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FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CONYUGAL ASOCIADO A LA MUERTE INESPERADA DE UN HIJO
VANESSA CEDIEL VALENCIA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES MAESTRÍA EN FAMILIA SANTIAGO DE CALI, JULIO DE 2015
FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CONYUGAL ASOCIADO A LA MUERTE INESPERADA DE UN HIJO
VANESSA CEDIEL VALENCIA
DIRECTORA: DIEGO E. CORRA SÁNCHEZ
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES MAESTRÍA EN FAMILIA SANTIAGO DE CALI, JULIO DE 2015
ARTICULO 23 de la Resolución No. 13 del 6 de Julio de 1946, del Reglamento de la Pontificia Universidad Javeriana. “La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus trabajos de Tesis. Solo velará porque no se publique nada contrario al dogma y la moral católica y porque las Tesis no contengan ataques o polémicas puramente personales; antes bien, se vea en ellas el anhelo de buscar la Verdad y la Justicia”.
DEDICATORIA
A mis padres y mi Hermano (Q.E.P.D)
A mi papá Fernando Cediel y a mi mamá Luz Helena Valencia, por el apoyo incondicional y el amor que me han dado a lo largo de la vida. Por acompañarme en el recorrido de este maravilloso camino que decidí emprender, por su interés en que cada día sea un mejor ser humano y una mejor profesional.
A mi hermano Diego Fernando Cediel porque en los diecisiete años que compartimos juntos me enseñaste a disfrutar de las cosas más simples, a amar incondicionalmente y porque con tu partida hace cinco años hiciste que resignificara mi vida en muchos aspectos. Has sido fuente de inspiración para este proyecto que realice.
Nos dejaste miles de enseñanzas a todos los que tuvimos el privilegio de compartir contigo en el camino, fuiste ejemplo de fortaleza y ternura, siempre estarás en nuestros corazones.
Los tres estarán por siempre en mi corazón…
AGRADECIMIENTOS
Este proyecto es el resultado de la colaboración de muchas personas, quiero empezar agradeciendo profundamente a la Fundación Lazos por colaborarme siendo parte de este proyecto de investigación, especialmente agradezco a las madres y los padres a quienes entreviste, gracias por su tiempo, interés y disposición para la realización de las entrevistas, son parejas con una gran fortaleza por la manera en la que han decidido continuar su vida de pareja y familia. Con sus experiencias llenaron mi vida de valiosas enseñanzas tanto a nivel académico como personal.
Agradezco también de una manera muy especial y sincera a mi director de tesis Diego E. Correa, quien con su conocimiento, experiencia y apoyo me guio en la construcción de esta investigación desde el inicio hasta la culminación, tu orientación fue fundamental para mí en este proceso.
Tabla de contenido 1. INTRODUCCIÓN ...........................................................................................................1 2. MÉTODO.....................................................................................................................300 3. RESULTADOS .............................................................................................................40 4. DISCUSIÓN .................................................................................................................69 5. REFERENCIAS .............................................................................................................89 6.ANEXOS....................................................................................................................... 102
Tabla de anexos
Anexo 1. Guía de tópicos para la entrevista en profundidad antes de la validación por jueces. .......................................................................................................103 Anexo 2. Documento guía para el proceso de validación por jueces.............................. 106 Anexo 3. Matriz del proceso de validación por jueces de los tópicos para la entrevista en profundidad. ................................................................................................ 113 Anexo 4. Guía de tópicos para la entrevista en profundidad después de la validación por jueces ........................................................................................................116 Anexo 5. Declaración para el consentimiento informado ................................................119
LISTA DE TABLAS Tabla 1. Categorías de análisis ........................................................... …..35 Tabla 2. Contextualización de las parejas…………………………......47
RESUMEN
El propósito del presente trabajo de grado fue comprender los cambios que se generan en el funcionamiento del sistema conyugal después de la muerte inesperada de un hijo. Participaron tres parejas heterosexuales, quienes perdieron un hijo por muerte inesperada/súbita. El esquema investigativo que se utilizó fue de tipo descriptivo, diseño fenomenológico y como estrategia metodológica se aplicó una entrevista a profundidad; los comportamientos y verbalizaciones de los seis miembros de las parejas fueron registrados a partir de las entrevistas grabadas y analizadas cualitativamente. El procesamiento de la información se realizó con el programa estadístico Atlas.Ti, versión 6.2. En los resultados se encontró que no todas las parejas experimentan lo mismo después de la pérdida inesperada de un hijo, igualmente los dos miembros de la pareja también vivencian la pérdida de manera distinta. Las áreas del funcionamiento conyugal en las que inicialmente hubo un mayor número de cambios fueron: Manejo de las finanzas familiares, demostraciones de afecto, relaciones sexuales y filosofía de vida y las áreas en las que no hubo mayores cambios fueron: Ajustes a los estándares sociales, crianza de los hijos y tareas domésticas. A pesar de los múltiples cambios que se generaron en el sistema conyugal, ninguna pareja nunca consideró divorciarse o separarse. Los principales retos o desafíos mencionados por ellos fueron reactivar sus proyectos de vida e incorporar nuevas metas, así como resignificar los constructos que han venido construyendo a lo largo de sus vidas con el fin de comprender de una manera que no les genere malestar, la razón de la pérdida de sus hijas, con el objetivo de poder continuar
viviendo
con
paz,
amor
y
alegría.
Palabras clave: Duelo, muerte inesperada, muerte y duelo, pareja en duelo. Key Words: Grief; unexpected death, death and grief, couple´s grief.
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1. INTRODUCCIÓN
Las pérdidas y los duelos son experiencias inevitables en el transcurso de la vida, así como procesos universales que forman parte natural del desarrollo y crecimiento de los seres humanos. Es vital tener en cuenta que pérdida y duelo son dos conceptos diferentes y que el duelo es el proceso que se desencadena después de la pérdida (Acero, Maria y Perez, 2007; Fernández, 2010; Gamo y Pazos, 2009; Martìn, 2007; Millán, 2010; Rojas, 2008; Russo, 2009; Valencia y Dávila, 2010 y Walter, 1999).
Es importante tener presente que hay diferentes tipos de pérdidas y que estas pueden ser clasificadas así: 1. Pérdidas relacionales, estas pérdidas hacen alusión a la ausencia de personas afectivamente significativas como: el fallecimiento, la separación, el divorcios, el abandono, entre otros. 2. Pérdidas intrapersonales, hacen referencia a las pérdidas que tienen que ver directamente con uno mismo y el cuerpo, ya se la pérdida de las propias capacidades intelectuales o físicas. 3. Pérdidas materiales, son aquellas que se dan cuando se pierden objetos o posesiones y 4. Pérdidas evolutivas, son las que tienen que ver con el ciclo vital y la serie de cambios y pérdidas que cada ciclo vital implica (Aponte, 2011; Cabodevilla, 2007; García, 2012;
Mesa,
2012
y
Tizón,
2004).
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El duelo es un proceso que se da en varios niveles individual, familiar y social y el cual es experimentado y vivenciado de diferentes formas e intensidades que varían de acuerdo a factores como, la relación con el objeto o el ser querido, la causa de la muerte ya que la reacción no es la misma ante una muerte por enfermedad terminal a una inesperada (homicidio, suicidio, accidente); la edad de la persona fallecida
debido
a
que
las
reacciones
son
más intensas cuando quien ha fallecido es un niño o adolescente; redes sociales de contención (familia, amigos, profesionales); los factores de personalidad y las características de la persona que está elaborando el duelo, como son la capacidad de expresar sentimientos y emociones, la capacidad de contenerse, la edad, el género, el estado de salud, entre otros. Factores que muchas veces dependen de la cultura, es decir, de acuerdo a como la persona ha construido y significado el concepto de pérdida y muerte a través de su historia (Aponte, 2011; Cohen, Shmotkin, Malkinson, Bartur y Hazan, 2012; Denis, Siliceso y Hermida, 2009; Doran y Downing, 2006; Fonnegra, 2002; García, 2008; García, 2012; Jaramillo y Oquendo, 2013; KüblerRoss, 1969; Lee, Glei, Weinstein y Goldman, 2014; Martín, 2007; O´connor, 1996; Rando, 1993; Shapiro, 1994; Shapiro, 1995; Valencia y Dávila, 2010; Walter, 1999 y Wender, 2012).
Todas las pérdidas suscitan diferentes emociones y reacciones dependiendo del impacto que tenga está en la salud emocional y en la calidad de vida de la persona (Cabodevilla, 2007; Floyd, Seltzer, Greenberg y Song, 2013; García, 2011; García, 2012; Meert, 2011; Mesa, 2012; Russo, 2009; Vega, Riveram y González, 2012).
Estas emociones y reacciones varían en torno a la frecuencia y la magnitud con la que se presentan, lo cual permite hacer una clasificación de “pérdidas menores y pérdidas mayores”. Las pérdidas menores, son aquellas que se dan en las situaciones cotidianas de la vida y en las que el individuo siente que tiene el control
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en cierta medida y las pérdidas mayores son aquellas pérdidas que no son tan frecuentes pero que al ser irreversibles generan un mayor impacto a nivel emocional y en las cuales el individuo se siente impotente de no poder hacer nada frente a la situación (Acero, et al., 2007; Aponte, 2011; Cabodevilla, 2007 y García, 2008).
En esta investigación se hará especial énfasis en el proceso de duelo por la muerte inesperada de un hijo, teniendo en cuenta que el perder un hijo es el tipo de pérdida afectiva más dolorosa y la cual se clasifica dentro de las “pérdidas mayores”, este tipo de pérdida genera incredibilidad y sorpresa, al ser una muerte repentina y súbita. Varios autores afirman que esta es la pérdida más difícil de sobrellevar, ya que los padres (padre y madre) son quienes han estado con sus hijos desde antes de sus nacimientos, desarrollando sentimientos de esperanza, ilusión y jubilo proyectados hacia el futuro (Alameda y Barbero, 2009; American Cancer Society [ACS], 2013; Aponte, 2011; Cohen, et al., 2012; Coleman y Richmon, 2009; Floyd, et al., 2013; Gamo y Pazos, 2009; García, 2012; Hernández, 2010; Jacinto, Barros y Pelloso, 2008; Markham, 1996; Meert, 2011; Mesa, 2012; Millán y Solano, 2010; Price, Jordan, Lindsay y Parkes, 2011; Oviedo, Urdaneta, Parra y Marquina, 2009; Salas, 2013; Walter, 1999 y Wender, 2012).
Cuando un hijo muere súbitamente el sistema conyugal inmediatamente inicia un proceso de elaboración de duelo, en donde muchas veces puede ayudar a dar tranquilidad o intranquilidad la forma en la que muere el hijo. Algunas de las principales causas de muerte inesperada en Europa de acuerdo con National Office for Suicide Prevention (2012), la tasa de suicidios es alta llegando a 23,2 personas por cada 100.000 habitantes, en el 2012 en Irlanda hubo 495 suicidios de jóvenes entre los 20-24 años. Y según Fleischman (2009), Lituania fue el país con la tasa más alta de suicidios en el mundo con un promedio de 61.3 personas por cada 100.000 seguido de Rusia con una tasa de 53.8 por cada 100.00 personas. Otros países
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altamente afectados son China, India y Japón con un 30% de todos los suicidios que ocurrieron en el mundo.
De igual manera se encontró que en Centro América y Sur América las cifras también son altas. Según Gonzalez, Vega, Cabrera, Vega y Muñoz (2013) en México por ejemplo entre 2006-2011 a causa de la Guerra Calderonista contra el narcotráfico hubo 60 mil muertos. Y en 2009 por cada 100.000 habitantes 16.6 morían en homicidios. En el año 2008 en Brasil por cada 100.000 habitantes morían 22 por homicidio, en el 2008 en Venezuela por cada 100.000 habitantes morían 52 por esta misma causa.
Por otro lado, se encontró que de acuerdo a Franco, Mercedes, Rozo, Gracia, Gallo, Vera y García (2012), entre 1980 y 2007 hubo un total de 579.329 homicidios en Colombia de los cuales el 14.6% fueron en Medellín y eran jóvenes entre los 2029 años de edad, de estratos socio-económicos medio-bajo y bajo. De igual manera se observó que según Cardenas y Villa (2014), en el gobierno del presidente Uribe los falsos positivos aumentaron más del 150%, entre 2004 y 2009 hubo 3 mil víctimas de esa violencia. Según la Organización Mundial de la Salud [OMS] en el año 2012 en Colombia la probabilidad de morir antes de alcanzar los 5 años fue de 18 por cada 100.000 habitantes.
Según el Departamento Administrativo de Planeación (2012) y Redacción del país (2015), algunas cifras en Santiago de Cali, Colombia son: los homicidios, en donde se encontró que la tasa aumento en los últimos años, en 2005 hubo 1.586 personas fallecidas por esta causa y en 2010 incremento a 1.845, siendo en su mayoría hombres entre los 20-29 años de edad, lo que permite afirmar que la violencia ha ido aumentando y ganando espacio en los últimos años y que el aumento de muertes de jóvenes es cada vez más alarmante. Otra de las principales causas de muerte en Cali son los homicidios en accidentes de tráfico, de acuerdo con las
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estadísticas de la secretaria de tránsito de la ciudad, entre enero y abril de 2015, 88 personas perdieron la vida, hubo 30 muertes más que las ocurridas entre enero y abril de 2014, lo que representa un aumento del 51,7% en el número de homicidios por accidente de tránsito. Y finalmente los suicidios, que para el año 2011 las estadísticas muestran un total de 93 personas que mueren por esta causa. De acuerdo a las anteriores cifras es posible decir que Colombia ha sido y es un país en duelo, en donde de manera permanente mueren personas.
Es importante mencionar que muchas de las muertes inesperadas llegan a ser un problema de salud pública y tienen implicaciones a nivel social, económico, político y de salud mental (Franco, et al., 2012).
Considerando las cifras presentadas anteriormente en cuanto a la incidencia y prevalencia de muertes inesperadas y al aumento de homicidios en la población joven, hay un considerable número de madres y padres que se encuentran elaborando un proceso de duelo, por lo cual se han realizado investigaciones que arrojen información acerca de lo que experimenta el sistema conyugal en cada etapa del duelo para así mismo poder brindarles las herramientas suficientes para que puedan elaborar un duelo normal.
Investigaciones en diferentes países, con diferentes individuos y familias han permitido establecer un buen número de definiciones acerca de lo que es una pérdida y un duelo, en donde se define la pérdida de un hijo como el duelo más difícil de vivenciar debido a su carácter antinatural; los autores explican hasta qué punto el doliente está elaborando un duelo normal y en qué punto pasa a ser patológico, de igual manera varios autores han propuesto etapas del duelo tanto individuales como familiares, las cuales son horizontales, describen los efectos de la pérdida, las reacciones físicas, psicológicas, emocionales, comportamentales y sociales de los padres y como al final del duelo los padres aprenden a ver esta situación como una
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oportunidad de crecimiento. Los estudios también demuestran como el duelo se vive tanto a nivel individual como familiar y social, los factores que influyen en la expresión de este, las dificultades que atraviesa la pareja y describen como vivencian los padres el duelo de un hijo que ha muerto de forma inesperada/súbita y el de un hijo que muere como consecuencia de una enfermedad terminal. (Alameda y Barbero, 2009; Cediel, 2012; Fonnegra, 1999; Gamo y Pazos, 2009; García, 2012; García, 2011; Hernández, 2010; Howarth, 2011; Kübler-Ross, 1969;
Markham, 1996;
O´connor, 1996; Rogers, Floyd, Seltzer, Greenberg y Hong, 2008; Valencia, et al., 2010; Vega, et al. Y Woodgate, 2009).
Cediel (2012), en su investigación hace un contraste a cerca de la vivencia del duelo de madres que pierden un hijo por enfermedad terminal Vs las madres que pierden un hijo súbitamente, encontró que las emociones que experimentan las madres que pierden a sus hijos súbitamente y las que pierden a sus hijos por muerte por enfermedad terminal, son muy similares, difieren en qué, las madres que pierden repentinamente a sus hijos experimentan una gran sorpresa por lo inesperado de la noticia, a diferencia de las madres que pierden a sus hijos por una enfermedad terminal ya que no se sorprenden tanto puesto que previamente tuvieron tiempo de contemplar que esto sucediera. En cuanto al dolor y al vacío interior, experimentan lo mismo sin importar el tipo de muerte. Adicionalmente, en este estudio se plantea que los principales factores que influyen de manera positiva en la elaboración del duelo son el apoyo social, la disposición para buscar ayuda, los grupos de auto-apoyo y el mantenerse activo durante el trascurso del día. Igualmente afirma que los principales factores que obstaculizan la elaboración del duelo son el poco apoyo social, el estar en contacto con objetos o situaciones que les recuerden la muerte de sus hijos como el sitio en donde fallecieron, los momentos del velorio, entre otros. Igualmente en otras investigaciones se encontró que no hay suficientes estudios específicos sobre el impacto en las áreas del funcionamiento conyugal por la
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muerte inesperada de un hijo, los estudios encontrados que abordan el duelo desde una perspectiva sistémica-relacional hacen énfasis en los mecanismos de defensa del sistema familiar, las repercusiones y el proceso de reorganización de la familia después de la pérdida (Avelin, et al., 2012; Feigelman, McIntosh, Feigelman y Jordan (2012); Floyd, et al., 2013; Garcia, 2011 y 2012; Lee, et al., 2014; Pereira, 2011; Wender, 2012) Hay investigaciones como la de: Ungureanu y Sandberg (2010) citando a (Bohannon, 1990 , De Frain, 1991 y Lang and Orrlieb, 1993), las cuales muestran que en las parejas en donde los padres perdieron un hijo y las parejas de padres que no han experimentado esta pérdida, no se encontró que esté sea un factor que aumente la tasa de divorcios a diferencia de hace unos años en que los estudios indicaban que las tasas de divorcio eran altas en parejas que perdían a sus hijos. Ungureanu y Sandberg (2010), afirman que las parejas que pierden a un hijo y se divorcian es a causa de otros factores estresantes o como consecuencia de la calidad de la relacion conyugal que tenian antes de la muerte del hijo, es decir, la calidad de la relacion conyugal influye en como la pareja en duelo responde frente a esta situacion, la forma en que cada miembro de la pareja se comporte en determinado momento y de las estrategias de afrontamiento que use puede influir en la satisfaccion marital de su cónyuge. Avelin, et al., (2012); Feigelman, et al., (2012) y Ungureanu y Sandberg (2010) citando a Gilbert (1997), plantean que en el duelo del sistema conyugal por la muerte de un hijo se genera una situacion paradojica en la cual ambos estan experimentando la pérdida a nivel individual y simultaneamente son conscientes del dolor del cónyuge. Este autor menciona una lista de algunos aspectos en los que las parejas pueden estar en desacuerdo como: La manera correcta de elaborar el duelo y de interpretar el comportamiento negativo del otro, desacuerdos en relacion con las metas familiares y en a que o quien culpar por el fallecimiento del hijo, en ocasiones
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las parejas suelen culparse mutuamente por la pérdida del hijo, situación que puede afectar la parte afectiva, comunicativa, sexual y en general la satisfaccion marital. Avelin, et al., (2012); Feigelman, et al., (2012) y Ungureanu y Sandberg (2010) citando a Gilbert (1997), afirman que hay una serie de estrategias como la comunicación asertiva, la intimidad
intelectual, la expresion de emociones, el
escuchar al otro, el feedback positivo, la flexibilidad, la sencibilidad por las necesidades del otro y la habilidad para desarrollar una mirada positiva de la experiencia vivida son utiles y tienen gran impacto en la calidad de la relacion de pareja. Ahora bien, en cuanto a los antecedentes metodológicos se encontró que en investigaciones similares a esta, se decide con gran frecuencia el utilizar el tipo de estudio cualitativo, se observó que en cuanto a los participantes su participación en la investigación era intencional o no dependiendo del contexto y de la disponibilidad de los ellos, usualmente los estudios que abordan este tipo de temáticas usan como instrumento entrevistas semi-estructuradas, historias de vida, entrevistas a profundidad y cuestionarios, en algunas investigaciones la información en filmada o se graba la voz tal y como se evidencia en las investigaciones realizadas por (Alameda, et al., 2009; Avelin, Radestad, Säflund, Wredling y Erlandsson (2012); Cediel, 2012; Gerry, et al., 2006; Gil, et al., 2008; Howarth, 2011; Lee, et al., 2014; Price, et al., 2011; Rogers, et al., 2008 y Woodgate, 2009). En consecuencia a los antecedentes y aspectos teóricos presentados anteriormente, es posible observar que la mayoría de investigaciones que se han realizado con respecto a este tema de investigación comprenden la realidad desde una perspectiva individual y se observa que es necesario pasar a una comprensión relacional de los cambios que se generan en la relación de pareja después de la muerte inesperada de un hijo, adicional a ello se encontró que no hay suficiente información
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que dé cuenta del impacto que tiene la muerte de un hijo en las áreas de funcionamiento de la pareja, por lo tanto con esta investigación se buscó aportar información relevante en cuanto a estos aspectos en el contexto colombiano, de tal manera que los profesionales de la salud como psicólogos, trabajadores sociales, psiquiatras, terapeutas, entre otros; comprendan como se está sintiendo la pareja, los aspectos de su relación conyugal que han cambiado a partir de la pérdida y el porqué, esto con el propósito de que el profesional pueda orientarlos con mayor facilidad.
Se consideró pertinente llevar a cabo esta investigación ya que la información que se obtuvo a partir de esta puede ser de utilidad para el campo de la psicología clínica de la familia, de igual manera los resultados que arrojó este proyecto pueden llegar a ser muy útiles para la Fundación Lazos de Cali, lugar que funciona como grupo de apoyo y acoge a padres y madres que hayan perdido un hijo, así como aportara información que permita estructurar programas de intervención o procesos de acompañamiento a parejas y familias en duelo.
Como se pudo observar en las cifras expuestas y la revisión bibliográfica realizada, se sabe que la muerte inesperada es un fenómeno multifacético que afecta a muchas familias y parejas a nivel mundial, nacional y regional, lo cual termina convirtiéndose en una problemática de carácter personal, familiar y social. Los seres humanos son conscientes de que una de las condiciones humanas, es la muerte como parte irrenunciable e inevitable de la vida, los padres (padres y madres) también son conscientes de esta posibilidad y saben que en algún momento de la vida es posible perder a un hijo, pero por dentro hay un sentimiento de negación ante esta posibilidad e incluso de evitación ante la sola idea de decirlo o pensarlo ya que no creen que realmente pueda pasarle a alguno de ellos. Los padres (padres y madres) creen que ellos fallecerán primero que sus hijos sabiendo que eso sería lo más razonable de acuerdo con la lógica de la vida (Abalo, Llantá, Massip, Chacón, Reyes, Infante, Romero, Barroso, y Morales, 2008; Acero, et al., 2007; Lee, et al.,
2014;
y
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Markham, 1996). Pero cuando no sucede así y son los hijos quienes mueren primero, se genera un gran impacto en el sistema familiar frente a este suceso entrópico, lo cual produce desequilibrio, afectando así la homeostasis del sistema (Garciandía, 2005).
Este desequilibrio varía en función de la intensidad del impacto que haya tenido para la pareja la situación entrópica y dependiendo de la neguentropía, estrategias que usen y recursos que tengan para afrontarlo y recuperar la homeostasis del sistema este puede ser mayor o menor; en cuanto a las reacciones. Este suceso puede causar cambios psicológicos, comportamentales, emocionales, sociales y espirituales que marcan la vida de las personas que afrontan el duelo ([ACS], 2013; Aponte, 2011; Denis, et al., 2009; Floyd, et al., 2013; García, 2011; García, 2012; Garciandía, 2005; Hernández, 2010 y Vega, et al., 2012).
Ahora bien, como se mencionó anteriormente la muerte de un hijo genera desequilibrio en el sistema conyugal, más sin embargo es necesario que poco a poco la pareja se vaya adaptando a vivir sin su hijo; este proceso es complejo, debido a que es un fenómeno tanto universal como natural, necesario, cotidiano, indeterminable, único, definitivo y radical (Boss y Dahl, 2014; Colemon y Richmon, 2008; Doran y Downing, 2006; García, 2012; García, 2008; Tinajero, Gómez, Paredes, Elizondo, Solís, Sánchez, Fresám, Encinasm, Mallet, Castro, Maldonado, Gutiérrez, Vidal y Anzures, 2006 y Vega, et al., 2012).
Las características de la muerte anteriormente señaladas producen en el sistema conyugal una gran cantidad de reacciones físicas como letargo, opresión en el pecho, cambios en el sueño, pérdida o aumento del peso corporal, entre otros; de igual manera se presentan cambios psicológicos y emocionales como, culpa, ansiedad, llanto, miedo a la soledad, pensamiento recurrentes e intrusivos a cerca de las circunstancias de la muerte del hijo, shock, ira, incredulidad, tristeza, depresión e
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incluso ideación suicida, entre otros y con la muerte también se generan reacciones a nivel comportamental y social como, el no querer realizar actividades fuera de casa, desorganización e indecisión, disminución o pérdida de memoria y la concentración, el evitar o pretender que los recuerdos materiales del hijo fallecido son un tesoro (ropa, habitación, cuadernos, fotos, música, etc.), matrimonios en conflicto, rotos o fortalecidos, aislamiento del círculo de amigos y conocidos (Acero, et al., 2007; [ACS], 2013; Alameda y Barbero, 2009; Coleman y Richmond, 2009; Fonnegra, 1999; Howarth, 2011; Kübler-Ross, 1969; Martín, 2007; Millán, 2010; Nikkola, Kaunonen y Aho, 2012; O´connor, 1996; Parkes, 2009; Price, et al., 2011; Rando,1993; Rojas, 2008; Valencia, et al., 2010 y Walsh, 2014).
Todas
las
anteriores
reacciones
físicas,
emocionales,
psicológicas,
comportamentales y sociales que presenta el sistema conyugal en proceso de duelo son esperadas, sabiendo que la familia funciona como un sistema abierto o semiabierto, la pérdida de un hijo sacude a la pareja, generando desequilibrio en el sistema y afectando la homeostasis del mismo, además hace que se pierda la eficacia de los mecanismos de regulación de equilibrio e incluso puede producir que se rompa el sistema. Las parejas suelen sumirse en un profundo dolor y desconcierto total ante la ruptura con el pasado y la pérdida de expectativas con el futuro y se ven enfrentadas a dos retos importantes; el primero, aprender a vivir sin su hijo, quien encarnaba una gran proyección de futuro y de deseo y el segundo de los retos, interiorizar una representación interna de su hijo, que les sirva de consuelo (Alameda y Barbero 2009; Boss y Dahl, 2014; Espina, Gago y Pérez, s.f; Vega, Riveram y González, 2012 y Wender, 2012).
De acuerdo a los planteamientos de Murray-Parkes, Laungain y Young (2004), cuando una familia está en un proceso de duelo se puede ver enfrentada a algunas cuestiones como la pérdida de roles y funciones que realizaba la persona fallecida, la búsqueda de sustitutos fuera y dentro de la familia y la ruptura del
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sistema. Ahora bien, es importante señalar que hay una serie de factores que pueden ayudar al sistema conyugal al afrontamiento de la pérdida del hijo e incluso a que con el pasar del tiempo puedan hacer de esta una experiencia positiva, en tanto que permita a la persona tomar conciencia y en ocasiones hacer una reestructuración de la forma de ver y entender el mundo, y por ende, de construir un nuevo sistema de vida (García, 2012; Jaramillo y Oquendo, 2013; Vega, et al., 2012 y Walsh, 2014).
Como lo mencionan algunos autores el duelo no es un signo de debilidad, es una muestra de la profunda necesidad humana que la mayoría de las personas tienen al pasar por una experiencia traumática y experimentar dolor por la pérdida de un ser querido. (Fernández, 2010; Kübler-Ross, 1969; Millán y Solano, 2010; Rutherford, 2008 y Vega, et al., 2012).
En síntesis, es vital tener claridad en cuanto a que el proceso de duelo que hace una pareja por su hijo es uno de los más complejos de elaborar, por lo cual se considera importante poder hacer una descripción detallada de cómo vivencia el sistema conyugal la muerte de un hijo, de las etapas por las que atraviesan, de las áreas del funcionamiento que se transforman después de la pérdida, de las dificultades y los retos que demanda la muerte del hijo, además de los cambios tanto positivos como negativos que se generen a partir de esta, para que en esa misma medida los otros hijos, la familia extensa y las redes de apoyo cercanas de la pareja puedan comprender la situación e incluso les lleguen a brindar las herramientas necesarias para que elaboren un duelo no patológico. Por tal motivo la pregunta de investigación que se desarrolló en el presente trabajo de grado fue, ¿Cómo se transforma el funcionamiento del sistema conyugal después de la muerte inesperada de un hijo?
El objetivo general fue comprender los cambios que se generan en el funcionamiento del sistema conyugal después de la muerte inesperada de un hijo, Para el cumplimiento de este objetivo general se definieron tres objetivos específicos
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orientados a; 1. Caracterizar las etapas de duelo en la pareja cuando su hijo muere de manera inesperada, 2. Establecer cuáles son las áreas de funcionamiento del sistema conyugal que se transforman después de la muerte inesperada de un hijo y 3.Develar cuáles son los retos o desafíos cuando la pareja pierde a su hijo por muerte inesperada.
Ahora bien, para cumplir con los objetivos anteriormente propuestos, fue necesario establecer planteamientos teóricos sólidos que mostraran el desarrollo que se le iba a dar a la temática. Por lo cual, fue importante abordar las variables que se incluyeron dentro de la investigación. Inicialmente se desarrolló el concepto de duelo, posteriormente se expusieron las fases o etapas del duelo individual y conyugal, seguidamente se hizo una descripción de como fue el proceso de duelo de un hijo por muerte inesperada, luego se expusieron las áreas del funcionamiento del sistema conyugal que se transforman después de la muerte inesperada de un hijo y finalmente se identificaron y describieron los retos o desafíos del sistema conyugal después de la pérdida inesperada de un hijo.
A continuación se hará una conceptualización del duelo, se expondrán las etapas o fases del duelo conyugal con una mirada sistémica. Luego se hará una descripción de lo que implica para la pareja perder a su hijo súbitamente, posteriormente se describirá el impacto en las áreas del funcionamiento conyugal después de la muerte inesperada de un hijo y finalmente se expondrán los retos o desafíos que tiene la pareja después de la pérdida de un hijo.
El duelo no debe ser visto como un desorden médico o psiquiátrico, es la respuesta universal de los seres humanos ante la pérdida de alguien afectivamente significativo, durante este periodo de tiempo hay alteraciones a nivel físico, emocional, conductual y cognitivo, conducta distraída, entre otros (Fonnegra, 1999;
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García, 2011; Gamo y Pazos, 2009; Kübler- Ross 1969; Lindemann, 1994; Shapiro, 1994 y Worden, 1997).
La forma en que las personas elaboran su duelo está atravesada por las demandas emocionales, el estilo de personalidad, la historia familiar del individuo y la relación con su familia de origen, la historia de pérdidas anteriores, el estilo de afrontamiento que tenga, el tipo de relación que se tenía con la persona fallecida y el nivel de apoyo social que perciba la persona de su familia, amigos y personas cercanas. Plantean que la manera en que se afronte y elabore el duelo puede llegar a hacer que las personas crezcan a nivel personal. Finalmente coinciden en que el duelo más complejo de elaborar es el de una madre por la pérdida de su hijo debido al carácter antinatural que tiene esta pérdida (Fonnegra, 1999; García, 2011; Hernández, 2010; Kübler- Ross 1969; Landeta y Calvete (2002); Lindemann, 1994; Shapiro, 1994 y Worden, 1997).
Ahora bien, después de haber realizado una conceptualización del duelo desde la perspectiva de diversos autores con una mirada individual del tema, a continuación se empezaran a nombrar y describir las etapas o momentos que diferentes autores plantean se dan en el proceso de duelo. Con respecto a los planteamientos de Elizabeth Kubler – Ross (1969), ella propone cinco etapas que hacen parte del proceso que elabora una persona después de la pérdida. Afirma que estas etapas no son horizontales, lo que significa, que no todas las personas en duelo vivencian las cinco etapas ni lo hacen en un orden preestablecido (James, 2008 citando a KublerRoss, 1969).
Etapa 1: Negación, hace referencia a la dificultad de aceptar y reconocer la pérdida del ser amado, juega un papel de factor protector puesto que ayuda a que la persona pueda sobrellevar la pérdida ya que después de este acontecimiento hay un enorme sentimiento de tristeza que genera que en ocasiones haya pérdida del sentido
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de la vida. Una vez el doliente empieza a aceptar la realidad de la pérdida se inicia el proceso de curación y la persona paulatinamente va adquiriendo fortaleza emocional (James, 2008 citando a Kubler-Ross, 1969 y Ávila y Moral, 2013).
Etapa 2: Ira, reacción emocional de rabia, envidia, resentimiento, hostilidad, en donde además suelen presentarse momentos de dolor y lágrimas, estos sentimientos y emociones están dirigidos hacia sí mismo, familiares, personal médico, Dios, entre otros. En esta etapa surgen todos los por qué (James, 2008 citando a Kubler-Ross, 1969 y Ávila y Moral, 2013).
Etapa 3: Negociación o pacto, es una forma de afrontar la culpa y la ira hacia sí mismo, personas del entorno y hacia Dios, se hace ya sea de manera consciente o inconsciente, es un periodo de tiempo en el que se realiza por así decir un pacto, con el propósito de llegar a un acuerdo para tratar de superar el traumático acontecimiento (James, 2008 citando a Kubler-Ross, 1969 y Ávila y Moral, 2013).
Etapa 4: Depresión, en esta etapa suele darse un momento en el cual los sentimientos de ira y rabia de la anterior etapa disminuyen. La persona experimenta un profundo vacío y dolor ante la pérdida. Cuando la depresión tiene el propósito de ayudar a la persona a que logre desprenderse de aspectos como los objetos de la persona fallecida, es posible entrever la verdadera aceptación de la pérdida (James, 2008 citando a Kubler-Ross, 1969 y Ávila y Moral, 2013).
Etapa 5: Aceptación, es la etapa final del proceso de duelo, solo se llega hasta esta etapa cuando se ha tenido el suficiente tiempo para asimilar las cuatro anteriores y cuando ha pasado un tiempo considerable desde la pérdida del ser amado. En esta etapa los dolientes ya no buscan culpables, asumen una actitud de lucha y sobrevivencia. Experimentan momentos de calma pero no quiere decir que sea de completa felicidad. Uno de los sentimientos propios de esta etapa es la indiferencia,
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por lo cual puede que los dolientes se aíslen y no sientan deseos de hablar del suceso traumático (James, 2008 citando a Kubler-Ross, 1969 y Ávila y Moral, 2013).
Por otro lado William Worden (1997), en sus planteamientos no habla de fases o etapas, él hace alusión al concepto de tareas ya que manifiesta que para elaborar el duelo se requiere que la persona juegue un rol activo en el proceso. Propone cuatro tareas que son: 1. Aceptar la realidad de la pérdida, esto requiere tiempo porque implica que la persona haga una doble aceptación; intelectual y emocional. Es frecuente que haya enfado con Dios u otras personas a quienes se considera son los responsables de la muerte del fallecido. 2. Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida, es importante que el doliente no niegue el dolor, se permita expresar sus sentimientos y pensamientos. 3. Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente, se debe hacer un reajuste del sentido que tenía la vida y el mundo para ellos, resignificar y darle sentido a la pérdida, y 4. Recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo, es posible decir que una persona elaboro su duelo cuando el doliente en su diario vivir ya no necesita reactivar con una intensidad alta el recuerdo del ser amado que falleció, plantea que esta última tarea suele ser la más difícil de completar.
Ahora bien, después de haber abordado tanto el concepto de duelo como las etapas o momentos por los que atraviesa una persona desde una mirada individual de interés intrapsíquico, se mostrara a continuación una breve referencia al tema de duelo en el sistema familiar donde la pareja es uno de los actores, lo anterior se realizara con una mirada sistémica en donde las interrelaciones familiares juegan un papel fundamental (Pereira, 2002).
El duelo familiar es el proceso que se inicia después de la muerte de un miembro de la familia, este tipo de pérdida es la mayor crisis por la que atraviesa el sistema familiar ya que además de generarse un desequilibrio en la homeostasis, este
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suceso supone la muerte misma del sistema familiar, siendo entonces el duelo, el proceso mediante el cual se estructura y establecen las bases para un nuevo sistema familiar que surge del anterior pero que nunca más será el mismo (Bowen, 1979; Pereira, 2002 y Rivas, González y Arredondo, 2008).
Espina, et al. citando a Walsh y McGoldrick (1988) y Walsh (2014), afirman que la pérdida de uno de los miembros de la familia exige que el sistema se reorganice y haga ajustes con el propósito de adaptarse a la nueva estructura familiar, esta reorganización del sistema familiar es un proceso doloroso y progresivo que puede variar y depender de factores como el ciclo vital familiar, el tipo de muerte que haya tenido el miembro de la familia, los roles y funciones desempeñadas por el fallecido y en qué medida estas pueden empezar a ser realizadas por alguien más.
Pereira (2002), citando a Moss (1996), plantea que en el periodo del duelo familiar se manifiestan una serie de síntomas clasificados en tres niveles: 1. Comunicacional, en donde puede presentarse tanto incremento como disminución de la comunicación en un área concreta, de igual forma pueden generarse cambios en los patrones y en los canales comunicacionales, 2. Estructural, en este nivel suele generarse confusión en la jerarquía familiar y en los roles dependiendo del miembro de la familia que haya fallecido y puede haber redistribución de las alianzas familiares y 3. Relaciones extrafamiliares, los miembros del sistema familiar suelen aislarse, rechazar las redes de apoyo externas y sobreproteger a los miembros de la familia.
Es importante que tal y como lo plantea Pereira (2002), la familia desarrolle mecanismos adaptativos, conductas para sobrevivir y adquiera mecanismos defensivos de la integridad familiar durante esta crisis con el propósito de facilitar el trabajo del duelo familiar: 1. El reagrupamiento de la familia nuclear, consiste en procurar incrementar el tiempo en familia y disminuir el contacto con el mundo
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exterior. 2. La intensificación del contacto con la familia extensa y demás personas cercanas, este mecanismo de defensa tiene el propósito de que la familia nuclear reciba apoyo en los rituales de despedida y otras situaciones que en un inicio así lo requieran. 3. La disminución de la comunicación e intercambio con el medio externo reduciendo las actividades sociales. 4. El Apoyo socio-cultural a la continuidad de la familia, este mecanismo hace alusión a lo importante que es para la sociedad que a pesar de la muerte de uno de los miembros de la familia, este sistema pueda seguir existiendo por lo que en ocasiones disponen de recursos como pensiones, becas, subsidios, seguros de vida, entre otros. 5. La exigencia de tregua o cese de hostilidades con otros familiares durante el duelo es muy usual ya que ante la amenaza de la existencia del sistema familiar prima la solidaridad y el apoyo mutuo mientras el sistema recupera su equilibrio homeostático. Y finalmente 6. Conductas de dolor que reclaman protección, en este periodo el sistema familiar se encuentra tan vulnerable que por lo general el entorno social incrementa los cuidados y es más condescendiente con la familia nuclear, se suele respetar el dolor de la familia.
Después de haber realizado la conceptualización del duelo familiar, a continuación se nombraran y describirán las etapas o momentos del duelo conyugal. Pereira (2002), sintetiza los planteamientos de las etapas que proponen Walsh y McGoldrick (1991) y de las tareas del duelo formuladas por Moss (1995) y plantea 4 etapas o fases que la pareja vivencia durante el proceso de duelo después de la pérdida de un hijo:
1. Aceptación conyugal de la pérdida, favoreciendo la expresión de la aflicción de todos los miembros: En esta primera etapa Imber-black (1991) citado por Pereira (2002) afirma que el funeral, la velación del cuerpo, el entierro, la visita de la familia extensa, amigos, vecinos y en general personas allegadas al núcleo familiar, es decir los rituales que son
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costumbre en nuestra cultura después de la muerte de un ser querido juegan un papel muy importante debido a que ayudan a que el sistema
conyugal acepte la pérdida y el contexto crea un ambiente adecuado para la expresión de sentimientos y emociones característicos de este momento.
2. Reagrupamiento y encasillamiento defensivo de la pareja para permitir la reorganización conyugal: Redistribución de la comunicación interna y de los roles de cada miembro de la pareja, esta segunda etapa del duelo conyugal al igual que la anterior es supremamente dolorosa ya que es un proceso que afecta la estructura del sistema conyugal, los miembros de la pareja deben redefinir los canales de comunicación y redistribuir los roles y funciones si así se requiere.
3. Reorganización de la relación con el medio externo, después de haber realizado los ajustes necesarios al interior del sistema conyugal se deben empezar a hacer con el medio externo, al igual que en la etapa anterior se deben redefinir nuevos canales comunicacionales y se deben redistribuir nuevos roles. Esta etapa suele darse cuando la pareja ha recuperado su homeostasis y se encuentra lo suficientemente estable como para volver a abrirse al mundo exterior.
4. Reafirmación del sentimiento de pertenencia al nuevo sistema familiar que emerge del anterior, y aceptación del inicio de una nueva etapa conyugal y familiar, el final del proceso del duelo conyugal se puede vislumbrar cuando ambos miembros de la pareja aceptan que la estructura de la familia que algún día conformaron juntos se ha transformado y ha surgido un nuevo sistema familiar que emergió del anterior pero que jamás será el mismo. En esta etapa ya se han creado nuevos canales comunicacionales y
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las funciones o roles que tenía el hijo fallecido están siendo desempeñados por otros. El hijo fallecido es resituado emocionalmente por la pareja y formara parte de la historia del sistema conyugal y familiar siempre pero es necesario que deje de tener influencia en el funcionamiento de estos, lo anterior no significa que se vaya a olvidar al hijo que murió.
Anteriormente se planteó la definición de duelo y las etapas de este desde la perspectiva individual y la relacional, ahora, teniendo en cuenta que este proyecto de investigación se centrará en el proceso de duelo que elabora una pareja por la muerte inesperada/súbita de su hijo, es importante hacer énfasis en lo que implica este tipo de muerte para la pareja en su elaboración del duelo. En primer lugar es fundamental definir qué se entiende por muerte inesperada/súbita, esta hace referencia a la muerte que sucede de manera repentina, es decir, sin un síntoma previo (Tinajero, et al., 2006).
Fonnegra (1999, 2002), fundadora de Lazos, lugar al que asisten las parejas que participaron en la presente investigación, afirma que cuando la muerte del hijo llega de manera inesperada/súbita es casi imposible aceptarla; para la pareja es muy difícil el hecho de aceptar que su hijo reía, jugaba, conversaba y compartía tiempo con ellos y repentinamente ya no está. El shock, la resistencia a admitirlo, la parálisis que deja el suceso traumático les roba a los padres la energía para saber cuál es la manera adecuada en que deben reaccionar y actuar frente a este hecho. El no haberse podido despedir de su hijo y haber sido sorprendidos con la noticia del accidente, la muerte violenta, la muerte de cuna o el suicidio, lentifican el inicio del duelo porque salir del estado de shock toma tiempo.
Fonnegra (1999, 2002), también plantea que las diligencias de carácter legal que demoran más la entrega del cadáver y por ende el inicio de todos los rituales que siguen a la muerte de un ser querido como la velación, el funeral, el entierro, entre
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otros; hacen que la situación se torne más dolorosa y critica para los padres, quienes se encuentran en un profundo estado de shock, estado que en ocasiones es confundido por
la
familia
extensa
y
las
personas
cercanas
con
conductas
de entereza y autocontrol admirable por la capacidad que tienen para organizar su entorno en medio de la difícil situación.
Nancy O´connor (1996), en sus planteamientos afirma que cuando los padres pierden a sus hijos de manera inesperada/súbita, experimentan un sinfín de emociones como rabia, culpa, un profundo dolor y un sentimiento de injusticia ya que los padres nunca están preparados para afrontar la muerte de sus hijos debido al carácter antinatural que tiene esta y cuando este suceso traumático ocurre, los padres quedan conmocionados. La autora manifiesta que en los casos en donde el hijo sufre un accidente fatal y los padres tienen un poco de tiempo antes de que muera, este tiempo puede serles útil en alguna medida para contemplar el desenlace que puede tener el accidente. De igual manera plantea que cuanto antes los padres tengan conocimiento de lo que está ocurriendo y tengan conocimiento de la posibilidad de muerte del hijo, el proceso de elaboración de duelo puede iniciarse más rápido, más sin embargo advierte que las reacciones son diferentes dependiendo de la persona.
Por otro lado; Markham (1996) y Acero, et al. (2007), plantean que cuando los padres se enteran de la noticia de la muerte inesperada/súbita de sus hijos los niveles de estrés que experimentan los padres son altísimos ya que el hecho de pensar que su hijo estaba con salud, enérgico y lleno de vida y repentinamente fallece, es común que los padres sientan un profundo remordimiento e imaginen una y otra vez lo que hubieran podido hacer o no para impedir la muerte de sus hijos. La autora al igual que O´connor (1996) manifiesta que cuando la muerte ha sido causada por un accidente o el hijo ha sido víctima de la violencia y no muere de inmediato, esto le da a los padres la posibilidad de entrever el posible desenlace fatal del suceso y que de esta manera puedan iniciar su proceso de duelo con algo de anticipación.
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William Worden (1997), frente a este tipo de muerte plantea que los padres después de la noticia quedan con una sensación de que la pérdida es irreal, también experimentan culpa y rabia por no haber podido hacer algo para impedir la muerte de sus hijos, en ocasiones esta rabia es exteriorizada con personas cercanas. Otro aspecto característico de este tipo de muerte es el gran número de diligencias médicas y legales que deben hacer, especialmente cuando la muerte ha sido por accidente u homicidio, el autor afirma que para los padres es prácticamente imposible realizar las 4 tareas del duelo que el propone hasta que estos asuntos no se resuelvan. Los padres en ocasiones quedan con muchos remordimientos por las cosas que se dijeron o dejaron de decirse y por cosas para las que no hubo tiempo de hacer en vida y finalmente hay una necesidad muy grande en este tipo de muerte especialmente de poder entender o de atribuirle un significado a la muerte del hijo. Worden (1997) citando a Parkes (1975) afirma que las muertes inesperadas/súbitas suelen ser más difíciles de elaborar en comparación con los tipos de muerte en donde hay algún indicio del posible desenlace.
Espina, Gago y Pérez (s.f) citando a Walsh y McGoldrick (1988); Fonnegra (1999); Markham (1996); O´connor (1996) y Worden (1997) plantean que la muerte de un hijo de manera inesperada o súbita genera una gran sorpresa para la madre y el padre quienes inmediatamente reaccionan con incredulidad ante la noticia de esta situación dolorosa lo cual suele generar en los padres sentimientos de shock, desconsuelo, rabia, culpabilidad, entre otros. Para la pareja de padres es difícil comprender como su hijo que estaba lleno de energía y salud repentinamente muere. Cuando un hijo muere de manera inesperada no se tiene la posibilidad por difícil que sea de imaginar y contemplar la reorganización del sistema familiar, por el contrario le exige al sistema que haya una reestructuración inmediata de la forma en que funcionaba la vida familiar.
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Una vez revisadas las implicaciones que tienen para los padres perder un hijo inesperadamente, a continuación se realizara una descripción de las áreas del funcionamiento conyugal desde la perspectiva sistémica, se presentaran algunos estudios relacionados que ilustren los cambios en la pareja después de la pérdida de un hijo, es importante resaltar que no hay suficientes estudios específicos sobre el impacto en las áreas del funcionamiento conyugal por muerte inesperada de un hijo (Domínguez, 2012; Elizalde y Gomes, 2010; Feliu y Güell, 1992; García, Rivera y Reyes, 2014; Mejía y Wilson, 2002; Raña, 2012; Rojas, 2000; Salazar et al., 2007; Tapia y Poulsen, 2009 y Watzlawick, Helmick y Jackson, 1985).
Para la selección de las áreas del funcionamiento se tuvo en cuenta principalmente el test de ajuste marital de Locke-Wallace (LWMAT), en el cual se tienen presentes las siguientes áreas del funcionamiento conyugal: Manejo de las finanzas familiares, uso del tiempo libre en pareja, demostraciones de afecto, amistades, relaciones sexuales, ajustes a los estándares sociales (deberes, derechos, conductas adecuadas), filosofía de vida y formas de interactuar con la familia de origen de mi pareja; este test de ajuste marital fue construido por Harvey Locke y Karl Wallace en 1959. En este test los autores incluyeron ítems básicos y fundamentales que les permitieran evaluar la relación de pareja, estos ítems los tomaron tanto de sus propias investigaciones como de escalas de ajuste marital desarrolladas previamente por autores como Burgess y Cottell (1939), Hamilton (1929) y Therman y Oden (1947). Para la presente investigación se realizó una revisión de las escalas desarrolladas por los autores anteriormente mencionados y se considera importante que además de los ítems del test de ajuste marital de LockeWallace se incluyan para esta investigación dos ítems más: Tareas domésticas y crianza de los hijos, que corresponden a Marital satisfaction Scale (MSS).
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El área del funcionamiento denominada manejo de las finanzas familiares, es definida por Feliu y Güell (1992), como la gestión de todos los ingresos y gastos que el sistema familiar tiene. Las finanzas familiares es uno de los pilares más importantes que tienen las familias ya que este factor determina muchas situaciones del día a día y de las actividades futuras. Algunos de los aspectos que permiten identificar que tanto malestar genera esta área del funcionamiento conyugal en las relaciones de pareja son saber si ambos miembros de la pareja están a gusto con la forma en que organizan la economía en la casa, acostumbran a ponerse de acuerdo en cómo gastar el dinero extra, sienten que su pareja es responsable en lo que respecta al manejo del dinero, estar a gusto con la cantidad de dinero que cada uno aporta a la economía familiar, entre otros (Feliu y Güell, 1992). El área de funcionamiento denominada uso del tiempo libre en pareja, es posible definirla según Elizalde y Gomes (2010), como una dimensión de la cultura que se caracteriza por la ludicidad, las manifestaciones culturales y el tiempo/espacio social; son prácticas sociales vivenciadas como disfrute de la cultura, algunas de estas prácticas son. Las fiestas, juegos, paseos, viajes, música, pintura, danza, teatro, fotografía, festivales y eventos artísticos, entre otros. Teniendo en cuenta los planteamientos de Rojas (2000), las demostraciones de afecto son patrones de comportamientos observables que resultan muy importantes en la vida de todos los seres humanos, tan importantes como respirar o tomar agua. La autora plantea que hay diferentes necesidades afectivas dependiendo del género, afirma que para la mujer es vital el sentir que es escuchada, el poder expresar libremente sus emociones y que su cónyuge las comparta; para el hombre es fundamental el sentirse aceptado y apoyado por su pareja, sentir que su cónyuge cree en sus capacidades. Mejía y Wilson (2002) y Watzlawick, Helmick y Jackson (1985), plantean que el aspecto afectivo/emocional o como lo llama Watzlawick et al. (1985)
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“la relación” es más importante que el “contenido” dentro de los procesos comunicacionales. Feliu y Güell (1992), afirman que en las parejas es posible identificar que tanta satisfacción hay con respecto a esta área del funcionamiento conyugal a través de aspectos como; besos, abrazos,
permitirle al otro conocer sus sentimientos,
hacerle saber al cónyuge que les ha disgustado, preguntarle a la pareja como les ha ido, recordar la fecha del aniversario, llamar durante el día solo para saludar, extrañarse cuando no están juntos, arreglarse para su pareja, entre otros aspectos. De acuerdo a los planteamientos de Raña (2012) “La amistad en si no es otra cosa que una consonancia absoluta de pareceres sobre todas las cosas divinas y humanas, unida a una benevolencia y amor reciproco” (p. 64). Ahora bien, más específicamente en cuanto al área de funcionamiento conyugal amistades, es posible afirmar que esta área no genera malestar en las relaciones de pareja cuando, ambos cónyuges se sienten satisfechos con las amistades que frecuentan, cuando están de acuerdo en el tiempo que dedican a reunirse con sus amigos, cuando se siente cómodo con el comportamiento de su pareja frente a sus amigos, cuando ambos cónyuges aceptan las amistades personales de su pareja, cuando ambas personas consideran que la relación que mantienen con sus amigos ayudan a enriquecer su relación de pareja (Feliu y Gúell, 1992). Con respecto al área del funcionamiento conyugal denominada “Relaciones sexuales” Carrasco (2008), Salazar et al. (2007) y Santos y Sierra (2010) afirman que se refiere al contacto físico a través del cuerpo y de los genitales, hacen parte de la sexualidad pero no son lo mismo. Las relaciones sexuales pueden ser penetrativas, además de besos, abrazos y caricias hay contacto genital o penetración y las relaciones sexuales no penetrativas se caracterizan por las caricias, besos, abrazos y masturbación. Feliu y Güell (1992), plantean que esta área del funcionamiento
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conyugal es satisfactoria cuando ambos cónyuges consideran que su vida sexual es buena, cuando sienten la libertad de dar a conocer sus deseos durante la relacion sexual, cuando sienten que el coito es agradable y llegan al orgasmo, cuando les agrada como su pareja responde a sus peticiones de tipo sexual, cuando les satisface la frecuencia con la que tienen relaciones sexuales, cuando surgen dificultades sexuales y suelen hablar acerca del tema con el proposito de buscar soluciones, entre otros. De acuerdo a Tapia y Poulsen (2009) citando a Lock y Wallace (1959), el área de funcionamiento ajustes a los estándares sociales hace referencia al conjunto de conductas adecuadas o correctas teniendo en cuenta acuerdos basados en la sociedad. En cuanto a la filosofía de vida, esta área es posible definirla según Feliu y Güell (1992), como el conjunto de pensamientos, creencias y valores personales que guían u orientan nuestras acciones en la vida. En las relaciones de pareja es posible identificar si la pareja comparte la filosofía de vida a través de aspectos como el estar de acuerdo con la vida que llevan juntos, disfrutar planeando sus salidas y vacaciones, estar de acuerdo cuando planifican o prevén necesidades futuras, experimentar entusiasmo en situaciones parecidas, creer que el tipo de vida que llevan les permite crecer a nivel personal, entre otros. Con respecto a las formas de interactuar con la familia de origen mi pareja, otra de las áreas del funcionamiento conyugal, Feliu y Güell (1992) afirman que el cómo los miembros de la pareja se relacionen con la familia de origen de la pareja puede llegar a generar o no malestar en el sistema conyugal. Es posible identificar si la pareja siente satisfacción en relación a esta área cuando, ambos miembros de la pareja se sienten satisfechos con la relación que mantienen con sus familias y sienten que sus parejas dedican tiempo a sus familias de origen, les parece bien la frecuencia de tiempo con la que se reúnen con sus familias, están de acuerdo con los favores que
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pueden hacer y con los que reciben de sus familias y se sienten a gusto con la frecuencia con la que sus familiares les visitan (Feliu y Güell, 1992). De acuerdo a los planteamientos de Domínguez (2012), el área de funcionamiento conyugal denominada tareas domésticas hace referencia al conjunto de actividades o tareas involucradas en el funcionamiento del hogar, como cocinar, planchar o hacer compras. Algunas tareas domésticas suelen ser más placenteras, algunas requieren mayor tiempo que otras y además hay algunas tareas que deben realizarse cada día e incluso con un horario determinado y son difíciles de posponer. Tareas como limpiar la casa o tender la ropa suelen ser llamadas “tareas centrales o rutinarias” y tareas como cuidar las plantar, hacer pequeñas reparaciones o comprar objetos necesarios para el hogar, son tareas que se realizan ocasionalmente y son más cercanas al ocio y fáciles de posponer. El autor plantea que las tareas domésticas siguen un eje de género ya que se ha observado que las mujeres con frecuencia son las encargadas de hacer las llamadas “tareas rutinarias” y los hombres las tareas ocasionales. Según Feliu y Güell (1992), es posible identificar si hay satisfacción conyugal en esta área del funcionamiento cuando las parejas actualizan la repartición de las tareas domésticas en función de los cambios que van ocurriendo, cuando comparten responsabilidades y tareas del hogar, cuando la distribución de las tareas se realiza de acuerdo al tiempo disponible de cada uno, entre otros. En cuanto al área de funcionamiento denominada crianza de los hijos, García, Rivera y Reyes (2014), afirman que la crianza es el resultado de una transmision transgeneracional de cuidados y formas de educar que son determinados por la cultura. Las principales funciones de la crianza son asegurar la supervivencia de los hijos, su crecimiento y la socializacion a traves de conductas basicas como la comunicación, brindarles afecto y apoyo con el proposito de que su desarrollo
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emocional y psicologico sea adecuado. Los cuatro estilos de crianza que proponen son: Autoritario, indulgente o permisivo, democratico y negligente, cada una de estas tipologias
refleja
diferentes
patrones
de
valores
parentales,
practicas
y
comportamientos. Es posible identificar si hay satisfaccion conyugal en esta area del funcionamiento cuando ambos padres suelen ponerse de acuerdo acerca de las pautas educativas y las aplican, cuando intentan dedicar un rato diario a conversar con sus hijos, cuando se realizan actividades familiares por lo menos una vez por semana, cuando se respeta y apoya a la preja en sus decisiones ante los hijos, cuando hay que tomar una decision importante y pueden llegar a un acuerdo, entre otros (Feliu y Güell, 1992). Ahora bien, después de haber realizado la descripción de algunas de las situaciones que se generan en el sistema conyugal después de la muerte de un hijo, a continuación se expondrán los retos y desafíos que tienen padres y madres que afrontan el duelo por la pérdida inesperada de sus hijos.
Neimeyer (2002), afirma que para la elaboración del duelo es necesario que la persona haga un trabajo personal que se caracteriza por ser doloroso e implica ciertos desafíos que generan cansancio tanto a nivel físico como intelectual, emocional y espiritual; durante este proceso las personas se ven enfrentadas a algunos cambios, los cuales Neimeyer describe como una “Reconstrucción salpicada de significados particulares de la pérdida para cada persona”.
El sistema conyugal durante el proceso de duelo debe trabajar en varios desafíos: el primero de ellos, reconocer la realidad de la pérdida, este desafío posibilita que la pareja de padres se acomode y resigne a la ausencia del hijo, esta reacomodación se debe dar tanto en un espacio físico como social ya que el hijo
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fallecido ha dejado la familia y es importante que la pareja confronte esta realidad y reconstruya un nuevo mundo en el que el hijo ya no está físicamente, esta espiritualmente (Neimeyer, 2012).
El segundo de los desafíos es, abrirse al dolor y sufrimiento, Neimeyer, (2002), afirma que tanto el padre como la madre deben aprender a darle tiempo a su propio ritmo interior, puesto que no todas las personas tienen el mismo ritmo y el hacerlo posibilita que ellos hagan conscientes sus emociones, de esta manera se elabora el duelo con madurez ya que se le atribuye un sentido claro a la pérdida. Para lo anterior es importante que el sistema conyugal pueda expresarse libremente con su red de apoyo sin temor a ser criticados.
Neimeyer (2002), propone finalmente un tercer y último desafío, revisar nuestro mundo de significados, en este momento la madre y el padre hacen un proceso de reflexión a través del cual reevalúan las creencias y prioridades de sus vidas con el propósito de resignificar y reconstruir un nuevo mundo, haciendo que la pérdida los transforme y les permita crecer a nivel personal, es este proceso lo que genera varios cambios como: incrementar su compasión, paciencia y empatía hacia los demás, replanteando sus metas y prioridades en la vida, lo que los hace sentirse más fuertes y con mejores herramientas para continuar viviendo, es así, como la pareja
se
desarrolla
a
nivel
espiritual.
Después de haber presentado una síntesis del contexto general en el cual se ubica el duelo, de los aspectos problemáticos de este tema, de la revisión de antecedentes teóricos y empíricos y de haber sustentado conceptualmente el duelo, las etapas del duelo en la pareja, lo que implica la muerte súbita/inesperada de un hijo, de haber descrito las áreas del funcionamiento conyugal y de haber expuesto los retos o desafíos conyugales después de la muerte de un hijo; a continuación se describen los aspectos metodológicos con los que se realizó esta investigación.
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2. MÉTODO
2.1 Tipo de estudio: Esta investigación es un estudio de tipo cualitativo, el cual según Hernández, Fernández, y Baptista (2006), se caracteriza por ser un proceso inductivo en el que se analizan múltiples realidades subjetivas y en el que se exploran y describen detalladamente situaciones, eventos, personas, interacciones y comportamientos observados; igualmente proporciona datos amplios y riqueza interpretativa. Este tipo de estudio busca comprender la realidad social de los participantes, como un proceso de construcción visto desde el sentir de sus protagonistas, en el cual se valora la subjetividad de los participantes, es decir, de los padres y madres que perdieron un hijo inesperadamente, como un carácter único, multifacético y dinámico (Bonilla y Rodríguez, 1997; Robles, 2011; Sandoval, 2002 y Willing, 2013). Este proceso de construcción de la realidad del sistema social que fue estudiado: padres y madres en proceso de duelo, es realizado a través de anotaciones, grabaciones, documentos, observación de silencios, acciones y lenguaje corporal, entre otras herramientas que permitan comprender dicha realidad (González, 2000 y Hernández, et al., 2010). En el caso de esta investigación se decidió que fuera un estudio cualitativo, ya que la recolección de datos se realizó a través de una entrevista en profundidad, ya que lo que se busca conocer a partir de las narrativas de los padres y madres es: En qué etapa de duelo se encuentra la pareja, cuáles son las áreas de funcionamiento del
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sistema conyugal que se han transformado después de la muerte inesperada del hijo y cuáles han sido los retos o desafíos de la pareja después de la muerte inesperada de su hijo. 2.2 Diseño de estudio: El diseño de estudio para esta investigación es fenomenológico. Bogden y Biklen citados por Hernández, et al., (2010), Sandoval (2002) y Morse (1994) afirman que este tiene como objetivo la descripción de la esencia del comportamiento, con el propósito de promover la comprensión a través del desarrollo de conceptos y de entender el porqué del comportamiento humano.
Este tipo de diseño respeta completamente la relación que hacen las personas de sus vivencias y se caracteriza por no pensar o especular que lo que dice la persona acerca de su experiencia no fue lo que en realidad vivió, sintió o percibió (Martínez, 2010).
Por otro lado, es importante mencionar que tal y como lo plantean Bogden y Biklen citados por Hernández, et al., (2010), Morse (1994) y Willing (2013), en este tipo de diseño la principal fuente que arroja información importante para la comprensión del fenómeno a estudiar es la experiencia de las personas, es decir, sus percepciones, sentimientos y acciones, esto acompañado de la literatura, la cual ayuda a oriental al investigador en el proceso, en este caso se profundizo en la experiencia de duelo de la pareja después de la muerte inesperada de un hijo.
De acuerdo a los planteamientos de Martínez (2010), la fenomenología le exige al investigador el hacer uso del epojé de Husserl, el cual consiste en no hacer uso de teorías, conocimientos, hipótesis, intereses y tradición previos del investigador
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con el propósito de comprender la realidad tal y como es vivenciada por los participantes, en este caso por los padres y madres que perdieron un hijo por muerte inesperada. Como se mencionó anteriormente, para este proyecto de investigación se decidió trabajar con un diseño fenomenológico, ya que se pretendía
conocer y
comprender el funcionamiento del sistema conyugal asociado a la muerte inesperada de un hijo, lo anterior, a partir de cada una de las experiencias de estos padres y madres. La principal fuente de información fue lo que mencionaron los participantes en la entrevista en profundidad, de la mano con las revisiones bibliográficas previamente realizadas acerca del tema.
2.3 Participantes: Para esta investigación se decidió que participarían tres parejas heterosexuales que hubieran perdido un hijo por muerte inesperada/súbita. Se tuvieron en cuenta los siguientes criterios de inclusión: 1. Padres y madres con edades que oscilaran entre los 45-55 años, 2. Que el hijo fallecido hubiera sido adolescente. 3. Que el tiempo de muerte del hijo oscilara entre los 6-18 meses, 4.Que no hubiera sido hijo único de la pareja, 5. Que la causa de muerte del hijo no hubiese sido por suicidio, 6. Que asistieran a la Fundación Lazos, en la ciudad de Cali y 7. Padres y madres no psicóticos, que se encontraran en un momento emocional que les permitiera hablar del tema. La selección de las parejas participantes se realizó de forma intencional a partir de la disponibilidad y conformidad para participar en la investigación. Es importante destacar que las tres parejas que cumplieron con los criterios de inclusión y que aceptaron participar en la investigación habían perdido a sus hijas en accidentes de tránsito.
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2.4 Instrumento:
La entrevista en profundidad es el instrumento que se utilizó en la presente investigación, lo anterior teniendo en cuenta que el propósito de este estudio es profundizar en cómo han vivido el proceso de duelo estas parejas, desde su experiencia por la pérdida inesperada de un hijo. De acuerdo a los planteamientos de Alonso (1999), Briones (1999), Cicourel (1982) citado por Robles (2011) y León y Montero
(2003),
la
entrevista
en
profundidad
permite al investigador adentrarse en la vida del entrevistado, ampliar y profundizar en los aspectos más trascendentes, consiste en construir paso a paso la experiencia o situación del otro, con el propósito de conocer tanto creencias como pensamientos, sentimientos y puntos de vista, información que debe ser registrada en sus propias palabras.
Con base en la revisión teórica y de los estudios empíricos se diseñaron los tópicos de la entrevista en profundidad, los cuales sirvieron para direccionar la entrevista, aunque no se consideraron tópicos predeterminados (Ver anexo 1). Posteriormente se realizó la validación por jueces, personas que han tenido experiencia en el trabajo con muertes y duelos a quienes se entregó una guía para la validación (Ver anexo 2). Una vez recopilada la información de los instrumentos con las sugerencias y recomendaciones de los jueces expertos, se construyó una matriz donde se consolido esta información y se decidieron los cambios en los tópicos (ver anexo 3). Finalmente se determinó la guía final de tópicos que fue utilizada en la investigación (ver anexo 4). Es importante señalar que las entrevistas en profundidad se grabaran.
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2.5. Procedimiento: 2.5.1 Etapa preliminar de aproximación a la institución: En esta fase se realizó un acercamiento a la Fundación Lazos de la ciudad de Cali, esta fundación colombiana es la primera que ha brindado ayuda durante más de una década a padres y madres en el manejo del duelo, es una fundación sin ánimo de lucro, fundada en 1995 por Isa Fonnegra de Jaramillo, psicóloga de duelo de nuestro país, quien identifica la necesidad de apoyo para padres y madres que han perdido a sus hijos por cualquier causa. La Fundación Lazos actualmente presta sus servicios en las ciudades de Bogotá, Cali, Medellín, Duitama, Boyacá, Bucaramanga y Valledupar brindando apoyo afectivo y orientación a través de grupos de auto-ayuda y ayuda mutua a los padres y madres que han perdido sus hijos por cualquier motivo y de cualquier edad. Su objetivo es ofrecer información confiable a cerca del proceso de elaboración de duelo, promover la
búsqueda del sentido de la vida, convertir el dolor en
sentimientos y acciones positivas, rescatando el mensaje de amor que deja cada hijo o hija para finalmente proyectarlo en amor, compañía, escucha, comprensión y crecimiento a nivel personal, familiar y espiritual (Fundación Lazos, 2006).
En este acercamiento se planteó a los directivos la posibilidad de llevar a cabo de realización de este proyecto de investigación allí, asimismo se realizó el proceso de acercamiento con algunos de los padres y madres de la fundación. En esta primera fase también se hizo contacto con las personas que dan soporte a los padres y madres que asisten a la Fundación.
2.5.2 Etapa de diseño de los tópicos para la entrevista en profundidad y la validación por jueces: Con base en la revisión bibliográfica de estudios teóricos y empíricos previamente realizada se diseñaron tópicos muy generales que sirvieron de guía para la entrevista, se aclara que la entrevista por ser en profundidad no es directiva, y los tópicos simplemente tienen el propósito de orientar el cubrimiento de
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todos los factores que se quieren evaluar en este proyecto de investigación. Posteriormente se realizó la validación de los tópicos para la entrevista en profundidad con 3 expertos.
2.5.3 Etapa de recolección de información: En esta fase de la investigación, la información se obtuvo a través de entrevistas en profundidad que fueron realizadas a 3 parejas heterosexuales que perdieron un hijo. Las entrevistas se realizaron con encuadres previos en las casas de cada una de las 3 parejas, cada encuentro tuvo una duración aproximada de una 1 hora y media – 2 horas. La firma del consentimiento informado por parte de las parejas participantes fue requisito para poder iniciar las entrevistas.
2.5.4 Etapa de análisis cualitativo de la información: En esta etapa final del proyecto de investigación, se realizó el análisis de la información que se obtuvo a través de las entrevistas en profundidad, a la luz de los planteamientos del marco conceptual previamente realizado y mostrando el logro de los objetivos propuestos. Este análisis se llevó a cabo haciendo uso del programa Atlas.ti, versión (6.2), el cual es un software que se utiliza para el análisis cualitativo de grandes cuerpos de datos textuales, gráficos, audio y video. Este programa ayuda tanto a organizar como a reagrupar y gestionar el material de manera creativa y sistemática (GMBH, 2012).
Tabla 1. Categorías de análisis
CATEGORIAS DE ANALISIS
SUBCATEGORIAS DE ANALISIS
Muerte del hijo
Tiempo Causa Darse cuenta
Etapas de duelo en la pareja
Aceptación conyugal de la pérdida
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reagrupamiento y encasillamiento defensivo de la pareja para permitir la reorganización conyugal reorganización de la relación con el medio externo reafirmación del sentimiento de pertenencia al nuevo sistema familiar que emerge del anterior Áreas del funcionamiento conyugal
Manejo de domesticas
las
finanzas
y
tareas
Uso del tiempo libre en pareja y amistades Demostraciones de afecto y relaciones sexuales Filosofía de vida Formas de interactuar con la familia de origen de mi pareja Crianza de los hijos Retos o desafíos de la pareja Apoyo social percibido
No hay subcategorías (Categoria No hay subcategorías
emergente)
En relación a la tabla 1 en donde se exponen las categorías y subcategorías de esta investigación, se considera importante hacer una aclaración de la categoría etapas de duelo en la pareja. El autor Pereira (2002) sintetiza los planteamientos de las etapas familiares que proponen Walsh y McGoldrick (1991) y de las tareas del duelo familiar formuladas por Moss (1995) y plantea cuatro etapas o fases de duelo familiar que son: Aceptación familiar de la pérdida, reagrupamiento y encasillamiento
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defensivo de la familia para permitir la reorganización familiar, reorganización de la relación con el medio externo y la cuarta y última etapa, reafirmación del sentimiento de pertenencia al nuevo sistema familiar que emerge del anterior. Para efecto de esta investigación a estas etapas se les llamara: Etapas de duelo en la pareja y estas etapas que a su vez serán las subcategorías de esta categoría general serán: Aceptación conyugal de la pérdida, reagrupamiento y encasillamiento defensivo de la pareja para permitir la reorganización conyugal, reorganización de la relación con el medio externo, reafirmación del sentimiento de pertenencia al nuevo sistema familiar que emerge del anterior. Con esta categoría se busca comprender, como ha vivenciado la pareja el proceso de duelo desde el día de la muerte de su hijo hasta hoy.
2.5.5 Elaboración del documento final: En esta última etapa se consignaron los resultados, la discusión, se plantearon recomendaciones que puedan ser útiles para futuras investigaciones y se expusieron las limitaciones que tuvo el estudio.
2.6 Consideraciones éticas La presente investigación abarca el desenvolvimiento de acciones que dan lugar al conocimiento y comprensión de vivencias y experiencias por parte de padres y madres que han perdido a un hijo. Dado lo anterior, se detallan aspectos éticos que se tuvieron en cuenta en el momento de realizar la investigación.
De acuerdo con la resolución Nº 008430 de 1993 del Ministerio de Salud, con el manual deontológico y bioético y con la ley 1090 del 6 de Septiembre del año 2006, esta es una investigación que se ajusta a los principios científicos y éticos respaldados por el conocimiento almacenado bajo estricto rigor metodológico. Es considerada o clasificada como una investigación con riesgo mínimo debido a que no se realizará ningún tipo de intervención en salud, esta investigación se limita a
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conocer la experiencia de los padres y madres que perdieron un hijo, la participación es completamente voluntaria y la información que se obtenga es confidencial y será utilizada estrictamente con fines académicos.
Apoyada en el Artículo 6 de la resolución anteriormente mencionada, se diseñó un formato de consentimiento informado que firmaron voluntariamente los participantes en el estudio previo al inicio de la investigación. El consentimiento informado que se usó en esta investigación contiene la siguiente información, de acuerdo con el Artículo 15 de la resolución 008430 de 1993;
1. Nombre y objetivos de la investigación. 2. Tiempo aproximado que se espera que el sujeto participe en la investigación. 3. Procedimiento a realizar 4. Riesgos y beneficios 5. Derecho a recibir respuesta de cualquier inquietud, y aclaración sobre el procedimiento de la investigación. 6. Libertad de no continuar con la investigación en cualquier momento, sin tener ninguna implicación. 7. Derecho a la confidencialidad de la información y la no identificación del sujeto. 8. Nombres y teléfonos de las personas encargadas del estudio. 9. La ausencia de beneficios económicos en la participación del estudio.
Para garantizar el anonimato de las respuestas, los consentimientos informados y las entrevistas fueron consultadas únicamente por la investigadora. Tanto las entrevistas como los datos de la base de datos no presentaron nombres, sino iníciales y números para su identificación. Estos consentimientos reposan en los archivos del Grupo de Investigación Salud y Calidad de Vida, de la Pontificia
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Universidad Javeriana Cali. Igualmente, la base de datos estuvo únicamente en manos de la investigadora del proyecto y el director.
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3. RESULTADOS
En este apartado se exponen los resultados obtenidos a través de las entrevistas en profundidad realizadas con las parejas que participaron en este estudio, a partir de las entrevistas se obtuvieron datos de carácter cualitativo con relación a la vivencia psicológica del proceso de duelo de las parejas que han perdido sus hijos por muerte inesperada/súbita.
En primera instancia, se presenta la caracterización de los datos sociodemográficos de cada una de las parejas participantes en esta investigación, lo anterior teniendo en cuenta la riqueza de la información recopilada a través de las entrevistas en profundidad y las particulares historias de vida de madres y padres en proceso de duelo, en la presentación de los resultados se trata de respetar esas diferencias entre las parejas, exponiendo la individualidad de cada una de estas.
Posteriormente, se realiza la presentación de los resultados en un formato que sigue el orden de las categorías con sus respectivas sub- categorías y la categoría emergente, en el formato se muestran los fragmentos de las narrativas de cada miembro de la pareja, lo anterior con el propósito de identificar el contenido narrativo más importante de las madres y los padres, el cual servirá de sustento para la discusión sobre los resultados de la investigación.
A continuación se muestra una tabla que contextualiza las 3 parejas que hacen parte de esta investigación. A lo largo de este documento, tanto en los resultados
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como en la discusión las parejas serán identificadas como: pareja 1 (madre 1 y padre 1), pareja 2 (madre 2 y padre 2) y pareja 3 (madre 3 y padre 3).
Tabla 2. Contextualización de las parejas.
PAREJA EDAD Madre 1 Padre 1 Madre 2 Padre 2 Madre 3 Padre 3
53 51 55 53 54 54
CIUDAD DE ORIGEN Cali Cali Zarzal Zarzal Bogotá Cali
ESCOLARIDAD Bachiller Profesional Técnico Posgrado Posgrado Bachiller
NUMERO DE HIJOS 2 2 3 3 2 2
ESTRATO 3 3 5 5 6 6
A continuación se presentan datos generales de identificación de las parejas, los siguientes datos sociodemográficos son características o aspectos de la vida de cada una de las parejas participantes.
Pareja 1: Identificada como (padre 1) y (madre 1)
Pareja conformada por el padre 1 de 51 años de edad y por la madre 1 de 53, quienes se casaron hace 31 años por la iglesia católica. Ambos son procedentes de Cali en el departamento del Valle del Cauca, el padre 1 es ingeniero industrial y actualmente trabaja en un centro diagnóstico de sistemas y la madre 1 es bachiller y trabaja como secretaria en una empresa del sector de la salud. La familia nuclear del padre 1 y de la madre 1 estaba compuesta por ellos y sus dos hijos, hijo mayor pareja 1, quien actualmente tiene 30 años y vive en Alemania hace cinco años y por A quien falleció teniendo 14 años de edad en un accidente de tránsito hace 16 meses. Actualmente la pareja vive sola en un barrio de estrato socioeconómico medio. Ninguno de los dos miembros de la pareja tiene hijos por fuera del matrimonio.
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Ambos disfrutan el compartir con sus familias extensas, salir a comer, ver películas, cocinar
juntos
y
compartir
con
sus
amigos.
Pareja 2: Identificada como (padre 2) y (madre 2)
Pareja conformada por padre 2 de 55 años de edad y por la madre 2 de 53, quienes se casaron hace 24 años por la iglesia católica. Ambos son procedentes de Zarzal, municipio ubicado en el norte del departamento del Valle del Cauca y viven en Cali desde hace 8 años. El padre 2 es docente universitario de una universidad pública de la ciudad y la madre 2 es auxiliar contable y trabaja actualmente tres días de la semana en una empresa pequeña. La familia nuclear de la pareja estaba compuesta por ellos y sus tres hijos, la hija mayor de la pareja quien actualmente tiene 24, es administradora de empresas y trabaja en una empresa de telefonía móvil, por la segunda hija quien falleció a causa de un accidente de trafico hace 18 meses, cuando murió tenía 18 años y era estudiante universitaria y el hijo menor quien actualmente tiene 18 años y es estudiante universitario de una universidad privada en la ciudad de Cali. Actualmente la pareja vive con su hijo menos en un barrio de estrato socioeconómico alto. Ninguno de los dos miembros de la pareja tiene hijos por fuera del matrimonio. El padre 2 y la madre 2 disfrutan el conversar acerca de lo que leen, compartir en familia con sus hijos y nieta, igualmente disfrutan de las reuniones que realizan los vecinos.
Pareja 3: Identificada como (padre 3) y (madre 3)
Pareja conformada por el padre 3 de 54 años de edad y por la madre 3 de 54, quienes se casaron hace 26 años por la iglesia católica. El padre 3 es procedente de Cali y la madre 3 de Bogotá, actualmente viven en Cali. El padre 3 es bachiller y trabaja como comerciante y la madre 3 es diseñadora de modas y trabaja actualmente en este sector. La familia nuclear de la pareja estaba compuesta por ellos y sus dos
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hijas, la hija menor quien falleció en un accidente de tráfico hace 16 meses, cuando murió tenía 17 años
y era estudiante de grado 11 y por la hija mayor quien
actualmente tiene 22 años, es casada, tiene una hija recién nacida y es estudiantes de 7mo semestre de medicina. Actualmente la pareja vive sola en un barrio de estrato socioeconómico alto. Ninguno de los miembros de la pareja tiene hijos por fuera del matrimonio. Ambos disfrutan compartir con su hija, yerno y nieta, salir en pareja a comer, escuchar música y bailar, igualmente el orar juntos y compartir con sus amigos.
Ahora bien, después de haber realizado la contextualización de las tres parejas participantes. Es importante mencionar que la presente investigación contó con cuatro categorías que son: Muerte del hijo, etapas de duelo en la pareja, áreas del funcionamiento conyugal y retos o desafíos de la pareja. Estas categorías fueron enriquecidas por los relatos de cada uno de los padres y de las madres.
La categoría muerte del hijo quedo dividida en 3 subcategorías que son: causa, tiempo y darse cuenta. La segunda categoría, etapas de duelo en la pareja, quedo dividida en cuatro subcategorías: aceptación conyugal de la pérdida, reagrupamiento y encasillamiento defensivo de la pareja para permitir la reorganización conyugal, reorganización de la relación con el medio externo y reafirmación del sentimiento de pertenencia al nuevo sistema familiar que emerge del anterior. La tercera categoría, áreas del funcionamiento conyugal, quedo dividida en 10 subcategorías: Manejo de las finanzas familiares, uso del tiempo libre en pareja, demostraciones de afecto, amistades, relaciones sexuales, ajustes a los estándares sociales, filosofía de vida, formas de interactuar con la familia de origen de mi pareja, tareas domésticas y crianza de los hijos. La cuarta y última categoría, retos o desafíos de la pareja.
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Muerte del hijo Con esta categoría se buscó comprender los aspectos centrales de la muerte del hijo, el tiempo que lleva de fallecido, la causa de la muerte, la forma en que las madres y los padres se dieron cuenta del fallecimiento de su hijo y las reacciones que tuvieron en dicho momento, durante la funeraria y el cementerio.
Con respecto a la subcategoría, tiempo, se evidencia que las parejas habían pérdida a sus hijos hace no más de 18 meses, las siguientes narrativas evidencian lo anterior: “La muerte de A fue hace 16 meses, el 20 de noviembre de 2013” (M1), “Mi hija murió hace año y medio ya” (M2) y finalmente la hija de la pareja 3: “(llanto) ya va año y 4 meses” (P3).
Ahora bien, en relación a la subcategoría: causa, es importante recordar que esta investigación decidió realizarse con padres que hubieran perdido a sus hijos de manera inesperada/súbita. Cabe resaltar que los hijos fallecidos de las 3 parejas participantes eran de género femenino y murieron en accidentes de tráfico. Los siguientes relatos evidencian lo anteriormente planteado:
“Era el papá de la compañerita de A gritando señora señora vengase que a la niña la atropelló un carro mientras patinaba” (M1).
“A mi hija la atropello un carro, una camioneta… ella estaba llena de vida, de salud, salió para la universidad, yo la despedí desde el balcón y ya cuando se bajó en el parador de bus que es cerca aquí a la casa, ella tenía que atravesarse esa Simón Bolívar porque el bus la dejaba al otro lado, yo le decía que se pasara por el puente peatonal pero ella me decía que prefería pasar la calle con cuidado porque en ese puente robaban mucho y mantenía solo… cuando la atropello ese carro mi niña murió ahí mismo… no alcanzo ni a llegar la ambulancia” (M2).
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“Entonces nos fuimos así lloviendo y todo, nunca acostumbrábamos a irnos por la vía vieja a Buga, ese día nos fuimos por la vía Panorama porque era más rápido para llegar, pero ese día se intensificó más la lluvia, muy torrencial, no se veía casi. H venía muy despacio y al lado iba una tracto-mula que volteó con demasiada fuerza. La tracto-mula venía cargada; venía con un “conteiner”, y al dar la vuelta como venía con tanta velocidad, el conteiner se le salió, o sea, se vino de lado pero resulta que delante de nosotros iba un señor, él iba en una “Matsuri” y fue el primero que se mató, porque el Matsuri recibió todo el golpe de frente y lo sacó a una cuneta. Cuando nosotros vimos eso H vio la sacada del carro pero el guardabarro del conteiner le dio a la puerta en donde iba dormida mi hija” (M3).
Finalmente en la subcategoría: Darse cuenta, las parejas participantes coinciden en que al recibir la noticia entraron en un estado de shock y negación, había mucha angustia, impotencia y desconsuelo, no podían creer lo que estaba sucediendo ya que sus hijas estaban llenas de salud y vitalidad, Las siguientes narrativas muestran lo anteriormente planteado:
“Mi hermana entró y habló con el médico y cuando salió me dijo tranquila mamita que a la niña ya la están reanimando, cuando me dijo reanimando yo gritaba y le dije como así entonces mi hija se está muriendo (llanto) y sí como a la media hora salió el médico y me dijo que la niña se había muerto, yo entré en un shock, me senté a gritar y recuerdo que una enfermera me dio una pastilla y ya yo me calmé, fue muy duro, muy duro” (M1). “Cogí el carro y me fui para la clínica y cuando llegue me encontré con el cuadro de N diciéndome que la niña se había muerto, yo sentía mucha angustia pero no comprendía lo que estaba pasando…quede… es que yo no sabía si, no sé cómo explicarle, quede pasmado sin saber que hacer como sin norte, en eso me llamo G al celular angustiado, llorando y yo no sabía ni que decirle, cuando lo sentí a él tan triste ahí fue cuando aterrice y como que comprendí que era una realidad lo que estaba pasando y sentí una sensación terrible en el cuerpo… con
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decirle que hasta me dio daño de estómago” (P1).
“Creo que los que me llamaron fueron los de la ambulancia, yo ni se…yo recibí esa llamada y salí corriendo para allá… entre llanto y gritos le conté a una compañera del trabajo y ella me llevo hasta allá… en el camino llame a R” (M2). “Es la peor llamada que he recibido, escucharla a ella tan mal y luego cuando me dijo que a la niña la habían atropellado yo no lo podía creer, ya había terminado clases ese día, estaba en horario de atención a estudiantes, cogí las llaves del carro y salí de esa oficina sin decirle nada a nadie y me fui para allá” (P2),
Finalmente la pareja 3, esta pareja a diferencia de la 1 y la 2, estaban con su hija en el momento del accidente en que falleció, situación que les permitió probablemente salir más rápido del estado de negación, tal y como se evidencia a continuación:
“Cuando nosotros vimos eso H vio la sacada del carro pero el guardabarro del container le dio a la puerta en donde iba dormida mi hija”… la niña no quedo tanto con la cabecita destrozada porque el golpe fue en seco, a ella le quedo esta parte bien, pero el impacto fue tan fuerte, es que ella no dijo ni “ay” (M3). “Yo no podía creer lo que había pasado, es que no entendía, todo fue en cuestión de segundos y yo siento que me lo negaba pero claro yo acababa de presenciar todo y ver a la niña ya ahí sin vida…sin que ya nada se pudiera hacer” (P3).
Etapas de duelo en la pareja Esta categoría se encuentra clasificada en cuatro subcategorías: la primera es la aceptación conyugal de la pérdida, la segunda es el reagrupamiento y encasillamiento defensivo de la pareja para permitir la reorganización conyugal, la tercera subcategoría es la reorganización de la relación con el medio externo y la cuarta y última es la reafirmación del sentimiento de pertenencia al nuevo sistema
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familiar que emerge del anterior. Esta categoría busca comprender como ha vivenciado la pareja el proceso de duelo desde el día de la muerte de su hijo hasta hoy, como recuerdan las parejas participantes que fueron los primeros días después de la muerte de su hijo, como ha sido la vida para ellos después de la pérdida, como ven que ha sido el proceso de duelo y recuperación como esposos y como padres, entre otros aspectos.
Con respecto a la primera etapa de duelo familiar, se encontró que tanto padres como madres coinciden en que rituales como el funeral, el entierro y el acompañamiento de familiares y amigos fueron fundamentales tanto para la aceptación individual como familiar de la pérdida.
Las siguientes narrativas sustentan lo anteriormente
mencionado:
“Yo si me lo seguía negando, no no lo aceptaba, yo sentía que la niña estaba dormida, es más yo le decía a mi mamá que la fuera a despertar, en el cementerio estaba toda la familia, los amigos, esperando a que nosotros llegáramos y todo el mundo me miraba con mucha tristeza, haber perdido a mi niña fue horrible…Cuando llegamos a la casa y fui a la alcoba de mi niña y entre como loca y abrí el closet y saque toda la ropa, los bolsos y zapatos de mi hija y los tire al piso y me tire encima de todo y gritaba porque te me fuiste porque te me fuiste” (M2), en la anterior narrativa se observa que aunque M2 en un inicio manifiesta no aceptar la pérdida, el hecho de que llegue a la casa, entre a la habitación de su hija y saque su ropa es un indicio de que en medio del dolor si había una aceptación de la pérdida.
“Contamos con el apoyo hermoso, divino que yo todavía le doy gracias a Dios, porque en el dolor y en la escases es que uno se da cuenta, quién es amigo de uno, y ahí supimos quién estaba al lado de nosotros. La gente no sabía qué hacer con nosotros en el cementerio, la salita de velación y no solo esos días…ellos no nos dejaron solos durante mucho tiempo”…“Si yo creo que esos rituales porque yo los
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veo como rituales son de mucha ayuda y lo ayudan a uno como a salir de ese estado de negación en el que uno queda al principio” (M3).
Como se mostró anteriormente, se encontró que estos rituales contribuían a que se generara el espacio para que hubiese una expresión de sentimientos, más sin embargo se observó que quienes sentían que podían expresar sus sentimientos más abiertamente eran las madres puesto que los padres sentían que debían hacer contención emocional tanto de sus esposas como de sus hijos; cabe resaltar que el único padre que menciono haber expresado sus sentimientos abiertamente en esos espacios fue el P3. A continuación se muestran las narrativas que sustentan la idea planteada:
“Si es un escenario horrible pero le ayuda a uno a aterrizar porque uno está como en otro mundo y eso lo ayuda a ver que sí que eso si paso”…”Yo viví mi duelo solo, además veía a N tan triste que no quería ni contarle como me sentía porque se iba a poner peor” (P1).
“…yo pues que le digo, es que es difícil porque en que momento va uno a ponerse a llorar cuando ve que la esposa y los hijos también están tan mal, le toca a uno hacerse el fuerte y con dolor y todo pues seguir adelante y ayudarlos a ellos” (P2).
“Si claro claro es que además como fue tan repentino, la niña estaba sanita y de un momento para otro ya no está…uno siente que es como mentira, no lo puede uno creer y si esos rituales ayudan a que uno vaya comprendiendo por más duro que sea que ya pues eso paso y que no hay nada que uno pueda hacer para devolver el tiempo” (P3).
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Ahora bien, en cuanto a la segunda etapa: Reagrupamiento y encasillamiento defensivo de la pareja para permitir la reorganización conyugal, se encontró que al igual que en la etapa anterior los padres y madres experimentaron una sensación de dolor muy grande, la homeostasis del sistema se alteró y fue necesario que como familia y como pareja empezaran a hacer cambios y modificaciones incluso en pequeños detalles. A continuación se exponen relatos de las parejas participantes que evidencian lo anteriormente mencionado:
“En un principio cada uno cogió por su lado, no hablábamos entre nosotros, J no hablaba, y yo tampoco, después de la muerte de A yo sentía que no tenía nada…Hay tiempos en los que nos desunimos y tiempos en los que nos unimos incluso mucho más que antes de que muriera A” (M1). “Si eso si ahora estamos mucho más en contacto con G y el mantiene pendiente de nuestras citas, de si comemos o no, de los turnos de trabajo de nosotros…mejor dicho de todo…que eso era algo que antes hacía A aunque era pequeña ella parecía una viejita pendiente de todo lo de nosotros” (P1).
“Si claro siempre que falta una persona y más del núcleo de la familia pues hay que hacer cambios aunque uno no quiera…” (P2) “Pues yo por ejemplo no se pues voy a decir lo que pienso, por ejemplo yo no sé manejar y la niña era la que me llevaba en el carro a todo lado, que a mercar, que a visitar a una amiga, al terminal…mejor dicho a donde fuera y pues imagínese ya ella no estaba…yo hasta pensé en aprender a manejar pero ay no yo soy muy nerviosa para eso y en esta ciudad peor…entonces digamos que ahora el que me lleva y me trae es mi hijo” (M2).
“Si claro es que ha habido muchos cambios primero se murió A y claro nos tocó como adaptarnos y ajustarnos a todos, por ejemplo en lo de las funciones de la casa pues nosotros tenemos a alguien que nos ayuda en la casa por ese lado no
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mucho pero si lo veo más porque es que A era muy muy especial y era más detallista que J y yo no sé pero desde que falta A yo siento que J se ha vuelto más detallista, a veces creo que es como para que nosotros no sintamos el vacío que dejo A…pues creo yo. Otro cambio es que J se haya ido también de la casa, es que mejor dicho en 2 años nos cambió la familia por completo… nos quedamos viviendo solos, tenemos nieta y pues A ya no está con nosotros físicamente” (M3). “A mí por ejemplo el único día que me llevan el desayuno a la cama es el día de mi cumpleaños y las que lo hacían siempre eran las niñas, cuando A se fue me lo hizo J solitica, ella se paró y fue llegando a la alcoba de nosotros con el desayunito y el regalo, eso sí me dio muy duro ver que llegaba solo J y que A ya no estaba ahí paradita al lado” (P3).
Con respecto a la etapa 3: Reorganización de la relación con el medio externo, se observó que así como las parejas tuvieron que hacer cambios dentro del sistema conyugal y familiar, igualmente fue necesario que hicieran cambios con el medio externo en el que se desenvolvían, lo que se encontró es que a diferencia de P3, a P1 y P2 les ha costado más trabajo poder reestablecer su relación con el medio externo, incluso porque desde antes de que fallecieran sus hijas ellos referían n haber estado mucho en contacto con otros, a continuación se muestran los relatos que sustentan lo anterior:
“No la verdad yo creo que no he sido muy buena compañía… yo siempre he sido más bien callado y verla así triste… yo no sé ni que hacer o decirle, a A la han acompañado mucho las amigas y toda la familia que tiene… Yo he vivido mi duelo un poco más solo… A veces que sabemos que el otro esta triste nos abrazamos pero yo no soy capaz de decirle nada no me salen las palabras, en cambio ella si me dice cosas como para subirme el ánimo y que me sienta mejor…”, “Es que si yo antes compartía poco con amigos y eso ahora sí que menos, de vez en cuando vamos a donde unos buenos vecinos que tenemos y la pasamos bien, pero en realidad es poco lo que comparto con amigos…” (P2).
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“Igual yo no soy de amigos ni nada de eso como N…ah bueno con las que si me he sentido cómodo un par de veces para hablar de ese tema es con dos amigas de nosotros del grupo de Lazos, ellas como han pasado por lo mismo, nos entienden” (P1).
“Uy yo los recuerdo hasta el sol de hoy, ellos aún nos visitan para mí son mi familia y nosotros siempre los recibimos con los brazos abiertos, ellos nos aman mucho y ya varios de los muchachos son profesionales y uno ve las fotos de ellos ya grandes y graduados” (P3).
En las narrativas de las madres se observó que para todas fue indispensable el haberse reconectado con el medio externo, incluso se evidencio que en la madre 2 debido a la dificultad que hubo con su esposo en reestablecer los canales de comunicación, el medio externo paso a ser fundamental en su proceso de elaboración de duelo individual, más sin embargo es posible que esto a su vez dificulte que este sistema conyugal pueda reorganizarse en algunos aspectos. Igualmente se encontró que para las madres es fundamental sentir que las personas con las que comparten sus sentimientos las comprenden y son empáticas con ellas. Como lo evidencian los siguientes relatos:
“Comenzamos al principio con el grupo de lazos y aun vamos, ellos nos llaman cuando llegan papas nuevos que han perdido a sus hijos nosotros vamos y ayudamos a dar testimonio y apoyo a los papas nuevos, y les comparto lo que me ha ayudado a mí para que de pronto a ellos también los ayude (M3).
“Uy yo sí, yo he dicho lo que pienso y siento todo el tiempo, con mi familia, con J… con el tiempo ya hemos empezado a hablar de eso con más tranquilidad porque hubo un tiempo en que no lo hablábamos mucho, y yo lo hacía era en lazos,
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con mis compañeras del colegio, las del trabajo…mejor dicho con todas las personas que sentía que me entendían y me apoyaban” (M1).
“Yo voy y me divierto con mis amigas porque él prefiere quedarse aquí en la casa, no le gusta mucho salir”, “Es que hay personas que son muy duras de corazón o yo no sé si es que no lo entienden a uno pero si lo ven a uno llorando, empiezan a decirle que no llore que eso ya paso hace mucho, que lo tengo que superar, pero es que no fue el perro el que se me murió…fue mi niña, entonces yo si me fijo mucho en a quien le cuento mis cosas” (M2). Por otro lado, lo que se encontró en la etapa 4: Reafirmación del sentimiento de pertenencia al nuevo sistema familiar que emerge del anterior, fue que algunos de los padres manifiestan haber aceptado la nueva estructura familiar a lo largo de estos meses, más sin embargo la gran mayoría manifiesta sentir aún una gran nostalgia de saber que la familia no va a ser la misma de antes. Los relatos que se exponen a continuación así lo evidencian:
“Para mi si es muy duro aceptar que nuestra familia no va a ser la misma de antes (llanto)… son muchos cambios en tan poco tiempo, afortunadamente L y yo nos amamos mucho y podemos acompañarnos y espero que así sea en nuestra vejez… le toca hacerse a uno la idea de que ahora la familia funciona así” (P3).
“Me dolía y aún me duele saber que mi familia no va a volver a ser la misma”, “Es difícil saber que la niña se fue y que eso nos cambió la familia del cielo a la tierra” (P1).
“Pues ya lo hablamos más abiertamente con N y con G cuando viene, aunque cuando lo hablamos a veces nos da nostalgia y nos terminamos quedando en silencio todos pero otras veces es hasta no se bonito porque terminamos recordando eso pero
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con una sonrisa, de ver lo que compartimos con mi A” (M1).
Igualmente en esta subcategoría se observó que los padres de cierta manera continuaban haciendo cosas en memoria de sus hijas, toman decisiones pensando en ellas y en lo que les hubiese gustado, a continuación se muestran narrativas que sustentan lo anterior:
“Pues como yo le decía ahora…yo tengo presente a B en todos mis proyectos, además porque éramos muy parecidos y yo sé que le encantaría ver lo que estoy haciendo ahora y disfruto hacer esas cosas que sé que le gustaban a ella y bueno por supuesto a mí también me apasionan” (P2).
“Si pues claro yo si ya acepte que A no está, la recuerdo con el amor más mas grande que se le pueda tener a alguien pero sé que en este momento ahora en nuestro presente ella ya no está, que solo nos queda nuestra hija J y ahora nuestra nieta que es alguien que nos ha traído mucha alegría y nos ha hecho respirar otro aire…A la hubiera adorado”, “Si yo pienso lo mismo que H, aunque creo que hay que dejarla descansar, ella ya no pertenece a este plano terrenal pero si hacemos cositas que ella algún día nos dijo, porque ella quería lo mejor para nosotros y se preocupaba mucho de que estuviéramos bien , entonces si lo manejamos así” (M3).
“Yo no sé yo siempre pienso en actuar correctamente en hacer todo bien para poder reencontrarme algún día con mi hija, porque yo digo mi hija fue muy buena yo debo seguir siendo buena para que cuando me muera vaya al mismo lugar que ella y no de pronto a uno diferente” (M2)
Áreas del funcionamiento conyugal La tercera categoría, áreas del funcionamiento conyugal, quedó dividida en seis subcategorías (Ver tabla 1). Con esta categoría se busca comprender el impacto
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que tuvo la muerte del hijo de las parejas participantes en las áreas del funcionamiento conyugal, en qué áreas hubo cambios y cuales fueron esos cambios.
Respecto al área manejo de las finanzas y tareas domésticas, se observó que en estas dos áreas hubo algunos cambios, en cuanto al manejo de las finanzas se encontró que las 3 hijas de las parejas participantes estaban finalizando su etapa escolar y empezando la universitaria, los padres y madres refirieron sentir que después de la muerte de sus hijas hubo más fluidez económica debido a la no necesidad de pagar educación, los relatos que se muestran a continuación evidencian lo anterior:
“Ufff demasiado, yo le decía J es que ahora nos sobra hasta la plata, claro ya no tenemos compromisos con A del colegio, ni la ruta…nada” (M1).
“Pues yo soy más el que maneja esa parte en la casa y yo si percibí la verdad más fluidez, claro la plata que estaba destinada a la universidad de B pues quedo prácticamente libre y con eso lo que hicimos fue terminar de pagar el apartamento y si un poco más de fluidez…porque uno en un hijo invierte mucho dinero desde que nace y más cuando se les quiere dar buena salud y educación” (P2).
De igual manera se observó que los padres y las madres 2 y 3 se sienten conformes con la forma en la que se maneja el dinero, la narrativa de las madres 2 y 3 evidencian esta afirmación: “…H siempre ha sido una persona muy prudente, siempre ha pensado en que es importante ahorrar para nuestra vejez, y no tener que depender de nuestra niña. Él es muy prevenido en todo, y somos muy organizados en ese sentido”. (M3).
“Como decía H ahora, él es más el encargado de manejar el dinero en la casa y yo veo que lo hace bien, es responsable y sabe reconocer cuales son las
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prioridades, igual entre los dos hablamos de eso y siempre hemos pensado en lo importante que es ahorrar y ahora que tenemos menos gastos lo estamos haciendo” (M2).
También se observó que M1, no se siente del todo satisfecha en relación a la forma en la que su esposo gasta el dinero extra, El siguiente relato confirma lo anterior: “…a raíz de las idas al casino eso me afecta mucho a mí, me da como una depresión, yo no entiendo porque J no puede dejar de ir, podríamos hacer tantas cosas con el dinero que él va y gasta allá, como si nos sobrara el dinero…” (M1).
En cuanto a las tareas domésticas, se observó que la pareja 1 realiza gran parte de las tareas domésticas los fines de semana, las actividades u oficios del hogar son realizadas por ambos y ninguno parece inconforme con lo anterior, más sin embargo se observa que aún extrañan la realización de estas tareas con su hija A, a continuación se muestran las narrativas que soportan lo anterior:
“Pues nosotros cuando estaba la niña siempre dependiendo del día en que descansáramos, ese día entre los 3 arreglábamos la casa, igual como tampoco es que sea enorme nos rendía y eso poníamos música y todo…A nunca se quejaba o decía que no quería como la mayoría de los niños, no a ella le encantaba el orden y ayudarnos…ahora que no está A (suspiro) pues entre J y yo arreglamos aunque ya no lo hacemos con la misma música como alegre de antes ni nada…es mas no se es diferente” (M1).
Con respecto a las parejas 2 y 3 se encontró que ninguno de los miembros de las parejas está involucrado rutinariamente con las tareas domésticas, ambas parejas refirieron tener una persona que les ayuda en la casa con estas tareas u oficios: “Pues nosotros tenemos a alguien que nos ayuda en la casa todo el tiempo” (M3).
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“Pues realmente los muchachos nunca es que nos hayan colaborado mucho en ese aspecto, a la casa viene una señora a hacer el oficio 3 veces a la semana, entonces tampoco hay necesidad, lo único es que cada uno mantenga sus habitaciones organizadas y que si ensucian un plato pues que lo dejen lavado, en eso B era muy juiciosa ya grande…Con J aún hay que luchar un poquito en esa parte porque ese muchacho a veces anda con la cabeza en otro lado y no ayuda mucho” (M2).
Teniendo en cuenta los anteriores verbatums a cerca de las tareas domésticas se observó que cuando las parejas tenían a una persona que les colaborara con estas actividades no añoraban a sus hijas en relación con este aspecto pues ni las hijas ni ellos como padres se involucraban en la realización de estas, pero cuando las tareas domésticas eran uno de los espacios que se compartían en familia si se añoraba al hijo fallecido.
Bien, en cuanto al área, uso del tiempo libre en pareja y amistades: En esta subcategoría se observó que las parejas 1 y 3 coincidieron en que en su relación de pareja esta área es importante, la viven y disfrutan; algunas narrativas que respaldan esta idea son:
“Nosotros salimos a dar vueltas a los centros comerciales, vamos a comer, salimos a la ciclovía juntos cuando nos coinciden los días libres el domingo…”(M1). “Vemos películas aquí juntos aunque a veces terminamos dormidos, ah también cocinamos juntos” (P1).
“Pues como pareja los dos solitos salimos mucho a almorzar los fines de semana”, “Aquí en el apartamento compartimos mucho, vemos las noticias, siempre desayunamos
y
comemos
juntos”
(P3).
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“Ay! Otra cosa ese sitio Malecom de aquí ahí bajando a ciudad jardín, ahí nos gusta ir a comer, a tomarnos algo y bailamos un rato, disfrutamos mucho de ese sitio, nos encanta la música” (M3).
Por otro lado, la pareja 2 no vive o comparte de estos espacios juntos, M2 busco vivir esta área de recreación con amigos y familiares, esta área parece haber desaparecido o haberse transformado después del matrimonio, se perdieron los espacios en pareja y se reemplazaron con espacios individuales o familiares, estos fueron los relatos de la pareja 2: “No nosotros no se nunca es que hayamos hecho muchas cosas juntos pues los dos solos…eso fue más que todo de novios cierto? Hoy día es más con los hijos…” (M2). “Si pues aquí en la casa hablamos y compartimos lo que leemos y hacemos durante el día pero si la verdad yo no he sido mucho de salir, a A si le gusta más eso… ella va y se divierte con las amigas y todo pero yo si prefiero quedarme aquí en la casa, a mí no me gusta mucho salir” (P2).
En cuanto a las amistades, se encontró que la pareja 1 y 3 son más abiertas a salir y compartir en un grupo social, aunque esta no parece ser una actividad que se realice
con
frecuencia
como
se
puede
evidenciar
a
continuación:
“Hemos tenido más cercanía últimamente con las personas de los caballeros de la virgen, con ellos nos reunimos y hacemos compartir y actividades” (P3). “Pues si a veces nos frecuentamos con los amigos de la unidad…”, “Nos gusta mucho compartir con las personas y la gente nos quiere mucho pero pues últimamente andamos mucho más con la nieta y la familia” (M3).
“J no ha sido entrador, pero él si se siente bien con las de lazos”, “Pues no tenemos muchos, pero los dos procuramos de que cuando nos invitan a algo, asistimos, tiene que ser algo ya… pues para que no vayamos”. (M1).
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“Yo creo que los de aquí de la unidad, con ellos compartimos seguido, nos reunimos en alguna casa y hacemos asaditos, karaoke, nos tomamos unos vinos… aunque siempre le tengo que rogar a R para que vayamos porque si por el fuera no salía de la casa, eso es una rogadera y una rogadera” (M2).
Se observa que los padres 1 y 2 salen con sus esposas a compartir con amigos en algunos momentos pero no parecen disfrutarlo mucho, ellos alientan a sus esposas a que sean ellas quienes vayan y disfruten de estos espacios con su grupo social, refiriendo preferir estar en la casa descansando.
“Ella va y se divierte con las amigas y todo pero yo si prefiero quedarme aquí en la casa, a mí no me gusta mucho salir”, “Yo soy feliz en la casa pero sé que a A si le gusta salir y compartir…yo por eso le digo que vaya y se divierta porque el hecho de que a mí no me guste no implica que ella se tenga que quedar aquí conmigo” (P2).
“Y yo también le digo a ella que salga con sus amigas y con las de lazos. Hay unas de lazos con las que yo vivo muy agradecido, porque son muy especiales, y a veces vamos a almorzar a donde ellas”, “Yo salgo y todo pero si usted me pone a escoger entre salir y quedarme en la casa, yo me quedo en la casa, me encanta estar aquí y descansar” (P1). En relación a la subcategoría: Demostraciones de afecto y relaciones sexuales, es posible afirmar que para las parejas los primeros días después del fallecimiento de sus hijas estuvieron un poco distantes afectivamente pero con los días esta parte fue mejorando, tanto así que las parejas 1 y 2 manifiestan sentir que incluso ahora hay más expresiones de afecto entre ellos de las que habían antes de que perdieran a sus hijas, a continuación las narrativas que soportan el anterior planteamiento:
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“No, eso sí, al contrario nos pegamos más, de que a mí me gusta estar “pachando” todo el tiempo. Me gusta estar acariciándolo, mimándolo, y “mi amor te amo”, entonces eso hace que nos apeguemos cada día más, porque como yo antes mantenía más con A, y A ya no está, entonces permanezco con J” (M1). “Si realmente los dos en esa parte ya estamos bien porque al inicio no había nada nada nada, fueron como 4-5 meses de frialdad completa de ambos especialmente de N”, “Es que hubo un tiempo que no había nada, ni un abrazo, ni un beso…” (P1).
“Pues yo he sentido que nos hemos unido como más en ese sentido, ahora dormimos más cerquita que antes, a veces yo estoy por ahí en la cocina o revisando el correo y el facebook en el estudio y R se acerca por detrás y me abraza o me da un beso… eso ahora creo que es más frecuente que antes de que muriera mi B y yo también siento que ahora soy más cariñosa…” (M2). “Si eso es cierto creo que me perdí de algunos momentos por andar trabajando y ahora que falto B he aprendido que eso no se puede hacer y que primero está la familia porque uno nunca sabe hasta cuándo la va a tener, así que creo que ahora comparto más en la casa con A y los muchachos y eso a ella le gusta y por eso es que también anda más cariñosa” (P2).
La pareja 3 al igual que la 1 y la 2 refirieron haber estados distantes emocionalmente los primeros días después de la pérdida, más sin embargo se observa que ellos han sido muy afectuosos el uno con el otro a lo largo de su matrimonio:
“No pues mire nosotros desde novios hemos sido muy cariñosos… yo las dos primeras semanas después de que se fue A si estuve yo no sé cómo que no quería saber de nada ni de nadie y ni pensaba…es que hasta eso uno ni piensa pero no nunca dejamos de estar cerca el uno del otro y de ser cariñosos cierto mi amor?” (M3). Adicionalmente el padre 3 refirió sentir que su pareja era la persona que también sentía el mismo dolor de la pérdida y podía comprender sus sentimientos: “Si si si nosotros así siempre, siempre hemos sido así cariñosos y a pesar de lo que
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paso pues seguíamos demostrándonos el afecto, yo con ella aún más, es que no estaba A y yo sentía más ganas de estar con L y de apoyarnos juntos en eso que nos estaba pasando… además porque es que los dos éramos padres y los dos la estábamos criando y la amábamos entonces sentíamos el mismo dolor”, “Hay gente que se sorprende porque llegamos cogidos de la mano a las reuniones o nos abrazamos mucho y nos dicen que como hacemos para seguir así juntitos y pegaditos después de tantos años de matrimonio (P3).
Con respecto a las relaciones sexuales, se pudo evidenciar que después de la pérdida de sus hijas las 3 parejas concordaron en no haber sentido deseo sexual los primeros meses, las mujeres experimentaron una pérdida de deseo sexual más larga que la de los hombres,
a continuación algunos relatos que evidencian la idea
previamente planteada:
“Jaaaa, al principio yo no quería nada claro, nada pero era nada, yo no sé era como una cosa extraña, como por respeto, pero no sé respeto con qué”, “Era lo último que yo tenía en mi cabeza, es que ni lo último porque es que ni lo tenía…yo no pensaba en eso” (M1).
“Si como 6 meses yo no quería nada de nada es que ni se me pasaba por la cabeza y bueno a R tampoco en realidad, nosotros no había una semana que pasara en que no estuviéramos juntos 1 o 2 veces pero después de que mi B falto… yo perdí el deseo por completo y R tampoco me buscaba ni nada, aunque él si como a los 4 meses y medio 5 si me busco pero yo no quise nada” (M2).
“No ninguno de los dos quería nada, estábamos como desganados, de eso que uno no quiere nada”, “Esa parte quedo dormida, en pausa” (P3).
De igual manera se observó que entre los 3 y los 5 meses después de la
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pérdida, los 3 padres empezaron a sentir deseo sexual y fueron ellos quienes buscaron a sus esposas por primera vez, aunque algunos de ellos se encontraron con que el deseo sexual que tenían no era compartido por sus esposas, ellas necesitaron de un periodo de entre 3 y 7 meses para recuperar el deseo sexual y volver a tener intimidad con sus esposos, los fragmentos de las narrativas que se presentan a continuación sustentan lo anterior:
“Yo no sé, yo estuve “shockeada” mucho tiempo, J yo recuerdo que también pero como a los 3 meses de que hubiera muerto la niña él me empezó a buscar íntimamente, en cambio yo si me demore un poco más en volver a sentir que quería estar con él… como 5 meses…” (M1).
“Jum ahí sí que ni se diga… Yo los primeros 6 meses… si como 6 meses cierto pero hablando con una amiga de Lazos ella me hizo caer en cuenta que era normal lo que nos pasaba pero que yo no podía seguir así que teníamos que seguir con nuestra vida… así que como a los que casi 7 meses volvimos a estar juntos” (M2).
Se observó que el hecho de que la M1 y M2 no experimentaran deseo sexual al mismo tiempo que sus esposos no fue un factor que generara dificultades entre ellos, los esposos manifestaban que comprendían la razón por la cual no sentían deseo sexual y ellas manifestaron no sentirse juzgadas por no sus esposos por no haberles correspondido cuando las buscaron íntimamente:
“Pues yo nunca me sentí juzgada por J, pero si él me decía que que pasaba? Que cuando íbamos a volver a estar juntos? Y bueno esas cosas pero siempre me las decía con cariño…” (M1).
“Si claro es que yo entendía la situación, yo también seguía muy triste pero si
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sentía deseos de estar con N, en cambio ella no… todos somos diferentes” (P1).
“Si aunque hay días en que los dos estamos como bajitos de ánimo, lo bueno es que lo percibimos entre nosotros y sabemos que esos días en que estamos así solo dormimos abrazados… es como tratar de respetar como se siente el otro en ese momento y dar un tiempo a que se sienta mejor” (P2). Como se observó anteriormente en este momento las 3 parejas ya volvieron a tener relaciones sexuales satisfactorias. Ahora bien, en cuanto a la subcategoría: Filosofía de vida: se observó que padres y madres coinciden en reconocer la vulnerabilidad del ser humano independientemente de la edad que tenga, en darle mucho más valor que antes a los momentos en familia y en que es importante compartir momentos significativos en vida, las narrativas que se presentan a continuación evidencian lo anterior:
“Yo no me considero un hombre materialista ni nada pero se da uno cuenta que las cosas más importantes en la vida no las puede uno comprar ni teniendo todo el dinero del mundo, es que la vida de un ser amado como un hijo, no tiene precio y ni toda la plata del mundo podría volver a hacer que ella estuviera aquí” (P1).
“Ahora valoro mucho más a mi hijo, a J a pesar de las dificultades que tenemos ahora y soy consciente de lo vulnerables que somos, ahora trato de estar bien con los demás, de no discutir porque que tal uno se muera o el otro se muera y uno quede con ese cargo de consciencia”, “…Lastimosamente le tienen que pasar a uno estas cosas para apreciar más la vida, los seres que lo rodean a uno, es que hasta el aire que uno respira” (M1).
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“Si claro yo pienso que en realidad nos tenemos que dar más oportunidades de conexión con la familia para que después cuando tenga que ausentarse alguien no tengamos que lamentarnos demasiado” (P2).
“Ninguno tenemos la vida comprada, así seamos jóvenes o no, entonces hay que vivir cada día como si fuera el último, no pelear con la gente, no llenarse de rencor y de cosas que lo dañen a uno” (M2).
Con respecto a la subcategoría formas de interactuar con la familia de origen de mi pareja, se observó que las parejas 1 y 3 han continuado llevando una relación tanto con sus familias de origen como con las familias del otro, incluso manifiestan que los vínculos con algunos familiares se han incluso fortalecido después de la pérdida, así como se muestra a continuación:
”Pues mi cuñada y yo nunca hemos sido pues enemigas ni nada por el estilo (risa) pero si habíamos tenido muchos malentendidos y después de lo de A, nos hemos acercado mucho más, ella fue una de las personas que más estaba pendiente de mí…” (M1)
“No yo si veo que si sigue igual, a mí en la familia de N me han querido mucho, es que como nos conocimos tan jovencitos, eso es toda una vida juntos prácticamente y no nunca ha habido un sí o un no” (P1).
”Si afortunadamente somos como una sola gran familia”, “Somos muy afortunados en ese sentido también porque uno ve que hay familias en donde hay unas peleas que mejor dicho…eso la gente no se visita, se dejan de hablar años y todo, pero nosotros hemos sabido manejar esa parte y compartimos con ambas familias y somos buenos con las familias del otro y si es que por ejemplo mi suegra me dice que yo soy como otra hija para ella y yo sé que en mi familia ven a H
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también como otro hijo” (M3).
Por otro lado, la pareja 2 refiere no refiere tener estos espacios, en cuanto al padre 2, el manifiesta no tener familia de origen puesto que fue hijo único, sus padres ya fallecieron y no tiene contacto con su familia extensa, de igual manera manifiesta no compartir espacios con la familia de su esposa:
“Ella viaja a Tuluá que es donde vive la familia de ella con mucha frecuencia… Yo si prefiero estar acá descansando y adelantando cosas del trabajo, además a J (hijo menor) no le gusta ir y no me gusta que se quede aquí solo en la casa…” (P2).
Finalmente, con respecto a la subcategoría crianza de los hijos, se encontró que las parejas 2 y 3 manifestaron sentirse muy conforme con la crianza que le habían dado y le están dando a sus hijos, ninguno de los 4 mencionó que harían cambios en relación a la crianza después de la pérdida de su hija, por el contrario consideran hicieron un buen trabajo juntos criando a los hijos, a continuación se exponen algunas narrativas de lo anterior:
“La crianza…la crianza no igual, yo considero que les dimos buena crianza a nuestros hijos porque todos han sido muchachos de bien y no cambiamos nada después de que B ya murió”, “Si de algo me siento orgullosa es de mis hijos, de sus valores, de cómo los hemos formado, R y yo hemos sido un buen equipo y criamos a nuestros 3 muchachos bien” (M2).
“No nosotros mientras ella estuvo aquí viviendo con nosotros le dimos la misma crianza, le dimos el mismo amor y seguimos siendo igual de unidos”. “Yo deje de trabajar varios años para estar aquí en la casa con las niñas, o solo iba y trabajaba en la mañana porque creo que más importante que el diseño era formar buenas personitas y yo creo que eso lo hicimos, las dos niñas eran ejemplares, todo el mundo
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tenía que ver con ellas” (M3).
La pareja 1 manifiesta que esta función de crianza ya no la desempeñan con tanta intensidad y frecuencia como solían hacerlo antes de que muriera su hija: “Uno nunca terminara de ser padre y madre y de darles algunos consejos, yo creo que eso sigue haciendo parte de la crianza, entonces con G pues claro así como dijo J pues no es mucho lo que uno pueda hacer pero si tratamos de estar pendientes y de apoyarlo y aconsejarlo cuando nos llama y nos cuenta sus proyectos, yo incluso a veces lo regaño…” (M1).
En relación a lo anterior es posible afirmar que las parejas no cambiaron las pautas de crianza que le daban a sus hijos después del fallecimiento de sus hijas pero si valoraban más los momentos en familia. Igualmente se observó que el hecho de que los hijos ya no vivan en la casa con los padres no implica que ellos no sigan preocupándose, aconsejándolos y guiándolos a pesar de la muerte de sus hijas.
Retos o desafíos de la pareja Esta última categoría hace alusión a los retos o desafíos que la pareja debe afrontar después de la muerte de su hijo.
Se encontró que hay retos o desafíos personales, es decir, de cada uno de los 6 miembros de las parejas y también hay retos de ellos como sistema conyugal, todos los padres y madres mencionaron diferentes aspectos que sentían que eran sus retos en este proceso de duelo, estos aspectos varían en función de la vida de cada uno, de lo que sienten y piensan en relación a la pérdida. Algunos de los retos que los padres mencionaron durante las entrevistas fueron: El recordar que la vida sigue, que aún están vivas sus parejas, otro(s) hijo(s) y nietos; igualmente es un reto para ellos poder ayudar a que sus hijos elaboren el duelo y que este no genere malestar en sus vidas y dejar costumbres que han aprendido después de la pérdida de sus hijos y que están
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afectando la vida personal, conyugal y familiar. Los relatos que se presentan a continuación sustentan lo anteriormente mencionado:
“Desde hace 5 meses hemos venido teniendo un inconveniente grande por el cual discutimos, J buscó el refugio en los casinos y esa parte a mí se me ha hecho muy dura, eso no lo hemos podido superar, él coge unos días que va y que va, y yo me enojo, entonces él me promete que lo va a superar, que no va a volver y deja unos diitas de ir, pero de repente el día que yo menos pienso vuelve, entonces para mí eso es duro, porque ya perdí a mi hija, mi hijo bien lejos que si vive y no quiero perder a mi esposo” (M1).
“Mi reto siento que ha sido siempre tener presentes las palabras que me decían las de lazos de no olvidar que yo tengo más familia, trabajo, amigos y debo seguir adelante y ahora siento que lo hago mucho más fácil que antes” (M2).
“J la reclama y ella la llora todo el día, me dice que se sueña con ella y me dice todo el día lo que ella le dice en sueños, reclama mucho que porque todo el mundo tiene hermanos y ella no… Nuestro dolor es ese ahora por J tiene ese duelo envolatadisimo porque nosotros hemos ido asimilando lo de A porque nosotros ya sabemos que A esta bien y sentimos que ya logramos ese punto como de tranquilidad…pero J nos tiene muy mal con todo lo que le está pasando” (M3).
Categoría Emergente Finalmente, la categoría emergente que surgió fue: Apoyo social percibido por el sistema conyugal. En los relatos de las tres parejas participantes se encontró que el apoyo que han percibido por sus familias, amigos, compañeros, vecinos, por la fundación lazos, entre otros han sido fundamentales en la elaboración de su duelo. Los participantes manifiestan que el apoyo social ha sido una pieza clave en todo este proceso de duelo, los siguientes relatos muestran lo anteriormente planteado:
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“Uy para mi mis amigas y mi familia mejor dicho…no sé qué hubiera hecho sin ellos porque claro como R es más bien callado y todo pues el apoyo que yo sentí de ellos fue importantísimo para mi” (M2).
“Si en la universidad los profesores y la decana que con ella me la llevo muy bien, es una mujer muy humana y espiritual, me regalo un libro y estaba pendiente, eso le ayuda a uno porque uno queda sin ganas de ir a trabajar y saber que los compañeros de trabajo lo entienden a uno de alguna manera pues si ayuda…” (P2).
“Nuestros amigos, vecinos y los grupos a los que pertenecemos como lazos y los caballeros de la virgen han sido incondicionales, no podemos quejarnos, seriamos unos desagradecidos porque el cariño, el apoyo, la compañía, el aliento de estas personas nos han ayudado a poder seguir a pesar de que mi niña ya n o este” (Llanto) (P3).
Se observo es que para M1, P1, M2 y P3 el grupo de auto-apoyo Lazos ha sido vital en el afrontamiento de su duelo, el haber contado con el espacio en el cual podían expresar lo que sentían, haber encontrado otras personas con experiencias similares fue de gran ayuda para comprender que no eran los únicos que atravesaban por una situación así como algunos lo pensaban, fue y ha sido una guía en su proceso de duelo. Las siguientes narrativas que se presentan sustentan la idea anterior:
“No para mi lazos fue como una ayuda caída del cielo, todos me acogieron con tanto amor, con un cariño inmenso, me escuchaban horas y horas la misma historia con una paciencia, de una forma tan bonita me ayudaban a cambiar todas esas ideas y esa rabia que yo sentía al principio”, “Para mi lazos es mi segunda familia” (M1).
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“Nuestros amigos de lazos son luz en nuestras vidas, con ellos no compartimos mucho las reuniones de los martes porque nos da duro ir y revivir toda la historia pero si vamos a las conferencias con Gonzalo Gallo y los invitamos a la casa, vamos a fincas a pasear y cosas así en las que yo no sienta que hay tanto dolor, porque siento que eso me afecta”, “Uno con todos allá se siente en familia, además hay tanta confianza y cariño entre todos, es un grupo muy bonito muy bonito” (P3).
En los resultados expuestos anteriormente fue posible observar que cada una de las parejas vivencian las etapas de duelo de una manera diferente; también se observó que hay aspectos que cambian en la relación de pareja después de la muerte inesperada de un hijo, como el tiempo compartido en pareja, la filosofía de vida de cada uno; las demostraciones de afecto y relaciones sexuales; igualmente se evidencio que hay aspectos que no cambian como el manejo de las finanzas, las tareas domésticas, las amistades y la crianza. Algunos de los retos o desafíos de las parejas en duelo por su hijo son el recordar que aunque su hijo ya no este físicamente con ellos, hay otros hijos, la pareja, sus trabajos, amigos y muchos otros aspectos que sirven
de
motivación
para
continuar
viviendo
de
manera
satisfactoria.
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4. DISCUSIÓN
En la presente investigación se exploró como es el funcionamiento del sistema conyugal después de la muerte inesperada de un hijo; se hizo una caracterización de las etapas del duelo en la pareja, se exploraron las áreas del funcionamiento conyugal con el propósito de saber qué áreas se transformaban después de la pérdida y finalmente se identificaron los retos o desafíos de la pareja cuando pierden a su hijo por muerte inesperada.
Teniendo en cuenta los resultados de la investigación, se pueden resaltar como hallazgos más relevantes, inicialmente el hecho del desequilibrio homeostático que se generó en la vida de los padres y madres a causa de la crisis vital no normativa de la muerte de sus hijas, las tres parejas manifestaron que esta ha sido la situación más significativa y dolorosa de sus vidas, describen este suceso como el más difícil que han afrontado tanto a nivel individual como de pareja, ya que nunca contemplaron la idea de que sus hijas pudieran morir antes que ellos. Lo anterior coincide con los planteamientos de Abalo, et al. (2008), Acero, et al. (2007), Garciandía, (2005); Lee, et al. (2014) y Markham (1996), quienes plantean que los padres creen que ellos falleceran primero que sus hijos sabiendo que eso seria lo mas razonable de acuerdo a la logica de la vida, los autores tambien plantean que este suceso es supremamente doloroso para los padres.
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Como se menciono anteriormente el suceso entrópico de la muerte de las hijas fue experimentado por las parejas de manera intensa y dolorosa, esto muy probablemente por el grado de apego que tenian los padres y madres con sus hijas, por la forma repentina en la que murieron y por lo jóvenes que eran. Igualmente se observo que hubo algunos padres y madres para quienenes ha sido más facil la elaboracion del duelo, se observo que esto dependia en gran medida de las caracteristicas de personalidad, del apoyo social percibido por la pareja, de la capacidad para expresar sentimientos y emociones, de que tan resilientes eran, entre otros. Lo anterior confirma los hallazgos de Aponte, (2011), Cohen, et al. (2012), Dávila (2010), Denis, et al. (2009), Doran y Downing (2006), Fonnegra (2002), García (2008), García (2012), Jaramillo y Oquendo (2013), Kübler-Ross (1969), Lee, et al. (2014), Lindemann (1994), Martín (2007), O´connor (1996), Rando (1993), Shapiro (1994), Shapiro (1995),Valencia y Worden (1997), Walter (1999) y Wender (2012) quienes plantean que la intensidad y el dolor de la persona está relacionado con el tipo de muerte, la edad del fallecido, el grado de apego con esta persona, la historia familiar, la relación con la familia de origen, la historia de pérdidas anteriores, el apoyo social percibido,
entre
otros
factores.
De acuerdo a lo mencionado por las parejas se observó que todos han experimentado un sin número de sentimientos y reacciones tanto físicas como emocionales, comportamentales y sociales a lo largo del proceso de duelo; ya que de teniendo en cuenta los planteamientos de Acero, et al. (2007), Aponte (2011), Cabodevilla (2007), y García (2008) la pérdida que tuvieron estos padres y madres está clasificada dentro de las pérdidas mayores, es decir, es una pérdida irreversible y
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poco frecuente. Debido a la magnitud y la complejidad de esta pérdida es fundamental que las parejas se permitan vivenciar sus sentimientos y reacciones ya que hacen parte del proceso de reajuste.
Teniendo en cuenta que el sistema conyugal es un sistema abierto o semiabierto y que cualquier movimiento genera impacto y este a su vez produce desequilibrio en la homeostasis de la pareja, haciendo que se pierda eficacia en los mecanismos de regulación y control; se observó que para las parejas que participaron en esta investigación el hecho de que sus hijas murieran altero la homeostasis generando desequilibrio e inestabilidad en sus relaciones de pareja. Más sin embargo este sistema al igual que los otros es un sistema autopoiético, es decir, tiene una tendencia a conservarse, es por eso que las parejas después de la muerte de sus hijas han venido realizando una serie de acciones con el propósito de mantener el nuevo sistema en el tiempo.
Las parejas manifestaron que esta crisis que estaban atravesando era la más grande a lo largo de sus vidas, lo cual tiene mucho sentido ya que este suceso supone la muerte misma del sistema familiar que las parejas habían venido construyendo a lo largo de su vida conyugal, por lo cual después de la muerte de sus hijas han venido realizando un proceso de estructuración en el que están estableciendo las bases para un nuevo sistema familiar con los otros hijos.
Como se mencionó anteriormente para que el sistema se mantenga en el tiempo, es importante generar una serie de acciones, es decir, tal y como lo plantea Espina, et al., citando a Walsh y McGoldrick (1998), Fonnegra (1999) y Worden (1997), el duelo no es un estado; es un proceso activo, doloroso y progresivo que esta direccionado a la adaptación frente a la pérdida. Estos planteamientos fue posible observarlos en los relatos de las parejas, ya que a pesar de que ha pasado un poco más de un año del fallecimiento de sus hijas, muchos de los padres aún siguen
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experimentando dolor por la ausencia de ellas y están día a día en un proceso de adaptación que les ha exigido hacer una serie de cambios y esfuerzos con el propósito de facilitar la elaboración del duelo. Lo anterior confirma los planteamientos de Pereira (2002), quien plantea que la familia después de la pérdida debe desarrollar una serie de mecanismos adaptativos que le permitan sobrevivir y poder elaborar el duelo de la mejor manera posible.
De acuerdo a los planteamientos de Pereira (2002), las parejas atraviesan por 4 etapas o fases en su proceso de elaboración del duelo. Se encontró que en la etapa de aceptación conyugal de la pérdida, para las tres madres y los tres padres fue fundamental el estar presentes en los rituales que se realizan usualmente en la cultura occidental después de un fallecimiento, ya que a pesar del estado de shock y del profundo dolor que estaban experimentando, el sistema conyugal manifestó que el haber contado con el apoyo y la compañía de sus familias extensas; amigos cercanos; vecinos, entre otros durante el funeral y el entierro, los ayudo a salir del estado de negación en el que muchos se encontraban, así como a comprender que lo que estaba pasando era real y que en esa misma medida pudieran expresar lo que sentían. Lo anterior muestra la importancia de los rituales dentro de nuestra cultura, puesto que son un factor contenedor que activa el proceso de duelo y permite que las personas cercanas hagan acompañamiento a la pareja. Esto confirma lo que Pereira (2002) plantea con respecto a la primera etapa de duelo en la pareja, el autor hace mucho énfasis en el importante papel que cumple la red de apoyo después de la muerte de un miembro de la familia puesto que se genera el ambiente adecuado para que la pareja y los hijos vivos puedan expresar sus sentimientos.
Respecto a la segunda etapa planteada por Pereira (2002), fue posible evidenciar que las tres parejas al igual que en la etapa anterior experimentaron una sensación de dolor muy grande y la muerte de sus hijas les exigió a ellos como pareja que empezaran a hacer cambios y modificaciones para que el sistema conyugal
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familiar poco a poco se fuera reorganizando y autorregulando, esto implico que se hicieran desde cambios en pequeños detalles hasta cambios muy grandes. Lo anterior confirma los hallazgos de Pereira (2002), quien afirma que esta etapa es muy dolorosa al afectar la estructura de la familia, razón por la cual los padres (padres y madres) deben redefinir canales de comunicación y en muchos casos incluso redistribuir roles y funciones con el propósito de que el sistema conyugal y familiar vaya recuperando el equilibrio.
Otra de las etapas que fue posible observar en algunos miembros del sistema conyugal fue reorganización de la relación con el medio externo; para muchos de ellos el haberse reconectado con el medio externo ha sido vital en la elaboración de su duelo, un aspecto que es importante es que puedan sentir que la persona con quién van a compartir su experiencia y su dolor es una persona sensible, en ocasiones prefieren compartir su experiencia con personas que hayan tenido la misma vivencia y experimentado ese dolor, lo que hace que para algunos su círculo social sea más cerrado y que incluso en momentos en los que quieren hablar con alguien a cerca de lo que sienten, se abstienen de hacerlo por temor a no ser escuchados o juzgados. Se encontró que cuando se torna difícil el poder reestablecer los canales de comunicación con el conyugue, el medio externo pasa a ser fundamental en el proceso de elaboración de duelo.
Como se puede observar, lo anterior confirma hasta cierto punto los hallazgos de Pereira (2002), ya que se evidencia que no necesariamente las parejas deben haber recuperado su homeostasis conyugal para poder reconectarse con el mundo externo, en ocasiones aunque las parejas no hayan terminado de realizar los ajustes necesarios al interior de su sistema conyugal y familiar ellos pueden abrirse al mundo exterior y el hacerlo es un factor que ayuda en el afrontamiento individual del duelo, más sin embargo es importante que las parejas no aplacen los ajustes que deben hacer en sus vidas de pareja y de familia porque de lo contrario es posible que el reconectarse con
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el mundo externo dificulte que el sistema conyugal pueda reorganizarse en algunos aspectos.
El hecho de que una pareja pueda volver a abrirse al mundo exterior probablemente depende de aspectos como el estilo de personalidad y la historia de cada uno de los miembros de la pareja, ya que aunque algunas parejas logran abrirse al mundo exterior sin haber realizado ajustes al interior de su relación de pareja y de familia, otras no logran reconectarse con el mundo externo incluso cuando ya han realizado cambios en su estructura conyugal que les han permitido recuperar el equilibrio en su relación.
En relación a la última etapa propuesta por Pereira (2002), reafirmación del sentimiento de pertenencia al nuevo sistema familiar que emerge del anterior, se observa que padres y madres se sienten mucho más tranquilos días después de la muerte de sus hijas más sin embargo es usual que sigan experimentando momentos que resultan dolorosos. Manifiestan haber aceptado la muerte de su hija y el hecho de saber que la familia que ellos como pareja habían construido hace años ahora tiene una estructura diferente, en la que su hija ya no está físicamente.
Se observó que las tres parejas al hablar de sus hijas, lo hacen de una manera en la que son conscientes de que no están presentes físicamente pero si les atribuyen una presencia espiritual refiriéndose a ellas como “Angelito” “lucerito espiritual”, lo que a su vez parece generarles una sensación de tranquilidad. Lo anterior evidencia los planteamientos de (Pereira (2002), al afirmar que una vez la pareja ha aceptado la nueva estructura de su familia, ellos resitúan emocionalmente a la persona fallecida.
Los padres y madres son conscientes y reconocen que sus hijos harán parte de la historia familiar de ellos siempre y que no tratan de olvidarlos, ellos manifiestan que aunque sus hijos hayan fallecido fueron, son y serán parte de la familia.
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Pereira (2002), en relación a esta última etapa también afirma que aunque la persona fallecida haga parte de la historia familiar es importante que no influya en el funcionamiento de la nueva estructura conyugal y familiar. En ocasiones lo que suele suceder es que aunque las hijos no influyan como tal en el funcionamiento del sistema conyugal ni familiar, si hay una serie de acciones que los miembros de las parejas realizan en memoria a sus hijos. Estas acciones las hacen en memoria a ellos y comentan que resulta gratificante.
Se observa que en ocasiones ambos miembros de la pareja atraviesan por las mismas etapas juntos pero hay otros momentos en los que mientras uno de los miembros de la pareja está en la etapa tres el otro puede estar en la cuatro y que no todas las personas atraviesan por las mismas etapas ni lo hacen en un orden preestablecido. Se considera importante que las personas puedan vivir las cuatro etapas, ya que el omitir una de estas etapas puede generar dificultades posteriormente. Se resalta en el proceso de duelo de las parejas la forma en la que poco a poco van resituando emocionalmente al hijo fallecido y la manera en la que asumen su ausencia física y su presencia emocional y espiritual.
Después de haber realizado un contraste teórico a la luz de los resultados del duelo y sus etapas, a continuación se hará lo mismo con cada una de las áreas del funcionamiento conyugal: Manejo de las finanzas familiares y tareas domésticas; uso del tiempo libre en pareja y amistades; demostraciones de afecto y relaciones sexuales; filosofía de vida; formas de interactuar con la familia de origen mi pareja y crianza de los hijos.
En cuanto al área manejo de las finanzas en el sistema conyugal se observa que cuando ambos miembros de la pareja se sienten satisfechos con la forma en la que se organiza la economía de la casa, conversan a cerca de los gastos que tienen y
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perciben a su conyugue como responsable frente al manejo del dinero y están satisfechos con lo que su pareja aporta económicamente a la economía familiar, no hay dificultades en relación a esta área; tal y como lo plantea Feliu y Güel (1992).
Esta área es uno de los pilares más importantes que tienen las parejas y las familias ya que se vuelve determinante en otros aspectos, se observó que aunque el impacto por la pérdida de un hijo es desproporcional, en esta área específica no se evidencian cambios que puedan generar malestar en el sistema conyugal.
Al igual que en el área anterior, en esta área: Tareas domésticas, se evidencio que en esta serie de actividades involucradas en el funcionamiento del hogar tampoco hubo cambios significativos después de la pérdida que pusieran en riesgo la relación conyugal o familiar. La forma en la que la pareja había establecido que manejarían las tareas domésticas continúo funcionando de la misma forma.
Con respecto al área uso del tiempo libre en pareja, es posible afirmar que algunas personas disfrutan de esta dimensión de su relación de pareja, la perciben como importante dentro de su conyugalidad y manifiestan realizar actividades juntos y disfrutar de estas. Lo anterior confirma los hallazgos de Feliu y Güel citando a Elizalde y Gomes (2010), quien afirma que estas actividades sociales se caracterizan por la ludicidad y disfrute de quienes las practican.
Igualmente se encontró que hay otras personas que no comparten estos espacios juntos, esta área parece haber desaparecido después del matrimonio y haberse reemplazado con espacios familiares e individuales, como le sucede a la madre 2 quien disfruta de actividades sociales sola ya que los espacios que tenían de pareja cuando eran novios hoy día son familiares, se considera importante que la pareja 2 pueda recuperar sus espacios de diversión, es vital que ambos comprendan que el ser pareja no es igual a ser padres y que así como realizan actividades en
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familia con sus hijos y nietos deben hacerlo como pareja. Teniendo en cuenta los relatos de las parejas y los planteamientos teóricos de los autores es posible afirmar que el fallecimiento de las hijas de estas parejas genero cambios temporales en algunos miembros de las parejas, pero se encontró que no fueron cambios significativos que se mantuvieran en el tiempo.
En relación al área amistades, se observó que la ausencia de los hijos no ha alterado la manera en la que esta área ha funcionado a lo largo de sus matrimonios. Los primeros meses después de la muerte del hijo es probable que la pareja este un poco aislada de su círculo social pero en la medida en que va transcurriendo el tiempo y cuando esta área ha sido importante en la relación de pareja se continua practicando incluso después de la muerte del hijo. Inicialmente disminuye la frecuencia y la motivación con la que se hace pero son personas que tienen un círculo social que los acoge, visita y acompaña en su proceso. Mas sin embargo, cuando la pareja o uno de los miembros de la pareja no comparten usualmente con un grupo de amigos, este espacio puede tornarse poco enriquecedor para la relación de pareja e incluso puede llegar a generar malestar en alguno de los miembros de la pareja al sentirse solos.
Feliu Y Güel (1992) afirma que para que esta área sea satisfactoria para ambos miembros de la pareja se requiere que el sistema conyugal se sienta a gusto y disfrute de reunirse con amigos. Se observa que así como para algunos miembros de la pareja esta área es satisfactoria para otros no lo es, puesto que no hay disposición de uno de los miembros de la pareja de compartir estos espacios con vecinos, amigos, compañeros.
En cuanto al área demostraciones de afecto, se encontró que las parejas los primeros días después de la muerte de sus hijas estuvieron distantes emocionalmente,
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es decir, no eran afectuosos a través de las palabras ni de los besos como solían hacerlo, fue con el paso de los días e incluso meses que este aspecto fue mejorando, tanto así que actualmente algunas parejas refieren que hay un mayor número de expresiones de afecto de las que habían antes de la muerte de sus hijas. El hecho de que las parejas se demostraran el afecto que sentían el uno por el otro, ha sido un factor importante después de la pérdida de sus hijas. Para las parejas los primeros días de duelo la única demostración de afecto hacia el otro era a través del abrazo, mas sin embargo esto no genero dificultad ya que los conyugues comprendían que el hecho de que su pareja estuviese distante no implicaba que no fueran queridos o que no estuvieran siendo empáticos con el dolor de ellos, ya que sabían que su pareja a través del abrazo les estaba trasmitiendo el profundo dolor que sentían y el apoyo que les daban en ese momento, lo anterior confirma los hallazgos de Watzlawick, Helmick y Jackson (1995), quienes plantean que dentro de los procesos comunicacionales la “relación” es más importante que el “contenido”, es decir, el cómo se diga (verbal y no verbalmente) es más importante que lo que se diga.
Feliu y Güel (1992), plantean que el área de las relaciones sexuales es satisfactoria cuando ambos miembros de la pareja perciben que su vida sexual es buena, cuando les satisface la frecuencia con la que tienen relaciones sexuales, cuando sienten que el coito es agradable y llegan al orgasmo, cuando les agrada como su pareja responde a sus peticiones de tipo sexual, entre otros. En relación a esta área las tres parejas manifestaron que se sentian satisfechas con su sexualidad antes de la muerte de sus hijas, y todos concordaron en haber experimentado cambios despues de la pérdida, puesto que no sintieron deseo sexual los primeros meses, las mujeres experimentaron una pérdida de deseo sexual más prolongada que la de los hombres. Igualmente se encontro que entre los 3 y los 5 meses después de la pérdida, los tres padres empezaron a sentir deseo sexual y fueron ellos quienes buscaron a sus esposas por primera vez, aunque algunos de ellos se encontraron con que el deseo sexual que tenían no era compartido por sus esposas, ellas necesitaron de un periodo de entre 3 y
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7 meses para recuperar el deseo sexual y volver a tener intimidad con sus esposos. Se encontró que en los meses en los que no hubo deseo sexual mutuo en las parejas, este no
fue
un
causante
de
conflicto
ya
que
comprendían
la
posición del otro cuando lo hablaban.
El hecho de que ambos miembros de la pareja estuvieran afrontando el duelo de sus hijos juntos permitió en gran medida que pudieran ser empáticos y comprender como se sentía el otro, de donde surgía la falta de deseo sexual, la frialdad y la poca motivación frente al sexo. El hecho de que los miembros de las parejas que se tardaron un poco más en recuperar el deseo sexual pudieran conversar con el otro a cerca de eso y explicarles asertivamente también ayudo a que no se abrieran nuevas heridas y no se generara un conflicto entre ellos.
En relación al área: Filosofía de vida, se encontró que los miembros de las tres parejas manifestaron haber experimentado algunos cambios en relación a lo planteado por Fonnegra (1999) y Feliu y Güel (1992), quienes afirman que la filosofía de vida se refiere al conjunto de pensamientos, creencias y valores personales que guían nuestras acciones. Las tres parejas refirieron que después de la muerte de sus hijas cambiaron la forma en la que percibían la vida ya que ahora le dan más valor que antes a los momentos en familia y disfrutan de las cosas simples de la vida, las parejas se sienten satisfechas con la vida que llevan juntos y creen que la forma en la que están viviendo actualmente les permite crecer a nivel personal y enriquecer su vida conyugal y familiar.
Fue interesante observar como después de una pérdida tan devastadora como esta, madres y padres se cuestionan por el sentido de la vida, se replantean la forma en la que han estado viviendo y sienten deseos de hacer cambios que les permitan crecer personal y espiritualmente, redistribuyen el tiempo diferente de tal manera que
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puedan compartir más en familia y sus trabajos no les quite tanto tiempo, se tornan más expresivos tanto con sus parejas como con sus hijos.
En cuanto al área formas de interactuar con la familia de origen de mi pareja, se encontró que después de la pérdida de las hijas en la mayoría de parejas se han evidenciado cambios positivos, manifiestan que los vínculos con algunos familiares se han fortalecido y tienen buena relación tanto con sus familias de origen como con las de su pareja. Comentan que se sienten satisfechos con el apoyo mutuo que se brindan en determinadas situaciones y el tiempo que comparten en familia. Esto confirma los hallazgos de Feliu y Güel (1992), al afirmar que esta área es satisfactoria cuando ambos miembros del sistema conyugal se sienten satisfechos con el tiempo, los favores y el trato que tienen sus parejas con las familias de origen ellos.
Se observó que en esta área hubo cambios importantes después de la pérdida de los hijos ya que unió mucho más a la familia nuclear con las familias de origen propias y del conyugue, para la familia nuclear que había perdido al hijo fue vital contar con el apoyo incondicional que algunos de los miembros de sus familias les brindaban, el contexto y la emoción que había en dicho momento ayudo para que las diferencias que existieron en algún momento se olvidaran y se empezara a reconstruir una nueva relación. Mas sin embargo con el paso del tiempo, algunos miembros de las parejas han sentido que sus familias ya no están tan pendientes de ellos e incluso no se sienten en ocasiones tan cómodos para hablar de lo que sienten y piensan, prefieren hacerlo con personas que los hagan sentir validados y escuchados.
En cuanto a la última área crianza de los hijos, se encontró que las parejas no han realizado ningún cambio en la manera en la que están formando a sus otros hijos después de la muerte de sus hijas, afirman sentirse muy conformes con la crianza que ambos les han dado ya que encuentran fácil llegar a acuerdos en las normas del hogar, las funciones con las que cada uno debe cumplir, los castigos que se dan ante un mal
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comportamiento, entre otros. Lo anterior coincide con los planteamientos de Feliu y Güel (1992), al afirmar que hay satisfacción conyugal en esta área específica cuando ambos padres suelen ponerse de acuerdo acerca de las pautas educativas y las aplican, cuando se respeta y apoya a la pareja en sus decisiones ante los hijos, cuando hay que tomar una decision importante y pueden llegar a un acuerdo, entre otros. Uno de los planteamientos de García, et al. (2014), hace alusion a que una de los principales funciones de la crianza es poder asegurar la supervivencia de los hijos, frente a esto no se encontro que ninguno de los miembros de las tres parejas tenga sentimiento de culpa de no haber podido mantener con vida a su hija o se sientan responsables de lo que paso, ellos manifiestan que fueron situaciones que no estaban en sus manos.
Por otro lado, con respecto a los retos o desafíos que los padres enfrentan después de la muerte de un hijo, algunos de los miembros de las parejas manifestaron que aún tienen altibajos emocionales, hay días en que sienten dolor por la ausencia de sus hijas y es en estos momentos en donde sienten que deben sacar más fuerza para continuar con sus actividades diarias, es el momento en el que deben recordar lo que han aprendido a través de lazos, las conferencias, las lecturas, lo que han conversado con las personas cercanas a cerca del sentido y el propósito de sus vidas, de sus parejas, sus hijos vivos y nietos.
Así mismo, han debido ir retomando
paulatinamente sus proyectos de vida e ir incorporando nuevas metas. Finalmente, manifestaron que el duelo les ha permitido replantearse una serie de significados construidos a lo largo de sus vidas, los cuales han debido resignificar con el fin de comprender de una manera sana que no les genere malestar, la razón de la pérdida de sus hijas, con el objetivo de poder continuar viviendo con paz, amor y alegría. Lo anterior confirma los hallazgos de Neimeyer (2012), quien plantea que después de la muerte de un hijo el sistema conyugal tiene desafíos como, reconocer la realidad de la pérdida tanto en un espacio físico como social, deben abrirse al dolor y sufrimiento y comprender que cada uno tiene su propio ritmo en la elaboración del duelo, igualmente tienen el reto de revisar el mundo de significados construidos a lo largo
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de la vida en el que reflexionen acerca del sentido y el propósito de sus vidas, lo que a su vez va a permitirles crecer a nivel personal y adquirir herramientas para continuar viviendo sanamente.
En general, se pudo observar que todos los miembros de las parejas manifiestan extrañar a sus hijas pero son las madres quienes parecen estar más tranquilas frente a la ausencia de ellas, muy probablemente por la manera en la que han elaborado su duelo, porque ellas mismas y el contexto cultural y social en el que se están inmersas les ha permitido expresar el dolor y compartir con otros sus sentimientos; a diferencia de los padres, en especial
P1 y P2, quienes muy
probablemente en un inicio por la angustia de ver a sus esposas e hijos con tristeza por la pérdida, fueron quienes hicieron la contención emocional en sus familias, no permitiéndose a ellos mismos la expresión de su dolor por la muerte de sus hijas, frente a lo anterior también es posible atribuirle a la falta de expresión de emociones de los padres en ese momento, la cultura patriarcalista en la que crecieron y toda la representación social de las funciones del género masculino dentro del hogar.
A lo largo de las entrevistas se encontró un factor común que mencionaron los seis miembros de las parejas: El apoyo social, es importante aclarar que algunos participantes, especialmente las madres, afirmaban que aunque habían grupos o personas cercanas que las llamaban, ellas no lograban percibir su apoyo por la forma en que les hablaban ya que sentían que estaban siendo poco sensibles frente a su dolor y las estaban juzgando. Las parejas percibieron apoyo de sus familias, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, de la fundación lazos, los caballeros de la virgen, entre otros; ya que sentían el afecto y la compañía sincera y empática de las personas. Lo anterior coincide con los planteamientos de Landeta y Calvete (2002), quienes afirman que más allá del apoyo que las personas externas sientan que están brindando a la pareja, lo que realmente va a generar un impacto en el bienestar de los dolientes es el apoyo social que ellos perciban en ese momento.
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Actualmente las parejas manifestaron no sentir el mismo apoyo de antes, afirman que los primeros días hubo muchas personas cerca brindándoles compañía pero días después todos fueron retomando sus vidas y se sentía aún más el vacío; comentan que en ocasiones quieren hablar acerca de cómo se sienten en ese día pero las personas les cambian el tema, lo que hace que no se sientan escuchadas; afirman que con quienes sienten que pueden hacer eso actualmente es con las personas que asisten a lazos y unos pocos familiares.
Los padres manifestaron que además del apoyo social percibido habían otros aspectos que los ayudaban a sentirse tranquilos, estos han sido factores protectores a lo largo de este proceso, algunos de estos son: Ver a sus hijas fallecidas sonrientes a través de los sueños y el haberse podido comunicarse con ellas a través de estos, la llegada de los nietos a sus vidas, el estar trabajando, el tratar de mantener una conexión con Dios, el saber que aún tienen hijos vivos y a su pareja para continuar recorriendo el camino de la vida.
Además de estos factores protectores, se encontró que tal y como lo plantean Fonnegra (1999), O´connor (1996) y Worden (1997) hay otros factores que por el contrario dificultan la elaboración del duelo y los hacen sentir tristes en ocasiones, por ejemplo: El que los hijos vivos se hayan ido del país o de la casa con sus parejas, salir y encontrarse con amigos de las hijas fallecidas manifestaron que era muy doloroso, el haber regalado algunas pertenencias como ropa a familiares cercanos de sus hijas y verlos usando la ropa de ellas los dejaba en shock, la silla vacía en el comedor a la hora de comer en familia, ver fotos o escuchar sus voces en videos, entrar al Facebook y el Instagram de ellas y ver los mensajes que escribían sus compañeros y amigos; comentan que es algo que les parece bonito pero que no deja de causarles un profundo dolor.
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Es posible decir que no todas las parejas experimentan lo mismo después de la pérdida inesperada de un hijo, igualmente los dos miembros de la pareja también vivencian la pérdida de manera distinta, esto varía en función del estilo de personalidad, de que tan resiliente es la persona, de sus estrategias de afrontamiento, de la historia de pérdidas previas, entre otros.
En algunas parejas hay uno de los cónyuges que avanza más en su duelo individual que el otro, teniendo en cuenta las etapas que plantea Kubler- Ross (1969), es posible afirmar que no todos los participantes han llegado a la quinta etapa de aceptación; algunos de ellos, especialmente los padres se mueven por las etapas de ira y depresión, ya que como lo afirma esta autora las etapas no son horizontales. Teniendo en cuenta que hubo una pareja que estaba en la tercera etapa de duelo en pareja sin haber pasado por la segunda, es posible concluir que las etapas de Pereira (2002), tampoco son horizontales, lo que significa, que no todas las parejas en duelo vivencian las cuatro etapas ni lo hacen en un orden preestablecido, esto muy probablemente debido a la particularidad con la que cada cónyuge afronta su duelo y de que tanto avancen juntos en este proceso.
Es fundamental ver el duelo como un proceso relacional más que como un proceso individual, comprender como el duelo afecta todas las diferentes dimensiones de la vida de las personas, así como la forma en la que estas se relacionan con sus parejas; hijos; familiares; amigos y compañeros de trabajo, y como a su vez estas personas influyen en la forma en la que cada uno va experimentando su duelo y significando la pérdida, reconocer que cada persona; pareja y familia experimentan el duelo de una manera distinta, es decir, son histórico-dependientes y no se comportan siempre de la misma manera.
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Adicionalmente, se puede concluir que las áreas en las que inicialmente hubo un mayor número de cambios a causa de la pérdida de sus hijas fueron: Manejo de las finanzas familiares, demostraciones de afecto, relaciones sexuales y filosofía de vida. Bien, en cuanto a las áreas en las que no hubo mayores cambios después de la muerte de las hijas son: crianza de los hijos y tareas domésticas. Se encontró que a pesar de los cambios que se dieron en las diferentes áreas del funcionamiento conyugal, las tres parejas manifestaron nunca haber pensado en divorciarse o separarse el uno del otro, por el contrario comentan que paradójicamente esta situación los ha unido más que antes. Lo anterior coincide con los planteamientos de Ungureanu y Sandberg (2010), quienes de acuerdo a sus investigaciones plantean que el hecho de que una pareja pierda un hijo no es un factor determinante que lleve a la pareja al divorcio.
Finalmente, es posible concluir que es importante que los padres resignifiquen los constructos que han venido construyendo a lo largo de sus vidas con el fin de comprender de una manera que no les genere malestar, la razón de la pérdida de sus hijas, con el objetivo de poder continuar viviendo con paz, amor, alegría y hacer de este suceso una experiencia que les permita crecer a nivel personal.
Ahora bien se recomienda que para futuras investigaciones se profundice en el impacto que tiene la pérdida para los hijos vivos, es decir, los hermanos del fallecido, explorar como experimentan ellos esta situación, cuáles son sus reacciones, pensamientos, sentimientos, si perciben apoyo, que cambios reconocen en el sistema familiar propio, entre otros; puesto que a través de las voces de los padres y madres se abrieron ventanas que permitieron tener una aproximación del impacto que tiene para los otros hijos el perder a su hermano.
Igualmente, se recomienda hacer una investigación con las mismas características de esta pero en donde se obtengan resultados cuantitativos y se pueda realizar un contraste para observar si ambas investigaciones arrojan la misma
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información. También sería interesante, replicar esta investigación con participantes de diversos estratos socioeconómicos, dado que la presente investigación contó con una población muy similar en este aspecto, lo cual no permitió reconocer muchas, similitudes, diferencias, correlaciones, o divergencias en los relatos de las entrevistas.
A la Fundación Lazos se recomienda hacer más énfasis en lo importante que es el hecho de que los hombres se permitan experimentar sus sentimientos y pensamientos, ya que el no hacerlo dificulta la elaboración de su duelo como padres; igualmente sería de gran ayuda que pudieran indagar que tanto ha cambiado la relación de ellos como pareja después del fallecimiento de sus hijas y hacerles saber que de algún modo esos cambios que se están presentando son parte del proceso de duelo que están elaborando.
A los padres y madres que pierden a sus hijos se les recomienda afrontar este proceso juntos; compartir con la pareja lo que sienten y piensan; tener presente que cada uno debe ir elaborando el duelo a su propio ritmo y que es importante respetar el ritmo del otro; saber que el impacto inicial es grande pero que con el tiempo la herida abierta va a ir sanando; no cerrarle la puerta a las personas que buscan dar apoyo puesto que este es fundamental; comprender a familiares, amigos y personas cercanas si no nos dicen lo que se quiere escuchar en ese momento o si no actúan como se espera ya que en ocasiones las personas no saben cómo poder ayudar, mas no es porque no les importe lo sucedido; permitirse experimentar el dolor y de la mano ir generando acciones encaminadas a la elaboración del duelo como las que plantea Worden (1997) y Neimeyer (2002) y finalmente tener presente que el elaborar el duelo no implica olvidar al hijo fallecido, el hijo fallecido siempre hará parte de la historia familiar pero es importante resituarlo intelectual y emocionalmente. Se sugiere buscar ayuda profesional cuando se identifique dificultad de uno o ambos miembros de la pareja en la elaboración del duelo.
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A los profesionales que trabajan con esta población se recomienda tener presente que cada encuentro terapéutico es un encuentro humano, por lo tanto es necesario ser empático con la pareja o la persona que se está orientando; ayudar a que puedan reconocer la realidad de la pérdida; promover la expresión de sentimientos; trabajar la culpa cuando esta es parte del duelo; ayudarlos poco a poco a reconstruir un nuevo mundo en el que el hijo ya no está físicamente y orientarlos en aspectos como el desprenderse de la mayoría de pertenencias del hijo, la redistribución de funciones que cumplía el hijo en el hogar, entre otros.
Las anteriores recomendaciones son importantes ya que contribuirían en el reconocimiento de emociones, acciones, pensamientos, entre otros aspectos que permitan que se puedan desarrollar e implementar programas de intervención tanto para parejas como para familias en donde muere un hijo o hermano.
Por otra parte, se considera importante mencionar algunas limitaciones que tuvo el estudio. Una de ellas fue la búsqueda de las parejas en lazos que cumplieran con todos los criterios de inclusión del estudio, igualmente se observó que hubo áreas como la de “relaciones sexuales” en donde se observaba a algunos de los participantes un poco incomodos.
Algunas de las bondades de este estudio fueron la gran cantidad de investigaciones que se han realizado del duelo, el haber contado con la colaboración de las personas que dirigen la fundación Lazos; así como con los participantes quienes fueron muy colaboradores a lo largo de la entrevista. Fue muy enriquecedor el haber podido asistir a algunas de las reuniones realizadas cada martes en Lazos y haber escuchado no solo la voz de los participantes sino de otros muchos padres que habían perdido un hijo y escucharlos manifestando como habían reconstruido sus proyectos de vida.
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La presente investigación; se convierte en un aporte para los profesionales de psicología, trabajo social, terapeutas de familia, pareja y demás profesionales que realicen trabajos con parejas y familias en duelo por la pérdida de un hijo; debido a que pone en evidencia la forma en la que el sistema conyugal se ve afectado, los factores que son importantes para que la pareja vaya recuperando la homeostasis, el tiempo que esto puede tardar y como las personas que los rodean pueden contribuir dentro de este proceso para que la pareja se sienta acompañada, comprendida y que en esta medida el proceso sea menos traumático y por el contrario pueda ser una fuente de crecimiento personal, conyugal y familiar para la pareja y las personas más cercanas
a
ellos.
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6. ANEXOS
Anexo 1. Guía de tópicos para la entrevista en profundidad antes de la validación por jueces.
GUÍA DE LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD
Introducción a la entrevista:
1. Presentación de la entrevistadora
2. En esta entrevista me gustaría que habláramos sobre cómo ha sido para ustedes como pareja el proceso de duelo por la muerte de su hijo y que retos o desafíos creen que ha implicado esta experiencia. Para mí es muy importante conocer sus reacciones, sentimientos, pensamientos, comportamientos, entre otros aspectos que estén asociados al proceso de duelo por la muerte de su hijo.
Primero les voy a hacer unas preguntas sobre su edad, su ocupación y su familia, y luego nos detendremos en los aspectos de su proceso de duelo. Si tienen alguna duda o les hago alguna pregunta que para ustedes no sea clara, les pido que por favor me lo hagan saber.
DATOS SOCIODEMOGRAFICOS PADRE
DATOS SOCIODEMOGRAFICOS MADRE
Sexo:
Sexo:
Edad:
Edad:
Estado civil:
Estado civil:
Nivel educativo:
Nivel educativo:
Ocupación:
Ocupación:
No. de hijos:
No. de hijos:
Con quién vive:
Con quién vive:
Preguntas introductorias: Categoría 1: Muerte del hijo:
Cuénteme, ¿Hace cuánto murió su hijo?
¿A causa de que murió su hijo?
¿Cómo se enteraron ustedes de la muerte de su hijo?
Categoría 2: Etapas de duelo en la pareja:
¿Qué recuerdan haber experimentado en el momento en que se enteraron de la muerte de su hijo?
¿Cómo recuerdan que fueron los primeros días después de la muerte de su hijo?
¿Cómo recuerdan que fue el primer año después de la muerte de su hijo? (Solo sí ya ha transcurrido un año)
¿Cuáles han sido los sentimientos que los han acompañado este tiempo?... Han sentido algún cambio en ellos?
Categoría 3: Áreas del funcionamiento conyugal:
¿Qué aspectos de su vida de pareja han cambiado después de la muerte de su hijo?
Categoría 4: Retos o desafíos de la pareja:
¿A qué retos o desafíos se han visto enfrentados después de la muerte de su hijo?
Anexo 2. Documento guía para el proceso de validación por jueces. Para el proceso de validación de las categorías de la entrevista en profundidad, se envió el siguiente documento a dos jueces:
DESCRIPCIÓN DE LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD
PREGUNTA DE INVESTIGACION: ¿Cómo se transforma el funcionamiento del sistema conyugal después de la muerte inesperada de un hijo?
OBJETIVO GENERAL:
Comprender los cambios que se generan en el funcionamiento del sistema conyugal después de la muerte inesperada de un hijo.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
-Caracterizar las etapas de duelo en la pareja cuando su hijo muere de manera inesperada.
-Establecer cuáles son las áreas de funcionamiento del sistema conyugal que se transforman después de la muerte inesperada de un hijo.
-Develar cuáles son los retos o desafíos cuando la pareja pierde a su hijo por muerte inesperada.
Para obtener la información necesaria que permita responder al objetivo de estudio se utilizará una entrevista en profundidad.
La entrevista en profundidad es una técnica en la que el entrevistado transmite oralmente al entrevistador la percepción personal de la situación, sus experiencias, ideas, valores y y puntos de vista sobre los fenómenos. Este tipo de entrevistas no contienen un esquema fijo de preguntas, sino que permite profundizar en los temas conforme el entrevistado responda. Sin embargo, se recomienda seguir una guía de preguntas introductorias para las categorías, aunque no pretende ser estricta ni secuencial.
Así, en este estudio se utilizará una entrevista que aborda 4 categorías, cada una de las cuales será retomada a partir de unas preguntas introductorias. Las categorías, la entrevista y sus definiciones son las siguientes:
Categoría Muerte del hijo
Definición En esta categoría se busca comprender los aspectos centrales de la muerte del hijo.
En esta categoría se busca comprender, como ha vivenciado la Etapas de duelo en la pareja el proceso de duelo desde el día de la muerte de su hijo pareja hasta hoy.
Áreas del funcionamiento conyugal
En esta categoría se busca conocer el impacto en las áreas del funcionamiento conyugal (Manejo de las finanzas familiares, uso del tiempo libre en pareja, demostraciones de afecto, amistades, relaciones sexuales, ajustes a los estándares sociales (deberes, derechos, conductas adecuadas), filosofía de vida, formas de interactuar con la familia de origen de mi pareja, tareas domésticas y la crianza de los hijos).
Categoría Definición Retos o desafíos de la Con esta categoría se busca comprender cuales son los retos o pareja después de la desafíos que afronta la pareja después de la muerte inesperada muerte del hijo de su hijo.
GUÍA DE LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD
Introducción a la entrevista:
1. Presentación de la entrevistadora
2. En esta entrevista me gustaría que habláramos sobre cómo ha sido para ustedes como pareja el proceso de duelo por la muerte de su hijo y que retos o desafíos creen que ha implicado esta experiencia. Para mí es muy importante conocer sus reacciones, sentimientos, pensamientos, comportamientos, entre otros aspectos que estén asociados al proceso de duelo por la muerte de su hijo.
Primero les voy a hacer unas preguntas sobre su edad, su ocupación y su familia, y luego nos detendremos en los aspectos de su proceso de duelo. Si tienen alguna duda o les hago alguna pregunta que para ustedes no sea clara, les pido que por favor me lo hagan saber.
DATOS SOCIODEMOGRAFICOS PADRE
DATOS SOCIODEMOGRAFICOS MADRE
Sexo:
Sexo:
Edad:
Edad:
Estado civil:
Estado civil:
Nivel educativo:
Nivel educativo:
Ocupación:
Ocupación:
No. de hijos:
No. de hijos:
Con quién vive:
Con quién vive:
Preguntas introductorias: Categoría 1: Muerte del hijo:
Cuénteme, ¿Hace cuánto murió su hijo?
¿A causa de que murió su hijo?
¿Cómo se enteraron ustedes de la muerte de su hijo?
Categoría 2: Etapas de duelo en la pareja:
¿Qué recuerdan haber experimentado en el momento en que se enteraron de la muerte de su hijo?
¿Cómo recuerdan que fueron los primeros días después de la muerte de su hijo?
¿Cómo recuerdan que fue el primer año después de la muerte de su hijo? (Solo sí ya ha transcurrido un año)
¿Cuáles han sido los sentimientos que los han acompañado este tiempo?... Han sentido algún cambio en ellos?
Categoría 3: Áreas del funcionamiento conyugal:
¿Qué aspectos de su vida de pareja han cambiado después de la muerte de su hijo?
Categoría 4: Retos o desafíos de la pareja:
¿A qué retos o desafíos se han visto enfrentados después de la muerte de su hijo?
FORMATO DE EVALUACIÓN POR PARTE DE JUECES EXPERTOS
El objetivo de su evaluación de la Entrevista en profundidad es:
1. Determinar la pertinencia de cada pregunta introductoria para evaluar las categorías. Para ello deberá asignar un Sí o un No, según si la considera o no pertinente.
2. Frente a cada pregunta se ha agregado un espacio para que presente los comentarios o sugerencias que juzgue oportunas.
A continuación se presenta esta rejilla para consignar su concepto frente a cada pregunta.
1. Muerte del hijo:
Pregunta ¿Hace cuánto murió su hijo? ¿A causa de que murió su hijo? ¿Cómo se enteraron ustedes de la muerte de su hijo?
Pertinencia
Comentarios
De no ser pertinente, ¿qué otros aspectos piensa que deben considerarse? ¿Qué pregunta considera que debería realizarse? ____________________________________________________________________ ____________________________________________________________________ ____________________________________________________________________ ________________________________________________________________ 2. Etapas de duelo en la pareja: Pregunta
Pertinencia
Comentarios
¿Qué recuerdan haber experimentado en el momento en que se enteraron de la muerte de su hijo? ¿Cómo recuerdan que fueron los primeros días después de la muerte de su hijo? Si la muerte de su hijo fue hace más de un año, ¿Cómo recuerdan que fue el primer año después de la muerte de su hijo? ¿Cuáles han sido los sentimientos que los han acompañado este tiempo?... Han sentido algún cambio en ellos?
De no ser pertinente, ¿qué otros aspectos piensa que deben considerarse? ¿Qué pregunta considera que debería realizarse? ____________________________________________________________________ ____________________________________________________________________ ____________________________________________________________________ ________________________________________________________________
3. Áreas del funcionamiento conyugal:
Pregunta
Pertinencia
Comentarios
¿Qué aspectos de su vida de pareja han cambiado después de la muerte de su hijo?
De no ser pertinente, ¿qué otros aspectos piensa que deben considerarse? ¿Qué pregunta considera que debería realizarse? ____________________________________________________________________ ____________________________________________________________________ ____________________________________________________________________ ________________________________________________________________
4. Retos o desafíos de la pareja:
Pregunta
Pertinencia
Comentarios
¿A qué retos o desafíos se han visto enfrentados después de la muerte de su hijo?
De no ser pertinente, ¿qué otros aspectos piensa que deben considerarse? ¿Qué pregunta considera que debería realizarse? ____________________________________________________________________ ____________________________________________________________________ ____________________________________________________________________ ________________________________________________________________
Anexo 3. Matriz del proceso de validación por jueces de los tópicos para la entrevista en profundidad. En la siguiente matriz se encuentran consignados los comentarios, recomendaciones y sugerencias
de los dos jueces en relación con los tópicos de cada una de las
categorías de la entrevista en profundidad.
MATRIZ DEL PROCESO DE VALIDACION POR JUECES DE LOS TOPICOS PARA LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD: Funcionamiento del sistema conyugal asociado a la muerte inesperada de un hijo.
ITEM
Juez 1
Juez 2
Ítem modificado según recomendaciones
CATEGORÍA 1: MUERTE DEL HIJO. ¿Hace cuánto murió su hijo?
SI
SI
¿Hace cuánto murió su hijo?
¿A causa de que murió su hijo?
SI
SI
¿A causa de que murió su hijo?
SI
¿Cómo se enteraron ustedes de la muerte de su hijo?
¿Cómo se enteraron SI, “No sé si además de ustedes de la muerte cómo se enteraron, quisieras de su hijo? saber que hicieron?
CATEGORÍA 2: ETAPAS DE DUELO EN LA PAREJA.
¿Qué recuerdan haber experimentado en el momento en
SI
SI, “Creo que esta ¿Qué recuerdan puede corresponder a la haber categoría anterior, experimentado en
que se enteraron de la muerte de su hijo?
¿Cómo recuerdan que fueron los primeros días después de la muerte de su hijo?
porque es ante la noticia el momento en que inmediata de la muerte” se enteraron de la muerte de su hijo?
SI
Si la muerte de su SI, “Preguntaría, como fue hijo fue hace más de la vida para ustedes después un año, ¿Cómo de la muerte de su hijo? recuerdan que fue el primer año después de la muerte de su hijo?
¿Cuáles han sido los sentimientos que los han acompañado este tiempo?... Han sentido algún cambio en ellos?
SI
¿Cómo recuerdan que fueron los primeros días después de la muerte de su hijo?
SI
¿Cómo fue la vida para ustedes después de la muerte de su hijo?
SI, quizás sería interesante SI “Algunas ideas: Que saber si identifican cambios ha sido lo más difícil en su experiencia de duelo a para ustedes, que han través del tiempo… ¿Cómo aprendido como pareja, ha sido el proceso de duelo que han aprendido de para cada uno a través del ustedes mismos, que les tiempo? ¿Qué podrían ha servido…” comentar sobre el proceso de duelo y recuperación como esposos y como padres?
¿Cómo ha sido el proceso de duelo para cada uno de ustedes a través del tiempo? ¿Qué podrían comentar sobre el proceso de duelo y recuperación como esposos y como padres?
CATEGORIA 3: AREAS DEL FUNCIONAMIENTO CONYUGAL ¿Qué aspectos de su vida de pareja han cambiado después de la muerte de su hijo?
SI
SI “Ten en cuenta las áreas del funcionamiento conyugal en las que quieres profundizar”
¿Qué aspectos de su vida de pareja han cambiado después de la muerte de su hijo?
CATEGORÍA 4: RETOS O DESAFÍOS DE LA PAREJA
¿A qué retos o desafíos se han visto enfrentados después de la muerte de su hijo?
SI
“Reformular la pregunta para que sea un poco más cálida”
¿Cuáles han sido sus retos durante este tiempo…?
Anexo 4. Guía de tópicos para la entrevista en profundidad después de la validación por jueces
GUÍA DE LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD
Introducción a la entrevista:
1. Presentación de la entrevistadora
2. En esta entrevista me gustaría que habláramos sobre cómo ha sido para ustedes como pareja el proceso de duelo por la muerte de su hijo y que retos o desafíos creen que ha implicado esta experiencia. Para mí es muy importante conocer sus reacciones, sentimientos, pensamientos, comportamientos, entre otros aspectos que estén asociados al proceso de duelo por la muerte de su hijo. Primero les voy a hacer unas preguntas sobre su edad, su ocupación y su familia, y luego nos detendremos en los aspectos de su proceso de duelo. Si tienen alguna duda o les hago alguna pregunta que para ustedes no sea clara, les pido que por favor me lo hagan saber.
DATOS
DATOS
SOCIODEMOGRAFICOS PADRE
SOCIODEMOGRAFICOS MADRE
Sexo:
Sexo:
Edad:
Edad:
Estado civil:
Estado civil:
Nivel educativo:
Nivel educativo:
Ocupación:
Ocupación:
No. de hijos:
No. de hijos:
Con quién vive:
Con quién vive:
Categoría 1.
¿Hace cuánto murió su hijo? ¿A causa de que murió su hijo? ¿Cómo se enteraron ustedes de la muerte de su hijo?
Categoría 2.
¿Qué recuerdan haber experimentado en el momento en que se enteraron de la muerte de su hijo?
¿Cómo recuerdan que fueron los primeros días después de la muerte de su hijo?
¿Cómo fue la vida para ustedes después de la muerte de su hijo?
¿Cómo ha sido el proceso de duelo para cada uno de ustedes a través del tiempo? ¿Qué podrían comentar sobre el proceso de duelo y recuperación como esposos y como padres?
Categoría 3.
¿Qué aspectos de su vida de pareja han cambiado después de la muerte de su hijo?
Categoría 4.
¿Cuáles han sido sus retos durante este tiempo…?
Anexo 5. Declaración para el consentimiento informado
Proyecto: Funcionamiento del sistema conyugal asociado a la muerte inesperada de un hijo.
El presente estudio tiene como objetivo comprender los cambios que se generan en el funcionamiento del sistema conyugal después de la muerte inesperada de un hijo. Se pretende que la pareja pueda llegar a comprender la situación de duelo por la que están atravesando e incluso que familiares y personas cercanas a la pareja les puedan brindar las herramientas necesarias para que elaboren un duelo normal; igualmente esta investigación aportara información que permita estructurar programas de intervención o procesos de acompañamiento a parejas y familias en duelo.
Los estamos invitando a participar en esta investigación, su participación será voluntaria, anónima, no recibirá remuneración por su participación. Su participación consiste en responder una entrevista a profundidad que le hará la persona responsable de la investigación, esta entrevista será grabada, su duración es más o menos una hora y media y se le garantiza absoluta confidencialidad en el manejo de la información.
La información que usted suministre será totalmente confidencial y de manejo exclusivo de la investigadora. En ningún documento aparecerá su nombre y nadie a excepción de la investigadora tendrá acceso a la información suministrada por usted. Usted tiene derecho a solicitar la información que requiera, también tiene derecho a retirarse de la investigación en cualquier momento
y abstenerse de
responder preguntas que usted considere inconvenientes o no desee dar la información solicitada.
Esta investigación puede aportar información significativa para comprender el funcionamiento del sistema conyugal después de la muerte inesperada de un hijo
Yo, ___________________________________________________________, identificado
con
la
cédula
de
ciudadanía
________________________de
_____________, declaro que he sido informado de los objetivos y fines del presente estudio y estando conforme con los mismos, en forma libre y voluntaria, acepto hacer parte del proyecto de investigación presente.
Esta investigación y el consentimiento informado están ajustados a las normas según la Resolución 8430 de 1993.
En caso de tener alguna pregunta sobre el estudio o querer información adicional, puede contactar a la investigadora Vanessa Cediel Valencia al teléfono 317 364 0947, o al asesor de esta investigación Diego Correa Sánchez al teléfono 317 439 8350, Psicólogo, docente investigador de la Pontificia Universidad Javeriana Cali y miembro del grupo de investigación Salud y Calidad de vida.
____________________________ Firma del participante. C.C.
_____________________________ Firma de la participante. C.C.
___________________________
_____________________________
Firma de la investigadora.
Firma del asesor.
Vanessa Cediel Valencia.
Diego Correa
C.C.
C.C. 14999598
1144031065
_____________________ Firma del testigo. C.C
Fecha:____________________________________