duque tenía obligación, por estar a su
to, puesto que de él van a salir numerosos
cargo la tenencia de la ciudad, de aprovisio-
barcos cargados de toda clase de productos
veía llegar casi diariamente, y al mismo
nar a Melilla de toda clase de productos que la
destinados al avituallamiento y al abasteci-
tiempo veía salir con la misma prontitud
población militar necesitase. Melilla recibía
miento de las gentes que irán a vivir a esa
con la que arribaba.
hacia 1525 unas tres o cuatro naves que el duque le enviaba. Así pues, alguno de esos bar-
ciudad africana. La apertura del comercio americano, en los primeros años del siglo
EL COMERCIO EN EL PUERTO. El comer-
cos antes mencionados se destinaban al ser-
XVI, hará de Sanlúcar un puerto de carga,
cio sanluqueño se realizaba por vías funda-
vicio anual de esta ciudad. Cuando alguna de
descarga y depósito de mercancías, que lue-
mentalmente marítimas. Las vías terres-
estas naves se hallaba en otro lugar, y en Me-
go remontarán el Guadalquivir en navíos de
tres, los caminos, se utilizaban para un co-
lilla se necesitaban con urgencia provisiones,
menor calado. A Sanlúcar llegarán produc-
mercio de menor radio y volumen, de ma-
el duque se veía obligado a arrendar otras em-
tos de los más diversos lugares, algunos de
nera interlocal e incluso interregional. El
barcaciones que no eran de su propiedad.
ellos se venderán en el mercado de la villa y
duque de Medina Sidonia intervenía perso-
de otras villas próximas, pero el grueso prin-
nalmente en los negocios mercantiles a tra-
Y DE MELILLA A CAZAZA. Esta fortaleza
cipal de este comercio, apenas pasados unos
vés de sus naves y carabelas. En 1526 el du-
norteafricana y su personal militar depen-
días, saldrá con rumbo a Sevilla. De Sanlú-
que poseía siete barcos: tres galeones y cua-
día también del duque que había recibido el
car se exportarán, unas veces por tierra pero
tro carabelas. Estas embarcaciones se fleta-
título de marqués de Cazaza. Los navíos de
casi siempre por mar, diversos productos de
ban directamente por el duque, que las car-
los Guzmanes se encargaban también de su
la zona, especialmente el atún procedente
gaba de atún cuando se le solicitaba este
aprovisionamiento. El cargamento que se
de las almadrabas de Conil y Zahara. De to-
pescado en puntos muy alejados de la pe-
destinaba a estas dos ciudades procedía en
das formas, la condición de puerto de escala
nínsula. El destino de estas naves era siem-
parte de Sanlúcar, pero era en general Mála-
de los navíos será la causa de que los produc-
pre el mismo: Barcelona, Valencia, Melilla
ga la que enviaba al puerto de la villa el tri-
tos que permanezcan en el pueblo para ser
y varias ciudades italianas. Estos barcos,
go, la cebada y los lienzos.
objeto de venta constituyan una pequeñísi-
que han sido estudiados por Moreno Ollero
Al puerto de Sanlúcar llegaban o salían
ma parte de ese gran comercio que Sanlúcar
en un artículo publicado en ‘Gades’, iban a
mercancías con destino a un tráfico de me-
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Vista de Sanlúcar de Barrameda de J. Wyngaerde. Hacia 1560.
nor radio. Así, barqueros sanluqueños y
Los dos únicos productos que en estos
chipioneros transportaban a sueldo del du-
años constituían objeto de gran comercio
que todo tipo de mercancías en sus peque-
eran el atún y el vino. Los libros de cuentas
ñas o medianas embarcaciones: madera y
de la casa ducal son muy parcos a la hora de
toneles con destino a las almadrabas de Co-
ofrecer información sobre la exportación de
nil y Zahara, cebada y trigo con esa misma
vinos. Sabemos que se enviaban botas de
dirección y también hacia Vejer y hacia Cá-
vino a las almadrabas de Conil y Zahara y
diz, atún procedente de Conil y Zahara,
que se exportaban algunos toneles hacia
grana de Chiclana, etc. Todo un pequeño
Melilla y Cazaza, pero desconocemos el vo-
mundo variopinto de gentes de la mar que
lumen de esta actividad y los beneficios que
iban de un lado hacia otro buscando su sus-
reportaba.
A COMIENZOS DEL XVI, SE EXPORTABAN HACIA ITALIA Y LA COSTA LEVANTINA, MÁS DE 600 BARRILES CARGADOS DE ATÚN PROCEDENTE DE ZAHARA Y CONIL que se hallaban los atunes, otros que los cor-
tento, luchando contra el oleaje y termi-
Más informados en cambio nos halla-
taban y desangraban, y, por último, aque-
nando por naufragar en numerosas ocasio-
mos sobre la exportación del atún de las al-
llos que se encargaban de salarlos y meterlos
nes. Así, en 1528, un barco con destino a
madrabas de Conil y Zahara. Todos los años
en barriles para su venta. En 1528 había en
Melilla naufragó a poco de salir de Sanlú-
por julio criados y agentes del duque prego-
las almadrabas de Conil un total de 225 per-
car. Otro que iba hacia Barcelona fue apre-
naban por los pueblos andaluces y extreme-
sonas más o menos fijas. Las de Zahara te-
sado por los franceses que capturaron su
ños la venta del atún, una vez que se había
nían un número similar de gentes, aunque
cargamento; finalmente en 1522 un ber-
capturado durante los meses de mayo y ju-
capturaban menos atunes que las de Conil:
gantín fue robado y abandonado por su tri-
nio. Sevilla era la ciudad andaluza que más
eran aproximadamente 200 hombres los
pulación.
atún adquiría. El duque, por su parte, obse-
que la servían.
quiaba todos los años con varias piezas de
La preparación y comercialización del
ATÚN Y VINO, PRODUCTOS ESTRELLA.
atún a los monasterios y conventos de sus
atún llevaba consigo a su vez dos tipos de ac-
El Guadalquivir constituía la vía por exce-
dominios, así como a sus familiares y cria-
tividades muy relacionadas con su venta: la
lencia de una buena parte de los intercam-
dos. El duque de Medina Sidonia poseía al-
construcción de toneles para depositar las
bios comerciales entre Sanlúcar y Sevilla.
madrabas en Conil y Zahara, dos grandes
piezas que se destinaban a mercados más o
Ignoramos todavía hoy el volumen total de
empresas en las que trabajaba un elevado
menos lejanos, y la compra de sal para sala-
este comercio, pero sabemos que embarca-
número de personas dedicadas a recoger el
zonarlas a fin de que se conservasen en buen
ciones procedentes de Sevilla llevaban a
atún y prepararlo. Todos estos obreros, en su
estado. Los toneleros de Sanlúcar llevaban a
Sanlúcar trigo, especialmente en los años
mayoría jóvenes dotados de gran resistencia
cabo la construcción de numerosísimos ba-
de escasez de 1521 y 1522, confituras, ropas,
física, eran contratados cada año por los
rriles y barriletes que, una vez elaborados,
calzados, jabón y otros productos con desti-
agentes ducales que se encargaban de darles
los esclavos del duque se encargaban de lle-
no al mercado de la villa o a la despensa de la
comida y salario. Todos los años por los me-
narlos de atún, los transportaban al puerto
casa ducal. Y viceversa, algunas carabelas
ses de junio y julio la “chanca” de Conil se
y los cargaban en los barcos. Los esparteros
salían anualmente con destino a la urbe
animaba extraordinariamente con la pre-
sanluqueños eran también imprescindibles
hispalense cargadas de aceite, vino, atún,
sencia de muy diversas gentes: hombres
en las almadrabas, pues ellos se encargaban
lenguados, acedías, ostras y congrios.
que tiraban de la cuerda de las redes en la
de hacer las cuerdas necesarias para tirar de
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47 las redes. Los administradores del duque
la venta del atún, directamente o a través de
na, bizcocho, etc. Desde el puerto de Sanlú-
procedían también a comprar arcos y argo-
mercaderes especializados que les espera-
car se exportaba también grana, procedente
llas para los barriles.
ban. Los mejores mercados fueron siempre
de Chiclana.
Así pues, el atún constituía un negocio
los italianos, en concreto las ciudades de Cá-
Por lo que respecta al comercio de impor-
magnífico para el duque, pero también da-
gliari, Nápoles y Livorno. A estas tres ciuda-
tación, Sanlúcar era deficitaria en algunos
ba trabajo a numerosas personas de los más
des llegaban todos los años con regularidad
productos de primera necesidad, como el
variados oficios y menesteres. Aún más, los
un buen cargamento de atún.
trigo y que, como hemos indicado antes, se
salineros de Sanlúcar, del Puerto de Santa
Los barcos sólo transportaban atún, al
solía traer de las villas próximas y de los es-
María y de Cádiz conseguían también pin-
menos esto es lo que se deduce de una lectu-
tados del duque en Huelva. Este problema
gües beneficios al vender grandes cantida-
ra detenida de los libros de cuentas. No hay
se agravaba cuando había que aprovisionar
des de sal al duque. La mayor parte de la sal
ninguna mención sobre otros productos co-
con cierta urgencia Melilla. Por ello no debe
procedía del Puerto de Santa María. Tam-
merciales que pudiesen llevar también esas
extrañarnos que casi todo lo que consumía
bién venía sal de Cádiz pero en menor canti-
embarcaciones. Por otra parte, conviene de-
esta última ciudad procediese de Málaga.
dad. Por su parte las salinas de Sanlúcar en-
cir que había dos clases de atún: el fresco y
Melilla hacia 1525 recibía trigo de Vejer y de
viaban de vez en cuando este producto a Co-
salado que, según Ladero, correspondía al
Málaga, alpargatas, habas, garbanzos, vi-
nil y Zahara, a través de pequeñas barcas cu-
atún blanco, y la mojama de atún que sería
nagre, vino, aceite de Trebujena, arroz, se-
yos propietarios se beneficiaban también de
el atún badán del que hablan los libros de
bo, cuero, almendras, azúcar, miel y cera de
este importantísimo comercio.
cuentas y que era bastante más barato que el
Almonte, tocinos y quesos de Vejer, sába-
anterior.
nas... Todos estos productos salían anual-
El atún se exportaba hacia muy diversos lugares. Los mercados más importantes
La isla de Tenerife también recibía barri-
fueron Barcelona, Valencia, Tarragona y las
les de atún, así como otros productos proce-
ciudades del sur de Italia. Es imposible cal-
dentes de los estados del duque: trigo, hari-
El duque de Medina Sidonia era el primer vecinos de la villa, pero siempre a niveles
los libros de cuentas. Una vez examinada
Más información
mucho más modestos que su señor. La venta del atún de sus almadrabas y las rentas
gado a la conclusión de que, a comienzos del siglo XVI, serían más de 600 barriles gran-
cos con dirección a Melilla. beneficiario de este comercio, también los
cular la producción anual de atún a través de con minuciosidad la documentación, he lle-
mente del puerto de Sanlúcar en varios bar-
■ Ladero Quesada, M.A.
del almojarifazgo y aduana constituían una
des cargados de atún los que se exportaban
Andalucía a fines de la Edad Media.
magnífica fuente de ingresos para la casa
anualmente hacia esos lugares. Ladero por
Estructuras, valores, sucesos.
ducal. Según Ladero, hacia 1540, la venta
su parte calcula que hacia 1540 la produc-
Universidad de Cádiz.
del atún proporcionaba al duque de 20.000 a
ción anual oscilaba entre 40.000 y 60.000
■ Moreno Ollero, A.
30.000 ducados anuales. El atún era, por
atunes. Barcelona es la ciudad que mayor
Sanlúcar de Barrameda a fines de la Edad
tanto, el principal artículo de exportación
número de atunes recibe, seguida de Valen-
Media.
del puerto sanluqueño. Por su parte la renta
cia, Tarragona, Alicante y Cartagena. Los
Diputación provincial de Cádiz.
de la aduana o almojarifazgo dejaba a la ha-
barcos, antes de llegar a la ciudad condal,
Cádiz, 1983.
cienda ducal, hacia 1511, unos ingresos de
recalaban en esos puertos y allí procedían a
1.812.500 mrs. ■
Durante el Antiguo Régimen, se consideraba necesaria la intervención del gobierno municipal en el abastecimiento de las ciudades. Este fenómeno, común no sólo en España sino en la mayor parte de Europa, consideraba que una ciudad bien gobernada era una ciudad bien abastecida. El poder municipal regulaba la subida de los precios a causa de las malas cosechas a cambio de obtener beneficios de estos circuitos comerciales. El control de pesos y medidas, la policía de mercados y los impuestos de consumo sentaban las bases de la economía de la época.
Primeras fricciones del poder público con el libre mercado El Concejo municipal de Sevilla regulaba el mercado de abastos GREGORIO GARCÍA-BAQUERO
AH
CATEDRÁTICO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
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D
esde los siglos medievales, las autoridades municipales habían asumido, entre otras competencias, la de ase-
gurar el abastecimiento y regular todo lo referente a la producción y venta de artículos garantizando, especialmente, el buen funcionamiento del mercado urbano en todas sus formas.
EL PODER MUNICIPAL PROCURÓ SATISFACER LAS NECESIDADES ALIMENTICIAS DE LOS CIUDADANOS A LA VEZ QUE EXTRAER INGRESOS DE ESTAS TRANSACCIONES
controlados por cierto, sobre todo en lo referente a productos de consumo cotidiano. LA POLICÍA DE MERCADOS. Para la regulación y el buen funcionamiento del mercado, el Concejo había establecido diversas misiones repartidas entre los regidores de la ciudad, entre las que destacan varias figuras.
Los gobiernos de todos los países y de todas
De un lado, estaban los alcaldes mayores,
las épocas, de una manera más compleja o
a quienes competía poner los precios a las
más simple, de un modo más tácito o más ex-
mercaderías, dar los patrones y las medidas y
plícito, se preocuparon por atender la necesi-
cuidar de que los productos necesarios para el
dad de alimento de los súbditos o ciudadanos.
mantenimiento y los artesanales no sufriesen alteraciones, misión para lo cual contaban
La organización y el mantenimiento del orde un avituallamiento suficiente y a justo pre-
también con el auxilio de los almotacenes.
Como la tranquilidad y la resignación
cio. Los gobernantes pusieron su atención en
Los fieles ejecutores eran miembros del con-
de las masas precisaba y precisa de una mí-
procurar que el pueblo estuviera bien abaste-
cejo que recibían este nombre por estar obli-
nima seguridad sobre su subsistencia, los
cido de todos los medios necesarios para la
gados a guardar fidelidad en la misión que
gobiernos han tratado siempre de paliar
manutención de la vida. De acuerdo con la
se les había confiado. Aunque aparecieron
los grandes desequilibrios y desigualdades
mentalidad de la época una ciudad bien go-
en tiempos de Alfonso XI, los fieles no tu-
existentes en la sociedad a fin de preservar
bernada era, ante todo, una ciudad bien abas-
vieron carácter definitivo hasta el reinado
el orden público, sin olvidar que a mayor
tecida. Esta preocupación, al inicio de los
de Juan II. Unas veces fueron siete y otras
tamaño de una colectividad mayor es el pe-
tiempos modernos, se situaba dentro de la lí-
cinco. Con los Reyes Católicos volvieron a
ligro de agitación popular ante la escasez.
nea tradicional del “buen gobierno” que ya
ser siete (seis y un teniente): dos por los
Durante el Antiguo Régimen se considera-
existía en la Edad Media, exponente de una
veinticuatros, dos por los jurados y dos por
ba necesaria la intervención municipal en el
economía de corte paternalista que, a su vez,
los ciudadanos, más un representante real,
abastecimiento de las ciudades, reclamada,
también entrañaba intereses concejiles de ín-
así perduró en el siglo XVI.
por una parte, por las clases populares y, por
dole tanto política como económica.
den social requiere estómagos satisfechos.
Los fieles eran siempre representantes
otra, promovida por las oligarquías munici-
El poder municipal trataba de controlar los
del principio de equidad. Entre sus compe-
pales. Este fenómeno no era exclusivo de Es-
desequilibrios producidos por las malas cose-
tencias, muy variadas, destacaba la vigi-
paña, sino generalizado en la mayor parte de
chas u otros infortunios, procurando evitar el
lancia de los mercados y de la actividad
Europa.
encarecimiento de los precios, pero, en con-
mercantil. Controlaban los pesos y medi-
El pueblo esperaba de las autoridades mu-
trapartida, buscando también extraer ingre-
das. Además de ello ponían el precio a de-
nicipales que éstas le brindasen la seguridad
sos de estos circuitos comerciales, bastante
terminados productos.
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49 Panorámica de Sevilla en el siglo XVI atribuida a Sánchez Coello que se encuentra en el Museo de América de Madrid.
Los almotacenes, cuya misión era la fiscalización de los patrones de pesos y medidas, al objeto de mantenerlos inalterables. Su principal misión consistía en contrastar los pesos y medidas que se usaban en la ciudad, pero estaban también revestidos del carácter de inspectores de mercado, ejercían la vigilancia sobre los vendedores y los oficios manuales y tenían
LA ALTERACIÓN DE LOS PESOS Y LAS MEDIDAS PODÍA SER CASTIGADA CON LA PENA MÁXIMA, SEGÚN SE RECOGE EN LAS ORDENANZAS DE LA CIUDAD
nanzas de la ciudad:“qualquier que falsare las pesas, y las medidas que llevare del fiel afinadas, y selladas, como dicho es, que le maten por ello”. IMPUESTOS SOBRE ARTÍCULOS DE CONSUMO. Sevilla contaba, para atender a los asuntos de su competencia, con una amplia
autoridad para poner multas en lo concer-
autonomía económica. Disponía de hacienda
niente a sus funciones cobrando una parte de
propia, constituida por los bienes de perte-
ellas. También intervenían cuando las labores
nencia municipal y por los ingresos proceden-
de los menestrales (alfarería, cueros, trape-
tes de rentas, tasas, arbitrios, multas y dere-
ros...) no estaban debidamente ejecutadas.
chos de diversa índole que el Concejo imponía por determinadas razones, especialmente por
Los alamines intervenían, especialmente, en las cuestiones relacionadas con la harina y los atahoneros. La fabricación de la harina,
Más información
muchos de ellos se cobrasen en las puertas de la ciudad.
en sus distintas clases, y la cocción del pan, estaban sometidas a una reglamentación mi-
la entrada y tráfico de mercancías, de ahí que
■ García-Baquero López, G.
El municipio gestionaba también las ren-
nuciosa. Correspondía a los alamines poner el
Sevilla y la provisión de alimentos en el siglo
tas de la Corona, que suscitaban múltiples in-
precio al pan y a la harina, dar la pesa del pan
XVI. Abastecimiento y regulación del
tereses particulares. Estas codiciadas rentas
a las panaderas y señalarles el peso del que és-
mercado por el Concejo municipal en la Sevilla
eran, fundamentalmente, el almojarifazgo y
te debía ser hecho.
del siglo XVI.
las alcabalas.
Diputación provincial de Sevilla. PESOS Y MEDIDAS. Los patrones estaban en
Sevilla, 2006.
Los reyes cristianos habían heredado de los árabes la institución de los derechos adua-
manos de dos fieles: uno custodiaba los pesos
■ Collantes de Terán Sánchez. A.
neros, que en la España musulmana se cono-
y otro las medidas. Todas las pesas y balanzas
Los mercados de abasto en Sevilla:
cían con el nombre de almojarifazgo y regían
para vender y comprar que hubiere en la ciu-
permanencias y transformaciones, siglos XV
tanto para los géneros que entraban como pa-
dad y en su término habían de ser afinadas
y XVI.
ra los que salían del país, manifestación clara
por el fiel que tenía los patrones de las pesas,
HID, 18. Sevilla, 1991.
del sentido protector de la riqueza nacional
selladas con el sello del Concejo y del fiel que las afinare. La alteración de las pesas y medidas, ya afinadas por el fiel, podía ser castigada con la pena máxima, pues, según se lee en las Orde-
■ Carmona García, J.I.
imperante por entonces. El derecho de almo-
Crónica urbana del malvivir (S XVI- XVII).
jarifazgo fue conocido también como diezmo
Insalubridad, desamparo y hambre en Sevilla.
de la mar, y consistía en pagar un gravamen o
Sevilla, 2001.
tanto por ciento que había de satisfacerse a la hacienda real de todas las mercancías que en-
LA ALCABALA Y EL ALMOJARIFAZGO FUERON LOS DOS IMPUESTOS MÁS COMUNES QUE GRAVABAN LOS ARTÍCULOS DE CONSUMO EN LA ÉPOCA
Sevilla en el siglo XVI
AH ABR 2008
50
■ Sevilla siempre ha estado vinculada a
y el Puerto o Muelle de las Muelas. En el
su río, a través del cual y desde los
siglo XVI el estuario hispalense ofrecía
tiempos más antiguos se ha conectado
una febril actividad, cargando y
con el mundo. El grabado permite ver el
descargando mercancías provenientes o
espacio operacional comprendido entre
destinadas a los puntos más remotos.
la Torre del Oro y el puente de barcas. En
Fue esto lo que inspiró las palabras de
la zona del Arenal se hallaban el Muelle
Lope de Vega: “Lo que es más razón que
de la Aduana, el del Arenal y el del
alabes es ver salir de estas naves tanta
Barranco, mientras que en la ribera
diversa nación”. Toda esta arena es
trianera estaba el Muelle de Camaroneros
dinero. Un mundo en cifras retara”.
trasen o saliesen de cualquier puerto, y cuyo
todas las operaciones de compraventa lleva-
sólo gozaba de la exención de impuestos, si-
monto variaría a lo largo del tiempo y según
das a cabo en el mercado; del viento, aplicada
no que trató de apoderarse muchas veces de
los diferentes productos.
a las mismas operaciones cuando eran reali-
las principales fuentes de recaudación, so-
Por su parte, la alcabala era un impuesto
zadas por forasteros, y de alta mar, cuando se
bre todo en los siglos XIV y XV.
que gravaba en un tanto por ciento las cosas
trataba de artículos extranjeros en puertos se-
muebles, inmuebles y semovientes que se
cos y mojados.
La alcabala era mucho más eficaz que el almojarifazgo, pues, a diferencia de éste,
vendían o permutaban. Se conocieron tres ti-
Esta clase de gravamen fue detentado
ya no se cobraba en función de derechos fi-
pos principales de alcabala: la fija, aplicable a
fundamentalmente por la nobleza, que no
jos, sino proporcionalmente al precio del producto. Se centró sobre la producción artesanal y el comercio, ya que era pagada por el productor o vendedor y no por el comprador o consumidor, imponiéndose para ello precios fijos de venta y descontándose la imposición directamente de la ganancia del vendedor. Las rentas de las alcabalas, como las de almojarifazgo, se solían arrendar por el sistema de encabezamiento. BIENES PROPIOS DEL CONCEJO. Una de las mayores fuentes de ingresos ordinarios con los que contaba la hacienda municipal hispalense en los tiempos modernos la constituían los bienes de propiedad municipal. Aunque estos bienes podían estar bajo el estricto control de la ciudad por administración directa, en fieldat (custodia), lo más frecuente era cederlos en arrendamiento, en función de las ne-
Detalle de la fachada del Ayuntamiento de Sevilla, obra del maestro mayor Diego de Riaño.
cesidades de la ciudad.
EL CONCEJO CONSIGUIÓ MANTENER EL ABASTO DE LA CIUDAD EN UNOS NIVELES NORMALES PARA LA ÉPOCA AUNQUE PRONTO REVELÓ PROFUNDOS FALLOS
Edificio del cabildo hispalense ■ En un principio, el cabildo municipal
las obras de las nuevas casas
no tenía un lugar fijo para celebrar sus
capitulares, inmediatas al convento de
sesiones, por lo que se veía obligado a
San Francisco, en el sitio donde se
reunirse en lugares diferentes
hallaban las antiguas lonjas de la
(convento de San Francisco, Catedral,
pescadería. A instancias de los Reyes
Alcázar o San Miguel). En el siglo XIV se
Católicos, se habían mudado en 1493 a
estableció en el llamado Patio de los
unas naves de las reales atarazanas, con
Olmos, al pie de la Giralda, en lo que es
objeto de darle mayor amplitud a la
hoy pórtico de la catedral llamado
plaza y evitar al pueblo los malos olores
Puerta de los Palos. En 1527 se iniciaron
que su actividad originaba.
AH ABR 2008
51
Según las ordenanzas de la ciudad, entre
manda de la población, para lo cual dicta-
de grandes esfuerzos, revelando en su ac-
las cosas que solían andar en arrendamiento
ba normas que regulaban el comercio de
tuación profundos fallos estructurales y
para los propios de Sevilla se hallaban:
los alimentos, velaba por su cumplimien-
carencias, obrando de forma poco previso-
to y establecía mecanismos correctores.
ra y muchas veces descoordinada, y te-
En primer lugar, las blancas y suelos de la alhóndiga; la alcabala de la harina, la alcaba-
El Concejo hispalense durante el siglo
niendo incluso que recurrir, en numero-
la del pan y semillas; los quartillos del pan de
XVI consiguió, en general, mantener el
sos casos, a la improvisación, lo que oca-
Alcalá de Guadaíra; los molinos: el de la Cruz,
abasto de la ciudad en unos niveles nor-
sionaba la pérdida de importantes sumas
el de Cobayuela, el del Pico, el de Azembril, el
males para aquella época, pero ello a base
de dinero. ■
del Albacín, el de la Jara, el de Torreblanca, el del Tejadillo, el del Zahorí, el de Alhavara, el del arrabal de Alcalá de Guadaíra; así como el quartillo de los molinos de Huezna. En segundo lugar, se encontraban las tablas de la carnicería; el almotacenazgo del pescado; el lavar la sardina; las doce tiendas grandes de la pescadería; las dieciseis tiendas pequeñas; el rincón de la red de la pescadería; los once soberados de las pescaderías. Y por último, las arrobas del vino; los almudejos; las tabernas de Sevilla: las doce viejas y las diez nuevas, así como la tercia parte del vino descaminado; las salinas de Braynes y las de Valcargado. Aparte de ello, la ciudad arrendaba otros bienes de propios como las sombras y banastas de San Salvador, San Isidro, la Feria o el jabón de Alcalá de Guadaíra. El Concejo municipal, por tanto, era el organismo encargado de atender la de-
Pedestal de la estatua de Hércules que se encuentra en la Alameda.
La presencia de extranjeros en la Sevilla del Antiguo Régimen viene a confirmar la tendencia natural de la población a desplazarse a los lugares donde se presentan mejores perspectivas socio-laborales. Convertida en el núcleo político y económico de la Carrera de Indias, la ciudad hispalense tuvo que afrontar posteriormente duras condiciones económicas, sanitarias e incluso climatológicas. Llegaron portugueses, esclavos africanos, italianos, ingleses y alemanes pero, en su mayoría, los inmigrantes llegaron del otro lado de los Pirineros: de Francia.
Jean Pierre se fue a Sevilla Inmigrantes extranjeros en la Sevilla del Antiguo Régimen ADELA MARISCAL GALEANO Y Mª DOLORES NARANJO CABEZAS HISTORIADORAS
AH ABR 2008
52
L
dió en el caso de la inmigración francesa y
a Sevilla de los siglos XVI y XVII atra-
El perfil demográfico de la ciudad de Sevilla
portuguesa, principalmente.
que no sabían esos inmigrantes eran las di-
■ Hacia 1530, Sevilla tenía 6.634
palmente, aunque también encontramos afri-
ficultades que iban a encontrar en su afán
vecinos pecheros, 2.229 viudas, 66
canos (esclavos en su mayoría), italianos, in-
por sobrevivir en una ciudad que, en un pri-
menores con casa abierta, 74 pobres
gleses y alemanes, entre otros.
mer momento actuó como imán, pero pos-
y 79 exentos.
teriormente tuvo que afrontar serios proble-
En 1565, según el Padrón del
LA SEVILLA DEL ANTIGUO RÉGIMEN.
mas desde diversos frentes.
Arzobispado la ciudad tenía 21.803
Corría el siglo XVI cuando Europa se vio en-
vecinos, 66.244 personas de
vuelta en el mayor acontecimiento de su
nos lleva a preguntarnos a qué vinieron esos
confesión, 12.967 de menor edad, y
historia: la puesta en contacto de dos con-
inmigrantes extranjeros a Sevilla, dónde se
6.327 esclavos. Sumándole la
tinentes separados por un océano. Con el
fueron a vivir, cómo lo hicieron, si en vivien-
población flotante se llegaría a una
descubrimiento de las minas de oro y plata
das particulares o en los típicos corrales que
población total de unos 100.000
en el Nuevo Continente una riada de metal
proliferaban por toda Sevilla. Así, bote pron-
habitantes.
comenzó a inundar la vieja Europa convir-
to, podemos pensar que hubo una inmigra-
En 1588 se alcanzaría una población
tiendo a Sevilla en su puerta de entrada.
ción forzosa o forzada por las condiciones
total de 150.000 habitantes
económicas, laborales, sociales de sus países
distribuidos en sus 29 collaciones,
mercio entre el sur de Francia y el norte de
de origen o bien se pudo dar una inmigra-
en 14.282 casas, 25.986 vecinos, es
España, siendo la Bretaña y Normandía en
ción voluntaria, más difícil de detectar en
decir, unas 121.990 personas a las
primer lugar y la Provenza y el Languedoc,
las fuentes documentales de las que dispo-
que habría que unir la población
en segundo, las zonas donde más se afianzó
nemos. Lo que sí es seguro es que vinieron
flotante. El aumento demográfico,
este comercio.
cuando las condiciones políticas en sus res-
pues, fue notable.
jo a efectivos humanos de todos los lugares inimaginables y todo por
una simple cuestión de supervivencia. Lo
La odisea de la inmigración, ayer y hoy,
pectivos países se lo permitieron, como suce-
Acudieron siguiendo el efecto llamada y desde los países limítrofes con España, princi-
Desde el siglo XIV ya existía un fluido co-
La corriente migratoria de europeos hacia España no era un fenómeno nuevo, pues
AH ABR 2008
53
El enlace franco-español que recoge esta obra de Rubens titulada ‘Boda de Felipe IV y María de Médicis’.
se había llevado a cabo de forma continuada
sos los privilegios concedidos a través de dis-
veinte años en Sevilla, Cádiz o Jerez y fuesen
desde la Baja Edad Media, en el siglo XIII.
tintas cédulas reales otorgadas desde época
considerados naturales del país”. Aunque no
Los intercambios comerciales entre Nantes
del rey Fernando y principalmente con Car-
se puede obviar la exclusión de los extranje-
y Bilbao generaron la existencia de una colo-
los V y Felipe II, en función de la situación
ros en este comercio, la norma pudo ser fle-
nia de españoles en Nantes que, a finales
política internacional en la que se vio en-
xible en ciertos casos, otorgando permisos a
del siglo XV, fue tan importante que estable-
vuelta España.
ciertos extranjeros como lo confirma la Cédula del 4 de septiembre de 1596.
ció una Cámara de comercio y un cónsul es-
Los acaudalados mercaderes llegaban
table en esta ciudad. También en el Atlánti-
atraídos por el comercio con Indias que, en
También, desde muy jóvenes, los hijos ya
co tuvieron relaciones comerciales los puer-
principio, estaba reservado a los súbditos de
naturalizados en España, mantenían con-
tos de Burdeos y Bayona. En la ruta medite-
la corona de Castilla y que en la primera mi-
tactos con sus familiares en sus países de ori-
rránea destacaron Marsella y Narbona que
tad del siglo XVI se extendió al resto de los es-
gen formándose en los negocios familiares y
tenían relaciones con Cataluña.
pañoles “bajo la condición de que éstos fue-
pudiendo entrar de esta forma en la carrera
Andalucía no tuvo importancia en estos
sen naturales de Sevilla y poseyesen bienes
de Indias. Los flamencos e italianos fueron
intercambios hasta el desarrollo del comer-
inmuebles y que hubiesen vivido quince o
los más beneficiados en ello, pues partían de ser súbditos de países vasallos del Imperio.
cio con Las Indias en el siglo XVI. Se crearon consulados en Sevilla, en Cádiz o en Barcelona y Valencia. Es a partir de esa fecha, especialmente a mitad de siglo, cuando comienza la afluencia masiva de extranjeros a la ciudad. Tanto el país de origen de los inmigrantes como su status social fueron muy heterogéneos. Los flamencos, italianos, alemanes y portugueses fueron muy numerosos, variado su estrato socioeconómico y diver-
LOS EXTRANJEROS SE REPARTIERON EN TODAS LAS COLLACIONES DE LA CIUDAD: SAN SALVADOR, LA MAGDALENA, SAN LORENZO, Y SANTA ANA, ENTRE OTRAS
EXTRANJEROS AFINCADOS EN SEVILLA. Los inmigrantes extranjeros que acudieron a Sevilla desde los comienzos de la carrera de Indias y cuando la ciudad ofrecía ciertas perspectivas laborales, se sintieron atraídos por la posibilidad de salir de la miseria o hacer negocios. La colonia flamenca fue muy importante, formándose compañías enteras de fla-
como a su participación en la trata de esclavos desde África a América. Los ingleses comenzaron sus relaciones comerciales con España tras el matrimonio de Enrique VIII con Catalina de Aragón estableciéndose en Sanlúcar de Barrameda. Tras el divorcio siguió un período de inestabilidad que se repetiría en sucesivas e intermitentes etapas conflictivas tales como su Guerra Civil. Con Felipe III y Felipe IV el comercio entre ambos se desarrolló notablemente sirviendo de intermediarios a los enemigos de España. También los holandeses arribaron en Sevilla durante el reinado de Carlos V estableciéndose como comerciantes que importaban maderas del norte y cereales del Báltico. La guerra cortó las relaciones comerciales para reanudarlas durante la tregua. En cuanto a los franceses, tuvieron un
AH
papel importante en las relaciones comer-
ABR 2008
empleados en el servicio doméstico, como
ciales, aunque también los encontramos criados. Los inmigrantes extranjeros se repartie-
54
ron por todas las collaciones de la ciudad, siendo las de Santa María la Mayor (El Sagrario), San Salvador, Santa Ana, La Magdalena, San Lorenzo, San Vicente, Omnium Sanctorum y San Gil las que congregaban a más extranjeros; es decir, las parroquias más pobladas fueron las que a su vez absorbieron mayor número de extranjeros. Entre 1600 y 1670, Portugal absorbe casi el 60% de la inmigración extranjera (la cercanía, las relaciones comerciales y la anexión política lo explican muy bien); y a partir del último tercio del siglo la inmigración se repartirá entre Francia, Italia y Portugal. A finales del XVIII las tres naciones concentran el 80% de la inmigración extranjera y sólo Francia acapara un 50%. La distribu‘El cambista y su mujer’ refleja la necesidad del dinero y el rechazo social de la usura.
ción de extranjeros en las collaciones sevillanas se puede observar en el cuadro, que recoge los datos del Padrón de Santelizes del año 1642 (sin los clérigos y religiosos).
mencos en Sevilla y Cádiz a finales del siglo
mediario entre los países enemigos de Espa-
XVI. Controlaban el flujo comercial entre
ña firmándose un tratado entre España y la
Flandes y España que era muy activo. Con la
Liga Hanseática en 1607, dándole importan-
PARTICIPACIÓN EN LA VIDA COTIDIANA.
insurrección de los Países Bajos protestan-
tes privilegios. Entre otros productos le su-
Encontraron una ciudad cuya trama urba-
tes en 1609 se escinde el comercio con estas
ministraban madera y lona, imprescindi-
na no era muy distinta a la actual. Así con-
provincias quedando limitado a los Países
bles para la marina.
templaron un paisaje plagado de iglesias, conventos, algún que otro hospital, casas
Bajos católicos. No hay que olvidar a los genoveses, cuya
MIGRACIÓN PORTUGUESA. Los portu-
palacio, casas de vecinos, corrales, peque-
colonia en Sevilla se remonta al siglo XIII y
gueses, como súbditos del reino de Castilla
ños locales, comercios..., en un entrama-
cuyo vestigio quedó en la toponimia, pues la
en época de Carlos V y Felipe II, también
do de calles estrechas sin asfaltar, sin las
actual Avenida de la Constitución se llamó
gozaron de una buena posición en el co-
más mínimas condiciones higiénico-sani-
calle de Génova, siendo ésta la principal ave-
mercio de América desde Andalucía, no
tarias. Una ciudad asolada por las epide-
nida de la antigua Sevilla. Con Carlos V se
exenta de fricciones debido a la proximi-
mias y enfermedades propias de la época,
especializaron en el comercio de la plata,
dad de sus territorios tanto en Europa co-
años de malas cosechas, inundaciones,
permitiéndole administrar los impuestos.
mo en América y a objetivos similares en
épocas de sequía…
Los alemanes habían sido los banqueros
ambos. A ello se unió que muchos de los ju-
Por otro lado, desconocemos su nivel de
de la Corona en época de Carlos V y es duran-
díos conversos españoles emigraron a Por-
participación en la vida religiosa de la ciu-
te el conflicto entre España y Holanda cuan-
tugal manteniendo desde allí relaciones
dad. Lo que sí consta es que acudieron a reci-
do desarrollaron un fuerte comercio inter-
con sus correligionarios del extranjero, así
bir los sacramentos a las iglesias sevillanas.
Santa María la Mayor
5740
4697
567
233
68
Santa Ana
3129
2849
205
19
0
San Salvador
2778
1950
646
89
0
2004
1643
286
54
Omnium Sanctorum
1728
1300
371
San Vicente
1565
1407
San Lorenzo
1495
1323
La Magdalena
16
Esclavos
Genoveses
Catalanes
Flamencos
Ingleses
Vizcaínos
Franceses
Portugueses
Naturales
Vecinos por parroquia
Relación de vecinos por parroquia, indicando su procedencia
27
0
20
112
0
1
0
55
0
13
1
0
79
0
0
0
2
0
54
14
0
0
2
1
4
36
74
26
0
0
0
0
0
58
110
26
0
0
1
0
0
35
AH ABR 2008
San Gil
1421
1109
286
6
4
0
1
5
0
10
Santa Catalina
803
621
99
61
0
0
0
0
0
22
San Isidro
760
537
102
35
0
0
49
1
16
20
San Martín
746
633
86
7
0
0
1
0
0
19
San Roque
737
690
40
3
0
0
0
0
0
4
San Juan de la Palma
648
561
35
25
0
0
0
0
14
13
San Bartolomé
622
530
50
24
0
0
6
0
0
12
Santa Lucía
561
420
122
6
0
0
0
0
2
11
Santa Cruz
545
360
86
20
32
0
10
0
16
21
San Miguel
544
411
37
17
0
0
3
3
0
73
Santa Marina
542
476
46
4
0
0
0
0
7
9
San Pedro
522
494
21
25
0
0
0
0
0
12
San Román
512
455
25
19
0
0
0
0
0
13
San Marcos
468
400
35
17
0
0
0
0
0
16
San Julián
464
400
52
0
0
0
0
0
0
12
San Esteban
462
362
67
10
0
0
1
6
0
16
San Bernardo
458
370
66
8
0
2
0
4
0
8
San Ildefonso
431
367
27
10
4
0
1
0
0
22
San Andrés
413
290
79
21
12
0
0
0
0
11
Santiago el Viejo
380
314
21
18
8
0
4
3
3
9
San Nicolás
335
178
98
26
14
0
0
2
2
15
Santa María La Blanca
231
139
56
12
0
0
0
0
20
4
San Juan de Arce
89
84
3
0
0
0
1
0
0
1
31214
25370
3798
835
142
18
120
29
104
782
Totales
55
dentes del reino de Galicia, Aragón o Extremadura. Muchos se casaron con las viudas sevillanas, generando una reposición demográfica, especialmente después de la epidemia de 1649.
Inmigración masculina ■ Las cifras de los matrimonios en la Parroquia del Salvador en la segunda
MATRIMONIOS EN EL SALVADOR . En
mitad del siglo XVII desvelan un
total, un 21 % de los contrayentes en las
número destacado de enlaces en los
bodas que se celebraron entre 1649 y 1699
que uno de los contrayentes era
era extranjero. Si atendemos al estado ci-
extranjero.
vil de los contrayentes en bodas con uno o
■ De las 3.472 nupcias celebradas, un
dos componentes extranjeros, los extran-
9,22% fueron matrimonios en los que al
jeros solteros que casaron con solteras (se-
menos uno de los contrayentes era
villanas o no) fueron el 71,08% del total de
extranjero.
las nupcias y los solteros casados con viu-
■ De los 325 matrimonios con
das un 32% del total. Es decir, los inmi-
contrayentes extranjeros, 311 eran
grantes contraen 104 nupcias, casi un ter-
hombres extranjeros (8,88%) y 52 eran
cio del total.
mujeres extranjeras (1,49%), lo que nos
Los viudos casados con solteras supu-
está hablando del sesgo masculino de
sieron un 2,7 %, mientras que los casa-
la inmigración en aquel momento,
AH
mientos entre viudos supusieron sólo un
constante que se mantiene en todas las
ABR 2008
0,9% del total de nupcias. También en un
collaciones estudiadas.
4,9% de los casos no aparece la naturaleza
■ En un 1,10% de las nupcias, en 37
de los cónyuges extranjeros, pero consta
matrimonios, los dos eran extranjeros.
56
Autorretrato de Rubens con su esposa. 1610.
la condición de esclavo o esclava, si estaba libre de cautiverio, si era de color negro, pardo...
Unos se bautizan de nuevo, una vez llegados
La procedencia de los inmigrantes era
canos. En el resto de casos, entre un 5 y
a Sevilla, sobre todo los esclavos. También
eminentemente rural. El perfil más co-
un 0,2 % procedían de Flandes, Indias,
se bautizaron los hijos, fruto de esas unio-
mún era varón, soltero, proveniente de
Alemania o Berbería.
nes matrimoniales con mujeres sevillanas o
zona deprimida que llegaron siguiendo
Este perfil podría ser similar al resto de
del resto de España.
una corriente familiar, política o econó-
parroquias sevillanas a finales del seis-
Se conoce la situación económica y fami-
mica, o bien formando parte del ejército,
cientos, cuando la cabecera de la carrera de
liar en el momento de la muerte, si testa-
que los hacía establecerse en la collación.
Indias se iba a trasladar a Cádiz y cuando
ron, si invirtieron en bienes inmuebles, si
Las regiones o zonas de origen de la inmi-
había ya muchos efectivos afincados en
nombraron herederos y albaceas. Los que no
gración francesa fueron mayoritariamen-
nuestra ciudad empleados en la gran varie-
testaron tuvieron que ser enterrados sin ofi-
te los obispados de Cahors, Rodes y Sant
dad de oficios y ocupaciones que surgieron
cios religiosos o de beneficio, por las perso-
Flor y, en el caso de los portugueses, los
en una ciudad dinámica, aunque con los
nas con las que vivían, como sucedió con el
obispados de Braga, Oporto y Lisboa. En
lastres propios de una época de contrastes
caso de los efectivos franceses que trabaja-
el cuadro se recogen los países de origen
y desigualdades económicas y sociales.
ban como criados en casa de algún noble se-
de los inmigrantes casados en la Parro-
La inmigración extranjera aprovechó
villano. Cabe destacar el número de efecti-
quia del Salvador de Sevilla a finales del
las estructuras familiares que pudieran
vos que murieron solteros, habitual en la
XVII: un 37% eran portugueses, un 27%
haberse creado en la ciudad por sus ante-
tendencia de la época.
franceses, un 10% italianos y un 6% afri-
cesores y acudió a Sevilla siguiendo el
Con el paso del tiempo, tuvieron que
efecto llamada, al igual que hoy. Vinieron
existir ciertas estructuras familiares que
buscando nuevas oportunidades de nego-
acogieran a los extranjeros que iban llegando a nuestra ciudad, existiendo al menos
Más información
mienzo de la Carrera de Indias. Pero la información más sugerente es la relativa a los matrimonios celebrados. Así consta el status social y jurídico de los con-
Los extranjeros, como en otras muchas ocasiones, no sólo aportaron mano de obra
dos generaciones afincadas en Sevilla desde los primeros inmigrantes que llegaron al co-
cio y de vida.
■ Domínguez Ortiz, A.
para la industria, el comercio o la artesa-
Orto y ocaso de Sevilla.
nía, sino también aportaron su cultura a
Secretariado de Publicaciones de la
una ciudad que la asimiló en la suya pro-
Universidad de Sevilla. Sevilla, 1981.
pia. En definitiva revitalizaron una ciudad
■ Girard, A.
que se asomaba al siglo XVIII, con la pers-
trayentes, si eran de color, esclavos, libres
La rivalidad comercial y marítima entre
pectiva de una nueva guerra (la Guerra de
de cautiverio, así como sus circunstancias
Sevilla y Cádiz.
Sucesión española) y la introducción en Es-
familiares (si eran solteros, viudos, si cono-
Renacimiento y Centro de Estudios
paña de la dinastía borbónica, que trajo las
cieron o no a sus padres y padrinos o dónde
Andaluces. Sevilla, 2006 (reedición).
ideas de la Ilustración, nuevos métodos,
se habían bautizado).
■ Domínguez Ortiz, A.
nuevas inquietudes, influyendo en los
La Sevilla del siglo XVII.
ilustrados que lucharon por una España
ciudad bien con sevillanas, bien con muje-
Colección Historia de Sevilla, nº 93,
mejor, más sana, más curtida y más prós-
res de otros reinos que vivían en Sevilla y
Secretariado de Publicaciones de la
pera. Aunque no todo fueron luces, persis-
que habían llegado de la inmigración inte-
Universidad de Sevilla. Sevilla, 1984.
tieron sombras hasta bien entrado el XIX,
La realidad es que se casaron en nuestra
rior, al igual que llegaron hombres proce-
sobre todo en el aspecto demográfico. ■
El tránsito del XVIII al XIX sorprendió en España a Wilhelm Von Humboldt, el erudito alemán que espoleado por el ideario de la Ilustración necesitaba para su formación la valiosa experiencia de la Europa meridional. La Península Ibérica era en las tierras alemanas una gran desconocida. España era un país afamado de salvaje en algunas de cuyas regiones no habían osado transitar ni los viajeros más intrépidos. El viaje de Humboldt se prolongó de septiembre de 1799 a junio de 1800. El 3 de enero llegó a Andalucía para visitar Sevilla, Cádiz, Córdoba y Granada.
La estancia andaluza de Wilhelm Von Humboldt La frialdad del ilustrado que no supo ver la magia de Andalucía MONTSERRAT RICO GÓNGORA
AH
ESCRITORA
ABR 2008
58
E
l apellido Humboldt nos remite a
do esto ocurrió después de su estancia en tie-
dos personajes que nacieron en el
rras españolas, porque la experiencia del via-
suburbio distinguido de Tegel, en
je de formación, ideario incipiente en la baja
Berlín. Wilhelm lo hizo en 1767 y Alexander
Edad Media, y que ya había conocido otra eta-
dos años más tarde. Ambos pertenecían a
pa dorada durante el Renacimiento, volvía a
una familia ilustrada y noble con recursos
estar en auge entre las clases pensantes.
suficientes para asegurar la formación de
Alguien que se había formado en Göttin-
sus hijos, aunque el Estado prusiano de la
gen —crisol del hispanismo y romanismo
época y su régimen de libertades asegura-
alemanes— debió de ponderar los beneficios
ban la promoción de sus mejores ciudada-
que reportaría a su cultura el contacto con la
nos, incluso los de las clases humildes.
realidad de la Europa meridional. Italia
Alexander, con inclinaciones científicas
siempre parecía un destino amable e inelu-
más que humanísticas, decidió embarcarse
dible, pero a finales del siglo XVIII la presen-
en 1794 para realizar una investigación en la
cia de las tropas napoleónicas en el país
América española, de resultas de la cual fue
transalpino hacía imposible cualquier in-
reconocido en los campos de la geología, bo-
cursión. Ante la falta de alternativas, Wil-
tánica y ciencias naturales. Wilhelm, el ma-
helm von Humboldt eligió España, un país
yor de los hermanos, cifró su interés en el de-
afamado de salvaje, en algunas de cuyas re-
recho, la economía y la política, además de
giones no habían osado transitar ni los viaje-
la filosofía. Una carrera administrativa lo obligó a trasladarse a Erfurt, etapa decisiva
ros más intrépidos. Grabado de Wilhelm von Humboldt.
porque en esta ciudad comenzó su vida pú-
La Península Ibérica era en las tierras germanas una perfecta desconocida. El nortea-
blica y conoció a Karl Friedrich von Dachëro-
mericano Washington Irving o los ingleses
den, presidente de la Real Academia de las
ministro de Cultos —equivalente hoy a cultu-
Richard Ford o George Borrow que llegaron
Ciencias Útiles de Prusia con cuya hija, Caro-
ra—, asesor del Tribunal Supremo, incluso
tres décadas después tuvieron, posiblemen-
lina, contrajo matrimonio en 1791.
asistió como miembro de la Asamblea Fede-
te, un mejor conocimiento de la realidad es-
Los cargos que Wilhelm desempeñó al ser-
ral de Frankfurt al Congreso de Viena, donde
pañola. Esto se debió, entre otras cosas, al
vicio del Estado prusiano fueron incontables:
se redefinió la realidad de la nueva Europa
contacto de Inglaterra con los liberales
consejero de Legación, embajador de Roma,
surgida de la sacudida napoleónica. Pero to-
autóctonos que tuvieron que exiliarse allí
Charles Clifford. Fundación José Manuel Lara.
AH
Gitanos cantando en la Alhambra. Humboldt conoció en Granada lo que Lorca llamó, un siglo después, el ‘gitanismo’.
cuando en 1814 Fernando VII recuperó el tro-
preguntarse si fue certero en sus juicios,
LA VISIÓN DE ANDALUCÍA. El 3 de enero de
no. El trienio revolucionario (1820-23), acau-
porque un viaje demasiado precipitado
1800 Humboldt entró en Andalucía por La
dillado por Riego, envió una segunda oleada
pocas veces permite comprender la ver-
Carolina. Lo había sorprendido el siglo cru-
de españoles librepensadores al país.
dadera idiosincracia de un país.
zando los Despeñaperros. De esta población
Es indudable que el estilo de la crónica
El viaje de Humboldt se prolongó du-
nos da la noticia de que había sido una colo-
de viaje de Humboldt tiene la necesaria
rante nueve meses, desde septiembre
nia establecida por Olavide y de que viven en
frialdad de los registros ilustrados que han
de 1799 a junio de 1800. Lo había prepa-
ella muchos alemanes. La posada de este lu-
de servir a las necesidades del intelecto y
rado concienzudamente en París, ciu-
gar la regenta, sin embargo, un catalán. Ahí
la práxis. Irving —autor de Cuentos de la
dad de la que partió acompañado por su
comienza la etapa andaluza de Humboldt
Alhambra—, por el contrario, supo envol-
esposa Carolina, sus tres hijos —dos ni-
que no concluirá hasta que abandone las tie-
ver de magia su crónica en beneficio de la
ñas y un niño— y Gropius, un dibujante
rras de Granada.
emoción como buen romántico que fue.
que llegaría a ser embajador de Austria.
Resumir la infinidad de anécdotas de su
Humboldt llegó a España en un año
trayecto resulta difícil, pero algunas no pue-
crucial: 1800. Para aquellos a quienes
den ser pasadas por alto. De los bandoleros
les cueste imaginar a la recién estrena-
dice que son bandidos que no hacen nada a
El itinerario del viaje
las personas y que se contentan con dinero,
de La Familia de Carlos IV, saga rocambo-
■ A continuación reseñamos algunas
Para la defensa de las ciudades, Andújar,
lesca que precipitó la decadencia y la in-
de las etapas que Humboldt cubrió en
Córdoba, Sevilla, entre otras, tienen a su ser-
vasión de España por parte de Napoleón.
su viaje: Irún, Vitoria, Burgos,
vicio soldados armados que se llaman Miga-
Cualesquiera de los cuadros del genial
Valladolid, Segovia, El Escorial,
letes. Es el mismo Humboldt quien explica
artista de Fuendetodos podría haber
Madrid, Aranjuez, Toledo,
que la palabra proviene de Miquelets, pues la
ilustrado el diario del erudito alemán,
Manzanares, La Carolina, Andújar,
mayoría de ellos son catalanes. Para defen-
tanto en sus esbozos de la nobleza como
Córdoba, Écija, Sevilla, Puerto de
derse él mismo de posibles asaltos en el ca-
en los de las clases populares que salie-
Santa María, Cádiz, Antequera,
mino, ha solicitado un séquito de estos sol-
ron a su encuentro en el camino. De
Málaga, Granada, Baza, Murcia,
dados que le cobran tres duros por cuatro dí-
ellos tomó sucintos apuntes que tuvie-
Alicante, Valencia, Vinaroz,
as y tres reales de manutención diaria.
ron que ser reelaborados para su publi-
Barcelona, Mataró y Figueras.
da decimonónica, demos la pista de que en ese año Goya pintó el célebre cuadro
cación. En cualquier caso, siempre cabe
relojes y objetos preciosos que encuentran.
Algo incomoda mucho a Humboldt: los caminos. Son, a menudo, intransitables
ABR 2008
59
HUMBOLDT DEDICÓ UN BREVE CAPÍTULO A LOS JUDÍOS EN ESPAÑA DADO QUE LA INQUISICIÓN SEGUÍA CENSURANDO EL CONOCIMIENTO
Charles Clifford. Fundación José Manuel Lara.
AH ABR 2008
60
La Alameda y la iglesia del Carmen en Cádiz, ciudad que no comprendió el viajero alemán.
—esa misma impresión tuvo ocho años des-
zamiento entre hombre y mujer, lo sor-
día se promulgó, bajo el reinado de Carlos
pués José Bonaparte cuando vino a ocupar el
prenden. De estos bailes, insiste, en que
III, invitando a llamar a los gitanos “caste-
trono vacante de España—. Andalucía está
“son danzas que sólo se pueden dejar bailar
llanos nuevos” y a amalgamarlos con el res-
en el fin del mundo para el alemán, sus ciu-
a esclavos y esclavas”. Humboldt no es aje-
to de la población.
dades no están a la altura del progreso euro-
no en sus apuntes a la Pragmática que en su
De pronto, Humboldt considera que de-
peo y, sin embargo, los precios son desorbi-
bería dedicarle también un capítulo a los
tantes. La carestía de la vida impide com-
“judíos en España”, cuando tiene conoci-
De nobles, reyes y otros despropósitos
miento de que en Carmona hubo una im-
época de cosecha. El forastero se sorprende
■ La visita de Humboldt a El Escorial
se le queda en nada, probablemente, por-
porque le han querido cobrar catorce reales
le permitió conocer a los reyes Carlos
que el judaísmo es algo que no conviene re-
por una libra de jamón. El alcalde de Pedro
IV y María Luisa de Parma. De la reina
mover ni loar. Para evitarlo está siempre la
Abad, Antonio Cañasvera, corrobora sus
dijo que llevaba dientes postizos y que
temida Inquisición que sigue censurando el
impresiones. La fonda andaluza, como la
era terriblemente fea, impresión que
conocimiento. En Granada, el año anterior,
del resto de España, es cara y poco aseada,
no desmiente el pulso del genial Goya
ha tenido lugar un Auto de fe a un hombre
pero ha encontrado una en Écija que le pa-
cuando la retrató. A quien no conoció
malagueño de 60 años llamado Francisco
rece la mejor de las que ha visto, incluso las
personalmente en la corte fue al
Notario. No se sabe bien de qué se le acusa
más suntuosas de Madrid.
necesario elemento de aquel triángulo
—pues la Inquisición no menciona nunca el
amoroso: Manuel Godoy. De él, sin
fundamento de la acusación—, pero parece
atención que las personas que no son de la
embargo, el alemán nos dice que es el
probable que su culpa sea la de haberse pro-
clase alta, sino burgueses, no se empolven
dueño del “Soto de Roma”, un bosque
nunciado libremente a favor de la Constitu-
el cabello como sus homólogos franceses y
de varias horas de longitud con un
ción francesa. En el Auto hubo un incidente
los lleven negros y brillantes.
palacio y varias aldeas situado a la
cuando el acusado dijo que al purgatorio te-
entrada de Granada. “El Soto de Roma
nían que ir todos los sacerdotes.
prar carne y otros artículos de primera necesidad. El salario de un día para un hombre es de seis reales, y entre ocho y diez si es
A Wilhelm von Humboldt le llama la
En Andalucía conoce Humboldt lo que
portante judería y de que en esta ciudad murió el rey Fernando el Santo. Pero el impulso
Lorca dio en llamar más de un siglo después
es uno de los más fabulosos regalos
Humboldt, en una ocasión, se reconoce
el gitanismo. El alemán se atreve a definir el
que el rey ha hecho al Príncipe de la
protestante cuando una posadera le pre-
fandango, el bolero y hasta el zorongo, cu-
Paz”, nos advierte.
gunta si va ir a la misa del domingo. La
yos movimientos lascivos, que llegan al ro-
oriunda se sorprende de que esté bautizado
Charles Clifford. Fundación José Manuel Lara.
DE SU ESTANCIA EN SEVILLA LE ESPANTARON SUS CALLES ESTRECHAS Y SINUOSAS; DE CÓRDOBA, SU BARRIZAL. Y DE GRANADA, LAS MALAS CASAS DE LA CIUDAD
La Plaza de San Francisco fue lo único que destacó de su estancia sevillana.
y de que los sacerdotes protestantes se pue-
pensado no para construir barcos, sino para
instaladas las casas hamburguesas dedica-
dan casar. En confidencias, la mujer le di-
mejorar los existentes. En él trabajan cinco
das básicamente al comercio de telas de li-
ce que conoció a uno en Sevilla al que ente-
mil personas, de las cuales, mil ochenta lo
no de Prusia. En esas fechas, necesaria-
rraron en la orilla del río por no ser “cristia-
hacen en su condición de condenados a
mente, ya se estaba madurando el talento
no”. A Humboldt le cuesta entender el in-
“trabajos forzados”. En la ciudad están
de la ciudad que iba a ofrecer a España, do-
tegrismo católico del país, que choca con
ce años después, su primer texto constitu-
las pretensiones ilustradas de los países
cional. Sin embargo, Humboldt no advierte
centroeuropeos.
Apunte sobre Utrera
que el reloj de Cádiz está avanzando a la
RECUERDO DEL TERREMOTO DE 1755.
■ En Utrera existía un hospital para
Cuarenta y cinco años después del terremo-
hombres pobres administrado por
APUNTE
to que había asolado Lisboa y se había deja-
don Francisco de Paula Manresa.
Humboldt, sin llevarse una mala impre-
do sentir en Andalucía, la población de
En él se recibía a cualquier
sión de España —o de Andalucía, en parti-
1800 aún tiene en los registros de la memo-
necesitado sin preguntarle su
cular— no supo apreciar el genio que nos
ria colectiva algunas de sus consecuencias,
religión. Incluso los protestantes
hacía peculiares. Esa es la impresión que
como demuestran las crónicas de Hum-
que morían eran enterrados en
se tiene al hojear sus apuntes. Tampoco lo
boldt. En Sevilla, nos da la noticia de que el
campo santo.
deslumbró nuestro urbanismo. De Sevilla
hora de nuestra Historia. NECESARIO. Wilhelm von
movimiento reventó la bóveda del alcázar.
lo espantaron sus calles estrechas y sinuo-
En Cádiz, de que su itsmo quedó cubierto
sas —sólo la Plaza de San Francisco le pare-
por las aguas y se ahogaron quienes vivían junto al mar. Una sacudida —es posible que
Más información
se refiera a otra— afectó el Teatro de Comedias de Granada “que el mojigato goberna-
ció buena y regula—; de Córdoba, su barrizal. En Granada tuvo muy mala impresión de sus malas casas ¿La vio verdaderamente
■ Von Humboldt, W.
en su bella genuflexión ante la Alhambra?
dor hizo derribar porque consideró que el
Diario de viaje a España 1799-1800.
Afortunadamente, se llevó el recuerdo
terremoto había sido un castigo de Dios por
Cátedra. Madrid, 1998.
amable de los naranjos en los patios cordo-
la representación de comedias”. Cádiz en 1800 parece haberse repuesto de la catástrofe natural. Es una ciudad activa, limpia, con un arsenal —La Caracca—
■ Rojas, C.
beses y el de los hermosos áloes que jalona-
La vida y la época de Carlos IV.
ban los caminos. Realmente para lo que
Planeta. Barcelona, 1999.
pudo llevarse en su propio provecho, se llevó bien poco. ■
AH ABR 2008
61
Desde tiempos remotos, el Puerto de Huelva ha estado muy ligado a la riqueza minera de la provincia y a la pesca. Su situación estratégica propició que los pueblos navegantes y mercaderes como los tartesios, fenicios, griegos y romanos buscaran las riquezas de metales. Si el afianzamiento del capitalismo en el siglo XIX lo convirtió en un puerto exportador de minerales, a mediados del siglo XX, nuevas circunstancias lo transformaron en un puerto industrial. El puerto onubense es el más occidental de Andalucía y el mejor comunicado del sistema portuario español.
Metamorfosis portuaria, de minero a industrial El Puerto de Huelva, enclave estratégico de los pueblos navegantes ANA MARÍA MOJARRO BAYO ARCHIVO Y BIBLIOTECA DE LA AUTORIDAD PORTUARIA DE HUELVA
AH ABR 2008
62
L
a situación del Puerto de Huelva ha
dos iniciaron cambios. Se creó la Matrícula
favorecido que desde la antigüedad
del mar en 1737, por la que se consiguió
haya sido frecuentado por multitud
agrupar a la gente del mar, que obtuvieron
de pueblos navegantes y mercaderes: tarte-
un monopolio sobre las labores marineras a
sios, fenicios, griegos y romanos, que bus-
cambio de servicio en la Armada Real. El pe-
caban en nuestra provincia las riquezas en
ligro de los piratas se debilitó en el siglo
metales existentes. Plinio nos informa en
XVIII, mientras que la pesca aumentó. Asi-
sus textos clásicos sobre los ríos Odiel y Tin-
mismo, el traslado de la Casa de Contrata-
to, Luxia y Urium, como rutas de penetra-
ción de Sevilla a Cádiz, en 1717, potenció la
ción hacia los ricos yacimientos metalífe-
economía. Por un lado, integrándose el
ros de la sierra y salida natural hacia el Me-
Puerto de Huelva, a través de la bahía de Cá-
diterráneo. Tartessos llegó a conformar un
diz, en los circuitos mercantiles existentes
centro metalúrgico y comercial de primer
entre España y América; y por otro, la crea-
orden y un puerto de salida en Huelva para
ción de la Aduana de Huelva al año siguien-
la plata que se explotaba, y con la que co-
te. Ya en las últimas décadas del siglo XVIII,
merciaron los fenicios y los griegos. Tras la
el comercio declinó por las epidemias y guerras pero poco a poco fue cambiando el rum-
decadencia de Tartessos, los romanos relanzaron la zona, aunque nunca se consi-
Huelva en 1830 (colección particular).
bo para Huelva y, a través del Decreto de 30 de noviembre de 1833, llegó a ser capital de
guió alcanzar el esplendor anterior. Signifi-
provincia.
cativa fue la presencia de los musulmanes, en la que destaca la ciudad islámica de Sal-
Mundo no proporcionó a los marineros
tés, Shaltish, importante alcazaba árabe. Su
onubenses todo lo esperado, debido al mo-
LA GESTACIÓN DE LA JUNTA DE OBRAS.
posición hacía fácil el transporte del mine-
nopolio sevillano, la situación privilegiada
La creación de la Junta de Comercio y
ral y del combustible necesario para su fun-
de Huelva impidió que perdiera su impor-
Puerto de Huelva el 8 de diciembre de
dición. Desde mediados del siglo XV hasta
tancia en el tráfico de mercancías con sus
1873, actual Autoridad Portuaria de Huel-
comienzos del XVI el papel de la zona onu-
alrededores.
va, se llevó a cabo en un momento tras-
bense fue vital en el desarrollo de la econo-
Con los últimos Austrias, la actividad
cendental para la economía onubense: el
mía y de las actividades atlánticas andalu-
pesquera decayó, pero con la llegada de la
desarrollo industrial europeo, que convir-
zas. Y aunque el Descubrimiento del Nuevo
monarquía borbónica los ministros ilustra-
tió al Puerto de Huelva en un destacado
AH ABR 2008
Aspecto que presenta el Puerto de Huelva en la actualidad, visto desde la zona exterior. Es la imagen del puerto en el siglo XXI.
Archivo del Puerto de Huelva.
63
AH ABR 2008 Archivo del Puerto de Huelva.
64
Plano general del puerto a finales del siglo XIX. El 8 de diciembre de 1873 se creó la Junta de Comercio y Puerto de Huelva.
exportador de minerales. Así las cosas,
muelles embarcaderos en la zona de servi-
Por otra parte, comenzó una etapa de
las minas de la provincia se revitalizaron
cio portuaria.
grandes construcciones que fue generan-
en manos del capital extranjero. Real-
Una vez articulado el aparato adminis-
mente, el transporte por mar era el más
trativo de la institución, la principal preo-
rentable y el Puerto onubense se eligió pa-
cupación consistió en su mejora técnica
Con respecto al movimiento del tráfico
ra las transacciones. A renglón seguido,
para la entrada y salida de buques. Por
en el Puerto onubense desde la instalación
las grandes compañías mineras, Rio Tin-
ello, en estos primeros años hubo una
de las compañías extranjeras, destacare-
to y Tharsis, construyeron ferrocarriles y
gran actividad en relación a los dragados.
mos que fue creciente desde sus inicios has-
do toda la infraestructura portuaria necesaria hasta mediados del siglo XX.
ta alcanzar una cifra máxima en 1912 que superó los 3,5 millones de toneladas —más TRÁFICO DE LOS DIEZ PUERTOS DE ESPAÑA MÁS DESTACADOS EN 1920
de tres millones sólo de exportación—, únicamente sobrepasado por los puertos de Bil-
BILBAO
3.427.819
BARCELONA
2.002.965
HUELVA
1.867.509
VALENCIA
1.313.517
GIJÓN
1.235.108
bao y Barcelona. Los minerales eran las mercancías primordiales y, entre ellos, la pirita. Ya en 1913, comenzó un descenso motivado por la Primera Guerra Mundial, y no será hasta la Dictadura de Primo de Rivera cuando las cifras se volvieron a acercar a las mencionadas para 1912.
AVILÉS
839.000
SEVILLA
824.903
SANTANDER
796.462
CARTAGENA
650.000
LAS PALMAS
614.897
Con la depresión de 1929, la aportación de la minería no energética al índice de producción industrial española descendió enormemente. Claramente, la depresión económica afectó a España, al igual que al resto de los proveedores mundiales de materias primas; y la situación continuó siendo de bajada por los acontecimientos que siguieron: las guerras civil e internacional. La Segunda Guerra Mundial supuso la para-
AH ABR 2008 Revista de Obras Públicas.
65
Plano del muelle sur inaugurado en el año 1888. El puerto ratificó a Huelva como una ciudad portuaria con un importante flujo comercial.
lización total de las minas a consecuencia
En cuanto a los efectos negativos, tene-
su mayoría se ubicaba en lugares apartados
de la inseguridad en el transporte, a la vez
mos que destacar que las poderosas compa-
de los centros estratégicos, por lo que en las
que a la subida de impuestos. Efectivamen-
ñías, que podían haber hecho mucho por la
zonas no pudo brotar, prácticamente, nin-
te, desde este conflicto bélico la caída del co-
ciudad, estuvieron sólo preocupadas por
gún tipo de revolución, ni mucho menos
mercio del mineral fue inexorable, existien-
sus propios beneficios. Así, únicamente
crearse una burguesía.
do sólo momentos coyunturales favorables.
planteaban al Gobierno español problemas
En efecto, a consecuencia de todo lo
En resumen, la actividad exportadora de
que les afectaban directamente. Además,
mencionado, no nos puede extrañar que
minerales se desarrolló en los cargaderos de
la población que vivía de la compañía, en
Huelva, enlazada con los puertos interna-
lo que hoy conocemos como Puerto Interior y se mantuvo durante cerca de un siglo con un tráfico anual entre 2 y 3 millones de toneladas de pirita. En efecto, este diseño expor-
PRIMER CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DEL PUERTO DE HUELVA Presidente
Francisco Jiménez
XIX hasta la segunda mitad del siglo XX tuvo
Vicepresidente
Francisco de Paula García
su parte positiva, pero también consecuen-
Vocales
Guillermo Sundheim
tador de la economía desde finales del siglo
cias negativas. En relación con lo primero, el Puerto de Huelva se consagró como un
Rafael de la Corte
gran puerto de movimiento de mercancías a
Valentín Cabo
gran escala, tanto a nivel nacional como internacional, gracias a la facilidad de comu-
Eduardo Díaz
nicación que propiciaban las líneas ferro-
Fernando de la Cueva
viarias; y, además, la ciudad se ratificó como una ciudad portuaria por este flujo comercial. Tampoco debemos olvidar la plantilla que mantuvieron en los muelles, talleres, ferrocarriles... las dos grandes compañías mineras del momento, así como la de los propios trabajadores de la Junta de Obras del Puerto de Huelva.
Vocal contador
Juan Delabat
Secretario
Vicente Mantilla
Tesorero
Joaquín Alonso
Abogado Consultor
Blas Tello
(Actas del Consejo de Administración, 8-12-1873, libro 1. Archivo del Puerto de Huelva).
TRÁFICO
AH ABR 2008
66 AÑO
El gráfico muestra la evolución que ha experimentado el tráfico de mercancías en el Puerto de Huelva en los últimos cien años.
un fuerte impulso en el año 1975, con la
cionales, sólo lo estuvo exclusivamente en
Los trámites en el XIX
ampliación del Polígono Industrial Nuevo
vía a movimientos de población hacia el ex-
■ “Cuando llega un buque al
vez, aumentó la zona de servicio, lo que
tranjero y tampoco a la generación de un va-
fondeadero, presenta su consignatario
conformó al Puerto de Huelva como el
lor añadido a la zona.
una petición de atraque en el turno
puerto industrial por excelencia de la fa-
correspondiente de carga general o de
chada suratlántica española.
el tema de movimiento de mercancías, no afectando la situación económica que se vi-
Puerto de Palos de la Frontera, que, a la
En la década de los sesenta, se desarro-
EL PUERTO INDUSTRIAL. En los años se-
mineral y, al atracar, el sobordo o
senta se produce un gran cambio en el
detalles de todas las operaciones que ha
lla también en España la industria del pes-
Puerto de Huelva, el más occidental de An-
de efectuar el buque. Con estos
cado congelado y Huelva, especializada en
dalucía y el mejor comunicado del sistema
documentos se empieza la
la captura de crustáceos, lanza sus buques
portuario español: el traslado de sus mue-
documentación, abriéndose una
congeladores hacia aguas africanas intere-
lles comerciales aguas abajo de la con-
carpeta especial para cada barco, en la
sada en estos mariscos. Actualmente, el
fluencia del Tinto y el Odiel, en busca de
que se detallan todos los datos de las
Puerto de Huelva —base de una importan-
mayores calados, y la declaración de Huel-
operaciones (...). Las peticiones de
te flota de pesqueros congeladores— ocupa
va como Polo de Promoción y Desarrollo
carga o descarga las entregan los
un lugar muy destacado entre los dedica-
Industrial. Esto último basado, ante todo,
consignatarios en la Oficina central,
dos a la pesca, tanto por la cantidad como
en la existencia de un puerto y en la rique-
indicando el orden en que prefieren que
por la calidad del pescado desembarcado, y
za pirítica de la provincia, que convierten
se efectúe el trasbordo, pero sin
es uno de los principales de Europa en la
al Puerto de Huelva en un centro indus-
intervenir en las maniobras de
comercialización del marisco congelado.
trial de primer orden, con una fuerte im-
transporte ni en las operaciones de las
plantación petrolífera, química y petro-
grúas, recibiéndose o entregándose las
trias crea la necesidad de mayores inversio-
química, que incrementa espectacular-
mercancías en los tinglados y estaciones
nes en obras portuarias y configuran al
mente su tráfico anual. Por otra parte, es
o al costado del buque. La aplicación de
Puerto de Huelva como uno de los más im-
el primer puerto al que se le concede el Es-
las tarifas y la recaudación las hace el
portantes del sistema portuario español.
tatuto de Autonomía, por Decreto de 2 de
recaudador en la misma caseta de la
En los años ochenta encontramos la im-
octubre de 1969.
oficina central”.(Memorias, 1897-1898.
portante obra del Dique de contención de
Junta de Obras del Puerto de Huelva).
arenas, de 13 kilómetros de longitud, por el
De hecho, esta transferencia de actividad hacia el Puerto Exterior experimentó
Ahora bien, la instalación de las indus-
que se consiguió profundizar la barra y re-
AH Archivo del Puerto de Huelva.
ABR 2008
Muelle Ingeniero Juan Gonzalo. El puerto de Huelva es el primer puerto español en superficie de zona de servicio con 1.500 hectáreas.
ducir drásticamente los dragados, aunque
yen la importación de materias primas y,
telemática, se encuentra en una magnífica
sigan siendo necesarios dragados de man-
sobre todo, la exportación de productos
situación para afrontar los nuevos retos que
tenimiento y profundización por el au-
elaborados de las industrias que se asien-
constituyen sus objetivos, tales como la
mento paulatino del calado de los buques.
tan en su zona de servicio.
captación de nuevos tráficos —frutas, pie-
Asimismo, ha seguido aumentando la lí-
Actualmente, la institución, dotada de
dras ornamentales, contenedores...— y el
nea de atraque con nuevas infraestructu-
moderna tecnología en telecomunicación y
establecimientos de líneas regulares. Con
ras y la ampliación de otra existentes, lo
respecto al primer punto, resulta clara la
que han hecho más atractivo el puerto a
intención de diversificar su actividad, y dejar de ser básicamente un enclave indus-
nuevos tráficos. Realmente, es el primer puerto del Estado en superficie de zona de
Más información
En suma, el Puerto de Huelva conoce
trial centrado en la carga y descarga de graneles sólidos y líquidos, muy vinculados al
servicio, 1.500 hectáreas. ■ Mojarro Bayo, A.M.
consumo y producción de las empresas del
una primera etapa desde su gestación has-
El puerto de Huelva durante la dictadura de
Polo Químico. Las bases sobre las que se
ta mediados del siglo XX en que la activi-
Primo de Rivera (1923-1930)
asienta para su progreso son unas infraes-
dad económica principal consiste en la ex-
Autoridad Portuaria de Huelva,
tructuras adecuadas, reforzadas última-
portación de minerales —comercio colo-
Universidad de Huelva y Fundación El
mente con una terminal marítima, situada
nial—, sin industria de transformación de
Monte. Huelva, 2003.
en el extremo sur del Puerto Exterior, y una
estos productos en la provincia. Ya en los
■ Mojarro Bayo, A.M.
comunidad portuaria —integrada por in-
años sesenta del pasado siglo su economía
La historia del puerto de Huelva (1873-1930)
dustrias de las más importantes del mun-
da un vuelco y el puerto mineralero evolu-
Tesis doctoral.
do— comprometida con el desarrollo de
ciona a un puerto industrial.
Universidad de Huelva. 2007.
Huelva. Todo ello conforma un complejo
Con respecto al movimiento de mer-
■ Ruiz Romero de la Cruz, E.
portuario moderno, económico, respetuoso
cancías, conocemos que supera los
Historia de la navegación comercial española:
con el medio ambiente y competitivo en la
veintiún millones de toneladas, cifra que
Tráfico de los puertos de titularidad estatal
esfera internacional. De hecho, la activi-
consolida el crecimiento iniciado en los
desde la antigüedad a la conclusión del siglo
dad desarrollada en el ámbito portuario
años anteriores y mantiene al Puerto de
XX, 2 vols.
onubense tiene una notable influencia en
Huelva en un lugar preponderante dentro
Ente Público Puertos de Estado.
la economía de Huelva y de Andalucía, de lo
del sistema portuario español. Las fuen-
Madrid, 2004.
que destacamos especialmente los puestos
tes principales de su tráfico la constitu-
de trabajo que genera. ■
67
Escudos con la corona mural de castilletes en calles y monumentos, azulejos con escudos republicanos en estaciones de trenes o placas con emblemas de la Segunda República. Resulta curioso que después de varias generaciones y, sobre todo, el celo con el que el Franquismo procuró eliminar todos los rastros de los derrotados, podamos encontrar vestigios en lugares públicos. El despiste, la sensibilidad o la manga ancha de algunos funcionarios hicieron posible que todavía hoy conservemos estas referencias a un pasado que se intentó borrar por todos los medios.
Guiños republicanos que burlaron el franquismo Los símbolos y emblemas que pasaron inadvertidos a la represión FRANCISCO NÚÑEZ ROLDÁN ESCRITOR Y CATEDRÁTICO DE INSTITUTO
AH ABR 2008
68
P
asadas dos generaciones desde la contienda civil de 1936-1939 no es sencillo encontrar símbolos exter-
nos del Gobierno constitucional republicano, derribado por el golpe de Estado y la cruel y larga guerra que siguió. Lógicamente pueden hallarse en museos y en colecciones particulares —mantenidas con resque-
EL GOBIERNO REPUBLICANO CUIDÓ DESDE EL PRINCIPIO LA ICONOGRAFÍA DEL ESTADO: LOS SIGNOS COMO SÍMBOLOS Y EPÍTOME DE UN NUEVO RÉGIMEN
Se eliminaba asímismo cualquier señal del Toisón con el vellocino de Oro, la orden de Borgoña que había rodeado frecuentemente los escudos de la casa real, y sobre todo se sustituía la corona real por la mural, de larga tradición republicana en Francia desde el siglo XVIII y en el vecino Portugal desde 1910, por no hablar de la vieja iconografía romana y medieval italiana.
mor durante el franquismo—, pero no abundaron en lugares donde la ciudadanía
El escudo quedaba así significativamen-
de a pie pudiese observarlos y comentarlos.
te mutado, pero con un perfil similar al an-
La II República Española se proclamaba
lo y epítome de un nuevo régimen que que-
tiguo, sobre todo visto apresuradamente o
el 14 de abril de 1931 tras ganar los candida-
ría desligarse en lo posible del pasado borbó-
desde lejos, situaciones éstas no desprecia-
tos republicanos unas elecciones munici-
nico, aunque manteniendo en lo posible la
bles en el tema que nos ocupa, en punto a la
pales en las que la derrota de los partidos
memoria y relación con los tradicionales
supervivencia de algunos de ellos hasta el
monárquicos fue tan evidente que Alfonso
emblemas de la nación.
día de hoy. Incluso el tamaño, colores y disposición de la corona mural (generalmente
XIII se vio obligado a abandonar España. De nada habían servido los múltiples pu-
LA BANDERA Y EL ESCUDO. Aparte de
con cuatro castilletes) guardaban un perfil
cherazos y coacciones de los partidos mo-
sustituir en la bandera el color amarillo de
parecido a los de la corona real, salvando la
nárquicos en el poder. El dominio del apa-
la franja inferior por el morado del pendón
evidentísima diferencia de intenciones.
rato del Estado por la monarquía imperante
de Castilla, e igualarlas todas en anchura,
Quizá por eso no sea de extrañar del todo
hasta el momento hacía la derrota del Go-
se mantuvo básicamente el escudo nacio-
que pese a la saña en hacer desaparecer los
bierno doblemente veraz e incuestionable.
nal cuartelado con los símbolos de Castilla,
rastros del régimen derrotado, algunos es-
La República nacía de forma casi in-
León, Aragón, Navarra, y Granada en la ba-
cudos se salvaran, quizá por simple aleja-
cruenta, todo lo contrario de lo sanguina-
se. Se recuperaban las columnas de Hércu-
miento físico del observador, por andar en-
ria que sería su muerte.
les a ambos lados de la enseña, con el Non
vueltos en marañas de colores y dibujos,
El nuevo Gobierno republicano cuidó
Plus Ultra de Carlos V, y desaparecían los
por discreción en su emplazamiento, por
desde el primer momento en mudar la ico-
símbolos borbónicos, es decir, las tres flo-
desidia o ignorancia de alguna autoridad
nografía del Estado, los signos como símbo-
res de lis que antes se hallaban en el centro.
local, y quizá incluso por respeto a una obra
1
AH ABR 2008
69
Azulejos de la fachada del colegio José Mª del Campo, en la calle Pagés del Corro de Sevilla, en los que se observa la corona mural.
de arte, cuando dichos símbolos estaban engastados inseparablemente en un conjunto mayor, y la sensibilidad de la autoridad de turno les concedió un indulto de facto, o hizo la vista gorda, cosas que desgraciadamente no abundaron en la España de la posguerra. De hecho, en prácticamente todos los lugares donde se precisaba el emblema guberna-
LA CORONA REAL, SUSTITUÍDA POR LA MURAL, DESAPARECIÓ NO SÓLO DEL ESCUDO NACIONAL, SINO TAMBIÉN DE LOS ESCUDOS DE LOS PUEBLOS Y REGIONES
dante, o la sensibilidad de algún director escolar que repararía en ello, el caso es que el conjunto cerámico sigue en su sitio. Quizá el caso más asombroso sea el de Jerez de la Frontera, en cuya estación de trenes hay un amplio panel de magníficos mosaicos de tiempo de la República con sus escudos correspondientes. Sorprende el sím-
tivo, se cuidó de que apareciese el nuevo escu-
bolo en lugar tan señalado durante la guerra
do franquista, similar al tradicional en el in-
y la postgerra, en una ciudad controlada por los falangistas y sus allegados. Seguramen-
terior, con la significativa ausencia de los lises borbónicos en el centro, anulando la corona
Recordemos también que la corona real
te, como ya hemos apuntado, fue posible
mural —sustituida por la real española anti-
desapareció no solo del escudo nacional, si-
gracias algunos funcionarios despreocupa-
gua, sin cerrar arriba—, y colocando el con-
no de los escudos de los pueblos o regiones,
dos o quizá sensibles.
junto sobre el águila monocéfala de san Juan,
tomando éstos la mural, cosa que a veces,
El puente sobre el arroyo Guadalbacar,
tomada del escudo de los Reyes Católicos.
también queriendo o sin querer, se ha man-
obra pública realizada en 1932, cerca de Lora
tenido en algunos lugares, alternando in-
del Río, tenía una placa de la diputación re-
MUESTREO DE URGENCIA. Los ejemplos
cluso con la actual corona real, recuperada
publicana en cada uno de sus pretiles. Hoy
que siguen no son únicos en un radio de ac-
tras la instauración monárquica de 1975.
sólo mantiene una, porque hace varios años
ción reducido. Habrá más por toda nuestra
El recorrido por estos símbolos que sobre-
un camión destrozó uno de los barandales, y
comunidad, pero los presentes indican lo
vivieron a la censura comienza por la calle
el provincial organismo no tuvo mejor idea
sencillo e inesperado que puede resultar al
trianera de Pagés del Corro, donde está el co-
que colocar una barrera moderna de hierro
curioso lector o viajero el encontrar señas de
legio José María del Campo. El escudo de la
galvanizado, dejando en la cuneta los viejos
identidad republicanas en lugares donde a
ciudad de Sevilla también se republicanizó,
restos de hormigón con su lápida encastra-
estas alturas del tiempo sólo el entendido o
y sobre san Fernando, san Isidoro y san Lean-
da. Entre tierra y matojos, anduvo abando-
el historiador descubren esos símbolos ve-
dro campeó la corona mural sin que se supie-
nada dos años, hasta que unas manos pia-
nerables, dignísimos y siempre interesan-
ra de queja por parte del monarca conquista-
dosas la salvaron para la posteridad.
tes, por saberse sobrevivientes de un sañu-
dor. Puede que por contemplarse como algo
Ciudades de tradición liberal como Cádiz
do expurgo del que se salvaron.
ya inofensivo, dado su alejamiento del vian-
han mantenido en museos y monumentos
AH ABR 2008
70
Estación de Renfe de Jerez de la Frontera. Escudo republicano en el panel central rematado con la corona mural.
varios símbolos y textos republicanos hasta hoy. El pergamino del Museo de las Cortes o la Placa añadida a Castelar son dos ejemplos comprobables. Y por supuesto no nos referiremos en este artículo a escudos y emblemas conservados en domicilios particulares, por no estar accesibles al común. Algunos, como las chapas
EL ESCUDO DE LA PLAZA DE ABASTOS DE SANLÚCAR DE BARRAMEDA, DE LA PRIMERA REPÚBLICA, HA SOBREVIVIDO A VARIOS CAMBIOS DE RÉGIMEN
en tiempos de Alfonso XIII, el escudo ciudadano muestra corona mural de cinco castilletes, tal como también aparece junto al desleído rótulo de alguna antigua industria. Sin embargo, las placas de las calles actuales ostentan todas la corona real. Otra —masiva y sorprendente—puede ser la sensación al ver prácticamente todas
de escuela, aún se encuentran en anticua-
las representaciones del escudo de la ciudad
rios. No por ello dejamos de reconocer el mé-
de Écija encabezadas con la corona mural en el ayuntamiento, rótulos de calles y mem-
rito de haber atravesado tales signos un tiempo proceloso en el que la sola posesión
lettre sobre su fachada de la Plaza de San
bretes oficiales. La realidad es que práctica-
de esos objetos hacía sospechoso de desafec-
Francisco de Sevilla, por haber sido coloca-
mente siempre fue así. E incluso cuando
ción al régimen, siquiera como curiosidad,
dos con toda probabilidad en la reconstruc-
tras la guerra casi todos los pueblos trocaron
en el salón o el estudio del poseedor.
ción del edificio, que tuvo lugar en los años
los castilletes por las perlas y los borlones,
veinte del pasado siglo, tras el devastador
Écija —no sabemos cómo ni por qué— con-
OJO AL DATO EXTEMPORÁNEO. Conclui-
incendio que arrasó casi por completo lo
servó la vieja enseña cívica hasta hoy, y ya
mos este artículo invitando al lector o via-
que había sido la Audiencia desde tiempos
parece tarde para cambiarla.
jero a observar y entresacar la escasa herál-
de Carlos V.
Distinto puede ser el error, por ejemplo,
dica republicana en nuestra comunidad
El escudo de Sevilla y tres más, entre
al apreciar el escudo de Sanlúcar de Barra-
como documento histórico, sabiendo que
ellos el del Hércules andaluz, no están re-
meda sobre la fachada sur de su plaza de
seguramente encontrará algún símbolo en
matados por la corona real, sino por la mu-
abastos. Republicano, sí, pero..., de la pri-
el lugar más inesperado, pero previniendo
ral. ¿Despiste del maestro de obras, que co-
mera, la de 1873. Este emblema, enterizo, en
sobre el posible despiste al que pueden con-
pió un modelo de la primera República de
mármol, quizá tenga más valor, por haber
ducir algunas coronas murales situadas
1873? ¿Malicia arquitectónica en un tiempo
sobrevivido primero a sesenta años de mo-
sobre escudos locales o provinciales.
en el que comenzaban ya a pintar bastos
narquía alfonsina, a cuarenta de franquis-
contra don Alfonso? No lo sabemos.
mo luego, más de treinta de esta monar-
Citaremos por ejemplo la sede de la caja de Ahorros San Fernando, hoy Cajasol, con
En el paseo público del pueblo de Carmo-
escudos de arenisca, republicanos avant la
na, pese a haber sido inaugurado también
quía, y seguir campeando sobre su lugar. No se dirá que no tiene su mérito. ■
2
1
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71
1. Placa de 1932 en el monumento a Castelar. Plaza de la Candelaria (Cádiz). 2. Cartel con el escudo de la II República al fondo. 3. Placa de 1932, recuperada de la barandilla del puente de Guadalbarcar entre Lora del Río y La Puebla 3
de los Infantes (Sevilla). 4. Chapa de latón de una Escuela Nacional de Párvulos. 5. Documento de traslado de los restos de los héroes de 1820 al panteón bajo San Felipe Neri (Cádiz). 6. Escudo de Andalucía
4
en la Plaza de San Francisco (Sevilla).
5
6
La “indumentaria tradicional” en su aspecto cotidiano es, salvo excepciones, uno de los campos menos estudiados de la antropología andaluza. El examen de una serie de prendas propias de los jabegotes, y, en general, de los hombres de pueblo, nos acercará a la vestimenta diaria malagueña de principios del siglo XX. La indumentaria popular no fue siempre la misma en todos los lugares y se vio afectada por la modas. Las sargas fueron siempre las más utilizadas para las ropas de mucho uso y ropa de trabajo, lo que en la actualidad sería nuestro tejido “vaquero”.
Jalando el copo Los jabegotes malagueños y la indumentaria tradicional a principios del siglo XX IRENE SECO SERRA CUERPO FACULTATIVO DE CONSERVADORES DE MUSEOS
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72
C
tir de los jabegotes malagueños albergadas
uando se habla de “indumentaria
Tintes tradicionales
en el Museo del Traje de Madrid. Una indu-
do, objeto de repetidos estudios, que se uti-
■ El mundo de la indumentaria
para adentrarnos en la vida diaria.
liza todavía hoy como emblema local. Sin
tradicional empleó materias
embargo, hasta la fecha se ha prestado muy
naturales para teñir durante mucho
torno al año 1900. Fueron compradas en El
poca atención a las ropas de diario de las cla-
tiempo. A principios del siglo XX,
Palo al señor Miguel Martínez, e ingresaron
ses populares, que comenzaron a diferen-
cuando ya hacía años que los
en el Museo el día 20 de marzo del año 1935.
ciarse del traje urbano de forma consciente
habitantes de las ciudades vestían
Se trata de una chaqueta de trabajo, un cha-
a mediados del siglo XVIII, para acabar sien-
ropas teñidas con colorantes
leco de más vestir y un traje de invierno.
do engullidas por la marea del “traje regio-
artificiales, las clases populares aún
nal” de principios del siglo XX, con su etapa
usaban prendas coloreadas a la
dón azul; como única concesión decorativa
final de definición en torno a la Sección Fe-
manera antigua.
se ha pespunteado a máquina con hilo blan-
menina.
El calzón que se presenta aquí ha
co. Lleva tres bolsillos grandes de plastón, y
Naturalmente, la indumentaria popu-
perdido parte de su color original
cierra con botones de metal. Tiene huellas
lar no fue siempre la misma en cada lugar a
precisamente por este motivo. Es
de uso continuado y está remendada con
lo largo del tiempo, y también se vio afecta-
posible que no se aplicara bien el
parches de su mismo tejido, que presenta el
da por las modas, aunque menos que las
mordiente, por lo que el tinte natural
tipo de ligamento denominado “sarga”. En
vestimentas urbanas. La mayor parte de las
no pudo entrar en las fibras de lana
la sarga, los hilos se entrecruzan formando
piezas que han llegado hasta nosotros co-
con la fuerza requerida, pero
líneas diagonales, lo que confiere a la tela
rresponden, bien a trajes festivos o domin-
también es probable que se utilizara
resultante resistencia y cierto grado de im-
gueros, bien, directamente, al modelo de
una materia tintórea de poca
permeabilidad. Por eso, en el mundo popu-
“traje regional” al que ya hemos aludido.
calidad. Los mejores negros se
lar, las sargas han sido tradicionalmente
Son infrecuentes las ropas de diario, pues
extraían del exótico y caro Palo de
empleadas para forros de prendas de mucho
en los años en que se formaron las grandes
Campeche, pero nuestro calzón fue
uso y para ropa de trabajo. En nuestros días,
colecciones textiles, no solían considerarse
teñido sin duda con algo más
la sarga por antonomasia es el tejido “va-
de interés. Por ello resultan especialmente
humilde, como un zumaque o una
quero”. En realidad, esta chaqueta está rea-
sugestivas las piezas en las que queremos
agalla de roble.
lizada ni más ni menos que con el mismo ti-
tradicional” o “popular” se suele aludir al traje festivo estandariza-
fijarnos aquí: una serie de prendas del ves-
mentaria sencilla, se aparta de los tópicos Las piezas en cuestión pueden datarse en
La chaqueta de trabajo es de simple algo-
po de tejido de los tejanos: sarga de algodón
2
1
3
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6 5 7
9 1. Chaleco de vestir. 2. Chaleco. 3. Trasera del chaleco. 4. Faja. 5.Calzón (vista lateral) Museo del traje.
6. Calzoncillo. 7. Calzón. 8
8. Chaqueta de trabajo. 9. Detalle de botón.
azul, por lo que, en este sentido, podría calificarse de proto-vaquera.
1
En el extremo contrario en cuanto al uso, se encuentra el chaleco de vestir, que no se emplearía para la faena, aunque no se trata tampoco de una pieza de lujo. El delantero es de sarga cruzada de lana negra, mientras la espalda se ha realizado con tafetán de lana a cuadros en verde, naranja y morado. Está forrado con sarga batavia listada de algodón, y cierra con cinco botones negros. El patrón del delanAntonio Mandly Robles.
tero, el cuello de pico y la ausencia de solapas son elementos morfológicos recientes, casi diríamos que muy actuales. Este chaleco es, así, interesante por cuanto nos muestra la incidencia de la moda “moderna” en el mundo tradicional. Por último, entre las prendas de jabegote compradas para el Museo se cuenta
AH
un traje de invierno, confeccionado en pa-
2
ño, como es de rigor para las prendas de
ABR 2008
abrigo en el ámbito popular. El chaleco, negro y de líneas rectas, está forrado de paño rojo, que asoma en el cuello de tiri-
74
lla. Presenta tapas externas imitando bolsillos, y no posee elementos de cierre. Al contrario de lo que ocurría con el chaleco
Aguilera. Revista Estampa (1929).
de vestir al que hemos hecho referencia,
‘¡Al rico boquerón!’ ■ En verano del año 1929, la pluma de Alfonso González Hidalgo describía para los lectores de la revista Estampa una escena de pesca con jábega en las playas de Málaga. Sol de agosto. En el balneario de moda, los trajes
3 Una visión de Málaga a través de sus tarjetas postales (1897-1930).
polícromos de los bañistas. Y, como contraste del lujo y del ocio, los pescadores se afanan en el ímprobo trabajo de sacar un “copo” […] —¿Cuánto se tarda en sacarlo? -Unas dos horas, desde que sale la barca […] Interrumpe nuestra charla la llegada de un chicuelo semidesnudo y locuaz. En la mano, encallecida ya por el trabajo, saltan unas plateadas sardinas […] Uno de los “jabegotes” le increpa: -¿Dónde cogiste eso? […] —Me las dio Salvaor, el patrón de la Mercedes. Yo soy honrao y no robo na […] Ha llegado el “copo”. Viene repleto y la alegría rebosa en los rostros. Al abandonar la playa, cerca ya de la ciudad, sentimos el típico Arriba, las playas de El Palo
pregón de un “cenachero” […] Y
en los años 40. Debajo, la
recordando el ímprobo e impagable
salida de un copo cargado de
esfuerzo de los pobres “jabegotes” no
boquerones. Y jábega cerca
nos pareció caro, esta vez, el precio de
de los Baños del Carmen.
la mercancía.
JÁBEGAS Y JABEGOTES TOMAN SU NOMBRE DEL TÉRMINO ÁRABE HISPANO ‘SABKA’. QUE PROVIENE DEL ÁRABE CLÁSICO ‘SABAKAH’, QUE SIGNIFICA “RED” no sigue las modas de la época, sino que, como a menudo sucede en la vestimenta tradicional, nos remite directamente al siglo XVIII. La faja del conjunto es de sarga cotonina de lana roja. Los lados menores rematan con flecos y se adornan con cintas de tafetán de seda, muy deterioradas, de color beige, gris, amarillo y azul. El calzón es de paño negro, recto y ancho; no tiene alzapón, y se abrocha en la cintura con
AH
cinta corrediza de algodón. Es interesante comprobar que su color negro original ha
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virado a pardo. Bajo el calzón se vestía un calzoncillo de tafetán de algodón blanco, que llegaba hasta más abajo de la rodilla,
75
asomando por las perneras. Las piezas apenas descritas, chaleco, faja, calzoncillo y calzón, complementadas con camisa de lienzo y opcionalmente con una chaqueta, componen el paradigma de la indumentaria popular masculina de patrón dieciochesco, que puede encontrarse con variantes en casi todas las regiones españolas. Éste fue también el modelo que se fue imponiendo en el Reino de Granada tras la derrota de los moriscos, sobre el que se irían diferenciando tipos locales como consecuencia de la división provincial de 1833 y del progresivo influjo de las modas urbanas. La indumentaria que hemos examinado no es, por tanto, exclusiva de los jabegotes, aunque éstos también la utilizaran, sino que corresponde a los trajes empleados por las clases populares mala-
Jábegas y jabegotes
gueñas en general a fines del siglo XIX y
■ La jábega es un tipo de red de
versión popular) desde tierra para
principios del XX. ■
arrastre de bandas largas, que se echa
embolsar en el copo sardinas y
al agua desde una barca, no muy lejos
boquerones. De todos modos no hay
de la orilla. Su nombre viene del
que olvidar que, como señala el
árabe, y se documenta por primera vez
académico Manuel Alvar, el jabegote
en castellano en textos del siglo XIV.
no es sólo el que tira de la jábega, sino
Cuatro siglos más tarde, la
el pescador en general, y, por
embarcación desde la que se cala la
extensión el hombre de pueblo
‘Historia lingüística de jábega’.
red acabó tomando por extensión el
malagueño.
Revista Jábega 11 y 12. Málaga, 1975.
mismo nombre, y con él ha perdurado
En la fotografía, Imagen de una jábega en la playa malagueña, cerca de los Baños del Carmen. En la distancia, Pedregalejo y El Palo. Fotografía: Desde Málaga, recuerdos...Una visión de Málaga a través de sus tarjetas postales (1897-1930). Selección y textos de J. A. Fernández Rivero. Málaga, Miramar 1994, págs. 168 y 170. Cortesía de Antonio Mandly Robles.
Más información ■ Alvar, M.
■ Álvarez Calvente, M.
hasta nuestros días. Se trata de una
‘La jábega’.
barca de madera a remo y sin timón,
Revista Jábega 4. Málaga, 1973.
que viene a medir en torno a ocho
■ Martínez Moreno, R.M.
metros de largo sin el botalón; las
El traje tradicional, Rodríguez, F. (ed.):
rodas de proa y popa se prolongan en
Proyecto Andalucía. Antropología, volumen
curva sobre la borda, dando a la
8, 196 - 249.
jábega su perfil característico. Una vez
Publicaciones Comunitarias.
la red ha sido echada al agua, los
Sevilla, 2003.
jabegotes la halan (o jalan, en la
La lucha contra el nazismo continuó tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Miles de alemanes nazis y colaboracionistas europeos huyeron para escapar de la derrota y plantar su ideología en otras tierras. España y su Costa del Sol fueron zonas de paso hacia América y guarida donde ocultarse al amparo y protección de las autoridades franquistas. Uno de los más buscados fue Leon Degrelle, general de las SS reclamado por la justicia belga, que no sólo no fue extraditado sino que obtuvo la nacionalidad española como José Ramírez y falleció en Málaga en 1994 sin ser molestado.
Fugitivos nazis en la Costa del Sol De la protección del franquismo a la impunidad de nuestros días CRISTIAN CERÓN TORREBLANCA
AH
UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
ABR 2008
76
E
n 1945, los Ejércitos Aliados avanzaban victoriosamente desde el Oeste y el Este hacia el corazón de la Ale-
mania nazi. La derrota militar de las potencias del Eje era inevitable. Para los fascistas italianos y los colaboracionistas europeos, España era un refugio seguro para escapar de la derrota. Así, ayudados por el franquis-
QUIENES FORMARON PARTE DE LA ADMINISTRACIÓN FRANQUISTA SE CREÍAN CON EL PODER SUFICIENTE PARA IMPEDIR LA EXPULSIÓN DE SUS AMIGOS NAZIS
tre España y Alemania durante la guerra. A finales de 1945, los Aliados presentaron una lista de 255 nazis reclamados, de los que Franco sólo entregó a 105, no “localizó” a 77 y no permitió la extradición de 70 de ellos. En Málaga, el Cónsul General de los Estados Unidos de América, Harold B. Quarton, entregó en 1946 a las autoridades malague-
mo, comenzaron a llegar a comienzos de
ñas una lista de alemanes, de los que exigía
1945 italianos procedentes de Suiza, y el
su repatriación. Se trataba de funcionarios y colaboradores nazis que tenían su residen-
mismo Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco, ayudaría a los allegados de Mussoli-
nización nazi secreta en España tras la de-
cia en la Costa del Sol. De entre todos los
ni, como una de las hermanas Petacci (Cla-
rrota de Alemania) con la que se acusó a
nombres facilitados, destacaba el de Edgard
retta, amante del Duce, prefirió la muerte
Franco, los nazis que estuvieron en España
Horn, familia del que fuera secretario de Hi-
junto a él).
se beneficiaron de los planes de reorganiza-
tler y segundo en el mando del partido nazi,
No ocurrió lo mismo con los dirigentes
ción económica, con los que Alemania
Rudolf Hess. No pudo ser localizado. Más
del III Reich, que no contemplaron esa posi-
deseaba conseguir objetivos de posguerra a
adelante, se informaría que se creía había
bilidad porque tenían una mala imagen del
largo plazo (como el consorcio Sofindus, que
podido estar en Barcelona junto a su compa-
régimen de Franco. Los que sí lo hicieron
agrupaba a importantes empresas germa-
ñera sentimental, también reclamada, que
fueron personalidades de menor rango que,
nas ubicadas en España desde 1938), lo que
había logrado partir hacia Brasil con un pa-
mediante complicidades con el falangismo,
se veía facilitado por el interés español de al-
saporte falso.
consiguieron que la España de Franco los
canzar una producción bélica considerable.
Y es que el franquismo respondió de for-
ayudase a llegar a Iberoamérica o tolerase su
De tal forma, desde el mismo verano de
ma ambigua a estas peticiones: aceptó cola-
presencia en territorio español, para impe-
1944 se solicitó a España que entregase a los
borar, pero tendría la libertad de analizar
dir su entrega a la justicia.
funcionarios y agentes alemanes que se en-
individualmente cada caso, con lo que los
Cuando finalizó la guerra en Europa, las
contraban en su territorio, para interrogar-
fugitivos ganaban tiempo para esconderse o
potencias aliadas querían eliminar toda in-
los y proceder a su desnazificación. El régi-
emprender la huida hacia otras regiones,
fluencia alemana que pudiese mantener o
men franquista intentó eludir estas repa-
como Iberoamérica.
fomentar los intereses políticos germanos.
triaciones y protegió especialmente a todos
Málaga, por su condición de puerto y su
Si bien no llegó a existir la Organización
aquellos que podían dar testimonio de la es-
proximidad geográfica al norte de África,
Ogro (con la misión de mantener una orga-
trecha colaboración que había existido en-
fue un lugar de paso hacia Iberoamérica por
United Holocaust Memorial Museum.
AH
Octavo juicio de los procesos posteriores a Nuremberg. Entre 1946 y 1949 se continuaron celebrando juicios contra 185 alemanes nazis.
todos aquellos nazis que deseaban eludir la
amigos. El destino de estos fugitivos, como
de tránsito hacia América, también fue un
justicia. No sólo los alemanes estaban inte-
el de tantos otros, era la Argentina de Juan
lugar elegido para ocultarse y eludir la justi-
resados en escapar de la justicia, sino tam-
Domingo Perón. Desde el triunfo de éste en
cia. Así, uno de los nazis más buscados, León
bién los colaboracionistas de la Europa ocu-
1946, las puertas de Argentina no sólo esta-
Degrelle, fundador del movimiento Rex en
pada que, a pesar de los controles aliados en
ban abiertas para los alemanes huidos, sino
Bélgica y general de las SS, (Schustzstaffel,
las fronteras, consiguieron eludirlos para
que existía la voluntad de rescatar al mayor
Escuadras de protección del partido nazi), se
llegar a España. Así, el 30 de octubre de 1948
número de nazis de los juicios por crímenes
ocultó en la costa malagueña, con la protec-
consiguieron alcanzar el puerto malagueño
de guerra en Europa.
ción de unas autoridades franquistas que ig-
un grupo de seis excombatientes y colabora-
Pero la costa malagueña no sólo era lugar
noraban las reclamaciones de Bélgica para ex-
cionistas, tras fugarse de un campo de re-
traditarlo, ya que éstas lo habían juzgado y
clusión en Noruega y ser perseguidos por la
condenado a la pena de muerte en ausencia. El gobierno español intentó retrasar todo lo
policía internacional de Tánger en los últimos días. Eran miembros del Nasjonal
El colaboracionismo
que pudo el manifestarse sobre este asunto y, tras remitir la decisión al Consejo de Esta-
Samling (NS): Unión Nacional de Noruega, o del partido nazi finés. Habían combatido
■ El colaboracionismo es el término
do (un órgano consultivo que en esos años no
en Rusia, cerca de Leningrado, una zona del
con el que se denomina a la población
disponía de independencia de criterio), se
frente en la que se encontraba la División
de los países que aceptaron cooperar
informó a la autoridades judiciales belgas
Azul (fuerza terrestre compuesta por volun-
con el III Reich en la Europa ocupada.
que por el tratado de extradición que tenían
tarios españoles y enviada por Franco para
El colaboracionismo abarca una gran
España y Bélgica, los delitos de carácter polí-
combatir junto a los alemanes), por lo que
variedad de comportamientos, así
tico no podrían justificar extradición algu-
habían trabado amistad con los españoles
como distintas tonalidades en los
na. Además, el Gobierno belga no renuncia-
que allí combatían y acudían ahora a Espa-
aspectos más inquietantes y sombríos
ba a aplicar la condena a muerte, cláusula
ña para que los ayudasen.
de la colaboración política con los
con carácter humanitario considerado como
invasores nazis: desde la cooperación
requisito. Un requisito que no se tuvo en
PROTECCIÓN GUBERNAMENTAL. Las re-
neutral, el puro oportunismo, la
cuenta en otras extradiciones de otros cola-
des de influencia y amistad se habían puesto
afinidad ideológica… hasta la
boracionistas, como Pierre Laval, trasladado
en funcionamiento en toda España para pro-
traición, tal como la definen las leyes
de España a Austria para entregarlo a los
teger a los nazis, hasta el punto de que todos
de distintos países afectados y cuyo
americanos y desde allí a la justicia france-
aquellos que formaban parte de la adminis-
caso más notorio fue la Noruega de
sa, que lo ajustició al poco tiempo.
tración franquista se creían con el poder su-
Vidkun Quisling.
ficiente para impedir la expulsión de sus
Degrelle se ocultó hasta finales de los años cuarenta, mientras, las autoridades
ABR 2008
77
Fotograma de la película ‘Vencedores o vencidos’ que aborda los juicios celebrados en Nuremberg. contra los nazis y sus colaboradores.
AH ABR 2008
El juicio a los criminales de guerra
78
■ El 20 de noviembre de 1945 comenzó en la ciudad alemana de Nuremberg el juicio de los aliados contra 24 líderes alemanes nazis capturados, representantes de la sociedad nazi en su conjunto: el ejército, la política, la economía… a los que se les consideraba responsables de la guerra más devastadora que el mundo había malagueñas no sólo tenían conocimiento
hizo posible que la gran mayoría de los cul-
conocido, y de cometer crímenes y
de su presencia en la Costa del Sol, sino que
pables viviesen hasta el fin de sus días como
atrocidades nunca vistas antes contra
lo protegían, estando muy atentas a las visi-
hombres de negocios, funcionarios o, inclu-
la población civil y los prisioneros de
tas que funcionarios belgas realizaban a
so, militares. Los Aliados calcularon que al-
guerra. Tras 218 jornadas, en octubre
Málaga y, que bajo la excusa de hacer turis-
rededor de 20.000 criminales de guerra ale-
de 1946, el tribunal halló culpables a
mo, tenían por verdadera finalidad localizar
manes consiguieron escapar en 1945, para
18 acusados y absolvió a los tres
el paradero de León Degrelle. Finalmente,
reaparecer con identidades nuevas en Ibero-
restantes. Desde octubre de 1946 a
éste obtuvo la ciudadanía española con el
américa, Oriente Medio, e incluso en ciuda-
abril de 1949, se continuaron
nombre de José Ramírez Reina, fecha a par-
des estadounidenses. Uno de los más famo-
celebrando en Nuremberg 12 juicios
tir de la cual dejó de ocultarse y comenzó a
sos es el austríaco Aribert Heim, conocido
contra 185 personas (militares,
relacionarse con famosos nazis residentes
como el doctor Muerte por las atrocidades co-
miembros de las SS, pero también
en España, como Otto Skorceny (líder de las
metidas en el campo de exterminio de Mau-
médicos, jueces, empresarios…)
fuerzas especiales de las SS y libertador de
thausen, donde muchas de sus víctimas
acusadas de crímenes contra la
Mussolini en septiembre de 1943). Degrelle
eran españoles republicanos. Desde 1962, se
humanidad. El comienzo de la Guerra
fallecería en Málaga, sin ser molestado por
desconoce su paradero y si continúa con vi-
Fría y la necesidad de contar con la
la justicia, el 1 de abril de 1994.
da, aunque se sospecha que ha residido en
República Federal Alemana como un
varios países, entre ellos España, concreta-
aliado necesario para frenar al
mente en la costa mediterránea.
comunismo, llevó a EEUU a ceder ante
A medida que la Guerra Fría comenzó a dominar las relaciones internacionales entre las dos superpotencias, la razón de estado
EL CÓDIGO PENAL DE 1996, QUE RECONOCE EL DELITO DE GENOCIDIO, HA PERMITIDO QUE ESPAÑA DEJE DE SER GUARIDA PARA NAZIS O SUS DEFENSORES
En España, algunos alemanes que se habí-
las demandas del Gobierno de Konrad
an visto obligados a abandonar el país, regre-
Adenauer: se redujeron las penas y se
saron, y en algunos casos, para ocupar pues-
decretó una amnistía parcial.
tos muy similares a los que desempeñaron
También Japón tuvo su Nuremberg en
durante el régimen de Hitler. Así, Hans Hoff-
el Juicio de Tokio, donde los aliados
man, uno de los nazis más buscados en Mála-
juzgaron a los responsables nipones.
ga, por ser un destacado miembro del partido
En otras partes de Europa, como
nazi y peligroso agente de la Gestapo (policía
Francia, Bélgica o Noruega, los
secreta del Estado), se convirtió desde la déca-
colaboracionistas también tuvieron
da de los años 50 en un instrumento clave de
que rendir cuentas ante la justicia de
las relaciones hispano alemanas y prestó un
sus respectivos países.
gran servicio la democracia cristiana alema-
León Degrelle, general la justicia belga, vivió
El nazismo tras 1945: Werwolf y Odessa
en la Costa del Sol
■ En 1944 el nazismo creó un
consiguiendo incluso la
movimiento de guerrilla, el Werwolf
nacionalidad española.
(Hombre Lobo en alemán), para
de las SS reclamado por
detener la invasión aliada, resistir en los territorios ocupados y controlar a los alemanes tras la derrota miliar. Las acciones de resistencia llevadas a cabo por Werwolf (desde sabotajes hasta asesinatos) entre 1945 y 1947 provocarían que los Aliados endureciesen todavía más las políticas de ocupación en Alemania. ODESSA (Organización de Antiguos Miembros de las SS), mundialmente conocida por el novelista Frederick Forsyth y el cazador de nazis Simon Wiesenthal, no era tanto una organización y amistad para apoyar la huida de
La opinión de Perón sobre Nuremberg
miembros de las SS.
■ Al final de su vida, hacia 1972 ó 1973, el general comentaba: “En Nuremberg, se estaba realizando entonces algo que yo, a título personal, juzgaba como una infamia y como una funesta lección para el futuro de la humanidad. Y no solo yo, sino todo el pueblo argentino. Adquirí la certeza de que también los argentinos consideraban el proceso de
na, que no dudó en recompensarlo con el car-
como del concepto de apología del genoci-
Nuremberg como una infamia,
go de Cónsul general honorífico, con sede en
dio con el artículo 607 del Código Penal, ha
indigna de los vencedores, que se
Málaga, cargo que desempeñó hasta su falle-
provocado que España deje de ser una gua-
comportaban como si no lo fueran.
cimiento en 1998. Su contribución a la refun-
rida para nazis o sus apologistas. De tal for-
Ahora estamos dándonos cuenta de
dación del Colegio alemán en la Costa del Sol
ma, que el 24 de agosto de 2007, el juez Bal-
que merecían haber perdido la guerra.
fue premiada, al llevar el colegio su nombre.
tasar Garzón decretó el ingreso en prisión del escritor austríaco, residente en la locali-
¡Cuántas veces durante mi gobierno pronuncié discursos a cargo de
IMPUNIDAD HASTA HOY. La muerte de
dad malagueña de Benalmádena, Gerd
Nuremberg, que es la enormidad más
Franco y la llegada de la democracia en Es-
Honsik, que se fugó de Austria en 1992, pa-
grande que no perdonará la historia!”.
paña no modificaron la situación de impu-
ra no cumplir un año y seis meses de pri-
Testimonio recogido en: GOÑI, Uki.
nidad en la que vivían los fugitivos nazis,
sión por los que fue condenado por negar el
La auténtica Odessa. La fuga nazi a la
pues el delito de genocidio no aparecerá en
Holocausto en sus libros. En 1995, la
Argentina de Perón. Paidós, Barcelona,
el Código Penal español hasta 1996, lo que
Audiencia Nacional, rechazó la extradición
2002, p. 137.
permitió que las extradiciones fuesen re-
pedida por Austria, al igual que ocurrió con
chazadas por España. Esta situación provo-
Remer, pero las reformas realizadas en el
có que en los años 90 prófugos nazis volvie-
Código Penal español, hacen que en 2007 la
sen a elegir España para establecer su resi-
extradición sea posible y la Costa de Sol y
dencia y eludir la justicia.
España dejen de ser una guarida segura pa-
Más información
Fue el caso del general Otto Ernst Re■ Cerón Torreblanca, C.M. La paz de Franco, la posguerra en Málaga:
tado en Berlín el 20 de julio de 1944 y se en-
desde los oscuros años 40 a los grises años 50.
cargó de la brutal represión de los conjura-
Spicum. Málaga, 2007.
dos contra Hitler. Tras ser condenado en
■ Collado Seidel, C.
Alemania a 22 meses de prisión en 1992, hu-
España, refugio nazi.
yó a España en 1930 y se estableció en Mar-
Temas de hoy. Madrid, 2005.
bella, donde le esperaba desde 1978 Wolf-
■ Juárez, J.
ra los nazis y sus defensores. ■
mer, el hombre que impidió el golpe de es-
gang Jugler, jefe destacado de las SS. Remer
La guarida del lobo.
fallecería el 4 de octubre de 1997, sin que lo-
Malabar. Barcelona, 2007.
grase la justicia alemana su extradición. La entrada en vigor del delito de genocidio, así
LA RAZÓN DE ESTADO HIZO POSIBLE QUE LA MAYORÍA DE LOS CULPABLES VIVIESEN COMO HOMBRES DE NEGOCIOS, FUNCIONARIOS O INCLUSO MILITARES
Friends of Leon Degrelle, Cultural Association.
cohesionada, como una red influencia
AH ABR 2008
79
La historia de la fotografía flamenca se desarrolla paralelamente a la fotografía de toda temática en nuestro país, pero no es hasta 1912 cuando se publica el primer libro con fotos de artistas flamencos. A partir de entonces las publicaciones se suceden aunque con grandes saltos en el tiempo. Sólo a partir de 1975 comienza a tomar cuerpo bibliogáfico este arte que representa al flamenco definiéndose dos corrientes sólidas en este campo específico: la fotografía del instante y el retrato de estudio, que aún siguen vigentes.
Luces y sombras en la imagen flamenca Más de cien años de retratos flamencos: de la seriedad a la sonrisa CARLOS ARBELOS
AH
PERIODISTA
ABR 2008
80
E
l inicio de la fotografía tuvo lugar en
permitieron el comienzo de una gran pro-
tografiados. Pocas son las conclusiones que
París, en la primera mitad del siglo
fesionalización de los artistas de lo jondo.
de ellos pueden extraerse.
XIX, a través de la daguerrotipia (ar-
En 1912 se publica el primer libro con foto-
El siguiente libro en el que se incluyen
te de fijar en chapas metálicas, convenien-
grafías de artistas vinculados al mismo. La
fotografías de artistas flamencos se edita
temente preparadas, las imágenes obteni-
obra corresponde al “Maestro” Otero y es
en 1935 y su autor, Fernando El de Triana lo
das a través de una cámara oscura). El inno-
un tratado de bailes españoles y andaluces
titula Arte y artistas flamencos. El mismo es-
vador método para registrar la realidad se
en los que aparecen unos cuantos artistas
tá ilustrado con 126 fotografías de las tres
utilizó en nuestro país por primera vez en la
en poses de baile, sin que se mencione al
disciplinas del arte jondo. Las fotografías
ciudad de Barcelona, en el año 1839. Pero
autor de los retratos, ni quienes son los fo-
tienen un papel predominante en la obra
por ese entonces quienes se ocupaban de la
que contiene 102 biografías. Salvo la foto-
fotografía no eran fotógrafos sino científi-
grafía de la portada, las del resto del libro
Fotografía y ciencias sociales
carecen de firma y, por la forma y estilo de
■ La fotografía presenta abundantes
épocas. Interesa resaltar que más de la mi-
blio López Mondéjar es a partir de mediados
relaciones con las ciencias sociales,
tad representan a mujeres. De la lectura de
del siglo XIX en que comienza el trabajo de
que en el flamenco se han
las fotografías se pueden extraer interesan-
diversos daguerrotipistas en España. El au-
minusvalorado. Esa relación se puede
tes conclusiones. Todos los retratos mascu-
tor sostiene: “Debieron ser daguerrotipis-
establecer en varios planos. Primero,
linos son posados con gestos serios y cir-
tas extranjeros los que retratasen a nues-
como un instrumento para el registro
cunspectos. Los hombres están pulcramen-
tros tatarabuelos en aquellos inicios del ne-
de información. Segundo, como un
te ataviados, imagen alejada del tópico que
gocio fotográfico en España. Hombres que,
mecanismo para la divulgación de la
describía a los artistas “como gente de mala
con contadas excepciones no habían llega-
información. Tercero, como objeto de
nota y de costumbres disolutas”. Las muje-
do a consolidar el prestigio de sus gabinetes
estudio y, cuarto, como la rama visual
res, vestidas en su mayoría con la ropa de
de retrato en sus países de origen —Francia,
de la antropología y la etnografía.
trabajo, aparecen en un porcentaje signifi-
Suiza, Alemania o Inglaterra—, y que llega-
Cuando en París se presentó el
cativo con actitudes masculinas, como por
ron a la península en busca de un mercado
daguerrotipo ante la Academia de
ejemplo fumando un puro, bebiendo o
virgen en el que trabajar sin competencia.”
Ciencias francesa se expusieron las
acompañadas por una copa o botella de
amplias posibilidades del registro
aguardiente o bien, con una guitarra, ya
FLAMENCOS. Sobre
fotográfico y la arqueología se propuso
sea pulsándola o como elemento decorati-
1860 comienzan a aparecer los primeros fo-
como uno de los campos privilegiados
vo. Esto no es de extrañar, si tenemos en
tógrafos españoles, una época que se consi-
para ilustrar con imágenes dicho
cuenta que por aquel entonces al arte fla-
dera ‘dorada’ para el arte flamenco, ya que
registro.
menco y especialmente al cante se lo consi-
cos —de carácter progresista y liberal—, más vinculados al desarrollo económico e industrial que a los estudios académicos. Siguiendo el estudio realizado por Pu-
ANTECEDENTES
estaban en auge los cafés cantantes que
cada una, se puede inferir que corresponden a diferentes fotógrafos y a distintas
deraba cosa de hombres.
AH ABR 2008
81
LECTURA DE LAS FOTOGRAFÍAS. Desde el punto de vista de la semiología, la ciencia que estudia la simbología implícita en las expresiones visuales o de otro tipo, la fotografía —al igual que cualquier otra expresión gráfica—, contiene infinidad de códigos y mensajes. En el caso de la fotografía flamenca, hay determinados significados que la persona o el objeto fotografiados de-
Revistas en color ■ La mayoría de los fotógrafos que se dedican al arte flamenco opinan que el flamenco debe retratarse en los tonos que van del blanco al negro, pero las revistas especializadas en el tema utilizan mayoritariamente el color. Así encontramos que Alma 100 (nº 68), de 35 fotografías impresas, 30 son en color; El Olivo Flamenco (nº 146) publica 65 retratos, de los que 61 están realizados en color, mientras que en Acordes de Flamenco (nº 4) ilustra sus páginas con 71 fotografías en color de un total de 81.
Pepe “El de la Matrona”
Obviamente este hecho manifiesta
(Sevilla, 1887-Madrid, 1980).
que hay una contradicción entre lo
La imagen muestra la
que piensan los fotógrafos
seriedad adusta del
profesionales y las necesidades de
pesonaje ante el objetivo
marketing y comercialización que
atento del fotógrafo que
mueve a los editores.
capta el instante.
AH ABR 2008
Carlos Arbelos
82
Moraito (Jerez, 1956) y José Mercé (Jerez, 1955). La sonrisa o las risas no aparecen en los retratos flamencos hasta 1975.
notan o muestran evidentemente pero, a
lica, especialmente buscados por el fotó-
ción con Juan Rondón— escribe un libro
su vez, dicha imagen tiene asimismo
grafo: expresión gestual, ángulo de la
que incluye algunas fotografías ya expues-
connotaciones, o significados simbólicos.
toma, búsqueda de una luz que acentúe
tas en el libro de Fernando El de Triana y,
Para facilitar la comprensión de la afirma-
el dramatismo, etcétera.
otras, inéditas. Sin embargo, esta obra no
ción anterior bastará con imaginar que se
Habrá que esperar cuarenta años para
consiguió editor y se publicó recientemen-
está frente a la imagen de un cantaor sobre
que, en 1975, aparezca otro libro con fo-
te, en el año 2001 con el título Recuerdos y
un escenario; eso es lo evidente. Sin em-
tografías de artistas flamencos —que es-
confesiones de Rafael Pareja de Triana.
bargo, supongamos que al ser fotografia-
ta vez sí están firmadas—. Se trata de Lu-
do, el cantaor en cuestión, estuviera can-
ces y sombras del flamenco de la fotógrafa
LA PIONERA ‘COLITA’. Colita con su tra-
tando una siguiriya, lo que no es posible
catalana Colita, con textos de José Ma-
bajo en Luces y sombras… fijó una de las co-
que la cámara recoja. No obstante, la foto-
nuel Caballero Bonald.
rrientes que más peso han tenido en el
grafía puede transmitir el sentido trágico
Entre uno y otro, en 1951, el cantaor
desarrollo posterior de la fotografía fla-
con determinados efectos de índole simbó-
Rafael Pareja de Triana —en colabora-
menca. Su trabajo intenta —y lo logra—
Fotografía y psicología ■ La psicología también se ha
B) Favorecer la comunicación con otras
interesado en estudiar la fotografía. El
personas al permitir revivir en
hecho de mirarlas, coleccionarlas o
común los momentos pasados o
tomarlas, aporta —según los
mostrar a los otros el interés o el
psicólogos— satisfacciones en tres áreas:
afecto que se les tiene. C) La expresión de los sentimientos,
A) Protección contra el paso del tiempo,
ya que proporciona al fotógrafo
ya que la fotografía tiene como
el medio de ‘realizarse’, ya sea
función ayudar a sobrellevar la
haciendo sentir su propio poder
angustia que provocan las ausencias
mediante la apropiación mágica
o el devenir del tiempo sirviendo a la
o mediante la exaltación del
evocación de recuerdos asociados.
sujeto representado.
AH ABR 2008
Carlos Arbelos
83
Tío Juane (Jerez, 1920-1991). La concentración ensimismada antes de comenzar a cantar.
captar la esencia del artista en un instan-
estudio, donde trata de encontrar lo esen-
destacados fotógrafos como el sevillano
te, ya sea de alguna actuación, antes o
cial de su personalidad creativa que se
Paco Sánchez o el madrileño Paco Manza-
después de ella, e incluso fuera del contex-
vuelca luego en los escenarios.
no, han recurrido al color. En cuanto al
to de su centro de actuación. Así, en aque-
Estas son las dos corrientes principales
uso del mismo, la opinión generalizada es
lla edición Tía Anica La Piriñaca aparece
que ha alcanzado la fotografía flamenca
que puede servir para recoger, sobre todo,
tendiendo la colada en el patio de su casa
contemporánea y sus precursores, a par-
el baile flamenco y siempre utilizando
y, en la reedición posterior, el cantaor Du-
tir de cuyo trabajo fueron apareciendo
fundamentalmente tres colores: el rojo,
quende con su padre y unos gallos de pelea
continuadores. Es de destacar, que la ma-
el blanco y el negro. Aunque esta corrien-
o Miguel Poveda, acariciando a un perro.
yoría de los fotógrafos dedicados a esta
te aún no está suficientemente consolida-
En paralelo a esta escuela se desarrolla
área cultural, opinan que la mayor expre-
da, las revistas especializadas, por razo-
otra llevada adelante por el fotógrafo Pepe
sividad de la fotografía flamenca se consi-
nes de índole comercial, suelen utilizar
Lamarca, quien más portadas de discos ha
gue con los matices que van del blanco al
muchas fotografías en color, incluso para
realizado. En su caso, lleva al artista a su
negro. Sin embargo, en los últimos años,
sus portadas. ■
Sobre los archivos gráficos
Más información ■ Caballero Bonald, J.M.y Seteva, I.
■ El arte flamenco ha utilizado mucho
imágenes fotográficas. Además de
Luces y sombras del flamenco.
las fotografías. Sin embargo, no ha sido
preservar las imágenes, es preciso
Lumen. Barcelona, 1975. Reedición
capaz de crear los suficientes archivos
situarlas en el contexto histórico social al
ampliada: Fundación José Manuel Lara,
gráficos que posibiliten acceder a ellos
que pertenecen, en las circunstancias y
para realizar otros estudios sobre el arte
tiempo en que fueron hechas como
jondo. Podemos decir que en nuestra
también dar noticia de quienes fueron sus
Arte y artistas flamencos.
comunidad sólo el Centro Andaluz de
autores, determinando también su
Editoriales andaluzas reunidas, edición
Flamenco cuenta con un archivo mediano
campo de trabajo y su estilo. Los archivos
sobre el tema.
fotográficos representan verdaderas vetas
De todas maneras, el mismo no cumple
de conocimiento y son indispensables
Retratos del flamenco.
con el requisito de servir para dar un paso
para esta labor. De ahí que su
Centro Andaluz de la Fotografía y centro
significativo para el análisis de las
preservación y difusión sea esencial.
Andaluz de Flamenco. Sevilla, 2002.
Sevilla, 2006. ■ Fernando ‘El de Triana’.
facsímil. Madrid, 1986. ■ Sánchez, P.
Hace dos siglos y pico que los Osborne llegaron al Puerto de Santa María. Descendientes de un joven de Exeter (Inglaterra) en busca de fortuna, la familia ha conseguido que el apellido se reconozca como uno de los grandes bodegueros de nuestro país. Los negocios de los Osborne prosperaron durante el siglo XX y cobraron gran impulso durante la Guerra Civil. Marcas tan conocidas como la de Cruzcampo tuvieron que ver con los negocios de la familia que ha sabido adaptarse al paso del tiempo, incluso y a pesar de las modas que también se imponen en el beber.
Los Osborne, una dinastía vinatera andaluza La historia de una bodega andaluza que vino de Inglaterra JUAN ESLAVA GALÁN
AH
ESCRITOR
ABR 2008
84
E
l Puerto de Santa María desde la bor-
crean las condiciones ideales para la crian-
da del Adriano II que cruza la bahía
za de un vino único, el sack mencionado
de Cádiz, como un vaporetto vene-
por Shakespeare y apreciado por connoisseurs de todo el mundo.
ciano, bajo un sol luminoso, respirando las fragancias del yodo, las algas, el marisco... Bajo estas aguas yace el mayor cemente-
DE PROCEDENCIA INGLESA. Los Osborne
rio de barcos hundidos del planeta: panzu-
llegaron al Puerto de Santa María hace dos
das naves fenicias, estilizados bajeles grie-
siglos y pico. Descienden de Thomas Os-
gos, barcos romanos que sacaban de estas
borne Mann, un joven hidalgo de Exeter,
tierras el aceite del Imperio, navíos bizanti-
Devon, que buscaba fortuna lejos de su pa-
nos, árabes, galeones españoles del oro, pi-
ís devastado por la Guerra de los Siete Años
ratas ingleses, mercantes holandeses... Es-
y se asoció, en Cádiz, con dos compatriotas
ta tierra que tantas cosas ha sido y que en-
suyos, Sir James Duff y William Gordon.
cierra las primeras ciudades de Europa, Cá-
También se casó con una de las hijas del
diz y Tartessos, siempre fue un emporio co-
apoderado de la empresa Duff-Gordon, un
mercial, la meta de trujamanes llegados de
aristócrata menor alemán, Juan Nicolás
lejanas tierras, fenicios, romanos, italia-
Böhl de Faber. Los Böhl de Faber eran afa-
nos, ingleses... Los grandes apellidos de la
mados bibliófilos y escritores (una hija fue
región lo confirman: Terry, Byass, Domecq,
Fernán Caballero). En este círculo, Thomas
Osborne...
Osborne trabó amistad con escritores tan
El viajero ha cruzado la comarca jereza-
relevantes como Washington Irving que
na hasta Cádiz. Ha contemplado la suce-
visitó el Puerto y terminó allí sus Cuentos
sión de colinas cubiertas de vides Palomino
de la Alhambra. De regreso a los Estados
que conforman el triángulo mágico del
Unidos, Irving se convirtió en un entusias-
Sherry, el comprendido entre Jerez mismo,
ta propagandista de los vinos de Osborne.
el Puerto de Santa María y Sanlúcar de Ba-
En una carta solicita que le envíen al vino
rrameda. Estas tierras blancas (ricas en carbonato cálcico) absorben el agua como una esponja y crean una corteza que impide la evaporación, lo que, unido a un clima singular, regulado por la cercanía del mar, y a los vientos vinateros (el poniente atlántico húmedo y templado que moja las cepas y el levante seco del este que las seca y las cura)
LOS OSBORNE LLEGARON AL PUERTO HACE MÁS DE DOSCIENTOS AÑOS, DESCENDIENTES DE THOMAS OSBORNE MANN, JOVEN HIDALGO INGLÉS
añorado “el mejor Brown Sherry (...) desearía que fuese un vino del cual yo pudiera enorgullecerme. Me propongo, con un poco de este vino, conseguirles muchos pedidos de Boston”. Don Tomás Osborne tiene sus oficinas en un edificio antiguo remozado y rodeado de bodegas. Es un hombre alto, rubio y bien
Las bodegas están adaptadas a los tiempos modernos. Uno de los mayores logros publicitarios es el del ya famoso toro de Osborne.
AH ABR 2008
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Vino Pedro Ximenez. Washington Irving fue un gran entusiasta del vino de Osborne en su especialidad Brown Sherry. El escritor solicitaba que se lo enviasen a Boston.
parecido que podría pasar por inglés recria-
El vino de los Osborne, todavía denomi-
do en Andalucía. “Creen que soy inglés has-
nado Duff-Gordon, creció en fama y acepta-
ta que abro la boca y hablo”, bromea con su
ción, especialmente en los ambientes más
suave acento andaluz, mientras bebe té.
refinados de Europa. A las oficinas del Puer-
—¿Qué significa hoy el apellido Osborne?
to llegaban pedidos del duque de Glouces-
—Yo pensaba que era el toro, el vino, el
ter, de la familia real inglesa, de la casa real
brandy, pero hace tres años, cuando iba ca-
belga y de la rusa, desde San Petersburgo.
mino de Murcia, a la boda de un primo, pa-
En 1860 los Osborne adquirieron la parte
ro en una gasolinera y creo reconocer a un
de la sociedad de los Duff-Gordon y cambia-
torero famoso. Le pregunto a la chica que
ron el nombre de la empresa por el suyo. La
me atiende: “¿No es aquel César Rincón?”.
fama de los caldos no se resintió, más bien
AH
Y ella responde: “No lo sé. Lo que sí le
creció con la nueva denominación, de foné-
ABR 2008
son Osborne.” “Bueno, le dije, yo
86
puedo decir es que los de aquel coche
tica más española.
también soy Osborne”. Nunca
OSBORNE Y CRUZCAMPO.En 1904 mi bis-
pensé que nos pudieran reconocer,
abuelo Tomás (el tercer Tomás de la dinas-
aparte, naturalmente, de mi pri-
tía) y su hermano Roberto, fundan en Sevi-
mo Bertín, al que todo el mundo
lla una empresa cervecera, la Cruz del Cam-
conoce.
po, y entonces deciden que los dos en Sevilla
A Thomas Osborne, fallecido en
y los dos en el Puerto no puede ser y se inter-
1854, lo sucedieron sus hijos. El
cambian las acciones de Osborne y de Cruz
mayor, Tomás (ya escrito a la espa-
del Campo. Mi bisabuelo siguió en El Puerto
ñola) se dedicó al comercio de vi-
y su hermano se quedó en Sevilla. Esa rama
nos, mientras Juan Nicolás, que
Osborne, a la que pertenece Bertín, vendió
había heredado la afición a las le-
sus acciones hace años.
tras de los Böhl maternos, escogió
Los negocios de los Osborne prosperaron
la carrera diplomática y marchó a
en el siglo XX y recibieron un gran impulso
Moscú con el embajador español,
durante la Guerra Civil. Las guerras, ya se
el duque de Osuna. “Este Osuna
sabe, estimulan el consumo de vino, el con-
era un derrochador que lanzaba al
sumo de vida.
río las vajillas de Limoges después
“La generación de mi padre ha podido
de cada banquete. Naturalmente
vivir del dividendo pero en la mía eso es ya
se arruinó”.
imposible: somos doscientos accionistas,
Juan Nicolás, ennoblecido por
todos con el apellido Osborne, regidos por
el papa Pío IX con el título de conde
un consejo de administración de diez
de Osborne, murió en París sin
miembros, con destacada participación de
descendencia, y el titulo pasó a su
las mujeres. Nos hemos multiplicado tan-
hermano.
to que el reparto de los dividendos no da pa-
Tomás Osborne Böhl de Fáber
ra vivir. Por lo tanto, los jóvenes Osborne
tuvo diez hijos que se educaron a
han diversificado sus trabajos, muchos
caballo entre Inglaterra y el Puerto
son profesionales independientes, tienen
de Santa María y encabezaron esa
negocios propios, o trabajan en bancos...
tradición de la aristocracia anglo-
Lo que nos mantiene unidos es el amor a la
sajona establecida en la comarca
bodega. Aquí abajo tenemos el bar de los
que consiste en ser más andaluces
consejeros, que es el de la familia y los
que nadie sin por ello renunciar a
amigos, una especie de remota versión de
sus raíces británicas: Antonio,
club inglés, que abre a las dos de la tarde y
uno de los diez hijos de Tomás, se
cierra cuando marcha el último cliente.
metió a jesuita. El propio Tomás
Yo, el día que puedo, bajo al bar antes de re-
era tan aficionado a los toros que
gresar a casa”.
presidió la sociedad constructora
Ustedes, la aristocracia del vino y del to-
de la plaza de toros, de la que Joseli-
ro, se casan con ricos, como las dinastías
to diría: “El que no ha visto toros en el Puerto no sabe lo que es una tarde de toros”.
reales. —No creo que sean bodas premeditadas. Simplemente la gente de dinero se relacio-
La manzanilla se ha hecho muy popular por su consumo en las ferias como rebujito. La creencia de que es más ‘ligth’ que el Jerez ha incrementado la venta de este producto.
na con otra gente de su clase y los jóvenes se enamoran.
bebía Jerez, luego han decidido que la manzanilla es más light que el jerez, cuando si
Una visita a las bodegas enseña mucho,
tuviera menos grados no sería vino de jerez,
más aún si te la enseña un Osborne que ama
pero la ven más clara y menos fragante y se
el vino y su cultura. Las calles del entorno
decantan por ella. Las modas cambian muy
tienen nombre de vino y albergan bodegas
rápido, pero hay que aguantar para conser-
de nombres sonoros: La Pastora Chica, el
var lo bueno.
Cuartel de la Palma, Buenos Aires, Bodega Honda, el Jardín... Son catedrales silencio-
BODEGA, A LA ÚLTIMA MODA. Paseamos
sas, perfumadas con la fragancia del mosto
entre las murallas de botas, en el silencio y
viejo, tenuemente iluminadas tras las arpi-
la penumbra de la bodega. Por contraste, en
lleras que celan las ventanas. El aire circula
la planta de embotellamiento reinan la
en las altas techumbres, sostenidas por pi-
asepsia y la luz de un laboratorio futurista.
lastras. Abajo se alinean, en varios pisos,
—Sorprende ¿eh? Todo a la última.
las botas de roble americano de 516 litros,
Dentro de nuestro ambiente, los Osbor-
que respiran a través de los poros para que el
ne hemos sido siempre bastante mo-
vino se oxigene.
dernos. La tercera generación matri-
—Es para homogenizar el vino. Al mer-
culó, en 1903, los primeros automó-
cado hay que darle un producto uniforme,
viles de Cádiz. Desde los años se-
con pocas variantes. Los vinos que se impo-
senta, las mujeres se incorporan al
nen hoy son los homogéneos, los australia-
accionariado de la empresa. Tam-
nos, el chileno... Es un concepto bastante
bién, por entonces, se emprendie-
moderno. Hasta hace un cuarto de siglo el
ron las primeras campañas publi-
jerez se vendía a granel, en botas, y se em-
citarias modernas, con la bellísi-
botellaba en destino. La costumbre era ven-
ma modelo Elena Valduque susu-
der el vino “a cartilla”, o sea al gusto del
rrando: “Veterano tiene eso: un
cliente, que pedía más o menos color: vino
veterano sabor”.
de color, oloroso, cream... lo que fuera, una
Tomás Osborne tiene en la me-
sastrería enológica. Claro, así era imposible
moria el árbol genealógico de la fa-
mantener la homogeneidad y la calidad.
milia, con los logros de cada cual.
Cada bota tiene su sabor, las pruebas y son
La empresa creció y se modernizó
diferentes... Por otra parte el comprador no
con Rafael Osborne McPherson,
siempre lo adquiría en la misma bodega,
un hombre de mundo, casado con
aunque luego lo comercializara bajo la mis-
una rica heredera tejana, Claudia
ma marca. Las botas se las quedaban en
Heart, amigo de Dalí (que diseña-
Inglaterra para los whiskeros. Todo esto se
rá una famosa botella y hará pu-
ha terminado: ahora se embotella en origen
blicidad de la empresa) e impulsor
y el mercado inglés tradicional ha cedido su
de uno de los mayores aciertos pu-
primacía al holandés. Por otra parte, el
blicitarios y artísticos del siglo XX:
mercado de hoy exige cambiar, diversificar-
el toro de Osborne.
se. Nos hemos extendido a otras empresas
De regreso el viajero pasa ante
como el agua mineral Solán de Cabras o el
uno de los toros negros de Osborne
Anís del Mono y, recientemente, hemos ad-
diseñados por el publicitario y ar-
quirido una finca de mil hectáreas en Mal-
tista Manolo Prieto en 1957. La ne-
pica, para fabricar tinto. El mercado del tin-
gra silueta contempla serenamen-
to está en expansión. En el vino, como en
te el denso tránsito de la autopista
todo, la cosa va por ciclos: el brandy pasa de
de peaje. En los años ochenta una
moda porque se asocia con el señor mayor
ley defensora del paisaje prohibió
con la copa de balón. Hay que abrirle merca-
la publicidad fuera de las ciuda-
do con un aspecto más juvenil. Intentamos
des. Osborne interpuso un recurso
asociarlo al trago largo mezclado con cola o
y lo ganó: “debe prevalecer como
con limonada.
causa que justifica su conserva-
—Ahora la gente bebe esas horrendas mezclas, el rebujito... —En las ferias, sí. Bueno, antes sólo se
ción el interés estético o cultural que la colectividad ha atribuido a la esfinge del toro”. ■
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El fraile Francisco de Posadas fue pieza clave en el desarrollo sociocultural de la Córdoba seiscentista. Su biógrafo, Pedro de Alcalá, nos legó el peculiar retrato de la capital que hizo. Hijo de una familia hidalga del pueblo gallego de Lama de Arcos, se quedó huérfano de padre a los cinco años y de su padrastro después. La profesión de su madre, que vendía huevos para subsistir, frenó su entrada en la orden de los dominicos, donde se exigía limpieza de sangre y oficios. A pesar de las maquinaciones, Posadas consiguió su propósito y vivió una intensa vida de fama y milagros.
El hijo de la vendedera La polémica vida de Posadas, un predicador contrarreformista ELOÍSA CABRERA SALINAS UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
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lúcar de Barrameda. Tras una larga estancia
a Orden de Predicadores en Córdoba estaba adscrita a la iglesia conventual de San Pablo, en el centro de la
Asuntos oscuros
en Cádiz volvió a su ciudad natal precedido de una gran fama.
ciudad y a Escalaceli, extramuros de la mis-
■ La vida de nuestro fraile no estuvo
ma. Desde la conquista de la capital por Fer-
exenta de polémicas que el propio
dores de su época? La madre de Francisco ju-
nando III había contado con el beneplácito
Alcalá cita en su obra para
gó un papel fundamental en su vida. Cuidó
de la corona y la mayoría de sus integrantes
justificarlas. Se le acusó de hacer
de él cuando estuvo a punto de morir, inter-
pertenecían a la nobleza local. La orden ad-
proposiciones a las mujeres que
cedió para que fuera acogido en la orden...
quirió aún mayor prestigio durante el siglo
confesaba, de malversar los fondos del
Núñez Beltrán, en su excelente tesis sobre la
de la Contrarreforma gracias a la importan-
hospital que regentaba e incluso se
Oratoria Sagrada en el Barroco, señala las
cia que tomó para la Iglesia la predicación,
llegó a hablar de que había sido
cualidades que se exigían a un predicador y
principal ocupación de los dominicos.
apresado por la Inquisición.
nuestro fraile las cumplía en gran medida.
¿Por qué destaca Posadas entre los predica-
En este orden de cosas es necesario resca-
Era importante que estuviera bien prepara-
tar la figura de un componente de la orden
do para citar oportunamente. En efecto Po-
de Santo Domingo cuyos sermones, predi-
sadas había pasado gran parte de su vida es-
cados en diversos puntos de Andalucía, con-
pobreza y se dedicaba a vender huevos por
tudiando y eso se reflejaba en sus homilías.
tribuyeron a moldear las conciencias de los
las calles para subsistir.
Tenía capacidad para hacer entender al pue-
creyentes: Fray Francisco de Posadas. Su fa-
Cuando Francisco quiso ordenarse en San
blo qué quería transmitir pero si era necesa-
milia, de ascendencia hidalga, procedía del
Pablo su petición fue rechazada debido el ba-
rio podía citar a los más reputados pensado-
pueblo gallego de Lama de Arcos y se trasla-
jo oficio que María desempeñó. Los domini-
res. Era también condición poseer memoria
dó a la ciudad de Córdoba en 1640 huyendo
cos exigían limpieza de sangre y de oficios.
para aprender los sermones, aunque Posa-
de las incursiones portuguesas en la fronte-
Aún así en 1662, el prior de Escalaceli, Fray
das los improvisaba. Se hablaba igualmente
ra. Al poco tiempo de su estancia en la urbe,
Andrés Mellado, lo admitió en la orden sin
de la necesidad de poseer una apariencia
María de Pardo y Posadas quedó en estado y
contar con la opinión del prior de San Pablo.
agradable, como al parecer así era. Además
el 25 de Noviembre de 1644 nació Francisco.
Muchos fueron los enemigos que intentaron
de estas virtudes Posadas debió tener una
Poco después del nacimiento la familia se
por diversos medios expulsarlo y posterior-
gran dosis de dramatismo, lo que hacía de
vio en la ruina. La situación fue entonces
mente, una vez que su posición de eclesiásti-
sus sermones un espectáculo en toda regla.
empeorando. A los cinco años el niño quedó
co se había consolidado, trataron de deturpar
En su biografía se relatan episodios de llan-
huérfano de padre y María decidió casarse
su fama de hombre santo. A pesar de todas
tos desconsolados que le obligan a posponer
por segunda vez. Tras un tiempo como
las maquinaciones de sus detractores, Fran-
la homilía, éxtasis y raptos, resplandores,
aprendiz de cordonero pudo estudiar gracias
cisco consiguió el hábito un año después.
estremecimientos e incluso se habla de ele-
al apoyo económico de su maestro. Al morir
Siendo ya eclesiástico completó su formación
vaciones de un palmo por encima de la tie-
su padrastro, María cayó en la más absoluta
estudiando Artes y Sagrada Teología en San-
rra durante algún tiempo.
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89 Figura de Fray Francisco de Posadas que se encuentra en el interior de la iglesia de San Pablo en Córdoba.
símbolo de lo que estaba por venir. El primer
Posadas reunía todas las características
Cruzada contra la lujuria y la ociosidad
milagro conocido lo realizó siendo pequeño y
dad. Predicaba en las calles, las plazas, en los
■ Posadas influyó en la vida de la
sus obras no cesan.
conventos de clausura, en la cárcel y por su-
Córdoba de su época. Cabe destacar
puesto en la Iglesia. Además llevó la Palabra a
la cruzada contra el teatro que lideró
CURACIONES MILAGROSAS. Casi todos sus
los pueblos de los alrededores de la ciudad, lle-
el dominico. Posadas no se oponía al
milagros están relacionados con curaciones
gando a predicar en las minas de Almadén.
teatro en sí mismo, sino al ambiente
extraordinarias que se asemejan a las descri-
Estaba muy bien relacionado con algu-
que rodeaba la Casa de Comedias de
tas en la vida de Jesucristo y de algunos san-
nas de las mejores familias de la ciudad.
Córdoba. Consideraba que en ella se
tos como San Vicente Ferrer. Hizo crecer un
Entre sus amistades destacan algunos
daban cita los peores pecados del
romero con propiedades curativas en la puer-
miembros del poderoso clan de los Fernán-
hombre. Por eso decidió predicar a
ta de la Iglesia de San Pablo. Uno de los prodi-
dez de Córdoba. Muchos eran los que bus-
las mismas puertas de la casa sobre
gios más destacables fue resucitar a un niño,
caban a Posadas como confesor. Gracias a
los males que esta atraía, e incluso
Andrés Moreno, que amaneció muerto. No
esto, obtuvo una radiografía bastante clara
llegó a penetrar en el recinto
obstante también hay episodios que no se re-
de los problemas de la ciudad. Su teoría era
enarbolando una cruz para pedir el
lacionan con curaciones, por ejemplo, du-
que el mundo se venía abajo por la edénica
arrepentimiento de los que allí se
rante la celebración de una misa en la fiesta
vida de sus habitantes. Resumió los princi-
daban cita. En el capítulo 50 de su
de María Santísima del Rosario se levantó un
pales males de la ciudad en un discurso que
biografía se narra como “Solicita, y
fuerte viento pero él intercedió para que no se
dio en llamar Ladridos evangélicos del perro
consigue del nobilísimo senado de
apagaran las velas y el oficio pudiera conti-
dados a la nobilísima ciudad de Córdoba en su
Córdoba el destierro de las
nuar. Las múltiples conversiones de personas
Ilustre Cabildo. Con un lenguaje claro y con-
Comedias” en el cabildo celebrado el
que habían abandonado la fe o vivían de una
ciso y unos enfoques directos y prácticos
8 de octubre de 1694.
forma disoluta se atribuyen a milagros y a
exigibles a un gran predicador y triunfó con su oratoria allí donde predicó. El fraile hizo llegar su palabra a todos los rincones de la ciu-
consistió en curar a un niño que se había herido y sangraba por la frente. A partir de ahí
pide que los ricos den a los pobres lo que es
oraciones del fraile así como el reforzamiento
suyo, llegando a decir a los miembros del
del poder del grupo nobiliario ya que limó las diferencias existentes entre algunas casas
cabildo “cada uno, Señor, ha asido del pan, y de los propios de la ciudad, y los ha deja-
Como vemos el dominico destacó gracias
que estaban enfrentadas. Logró, así mismo,
do, como Vuestra Señoría ve”. También de-
al poder de su palabra, pero también al de sus
recomponer matrimonios que se habían roto
nuncia que el desigual trato en la aplicación
actos. El fraile alcanzó fama de santo debido
mediante su poder de intercesión.
de la ley. Pero la ociosidad y la lujuria serán
a su impecable vida y a los milagros que
Posadas fue artífice de milagrosos sor-
sus principales preocupaciones, de ahí su
asombraron a la población. Ya en su naci-
prendentes y diversas profecías que afecta-
empeño en cerrar la Casa de Comedias.
miento, la estancia se inundó de luz como
ban al devenir de la ciudad y aún del Estado.
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Intento hagiográfico frustrado
La profecía
■ En 1728 vio la luz en Córdoba una
vida se cuentan algunos realmente
biografía del fraile titulada Vida del
truculentos. Uno de ellos hace
Venerable Siervo de Dios el M.R.P.
referencia a la historia de una señora
Presentado Fr. Francisco de Posadas, de
que enviudó y buscó una nueva
la Sagrada Orden de Predicadores. Hijo
pareja. Tras un tiempo de noviazgo la
del Convento de Scala-Caeli extramuros
viuda le hizo partícipe de su deseo por
de la Ciudad de Córdoba.
contraer matrimonio. El hombre se
El autor fue fray Pedro de Alcalá,
negó aduciendo que la mujer tenía
discípulo, confesor y amigo del
un hijo. En un rapto de locura la
finado. Nació en Rute en 1666.
mujer arrojó al pozo a su bebé, pero
Ocupó el puesto de prior en
este se elevó y volvió a los brazos de la
Córdoba, Cádiz y Málaga. Los
madre quien, enfurecida, lo mató
intentos de la Orden por encumbrar
con sus propias manos. Un día en el
a Francisco como santo se hacen
que Posadas estaba predicando la
patentes en esta obra en la que, al
mujer lo escuchó y arrepentida fue a
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margen del rigor histórico, se
confesarle su crimen. En ese
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cuentan episodios milagrosos en un
momento el dominico le profetizó
claro intento de ponderar el
que ella moriría a manos de su nuevo
carisma del fraile.
esposo, y así fue.
■ Entre los episodios narrados en la
90 También destacó por su capacidad profé-
Por último merece la pena ser nombrado
ellas. En su biografía se nombran los dueños de
tica. Este don nunca fue de su agrado. Se
el asunto de sus reliquias. La religiosidad
las reliquias y los milagros que estas obraron. To-
cuenta que un día mientras leía se quedó un
postridentina fue muy prodiga en santifi-
do valía. el pelo que le cortaba el barbero sanó a la
rato abstraído y finalmente dijo “El año que
caciones. Con ello, según cita el profesor
esposa de éste. Existen varias cartas a las que se le
viene se padecerán muchas necesidades.
Álvarez Santaló “se instruye y confirma al
confieren poderes. Unas escritas de su puño se sa-
Valdrá una libra de pan dos reales, y la al-
pueblo en los artículos de la fe (...) se ponen
caban en procesión“y con reverencia grande las
canzará el que pudiere. Si saliera por la ciu-
a la vista del pueblo los milagros que Dios
ponían sobre sus cabezas y aplicaban al pecho”.
dad diciendo esto me oyeran mal; porque
ha obrado por medio de los santos y los
Francisco Feliz de la Fuente tenía otras cartas que
profetizo fatalidades: pero es tan cierto, co-
ejemplos saludables de sus vidas...” Que
salvaron la vida a una parturienta. Y un religioso
mo lo es que tengo un libro en la mano”.
duda cabe además que las santificaciones
de la orden de predicadores recurría a la corres-
Y es que en efecto parece que el dominico
daban prestigio a la orden de la que proce-
pondencia que había mantenido con el beato ca-
sólo profetizaba calamidades. Vaticinó la
día el santo. En este sentido fue grande el
da vez que se sentía tentado de romper el voto de
muerte de Carlos II y de otras personas im-
ansia de reliquias que se despertó en toda la
castidad.
portantes dando detalles de cómo ocurriría.
población. Como ya apunto en otro trabajo
A su muerte cualquier objeto relacionado con
Pronosticó la guerra de Sucesión, aunque
acerca de Santa Teresa de Ávila el pueblo
él se convirtió en una reliquia valiosísima: cartas,
esto podemos atribuirlo más a su pericia co-
“aguardaba la experimentada intercesión
monedas, pelo, una muela... Todo valía.
mo analista político que como profeta.
de la santa”, lo que llevó a que nada más co-
También adivinó que Dios le arrebataría su
nocerse la beatificación comenzaran a oírse
ÚLTIMAS OBRAS. Así llegamos a princi-
bebé a una mujer que había desatendido la
los primeros milagros realizados a partir de
pios del siglo XVIII. El padre Posadas era ya
religión en pro del niño. Otro anuncio que
sus reliquias. Antes de morir sus conciuda-
bastante mayor y las contínuas salidas a
se repite es el de matrimonios que no van a
danos ya empezaron a recopilar algunas de
diferentes pueblos de la provincia así como
durar. En principio se podía decir que sí co-
el exceso de trabajo contribuyeron a su
nocía a los esposos es normal que supiera si
agotamiento físico. En 1700 realizó su últi-
el compromiso era sólido o no, pero es que en ocasiones el matrimonio se rompe por la
Más información
mo periplo por diversos pueblos. Fue una persona activa hasta sus últimos días. Su gran capacidad de análisis lo convierte en
muerte de uno de los integrantes, como es el caso del matrimonio entre Juan de Hines-
■ Huerga, A.
una figura clave para el conocimiento de
trosa y doña Leonor Fernández de Córdoba.
Escalaceli.
los problemas principales de la sociedad
Universidad Pontificia de Salamanca.
cordobesa de la época a la que retrató con-
Madrid, 1981.
cienzudamente.
No todas sus profecías fueron tan negativas. Así, por ejemplo fue a visitar a un niño que se estaba muriendo y pronosticó que
■ Núñez Beltrán, M.A.
Quizás, estar relacionado con persona-
mejoraría “pero cumpliendo Dios la profecía
La oratoria sagrada en la época del Barroco.
jes importantes de la ciudad le permitió
de su Siervo, fue tanta la repentina mejoría
Doctrina, cultura y actitud ante la vida desde
decir lo que otros ignoraron: la dura situa-
del que estaba ya agonizando, que en un
los sermones sevillanos del siglo XVII.
ción de las mujeres que quedaban viudas y
instante pasó como de muerto a vivo”. En
Universidad de Sevilla. Fundación
debían refugiarse en la prostitución; la
fin también advierte a algunas mujeres que
Focus Abengoa. Madrid, 2000.
opulencia en la que vivían las religiosas; el
terminarán profesando el estado religioso.
desorden moral; la desgana de los gober-
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Fachada de San Pablo, iglesia dominica que rechazó su petición de ingreso en la orden pero que finalmente aceptó a Posadas.
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91 nantes, la falta de justicia... En definitiva, una visión mucho más moderna de los problemas de la sociedad que la que tenían sus coetáneos, más preocupados por el misticismo y el mundo de la apariencia. Pedro de Alcalá afirma que fue profeta de su propia muerte. Murió a los 69 años. La causa nos es desconocida aunque pudo tener tuberculosis y cáncer de próstata. Sin duda, la frenética actividad que desarrolló hasta sus últimos días propiciaron su óbito. El funeral del dominico fue multitudinario. Francisco de Posadas dejó tras de sí una estela, hoy difusa, que se extendió a lo largo de todo el siglo XVIII. El principal homenaje que se le hizo fue escribir su vida y dar a conocer todas sus actuaciones. La orden, por su parte, realizó diversos actos de conmemoración de la muerte del hijo que tan duramente repudiara al principio. En el centenario de su muerte se celebró su beatificación. Se decretó que su cuerpo y sus reliquias se expusieran a la veneración de los fieles y que sus imágenes se adornaran con rayos y resplandores. No obstante los intentos por encumbrarlo a la categoría de santo llegaron de manera infructuosa hasta mediados del siglo XIX. Quizás la efervescencia política decimonónica hizo virar las preocupaciones de la población y de la Iglesia. Francisco se perdió en el olvido. En vida sufrió mucho por ser considerado un santo. Un día unas mujeres lo llamaron San Francisco y él les replicó “Santa sea tu lengua, que si lo es Santo será fray Francisco; y si no lo es, desdichado de Francisco, que nunca será más que el hijo de la vendedera.” ■
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Patriota sentimental, hombre educado en la academia de armas de Módena, Edmundo de Amicis (1846-1908) abandonó las armas de fuego por otras armas quizá peores: las letras. De su paso por los terruños de la Iberia es su libro La Espagna. El sur como edén, como alhambra de placeres, fue obligada parada en su viaje. Quedó cautivado por las mujeres cordobesas y la Mezquita, se enamoró de Sevilla y de la Alhambra, el palacio árabe más hermoso que había visto, e incomparable, incluso con Estambul, la ciudad que más impresionó a nuestro viajero.
Carrera de armas, carrera de letras Apuntes sobre el viaje por el sur que cautivó a Edmundo de Amicis
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JAVIER GONZÁLEZ-COTTA PERIODISTA Y ESCRITOR
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del hastío. Es precisamente en esas horas
odo escritor viajero que se precie,
‘Remojón’ en Cádiz
bajas, taciturnas, cuando se alumbran los
viaje reposa un tiempo después en el estó-
■ ¿Y Cádiz? ¿Se olvidó Edmundo De
ceta del reposo, la sedimentación, para ser
mago. El viaje, si así puede decirse, es una
Amicis visitar la tacita ultramarina y
luego escritos con la luz serena que confie-
larga digestión de embriaguez. Pero pasado
coqueta de Cádiz? No, no se olvidó de
ren las distancias y el humo promiscuo de
un tiempo indefinido, sobre el escritorio de
la ciudad milenaria, la del mercadeo
las lejanías. Nuestro autor, que tanto gustó
una casa acogedora, de pronto sobreviene lo
fenicio de nostalgias. Cádiz le pareció
de la descripción contenta y arrolladora, si-
dicho, el trastorno bipolar. ¿No demuda la
bonita de hechuras, pese a los vientos
guió la máxima que debe cumplir todo escri-
emoción infantil de aquel viaje en cansan-
que despeinaban su esplendor
tor (de viajes o no). Jamás hay que escribir
cio cuando llega la hora de escribir sobre él?
dieciochesco, de cuando la mudanza
con alegre incontinencia. Porque luego esa
¿No cambia la lujuria feliz de aquella ciudad
de la Carrera de Indias desde Sevilla
desmesura en el cantar y el contar, deven-
visitada por otra sensación de muermo bur-
hasta los puertos de la bahía. De
drá en ridículo, en vergüenza por lo escrito
gués? Aunque hoy día el viaje como sacra-
Amicis hizo semblanza de Cádiz al
sin atención a los códigos literarios de la
mento de soledad casi no existe, hay trota-
definirla como sigue: “Veo en ella
prudencia. “No podemos escribir sin escep-
mundos que gustan de ponerse estupendos.
como una gaviota con las plumas
ticismo por la misma razón que no podemos
Son los que toman sus vacías alforjas y se
revueltas después de un remojón”.
dejar de leer sin entusiasmo”, que dijo An-
marchan con todo contento sin asegurar
Gaviota quizá sí, quizá no. Pero seguro
drés Trapiello. En lo primero le da uno toda
cuándo volverán. Pero siempre se vuelve,
que el remojón del que habla nuestro
la razón. En lo segundo también, aunque
porque hasta la inmensidad geográfica de la
amigo no lo fue de agua atlántica. El
con reservas y siempre que se sepa distin-
libertad acaba convirtiéndose en territorio
de Cádiz ya era un remojón de gloria
guir la literatura de la bastardía con que a
hostil. Es entonces cuando uno desea el
cautiva en su más húmeda
veces, demasiadas, se la confunde.
pronto regreso a casa, volver al orden tantas
decadencia. Pero eso, qué importa.
acaba padeciendo de cierto trastorno bipolar cuando la aventura del
libros de viajes que se deben a la obligada re-
veces repudiado. Siempre, de alguna mane-
CENTENARIO DE SU MUERTE. Suele de-
ra, se viaja a crédito a sabiendas de la deuda
cirse, no sin pesimismo guasón, que todo año bisiesto nos mira con su ojo tuerto. Ese
del retorno. Y no hay mayor ejemplo de viaje de ida y vuelta que el que va del arrebato al
gaños y entusiasmos, arrebatados por los
día de propina, el 29 de febrero, más parece
sopor, del despojo febril al amargor de la
encantos y estragados por las desilusiones,
un día que no se sabe si acaba volviendo
postración.
aturdidos y medio locos, con tal desorden en
tuerto al resto del año. Pero algo estrábico
Esta bipolaridad, esta sensación de áni-
la cabeza, que parece el principio de una
sí. Tuerto o estrábico (dejemos el mal de ojo
mo bicéfalo, es la que embargó a Edmundo
congestión cerebral, y que poco a poco se
para otro menester), en este 2008 se cumple
De Amicis a la vuelta de sus diversas erran-
templa en profunda postración y mortal te-
el centenario de la muerte de Edmundo De
cias por Holanda, Marruecos, España o el
dio”. Qué hermoso aquel paraje, qué congo-
Amicis (1846-1908). En su biografía descu-
Estambul otomano. Él mismo se hace su
ja sensitiva la de aquella ciudad que vieron
brimos cierta traición al honor castrense.
propia autopsia para explicar la causa de es-
los ojos. Qué apoplejía de emociones. Y sin
Hombre de firme espíritu, educado en la
ta especie de dolencia cambiante: “Se vuelve
embargo, pasadas unas semanas, unos me-
academia militar de Módena, acabaría de-
a casa —escribe el italiano— lleno de desen-
ses, acaso años, sobreviene la otra apoplejía
jando la carrera de armas por otra carrera y
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Retrato de Edmundo de Amicis, un viajero que se dejó seducir por los encantos de Andalucía. Viajó por nuestra tierra en tren, evitando las diligencias.
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AMCO, C71-01
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Imagen de un patio cordobés que destila la particular atmósfera que se crea a través de las luces y la vegetación.
otras armas no se sabe si más o menos nobles. Decidió tomarse el resto de sus días a viajar y a escribir. Se lanzó así a la campaña militar de tomar al asalto los paisajes, las ciudades, las gentes que le parecieron adecuados a sus gustos. Patriota sentimental, participó como oficial en algunos hechos bélicos, como la guerra de Ustoza en 1866.
DE AMICIS, EDUCADO EN LA ACADEMIA MILITAR DE MÓDENA, ABANDONÓ LA CARRERA DE ARMAS PARA DEDICAR EL RESTO DE SUS DÍAS A ESCRIBIR
se abría camino entre el pedregal de aquella España caminera. Pero el caso es que nuestro viajero llegó hasta Andalucía en tren. Sacó las barbas por la ventanilla y sintió el beso de aceite de oliva de aquella tierra que tanto había ansiado contemplar. Atrás quedó Madrid y su bandería de generales, ministros y diputados en cortes. Ahora se
Pero años después, en 1872, abandonó el
adentraba en otro lugar, donde imperaba
olor a pólvora de las batallas por el otro olor
como una agradable sensación de desgobierno al natural. El sur de la Iberia era lo
a pólvora envenenada de las musas literarias. Acabaría siendo un escritor popular,
ces el monarca de la fugacidaz: Amadeo de
más parecido a un cantón ensimismado en
con obras como La vida militar (1868) o su
Saboya. Si en la capital del santo reino había
su pereza contemplativa. Aquí se topó con
célebre relato Corazón (1890). Los farallo-
navajazos entre los innobles caballeros de la
un desarraigo voluntario, de pasotismo ino-
nes ideológicos con que fue haciéndose el
estadía, cómo no iba a haber navajeo en las
cente entre gentes ajenas al progreso inhu-
montañoso siglo XIX, le llevaron a militar
entrañas de aquellas tierras del interior, tan
mano de las máquinas. “Partió de nuevo el
incluso en el socialismo y, ya después, en
llenas de peligros. De Amicis nunca viajó
tren, desaparecieron las rocas, y ante mis
ciertos ambientes filantrópicos de la bur-
en diligencia, como gustaron otros viajeros
ojos se descorrió el delicioso valle del Gua-
guesía letrada de su tiempo.
del XIX, tan descuidados de sus vértebras.
dalquivir, jardín de España, edén de los ára-
Pero aquí y ahora —y entremos ya en fae-
No lo hizo por temor a tener que rendir visi-
bes, paraíso de pintores y poetas, la feliz An-
na— nos interesa el Edmundo De Amicis co-
ta a bandoleros y truhanes con trabuco. De
dalucía”. No habían llegado todavía los con-
mo escritor de viajes de Despeñaperros para
esta laya que pululaba por montes y serra-
fusos guiños del cambio climático. Tampo-
abajo. Italiano orondo y sanguíneo, con
nías, concluyó que eran todos unos bribo-
co se hablaba de la quimera de trasvasar
pinta de bonachón simpático, nos dejó sus
nes, “inaccesibles para la policía, sin cen-
aguas del norte al sur o del sur al norte.
impresiones por tierras españolas en su li-
sar, ignorantes de toda ley o gobierno…,
Pero De Amicis hablaba de otra feraci-
bro La Spagna, editado en Florencia en 1873.
con lenguaje y costumbres propias, falsos,
dad, de otra verdura añadida a los campos
Eso sí, don Edmundo fue hombre prudente,
ladrones, timadores y criminales”.
de labrantía, a los regimientos de olivos, to-
un aventurero pero con reservas. En el Ma-
No es que el ferrocarril de la época fuera
dos ellos ordenados y en actitud de firmes.
drid arribista de su época reinaba por enton-
más seguro que la torturante diligencia que
Más allá de las brisas risueñas, de la savia
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Panorámica de Estambul, una de las ciudades que más impresionó a este incansable viajero.
que nutría el bajo vientre del sur, De Amicis sentía como otra sensación de mudanza, de agradable extravío: “¡Madrid, Italia, Europa están a una gran distancia de aquí! ¡Aquí se vive otra vida, se respira el aire de otro mundo, estoy en Oriente!”. No es que de pronto, de golpe y porrazo, sintiera ese colocón tan atribuible al elixir de lo oriental. Esa droga-
EN CÓRDOBA QUEDÓ ASOMBRADO POR LA BELLEZA DE SUS MUJERES Y LA MEZQUITA. SE ENAMORÓ DE SEVILLA HASTA QUE VISITÓ ESTAMBUL
do. La mezquita cordobesa era mayor que la de Bagdad, que la de Damasco, que la de Jerusalén. Era no más y no menos que La Meca de Occidente. Aunque llegará a toparse también con muchachas normales que “ni carne ni pescados” (como él mismo reconoció), nuestro paseante por Córdoba no deja de sentir la hin-
da anestesia la iría asimilando poco a poco,
chazón, la vulva voluptuosa que lo embria-
como veremos ahora.
ga. Acompañado de unos amigos en su califal errabundeo, llega a preguntarles “si era
Al llegar a Córdoba, cual quinto de permiso, lo primero que le impresionó fue la
toparse con algo de murmullo, de vidilla in-
verdad lo que suele decirse de Andalucía: que
magnética belleza de sus mujeres. “En Cór-
quieta y que, sin embargo, no rompía la pla-
con la precoz pubertad son precoces los vi-
doba, tras caérseme la barba, quedé hechi-
cidez sonámbula del lugar.
cios, voluptuosos las costumbres y desenfre-
zado por un tentador cuerpo dorado y cuyos
Más pronto que tarde, acudió a ver el
nados los amores”. ¿Y qué le iban a decir sus
labios parecían decir bébeme; y unos ojos
mayor templo consagrado al Islam en suelo
cicerones viciosillos? “Harto verdaderos”, le
que me obligaban a morderme la lengua pa-
de infieles. De la obra universal iniciada
respondieron.
ra no soltar una picardía”. Fue adentrándo-
por Abderramán I hacia el 785-786, va dan-
se poco a poco por entre los silencios calizos
do cuenta con su descripción notarial, mas
EMBELESADO CON SEVILLA. De paso por
de la descuidada ciudad califal. De calleja
nunca cansina. Cada detalle lo convierte De
Sevilla, De Amicis se rindió apresurada-
en calleja, buscó el embrujo de los esquino-
Amicis en pasamanería verbal. Pero no as-
mente a la envoltura algo falsaria de sus en-
nes hacia ninguna parte en concreto. Temió
fixia. Dicho de otro modo: que no da el co-
cantos. Excesivo y quizá monomaniaco en
que su sueño, tantas veces entrevisto, llega-
ñazo, como sí lo dan otros escritores a los
su embeleso, dijo de Sevilla que en sus calles
ra a defraudarle al ver que Córdoba, que este
que se van las horas y las páginas descri-
“se lee la historia de la ciudad: cada balcón,
trozo de la Andalucía anhelada, no llegara a
biendo cada milímetro cuadrado de una es-
cada fragmento, cada escultura solitaria re-
ser distinta de otras ciudades ya pateadas.
tancia palaciega o de cualquier algaida jun-
cuerda la aventura nocturna de un rey, las
Pero no, la ciudad le iba enseñando el des-
to a la mansedumbre de un lago. “¡Qué va-
aspiraciones de un poeta, la historia de una
nudo de su busto dormido. Córdoba estaba
riedad la de este edificio que, a primera vis-
hermosa, un amor, un duelo, un rapto, una
callada. Sólo al final de su largo pasear logró
ta, parece tan uniforme!”, afirma extasia-
fábula, una fiesta”. Sevilla bebía de su babi-
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Detalle de una puerta de la Alhambra de Granada. Para De Amicis, ni siquiera la belleza de Constantinopla podía competir con el más bello de los palacios árabes.
lónica confusión de nostalgias y placeres, de riquezas que devengaron en pobreza pintoresca pero insalubre. El propio De Amicis dejó de acordarse de las bondades prestadas a Sevilla cuando visitó Constantinopla un tiempo después, en 1874. De su libro Constantinopla, ha dicho el Nobel Orhan Pamuk —y no sin exceso—que es el más hermoso manuscrito dedicado en el siglo XIX a la ciudad de las siete colinas (lo refiere en su Es-
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tambul. Ciudad y recuerdos). El caso es que
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igual que ante la espléndida balconada de la
asomado a lo alto de la Torre del Serasquier, Torre de Gálata, De Amicis se arrepiente de tanto derroche, de tanto encomio, de tanto
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adjetivo floreado hacia otras ciudades anteriores que, comparadas con Estambul, quedaban como engullidas, aplazadas ante la belleza caníbal y a la vez desastrada de aquella urbe demediada por el Bósforo. Sevilla le sobra ahora, le estorba. Se pregunta: “¿Pero cómo has podido enamorarte de Holanda? Y no sólo aquel país. París, Madrid, Sevilla, se me representaban como ciudades oscuras y melancólicas, en las cuales no habría podido vivir un mes”. De Amicis hace expiación de sus palabras que quisiera ver lavadas. Añade fustigándose: “Después pensaba en mis pobres descripciones, y me decía con amargura: ‘¡Ah, desdichado, cuántas veces has prodigado las palabras ‘bello’, ‘espléndido’, ‘inmenso’! ¿Y ahora, qué vas a decir de este espectáculo?’ Me parecía que de Constantinopla no podría sacar ni una página para mi libro”. Sacarla la sacó. Y no sólo una página, sino un bellísimo fardo donde se nos muestra el espectáculo estambulí de las calles en cuesta, el almizcle de gentes, la memoria caediza de una ciudad náufraga frente al Mar de Mármara. Pero aun decadente, aquella ciudad otomana era una ópera de encanto sublime. Todo lo más Sevilla, Charles Clifford. Fundación José Manuel Lara.
la otrora piropeada Sevilla, no era sino un simple cabaré de eunucos. Pese a todo, imbuido de la altivez de sus alminares, de sus mezquitas, a De Amicis no se le olvidó la nostalgia nazarí de la Alhambra cuando visitó Granada por vez primera. No sólo era nostalgia. No era ningún fármaco de bucolías aún palpitantes. Era pura justicia contemplativa. Ni siquiera la demoledora belleza de Constantinopla podía competir con el más hermoso palacio árabe que contemplaron sus ojos en Grana-
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Interior de la Mezquita de Córdoba, sosegada y callada tal y como describe De Amicis la ciudad. El italiano queda encantado con ‘La Meca de Occidente’.
da. Yendo de aquí para allá, perdido por las vueltas y revueltas del decadente Serrallo, De Amicis se topa con el inacotable palacio de Topkapi. Y es aquí cuando de pronto brota el pasado comparativo. Si de Granada afirmó que nada se ha visto hasta que uno no se topaba con la silueta de la Alhambra, en Constantinopla pensó lo mismo: nada se ha visto en ella hasta que se trasponen los muros del antiguo Serrallo. Pero la Alham-
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bra es la Alhambra, y el Serrallo, aun grandioso, es un dios menor de aquel palacio que
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brotó quién sabe si en la fragua inalcanzable del Veleta. “No es ciertamente la belleza arquitectónica —escribe en su Constan-
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tinopla— la que atrae sobre aquellos muros la curiosidad universal: el Serrallo no es un gran monumento artístico como la Alhambra. Sólo el Patio de los Leones del palacio árabe, vale por todos los quioscos y todos los torreones del alcázar turco”. Qué otra cosa bien distinta diría años después el inefable Mario Praz, para quien la arquitectura árabe era sólo monotonía de azulejos, aburrimiento geométrico, yesería de repeticiones. En cualquier caso, Andalucía volvía una y otra vez en el manso recuerdo del italiano, sobre todo cuando la lumbre líquida del Bósforo le cegaba con melancólico placer. De Amicis llegó a decir que, tal vez antes de un siglo (como se ha dicho visitó Estambul en 1874), habría que buscar los restos de la antigua Turquía en la entradura de la Anatolia o en las lejanas provincias del Asia Menor, igual que de hacer lo mismo con España, en busca de su mismidad esencial, de su ropón de viejo reino desmembrado, habría que hacerlo siguiendo la ruta de los pueblos más recónditos del sur. Habrá quien no esté de acuerdo con esta aseveración no del todo meditada. Pero hay que entender la parálisis orientalizante de lo andaluz, ese exótico somnífero que tanto sedujo a los viajeros decimonónicos que vinieron hasta estos pagos. Todos huían del pestoso aburrimiento europeo y su civilización de ordenanzas. Algunos eran fiables y es de comprender su embeleso algo desmesurado quizá, tal es el caso de Edmundo De pues vinieron a Andalucía con el turbante bien doblado en el maletón, y el sueño prefabricado de las mil y una noches en esta esquina baja del Occidente. ■
AMCO, C72-10.
Amicis. Otros eran de no fiar por supuesto,
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El distrito minero de Linares-La Carolina está formado por ocho municipios que destacaron por la actividad metalúrgica y extractiva de galena y plomo. Esta zona, que comenzó a explotarse en 1748, ha vivido distintas transformaciones a lo largo de los siglos. La eclosión de Linares hasta después de la Primera Guerra Mundial dejó paso a la expansión de La Carolina, que duró hasta el cierre de la última mina en 1991. En la actualidad, una iniciativa de la sociedad civil, que cuenta con el respaldo público, se encarga de recuperar y poner en valor este paisaje.
Un paisaje minero que no quiere ser desierto lunar La comarca de Linares-La Carolina contrarresta el fin de la minería
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uando recorremos la carretera nacional IV, entre los municipios giennenses de Santa Elena y Bai-
lén, a ambos lados de la autovía se localiza visualmente una parte del territorio que bajo la denominación contemporánea de distrito minero Linares-La Carolina quedó conformado por ocho municipios con una ex-
EL ESTADO SE HACE CARGO DE LA MINA DE ARRAYANES EN 1748. ESTE MOMENTO SE CONSIDERA COMO EL INICIO DE LA EXPLOTACIÓN MINERA DE LA ZONA
distrito minero— lo encontramos en 1767 con la creación de las Nuevas Poblaciones por Carlos III, algo que vino a suponer una sustancial pérdida del término municipal en el caso de Linares. Tras años de monopolio estatal, con escasos adelantos tecnológicos y unos pobres resultados que obligaron a suscribir acuer-
traordinaria actividad extractiva y metalúr-
dos con particulares para la explotación de
gica en torno a la galena y al plomo, respec-
la concesión minera de Arrayanes, es fácil constatar que “nuestra revolución indus-
tivamente. Este territorio, situado en el límite de
ciudad ibero-romana de Cástulo a la capital
trial” aconteció con notable retraso en rela-
Andalucía con La Mancha, en una zona de
de la antigua Oretania. De un espacio que
ción con otras zonas europeas.
contacto entre la campiña norte del valle del
perteneció al antiguo reino de Jaén, desig-
Es cierto que fueron varias las causas que
Guadalquivir y las primeras estribaciones
nándose a Baeza capital de la entonces pe-
contribuyeron a ello. La primera fue la de te-
de Sierra Morena, se ha configurado como
queña aldea de Linare y que esta población,
ner una localización en el interior de la Pe-
una zona que, históricamente, ha tenido en
hablando en términos estrictamente mine-
nínsula, y una carencia en sus proximida-
la actividad minera una de sus principales
ros, fue la cabeza de la inspección de minas
des de fuentes de energía (carbón mineral)
fuentes de riqueza. De hecho, unos recien-
del distrito de su nombre que entonces com-
que condicionaron en buena parte su des-
tes estudios realizados en yacimientos de la
prendía la provincia de Jaén, parte de la de
arrollo inicial. En segundo lugar, contamos
cuenca del Rumblar (Baños de la Encina) de-
Córdoba y de la de Ciudad Real.
con unas comunicaciones, deplorables hasta 1870, que se convirtieron en el objeto de
muestran que tal actividad minera y metalúrgica dataría, aproximadamente de hace
AUMENTO DE LA EXPLOTACIÓN. De
reivindicación permanente de una región
4.000 años.
unos y otros momentos históricos nos cons-
que necesitaba importar la tecnología y las
En el contexto andaluz el espacio geográ-
ta que existen proyectos de investigación en
fuentes de energía y exportar los metales y
fico donde se ubica este distrito minero se
marcha que nos irán aportando nuevas va-
minerales a través de medios con suficiente
caracteriza por ser uno de los eslabones exis-
loraciones a las ya existentes. Por nuestra
capacidad de arrastre (léase el ferrocarril). Y
tentes en Sierra Morena, que tiene su conti-
parte, y basándonos en la correlación que
por último, el problema del desagüe, de
nuidad en las provincias de Córdoba, Sevilla
buscamos entre historia y patrimonio nos
grandes dimensiones, que encontró en el
y Huelva con otros importantes yacimientos
remitiremos en adelante a aquella fase tem-
caso de la zona linarense en el sustrato geo-
mineros.
poral que se inicia con el hecho que se esti-
lógico (el granito) un buen soporte para la
Ante una historia tan extensa y las conse-
ma comúnmente como el arranque de la
aplicación de las máquinas de vapor.
cuentes variaciones, a lo largo de los siglos,
minería contemporánea de la zona: el mo-
Entre las razones que justifican la poste-
en los límites administrativos del territorio
mento en que el Estado se hace cargo en 1748
rior gran expansión minera del distrito ha-
donde se emplazan los yacimientos mine-
de la mina de Arrayanes.
bría que citar, el cambio en el marco jurídi-
ros, hemos de pensar que al referirnos a los
En el comiezo a primeros de agosto de
co; la tendencia alcista en los precios del
términos municipales de los ochos munici-
1749. hay que destacar que en aquel momen-
plomo, lo que dio origen a la entrada de ca-
pios del norte de la provincia de Jaén, estare-
to La Carolina no esxistía como tal. Su ori-
pitales foráneos; el sistema tributario impe-
mos hablando de una zona que tuvo en la
gen —como el de varias poblaciones más del
rante; la mejora del sistema de transportes,
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Cabria metálica y chimenea del Pozo La Esmeralda de Adaro. El entorno vive un proceso de recuperación con varios proyectos en marcha.
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Ignacio García Martínez.
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cien años desde que dejaron de funcionar, se mantienen en pie en este distrito numerosos testimonios que pueden servirnos para explicarnos un buen número de aquellos interrogantes que se amontonan sobre un pasado insuficientemente investigado. PROMOCIÓN TURÍSTICA. Está suficientemente contrastado que Linares cuenta con unos testimonios de su pasado minero industrial que tienen un valor que sobrepasa el ámbito local. Entre los bienes patrimoniales legalmente reconocidos por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía Ignacio García Martínez.
merece mención especial el patrimonio mi-
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Casa de máquinas de bombeo en el Pozo San José de las Minas de Arrayanes.
nero-industrial que presenta una pluralidad de testimonios tangibles entre los que destacan casas de máquinas (de bombeo y de extracción), casas de calderas, cabrías (metálicas y de mampostería), chimeneas, talleres de antiguas fábricas, viviendas obrera o estaciones de ferrocarril en desuso, Todos ellos son vestigios dispersos por un territorio al que le dan un carácter de gran sin-
sobre todo férreo y los revolucionarios sistemas de explotación introducidos por las empresas extranjeras, fundamentalmente. Linares, como cabecera comarcal, pasó a configurarse en un verdadero enclave para países como Inglaterra, Francia, Alemania, etc., que como demostración de ello incluso implantaron viceconsulados en esta pobla-
LINARES, COMO CABECERA COMARCAL, SE CONFIGURÓ COMO UN VERDADERO ENCLAVE MINERO PARA PAÍSES COMO INGLATERRA, FRANCIA Y ALEMANIA
gularidad paisajística, un paisaje que hemos de analizar como la expresión formal en el territorio de la cultura del pueblo o la sociedad que lo habita y lo administra de manera cotidiana. El patrimonio minero-industrial de Linares, y por extensión de la comarca, representa una gran oportunidad de aprovecha-
ción. No obstante frente a ese nuevo modelo
miento turístico que, por otra parte, ya exis-
tecnológico pervivió un sistema tradicional
te en otras zonas andaluzas, como Riotinto (Huelva) y Serón (Almería), estando en pro-
de explotación, y frente a la implantación de la gran empresa el mantenimiento secu-
nunca mejor empleado el sinónimo de explo-
ceso en Peñarroya-Bélmez (Córdoba), Villa-
lar de un minifundismo empresarial, lo que
tar como aprovechar. Se dieron, en suma, un
nueva del Río y Minas (Sevilla) y Alquife
en palabras del profesor Sánchez Picón le da
cúmulo de factores y circunstancias que ex-
(Granada).
un carácter dual.
plican el que más allá de sus propios límites
Esa extraordinaria potencialidad de la
territoriales la fama de la cabecera comarcal,
zona en cuanto a este tipo de patrimonio es
CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN. En ese
Linares, trascendiera de lo asimilable con
una consecuencia más de lo que ha supues-
contexto, y con un crecimiento desmesura-
una región predominantemente agraria.
to un esfuerzo múltiple y diverso. En el ori-
do de la población en pocos años, sextupli-
Tras los años de la gran eclosión, como
gen, un trabajo de más de 15 años, cataliza-
cándose entre 1847 y 1877, a Linares acudie-
en cualquier enclave minero, llegaron los
do y dinamizado a partir de un proyecto sur-
ron personas de todos lados, convirtiéndose
momentos del paulatino descenso con al-
gido en 1991: el Proyecto Arrayanes. Elabora-
en una ciudad receptora de lo foráneo, lo
gún pequeño punto de inflexión. A partir de
do desde la sociedad civil, por parte de una
que provocará una riqueza cultural basada
la Primera Guerra Mundial el lento declive
asociación cultural (El Taller de Historia)
en esa pluralidad de mentalidades, dando
de la zona linarense viene a coincidir con el
que, desde finales de los años noventa, to-
origen a una concepción del mundo más
crecimiento de La Carolina. No obstante,
mó nueva forma legal bajo la denominación
universalista que la estrictamente localista.
años después, la producción comenzará a
Colectivo Proyecto Arrayanes. Desde el año
Y ello tendrá su reflejo en muchos aspectos
descender de forma paulatina hasta el cie-
2000 los planteamientos de esa asociación
de la vida cotidiana. Así, no es por casuali-
rre, aún reciente, de la última mina del dis-
cuentan con el apoyo decidido del Ayunta-
dad el arraigo del anticlericalismo, de la
trito (en el término municipal de Bailén) en
miento de Linares, lo que ha permitido con-
masonería, de los republicanosy de los so-
abril de 1991. El panorama minero se irá en-
cretar algunas de sus propuestas. Por su
cialistas. Tiene su razón de ser el papel de la
sombreciendo a medida que avanza el siglo
parte, el ente local ha promovido numero-
prensa, los viajes de los dirigentes obreros,
XX por razones como el agotamiento de al-
sas actuaciones que bien están en vías de fi-
el ser la vanguardia del movimiento obrero
gunos filones, el difícil acceso a otros y el es-
nalización, en proceso de desarrollo o en un
provincial...
tancamiento de la cotización del plomo, lo
fase inicial.
Si en lo meramente económico, la explo-
que irá configurando una situación cada vez
El valor patrimonial de los bienes de este
tación minera ha representado, muchas ve-
más envuelta en la crisis y el cierre sistemá-
tipo está avalado por la inscripción genérica
ces, un aprovechamiento hasta el expolio o
tico de las explotaciones.
colectiva de 65 de ellos en el Catálogo Gene-
el esquilmo, en el aspecto social, en el traba-
De toda aquella excepcional actividad y,
ral del Patrimonio Histórico de Andalucía
jo del obrero en la mina, o en la fundición,
en muchos casos, a pesar del paso de más de
(CGPHA), a la que se unirán otros 60 que se
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encuentran actualmente en fase de incoación, una vez elaborado el Catálogo-Inventario por el Colectivo Proyecto Arrayanes. ¿En qué han consistido, a grandes rasgos, las intervenciones en el patrimonio minero industrial de Linares? En primer lugar hay que hablar de la “Rehabilitación de edificios singulares de signo minero e industrial”. Ajena a la administración local, y realizada por la Administración del Estado fue la rehabilitación para sede de la Agencia Tributaria del edificio denominado Casa de la Munición que albergaba, hasta su cierre, las dependencias de las mina estatal de Arrayanes. Francisco Navidad
Por parte del Ayuntamiento, y dentro del programa de Escuelas Taller, desde hace más de una década se trabaja con regularidad en la rehabilitación, para su inmediata reutilización, de edificios que forman parte del bagaje cultural de nuestra población.
Vista general de la Fundición La Tortilla a finales del siglo XIX.
Concretamente con la Escuela Taller Industria y Paisaje se han rehabilitado edificios de carácter industrial como la antigua Estación de Madrid, el edificio de oficinas de la antigua fábrica La Constancia y el antiguo Matadero Municipal de San José. Por otro lado, el propio Ayuntamiento de Linares ha promovido la iluminación de restos mineros, lo que ha significado, sin duda, uno de los atractivos paisajísticos más
EL COLECTIVO PROYECTO ARRAYANES, CON EL APOYO DEL AYUNTAMIENTO DE LINARES, ESTÁ REALIZANDO ACTUACIONES EN LA ZONA PARA SU PUESTA EN VALOR
fraestructuras Turísticas de 2001 de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte se llevó a cabo por parte del ayuntamiento la adecuación y señalización de una amplia red de senderos (en concreto 58 kilómetros) que, a través de seis recorridos cortos (PR-A, 260, 261, 262, 263, 264 y 265) permiten a los visitantes acercarse a los restos mineros dis-
singulares de Linares. Para los numerosos
persos por el territorio. El diseño y señaliza-
visitantes que la ciudad tiene en relación
ción de los senderos fue realizado por la Federación Andaluza de Montañismo, lo que
con otras actividades, llama la atención los testimonios iluminados de la antigua mina
contado con una subvención por parte de la
permitió su homologación internacional,
La Tortilla, en el margen de la autovía hacia
Consejería de Turismo, Comercio y Deporte
contando con la colaboración del Colectivo
el Levante, y los de la mina Las Angustias en
de la Junta de Andalucía, elaborados por el
Proyecto Arrayanes.
la carretera de Baños. Asimismo la cabria,
Colectivo Proyecto Arrayanes. En un período
De las actuaciones descritas en el artí-
trasladada desde Matacabras —uno de los
próximo está prevista su puesta en funcio-
culo cabe deducir que, desde hace tiempo,
últimos pozos en funcionamiento— hasta
namiento, lo que conllevará contar por pri-
en el tema del patrimonio minero-indus-
la rotonda inicial de la Avenida de Andalu-
mera vez en Linares con un espacio expositi-
trial se ha pasado de “las palabras a los he-
cía, representa un símbolo notable para la
vo permanente dedicado a una actividad
chos”. La propuesta realizada por la referi-
población local.
que tanto representa en la memoria históri-
da asociación Colectivo Proyecto Arrayanes a
ca de esta población.
los municipios del distrito minero (Bailén,
TURISMO INDUSTRIAL. En un ámbito di-
La segunda de las actuaciones se refiere
Baños de la Encina, Carboneros, Guarro-
ferente queremos resaltar aquellas obras de
al Centro de Interpretación de la Metalur-
mán, La Carolina, Linares y Vilches) para
rehabilitación con destino específicamente
gia, ubicado en la antigua fundición de la
promover la inclusión del patrimonio mi-
a su reutilización con fines museísticos y,
Cruz y cuyo origen es de 1830. En este espa-
nero de la zona en la lista indicativa de la
en definitiva, con el telón de fondo del turis-
cio, se han llevado a cabo dos fases para la
Unesco para Patrimonio de la Humanidad
mo industrial. Son tres las actuaciones a las
adecuación funcional de la zona que se co-
es un claro exponente de que se piensa en
que vamos a hacer referencia, y que han
rresponde con la Torre de Perdigones y las
otra dimensión.
contado en todos los casos con la subvención
naves anexas, contando igualmente con la
Si en todo caso, el proceso que se viene
de la Consejería de Turismo, Comercio y De-
aportación económica de la consejería ya
desarrollando durante tantos años sirve
porte de la Junta de Andalucía.
citada. En un plazo también breve se espera
para reforzar la cohesión social de la pobla-
En lo que respecta al Centro de Interpre-
poner a disposición del público este sector
ción y para admitir como tales unas “señas
tación del Paisaje Minero, ubicado en un
rehabilitado, mientras que en otra de las
de identidad” que están lejos de los conoci-
muelle de carga cubierto de la antigua Esta-
zonas, la de los antiguos Talleres Electro-
dos mitos y tópicos, es para sentirse más
ción de ferrocarril de M.Z.A. (Estación de
mecánicos, se está actuando de forma par-
que satisfechos. Y si además ayuda a en-
Madrid), la obra civil se ha realizado con dos
cial por parte de la Escuela Taller Industria y
tender que los testimonios de ese pasado
escuelas taller y la intervención puntual de
Paisaje VI.
productivo son algo mas que “ruinas” y, en
alguna empresa privada especializada. En
En la Red de Senderos de Pequeño Reco-
cuanto a los contenidos expositivos se ha
rrido, por último, a partir de la Orden de In-
consecuencia, aumentar la autoestima de dicha población, aún mejor. ■
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En Baeza, entre olivares, se levantan diversos edificios de interés histórico que conformaban el núcleo residencial y de producción de la Hacienda La Laguna. Tiene su origen en el siglo XVII pero es el siglo XIX el que les dio su existencia. Entre ellos destaca la bodega del aceite: un notabilísimo ejemplo de arquitectura industrial. el Ayuntamiento de Baeza en unión de la Junta de Andalucía promovió en 1992 el Consorcio La Laguna para crear una Escuela regional de Hostelería, un complejo hotelero y el Museo del Aceite.
Hacienda la Laguna: el templo del aceite Un emblema de la arquitectura industrial ligado al olivar
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JOSÉ LUIS CHICHARRO CHAMORRO HISTORIADOR
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l consejo de Gobierno de la Junta de
representativos e igualmente protegidos co-
Andalucía en su reunión del día 5 de
mo son el acueducto, el puente de acceso so-
junio de 2007 acordó declarar el con-
bre el río Torres construido en piedra, de un
junto patrimonial de la Hacienda La Laguna
sólo ojo de diez metros de luz. También la
como Bien de Interés Cultural en la categoría
decimonónica Fuente Nueva elevada en la-
de Monumento. Igualmente acordó su in-
drillo y sillería con estanque y un caño de
clusión en el Catálogo General del Patrimo-
agua. Y por supuesto el embalse que da nombre a la gran finca como es la Laguna
nio Histórico Andaluz. Este reconocimiento legal pone fin a la
Grande. Embalse poligonal de veintitrés
instrucción del largo expediente adminis-
hectáreas que se alimenta de las aguas del
trativo, cuyos primeros pasos comenzaron a
río Torres y se convierte en base de la irriga-
darse en febrero de 1989, cuando tuve la
ción de la finca.
oportunidad de acompañar al entonces dele-
La construcción de sus límites se hizo a
gado de Cultura de la Junta de Andalucía, Pe-
base de diques de tierra en la zona noreste y
dro Martín Guzmán, para que conociera de
un rectángulo de mampostería en la zona
primera mano el interés histórico de los in-
sur. Desde 1989 la Junta de Andalucía lo in-
muebles de la Hacienda.
ventarió como Paraje Natural pues a pesar
Las edificaciones de la Hacienda La Lagu-
de ser artificial se extiende por una zona na-
na se levantan a ocho kilómetros de Baeza
tural para ello que desde antiguo concentra-
en dirección a Jaén, en el entorno de la A-
ba aguas. Su vegetación está constituida en-
316. Constituyen el núcleo de la antigua fin-
tre otras por juncias, carrizos, tarajes y ála-
ca agrícola proyectada en el siglo XIX para
mos blancos. En el paraje anidan distintos
100.000 olivos. Por lo tanto el conjunto patrimonial es amplio y se corresponde con las
tipos de aves como la garza imperial, la foCompuerta de hierro en la Laguna Grande.
cha común o el ánade.
diversas funciones que desempeñaban. Así, la residencial centrada en la hermo-
CLAVES HISTÓRICAS. El origen de la ha-
sa casa señorial con capilla y patios y las
cienda data de la primera mitad del siglo XVII
veintidós casas de los trabajadores que se configuran en la zona Sur, conformando una amplia calle. La función industrial se configura con el edificio de la antigua fábrica o molino con chimenea exenta de ladrillo, la bodega del aceite y una serie de edificios de almacén y auxiliares. A estas construcciones hay que añadir otros elementos
LAS EDIFICACIONES DE LA LAGUNA CONSTITUYEN EL NÚCLEO DE LA ANTIGUA FINCA AGRÍCOLA PROYECTADA EN EL SIGLO XIX PARA 100.000 OLIVOS
y sus iniciales propietarios fueron los jesuitas del colegio-seminario de San Ignacio de Baeza. Así en 1641 lo comunica el padre Bilches, rector de dicho centro, al secretario de la provincia de Andalucía de la Compañía de Jesús. Transforman los baldíos en tierras de cultivo y ya aparecen en los documentos las palabras Lagunilla y Laguna.
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Chimenea de la antigua fábrica La Laguna. Baeza cuenta con un emblema patrimonial de la arquitectura industrial ligado al negocio del aceite.
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103 Tras la expulsión de los jesuitas en 1767 la finca será vendida en 1772 a la Casa Ducal de Alba que la mantuvo sin hacer grandes transformaciones hasta los años treinta del siglo XIX en que fue adquirida por la familia Collado. Poseedores de los títulos de Marqués de Viana, Vizconde de Jarafe y, posteriormente, Marqués de La Laguna. En concreto por el vecino de Madrid, don José Manuel de Collado. Tuvo como administrador de la finca a Dionisio Echagüe. Precisamente en el suelo de la antigua capilla había una lápida epigráfica, que hoy se encuentra a la entrada de la Escuela de Hostelería, que dice: «aquí yace / don Dionisio Echagüe / falleció el día 2 de diciembre de 1869 / a la edad de 65 años / su querido sobrino / Marqués de la Laguna / le dedica esta memoria / r. y. p. (sic.)». Éstos fueron los verdaderos impulsores de toda la construcción de la Hacienda, objeto de nuestra atención. Para ello contaron con el ingeniero polaco residente por entonces en España Tomasz Franciszek Bartmanski (1797–1880) que planteó el proyecto integral de plantación de 100.000 olivos y la infraestructura necesaria para ello.
da por el Estado y se establecieron algunas colectividades agrarias. Tras la guerra la recuperó su hijo, don Juan March Delgado. En los últimos años decenios ha habido varias ventas hasta su parcelación. Antes de la división la finca tenía una gran extensión territorial y llegaba por el norte hasta Torrubia,
Fotografías: José Luis Chicharro.
En 1930 pasó a manos de don Juan March Ordina. Durante la Guerra Civil fue incauta-
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El acueducto, con sus arcadas y caz, se encarga del suministro doméstico así como el de las huertas y jardines.
por el sur hasta Bedmar, por el este hasta Ji-
proyectó un edificio singular, especialmen-
rior para la mejor conservación del aceite.
mena y Mancha Real y por el oeste hasta el
te racional y bello como es el depósito del
Se accede al depósito a través de una esca-
río Guadalquivir en dirección a Baeza.
aceite, la bodega que durante más de un si-
lera de caracol en piedra de buenas propor-
Los edificios, ya segregados del grueso de
glo ha ido conteniendo cosecha tras cosecha
ciones. Ya en el interior se observa una ar-
la finca, fueron embargados a su propieta-
el zumo verde y dorado tan apreciado en to-
quitectura con tratamiento de templo o de
rio en 1989 y el Ayuntamiento de Baeza los
da la cuenca del Mediterráneo.
palacio: la bodega está compuesta por diez
adquirió en 1993 propiciando la fundación
El edificio de la bodega tiene unas di-
vasos, depósitos o damajuanas circulares
del Consorcio Hacienda La Laguna que ac-
mensiones aproximadas de 40 metros de
de 4,70 metros de diámetro por 5,20 de
tualmente los gestiona.
largo por 20 de ancho y una altura sobre el
profundidad construidos a base de sillares
nivel del suelo de unos 8 metros. Parte del
de piedra bien labrados —dos o tres tienen
LA BODEGA: EL TEMPLO DEL ACEITE. Es
mismo se encuentra por debajo del nivel
revestimiento de azulejos rojizos—. Están
indudable que el ingeniero polaco Tomasz
de la tierra con la finalidad de conseguir
alineados en dos filas de cinco con gruesos
Franciszek Bartmanski planteó todo un pro-
una temperatura homogénea en el inte-
pilares entre ellos y entre todos configu-
yecto integral para la viabilidad de la plan-
ran un bloque arquitectónico en forma de
tación de 100.000 olivos. Por ello diseñó un
prisma tetragonal al que se accede bien
moderno sistema de irrigación con canales
por una escalera de caracol de hierro dis-
a partir del embalse de la Laguna Grande, también la construcción de un acueducto para suministro de huertas, jardines y doméstico. Por supuesto los tres molinos aceiteros hidráulicos y demás infraestructuras necesarias. Todo el sistema fue organizado en un tiempo récord, en poco más de dieciocho meses, entre 1846 y 1848. Sin embargo
LA HACIENDA CUENTA CON UN MODERNO SISTEMA DE IRRIGACIÓN CON CANALES A PARTIR DEL EMBALSE DE LA LAGUNA GRANDE Y UN ACUEDUCTO
puesta en un lado corto del rectángulo o por otra de piedra ubicada en el interior del lateral Este. Los pilares y esquinas están decorados de molduras de piedra propias de los pilares de una iglesia clásica. Las paredes en la base de las bóvedas también están decoradas con molduras de yeso siguiendo toda la
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Fachada principal de la casa señorial del siglo XVII.
tradición del siglo XVIII. El edificio se confi-
una singular belleza, llena de plasticidad,
Recientemente, en el año 2000, se ha
gura estructuralmente en dos naves cubier-
equilibrio y diafanidad que se ve reforzada
planteado un proyecto de intervención en
tas por bóvedas de ladrillo rebajadas y enfos-
por la iluminación recibida por las venta-
la bodega redactado por el arquitecto don
cadas y decoradas con yesos de molduras.
nas laterales abiertas en los muros de cie-
Luis Berges Roldán. Se planeaba —entre
El peso de los depósitos se transmite a
rre del edificio, horadadas entre los contra-
otras cosas— por un programa de necesi-
los contrafuertes exteriores de los muros a
fuertes que recogen el peso de los arcos ti-
dades la comunicación entre los vasos o
través de gruesos arcos tirantes o arbotan-
rantes.
damajuanas para la circulación de los vi-
tes que dejan bajo ellos en el interior un pa-
La bodega no debió concluirse en 1848 si
sitantes pero la delegación de Cultura de
sillo que permite el vaciado individual de
atendemos a la cartela en forma circular
la Junta de Andalucía con el dictamen de
cada uno de los vasos (cada uno tiene su
colocada en la fachada norte del inmueble.
la Comisión Provincial del Patrimonio
grifo y una escala con su capacidad y esta-
Allí se anota: «se construyó por Julián Pérez/
Histórico rechazó, con buen criterio, esa
do del nivel del mismo). Una sala cuadrada
año1861».Sin lugar a dudas, el maestro de
idea toda vez que era muy agresiva con el
y un túnel que va al embarque completan
obras del proyecto.
bien a proteger. En el interior sólo se ha
el conjunto.
construido un lucernario troncocónico so-
El ámbito superior del prisma por don-
bre uno de los vasos para hacer visible su
de se accede a cada uno de los depósitos, tapados con madera, limita su espacio y se decora con una bella balaustrada perimetral pintada de blanco salvo el pasamanos que está en negro. El color de la piedra natural, el blanco de las paredes y el negro del pasamanos junto a los grifos y caja de escalera en hierro, también en este color, contribuyen a
interior.
LA BODEGA, SEGÚN REZA UNA CARTELA CIRCULAR DEL INTERIOR, TERMINÓ DE CONSTRUIRSE EN 1861 POR JULIÁN PÉREZ, MAESTRO DE OBRAS DEL PROYECTO
Baeza tiene la suerte de contar con un emblema patrimonial de la arquitectura industrial ligado de manera permanente al nutritivo y saludable aceite. Además preservado para el futuro merced al Consorcio La Laguna que vela por él y con un instrumento de protección legal como es la reciente declaración como Monumento. ■
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Las bibliotecas universitarias, sobre todo las de Sevilla y Granada, conservan un riquísimo patrimonio bibliográfico y documental. Estos centros conservan un número pequeño pero muy relevante de códices medievales y una extraordinaria variedad y riqueza de libros impresos desde 1450 a 1830. La puesta en valor de este rico y desconocido tesoro es fundamental para el conocimiento de la cultura impresa. Unos bienes que poco a poco son accesibles para todos los andaluces gracias a proyectos de difusión mediante Internet.
Un tesoro escondido en manuscritos y códices El rico patrimonio de libros antiguos de las bibliotecas universitarias
AH
PEDRO RUEDA RAMÍREZ DOCTOR EN HISTORIA
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os libros antiguos son uno de los patrimonios culturales más desconocidos de Andalucía. La riqueza y el ex-
traordinario valor histórico de los volúmenes conservados convierten a estos raros ejemplares en un patrimonio que debe ser cuidadosamente estudiado. Los manuscritos y los libros impresos editados desde mediados del
LA HISTORIA DE LAS IMPRENTAS ANDALUZAS PUEDE RECONSTRUIRSE EN GRAN MEDIDA GRACIAS A ESTOS FONDOS UNIVERSITARIOS
En el origen de las bibliotecas universitarias están las bibliotecas de los colegios universitarios. Así ocurrió en Granada con los libros del Colegio de Santa Cruz y Santa Catalina, o la amplia colección de la biblioteca del Colegio de Santa María de Jesús. Además, en el siglo XVIII se incorporaron parte de las bibliotecas de los jesuitas como la del
siglo XV hasta comienzos del siglo XIX for-
Colegio de San Pablo granadino o la Casa
man un acervo cultural de gran riqueza. Son
Profesa y el Colegio de San Hermenegildo en Sevilla. Una parte de estos ejemplares pasa-
unos textos con interés por su contenido y porque han servido como cadena de transmi-
antiguas, las de Sevilla y Granada, han acu-
ron a la universidad en el momento de la ex-
sión de saberes y conocimientos, formando
mulado unos fondos patrimoniales riquísi-
pulsión de los jesuitas en 1767 o bien desde
un patrimonio tangible que podemos disfru-
mos que se siguen incrementando hoy en día
otros centros tras un peregrinar que no faci-
tar todavía hoy en día. En ellos tenemos un
con adquisiciones o legados de profesores.
litó su conservación. En la universidad gra-
producto histórico ligado a la vida y la activi-
Las universidades más jóvenes han incorpo-
nadina incorporaron 10.555 títulos del Cole-
dad intelectual de las generaciones anterio-
rado también interesantes colecciones me-
gio de San Pablo en 1769, pero de ellos queda-
res, lo que se aprecia en ocasiones en las mar-
diante donaciones y compras.
ban tan sólo 4.949 títulos en 1785, pues además de las pérdidas y robos se vendieron los
cas de uso y de propiedad de estos libros, desde las anotaciones manuscritas indicando
LOS TESOROS DE SEVILLA Y GRANADA.
“pertenece a la biblioteca del Convento de N.
La Universidad de Sevilla cuenta con unos
También llegaron a las universidades
P. San Agustín de Sevilla Casa Grande” hasta
800 volúmenes de manuscritos, incluyendo
granadina y sevillana grandes cantidades
los super-libris en las encuadernaciones con
algunos valiosos códices de los siglos XIV-XV,
de títulos de los bienes expropiados a los
el escudo heráldico del propietario. Aunque
328 libros impresos entre 1450 y 1500, y más
conventos en la Desamortización de princi-
hay otras anotaciones a mano, como el texto
de cuarenta mil volúmenes publicados antes
pios del siglo XIX. De este modo, las univer-
irónico que alude a la pérdida de la batalla de
de 1801. Es una de las colecciones públicas
sidades recogieron unos libros que estaban
Bailén por los franceses, anotada a pluma en
más importantes de España. La Universidad
a punto de perderse, aunque no se tratara
una Proclama a los españoles (1808) en la que
de Granada tiene unos fondos importantes
de unos textos que pudieran servir en los
el lector no pudo resistirse y anotó: “La Fran-
de más de veinte mil volúmenes (entre ellos
nuevos planes de estudio que se intentaban
cia pide castañas, España se las dará, que tie-
47 incunables y 6.472 libros del siglo XVI) con-
desarrollar. Los libros se incorporaron tras
ne España un castaño, que es Capitán Gene-
servados en su mayor parte en la Biblioteca
las quejas sobre la pérdida de estos bienes
ral” en alusión al general Castaños, que figu-
del Hospital Real. También conserva una co-
recogidos de los conventos por orden de las
ró como el vencedor de la batalla, y al que le
lección de 200 volúmenes de manuscritos,
autoridades. Las denuncias hablaban de
atribuye el anónimo anotador el papel de re-
que contienen entre otras piezas de gran in-
destrozos y pérdidas causadas por la poca
partidor de “castañas”.
terés 151 documentos árabes del siglo XV, así
atención recibida, el almacenamiento en
Las bibliotecas universitarias andaluzas
como libros muy valiosos como el Tacuinun
lugares inadecuados y los robos que se pro-
conservan uno de los fondos patrimoniales
Sanitatis del médico Ibn Butlan, copiado so-
dujeron. Al integrarse en las bibliotecas
más importantes, en número, variedad y ca-
bre vitela probablemente por el Maestro Mar-
universitarias se pusieron a salvo, aunque
lidad, de Andalucía. Las universidades más
tinus entre 1425 y 1430 y con 611 miniaturas.
durante mucho tiempo no recibieron la
duplicados.
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Manuscrito con la Regla de la Cofradía de la Vera Cruz de Sevilla, iluminado por Juan de Herrera a principios del siglo XVII.
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atención necesaria. La pues-
Venecia en 1481, conservado
ta a punto de la legislación
en Sevilla. O bien por su con-
autonómica sobre patrimo-
tenido, como es el caso de las
nio y el interés de entidades
descripciones de nuevas tie-
internacionales por los bien-
rras conocidas en la expan-
es tangibles de la humani-
sión europea iniciada con el
dad están poniendo de mani-
descubrimiento de las tierras
fiesto la necesidad de cono-
de África y de América. En
cer y difundir estos libros.
este sentido destaca la se-
En el resto de universida-
gunda edición de la Summa
des andaluzas los libros an-
de geografía (Sevilla, 1530) de
tiguos que hoy en día se con-
Martín Fernández de Enciso,
servan llegaron por otras ví-
conservada en la Universi-
as. La Universidad de Mála-
dad de Sevilla, en la que se
ga recibió los libros de la So-
describe detalladamente el
ciedad Malagueña de Cien-
continente americano.
cias y de varios profesores,
También cuentan con li-
logrando reunir un intere-
bros de gran valor para la
sante fondo. El resto de uni-
historia del Renacimiento,
AH
versidades tiene fondos más
como los Diez libros de Arqui-
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modestos, en algunos casos
tectura de Alberti, que junto
con una orientación científi-
a otros muchos posteriores,
ca como es la colección de la
de los siglos XVII al XVIII, se
Facultad de Veterinaria y de
conservan en el Laboratorio
108
la Escuela Politécnica Superior de Córdoba, que cuen-
de Arte hispalense. La riqueAlfonso de la Torre, ‘Visión delectable de la filosofía’ (Sevilla, 1538).
za y variedad de estos mate-
tan con 184 títulos en 328 vo-
riales puede, en parte, dis-
lúmenes, entre los que so-
frutarse ahora en las biblio-
bresale el Discurso de Albeytería de Baltasar
da a conocer en el Catalogo Colectivo del Pa-
tecas digitales desarrolladas por las universi-
Francisco Ramírez (Madrid, 1629). También
trimonio
Español
dades andaluzas. Los proyectos de digitaliza-
destaca el caso muy interesante de los libros
(http://www.mcu.es/bibliotecas/MC/CCP
ción permiten un acceso al texto completo de
del Real Colegio de Cirugía, fundado en el si-
B/index.html). La historia de las imprentas
los libros mediante Internet. La Universidad
glo XVIII, conservados en la Universidad de
andaluzas puede reconstruirse en gran me-
de Granada cuenta con un catálogo de libros
Cádiz, que suman dos mil obras de los siglos
dida gracias a estos fondos universitarios.
antiguos (http://adrastea.ugr.es/) y más de
XVI al XVIII, con una notable variedad de
En la Universidad de Sevilla y en la de Grana-
cuatro mil impresos están digitalizados a
obras de medicina y de farmacia.
da se conservan dos de las más completas y
texto completo, con un millón de páginas
Las colecciones de fondo antiguo más pe-
variadas colecciones de libros impresos en
disponibles.
queñas son las de las universidades públicas
Andalucía, incluyendo obras de literatura de
En la Universidad de Sevilla han des-
de Huelva, Almería y Jaén, creadas tras la
todo tipo, sermones, relaciones de sucesos y
arrollado un portal (http://fondosdigita-
Ley de Reforma Universitaria en 1993, o más
toda una amplísima variedad de textos jurí-
les.us.es/) y un blog (http://fondoanti-
recientemente la Pablo de Olavide. En estas
dicos, filosóficos y científicos. En Sevilla se
guo.blogspot.com/) que dan a conocer las
universidades el número de impresos anti-
conservan ejemplares del tratado de Benito
novedades de libros disponibles en la red
guos es muy limitado y de procedencias muy
Daza Valdés sobre el Uso de los antoios, para to-
listos para consultarse o descargarse. Los
diversas. Legados y donaciones, compras o
do género de vistas (Sevilla, 1623), uno de los
interesados en los primeros libros impre-
bien algunos fondos se incorporaron a sus
primeros tratados de oftalmología impresos
sos encontrarán los 298 títulos incunables
nuevas bibliotecas, como los 63 títulos de li-
en España. Sin olvidar que la imprenta euro-
a texto completo, así como todos los impre-
bros antiguos de la Escuela de Magisterio
pea está representada desde sus inicios, pues
sos sevillanos del siglo XVI conservados en
que se agregaron a la Universidad de Huelva.
en la universidad hispalense se guarda como
la biblioteca, incluyendo algunos textos
En Jaén tan solo se conservan unos 26 títulos
una de las joyas bibliográficas más preciada
como la obra del médico Francisco Franco
y en Almería únicamente 8 impresos de los
el segundo tomo de la Biblia de las 42 líneas
en la que se da noticia de la peste, un au-
siglos XVI al XVIII.
impresa por Gutenberg en Maguncia entre
téntico azote para las ciudades andaluzas,
1454 y 1456, considerado uno de los primeros
titulado Libro de las enfermedades contagiosas
PENDIENTE DE CATALOGACIÓN. Sin em-
libros realizado con tipos móviles utilizando
(1569) y las traducciones de textos del Re-
bargo, una parte de estos fondos universita-
el nuevo arte de la imprenta.
nacimiento italiano como la obra de Fran-
Bibliográfico
rios aún no ha sido estudiada ni catalogada,
Algunos libros tienen un notable valor por
por lo que cabe esperar interesantes descu-
la excepcional calidad de las imágenes, como
et adversa fortuna (1513) que cuenta en la
brimientos y la aparición de ediciones hasta
el Liber chronicarum (1493), conservado en Gra-
portada con un espléndido escudo de ar-
ahora desconocidas. Es lo que está ocurrien-
nada, con más de 2.000 grabados realizados
mas de Gonzalo Fernández de Córdoba.
do con una parte importante de los libros im-
por el maestro de Durero y otros grabadores
Es un rico patrimonio que todos los an-
presos en Andalucía conservados en bibliote-
alemanes. En otros casos se trata de libros de
daluces pueden disfrutar con un simple
cas de toda España, como la edición descono-
los cuales conservamos pocos ejemplares o
clic, sin necesidad de desplazarse a la bi-
cida del Fasciculus myrrhe, impresa en Sevilla
tan sólo hay un único ejemplar conocido, co-
blioteca y, además, garantizando la pre-
por Juan Cromberger en 1544, que ha sido da-
mo el Breviarium Carmelitanum impreso en
servación de los originales. ■
cesco Petrarca De los remedios contra prospera
Publicaciones del Centro de Estudios Andaluces ‘Andalucía en la Historia’ es una más de las publicaciones que edita el Centro de Estudios Andaluces, en su compromiso con la investigación y la divulgación de conocimientos de carácter histórico y andaluz. Por eso queremos ofrecer a nuestros lectores en este espacio una breve muestra de nuestro catálogo, seleccionando aquellos títulos que más puedan interesar a los lectores de ‘Andalucía en la Historia’. Para la adquisición de cualquiera de nuestras publicaciones puede ponerse en contacto con el departamento de Publicaciones, bien vía teléfono en el 954 787 001, o mediante correo electrónico a
[email protected].
CONCHA LANGA NUÑO
VV.AA.
JOSÉ ANTONIO BALBONTÍN
VV. AA.
De cómo se improvisó el franquismo
25 años de Autonomía
La España de mi Experiencia.
La Casa de Blas Infante
durante la Guerra Civil: La
en Andalucía
Reminiscencias y esperanzas de un
en Coria del Río
aportación del ABC de Sevilla
español en el exilio Han transcurrido 25 años desde la
La obra aborda diversos aspectos
La profesora de la Universidad de
aprobación del primer Estatuto de
El Centro de Estudios Andaluces
de la casa desde diversas
Sevilla Concha Langa Nuño
Autonomía para Andalucía. Para
edita por primera vez en España
disciplinas (la historia, el arte, la
analiza la íntima relación
conocer la evolución de este último
la biografía de uno de los
arqueología, la biblioteconomía,
existente entre prensa y
cuarto de siglo, el libro recoge la
políticos más destacados del
la filología o la musicología).
franquismo a partir de esta
visión de especialistas en distintos
primer tercio del siglo XX,
La obra cuenta con contenidos
conocida cabecera. Langa
ámbitos del conocimiento, con lo
republicano por Sevilla en las
novedosos y el análisis minucioso
disecciona al detalle la totalidad de
que podemos ver cuál ha sido el
Constituyentes de 1931 y
de un reconocido grupo de
los números de‘ABC’ entre el 20 de
progreso y el avance de nuestra
magistrado del Tribunal
expertos.
julio hasta el 31 de marzo de 1939.
Comunidad.
Supremo durante la Guerra Civil.
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PIERRE VERGER
ÁNGEL DEL RÍO, SANDRA
Carteles de la guerra 1936-1939.
Crónica de un sueño. 1973-1983.
Andalucía 1935. Resurrección
CHECA Y RICARDO MARTÍN
Colección Fundación Pablo
Memoria de la Transición
de la Memoria
Andaluces en los campos
Iglesias
Democrática en Andalucía
207 págs. 23 x 25 cm. Cartoné forrado, con sobrecubierta. PVP: 20 euros.
de Mauthausen Un viaje a la realidad de
Catálogo de la Exposición
Esta obra analiza cómo se
Andalucía en vísperas de la
El Centro de Estudios Andaluces
‘Carteles de la guerra 1936-1939’,
desarrolló la transición
Guerra Civil española. Las
ha querido recoger gráficamente
organizada por el Centro de
democrática (1973-1983) en todas
imágenes de Verger, inéditas
el papel de los españoles
Estudios Andaluces. En esta obra
y cada una de las provincias
hasta la fecha, fueron tomadas
republicanos que padecieron
se recoge una representación de
andaluzas. Nueve volúmenes
en la primavera de 1935 y poseen
cautiverio en los campos de
la muestra expuesta,
componen esta obra, en la que
un enorme valor documental
exterminio de la Alemania nazi,
constituyendo una valiosa
han participado buena parte de
para conocer la etapa final de la II
sin duda, uno de los episodios más
muestra de la gran variedad de
los periodistas más destacados
República en Andalucía.
olvidados de nuestra historia.
temas, autores, instituciones
de la época.
y organizaciones editoras. 220 págs. 23 x 25 cm. Encuadernación en rústica PVP: 30 euros.
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Regeneración del hombre de los sambenitos: José I RICARDO GARCÍA CÁRCEL
ción política como corso-francés,
cias de la guerra, y su esfuerzo na-
L
a historia se venga, con fre-
su activa participación en la vida
cionalista en el ámbito cultural
cuencia, del éxito político
política parisina (se presentó
nunca valorado y apreciado por el
en vida de determinados
frustradamente a las elecciones
patriotismo español.
personajes, pero también redime
de la Convención y sería un perso-
El período final de la vida de Jo-
del fracaso político que experi-
naje clave en el éxito del 18 de
sé I, conde de Survilliers, nos po-
mentaron en su tiempo algunas fi-
Brumario y en la coronación de
ne en evidencia el sueño america-
guras históricas. Este es el caso de
Napoleón en 1804) y sus servicios
no de los Bonaparte, su vida de
José Bonaparte, el hermano de Na-
al hermano (como ministro ante
burgués triunfante (no queda su-
poleón, rey de España impuesto en
el Papa o como rey de Nápoles).
ficientemente claro de donde provenía su dinero inicial) contribu-
1808 y sujeto paciente de una
Personaje culto, más que un
AH
campaña descalificatoria española
simple beneficiario de la estrate-
ABR 2008
en la que fue literalmente destro-
gia política del hermano, fue fac-
zada su imagen, pintándosele co-
tor decisivo en la planificación de
mo rey de copas, borracho, juga-
esta estrategia. Era la de un hom-
dor, impresentable. La tradición
bre apuesto, con extraordinario
tentes regresos a Europa desde
satírica española ha sido feroz pero
éxito entre las mujeres. En el
1830 sin poder pisar Francia, has-
quizás ningún personaje ha alcan-
análisis de su reinado en España,
ta su muerte en Florencia en julio
zado los niveles de crítica humi-
Moreno Alonso subraya sus en-
de 1844.
llante y oprobiosa que suscitó José I
frentamientos con el hermano y
La aportación más trascenden-
desde su entrada en España en
los generales napoleónicos, su iti-
te de la obra de Moreno Alonso es
1808. Sólo el grupo de afrancesa-
nerancia obligada por las peripe-
la de redimir al personaje de su
110
Manuel Moreno Alonso. José Bonaparte. Un rey republicano en el trono de España. La esfera de los libros. Madrid, 2008. 539 págs.
yendo económicamente a apoyar a su hermano exiliado en Santa Helena, sus relaciones con emigrados de todo tipo y sus intermi-
dos incondicionales suyos (Azan-
hipoteca de rey frustrado de Espa-
za, O’Farrill, Llorente, Caba-
ña, para ahondar en el perfil de
rrús…) lo apoyó fervientemente.
“republicano” que sin duda tuvo
En cualquier caso, las referen-
José, como lector apasionado de
cias que se hacen de José I a lo largo
Rousseau, constitucionalista mi-
del siglo XIX y a comienzos del si-
litante, regeneracionista vocacio-
glo XX en nuestro país son dema-
nal. El político que asumió la mo-
siado desgarradas (Cambronero) o
narquía de España desde el idea-
morbosas (Villa-Urrutia). Hay que
rio metabolizado de la República
esperar a Mercader Riba para en-
burguesa francesa, beneficiario y
contrarnos una biografía del per-
al mismo tiempo víctima del mi-
sonaje equilibrada sin prejuicios
litarismo de su hermano, su
ideológicos (Historia externa del rei-
auténtico drama no sólo fue el de
nado, 1971; Estructura del Estado,
ser un rey al que la sociedad espa-
1983). Pero faltaba una visión com-
ñola consideró siempre impues-
pleta que no sólo cubriera los años
to, sino el de ser un republicano,
del reinado en España de José I.
reconvertido en mera pieza del or-
Esa biografía la ha escrito Manuel
ganigrama imperial, un hombre
Moreno Alonso que momentánea-
débil que sólo quería ser feliz y
mente aparca su pasión anglófila
que nunca supo sobreponerse al
para meterse en el escenario men-
presunto destino histórico de los
tal afrancesado.
Bonaparte. José no pudo evitar la
El autor explora bien el perío-
tentación de volver a Europa en
do previo a 1808 desde el naci-
1830 con la expectativa de lo que
miento de José en 1768 como hijo
pudiera generar la revolución
mayor de una familia numerosa
burguesa de Luis Felipe, rom-
corsa. De este largo período muy
piendo así su felicidad doméstica
poco conocido hasta el momento,
en los Estados Unidos. Hay apelli-
de la vida de José (pese a que con-
dos que pesan demasiado.
tamos con sus Memorias empeza-
Un libro propio de su autor, a
das a escribir en 1830) Moreno
mi juicio, el historiador español
Alonso resalta sus estudios de De-
mejor conocedor de la Guerra de
recho en la Toscana, su significa-
la Independencia.
L
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Maestrantes, élite singular sevillana JAIME GARCÍA BERNAL
de la Maestranza de Sevilla. Los
votó sobre dos pilares, magnífica-
L
as Reales Maestranzas de
maestrantes que se reunieron en
mente retratados por el autor: el
Caballería irrumpen en el
1670, bajo el patrocinio de la Virgen
vínculo con la nueva dinastía or-
panorama institucional es-
del Rosario, no sólo quisieron recu-
questado durante la estancia de Fe-
pañol a finales del siglo XVII, coin-
perar el ejercicio ecuestre en deca-
lipe V en Sevilla (1729-1733) y la rein-
cidiendo con el agotamiento de un
dencia y fomentar la cría de caba-
vención de la tradición caballeresca
cierto modelo de Estado barroco,
llos de raza sino como dijo explíci-
con una familia de juegos ecuestres
cortesano e imperial, y el alumbra-
tamente el Conde del Águila (y reco-
(paseos, carreras, juegos de cabe-
miento de nuevas fuerzas sociales,
ge oportunamente el autor) en la
zas, alcancías, cañas y toros) que
de una España alternativa, indus-
Junta secreta de 21 de enero de 1732
triosa y científica, que asoma en las
“agregar el que fuese seminario de
élites urbanas y en la periferia ma-
varias profesiones propias de la no-
rítima. De esta encrucijada (en par-
bleza como lo eran y son todas las
te, luego, frustrada) habló D. Anto-
ciencias matemáticas” (p. 92).
sirvieron para reubicar a la aristoFrancisco Núñez Roldán. La Real Maestranza de Caballería de Sevilla (1670-1990). Universidad de Sevilla. Sevilla, 2007. 169 págs.
cracia sevillana en el liderazgo de la diversión, prolongando su dominio del espectáculo en la calle un siglo más que en el resto de Europa.
nio Domínguez Ortiz en un bene-
La nobleza se aggiorna mediante
mérito trabajo que iluminó fértiles
la estrategia (que hoy resulta para-
cular del Antiguo Régimen exigió
elongaciones en los estudios sobre
dójica) de insistir en su función se-
de los maestrantes nuevas iniciati-
la burguesía periférica de Roberto
cular del dominio del caballo pero
vas para mantener el real privilegio
Fernández, Pere Molas y Carlos
(y este matiz es clave) presentada
de las corridas de toros y extender
Martínez Shaw.
bajo la nueva imagen de un arte de
su presencia en la ciudad mediante
La principal virtud del riguroso
excelencia, listo para coronar la
obras de filantropía y caridad que
trabajo del Dr. Núñez Roldán que
nueva jerarquía de las artes y profe-
caracterizarían su estilo en los si-
aquí reseñamos es, precisamente,
siones ilustradas. Esto se produce,
glos XIX y XX.
recuperar para la historia social y
como señala el autor, en la coyun-
El libro del profesor Francisco
política del último Austria y de los
tura de la decadencia y olvido de la
Núñez es un laborioso estudio ins-
Borbones la función de estas corpo-
razón de ser de la nobilitas y supo-
titucional que sugiere múltiples ca-
raciones a partir del ejemplo (casi
ne, así, un tour de force extraordina-
minos de exploración para los jóve-
inédito en trabajos interpretativos)
rio del patriciado sevillano que pi-
nes investigadores.
La adaptación a la crisis finise-
La escritura en los descubrimientos ANTONIO CASTILLO GÓMEZ
lismo cada vez más acusado, escri-
mental sobre los nuevos mundos,
L
o narrado no es cuento de
bieron de cuanto vieron y oyeron,
siendo por ello archivados en los
Amadís». Con estas pala-
de sus propias experiencias. Éstas
acervos oficiales y, por lo general,
bras, Bernardo de Vargas
legitimaban la autoridad de los tex-
sustraídos a la circulación pública.
Machuca quiso recalcar la veraci-
tos, en tanto que la escritura les
De ese modo no sólo se ponía de ma-
dad de su relato sobre la conquista
confería la estabilidad, permanen-
nifiesto la trascendencia de la escri-
de Chile, las Apologías, escrito a
cia y veracidad inherentes por en-
tura en el gobierno y administra-
principios del siglo XVII. El argu-
tonces a la palabra escrita. Escribie-
ción de las nuevas tierras, sustan-
mento se repite machaconamente
ron sin demasiados miramientos
en muchos de los diarios y relacio-
literarios, en un estilo sencillo,
nes de descubridores, conquistado-
hasta atropellado gráfica y grama-
res y viajeros europeos (españoles
ticalmente, esto es, como solían
mayormente, pero también portu-
hacerlo quienes no tenían demasia-
gueses, franceses, italianos, ingle-
do hábito. Incluso algunos se valie-
ses o alemanes) retomados en esta
ron de otras personas más avezadas
obra por Carlos Alberto González
dando así lugar a una escritura en
Sánchez, profesor titular de Histo-
colaboración.
ciada en el intenso trasiego de carCarlos Alberto González Sánchez. Homo viator, homo scribens. Cultura gráfica, información y gobierno en la expansión atlántica (siglos XV-XVII). Marcial Pons. Madrid, 2007. 277 págs.
tas y documentos varios, sino, lo que tal vez sea más importante, el control del discurso, es decir, de la realidad descrita en dichos papeles, de las maravillas y riquezas ultramarinas. Con tales fuentes, interpretadas bajo el paraguas de la Historia Cultural, el autor completa una sólida
ria Moderna en la Universidad de
Gran parte de aquellas relacio-
Sevilla y reconocido especialista en
nes nacieron de las exigencias esta-
reconstrucción,
el estudio de las prácticas culturales
blecidas por la Corona en la llamada
narrada, del papel que la cultura es-
del período.
hermosamente
carrera de Indias, como se le hizo
crita desempeñó en el descubri-
Frente al proceder de un Pedro
notar al mismo Cristóbal Colón al
miento y conquista. Del discurso
Mártir, para quien se podía ser ciu-
comenzar su segundo viaje. En
transmitido, pero igualmente de
dadano universal sin salir de la Cor-
cuanto inducidos y requeridos por
éstos en cuanto práctica y represen-
te, los exploradores del Renaci-
el poder, dichos escritos constituye-
tación de los usos dados al escrito
miento, imbuidos de un individua-
ron un importante arsenal docu-
en la expansión europea.
AH ABR 2008
111
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Retrato de un bien cultural, minas de Riotinto JOSÉ LUIS CHICHARRO
mineras y metalúrgicas desde la
queña historia de la investigación
E
antigüedad hasta nuestros días.
de la zona y se centra de manera
l libro está conformado por siete artículos científicos
La Junta de Andalucía la declaró
concienzuda en la presentación de
de diversos temas y autores
en 2005 como Bien de Interés Cultu-
los resultados de las excavaciones
en torno a la comarca minera onu-
ral (BIC) en su categoría de Sitio
del asentamiento del Cerro del Mo-
bense en el periodo entre el 14 al 68
Histórico. La comarca rica en varios
ro (Nerva), para dar cuenta de los
d. C. , aunque sus planteamientos,
metales se explotó sobre todo en la
hallazgos de diversos materiales ar-
consideraciones y ejemplos tienen
época romana para la obtención de
queológicos romanos como mone-
referencias a todas las épocas de es-
plata.
das, lucernas, ánforas, o metales.
ta importantísima zona minera del suroeste peninsular.
AH ABR 2008
112
El compendio con textos sobre epigrafía, cerámica o el molibdeno
La zona se convirtió en uno de
está editado por el profesor Pérez-
los distritos mineros más impor-
Macías y por Delgado Domínguez,
tantes del mundo antiguo y ofrece,
del Museo Minero de Riotinto. Am-
merced a los diversos estudios ar-
bos autores del texto base de la pu-
queológicos e históricos, un pano-
blicación: Los metalla de Riotinto en
rama muy completo para poder
época Julio-Claudia.
apreciar la evolución de las técnicas
Este trabajo trae consigo textos Juan Aurelio PérezMacías y Aquilino Delgado Domínguez. Las minas de Riotinto en época Julio-Claudia. Universidad de Huelva. Huelva, 2007. 244 págs.
que srgen de de la mano de los profesores Genaro Chic, Helena Gimeno y Armin U. Stylow, Gobain Ovejero, J. C. Fernández y T. G. Schattner, este último estudia dos esculturas en mármol blanco con pátina rojiza procedentes de Cortalago (Huelva).
En este trabajo se hace una pe-
Panorámica exhaustiva de la educación en Andalucía CRISTINA YANES CABRERA
yección educativa de las Reales So-
tado de la cuestión con la aparición
E
ste trabajo constituye uno
ciedades Económicas en Andalucía
de estos centros educativos en An-
de los intentos más desta-
y a la importancia que estos núcleos
dalucía.
cables de recuperación de la
tuvieron en el intento ilustrado de
En relación con el magisterio
tradición educativa andaluza. Co-
conseguir la trasformación econó-
primario, Alejandro Ávila Fernán-
ordinado por las doctoras Corts Gi-
mica y social.
dez y Juan Holgado Barroso llevan a
ner y Calderón España, el libro re-
En Escuela, alumnos y maestros: la
cabo un importante estudio sobre
coge diez estudios de investigado-
aplicación de la Ley Moyano en
La formación inicial y permanente del
res e investigadoras pertenecientes
Sevilla, la profesora Ana Mª Monte-
al Plan Andaluz de Investigación
ro detiene el tiempo en la Sevilla del
subvencionado por la Junta.
siglo XIX, proporcionando datos so-
El libro se centra en diversas realidades educativas andaluzas de los
bre el proceso de configuración de la enseñanza primaria.
magisterio primario en Andalucía duMª Isabel Corts Giner y Mª Consolación Calderón España (coord.). Estudios de la Historia de la Educación Andaluza. Universidad de Sevilla. Sevilla, 2006. 368 págs.
rante los siglos XIX y XX. La educación privada, a través de iniciativas como los escolapios y los salesianos en Andalucía, queda
siglos XVIII, XIX y XX. El primero de
En el capítulo Los primeros Insti-
los trabajos de la profesora Calde-
tutos de enseñanza secundaria en An-
pone una importante aportación a
rón España supone un esfuerzo de
dalucía los autores Calderón y de
la historia de la identidad educativa
síntesis para dar a conocer la pro-
Carmelo Real proporcionan un es-
andaluza.
reflejada. En definitiva el libro su-
Estructura política de la Sevilla del siglo XV ALFONSO FRANCO SILVA
co de Historia Medieval de la Uni-
cios de control del gobierno munici-
N
o es posible analizar en
versidad de Sevilla, y director en su
pal (jurados y fieles ejecutores), los
una reseña la rica infor-
día de este trabajo que se presentó
oficios de carácter hacendístico
mación que contiene esta
como Tesis Doctoral valorada con la
(mayordomos y contadores).
espléndida monografía. Ya era ho-
El autor finaliza el recorrido por
máxima calificación.
ra de que alguien emprendiera con
José María Navarro construye a
los diversos cargos y autoridades
solvencia y rigor una investigación
través de una decena de bloques te-
concejiles analizando los oficios de
de base sobre el concejo municipal
máticos el retrato del cabildo muni-
asesoramiento del concejo y una se-
de la ciudad más poderosa y rica de
cipal de Sevilla. En primer lugar, la
Castilla en el siglo XV, organismo
figura del asistente, la persona que
político, administrativo y judicial
representaba el poder regio en la
del que ignorábamos casi todo lo re-
ciudad; pasa después a estudiar los
ferente a su organización y dinámi-
regidores llamados caballeros vein-
ca interna.
ticuatro por el número de que se
obra y la transcripción de veinte do-
La monografía viene precedida
componían, los oficios de justicia
cumentos inéditos que ilustran al-
de un esclarecedor prólogo del Pro-
(alcaldes mayores, alcaldes ordina-
gunos de los muchos aspectos sig-
fesor González Jiménez, Catedráti-
rios, alcaldes de la justicia); los ofi-
nificativos del texto.
rie de cargos menores, importantes José Mª Navarro Sainz. ElConcejo de Sevilla en el reinado de Isabel I (1474-1504). Diputación de Sevilla. Sevilla, 2007. 565 págs.
para la buena marcha de la gestión municipal. Unas brillantes conclusiones que recogen de manera sucinta el riquísimo contenido de la
L
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Desmitificación de la convivencia de las tres culturas RAFAEL CORPAS LATORRE
descubrimientos de los historiado-
des heredadas generalizadas en este
E
n un momento como el ac-
res e intercalando aspectos clave
campo, como la ya mencionada
tual, en el que vuelve a mi-
que nos ayudan a conocer mejor có-
convivencia de las tres culturas, o el
rarse con recelo la llegada
mo pensaban y vivían los moros de
origen islámico de los actuales an-
del moro a la Península Ibérica, co-
aquel entonces, sin perder en nin-
daluces, entre otros.
mo si de una nueva invasión se tra-
gún momento el tono ameno y di-
Es loable el esfuerzo del autor ya
tase, la obra de Eslava Galán nace
vulgativo, que viene a ser la seña de
que, detrás de ese empeño desmiti-
con vocación desmitificadora y
identidad de este autor, quien se ha
ficador, se adivina una vocación
afán esclarecedor.
adentrado con esas mismas armas
constructiva: descubrir qué hay de-
Partiendo de un recorrido por el
en terrenos tan incómodos como la
período histórico en el que las tres
Guerra Civil española para aportar
culturas —cristiana, musulmana y
una Historia de la Guerra Civil que no
judia— coincidieron en la Penínsu-
le va a gustar a nadie.
trás del tópico para valorar lo real Juan Eslava Galán. Califas, guerreros, esclavas y eunucos. Los moros en España. Espasa Calpe. Madrid, 2008. 304 págs.
en su justa medida. Un empeño si cabe aún más necesario, si tenemos en cuenta la creciente importancia de la comunidad islámica en Euro-
la, la convivencia de las tres religio-
La parte final del libro, así como
sas que se rememora a modo de pa-
los apéndices —textos breves de di-
pa; un crecimiento que nos obliga-
radigma y de mito, Eslava aprove-
versas fuentes, seleccionados por el
rá, que nos está obligando ya, a
cha para enriquecer nuestro conoci-
autor— abordan, desde distintas
convivir con los moros que cruzan
miento de la época con los últimos
perspectivas, algunos de las verda-
de nuevo el Estrecho.
El despertar de Córdoba de la mano del alcalde Cruz Conde Su compromiso con la ciudad
una selección de imágenes de la
a llegada de Antonio Cruz
también le hizo impulsar de forma
ciudad que van ilustrando el antes y
Conde a la Alcaldía de Cór-
precisa las necesarias infraestruc-
el después de la gestión de Cruz
doba en noviembre de 1951
turas y servicios, tanto para la ciu-
Conde, así como las visitas institu-
supuso el inicio del proceso de mo-
dadanía como para el incipiente tu-
cionales, los eventos, las inaugura-
dernización de la ciudad, que co-
rismo.
ciones y los hábitos de los cordobe-
EVA DE UÑA IBÁÑEZ
L
menzaba a despertar de los difíciles
Francisco Solano ha construido
ses en la década de los 50.
su discurso a través de las fuentes in-
Un libro repleto de anécdotas y
formativas locales de la época —Dia-
curiosidades que permite rescatar y
años, perdura hasta nuestros días y
rio Córdoba y la Hoja del Lunes—, reali-
conocer a través de los detalles la his-
nos permite contemplar muchos de
zando una intensiva recopilación
los tesoros de la ciudad gracias a su
hemerográfica. De esta forma, el
intensa labor de recuperación de
autor también quiere rendir un ho-
monumentos y de rincones típicos
menaje de recuerdo y reconocimien-
como el Alcázar, las murallas, la to-
to a los periódicos y periodistas cor-
rre de la Calahorra o la plaza de la
dobeses de la época.
años de la posguerra. Su gestión, que ocupó más de 15
Corredera, entre otros.
Francisco Solano Márquez. La Córdoba de Antonio Cruz Conde. Almuzara. Córdoba, 2007. 245 págs.
toria de una ciudad, que en estos momentos ostenta su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad y compite por la capitalidad cultural. La Córdoba de Cruz Conde ofrece una visión nostálgica y tierna de aquella
El libro cuenta, además, con
ciudad que comenzaba a quererse.
La bata blanca ante el Santo Oficio MARÍA RUIZ ORTIZ
un viaje por la vida cotidiana de es-
dad, la relación medicina-astrono-
A
delina Sarrión es una reco-
tos profesionales de la sanidad y la
mía como dicotomía entre el cono-
nocida investigadora so-
medicina, cuyo peso social y simbó-
cimiento oficial y la magia y la su-
bre aspectos de las prácti-
lico les convirtió en objeto preferen-
perstición, entre otros temas.
cas religiosas y de la historia de gé-
te de atención para el Santo Oficio,
En el segundo capítulo la autora
nero. En su trayectoria se compu-
que tomó a las actividades científi-
ofrece ejemplos de las principales
tan sus estudios anteriores, entre
cas, expresión del combate que li-
causas por las que fueron juzgados.
los cuales sobresalen dos obras que
braban la razón y la fe, en escenario
Entre ellas descuellan el judaísmo,
alcanzaron un impacto considera-
para el ejercicio de su control y re-
ble: Sexualidad y confesión (1994) y
presión .
Beatas y Endemoniadas (2003).
Estructurado en dos capítulos,
la astrología, las blasfemias/ proAdelina Sarrión Mora . Médicos, Boticarios, Cirujanos y Barberos ante el Santo Oficio. Universidad de CastillaLa Mancha Cuenca, 2007.
posiciones y el luteranismo. El trabajo de Adelina Sarrión Mora incluye además una intere-
En este libro —que en realidad
este ensayo trata aspectos tan inte-
representa su primer trabajo, aun-
resantes como la percepción y re-
que su publicación se haya produci-
presentación de los médicos como
quisitoriales como testimonios.
do con cierto retraso— analiza vein-
clase social bisagra entre el común
Nos encontramos ante una magní-
titrés procesos inquisitoriales que
y las élites, su educación y prácticas
fica obra cuya atractiva lectura no
sucedieron en el siglo XVII, y realiza
culturales, sus redes de sociabili-
debe pasar desapercibida.
sante selección de documentos in-
AH ABR 2008
113
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Baylen 1808-2008:La derrota de Napoleón La derrota de los franceses en Andalucía, simbolizada en la caída del águila imperial, tuvo una importante trascendencia, tanto que las consecuencias sobrepasaron los límites de la piel de toro y se proyectaron hacia el ámbito internacional. Más allá del hecho histórico en sí, la victoria de Bailén estrictamente militares, y sí de carácter político e
La piel de la arquitectura
ideológico.
La pintura mural es un valor añadido a
Bajo la coordinación de Francisco Acosta Ramírez, el
la lectura del edificio. La imitación de
dosier del número 21 de Andalucía en la Historia
materiales nobles, la ornamentación
participan relevantes especialistas foráneos y
floral, o la existencia de un programa
autóctonos como Jean-René Aymes, Francisco Luis
religioso o alegórico dan una nueva
Díaz Torrejón, Denis Smith y Ricardo García Cárcel,
visión al edificio, dotándolo de una
quienes profundizan en episodios concretos sobre la
carga simbólica y estética que se ha
batalla como en sus consecuencias posteriores.
revalorizado en los últimos años.
acabó proyectándose en otras dimensiones que no eran
AH ABR 2008
Celestino Mutis, el sabio de las plantas
114
Mutis, apodado el sabio, es uno de los científicos
de Bogotá y formó a un excelente equipo de
españoles más importantes del siglo XVIII. Nacido naturalistas con los que emprendió una de las en Cádiz en 1732, aprovechó su profesión de
grandes empresas de la Ilustración: la Expedición
médico y cirujano para trasladarse a América y
Botánica del Nuevo Reino de Granada (1783-1816).
dedicarse a su gran pasión: el conocimiento de la
Concentró todos sus esfuerzos en la reproducción
naturaleza. Durante varias décadas, introdujo las
gráfica de las plantas que sirven de legado y
nuevas teorías y técnicas científicas en Santa Fe
testamento científico de este gaditano universal.
El panadero de Gibraltar En este relato Juan Eslava, narra la historia de
cambios que observa nos aproximan a la sociedad
Alonso Carrión, maestro panadero avencindado
y a los gobernantes españoles de principios del
en San Roque, quiensolicita del ayuntamiento el
XVIII. Desterrado por su fidelidad a la Corona de
permiso para edificar un nuevo horno de ladrillo
España, el panadero se lamenta de esta pérdida
como el que tenía en Gibraltar para recuperar su
territorial y barrunta desde su modesta posición
actividad profesional. Su vivencia al abandonar el la decadencia y fin de nuestro país como uno de Peñón, el desarrollo de la toma de Gibraltar y los
los estados más poderosos de Europa.
El homicidio en Andalucía en la Edad Media La sociología y las circunstancias en que se
justicia, la represión y la prevención ofrece la
producía el homicidio en la Edad Media se
otra cara de la moneda del homicidio,
diseccionan en este artículo que analiza cada
documentado a través de diversas fuentes y
uno de los factores y motivos del crimen, así
casos de la época. El lector comprobará que,
como las características de los grupos sociales
aunque convulsa y violeta, el nivel de
que se veían inmersos en ellos. Del mismo
criminalidad en la Edad Media no difiere tanto
modo, la actuación de los poderes públicos, la
de la situación que vivimos en nuestros días.
John Haycraft, escándalo en la España franquista de los 50 Este aventurero, viajero, escritor y lingüista inglés
época, lo que le sirvió para protagonizar un sonoro
se afincó en Córdoba con su mujer Brita, de
escándalo en la España franquista de los años 50.
nacionalidad sueca. Gracias al trabajo realizado en Babel in Spain, obra publicada en Inglaterra con su academia de inglés, alcanzó una gran
gran éxito de crítica, levantó ampollas más allá de
popularidad no sólo entre sus vecinos sino ante las
la ciudad cordobesa. Este atrevimiento propició
autoridades cordobesas. Pero cometió el pecado de
que Haycraft fuera considerado persona non grata
retratar fielmente la sociedad española de la
por quienes antes lo admiraban y respetaban.