FOBIA A LOS GLOBOS EN UNA NI~A DE 11 MESES (*) Por Arminda A. de Pichon Riviere (Buenos Aires)

Claudia fué una niña deseada por los padres. El embarazo y el . parto fueron normales y la madre la crió hasta los seismeses, época en que la niña abandonó voluntariamente el seno. Este rechazo del seno se debió al reforzamiento del sadismo oral y coincidió con el comienzo' de la dentición. Si la niña se alejó del seno de la madre fué para no destruirlo, del mismo modo que más tarde rechazó la carne que debía triturar con los dientes. A los 4 meses se le dió el primer biberón que fué bien recibido por la: niña y a los 5 meses y medio por consejo del pediatra que la atendía comenzaron a darle papillas y jugos de frutas, no presentándose dificultades ante los nuevos alimentos. La dentición se inició a los 6 meses y prosperó sin trastornos. El aprendizaje del control de esfínteres comenzó a los 8 meses y ya a los 10 meses había conseguido un control diurno bastante estable. No manifestó rechazo del orinal. El sueño fué siempre algo intranquilo; tuvo algunas crisis de pavor nocturno y en algunas épocas tuvo dificultad para conciliar el sueño. Solamente recuerda la madre algunos episodios aislados de pavor nocturno y algunas dificultades para conciliar el sueño. Ambos síntomas están relacionados con un incremento de las tendencias destructivas. Hasta los 10 meses Claudia se había desarroll~do bien, sin presentar otras dificultades que las que surgen normalmente de la crianza de una niña sana de esa edad y algunos trastornos del sueño. Era alegre y activa, comía bien y sus padres no tenían dificultades con ella. Entre los 10fy.11 meses, coincidiendo con un nuevo embarazo (*)

Leído en la Asociaci6n Psicoanalítica Argentina el 24 de enero de 1949.

542

ARMINDA

A. DE PICHON

RIVIERE

de la madre, comenzó a presentar índices de gran ansiedad, que fué modificándose hasta evidenciar una fobia a los globos. Paseando un día en la calle, al ver un globo, sufre una crisis de ansiedad, expresando mediante un lenguaje mímico, ya que . no hablaba aún, el deseo de volver a la casa. Recordaron luego los padres que la primera crisis de angustia frente a un globo se produjo mientras Claudia miraba las figuras de un libro que representaba a una niña subida sobre un chancho y que llevaba \f en la mano un globo. Esta imagen debió representar para ella la L relación sexual de sus padres y sus consecuencias. La niña montada en el chancho simbolizaba la escena primaria y el globo el vientre abultado de la madre lleno de los contenidos intercambiados durante la relación sexual. Observan los padres que desde .ese día se angustia cuando ve no sólo globos, sino pelotas, frutas o cualquier cuerpo que le' recuerda la forma esférica de los globos, así como todo aquello que por su consistencia y olor le recuerde la goma. Se niega a salir a la calle por temor a encontrar globos o cualquier objeto de forma, olor o consistencia similares. Se trata pues de una fobia bien clara y que expresa su rechazo al vientre de la madre y sus contenidos, así como un ensayo de modificar la ansiedad incrementada por la intensificación del sadismo oral, intensificación que es normal en esta fase del desarrollo y que por circunstancias que luego veremos se intensificó en el caso de Claudia. En el final del primer año) pasa la niña como el varón por un período que Melanie Klein «(El psicoanálisis de niños", Cap. VIII) denomina de «sadismo máximo" en el que ambos desean destruir el interior del cuerpo de la madre y robar sus contenidos. Aquí inciden el sadismo oral, .uretral y anal extendiéndose este período desde la cúspide del sadismo oral hasta la declinación de la fase anal primaria. El embarazo de la madre siguió un curso normal. Durante los 6 meses siguientes se fueron agregando al síntoma ya mencionado múltiples dificultades emocionales que' entorpecían y dificultaban el manejo de la niña y su desarrollo. Manifiesta una exagerada fijación a la madre, tiene que estar siempre junto a ella y no tolera ni las pequeñas separaciones que

FOBIA A LOS GLOBOS EN UNA NIÑA DE

11

MESES

543

son inevitables en el curso de un día. Rechaza la carne que comía bien desde los 8 meses. El miedo a estar sola es miedo a los objetos malos externos e internos. Es tanto un miedo del obft!to como un miedo por el objeto; la niña teme tanto que su madre muera a consecuencia de sus fantasías sádicas y quedar sola y abandonada como también Sier atacada por el objeto vengador. Solo. por experiencias repetidas el niño comprende que la desaparición- de la madre se sigue [ de un retorno. En este miedo influye también la creencia de que la madre puede transformarse de "buena" en "mala" y necesita la presencia de la madre real para contrarrestar el miedo a las malas imagos introyectadas. El rechazo a comer carne, alimento que debe ser primero cortado en pedazos y luego triturado con los dientes era un índice de su lucha contra la intensificación del instinto destructivo. El temor a ser destruido por los alimentos incorporados en venganza a sus tendencias destructivas es frecuente en los rechazos de alimentos. Comienza a tener pavores nocturnos frecuentes y dificultades para dormir. Rechaza el orinal perdiendo el control logrado anteriormente Cuando me la traen, Claudia t~e 19 meses y la madre entra en el noveno mes del embarazo. Han observado que durante los últimos días tiene crisis de ansiedad cada vez que escucha un ruido que aunque no muy fuerte se asemeje a una explosión o estampido. Este temor comenzó en el día de Nochebuena en que tuvo crisis de ansiedad cuando escuchó la explosión de cohetes, y luego el miedo se extendió a otros ruidos, por ejemplo el golpear de una puerta, la caída de un objeto al suelo, la explosión ; e un neumático, etc. Era evidente que la niña había relacionado ¡la explosión de los cohetes., con la de los globos y con la posible ~I explosión del vientre de la madre. Su angustia surgía tanto de sus deseos de destrucción de la madre como de sus celos y odio ante

e).

(1) La madre, o nurse, que exige limpieza se transforma en' una figura temible para el niño ya que le exige la devolución de los contenidos de su cuerpo que en fantasía, ha quitado violentamente a su madre. (M. KLEIN: El Psicoanálisis de niños, Cap. VIII, pág. 178).

544

ARMINDA

A. DE FICHON

R..IVIERE

la inminencia del nacimiento de nuevos bebés. L~ explosión significaba para ella el cumplimiento de su fantasía de destrucción de la madre y constituía al mismo tiempo su teoría sobre el nacimiento (2). Al hablar de fantasías en una niña tan pequeña no me refiero a las fantasías conscientes o sueños diurnos, sino a' las fantasías tempranas descriptas por Susan Isaacs en "The N ature and Function of Phantasy" (véase la traducción de ese trabajo en la pág. 5 5 5 de esta revista), como los primeros procesos mentales, representantes psíquicos de los impulsos y sensaciones corporales, es decir de los instintos destructivos y libidinosos. Son contenidos mentales inconscientes que pueden o no llegar a ser conscientes (phantasy) ~ Estas fantasías son una defensa contra la ansiedad, una satisfacción de deseos y una forma de inhibir y controlar los impulsos. Se desarrollan o desaparecen de acuerdo a que los impulsos que los originaron se hayan desarrollado o hayan desaparecido; todos los impulsos y sus defensas son experimentados en fantasías y muestran una dirección y un propósito. Sufren cambios de acuerdo y como respuesta a estímulos externos o como consecuencia del interjuego de sus propios impulsos ,primitivos. Estas fantasías varían y concuerdan con el desarrollo corporal y con la capacidad de sentir y conocer a una edad dada. Son parte de su desarrollo, influyen y son influídos por la lenta maduración del yo. Las sensaciones o imágenes experimentadas corporalmente son al principio escasamente capaces de relacio-narse con un objeto externo. Estas sensaciones dan a la fantasía una calidad corporalmente concreta, experimentada en el cuerpo, por ejemplo: !!. frustración es un acontecimien_t2._~omOré!1.y mental, se acompaña de una fantasía de una madre que inflige dolores y pérdidas. Sus nociones acerca de la relación sexual de los padres derivan de sus propios impulsos corporales bajo la presión de intensos sentimientos y expresan sus deseos y pasiones uti(2) En Nochebuena se festeja el nacimiento